miércoles, 12 de marzo de 2025

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO II CUARESMA CICLO C - 16 MARZO 2025

 SU ROSTRO SE TRANSFIGURÓ

  

COMENTARIO

Lucas en el evangelio de hoy se centra en primer lugar en Jesús. Mientras ora, su rostro y sus vestidos empiezan a resplandecer. Dos hombres, también resplandecientes, le hablan de su resurrección en Jerusalén. A continuación, se centra en Pedro, Juan y Santiago. No comprenden, y ante la marcha de Moisés y Elías se ofrecen voluntarios a construir alojamientos. Pero una nube envuelve a los tres seres gloriosos con el consiguiente miedo de Pedro y sus dos compañeros, que oyen cómo una voz les habla de Jesús.

Trasladémonos al capítulo 24 de Lucas. Unas mujeres descubren que el sepulcro de Jesús está vacío. De repente se les presentan dos hombres con vestidos refulgentes. El miedo se apodera de ellas y los dos hombres les dicen que Jesús vive. Hay demasiados elementos comunes en ambos relatos para no ver que entre ellos existe una relación intencionada por parte del autor.

Esta relación nos ayuda a comprender el sentido del texto de hoy. En él no se trata de la muerte de Jesús, sino de su vida gloriosa. Nos hallamos ante una anticipación de esa vida. Es curioso y significativo el término empleado por Lucas para designarla: éxodo, salida. De Egipto a Israel fue el éxodo-tipo, el inicial, el nuclear. Pero este inicio y este núcleo se han ido ampliando y desarrollando hasta culminar en el éxodo de Jesús, en su salida de la muerte a la vida. De la muerte real a la vida real. Los éxodos anteriores, representados por Moisés y Elías, se dan cita en este último y en él tienen su culminación. Todo es fabuloso y todo es real en él. Es la realidad de la vida de Jesús a pesar de la muerte. No es fácil, sin embargo, la captación y aceptación de esta realidad. El desconcierto de Pedro y sus dos compañeros lo ejemplariza.

La transfiguración, que el evangelista sitúa como un alto en el camino que sube a Jerusalén, no ha sido otra cosa que una anticipación momentánea de la última meta y como un aliento para seguir caminando. Jesús les manda que callen lo que han visto hasta que todo se cumpla y el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos (Mt 17,9).

El domingo pasado contemplábamos a Jesús fiel a su vocación terrestre, sin caer en la tentación de forzar a Dios y sin ángeles a su servicio. Hoy es el propio Dios quien sale al encuentro de Jesús. Pedro y sus compañeros se asustan. Temen que la nube, símbolo de la presencia de Dios, vaya a destruir a quienes ha envuelto. Muy al contrario, es el propio Dios quien acredita a Jesús. Escúchenlo.

R.P. Roland Vicente Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA Sal 26, 8-9

Oigo en mi corazón: «Busquen mi rostro». Tu rostro buscaré, Señor. No me escondas tu rostro.

 

ORACION COLECTA

Oh, Dios, que nos has mandado escuchar a tu Hijo amado, alimenta nuestro espíritu con tu Palabra; para que, con mirada limpia, contemplemos gozosos la gloria de tu rostro. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Génesis 15, 5-12.17-18

En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrahán y le dijo: «Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas». Y añadió: «Así será tu descendencia». Abrahán creyó al Señor y se le contó como justicia. Después le dijo: «Yo soy el Señor que te saqué de Ur de los caldeos, para darte en posesión esta tierra». Él replicó: «Señor Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla?». Respondió el Señor: «Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón». Él los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres y Abrahán los espantaba. Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrahán y un terror intenso y oscuro cayó sobre él. El sol se puso y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados. Aquel día el Señor concertó alianza con Abrahán en estos términos: «A tu descendencia le daré esta tierra, desde el río de Egipto al gran río Éufrates».

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 26)

 

El Señor es mi luz y mi salvación.

