HOY
SE CUMPLE LA ESCRITURA
COMENTARIO
Comenzamos este domingo el
evangelio según san Lucas. La lectura de hoy tiene dos partes: los
primeros versículos corresponden a la introducción que Lucas puso a su obra y
los restantes narran la primera aparición en público de Jesús.
La primera parte es una declaración de intenciones por parte del autor.
Nos dice por qué escribe y para qué escribe, a la vez nos da cuenta de su
metodología de trabajo. Todo ello con el gusto retórico, a veces exagerado, de
la época.
La segunda parte del texto de hoy comienza con una indicación sobre la
fama, docencia y aceptación de Jesús en las sinagogas de Galilea. Este resumen
inicial, con un Jesús impulsado por el Espíritu, ambienta y sirve de telón de
fondo. Lo concreto nos lo aporta un lugar familiar para Jesús: Nazareth.
Servicio religioso de los sábados en la sinagoga, con sus plegarias, lecturas e
invocaciones. Lucas se fija en la segunda de las lecturas que se hacían, la
tomada de los profetas. Cualquier asistente varón podía hacerla, por iniciativa
propia o por invitación del jefe de la sinagoga. A Jesús se le entrega el rollo
de un profeta concreto. El lector gozaba de cierta libertad para leer más o
menos cantidad de texto.
Jesús lee más bien poco: no
llega a un versículo y medio. Se trata de Isaías 61, 1-2. Lo lee puesto en pie,
como era preceptivo. Devuelve después el rollo al maestro de ceremonias y se
sienta para explicar la lectura. También cualquier asistente podía tener la
homilía. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Desde que Jesús se pone
en pie para leer hasta que da comienzo a su homilía la descripción de Lucas es
minuciosa. Los gestos, las palabras, los movimientos: todo queda consignado en
su más mínimo detalle. Todo parece pensado para realzar el momento, para marcar
su importancia. Las palabras de Jesús resuenan impresionantes: Hoy han
escuchado el cumplimiento de este pasaje de la Escritura.
Jesús hace suyo el programa anunciado por el profeta en una acción
movida por el Espíritu Santo. Se presenta como Salvador, especialmente del
hombre más necesitado y marginado, del que más siente la propia miseria. Esto
significa que, para la iglesia primitiva y para Lucas, la venida de Jesús
supone el cambio decisivo de la historia, el cumplimiento de toda la esperanza.
La visión conjunta de los dos textos, que acabamos de presentar nos
lleva a tres conclusiones principales: a) En el principio está el
hecho de Jesús; nosotros debemos aceptarle como aquél que viene desde Dios y
nos transmite la fuerza de su Espíritu. b) Aceptar a Jesús
significa actualizar su obra de liberación para los hombres; sólo quien sigue
su gesto y ayuda a los enfermos, libera a los cautivos y proclama el evangelio
para todos los pobres de la tierra, sólo ése habrá entendido el mensaje de
Jesús, según san Lucas. c) Pero, a la vez, un auténtico cristiano
está obligado a "conocer la solidez de la enseñanza" que
recibe (1-4); para eso ha escrito Lucas su evangelio, recogiendo las
tradiciones de su tiempo; para eso debemos conocerlo y meditarlo.
R.P. Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 95, 1.6.
Canten al Señor un cantico nuevo, canten al
Señor toda la tierra. Honor y majestad le preceden, fuerza y esplendor están en
su templo.
ORACION COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, orienta nuestros
actos según tu voluntad, para que merezcamos abundar en buenas obras en nombre
de tu Hijo predilecto. El, que vive y reina contigo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Nehemías 8, 2-4ª. 5-6.
8-10
En aquellos días, el sacerdote Esdras trajo el libro de
Esdras, el escriba, estaba de pie en el púlpito de madera que había
hecho para la ocasión. Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo –
pues se hallaba en el puesto elevado- y
cuando lo abrió, toda la gente se
puso de pie. Esdras bendijo al Señor el Dios grande, y todo el pueblo,
levantando las manos, respondió: “Amén, amén”. Después se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en
tierra. Los levitas leían el libro de
SALMO
RESPONSORIAL (18)
Tus palabras,
Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma: el precepto del
Señor es fiel e instruye al ignorante. R
Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del
Señor es límpida y da luz a los ojos. R
Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el
meditar de mi corazón, Señor, roca mía, redentor mío. R
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 12-30.
Hermano: lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos
los miembros del cuerpo a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es
también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido
bautizados en un mismo Espíritu para formar
un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. El cuerpo
tiene muchos miembros, no uno solo.
