LOS DOCE
COMENTARIO
“Estos son los nombres de
los doce apóstoles.”. conocemos a los cuatro privilegiados: Pedro, Andrés,
Santiago y Juan. Otros nos resultan familiares: Felipe, Tomás, Mateo, Judas.
Pero, ¿y Bartolomé, Tadeo, el hijo de Alfeo, el Zelote...? Casi nada sabemos de
ellos.
Por otra parte, todos quedan eclipsados por
la personalidad de Jesús y su propio hechizo: No veían más que a él, su palabra
y sus milagros, su libertad, su forma de amar, sobre todo a los pequeños. Esas
doce miradas sobre Jesús nos han dado a Jesús, nuestra certeza de la
resurrección nos viene de ellos, somos una iglesia “apostólica”.
De allí vienen la firmeza y el calor de
nuestra fe. Otras religiones tienen textos hermosos, bellas leyendas, pero sólo
los cristianos pueden mirar y escuchar a Dios hecho visible por un hombre que
vivió en tal lugar, en tal época y que dijo cosas sumamente claras. El
conocimiento de ese hombre se lo debemos a los apóstoles, a los doce grandes
testigos. Ellos nos dicen: él era así, actuaba de este modo, decía...
Por medio de los doce entramos también en
esa inmensa congregación que se llama iglesia y que hoy se prefiere llamar “el
Pueblo de Dios”. Cada domingo tomamos contacto con este aspecto capital de
nuestra fe: vivir como pueblo en y por la iglesia de Cristo que es la iglesia
de los apóstoles. “Creo en la iglesia apostólica”.
Ya desde el primer momento lo quiso así
Jesús: rehacer un pueblo. La elección de doce compañeros evocaba a los doce
hijos de Jacob y a las doce tribus de Israel, es decir una totalidad Jesús vino
para todos, la orden que dio a los apóstoles: “Vayan más bien a las ovejas
perdidas de Israel”, señala simplemente el comienzo de esta agrupación, la
llamada al antiguo pueblo que habría debido ser el más dispuesto para
constituir el nuevo. Pero el final del evangelio abre el mundo entero a los
apóstoles: “Hagan discípulos de todas las naciones”.
Cuando buscaban a alguien que sustituyese a
Judas, Pedro dijo: “Hace falta uno que haya sido testigo de su resurrección se
asocie a nosotros, uno de los que nos acompañaron mientras vivía con nosotros
el Señor Jesús” (Hech 1, 21-22). Esta frase abre el círculo de los doce: no
eran ellos los únicos en rodear a Jesús, el evangelio habla también de 72
discípulos. Si el papel de los doce fue único como fundamento de la iglesia, la
noción misma de apóstol se amplió a todo cristiano y lleva consigo los dos
mismos caracteres esenciales, la compañía con Jesús y la fe comunicativa en la
resurrección: “¡Resucitó!”. Nosotros pertenecemos a ese movimiento que nació el
día en que Jesús quiso vivir rodeado de los doce. Si a veces nos sentimos
descontentos de la iglesia, del Papa, de los obispos y de nuestro párroco,
examinemos las cosas con Jesús.
Podemos y a veces debemos criticar, para
ser miembros vivos de la iglesia, pero lo que tiene que preocuparnos de veras
es que la iglesia entera sea una reunión muy viva en torno a Jesús y un anuncio
muy vivo de su evangelio.
Cuando el amor a la iglesia y el ardor
misionero llenan el corazón de un cristiano, está en el surco de los apóstoles
y Jesús lo mira como uno de los suyos.
Pbro. Roland Vicente
Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 26, 7-9
Escúchame, Señor,
que te llamo. Tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi
salvación.
