LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
COMENTARIO
La Ascensión se sitúa en
Galilea. Este dato nos remite al comienzo de la actividad de Jesús (Mt. 4, 12).
Mateo hace, pues, coincidir el lugar de comienzo de la actividad de la Iglesia
con el de comienzo de la actividad de Jesús pues hay unidad indisociable entre
Jesús y su Iglesia. Pero hay todavía más: para Mateo, Galilea es algo más que
un dato geográfico. Galilea funciona en calidad de símbolo de país
desilusionado y sin horizontes, al que Jesús devuelve la ilusión y la
esperanza. Para Mateo, pues, la Iglesia devuelve la ilusión y la esperanza a
una tierra desilusionada y sin horizontes. La Iglesia es el nuevo pueblo de
Dios, que toma el relevo del viejo pueblo judío surgido del monte Sinaí (véase
la mención del monte en el v. 16). Los once funcionan en Mateo en calidad de
germen eclesial. El v. 17 e s un esbozo lacónico de toda la experiencia pascual
de los discípulos. Estos tuvieron el gozo de ver a Jesús, pasaron por la
indecisión de dudar y terminaron con la certeza de adorar.
Las palabras de Jesús (vs.
18-20) son una síntesis lapidaria de lo más esencial del pensamiento de Jesús
acerca de sí mismo, de la Iglesia y del mundo. Su vocabulario y redacción tiene
el timbre peculiar e inconfundible de Mateo. Bajo la aparente rigidez, en estas
palabras se respira el gozo profundo de una comunidad que vivía la experiencia
de tener al Señor Jesús, Vida, Luz y Fuerza de Dios.
El Padre ha comunicado al
Hijo la plenitud de su soberanía sobre el universo. El parecido de este poder
con el poder humano se limite a la sola fonética de la palabra
"poder" (v 18b.). El poder de Dios es creativo y liberador. En este
mandato no hay ni sombra de los antiguos y modernos ensueños de dominio y
proselitismo políticos (vv 19-20a.).
El Mesías omnipotente no
aspira a hacer de la universal comunidad humana su imperio. Ser discípulo es
entrar en una nueva relación con el Padre, el Hijo y el Espíritu de Dios. Esta
relación relativiza y está muy por encima de todas las formas humanas de convivencia.
Sólo quien haya seguido a Mateo paso a paso desde sus comienzos podrá
comprender lo que significa ser discípulo y que el mandato de Jesús no tiene
nada de propagandístico. Los discípulos tendrán que llevar a término su misión
universal en un contexto de sufrimiento, crisis y persecución. Cuando, en la
historia bíblica, Dios encomienda a alguien una misión, asegura al hombre
comprometido su asistencia eficaz: No temas, yo estaré contigo. Esta asistencia
es garantía de eficacia y estímulo de audacia humilde (v 20b.).
R.P. Roland Vicente Castro
Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Hch 1, 11
Galileos, ¡que hacen ahí mirando al cielo?. Volverá como lo han visto
marcharse al cielo. Aleluya.
ORACION
COLECTA
Dios todopoderoso, concédenos exultar santamente de gozo y alegrarnos
con religiosa acción de gracias, porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es
ya nuestra victoria, y adonde ya se ha adelantado gloriosamente nuestra Cabeza,
esperamos llegar también los miembros de su Cuerpo. Por nuestro Señor
Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los
Apóstoles 1, 1-11
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí
de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando desde el principio hasta que,
después de dar instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles,
ascendió al cielo. Después de su pasión se les presento, dándoles numerosas
pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les
hablo del Reino de Dios. Una vez que comían juntos, les recomendó: No se alejen
de Jerusalén; aguarden que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo les
he hablado, Juan bautizo con agua, dentro de pocos días ustedes serán
bautizados con Espíritu Santo”. Ellos lo rodearon preguntándole: “Señor, ¡es
ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?”. Jesús contesto: “No les toca
a ustedes conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su
autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán fuerza
para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los
confines del mundo”. Dicho esto, fue elevado, hasta que una nube lo oculto de
su vista. Mientras miraban fijamente al cielo, viendo como Jesús se alejaba, se
les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: “Galileos,
¿Qué hacen ahí plantados mirando al cielo?. Este Jesús que de entre ustedes ha
sido llevado al cielo volverá de la misma manera que lo han visto marcharse”.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 46)
Dios asciende
entre aclamaciones; el Señor al son de trompetas.
Pueblos todos batan
palmas, aclamen a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y
terrible, emperador de toda la tierra. R.
Dios asciende entre
aclamaciones; el Señor, al son de trompetas; toquen para Dios, toque, toquen
para nuestro Rey, toquen. R.
Porque Dios es el rey del
mundo; toquen, toquen con maestría. Dios reina sobre las naciones, Dios se
sienta en su trono sagrado. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Efesios 1, 17-23
Hermanos: Que el Dios de nuestro
Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé espíritu de sabiduría y de
revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de su corazón, para que comprendan
cual es la esperanza a la que han sido llamados, cual es la riqueza gloriosa
que da en herencia al pueblo santo, y cual la extraordinaria grandeza de su
poder para con nosotros, los que oremos, según la eficacia de su fuerza
poderosa, que desplego en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y
sentándolo a su derecha en el cielo, por
encima de todo principado, potestad,
fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no solo en este
mundo, sino en el futuro. Todo lo puso bajo los pies de Cristo, constituyéndolo
cabeza suprema de la Iglesia, que es su cuerpo y por lo mismo, plenitud del que
llena totalmente el universo.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mt 28, 19, 20
Aleluya. Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos -dice
el Señor- yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.
