NO PUEDEN SERVIR A
DIOS Y AL DINERO
Nos
encontramos ante una parábola que siempre ha tenido una interpretación
dificultosa. Lo que más sorprende y extraña es el elogio que el Señor hace de
la actuación del administrador, quien parece que falsifica los recibos de los
deudores de su amo. Se trata
quizás de una ocurrencia con alguna picardía; Jesús se hace con ella y la usa a
su manera, que siempre resulta sorprendente. Esperaríamos una hermosa lección
sobre la honradez, pero Jesús trata bien al administrador poco honrado, la
historia o la parábola acaba con una última estafa: “Toma tu recibo y escribe
ochenta”. Pero fíjense bien que en el versículo 8 comienza el comentario del
propio Jesús, designado expresamente por “Señor”. Y aquí viene el susto: “El
Señor alabó a aquel administrador injusto”. Era muy fácil, muy vulgar denunciar
la falta de honradez. Jesús va a conducirnos a un terreno más original: el empleo
astuto del dinero.
Primera gran lección: hay que ser vivos y despiertos. Miren a ese
hombre en apuros, el cielo se le ha caído encima, sólo tiene unas horas para
reaccionar y reacciona perfectamente. Imítenlo ustedes, los hijos de la luz:
ante un golpe duro no se hundan en lamentos e indecisiones, sean vivos. ¿Un
sinvergüenza? Sí, pero aquí se nos pide que sepamos ser lo bastante listo para
coger lo que hay de bueno en este ejemplo, rechazando lo malo.
Segunda lección más
concreta y más sería, introducida con la fórmula solemne: “Ahora les digo yo”.
El Señor va a enseñarnos a colocar bien nuestro dinero. Con ese dinero
diabólico sólo caben dos soluciones: tirarlo como San Francisco de Así, o
colocarlo tan inteligentemente que rinda para los intereses de Dios. La fórmula
es limpia: “Gánense amigos con el dinero injusto; así, cuando esto acabe, los
recibirán en las moradas eternas”. ¿Un consejo para los muy ricos? Desde luego,
pero también para los que tienen en el banco un dinero quizás no muy limpio.
De todas formas, aunque
limpio, se volatiliza en el momento de la muerte. Uno entra desnudo en el
cielo. En la tierra, el dinero abría las puertas y facilitaba las relaciones,
¡Pero allí no! Si hay algún dinero que le interesa a Dios es el que se ha
compartido por amor, el que se ha dado incluso locamente. Las gentes a las que
hemos ayudado están allí para repartírselo al altísimo; no estamos nunca
desnudos, sino vestidos de nuestra generosidad, no estamos sin relaciones,
están todos los que hemos acogido con alegría, no somos unos extraños para el
Dios de amor, pues nosotros mismos éramos amor.
Transformar el dinero en
amor: ¡qué buena inversión! Pero, aunque adornada por esta historia, la lección
sigue siendo muy difícil. Es una llamada a compartir y bien pronto se
encuentran razones para rechazar esa llamada. Después de esta insistencia de
Jesús a propósito del dinero “engañoso” quizás sintamos mejor la mirada de Dios
sobre nuestro dinero. No es una mirada de desprecio, ya que Dios no desprecia
nada de nuestra vida, sino de una curiosidad afectuosa: ¿cómo va a invertir su
dinero ese hijo mío tan listo? Eso es lo que le interesa, la elección de
nuestro banco. ¿Banco del egoísmo? ¿O banco del amor?.
R.P. Roland
Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación del pueblo, dice el Señor.
Cuando me invoquen en la tribulación, los escuchare y seré para siempre su
Señor.
ORACION COLECTA
Oh, Dios, que
has puesto la plenitud de la ley divina en el amor a ti y al prójimo, concédenos
cumplir tus mandamientos, para que merezcamos llegar a la vida eterna. Por
nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Amós 8, 4-7
Escuchen esto, los que exprimen al pobre,
despojan a los miserables, diciendo: «¿Cuándo pasará la luna nueva, para vender
el trigo, y el sábado, para ofrecer el grano?».
