MARIA MADRE
COMENTARIO
Cuarto
misterio gozoso del santo rosario: María, madre la que obedece. ¡Cinco veces
evoca Lucas la ley! Cuando llegó el día fijado por la ley, los padres de Jesús lo
llevaron a Jerusalén. Lo llevaron, y el anciano Simeón lo tomó en brazos. Con
un niño de cuarenta días se hace lo que se quiere: la encarnación llegó hasta
eso. Lo inaudito de navidad se diluye en lo más ordinario. A veces soñamos con
salir de nuestra vida modesta para vivir algo extraordinario, y esta escena nos
presenta a una joven pareja de obreros que obedecen sumisamente a la ley. Pero
estos tres corazones son tan extraordinarios que pueden vivir humildemente una
ventura extraordinaria: la salvación del mundo empieza a jugarse allí. Ante la
sagrada familia podemos pensar en nuestra propia existencia familiar con un
poco más de calor; depende menos de nuestra situación y de los que de nuestro
propio corazón.
Ellos obedecen. La fiesta de hoy celebra la
obediencia. María y José obedecen a la ley para comulgar con Dios. Nosotros hoy
hacemos muchos remilgos cuando se trata de obedecer o de formar a los hijos en
la obediencia. ¿Qué es lo que harán mañana si no saben escuchar a Dios y
escuchar a los jefes en cualquier trabajo y en cualquier grupo? Desde luego,
hay momentos en que hay que saber decir que no, pero nuestra vida está tejida
de ordinario por esos que pueden ser tan sencillos y tan felices como los síes
de María y de José.
De
pronto, el misterio gozoso se nubla de tristeza: Una espada, le dice Simeón a
María, te traspasará el corazón. ¿Qué espada? Lo vemos en lo que precede: Tu
hijo va a dividir. Muchos judíos esperaban una salvación global, un poco
mecánica, en la que todo el pueblo quedaría a salvo. No es ésa la salvación que
viene a traer Jesús; cada uno tendrá que decidirse, será una salvación en
contra: esto es lo que desgarrará el corazón de María. Habrá otra espada: el
horrible sufrimiento que la atormentará al pie de la cruz. Sin embargo, ella
estará en pie, fuerte. Es un acto valiente que todos los padres pueden decirle
a María, madre, que les ayude a vivir en los momentos terribles.
Una
sola frase lanza ahora el proyecto sobre la vida de Jesús hasta los doce años,
cuando volveremos a encontrarlo en el templo: El niño iba creciendo y robusteciéndose
y adelantaba en saber; y el favor de Dios lo acompañaba. En la casita de
Nazaret va creciendo entre la cocina de la madre y el taller del padre. De
nuevo el misterio de lo inaudito en la más total simplicidad oculta y
silenciosa. Pero si lo comparamos con los que dice Lucas sobre la infancia de
Juan el Bautista, vemos todo el abismo. También Juan crecía y la a mano de Dios
estaba sobre él. Jesús crecía en sabiduría: una expresión para señalar su
vínculo con el Espíritu: Jesús es sabiduría. Y más que la mano del Señor, sobre
él está toda la gracia, todo el favor del Padre. Que esto no nos mueva a
rechazar más o manos conscientemente el misterio y la ley de la encarnación:
como todas las madres, María tiene que enseñarle muchas cosas a su pequeño. Seguramente
más con su comportamiento que con sus palabras, porque María es una madre
silenciosa y eficaz. Más tarde, el hombre de treinta años que nos llenará de
admiración mostrará unos sentimientos y unos gestos que le vienen de su madre.
Pensando en ello es como los padres y las madres de hoy le pedirán a María,
madre, que les dé esa finura de amor por la que sepan despertar en sus hijos
todo lo que en ellos duerme de personal y de ilusión del mañana.
R.P.
Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Lc 2, 16
Los pastores fueron
corrieron y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
ORACION
COLECTA
Oh, Dios que nos has propuesto a la Sagrada Familia como maravilloso
ejemplo, concédenos, con bondad, que, imitando sus virtudes domésticas y su
unión en el amor, lleguemos a gozar de los premios eternos en el hogar del
cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Eclesiástico 3, 2-6.12-14
Dios hace al padre más respetable que a los
hijos y afirma la autoridad de la madre sobre sus hijos. El que honra a su
padre alcanza el perdón de sus pecados, el que respeta a su madre acumula
tesoros; el que honra a su padre recibirá alegría de sus hijos y, cuando rece,
su oración será escuchada; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que
honra a su madre el Señor lo escucha.
Hijo mío, se constante en honrar a tu
padre, no lo abandones mientras vivas; aunque su inteligencia se debilite, se
comprensivo con él, no lo desprecies mientras vivas. La ayuda prestada al padre
no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 127)
Dichosos los que temen al Señor y siguen sus
caminos.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te iras bien. R.
Tu mujer como parra fecunda, en medio de tu
casa, tus hijos, como brotes de olivo, alrededor de tu mesa. R.
Esta es la bendición del hombre que teme al
Señor. Que el Señor te bendiga desde Sion, que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a
los Colosenses 3, 12-21
Hermanos: Como elegidos de Dios, santos y
amados, revístanse de sentimientos de misericordia entrañable, bondad,
humildad, dulzura, comprensión. Sopórtense mutuamente y perdónense cuando
alguno tenga quejas contra otro. El Señor los ha perdonado; hagan ustedes lo
mismo. Y, por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo perfecto. Que la
paz de Cristo reine en sus corazones; a ella han sido convocados, para formar
un solo cuerpo. Y sean agradecidos. La Palabra de Cristo habite en ustedes con
toda su riqueza; instrúyanse unos a otros con toda sabiduría; corríjanse
mutuamente. Canten a Dios, denle gracias de corazón, con salmos, himnos y
canticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicen sea todo en
nombre de Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él. Esposa,
respete a sus maridos, como creyentes en el Señor. Maridos, amen a sus esposas,
y no sean duros con ellas. Hijos, obedezcan a sus padres en todo, que es le
gusta al Señor. Padre, no exasperen a sus hijos, no sea que se desalienten.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Col 3, 15ª.
16ª.