EVANGELIO
Conclusión del
santo evangelios según san Mateo 28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos, se fueron
a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, lo adoraron, pero
algunos dudaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: “Se me ha dado pleno
poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos de todos los
pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo;
y enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado. Y sepan que yo estoy con
ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Hermanos, Jesús esta en la presencia de Dios, su Padre, e intercede por
nosotros. Por eso digamos confiadamente: R.- Te lo pedimos, Señor.
1.- Para que la Iglesia, viviendo el
mandamiento del amor, sea signo de esperanza en los cielos nuevos y la tierra
nueva. Oremos. R.
2.- Para que el Papa y los obispos transmitan
la alegría de la Pascua y muestren a toda la salvación de Dios. Oremos. R.
3.- Para que los misioneros laicos y los
consagrados que anuncian el evangelio encuentren en Cristo, que esta a la
derecha del Padre, toda la fuerza y radicalidad que necesitan. Oremos. R.
4.- Para que nuestra fe nos ayude a
sobreponernos ante las dificultades y problemas. Oremos. R.
5.- Para que el Espíritu del Señor este con
los enfermos que pronto morirán, los conforte y les de fe en la vida eterna. Oremos. R.
6.- Para que la celebración del misterio de
la Pascua de Cristo nos anime a anunciar el evangelio con fe, alegría y
valentía. Oremos. R.
Señor Jesucristo que en el seno de la Trinidad haces presente a todas
las personas, escucha nuestras oraciones y haz que un día gocemos de la gloria.
Tu, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos ahora, Señor, el sacrificio para celebrar la admirable
ascensión de tu Hijo; concédenos, por este sagrado intercambio, elevarnos hasta
las realidades del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Mt 28,
20
Sepan que yo estoy con
ustedes todos los días, hasta el final de los tiempos. Aleluya.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Dios todopoderoso y eterno, que, mientras vivamos aun en la tierra,
nos concedes gustar los divinos misterios, te rogamos que el afecto de nuestra
piedad cristiana se dirija allí donde nuestra condición humana esta contigo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 22: Hch
19, 1-8; Sal 67; Jn 16, 29-33.
Martes 23: Hch 20, 17-27; Sal 67; Jn 17, 1-11a
Miércoles 24: Hch 20, 28-38; Sal 67; Jn 17, 11b-19.
Jueves 25: Hch 22, 30; 23, 6-11; Sal 15; Jn 17, 20-26.
Viernes 26: Ap 21, 1-5; (o bien: Flp 4, 4-9); Sal 44; Mt
11, 25-30.
Sábado 27: Hch 28, 16-20. 30-31; Sal 10; Jn 21, 20-25
Domingo 28: Hch 2, 1-11; Sal 103; 1Co 12, 3b-7.12-13; Jn
20, 19-23.
COMENTARIOS AL EVANGELIO
1. ASCENSIÓN:
FORMA LITERARIA: APOTEOSIS AT O HELENISTAS.
Lucas ha configurado su descripción de la
ascensión visible de Jesús al cielo a base de elementos característicos,
propios de narraciones del AT o de la literatura helenística, que nos hablan de
raptos y apoteosis. Un ejemplo veterotestamentario típico de narración
apoteósica lo constituye el relato de cómo Elías es arrebatado de la tierra (2
R 2.). Como muestra helenística nos puede servir lo narrado por el historiador
romano Tito Livio sobre cómo Rómulo es subido al cielo envuelto en una nube
durante una revista a su ejército. Lucas, que era un escritor formado en el
helenismo, conocía el esquema literario usual para narrar estos arrebatos
apoteósicos y se sirvió de él para la proclamación del mensaje cristiano. Esto
en lo referente a la forma literaria.
La ascensión del Señor resucitado a la gloria
de Dios sólo se describe en el NT como un suceso visible al final del evangelio
de Lc y al comienzo de los Hch de los Apóstoles. Pero Lucas no relata ningún
cuento ni ha desfigurado la verdad. Únicamente ha condensado en una imagen de
gran plasticidad lo que proclaman todos los escritores del NT: que el Señor
resucitado fue asumido en la forma existencial de Dios y desde ella está al
lado de su Iglesia. Su narración es artísticamente destacada y teológicamente
cierta.
Nada tenemos que objetar a las coincidencias
entre el evangelio de Lc y los Hch de los apóstoles, explicables por ser el
autor una misma persona. Lo que sorprende son las divergencias. En los Hch no
aparece la bendición del Señor ni la adoración de los discípulos. En el
evangelio no se habla de la nube que tapó a Jesús de la vista de sus
discípulos, ni de los hombres que les aseguraron que él volvería de la misma
manera. Además, en el evangelio, el Resucitado sube al cielo el domingo de
Pascua, según todos los indicios, y en los Hch pasan cuarenta días en los que
se aparece a los apóstoles. Lucas no veía ninguna contradicción en esto. A
pesar de su plástica, su interés no es el desarrollo externo de la escena.
