viernes, 16 de junio de 2023

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XI T.O. ERCICLO A - 18 JUNIO 2023

 LOS DOCE

  

COMENTARIO

 

“Estos son los nombres de los doce apóstoles.”. conocemos a los cuatro privilegiados: Pedro, Andrés, Santiago y Juan. Otros nos resultan familiares: Felipe, Tomás, Mateo, Judas. Pero, ¿y Bartolomé, Tadeo, el hijo de Alfeo, el Zelote...? Casi nada sabemos de ellos.

Por otra parte, todos quedan eclipsados por la personalidad de Jesús y su propio hechizo: No veían más que a él, su palabra y sus milagros, su libertad, su forma de amar, sobre todo a los pequeños. Esas doce miradas sobre Jesús nos han dado a Jesús, nuestra certeza de la resurrección nos viene de ellos, somos una iglesia “apostólica”.                          

De allí vienen la firmeza y el calor de nuestra fe. Otras religiones tienen textos hermosos, bellas leyendas, pero sólo los cristianos pueden mirar y escuchar a Dios hecho visible por un hombre que vivió en tal lugar, en tal época y que dijo cosas sumamente claras. El conocimiento de ese hombre se lo debemos a los apóstoles, a los doce grandes testigos. Ellos nos dicen: él era así, actuaba de este modo, decía...

Por medio de los doce entramos también en esa inmensa congregación que se llama iglesia y que hoy se prefiere llamar “el Pueblo de Dios”. Cada domingo tomamos contacto con este aspecto capital de nuestra fe: vivir como pueblo en y por la iglesia de Cristo que es la iglesia de los apóstoles. “Creo en la iglesia apostólica”.

Ya desde el primer momento lo quiso así Jesús: rehacer un pueblo. La elección de doce compañeros evocaba a los doce hijos de Jacob y a las doce tribus de Israel, es decir una totalidad Jesús vino para todos, la orden que dio a los apóstoles: “Vayan más bien a las ovejas perdidas de Israel”, señala simplemente el comienzo de esta agrupación, la llamada al antiguo pueblo que habría debido ser el más dispuesto para constituir el nuevo. Pero el final del evangelio abre el mundo entero a los apóstoles: “Hagan discípulos de todas las naciones”.

Cuando buscaban a alguien que sustituyese a Judas, Pedro dijo: “Hace falta uno que haya sido testigo de su resurrección se asocie a nosotros, uno de los que nos acompañaron mientras vivía con nosotros el Señor Jesús” (Hech 1, 21-22). Esta frase abre el círculo de los doce: no eran ellos los únicos en rodear a Jesús, el evangelio habla también de 72 discípulos. Si el papel de los doce fue único como fundamento de la iglesia, la noción misma de apóstol se amplió a todo cristiano y lleva consigo los dos mismos caracteres esenciales, la compañía con Jesús y la fe comunicativa en la resurrección: “¡Resucitó!”. Nosotros pertenecemos a ese movimiento que nació el día en que Jesús quiso vivir rodeado de los doce. Si a veces nos sentimos descontentos de la iglesia, del Papa, de los obispos y de nuestro párroco, examinemos las cosas con Jesús.

Podemos y a veces debemos criticar, para ser miembros vivos de la iglesia, pero lo que tiene que preocuparnos de veras es que la iglesia entera sea una reunión muy viva en torno a Jesús y un anuncio muy vivo de su evangelio.

Cuando el amor a la iglesia y el ardor misionero llenan el corazón de un cristiano, está en el surco de los apóstoles y Jesús lo mira como uno de los suyos.

Pbro. Roland Vicente Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA  Sal 26, 7-9

Escúchame, Señor, que te llamo. Tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación.