Si el pie dijera: “No soy mano, luego no formo parte del cuerpo”,
¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo?.
Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿cómo oiría?. Si el cuerpo entero fuera
oído ¿cómo olería?. Pues bien, Dios distribuyó el cuero y cada uno de los miembros como él quiso. Si
todos fueran un mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?. Los miembros son
muchos, es verdad, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decir a la mano:
“No te necesito”. Más aún, los miembros que parecen más débiles son más
necesarios.
Los que nos parecen despreciable, los apreciamos más. Los menos decentes, los tratamos con más
decoro. Porque los miembros más decentes no lo necesitan.
Ahora bien, Dios organizó los miembros del cuerpo dando mayor honor a
los que menos valían. Así, no hay divisiones en el cuerpo, porque todos los
miembros por igual se preocupan unos de otros.
Cuando un miembro sufre, todos sufren con él: cuando un miembro es
honrado, todos se felicitan. Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada
uno es un miembro. Y Dios los ha distribuido en
ACLAMACION
ANTES DEL EVANGELIO Lc 4, 18.
Aleluya. El Señor me
ha enviado para anunciar el evangelio a los pobres, para anunciar a los
cautivos la libertad. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1,
1-4; 4, 14-21.
Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que
se han cumplido entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los
que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la palabra.
Yo también después de
comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto
escribírtelos ordenadamente, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que
has recibido. En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del
Espíritu; y su fama se extendió por toda la región. Enseñaba en las sinagogas,
y todos lo alababan. Fue a Nazareth donde se había criado, entró en la
sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso de pie para hacer la
lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y desenrollándolo, encontró
el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él
me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio de los pobres, para anunciar a los cautivos
la libertad y a los ciegos, la vista.
Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor”.
Y enrollando el libro, lo
devolvió al que le ayudaba y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos
fijos en él. Y se puso a decirles: “Hoy
se cumple esta Escritura que acaban de oír”.
PLEGARIA UNIVERSAL
Como pueblo convocado por la Palabra del Señor, unidos en un mismo Espíritu,
oremos a Dios, que
quiere liberar a la humanidad de cuanto la oprime para anunciarle su buena
noticia de la salvación. Digamos: R.- Padre, Escúchanos.
1.- Por la Iglesia, cuerpo místico de Cristo: para que con espíritu
misionero haga oír su voz profética enseñando a los hombres lo que contempla en
la Palabra de Dios. Oremos. R.
2.- Por los que han recibido la
misión de presidir las comunidades cristianas y por todos los que formamos
Iglesia de Cristo: para que nuestro gozo en el Señor sea nuestra fortaleza y
sus palabras sean nuestra vida. Oremos. R.
3.- Por nuestro mundo golpeado por la pandemia, las guerras, las
migraciones, el egoísmo y la incomprensión: para que la libertad, la justicia y
la paz sean una gozosa realidad. Oremos. R.
4.- Por los que anuncian la
buena noticia a los pobres, a los cautivos, a los que no conocen a Dios: para
que el Espíritu les de audacia, perseverancia y mucha comprensión. Oremos.
R.
5.- Por los enfermos a causa de la pandemia o con enfermedades graves:
para que confíen en la solidaridad de sus hermanos, en la misericordia de Dios
y en su reino. Oremos. R.
6.- Por cada uno de nosotros: para que la celebración de la Eucaristía
avive en nuestro interior los mismos sentimientos de Cristo y seamos sensibles
con el sufrimiento de nuestros hermanos, especialmente de los más pobres y
atribulados. Oremos. R.
Mira con misericordia a tu Iglesia, escucha sus oraciones, y haz que
con fidelidad anuncie tu Palabra, que es espíritu y vida. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amen.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Señor,
recibe con bondad nuestros dones y al santificarlos, haz que sean para nosotros
dones de salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Jn 8,
12.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor. El que me
sigue no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
ORACION
DESPUES DE LA COMUNION
Concédenos,
Dios todopoderoso, que cuantos hemos recibido tu gracia vivificadora nos
gloriemos siempre del don que nos haces.
Por Jesucristo nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA
DÍA
Lunes 24: Sam 5, 1-7.10; Sal 88; Mc 3, 22-30.
Martes 25: Hch 22, 3-16; Sal 116; Mc 16, 15-18.
Miércoles 26: Tim 1, 1-8;
Sal 95; Lc 10, 1-9.
Jueves 27: Sam 7, 18-19.24-29; Sal 131; Mc 4, 21-25.
Viernes 28: Sam 11, 1-4a.5-10a.13-17; Sal 50; Mc 4, 26-34.
