“NO
ES DE LOS NUESTROS”
ORACION COLECTA
Oh Dios, que manifiestas tu poder
sobre todo con el perdón y la misericordia aumenta en nosotros tu gracia, para
que, aspirando a tus promesas, nos hagas participar de los bienes del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura
del libro de los Números 11, 25-29
En
aquellos días, el Señor bajó en la nube, habló con Moisés y, apartando algo del
espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos
el espíritu, se pusieron a profetizar en seguida.
Habían
quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad. Aunque estaban
en la lista, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre
ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento.
Un
muchacho corrió a contárselo a Moisés: «Eldad y Medad están profetizando en el
campamento.».
Josué,
hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino: «Señor mío, Moisés,
prohíbeselo.». Moisés le respondió: «¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo
del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!».
SALMO RESPONSORIAL (18 )
Los mandatos del Señor alegran el corazón.
La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. R.
La voluntad del Señor es pura y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R.
Aunque tu siervo vigila para guardarlos con cuidado,
¿quién conoce sus faltas? Absuélveme de lo que se me oculta. R.
Preserva a tu siervo de la arrogancia, para que no me
domine: así quedaré libre e inocente del gran pecado. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del
apóstol Santiago 5, 1-6
Ahora, ustedes, los
ricos, lloran y lamentan por las desgracias que les han tocado. Su riqueza está
corrompida y sus vestidos están apolillados. Su oro y su plata están
herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra ustedes y devorará su
carne como el fuego.
¡Han amontonado riqueza,
precisamente ahora, en el tiempo final!.
El jornal defraudado a
los obreros que han cosechado sus campos está clamando contra ustedes; y los
gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos.
Han vivido en este mundo
con lujo y entregados al placer. Les han cebado para el día de la matanza.
Condenaron y mataron al justo; él no lo resiste.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 38-43. 45. 47-48
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús:
«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos
querido impedir, porque no es de los nuestros.».
Jesús respondió: «No se lo impidan, porque
uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no
está contra nosotros está a favor nuestro.
Y, además, el que os dé a beber un vaso de
agua, porque seguís al Mesías, les aseguro que no se quedará sin recompensa. El
que escandalice a uno de estos pequeñuelos que crecen, más le valdría que le
encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te
hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos
manos al infierno, al fuego que no se apaga.
Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más
te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno.
Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más
te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al
infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.».
COMENTARIO
Para
el apóstol Juan, solamente los doce tienen derecho a actuar en nombre de Jesús:
“Hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y hemos intentado
impedírselo porque no anda con nosotros”. Jesús rompe inmediatamente esta
estrechez ampliando en todo lo posible el circulo de la acogida: “El que no
está contra nosotros, está a favor nuestro”. En Mateo, sin embargo chocamos con
algo distinto: “Es que no está conmigo, está contra mí”. ¿Reacción
diferente?. Sí, porque la situación es
diferente. En Mt 12, 30, Jesús se enfrenta con quienes lo insultan. ¿Le acusan
de estar en relación con el diablo!. Y
reacciona vivamente: No quieren estar conmigo. Está claro: han hecho
deliberadamente la opción más terrible que un hombre puede hacer: han visto a
Jesús, han escuchado a Jesús y están en contra de él.
En
Marcos (y Lucas) es muy diferente: se trata de un hombre de buena voluntad: “Si
hace milagros en mi nombre, no puede ser un adversario. No está contra nosotros”.
Sin embargo, ¿está de verdad a favor nuestro?. Es algo que parece ya más
optimista. Entonces nosotros nos dividimos más bien entre cristianos acogedores
y cristianos desconfiados. Pero Juan está por el grupo cerrado: “Ese hombre no
es de los nuestros”.
Habrá
que verlo. La acogida ciega no es mucho mejor que el repliegue sectario sobre
nuestro pequeño universo. Pensando en algunos de los que invocarían su nombre
(“Señor, Señor, hemos profetizado en tu hombre y echado los demonios y obrado milagros”). Jesús
había dicho duramente: “El día del juicio les diré: ¡No los conozco!”.¿Por
qué?. Porque practicaban lo que más irrita a Jesús: la vida hipócrita. Sabían
decir muy bien: “¡Señor, Señor!”. Eran
expertos en las cosas sagradas, pero llevaban una vida poco honrada: “¡Lejos de
mí los que practican la maldad!”. (Mt 7, 22-23). Este es el criterio que nos ayudará a discernir
si una persona es de los nuestros. No el
“¡Señor, Señor”, sino el esfuerzo por no ser malo. ¿Criterio amplio?