Las divergencias no le molestan. Las emplea
incluso para elaborar sus asertos teológicos. La solemne bendición final del
Resucitado le viene bien para terminar el evangelio con una escena de
despedida. El anuncio de la nueva venida de Cristo en el libro de los Hch
subraya el intermedio entre esta presencia de Jesús y su vuelta al final de los
tiempos. La nube le servirá para anticipar la descripción de la venida: "Y
entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y
gloria" (Lc/21/27). El tránsito de Jesús de este mundo al mundo de Dios,
que es un proceso invisible, lo cristaliza el autor narrando un arrebato
visible de Jesús. Lo importante para Lucas es el significado profundo del
cuadro plástico que describe. Los lectores de su tiempo comprendían
perfectamente este lenguaje. El resto de evangelistas nos dicen lo mismo con
otro ropaje literario.
EUCARISTÍA 1990/25
2. /Mt/28/20:
ASCENSIÓN: NO DESPEDIDA SINO PRESENCIA DE JESÚS RESUCITADO.
"Yo estoy con vosotros... hasta el fin
del mundo". Todos los años nos sucede lo mismo, al celebrar la solemne
ascensión de Jesús a los cielos. Inevitablemente nos vienen a la memoria los
sentidos versos de Fr. Luis de León: "Y dejas, Pastor santo, tu grey en
este valle hondo, oscuro...". No podemos recordar el acontecimiento de fe
sin que nos traicione el corazón con sus sentimientos ante la despedida. Sin
embargo, tales sentimientos, por más que naturales, están muy lejos del
evangelio, que es la buena noticia de la presencia de Jesús que nos promete
seguir con nosotros hasta el fin.
La resurrección no es un hecho histórico, no
pertenece a la historia, sino que la trasciende. La resurrección de Jesús no ha
pasado, no pertenece al pasado, sino que es perennemente presente y actual.
Jesús vive, está vivo, está presente, está con nosotros. La fe cristiana no
consiste en saber que Jesús murió y resucitó y subió al cielo, como si se
tratase de cosas que ocurrieron en aquel tiempo y en aquellos lugares. La
muerte de Jesús sí que es un hecho pasado. Jesús ya no vuelve a morir. Pero su
resurrección es de una actualidad inmarcesible. Jesús sigue vivo y con nosotros
según su promesa.
Nuestra fe descansa en la resurrección en la
medida que se apoya en Jesús que vive y está presente. "Jesús vive"
fue el santo y seña de los discípulos de Jesús. Como un rumor primero, como un
grito de gozo después, como un mensaje lleno de esperanza, este evangelio fue
propagándose de generación en generación hasta nosotros. Y este es también
nuestro santo y seña cada vez que nos juntamos a celebrar la eucaristía, en
memoria de Jesús y hasta que vuelva glorioso.
EUCARISTÍA 1987/26
3. Mt/28/18-19.
PODER.AUTORIDAD: SE ME HA DADO TODO PODER...
v. 18: La afirmación emplea la voz pasiva.
Recurso típico judío por respeto a Dios. Se me ha dado=Dios me ha dado. Cielo y
tierra, expresión para designar el universo creado. Toda la frase tiene un
acusado colorido bíblico y es desde el trasfondo bíblico desde el que hay que
percibir su sentido. Se me ha dado todo poder significa que Dios ha dado la
razón a Jesús frente a otras razones. El sentido del término poder no es el de
mando, dominio o jurisdicción, sino el de razón y autoridad o, si se prefiere,
el de única referencia autorizada.
A. BENITO - DABAR 1990/30
El término poder puede entenderse en dos
sentidos: como potestad (potestas) o como autoridad (auctoritas). El poder como
potestad es algo conferido a una persona desde fuera de ella y puede no
coincidir con unas cualidades o un peso específico en esa persona. La potestad
se ejerce. Como autoridad, en cambio, el poder arranca de algo en la persona,
algo intrínseco a ella, un peso específico que le hace merecedora de un reconocimiento
y una elección por los demás. La autoridad no se ejerce, se vive. El poder que
Dios ha dado a Jesús tiene que ver con la autoridad y no con la potestad. En la
perspectiva de Mateo la resurrección de Jesús supone el reconocimiento por
parte de Dios del valor universal de Jesús. Consecuencia: cualquier persona
puede ser su discípulo. Antes no; sólo un judío podía serlo. El v. 19 no es una
invitación al proselitismo, sino la formulación de la intencionalidad de Dios.
Dios es de y para todos, y no de o para unos pocos.
A. BENITO - DABAR/87/31
-Vivir la certeza de que Él "está con
nosotros todos los días hasta el fin del mundo". Que la Encarnación es un
gesto de Dios irreversible. Está, pero de otro modo. Y los apóstoles necesitaron
semanas para comprender y hacerse a la idea. Es el sentido de lo sorprendente
de cada "aparición". Reconocerle en tantas mediaciones: Iglesia,
comunidad concreta, sacramentos, Eucaristía, los más abandonados, el perdón,
etc. Encontrar al Señor en todo y de tantas maneras.
-No quedarnos "ahí plantados mirando al
cielo". Volver a la ciudad, al trabajo..., pero siendo sus testigos aquí y
allá, en medios eclesiales y fuera de ellos. Que "la memoria de
Jesús" no sea nostalgia ni simple recuerdo, sentimiento intimista
inoperante, intrascendente. Sino impulso de seguirle hacia los hombres, hacia
el Reino, hacia el Padre. Y para ello...