ORACION
COLECTA
Oh Dios, fuerza de los que en ti esperan, escucha con bondad nuestras
suplicas y pues sin ti nada puede la fragilidad de nuestra naturaleza,
concédenos siempre la ayuda de tu gracia, para que, al poner en practica tus
mandamientos, te agrademos con nuestros deseos y acciones. Por nuestro Señor
Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Éxodo 19, 2-6ª
En aquellos días, los israelitas llegaron al
desierto del Sinaí y acamparon allí, frente a la montaña, y le dijo: “Así dirás
a la descendencia de Jacob, a los hijos de Israel: “Ya ustedes han visto lo que
he hecho con los egipcios, y como a ustedes los he llevado sobre alas de águila
y los he traído a mí. Ahora, pues, si de veras escuchan mi voz y guardan mi
alianza, ustedes serán el pueblo de mi propiedad entre todos los pueblos,
porque mía es toda la tierra; serán para mí un reino de sacerdotes y una nación
santa”.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 99)
Nosotros somos su
pueblo y ovejas de su rebaño.
Aclama al Señor, tierra
entera, sirvan al Señor con alegría, entren en su presencia con vítores. R.
Sepan que el Señor es
Dios: que Él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
El Señor es bueno, su
misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Romanos 5, 6-11
Hermanos: Cuando nosotros todavía
estábamos sin fuerza para salvarnos, Cristo murió por los pecadores en el
tiempo señalado; en verdad, a duras penas habrá quien muera por una persona
justa; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; la prueba de que
Dios nos ama es que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por
nosotros. ¡Con cuanta más razón, pues, justificados ahora por su sangre,
seremos por El salvos del castigo!. Si, cuando éramos enemigos, fuimos
reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuanta más razón, estando
ya reconciliados, seremos salvos por su vida!. Y no solo eso, sino que también
nos gloriamos en Dios, mediante
Nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos
obtenido ahora la reconciliación.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mc 1, 15
Aleluya. Esta cerca el Reino de Dios:
conviértanse y crean en el Evangelio. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
evangelio según san Mateo 9, 36—10, 8
En aquel tiempo, al ver Jesús a la gente,
sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abandonados, como ovejas
que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante,
pero los trabajadores son pocos, rueguen, pues al dueño de la cosecha que mande
trabajadores a recogerla”. Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad
para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencias.
Estos son los nombres de los doce apóstoles el
primero Simón. Llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el Zebedeo, y su
hermano Juan; Felipe y Bartolomé, Tomas y Mateo, el publicano; Santiago el
Alfeo, y Tadeo; Simón el Celote, y Judas Iscariote, el que lo entrego. A estos
doce los envío Jesús con estas instrucciones: “No vayan a tierra de paganos, ni
entren en las ciudades de Samaria, sino vayan a las ovejas descarriadas de
Israel. Vayan y proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen
enfermos, resuciten murtos, limpien leprosos, expulsen demonios. Lo que han
recibido gratis, denlo gratis”.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Sabiendo que somos
propiedad del Señor, y dispuestos a guardar su alianza, oremos diciendo: R.-Te
lo pedimos, Señor.
1.-
Para que, con obras y palabras, la Iglesia proclame que el Reino de Dios
está cerca. Oremos. R.
2.- Para que los pastores del pueblo de Dios
no cesen de promover la reconciliación de los cristianos. Oremos. R.
3.- Para que el Señor suscite en el seno de
las familias y comunidades cristianas vocaciones a la vida sacerdotal y
religiosa. Oremos. R.
4.- Para que los consagrados y misioneros
trabajen con ilusión y entrega en el servicio a los enfermos, pobres y
necesitados. Oremos. R.
5.- Para que Jesús se haga presente en
nuestras vidas, y compartamos con generosidad y responsabilidad los bienes que
recibimos de él. Oremos. R.
Te lo pedimos a ti,
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Oh, Dios, que según la doble condición de los dones que presentamos,
alimentas a los hombres y los renuevas sacramentalmente, concédenos, por tu
bondad que no nos falte su ayuda para el cuerpo y el Espíritu. Por Jesucristo
nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Sal 26,
4
Una cosa pido al Señor,
eso buscare: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Señor, esta santa comunión contigo que hemos recibido, anticipo de la
unión de los fieles en ti, realice también la unidad en tu Iglesia. Por
Jesucristo nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 19: 2Co 6, 1-10; Sal 97; Mt 5, 38-42.
Martes 20: 2Co 8, 1-9; Sal 145; Mt 5, 43-48
Miércoles 21: 2Co 9, 6-11; Sal 111; Mt 6, 1-6.16-18.