Sábado
29: Sam 12, 1-7ª.10-17; Sal
50; Mc 4, 35-41.
Domingo
30: Jer 1, 4-5.17-19; Sal 70; Cor 12, 31—13, 13; Lc 4, 21- 30.
COMENTARIOS
AL EVANGELIO
Lc 01, 01-04; 04, 14-21
1.-Comentario.
Lucas es el único evangelista que antepone a su obra una declaración de
intenciones. La dedica a un ilustre personaje para que conozca la solidez de
las enseñanzas que ha recibido. Esta solidez es resultado de la aplicación de
un método, cuyos componentes son la comprobación exacta de todo desde un
comienzo.
Nos
hallamos, pues, ante una obra con garantías críticas. El género literario de la
misma lo precisa también su autor: relato.
No
es, pues, el simple enumerar sin argumento. Es descripción de hechos y
acontecimientos elaboradamente; un relatar relacionada, según un argumento,
según un orden.
La
segunda parte del texto de hoy comienza con una indicación sobre la fama,
docencia y aceptación de Jesús en las sinagogas de Galilea. Este resumen
inicial, con un Jesús impulsado po el Espíritu, ambienta y sirve de telón de
fondo. Lo concreto nos lo aporta un lugar familiar para Jesús: Nazaret.
Servicio religioso de los sábados en la sinagoga, con sus plegarias, lecturas e
invocaciones. Lucas se fija en la segunda de las lecturas que se hacían, la
tomada de los profetas. Cualquier asistente varón podía hacerla, por iniciativa
propia o por invitación del jefe de la sinagoga. ¿Existía en tiempo de Jesús un
ciclo de lecturas fijo y obligatorio? No lo sabemos con certeza. Lucas parece
suponer un cierto ordenamiento: a Jesús se le entrega el rollo de un profeta
concreto. Lo que sí parece cierto es que, tratándose de la segunda lectura, el
lector gozaba de cierta libertad para leer más o menos cantidad de texto.
Jesús
lee más bien poco: no llega a un versículo y medio. Se trata de Isaías 61, 1-2.
Lo lee puesto en pie, como era preceptivo. Devuelve después el rollo al chazán
o maestro de ceremonias y se sienta para explicar la lectura. También cualquier
asistente podía tener la homilía. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él.
Desde que Jesús se pone en pie para leer hasta que da comienzo a su homilía la
descripción de Lucas es minuciosa. Los gestos, las palabras, los movimientos:
todo queda consignado en su más mínimo detalle. Todo parece pensado para
realzar el momento, para marcar su importancia. Y en efecto, las palabras de
Jesús resuenan impresionantes: Hoy habéis escuchado el cumplimiento de este
pasaje de la Escritura.
Interpretación
y cumplimiento. Pasado gravitando en el presente.
Aquí,
ahora, en Jesús. ¿De qué habla el texto de Isaías? Del final del período
587-537 a. de C.: cincuenta años de vejaciones, horrores y sufrimientos; del
año de gracia que pone fin a todo esto. Este es el hoy, esto es Jesús. La
minuciosidad descriptiva de Lucas tenía su razón de ser. ¡Lo que Jesús
significa es demasiado importante!
ALBERTO
BENITO - DABAR 1986, 12
2.-Lucas
es el único autor de evangelio que da razón de su obra. En el mejor estilo de
la historiografía griega (Herodoto, Tucídides, Polibio), nos da a conocer sus
motivaciones, metodología y finalidad. En la configuración del texto litúrgico
de este domingo, Lc. 1, 1-4 juega un papel secundario. Sin embargo, en la perspectiva
global de la literatura evangélica, estos versículos son de valor científico
incalculable.
El
centro de interés del texto litúrgico está en Lc. 4, 14-21.
Estos
versículos constituyen el comienzo de una unidad programática que abarca desde
el v. 14 al v. 44. El hilo conductor de esta unidad es la fama de Jesús. En
torno a Jesús se agolpa un gran gentío. Él les enseña dentro del marco habitual
judío de enseñanza: la sinagoga, en sábado.
El
culto sinagogal de la mañana consta de una primera parte litúrgica (recitación
del credo israelítico o Shemá y de la gran plegaria de las dieciocho súplicas)
y de una segunda doctrinal (lectura de la Ley y de los Profetas, seguidas de
una explicación u homilía). La lectura de la Ley se hacía de acuerdo a un riguroso
orden en un ciclo sucesivo de tres años. Sólo podían hacerla lectores
"profesionales" y no les estaba permitido omitir o añadir nada
(debían leer unos diez versículos). La lectura profética, en cambio, podía
correr a cargo de cualquiera de los varones presentes. En tiempos de Jesús no
estaba sujeta a un orden fijo; podía, pues, elegirse libremente y no existían
un mínimo o un máximo obligatorios, aunque solía leerse un mínimo de tres
versículos. La explicación u homilía subsiguiente podía también correr a cargo
de uno de los varones presentes.