-"Seréis bautizados con Esp. Sto.",
ésta será la fuerza de Dios en nuestra debilidad. Uno se sorprende al ver la
serenidad, la ciencia y fortaleza de aquellos primeros discípulos, pescadores
temerosos y desalentados. ¡Cómo cambió su suerte! Espíritu como aliento
misionero y ayuda valiosa para poder encontrar en cada circunstancia qué hacer
de nuestra pequeña historia personal y colectiva para que llegue a ser historia
que no decepcione a Dios, historia de salvación.
J. MARTINEZ - DABAR 1987/31
En Jerusalén, los dirigentes dan curso entre
el viejo pueblo a una mentira duradera. En Galilea, Jesús da curso a la
realidad duradera del nuevo pueblo. El sentido del texto funciona una vez más
en este evangelio por contraste entre Jerusalén y Galilea. Es la misma
disposición que encontrábamos el domingo de Ramos, donde veíamos que ambas
localizaciones tienen significado religioso. Para Mateo, en Jerusalén no hay
nada que hacer: es el ámbito religioso de la mentira (vv. 11-15). Por eso el
autor saca a los once de ese ámbito y los sitúa allí donde Jesús había
comenzado (cf Mt 4. 12); más en concreto aún: en el monte de la gran
programación de Jesús (cf. Mt 5. 1). Los once son el nuevo pueblo, en contraste
con el viejo.
Desde Pascua, el lector sabe que es Jesús
quien tiene razón. El Templo ha quedado invalidado, con el velo roto de arriba
a abajo.
La autoridad, pues, ya no la ejerce el Templo
(como pretenden los guías religiosos), sino Jesús: a Él es a quien Dios ha dado
la razón. Este es el poder del que se habla en el v. 18).
DABAR 1981/33
7. PAS/ASC
Estrictamente hablando la Ascensión no añade
nada a la Pascua. El hecho de que Jesús resucitara no significa que reviviera
como Lázaro o como uno que "vuelve a nacer" después de muchos días en
estado de coma. Significa que, después de la muerte, continúa viviendo de un
modo rico y pleno: como Dios; que ha sido transfigurado a imagen y semejanza
del Padre. Celebramos la Pascua durante siete semanas. Hasta ese momento
poníamos el acento en el hecho de que Jesús vive -es el Viviente por
excelencia-, que no nos ha dejado, que está con nosotros. La Ascensión subraya
su glorificación. La primera lectura lo explica como una gran
"representación teatral"; la segunda lectura afirma: el Padre
resucitó a Jesús de entre los muertos y lo sentó a su derecha -Resurrección y
Ascensión constituyen un único acontecimiento-; el evangelio presenta al Señor
de la gloria ejerciendo su soberanía: "Se me ha dado pleno poder en el
cielo y en la tierra".
J. TOTOSAUS - MISA DOMINICAL 1981/11
8.- La plena manifestación de Jesús tiene
lugar en Galilea. Allí habían sido encaminados repetidas veces los discípulos
(26,32; 28, 7-10). ¿Por qué en Galilea? Probablemente para significar que
Jerusalén había dejado de ser el centro del culto y de la religiosidad. Desde
ahora el acceso a Dios, el verdadero templo, no se hallaba circunscrito a un
lugar -ni aquí ni en Jerusalén (Jn 4, 21)- sino a una persona, a la persona de
Cristo.
La plena revelación tiene lugar "en el
monte que Jesús les había señalado". Mateo no nos informa de este detalle
en su evangelio. No sabemos de ningún monte que Jesús les hubiese indicado
previamente. El monte (MONTE/REVELACION) es
mencionado únicamente por razón de su simbolismo. El monte es el lugar de la
revelación. La revelación de Dios en el Antiguo Testamento tuvo lugar en el
monte Sinaí. La revelación de Jesús (nuevo Moisés; aspecto de Jesús
particularmente querido y destacado por Mateo) tiene lugar también en el monte:
en el de la transfiguración (donde manifiesta su naturaleza), en el de las
bienaventuranzas (donde manifiesta su enseñanza y sus exigencias morales) y en
el de Galilea (donde manifiesta su autoridad y misión).
La resurrección de Jesús es un misterio
inasequible e increíble desde la lógica humana. Afortunadamente el temor y la
duda -no sólo la alegría- fueron vividos en la carne misma de los que más cerca
estuvieron de Jesús. Es maravillosa la acotación de Mateo; "al verlo lo
adoraron, aunque algunos aún dudaron".
La resurrección de Jesús introdujo un cambio
radical en la relación de sus discípulos con él. Durante su vida terrena tenían
frente a él la deferencia que el discípulo debe al Maestro. Ahora aparece la
relación del creyente frente a su Señor. La postración -gesto reservado para el
encuentro con los grandes monarcas divinizados o considerados con categoría
divina- de los discípulos, significa claramente que los discípulos habían
descubierto la divinidad en él (ver He 2, 36). La duda de algunos es
explicable, y hasta plausible. Mientras no llega la convicción profunda de la
fe no resulta fácil, resulta imposible, descubrir en Jesús a Dios. Este detalle
de la duda de algunos resulta particularmente significativo en la pluma de
Mateo, que procura siempre que puede, e incluso a veces forzando los textos,
presentar a los discípulos como modelos perfectos. Tal vez porque, cuando se
constata la duda, el modelo resulta más humano y atrayente. Aunque no es seguro
que Mateo lo haya pensado así.
