LA PALABRA SE HIZO
CARNE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS
COMENTARIO
Al principio. A Juan le gusta esta palabra bíblica.
Comienzo de su evangelio: “al principio”. Comienzo de su carta: “Lo que existía
desde el principio”. Dios no tiene principio es principio que eternamente mana
nueva vida. El nombre que le reveló a Moisés puede traducirse de este modo: “Yo
soy el que seré”. (Ex. 3, 14). Es el Dios de los principios, el Dios de las
cuatro mañanas del mundo; mañana de la creación mañana de la encarnación,
mañana de la resurrección y mañana de la parusía (final de los tiempos),
principio de vida eterna, mañana eternizada.
Antes de todos nuestros principios, “la palabra estaba
junto a Dios”. Es la primera revelación de este prólogo en el que Juan nos hace
escuchar los grandes temas de su evangelio, como si fuera la obertura de una
gran opera. El único no es el solitario, el “célibe de los mundos” y acaba por
“el Hijo único que es Dios y está al lado del Padre nos lo ha explicado”. Hablándonos de su filiación divina, es como
Jesús nos hará vislumbrar el misterio del Dios único: ese Dios es Trinidad.
La segunda revelación se refiere a nosotros: “A los
que los recibieron, los hizo capaces de ser hijos de Dios”. ¿Qué son los
hombres para que Dios piense en hacer de ellos sus hijos? Y para ello llegará a
realizar algo increíble, imposible de imaginar. Nuestros hermanos monoteístas,
los judíos y los musulmanes, rechazan con horror esta revelación, que por otra
parte hace sonreír a nuestros hermanos no creyentes: “La palabra se hizo
carne”. Dios se ha hecho hombre.
El verbo había estado siempre presente entre los
hombres. “era su vida y su luz, estuvo en el mundo, pero el mundo no lo
conoció”. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo decidieron otra presencia; el
Hijo de Dios vino a vivir nuestra vida haciéndose hombre como nosotros. Jesús
dirá: “Quién me ve, ve al Padre”. El que sabe mirar a Jesús, ve “la gloria que
tiene de su Padre”.
El sol del prólogo resulta demasiado esplendoroso,
hace daño fijar la mirada en sus tres revelaciones: Dios es Trinidad quiere
hacer de nosotros hijos suyos y para divinizarnos, él mismo se hizo uno de
nosotros. Necesitamos todo el evangelio y toda una serie de numerosas
meditaciones para que pasen finalmente a nuestra sangre estas tres verdades de
la fe cristiana. Es algo tan difícil que muchos rechazan la idea de que Jesús
de Nazaret pudiera ser el Hijo de Dios, Dios encarnado, Dios que aceptó nuestra
carne, nuestra lenta formación, nuestra alegría, nuestros sufrimientos, nuestra
muerte. Ye en el prólogo las tinieblas luchan contra la luz: “la luz brilla en
las tinieblas y las tinieblas no la han comprendido…, los suyos no la
recibieron”.
Nosotros que hemos recibido la palabra, tenemos que
ser reveladores de la misma a los ojos de los demás. No tanto mediante
discusiones teológicas como por el testimonio de lo que vivimos con el Padre,
el Hijo y el Espíritu. Creer en la divinidad de Jesucristo es tener en él una
confianza tan grande y un deseo de amar tanto como él, que los que traten con
nosotros acaben sintiéndose intrigados quizás atraídos: “Tú casi lograrás
convertirme a tu Dios”.
De este modo, podríamos ser en parte un reflejo del
“sol” aprovechando todo lo posible nuestras citas con el Cristo de Juan,
permaneciendo a menudo durante ratos largos bajo el sol del prólogo, “Dios se
ha hecho hombre, plantó su tienda entre nosotros y hemos visto su gloria”.
R.P. Roland Vicente Castro Juárez.
ANTIFONA DE ENTRADA
Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha
dado; lleva a hombros el principado, y es su nombre Ángel del gran consejo.
ORACION COLECTA
Oh, Dios, que
estableciste admirablemente la dignidad del hombre y la restauraste de modo aún
más admirable, concédenos compartir la divinidad de aquel que se dignó
participar de la
condición
humana. Por nuestro Señor Jesucristo
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 52, 7-10
¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero
que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria, que dice
a Sion: «¡Tu Dios es rey!». Escucha: tus centinelas alzan la voz, cantan a
coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sion. Estallen en gritos de
alegría, ruinas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, rescata a
Jerusalén; el Señor manifiesta su poder a la vista de todas las naciones, y
toda la tierra contemplará la victoria de nuestro Dios.
SALMO
RESPONSORIAL (97, 1-6)
R. Los confines de la tierra han
contemplado la victoria de nuestro Dios.
Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho
maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su
justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.
R.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de
nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R.
Toquen la cítara para el Señor, suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas, aclamen al Rey y Señor. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta a los Hebreos 1, 1-6
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente
a nuestros padres por medio de los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha
hablado por medio de su Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio
del cual hizo el universo.
Él es resplandor de la gloria del Padre e imagen perfecta
de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado
la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de su majestad en las
alturas; y ha venido a ser tanto mayor que los ángeles, cuanto más excelente es
el título que ha heredado. Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú,
hoy te he engendrado», pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice:
«Adórenlo todos los ángeles de Dios».
ACLAMACION
ANTES DEL EVANGELIO Lc 2, 10-11
Aleluya. Nos ha amanecido un día sagrado;
vengan, naciones, adoren al Señor, porque hoy una gran luz ha bajado a la
tierra. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan
1, 1-18
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba
junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a
Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de todo
lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida la recibió. Surgió un
hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar
testimonio de la luz, para que por él todos creyeran. No era él la luz, sino
testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el
mundo
no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la
recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios si
creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de
amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria, gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de
gracia y de verdad. Juan da testimonio de él, y grita diciendo: «Este es de
quien dije: “El que viene detrás de mí es superior a mí, porque existía antes
que yo”».
Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras
gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés; la gracia y la verdad
vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo
único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos al Padre las necesidades y
deseos de todas las personas, y dejemos que Jesús, el niño de Belén, interceda
por nosotros. Digamos: R. Te lo pedimos, Señor.
1. Para que la celebración gozosa de la Navidad aleje el
temor, la duda y la inseguridad, y nos haga sabedores de la buena noticia de la
salvación de Dios. Oremos. R.
2. Para que el papa, los obispos, los sacerdotes, los
consagrados y los fieles laicos se comprometan con la humanidad promoviendo la justicia
y la paz y proclamando que Jesús es el Salvador esperado. Oremos. R.
3. Para que nuestros familiares y conocidos y todos los que
han partido a la casa del Padre puedan contemplar cara a cara a Jesús, el Dios
hecho hombre, el Dios con nosotros. Oremos. R.
4. Para que, como María, la Virgen de la Navidad,
engendremos en la fe a Jesús y lo demos en nuestra vida a los hermanos. Oremos.
R.
5. Para que los anhelos de bondad que hoy han surgido en
todos los rincones del universo se traduzcan, por la virtud de la Eucaristía, en
bendición, confianza y entusiasmo para todos los hombres y mujeres del mundo. Oremos.
R.
Padre bueno, mira a tu pueblo, que
vuelve los ojos a Belén, y dale la paz que te suplica al adorar a tu Hijo; haz
que en todos los corazones hoy se manifieste tu salvación, y atiende cuanto con
fe te hemos suplicado. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, la ofrenda de este día
solemne en el que se manifestó el sacrificio perfecto de nuestra reconciliación
y comenzó para nosotros la plenitud del culto divino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN SAL 97, 3
Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
ORACION
DESPUES DE LA COMUNION
Dios misericordioso, hoy que nos ha nacido
el Salvador del mundo para comunicarnos la vida divina, te pedimos que nos
hagas igualmente partícipes del don de su inmortalidad. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
PALABRA
DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes
26: Hch 6, 8-10; 7, 54-60; Sal 30; Mt 10, 17-22.