 

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?. El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? R.

 

Escúchame, Señor, que te llamo; ten piedad, respóndeme. Oigo en mi corazón: «Busquen mi rostro». Tu rostro buscaré, Señor. R.

 

No me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches. R.

 

Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 17—4, 1

Hermanos, sean imitadores míos y fíjense en los que andan según el modelo que tienen en nosotros. Porque —como les decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos— hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas; solo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manténganse así, en el Señor, queridos.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Lc 9, 35

En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre: «Este es mi Hijo amado, escúchenlo».

 

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 28b-36

En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor. De repente, dos hombres conversaban con Él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que Él iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con Él. Mientras estos se alejaban de Él, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». No sabía lo que decía. Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar en la nube. Y una voz desde la nube decía: «Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo». Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

 

PLEGARIA UNIVERSAL

Pidamos al Padre de la misericordia por nuestros actos y que escudriñe en lo profundo de nuestros corazones y escuche la oración de su pueblo:

 

1.- Para que Dios conceda a sus fieles vivir estos días de cuaresma con un auténtico espíritu de penitencia y que se preparen para celebrar con frutos abundantes el sacramento del perdón. Roguemos al Señor.

 

2.- Para que aquellos que se han alejado del camino del bien y han sucumbido al pecado, escuchen en estos días la voz del Hijo de Dios y encuentren la vida. Roguemos al Señor.

 

3.- Para que Dios inspire sentimientos de generosidad en aquellos que poseen riquezas y multiplique los bienes de la tierra en beneficio de todos. Roguemos al Señor.

 

4.- Para que la penitencia cuaresmal nos aleje del amor desordenado hacia los bienes materiales y sane nuestra aridez espiritual, infundiendo en nosotros un profundo deseo de los bienes del Cielo. Roguemos al Señor.

 

Dios grande y fiel, que revelas tu rostro a quienes te buscan con un corazón sincero, fortalece nuestra fe en el misterio de la cruz y concédenos un corazón dócil. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que esta oblación borre nuestros pecados y santifique los cuerpos y las almas de tus fieles, para que celebren dignamente las fiestas pascuales. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION Mt 17, 5

Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escúchenlo.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Te damos gracias, Señor, porque, al participar en estos gloriosos misterios, nos haces recibir, ya en este mundo, los bienes eternos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 17: Dn 9, 4b-10; Sal 78, 8.9.11 y 13; Lc 6, 36-38

Martes 18: Is 1, 10.16-20; Sal 49, 8-9.16bc-17. 21 y 23; Mt 23, 1-12

Miércoles 19: San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María y Patrono del Perú (Solemnidad). 2Sam 7,4-5ª.12-14ª.16; Sal 88; Rm 4, 13.16-18.22; Mt 1,16.18-21. 24a

Jueves 20: Jr 17, 5-10; Sal 1, 1-2. 3.4 y 6; Lc 16, 19-31

Viernes 21: Gn 37, 3-4. 12-13ª. 17b-28; Sal 104, 16-17. 18-19. 20-21; Mt 21, 33-43. 45-46.

Sábado 22: Ml 7, 14-15.  18-20; Sal 102, 1-2.3-4. 9-10. 11-12; Lc 15, 1-3. 11-32.

Domingo 23: Ex 3, 1-8ª.13-15; Sal 102, 1-2. 3-4. 6-7. 8 y 11; 1Co 10, 1-6.10-12; Lc 13, 1-9

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO
Lc/09/28b-36
Par.: Mt 17, 1-9  Mc 9, 2-10

 

1.- Otra epifanía de Jesús, nueva teofanía de Dios: «mientras oraba» el hombre interior de Jesús se manifiesta, descorriendo el velo de su cuerpo.

La escena está llena de contrastes. Jesús se encuentra en plena gloria, pero habla de su muerte. Los discípulos casi entran en el cielo, pero están asustados y «se caían de sueño». Quieren quedarse allí, pero tienen que bajar y subir a Jerusalén. Dios les manifiesta al Hijo escogido, pero se les ordena no decir nada.