Lc.
4, 16-21 presupone toda esta reglamentación. Haciendo uso de su derecho, Jesús
proclama la lectura profética y tiene la homilía. El texto leído por Jesús es
Is. 61, 1-2. (La cita de Lucas es algo libre, tal vez intencionadamente.) Lo
significativo de la lectura de Jesús es lo que deja de leer. Is. 61, 2 dice
así: "para proclamar el año de gracia del Señor, el día de venganza de
nuestro Dios". Jesús lee el primer miembro y termina.
Aunque
sólo fuera por ritmo (tan cuidado por Jesús en otras ocasiones como técnica
oral), debía haber leído el segundo miembro. Pero no lo lee. Y sí, en cambio,
se dispone a iniciar la homilía. La primera reacción del auditorio es de
prevención (v. 20b). Jesús comienza su homilía: Hoy, en vuestra presencia, se
ha cumplido este pasaje. En el contexto, estas palabras adquieren un doble
significado: Jesús es el ungido por el Espíritu para proclamar la buena
noticia; los oyentes son los pobres, los cautivos, los ciegos, los oprimidos.
DABAR
1977, 13
3. EVS/GENERO:
Aunque
los evangelios no son propiamente libros "históricos", sino
confesionales, esto es, libros nacidos de la fe de la comunidad y al servicio
de la fe de la comunidad, Lucas es, sin duda, el que más cerca está del género
literario de la historia.
A
semejanza de los historiadores de la época, comienza su evangelio con un
prólogo, en el que señala el motivo, anticipa el contenido, determina el fin y
describe el método que utiliza.
Hace
también una alusión a los que escribieron antes sobre el mismo tema, a las
fuentes de que dispone, y de las que nosotros sólo conocemos el evangelio de
Marcos. En todas estas fuentes se recoge el testimonio de los que vieron y
oyeron, de los apóstoles o predicadores de la Palabra. El evangelio de Lucas,
al igual que los otros tres, no es más que la fijación por escrito de la
predicación de los apóstoles o de la Tradición Apostólica.
Lucas
se propone escribir los hechos desde el principio, remontándose a los orígenes.
Comenzará hablándonos del nacimiento del Precursor y se ocupará también de la
infancia de Jesús. Sin embargo, el orden que promete no será rigurosamente
cronológico y su obra no deberá confundirse con una biografía.
Dedica
su libro, siguiendo la costumbre, a un personaje llamado Teófilo (o amante de
Dios). Pero, a pesar del significado de este nombre, no parece que se trate de
una ficción literaria, sino de una persona concreta. Probablemente es un
catecúmeno, y en cualquier caso, Lucas escribe para confirmar a Teófilo en las
enseñanzas que ha recibido.
El
texto litúrgico que comentamos une al prólogo de Lucas la narración que hace
éste más adelante del comienzo de la vida pública de Jesús. El evangelio, en su
más estricto sentido, comienza con la vida pública y comprende lo que hizo y
dijo Jesús a partir de su bautismo en el Jordán.
Probablemente
esta visita de Jesús a Nazaret es la misma a la que se refieren Marcos y Mateo
en otro contexto y situándola cronológicamente más tarde. En este supuesto,
Lucas anticiparía esta visita y hablaría de ella al principio de la vida
pública de Jesús, para destacar así el carácter programático de la profecía de
Isaías.
Con
el permiso del presidente de la sinagoga, cualquier varón israelita podía leer
públicamente la Ley o los Profetas, hacer una traducción del texto sagrado a la
lengua vulgar (el arameo) y explicar su contenido en una breve homilía. Dado
que no había un orden prescrito para la lectura bíblica, Jesús pudo elegir muy
bien el texto de Isaías -61, 1 y ss-.
De
hecho el texto de Isaías, que aparece aquí, está tomado de los Setenta, pero
saltándose las palabras "sanar a los que tienen el corazón roto" (Is
61, 1), añadiendo otras (Is 58,6) y concluyendo con Is 61,2a. En este texto se
anuncia un año de gracia -año jubilar- a los repatriados del destierro de
Babilonia.
Jesús
declara que la profecía de Isaías se cumple ya con su presencia. En él comienza
la salvación, tan deseada. Por eso, lo que Jesús predica es realmente la Buena
Noticia y no sólo una buena promesa.
EUCARISTÍA
1986, 6
4. -
Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír (evangelio). ¡Qué homilía hace
Jesús a la gente de su pueblo! No les explica lo que decía Isaías a la gente de
su tiempo, como aquel que da una clase de historia. Les habla de ellos y de las
cosas que les pasan ahora mismo: "HOY se cumple". La homilía debe
hablar de Jesús y de la Escritura que hemos leído, pero debe hablarnos a
nosotros de cosas de nuestra vida. No debe explicar lo que pasó, sino lo que
pasa hoy visto a la luz de la palabra y de la vida de Jesús.
Y
no debe tener miedo de interpelar, como Jesús lo hizo, ni de despertar
reacciones algo vivas. Como Jesús.
JOSÉ M. TOTOSAUS - MISA DOMINICAL 1986, 3
5.-
Hoy tenemos dos fragmentos importantes del evangelio de Lucas. El prólogo y el
programa de Jesús.
a)
El prólogo: escrito inestimable, único entre los evangelios. En él se nos hace
la presentación de la obra de Lucas. Tiene un gran valor literario y temático,
ya que nos habla de la metodología en la confección del evangelio (basado en la
enseñanza de los testigos oculares y predicadores de la Palabra), del contenido
(los hechos que se han verificado entre nosotros), y de la finalidad (para que
se conozca la solidez de las enseñanzas recibidas). Lucas, literato,
historiador y teólogo, ha encabezado su obra con este prólogo, de estilo
correctísimo y elegante, que nos ilumina sobre lo que son los evangelios y
concretamente el suyo.
b)
El programa de Jesús: Jesús empieza su vida pública. Un sábado se encuentra en
Nazaret. Lee un fragmento de Isaías (61,1-2) y lo comenta. Su comentario
consiste en decir que aquel oráculo "hoy se cumple", lo más profundo
que podía decir para dar autenticidad a las profecías y para hacerlas suyas.
Jesús hace suyo el programa anunciado por el profeta en una acción movida por
el Espíritu Santo (tema muy lucano) y mirando únicamente al bien del prójimo
teniendo como base la liberación del hombre. La mención del año de gracia se
refiere al año-jubilar, el año de remisión de todas las deudas, entendido aquí
en un sentido universalista, para todos. Jesús se presenta como Salvador,
especialmente del hombre más necesitado y marginado, del que más siente la
propia miseria.
JOAN M. VERNET - MISA DOMINICAL 1983, 2
6.-
Cuando Mateo presenta a Cristo con los rasgos de un rabí ambulante (Mt. 4, 12-17),
Lucas, más liturgista, comienza y termina su Evangelio por la narración de
acontecimientos que se desarrollan en el Templo (Lc. 1, 5-23; 24, 50-53), y da
comienzo al ministerio de Cristo dentro de la liturgia sinagogal del sábado.
Esta
última exigía generalmente dos lecturas. La primera, sacada de la Ley
(Pentateuco), era leída y comentada por un "doctor de la Ley"; la
segunda, de origen más tardío, tenía que ser extraída de los profetas y podía
ser leída y comentada por cualquiera que tuviese al menos treinta años. Jesús
tiene treinta años y reivindica el derecho de leer y comentar esta segunda
lectura. Su primer discurso público es, pues, un homilía litúrgica.
* *
* *
a) HOMILÍA/LEYES: Lucas no ha conservado el mismo
discurso de Cristo, pero resume lo esencial de él en una sola frase: "Hoy
se cumple" (v. 21). Todas las leyes de la homilía están contenidas en este
pequeño versículo. La liturgia de la Palabra no es una simple lección moral de
catecismo, ni la afirmación de la esperanza escatológica fomentada por los
profetas; esta liturgia proclama el cumplimiento del designio del Padre en el
hoy de la vida y de la asamblea. No se contempla ya un pasado cumplido, aunque
sea edad de oro u ocasión de caída; ya no se sueña más en un futuro
extraordinario; se vive el tiempo presente como momento privilegiado para la
venida del Señor.
Los
apóstoles, a su vez, han respetado este procedimiento homilético de Jesús (cf.
Act. 13, 14-42; 16, 13-17; 17, 1-3; 18, 4). La liturgia cristiana de la Palabra
es por consiguiente hija de la sinagoga; cumple el recuerdo de ésta del pasado
y la esperanza del futuro en la "celebración de hoy". ¡Sin embargo,
puede uno preguntarse si los sermones pronunciados en las asambleas cristianas
son fieles a los de Cristo o a los de los doctores de la Ley!.
b)
Cristo (o San Lucas) parece haber detenido intencionadamente su lectura en el
momento en que la profecía de Is. 61 anunciaba "un año de gracia".