Martes
27: 1Jn 1, 1-4; Sal 96; Jn 20, 2-8.
Miércoles
28: 1Jn 1, 5-2, 2; Sal 123; Mt 2, 13-18.
Jueves
29: 1Jn 2, 3-11; Sal 95; Lc 2, 22-35.
Viernes
30: Eclo 3, 2-6.12.14; Sal 127; Col 3, 12-21; Mt 2,
13-15. 19-23.
Sábado
31: 1Jn 2, 18-21; Sal 95; Jn 1, 1-18.
Domingo
01: Nm 6, 22-27; al 66; Ga 4, 4-7; Lc 2, 16-21.
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Jn 1. 1-18
1. Jn/PROLOGO
El prólogo del evangelio de Jn es un himno solemne -en
siete estrofas de estructura semita- al Logos, al Verbo, revelación del Padre
en Cristo. En este prólogo están ya presentes los grandes temas del evangelio: el
Verbo, la vida, la luz, la gloria, la verdad. Y las fuertes contraposiciones:
Luz-tinieblas; Dios-mundo; fe-incredulidad. Dos veces resuena la voz del
testigo: Juan Bautista.
Las tesis que presenta son las mismas que las del
evangelio. La idea de fondo es la plenitud de la revelación que nos ha traído
el Verbo. Ha salido del Padre y se ha hecho hombre. También de la Sabiduría se
dice que estaba en Dios (Pr 8. 30), pero la sabiduría era una personificación
literaria. La Palabra en cambio, es una persona, es Dios, es la última palabra
que Dios ha pronunciado (Hb 1. 3).
En la Palabra hay vida y la vida era luz. Luz que brilla en
las tinieblas. La llegada de Jesús divide la historia en dos partes. Tinieblas
antes de Jesús, luz después de él y nos coloca en una alternativa: ser hijos de
la luz o hijos de las tinieblas.
Jesús es la luz verdadera no tanto en contraste con Juan
sino con el A.T. Es la luz verdadera porque en él se cumplen las promesas. La
Palabra se hizo carne. Así clarifica que la revelación definitiva de Dios no es
una sombra, un sueño, una ilusión sino una realidad tangible. Juan lo reafirma
en el prólogo de su primera carta. Ha venido para acampar entre nosotros. Este
ha sido siempre el modo de la presencia de Dios en medio de su pueblo. Desde la
revelación en el Sinaí, Dios ha estado en medio de su pueblo. La tienda
primero, el templo después, fueron los modos de presencia. Ahora esta presencia
se ha hecho real y viva con la vida del hombre. La encarnación es el primer
momento de esta morada de Dios entre los hombres y tendrá su realización plena en
la resurrección.
P. FRANQUESA - MISA
DOMINICAL 1985, 24
2. M/VIRGEN.
De acuerdo con los mejores manuscritos, probablemente
habría que leer y traducir el v.13 no en plural (referido a los que creen),
sino en singular (referido a Aquel, o a aquella Palabra, en la que creen), y
que no ha nacido de carne, ni de sangre ni de deseo de hombre, sino de Dios.
Según esta lectura, el v.13 se refiere primariamente a la generación eterna de
la Palabra, pero probablemente también (el cuarto evangelio está lleno de dobles
sentidos), a la concepción virginal de Jesús, presentada aquí desde el punto de
vista del Padre, del mismo modo que Mt la presenta desde el punto de vista de
José y Lc desde el de María.
H. RAGUER - MISA
DOMINICAL 1976, 23
3. - El prólogo del evangelio de s. Jn, que leemos en
la liturgia de hoy, ha dado de sí para muchas horas de reflexión y muchas
páginas escritas. También nosotros podemos tener la esperanza de conseguir
obtener alguna enseñanza de él. Aprender de Dios, de ese Dios que se hace hombre,
es aprender de nosotros y para nosotros, y no mera especulación. ¿Para qué vino
Jesús? Dios viene junto a nosotros para enseñarnos cómo es Él (o cómo actúa con
nosotros, que diría un teólogo escrupuloso), para que conozcamos de Él aquello
que resulta decisivo para nuestra vida.
Jesús viene a decirnos que el Dios creador es
"anterior" al Dios de la ley; que Dios es Dios de vida, no de ley.
Por eso, a partir de este Dios-Vida de Jesús, el criterio por el que debemos
distinguir lo bueno de lo malo no es el hecho de estar de acuerdo con la ley o
en contra de ella, sino el hecho de estar en favor de la vida o en su contra.
El dios judío era un dios de ley, tan guardián y celoso de
la misma que llega a ponerla incluso por encima del hombre. Ese dios, esa ley
que él defiende, no da vida sino con reticencias y muy limitadamente; más bien
es un dios y una ley que dan muerte a sus transgresores. El Dios de Jesús no
tiene nada que ver con ese dios de la ley; el Dios de Jesús es creador y, en
consecuencia, se nos revela como dador y mantenedor de la vida. Y la vida no es
cualquier cosa. La vida, estar vivo, ser un "ser vivo" es la mayor
grandeza del hombre; más aún, la vida es la verdad más auténtica y profunda del
hombre. Esa vida que empieza por un corazón que late, por unos pulmones que
respiran, por un estómago que digiere y asimila; pero que también está formada
por una ilusión que alienta, por un amor que se comparte, por una esperanza que
no ceja; vida personal, humana, vida en plenitud que viene a traernos la
Palabra que se hace carne: "ella contenía la vida, y esa vida era la luz
del hombre" (Jn 1.4).
Jesús no viene a revelarnos escondidos secretos, ocultos
arcanos en los que estaría cifrado el sentido de la vida. Él viene para ser la
vida, darnos la vida, llenarnos de esa vida que es capaz de acabar con la misma
muerte (...). ¿Cuál va a ser nuestra respuesta a este derroche de amor y de
vida que Dios ha tenido para con nosotros? ¿Apagaremos la Navidad con las luces
de colores?, ¿la guardaremos en una caja, con los adornos hogareños de estos
días, hasta el próximo año?
LUIS GRACIETA - DABAR
1988, 5
4.- v.14:"La Palabra se hizo carne". No se
refiere al momento de la Encarnación. Es la existencia toda de Jesús la que
queda abarcada. El proyecto divino realizado es una existencia humana, visible,
accesible, palpable. La tienda del encuentro, morada de Dios entre los
israelitas en el desierto, queda sustituida por Jesús. El lugar donde Dios
habita en medio de los hombres es un hombre de carne y hueso. Una existencia
humana es ahora el resplandor de Dios, su gloria. Ha desaparecido la distancia
entre Dios y el hombre. Buscas al Infinito, ve tras el Finito. La plenitud
personal de Dios es Jesús, una plenitud de amor incondicional, consistente.
5. PROLOGO/Jn
El prólogo del evangelio de Juan es un himno cristiano que
proviene, probablemente, de los círculos joaneos y que ha sido adaptado para
servir de presentación a la narración evangélica de los diversos pasos de la
Palabra encarnada. Esta Palabra viene a identificarse no sólo con Jesús, sino
con la acción de Jesús.
Esta personificación, con ribetes sapienciales, viene a
mostrar la capacidad que tiene de dar vida y orientación a todo hombre que se
acerca a ella (8, 12). De verdad que el misterio de la encarnación es, en el
fondo, el misterio del hombre entero.
Los judíos no han comprendido la realidad de Jesús. O lo
que es igual: la antigua economía es incapaz de comprender la realidad nueva
que es Jesús. Por tanto, la conclusión se impone: es preciso abandonar toda
estructura que imposibilita la comprensión de Jesús. Falló el intento de querer
aprisionar la luz -que es Jesús- dentro del sistema religioso judío (7,34). La
Palabra de Dios, sabiduría desde siempre, se mueve dentro de la máxima
libertad. Solamente el que comprende esto es capaz de construir una fe libre.
La realidad de la presencia de Dios ha comenzado a incidir históricamente en
los hombres con el comienzo de la vida de Jesús: este suceso constituye el
momento decisivo de la historia de la salvación; lo testimonian los cristianos.
La palabra "carne" designa en Juan todo lo que constituye la
debilidad humana, todo lo que conduce a la muerte como limitación del hombre.
La encarnación no es ninguna apariencia: por la experiencia de nuestro ser de
hombres es como hemos de acercarnos a Dios, a Jesús.
EUCARISTÍA 1989,
60
6.- En el prólogo de su evangelio, Juan nos presenta tanto
conceptos como realidades elementales: palabra, vida, luz. Tres experiencias que
hacen al hombre y sin las que el hombre es impensable. Tres experiencias que
Juan proyecta a la inacabable e insondable eternidad divina a imitación de su
viejo maestro, el autor de Génesis ("En el principio"). Dios se
expresa en una palabra viva, que crea un interlocutor (el hombre concreto, tú y
yo), con quien entabla un diálogo iluminador. Pero desgraciadamente el hombre
(tú y yo) rechaza la Palabra y se hace tiniebla, angustia, ser para la muerte,
absurdo radical. Hasta el v. 11 el juicio histórico del evangelista Juan es
tremendamente pesimista. De hecho, todo su evangelio va a ser un conflicto
continuado entre Jesús y un mundo incrédulo, que terminará en el proceso y
condena de Jesús.
Pero en los vs. 12-13 el juicio histórico se completa
haciéndose esperanzador: hay hombres que aceptan la Palabra y viven la
asombrosa experiencia de ser hijos de Dios. "Y la Palabra se hizo
carne" (v. 14). La Palabra de Dios no es un sueño fantástico del
evangelista en un momento de ensueño nostálgico. No. Es una realidad sensible y
tangible, cuyo nombre es Jesús de Nazaret. Con él ha convivido Juan y esta
experiencia ha engendrado en él la certeza de la que da testimonio.
Un niño nos ha nacido. Así de indefensa es la omnipotente
Palabra. En nuestros sueños divinos tal vez habíamos imaginado más fastuosidad
y prepotencia. Esta sería la gloria humana, pero no la del Unigénito del Padre.
DABAR 1977, 6
7.- Dios se acerca a los hombres hasta el punto de hacerse
uno de ellos: "carne". Esta fórmula de Juan, "la palabra se hizo
carne", es una afirmación del misterio de la encarnación del Hijo; del
paso de la existencia eterna de la palabra de Dios, al comienzo de su
existencia histórica y de su aparición en el mundo.
Pero no es ésa la intención principal del evangelista. Juan
intenta, sobre todo, destacar que Jesús de Nazaret, palabra de Dios hecha
carne, no es una apariencia, una sombra o un fantasma.
La revelación definitiva de Dios tiene rostro humano. Es
una realidad cercana a los hombres. Ha puesto su tienda entre nosotros.
Desde el momento de la venida del Hijo al mundo en la
debilidad de la "carne", realiza la presencia de Dios entre los
hombres. El cuerpo de Jesús se convierte, por su muerte y su resurrección, en
el templo de la presencia de Dios.
Él es la verdad y la vida de Dios hecha carne. Ama, cura,
perdona. Vive y sufre como un hombre entre los hombres. Todos pueden verlo y
oírlo. Todos pueden creer en él, ver su luz, beber su agua, comer su pan,
participar de su plenitud de gracia y de verdad. La comunidad cristiana lee
solemnemente el prólogo del evangelio de Juan en la fiesta del nacimiento del
Señor. Se trata de proclamar la misericordia y fidelidad de Dios, su gracia,
que se han hecho realidad en Jesús. Que Dios no actúa mediante favores
pasajeros y limitados, sino con el don permanente y total del Hijo hecho hombre
que se llama Jesús, el Cristo.
EUCARISTÍA 1988,
61
8.- Texto: El día de navidad analizábamos hasta el v. 14.
Recordemos: los trece primeros versículos constituyen el prólogo del evangelio.
En él se habla de la dimensión divina de la Palabra y se presenta la historia
universal humana como una historia de rechazo y aceptación de esa Palabra. Con
la afirmación "y la Palabra se hizo carne" del v. 14 comienza la
narración evangélica propiamente dicha. El mundo divino y la visión general de
los hechos dejan paso a una historia concreta en la que la Palabra es una
persona de carne y hueso, que interactúa con otras personas de carne y hueso,
englobadas bajo el genérico "nosotros" y de quienes se da un perfil
creyente. Por "nosotros" se entiende toda aquella persona
contemporánea o no de la Palabra encarnada, que acierta a ver en la fragilidad
de esa Palabra la entidad (gloria) de la Palabra preexistente, de la que se ha
hablado en los tres primeros versículos del prólogo. A través del personaje
"nosotros", entre los que se encuentra el propio autor del cuarto
evangelio, se pone explícitamente de manifiesto el carácter de obra abierta que
este evangelio posee.
De entre ese "nosotros" el autor destaca un
nombre propio: Juan. De él se ha hablado ya en el prólogo como testigo de
descargo. Pero entonces lo hacía en calidad de ser humano; ahora va a deponer
en calidad de judío, en unas coordenadas espacio-temporales concretas y en
defensa no de la Palabra, sino de la Palabra encarnada.
Una cuestión previa es determinar hasta dónde llega el
testimonio del testigo. El entrecomillado de la traducción litúrgica lo limita
al solo v. 15. Creo, sin embargo, que en este punto se debe retomar la opinión
de muchos Padres de la Iglesia, que ven en la totalidad del v. 15-18 el testimonio
aportado por Juan.
El testimonio de Juan se compone de una afirmación inicial
(superioridad del que viene después de él) triplemente justificada y de una
afirmación final sobre el papel único del que viene detrás de él. En la tercera
de las justificaciones resuena por primera vez en el cuarto evangelio el nombre
propio de la Palabra encarnada. En este nombre propio tiene ya la forma
completa cristiana de Jesucristo. El autor del evangelio pone indudablemente en
labios de Juan situaciones, reflexiones y formulaciones propias del tiempo en
que él escribía. Se trata de un recurso habitual en la historiografía antigua,
bíblica y extrabíblica. La afirmación de la superioridad de Jesús sale al paso
de la pretensión de los propios discípulos de Juan que atribuían a su maestro
un rango superior al de Jesús.
La primera razón de la superioridad de Jesús es su
preexistencia. Juan pertenece al nosotros, a los creyentes que descubren en
Jesús la Palabra preexistente. La segunda razón es la plenitud de riqueza divina
de vida que Jesús posee y que transmite a los creyentes en él, designados de
nuevo como nosotros, entre los que se cuenta el propio testigo Juan.
La tercera razón es la superación de un sistema de ley por
otro de gracia y verdad. La afirmación final sobre el papel de Jesús como
exegeta de Dios puede muy bien estar relacionada con esta tercera razón. El
término "exegeta" aparece expresamente en el verbo griego empleado en
el texto original y responde a la circunlocución "dar a conocer"
empleada por la traducción litúrgica. El camino para saber quién es Dios no
pasa por la Ley sino por Jesús.
En el "seno del Padre" es una expresión figurada
que significa estar junto al Padre. El origen de la expresión hay que buscarlo
en el modo como estaban entonces sentados a la mesa los comensales.
Comentario. El análisis del texto nos ha hecho caer en la
cuenta del carácter explícitamente abierto que tiene el cuarto evangelio en lo
que a la autoría del mismo se refiere. Se trata de una obra en continua
búsqueda de autor, desde el momento en que el autor de la misma es un nosotros
del que nadie queda excluido, Este evangelio se juega su ser o no ser en cada
uno de los que se acercan a él. Su existencia efectiva depende de que decidamos
creer en Jesús.
Ser creyente en Jesús significa ahondar en Jesús de forma
tal que lleguemos a experimentar toda su riqueza de Palabra divina no sujeta a
la precariedad y transitoriedad del tiempo. Significa sentirse inmersos en la
corriente divina de gracia amorosa, hasta el punto de dar al traste con su
sistema de vida basado en derechos y deberes. La vida del creyente en Jesús
debe caracterizarse por ser una vida donde nada es ley porque todo es gracia.
Al margen de las circunstancias que hayan podido dar origen
a las afirmaciones de Juan, lo importante es que esas afirmaciones, centradas
todas ellas en Jesús, en cuya persona estamos invitados a ahondar sin reparos
ni trabas. Según sea la hondura cristológica así será la imagen eclesiológica.
ALBERTO BENITO - DABAR
1992, 8
9.- -Dios no es un ser lejano. Es un Dios que habla, y su
Palabra es entrañablemente cercana. Se ha hecho un niño y ha nacido en Belén. Antes,
durante siglos, había hablado por medio de profetas y había enviado Ángeles como
mensajeros. Pero ahora nos ha hablado de otra manera: nos ha enviado a su Hijo.
Y el Hijo es superior a todos los profetas y a los Ángeles. (Es lo que nos dice
el autor de la carta a los Hebreos). Y es también lo que llena de entusiasmo a
S. Juan, en el prólogo de su evangelio, la solemne página que acabamos de
escuchar: la Palabra estaba junto a Dios -la palabra era Dios, y la Palabra se
hizo hombre y acampó entre nosotros. La Palabra, ya lo sabemos, se llama Cristo
Jesús, el hijo de Dios, que desde la primera Navidad es también hijo de los
hombres.
Dios nos ha dirigido su Palabra. Si entre nosotros puede
tener tanta transcendencia el dirigirnos o no la palabra unos a otros, si
nuestra palabra de amistad, de interés o de amor, puede significar tanto ¿qué
sería esa Palabra de Dios, su propio Hijo que ha querido hacerse uno de nuestra
raza y está para siempre entre nosotros? No, no es el nuestro un Dios mudo y
lejano, es un Dios cercano y que nos habla y su Palabra se llama de una vez por
todas Jesús. Y desde entonces siempre es Navidad porque siempre está esa
Palabra de Dios dirigida vitalmente a nosotros, en señal de amistad y de
alianza. Este es el misterio de la Navidad que hoy nos recuerda la liturgia y
vuelve a llenarnos de alegría. Una palabra hecha persona, que es el Hijo mismo
de Dios y por el cual Dios nos acepta también a nosotros como hijos. Acojamos a
Cristo, el Hijo de Dios y Hermano nuestro; que no se pueda decir de nosotros lo
que Juan ha dicho de los judíos: "al mudo vino y el mudo no le conoció;
vino a su casa y los suyos no le recibieron". Por este Jesús, el Salvador,
el mundo tiene esperanza. El futuro es siempre más prometedor que el presente.
Porque él es para siempre, y sin retractación posible, Dios con nosotros.
10.- Los suyos no le recibieron. La pobreza de Dios se hace
drama de Dios. Vino a los suyos y, al igual que todos, busca acogida y abrigo,
comprensión y aliento. Dios viene a los suyos todos los días. Puerta cerrada a
un Dios que no vive según nuestros reglamentos. Puerta cerrada a una Palabra
que desconcierta nuestros pensamientos. ¡Navidad es también una fiesta de
conversión! El Verbo se hace carne, y Dios sabe lo que le cuesta. Desde el
pesebre hasta la cruz, el camino es uniforme.
Y no obstante... A los que creen en su nombre les da el
poder de hacerse hijos de Dios. A los que creen en Jesús-Salvador, Dios de los
pecadores, Dios de los perdidos, Dios de los humildes, Dios de ternura. Los que
creen en su nombre... Los que perciban la luz en la obscuridad de la espesa
noche, los que escuchan la Palabra en el silencio de una fe incesantemente
zarandeada. ¡Pueblo de la Samaritana y del Ciego de nacimiento, grupo minúsculo
de los pescadores de Galilea y de los últimos presentes al pie de la cruz! ¡Les
dio el poder de hacerse hijos de Dios!
¡Nacieron de Dios! Venidos al mundo como vino Jesús, hijos
e hijas de lo inesperado, de la pobreza, de la inseguridad. No tienen en este
mundo otro apoyo que Dios, su amor y su Espíritu. Vienen al mundo en pleno
viaje, y el tiempo les urge a proseguir el camino. Hijos frágiles, siempre llamados
a renacer; hijos de un Dios al que nadie vio jamás. Pueblo de los sin nombre,
de los apátridas, de los huérfanos según el mundo.
Hoy se va un año, según el mundo. Esta noche los hombres se
desearán mutuamente un "feliz año" sin saber cómo será éste. Hijos de
Dios, ¿seremos capaces de afrontar el futuro sin más equipaje que nuestra fe?
En esto nos diferenciamos de todos los anticristos que querrían desviarnos
hacia otros caminos que no son los de la Palabra cada día nueva. Sólo Cristo es
el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Y no porque unos anticristos se
llaman a sí mismos "hijos de Dios" vamos nosotros a seguirles por
otro camino que no sea el de Dios-con-nosotros. Verbo hecho carne en la
humildad de nuestra carne.
DIOS CADA DIA - SIGUIENDO EL LECCIONARIO FERIAL - ADVIENTO-NAVIDAD
Y SANTORAL - SAL TERRAE/SANTANDER 1989.Pág. 94
11.- Esta página de san Juan está tan llena de plenitud que
no se debería añadir nada. Estas sujeciones de abajo no quieren encuadrar ni
reducir la meditación, que, más que nunca, no puede ser tan personal.
-Al principio...
La primera palabra del evangelio nos hace recordar el
origen de todas las cosas. De un goIpe de ala vigoroso, el águila de san Juan
sube, sube... tan alto que no existe el horizonte, y, con los ojos penetrantes,
ve encima de todo límite, antes del comienzo de los tiempos.
-Era...
Este verbo sencillo, "ser", llena el poema... Es
la palabra más sencilla y la más esencial: la existencia, la razón de todo lo
demás. Y este verbo, al pretérito, invoca inmediatamente un "tiempo
inmutable", indefinido. En mi rezo, podría emplear estas dos palabras:
"al principio... era..." saboreando su densidad, dejándome ir a su
infinita evocación.
-El verbo... El "logos"... La "palabra"...
La "comunicación"... La "expresión"... La sabiduría... La
acción. Juan, en seguida, llama a Cristo el "Logos", en griego. Es
una palabra difícil de traducir. Por eso, hemos buscado otras palabras,
cercanas, para comprender el sentido más allá de la palabra.
La palabra Logos era ya empleada en la reflexión filosófica
griega (la Palabra es una de las maravillas del honre, la expresión propia de
la persona, la posibilidad de relación, la manifestación de la inteligencia).
Pero, san Juan probablemente ha usado esta expresión para incorporarse a la gran
corriente de la literatura bíblica que veía en la Sapiencia o Sabiduría algo
así como la expresión misma de Dios: Proverbios, 8, 23-36. "Yo, la
Sabiduría, desde los orígenes fui establecida desde el principio, antes del
origen de la Tierra. Cuando aún no existían los abismos, yo fui concebida...
cuando trazó los fundamentos de la tierra, yo estaba a su lado como el
arquitecto, él tenía en mí sus delicias, expansionándome en su presencia, sobre
la superficie de la tierra y encontrando mis delicias entre los hijos de los
hombres." (Cf. Eclesiástico, 24-1.22). En el principio era el Verbo. Hijo
eterno venido del Padre, el Cristo es la "expresión" perfecta del
Padre, "la imagen misma del Dios invisible" (Filipenses, 2, 6) el
"resplandor" de la gloria del Padre" (Hebreos, 1, 3) Jesús es la
"manifestación suprema de Dios a la humanidad" (I Epístola de san
Juan, 1, 2). Verbo = expresión + acción... palabra activa...
-Y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios.
Dos veces solamente en el evangelio de san Juan, Jesús es
designado explícitamente como "Dios": aquí, en la primera frase... y
en boca de Tomás, en el último capítulo (Juan, 20, 28): "¡Señor mío y Dios
mío!". Todo su evangelio está entre ambas frases.
-Por El, todo ha sido hecho. En Él estaba la "vida".
La creación universal es el primer "acto", el
primer "gesto", la primera "expresión" de Dios. La
maravillosa creación es lo que primero revela al Dios invisible. Todo. Todo.
Soberanía universal... Y sin Él, nada se hizo. Influencia universal... Nada. Nada.
Nada existe fuera de Cristo.
-En el mundo estaba... Vino a su propia casa... El Verbo se
hizo carne... Dios entre los hombres, Dios en nuestros caminos. Dios en la
esquina de la calle. Dios por todas partes.
-Luz verdadera, alumbra a todo hombre que viene a este
mundo... Pero el mundo no le conoció... Los suyos no le recibieron... A todos
los que le recibieron, les dio poder de llegar a ser hijos de Dios.
NOEL QUESSON - PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 1 -EVANG. DE
ADVIENTO A PENTECOSTES - EDIT. CLARET/BARCELONA 1984.Pág. 70 s.
12.- La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros Un
texto bello e intenso, que invita a la vez a la proclamación y a la meditación.
Podemos destacar en él lo siguiente:
- Al hablar de la "Palabra" Juan recoge
tradiciones helénicas del "logos" como emanación de Dios, pero sobre
todo recoge las tradiciones judías de la Sabiduría (cf. por ejemplo Eclo 24) y
de la misma "palabra eficaz" de Dios (cf. por ejemplo Is 55,10-11).
Dios no es un Dios lejano: es el Dios que tiene en sí mismo la voluntad de
comunicarse a los hombres y manifestarles el Sentido de todo y el Camino de la
vida. Eso es lo que ha hecho con Israel, eso es lo que hará ahora plenamente.
- El texto empieza igual que el primer libro de la Biblia
cuando narra la creación: "En el principio...". Y, ya al principio,
antes que todo, está la Palabra, el proyecto de comunicación plena de Dios con
los hombres. Juan señala por cuatro veces, con exagerada insistencia, la
preexistencia y divinidad de esta Palabra. ¡Ha de quedar muy claro que es Dios
mismo quien se hará hombre! Y para resaltarlo más, señala para la Palabra las
cualidades básicas de vida y luz que no son cualidades estáticas de Dios, sino
cualidades para ser dadas a los hombres.
- Juan continúa con una reflexión sobre la aceptación de la
Luz por parte de los hombres. No se trata sólo de la aceptación de Jesús, sino
de la aceptación de todos los signos de Luz que los hombres han tenido a mano y
a menudo han rechazado. Pero hay quienes sí han estado dispuestos a aceptarlos:
éstos son los que Dios hará hijos suyos.
- La afirmación clave: la Palabra se hizo carne. Es una
afirmación muy sabida, pero es realmente escandalosa: aquella Palabra que Juan
tanto ha insistido en que "era Dios", resulta que asume la total
debilidad de la condición humana, y viene a vivir con los hombres, y en esta
debilidad (¡hasta la cruz!) será donde contemplaremos su gloria divina. A Dios
ahora se le puede ver y tocar. Y se le ve y se le toca en la "carne"
débil de Jesús. - Una vez dicho esto, Juan resalta una y otra vez las
cualidades y dones que recibimos de la Palabra hecha carne (que ahora ya no se
llama "Palabra" sino "Hijo" y "Jesucristo", una
persona concreta y palpable): gracia, verdad, abundancia de su plenitud... Todo
para consolidar la afirmación básica: a Dios sólo se le encuentra en
Jesucristo, en su carne, en su vida concreta.
JOSEP LLIGADAS - MISA
DOMINICAL 1994, 16
13.- El comienzo del prólogo de Juan nos remonta a lo más
alto y más sublime del misterio trinitario: "La Palabra, en el principio,
estaba junto a Dios".
La expresión es, a la vez, sobrecogedora y humilde:
nosotros sabemos bien qué es eso de estar unos junto a otros; somos conscientes
de necesitar el cobijo y el calor que da la cercanía humana. De lo que es y
significa "estar junto a Dios" sabemos menos; es decir, en realidad
no sabemos apenas nada: es un nivel al que, si no fuera por Jesús, no
tendríamos posibilidad de acceso. Nosotros pertenecemos a la noche, y por
nosotros mismos no podemos alcanzar el ámbito de la Luz.
Pero, un día, ese Dios a quien nadie ha visto nunca decidió
rasgar la tiniebla y plantar su tienda junto a nosotros. La palabra cambió la
vecindad de Dios por la vecindad de los hombres, y el resplandor de la gloria
acampó junto a la debilidad de nuestra carne. El verbo que elige Juan en su
prólogo evoca un mundo de imágenes muy concretas: acampar es muy distinto de
instalarse, de residir, de asentarse. El que acampa no se protege con puertas
blindadas ni con alarmas; su única defensa consiste en confiar en que su misma
debilidad y pobreza le defenderán de cualquier codicia.
Alguien ha venido a vivir así entre nosotros. No va a
imponer nada, no va a ejercer la fueza de su señorío ni a tomar posesión de
nuestra tierra con imperativos categóricos. Le oiremos decir: "Si
quieres"..., "si alguno se quiere venir conmigo...", "estoy
a la puerta y llamo; si alguien me abre..." Sabremos que es él, porque la
caña cascada se enderezará entre sus manos. Porque su aliento conseguirá que,
de la mecha que se apagaba, vuelva a brotar una llamita. No gritará ni se
impondrá con violencia, pero las fuerzas del mal se someterán a su autoridad, y
alguien reconocerá con asombro: "Tú tienes palabras de vida eterna".
·Aleixandre-Dolores
_________________________________________________
3-14.
lectura: Juan 1,1-8. La palabra se hizo carne, y acampó
entre nosotros.
El Antiguo Testamento conocía ya los temas de la Palabra y
de la Sabiduría de Dios quien, siendo preexistente al mundo, es el artífice de
toda la creación. Los libros sapienciales afirman que Dios lo crea todo con
Sabiduría. Ésta estaba presente cuando Dios fundamentaba la tierra y los mares
(cf. Pr 8,22.31). Ella ha querido habitar entre los hombres y hacerse conocer,
como portadora que es de la Ley del Altísimo (cf. Sir 24, especialmente los vv.
8 y 23). Esta palabra volverá a Dios después de haber cumplido su misión
salvífica y reveladora (cf. Is 40,8; 55.10-11).
El evangelista Juan es heredero de esta rica tradición
veterotestamentaria. Después de la experiencia fundamental de la Resurrección,
Jesús aparece como el portador y el revelador de la presencia de Dios. Todos
los temas reveladores del Antiguo Testamento son reinterpretados para expresar
con ellos el misterio del Resucitado. Así este hombre, Jesús, es presentado
como la Palabra preexistente de Dios, mediador de la obra creadora del Padre
(cf.. Jn 8,24.58; 10,30), que se ha encarnado en nuestra historia y ha venido a
compartir nuestra vida, para cumplir la misión recibida: revelar a Dios a los
hombres y mujeres (cf. Jn 3,17-19; 5,36; 10,36). Después de cumplir su misión,
ha de volver al Padre, de quien había salido (cf. Jn 13,3; 16,5; 17,11.13). La
novedad del Nuevo Testamento está, por una parte, en comprender la Sabiduría-Palabra
de Dios como una persona diferente de la de Dios-Padre; y por otra en darle un
rostro concreto: la persona de Jesús de Nazaret, hijo de María y de José.
La Iglesia primitiva recurrió con frecuencia al lenguaje
poético e hímnico para expresar los misterios de su fe en Cristo resucitado. Esta
pieza es una de las más significativas. Nos expresa, con un lenguaje lleno de
reminiscencias bíblicas, el misterio de Cristo y lo que supone abrirse a la fe:
participar en la vida de Dios. Y esto es lo que celebramos en la fiesta de
Navidad.
JORDI LATORRE - MISA
DOMINICAL 1999, 16, 38
3-15. ACI DIGITAL 2003
1. Juan es llamado el águila entre los evangelistas, por la
sublimidad de sus escritos, donde Dios nos revela los más altos misterios de lo
sobrenatural. En los dos primeros versos el Aguila gira en torno a la eternidad
del Hijo (Verbo) en Dios. En el principio: Antes de la creación, de toda
eternidad, era ya el Verbo; y estaba con su Padre (14, 10 s.) siendo Dios como
El. Es el Hijo Unigénito, igual al Padre, consubstancial al Padre, coeterno con
El, omnipotente, omnisciente, infinitamente bueno, misericordioso, santo y
justo como lo es el Padre, quien todo lo creó por medio de El (v. 3).
5. No la recibieron: Sentido que concuerda con los vv. 9 ss.
6. Apareció un hombre: Juan Bautista. Véase v. 15 y 19 ss.
9. Aquí comienza el evangelista a exponer el misterio de la
Encarnación, y la trágica incredulidad de Israel, que no lo conoció cuando vino
para ser la luz del mundo (1, 18; 3, 13). Venía: Así también Pirot.
Literalmente: estaba viniendo (en erjómenon). Cf. 11, 27.
12. Hijos de Dios: "El misericordiosísimo Dios de tal modo amó al mundo,
que dio a su Hijo Unigénito (3, 16); y el Verbo del Padre Eterno, con aquel
mismo único amor divino, asumió de la descendencia de Adán la naturaleza
humana, pero inocente y exenta de toda mancha, para que del nuevo y celestial
Adán se derivase la gracia del Espíritu Santo a todos los hijos del primer
padre". (Pío XII, Encíclica sobre el Cuerpo Místico).
13. Sino de Dios: Claramente se muestra que esta filiación ha de ser divina
(cf. Ef. 1, 5 y nota), mediante un nuevo nacimiento (3, 3 ss.), para que no se
creyesen tales por la sola descendencia carnal de Abrahán. Véase 8, 30 - 59.
14. Se hizo carne: El Verbo que nace eternamente del Padre se dignó nacer, como
hombre, de la Virgen María, por voluntad del Padre y obra del Espíritu Santo
(Luc. 1, 35). A su primera naturaleza, divina, se añadió la segunda, humana, en
la unión hipostática. Pero su Persona siguió siendo una sola: la divina y
eterna Persona del Verbo (v. 1). Así se explica el v. 15. Cf. v. 3 s. Vimos su
gloria: Los apóstoles vieron la gloria de Dios manifestada en las obras todas
de Cristo. Juan, con Pedro y Santiago, vio a Jesús resplandeciente de gloria en
el monte de la Transfiguración. Véase Mat. 16, 27 s.; 17, 1 ss.; II Pedr.
1, 16 ss.; Marc. 9, 1 ss.; Luc. 9, 20 ss.
16. Es decir que toda
nuestra gracia procede de la Suya, y en El somos colmados, como enseña S. Pablo
(Col. 2, 9 s.). Sin El no podemos recibir absolutamente nada de la vida del
Padre (15, 1 ss.). Pero con El podemos llegar a una plenitud de vida divina que
corresponde a la plenitud de la divinidad que El posee. Cf. II Pedro, 1, 4.
17. La gracia superior a la Ley de Moisés, se nos da gratis por los méritos de
Cristo, para nuestra justificación. Tal es el asunto de la Epístola a los
Gálatas.
18. Por aquí vemos que todo conocimiento de Dios o
sabiduría de Dios (eso quiere decir teosofía) tiene que estar fundado en las
palabras reveladas por El, a quien pertenece la iniciativa de darse a conocer, y
no en la pura investigación o especulación intelectual del hombre. Cuidémonos
de ser "teósofos", prescindiendo de estudiar a Dios en sus propias
palabras y formándonos sobre Las ideas que sólo estén en nuestra imaginación.
Véase el concepto de S. Agustín en la nota de 16, 24.
CANTOS DE NAVIDAD
01.- A BELÉN SE VA A BUSCAR
QUE LE LLEVARE AL NIÑO,
POCO LE PUEDO LLEVAR,
ES DIOS Y LO TIENE TODO
A BELÉN SE VA A BUSCAR.
Quien busca en belén en belén encuentra
quien pide en belén siempre le dará,
llamando en belén la puerta está abierta
Para los que buscan la luz de
paz.
Quien busca el amor, en belén encuentra,
al dios que creo la razón de amar,
quien busca la fe, en belén encuentra,
no te doy razones para poder confiar.
Quien busca la paz en belén encuentra,
al niño que es forjador de paz,
quien busca la luz, en belén encuentra
la estrella que el mundo nos vino a guiar.
02.- EN BELÉN
EN BELÉN NO HABÍA
CAMPANAS.
EN BELÉN NO HABÍA
ALEGRÍA.
EN BELÉN UN NIÑO
LLORABA,
MIENTRAS SU MADRE
SUFRÍA.
Y SIN EMBARGO EN
BELÉN
ERA DIOS EL QUE
NACÍA. (2v).
No hubo en Belén
personas influyentes.
No hubo en Belén
cumplidos ni agasajos.
En Belén hubo
sencilla y llana gente.
Hubo en Belén
pobreza y desamparo.
No hubo en Belén
banquetes ni festejos.
No hubo en Belén
despliegue de invitados.
En Belén hubo ternura
y sentimiento.
Hubo en Belén
total anonimato.
No hubo en Belén
revuelto y parabienes.
No hubo en Belén
folklore ni regalos.
En Belén hubo
pastores en silencio.
Hubo en Belén
susurros y recato.
03.- FELICIDADES
FELICIDADES SEÑOR
POR NACER.
FELICIDADES SEÑOR
POR BAJAR
HOY CADA PUEBLO
DEL MUNDO ES BELEN
Y TODO EL TIEMPO
SERA NAVIDAD.
Quiero felicitarte
porque dejaste el cielo y bajaste a la tierra.
Quiero felicitarte
por ser como nosotros,
por traernos a
todos esperanza y salvación.
Quiero felicitarte
porque naciste pobre consagrando la pobreza.
Quiero felicitarte
porque vienes al mundo
como puerta y
camino de total liberación.
Quiero felicitarte
por que eres un amigo
que se entrega en
cuerpo y alma.
Quiero felicitarte
porque sigues al lado
de cuantos hoy
soportan la miseria y el dolor.
Quiero felicitarte
porque sigues amando
al que te vuelve
la espalda.
Quiero felicitarte
porque tu voz denuncia
a todos los que
implantan injusticia y opresión
04.- MI CASA SERÁ BELÉN (J. A. Olivar) –
Carlos Manzano)
SEÑOR QUE CASA NO HALLASTE
CUANDO NACISTE EN BELÉN,
HOY TE OFREZCO LA MÍA: MI CASA SERÁ BELÉN.
TÚ QUE ERES LUZ Y ERES VIDA,
VEN A MI VIDA A NACER.
Y TE CUIDARE COMO TE CUIDO MÁRÍA,
COMO TE CUIDO JOSÉ, Y TE CUIDASE (2v).
Mi casa será Belén si viene mi puerta abierta
y si mi mente está alerta al resplandor de la fe
la fe que tuvo María. La fe que
tuvo José.
Mi casa será Belén si doy mi llave a los pobres
y si sé amar a los hombres con el amor de tu ley.
Igual que amaba María, igual que amaba José
05.- TODA LA TIERRA ES BELÉN (J. A.
Olivar) – Carlos Manzano)
TODA LA TIERRA ES BELÉN,
TODO EL MUNDO ES ALEGRÍA
PORQUE DIOS VIENE A NOSOTROS,
PORQUE NACE CADA DÍA. (BIS).
Dios nos nace cada día,
Dios nos nace cada tarde,
en cada nueva alegría
y en cada amor que renace
Dios nos nace cada día,
Dios nos nace cada tarde.
Dios nos nace en cada hombre,
Dios nos nace a cada instante
en cada rostro sin nombre
y en cada niño que nace
Dios nos nace en cada hombre,
Dios nos nace a cada instante.
Dios nos nace en cada puerta,
Dios nos nace en cada calle
en cada luz que despierta
y en cada lluvia que cae
Dios nos nace en cada puerta,
Dios nos nace en cada calle.
Dios nos nace en cada brisa,
Dios nos nace en un detalle,
Dios nos nace en la sonrisa
y en el amor de una madre,
Dios nos nace en cada brisa,
Dios nos nace en un detalle.
06.- TODOS LOS DÍAS NACE EL SEÑOR (Juan
Antonio Espinoza)
Para esta tierra
sin luz, Nace el Señor
para vencer las
tinieblas, Nace el Señor
para cambiar
nuestro mundo,
Todos los días nace el Señor (bis).
Para traer libertad,
Nace el Señor
rompiendo nuestras
cadenas, Nace el Señor
en cada hombre que
es libre,
Todos los días nace el Señor (bis)
Para quitar la
opresión, Nace el Señor
para borrar la
injusticia, Nace el Señor
en cada pueblo que
grita,
Todos los días nace el Señor (bis).
Para vencer la
pobreza, Nace el Señor
para los pobres
que sufren, Nace el Señor
por la igualdad de
los hombres,
Todos los días nace el Señor (bis).
Para traernos la
paz, Nace el Señor
para esta tierra
que sangra, Nace el Señor
en cada hombre que
lucha
Todos los días nace el Señor (bis)
Para traernos
amor, Nace el Señor
para vencer
egoísmos, Nace el Señor
al estrechar
nuestras manos,
Todos los días nace el Señor (bis)
Para este mundo
dormido nace el Señor
Para inquietar
nuestras vidas
En cada hombre que
espera
Todos los días nace el Señor (2v).
07.- 25 DE DICIEMBRE
Veinticinco
de diciembre
fun, fun, fun (bis)
Un niñito muy bonito ha nacido en el portal
Con su carita de rosa, parece una flor hermosa
Fun, fun, fun (bis)
Venid
venid pastorcillos
Fun,
fun, fun (bis)
Ven con la pandereta castañuelas al
portal
Adorar
al rey del cielo que amanecido en el suelo
08.- AL SON DE MIS TAMBORES
Al son de mis tambores Manuelito ya nació
(2v)
Con cantos y panderetas recibamos la
navidad
Al sol en sus ojitos, dulzura en su mirar
Amor y gracia en su rostro su sonrisa
angelical
DUERME MI NIÑO YO TE CANTARE
DUERME MI CIELO YO TE ARRULLARE (2V).
09.- CAMPANAS SOBRE CAMPANAS
Campana sobre campana,
y sobre campana una,
asómate a la ventana,
verás al Niño en la cuna.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?
Recogido tu rebaño
¿a dónde vas pastorcillo?
Voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?
Campana sobre campana,
y sobre campana dos,
asómate a esa ventana,
porque está naciendo Dios.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?
Caminando
a media noche
¿donde caminas pastor?
le llevo al niño que nace
como a Dios mi corazón
Campana
sobre campana,
y sobre campana tres,
en una Cruz a esta hora,
el Niño va a padecer.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?
Si
aún alumbran las estrellas,
pastor, ¿dónde quieres ir?
- Voy al Portal por si el Niño
con Él me deja morir.
10.- CARPINTERO FINO
Señor San José, el carpintero
fino. (Bis)
Hazme una cunita para el niño
lindo. (Bis)
AZUCENA CANCHÚ, LABERINDA CANCHÚ,
NIJICHAWA JAMPI, KURAIRECHIMA AIMPA. (BIS)
Corran, corran, corran, todos
los pastores. (Bis)
A traer pañales para el niño
lindo. (Bis) (2v.)
11.- DIME NIÑO ¿DE QUIEN ERES?
Dime Niño de quien eres
todo vestidito de blanco.
Soy de la Virgen María
y del Espíritu Santo.
Dime Niño de quien eres
y si te llamas Jesús.
Soy amor en el pesebre
y sufrimiento en la Cruz.
RESUENEN CON ALEGRÍA
LOS CÁNTICOS DE MI TIERRA
Y VIVA EL NIÑO DE DIOS
QUE NACIÓ EN LA NOCHEBUENA. (2v)
Soy amor en el pesebre
y sufrimiento en la Cruz.
La Nochebuena se viene, tururú
la Nochebuena se va.
Y nosotros nos iremos, tururú
y no volveremos más.
Dime Niño de quién eres
todo vestidito de blanco. (3v)
12.- EL PASTOR
En un pueblo lejos de aquí llamado Belén
en un establo olvidado el vino a nacer
junto a los pastores y su redil
un ángel descendió
y les dijo no temáis pues hoy os ha nacido un rey.
HOY DÍA QUIERO CONTARLES QUE JESÚS ES EL REY
Y ENTRE LOS PASTORES ESTABA YO Y AL ÁNGEL ESCUCHE
El único cedro que recibió fue aquella cruz
pero por eso aquí bajo y nació Jesús
como ovejas sin pastor acudimos por doquier
y en la vida que descendió y el sendero nos hiso ver
En un pueblo lejos de aquí llamado Belén
en un establo olvidado el vino a nacer
junto a los pastores y su redil
un ángel descendió
y les dijo no temáis pues hoy os ha nacido un rey.
13.- EL TAMBORILERO
El camino
que lleva a Belén,
baja hasta
el valle que la nieve cubrió.
Los
pastorcillos quieren ver a su Rey.
Le traen regalos
en su humilde zurrón,
ro po pom
pom, ro po pom pom...
Ha nacido en
un portal de Belén,
el Niño
Dios.
Yo quisiera
poner a tus pies
algún
presente que te agrade, Señor.
Mas ya Tú
sabes que soy pobre también;
y no poseo
más que un viejo tambor,
ro po pom
pom, ro po pom pom...
En tu honor
frente al portal tocaré
con mi
tambor.
El camino
que lleva a Belén,
yo voy
marcando con mi viejo tambor.
Nada es
mejor que yo te pueda ofrecer...
Su ronco
acento, que es un canto de amor...
ro po pom
pom, ro po pom pom...
Cuando Dios
me vio tocando ante Él,
me sonrió.
14.- EN BELEN LAS CAMPANAS TOCAN
No me despiertes al Niño
quiero que duerma
Anoche estuvo jugando
son las estrellas.
EN BELEN LAS CAMPANAS TOCAN SOLAS
TILIN TILINGO TILIN TILONGA.
EN BELEN LAS CAMPANAS SON LAS ROSAS
TILIN TILINGO TILIN TILONGA.
TILIN TILINGO TIN TILIN TILONGA
LAS CAMPANAS DE BELEN TOCAN LA GLORIA.
No me despiertes al Niño
hoy tienen sueño.
Anoche estuvo jugando
con los luceros.
No me despiertes al Niño
quiero que duerma
Anoche estuvo jugando
son las estrellas.
15.- LA VIRGEN LLEVA UNA ROSA
Virgen lleva una rosa en su
divina pechera
que se la dio San José el día
de noche buena.
A BELÉN PASTORES, PASTORES CHIQUITOS
QUE HA NACIDO EL REY DE LOS ANGELITOS (2V.)
Todo Belén está en fiesta todo
es placer y alegría
que
ha nacido un tierno infante que es un sol de maravilla.
16.- LOS PECES EN EL RIO
La Virgen se está peinando
entre cortina y cortina,
los cabellos son de oro,
y el peine de plata fina.
PERO MIRA COMO BEBEN
LOS PECES EN EL RÍO,
PERO MIRA COMO BEBEN
POR VER AL DIOS NACIDO.
BEBEN Y BEBEN Y VUELVEN A BEBER,
LOS PECES EN EL RÍO
POR VER A DIOS NACER.
La Virgen va caminando
va caminando solita
Y no lleva más compaña
Que el niño de su mamita
La Virgen lava pañales
y las tiende en el romero,
los pajaritos le cantan,
y el agua se va riendo.
17.- LOS REYES MAGOS (Mercedes Sosa)
LLEGARON YA LOS REYES Y ERAN TRES,
MELCHOR, GASPAR Y EL NEGRO BALTASAR
ARROPA Y MIEL LE LLEVARÁN
Y UN PONCHO BLANCO DE ALPACA REAL.
(2v).
Changos y chinitas duérmanse
que ya Melchor, Gaspar y Baltasar
todos los regalos dejarán
para jugar mañana al despertar.
El Niño Dios muy bien lo agradeció
comió la miel y el poncho
lo abrigó
y fue después que sonrió
y a medianoche el sol relumbró.
18.- NOCHE DE PAZ (FR. Gruber)
Noche de paz
noche de amor
claro sol, brilla ya
y los ángeles cantando están
Gloria a Dios, gloria al rey celestial
duerme mi niño Jesús. (2v).
19.- TONADITA QUENA
Tonadita quena para ti señor
Tonadita quena señito de amor
Vengo de los cerros con gran devoción
Voy al pesebre está ahí el niño Dios
Mi Niño lindito
Un lucero ro ro
Yo quiero cantarte señito de amor
Para que no sufras del frio y el rigor
Niñito le llaman ven a darme amor.
Para que te duermas voy a tocar yo
Tonadita quena señito de amor
Tonadita quena para ti señor
Para niño santo quenita de amor.
20.- TOQUEN TROMPETAS
TOQUEN TROMPETAS SUENE EL TAMBOR
REPIQUEN LAS CAMPANAS EN LA TORRE
TOQUEN TROMPETAS SUENE EL TAMBOR
ANUNCIEN QUE NACIO EL SEÑOR (2V).
Durante cuatro mil años y luz anunciaba a
los profetas
Durante cuatro mil años sin luz con la
aurora vendrá Jesús
Que simpático, que gentil, su dulzura nos
ha encantado
Que simpático, que gentil, ver al niño
Jesús dormir.
Al Señor vamos a adorar en el cielo suenan
campanas
Al Señor vamos adorar rígenos a la
Eternidad.
22.- LOS REYES
NO SE SI ERAN REYES NO SE SI ERAN TRES
LO MÁS IMPORTANTES QUE FUERON A BELÉN (2V).
Ellos vieron en la
estrella un extraño resplandor
Y por ella
descubrieron al rey de la creación
Y la estrella los
condujo hasta Dios que hizo la luz
Y su ciencia
encontró al punto sentido y senda en Jesús
Con la estrella y
con los magos
por la senda de la
fe
para hallar Al
Dios nacido
debemos ir a Belén
Cada hombre cada
instante
Una estrella de
seguir
Y seguimos nuestra
estrella
a Dios tenemos que
ir
CAMPANA SOBRE CAMPANA
Campana sobre campana, y sobre campana una,
asómate a la ventana, veras al niño en la cuna.
Belén, campanas de belén,
que los ángeles tocan ¿que nuevas me traéis?
Recogido tu rebaño ¿Adonde vas pastorcito?
Voy a llevar al portal requesón, manteca y vino.
Campana sobre campana, y sobre campana dos,
asómate a la ventana, porque esta naciendo Dios. (Coro).
Caminando a media noche ¿Dónde caminas Pastor?
Le llevo al Niño que nace como a Dios mi corazón. (Coro).
NOCHE DE PAZ
Noche de paz, noche de amor,
claro sol brilla ya, y los Ángeles cantando están:
“Gloria a Dios, gloria al Rey Celestial”.
Duerme el niño Jesús, duerme el niño Jesús.
Noche de Dios, noche de paz:
esplendor inmortal, Luz eterna en la noche brilló,
es la gloria del Hijo de Dios.
Duerme el niño Jesús, duerme el niño Jesús.
Noche de Dios, noche de paz: nueva luz celestial,
floreció la feliz Navidad: es palabra y mensaje de Paz.
Noche feliz de Navidad: viene Dios a salvar,
noche buena en que alumbra el Amor,
el misterio escondido de Dios.
ALEGRÍA
Sopa le dieron al niño, no se la quiso tomar,
y como estaba tan dulce, se las comió san José.
Vamos al portal con su resplandor,
que salga la luna llena, y el hermoso Sol,
el que nos alumbra con su resplandor.
Alegría, alegría, alegría
Alegría, alegría y placer
Esta noche nace el niño en el portal de Belén.
FELIZ NAVIDAD
Feliz navidad, feliz navidad,
feliz navidad, prospero año y felicidad.
Cantemos todos alegres, porque el amor ha nacido,
cantemos todos alegres, recibiendo al Salvador (Bis).
Que el año nuevo nos traiga, mucha unión y armonía,
que el año nuevo nos traiga, verdadera felicidad (Bis).
ESTA NOCHE JESÚS HA NACIDO
Esta noche Jesús ha nacido (2) Suenen los cánticos de la noche buena
(2)
Alma de mi canción, sube al cielo del Perú, para bañar de luz, la santa
noche de Dios.
Vibra pura, cholito tu quena (Bis) Entre las músicas de la noche buena
(Bis).
En la sierra cantamos alegres (Bis) A Jesús Niño que está en el
pesebre.
NAVIDAD
Mientras haya en la tierra un niño feliz, mientras haya una aldea para
compartir, mientras haya unas manos que trabajen en paz, mientras brille una
estrella habrá Navidad.
Navidad, Navidad, en la nieve en la arena. Navidad, Navidad en la
tierra y el mar (Bis)
Mientras haya unos labios que hablen de amor, mientras haya unas manos
cuidando una flor, mientras haya un futuro hacia donde mirar, mientras haya
ternura habrá Navidad. (Coro)
Mientras haya un vecino dispuesto a olvidar, mientras haya un caído a
quien levantar, en la calle en la guerra, debemos ayudar, mientras cure a un
herido, habrá Navidad. (Coro)
EL TAMBORILERO
El camino que lleva a Belén, baja hasta el valle que la nieve cubrió;
los pastorcillos quieren ver a su Rey., le traen regalos en su humilde zurrón.
Ro po pon pon, ro po pon pon. Ha nacido en un portal de Belén, el niño Dios.
Yo quisiera poner a tus pies algún presente que te agrade, Señor; mas
Tú ya sabes que soy pobre también y no poseo mas que un viejo tambor. Ro po pon
pon, ro po pon pon. En tu honor frente al portal tocaré con mi tambor.
El camino que lleva a Belén, lo voy marcando con mi viejo tambor, nada
mejor hay que te pueda ofrecer, su ronco acento es un canto de amor. Ro po pon
pon, ro po pon pon. Cuando Dios me vio tocar ante Él, me sonrió.
VEN A CANTAR
Otro año que queda atrás, mil momentos que recordar, otro año mil
sueños más, hechos realidad.
Los problemas vienen y van, y al final todo sigue igual, no hay montaña
que pueda más, que la voluntad.
Coro:
Navidad feliz Navidad, vuelve a casa vuelve al hogar, navidad dulce
Navidad, vuelve a tu hogar.
Ven a cantar, ven a cantar, que ya llegó la Navidad, Ven a cantar, ven
a cantar, que ya esta aquí la Navidad.
Gira el mundo gira el reloj, gira el viento la mar y el sol, dale
vuelta a tu corazón, y llénalo de amor, (CORO).
VEN A MI CASA
Tu que estas lejos de tus amigos, de tu tierra y de tu hogar, y tienes
pena, pena en el alma, porque no dejas de pensar. Tú que esta noche no puedes
de dejar de recordar, quiero que sepas que aquí en mi mesa, para ti tengo un
lugar.
Por eso y muchas cosas más, ven a mi casa esta navidad. (Bis)
Tú que recuerdas, quizá a tu madre o a un hijo que no está, quiero que
sepas que esta noche, él te acompañará. No vayas solo por esas calles,
queriéndote aturdir, ven con nosotros, y a nuestro lado, intenta sonreír.
Tú que has vivido, siempre de espaldas, sin perdonar ningún error,
ahora es momento de reencontrarnos; ven a mi casa por favor. ahora ya es tiempo
de que charlemos pues nada se perdió, y en estos días todo se olvida y nada
sucedió.