¡SI TUVIERAN FE...!
COMENTARIO
En el c.17 Lucas reúne una serie de dichos de Jesús sobre la vida de la
comunidad. En primer lugar, los discípulos piden un "aumento de fe".
Es llamativo y hasta consolador el que duden los discípulos, ya que, según Lucas,
esto no les aparta del círculo íntimo de Jesús, ni tampoco, por ser discípulos,
se ven preservados o dispensados de la lucha por la fe. Sobre el fondo de la
incredulidad general, los discípulos también son conquistados por las
tinieblas: no tienen la fe viva que descubriría en toda la presencia del Señor.
En parecida situación se encuentra muchas veces el creyente de nuestros días.
La mostaza es la más pequeña de las semillas; pero luego llega a ser un
gran arbusto (Mt 13,23; Mc 04,31). Se trata aquí de la primera opción, del
primer paso para acercarse al reino. El traslado de las montañas es un tema del
AT (Is. 49,11; 40,4) y describe la eliminación de todos los obstáculos que se
oponen al Reino de Dios, aunque aquí convenga interpretarlo mejor como una hipérbole
que ilustra no tanto el poder de la fe cuanto el poder de Dios, que se hace
ostensible y real en la debilidad confiada de los discípulos. Maravilla del que
confía en Dios.
El contexto, en el que el siervo es verdaderamente útil, muestra lo
forzado de la expresión. Pero se aplica bien a los discípulos.
No es que Jesús busque una falsa humildad de sus amigos haciéndoles ver
que en el reino nadie tiene que considerarse indispensable, sino que, por la
gracia de Jesús, porque él quiere que sea así, el creyente entra a formar parte
del reino. No hay otros méritos que los de Cristo. La tarea del cristiano es
ser consecuente con la fe en Jesús que le capacita para el reino. La fe y el
orgullo caminan por senderos distintos (1 lectura).
R.P. Roland Vicente Castro
Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Est, 4, 17
A tu poder, Señor, está sometido el mundo
entero; nadie puede oponerse a ti. Tu creaste el cielo y la tierra y las
maravillas todas que existen bajo el cielo. Tú eres Señor del universo.
ORACION COLECTA
Dios todopoderoso
y eterno, que desbordas con la abundancia de tu amor los méritos y los deseos
de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia, para que
perdones lo que pesa en la conciencia y nos concedas a un aquello que la
oración no menciona. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Habacuc 1, 2-3; 2, 2-4
¿Hasta cuándo clamaré, Señor, sin que me
escuches? ¿Te gritaré: «Violencia», sin que me salves?
¿Por qué me haces ver desgracias, me muestras
trabajos, violencias y catástrofes, surgen luchas, se alzan contiendas?
El Señor me respondió así: «Escribe la
visión, grábala en tablillas, de modo que se lea de corrido.
La visión espera su momento, se acerca su
término y no fallará; si tarda, espera, porque ha de llegar sin retrasarse. El
injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe.».
SALMO
RESPONSORIAL ( 94 )
Ojalá
escuchen hoy la voz del Señor: «No endurezcan su corazón.»
Vengan, aclamemos
al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia
dándole gracias, aclamándolo con cantos.
R.
Entren,
postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es
nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R.
Ojalá escuchen hoy
su voz: «No endurezcan el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el
desierto; cuando sus padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían
visto mis obras.» R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a
Timoteo 1, 6-8. 13-14.
Querido hermano: Reaviva el don de
Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un
espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio.
No te avergüences de dar testimonio
de nuestro Señor y de mí, su prisionero.
Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de
Dios. Ten delante la visión que yo te di
con mis palabras sensatas y vive con fe y amor en Cristo Jesús.
Guarda este precioso depósito con la
ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
ACLAMACION
ANTES DEL EVANGELIO 1P 1, 25
Aleluya. la palabra
del Señor permanece siempre; y esa palabra es el evangelio que les anunciamos. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 5-10
En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor: «Auméntanos la
fe.».
El Señor contestó: «Si tuvieran fe como un granito de mostaza, dirías a
esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar.". Y les
obedecería.
Supongan que un criado suyo o trabaja como labrador o como pastor;
cuando vuelve del campo, ¿quién de
ustedes le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"?.
¿No le dirán: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras cómo
y bebo, y después comerás y beberás tú”?