La autorrevelación de Jesús se centra en su
autoridad y la misión que encomienda a sus discípulos. Su autoridad es la misma
que la del Hijo del hombre. Y, para formularla, recurre a las mismas palabras
de Daniel: "Se le dio imperio, gloria y reino, y todos los pueblos,
naciones y lenguas le servían. Su imperio es un imperio eterno que nunca
pasará, y su reino, un reino que no será destruido jamás" (Dn 7, 14). El
siervo de Yahveh, doliente y humillado es el Hijo del hombre glorificado. Así
se definía la verdadera categoría de Jesús después de resucitado. Pero, a
continuación, la naturaleza de su autoridad. Una autoridad no impuesta sino
aceptada libremente por la inserción en su misterio, el misterio pascual,
mediante la recepción del bautismo y manifestada en el esfuerzo permanente por
asimilar sus enseñanzas y cumplir sus exigencias. Autoridad ejercida en el
ámbito de un discipulado voluntario y comprometido.
Discipulado adquirido de entre todos los
pueblos de la tierra. Si durante su ministerio terreno había estado limitado
por el tiempo y el espacio -particularismo- ahora caían todas las fronteras. Se
inauguraba el universalismo total. De hecho, cuando Mateo escribe su evangelio,
se habían roto ya muchas fronteras.
La actividad encomendada a sus discípulos se
centra en introducir a los hombres en el misterio de Cristo mediante el
bautismo -actividad sacramental- y en la enseñanza de cuanto el Señor dijo e
hizo como norma vinculante del discípulo al Maestro, del siervo a su Señor.
El evangelio termina como comenzó. Al
principio nos fue anunciado el nombre de Emmanuel (ASC/EMMANUEL),
Dios con nosotros, que había sido anticipado por el profeta Isaías (Is/01/23).
Ahora se nos asegura que aquella profecía se ha hecho permanente realidad:
"estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo". En otras
palabras, sigue siendo Emmanuel, Dios con nosotros. - COMENTARIOS A LA BIBLIA
LITURGICA NT, EDIC MAROVA /MADRID 1976.Pág. 1101
9.- Palabras finales del evangelio de Mateo.
Los discípulos van a "un monte" de Galilea. En un monte Jesús sufrió
la tentación del poder, en un monte se transfiguró, en un monte proclamó su
mensaje. Seguramente que hay que tener en cuenta todas estas indicaciones del
evangelio de Mateo para captar toda la riqueza del "monte", que,
además, es lugar de la presencia de Dios.
Los discípulos se prosternan. Se hallan ante
una manifestación divina. Jesús, que había rehusado todo tipo de poder, ha
recibido todo el poder de Dios. Y, con este poder, confía una misión a los
discípulos. Los envía a todos los pueblos, también al de Israel, para
"hacer discípulos".
Este "haced discípulos" se concreta
en "bautizar" y "enseñar". Bautizar en el nombre de alguien
significa establecer con él una relación personal. Por el bautismo entramos en
relación personal con el Dios de Jesús, Padre, Hijo y Espíritu Santo. La
enseñanza no es otra que la misma de Jesús. Quizá aquí hay que recordar la
enseñanza fundamental que Jesús hizo "en el monte" (capítulos 5-7 de
este evangelio).
Finalmente Jesús promete su presencia
continuada en sus discípulos hasta el fin del mundo.
Aquel deseo del pueblo de Israel se ha
cumplido. Dios es el Emmanuel, Dios-con-nosotros. Así, el final del evangelio
remite al comienzo, cuando el ángel comunica a José que al niño "le
pondrán Emmanuel".
J. M. GRANÉ - MISA DOMINICAL 1993/07
10.- Las primeras palabras de Jesús (v. 18b)
son una revelación: "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la
tierra". Con esto declara Jesús que es el cumplimiento de la profecía de
Daniel (/Dn/07/13-14) respecto al Hijo del hombre (a lo cual había hecho ya
referencia Jesús durante el proceso): "En las nubes del cielo venía uno
como un hijo de hombre; se dirigió hacia el anciano y fue conducido a su
presencia. Se le dio poder, gloria e imperio, y todos los pueblos, naciones y
lenguas le servían; su poder era un poder eterno, que nunca pasará, y su reino
no será destruido jamás".
Este "dominio universal" del Señor
resucitado es la raíz de donde brota la universalidad de la misión. Todo el
breve discurso de Jesús está dominado por la idea de plenitud y universalidad;
el adjetivo "todo" aparece cuatro veces (todo el poder, todas las
gentes, todo lo que ha ordenado, todos los días). La idea de la misión
universal estaba también en el Antiguo Testamento; pero allí en el orden de la
espera (la misión universal era una esperanza reservada para el tiempo
mesiánico); aquí en el orden del cumplimiento (la misión universal es un
hecho).
