martes, 25 de octubre de 2016

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XXXI TIEMPO ORDINARIO CICLO C - 30 OCTUBRE2016

MIRAR COMO JESÚS


ORACION COLECTA
Señor, de poder y de misericordia, que has querido hacer digno y agradable por favor tuyo el servicio de tus fieles, concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos prometes. Por Nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de la Sabiduría 11,22–12,2

Tú de todos tienes compasión, porque lo puedes todo y no te fijas en los pecados de los hombres, para que se arrepientan. Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado. ¿Cómo podrían existir los seres, si tú no lo hubieras querido?. ¿Cómo podrían conservarse, si tú no lo ordenaras?. Tú tienes compasión de todos, porque todos, Señor, te pertenecen y amas todo lo que tiene vida, porque en todos los seres está tu espíritu inmortal. Por eso, a los que pecan los corriges y reprendes poco a poco, y les haces reconocer sus faltas, para que apartándose del mal crean en ti, Señor.

SALMO RESPONSORIAL (144)

Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey

Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu nombre por siempre jamás. Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. R.

El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R.

El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1,11–2,2

Con este fin oramos siempre por ustedes, pidiendo a nuestro Dios que les tenga por dignos de haber sido llamados por él, y que cumpla con su poder todos sus buenos deseos y los trabajos que realizan impulsados por la fe. De esta manera el nombre de nuestro señor Jesús será honrado por vuestra causa, y él les honrará conforme a la bondad de nuestro Dios y del señor Jesucristo. Ahora, hermanos, en cuanto al regreso de nuestro señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, les rogamos que no cambien fácilmente de manera de pensar ni se dejen asustar por ningún mensaje espiritual, discurso o carta que recibáis, como si fuera nuestra, diciendo que el día del Señor ya ha llegado.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 19,1-10

Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. Vivía en ella un hombre rico llamado Zaqueo, jefe de los que cobraban impuestos para Roma. Quería conocer a Jesús, pero no conseguía verle, porque había mucha gente y Zaqueo era de baja estatura. Así que, echando a correr, se adelantó, y para alcanzar a verle se subió a un árbol junto al cual tenía que pasar Jesús.
Al llegar allí, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja en seguida porque hoy he de quedarme en tu casa.».
Zaqueo bajó aprisa, y con alegría recibió a Jesús. Al ver esto comenzaron todos a criticar a Jesús, diciendo que había ido a quedarse en casa de un pecador.
Pero Zaqueo, levantándose entonces, dijo al Señor: «Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes; y si he robado algo a alguien, le devolveré cuatro veces más.» Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido.».

COMENTARIO

En este episodio de Zaque nos encontramos ante un festival de miradas. Zaqueo se sube a un árbol muy alto para ver a Jesús; Jesús levanta los ojos para ver a Zaqueo. Y al ver lo que pasa, la gente murmura. Todo Jericó despreciaba a Zaqueo y lo odiaba. ¡No sólo un publicano, sino un jefe de publícanos!
Un individuo que se ha enriquecido oprimiendo a los demás. Jesús no mira como todo el mundo.
Ve lo que nadie ve: un corazón extraordinariamente maduro para aquella conversión que a Lucas le gusta tanto describir. Se diría que el evangelio aumenta de pronto la velocidad: Zaqueo corre, se sube al árbol, Jesús le dice: “Baja enseguida”; él baja y sin respirar le hace su asombrosa declaración: “Voy a restituir con generosidad y a dar con más generosidad todavía”. Y Jesús dice: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”. Nunca el hoy de Dios ha tomado las curvas con tanta velocidad.
En medio de esta alegre agitación, una frenada brutal y una nota estridente: “Al ver aquello, murmuraban todos: “¡Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador!”: lo más terrible es ese “todos”. No debo imaginarme que yo me escape tan fácilmente de la manera ordinaria de mirar.
 No es que sea algo forzosamente malo, pero si, que es forzosamente superficial. La gente no puede ver el corazón de un Zaqueo ni el corazón de La gente cataloga: Zaqueo es un explorador, Jesús es un profeta; los extremos no deben mezclarse. Pero los extremos se miraron con una mirada que rompe  todas las apariciones “Tú, pensó Jesús, tú vales mucho más de lo que estás viviendo”. Y Zaqueo pensó: “Tú lo vas a trastornar todo y llegará el momento del gozo”.
Despertar en mí el deseo de desprenderme de las murmuraciones de la gente. De la tele, de la radio, de los periódicos, del ambiente de trabajo, del ambiente parroquial y hasta del ambiente familiar.
Hay que tenerlo en cuenta, desde luego, pero tomando decididamente las debidas distancias. Pensar en la mirada penetrante de Jesús, intentar ver a tal persona como él la habría visto, como él la ve. No todo son Zaqueos, pero los hay.
Antes de su encuentro con Jesús, Zaqueo es un fiel exponente del ansia por el dinero como algo arraigado en los humanos, caracterizada por el olfato y la habilidad para los negocios, pero en la que la talla humana brilla por su ausencia.
El Señor sigue pasando y sigue llamando, ante lo cual debería preguntarme: ¿Tengo yo unas ganas tan locas de mirarte.
Señor y de dejar que tú me mires?. Me juzgas los demás, me juzgo yo a mi mismo, pero en este momento ¿cómo me ves tú? ¿Qué cambio esperas de mí?. ¿Qué Zaqueo soy yo para ti?.

PLEGARIA UNIVERSAL

Señor, que nos has mostrado tu misericordia ante los problemas  de  todos  los  hombres, te pedimos que atiendas  estas  suplicas que te presentamos:  R.- Ten misericordia, Señor.

1.- Señor, asiste con tu fuerza la vocación y misión de nuestro Santo Padre Francisco, para que por él nos llegue  la sonrisa transformadora de Jesús. Ten misericordia, Señor.

2.- Señor, te pedimos por los gobernantes de los pueblos, para que alcanzados por tu misericordia, atiendan a los más desfavorecidos. Ten misericordia, Señor.

3.- Señor, como has hecho con Zaqueo, entra a comer en la casa de tantos que sin saberlo te buscan, porque solo tu visita puede dar luz a sus vidas. Ten misericordia, Señor.

4.- Señor, atiende a los que sufren, a los que viven lejos de sus familiares, a los que están solos, a todos aquellos que sufren alguna necesidad. Ten misericordia, Señor.

Señor, acoge con tu amor infinito estas suplicas y renuévanos poco a poco para que lleguemos un día a vivir en ti, haciendo con amor tu voluntad. Te lo pedimos por Jesucristo  nuestro Señor. Amen.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Que este sacrificio, Señor, sea para ti una ofrenda pura, y para nosotros una generosa efusión de tu misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Te rogamos Señor, que aumente en nosotros la acción de tu poder, para que, alimentados con estos sacramentos, tu gracia nos disponga a recibir las promesas con que los enriqueces. Por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 31: Fil. 2, 1-4; Sal 130; Lc. 14, 12-14.
Martes 01: Ap. 7, 2-4.9-14; Sal 23; Jn. 3, 1-3; Mt. 5, 1-12ª.
Miércoles 02: Job 19, 1.23-27ª; Sal 24; Filp. 3, 20-21; Mc. 15, 33-39: 16, 1-6..
Jueves 03: Is. 58, 6-11; Sal 1; Cor. 12, 31—13, 1-13; Mt. 11, 25-30.
Viernes 04: Flp. 3, 17—4,1; Sal 121; Lc. 16, 1-8.
Sábado 05: Flp. 4, 10-19; Sal 111; Lc. 16, 9-15.
Domingo 06: 2Macab. 6, 1.7,1-2.9-14; Sal 16; Tesal. 2, 16—3, 5; Lc. 20, 27-38.
  
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Lc 19, 1-10

1. ZAQUEO/CV:
Para entender el evangelio que nos habla de Zaqueo es necesario que anotemos previamente estos detalles. a) El ciego del camino es pobre y no tiene que dejar nada externo cuando quiere seguir a JC (18. 35-43); pues bien, si el convertido es el rico, ¿cómo comportarse con sus bienes? b)Sabemos que los publicanos han recibido el perdón de Jesús. ¿Qué ha implicado ese perdón respecto a su fortuna mal adquirida? A estas dos preguntas responde la escena de Zaqueo. En ella descubrimos lo que la gracia de Jesús exige a un hombre rico. (...).
"Hoy ha sido la salvación de esta casa". Zaqueo ha dado a su familia lo mejor que puede darle, el sentido de la justicia, la honradez humana, un amor abierto hacia los otros. Aunque debemos suponer que sus hijos han salido económicamente perjudicados debemos añadir que Zaqueo les ha dejado la mejor de todas las herencias. Por eso puede afirmarse que en su casa (su familia) ha entrado la salvación de Dios y Jesús mismo se encuentra dentro de ella. De una forma general y un poco acomodaticia podríamos añadir que es verdadera casa de Jesús aquella donde el padre (y la familia en conjunto) cumple la exigencia que está representada y resumida en Zaqueo, el viejo y publicano.
La salvación cristiana implica unas consecuencias sociales y económicas. Quizá Zaqueo ha tenido que dejar su viejo oficio; evidentemente ha perdido su dinero; pero ha encontrado la justicia (restitución) y el amor (reparte sus bienes). Desde un punto de vista auténticamente humano bien merece la pena lo que pierde por aquello que ha ganado. Sería ingenuo trasladar a nuestros días los detalles de la conversión de Zaqueo; es distinta la situación social, son diferentes nuestros tiempos.
Sin embargo, podemos asegurar que allí donde el mensaje de Jesús no repercute en la manera de emplear los bienes ha perdido toda su exigencia y su promesa.
Comentarios a la Biblia Liturgica NT, Edic Marova, Madrid 1976.Pág. 1388



2.-Notas exegéticas. Lucas hace gala en esta ocasión de una técnica narrativa nada habitual en él. La habitual desnudez informativa deja paso a una exuberancia de datos locales y personales. Nombre de la ciudad; nombre del personaje; profesión; situación económica; estatura.
Estos datos, sin embargo, no obedecen a imperativos de curiosidad. Todos ellos, por el contrario, desempeñan una función dentro del relato.
La profesión de Zaqueo en un núcleo urbano de la importancia de Jericó y la más que desahogada situación económica que tenían explican su decisión ética-económica del final del relato. A este respecto es importante saber que la recaudación de impuestos era en Palestina un asunto de particulares judíos, quienes compraban en subasta al mejor postor el derecho de recaudar los impuestos que Roma determinaba. Esta peculiar forma de fisco encarecía sobremanera unos impuestos ya de por sí gravosos, puesto que al importe del impuesto exigido por Roma había que añadir el importe del propio negocio del recaudador.
En ocasiones, este último importe superaba con creces al romano. De ahí la animadversión de los recaudadores entre el pueblo y su equiparación con los pecadores públicos. En el caso de Zaqueo la cosa se agravaba todavía más por tratarse de un "capo" fiscal.
En contraste, por otro lado, con la gente, Zaqueo no puede ver a Jesús. Lucas expresa este contraste mediante la estatura de Zaqueo. Un poco más adelante, volvemos a encontrar a la gente y a Zaqueo en contraste: mientras todos tildan a Zaqueo se revela al final con una estatura moral que la gente no tiene. En el conjunto, el dato sobre la estatura física parece desempeñar una función irónica.
Comentario. En la perspectiva de camino un personaje marginado y religiosamente atípico es una vez más el vehículo docente elegido por Lucas. El trazado cristiano que propone este autor tiene estas ironías, por encima de juicios de valor y de convencionalismos.
El caminante cristiano manifiesta su talla humana dentro, desde su capacidad para discernir sus propias sombras y desde su decidida voluntad para proyectar luz sobre ellas. Una de estas sombras es el ansia de dinero. No es nueva esta temática en el tercer evangelio. El hecho de que su autor vuelva a incidir en ella es un claro indicio de que la consideraba importante y preocupante. La experiencia demuestra que el ansia de dinero es, en efecto, algo demasiado indómito y demasiado arraigado en los humanos. Antes de su encuentro con Jesús, Zaqueo es un fiel exponente de esa ansia, caracterizada por el olfato y la habilidad para los negocios, pero en la que la talla humana brilla por su ausencia.
A. Benito, Dabar 1989/54



3.
En el Zaqueo publicano, "pecador" ve la liturgia de la consagración de la Iglesia a la Iglesia salida del mundo pagano y convertida a Cristo, a la salvación. Corto de estatura, inadvertido, despreciado por el pueblo escogido de Israel, el paganismo desea vivamente poseer al Redentor que el judaísmo ha rechazado en su ceguera. En Zaqueo el paganismo se adelante al pueblo de Israel y alcanza antes que él la salvación.
"El hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido". No he venido a llamar a justos, sino a pecadores". Examinaos cuidadosamente si sois "justos". En este caso no he venido para vosotros. Si queréis que vaya a vuestro encuentro, reconoced que sois pecadores.
Hay que sentirse pequeño de estatura para descubrir a Jesús, para conseguir que se descubra a nosotros.
Oye por la gente que viene Jesús, pero la gente le impide ver a Jesús. Nuestra fe en Jc. es mediata, es más una fe en la Iglesia que nos habla de Jc. Pero ¿quién de nosotros ha descubierto a Jc. como salvador personal? ¿Quién hace un esfuerzo para subirse a lo altozanos que hay en la Iglesia, para descubrir personalmente al Salvador?
Todos querían ver a Jesús, pero un hombre tenía más ganas que cualquier otro: Zaqueo. Y hace un esfuerzo, sale de la masa encaramándose a un árbo