¿Tienen que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?.
Lo mismo ustedes: Cuando hayan hecho todo lo mandado, digan:
"Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."».
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos a Dios los
sufrimientos y necesidades de su pueblo, y asumamos el compromiso de oír su voz
en los gemidos de nuestros hermanos y en la escucha atenta de su Palabra.
Digamos juntos: R.- Escúchanos y ten piedad.
1.- Por
el Papa y la Iglesia; para que tenga valor y audacia en el anuncio del
evangelio en este tiempo de tanto sufrimiento para la humanidad. Oremos. R.
2.- Por todos los
gobernantes: para que trabajen sin descanso por un mundo sin guerra y por la
construcción de la paz. Oremos. R.
3.- Por
los que más sufren, los pobres, los marginados y los emigrantes, para que,
sintiendo la solidaridad de sus hermanos, se renueve en ellos el don de la
fe. Oremos. R.
4.- Por
nuestros seres queridos que han partido al encuentro con Dios Padre: para que
él los tenga gozando de su presencia eterna. Oremos. R.
5.- Para
que los que viven en pecado escuchen la Palabra de Dios y cambien de vida. Oremos.
R.
6.- Por todos nosotros; para que, en este día del Señor, el renueve
nuestra fe y nos conceda el don de la fortaleza. Oremos. R.
Escucha, Señor, nuestras
oraciones, acrecienta nuestra fe y no permitas que nunca nos apartemos de ti.
Por Jesucristo nuestro Señor.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor el
sacrificio establecido por ti y por estos santos misterios que celebramos en
razón de nuestro ministerio, perfecciona en nosotros como conviene la obra santificadora
de tu redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Lm 3, 25
El Señor es bueno para quienes esperan en él, para
quien lo busca.
ORACION
DESPUES DE LA COMUNION
Concédenos, Dios todopoderoso, que nos alimentemos y saciemos en los
sacramentos recibidos, hasta que nos transformemos en lo que hemos tomado. Por
Jesucristo nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 03: Ga 1, 6-12; Sal 110; Lc 10, 25-37.
Martes 04: Ga 1, 13-24; Sal 138; Lc 10, 38-42.
Miércoles 05: Ga
2, 1-2. 7-14; Sal 116; Lc 11, 1-4.
Jueves 06:
Ga 3, 1-5; Sal: Lc 11,
5-13.
Viernes 07: Ga 3, 7-14; Sal 110; Lc 11, 15-26.
Sábado 08: Ga
3, 22-29; Sal 104; Lc 11, 27-28.
Domingo 09: 2R 5, 14-17; Sal 97; 2Tm 2, 8-13; Lc 17, 11-19.
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Lc 17, 5-10
Paralelos: Mt 17, 20; Mt 21,
21; Mc 11, 23
1.CUMPLIMIENTO
AUTOSUFICIENCIA MERITO/PREMIO
Son muchos los que vienen ante Dios en actitud
de "justicia conmutativa". Piensan en un tipo de cambio de comercio.
Dios tiene derechos sobre nosotros y eso nos puede imponer unos mandatos. Si
los cumplimos mereceremos recibir la recompensa. Conciben la ley como
imposición; suponen que el premio corresponde a las acciones realizadas y por
eso se sienten dispuestos a exigirle a Dios la "paga".
Frente a esa actitud ha situado el evangelio
la postura del "siervo" que recibe el encargo que el señor le ha
encomendado. Si obra bien no actúa por la paga; hace simplemente lo que debe.
De manera semejante, el verdadero seguidor de Cristo ha descubierto que Dios es
el Señor y que merece la pena realizar las obras que nos manda. Por eso, al
final del camino, no puede exigirle abiertamente nada. No ha sido más que un
pobre siervo; ha hecho aquello que debía.
AMIGO/QUÉ-ES: Para interpretar rectamente esta postura hay
que situarla en el trasfondo de una auténtica amistad, de una confianza
auténtica y verdadera. Amigo es el que ayuda al otro sin hablar de premio o
recompensa. No necesita leyes o mandatos; sabe lo que agrada a su amigo y lo
realiza porque cree que merece la pena realizarlo.