Seguramente. Sobre todo porque hay que utilizarlo de una manera dinámica: ver
si en este momento ese hombre hace esfuerzos por ser bueno. Entonces, sea cual
fuere su pasado es de los nuestros. No
lo rechacemos porque se salga un poco de las normas, por no ser muy
practicante, por no ser muy ortodoxo. Ni incluso porque esté lejos de Cristo
con tal que se sienta atraído por él. Nos corresponde a nosotros ver si nuestro
grupo cristiano es un núcleo de atracción o un grupo cerrado. Jesús ha venido a
reunir a todos los hombres. Si cerramos las puertas para que nuestro grupo siga
siendo muy bonito, estaremos, sólo con nosotros
PLEGARIA UNIVERSAL
El Espíritu de Dios está en nosotros y por eso
podemos orar con confianza. Digamos juntos: Te lo pedimos, Señor.
1.- Para que la Iglesia tenga presencia profética en
la nueva sociedad del tercer milenio cristiano. Oremos.
2.- Para que el Espíritu del Señor guie con su luz a
los sacerdotes y todos los que anuncian la Palabra de Dios. Oremos.
3.- Para que el Señor acoja el gemido de los que
padecen la opresión, la miseria porque son violados sus derechos fundamentales.
Oremos.
4.- Para que la conversión del corazón de los que
tienen el poder en el mundo adelante la instauración de la justicia y la paz. Oremos.
5.- Para que el Señor, visite con su gracia a los
enfermos y les de fortaleza para sobrellevar al enfermedad. Oremos.
6.- Para que con corazón universal vivamos en comunión
de amor con todos los hombres y no hagamos acepción de personas. Oremos.
Te lo pedimos a ti, que nos invitar a optar
por el Reino y a descubrir tu presencia en todo lo bueno que hay en el mundo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Dios de misericordia aceptar esta
ofrenda nuestra y que por ella se abra para nosotros la fuente de toda
bendición. Por Jesucristo nuestro Señor.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Señor, que el sacramento del cielo
renueve nuestro cuerpo y espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de
aquel cuya muerte hemos anunciado y compartido. El que vive y reina por los
siglos de los siglos.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes
01: Jb 1, 6-22; Sal 16; Lc 9, 46-50.
Martes
02: Jb 3, 1-3. 11-17.20-23; Sal 87; Mt 18, 1-5.10.
Miércoles
03: Jb 9, 1-12; 14-16; Sal 87; Lc 9, 57-62.
Jueves
04: Jb 19 21-27; Sal
26; Lc 10, 1-12
Viernes
05: Jb 38, 1-12-21;
40, 3-5; Sal 138; Lc 10, 13-16.
Sábado
06: Jb 42, 1-3.5-6.12-16; Sal 118; Lc 10, 17-24.
Domingo
07: Gn 2, 18-24; Sal 127; Hb 2, 9-11; Mc 10,m 2-16
COMENTARIOS
AL EVANGELIO
Marcos 9,
38-43.45.47-48
Par: Lc 9,
49-50 Lc 17, 1-2
1.
Detrás de la observación de Juan (hemos visto a un extraño echando
demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido) se vislumbra fácilmente el
egoísmo del grupo (tan frecuente), ese temor mezquino de la competencia de
los demás que tantas veces se disfraza de fe (con la pretensión de tutelar
el amor de Dios), pero que en realidad es una de sus más profundas
negaciones. El discípulo ruín y cicatero -pero también profundamente inseguro-
soporta con dificultad que el Espíritu sople por donde quiera. Se
muestra envidioso, se siente desmentido y traicionado: ¿no debería el
Espíritu de Dios estar sólo en nuestras manos, de forma que se viera
claramente que somos nosotros, solamente nosotros, sus portadores? Salta
al recuerdo un episodio del Antiguo Testamento: Moisés comunicó el
Espíritu de Dios a setenta ancianos que habían salido del campamento y
se habían reunido junto al tabernáculo; pero un joven vio con sorpresa que
el Espíritu de Dios se había posado también sobre Eldad y Medad, dos
ancianos que no se habían unido al grupo y que no habían salido del
campamento, pero que se pusieron también a profetizar. Y Josué exclamó:
"Moisés, señor mío, ¡prohíbeselo!" Pero Moisés le respondió:
"¿Estás celoso por mí? ¡Ojalá profetizase todo el pueblo de Dios y
hubiera puesto el Señor su Espíritu sobre cada uno de ellos!" (Núm
11, 16-30). Los auténticos amigos de Dios, como Moisés y Jesús, gozan de
la liberalidad del Espíritu. No se sienten desmentidos, porque aman a Dios
y no se aman a sí mismos.