Se trata de un anticipo de nuestra esperanza. Jesús transfigurado es el modelo en el que seremos transformados. Pero antes hay que escucharle, hay que seguirle, hay que subir con él hasta la cruz, hay que entrar en la nube de Dios. La cruz es la gran teofanía de Dios, y es amando hasta la muerte como nos transformaremos definitivamente. No es cuestión de hacer chozas en el monte, sino de bajar a las simas donde sufren los hermanos.

En el relato hay circunstancias parecidas a las alianzas con Abraham y con Moisés, sólo que en plenitud.

CARITAS - PASTOR DE TU HERMANO CUARESMA 1986.Pág. 30


 

2.- Texto. Se articula dentro de un contexto en el que Jesús acaba de hablar de su muerte y de su resurrección, de la necesidad de ese camino para todo el que quiera ser su discípulo y del anuncio de que algunos de los presentes verán el Reino de Dios antes de que mueran.

En este contexto Lucas nos presenta a Jesús subiendo a un monte en compañía de Pedro, Juan y Santiago, con la finalidad concreta de orar, y no de manifestarse a sus discípulos. La referencia a la oración es típica de Lucas. Un judío oraba varias veces al día, pidiendo a Dios la venida del Mesías. Lucas parece presuponer que se trata de la oración de primeras horas de la noche, puesto que de los tres discípulos dice más adelante que se caían de sueño.

MU/EX: La descripción de la transformación de Jesús y el diálogo con Moisés y Elías la sitúa Lucas durante la oración de Jesús. La escenografía es escatológica: color blanco, brillo, gloria o resplandor, Moisés y Elías, cuya vuelta se esperaba para el final de los tiempos. Es decir, Lucas se sitúa en este final y lo describe desde las concepciones y los símbolos con que los judíos se lo imaginaban. El diálogo versa sobre el éxodo de Jesús. Es el término que emplea el texto griego, y no muerte como dice la traducción litúrgica. El término, en sí mismo, suena al éxodo de Israel, a su salida de la cautividad de Egipto para entrar en la tierra prometida. Tanto Moisés como Elías habían hecho la experiencia de un camino que va de la opresión a la liberación.

La experiencia de Elías la encuentras en 1 Reyes 19. El camino del que ha hablado Jesús a sus discípulos en el texto anterior al de hoy es exactamente el mismo: de la muerte (opresión) a la resurrección (liberación).

En medio de la escenografía escatológica entran en acción Pedro y sus dos compañeros. Su entrada coincide con la marcha de Moisés y Elías, marcha que Pedro cree poder evitar haciendo una propuesta desafortunada. No sabía lo que decía. La situación escatológica sigue. El propio Dios se hace presente bajo el símbolo de una nube envolvente y habla a los tres discípulos sobre Jesús. Moisés y Elías no están ya. Sólo Jesús es el importante y a quien hay que escuchar, ya que se trata de un mensajero o enviado muy especial: es el Hijo de Dios. Los éxodos pasados, representados por Moisés y Elías, no existen ya, eran prefiguraciones, anticipos. El éxodo último y definitivo, que completa y da sentido a los anteriores, es el de Jesús, su muerte y su resurrección. Cuando éstos tengan lugar realmente, algo decisivo habrá acontecido en el tiempo: éste habrá empezado a ser efectivamente escatológico, es decir, último y definitivo. Hoy, segundo domingo de cuaresma, todo esto tiene sólo valor literario. El domingo de Pascua todo esto tendrá además valor real.

Resumiendo: En su línea de instrucción cristiana expresiva y gráfica Lucas nos presenta la muerte y resurrección de Jesús como el último y definitivo éxodo, que da paso al nuevo tiempo.