Jueves 22: 2Co
11, 1-11; Sal 110; Mt 6, 7-15
Viernes 23: 2Co 11, 18.21b-30; Sal 33; Mt 6, 19-23.
Sábado 24: Is 49, 1-6; Sal 138; Hch 13, 22-26; Lc 1,
57-66.80.
Domingo 25: Jr 20, 10-13; Sal 68; Rm 5, 12-15; Mt 10,
26-33.
COMENTARIOS
AL EVANGELIO
Mt 9, 36-10, 8
Par: Mc 6, 7-13 Lc 9, 1-6
1.- El pasado domingo
leíamos la llamada personal de JC: "Sígueme" (una llamada dirigida
especialmente a los "pecadores"). Pero esta llamada personal no es
individual. No se termina en aquello que se denominaba "salvar el
alma". Sino que JC llama para enviar. Es decir, para continuar su tarea
-su misión- de conducir la humanidad hacia el Padre, hacia el Reino, la
plenitud que el hombre anhela y que Dios realiza porque ama.
Convendrá insistir en la
homilía en que esto nos afecta a todos. C/MISION:Quizá en los últimos años se
ha insistido -a veces unilateralmente- en la necesidad de formar
"comunidades cristianas", de "sentirse comunidad", sin
percibir suficientemente que la comunidad no es un fin en sí mismo. Louis Evely
escribía recientemente: "Es verdad que los cristianos se reunirán entre
ellos para compartir la Palabra, el Pan y el Perdón, pero su encontrarse
momentáneo simboliza y prepara la unificación del mundo y se termina con una
dispersión hacia los no cristianos. Una comunidad cristiana es una
contradicción en sus términos. Los cristianos no están para vivir entre ellos,
como tampoco la sal o la levadura no están para conservarse en un pote. Los
cristianos sólo forman asambleas litúrgicas, provisionales y proféticas"
("Avui", 14 de mayo). Más allá de la exageración de estas palabras,
debe reconocerse que se hallan confirmadas sustancialmente por las de JC al
llamar a los apóstoles.
El mismo número de doce es
símbolo de una convocación universal (las doce tribus que son figura de un
nuevo pueblo que debe incluir a toda la humanidad) Y lo confirman los tres
momentos que hallamos en la elección: 1)percepción amorosa de la situación de
las gentes extenuadas y abandonadas, sin pastor que guíe hacia la vida;
2)llamada a unos discípulos, a unos creyentes, no individualmente, sino como
comunidad, como iglesia 3)misión de estos discípulos para que anuncien y
realicen el Reino (un tema secundario es que JC los envíe inicialmente "a
las ovejas descarriadas de Israel": el paso a todos los pueblos no vendrá
hasta después de la Resurrección).
J. GOMIS - MISA DOMINICAL
1978/12
2. I/MUNDO. I/MISION.
La Iglesia, colectiva e
individualmente -es decir, la Iglesia en su conjunto y los creyentes como
individuos, de uno en uno- tiene una misión clara que cumplir, un quehacer
idéntico a todo lo largo de la historia. Los matices de ese quehacer podrán
mudar con los tiempos y habrá que esforzarse por encontrar el modo mejor de
cumplirlo en cada momento. Pero la misión, el quehacer, son claros como la luz.
Y las lecturas de hoy hablan de ello.
La Iglesia -toda la
Iglesia y cada uno de nosotros- debe servir de puente entre Dios y la
humanidad, debe servir de testigo del amor de Dios a los hombres. La fe, que es
la respuesta humana a la invitación divina, debe reflejarse de tal modo en la
tierra en que vivimos que cada creyente y el conjunto de todos los creyentes
seamos testimonio de la gran Verdad: Dios nos ama con la más alta y profunda
forma de amor. Y toda la actividad eclesial ha de estar dirigida a ese fin: ser
espejos del amor de Dios. Dicho así puede no sonar a nada o sonar a cosa superdicha
y hasta un poco cursi. Pensándolo bien resulta grandioso y comprometedor.