Semejante debe ser nuestra actividad respecto
a Dios. Descubrimos su voluntad y la cumplimos. No importa en principio el
premio o el castigo. Es más, pensamos que Dios no puede ser jamás nuestro
deudor, por más que hayamos intentado cumplir hasta el final sus mandatos.
Después de afirmar esto debemos añadir algo
muy importante. Dios no está obligado a darnos ningún premio, ni tiene por qué
agradecernos ningún servicio. Sin embargo, desde el momento en que es amigo nos
suscita la confianza; sabemos que se preocupa de nosotros y podemos confiar en
su presencia y en su ayuda. Una vez que hemos hecho lo nuestro y hemos dicho
"somos unos pobres siervos", podemos añadir..., "y sin embargo,
tenemos un amigo que nos quiere más que todo lo que nosotros podemos
imaginar". Por eso estamos seguros en sus manos.
Esto significa que nuestra experiencia
religiosa sale del plano de la ley, del mérito y del premio que se exige y
entra en un contexto de amor y de confianza. Por amor hacemos lo que es bueno.
Confiadamente nos ponemos al final en las manos del misterio que recibe ante
nosotros rasgos de un amigo y padre (Dios). No sabemos lo que el amigo vendrá a
darnos; pero tenemos una inmensa confianza. Y por eso, cuando hemos hecho lo
que estaba en nuestra mano, podemos añadir: "ahora estamos de verdad en
buenas manos. En las manos de un amigo que nos quiere. No merecemos nada, pero
confiamos en su amor y estamos seguros de que vendrá a concedernos mucho más de
todo lo que hubiéramos soñado".
COMENTARIOS A LA BIBLIA LITURGICA NT - EDIC
MAROVA/MADRID 1976.PAG.1375
El servicio es la actitud que caracteriza al
creyente (cf /Mc/10/41-45; /Jn/13/12-15). Un servicio humilde, constante, sin
desfallecer. Un servicio atento, minucioso. Y, una vez cumplido con esmero, la
conciencia de haber hecho sólo aquello que era su obligación. Sin esperar, ni
menos exigir, recompensa. Porque no se ha hecho nada especial. Porque sólo se
ha cumplido con el propio deber. Tanto en el servicio a Dios como en el
servicio al hermano, en que aquél se manifiesta y culmina (cf. 1 Jn 4. 20-21).
COMENTARIOS BIBLICOS-5 V/Pág.
560
3.ESFUERZO/GRACIA: /Mc/04/26-29.
Categóricamente y sin matizaciones, el texto
proclama: "Sois unos siervos inútiles". El evangelio entero desmiente
el sentido literal de esta afirmación, que precisamente manda a los discípulos
adherirse fuertemente a Jesús para poder realizar la misión que él les ha
confiado.
Pero aunque no sean "inútiles", los
"servidores" de la Palabra, los predicadores del Reino, los segadores
enviados al campo del "Dueño de la mies", han de saber que la
extensión de esa Palabra, que la venida del Reino son, a un tiempo, resultado
de su actividad y de su oración, y fruto del don de Dios. Y ese don es primordial;
los discípulos, incitados a la acción, necesitan encontrar la exacta medida de
su participación. Marcos trata este problema con la parábola del Sembrador,
cuya semilla hace germinar Dios, ya sea que el labrador dormite o se afane (4.
26-29). Lucas lo aborda con una simple frase que no tiene la intención de
apartar del esfuerzo, pero que sí recuerda a los discípulos más fervientes cuál
es la auténtica naturaleza de la obra que han de llevar a cabo y la
colaboración verdaderamente requerida.
Esa frase de cierre viene al final de una
breve parábola en la que se perciben las costumbres de una época (aunque la
nuestra no sea tan diferente). Leyendo esa realista descripción de un
comportamiento corriente, apreciaremos la novedad que Jesús supo poner en su
forma de vivir, él que, sin vacilar en ponerse un mandil, se hace siervo de sus discípulos. Siervo en el
momento de la última cena (Jn 13. 1-16; Lc 22. 27), y siervo el día de la
última venida (Lc 12. 37).
LOUIS MONLOUBOU - LEER Y PREDICAR EL EVANGELIO
DE LUCAS - EDIT. SAL TERRAE SANTANDER 1982.Pág. 269
4. /Mt/20/13.