 

ORACION COLECTA

Oh Dios, fuerza de los que en ti esperan, escucha con bondad nuestras suplicas y pues sin ti nada puede la fragilidad de nuestra naturaleza, concédenos siempre la ayuda de tu gracia, para que, al poner en practica tus mandamientos, te agrademos con nuestros deseos y acciones. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Éxodo 19, 2-6ª

En aquellos días, los israelitas llegaron al desierto del Sinaí y acamparon allí, frente a la montaña, y le dijo: “Así dirás a la descendencia de Jacob, a los hijos de Israel: “Ya ustedes han visto lo que he hecho con los egipcios, y como a ustedes los he llevado sobre alas de águila y los he traído a mí. Ahora, pues, si de veras escuchan mi voz y guardan mi alianza, ustedes serán el pueblo de mi propiedad entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”.

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 99)

 

Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

 

Aclama al Señor, tierra entera, sirvan al Señor con alegría, entren en su presencia con vítores. R.

 

Sepan que el Señor es Dios: que Él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

 

El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 6-11

Hermanos: Cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza para salvarnos, Cristo murió por los pecadores en el tiempo señalado; en verdad, a duras penas habrá quien muera por una persona justa; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; la prueba de que Dios nos ama es que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros. ¡Con cuanta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por El salvos del castigo!. Si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuanta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida!. Y no solo eso, sino que también nos gloriamos en Dios, mediante

 Nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mc 1, 15                                          

Aleluya. Esta cerca el Reino de Dios: conviértanse y crean en el Evangelio. Aleluya.

 

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 36—10, 8

En aquel tiempo, al ver Jesús a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abandonados, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos, rueguen, pues al dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla”. Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencias.

Estos son los nombres de los doce apóstoles el primero Simón. Llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé, Tomas y Mateo, el publicano; Santiago el Alfeo, y Tadeo; Simón el Celote, y Judas Iscariote, el que lo entrego. A estos doce los envío Jesús con estas instrucciones: “No vayan a tierra de paganos, ni entren en las ciudades de Samaria, sino vayan a las ovejas descarriadas de Israel. Vayan y proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen enfermos, resuciten murtos, limpien leprosos, expulsen demonios. Lo que han recibido gratis, denlo gratis”.

 

 PLEGARIA UNIVERSAL

Sabiendo que somos propiedad del Señor, y dispuestos a guardar su alianza, oremos diciendo: R.-Te lo pedimos, Señor.

 

1.-  Para que, con obras y palabras, la Iglesia proclame que el Reino de Dios está cerca. Oremos. R.

 

2.- Para que los pastores del pueblo de Dios no cesen de promover la reconciliación de los cristianos. Oremos. R.

 

3.- Para que el Señor suscite en el seno de las familias y comunidades cristianas vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Oremos. R.

 

4.- Para que los consagrados y misioneros trabajen con ilusión y entrega en el servicio a los enfermos, pobres y necesitados. Oremos. R.

 

5.- Para que Jesús se haga presente en nuestras vidas, y compartamos con generosidad y responsabilidad los bienes que recibimos de él. Oremos. R.

 

Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Oh, Dios, que según la doble condición de los dones que presentamos, alimentas a los hombres y los renuevas sacramentalmente, concédenos, por tu bondad que no nos falte su ayuda para el cuerpo y el Espíritu. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION   Sal 26, 4

Una cosa pido al Señor, eso buscare: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Señor, esta santa comunión contigo que hemos recibido, anticipo de la unión de los fieles en ti, realice también la unidad en tu Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 19: 2Co 6, 1-10; Sal 97; Mt 5, 38-42.

Martes 20: 2Co 8, 1-9; Sal 145; Mt 5, 43-48

Miércoles 21: 2Co 9, 6-11; Sal 111; Mt 6, 1-6.16-18.

Jueves 22:  2Co 11, 1-11; Sal 110; Mt 6, 7-15

Viernes 23: 2Co 11, 18.21b-30; Sal 33; Mt 6, 19-23.

Sábado 24: Is 49, 1-6; Sal 138; Hch 13, 22-26; Lc 1, 57-66.80.

Domingo 25: Jr 20, 10-13; Sal 68; Rm 5, 12-15; Mt 10, 26-33.