Y esto es lo principal. Pero muchos escrupulosos defensores de los
derechos de Dios -podríamos decir que todos los escrupulosos defensores
de los derechos de Dios- se están defendiendo y sosteniendo en realidad a
sí mismos, su propio recinto. Pero también es verdad que no todos los
gestos son de Cristo, que no todos los intentos de liberación pertenecen
a Cristo; sólo le pertenece lo que se hace en su nombre ("Hemos visto
a uno que no era de los nuestros y que expulsaba a los espíritus malos en tu
nombre... No es posible que alguien haga un milagro en mi nombre y luego
hable mal de mí.") Lo que pasa es que el "nombre" no indica
el recinto, sino la lógica.
La sentencia con la que Jesús cierra todas estas enseñanzas es
sorprendente: "El que noh está contra nosotros, está con
nosotros." Es exactamente lo contrario de otra sentencia (Mt 12, 30;
Lc 11, 23): "El que no está conmigo, está contra mí." Pero no hay
ninguna contradicción. Son las diferentes situaciones las que explican la
diferencia de las afirmaciones. La unidad está en el hombre que necesita
de vez en cuando advertencias distintas. De todas formas, "la
tolerancia de Jesús prohíbe toda cerrazón ortodoxa". "Si alguno le
quita la fe (escandaliza) a cualquiera de estos pequeños que creen..."
(9, 42). En tiempos de Jesús eran los maestros de la Ley los que con el
peso de su autoridad y con la fascinación de su prestigio -y también con
las amenazas de sus excomuniones (cf. Jn 9, 22; 12, 42)- desaconsejaban a
la gente sencilla que siguiera a Jesús: perturban su fe y eran para ellos
piedra de escándalo. Más en general, el "pequeño" es el
discípulo continuamente perturbado en su fe, perturbado no sólo por el
mundo, sino por su misma comunidad, incluso por aquellos que pretenden
ser sus maestros. Y como si esto no fuera suficiente, está también el
escándalo que viene de nosotros mismos. El hombre es escándalo para sí
mismo, lleno como está de vacilaciones, de compromisos y de excusas demasiado
fáciles. Con su lenguaje ("si tu pie es para ti ocasión de pecado -te
escandaliza-, córtatelo...; si tu ojo es para ti ocasión de pecado -te
escandaliza-, sácatelo..."), Jesús afirma la exigencia de una
decisión sin reservas por el Reino, la absoluta necesidad de ponerlo en
el primer puesto.
Bruno Maggioni, Edic. Paulinas /Madrid 1981. Pág. 139
2.- Texto. Pertenece a la misma sesión docente del domingo pasado. Es
una pena que el texto litúrgico no se haya ampliado dos versículos más.
Nos encontraríamos con el final de la sesión y podríamos comprobar cómo
este final remite al comienzo de la misma, creando un marco temático
unitario para toda ella. La sesión se abría en 9, 33 con problemas de
rango y de prioridades entre los doce y se cierra en 9, 50 con una
invitación a los doce a convivir en paz.
Juan, uno de los doce presenta el siguiente caso: Maestro, hemos visto a
uno que expulsaba demonios invocando tu nombre y hemos intentado
impedírselo porque no nos seguía. Observemos el empleo del plural: hemos
visto, hemos intentado, no nos seguía. Marcos presenta a los doce
actuando como grupo bien definido y compacto. La expresión no nos seguía
o no era de los nuestros significa que el exorcista no era cristiano.