Solemos decir que
"somos humanos" y como tales, imperfectos. De acuerdo. Pero eso no
puede ser fácil disculpa para no cumplir nuestra tarea fundamental. Una cosa es
que haya imperfecciones en el cumplimiento del deber y otra muy distinta es que
nos equivoquemos de "deber", lo cual sería definitivamente grave,
mortal de necesidad. Y nos equivocaríamos de "deber" si creyéramos -y
actuáramos en consecuencia- que la Iglesia está para echar en cara al mundo su
incredulidad, por ejemplo; o para servir de "modelo" a los demás; o
para constituir un pequeño refugio de "salvados", un gesto en el que
vivir "los elegidos" (¿no se ha dicho tantas veces pomposamente
aquello de que "fuera de la Iglesia no hay salvación"?)... De este
modo la Iglesia se convertiría en orgulloso testimonio de un desamor.
Exactamente lo contrario al deseo de Dios. Una terrible traición que nos
descalificaría definitivamente. Conviene, por tanto, pensar en serio si hemos
caído o estamos en peligro de caer en este equívoco bien como colectividad
eclesial bien como individuos.
CR/A-MUNDO: Ser cristiano
sucesor para los nuevos tiempos del antiguo Israel comporta un talante de
"simpatía" hacia el mundo que ha de ser salvado por el amor de Dios y
no por nuestros trabajos denodados y sudorosos o por nuestras connivencias y
coincidencias personales. Pertenecer a la Iglesia no es colocarse el cartel de
"anti..." tantas cosas, como si creer fuera una afirmación de exclusivismos:
es levantar bandera de comprensión, de abrazo universal, de radical aceptación
de cuánto puede ser "salvado" es decir, de TODO. Con demasiada
frecuencia "cristiano" -¡y más todavía "católico"!- viene a
ser sinónimo, en la mente de muchos, de "conservador, retrógrado y
anti...". En nombre del cristianismo se toman actitudes de protesta contra
esto y aquello; pero pocas veces se toman actitudes de aceptación y alabanza,
de apertura y comprensión... Nada, sin embargo, tan positivo como una fe que
debe ser testigo de lo más positivo del mundo que es el amor de Dios a los
hombres.
La imagen de la Iglesia
que deberían tener todos los hombres grabada en el corazón es la imagen de una
realidad acogedora y no excluyente, la imagen de un "recinto" en el
que todos caben porque a todos se les recibe con amor. Pero tal imagen es
imposible si cada uno de nosotros y la institución eclesial en sus
manifestaciones no nos sentimos desde dentro testigos del amor, en lugar de
sentirnos testigos de la justicia o de una especie de no santa revancha
espiritual. En eso pecó gravemente Israel. ¿No hemos pecado nosotros igual? ¿No
hemos hecho que el N.T. huela demasiado a Viejo? Algo de esto confesó la
Iglesia en el Vaticano II. La conversión es, al fin y al cabo, la raíz de todas
las actitudes cristianas. Nuestra constante conversión es de dirigirnos hacia
el Amor y su más eficaz testimonio.
BERNARDINO M. HERNANDO -
VIDA NUEVA 1975/06/07-985
3. MISION/VOCACION:
Más importante parece ser
la expresión de la conciencia que Cristo adquiere de su papel de rabí en su
tierra. Al contrario de los rabinos de su tiempo, que se rodeaban de algunos
discípulos en una escuela o a la puerta de una ciudad, Jesús quiere ser un
rabino ambulante: no se trata de esperar a que los discípulos vengan a Él, hay
que ir a su encuentro y abordarles en su situación vivencial. Cristo no será,
pues, como los sacerdotes del Templo que reciben materias de sacrificio y
dinero de los fieles, pero sin preocuparse de su salvación; tampoco será como
los fariseos, que no se ocupan más que de las almas de excepción; va a las
"ovejas perdidas" de Israel: perdidas y olvidadas (v. 35). Si acepta
tener discípulos, no lo será, a la manera de los rabinos de su tiempo, para
razonar con ellos, sino para hacerles compartir sus periplos misionales y
atraer su atención hacia las ovejas abandonadas (vv. 36 y 10, 1).
Esta perspectiva es
absolutamente nueva en los hábitos de los rabinos de Israel y hace,
automáticamente, de la misión una obra de "compasión" (v. 36) y de
misericordia para con los pobres, los enfermos y los pecadores (vv. 7-8),
"ovejas sin pastores" (v. 36) de las que ni sacerdotes, ni fariseos,
ni rabinos se dignan preocuparse.