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO
Mt 9, 36-10, 8

Par: Mc 6, 7-13   Lc 9, 1-6

 

1.- El pasado domingo leíamos la llamada personal de JC: "Sígueme" (una llamada dirigida especialmente a los "pecadores"). Pero esta llamada personal no es individual. No se termina en aquello que se denominaba "salvar el alma". Sino que JC llama para enviar. Es decir, para continuar su tarea -su misión- de conducir la humanidad hacia el Padre, hacia el Reino, la plenitud que el hombre anhela y que Dios realiza porque ama.

Convendrá insistir en la homilía en que esto nos afecta a todos. C/MISION:Quizá en los últimos años se ha insistido -a veces unilateralmente- en la necesidad de formar "comunidades cristianas", de "sentirse comunidad", sin percibir suficientemente que la comunidad no es un fin en sí mismo. Louis Evely escribía recientemente: "Es verdad que los cristianos se reunirán entre ellos para compartir la Palabra, el Pan y el Perdón, pero su encontrarse momentáneo simboliza y prepara la unificación del mundo y se termina con una dispersión hacia los no cristianos. Una comunidad cristiana es una contradicción en sus términos. Los cristianos no están para vivir entre ellos, como tampoco la sal o la levadura no están para conservarse en un pote. Los cristianos sólo forman asambleas litúrgicas, provisionales y proféticas" ("Avui", 14 de mayo). Más allá de la exageración de estas palabras, debe reconocerse que se hallan confirmadas sustancialmente por las de JC al llamar a los apóstoles.

El mismo número de doce es símbolo de una convocación universal (las doce tribus que son figura de un nuevo pueblo que debe incluir a toda la humanidad) Y lo confirman los tres momentos que hallamos en la elección: 1)percepción amorosa de la situación de las gentes extenuadas y abandonadas, sin pastor que guíe hacia la vida; 2)llamada a unos discípulos, a unos creyentes, no individualmente, sino como comunidad, como iglesia 3)misión de estos discípulos para que anuncien y realicen el Reino (un tema secundario es que JC los envíe inicialmente "a las ovejas descarriadas de Israel": el paso a todos los pueblos no vendrá hasta después de la Resurrección).

J. GOMIS - MISA DOMINICAL 1978/12

 


 

2. I/MUNDO. I/MISION.

La Iglesia, colectiva e individualmente -es decir, la Iglesia en su conjunto y los creyentes como individuos, de uno en uno- tiene una misión clara que cumplir, un quehacer idéntico a todo lo largo de la historia. Los matices de ese quehacer podrán mudar con los tiempos y habrá que esforzarse por encontrar el modo mejor de cumplirlo en cada momento. Pero la misión, el quehacer, son claros como la luz. Y las lecturas de hoy hablan de ello.

La Iglesia -toda la Iglesia y cada uno de nosotros- debe servir de puente entre Dios y la humanidad, debe servir de testigo del amor de Dios a los hombres. La fe, que es la respuesta humana a la invitación divina, debe reflejarse de tal modo en la tierra en que vivimos que cada creyente y el conjunto de todos los creyentes seamos testimonio de la gran Verdad: Dios nos ama con la más alta y profunda forma de amor. Y toda la actividad eclesial ha de estar dirigida a ese fin: ser espejos del amor de Dios. Dicho así puede no sonar a nada o sonar a cosa superdicha y hasta un poco cursi. Pensándolo bien resulta grandioso y comprometedor.

Solemos decir que "somos humanos" y como tales, imperfectos. De acuerdo. Pero eso no puede ser fácil disculpa para no cumplir nuestra tarea fundamental. Una cosa es que haya imperfecciones en el cumplimiento del deber y otra muy distinta es que nos equivoquemos de "deber", lo cual sería definitivamente grave, mortal de necesidad. Y nos equivocaríamos de "deber" si creyéramos -y actuáramos en consecuencia- que la Iglesia está para echar en cara al mundo su incredulidad, por ejemplo; o para servir de "modelo" a los demás; o para constituir un pequeño refugio de "salvados", un gesto en el que vivir "los elegidos" (¿no se ha dicho tantas veces pomposamente aquello de que "fuera de la Iglesia no hay salvación"?)... De este modo la Iglesia se convertiría en orgulloso testimonio de un desamor. Exactamente lo contrario al deseo de Dios. Una terrible traición que nos descalificaría definitivamente. Conviene, por tanto, pensar en serio si hemos caído o estamos en peligro de caer en este equívoco bien como colectividad eclesial bien como individuos.

