jueves, 17 de octubre de 2013

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XXIX, CICLOC C -20 DE OCTUBRE 2013

“DIOS HARÁ JUSTICIA A LOS QUE LE INVOCAN”
  

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Éxodo 17,8-13

En aquellos días, Amalec vino y atacó a los israelitas en Rafidín. Moisés dijo a Josué: «Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el bastón maravilloso de Dios en la mano.».
Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; mientras Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte. Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía Israel; mientras la tenía baja, vencía Amalec. Y, como le pesaban las manos, sus compañeros cogieron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentase; mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así sostuvo en alto las manos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su tropa, a filo de espada.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 120)

El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra

Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?.
El auxilio me viene del Señor, 
que hizo el cielo y la tierra. R.

No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel. R.

El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche. R.

El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 3,14–4,2

Permanece en lo que has aprendido y se te ha confiado, sabiendo de quién lo aprendiste y que desde niño conoces la sagrada Escritura; ella puede darte la sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación. Toda Escritura inspirada por Dios es también útil para enseñar, para reprender, para corregir, para educar en la virtud; así el hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena. Ante Dios y ante Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, te conjuro por su venida en majestad: proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta, con toda paciencia y deseo de instruir.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 18,1-8

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario.". Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."»
Y el Señor añadió: «Fíjense en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas.? Les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

CREDO NICENOCONSTANTINOPOLITANO

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de  María,  la  Virgen,  y  se  hizo  hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

PLEGARIA UNIVERSAL

Queridos hermanos, Dios Padre en su infinita misericordia, desea que todos los hombres se salven. Por eso hoy, domingo Mundial de las Misiones, invocamos al Señor para que renueve en la iglesia el espíritu misionero y suscite más vocaciones para llevar la Palabra de Vida a los que no la conocen.
Digámosle con fe: Padre de todos, escúchanos.

1.-  Por la Iglesia universal, para que en este año de la fe renueve su compromiso misionero y continúe anunciando el evangelio y acogiendo a todos los hijos de Dios dispersos por el mundo. Padre de todos, escúchanos.


2.- Por el Papa Francisco, los obispos y  los demás pastores, para que su ministerio, testimonio de vida y ardor misionero sea en beneficio de la salvación de todos los hombres y pueblos, especialmente los más alejados. Padre de todos, escúchanos.


3.-  Por los que tienen responsabilidades de gobierno en los pueblos del mundo, para que busquen el bien común de todos, especialmente de  los más necesitados. Padre de todos, escúchanos.

4.- Por los misioneros, para que encuentren en la palabra y en la eucaristía el ánimo y fortaleza para seguir evangelizando a los pueblos que necesitan escuchar  de Dios. Padre de todos, escúchanos.

5.- Por nuestra comunidad diocesana y parroquial, para que siguiendo a Cristo como discípulos misioneros seamos testigos de su amor y con un corazón generoso cooperemos con las iglesias más necesitadas.  Padre de todos, escúchanos.

Dios Padre todopoderoso que nuestra oración y vida sean alabanza para tu gloria y que todos los pueblos contemplen el rostro de tu Hijo Nuestro Señor Jesucristo. El que vive y reina por los siglos de los siglos.

COMENTARIO

La parábola encaja muy bien en la situación de aquellos tiempos en los que la viuda realmente era el prototipo de una existencia en soledad y desamparo, y en los que abundaba la siniestra figura del juez venal. En Ex 22, 22-24 se dice que Dios escucha el clamor de las viudas y sale en su defensa contra los que abusan de ellas; los profetas denunciaron frecuentemente la corrupción de la justicia (Am 5,7.10-12).
Esa viuda de la parábola no tiene en principio posibilidad alguna de ser escuchada por el juez injusto, pero insiste hasta que el juez cede, aunque no sea más que para desembarazarse de ella. Es importante hacer notar que lo que pide esta viuda es justicia.
También la oración de los elegidos de Dios es una oración para pedir a gritos, día y noche, justicia. Si un juez inicuo no puede resistir la demanda insistente de una viuda desamparada, con mayor razón Dios, que es bueno, escuchará a los elegidos que le piden justicia.
Ahora bien, no se puede pedir insistentemente justicia a Dios si no se lucha igualmente con insistencia para establecer entre los hombres la justicia.
Una vida de oración sólo es posible cuando hay fe. Con su pregunta abierta, Jesús nos amonesta para que mantengamos la fe hasta el último día.
Entonces, en el día del Señor, comprenderemos que Dios no es un sordomudo ante los gritos de los justos que le piden justicia, comprenderemos que si ahora calla es tan sólo porque nos escucha y espera darnos al fin la respuesta definitiva.
Discutir sobre nuestras oraciones no escuchadas es por otra parte tan inútil como quedarse en teorías, pues se trata de algo vivido. Se puede y se debe discutir, pero sobre experiencias de oración.
Mientras tanto, la lucha que los hombres fieles mantienen sin descanso por una mayor justicia en el mundo es en cierto sentido una respuesta de Dios.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 21: Rm 4, 20-25; Sal: Lc 1, 69-75; Lc 12, 13-21.
Martes 22: Rm 5, 12.15b.17-19.20b-21; Sal 39, Lc 12, 35-38.
Miércoles 23: Rm 6, 12-18; Sal 123;  Lc 12, 39-48.
Jueves 24: Rm 6, 1923; Sal 1; Lc 12, 49-53.
Viernes 25:  Rm 7, 18-25ª; Sal 118; Lc 12, 54-59.
Sábado 26:   Rm 8, 1-11; Sal 23; Lc 1, 1-9.
Domingo 28: Eclo 35, 12-14.16-18; Sal 33; 2Tm 4, 6-8.16-18; Lc 18, 9-14.