Todo el resto del texto lo presenta Marcos como respuesta unitaria de
Jesús a propósito de la actuación exhibida por los doce en el caso del
exorcista. Es cierto que para elaborar esa respuesta Marcos se ha servido
de frases de Jesús pertenecientes sin duda a diferentes situaciones. A
ello se debe la aparente dispersión de las frases. Pero esto no debe ser
razón para que nosotros las leamos aisladamente. Marcos las ha introducido en
un contexto y dentro de él es como hay que leerlas e interpretarlas. En
este sentido hay que decir que las divisiones que de este texto suelen
hacer las biblias ni respetan la unidad creada por Marcos ni favorecen su
adecuada interpretación.
Jesús está en desacuerdo con la actuación seguida por los doce en el
caso del exorcista no cristiano. Las razones aducidas son de diversa
índole. En primer lugar menciona Jesús razones pragmáticas o de sentido
común. Son los vs. 39-41. Es improbable que alguien que apele a Jesús
vaya acto seguido a hablar mal de él. En este sentido, afirma Jesús, todo
aquel que no se presente expresamente como enemigo debe ser tenido por
simpatizante. Para demostrar simpatía no son necesarias solemnes
adhesiones doctrinales, bastan los pequeños gestos de la vida ordinaria.
En segundo lugar menciona Jesús razones de escándalo. Son los vs. 42-48.
Estos son los versículos que más se han desenfocado, al haberse
interpretado el escándalo en relación con los niños y fundamentalmente en
materia sexual. Tajantemente hay que afirmar que Jesús no habla aquí ni
de niños ni de concupiscencia, sea ésta sexual o de otro tipo. El
escándalo del que Jesús habla es del que los doce pueden ocasionar con una
actitud como la exhibida en el caso del exorcista cristiano. Las víctimas
del escándalo son los pequeños que creen en mí. Desde el domingo pasado
sabemos que en esta sesión docente el niño es una metáfora para designar
a todos aquellos que dentro de la comunidad cristiana son poco
importantes o poco considerados. La actuación prepotente o altanera de los
doce, simbolizada por la mano, el pie y el ojo, es un escándalo para
estos creyentes. El lenguaje severo y amenazador de Jesús quiere ser un
aviso y un freno a esta actuación.
Comentario. Propongo que la homilía de este domingo empiece con una
afirmación clara sobre el desenfoque que ha padecido este texto. Es
urgente una labor de desmonte y de enfoque en la línea expuesta en el
análisis del texto. A la hora de enfocar el texto no podemos olvidar que la luz
proviene de los acontecimientos de Jerusalén: muerte y resurrección de
Jesús. Según Marcos los problemas cambian de perspectiva y de tratamiento
si se ven a esta luz.
El problema de fondo abordado por el texto de hoy es el de la
convivencia pacífica o comunión eclesial.
Amenazas a esta convivencia: el comportamiento puntilloso y la actitud
intolerante de los doce y, por extensión, de cualquier creyente.
Aviso: un comportamiento y una actitud así son gravísimos.
Propuesta: No ver enemigos en todas partes. Apreciar los pequeños buenos
gestos de los demás en la vida ordinaria. Magnanimidad. A veces los
ataques son respuestas inducidas por la propia intolerancia del atacado.
Pensar, pues, que hay ataques merecidos. Si el domingo pasado no se
trataba de una cuestión de humildad, hoy sí que puede serlo. Leer y
meditar bien la primera lectura de hoy. Números 11, 24-30 y Marcos 9, 38-50 son
relatos similares.
Dabar 1988, 49
3.- Estas palabras van dirigidas contra esa determinada concepción de la
autoridad que subyace detrás de la intervención de Juan, uno de los doce,
en el v. 38: autoridad como control, como monopolio exclusivo y
excluyente. Desde el v. 39 hasta el final, Jesús replica a esta
concepción de la autoridad.
Contra la intolerancia que sólo permite el reconocimiento a aquellos que
se inscriben oficialmente en la Iglesia, Jesús afirma taxativamente el
contenido de los v. 40 y 41. La autoridad debe caracterizarse por una
amplitud de espíritu, por un saber estar por encima de las ideologías de
grupo; debe estar abierta a todos los hombres que defienden una causa
justa, aunque no sean cristianos; excluye la cerrazón ortodoxa, el sectarismo,
la retirada al ghetto, la mirada introvertida...