CR/A-MUNDO: Ser cristiano sucesor para los nuevos tiempos del antiguo Israel comporta un talante de "simpatía" hacia el mundo que ha de ser salvado por el amor de Dios y no por nuestros trabajos denodados y sudorosos o por nuestras connivencias y coincidencias personales. Pertenecer a la Iglesia no es colocarse el cartel de "anti..." tantas cosas, como si creer fuera una afirmación de exclusivismos: es levantar bandera de comprensión, de abrazo universal, de radical aceptación de cuánto puede ser "salvado" es decir, de TODO. Con demasiada frecuencia "cristiano" -¡y más todavía "católico"!- viene a ser sinónimo, en la mente de muchos, de "conservador, retrógrado y anti...". En nombre del cristianismo se toman actitudes de protesta contra esto y aquello; pero pocas veces se toman actitudes de aceptación y alabanza, de apertura y comprensión... Nada, sin embargo, tan positivo como una fe que debe ser testigo de lo más positivo del mundo que es el amor de Dios a los hombres.

La imagen de la Iglesia que deberían tener todos los hombres grabada en el corazón es la imagen de una realidad acogedora y no excluyente, la imagen de un "recinto" en el que todos caben porque a todos se les recibe con amor. Pero tal imagen es imposible si cada uno de nosotros y la institución eclesial en sus manifestaciones no nos sentimos desde dentro testigos del amor, en lugar de sentirnos testigos de la justicia o de una especie de no santa revancha espiritual. En eso pecó gravemente Israel. ¿No hemos pecado nosotros igual? ¿No hemos hecho que el N.T. huela demasiado a Viejo? Algo de esto confesó la Iglesia en el Vaticano II. La conversión es, al fin y al cabo, la raíz de todas las actitudes cristianas. Nuestra constante conversión es de dirigirnos hacia el Amor y su más eficaz testimonio.

BERNARDINO M. HERNANDO - VIDA NUEVA 1975/06/07-985

 


 

3. MISION/VOCACION:

Más importante parece ser la expresión de la conciencia que Cristo adquiere de su papel de rabí en su tierra. Al contrario de los rabinos de su tiempo, que se rodeaban de algunos discípulos en una escuela o a la puerta de una ciudad, Jesús quiere ser un rabino ambulante: no se trata de esperar a que los discípulos vengan a Él, hay que ir a su encuentro y abordarles en su situación vivencial. Cristo no será, pues, como los sacerdotes del Templo que reciben materias de sacrificio y dinero de los fieles, pero sin preocuparse de su salvación; tampoco será como los fariseos, que no se ocupan más que de las almas de excepción; va a las "ovejas perdidas" de Israel: perdidas y olvidadas (v. 35). Si acepta tener discípulos, no lo será, a la manera de los rabinos de su tiempo, para razonar con ellos, sino para hacerles compartir sus periplos misionales y atraer su atención hacia las ovejas abandonadas (vv. 36 y 10, 1).

Esta perspectiva es absolutamente nueva en los hábitos de los rabinos de Israel y hace, automáticamente, de la misión una obra de "compasión" (v. 36) y de misericordia para con los pobres, los enfermos y los pecadores (vv. 7-8), "ovejas sin pastores" (v. 36) de las que ni sacerdotes, ni fariseos, ni rabinos se dignan preocuparse.