Hacer discípulos entre todas las gentes no
significa necesariamente que todos hayan de convertirse. Lo que importa es que
el pueblo de Dios esté "entre todas las gentes". CR/DISCIPULO: El fin de la misión es "hacer
discípulos" (19a). La expresión es interesante; contiene todo el
significado que posee en el evangelio "discípulo"
("machetes"). Es quizás la definición más sintética y correcta de la
existencia cristiana: el cristiano es un discípulo. No se trata de ofrecer un
mensaje, sino de establecer una estrecha relación con Cristo; una relación
personal y un seguimiento. Los discípulos de los rabinos no colocaban en el
primer puesto la relación personal con el maestro, sino la doctrina que el
maestro enseñaba. No ocurre así en el evangelio; el discípulo se liga a la
persona del Maestro y se compromete a compartir su proyecto de vida.
Dos son las condiciones para hacer
discípulos: el bautismo y la enseñanza. La segunda reviste una importancia
particular en el evangelio de Mateo. Jesús se define Maestro en polémica con
los malos maestros, tales como los escribas y los fariseos (5,19; 15,9). Sólo
en nuestro pasaje se dice que los discípulos deben, a su vez, enseñar; pero no
son maestros, sino que permanecen como discípulos. Quizás parezca paradójico:
discípulos y maestros simultáneamente. Pero es la verdad. No enseñan algo
propio, sino solamente "todo lo que les ha mandado". Es una enseñanza
con la fidelidad y la dependencia más absolutas; nace de una escucha.
"Estoy con vosotros hasta el fin del
mundo" tal es la afirmación que cierra el evangelio de Mateo. Es un final
con sorpresa: el Señor resucitado no se ha ido, sino que ha venido. Y la
promesa que incluía el nombre de Jesús ("Emmanuel, Dios con
nosotros") queda ahí mantenida.
BRUNO MAGGIONI - EL RELATO DE MATEO - EDIC.
PAULINAS/MADRID 1982.Pág. 302
11.- Palabras finales del evangelio de Mateo.
Los discípulos van a "un monte" de Galilea. En un monte Jesús sufrió
la tentación del poder, en un monte se transfiguró, en un monte proclamó su
mensaje. Seguramente que hay que tener en cuenta todas estas indicaciones del
evangelio de Mateo para captar toda la riqueza del "monte", que,
además, es lugar de la presencia de Dios.
Los discípulos se prosternan. Se hallan ante
una manifestación divina. Jesús, que había rehusado todo tipo de poder, ha
recibido todo el poder de Dios. Y, con este poder, confía una misión a los
discípulos. Los envía a todos los pueblos, también al de Israel, para
"hacer discípulos".
Este "haced discípulos" se concreta
en "bautizar" y "enseñar". Bautizar en el nombre de alguien
significa establecer con él una relación personal. Por el bautismo entramos en
relación personal con el Dios de Jesús, Padre, Hijo y Espíritu Santo. La
enseñanza no es otra que la misma de Jesús. Quizá aquí hay que recordar la enseñanza
fundamental que Jesús hizo "en el monte" (capítulos 5-7 de este
evangelio).
Finalmente Jesús promete su presencia
continuada en sus discípulos hasta el fin del mundo.
Aquel deseo del pueblo de Israel se ha
cumplido. Dios es el Emmanuel, Dios-con-nosotros. Así, el final del evangelio
remite al comienzo, cuando el ángel comunica a José que al niño "le
pondrán Emmanuel".
J. M. GRANÉ - MISA DOMINICAL 1993/07
PROPUESTA DE
CANTOS DOMINGO VII DE PASCUA CICLO A 2023
TEMA: LA
ASCENSION DEL SEÑOR
01.-YO NO
DEJO LA TIERRA (J.A. Espinoza)
NO.
YO NO DEJO LA TIERRA.
NO.
YO NO OLVIDO A LOS HOMBRES.
AQUÍ,
YO HE DEJADO LA GUERRA.
ARRIBA,
ESTÁN VUESTROS NOMBRES.
1.
¿Qué hacéis mirando el cielo,
varones,
sin alegría?
Lo
que ahora parece un vuelo
ya
es vuelta y es cercanía.
2.
El gozo es mi testigo.
La
paz, mi presencia viva,
que
al irme se va conmigo
la
cautividad cautiva.
3.
El cielo ha comenzado.
Vosotros
sois mi cosecha.
El
Padre ya os ha sentado
conmigo,
a su derecha.
4.
Partid frente a la aurora,
salvad
a todo el que crea,
vosotros
marcáis mi hora,
comienza
vuestra tarea.
02.- NO YO
DEJO LA TIERRA (Antonio Alcalde)
NO,
YO NO DEJO LA TIERRA. NO,
YO
NO OLVIDO A LOS HOMBRES
AQUÍ
HE DEJADO LA GUERRA,
ARRIBA
ESTÁN VUESTROS NOMBRES.
1.-
¿Qué hacéis mirando al cielo, varones sin alegría?
Lo
que ahora parece un vuelo ya es vuelta y cercanía.
2.-
El cielo ha comenzado, vosotros sois mi cosecha.
El
Padre ya os ha sentado conmigo a su derecha.
3.-
Partid frente a la aurora, salvad a todo el que crea.
Vosotros
marcáis mi hora. Comienza vuestra tarea.
03.- EL SEÑOR
VIVE (Emilio Vicente Mateu)
NO
BUSQUÉIS ENTRE LOS MUERTOS A LA VIDA.