Pasa en silencio el versículo siguiente, que anunciaba el juicio de las
naciones: y un día de venganza para nuestro Dios" (Is. 61, 2), para
insistir exclusivamente, sin duda, en la gracia de Dios. Estas palabras de
gracia provocan el asombro de la asamblea (v.22) y son el origen de los
incidentes narrados en los vv. 25-30. Precisamente para reforzar la idea de que
su misión, toda, es de gracia y no de condenación, Cristo (o Lucas) ha añadido
dentro de la cita de Is 61, 1-2 un versículo, tomado de Is. 58, 6, sobre la
libertad ofrecida a los prisioneros.
Cristo
define de una vez su misión como una proclamación del amor gratuito de Dios a
todo hombre. Tal revelación sólo podía producir escándalo a los judíos que
esperaban la escatología con todo el ardor que el odio a los paganos podía
producirles.
* *
* *
Decir
que hoy se cumple la Palabra de Dios -esta es la misión de la homilía- no solo
significa que se realiza una profecía antigua o que un texto inspirado toma
repentinamente importancia. Lo que se cumple no es ante todo la Palabra de los
profetas o de los teólogos, sino esta Palabra de Dios más profunda que
cristifica a la humanidad, así como la vida y la condición de los hombres.
Decir
que la Palabra de Dios se cumple quiere decir que la humanidad, hoy, ha
incorporado a Dios en Jesucristo. No se trata, pues, de hacer una homilía que
tratara de aplicar tal o cual texto inspirado, tal o cual palabra profética a
los acontecimientos vividos por los miembros de la asamblea; se trata más bien
de revelar, como lo hace el Evangelio con el acontecimiento privilegiado
Jesucristo, cómo el acontecimiento vivido actualmente por los hombres y los
cristianos es revelador del designio cristificador de Dios. Las fuentes y el
vocabulario bíblicos deben desdoblarse en fuentes y vocabularios sociológicos y
psicológicos. Para esto es preciso disociar la obra de Jesucristo del contexto
sociocultural al que está ligada, lazo que la "palabra" de los
evangelistas ha reforzado con frecuencia, para verla en acción en el ambiente
contemporáneo como una respuesta a la búsqueda de Dios que lleva a cabo un
pueblo concreto al que se dirige la homilía.
De
esta manera, en el momento actual de los hombres es como la homilía incorpora
el "hoy" de Dios y merece ser el ministerio de la Palabra de Dios.
MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA
CRISTIANA II - MAROVA MADRID 1969.Pág. 87 s
7.-
Esta lectura incluye dos textos diferentes que, completándose mutuamente,
ofrecen una visión general de todo el evangelio. El primero (1, 1-4) es el
prólogo de Lucas y transmite la intención del propio evangelista; el segundo
(4, 14-21) ha condensado su interpretación más radical de Jesucristo.
Por
el prólogo (1, 1-4) sabemos lo que es un evangelio. Como punto de partida están
"los hechos que se han verificado entre nosotros"; con esto se alude
fundamentalmente a los acontecimientos de la vida de Jesús, aunque se incluyan
también los sucesos de la historia de la iglesia, tal como han sido recogidos
en el libro de los Hechos. Sobre esa base se han elaborado las
"tradiciones transmitidas por los testigos y mensajeros"; Lucas ha
recogido, en parte, las mismas tradiciones incluidas en Marcos y Mateo,
reflejando de esa forma aquello que en la iglesia antigua se decía de Jesús y
de su obra. Sobre ese fondo de historia y tradición ha elaborado Lucas su
evangelio, componiéndolo de forma cuidadosamente elaborada y literariamente
hermosa; es lo que en la exégesis se llama labor redaccional del propio
evangelista.
Este
prólogo alude, por lo tanto, a los diversos elementos que componen el evangelio
y deben tenerse en cuenta en el momento de entenderlo. Como punto de partida,
están los hechos de la historia de Jesús, en la que Dios nos ha ofrecido su
rostro y su palabra. Como interpretación de los hechos aceptamos la vida de la
iglesia primitiva, que los ha modelado y transmitido. El punto final es el
trabajo literario de san Lucas. Por eso, cada vez que meditamos su palabra nos
ponemos en contacto con el misterio de Jesús, tal como ha sido vivido y
aceptado por la iglesia antigua.
