martes, 12 de mayo de 2015

LECTURAS Y COMENTARIO DEL DOMINGO DE LA ASCENSION DEL SEÑOR CICLO B - 17 MAYO 2015

SUBIÓ AL CIELO Y SE SENTÓ A LA DERECHA DE DIOS



ORACION COLECTA

Concédenos, Dios todopoderoso exultar de gozo y darte gracias en esta liturgia de alabanza, porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra victoria, y donde nos ha precedido él, que es nuestra cabeza, esperamos llegar también nosotros como miembros de su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 1,1-11

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.
Una vez que comían juntos, les recomendó: «No se alejen de Jerusalén; aguarden que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo les he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días ustedes serán bautizados con Espíritu Santo.». Ellos lo rodearon preguntándole: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?».
Jesús contestó: «No les toca a ustedes conocer
los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, reciban fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.».
Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacen ahí plantados mirando al cielo?. El mismo Jesús que les ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.».

SALMO RESPONSORIAL (Sal 46)

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas

Pueblos todos batan palmas, 
aclamen a Dios con gritos de júbilo; 
porque el Señor es sublime y terrible, 
emperador de toda la tierra. R.

Dios asciende entre aclamaciones; 
el Señor, al son de trompetas; 
toquen para Dios, toquen, 
toquen para nuestro Rey, toquen. R.

Porque Dios es el rey del mundo; 
toquen con maestría. 
Dios reina sobre las naciones, 
Dios se sienta en su trono sagrado. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1,17-23

Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de su corazón, para que comprendan cuál es la esperanza a la que los llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.

EVANGELIO

Conclusión del santo evangelio según san Marcos 16,15-20

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en m¡ nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.».
Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.

COMENTARIO

Cuando intentamos hablar de Jesús que nos deja elevándonos por las nubes, opacamos el misterio de la ascensión: hacemos de él una ausencia, siendo así que los evangelistas nos hablan del misterio de la presencia multiplicada. Marcos nos hace percibir muy bien todo esto yuxtaponiendo con toda claridad unas cosas contradictorias: “El Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el mensaje por todas las partes y el Señor cooperaba confirmándolo”. Mateo habla solamente de presencia; es la última palabra  de Jesús: “Yo estoy con ustedes cada día, hasta el fin del mundo”  Lucas acentúa más bien la ausencia “Se separó de ellos y lo llevaron al cielo”. Lo subraya más aún en los Hechos: “Lo vieron subir, hasta que una nuble lo ocultó a sus ojos” (Hechos 1, 9). Pero en su evangelio hace esta observación sorprendente: “Los discípulos se volvieron a Jerusalén llenos de alegría”. ¿Alegres porque se habían llevado a Jesús? Esta ausencia se va a convertir en una presencia mayor”. Por eso, en los Hechos, dos ángeles (hemos de entender a Dios) les dan una reprimenda a los discípulos: “¡Que hacen ahí plantados mirando al cielo?” (Hch. 1, 11).
¿Ausencia,  presencia?  ¿Buscar  a  Jesús  en  el cielo, trabajar con él en la tierra? El esfuerzo de fe que se nos pide consiste en que unifiquemos dos relaciones con Jesús aparentemente muy distintas. Si, Jesús “está a la derecha del Padre”. Esto quiere decir “en la gloria de Dios”. Jesús resucitado  sigue siendo un hombre, uno de nosotros; por consiguiente, ¡Un hombre ha entrado en la gloria de Dios? Y nosotros con él, si creemos en la unidad de todos los hombres en Jesucristo. ¿Cómo no va a quedar ya imantada nuestra propia vida por esta vida de Jesús en el cielo, que nos atrae día tras día “fijando nuestro deseo, como dice magníficamente san León Magno, en  donde  la  mirada  es  incapaz  de llegar?”.
¡La fe sí que llega! Durante su vida terrena, la gente vio, escuchó  tocó a Jesús. Pero ¿cómo? ¿Y con qué resultados? Fueron muy pocos los que sospecharon su misterio y trabaron relación con él. Cuando parece que “se marcha” en la ascensión se convierte por el contrario en aquel que será la presencia para cualquier hombre que le abra su vida. Por eso precisamente Lucas podía decir: “Se lo llevaron al cielo y los discípulos volvieron llenos de alegría”. Fueron ellos los primeros en realizar la experiencia de la nueva presencia.
Lejos de perderlo, ganaban la facultad de vivir en adelante con él en una intimidad de pensamiento y de acción que palpamos tan bien como leemos los Hechos: “Yo estoy con ustedes”. La dificultad (¡tan grande!) es que fue necesario pasar del trato familiar, del rostro y de la voz, a la aproximación de la fe. Cito una vez más a san León: “La fe estaba llamada a tocar, no con una mano carnal, sino con una inteligencia sobrenatural, al Hijo único igual al que lo engendra”. Nunca se le pide tanto a nuestra fe como en este misterio de la ascensión en donde esa fe tiene que aprender a vivir con Jesús en el cielo y en la tierra.