Contrariamente a los otros
sinópticos, Mateo nos da la lista de los doce apóstoles no en el momento en que
Cristo les llama (Mc 3, 16-19; Lc 6, 14-16), sino en el momento en que los
envía. De esa forma se manifiesta más sensible a la misión de los apóstoles que
a su vocación. Al mencionar al colegio apostólico al comienzo del discurso de
misión, quiere al mismo tiempo establecer un nexo entre colegialidad apostólica
y misión, tal como insistirá en subrayarlo Hch/02/14; Mc/01/36 y Lc/09/32.
La misión no apunta, sin
embargo, más que a las ovejas de Israel. Jesús excluye incluso nominalmente a
los paganos y a los samaritanos (vv. 5-6). Seguramente tiene conciencia de que
su mesianidad no beneficia todavía más que al pueblo elegido.
Comparte la mentalidad de
su tiempo según la cual el llamamiento de los paganos al Reino queda situado
tan sólo en el futuro escatológico, como acto gratuito de Dios. Jesús esperaba
de tal forma la congregación de las naciones como una iniciativa escatológica
de su Padre, que no se ha preocupado de su llamamiento durante su vida pública
(Lc 13, 23-30; Mc 7, 24-30).
De esa forma ha
actualizado una economía de la salvación que es "primeramente para los
judíos" (Rom 1, 16) y que Lucas respetará escrupulosamente en su redacción
de los Hechos por la forma en que presentará la extensión de la Buena Nueva a
partir de Jerusalén y de Judea.
Es un hecho innegable que
la conciencia misionera de la Iglesia y de los apóstoles se fue ampliando
progresivamente. Textos como el de Mt 10, en el que el evangelista se preocupa,
sin embargo, de elaborar una teología de la misión, se sitúa aún en una
perspectiva limitada a Israel; será precisa la persecución para que los
apóstoles salgan de Jerusalén y comiencen a extenderse en la Diáspora.
Pero no por eso deja de
ser menos cierto que la Iglesia es misionera por esencia y que la relación con
el mundo no cristiano es constitutiva de su vocación. La Eucaristía no puede
comprenderse sino en la medida en que llama a ese universalismo a los
cristianos que reúne.
MAERTENS-FRISQUE - NUEVA
GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA V - MAROVA MADRID 1969. Pág. 65
4.- Contexto. Compárese
Mt. 9, 36 con Mt. 5, 1. Entre ambos textos hay una relación literaria clara.
Ambos constituyen el comienzo de una sección discursiva. En 5, 1 comenzaba la
primera compilación de palabras de Jesús (sermón de la montaña, caps. 5-7); en 9,
36 comienza la segunda compilación.
Texto. Una circunstancia
(las gentes) motiva una reacción psicológica de Jesús (9, 36), unas palabras a
sus discípulos (9, 37-38) y una transmisión de autoridad (10, 1). Mención
concreta de los nombres (10, 2-4). Envío y código del enviado (10, 5-8). La
articulación literaria del texto es clara. Esta misma concatenación es la razón
por la que los discípulos de 9, 37 y los doce apóstoles de 10, 2 son las mismas
personas. En Mateo, discípulo y apóstol son términos equivalentes.
Pre-texto. "Como
ovejas que no tienen pastor": expresión clásica para designar al pueblo de
Israel en cuanto carente de dirección.
Se encuentra en los libros
históricos (Núm. 27, 17; 1 rey. 22, 17; 2 Crón. 18, 16), en los proféticos (Ez.
34, 5; Zac. 10, 2) y en los de carácter didáctico (Judit 11, 19). En Mt. 9, 36
el pueblo carente de dirección es la muchedumbre en torno a Jesús. Ahora bien,
desde Mt. 5, 1 el autor distingue entre muchedumbre y discípulos como dos
grupos distintos. Los discípulos son los destinatarios del sermón del monte. El
monte, en la tradición judía, es el Sinaí, donde quedó constituido el pueblo de
Dios. En la concepción de Mateo el sermón del monte es, pues, el canon
constitutivo del nuevo pueblo de Dios. Este pueblo de Dios Mateo lo esquematiza
usando el modelo clásico: las doce tribus. Los doce apóstoles representan,
pues, al pueblo de Dios en su totalidad.