En
esta perspectiva se sitúa el relato de la obra de Jesús de Nazaret de Galilea (4,
14-21). Como fondo está la realidad histórica de la predicación de Jesús de
Galilea y el rechazo por parte de su pueblo; también es histórica la certeza de
que Jesús actúa con la fuerza del Espíritu Santo. Sobre ese fondo, transmitido
y elaborado por la tradición, ha cimentado Lucas una de sus más profundas
visiones del Cristo.
Para
entender este texto hay que situarlo en el campo de esperanza abierta por el
antiguo testamento: ¡Vendrá la fuerza, vendrá todo el Espíritu de Dios y hará
que cambie la existencia de los hombres! Pues bien, ante aquéllos que aguardan
la venida del Espíritu de Dios sobre la tierra, Jesús proclama que el misterio
ya ha empezado a realizarse: "Hoy se cumple esta Escritura". Esto
significa que, para la iglesia primitiva y para Lucas, la venida de Jesús
supone el cambio decisivo de la historia, el cumplimiento de toda la esperanza.
La
visión conjunta de los dos textos, que acabamos de presentar nos lleva a tres
conclusiones principales: a) En el principio está el hecho de Jesús; nosotros
debemos aceptarle como aquél que viene desde Dios y nos transmite la fuerza de
su Espíritu. b) Aceptar a Jesús significa actualizar su obra de liberación para
los hombres; sólo quien sigue su gesto y ayuda a los enfermos, libera a los
cautivos y proclama el evangelio para todos los pobres de la tierra, sólo ése
habrá entendido el mensaje de Jesús, según san Lucas. c) Pero, a la vez, un
auténtico cristiano está obligado a "conocer la solidez de la
enseñanza" que recibe (1-4); para eso ha escrito Lucas su evangelio,
recogiendo las tradiciones de su tiempo; para eso debemos conocerlo y
meditarlo.
COMENTARIOS A LA BIBLIA LITURGICA NT - EDIC
MAROVA/MADRID 1976.Pág. 1192 s.
No
creemos en una idea, sino en un hombre situado en el tiempo y en el espacio. Lo
que anunciamos es una realidad de nuestra historia, no unas ideas; no sólo unas
experiencias místicas, ni mucho menos una ideología, sino un acontecimiento
sucedido y experimentado en medio de unos hombres concretos, que fueron desde
entonces testigos y heraldos de la Palabra.
Jesús
no es un mito. Es un hombre que vivió en un contexto temporal, en un ambiente
sociológico determinado. Arraigado en un terruño, en un linaje, perteneció a
una familia, aprendió la biblia con los demás. Trabajó como carpintero, que era
algo así como "un hombre para todo" en aquella época. Tuvo amigos de
todas clases, discutió con los representantes de la religión oficial y de las
diversas sectas. Habló, actuó, vivió en medio de un pueblo muy concreto, adoptando
su fe y sus costumbres, hablando su lenguaje, participando de su psicología.
Jesús
es un hecho, y nuestro cristianismo sería falso si no tomásemos en cuenta la
verdad "carnal" de ese hecho, la densidad de la encarnación. Jesús es
un hombre; y lo que importa es qué hombre fue. Ese es el motivo de las
cuestiones que se plantearon en Nazaret, cuando el evangelista Lucas nos
presenta, en el pórtico de su relato, un retrato de Jesús. Porque la realidad
de la encarnación no agota la inteligencia de estas tres palabras: Jesús de
Nazaret. El escándalo nace de la vinculación entre estas dos afirmaciones:
Jesús es de Nazaret; pero es también aquel que, al desarrollar el libro de las
Escrituras en la sinagoga, declara a propósito del pasaje de Isaías: "Esta
Escritura que acabáis de oir se ha cumplido hoy".
En
ese hombre creemos que se concentra toda la aventura de los hombres con Dios.
El es la cima y el todo de la Revelación.
"Esta
Escritura se ha cumplido hoy". Un hoy eterno, ya que es la provocación
permanente de ese hombre llamado Jesús. No creemos solamente en un gran hombre,
en un héroe admirable de nuestra humanidad. Afirmamos que él es "la última
palabra" de Dios. "Esta Escritura se ha cumplido hoy". Hoy se ha
cumplido el encuentro. Ya que es en nuestro hoy vulgar en donde nos vemos
provocados a la fe. Y se abre ante nosotros toda la grandeza de nuestra vida
cotidiana: es ahí, en el hoy humilde de cada día, donde encontramos a Dios
cuando, al confrontarnos con la revelación de este hombre Jesús, decimos: "Señor,
¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna". Sólo estas
palabras dicen de verdad la totalidad del misterio.