Aleluya. Que la paz de Cristo reine en sus corazones;
la Palabra de Cristo habite entre ustedes en toda su riqueza. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura
del Santo Evangelio según san Lucas 2,22-40.
Cuando llego el tiempo de la purificación,
según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para
presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor. “Todo
primogénito varón será consagrado al Señor”, y para hacer la ofrenda que manda
la ley del Señor: “un par de tórtolas o dos pichones”. Vivía entonces en
Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el
consuelo de Israel; y el Espíritu Santo oraba en El. Había recibido un oráculo
del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor.
Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Cuando sus padres, entraba con el niño
Jesús, para cumplir con Él lo previsto por la ley, Simeón lo tomo en brazos y
bendijo a Dios diciendo: “Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu
siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has
presentado ante todos los pueblos; luz para alumbrar a las naciones y gloria de
tu pueblo Israel”. Su padre y su madre estaban admirados por lo que decía del
niño. Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: “Mira, este niño está
puesto para que muchos en Israel caigan y se levante; será como una bandera
discutida: así quedara clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada
te traspasará el alma”.
Había también una profetisa, Ana, hija de
Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana: de jovencita había
vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se
apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones.
Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos
los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y cuando cumplieron todo lo que
prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazareth.
El niño iba creciendo y robusteciéndose y se llenaba de sabiduría; y la gracia
de Dios lo acompañaba.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Sabiendo que somos
hijos de Dios, oremos con confianza diciendo: R.-Padre, óyenos.
1.-
Por la Iglesia; para que el Señor le conserve en la paz, la unidad y el
amor. Roguemos al Señor. R.
2.-Por los cristianos; para que, viviendo el
mandamiento del amor, manifestemos al mundo como nos ama Dios. Roguemos al Señor. R.
3.- Por los que se preparan para el
matrimonio: que el amor desinteresado y gratuito selle el vínculo que van a
contraer. Roguemos al Señor. Roguemos
al Señor. R.
4.- Por las familias que están divididas, por
los esposos que viven en infidelidad y por los hijos que sufren las
consecuencias del desamor; que la intercesión de la Sagrada Familia de Nazareth
les alcance la unidad y el perdón. Roguemos
al Señor. R.
5.- Por los esposos que celebran este año sus
bodas de plata o de oro; para que la Sagrada Familia fortalezca su amor y
bendiga a toda su familia. Roguemos al
Señor. R.
6.- Por nosotros y nuestras familias; que,
alimentados con el Cuerpo y la Sangre del Señor y fortalecidos con su Palabra,
trabajemos por consolidar la civilización del amor. Roguemos al Señor. R.
Padre, oye nuestras
oraciones, ayúdanos a crecer en gracia y en sabiduría, y haz que vivamos en el
amor a ti y a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Al Ofrecerte, Señor
este sacrificio de expiación te suplicamos por intercesión de la Virgen Madre
de Dios y de San José, que guardes a nuestras familias en tu gracia y en tu
paz. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Ba 3, 38
Nuestro Dios apareció en
el mundo y vivió en medio de los hombres.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Padre misericordioso, concede a cuantos has
renovado con estos divinos sacramentos imitar fielmente los ejemplos de la
Sagrada Familia para que, después de las tristezas de esta vida, podamos gozar
de su eterna compañía en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 01: Nm 6, 22-27; Sal 66; Ga 4, 4-7; Lc 2, 16-21
Martes 02: 1Jn 2, 22-28; Sal 97; Jn 1, 19-28
Miércoles 03: 1Jn 2, 29-3, 6; Sal 97; Jn 1, 29-34.
Jueves 04: 1Jn 3, 7-10; Sal 97; Jn 1, 35-42.
Viernes 05: 1Jn 3, 11-21; Sal 99; Jn 1, 43-52.
Sábado 06: 1Jn 5, 5-13; Sal: 147; Mc 1, 6b-11
Domingo 07: Is 42, 1-4.6-7; (o bien: Hch 10, 34-38); Sal
28; Mc 1, 7-11.
COMENTARIOS AL
EVANGELIO
Lc 2, 22-40
VV. 39-40:
La lección de estos vv. sobre la vida oculta
de Jesús es muy importante. Aun cuando sea Dios, Jesús sigue las leyes
naturales del crecimiento humano, tanto en el plano físico como en el de
la sabiduría y del conocimiento. Pasando por la infancia, la pubertad, la adolescencia,
vive su misión en una extraordinaria kenosis. Aun siendo Hijo de Dios, como lo es,
acepta el no conocer sino progresivamente la orientación de su vida y el no
descubrir la voluntad de su Padre sino a través del plano de relación y de
educación que le ofrece un medio familiar y pueblerino determinado, de
donde "no podía salir nada bueno" (Jn 1, 46). Ha juzgado de las
cosas y de las personas conforme a las formas habituales de una inteligencia en
formación; ha renunciado a conocer lo que un hombre medio no puede llegar a
conocer (Mt/24/36); ha realizado su fidelidad al Padre exclusivamente a través
de una fidelidad absoluta a su condición humana, frágil y limitada. Pero a
través de su conciencia de niño, todavía balbuciente, y hasta su conciencia de
mortal, absolutamente asustada, Jesús ha inscrito realmente en su vida de
hombre la Palabra del Padre, y, por primera vez, se ha establecido una
adecuación todo lo total que es posible entre una voluntad de hombre y la voluntad
de Dios.
MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA
CRISTIANA I - MAROVA MADRID 1969.Pág. 217
2.- Así como para la figura de Juan Lc hace
verdadero hincapié en la circuncisión e imposición del nombre (1, 57-56),
para Jesús se hace más fuerza en la pobreza del nacimiento y en el hecho
de la presentación según la ley. Nos encontramos en este relato con la figura
de un niño indefenso e inconsciente, abandonado en manos de sus padres,
que lo traen y lo llevan presentándolo a Dios (2, 22. 27) y sometiéndolo
al cumplimiento de la ley (2, 23. 24). Este Jesús que tan pronto ha comenzado a
aceptar las instituciones familiares y sociales, será el mismo que relativizará
la familia y la sociedad en función del reino (cf Mc. 3, 35). Simeón da al niño
una caracterización basándose en títulos del II Isaías: "salvación de Dios"
(cf Is 40,5), "luz para alumbrar a las naciones" (cf Is 42, 6),
"gloria de Israel" (cf Is 46,13).