Sentido del texto.
Evidentemente, se trata de un texto de misión. ¿Quiénes son los enviados? ¿Los
doce en cuanto pueblo de Dios o en cuanto miembros-guías dentro del pueblo de
Dios? A la luz del texto y del pre-texto, "los doce" es sinónimo de
un "pueblo de Dios". Mateo ha compuesto un texto eclesiológico, no un
texto jerárquico o de vocación específica. Se trata, pues, de la misión de todo
el pueblo de Dios (sacerdotes+seglares, diríamos hoy). ¿A quiénes? "A las
gentes". Mateo entiende por gentes todos los que escuchan la palabra de Jesús,
pero no la ponen en práctica (cfr. final del sermón del monte, 7, 24-27). Todas
aquellas gentes eran "cristianos", es decir, oían y seguían a Cristo,
pero no eran sus discípulos. Discípulo es el que pone en práctica el programa
del Reino (cfr. Mt. 5-7). Este programa es algo más que una ética; es una
renovación integral del mundo; es una alternativa a los modelos sociológicos al
uso (incluso éticamente buenos). Hay muchos modelos; hay muchos
"cristianos"; pero faltan trabajadores del Reino. Ya en tiempo de
Jesús el número de estos trabajadores del Reino era escaso en comparación con
la gran muchedumbre que seguía a Jesús. Y ya entonces algo faltaba en la
religiosa sociedad judía. Esa falta motiva la profunda conmoción de Jesús, su
invitación a pedir trabajadores al Padre y el envío de los escasos trabajadores
con que cuenta (9, 36 - 10, 4).
Desde este momento los
discípulos adquieren una nueva connotación. Hasta ahora se les llamaba
discípulos en razón de su relación con el maestro (relación hacia dentro);
ahora se les llama también apóstoles, es decir, enviados, en razón de su
relación con la demás gente (relación hacia fuera).
La gente a la que son
enviados son el antiguo pueblo judío, el Israel en sentido étnico (10, 5-6).
Este Israel era precisamente el que debía ofrecer a los demás pueblos del mundo
una alternativa de vida distinta, la alternativa de Reino de Dios. De ahí el
interés y los esfuerzos de Jesús por dar forma en Israel a esa alternativa. Los
milagros son las señales de ella. Esas señales, en cuanto expresión de la
presencia de Dios, son pura gracia de Dios y, por tanto, no es algo sobre lo
que se pueda especular en beneficio propio (10, 8).
DABAR 1978/36
PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XI DEL T.O. CICLO A 2023
TEMA: Llamada de los discípulos y envio
01.- A LA
FIESTA DEL SEÑOR (Juanjo Elezkano)
A
LA FIESTA DEL SEÑOR
A
LA FIESTA DEL SEÑOR
A
LA FIESTA DEL SEÑOR
HOY
VENIMOS A ESCUCHAR
A
CANTAR Y A PERDONAR
A
LA FIESTA DEL SEÑOR. (2V)
1.
Y antes de entrar en esta fiesta
hay
que dejar ante la puerta nuestro mal
que
si el Señor hoy te perdona
no
es por cumplir ni por querer disimular
es
porque Dios nos ama a todos de verdad
y
es porque tú y yo debemos perdonar.
2.
Dile al Señor lo que te pasa
lo
que te hace hoy sufrir y hasta llorar
dile
también que tienes días
en
que parece que todo es felicidad
dale
las gracias porque te ama de verdad
pídele
ánimo y ganas de avanzar.
02.- ALREDEDOR
DE TU MESA (Francisco Palazón)
ALREDEDOR
DE TU MESA,
VENIMOS
A RECORDAR. (2)
QUE
TU PALABRA ES CAMINO,
TU
CUERPO FRATERNIDAD. (2)
Hemos
venido a tu Mesa
a
recordar el misterio de tu amor.
Con
nuestras manos manchadas,
arrepentidos
buscamos tu perdón.