Dios es presentado como un amo exigente, que
se preocupa muy poco de los sufrimientos o aspiraciones de su esclavo. Pero la
parábola subraya, sobre todo, que los fariseos -esos creyentes que pesan sus
méritos e intentan hacer valer sus derechos sobre Dios- son, en realidad, ante
Él, unos pobres siervos totalmente incapaces de hacer algo meritorio. La
parábola opone fe pura e ingenua (v.6) de los pobres e ignorantes al cálculo
sobre sus propios méritos y a la confianza en sí mismos de los fariseos y de
los ricos; la actitud de confianza incondicional en el Señor, a las protestas
bajo cuerda de los que sitúan la religión en el plano de los méritos y del
derecho a la recompensa (cf. Mt 20. 13). Colocada en otro contexto donde Jesús
llama la atención, esta vez, a los apóstoles (v.5), esta parábola considera su
ministerio como inútil (v.10). Nos equivocaríamos si creyéramos que es esa la
intención de Jesús. Dios necesita a los hombres, y Cristo tiene necesidad de su
Iglesia. En realidad, la expresión contenida en este versículo apunta a lo que
hay de fariseo y autoritario en el corazón de cada uno, cuando el hombre se
atribuye a sí los méritos de una acción que sin Dios le sería imposible
realizar; cuando el hombre considera las ventajas y los privilegios de la
misión que desempeña como otros tantos derechos a la vida eterna y cuando se
glorifica a sí mismo en vez de "glorificarse en el Señor" (1 Co 9.
16; 1.31; 2 Co 10. 17; Flp 3.3; Ga 6. 14).
Al aproximar los dos pasajes contenidos en
este evangelio (vv.5-6 en que habla del poder de la fe y vv.7-10, sobre el
siervo inútil), la intención de Lucas es evidente. En estos versículos se
encierra un pequeño tratado sobre la fe y las obras. Con este fin recoge las
sentencias que no fueron pronunciadas en este contexto por ser parcialmente
inadecuadas. La fe no confiere el poder de desarraigar un sicomoro y
trasplantarlo en el mar con solo quererlo; tampoco obliga a que el hombre
reconozca como inútiles todos sus esfuerzos y aptitudes, grandes o pequeños...
Pero la lección es evidente; el hombre no
puede realizar por sí mismo el proyecto que le anima; es más: la comunión con
Dios y con sus hermanos es para él una necesidad ineludible.
MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA
CRISTIANA VII - MAROVA - MADRID
1969.Pág. 142 s.
5. HUMILDAD/CREATURA DEPENDENCIA/ESCLAVO
Jesús recurre a las relaciones que mantiene un esclavo con su amo para enseñar
a sus discípulos que la verdadera humildad descansa en el reconocimiento de nuestra
total dependencia de Dios. El esclavo era en aquellos tiempos una propiedad de
su amo. Este podía disponer del esclavo según su voluntad indiscutible e
indiscutida, sin que tuviera que agradecer los servicios prestados o
retribuirlos. Así es el hombre delante de Dios, como un esclavo.
Esta doctrina es dura y hasta deprimente para
el hombre, pero no es lo único que dice el Evangelio a este respecto y debe ser
interpretada teniendo en cuenta las otras afirmaciones (cf /Lc/12/37). Además,
convenía dejar bien sentado que Dios es el Señor y que el hombre no puede
pleitear con Dios ni pasarle la factura de sus buenas obras. En última
instancia Dios nos salva porque quiere, gratuitamente.
Tengamos presente que Jesús no emite aquí
ningún juicio moral sobre la esclavitud dominante en el mundo antiguo. Utiliza
simplemente un ejemplo sacado del contexto socio-cultural de su época para
ilustrar su enseñanza sobre la humildad del hombre delante de Dios. Es claro
que los principios del Evangelio se oponen a toda dominación del hombre sobre
el hombre.
EUCARISTÍA 1974/55
7. FE/SENCILLEZ AUTOSUFICIENCIA:
Lucas introduce hoy a los doce pidiendo a
Jesús un aumento de su fe. Una vez más las respuesta de Jesús no se mueve en
los términos de la pregunta, señal inequívoca de que Jesús no comparte el
planteamiento de los doce, basado en magnitudes de más y de menos: más fe,
menos fe. Para los doce tener fe es una cuestión de cantidad. Jesús, en cambio,
no habla de cantidad: "Si tuvierais fe como un grano de mostaza". La
imagen habla por sí sola. El grano de mostaza es diminuto como el que más. Para
Jesús en la fe no cuenta la cantidad, como no cuenta en una planta el tamaño de
su semilla, que puede incluso ser pequeñísimo.