Siguiendo el contexto isaiano diremos que
tenemos aquí el primer anuncio del universalismo de la misión de Jesús. A
ese ancho marco que es el mundo y la vida toda supeditará Jesús toda
institución, aun la más querida: la familia. Sin embargo, es en ella donde
él fue encontrando el camino de su encarnación concreta.
Jesús será un signo de contradicción (cf Is
65,2). Jesús es un salvador para todos. Pero por un desconocido misterio
del mal y del duro corazón del hombre, lo que estaba destinado a la
salvación se ha convertido para algunos en mensaje de muerte.
Este será el trasfondo de toda la tragedia de
Jesús. Esto es lo que a él mismo le costaba entender (Lc 4,16s). Cuando el
creyente vive su mensaje en una intensidad fuerte, puede hacer surgir la
contradicción hasta en el seno de su propia familia. En esos momentos de incertidumbre
es donde se calibra y mide la actitud que uno tiene ante el reino. Es preciso optar
con decisión.
Jesús comienza un proceso de acercamiento a
Dios que ya no se extinguirá hasta la consumación de la resurrección. Este
crecer de Jesús es la obra del Padre en el amor del Hijo. Nuestro
esfuerzo, cualquier trabajo pequeño o grande de nuestra vida, debe encaminarse
a la construcción en nosotros de esta vida de cara a Dios. Jesús fue haciendo este
camino, como primera etapa, en el seno de una sencilla familia de pueblo.
EUCARISTÍA 1978/61
3.- Entre la inmensa muchedumbre que ha
acudido al templo, Jesús pasa inadvertido. Los sacerdotes, demasiado
ocupados con los ritos que deben realizar, no advierten nada especial.
María y José se confunden con la gente de tal manera que Dios puede acudir de incógnito
a la cita. Pero un anciano y una anciana esperan discretamente en
oración: esperan al Mesías, y esperan con la paciencia infinita de las
personas ancianas, a las que nada puede desanimar. Por eso sus ojos medio
cerrados reconocieron al Señor. Salieron a su encuentro. Siempre que
Cristo acude a un encuentro, a una cita con nosotros, lo hace sin
estruendo. Hoy acude pequeñín, como un recién nacido.
Mañana acudirá discreto, como un amigo que
llama a la puerta. Al atardecer, mendigará nuestra mirada, cuando lo
expongan desnudo en una cruz. Y una vez resucitado, viene de nuevo, se
aparece, pero nuestras manos no pueden retenerlo: apenas lo hemos reconocido, y
ya ha desaparecido.
DIOS CADA DIA - SIGUIENDO EL LECCIONARIO
FERIAL - ADVIENTO-NAVIDAD Y SANTORAL
SAL TERRAE/SANTANDER 1989.Pág. 90
4.-
/Lc/02/36-40 J/KENOSIS
Vida oculta de Cristo en Nazareth. La lección
de estos dos versículos es importante: por muy Dios que sea, Cristo sigue
las leyes naturales del crecimiento humano, tanto en el plano físico como
en el plano de la sabiduría. Con la aceptación de comenzar su vida de hombre
por el nacimiento, la infancia, la pubertad, la adolescencia, Cristo ha
aceptado su misión divina en una Kenosis extraordinaria. Aceptando ese
género de crecimiento, ha aceptado el no conocer sino progresivamente la
orientación de su vida, las circunstancias de que estará tejida. Ha
aceptado el no conocer la voluntad de su Padre, sino a través del medio
familiar "de donde no podía salir nada bueno" (Jn 1, 46), los mil y
un acontecimientos de la vida (Mt 26, 42). Y sobre las cosas y los hombres
no ha aplicado más que los juicios habituales de una inteligencia en
desarrollo. Se ha negado a conocer lo que un hombre medio no puede conocer
(Mt 24, 36). Ha aceptado el no realizar su fidelidad al Padre, sino a través
de una fidelidad absoluta a la fragilidad y a las limitaciones de la condición
humana.
MAERTENS-FRISQUE
NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA I - MAROVA MADRID 1969.Pág. 247
5.- El evangelio de la infancia de san Lucas
(cap. 1-2) comenzaba con la escena del anciano Zacarías en el templo (1,
5-22). Desde el templo, lugar de la presencia de Dios en medio de los
suyos, se ha escuchado la palabra que dirige la historia hacia su meta
(anunciación de Juan). Hacia el templo, lugar de plenitud del pueblo de
Israel, se ha dirigido la historia de la infancia. De la infancia de Jesús
en ese templo trata nuestro texto (2, 22-38). Sus elementos fundamentales
son los siguientes: a) Presentación (2,22-24); b) revelación de Simeón (2,
25-35); c) testimonio de Ana (2, 36-38) y d) vuelta a Nazaret (2, 39-40).
En el fondo de la escena de la presentación
(2, 22-24) está la vieja ley judía según la cual todo primogénito es
sagrado y, por lo tanto, ha de entregarse a Dios o ser sacrificado. Como el
sacrificio humano estaba prohibido, la ley obligaba a realizar un cambio de
manera que, en lugar del niño, se ofreciera un animal puro (cordero, palomas)
(cfr. Ex 13 y Lev 12). Parece probable que al redactar la escena Lucas
esté pensando que Jesús, primogénito de María, es primogénito de Dios. Por
eso, junto a la sustitución del sacrificio (se ofrecen dos palomas) se
resalta el hecho de que Jesús ha sido "presentado al Señor", es
decir, ofrecido solemnemente al Padre. El sentido de esta ofrenda se
comprenderá solamente a la luz de la escena del calvario, donde Jesús ya
no podrá ser sustituido y morirá como el auténtico primogénito que se
entrega al Padre para salvación de los hombres. Unido a todo esto Lucas ha
citado sin entenderlo un dato de la vieja ley judía: la purificación de la
mujer que ha dado a luz (cfr Lev 12). Para Israel, la mujer que daba a luz
quedaba manchada y por eso tenía que realizar un rito de purificación
antes de incorporarse a la vida externa de su pueblo. De esta concepción,
de la que extrañamente han quedado vestigios en nuestro pueblo hasta
tiempos muy recientes, parece que Lucas no ha tenido ya una idea clara; por eso
en el texto original ha escrito "cuando llegó el tiempo de la purificación
de ellos”, refiriéndose también a José y a Jesús. La tradición litúrgica ha
corregido el texto original de Lucas, refiriéndose sólo a la purificación
de María, ajustándose de esa manera a la vieja ley judía.