Disminuyan la medida, aumenten el precio,
usen balanzas con trampa, compren por dinero al pobre, al mísero por un par de
sandalias, vendiendo hasta el salvado del trigo. Jura el Señor por la gloria de
Jacob que no olvidará jamás sus acciones.
SALMO
RESPONSORIAL (112)
Alaben al
Señor, que alza al pobre.
Alaben, siervos
del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y
por siempre. R.
El Señor se eleva
sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. ¿Quién como el Señor, Dios
nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar al cielo y a la tierra?.
R.
Levanta del polvo
al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los
príncipes de su pueblo. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a
Timoteo 2, 1-8.
Querido hermano: Te ruego, lo
primero de todo, que hagan oraciones, plegarias, súplicas, acciones de gracias
por todos los hombres, por los reyes y por todos los que ocupan cargos, para
que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro.
Eso es bueno y grato ante los ojos
de nuestro Salvador, Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen
al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y uno solo es el
mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó en
rescate por todos: éste es el testimonio en el tiempo apropiado: para él estoy
puesto como anunciador y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de los gentiles
en fe y verdad.
Quiero que sean los hombres los que
recen en cualquier lugar, alzando las manos limpias de ira y divisiones.
ACLAMACION
ANTES DEL EVANGELIO 2Co 8, 9
Aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre,
para enriquecerlos con su pobreza. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 16, 1-13.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un
administrador, y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo
llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti?. Entrégame el balance
de tu gestión, porque quedas despedido.".
El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy a hacer
ahora que mi amo me quita el empleo?. Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me
da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la
administración, encuentre quien me reciba en su casa.". Fue llamando uno a
uno a los deudores de su amo y dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi
amo?".
Éste respondió: "Cien barriles de aceite.".
É1 le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe
cincuenta.". Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?".
É1 contestó: "Cien fanegas de trigo.".
Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta.". Y el amo
felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido.
Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos
de la luz. Y yo les digo: Ganen amigos con el dinero injusto, para que, cuando les
falte, les reciban en las moradas eternas.
El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el
que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado.
Si no fuiste de fiar en el injusto dinero, ¿quién les confiará lo que
vale de veras?. Si no fuiste de fiar en lo ajeno, ¿lo tuyo, quién se lo dará?. Ningún
siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al
otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No pueden
servir a Dios y al dinero.».
PLEGARIA UNIVERSAL
Con confianza en el amor de Dios
y con la seguridad de que siempre nos escucha, oremos diciendo: R.- Te lo
pedimos, Señor.
1.- Por el Papa y todos los cristianos: para que el Señor nos conceda el
don de la profecía para denunciar las injusticias contra los pobres y humildes.
Oremos. R.
2.- Pidamos a Dios un corazón dócil y orante para que con nuestra vida
podamos ser testigos de el en medio de nuestros hermanos. Oremos. R.
3.- Para que los que tienen poder, los gobernantes de las naciones y los
políticos, obren con justicia y honradez. Oremos. R.
4.- Por los pobres, los marginados y los que viven solos; para que
sientan el amor de Dios a través de nuestra solidaridad y cercanía. Oremos. R.
5.- Para que sirvamos a Dios en nuestros hermanos y el poco o mucho
dinero que tangamos sea para hacer el bien y no el mal. Oremos. R.
6.- Para que esta Eucaristía que celebramos hoy fortalezca nuestra fe,
robustezca nuestro amor y nos haga artesanos de paz. Oremos. R.
Te lo pedimos a ti, que eres
nuestro único Señor, por intercesión de tu enviado Jesucristo que vive y reina
por los siglos de los siglos.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, en tu
bondad las ofrendas de tu pueblo, para que cuanto creemos por la fe alcancemos
por el sacramento celestial. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Sal 118, 4-5.
Tú, Señor, promulgas tus decretos para que se observen
exactamente, ojalá este firme mi camino para cumplir tus consignas.
ORACION
DESPUES DE LA COMUNION
Señor, apoya bondadoso con tu ayuda continua a los que alimentas con
tus sacramentos, para que consigamos el fruto de la salvación en los
sacramentos y en la vida diaria. Por Jesucristo nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 19: Pr 3, 27-34; Sal 14; Lc 8, 16-18.