Contrariamente a los otros sinópticos, Mateo nos da la lista de los doce apóstoles no en el momento en que Cristo les llama (Mc 3, 16-19; Lc 6, 14-16), sino en el momento en que los envía. De esa forma se manifiesta más sensible a la misión de los apóstoles que a su vocación. Al mencionar al colegio apostólico al comienzo del discurso de misión, quiere al mismo tiempo establecer un nexo entre colegialidad apostólica y misión, tal como insistirá en subrayarlo Hch/02/14; Mc/01/36 y Lc/09/32.

La misión no apunta, sin embargo, más que a las ovejas de Israel. Jesús excluye incluso nominalmente a los paganos y a los samaritanos (vv. 5-6). Seguramente tiene conciencia de que su mesianidad no beneficia todavía más que al pueblo elegido.

Comparte la mentalidad de su tiempo según la cual el llamamiento de los paganos al Reino queda situado tan sólo en el futuro escatológico, como acto gratuito de Dios. Jesús esperaba de tal forma la congregación de las naciones como una iniciativa escatológica de su Padre, que no se ha preocupado de su llamamiento durante su vida pública (Lc 13, 23-30; Mc 7, 24-30).

De esa forma ha actualizado una economía de la salvación que es "primeramente para los judíos" (Rom 1, 16) y que Lucas respetará escrupulosamente en su redacción de los Hechos por la forma en que presentará la extensión de la Buena Nueva a partir de Jerusalén y de Judea.

Es un hecho innegable que la conciencia misionera de la Iglesia y de los apóstoles se fue ampliando progresivamente. Textos como el de Mt 10, en el que el evangelista se preocupa, sin embargo, de elaborar una teología de la misión, se sitúa aún en una perspectiva limitada a Israel; será precisa la persecución para que los apóstoles salgan de Jerusalén y comiencen a extenderse en la Diáspora.

Pero no por eso deja de ser menos cierto que la Iglesia es misionera por esencia y que la relación con el mundo no cristiano es constitutiva de su vocación. La Eucaristía no puede comprenderse sino en la medida en que llama a ese universalismo a los cristianos que reúne.

MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA V - MAROVA MADRID 1969. Pág. 65

 


 

4.- Contexto. Compárese Mt. 9, 36 con Mt. 5, 1. Entre ambos textos hay una relación literaria clara. Ambos constituyen el comienzo de una sección discursiva. En 5, 1 comenzaba la primera compilación de palabras de Jesús (sermón de la montaña, caps. 5-7); en 9, 36 comienza la segunda compilación.

Texto. Una circunstancia (las gentes) motiva una reacción psicológica de Jesús (9, 36), unas palabras a sus discípulos (9, 37-38) y una transmisión de autoridad (10, 1). Mención concreta de los nombres (10, 2-4). Envío y código del enviado (10, 5-8). La articulación literaria del texto es clara. Esta misma concatenación es la razón por la que los discípulos de 9, 37 y los doce apóstoles de 10, 2 son las mismas personas. En Mateo, discípulo y apóstol son términos equivalentes.

Pre-texto. "Como ovejas que no tienen pastor": expresión clásica para designar al pueblo de Israel en cuanto carente de dirección.

Se encuentra en los libros históricos (Núm. 27, 17; 1 rey. 22, 17; 2 Crón. 18, 16), en los proféticos (Ez. 34, 5; Zac. 10, 2) y en los de carácter didáctico (Judit 11, 19). En Mt. 9, 36 el pueblo carente de dirección es la muchedumbre en torno a Jesús. Ahora bien, desde Mt. 5, 1 el autor distingue entre muchedumbre y discípulos como dos grupos distintos. Los discípulos son los destinatarios del sermón del monte. El monte, en la tradición judía, es el Sinaí, donde quedó constituido el pueblo de Dios. En la concepción de Mateo el sermón del monte es, pues, el canon constitutivo del nuevo pueblo de Dios. Este pueblo de Dios Mateo lo esquematiza usando el modelo clásico: las doce tribus. Los doce apóstoles representan, pues, al pueblo de Dios en su totalidad.

Sentido del texto. Evidentemente, se trata de un texto de misión. ¿Quiénes son los enviados? ¿Los doce en cuanto pueblo de Dios o en cuanto miembros-guías dentro del pueblo de Dios? A la luz del texto y del pre-texto, "los doce" es sinónimo de un "pueblo de Dios". Mateo ha compuesto un texto eclesiológico, no un texto jerárquico o de vocación específica. Se trata, pues, de la misión de todo el pueblo de Dios (sacerdotes+seglares, diríamos hoy). ¿A quiénes? "A las gentes". Mateo entiende por gentes todos los que escuchan la palabra de Jesús, pero no la ponen en práctica (cfr. final del sermón del monte, 7, 24-27). Todas aquellas gentes eran "cristianos", es decir, oían y seguían a Cristo, pero no eran sus discípulos. Discípulo es el que pone en práctica el programa del Reino (cfr. Mt. 5-7). Este programa es algo más que una ética; es una renovación integral del mundo; es una alternativa a los modelos sociológicos al uso (incluso éticamente buenos). Hay muchos modelos; hay muchos "cristianos"; pero faltan trabajadores del Reino. Ya en tiempo de Jesús el número de estos trabajadores del Reino era escaso en comparación con la gran muchedumbre que seguía a Jesús. Y ya entonces algo faltaba en la religiosa sociedad judía. Esa falta motiva la profunda conmoción de Jesús, su invitación a pedir trabajadores al Padre y el envío de los escasos trabajadores con que cuenta (9, 36 - 10, 4).

Desde este momento los discípulos adquieren una nueva connotación. Hasta ahora se les llamaba discípulos en razón de su relación con el maestro (relación hacia dentro); ahora se les llama también apóstoles, es decir, enviados, en razón de su relación con la demás gente (relación hacia fuera).

La gente a la que son enviados son el antiguo pueblo judío, el Israel en sentido étnico (10, 5-6). Este Israel era precisamente el que debía ofrecer a los demás pueblos del mundo una alternativa de vida distinta, la alternativa de Reino de Dios. De ahí el interés y los esfuerzos de Jesús por dar forma en Israel a esa alternativa. Los milagros son las señales de ella. Esas señales, en cuanto expresión de la presencia de Dios, son pura gracia de Dios y, por tanto, no es algo sobre lo que se pueda especular en beneficio propio (10, 8).

DABAR 1978/36

 

PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XI DEL T.O. CICLO A 2023

 

TEMA: Llamada de los discípulos y envio

 

01.- A LA FIESTA DEL SEÑOR (Juanjo Elezkano)

 

A LA FIESTA DEL SEÑOR    

A LA FIESTA DEL SEÑOR

A LA FIESTA DEL SEÑOR

HOY VENIMOS A ESCUCHAR

A CANTAR Y A PERDONAR

A LA FIESTA DEL SEÑOR. (2V)

 

1. Y antes de entrar en esta fiesta

hay que dejar ante la puerta nuestro mal

que si el Señor hoy te perdona

no es por cumplir ni por querer disimular

es porque Dios nos ama a todos de verdad

y es porque tú y yo debemos perdonar.

 

2. Dile al Señor lo que te pasa

lo que te hace hoy sufrir y hasta llorar

dile también que tienes días

en que parece que todo es felicidad

dale las gracias porque te ama de verdad

pídele ánimo y ganas de avanzar.  

 

02.- ALREDEDOR DE TU MESA (Francisco Palazón)

 

ALREDEDOR DE TU MESA,

VENIMOS A RECORDAR. (2)

QUE TU PALABRA ES CAMINO,

TU CUERPO FRATERNIDAD. (2)

 

Hemos venido a tu Mesa

a recordar el misterio de tu amor.

Con nuestras manos manchadas,

arrepentidos buscamos tu perdón.

 

Juntos y a veces sin vernos,

olvidamos tu presencia, sin sentir

que se interrumpe el camino,

si no vamos como hermanos hacia Ti.