Comentario. Caminar en cristiano es hacerlo en comunicación con Dios. Una vez más insiste Lucas en esto ofreciéndonos el modelo de Jesús en oración. Pero sigue sin ofrecernos el modelo de oración de Jesús. Esto lo hará más adelante, en el cap., 11: el Padrenuestro. Según este modelo, orar es pedir a Dios que El sea realidad entre nosotros, de forma que entre nosotros todo sea diferente.

Al ser Dios realidad en Jesús, Lucas concibe el camino de Jesús como la realización de lo que en la Biblia se llama el Reino de Dios. Culminación y apoteosis de este Reino es la resurrección de Jesús. Desde ella escribe Lucas su relato, imaginándosela como muchos judíos imaginaban entonces el final de los tiempos.

El modelo de camino de Jesús es un modelo de éxodo, es decir, el sentido de la marcha va de la opresión a la liberación. Ese es también el modelo de camino al que somos invitados. Siguiendo, pues, el camino de Jesús sabemos por anticipado y con absoluta certeza que caminamos en dirección liberadora. Con un bagaje así, tan poco pesado y sin embargo tan importante, el camino es otra cosa.

A. BENITO - DABAR 1989, 14


 

3.- Los tres discípulos que serían testigos del abatimiento de Jesús en Getsamaní, fueron elegidos antes para ver su gloria en el Tabor.

La blancura de los vestidos de Jesús y el nuevo aspecto de su rostro (Mateo dice que aquellos se tornaron blancos como la luz y que su rostro resplandecía como el sol) no son más que la manifestación de la dignidad y la gloria que le correspondía como Hijo de Dios. Moisés y Elías, representando a la Ley y los Profetas -todo el Antiguo Testamento-, conversan con Jesús de lo que aún ha de cumplirse en Jerusalén. Toda la historia de la salvación culmina en Jesucristo, pero el momento de esta culminación es la hora de su exaltación en la cruz. El Tabor no se explica sin el Calvario. TABOR/CALVARIO

A pesar de que sólo hace seis días (Mt 17, 1) desde que Jesús les había anunciado su pasión y muerte en Jerusalén y había reprendido precisamente a Pedro porque intentó torcer su camino, éste sigue sin entender nada. Piensa que ha llegado la hora de disfrutar el triunfo y que puede ahorrarse lo que ha de suceder todavía.

La "nube", o la "columna luminosa", es en la biblia el símbolo de la presencia de Dios. Aquí aparece como respuesta a la proposición de Pedro. De la nube sale la voz de Dios. El signo de la nube es interpretado por la palabra. Y la palabra confirma a Jesús como enviado de Dios, como Hijo que ha venido a cumplir su voluntad. A él deben atenerse Pedro y sus compañeros. Lo fascinante y lo tremendo de la presencia de Dios, de la teofanía, se advierte en las palabras de Pedro y en el temor de los tres discípulos al ser introducidos dentro de la nube.

La transfiguración, que el evangelista sitúa como un alto en el camino que sube a Jerusalén, no ha sido otra cosa que una anticipación momentánea de la última meta y como un aliento para seguir caminando. Jesús les manda que callen lo que han visto hasta que todo se cumpla y el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos (Mt 17,9).

EUCARISTÍA 1982, 11


 

4.- Texto. Sirviéndose de un dato cronológico preciso, el autor relaciona la escena que va a seguir con las palabras precedentes de Jesús (cfr. estas palabras en Lc. 9, 22-27). El marco y la circunstancia son los mismos que en Lc. 6, 12. Descripción de la escena en los vs. 29-31. Es importante observar que el autor deja fuera de esta descripción a Pedro, Santiago y Juan. Así pues, el autor divide en dos al grupo que ha subido a la montaña. De un lado, Jesús: de otro, los tres. Si seguimos observando con atención, percibiremos que entre Jesús y los tres no hay comunicación de ningún tipo. Jesús habla de sus cosas con Moisés y Elías, pero no con Pedro, Santiago y Juan. Más aún, Pedro no sabe lo que dice. Tenemos, pues, el ámbito de Jesús por un lado y el ámbito de los tres por otro. Dos ámbitos irreductibles, puesto que no pueden comunicarse ni, consiguientemente, entenderse. La solución a esta situación es la nube, conocido vehículo plástico de la presencia de Dios. Envolviéndolos a los tres, la nube los sitúa en el ámbito mismo en que están Jesús, Moisés y Elías. La comunicación puede ya tener lugar y con ella el entendimiento.