Martes 20: Pr 21, 1-6. 10-13; Sal 118; Lc 8, 19-21
Miércoles 21: Ef 4, 1-7.11-13; Sal 18; Mt 9, 9-13
Jueves 22: Qo 1, 2-11; Sal 89; Lc 9, 7-9.
Viernes 23: Qo 3, 1-11; Sal 143; Lc 9, 18-22
Sábado 24: Qo 11, 9—12, 8; Sal 89; Lc 9, 44b-45
Domingo
25: Am 6, 1a. 4-7; Sal 145; 1Tm 5, 11-16; Lc 16,
19-31.
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Lc
16. 1-13
1.POBREZA/RD CODICIA/IDOLATRIA
Esta parábola ha causado, a veces, dificultades de interpretación al
presentar como ejemplo a un sinvergüenza. Naturalmente que para Jesús el
administrador es un hombre injusto (v.8); pero lo que se propone a modo de
ejemplo es su habilidad, el saber emplear con visión el dinero que administra.
Teniendo en cuenta que esta parábola comenta a 14. 33, diremos que este
v.8 es el verso central. En él se alaba la actitud del hábil gerente que mira
al futuro y lo prevé sabiendo negociar con su actual situación. Esta es la
actitud que Jesús pide al que emprende el camino del evangelio. Pero la astucia
del discípulo en Jesús no consiste en prepararse una salida airosa en lo
económico, sino en renunciar a los bienes materiales para entrar en el reino de
Dios. Abandonando los bienes aquí, por el reino, se está ya actuando con una mentalidad
evangélica. Palabras claras para actitudes valientes.
Los vv.9-13, al menos en la intención del autor, parecen interpretar la
parábola que les antecede. La prueba de fuego viene a ser la actitud ante los
bienes o, dicho de otro modo, la confianza en Jesús y su palabra. Aceptar las
promesas de Jesús exige el abandono del dinero traidor. Para comprender esto,
es preciso la fuerza de Dios y actitudes generosas en orden a establecer unas
categorías diferentes que las que rigen nuestra propia sociedad.
Aquí SERVIR tiene un sentido cultual según el vocabulario de la Biblia.
Respecto a Dios, el dinero es un dios falso. Según este verso, el dinero puede
convertirse en un obstáculo teológico, lo que da al asunto una gravedad
extrema. El dinero puede ser obstáculo real para el acercamiento y el encuentro
con Dios. En una sociedad de opresión económica como la nuestra (cf. primera
lectura) es muy difícil entender palabras como éstas.
EUCARISTÍA 1989/44
2.- Este pasaje suscita gran cantidad de problemas. Las palabras de
Cristo que se citan en este texto han sido realmente pronunciadas por El, pero
dentro de un contexto que debería servirles de aclaración previa. Por haberse
perdido el texto en cuestión, fueron numerosas las tentativas de explicación
que vieron la luz en el seno de la primitiva comunidad cristiana.
En este pasaje Cristo alude, sin duda alguna, a una estafa que debió de
dar material más que suficiente a los cronistas de la época (vv. 1-7). Pero
¿qué hay de esta historia en el contexto de San Lucas? Parece ser que
únicamente el v. 8 corresponde a ella: "y el amo alabó al mayordomo
infiel".
¿Quién es este amo? En este pasaje no se trata del señor a cuyo
servicio está el mencionado mayordomo, sino de Jesús (o Kyrios). En Lc 18, 6
puede anotarse un cambio idéntico en la acepción de una palabra: el término
"Señor", en este versículo, designa al Cristo y no al juez inicuo de
la parábola.
a) El v. 8 no pertenece, pues, al relato del mayordomo estafador, sino
que es una anotación de San Lucas, y ha dado lugar a la interrogante siguiente:
¿Cómo es posible que el Señor alabe a este mayordomo?. Si, pasando por la
tradición de los sinópticos, nos detenemos a examinar cuidadosamente el texto
de las palabras pronunciadas por el propio Cristo, llegaremos a la conclusión
de que Jesús se propone convencer a sus oyentes acerca de la puesta en vigor
del juicio que se esperaba. Por tanto, siendo así las cosas ya no hay tiempo
que perder; es preciso prever lo que pueda acontecer el día de mañana (Lc 12,
54-56) y ser suficientemente sagaz para llegar a un acuerdo con el enemigo
antes que intervenga el juez (Lc 12, 58-59). Así, pues, el mayordomo ha sabido
aprovechar el plazo de tiempo fijado para asegurar su futuro y poder formar
parte de los que no sucumbirán ante las crisis, por graves que estas sean. Esta
es, según parece, a los ojos de Lucas, la primera lección de la parábola: la
obligación de aprovechar el tiempo que nos queda para asegurar el futuro.
b) Pero los medios cristianos primitivos han añadido una segunda interpretación:
"los hijos de este mundo son más sagaces que los hijo de la luz" (v.
