SU ROSTRO SE TRANSFIGURÓ
COMENTARIO
Lucas en el evangelio de hoy se centra en primer lugar en Jesús. Mientras ora, su rostro y sus vestidos empiezan a resplandecer. Dos hombres, también resplandecientes, le hablan de su resurrección en Jerusalén. A continuación, se centra en Pedro, Juan y Santiago. No comprenden, y ante la marcha de Moisés y Elías se ofrecen voluntarios a construir alojamientos. Pero una nube envuelve a los tres seres gloriosos con el consiguiente miedo de Pedro y sus dos compañeros, que oyen cómo una voz les habla de Jesús.
Trasladémonos al capítulo
24 de Lucas. Unas mujeres descubren que el sepulcro de Jesús está vacío. De
repente se les presentan dos hombres con vestidos refulgentes. El miedo se
apodera de ellas y los dos hombres les dicen que Jesús vive. Hay demasiados
elementos comunes en ambos relatos para no ver que entre ellos existe una
relación intencionada por parte del autor.
Esta relación nos ayuda a
comprender el sentido del texto de hoy. En él no se trata de la muerte de
Jesús, sino de su vida gloriosa. Nos hallamos ante una anticipación de esa
vida. Es curioso y significativo el término empleado por Lucas para designarla:
éxodo, salida. De Egipto a Israel fue el éxodo-tipo, el inicial, el nuclear.
Pero este inicio y este núcleo se han ido ampliando y desarrollando hasta
culminar en el éxodo de Jesús, en su salida de la muerte a la vida. De la
muerte real a la vida real. Los éxodos anteriores, representados por Moisés y
Elías, se dan cita en este último y en él tienen su culminación. Todo es
fabuloso y todo es real en él. Es la realidad de la vida de Jesús a pesar de la
muerte. No es fácil, sin embargo, la captación y aceptación de esta realidad.
El desconcierto de Pedro y sus dos compañeros lo ejemplariza.
La transfiguración, que el evangelista
sitúa como un alto en el camino que sube a Jerusalén, no ha sido otra cosa que
una anticipación momentánea de la última meta y como un aliento para seguir
caminando. Jesús les manda que callen lo que han visto hasta que todo se cumpla
y el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos (Mt 17,9).
El domingo pasado
contemplábamos a Jesús fiel a su vocación terrestre, sin caer en la tentación
de forzar a Dios y sin ángeles a su servicio. Hoy es el propio Dios quien sale
al encuentro de Jesús. Pedro y sus compañeros se asustan. Temen que la nube,
símbolo de la presencia de Dios, vaya a destruir a quienes ha envuelto. Muy al
contrario, es el propio Dios quien acredita a Jesús. Escúchenlo.
R.P. Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 26, 8-9
Oigo en mi corazón: «Busquen mi rostro». Tu
rostro buscaré, Señor. No me escondas tu rostro.
ORACION COLECTA
Oh, Dios, que nos has mandado escuchar a tu Hijo amado, alimenta
nuestro espíritu con tu Palabra; para que, con mirada limpia, contemplemos
gozosos la gloria de tu rostro. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Génesis 15, 5-12.17-18
En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrahán
y le dijo: «Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas». Y
añadió: «Así será tu descendencia». Abrahán creyó al Señor y se le contó como
justicia. Después le dijo: «Yo soy el Señor que te saqué de Ur de los caldeos,
para darte en posesión esta tierra». Él replicó: «Señor Dios, ¿cómo sabré que
voy a poseerla?». Respondió el Señor: «Tráeme una novilla de tres años, una
cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón». Él los
trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no
descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres y Abrahán los
espantaba. Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrahán y
un terror intenso y oscuro cayó sobre él. El sol se puso y vino la oscuridad;
una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros
descuartizados. Aquel día el Señor concertó alianza con Abrahán en estos
términos: «A tu descendencia le daré esta tierra, desde el río de Egipto al
gran río Éufrates».
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 26)
El Señor es mi luz
y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi
salvación, ¿a quién temeré?. El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar?