El centro de nuestro pasaje lo constituye la
revelación de Simeón (2, 25-35). Jesús ha sido ofrecido al Padre; el Padre
responde enviando la fuerza de su Espíritu al anciano Simeón, que
profetiza (2, 29-32.34-35). En sus palabras se descubre que el antiguo Israel de
la esperanza puede descansar tranquilo; su historia (representada en Simeón) no
acaba en vano: ha visto al salvador y sabe que su meta es ahora el triunfo
de la vida. En esa vida encuentran su sentido todos los que esperan porque
Jesús no es sólo gloria del pueblo israelita, es el principio de luz y
salvación para las gentes.
Tomadas en sí mismas, las palabras del himno
del anciano (2. 29-32) son hermosas, sentimentalmente emotivas. Sin embargo,
miradas en su hondura, son reflejo de un dolor y de una lucha. Por eso
culminan en el destino de sufrimiento de María (2, 34-35). Desde el principio
de su actividad, María aparece como signo de la Iglesia, que llevando en sí
toda la gracia salvadora de Jesús se ha convertido en señal de división y
enfrentamiento. La subida de Jesús al templo ha comenzado con un signo de
sacrificio (2, 22-24); con signo de sacrificio continúan las palabras
reveladoras de Simeón. Desde este comienzo de Jesús como signo de
contradicción para Israel (u origen de dolor para María) se abre un arco de vida
y experiencia que culminará sobre el Calvario y se extenderá después hacia la
Iglesia. Todo el que escucha las palabras de consuelo en que Jesús se
muestra como luz y como gloria (2, 29-32) tienen que seguir hacia adelante
y aceptarle en el camino de dureza, decisión y muerte; en ese caminar no irá
jamás en solitario, le acompaña la fe y el sufrimiento de María.
Con las palabras de alabanza de Ana, que
presenta a Jesús como redentor de Jerusalén (2, 36-38) y con la anotación
de que crecía en Nazaret lleno de gracia (2, 39-40) se ha cerrado nuestro
texto.
COMENTARIOS A LA BIBLIA LITURGICA NT - EDIC
MAROVA/MADRID 1976.Pág. 1242 ss.
6.- En el fondo de la escena de la
presentación está la vieja ley judía según la cual todo primogénito es
sagrado -sea hombre o animal- es sagrado, pertenece a Dios, y por lo tanto ha
de entregarse a Dios o ser sacrificado. Como el sacrificio humano estaba
prohibido, la Ley obligaba a realizar un cambio de manera que en lugar del
niño se ofreciera un animal puro.
Se resalta el hecho de que Jesús ha sido
"presentado al Señor", es decir, ofrecido solemnemente al Padre.
El sentido de esta ofrenda se comprenderá solamente a la luz de la escena
del calvario, donde Jesús ya no podrá ser sustituido y morirá como el auténtico primogénito
que se entrega al Padre para salvación de los hombres.
Jesús ha sido ofrecido al Padre y el Padre
responde enviando la fuerza de su Espíritu al anciano Simeón, que
profetiza. En sus palabras se descubre que el antiguo Israel de la esperanza
puede descansar tranquillo; su historia -representada en Simeón- no acaba en vano,
ha visto al Salvador y sabe que su meta es ahora el triunfo de la vida. En esa vida encuentran
su sentido todos los que esperan, porque Jesús no es sólo gloria del pueblo israelita,
es luz y salvación para todos los hombres.
Estas palabras del himno del anciano Simeón
son hermosas, sentimentalmente emotivas. Sin embargo, miradas en su
hondura, son reflejo de un dolor y de una lucha. Por eso culminan en el
destino de sufrimiento de María. Desde el principio de su actividad, María
aparece como signo de la iglesia, que llevando en sí toda la gracia
salvadora de Jesús se ha convertido en señal de división y enfrentamiento.
La sabida de Jesús al templo ha comenzado con
un signo de sacrificio (22-24), con signo de sacrificio continúan las
palabras reveladoras de Simeón. Desde este comienzo de Jesús como signo de
contradicción para Israel (u origen de dolor para María) se abre un arco
de vida y experiencia que culminará sobre el calvario y se extendería
después hacia la Iglesia.
Todo el que escuche las palabras de consuelo
en que Jesús se muestra como luz y como gloria (29-32) tiene que seguir
hacia adelante y aceptarle en el camino de dureza, pasión y muerte. En ese
camino no irá jamás en solitario, le acompaña la fe y el sufrimiento de María.
7.- El niño crecía. El evangelio de la
infancia pertenece al género midrásico, lectura en profundidad de la
Escritura para detectar su sentido pleno. Cualquier
acontecimiento incorporado a la historia de la salvación da a la
revelación un aspecto nuevo, porque la biblia no es un acontecimiento
momificado.
Jesús es la esperanza de Israel, que se ve
colmada solemnemente en el episodio de la presentación en el templo.
Simeón lo entiende así y puede morir satisfecho. Otros lo verán de
distinta manera: unos para aceptar la piedra angular y otros para tropezar en
ella. Semejante en todo a nosotros, Jesús se somete a la ley. Moisés dejó
ordenado consagrar al Señor todo primogénito varón. La presentación en el
templo era sólo una costumbre tardía después de la vuelta del cautiverio.
Y se prescribía una ofrenda, cordero o paloma, que los padres de Jesús cumplen
según las posibilidades de los pobres. La purificación causa extrañeza
tratándose de María, pero era un rito más que quisieron cumplir según la costumbre.
José y María saben bien que el niño pertenece a Dios.
GUILLERMO GUTIERREZ - PALABRAS PARA EL CAMINO
- NUEVAS HOMILIAS/B
EDIT. VERBO DIVIN0 ESTELLA 1987.págs. 29 s.
8.- LA
PROFECÍA DE SIMEÓN.
J/SIGNO-DE-DIVISION: Cuando José y María presentaron al niño en
el templo de Jerusalén, Simeón les bendijo y luego, bajo el impulso del
espíritu profético, se dirigió a la Virgen con estas breves palabras:
''Este niño está destinado para ser caída y resurgimiento de muchos en
Israel, será signo de contradicción, para que sean descubiertos los pensamientos
de muchos corazones. Y una espada traspasará tu alma" (Lc 2,34-35).
La realidad es que Jesús no fue un conformista dispuesto a darles la razón
a todos, sus palabras y sus gestos obligaban a opciones concretas. en
favor o en contra de él: "Quien no está conmigo está contra mí, y el
que no recoge conmigo desparrama" (LC 11,23).
a) Otras voces del NT sobre Jesús como signo
de división. Antes de entrar en un examen inmediato de la profecía de
Simeón, escuchemos algunos otros ecos de la tradición neotestamentaria
acordes con LC 2,3435 a la hora de presentar a Jesús como uno que provoca
la disensión que suscita la adhesión o la repulsa.
Pedro advierte que a Cristo se le podía aplicar
lo que decía /Is/08/14: "Él (el Señor
de los ejércitos) será una piedra de tropiezo, una roca de escándalo para
las dos casas de Israel, un lazo y una trampa para los habitantes de
Jerusalén" (cfr. I Pe 2,6-8; cfr. también 1Cor 1,23-24).
Mateo pone estas palabras en labios de Jesús:
"No penséis que vine a traer paz sobre la tierra; no vine a traer
paz, sino espada. Porque vine a separar al hombre de su padre, a la hija
de su madre, a la nuera de su suegra. Enemigos del hombre, los de su casa"
(/Mt/10/34-36).
La predicación de Cristo —señala Juan en tres
ocasiones (Jn 7,43; 9,16; 10,19)— era motivo de cisma entre la gente, ya
que daba lugar a pareceres discordes sobre su persona. El mismo Jesús
(según Jn 9,39) lo reconoce sin medias tintas, cuando afirma: "Yo vine
a este mundo para un juicio: para que los que no ven vean y los que ven se
queden ciegos". El elemento discriminante de este juicio es
Cristo-luz, es su palabra que revela al Padre (Jn 12,44-50). Esa palabra
escudriña los corazones: "En efecto, quien obra mal odia la luz y no va
a la luz, para que no se descubran sus obras. Pero el que obra la verdad va a
la luz, para que se vean sus obras, que están hechas en Dios" (Jn
3,20-21).
El autor de la carta a los hebreos (12,3)
define la muerte de Jesús como una contradicción que los pecadores
arrojaron contra él. Israel —comenta Pablo citando a Is 65,2— fue "un
pueblo desobediente y rebelde" (Rom. 10,21: antilégonta). Del
conjunto de estas citas se deduce que la tradición evangélica junto con la petrina
y la paulina, aun con la diferencia de los términos empleados, está
sustancialmente de acuerdo. El evangelio de Jesús, como soplo acariciador
e impetuoso al mismo tiempo, sacude al hombre desde dentro, lo provoca a una
actitud. ¡Sí, la fe es una inquietud saludable! Lc 2,34-35 recoge el tema
que hemos esbozado en esta rápida panorámica sobre el NT. Lo acoge,
anticipándolo en la infancia de Jesús, como si se tratara de un presagio que
tendrá la contrapartida en su ministerio público y en el de la iglesia
apostólica.
SIMEÓN/ORÁCULO: El oráculo de Simeón, el
santo anciano del templo, tiene dos aspectos: uno se refiere al pueblo de
Israel y el otro a María. Veámoslo más en concreto.
b) Israel frente a Cristo. Respecto a todos
los miembros del pueblo elegido (tal es el sentido de muchos en el v. 34,
según las normas de la filología), Jesús está destinado a ser causa de
"caída y resurgimiento". Con este binomio antitético, Simeón
profetiza cuál será el éxito en conjunto de la misión de Jesús. Para
quienes lo rechacen, es decir, para los que crean que están en pie
fiándose de sus propias seguridades (cf Lc 14,9), él será piedra de tropiezo;
pensemos, por ejemplo, en los escribas y fariseos, orgullosos de su ciencia (Lc 11,52-54);
en el fariseo de la parábola (Lc 14,9-13.14b), en los invitados a la boda
que declinan la invitación por tener otros intereses (Lc 14,16-21ab.24).
Por el contrario, Cristo será ocasión de salvación para cuantos se
encuentran en un estado de miseria, de pecado, pero acogen su palabra;
pensemos en el publicano (Lc 14,13-14), en Zaqueo (Lc 19,2-10), en los
pobres, los cojos, los ciegos y los lisiados que sustituyen a los que fueron
invitados primero a la boda (Lc 14,21-23). Así pues, además de la acogida,
Jesús conocerá la amargura y la tragedia del rechazo, será un "signo
de contradicción", dice el anciano profeta.
Signo, en primer lugar: en efecto, en su
persona Dios se hace manifiesto y cercano a su pueblo (cf Lc 1,68; 7,16),
especialmente en la gran revelación pascual: "Como Jonás fue un signo
para los ninivitas, así el Hijo del hombre lo será para esta generación"
(Lc 11,30). Pero de contradicción; es decir, objeto de repulsa por parte
de Jerusalén y del judaísmo oficial, que no reconoció los tiempos de la
visita de Dios (cf Lc 19,44b-47; 29,9-18...). Se trata, por consiguiente,
de un sendero lleno de espinas el que se perfila para Jesús. "Para
que sean descubiertos los pensamientos de muchos corazones", añade Simeón
(v. 35). La presencia de Cristo tendrá este efecto: revelar cuáles son
las esperanzas de todos respecto a él: quién lo acoge y quién lo rechaza.