NO
LLORÉIS ENTRE LAS SOMBRAS A LA LUZ.
CANTAD
PORQUE LA MUERTE ESTÁ VENCIDA.
CANTAD
QUE DIOS ES EL SEÑOR JESÚS.
1.
No busquéis por las montañas ni los valles.
No
busquéis en las estrellas junto al sol.
Buscadle
por las plazas y las calles;
en
cada ser que vive está el Señor.
2.
No quedéis mirando al cielo o a las nubes,
esperando
un nuevo gran libertador.
Mirad
la luz que sale de las sombras,
es
la fuerza salvadora del Señor.
3.
No te canses recorriendo tu camino,
si
la luz de nuestra Pascua no es tu luz.
No
sueñes vanamente tu destino;
no
hay vida, si no está el Señor Jesús.
04.- A CASA
DEL PADRE (J. Pedro Martins)
A
casa del Padre
Cantando
llegamos,
La
mesa esta puesta,
Su
nombre alabamos
A
casa del Padre
cantando
llegamos,
la
mesa está puesta,
su
nombre cantamos. (Bis)
La
cena de Cristo
nos
da nueva vida,
da
fuerza y amor,
da
luz y alegría. (Bis)
Jesús
nuestra pascua
por
todos murió
y
como alimento
su
cuerpo entregó. (Bis)
Triunfó
de la muerte
la
vida nos dio
las
puertas del cielo
abiertas
dejó. (Bis)
La
mesa está puesta
su
nombre alabamos.
05.-TESTIGOS
(Cesáreo Garabaín)
1.
Nos envías por el mundo
anunciar
la Buena Nueva, (2)
mil
antorchas encendidas
y
una nueva primavera. (2)
2.
Si la sal se vuelve sosa,
quién
podrá salar el mundo. (2)
Nuestra
vida es levadura,
nuestro
amor será fecundo. (2)
3.
Siendo siempre tus testigos,
cumpliremos
el destino, (2)
sembraremos
de esperanza,
y
alegría los caminos. (2)
4.
Cuanto soy y cuanto tengo,
la
ilusión y el desaliento. (2)
Yo
te ofrezco mi semilla
y
tú pones el fermento. (2)
06.- EN SU
MESA HAY AMOR (Kairoi)
EL
SEÑOR NOS HA REUNIDO JUNTO A EL
EL
SEÑOR NOS HA INVITADO A ESTAR CON ÉL.
EN
SU MESA HAY AMOR
LA
PROMESA DEL PERDÓN
Y
EN EL VINO Y PAN SU CORAZÓN (BIS)
Cuando,
señor, tu voz
llega
en silencio a mi
y
mis hermanos me hablan de ti
sé
que a mi lado estas
te
sientas junto a mi
acoges
mi vida y mi oración.
El
señor nos ha reunido junto a el
El
señor nos ha invitado a estar con el
En
su mesa hay amor
La
promesa del perdón
y
en el vino y pan su corazón (bis)
07.- SEÑOR TE
OFRECEMOS (Agustín Sánchez)
1.
En torno a tu mesa, Señor, te ofrecemos,
toda
nuestra vida, el vino y el pan.
Son
para nosotros, tu cuerpo y tu sangre,
promesa
de vida, luz y libertad.
SEÑOR,
EL PAN QUE NOS DAS
BORRA
NUESTRAS MISERIAS.
SEÑOR,
TU COPA SERÁ
SANGRE
DE VIDA ETERNA.
SEÑOR,
SABEMOS QUE TÚ
TE
DAS SIN CONDICIONES.
DANOS
TU ESPÍRITU Y HAZ
DE
CARNE LOS CORAZONES… SEÑOR.
2.
Tu Espíritu inflama de amor nuestras vidas,
nos
sigues llamando; Señor, ¿dónde estás?.
Más
tú nos respondes: “me encuentras amando”.
Queremos
sentirte nuestro Salvador.
08.- NO OS
QUEDEIS TRISTES (J. Pedro Martins)
NO
QUEDEN TRISTES, AUNQUE ME VOY,
RE SOL
AUNQUE
ME VOY YO VOLVERÉ (BIS).
1.-
Voy a la casa de mi Padre a prepararles un lugar.
2.-Vendrá
mi Espíritu a ustedes para enseñarles la verdad.
3.-.
Serán testigos de mi amor por los confines de la tierra.
4.-
Anunciarán la buena nueva a cada pueblo de la tierra.
5.-
Cuando los hombres los persigan no tengan miedo, confíen.
6.-
Yo estaré siempre con ustedes acompañando hasta el final.
09.- ID Y
ENSEÑAD (Cesáreo Garabaín)
Sois
la semilla que ha de crecer,
sois
estrella que ha de brillar,
sois
levadura sois grano de sal,
antorcha
que debe alumbrar.
Sois
la mañana que vuelve a nacer,
sois
espiga que empieza a granar,
sois
aguijón y caricia a la vez
testigos
que voy a enviar.
Id
amigos por el mundo,
anunciando
el amor,
mensajeros
de la vida,
de
la paz y el perdón.
Sed
amigos, los testigos
de
mi resurrección,
id
llevando mi presencia,
con
vosotros estoy.
Sois
una llama que ha de encender
resplandores
de fe y caridad.