 

03.- PUEBLO SANTO Y ELEGIDO (J.P. Martins)

 

1. Caminamos hacia ti,

oh ciudad de nuestro Dios,

construyendo en este mundo

la verdad y el amor.

 

PUEBLO SANTO Y ELEGIDO

CONGREGADO EN EL AMOR,

VAS BUSCANDO, PEREGRINO,

LA CIUDAD DE NUESTRO DIOS.

 

2. Avanzamos, peregrinos,

con Jesús, nuestra esperanza.

Él nos salva, Él nos guía,

con la luz de su palabra.

 

3. Quien tiene hambre de justicia,

quien anhela la verdad,

en la mesa del Señor

su Palabra encontrará.

 

4. Reunidos en la Iglesia

proclamamos su verdad:

Jesucristo es el que salva

dando al mundo su amistad.

 

5. Los caminos de este mundo

son caminos sin final:

sólo Cristo es el sendero

que conduce a la verdad.

 

6. Cuando llegue el momento

de nuestra hora final,

Jesucristo, nuestro hermano,

nos dará su eternidad.

 

04.- ACEPTA SEÑOR EL VINO Y EL PAN (Joaquin Madurga)

 

ACEPTA SEÑOR EL VINO Y EL PAN

CON ELLOS TRAEMOS TU OFRENDA A TU ALTAR

 

1-. Sobre tu altar Señor va nuestra ofrenda

el abrazo sincero al hermano

perdonándonos nuestras ofensas.

 

2.-Sobre el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:

trabajar por un mundo más justo de igualdad

y concordia fraterna.

 

3.- Sobre el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:

convertir nuestra vida pasada

al mensaje de tu Buena Nueva.

 

05.- PAN SABROSO (Carmelo Erdozain)

 

Pan sabroso del trigal,

vino nuevo de amistad,

hoy le llevamos, le presentamos,

ellos serán sacramento y manjar.

 

Presentemos al Señor

como ofrenda, nuestro amor,

nuestro trabajo, nuestro descanso:

ellos serán, nuestra humilde oblación.

 

Le llevamos al Señor

la pobreza y el dolor,

nuestras cosechas, nuestras ofrendas,

ellas serán, nuestra liberación.

 

06.- ENVIA MENSAJEROS

 

ENVÍA MENSAJEROS, SEÑOR, POR EL MUNDO ENTERO;

ENVÍA MENSAJEROS, QUE PROCLAMEN TU GLORIA. ALELUYA.

 

1.- Cristo los escogió, para ser sus testigos;

para que sean luz que brille en el mundo.

 

2.- Después de conocer tu divina elección,

ellos te han ofrecido su vida y corazón.

 

3.- Para llegar a Ti, siguiendo tu camino,

infúndeles, Señor, el gozo de servir

 

07.- ID Y ENSEÑAD (Cesareo Garabain)

 

Sois la semilla que ha de crecer,

sois estrella que ha de brillar,

sois levadura, sois grano de sal,

antorcha que ha de alumbrar.

 

Sois la mañana que vuelve a nacer,

sois la espiga que empieza a granar,

sois aguijón y caricia a la vez,

testigos que voy a enviar.

 

Id, amigos, por el mundo anunciando el amor,

mensajeros de la vida, de la paz y el perdón.

Sed, amigos, los testigos de mi resurrección,

id llevando mi presencia, con vosotros estoy.

 

Sois una llama que ha de encender

resplandores de fe y caridad.

Sois los pastores que han de guiar

al mundo por sendas de paz.

Sois los amigos que quise escoger,

sois palabra que intento gritar,

sois reino nuevo que empieza a engendrar

justicia, amor y verdad.

 

Sois fuego y savia que vine a traer,

sois la ola que agita la mar;

la levadura pequeña de ayer

fermenta la masa del pan.

Una ciudad no se puede esconder

ni los montes se han de ocultar,

en vuestras obras que buscan el bien,

los hombres al Padre verán.