Comentario. Como indicaba al comienzo, el texto de hoy tiene mucho que ver con las palabras de Jesús en Lc. 9, 22-27, palabras que a su vez habían sido motivadas por la anterior respuesta de Pedro a la pregunta de quién es Jesús (cfr. Lc. 9, 18-20). Entre Pedro y Jesús se había producido una dialéctica, una tensión.

Pedro tiene una concepción de la persona de Jesús que Jesús ni comparte ni acepta. Ambos se mueven en ámbitos distintos. Es lo que Lucas pone plásticamente de manifiesto en el relato de hoy.

PEDRO/INCREDULIDAD D/IMAGENES-FALSAS: Pero si de la constatación del hecho de la disparidad de concepciones pasamos a los contenidos de esa disparidad, la sorpresa que nos llevaremos será mayúscula, pues descubrimos que Pedro se mueve ni más ni menos en la misma línea en que se movía el tentador del domingo pasado. Pedro concibe a Jesús en términos del omnipotente que puede y debe imponer su mano. Pedro no entra por la concepción de un Jesús trajinado por el acontecer histórico. Pedro no entra por Jerusalén. Pedro quiere un Jesús fuerte, de rompe y rasga, que ponga las cosas en su sitio con autoridad y dominio. En última instancia: quiere un Dios como tiene que ser. ¡Un Dios como tiene que ser! ¡Qué expresión tan castiza y significativa! Pero, mira por dónde, Dios no quiere ser así. La voz de Dios, al final del relato, tiene de todo menos de omnipotente y poderosa. No es una orden; es una invitación. ¡Qué fantástico es este Dios de Jesús! Cansado de ser el Dios que los humanos queremos que sea, hoy nos pide que le dejemos ser simplemente el Dios de Jesús y que le aceptemos así. El domingo pasado hablábamos de tentaciones de Jesús. Hoy hay que hablar de tentaciones de Pedro. Los dos relatos se complementan para ofrecernos un Dios inédito. Inédito porque sigue habiendo muchos Pedros que desean un Dios como tiene que ser, un Dios en su puesto.

EUCARISTÍA 1983, 17


 

5.- "Jesús se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago a lo alto de una montaña, para orar": La narración de la transfiguración en Lucas sigue a las palabras sobre el seguimiento y las actitudes del discípulo. Se trata de presentar a quién se sigue. Es imposible determinar lo que hay en la escena de histórico y lo que hay de simbólico. No podemos reducirlo a una sola dimensión y debe leerse desde la perspectiva postpascual.

-"Pedro y sus compañeros... vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él ": Jesús habla con Moisés y Elías sobre su "muerte". Literalmente el término es "éxodo", que adquiere una riqueza de sentidos: en el marco geográfico de Lc es una referencia al camino que Jesús inicia hacia Jerusalén y que le conducirá a la muerte; y con el trasfondo del AT es la referencia a la liberación de Egipto (fijémonos en la relación de Moisés con el Éxodo y, también, de Elías con el monte del Horeb, lugar de la alianza), clave de la manifestación de la gloria del Señor. Jesús caminando hacia la muerte también manifiesta la gloria del Señor a sus discípulos.