8b). Constatación desoladora: en muchos aspectos (negocios materiales), los
cristianos estarán siempre en condiciones de inferioridad, por no poder emplear
los medios utilizados por otros. A este nivel, la parábola que nos ocupa es un
medio de expresar la resignación de los cristianos ante ciertas manifestaciones
del poder y eficacia vedados para ellos.
c) Otros medios cristianos han dado una nueva interpretación de la
parábola sacando esta vez una conclusión acerca de uso del dinero (v. 9). Estos
pasan por alto las medidas que toma el mayordomo para asegurar su futuro y
fijan su atención en el ejemplo que dicho personaje da en el uso del dinero.
Lucas, para quien el Reino de los cielos es de los pobres acoge con un cariño
especial esta última interpretación. Si, por casualidad, entran en el Reino
algunos ricos, se debe a que estos compran los bienes del Reino mediante la
renuncia total a su dinero. El mayordomo da una buena lección de como se debe
usar el dinero: distribuirlo de tal manera que nos asegure el cielo (Lc 6,
29-30; 12, 33; 6, 34-35). De esta forma, a una conclusión directamente
escatológica hecha por el propio Cristo y a una segunda interpretación a cargo
de los medios cristianos (v. 8b), San Lucas ha añadido probablemente una
conclusión puramente personal (v. 9), redactada en función de su experiencia en
el trato de la primera comunidad y de su punto de vista muy favorable a la
pobreza. Lucas es el único evangelista que relata esta difícil parábola, pues
es, sin duda, el que mejor podía comprenderla, gracias a su opinión muy
particular y comprensiva del problema.
d) El texto termina con una última interpretación (vv. 10-12). Una vez
más se pone de ejemplo a imitar la conducta del mayordomo, en este caso
innecesario: si queréis ser buenos administradores de los bienes espirituales,
comenzar por ser fieles en la administración de los bienes materiales.
Los "hijos de la luz", con relativa frecuencia, se limitan a
reducirlo todo a una serie de esquemas y principios, transformando así el
cristianismo en pura ideología y privando al Reino de Dios de su exigencia de
eficacia.
MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA VII - MAROVA
MADRID 1969.Pág. 94.
3.- Pre-texto.-Legislación en materia de sueldos. En el caso de un
administrador su sueldo no era una nómina invariable e independiente de lo
administrado, sino un tanto por ciento, estipulado según los casos, de todo lo
administrado.
"Os reciban": giro verbal para evitar pronunciar el nombre de
Dios.
Sentido del texto.-Todo depende del recto entendimiento de la parábola.
De acuerdo a lo escrito en el pre-texto, en los vs. 5-7 el administrador no
defrauda a su amo; lo único que hace es renunciar a lo que legalmente le
corresponde como administrador; renuncia a lo que es suyo para ganarse amigos
que, en justa compensación, le ayuden cuando él se encuentre en necesidad
económica tras el despido. Es esta actitud previsora de cara al futuro lo que
el amo alaba de su administrador (v.8). Aquí está la clave de la parábola. De
esta clave parte Jesús para su enseñanza. El pide a sus discípulos
(=cristianos) la misma actitud: renunciar al dinero para granjearse la amistad
con Dios (v.8). El dinero es la prueba de fuego del cristiano (v.10). Si la
supera, Dios se le entregará plenamente (vs. 11-12). El dinero es un rival de
Dios y, por lo tanto, es malo (v.13). El dinero es lo ajeno al hombre; lo
propio del hombre es el Reino. En el v.9 el adjetivo injusto no tiene función
especificativa, sino calificativa; por eso habría que cambiar el orden y leer
injusto dinero.