 

08.- TAN CERCA DE MI (Cesareo Garabain)

 

TAN CERCA DE MÍ, TAN CERCA DE MÍ,

QUE HASTA LO PUEDO TOCAR,

JESÚS ESTÁ AQUÍ.

 

1.- Ya no busco a Cristo en las alturas

ni le buscaré en la oscuridad.

Dentro de mi ser, en mi corazón,

siento que Jesús conmigo está.

 

2.- Yo le contaré lo que me pasa,

como a mis amigos le hablaré.

Yo no sé si es Él quien habita en mí,

o si soy yo quien habito en El.

 

3.- Mírale a tu lado, caminando,

en las alegrías y el dolor.

A tu lado va, siempre al caminar,

Él es un amigo de verdad.

 

09.- ALMA MISIONERA

 

Señor, toma mi vida nueva

antes de que la espera

desgaste años en mi

estoy dispuesta a lo que quieras

no importa lo que sea

tu llámame a servir

 

LLÉVAME DONDE LOS HOMBRES

NECESITEN TUS PALABRAS

NECESITEN MIS GANAS DE VIVIR

DONDE FALTE LA ESPERANZA

DONDE FALTE LA ALEGRÍA

SIMPLEMENTE POR NO SABER DE TI

 

Te doy mi corazón sincero

para gritar sin miedo

Tu grandeza, Señor

Tendré mis manos sin cansancio

tu historia entre los labios

y fuerza en la oración

 

Y así en marcha iré cantando

por calles predicando

lo bello que es tu amor

Señor tengo alma misionera

condúceme a la tierra

que tenga sed de ti.

 

10.- PESCADOR DE HOMBRES

 

Tú Has venido a la orilla

No has buscado a sabios ni a ricos

Tan solo quieres que yo te siga.

 

SEÑOR, ME HAS MIRADO A LOS OJOS

SONRIENDO, HAS DICHO MI NOMBRE

EN LA ARENA, HE DEJADO MI BARCA

JUNTO A TI, BUSCARÉ OTRO MAR.

 

Tú Sabes bien lo que tengo

En mi barca, no hay oro ni plata

Tan solo redes y mi trabajo.

 

Señor, me has mirado a los ojos

Sonriendo, has dicho mi nombre

En la arena, he dejado mi barca

Junto a ti, buscaré otro mar.

 

Tú Necesitas mis manos

Mi cansancio que a otros descanse

Amor que quiera seguir amando.

 

Señor, me has mirado a los ojos

Sonriendo, has dicho mi nombre

En la arena, he dejado mi barca

Junto a ti, buscaré otro mar.

 

Tú Pescador de otros lagos

Ansia eterna de almas que esperan

Amigo bueno, que así me llamas

 

Señor, me has mirado a los ojos

Sonriendo, has dicho mi nombre

En la arena, he dejado mi barca

Junto a ti, buscaré otro mar

 

Junto a ti, buscaré otro mar

Junto a ti, buscaré otro mar

Junto a ti, buscaré otro mar.

 

11.- MARIA MADRE BUENA (Kairoi)

 

Tantas cosas en la vida

nos ofrecen plenitud,

y no son más que mentiras

que desgastan la inquietud.

Tú has llenado mi existencia

al quererme de verdad,

yo quisiera Madre buena amarte más.

 

En silencio escuchabas

la palabra de Jesús,

y la hacías pan de vida

meditando en tu interior.

La semilla que ha caído

ya germina y está en flor,

con el corazón en fiesta cantaré.

 

AVE MARÍA, AVE MARÍA,

AVE MARÍA, AVE MARÍA.

 

Desde que yo era muy niño

has estado junto a mí,

y guiado de tu mano

aprendí a decir sí.

Al calor de la esperanza

nunca se enfrió mi Fe,

y en la noche más oscura fuiste luz.

 

No me dejes Madre mía

ven conmigo al caminar,

quiero compartir mi vida

y crear fraternidad.

Muchas cosas en nosotros

son el fruto de tu amor,

la plegaria más sencilla cantaré.