El término pensamientos (gr. dialoguismói) es todavía genérico, sin
ninguna cualificación positiva ni negativa. Se necesita un adjetivo, o bien el
contexto, para determinar si se trata de intenciones rectas o condenables (cf
Lc 1,29 [dieloguízeto]; 5,22; 6,8; 9,46.47; 24,38; además, Mc 7,21, Mt
15,19; Sant 2,4...). En Lc 2,35 el sustantivo mencionado parece tener una
función bivalente; es decir, designa las diversas actitudes, favorables u
hostiles, frente a Cristo. Nos relacionamos entonces con el v. 34, en
donde se dice que Jesús es motivo tanto de caída como de resurgimiento.
En versión eclesial, Lucas elabora además los
mismos enunciados en el libro de los Hechos, donde entra en escena una iglesia
que experimenta la contradicción que había padecido antes su Señor. En Iconio,
por ejemplo, después de la predicación de Pablo y de Bernabé apoyada en signos
y en prodigios (He 14,1-13), "la población de la ciudad se dividió:
unos estaban con los judíos y otros con los apóstoles" (v. 4). Y hacia el
final del libro Lucas hace decir a los judíos convocados por Pablo:
"Sabemos que esta secta (= cristianismo) encuentra oposición en todas
partes (28,22: pantajou antiléguetai).
c) El alma de María traspasada por una
espada. La persona y el mensaje de Jesús lleva a cabo un discernimiento dentro
de Israel. Pero todo lo que ocurre en Israel como pueblo tiene una
repercusión en María como persona: "... También a ti una espada te
atravesará el alma" (Lc 2,35a).
Lo mismo que en el Magnificat, se observaba
un paso de lo individual (María: Lc 1,46-49) a lo colectivo (Israel: Lc
1,54), así aquí se da una alternancia entre una comunidad (Israel) y una
persona individual (María). Esto basta para concluir que también en este
paso Lucas asocia a María a su pueblo; ella es hija de Sión.
ESPADA/PD: Nos queda por preguntarnos ahora cuál es
el significado más pertinente del término espada. Recorriendo la literatura
judeo-bíblica, se ve que la espada es uno de los símbolos más frecuentes para
designar la palabra de Dios. En el AT tenemos dos casos (Is 49,2 y Sab
18,15) Este mismo tipo de simbolismo aparece con frecuencia en los comentarios
judíos a los textos bíblicos. También el NT, en siete ocasiones, recurre a
este lenguaje: la palabra de Dios, que se identifica ahora con la palabra de
Jesús, es comparada con una espada cortante de doble filo. Las referencias
más abundantes nos las ofrece el Apocalipsis (1,16: "De su boca salía
una espada aguda de dos filos": 2,12.16 19,15.21). Está asimismo la carta
a los Efesios (Ef/06/17: "Tomad también... La espada del Espíritu,
que es la palabra de Dios"). Hay que dedicar una especial atención a la
carta a los hebreos (Hb/04/12): "La palabra de
Dios es viva y eficaz; ella penetra hasta la división del alma y del
espíritu, de las articulaciones y de la médula, y es capaz de distinguir los
sentimientos y pensamientos del corazón".
Se notará fácilmente la gran analogía que hay
entre Lc 2,35 y Heb 4,12. En ambos trozos se habla de espada que "penetra
en el alma" y "revela-escudriña los pensamientos del corazón".
Esta relación no se le escapó, por ejemplo, a san Ambrosio. Una vez
asentada esta ecuación simbólica espada = palabra de Dios, se asoma la hipótesis
de que la espada a la que alude Simeón es figura de la palabra de Dios, tal
como se expresa en la enseñanza de Jesús.
Efectivamente, esta descodificación del
símbolo espada se armoniza muy bien con el contexto anterior. Poco antes,
Simeón había celebrado a Jesús como luz de las gentes y gloria de Israel
(v. 32). Sus palabras hacen eco a los poemas del Siervo de Yahvé (Is 42,6;
49,6). Pues bien, precisamente uno de esos poemas (49,2) presenta al Siervo de Yahvé como
un profeta de cuya boca Dios ha hecho una espada afilada. La imagen, como hemos visto,
fue recogida varias veces en relación con Cristo en el Apocalipsis ( I,16;
2,12.16; 19, 15.21). Pero también Simeón, al preconizar en Jesús al
Siervo de Yahvé por excelencia, parece decir que su palabra es semejante a una
espada.
M/PD/SUFRIMIENTO: Escogiendo esta orientación exegética (que,
lejos de excluir a las demás, puede perfectamente integrarlas), la imagen
de María sería la de una creyente que, lo mismo que todo Israel, su pueblo,
tendrá que enfrentarse con la palabra del Hijo, simbolizada místicamente
en la espada. Su alma se verá profundamente penetrada por ella.
Efectivamente, siempre en el tercer evangelio vemos que ella acogía y guardaba los acontecimientos
y las palabras de Jesús (Lc 2,19.51b; cf 8,19-21 y 11.27-28). Con una actitud
sapiencial se esforzaba en sondear su alcance, incluso cuando le procuraban sufrimientos
y no llegaba a comprender todo su sentido (Lc 2,48-51b).
Así pues, María hizo que sus pensamientos se
aclarasen y se juzgasen a la luz de aquella palabra y se conformó a ella
con un crecimiento constante. Esto suponía para ella gozo y dolor. (gozo,
al ver los frutos copiosos que la semilla de la palabra evangélica producía
en ella misma y en cuantos la acogían con un corazón "bueno y
perfecto" (cfr. Lc 8,15). Dolor, cuando buscaba angustiada a Jesús en
Jerusalén y no comprendió su respuesta: "¿Por qué me buscabais? ¿No
sabíais que tengo que estar en la casa de mi Padre? Y ellos no
comprendieron sus palabras" (Lc 2,49-50). Conservando en su corazón
el enigma de esa frase, ella "avanzó en la peregrinación de la fe"
(LG 58), no sin pruebas ni oscuridades. Pero el colmo de la aflicción
inundó su espíritu cuando vio a su Hijo rechazado y crucificado. Obedecer
a la voluntad del Padre (¡ella, la madre del ajusticiado!), permanecer
fiel a las palabras del Hijo sobre todo en aquel momento de tiniebla (cfr.
Redemptoris Mater 18): he aquí el punto crucial de la transfixión que esta
palabra produjo en las fibras de María.