Juntos
y a veces sin vernos,
olvidamos
tu presencia, sin sentir
que
se interrumpe el camino,
si
no vamos como hermanos hacia Ti.
03.- PUEBLO
SANTO Y ELEGIDO (J.P. Martins)
1.
Caminamos hacia ti,
oh
ciudad de nuestro Dios,
construyendo
en este mundo
la
verdad y el amor.
PUEBLO
SANTO Y ELEGIDO
CONGREGADO
EN EL AMOR,
VAS
BUSCANDO, PEREGRINO,
LA
CIUDAD DE NUESTRO DIOS.
2.
Avanzamos, peregrinos,
con
Jesús, nuestra esperanza.
Él
nos salva, Él nos guía,
con
la luz de su palabra.
3.
Quien tiene hambre de justicia,
quien
anhela la verdad,
en
la mesa del Señor
su
Palabra encontrará.
4.
Reunidos en la Iglesia
proclamamos
su verdad:
Jesucristo
es el que salva
dando
al mundo su amistad.
5.
Los caminos de este mundo
son
caminos sin final:
sólo
Cristo es el sendero
que
conduce a la verdad.
6.
Cuando llegue el momento
de
nuestra hora final,
Jesucristo,
nuestro hermano,
nos
dará su eternidad.
04.- ACEPTA
SEÑOR EL VINO Y EL PAN (Joaquin Madurga)
ACEPTA
SEÑOR EL VINO Y EL PAN
CON
ELLOS TRAEMOS TU OFRENDA A TU ALTAR
1-.
Sobre tu altar Señor va nuestra ofrenda
el
abrazo sincero al hermano
perdonándonos
nuestras ofensas.
2.-Sobre
el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:
trabajar
por un mundo más justo de igualdad
y
concordia fraterna.
3.-
Sobre el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:
convertir
nuestra vida pasada
al
mensaje de tu Buena Nueva.
05.- PAN
SABROSO (Carmelo Erdozain)
Pan
sabroso del trigal,
vino
nuevo de amistad,
hoy
le llevamos, le presentamos,
ellos
serán sacramento y manjar.
Presentemos
al Señor
como
ofrenda, nuestro amor,
nuestro
trabajo, nuestro descanso:
ellos
serán, nuestra humilde oblación.
Le
llevamos al Señor
la
pobreza y el dolor,
nuestras
cosechas, nuestras ofrendas,
ellas
serán, nuestra liberación.
06.- ENVIA
MENSAJEROS
ENVÍA
MENSAJEROS, SEÑOR, POR EL MUNDO ENTERO;
ENVÍA
MENSAJEROS, QUE PROCLAMEN TU GLORIA. ALELUYA.
1.-
Cristo los escogió, para ser sus testigos;
para
que sean luz que brille en el mundo.
2.-
Después de conocer tu divina elección,
ellos
te han ofrecido su vida y corazón.
3.-
Para llegar a Ti, siguiendo tu camino,
infúndeles,
Señor, el gozo de servir
07.- ID Y
ENSEÑAD (Cesareo Garabain)
Sois
la semilla que ha de crecer,
sois
estrella que ha de brillar,
sois
levadura, sois grano de sal,
antorcha
que ha de alumbrar.
Sois
la mañana que vuelve a nacer,
sois
la espiga que empieza a granar,
sois
aguijón y caricia a la vez,
testigos
que voy a enviar.
Id,
amigos, por el mundo anunciando el amor,
mensajeros
de la vida, de la paz y el perdón.
Sed,
amigos, los testigos de mi resurrección,
id
llevando mi presencia, con vosotros estoy.
Sois
una llama que ha de encender
resplandores
de fe y caridad.
Sois
los pastores que han de guiar
al
mundo por sendas de paz.
Sois
los amigos que quise escoger,
sois
palabra que intento gritar,
sois
reino nuevo que empieza a engendrar
justicia,
amor y verdad.
Sois
fuego y savia que vine a traer,
sois
la ola que agita la mar;
la
levadura pequeña de ayer
fermenta
la masa del pan.
Una
ciudad no se puede esconder
ni
los montes se han de ocultar,
en
vuestras obras que buscan el bien,
los
hombres al Padre verán.