"Diríais a esa morera: arráncate y
plántate en el mar. Y os obedecería". La propuesta parece a todas luces
absurda. Una vez más nos sorprende Jesús con el empleo de una paradoja, cuyo
sentido, por definición, debe resolverse en un terreno que no es el de la
formulación de los términos. Morera plantada en el mar. ¡Impensable!
¡Imposible! Pues precisamente esto consigue la fe.
Para Jesús la fe es calidad de vida, talante
existencial que hace posible lo imposible. Pero este talante puede tener el
riesgo del engreimiento. Para contrarrestar este posible riesgo Lucas
contrapone a la paradoja inicial un símil tomado del mundo de las relaciones
amo-criado.
Basándose en las relaciones laborales
amo-criado en el medio agrícola palestinense, el símil concluye con la
siguiente pregunta retórica: "¿Acaso tenéis que estar agradecidos al
criado porque ha hecho todo lo mandado?" Esta pregunta formula de manera
gráfica el siguiente principio: cumplir con el deber es una obligación, no un
derecho. El texto finaliza con la aplicación de este principio al caso concreto
de los apóstoles. La aplicación es, por supuesto, gráfica: "somos unos
pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer". Aun con una fe
capaz de hacer posible lo imposible, el creyente no, es más, ni más importante,
ni tiene derechos especiales; es lo que tiene que ser, creyente.
Dos actitudes aparecen hoy: la fe y la
sencillez. La primera da la medida de lo que el cristiano es; la segunda de
cómo se experimenta. En el evangelio de Lucas la fe dice relación al Padre y a
su palabra, tal como la proclama Jesús. Entra de lleno en el rico campo de la
comunicación interpersonal. Está hecha de apertura al Padre, de sensibilidad
para sintonizar con Él, de confianza plena en Él. Para el caminante cristiano,
el Padre es un referente esencial de su vida: habla con Él, cuenta con Él,
siente con Él. ¿Qué tiene, pues, de extraño que, debido a una relación así,
pueda manifestarse la fuerza del Padre a través del creyente? ¿Qué tiene de
extraño que a través del creyente acontezcan las cosas más inesperadas? Pero
cuando esto sucede, el primer sorprendido es el propio creyente, el cual no
capitaliza la eficacia de la fe en beneficio propio. Existe en cada uno de
nosotros una tendencia bastante invencible a la autoafirmación, a la
importancia, a rentabilizar todo lo que hacemos. La sencillez cristiana es la
contrapartida de esta tendencia. Esta sencillez está hecha de capacidad de
asombro, de experiencia de gratuidad y de espontaneidad. Hay personas que andan
por la vida con el convencimiento consciente o inconsciente de que los demás
siempre les deben algo, incluyendo entre los demás a Dios. El caminante
cristiano, hace la vida consciente de que es él quien siempre debe algo a los
demás, y, por supuesto, al Padre. En esto puede consistir la sencillez
cristiana.
A. BENITO - DABAR 1989/49
PROPUESTA DE CANTOS
DOMINGO XXVII T.O. CICLO C
01.- ACUDIMOS A TI
(Entrada)
Es el día del Señor,
de alegría y esperanza;
yo alabo a mi Dios
que me quiere y me guarda. / (2)
ACUDIMOS A TI, LOS NIÑOS,
A OFRECERTE NUESTRO AMOR.
CONFIAMOS EN TI, MI SEÑOR,
PORQUE ERES EL BUEN PASTOR.
Es el día del Señor,
todos juntos te entregamos
este canto de amor,
este canto de plegaria. / (2)
Es el día del Señor
a su fiesta nos invita
si estamos con Él
nos dará eterna vida. / (2)
02.- REUNIDOS EN EL
NOMBRE DEL SEÑOR (Entrada)
REUNIDOS EN EL NOMBRE DEL SEÑOR,
QUE NOS HA CONGREGADO ANTE SU ALTAR,
CELEBREMOS EL MISTERIO DE LA FE,
BAJO EL SIGNO DEL AMOR Y LA UNIDAD. (2)
Tú, Señor, das sentido a nuestra vida,
tu presencia nos ayuda a caminar,
tu Palabra es fuente de agua viva,
que nosotros, sedientos,
a tu mesa venimos a buscar.