La posición de Jesús es taxativa. No habla desde una teoría aséptica,
sino desde la práctica contante y sonante de lo que el dinero es, representa y
significa. No en vano sus palabras están motivadas por la presencia de los
publicanos, hombres concretos de dinero (cfr. contexto).
DABAR 1977/54
4.- La palabra "mammon", que ha sido traducida por
"dinero", es aramea, pero de origen fenicio. En el N. T. esta palabra
significa riqueza y se utiliza sólo en aquellos casos en los que las riquezas
ejercen un poder que envilece al hombre y lo esclaviza. La "riqueza
injusta", en este contexto, no lo es porque haya sido ganada con negocios
sucios, sino que lo es siempre en tanto esclaviza al hombre y lo aparta de
Dios.
Dios y el dinero son como dos amos mal avenidos que se disputan la
obediencia de un mismo hombre. Este no puede servir a los dos a la vez y tiene
que decidirse por uno u otro. Sólo la obediencia a Dios es compatible con la
verdadera libertad del hombre.
EUCARISTÍA 1971/52
La parábola habla de un administrador de bienes a quien su amo ha
decidido despedir. Para entenderla es necesario estar familiarizados con la
situación administrativa presupuestaria.
Según práctica habitual en el antiguo Medio Oriente, un administrador
podía hacer préstamos de las propiedades del dueño, por los que recibía una
comisión en concepto de intereses. Esta comisión era para el administrador, no
para el dueño. Esa comisión, con su correspondiente recibo o aval fiduciario,
se adjuntaba al documento oficial que estimulaba la cuantía del préstamo. La
práctica habitual, sin embargo, era la existencia de un único documento, en el
que el deudor consignaba la totalidad de su deuda, sin especificar la cuantía
estipulada por un lado y los intereses por otro. Pero lo que no debemos olvidar
es que estos intereses correspondían al administrador y no al dueño; era
propiedad del administrador.
Con estos presupuestos volvamos ahora a la parábola. Un amo ha decidido
despedir a su administrador. ¿Qué hace el administrador? Granjearse amistades
que puedan echarle una mano después del despido. ¿Cómo lo hace? Perdonando a
los deudores del amo la comisión que le correspondía como administrador, parte
que, en el primero de los casos contemplados, ascendía al 50% del total que el
deudor tenía que pagar y, en el segundo, al 20%. Procediendo así el
administrador no defrauda al amo ni falsifica documento alguno. Lo único que
hace es detraer de la deuda total la cantidad correspondiente a su comisión. Es
decir, el administrador renuncia a lo que era suyo. En el v.8 la parábola
califica de inteligente este proceder (astuto, en la traducción litúrgica). Si
en ese mismo versículo se califica de injusto al administrador, dicho
calificativo no obedece al proceder descrito en la parábola, sino al proceder
previo a la misma y del cual se habla en los versículos 1-2 como causante del
despido.
El centro de gravedad y, por consiguiente, de atención de la parábola
es la renuncia del administrador a lo que era suyo, una renuncia calificada de
inteligente y, como tal, alabada expresamente por el amo del administrador.
En torno a este centro de gravedad giran las consideraciones
posteriores de Jesús, cuya culminación y resumen es la lapidaria frase
conclusiva: "No podéis servir a Dios y al dinero". Como en
precedentes ocasiones el lenguaje de Jesús es gráfico, agresivo, sin tapujos.
"Ganaos amigos con el dinero injusto". Esta frase recoge lo expresado
gráficamente en la parábola, en la que el administrador se ha granjeado amigos
con su dinero. La expresión "dinero injusto" no se refiere a un
dinero obtenido de manera poco clara o poco escrupulosa; se refiere al dinero
sin más, a todo dinero, a cualquier dinero. La expresión es dura, hiriente, de
las que hacen pensar. (cf. Papini: Historia de Cristo." La hostia infame
del demonio"). "Ganaos amigos con el dinero injusto". La frase
es un acicate: Apreciad más a Dios y a los demás que al dinero, ganaos a Dios y
a los demás en vez de estar locos por el dinero.
El significado del texto es en realidad muy sencillo: invita al
discípulo de Jesús a vivir un estilo de vida cuyo motor y base sea Dios y no el
dinero.