R.
Escúchame, Señor, que te
llamo; ten piedad, respóndeme. Oigo en mi corazón: «Busquen mi rostro». Tu
rostro buscaré, Señor. R.
No me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches. R.
Espero gozar de la dicha
del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo,
espera en el Señor. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del
apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 17—4, 1
Hermanos,
sean imitadores míos y fíjense en los que andan según el modelo que tienen en
nosotros. Porque —como les decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas
en los ojos— hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su
paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas; solo
aspiran a cosas terrenas. Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de
donde aguardamos un salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro
cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que
posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi
alegría y mi corona, manténganse así, en el Señor, queridos.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Lc 9, 35
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre:
«Este es mi Hijo amado, escúchenlo».
EVANGELIO
Lectura del santo
Evangelio según san Lucas 9, 28b-36
En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a
Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto
de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor. De repente, dos
hombres conversaban con Él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria,
hablaban de su éxodo, que Él iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros
se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres
que estaban con Él. Mientras estos se alejaban de Él, dijo Pedro a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti,
otra para Moisés y otra para Elías». No sabía lo que decía. Todavía estaba
diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron
de temor al entrar en la nube. Y una voz desde la nube decía: «Este es mi Hijo,
el Elegido, escúchenlo». Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos
guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que
habían visto.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Pidamos al Padre de la misericordia por nuestros
actos y que escudriñe en lo profundo de nuestros corazones y escuche la oración
de su pueblo:
1.- Para que Dios conceda a sus fieles vivir estos días de
cuaresma con un auténtico espíritu de penitencia y que se preparen para
celebrar con frutos abundantes el sacramento del perdón. Roguemos al Señor.
2.- Para que aquellos que se han alejado del camino del bien y
han sucumbido al pecado, escuchen en estos días la voz del Hijo de Dios y
encuentren la vida. Roguemos al Señor.
3.- Para que Dios inspire sentimientos de generosidad en
aquellos que poseen riquezas y multiplique los bienes de la tierra en beneficio
de todos. Roguemos al Señor.
4.- Para que la penitencia cuaresmal nos aleje del amor
desordenado hacia los bienes materiales y sane nuestra aridez espiritual,
infundiendo en nosotros un profundo deseo de los bienes del Cielo. Roguemos
al Señor.
Dios grande y fiel, que revelas tu rostro a
quienes te buscan con un corazón sincero, fortalece nuestra fe en el misterio
de la cruz y concédenos un corazón dócil. Él, que vive y reina por los siglos
de los siglos.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que
esta oblación borre nuestros pecados y santifique los cuerpos y las almas de
tus fieles, para que celebren dignamente las fiestas pascuales. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Mt 17, 5
Este
es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escúchenlo.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Te
damos gracias, Señor, porque, al participar en estos gloriosos misterios, nos
haces recibir, ya en este mundo, los bienes eternos del cielo. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 17: Dn 9, 4b-10; Sal 78, 8.9.11 y 13; Lc 6, 36-38
Martes 18: Is 1, 10.16-20; Sal 49, 8-9.16bc-17. 21 y 23; Mt 23, 1-12
Miércoles 19: San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María y Patrono del Perú
(Solemnidad). 2Sam 7,4-5ª.12-14ª.16; Sal 88; Rm 4, 13.16-18.22; Mt 1,16.18-21. 24a
Jueves 20: Jr 17, 5-10; Sal 1, 1-2. 3.4 y 6; Lc 16, 19-31
Viernes 21: Gn 37, 3-4. 12-13ª. 17b-28; Sal 104, 16-17. 18-19. 20-21; Mt 21, 33-43.
45-46.
Sábado 22: Ml 7, 14-15. 18-20; Sal 102, 1-2.3-4.
9-10. 11-12; Lc 15, 1-3. 11-32.
Domingo 23: Ex 3, 1-8ª.13-15; Sal 102, 1-2. 3-4. 6-7. 8 y 11; 1Co 10, 1-6.10-12; Lc
13, 1-9
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Lc/09/28b-36
Par.: Mt 17, 1-9 Mc 9, 2-10
1.- Otra epifanía de Jesús,
nueva teofanía de Dios: «mientras oraba» el hombre interior de Jesús se
manifiesta, descorriendo el velo de su cuerpo.
La escena está llena de
contrastes. Jesús se encuentra en plena gloria, pero habla de su muerte. Los
discípulos casi entran en el cielo, pero están asustados y «se caían de sueño».
Quieren quedarse allí, pero tienen que bajar y subir a Jerusalén. Dios les
manifiesta al Hijo escogido, pero se les ordena no decir nada.
Se trata de un anticipo de
nuestra esperanza. Jesús transfigurado es el modelo en el que seremos
transformados. Pero antes hay que escucharle, hay que seguirle, hay que subir
con él hasta la cruz, hay que entrar en la nube de Dios. La cruz es la gran
teofanía de Dios, y es amando hasta la muerte como nos transformaremos
definitivamente. No es cuestión de hacer chozas en el monte, sino de bajar a
las simas donde sufren los hermanos.
En el relato hay circunstancias
parecidas a las alianzas con Abraham y con Moisés, sólo que en plenitud.
CARITAS - PASTOR DE TU HERMANO
CUARESMA 1986.Pág. 30
2.- Texto. Se articula dentro
de un contexto en el que Jesús acaba de hablar de su muerte y de su
resurrección, de la necesidad de ese camino para todo el que quiera ser su
discípulo y del anuncio de que algunos de los presentes verán el Reino de Dios
antes de que mueran.
En este contexto Lucas nos
presenta a Jesús subiendo a un monte en compañía de Pedro, Juan y Santiago, con
la finalidad concreta de orar, y no de manifestarse a sus discípulos. La
referencia a la oración es típica de Lucas. Un judío oraba varias veces al día,
pidiendo a Dios la venida del Mesías. Lucas parece presuponer que se trata de
la oración de primeras horas de la noche, puesto que de los tres discípulos
dice más adelante que se caían de sueño.
MU/EX: La
descripción de la transformación de Jesús y el diálogo con Moisés y Elías la
sitúa Lucas durante la oración de Jesús. La escenografía es escatológica: color
blanco, brillo, gloria o resplandor, Moisés y Elías, cuya vuelta se esperaba
para el final de los tiempos. Es decir, Lucas se sitúa en este final y lo
describe desde las concepciones y los símbolos con que los judíos se lo
imaginaban. El diálogo versa sobre el éxodo de Jesús. Es el término que emplea
el texto griego, y no muerte como dice la traducción litúrgica. El término, en
sí mismo, suena al éxodo de Israel, a su salida de la cautividad de Egipto para
entrar en la tierra prometida. Tanto Moisés como Elías habían hecho la
experiencia de un camino que va de la opresión a la liberación.
La experiencia de Elías la
encuentras en 1 Reyes 19. El camino del que ha hablado Jesús a sus discípulos
en el texto anterior al de hoy es exactamente el mismo: de la muerte (opresión)
a la resurrección (liberación).
En medio de la escenografía
escatológica entran en acción Pedro y sus dos compañeros. Su entrada coincide
con la marcha de Moisés y Elías, marcha que Pedro cree poder evitar haciendo
una propuesta desafortunada. No sabía lo que decía. La situación escatológica
sigue. El propio Dios se hace presente bajo el símbolo de una nube envolvente y
habla a los tres discípulos sobre Jesús. Moisés y Elías no están ya. Sólo Jesús
es el importante y a quien hay que escuchar, ya que se trata de un mensajero o
enviado muy especial: es el Hijo de Dios. Los éxodos pasados, representados por
Moisés y Elías, no existen ya, eran prefiguraciones, anticipos. El éxodo último
y definitivo, que completa y da sentido a los anteriores, es el de Jesús, su
muerte y su resurrección. Cuando éstos tengan lugar realmente, algo decisivo
habrá acontecido en el tiempo: éste habrá empezado a ser efectivamente
escatológico, es decir, último y definitivo. Hoy, segundo domingo de cuaresma, todo
esto tiene sólo valor literario. El domingo de Pascua todo esto tendrá además
valor real.
Resumiendo: En su línea de
instrucción cristiana expresiva y gráfica Lucas nos presenta la muerte y
resurrección de Jesús como el último y definitivo éxodo, que da paso al nuevo
tiempo.
Comentario. Caminar en
cristiano es hacerlo en comunicación con Dios. Una vez más insiste Lucas en
esto ofreciéndonos el modelo de Jesús en oración. Pero sigue sin ofrecernos el
modelo de oración de Jesús. Esto lo hará más adelante, en el cap., 11: el
Padrenuestro. Según este modelo, orar es pedir a Dios que El sea realidad entre
nosotros, de forma que entre nosotros todo sea diferente.
Al ser Dios realidad en Jesús,
Lucas concibe el camino de Jesús como la realización de lo que en la Biblia se
llama el Reino de Dios. Culminación y apoteosis de este Reino es la
resurrección de Jesús. Desde ella escribe Lucas su relato, imaginándosela como
muchos judíos imaginaban entonces el final de los tiempos.
El modelo de camino de Jesús es
un modelo de éxodo, es decir, el sentido de la marcha va de la opresión a la
liberación. Ese es también el modelo de camino al que somos invitados.
Siguiendo, pues, el camino de Jesús sabemos por anticipado y con absoluta
certeza que caminamos en dirección liberadora. Con un bagaje así, tan poco
pesado y sin embargo tan importante, el camino es otra cosa.
A. BENITO - DABAR 1989, 14
3.- Los tres discípulos que
serían testigos del abatimiento de Jesús en Getsamaní, fueron elegidos antes
para ver su gloria en el Tabor.
La blancura de los vestidos de
Jesús y el nuevo aspecto de su rostro (Mateo dice que aquellos se tornaron
blancos como la luz y que su rostro resplandecía como el sol) no son más que la
manifestación de la dignidad y la gloria que le correspondía como Hijo de Dios.
Moisés y Elías, representando a la Ley y los Profetas -todo el Antiguo
Testamento-, conversan con Jesús de lo que aún ha de cumplirse en Jerusalén.
Toda la historia de la salvación culmina en Jesucristo, pero el momento de esta
culminación es la hora de su exaltación en la cruz. El Tabor no se explica sin
el Calvario. TABOR/CALVARIO:
A pesar de que sólo hace seis
días (Mt 17, 1) desde que Jesús les había anunciado su pasión y muerte en
Jerusalén y había reprendido precisamente a Pedro porque intentó torcer su
camino, éste sigue sin entender nada. Piensa que ha llegado la hora de
disfrutar el triunfo y que puede ahorrarse lo que ha de suceder todavía.
La "nube", o la
"columna luminosa", es en la biblia el símbolo de la presencia de
Dios. Aquí aparece como respuesta a la proposición de Pedro. De la nube sale la
voz de Dios. El signo de la nube es interpretado por la palabra. Y la palabra
confirma a Jesús como enviado de Dios, como Hijo que ha venido a cumplir su
voluntad. A él deben atenerse Pedro y sus compañeros. Lo fascinante y lo
tremendo de la presencia de Dios, de la teofanía, se advierte en las palabras
de Pedro y en el temor de los tres discípulos al ser introducidos dentro de la
nube.
La transfiguración, que el
evangelista sitúa como un alto en el camino que sube a Jerusalén, no ha sido
otra cosa que una anticipación momentánea de la última meta y como un aliento
para seguir caminando. Jesús les manda que callen lo que han visto hasta que
todo se cumpla y el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos (Mt 17,9).
EUCARISTÍA 1982, 11
4.- Texto. Sirviéndose de un
dato cronológico preciso, el autor relaciona la escena que va a seguir con las
palabras precedentes de Jesús (cfr. estas palabras en Lc. 9, 22-27). El marco y
la circunstancia son los mismos que en Lc. 6, 12. Descripción de la escena en
los vs. 29-31. Es importante observar que el autor deja fuera de esta
descripción a Pedro, Santiago y Juan. Así pues, el autor divide en dos al grupo
que ha subido a la montaña. De un lado, Jesús: de otro, los tres. Si seguimos
observando con atención, percibiremos que entre Jesús y los tres no hay
comunicación de ningún tipo. Jesús habla de sus cosas con Moisés y Elías, pero
no con Pedro, Santiago y Juan. Más aún, Pedro no sabe lo que dice. Tenemos,
pues, el ámbito de Jesús por un lado y el ámbito de los tres por otro. Dos
ámbitos irreductibles, puesto que no pueden comunicarse ni, consiguientemente,
entenderse. La solución a esta situación es la nube, conocido vehículo plástico
de la presencia de Dios. Envolviéndolos a los tres, la nube los sitúa en el
ámbito mismo en que están Jesús, Moisés y Elías. La comunicación puede ya tener
lugar y con ella el entendimiento.
Comentario. Como indicaba al
comienzo, el texto de hoy tiene mucho que ver con las palabras de Jesús en Lc.
9, 22-27, palabras que a su vez habían sido motivadas por la anterior respuesta
de Pedro a la pregunta de quién es Jesús (cfr. Lc. 9, 18-20). Entre Pedro y
Jesús se había producido una dialéctica, una tensión.
Pedro tiene una concepción de
la persona de Jesús que Jesús ni comparte ni acepta. Ambos se mueven en ámbitos
distintos. Es lo que Lucas pone plásticamente de manifiesto en el relato de
hoy.
PEDRO/INCREDULIDAD D/IMAGENES-FALSAS: Pero si de la constatación del
hecho de la disparidad de concepciones pasamos a los contenidos de esa
disparidad, la sorpresa que nos llevaremos será mayúscula, pues descubrimos que
Pedro se mueve ni más ni menos en la misma línea en que se movía el tentador
del domingo pasado. Pedro concibe a Jesús en términos del omnipotente que puede
y debe imponer su mano. Pedro no entra por la concepción de un Jesús trajinado
por el acontecer histórico. Pedro no entra por Jerusalén. Pedro quiere un Jesús
fuerte, de rompe y rasga, que ponga las cosas en su sitio con autoridad y
dominio. En última instancia: quiere un Dios como tiene que ser. ¡Un Dios como
tiene que ser! ¡Qué expresión tan castiza y significativa! Pero, mira por
dónde, Dios no quiere ser así. La voz de Dios, al final del relato, tiene de
todo menos de omnipotente y poderosa. No es una orden; es una invitación. ¡Qué
fantástico es este Dios de Jesús! Cansado de ser el Dios que los humanos
queremos que sea, hoy nos pide que le dejemos ser simplemente el Dios de Jesús
y que le aceptemos así. El domingo pasado hablábamos de tentaciones de Jesús.
Hoy hay que hablar de tentaciones de Pedro. Los dos relatos se complementan
para ofrecernos un Dios inédito. Inédito porque sigue habiendo muchos Pedros
que desean un Dios como tiene que ser, un Dios en su puesto.
EUCARISTÍA 1983, 17
5.- "Jesús se llevó a
Pedro, a Juan y a Santiago a lo alto de una montaña, para orar": La
narración de la transfiguración en Lucas sigue a las palabras sobre el
seguimiento y las actitudes del discípulo. Se trata de presentar a quién se
sigue. Es imposible determinar lo que hay en la escena de histórico y lo que
hay de simbólico. No podemos reducirlo a una sola dimensión y debe leerse desde
la perspectiva postpascual.
-"Pedro y sus
compañeros... vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él ":
Jesús habla con Moisés y Elías sobre su "muerte". Literalmente el
término es "éxodo", que adquiere una riqueza de sentidos: en el marco
geográfico de Lc es una referencia al camino que Jesús inicia hacia Jerusalén y
que le conducirá a la muerte; y con el trasfondo del AT es la referencia a la
liberación de Egipto (fijémonos en la relación de Moisés con el Éxodo y,
también, de Elías con el monte del Horeb, lugar de la alianza), clave de la
manifestación de la gloria del Señor. Jesús caminando hacia la muerte también
manifiesta la gloria del Señor a sus discípulos.
-"Este es mi Hijo, el
escogido, escuchadle ": Hay ciertamente una estrecha relación de esta
escena con la del Bautismo. Si hasta ahora, en el evangelio, Jesús ha sido
presentado como el Mesías y el Hijo del Hombre, ahora se da un paso más en la
comprensión de su personalidad: es el Hijo que hay que escuchar para entrar en
la gloria del Reino. Las figuras de Moisés y Elías hacen de contraluz. Son los
dos representantes de los profetas que se tenía que escuchar en la Antigua
Alianza. Ahora hay que escuchar a Jesús "solo".
-"Ellos guardaron
silencio... ": Durante el ministerio de Jesús, los discípulos, pese a
haber entrado en la nube de la revelación de Dios, no han sido aún capaces de entender
y expresar claramente quién es Jesús. Después de la resurrección serán capaces
de proclamar la gloria que han contemplado en el Hijo.
J. NASPLEDA MISA DOMINICAL
1995, 4
PROPUESTA DE CANTOS DE II DE CUARESMA (CICLO C)
(16 DE MARZO)
TEMA: “MIENTRAS ORABA, EL ASPECTO DE SU ROSTRO CAMBIO”
01.- CAMINARE
EN PRESENCIA DEL SEÑOR (J.A. Espinoza)
CAMINARÉ, EN PRESENCIA DEL SEÑOR. (2)
Amo al Señor,
porque escucha mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco.
Me envolvían redes de muerte,
caí en tristeza y en angustia,
invoqué el nombre del Señor:
«Señor, ¡salva mi vida!».
El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo,
el Señor guarda a los sencillos,
estando yo sin fuerzas me salvó.
Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo,
arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.
02.- VAYAMOS
JUBILOSOS (Eusebio Goicochea y Antonio M. Danos)
VAYAMOS JUBILOSOS,
AL ALTAR DE DIOS.
1.- Al sagrado altar nos guíen,
su verdad y su justicia;
a ofrecer el sacrificio,
que le da gloria infinita.
2.- Al Dios santo celebremos,
que nos llena de alegría;
y subamos hasta el monte,
donde Dios se sacrifica.
3.- Ofrezcamos todos juntos,
esta Víctima divina;
que se inmola por nosotros,
para darnos luz y vida.
4.- Gloria sea al Padre eterno,
gloria a Cristo nuestro guía;
y al Espíritu divino,
alabanzas infinitas
03.- TOMADOS
DE LA MANO
TOMADO
DE LA MANO CON JESÚS YO VOY,
LE
SIGO COMO OVEJA QUE ENCONTRÓ AL PASTOR.
TOMADO
DE LA MANO CON JESÚS YO VOY, ADONDE ÉL VA. (BIS)
1.-
Si Jesús me dice: "Amigo, deja todo y ven conmigo,
donde
todo es más hermoso y más feliz".
Si
Jesús me dice: "Amigo, deja todo y ven conmigo".
Yo
mi mano pondré en la suya e iré con ÉL.
2.-
Yo te llevaré amigo, a un lugar conmigo,
donde
el sol y las estrellas aún brillan más.
Yo
te llevaré amigo, a un lugar conmigo,
donde
todo es más hermoso y más feliz.
04.- QUIERO
ESTAR SEÑOR EN TU PRESENCIA (C. Erdozain)
Quiero
estar Señor, en tu presencia,
SOL. RE-LA
quiero
estar, Señor, junto a tu mesa.
RE. LA
Y
llevarte hoy mis manos llenas,
SOL. RE
y
entregarte hoy todo mi amor.
SIm. FA#m. SOL
TÓMALO
Y ACÉPTALO SEÑOR,
RE-LA
ES
MI COSECHA,
SIm. FA#m. SOL
TÓMALO,
TRANSFÓRMALO SEÑOR,
LA-RE
EN
PURA OFRENDA.
RE. LA
Con
el pan Señor, llevo mi vida,
SOL.
Bbb. RE-LA
con
el cáliz van, van mis heridas.
RE. LA
A
tu altar Señor, llevo mi espiga,
SOL. RE
a
tu altar de amor, mi corazón.
SIm. FA#m-LA
QUIERO
ESTAR SEÑOR, JUNTO A TU ME---SA
SOL. RE-LA
Y
ENTREGAR MI VIDA ENTERA
SIm. FA#m-LA
QUIERO
ESTAR SEÑOR, EN TU PRESENCIA
SOL.
LA RE
Y
ENTREGAR MI CORAZÓN.
05.- TE OFRECEMOS PADRE ETERNO
Te ofrecemos Padre eterno de la tierra nuestro don,
para que nos lo conviertas en tu Hijo el Salvador
(bis)
VINO Y PAN DAMOS HOY, SE TRANSFORMARÁN EN DIOS
(BIS)
Todo el alma de este pueblo la ponemos con amor,
junto al cáliz y las hostias en señal de adoración
(bis)
Presentamos nuestras culpas ante el ara del perdón,
las ofrendas hechas Cristo nos darán la salvación
(bis).
Te ofrecemos nuestras luchas por la nueva
humanidad,
pon tu amor en medio de ellas y el pueblo verá la
paz.
06.- BUSCO TU
ROSTRO (Noviciado Consolación)
Caminando por la vida
Busco tu rostro Seño-or, Busco tu rostro
MUÉSTRAME TU VIDA
MUÉSTRAME TU ESPÍRITU
TENGO SED DE TI, TENGO SED DE TI.
Con tu gracia y con mi nada
Hoy me acerco hasta ti, busco tu rostro
Con la fuerza de tu espíritu
Y el impulso de tu amor, busco tu rostro
Cuando vivo en la noche
Cuando vivo en la noche
Cuando no veo la luz, busco tu rostro
07.- JESUS,
ESTOY AQUI
Jesús,
estoy aquí, Jesús qué esperas de mí
mis
manos están vacías qué puedo ofrecerte
sólo
sé que quiero ser diferente.
Jesús,
estoy aquí, Jesús, qué esperas de mí
mis
ojos temen al mirarte,
quisiera
poder enfrentarte.
Amar
como Tú amas,
sentir,
como Tú sientes
mirar
a través de tus ojos, Jesús
Contigo
mi camino es difícil
me
exiges abrir un nuevo horizonte
en
la soledad de mi noche, Jesús.
No,
no puedo abandonarte, Jesús en mi penetraste
me
habitaste, triunfaste y hoy vives en mí.
08.- DANOS TU
LUZ (J.A. Espinoza)
SEÑOR,
TÚ QUE BRILLAS EN LAS TINIEBLAS,
DANOS
TU LUZ.
1.-
Mi corazón está sangrando,
me
siento lejos, lejos de ti.
La
vida es triste si Tú nos dejas,
si
Tú nos dejas solos, sin luz.
2.-
En esta noche sigo tus pasos,
aunque
no vea, clara tu luz.
Guíanos
Tú, por esta vida,
por
esta vida, hasta la luz.
3.-
Pronto vendrá el nuevo día,
amanecer
de eterna luz.
Nace
en nosotros paz y esperanza,
juntos
veremos la luz sin fin.
09.- LA
TRANSFIGURACION DEL SEÑOR (Pbro. Edgar Larrea)
Oraba en el monte cuando se transfiguró,
Su ropa fulguró con blanca luz
Elías y Moisés, aparecieron para hablar
De su partida de este mundo en Jerusalén
Y Pedro quiso hacer
Tres chozas, para descansar
Cuando una nube los cubrió
y en ella Dios habló.
ESTE ES MI HIJO, MI AMADO, ESCÚCHENLO.
ESTE ES MI HIJO, MI AMADO, ESCÚCHENLO.
HAGAN SUYO SU CAMINO, EL CAMINO DE SU AMOR
SÍGANLO EN OBEDIENCIA, POR SU CRUZ, HASTA SU LUZ.
Jesús muestra su gloria a Pedro, Santiago y Juan.
Revela su misterio de hombre Dios.
No todo acabará en el fracaso de la cruz
Por medio de la muerte se abrirá un reino de luz
No es tiempo de acampar al mundo hay que
transfigurar
Nos vamos transformando en imagen de Jesús.
10.- HOMBRES NUEVOS (J.A. Espinoza)
DANOS
UN CORAZÓN GRANDE PARA AMAR.
DANOS
UN CORAZÓN FUERTE PARA LUCHAR.
Hombres
nuevos, creadores de la historia,
constructores
de nueva humanidad.
Hombres
nuevos que viven la existencia
como
riesgo de un largo caminar.
DANOS
UN CORAZÓN GRANDE PARA AMAR.
DANOS
UN CORAZÓN FUERTE PARA LUCHAR.
Hombres
nuevos, luchando en esperanza,
caminantes,
sedientos de verdad.
Hombres
nuevos, sin frenos ni cadenas,
hombres
libres que exigen libertad.
DANOS
UN CORAZÓN GRANDE PARA AMAR.
DANOS
UN CORAZÓN FUERTE PARA LUCHAR.
Hombres
nuevos, amando sin fronteras,
por
encima de razas y lugar.
Hombres
nuevos, al lado de los pobres,
compartiendo
con ellos techo y pan.
11.- MARAVILLOSO DIOS
1.- Maravilloso Dios, maravilloso Dios,
que te haces presente, cuando te llamo yo,
antes de que yo te hable, tú Señor lo sabes todo,
maravilloso Dios por siempre te amaré. (2V.)
¿A DÓNDE IRÉ SEÑOR SI TÚ NO ESTÁS?,
¿A DONDE IRE SEÑOR SI TU ME FALTAS?,
¿A DONDE IRE SEÑOR SI TU NO ESTAS?,
¿A DONDE IRE SEÑOR SI TU NO ESTAS?
2.- Maravilloso Dios, maravilloso Dios,
tú conoces mi vida, conoces mi corazón,
antes de que yo te pida, tú Señor lo sabes todo,
Maravilloso Dios por siempre te amaré. (2V.)
3.- Maravilloso Dios Maravillosos Dios,
tú conduces mis pasos hacia mi salvación,
antes de que yo te hable tú Señor lo sabes
todo, Maravilloso Dios por siempre te amaré. (2V.)
12.- SANTA
MARIA DEL AMEN (J.A. Espinoza)
MADRE DE TODOS LOS HOMBRES,
ENSÉÑANOS A DECIR AMÉN.
Cuando la noche se acerca
y se oscurece la fe.
Cuando el dolor nos oprime
y la ilusión ya no brilla.
Cuando aparece la luz
y nos sentimos felices.
Cuando nos llegue la muerte
y Tú nos lleves al cielo.
13.- TU ERES EL DIOS QUE NOS SALVA (J.A.
Espinoza)
Tú eres el Dios que nos salva,
la luz que nos ilumina,
la mano que nos sostiene
y el techo que nos cobija. (bis)
TE DAMOS GRACIAS SEÑOR,
TE DAMOS GRACIAS SEÑOR. (BIS)
Te damos gracias Señor
porque has depuesto la ira
y has detenido ante el pueblo
la mano que los castiga.
Y sacaremos con gozo
del manantial de la vida,
las aguas que dan al hombre
la fuerza que resucita.
Entonces proclamaremos
cantadle con alegría,
el nombre de Dios es agradable
su caridad infinita.
Que alabe al Señor la tierra.
Cantadle sus maravillas
que grande en medio del pueblo
el Dios que nos justifica.