Purifica con tu gracia nuestras manos,
ilumina nuestra mente con tu luz,
que la fe se fortalezca en tu Palabra,
y tu Cuerpo, tomado en alimento,
nos traiga la salud.
03.- UNIDOS EN LA
FIESTA (J. Madurga) (Entrada)
Unidos en la fiesta,
la alegría se hace canción.
Unidos en la fe,
la alegría se hace oración.
Cantaremos al Señor
aleluyas con himnos y salmos,
porque grande es el amor
que en nosotros por siempre mostró.
Cantad, (Cantad)
cantad, (Cantad)
cantad. (Cantad)
Cantaremos la bondad
del Señor que nos sienta a su mesa,
y nos llama a comulgar
como hermanos su vino y su pan.
Nuestras voces cantarán
el amor de su misericordia,
porque sabe perdonar
y nos llena de eterna bondad.
Cantaremos al Señor
aleluyas al son de instrumentos
y será nuestra canción
la alabanza que ensalza su amor.
04.- BENDITO SEAS,
SEÑOR (E. Pascual – F. Palazón (Dones)
Bendito seas, Señor, por este pan y este vino
que generoso nos diste, para caminar contigo,
y serán para nosotros alimento en el camino.
1. Te ofrecemos el trabajo, las penas y alegrías,
el pan que nos alimenta y el afán de cada día.
2. Te ofrecemos nuestro barro que oscurece nuestras vidas
y el vino que no empleamos para curar las heridas.
05.- TE OFRECEMOS,
SEÑOR (F. Palazón) (Dones)
TE OFRECEMOS, SEÑOR, ESTE PAN Y ESTE VINO,
QUE EN TU CUERPO Y EN TU SANGRE
QUEDARÁN CONVERTIDOS.
Con el vino y el pan
te ofrecemos el fruto de nuestro trabajo,
la ilusión de vivir,
el placer y el dolor, la alegría y el llanto.
Juntamente, Señor,
te ofrecemos la vida que Tú nos has dado,
la esperanza, la fe y el amor,
que nos hace sentirnos hermanos.
06.- EN SU MESA HAY
AMOR (Comunión)
EL SEÑOR NOS HA REUNIDO JUNTO A ÉL,
EL SEÑOR NOS HA INVITADO A ESTAR CON ÉL.
EN SU MESA HAY AMOR,
LA PROMESA DEL PERDÓN,
Y EN EL VINO Y PAN, SU CORAZÓN.
Cuando, Señor, tu voz,
llega en silencio a mí,
y mis hermanos me hablan de Ti,
sé que a mi lado estás,
te sientas junto a mí,
acoges mi vida y mi oración.
07.- CRISTO
LIBERTADOR (Comunión)
CRISTO NOS DA LA LIBERTAD,
CRISTO NOS DA LA SALVACIÓN,
CRISTO NOS DA LA ESPERANZA,
CRISTO NOS DA EL AMOR. (bis)
1. Cuando luche por la paz y la verdad, la encontraré.
Cuando cargue con la cruz de los demás, me salvaré.
Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi oración.
2. Cuando sepa perdonar de corazón, tendré perdón.
Cuando siga los caminos del amor, vendrá el Señor.
Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi oración.
3. Cuando siembre la alegría y la amistad, vendrá el amor.
Cuando viva en comunión con los demás, seré de Dios.
Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi oración.
08.- SI VIENES
CONMIGO (Comunión)
SI VIENES CONMIGO Y ALIENTAS MI FE,
SI ESTÁS A MI LADO ¿A QUIÉN TEMERÉ?
1. A nada tengo miedo, a nadie he de temer,
Señor, si me protegen tu amor y tu poder.
Me llevas de la mano, me ofreces todo bien.
Señor, Tú me levantas si vuelvo a caer.
2. ¡Qué largo mi camino! ¡qué hondo mi dolor!
Ni un árbol me da sombra ni escucho una canción.
¿Será que a nadie puedo mirar ni sonreír?
Señor, Tú sólo quedas, Tú sólo junto a mí.
3. En cosas que se mueren yo puse el corazón.
Fue tierra mi tesoro, fue vana mi ilusión.