PLEGARIA UNIVERSAL

Cristo, está a la derecha de Dios para interceder por nosotros y por eso le dirigimos estas oraciones a nuestro Padre Dios y respondemos: Te rogamos, óyenos.

1.- Por la Iglesia Universal y por el Papa Francisco, para que su magisterio nos muestre el camino hacia las moradas del cielo. Te rogamos, óyenos.

2.-Por la unidad de los cristianos, para que reconozcamos todos que el único Pastor es el Señor Jesús, que está a la derecha del Padre. Te rogamos, óyenos.

3.- Por los frutos de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales para promover la nueva evangelización en la era digital con verdad y autenticidad y por todos aquellos que  trabajan en la divulgación de la Palabra de Dios con las nuevas tecnologías y especialmente en internet. Te rogamos, óyenos.

4.-  Por los gobernantes y políticos, por quienes tienen poder de decisión respecto los caminos del mundo y de los hombres, para que sus juicios sean en bien de los hermanos e inspirados desde el cielo. Te rogamos, óyenos.

5.- Por todos aquellos, laicos o religiosos, cristianos o no, pero que trabajan por la construcción de la paz, para que sigan firmes en su condición pacífica y comprendan que es el Espíritu quien les infunde la idea de la paz y de la renovación del mundo. Te rogamos, óyenos.

Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, escucha nuestras peticiones que ponemos en tus manos, para que tu nos des lo que más nos conviene. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Te presentamos, Señor nuestro sacrificio para celebrar la gloriosa ascensión de tu Hijo; que la participación en este misterio eleve nuestro espíritu a los bienes del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Dios todopoderoso y eterno que, mientras vivimos aun en la tierra, nos das parte en los bienes del cielo, haz que deseemos vivamente estar junto  a Cristo, en quien nuestra naturaleza humana ha sido tan extraordinariamente enaltecida que participa de tu misma gloria. Por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 18: Hch 19, 1-8; Sal 67, 2-7; Jn 16, 29-33
Martes 19: Hch 20, 17-27; Sal 67, 10-11.20-21; Jn 17, 1-11ª.
Miércoles 20: Hch 20, 28-38; Sal 67, 29-30.33-36; Jn 17, 11b-19.
Jueves 21: Hch 22, 30; 23, 6-11; Sal 15, 1-2.7-11; Jn 17, 20-26.
Viernes 22: Hch 25, 13-21; Sal 102, 1-2.11-12.19-20; Jn 21, 15-19.
Sábado 23: Hch 28, 16-20.30-31; Sal 10, 5-6.8; Jn 21, 20-25.
Vigilia de Pentecostés: Gn 11, 1-9; ( o bien Ex 19, 3-8ª.16-20b9; (o bien: Ez 37, 1-14); (o bien: Jl 3, 1-5); Sal 103; Rm 8, 22-27, Jn 7, 37-39.
Domingo 24: Pentecostés. Hch 2, 1-11; Sal 103; 1Co 12, 3b-7.12-13; Jn 20, 19-23.