Sois
los pastores que han de guiar
al
mundo por sendas de paz.
Sois
los amigos que quise escoger,
sois
palabra que intento gritar.
Sois
reino nuevo que empieza a engendrar
justicia,
amor y verdad.
10.- AVE
MARIA (Francisco Palazón)
Lam,
MI7, Lam, MI7
Lam Lam MI7 Lam
Dios
te salve María llena eres de gracia
Rem SOL7 DO
El
Señor es contigo, bendita tú eres
Rem MI7 Lam MI7
Entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto
Lam (MI7)
de
tu vientre Jesús
Lam MI7 Lam
Santa
María Madre de Dios,
SOL DO Rem
MI
ruega
por nosotros pecadores.
Lam MI7 Lam
Santa
María Madre de Dios,
SOL DO Rem
MI
ruega
por nosotros pecadores
Rem Lam MI7 Lam
Ahora
y en la hora de nuestra muer-te
Rem Lam MI7
Lam
Ahora
y en la hora de nuestra muer-te.
11.- MADRE DE NUESTRO PUEBLO (Emilio Vicente
Mateu)
MADRE
DE NUESTRO PUEBLO,
LOS
HOMBRES ABREN EL CORAZÓN:
QUIEREN
LLAMARTE MADRE;
EN
SUS PALABRAS, EN SU CANCIÓN.
Madre
te llaman los pobres,
pobres
sin pan ni calor,
pobres
sin libros en las manos,
pobres
sin una ilusión.
Madre
te llama el que sufre
penas
de llanto y dolor,
penas
de verse oprimido,
penas
que evoca el amor.
Madre
te llama este pueblo,
pueblo
nacido en la cruz,
pueblo
que marcha hacia el Reino,
Madre
del pueblo eres tú.
Madre
te llama el que ríe,
el
que camina en la luz.
Madre
de todos los hombres,
Virgen
María, eres Tú.
12.- FELICES
SON LOS POBRES
1.
Felices son los pobres,
F E7
los
que todo lo han dejado;
Dm Am
porque
es de ellos,
E7 Am
el
Reino de los cielos.
Felices
los que lloran,
F E7
al
ver a sus hermanos;
Dm Am
porque
encontrarán,
E7 A
consuelo
a su tristeza.
A F#m
FELICES
SEREMOS,
D A
SI
VAMOS POR TUS SENDAS;
F#M D E
SIGUIENDO
TU SOMBRA AL CAMINAR,
D A E7
A
FELICES
SEREMOS SEÑOR.
2.
Felices los que firmes,
superan
las desdichas;
porque
encontrarán,
el
premio a su firmeza.
Felices
los que buscan,
y
luchan por la paz;
porque
están forjando,
la
tierra para todos.
3.
Felices los que miran,
con
limpio corazón;
porque
encontrarán,
el
rostro del Dios vivo.
Felices
los que tienen,
sed
y hambre de justicia;
porque
se verán,
satisfechos
para siempre.
4.
Felices los que viven,
con
amplio corazón;
porque
alcanzarán,
la
gran misericordia.
Felices
si os persiguen,
al
luchar por la justicia;
porque
vais creando,
un
mundo nuevo y limpio.
5.
Felices si les odian,
y
les llevan a la cárcel;
porque
así trataron,
a
todos los profetas.
Felices
si os maldicen,
y
os calumnian por mi causa;
porque
alcanzaréis,
muy
grande recompensa.
13.- ESPIRITU
SANTO VEN (Padre Mario)
RE Sim
Espíritu
Santo, ven, ven,
RE LA7
Espíritu
Santo, ven, ven,
Mim
Espíritu
Santo, ven, ven
LA7 RE
en
el nombre del Señor.
SOL LA7
RE Sim
Acompáñame,
ilumíname,
Mim LA7
RE
toma
mi vida.
SOL LA7
RE Sim
Acompáñame,
ilumíname,
Mim LA7 RE
¡Espíritu
Santo ven!
Santifícame,
transfórmame,
Tú
cada día.
Santifícame,
transfórmame,
¡Espíritu
Santo, ven!
Resucítame,
conviérteme,
todos
los días.
Glorifícame,
renuévame,
¡Espíritu
Santo, ven!
Acompáñame,
transfórmame,
toma
mi vida.
Ilumíname,
condúceme,
¡Espíritu
Santo ven!.
14.- EN LA
IGLESIA (Michele Bonfitto)
EN
LA IGLESIA LOS CRISTIANOS
NOS
AMAMOS COMO HERMANOS,
Y
BUSCAMOS TODOS UNIDOS
DEL
PECADO LIBERARNOS.
Cuando
Pedro con todos los creyentes, vivían en espíritu fraterno,
ponían
en común todos sus bienes y no había entre ellos disensiones.
Y
ninguno sufría humillaciones, conformes al espíritu de Cristo:
teniendo
cada quien lo necesario, tratando que no sufriera ninguno.
Y
partiendo el pan ellos en casa, y de fraternidad dando el ejemplo,
de
Dios eran a diario bendecidos, gozando de la estima en las ciudades.
Y
nosotros, sintiéndonos Iglesia, queremos asimismo con empeño
vivir
aquel espíritu de Cristo de acuerdo a lo que enseña su Evangelio.