-"Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle ": Hay ciertamente una estrecha relación de esta escena con la del Bautismo. Si hasta ahora, en el evangelio, Jesús ha sido presentado como el Mesías y el Hijo del Hombre, ahora se da un paso más en la comprensión de su personalidad: es el Hijo que hay que escuchar para entrar en la gloria del Reino. Las figuras de Moisés y Elías hacen de contraluz. Son los dos representantes de los profetas que se tenía que escuchar en la Antigua Alianza. Ahora hay que escuchar a Jesús "solo".

-"Ellos guardaron silencio... ": Durante el ministerio de Jesús, los discípulos, pese a haber entrado en la nube de la revelación de Dios, no han sido aún capaces de entender y expresar claramente quién es Jesús. Después de la resurrección serán capaces de proclamar la gloria que han contemplado en el Hijo.

J. NASPLEDA MISA DOMINICAL 1995, 4


 

PROPUESTA DE CANTOS DE II DE CUARESMA (CICLO C) 

(16 DE MARZO)

TEMA: “MIENTRAS ORABA, EL ASPECTO DE SU ROSTRO CAMBIO”

 

01.- CAMINARE EN PRESENCIA DEL SEÑOR (J.A. Espinoza)

CAMINARÉ, EN PRESENCIA DEL SEÑOR.  (2)

 

Amo al Señor,

porque escucha mi voz suplicante,

porque inclina su oído hacia mí

el día que lo invoco.

 

Me envolvían redes de muerte,

caí en tristeza y en angustia,

invoqué el nombre del Señor:

«Señor, ¡salva mi vida!».

 

El Señor es benigno y justo,

nuestro Dios es compasivo,

el Señor guarda a los sencillos,

estando yo sin fuerzas me salvó.

 

Alma mía, recobra tu calma,

que el Señor fue bueno contigo,

arrancó mi alma de la muerte,

mis ojos de las lágrimas,

mis pies de la caída.

 

02.- VAYAMOS JUBILOSOS (Eusebio Goicochea y Antonio M. Danos)

VAYAMOS JUBILOSOS,

AL ALTAR DE DIOS.

 

1.- Al sagrado altar nos guíen,

su verdad y su justicia;

a ofrecer el sacrificio,

que le da gloria infinita.

 

2.- Al Dios santo celebremos,

que nos llena de alegría;

y subamos hasta el monte,

donde Dios se sacrifica.

 

3.- Ofrezcamos todos juntos,

esta Víctima divina;

que se inmola por nosotros,

para darnos luz y vida.

 

4.- Gloria sea al Padre eterno,

gloria a Cristo nuestro guía;

y al Espíritu divino,

alabanzas infinitas

 

03.- TOMADOS DE LA MANO

TOMADO DE LA MANO CON JESÚS YO VOY,

LE SIGO COMO OVEJA QUE ENCONTRÓ AL PASTOR.

TOMADO DE LA MANO CON JESÚS YO VOY, ADONDE ÉL VA. (BIS)

 

1.- Si Jesús me dice: "Amigo, deja todo y ven conmigo,

donde todo es más hermoso y más feliz".

 

Si Jesús me dice: "Amigo, deja todo y ven conmigo".

Yo mi mano pondré en la suya e iré con ÉL.

 

2.- Yo te llevaré amigo, a un lugar conmigo,

donde el sol y las estrellas aún brillan más.

 

Yo te llevaré amigo, a un lugar conmigo,

donde todo es más hermoso y más feliz.

 

04.- QUIERO ESTAR SEÑOR EN TU PRESENCIA (C. Erdozain)

Quiero estar Señor, en tu presencia,

         SOL.                    RE-LA

quiero estar, Señor, junto a tu mesa.

     RE.                  LA

Y llevarte hoy mis manos llenas,

       SOL.                RE

y entregarte hoy todo mi amor.

 

 

SIm.           FA#m.     SOL

TÓMALO Y ACÉPTALO SEÑOR,

         RE-LA

ES MI COSECHA,

SIm.             FA#m.     SOL

TÓMALO, TRANSFÓRMALO SEÑOR,

          LA-RE

EN PURA OFRENDA.