Hoy se ha cumplido tu palabra:
tu Verbo, tu Hijo único, toca nuestro corazón
y cada día es el tiempo de su revelación.
Bendito seas, Dios, que cumples tu palabra:
que nuestro hoy que pasa se abra y florezca en eternidad,
en encuentro para siempre.
DIOS CADA DIA - SIGUIENDO EL LECCIONARIO
FERIAL - SEMANAS XXII-XXXIV T.O. EVANG.DE LUCAS - SAL TERRAE/SANTANDER
1990.Pág. 19 s.
PROPUESTA DE CANTOS PARA ESTE DOMINGO
ENTRADA:
DIOS NOS CONVOCA
DIOS NOS CONVOCA VENID Y ESCUCHEMOS SU VOZ
LA MESA HA PREPARADO SU PAN ES SALVACIÓN
GRACIAS SEÑOR POR SER TUS INVITADOS
Venid celebrad la
palabra venid acoged la verdad
y en hermandad cantad la Nueva Alianza
Venid celebrad la
esperanza venid a la cena pascual
y en hermandad cantad la nueva alianza
COLECTA: ENTRE TUS MANOS
ENTRE TUS MANOS ESTÁ MI VIDA, SEÑOR.
ENTRE TUS MANOS PONGO MI EXISTIR.
HAY QUE MORIR,
PARA VIVIR.
ENTRE TUS MANOS
CONFÍO MI SER
Si el grano de trigo
no muere,
si no muere solo
quedará,
pero si muere en
abundancia dará
un fruto eterno que
no morirá.
DONES:
RECIBE SEÑOR NUESTRAS VIDAS
Te ofrecemos, Señor,
este pan
es el signo de
nuestra libertad.
Te ofrecemos, Señor,
este vino
que la vid y el
trabajo nos dan.
RECIBE, SEÑOR, NUESTRAS VIDAS.
RECIBE, SEÑOR, NUESTRO AMOR.
MANOS FUERTES DE UN MUNDO MEJOR. (2)
Te ofrecemos, Señor,
nuestras manos
y el deseo de amar y
trabajar,
por un mundo más
justo y humano,
donde habite la fraternidad.
COMUNION: JESUS QUIEN ERES TU
Jesús, ¿quién eres
Tú?, tan pobre al nacer que mueres en cruz.
Tú das, paz al
ladrón, inquietas al fiel, prodigas
perdón.
TÚ,
SIENDO CREADOR, ME QUIERES A MÍ,
QUE
SOY PECADOR.
TÚ,
DUEÑO Y SEÑOR, ME PIDES A MÍ,
SALVAR
Jesús, ya sé de ti,
algo de tu ser, que quieres de mi.
Más yo quiero
saber, que rumbo seguir, que debo de hacer.
DÍ,
QUE HE DE ESPERAR, QUE SENDA ELEGIR,
¿POR
QUE HE DE LUCHAR?.
TÚ,
AYÚDAME, PUES NO QUIERO MÁS,
DUDAR
NI TEMER.
Jesús, ya sé de ti,
algo de tu ser, que quieres de mí.
Más yo quiero
saber, que rumbo seguir, que debo de hacer.
DÍ,
QUE HE DE ESPERAR, ……
Cristo es, sal en
la vida, luz en tinieblas, es todo amor.
Cristo es, sal en
la vida, luz en tinieblas, es todo amor.
ES FE AL DUDAR,
ESPERA AL CRECER, AMOR AL VIVIR;
ES PAZ AL LUCHAR,
BONDAD AL VENCER Y GOZO AL SERVIR.
Cristo es, sal en
la vida, luz en tinieblas…
ES FE AL DUDAR,
ESPERA AL ……
Cristo es trigo
molido, uva pisada, ¡Ese es Jesús!.
Cristo es trigo molido, uva pisada, ¡Ese es Jesús!.
(2v).
SALIDA:
BUENA MADRE
Buena Madre estoy
aquí, quiero rezar, te quiero hablar.
Buena Madre has sido
tú,
con sencillez,
creyente fiel.
En tu regazo quiero
estar, cerca de ti.
Como un pequeño te
daré, todo mi ser, acéptalo.
BUENA MADRE, NUESTRA BUENA MADRE. (2)
Buena Madre veo en
ti, a la mujer llena de Dios.
Buena Madre por la
fe, sabes vivir la oscuridad.
Mira a tus hijos
caminar, buscando luz.
Mira la angustia y el
dolor,
danos tu fe,
acógenos.