08.- TAN
CERCA DE MI (Cesareo Garabain)
TAN
CERCA DE MÍ, TAN CERCA DE MÍ,
QUE
HASTA LO PUEDO TOCAR,
JESÚS
ESTÁ AQUÍ.
1.-
Ya no busco a Cristo en las alturas
ni
le buscaré en la oscuridad.
Dentro
de mi ser, en mi corazón,
siento
que Jesús conmigo está.
2.-
Yo le contaré lo que me pasa,
como
a mis amigos le hablaré.
Yo
no sé si es Él quien habita en mí,
o
si soy yo quien habito en El.
3.-
Mírale a tu lado, caminando,
en
las alegrías y el dolor.
A
tu lado va, siempre al caminar,
Él
es un amigo de verdad.
09.- ALMA
MISIONERA
Señor,
toma mi vida nueva
antes
de que la espera
desgaste
años en mi
estoy
dispuesta a lo que quieras
no
importa lo que sea
tu
llámame a servir
LLÉVAME
DONDE LOS HOMBRES
NECESITEN
TUS PALABRAS
NECESITEN
MIS GANAS DE VIVIR
DONDE
FALTE LA ESPERANZA
DONDE
FALTE LA ALEGRÍA
SIMPLEMENTE
POR NO SABER DE TI
Te
doy mi corazón sincero
para
gritar sin miedo
Tu
grandeza, Señor
Tendré
mis manos sin cansancio
tu
historia entre los labios
y
fuerza en la oración
Y
así en marcha iré cantando
por
calles predicando
lo
bello que es tu amor
Señor
tengo alma misionera
condúceme
a la tierra
que
tenga sed de ti.
10.- PESCADOR
DE HOMBRES
Tú
Has venido a la orilla
No
has buscado a sabios ni a ricos
Tan
solo quieres que yo te siga.
SEÑOR,
ME HAS MIRADO A LOS OJOS
SONRIENDO,
HAS DICHO MI NOMBRE
EN
LA ARENA, HE DEJADO MI BARCA
JUNTO
A TI, BUSCARÉ OTRO MAR.
Tú
Sabes bien lo que tengo
En
mi barca, no hay oro ni plata
Tan
solo redes y mi trabajo.
Señor,
me has mirado a los ojos
Sonriendo,
has dicho mi nombre
En
la arena, he dejado mi barca
Junto
a ti, buscaré otro mar.
Tú
Necesitas mis manos
Mi
cansancio que a otros descanse
Amor
que quiera seguir amando.
Señor,
me has mirado a los ojos
Sonriendo,
has dicho mi nombre
En
la arena, he dejado mi barca
Junto
a ti, buscaré otro mar.
Tú
Pescador de otros lagos
Ansia
eterna de almas que esperan
Amigo
bueno, que así me llamas
Señor,
me has mirado a los ojos
Sonriendo,
has dicho mi nombre
En
la arena, he dejado mi barca
Junto
a ti, buscaré otro mar
Junto
a ti, buscaré otro mar
Junto
a ti, buscaré otro mar
Junto
a ti, buscaré otro mar.
11.- MARIA
MADRE BUENA (Kairoi)
Tantas
cosas en la vida
nos
ofrecen plenitud,
y
no son más que mentiras
que
desgastan la inquietud.
Tú
has llenado mi existencia
al
quererme de verdad,
yo
quisiera Madre buena amarte más.
En
silencio escuchabas
la
palabra de Jesús,
y
la hacías pan de vida
meditando
en tu interior.
La
semilla que ha caído
ya
germina y está en flor,
con
el corazón en fiesta cantaré.
AVE
MARÍA, AVE MARÍA,
AVE
MARÍA, AVE MARÍA.
Desde
que yo era muy niño
has
estado junto a mí,
y
guiado de tu mano
aprendí
a decir sí.
Al
calor de la esperanza
nunca
se enfrió mi Fe,
y
en la noche más oscura fuiste luz.
No
me dejes Madre mía
ven
conmigo al caminar,
quiero
compartir mi vida
y
crear fraternidad.
Muchas
cosas en nosotros
son
el fruto de tu amor,
la
plegaria más sencilla cantaré.