Dios y dinero representan los motores de dos estilos de vida
antitéticos, irreconciliables entre sí. Según el puesto que tenga cada uno de
ellos en nuestras vidas, así será también el estilo de ellas.
Para el administrador de la parábola era más importante ganarse amigos
que quedarse con el dinero. En el fondo sabía que teniendo amigos tendría
también dinero. En vez de lamentarnos tanto del materialismo imperante,
abrámonos nosotros a Dios. Él está, vive, es real. Pero hay que ser permeables.
Por mucha agua que le caiga encima, del ladrillo jamás germinará una flor.
Comentario: No perdamos de vista que la perspectiva general de todos
estos domingos es la de ofrecer actitudes para un caminar en cristiano.
A. BENITO - DABAR 1989/47
Hay que empezar por recordar que una parábola no pretende ser, al menos
como punto de partida, más que una historia destinada a proponer una lección y
solo una. Para entregar esta única lección, basta que la parábola sea
edificante desde el punto de vista elegido, y no es necesario que lo sea desde
todos.
Una parábola supone un conjunto de detalles que forman la historia;
estos detalles deben ser coherentes y llevar a una conclusión ejemplar, pero no
es necesario que todos los detalles que entran en la historia sean, asimismo,
irreprochables.
Es lo que ocurre en nuestra parábola del Administrador. No se trata de
decir que este personaje haya actuado en todos los puntos de una forma
evangélica, sino simplemente de afirmar que, en un punto, que es capital, este
hombre supo adoptar un comportamiento ejemplar, fuere cual fuese la calidad de
las actitudes que hubiere adoptado en lo demás. ¿En qué punto es un modelo de
espíritu evangélico el administrador?. Señalemos antes de nada que nuestra
sorprendente parábola no es excepcional, y sobre todo en san Lucas.
Este mismo autor habla también de un juez que no quiere hacer justicia
a una viuda desconsolada, más que porque los gritos de la mujer molestaban sus
oídos. De lo que Jesús saca la conclusión de que hay que saber orar con tanta
insistencia como la mujer supo poner en su reivindicación, y que Dios se dejará
conmover lo mismo que el juez indigno. La historia sería inaceptable si hubiera
que deducir que Dios era, también él, indigno; resulta, en cambio, admisible
si, a pesar de otros detalles discutibles aparece como una ilustración de la
perseverancia eficaz.
Citemos también la parábola del hombre molestado en plena noche por un
amigo, y que acaba accediendo sólo por poder dormir tranquilo. Extraña
ilustración de la actitud de Dios para con la súplica humana. Pero la lección
no está ahí, sino en la invitación a que nuestra oración sea tan insistente y
confiada como fue la actitud del amigo importuno.
LOUIS MONLOUBOU - LEER Y PREDICAR EL EVANGELIO DE LUCAS -EDIT. SAL
TERRAE SANTANDER 1982.Pág 260
PROPUESTA DE CANTOS
DOMINGO XXV T.O. CICLO C
01.-Reunidos en el nombre del Señor (Francisco Palazón)
REUNIDOS EN EL NOMBRE
DEL SEÑOR,
QUE NOS HA CONGREGADO
ANTE SU ALTAR,
CELEBREMOS EL
MISTERIO DE LA FE
BAJO EL SIGNO DEL
AMOR Y LA UNIDAD [BIS]
1. Tú, Señor, das
sentido a nuestra vida,
tu presencia nos
ayuda a caminar,
tu palabra es fuente
de agua viva
que nosotros,
sedientos, a tu mesa venimos a buscar.
2. Purifica con tu
gracia nuestras manos,
ilumina nuestra mente
con tu luz,
que la fe se
fortalezca en tu palabra,
y tu cuerpo, tomado
en alimento, nos traiga la salud
02.- Venimos hoy a tu altar
VENIMOS HOY A TU ALTAR
A CANTARTE SEÑOR
PUES TÚ ERES LA
ALEGRÍA
DE NUESTRO CORAZÓN.
(BIS)
Tú hiciste los cielos
Los llenas de
estrellas de luz y calor
Tú pintaste la aurora
Hiciste las nubes
Las puestas del sol.
Tú creaste la risa
La paz y la dicha la
felicidad
Tú al darnos la vida
Nos das tus riquezas
Tu eterna amistad.
Tú nos diste a tu
madre
Nos diste tu cuerpo
tu sangre en manjar
Tú nos das la
esperanza
La fe y nos hiciste
Capaces de amar
03.- Vienen con alegría (Cesareo
Garabain)
VIENEN CON ALEGRÍA,
SEÑOR
CANTANDO VIENEN CON
ALEGRÍA, SEÑOR
LOS QUE CAMINAN POR
LA VIDA, SEÑOR
SEMBRANDO TU PAZ Y
AMOR. (BIS)
Vienen trayendo la
esperanza
A un mundo cargado de
ansiedad
A un mundo que busca
y que no alcanza
Caminos de amor y de
amistad.
Vienen trayendo entre
sus manos
Esfuerzos de hermanos
por la paz
Deseos de un mundo
más humano
Que nacen del bien y
la verdad.
Cuando el odio y la
violencia
Aniden en nuestro
corazón
El mundo sabrá que
por herencia
Le aguardan la
tristeza y el dolor.
04.- Te ofrecemos, Señor (Francisco
Palazon)
TE OFRECEMOS, SEÑOR,
ESTE PAN Y ESTE VINO,
QUE EN TU CUERPO Y EN
TU SANGRE
QUEDARÁN CONVERTIDOS.
Con el vino y el pan
te ofrecemos el fruto
de nuestro trabajo,
la ilusión de vivir,
el placer y el dolor,
la alegría y el llanto.
Juntamente, Señor,
te ofrecemos la vida
que Tú nos has dado,
la esperanza, la fe y
el amor,
que nos hace
sentirnos hermanos.
05.- Llevemos al Señor (Carmelo Erdozain)
Llevemos al Señor el
vino y el pan
Llevemos al altar la
viña el trigal.
EL SEÑOR NOS DARÁ
ÉL NOS DARÁ SU
AMISTAD. (BIS)
Llevemos al Señor,
pureza y amor.
Llevemos al altar
justicia, hermandad.
Llevemos al Señor,
trabajo y dolor.
Llevemos al altar,
ofrendas de paz.
Llevemos al Señor,
nuestra oración.
Llevemos al altar,
racimo y trigal.
Llevemos al Señor,
alegría de vivir.
Llevemos al altar,
ofrendas de pan.
06.- Te ofrecemos el esfuerzo y el
trabajo. (J.A. Espinoza)
Te ofrecemos el
esfuerzo y el trabajo,
te ofrecemos el
cansancio y la fatiga,
te ofrecemos la
ilusión que tanto cuesta
cuando vemos la
desgana y la apatía.
AQUÍ ESTAMOS, SEÑOR,
TAL COMO SOMOS;
EN TUS MANOS PONEMOS
NUESTRA VIDA. (2)
Te ofrecemos las
conquistas de la ciencia,
te ofrecemos nuestras
ansias de justicia,
te ofrecemos los
trabajos más sencillos,
pues también hay oro
en cosas que no brillan.
07.- Dichoso el que ama (Cesareo
Garabain)
ERES MI RIQUEZA, ERES
MI SEÑOR.
ERES LA ALEGRÍA, DE
MI CORAZÓN.
No son más dichosos
los que tienen más poder,
los atormentados por
la sed de poseer.
No son más felices los que más dinero tienen,
los que siempre van
buscando su interés.
No son más dichosos
los mendigos del placer,
los que al agua
turbia vienen a calmar su sed.
No son más felices
los esclavos de la envidia,
los que olvidan
sonreír y agradecer.
Los que siembran
odios en lugar de hacer el bien,
los que ganan siempre
y tienen miedo de perder.
No son más felices
los hinchados y engreídos,
que desprecian lo
pequeño en su altivez.
Mucho más dichosos
los que aman la verdad,
los que van brindando
su alegría y su bondad.
Los que nos ofrecen
el amor de cada día
y reciben el amor de
los demás.
08.- Bendito serás. (Cesareo Garabain)
Bendito si buscas
siempre a Dios,
Bendito serás.
Bendito si amas la
verdad,
Bendito serás.