 

 

RE.                        LA

Con el pan Señor, llevo mi vida,

        SOL.        Bbb.   RE-LA

con el cáliz van, van mis heridas.

        RE.                  LA

A tu altar Señor, llevo mi espiga,

        SOL.                RE

a tu altar de amor, mi corazón.

 

 

         SIm.                  FA#m-LA

QUIERO ESTAR SEÑOR, JUNTO A TU ME---SA

       SOL.          RE-LA

Y ENTREGAR MI VIDA ENTERA

        SIm.                 FA#m-LA

QUIERO ESTAR SEÑOR, EN TU PRESENCIA

       SOL.    LA RE

Y ENTREGAR MI CORAZÓN.

 

05.- TE  OFRECEMOS PADRE ETERNO

Te ofrecemos Padre eterno de la tierra nuestro don,

para que nos lo conviertas en tu Hijo el Salvador (bis)

 

VINO Y PAN DAMOS HOY, SE TRANSFORMARÁN EN DIOS (BIS)

 

Todo el alma de este pueblo la ponemos con amor,

junto al cáliz y las hostias en señal de adoración (bis)

 

Presentamos nuestras culpas ante el ara del perdón,

las ofrendas hechas Cristo nos darán la salvación (bis).

 

Te ofrecemos nuestras luchas por la nueva humanidad,

pon tu amor en medio de ellas y el pueblo verá la paz.

 

06.- BUSCO TU ROSTRO (Noviciado Consolación)

Caminando por la vida

Busco tu rostro Seño-or, Busco tu rostro

 

MUÉSTRAME TU VIDA

MUÉSTRAME TU ESPÍRITU

TENGO SED DE TI, TENGO SED DE TI.

 

Con tu gracia y con mi nada

Hoy me acerco hasta ti, busco tu rostro

 

Con la fuerza de tu espíritu

Y el impulso de tu amor, busco tu rostro

 

Cuando vivo en la noche

Cuando vivo en la noche

Cuando no veo la luz, busco tu rostro

 

07.- JESUS, ESTOY AQUI

Jesús, estoy aquí, Jesús qué esperas de mí

mis manos están vacías qué puedo ofrecerte

sólo sé que quiero ser diferente.

 

Jesús, estoy aquí, Jesús, qué esperas de mí

mis ojos temen al mirarte,

quisiera poder enfrentarte.

Amar como Tú amas,

sentir, como Tú sientes

mirar a través de tus ojos, Jesús

 

Contigo mi camino es difícil

me exiges abrir un nuevo horizonte

en la soledad de mi noche, Jesús.

No, no puedo abandonarte, Jesús en mi penetraste

me habitaste, triunfaste y hoy vives en mí.

08.- DANOS TU LUZ  (J.A. Espinoza)

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS TINIEBLAS,

DANOS TU LUZ.

 

1.- Mi corazón está sangrando,

me siento lejos, lejos de ti.

La vida es triste si Tú nos dejas,

si Tú nos dejas solos, sin luz.

 

2.- En esta noche sigo tus pasos,

aunque no vea, clara tu luz.

Guíanos Tú, por esta vida,

por esta vida, hasta la luz.

 

3.- Pronto vendrá el nuevo día,

amanecer de eterna luz.

Nace en nosotros paz y esperanza,

juntos veremos la luz sin fin.

 

09.- LA TRANSFIGURACION DEL SEÑOR (Pbro. Edgar Larrea)

Oraba en el monte cuando se transfiguró,

Su ropa fulguró con blanca luz

Elías y Moisés, aparecieron para hablar

De su partida de este mundo en Jerusalén

Y Pedro quiso hacer

Tres chozas, para descansar

Cuando una nube los cubrió

y en ella Dios habló.

 

ESTE ES MI HIJO, MI AMADO, ESCÚCHENLO.

ESTE ES MI HIJO, MI AMADO, ESCÚCHENLO.

HAGAN SUYO SU CAMINO, EL CAMINO DE SU AMOR

SÍGANLO EN OBEDIENCIA, POR SU CRUZ, HASTA SU LUZ.

 

Jesús muestra su gloria a Pedro, Santiago y Juan.

Revela su misterio de hombre Dios.

No todo acabará en el fracaso de la cruz

Por medio de la muerte se abrirá un reino de luz

No es tiempo de acampar al mundo hay que transfigurar

Nos vamos transformando en imagen de Jesús.

 

10.-  HOMBRES NUEVOS (J.A. Espinoza)

DANOS UN CORAZÓN GRANDE PARA AMAR.

DANOS UN CORAZÓN FUERTE PARA LUCHAR.

 

Hombres nuevos, creadores de la historia,

constructores de nueva humanidad.

Hombres nuevos que viven la existencia

como riesgo de un largo caminar.

 

DANOS UN CORAZÓN GRANDE PARA AMAR.

DANOS UN CORAZÓN FUERTE PARA LUCHAR.

 

Hombres nuevos, luchando en esperanza,

caminantes, sedientos de verdad.

Hombres nuevos, sin frenos ni cadenas,

hombres libres que exigen libertad.

 

DANOS UN CORAZÓN GRANDE PARA AMAR.

DANOS UN CORAZÓN FUERTE PARA LUCHAR.

 

Hombres nuevos, amando sin fronteras,

por encima de razas y lugar.

Hombres nuevos, al lado de los pobres,

compartiendo con ellos techo y pan.

 

11.- MARAVILLOSO DIOS

1.- Maravilloso Dios, maravilloso Dios,

que te haces presente, cuando te llamo yo,

antes de que yo te hable, tú Señor lo sabes todo,

maravilloso Dios por siempre te amaré. (2V.)

 

¿A DÓNDE IRÉ SEÑOR SI TÚ NO ESTÁS?,

¿A DONDE IRE SEÑOR SI TU ME FALTAS?,

¿A DONDE IRE SEÑOR SI TU NO ESTAS?,

¿A DONDE IRE SEÑOR SI TU NO ESTAS?

 

2.- Maravilloso Dios, maravilloso Dios,

tú conoces mi vida, conoces mi corazón,

antes de que yo te pida, tú Señor lo sabes todo,

Maravilloso Dios por siempre te amaré. (2V.)

 

3.- Maravilloso Dios Maravillosos Dios,

tú conduces mis pasos hacia mi salvación,

antes de que yo te hable tú Señor lo sabes

todo, Maravilloso Dios por siempre te amaré. (2V.)

 

12.- SANTA MARIA DEL AMEN (J.A. Espinoza)

MADRE DE TODOS LOS HOMBRES,

ENSÉÑANOS A DECIR AMÉN.

 

Cuando la noche se acerca

y se oscurece la fe.

 

Cuando el dolor nos oprime

y la ilusión ya no brilla.

 

Cuando aparece la luz

y nos sentimos felices.

 

Cuando nos llegue la muerte

y Tú nos lleves al cielo.

 

13.-  TU ERES EL DIOS QUE NOS SALVA (J.A. Espinoza)

Tú eres el Dios que nos salva,

la luz que nos ilumina,

la mano que nos sostiene

y el techo que nos cobija. (bis)

 

TE DAMOS GRACIAS SEÑOR,

TE DAMOS GRACIAS SEÑOR. (BIS)

 

Te damos gracias Señor

porque has depuesto la ira

y has detenido ante el pueblo

la mano que los castiga.

 

Y sacaremos con gozo

del manantial de la vida,

las aguas que dan al hombre

la fuerza que resucita.

 

Entonces proclamaremos

cantadle con alegría,

el nombre de Dios es agradable

su caridad infinita.

 

Que alabe al Señor la tierra.

Cantadle sus maravillas

que grande en medio del pueblo

el Dios que nos justifica.