En cosas que se mueren me voy muriendo yo,
Tú sólo vives siempre, Tú sólo, mi Señor.
09.- OH BUEN JESÚS
(Comunión)
¡OH BUEN JESÚS!, YO CREO FIRMEMENTE,
QUE POR MI BIEN, ESTÁS EN EL ALTAR;
QUE DAS TU CUERPO Y SANGRE, JUNTAMENTE,
AL ALMA FIEL, EN CELESTIAL MANJAR.
AL ALMA FIEL, EN CELESTIAL MANJAR.
Indigno soy, confieso avergonzado,
de recibir la santa comunión.
Jesús que ves mi nada y mi pecado,
prepara, tú, mi pobre corazón.
Prepara, tú, mi pobre corazón.
Pequé, Señor, ingrato te he ofendido;
infiel te fui, confieso mi maldad;
contrito ya, perdón, Señor, te pido,
eres mi Dios, apelo a tu bondad.
Eres mi Dios, apelo a tu bondad.
Espero en ti, piadoso Jesús mío,
oigo tu voz que dice ven a mí.
Porque eres fiel, por eso, en ti confío,
todo Señor, lo espero yo de Ti.
todo Señor, lo espero yo de Ti.
10.- VIVE DIOS
(Comunión)
Cuando sientas que se queman
tus entrañas por amor
y te entregas al llamado sin temor.
Cuando están en armonía
voluntad y corazón,
te iluminas y en tu cuerpo vive Dios.
VIVE DIOS, POR SIEMPRE VIVE DIOS,
EN TU VIDA Y EN TU HISTORIA VIVE DIOS.
VIVE DIOS, POR SIEMPRE VIVE DIOS.
Por tu muerte y por tu gloria vive Dios.
Cuando estás en la penumbra
aguardando lo peor
y desprecias la existencia y su valor.
Si no encuentras un sentido,
anda y busca en tu interior
y verás que aún en tu cuerpo vive Dios.
11.- TÚ ERES DEL
SEÑOR (Salida)
Eres tan sencilla como luz de amanecer
Eres tú María fortaleza de mi fe
Tú eres flor, eres del Señor
Te dejas acariciar por su amor
Eres tan humilde como el vuelo de un gorrión
eres tu María el regazo del amor.
Tu eres flor, eres del Señor
te dejas acariciar por su amor.
Yo quiero estar
En las manos del Señor, como tu,
Para amar, en las manos del Señor,
Como tú, como tú, como tú.
Eres tan pequeña como el canto de mi voz,
Eres la grandeza de aquel que te modelo.
Tu eres flor, eres del Señor
Te dejas acariciar por su amor
Eres tan hermosa como el cielo, como el mar
eres tu María como el gozo de soñar.
Tu eres flor, eres del Señor
te dejas acariciar por su amor.
12.- GRANITO DE
MOSTAZA (Salida)
SI TUVIERAS FE, SI TUVIERAS FE
COMO UN GRANITO DE MOSTAZA
ESO DICE EL SEÑOR
Tú le dirías a las montañas
Muévanse, muévanse, muévanse
Tú le dirías a las montañas
Muévanse, muévanse, muévanse
Y las montañas se moverán
Se moverán, se moverán
Y las montañas se moverán
Se moverán, se moverán
Tú le dirías a los enfermos
Sánense, sánense, sánense
Tú le dirías a los enfermos
Sánense, sánense, sánense
Y los enfermos se sanarán
Se sanarán, se sanarán
Y los enfermos se sanarán
Se sanarán, se sanarán
13.- ALELUYA POR
ESA GENTE
Los que tienen y nunca se olvidan que a otros les falta.
Los que nunca usaron la fuerza sino la razón.
Los que dan una mano y ayudan a los que han caído,
esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios.
ALELUYA, ALELUYA, POR ESA GENTE
QUE VIVE Y QUE SIENTE EN SU VIDA EL AMOR.
Los que ponen en todas las cosas amor y justicia.
Los que nunca sembraron el odio tampoco el dolor.
Los que dan y no piensan jamás en su recompensa,
esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios.
Los que son generosos y dan de su pan un pedazo.
Los que siempre trabajan pensando en mundo mejor.
Los que están liberados de todas sus ambiciones,
esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios.