¿RECHAZAR A JESÚS?
COMENTARIO
La lectura de este domingo
es complemento de la semana anterior. Comienza con una reacción más bien llena
de simpatía: “Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de
gracia que salían de sus labios”. Pero acaba con unas palabras de violencia: “Se
pusieron furiosos y lo empujaron fuera del pueblo”. ¡Rechazar a Jesús! ¡Rechazar
a aquel que era el abrazo de Dios abierto para acoger a todos los hombres!
Es tremendo, pero puede
pasarnos también a nosotros. Y aunque no lleguemos a rechazarlos, el evangelio
debe ponernos siempre en estado de alerta. ¿Por qué la gente de Nazareth pasa
de la admiración al odio? Jesús debió sentir ironías mucho más fuertes que las
que nos dice el texto y no vacila en sacar las consecuencias: las gracias de
salvación que venía a ofrecerles las recibirán otros, como ocurrió con la viuda
fenicia y con el leproso sirio, que fueron escuchados a pesar de no ser judíos.
Esta apertura a los paganos
les molesta; no pueden creer en ese hombre. A lo largo de los siglos, se
rechazará a Jesús por otras razones, pero en la base de todas las repulsas
estará el mismo rechazo fundamental que se nos sugiere aquí con la perplejidad
de su auditorio: “No es más que el hijo de José”. Los que piensan que Jesús es
sólo un hombre, aun cuando lo admiren mucho, no pueden darle en sus
pensamientos y en su vida el lugar enorme que exige. Aceptan al hombre, pero
rechazan al Hijo de Dios.
Esto quizás no sea nuestro
caso, pero buscamos acomodar a Jesús a nuestras ideas o a nuestro ambiente que
equivale a rechazar su espíritu y por tanto a rechazarlo a él. Ante las
aperturas de la Iglesia, surge nuestra reticencia y enfado: “Sería mejor que se
dedicara a los buenos cristianos”. Cada vez que estrechamos el ofrecimiento de
la salvación, rechazamos a Jesús. También podemos aceptar a Jesús de buena gana
con tal de que le deje vivir tranquilos. Pero un acontecimiento que los pone
ante una exigencia evangélica y les parece tan inadmisible hace que acuda la
repulsa de nuestra parte: “¡No puedes pedirme eso!”. Empujan a Jesús “fuera de
su pueblo”, fuera de su vida.
No hay nada tan desolador como
ver tanta fe y hasta una vida tan larga de fidelidad, transformarse en
desconocimiento, en abandono, en odio. Muchos cristianos tienen el gran peligro
de escoger del evangelio lo que les conviene y aquello que les fastidia lo deja
de lado.
“Jesús se abrió paso entre ellos y se alejó”. Jesús
pasa, con sus llamadas con sus ofrecimientos. Generalmente es fácil decirle que
sí; el evangelio no está hecho para hombres excepcionales, sino para los
pequeños. Pero cuando eso resulta más duro, no olvidemos que sólo él tiene
“palabras de vida eterna”, seguirá su camino al encuentro de otros que tengan
más fe y más coraje.
R.P. Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 105, 47
Salvanos, Señor, Dios nuestro, reúnenos de
entre los gentiles: daremos gracias a tu santo nombre y alabarte será nuestra
gloria.
ORACION COLECTA
Señor, Dios nuestro, concédenos adórarte con
toda el alma y amar a todos los hombres con afecto espiritual. Por nuestro
Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Jeremías 1, 4-5. 17-19.
En tiempos del rey Josías, recibí esta palabra del Señor: “Antes de
formarte en el vientre materno, te escogí; antes de que salieras del seno
materno, te consagré: te nombré profeta de las naciones. Y tú, ármate de valor,
ponte de pie y diles lo que yo te mando.
No les tengas miedo, que, si no, yo te haré temblar ante ellos. Ira; yo te convierto hoy en ciudad
fortificadora, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el
país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la
gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy
contigo para librarte”.
SALMO
RESPONSORIAL (70)
Mi boca
contará tu salvación, Señor.
A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres
justo, líbrame y ponme a salvo, inclina tu oído, y sálvame. R
Sé tú mi roca de refugio, fortaleza donde me salve, porque mi peña y
mi fortaleza eres tú, Dios mío, líbrame
de la mano perversa. R
Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde
mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me
sostenías. R
Mi boca contará tu auxilio y todo el día tu
salvación. Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus
maravillas. R
SEGUNDA LECTURA
Lectura de primera carta del apóstol San Pablo a los
Corintios 1 Cor 12, 31-13,13
Hermanos: El amor es paciente,
afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni
egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia,
sino que goza con la verdad.
Disculpa sin límites, cree sin
límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca.
¿El don de profecía?, se acabará.
¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber?, se acabará. Porque limitado es
nuestro saber y limitada es nuestra profecía; pero, cuando venga lo perfecto,
lo limitado se acabará.
Cuando yo era niño, hablaba como un
niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre,
acabé con las cosas de niño.
Ahora vemos confusamente en un
espejo; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es por ahora limitado;
entonces podré conocer como Dios me conoce. En una palabra: quedan la fe, la
esperanza, el amor: estas tres. La más grande es el amor.
ACLAMACION
ANTES DEL EVANGELIO Lc 4, 18.
Aleluya.- El Señor me
ha enviado para anunciar el evangelio a los pobres, para anunciar a los
cautivos la libertad. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 4,
21-30.
En aquel tiempo comenzó Jesús a decir en la sinagoga: “Hoy se cumple
esta Escritura que acaban de oír”. Y todos le expresaban su aprobación y se
admiraban de las palabras de gracia que
salían de sus labios.
Y decían: “¿No es éste el hijo de José?”. Y Jesús les dijo: “Sin duda
me recitarán aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”; haz también aquí en tu
tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún”.
Y añadió: “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su
tierra. Les garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías,
cuando no hubo lluvia de cielo tres años y seis meses, y el hambre agotó a todo
el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de
Sarepta, en el territorio de Sidón.
Y muchos leprosos había en Israel en tiempos de profeta Eliseo; sin
embargo ninguno de ellos fue curado,
más que Naamán, el sirio”.
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y levantándose
lo sacaron fuera del pueblo y lo llevaron a un barranco del monte sobre el
que estaba edificada la ciudad, con
intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su
camino.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Dios que, desde nuestro bautismo, nos ha consagrado como
profetas de su reino y pidámosle que nos conceda predicar con nuestras vidas el
mandamiento del amor digamos. R.- Te rogamos, óyenos.
1.- Para que acojamos la invitación
del papa Francisco y llevemos el evangelio de la gracia a todos los rincones
del mundo, y todos confesemos y vivamos nuestra fe en Jesús. Oremos
al Señor. R.
2.- Para que el Señor libre a la Iglesia del triunfalismo y la intolerancia,
y para que le conceda reconocer sus errores y promover la unidad y el amor. Oremos
al Señor. R.
3.- Para que el amor entre todos los hombres afiance la paz y el
respeto en nuestra sociedad, y ayude a superar los conflictos y las divisiones.
Oremos
al Señor. R.
4.- Para que el Señor mire con amor a los que sufren física o
moralmente y para que transforme sus angustias en gozo y sus dolores en
bienestar. Oremos al Señor. R.
5.- Para que la esperanza en la resurrección anime a los que ven
cercana la hora de su muerte y se encienda en ellos el deseo de ver a Dios. Oremos
al Señor. R.
6.- Para que los que estamos celebrando nuestra fe en la mesa del Señor
vivamos nuestra vocación profética con audacia y caridad sincera. Oremos
al Señor. R.
Señor y Padre nuestro, que nos invitas a vivir la caridad hasta las últimas
consecuencias, atiende nuestros ruegos y haz que en ti encontremos la
fortaleza, la ilusión y la vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Presentamos,
Señor, estas ofrendas en tu altar como signo de nuestro reconocimiento; concédenos,
al aceptar con bondad, transfórmalas en sacramento de nuestra redención. Por
Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Mt 5,
3-4.
Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de
ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos
heredaran la tierra.
ORACION
DESPUES DE LA COMUNION
Alimentados por
estos dones de nuestra redención, te suplicamos, Señor, que, con este auxilio
de salvación eterna, crezca continuamente la fe verdadera. Por Jesucristo nuestro
Señor.
PALABRA DE DIOS Y
SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 31: Sm 15, 13-14.30;
16, 5-13ª.; Sal 3; Mc 5, 1-20.
Martes 01: Sam 18,
9-10.14b.24-25ª.30—19, 3; Sal 85; Mc 5,
21-43.
Miércoles 02: Ml 3, 1-4;
Sal 23; Heb 2, 14-18; Lc 2, 22-40.
Jueves 03: 1Re 2, 1-4.10-12;
1Cro 29; Mc 6, 7-13.
Viernes 04: Ecl 47, 2-13; Sal 17; Mc 6, 14-29.
Sábado 05: 1Re 3, 4-13;
Sal 118; Mc 6, 30-34.
Domingo 06: Is 6, 1-2ª.3-8;
Sal 137; Cor 15, 1-11; Lc 5,
1-11.
COMENTARIOS
AL EVANGELIO
Lc 4, 21-30
1.- Texto. Retoma del domingo pasado el comentario de Jesús a la lectura
que él mismo había hecho de Is. 61,1-2 en la sinagoga de Nazaret. Hoy se cumple
este pasaje que acabáis de oír. Recordemos que el pasaje en cuestión habla de
gracia para los judíos y de desquite para el opresor extranjero, y que Jesús ha
suprimido lo del desquite.
Los asistentes no pueden dar crédito al corte operado por Jesús en el
pasaje de Isaías y así se lo testimonian todos a una. Están extrañados de que
sólo haya mencionado lo del año de gracia suprimiendo lo del día de desquite.
La traducción litúrgica no ha entendido así la reacción de los asistentes. Es
cierto que el texto griego habla de admiración. ¡Pero la admiración puede ser
también negativa! Por ejemplo, si me admiro de una barbaridad, no quiero
indicar con ello que la apruebe, sino que me causa estupor y extrañeza. Por
esta razón me permito corregir la traducción del v.22 de la siguiente manera:
Todos a una le testimoniaban extrañeza por las hermosas palabras que había
pronunciado y se decían: ¿No es éste el hijo de José? Les parece sencillamente
monstruoso que uno a quien ellos conocían bien pudiera tomarse tales licencias
y libertades con la intocable sagrada Escritura.
¡Hasta esto podríamos llegar! La respuesta de Jesús a esta reacción de
sus paisanos se centra en hacerles ver que la lectura que él ha hecho tiene su
origen y razón de ser en la propia sagrada Escritura que ellos parecen conocer
tan bien. Les invita a que recuerden el capítulo 17 del primer libro de los
reyes y el capítulo 5 del segundo libro de los Reyes. En el primer caso la
beneficiaria de la acción es una mujer libanesa; en el segundo, un general
sirio. ¡Líbano y Siria! ¡Casi nada, entonces y hoy! El desenlace es brutal.
Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejó.
Resumiendo: Estamos en los comienzos de la actividad de Jesús en versión
de Lucas. El autor nos presenta a un Jesús sintetizando y llevando a
cumplimiento el mensaje de gracia acumulado a lo largo del Antiguo Testamento,
mensaje que, sin embargo, el Pueblo de Dios parece haber olvidado e incluso
manipulado en beneficio exclusivo suyo. Comentario. El viento del Espíritu
sopla fuerte en la obra de Lucas ya desde los comienzos de ésta. En el interior
del Pueblo de Dios hay malestar y rabia por los aires del Espíritu.
Estaríamos desenfocados si aplicáramos al texto de hoy una lente étnica.
No nos hallamos ante un incidente del pueblo judío, sino ante un incidente de pueblo
de Dios, de personas que creen en Dios y viven y se organizan como tales. No es
cuestión de raza, sino de armazón mental humano y religioso.
Armazón mental hecho de conciencia de superioridad, méritos y derechos
adquiridos y esgrimidos. Su resultado o consecuencias son la miopía, la
cerrazón y el exclusivismo. En un armazón así la apertura a todos, sin
distinción, tiene que resultar por fuerza molesta y poco deseada.
A.- BENITO - DABAR 1989, 11
2.- Continúa la homilía de Jesús sobre Is 51,1-2. Su interpretación del
profeta no parece haber interesado mucho a los oyentes. Estos están más bien
preocupados por la omisión de la frase del texto de Isaías sobre la venganza de
Dios. Esta omisión la consideran una manipulación del texto sagrado. De ahí su
protesta (v.22): "¿Quién se cree que es?". En la base de esta
reacción se halla una concepción nacionalista.
El tiempo de Jesús se caracteriza, en efecto, por una tensa conciencia
nacional, llena de odio y de rechazo de todo lo que no fuera judío. Para una psicología
política de estas características, cualquier toma de posición exenta de
venganza aparece como sospechosa de antipatriotismo. Esta es, en el fondo, la
acusación que le hacen a Jesús sus paisanos: es un traidor. En realidad, Jesús
no hace más que desmontar el supuesto privilegio de Israel, a base de datos
tomados de la propia historia judía.
Pone las cosas en su punto, haciéndoles ver a sus paisanos que Dios no
excluye a los demás pueblos, los cuales pueden incluso ser más dignos que
Israel. Jesús hace una lectura apatriótica de la historia de Israel.
Después viene lo de siempre. Los patrocinadores del nacionalismo pasan
de la palabra a los hechos. y éstos son, inevitablemente, violentos.
EUCARISTÍA 1989, 6
3.- Jesús se presenta a sus paisanos para anunciarles el año de gracia,
para proclamar que con su venida al mundo se inaugura ya la salvación que
profetizara Isaías. Este es el contenido de la explicación que hizo Jesús en la
sinagoga de Nazaret sobre el texto profético.
Aunque Lucas advierte que las palabras de Jesús eran palabras de gracia,
esto es, palabras inspiradas, no hallaron fácil acceso al corazón de sus
paisanos. En cierto modo el conocimiento que tenían de él y de su familia era
un inconveniente para escucharle y aceptar su mensaje.
La vida cotidiana no se deja inquietar por lo extraordinario, ve incluso
una amenaza en lo que se sale de lo corriente. Como si los hombres pensaran que
lo verdaderamente grande y divino debe ser lo más distante. Como si los hombres
se resistieran a admitir la cercanía de Dios y su encarnación entre los
hombres.
Por eso, los vecinos de Nazaret no podían comprender que su carpintero
fuera un enviado de Dios, mucho menos el Mesías, y no digamos ya el mismo Hijo
de Dios hecho hombre. Además, ¿por qué no hacía en su pueblo lo que se decía
que había hecho en Cafarnaúm?
Jesús conoce las cavilaciones de sus paisanos y las pone al descubierto
con un refrán: "Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate
a ti mismo", y responde con otro refrán: "Nadie es profeta en su
tierra". Para mayor abundancia aclara el sentido de su respuesta con
algunos ejemplos bíblicos. Ya los profetas Elías y su discípulo Eliseo tuvieron
que abandonar a un pueblo recalcitrante que les rechazaba, y dirigirse a los
gentiles, a los extranjeros.
En todos estos casos se muestra la soberanía de Dios, que puede dar a
los gentiles lo que no merecen, por su incredulidad, los hijos de Israel.
Escandalizados por las palabras de Jesús, y heridos en su amor propio, los
nazaretanos atentan contra la vida del que se ha presentado ante ellos como
enviado de Dios. Esta anécdota de Nazaret se radicalizará y se universalizará
en el rechazo del que será objeto Jesús al ser entregado por los judíos y morir
fuera de los muros de la ciudad santa bajo el poder de los romanos.
Porque "vino a los suyos, y los suyos no le recibieron".
EUCARISTÍA 1986, 7
4. /Lc/04/19
El año «santo» AÑO-SANTO/HEBREO
Lucas sugiere que Jesús se sirvió de un acontecimiento religioso para
dar resonancia a su llamada pública. La cosa sucedió en Nazaret. Jesús propuso
un modo nuevo de leer un texto de Isaías: no verle como un sueño del pasado,
sino ponerle en práctica hoy mismo. Estableció un vehículo de relación entre un
año «santo» que debía estarse celebrando por entonces y la palabra del profeta
que anunciaba un año «de gracia, de favor» del Señor, un año de renovación,
La celebración del año «santo» estaba integrada en la Ley de Moisés y
tenía sus normas bien determinadas: en él había que dar la libertad a los
esclavos, perdonar las deudas, facilitar que todo el mundo pudiera recobrar su
capital inicial vinculado a una parcela de tierra. El núcleo de esta idea era
que cada 50 años todo el mundo tuviera la posibilidad de volver a comenzar
sobre bases nuevas; quedaba claro, de esta forma, que las relaciones humanas no
deben ser ocasión de explotación, sino de desarrollarse comunitariamente. Así
unos y otros recobraban su libertad: el pobre porque había sido reducido a la
esclavitud; el rico porque se ahogaba bajo el peso de la acumulación de bienes.
Normalmente cada 50 años el sumo sacerdote debía decretar en Jerusalén
un año «santo» y proponer a todos la renovación que exigía la Ley de Moisés
pero de hecho tomaban buenas precauciones para no llevarlo a la práctica. Por
eso se comprende perfectamente que la llamada de Jesús a entrar en un verdadero
año «santo» era, simultáneamente, una interpelación a todo el pueblo (la Biblia
les concernía a todos), la propuesta de una transformación social y un desafío
a la autoridad religiosa. Con toda justicia podía Jesús comenzar su predicación
con este anuncio: «Felices los que sois pobres, vuestro es el Reino de Dios;
felices los que ahora tenéis hambre, seréis saciados felices los que ahora
lloráis, reiréis. Sí. Si todos respondían a la llamada del Reino, si todos
cambiaban su manera de vivir, los pobres conocerían la felicidad; muerto el
egoísmo, todos podrían vivir como hermanos. Nada extraño que ya desde el
comienzo Jesús inquietara a los mantenedores del orden establecido: el Reino de
Dios amenazaba con desestabilizar a muchas gentes muy bien establecidas.
ALAIN PATIN - SANTANDER-1979.Págs. 49-50
PROPUESTA DE CANTOS PARA ESTA SEMANA
ENTRADA:
ALREDEDOR DE TU MESA
ALREDEDOR DE TU
MESA VENIMOS A RECORDAR,
ALREDEDOR DE TU
MESA VENIMOS A RECORDAR,
QUE TU PALABRA ES
CAMINO, TU CUERPO, FRATERNIDAD;
QUE TU PALABRA ES
CAMINO, TU CUERPO, FRATERNIDAD.
Hemos venido a tu mesa
a celebrar el misterio de tu amor.
Con nuestras manos manchadas,
arrepentidos buscamos tu perdón.
Juntos y a veces sin vernos
celebramos tu presencia sin sentir
que se interrumpe el camino
si no vamos como hermanos hacia ti.
COLECTA: JESUCRISTO ME DEJO INQUIETO
JESUCRISTO ME DEJO INQUIETO
SU PALABRA ME LLENÓ DE LUZ,
NUNCA MÁS YO PUDE VER EL
MUNDO, SIN SENTIR AQUELLO QUE SINTIÓ
JESÚS (2)
Yo vivía muy tranquilo y descuidado
Y pensaba haber cumplido mi deber
Muchas veces yo pensaba equivocado
Contentarme con la letra de la ley,
Más después que mi Señor pasó
Nunca más mi pensamiento descanso.
Yo creía estar seguro y realizado
Y dejaba descansar mi corazón
Y siguiendo por la vía equivocada
Cosechaba en mi vida una ilusión
Más después que mi Señor pasó
Mi ilusión y mi engaño se acabó.
Sigo a veces intranquilo por la vida
Sin respuestas al que viene a preguntar
Mucha gente aún se encuentra adormecida
Y sin ganas de saber y de llegar
Más yo sé que El volverá a pasar
Y el descanso en inquietud Él va a cambiar.
DONES:
ACEPTA SEÑOR EL PAN Y EL VINO
ACEPTA SEÑOR EL VINO Y EL PAN
CON ELLOS TRAEMOS TU OFRENDA A TU ALTAR
1. Sobre tu altar
Señor va nuestra ofrenda
el abrazo sincero al
hermano
perdonándonos
nuestras ofensas.
2.Sobre el Altar,
Señor, va nuestra ofrenda:
trabajar por un mundo
más justo de igualdad
y concordia fraterna.
3. Sobre el Altar,
Señor, va nuestra ofrenda:
convertir nuestra
vida pasada
al mensaje de tu
Buena Nueva.
COMUNION:
EL PROFETA
Antes que te formaras
dentro del vientre de tu madre,
antes que tú nacieras,
te conocía y te consagré,
para ser mi profeta
de las naciones, yo te escogí,
irás donde te envíe,
lo que te mande proclamarás.
TENGO QUE
GRITAR, TENGO QUE ARRIESGAR,
AY DE MÍ SI
NO LO HAGO,
CÓMO
ESCAPAR DE TI, CÓMO NO HABLAR,
SI TU VOZ
ME QUEMA DENTRO.
TENGO QUE
ANDAR, TENGO QUE LUCHAR,
AY DE
MÍ SI NO LO HAGO, CÓMO ESCAPAR DE TI,
CÓMO NO HABLAR,
SI TU VOZ
ME QUEMA DENTRO.
No temas arriesgarte
porque contigo Yo estaré.
No temas anunciarme
porque en tu boca yo hablaré.
Te encargo hoy mi pueblo
para arrancar y derribar,
para edificar,
construirás y plantarás.
SALIDA:
GRACIAS MADRE
GRACIAS, MADRE, POR TU PRESENCIA,
TÚ NOS LLEVAS A JESÚS.
GRACIAS, MADRE, POR TU SILENCIO,
TÚ ESTIMULAS NUESTRA FE.
1.- Gracias porque eres muy sencilla,
gracias porque eres llena de gracia.
Gracias, Madre, gracias.
Gracias por tu vida tan callada,
gracias porque vives la palabra.
Gracias, Madre, gracias.
2.- Gracias por tu corazón
abierto,
gracias por vivir un sí constante.
Gracias, Madre, gracias.
Porque te abandonas en sus manos,
porque siempre vives la esperanza.
Gracias, Madre, gracias.