Según esta exégesis, no sería lógico
restringir solamente a la compasión de la Virgen al pie de la cruz la
profecía de Simeón. Abarca más bien todo el arco de su misión de madre del
Redentor y especialmente el drama del Calvario. ¿No decía acaso Jesús: "Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz de
cada día y sigan" (Lc 9,23)?.
CONCLUSIÓN. M/ABRAHAN:
Abrahán, nuestro padre en la fe, "obedeciendo la llamada divina,
partió para un país que recibiría en posesión, y partió sin saber a dónde
iba" (Hb/11/08). María, madre de los creyentes (cfr. Jn. 19, 2627a),
aceptó que su vida se plantease según la palabra del Señor que le había
sido revelada por el ángel (Lc 1,38). Con su fiat se dispuso a salir de sí
misma para seguir los caminos de Dios, que "es más grande que nuestra
conciencia y lo sabe todo" (1Jn 3,20). La Virgen llevaba a su Hijo en los
brazos, pero no se negaba a dejarse conducir por el Hijo por un camino
incierto y difícil; también para ella se hizo realmente ejemplar la frase
de Jesús: "El que pierda su propia vida por mí, la salvará" (Lc 9,24;
cfr. Mc 8,35; Mt 16,25; Jn 12,25). Contemplada en esta dimensión, María,
además de madre, es hermana nuestra a la hora de compartir la gozosa fatiga de creer.
A. SERRA - DICC-DE-MARIOLOGIA. Págs. 335-339
PROPUESTA DE CANTOS OCTAVA DE NAVIDAD –
SAGRADA FAMILIA - CICLO B - (31 DICIEMBRE 2023)
TEMA: “Concebiras en tu vientre y daras a
luz un hijo”
01.- En Belén (Olivar – C. Montero)
EN BELÉN NO HABÍA CAMPANAS,
EN BELÉN NO HABÍA ALEGRÍA,
EN BELÉN UN NIÑO LLORABA
MIENTRAS SU MADRE SUFRÍA,
Y SIN EMBARGO EN BELÉN
ERA DIOS EL QUE NACÍA.
No hubo en Belén personas influyentes,
no hubo en Belén cumplidos ni agasajos,
en Belén hubo sencilla y llana gente,
hubo en Belén pobreza y desamparo.
No hubo en Belén banquete ni festejos,
no hubo en Belén despliegue de invitados,
en Belén hubo ternura y sentimiento,
hubo en Belén total anonimato.
No hubo en
Belén revuelo y parabienes,
no hubo en Belén folklore ni regalos,
en Belén hubo pastores en silencio,
hubo en Belén susurros y recato.
02.- Bienvenido a nuestro valle
Bienvenido a nuestro valle, pastorcillo celestial,
que el ganado ya perdido, lo volvemos a encontrar.
Pero solo con tu vista,
ya se vuelve a restaurar.
Pero solo con tu vista,
ya se vuelve a restaurar.
Ay qué lindo, ay qué bello,
ay que hermoso, ayayay,
que el amor a tus ovejas
del cielo te hizo bajar. (2V.)
Yo soy zagaleca y me vengo aquí,
Trayendo una oveja Señor para ti.
Trayendo una oveja Señor para ti.
Trayendo una oveja Señor para ti.
Soy chiquitita y voy en pos,
soy chiquitita del niño Dios,
soy chiquitita voy adorar,
mi ovejita le voy a dar.
Es la más hermosa que tengo yo aquí,
la doy cariñosa al Dios infantil,
la doy cariñosa al Dios infantil,
la doy cariñosa al Dios infantil.
Soy chiquitita y voy en pos,
soy chiquitita del niño Dios,
soy chiquitita voy adorar,
mi ovejita le voy a dar.
03.- Ofrenda al niño (Adela de la Fuente)
Una estrella desde el cielo nos dirige hacia el
portal
Donde dicen que en Belén Jesús ha nacido ya.
VENID, VENID A ADORAR, ENTREGUÉMOSLE NUESTRAS
OFRENDAS,
VENID, VENID A ADORAR AL DIOS NIÑO QUE ESTÁ EN EL
PORTAL.
No le entregues los tesoros
De este mundo tan hostil
Porque dándole tu amor
Al Niñito harás feliz.
Si tú no tienes riquezas
No te tienes que importar,
Pues el Niño está contento
Si le ofreces tu amistad.
Y quien tiene muchos bienes
No se debe preocupar,
Pues esto lo soluciona
Compartiendo a los demás.
04.- Mi casa será Belén (Carlos Montero)
SEÑOR QUE CASA NO HALLASTE, CUANDO NACISTE EN
BELÉN,
HOY TE OFREZCO LA MÍA, MI CASA SERÁ BELÉN.
TÚ QUE ERES LUZ Y ERES VIDA, VEN A MI VIDA A NACER.
Y TE CUIDARE COMO TE CUIDO MARÍA, COMO TE CUIDO
JOSÉ. (2V.)
1.- Mi casa será Belén si vive mi puerta abierta
y si mi mente está alerta al resplandor de la fe.
La fe que tuvo María, la fe que tuvo José.
2.- Mi casa será Belén, si doy mi llave a los
pobres
y si se amaran los hombres, con el amor de tu ley.
Igual que amaba María, igual que amaba José.
05.- El Hijo de Dios se hizo hombre (Joaquín Madurga)
EL HIJO DE DIOS SE HIZO HOMBRE
Y PUSO SU TIENDA ENTRE NOSOTROS.
EL HIJO DE DIOS SE HIZO HOMBRE
Y PUSO SU TIENDA ENTRE NOSOTROS.
En medio del silencio de la noche,
Dios quiso regalar su palabra;
en ella el mismo Dios se hizo carne
y puso su morada entre nosotros.
A cuantos recibieron la palabra Dios
quiso que pudieran ser sus hijos,
así hemos contemplado su grandeza
la luz del hijo único del Padre.
Había luz y vida en la palabra,
por ella se creó cuanto se ha hecho,
al mundo vino en él puso su casa,
pero los suyos no le recibieron.
06.- Buscando al Hijo (Cesareo Garabain)
Buscando al hijo con ansiedad
María vuelve a Jerusalén.
Jesús es niño ¿Dónde estará?
Él es mi vida, Él es mi bien.
José y María quieren encontrar
al hijo amado que se les perdió.
Si yo buscara con el mismo afán,
si alguna vez me pierdo yo de Dios.
Buscando al hijo con ansiedad
María vuelve a Jerusalén.
Jesús es niño ¿Dónde estará?
Él es mi vida, Él es mi bien.
Si yo me olvido de quien eres Tú,
jamás te olvides Madre tú de mí
y búscame lo mismo que a Jesús,
si en mi camino me alejo de ti.
Buscando a tientas triste el mundo va
y es que no sabe qué es lo que perdió.
Tal vez un día quiera recordar
que poco a poco se alejó de Dios,
07.- Cholito Jesús (Toribianitos)
Lalalalala Lalalalala Lalalalala la Uy!
Lalalalala Lalalalala Lalalala la
Lalalalala la Lalalalala la Uy!
Lalalalala la Lalalalala la
Al niño Dios le llevamos
un ponchito de color ......(bis),
un chuyito muy serrano,
zapatitos de algodón .....(bis).
TODOS TE GRITARÁN:
(¡CHOLITO!)
¿DE DÓNDE LLEGASTE TÚ? : (¡CHOLITO!)
TODOS TE CREERÁN (¡CHOLITO!)
QUE NACISTE EN EL PERÚ
Lalalalala Lalalalala Lalalalala la Uy!
Lalalalala Lalalalala Lalalala la
Lalalalala la Lalalalala la Uy!
Lalalalala la Lalalalala la
A la Virgen le llevamos
un mantón abrigador …(bis)
A San José una quena
un charango y un tambor…(bis)
TODOS TE GRITARÁN:
(¡CHOLITO!)
¿DE DÓNDE LLEGASTE TÚ? : (¡CHOLITO!)
TODOS TE CREERÁN (¡CHOLITO!)
QUE NACISTE EN EL PERÚ
Lalalalala Lalalalala Lalalalala la Uy!
Lalalalala Lalalalala Lalalala la
Lalalalala la Lalalalala la Uy!
Lalalalala la Lalalalala la
¡Cholito cholito!,cholito!
Lalalalala Lalalalala Lalalalala la Uy!
Lalalalala Lalalalala Lalalala la
Lalalalala la Lalalalala la Uy!
Lalalalala la Lalalalala la
Los indiecitos pastores
trigo y quinua llevarán, ....(bis)
José y la Virgen María
buena chicha tomarán…(bis)
TODOS TE GRITARÁN:
(¡CHOLITO!)
¿DE DÓNDE LLEGASTE TÚ? : (¡CHOLITO!)
TODOS TE CREERÁN (¡CHOLITO!)
QUE NACISTE EN EL PERÚ
Lalalalala Lalalalala Lalalalala la Uy!
Lalalalala Lalalalala Lalalala la
lala lalalalá!.
08.- Ha nacido el niño Dios (Joaquin Madurga)
Ha nacido el niño Dios en un humilde de portal,
es Jesús, el Salvador, el príncipe de la paz.
Ha nacido el niño Dios en un humilde portal,
es Jesús, el Salvador, el príncipe de la paz.
En sus ojos lindos como los luceros,
brilla la esperanza de la humanidad,
es la luz del Padre, es la luz del cielo,
es la luz que enciende el amor y la paz,
príncipe de la paz, príncipe de la paz,
Haz que todos tengamos la paz de Navidad,
príncipe de la paz, príncipe de la paz
Haz que todos hagamos la paz de Navidad.
ha nacido el niño Dios
En un humilde portal,
Es Jesús, el Salvador,
El príncipe de la paz (2v)
Tiene como trono una pobre cuna
y como palacio un humilde portal
y como corona
Él tiene una estrella
En cuya luz brilla
El amor y la paz
Príncipe de la paz,
Príncipe de la paz,
Haz que todos tengamos
La paz de Navidad
Príncipe de la paz,
Príncipe de la paz,
Haz que todos hagamos
La paz de Navidad
09.- Donde hay caridad (Joaquín Madurga)
DONDE HAY CARIDAD Y AMOR,
ALLÍ, ESTÁ EL SEÑOR. (2)
Una sala y una mesa, una copa, vino y pan,
los hermanos compartiendo en amor y en unidad.
Nos reúne la presencia y el recuerdo del Señor,
celebramos su memoria y la entrega de su amor.
Invitados a la mesa del banquete del Señor,
recordamos su mandato de vivir en el amor.
Comulgamos en el Cuerpo y en la Sangre que Él nos
da,
y también en el hermano, si lo amamos de verdad.
Este pan que da la vida y este cáliz de salud
nos reúne a los hermanos, en el nombre de Jesús.
Anunciamos su memoria, celebramos su pasión,
el misterio de su muerte y de su resurrección.
10.- Vamos pastores vamos
VAMOS PASTORES, VAMOS,
VAMOS A BELÉN,
A VER EN AQUEL NIÑO
LA GLORIA DEL EDÉN.
Oh que precioso niño
Yo me muero por el
Su boquita también.
Sus ojitos me encantan,
El padre le acaricia
La madre mira en él,
Y los dos extasiados
Contemplan aquel ser (bis)
Es tan lindo el chiquito
que nunca podrá ser,
que su belleza copien
el lápiz, el pincel.
Pues el eterno Padre
con su inmenso poder,
hizo que el Hijo fuera
inmenso como el, inmenso como él.
11.- En el trabajo (Cesareo Garabain)
EN EL TRABAJO DE CADA DÍA,
COMO VIVÍAS Y AMABAS TÚ.
QUEREMOS MADRE SERVIR AMANDO,
VIVIENDO SIEMPRE JUNTO A JESÚS. (2)
En el silencio de aquella que era
la casa humilde de Nazareth,
se va empapando de tu ternura,
de tu trabajo, de amor y fe.
Tú te afanabas como mi madre,
en mil trabajos que da el hogar,
mujer humilde de hermosas manos
encallecidas de trabajar.
Dios quiso honrarte como a ninguna,
con mil encantos enriquecer.
Te hizo humilde de gracia llena,
trabajadora te quiso hacer.