La sed del dinero no
rompió tu calma.
El odio y la envidia
no muerden tu alma.
Bendito serás.
Si siembras la paz
Bendito serás.
2. Si al pobre y al
rico das tu amor,
Bendito serás.
Si un pájaro canta en
tu balcón,
Bendito serás.
Bendito el amigo que
en seguida viene,
que abre su puerta al
que nada tiene,
Bendito serás. Si
ofreces tu pan,
Bendito serás.
3. Si rezas humilde
tu oración,
Bendito serás.
Si a Dios confiaste
tu ansiedad,
Bendito serás.
Si buscas un mundo
mucho más humano,
un mundo en que todos
vivan como hermanos,
Bendito serás.
Si sufres por Dios,
Bendito serás.
4. Bendito si es
limpio tu mirar,
Bendito serás.
Bendito si sabes
perdonar,
Bendito serás.
Si un sueño dormido
vuelve a despertarte.
Si estando caído
sabes levantarte,
Bendito serás.
Si tienes a Dios,
Bendito serás.
09.- Jesús estoy aquí (Jhony Rivera)
Jesús, estoy aquí
Jesús, que esperas de
mí
Mis manos están
vacías
Que puedo ofrecerte
Solo sé, que quiero
ser diferente
Jesús, estoy aquí
Jesús, que esperas de
mí
Mis ojos deberán
mirarte
Quisiera poder
enfrentarte
Amar, como tú amas
Sentir, como tú
sientes
Mirar, atravez de tus
ojos
Jesús
Contigo mi camino es
difícil
me exiges abrir un
nuevo horizonte
en la soledad de mi
noche
Jesús, no no puedo
abandonarte
Jesús, en mi
penetraste
Me habitaste,
triunfaste y hoy vives en mí.
Amar, como tú amas
Sentir, como tú
sientes
Mirar, atravez de tus
ojos
Jesús, Jesús...
10.- En el trabajo (Cesareo Garabain)
En el trabajo de cada
día,
como vivías y amabas
tu
queremos madre servir
amando
viviendo siempre
junto a Jesús.
En el silencio de
aquella aldea
la casa humilde de
Nazareth
se va empapando de tu
ternura
de tu trabajo de amor y fe.
Tú te afanabas como
mi madre
en mil trabajos que
dan tu hogar
mujer humilde de
hermosas manos
encallecidas de trabajar.
Dios quiso honrarte
como a ninguna
con mil encantos en
mi crecer
te hizo humilde de
gracia llena
trabajadora… te quiso hacer.
11.- Madre del Redentor (Francisco Palazon)
RECIBE SANTA MARÍA
EL SALUDO DE GABRIEL.
(2 VECES).
Y APIÁDATE DE NOSOTROS,
PEREGRINOS DE LA FE.
(2 VECES).
Madre del Redentor,
Virgen fecunda,
que eres puerta de
Dios,
faro en el mar.
Ven a librar al
pueblo que tropieza
y quiere caminar.
Ven a librar al
pueblo que tropieza
y quiere caminar.
Virgen llena de Dios,
Madre admirable,
que engendraste en tu
seno al Creador.
Tú que el dolor
conoces
ten clemencia del
pobre pecador.
Tú que el dolor
conoces
ten clemencia del
pobre pecador.
RECIBE SANTA MARÍA
EL SALUDO DE GABRIEL.
(2 VECES).
Y APIÁDATE DE
NOSOTROS,
PEREGRINOS DE LA FE.
(2 VECES).
12.- Manos abiertas (Fernando San
Rumualdo)
QUÉ SUERTE ES TENER
UN CORAZÓN SIN PUERTAS!.
¡QUÉ SUERTE ES TENER
LAS MANOS SIEMPRE ABIERTAS! / (2)
Manos abiertas,
llenas de amor las de María.
Manos abiertas, ellas
son nuestra luz y guía.
Manos abiertas para
estrechar las de un amigo.
Manos abiertas para
ayudar en el camino.
Manos abiertas para
buscar un mundo nuevo.
Manos abiertas para
un hacer, no para un sueño.
Manos abiertas, las
de Jesús, las del Maestro.
Manos abiertas, las
del que supo amar primero.