Como en Mateo, también aquí se recoge una palabra en favor de los
"pequeños" que creen en Jesús. Poco estimados, más ignorantes o
débiles en la fe, jamás hay que hacerles tropezar (escandalizar). Estos
pequeños pueden ser en la comunidad los que necesiten ser ayudados con
cariño y paciencia para poder evolucionar sin desconcertar su fe. Pero
también los que sufren la tentación de abandonar la Iglesia por la lentitud de
ésta en renovarse.
La instrucción termina con una exhortación a convivir en paz (v. 50). A
su luz debe leerse todo lo que precede.
Eucaristía 1988, 46
4.- Jesús había enviado a sus discípulos a predicar el evangelio del
Reino de Dios por tierras de Galilea (6, 7-13). Ahora, que ya han
regresado, cuentan a su Maestro lo que les ha sucedido en esta primera
experiencia misionera. Juan quiere hacerle una pregunta sobre el modo
como se habían comportado con un exorcista, a quien le habían prohibido
arrojar demonios en nombre de Jesús porque no era del grupo. Aunque Jesús
no reprueba abiertamente esta conducta, pues sabe que no había en ello
mala voluntad, aprovecha la ocasión para enseñarles qué deben hacer en adelante
en casos parecidos.
En la guerra de César contra Pompeyo, éste consideraba enemigos a
cuantos no estaban abiertamente con él; pero César, más generoso e
inteligente, consideraba aliados suyos a cuantos no luchaban en contra
suya. Jesús adopta en su lucha una u otra actitud de acuerdo a las
circunstancias. Aquí dice a sus discípulos: "El que no está contra
nosotros está a favor nuestro", pero en el evangelio de San Mateo
encontramos la otra sentencia: "el que no está conmigo, está contra
mí" (/Mt/12/30; cfr. /Lc/11/23).
Ahora bien, esta segunda sentencia está en un contexto en el que se
habla de la batalla decisiva contra Satanás. Y es claro que en este caso
no cabe la neutralidad, pues se trata de dos enemigos irreconciliables y
de una guerra que a todos nos concierne personalmente.
También el exorcista que echa los demonios en nombre de Jesús está con
Jesús y contra Satanás, aunque no sea oficialmente discípulo de Jesús. En
este supuesto, Jesús pronuncia su sentencia contra todo tipo de partidismo.
También en nuestros días hay muchos hombres que exorcizan el mal y la
injusticia de nuestra sociedad y, con todo, no son expresamente
cristianos, éstos son de los nuestros aunque no sean "de los
nuestros", pues es claro que no están contra nosotros.
ESCANDALO/QUE-ES:Todo el que se hace discípulo de Jesús y aún no ha llegado a una
fe adulta es "pequeñuelo". Y el que aparta de su camino a uno de
estos pequeñuelos es un homicida, ya que les impide llegar a la verdadera
vida. "Escándalo" es la piedra que nos hace tropezar, el
impedimento que se encuentra en el camino. En sentido figurado significa
tanto la dificultad que proviene de fuera, la dificultad objetiva (como en el
presente texto), como la que surge del interior del hombre o dificultad subjetiva.
En este segundo sentido habla Pablo de la cruz como "escándalo"
para los judíos (1Co/01/23). Es claro que la cruz sólo es un impedimento
para los que no la aceptan debido a sus prejuicios triunfalistas o de
otro tipo.
La tentación nunca procede exclusivamente de fuera; de ahí que el hombre
deba procurar también no escandalizarse a sí mismo. Y esto no es posible
si uno no lucha contra sus propias inclinaciones y no toma medidas
negándose a sí mismo.
Aquí se contrapone la "vida" al "abismo" o "gehenna".
La gehenna era el nombre de un valle situado al sur de Jerusalén, en
donde en tiempos de los reyes Ajaz y Manasés se sacrificaron niños al
ídolo Molek (2 Re 23, 10; Jer 7, 31 s; Jer 32, 35). A partir del siglo II y
a raíz de esta abominable experiencia, la gehenna pasó a significar en la
literatura apocalíptica lo mismo que el infierno; esto es, el lugar de
tormento de todos los condenados.
Con estas palabras alusivas a Is 66, 24 se describen las torturas de los
condenados. El "gusano que no muere" significa para algunos la
conciencia, los remordimientos; pero hay quien piensa que se trata de una
alusión a la imagen profética del montón de cadáveres que quedan sin
enterrar y son pasto de los gusanos.
Eucaristía 1982, 44
5. GEHENNA.
-El castigo es visualizado a través de la imagen del valle de la
Gehenna, en el que antiguamente se habían sacrificado niños a Moloc y en
el momento presente era lugar de putrefacción ("donde el gusano no
muere y el fuego no se apaga"): ahí situaba el judaísmo apocalíptico
del tiempo de Jesús el lugar del castigo en el día final.
Misa Dominical 1988, 18
6.- El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Si tu mano te
hace caer, córtatela
El fragmento evangélico que leemos en este domingo incluye dos temas
muy diferenciados: el monopolio dle nombre de Jesús, y el escándalo en el
seno de la comunidad.
La primera generación cristiana daba importancia especial al uso del
nombre de Jesús en las fórmulas sacramentales y los exorcismos (cf. Hc
3,6). Jesús no es monopolio de los Doce. Es de admirar la amplitud de
miras con que contesta Jesús, y a la vez nos interpela: hoy, "el
nombre de Jesús" ¿es monopolio de las instituciones eclesiales, o de los
grupos cristianos, o de la misma Iglesia?
El segundo tema es el del escándalo que podemos nosotros causar con
nuestras ideas o nuestro comportamiento. Escándalo no es sólo aquello que
repugna moralmente, sino todo aquello que pueda menoscabar la fe del
prójimo. El esquema ternario de miembros del cuerpo (mano, pie, ojo) no
es exclusivo, sino abierto. El acento recae en la radical renuncia que
Jesús exige a los suyos para evitar el mal a los demás. Renunciar a las cosas,
al ejercicio de las convicciones... al propio cuerpo, por un valor mayor:
la unidad de la comunidad.
San Pablo afronta el mismo problema en 1 Co 8-9 y en Rm 14. "Tened
presente al débil en la fe, sin discutir opiniones", "me hice
débil con los débiles, para ganar a los débiles", "así, al
pecar contra los hermanos hiriendo su conciencia tan débil, pecáis contra
Cristo". La unidad en la comunidad cristiana, expresión de amor
fraterno y núcleo de la "verdad del Evangelio" (cf. Gal 2,14)
es un valor capital entre los discípulos de Jesús, hasta el punto que impone
renuncias radicales en la conducta de los cristianos con "ideas más
claras", o con una mayor responsabilidad eclesial.
Misa Dominical 2000 12 38
7. ACI DIGITAL 2003
40. Nosotros: Así reza el texto griego según Merk. Algunos códices dicen
vosotros, como en Luc. 9, 50. La variante parece acentuar más aún la diferencia
que Jesús establece entre El - que es el fin (Mat. 12, 30) - y nosotros simples
medios. Cf. Filip. 1, 15 ss.; Núm. 11, 24 - 30.
43. Véase Mat. 5, 29 s.; 18, 8s. Cf. Prov. 5, 8;
Ecli. 9, 4. Gehenna: infierno, Cf. Mat. 5, 22 y nota: Mas
Yo os digo: "Todo aquel que se encoleriza contra su hermano, merece la
condenación; quien dice a su hermano "racá" merece el sanhedrín;
quien le dice "necio" merece la gehenna del fuego. Se trata aquí de
fórmulas abreviadas de maldición. Se pronunciaba una sola palabra, mas el
oyente bien sabía lo que era de completar. Tomado por sí solo, racá significa
estúpido y necio en las cosas que se refieren a la religión y al culto de Dios.
Necio es más injurioso que "racá", porque equivale a impío, inmoral,
ateo, en extremo perverso. El concilio, esto es, el Sanhedrín o supremo
tribunal del pueblo judío, constaba de 71 jueces y era presidido por el Sumo
Sacerdote. Representaba la suprema autoridad doctrinal, judicial y
administrativa. Gehenna es nombre del infierno. Trae su origen del valle Ge
Hinnom, al sur de Jerusalén, donde estaba la estatua de Moloc, lugar de
idolatría y abominación (IV Rey. 23, 10).
44. Los vv. 44 y 46 faltan en los mejores códices griegos. Son
repeticiones del v. 48, introducidas por los copistas (véase Merk, Joüon,
etc.).