jueves, 8 de junio de 2023

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO CORPUS CHRISTI 11 - CICLO A - JUNIO 2023

 

MI CARNE ES VERDADERA COMIDA Y MI SANGRE ES VERDADERA BEBIDA

COMENTARIO

 

Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía. Este día recordamos la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre. Es una fiesta muy importante porque la Eucaristía es el regalo más grande que Dios nos ha hecho, movido por su querer quedarse con nosotros después de la Ascensión.

El cuerpo de Cristo es la carne y la sangre que él da "para la vida del mundo", es decir, toda su existencia concreta: su cuerpo muerto para destruir la muerte y su cuerpo resucitado para manifestar la resurrección. El cuerpo de Cristo significa el "pan que partimos", el "pan de vida": "El que come de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo le daré es mi carne para la vida del mundo" (Jn, 06-52).

Cuerpo de Cristo significa la Iglesia, el pueblo que Dios reúne en Jesucristo, el descendiente de Abrahán y el heredero de las promesas. Por nuestra incorporación a Cristo, significada y realizada en la recepción de su cuerpo eucarístico, todos somos en él herederos de las promesas y constituimos el verdadero Pueblo de Dios (Ga 3, 16, 28-29). Todos somos cuerpo de Cristo, pues todos comemos de un mismo pan que es el cuerpo de Cristo muerto y resucitado; todos somos un mismo Pueblo de Dios, Iglesia, peregrinos en Cristo hacia el Reino de Dios, alimentados por Cristo con su propia carne: "Este es el pan que ha bajado del cielo; no como el de sus padres, que lo comieron y murieron: el que come este pan vivirá para siempre". Sólo en Cristo y por Cristo constituimos un pueblo, un cuerpo, una Iglesia comprometida con Cristo en su muerte y resurrección para dar vida al mundo.

Cuando la comunión se entiende sólo como "mi comunión", asunto privado entre Jesús y mi alma, el cuerpo de Cristo que es la Iglesia se desintegra: cada uno come su propio pan, y éste ya no es el "pan que partimos". La comunión sólo es auténtica cuando no se privatiza y se apropia, cuando comulgar con Cristo significa también comulgar con los hermanos, más aún, con todos los hombres: recibimos un cuerpo que se entrega por nosotros y por todos los hombres. El que comulga se compromete con Cristo y con los que son de Cristo, como un solo hombre, en el sacrificio de Cristo, en la salvación del mundo.

R.P. Roland Vicente Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA Sal 80

El Señor los alimento con flor de harina y los sacio con miel silvestre.

 

ORACION COLECTA

Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú, que vives y reinas con el Padre.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Deuteronomio 8, 2-3.14b-16ª.

Moisés hablo al pueblo, diciendo: “Recuerda el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto; para afligirte, para ponerte a prueba y conocer tus intenciones: si guardas sus mandamientos o no. Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimento con el maná, que tú no conocías ni conocieron tus padres, para enseñarte que no solo vive el hombre de pan, sino de todo cuanto sale de la boca de Dios. No te olvides del Señor, tu Dios, que te saco de Egipto, de la esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con serpientes venenosas y alacranes, que, en un lugar de sed, sin agua, hizo brotar para ti agua de la roca más dura; que te alimento en el desierto con un maná que no conocían tus padres”.

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 147)

 

Glorifica al Señor, Jerusalén.

 

Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sion: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.

 

Ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra y su palabra corre veloz. R.

 

Anuncia su Palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obro así, ni les dio a conocer sus mandatos. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 16-17.

Hermanos: El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Jn 6, 51                                           

Aleluya. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo – dice el Señor -, el que coma de este pan vivirá para siempre. Aleluya.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 51-58.

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan y vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”. Los judíos se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede este darnos a comer su carne?”. Entonces Jesús les dijo: “Les aseguro que, si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitare en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no es como el maná que comieron sus padres y murieron; el que come de este pan vivirá para siempre”.

 

PLEGARIA UNIVERSAL

Unidos en un mismo Pan y en el mismo Vino, oremos a Jesús, que ha querido quedarse sacramentalmente entre nosotros, y digámosle: R.- Te lo pedimos, Señor.

 

1.- Para que el Cuerpo y la Sangre de Cristo sean alimento y bebida para todos los hombres y mujeres que tienen hambre y sed de Dios. Oremos. R.

 

2.- Para que el Cuerpo del Señor, que hoy recorre las calles de los pueblos y las ciudades, transforme a su paso los corazones. Oremos. R.

 

3.- Para que los niños que re4ciben hoy por primera vez a Jesús sacramentado continúen alimentándose de el a lo largo de su vida. Oremos. R.

 

4.- Para que el sacramento del amor fortalezca la unidad de los discípulos de Crist6o. Oremos. R.

 

5.- Para que el Cuerpo y la sangre de Jesús sean viático eficaz para los enfermos y les de su paz y su consuelo. Oremos. R.

 

6.- Para que el Señor que se nos da como alimento, nos ayude a vivir en comunión de amor los unos a los otros. Oremos. R

 

Escucha, Señor, nuestras oraciones, se tu nuestro único alimento, sacia nuestra hambre y sed de ti, para que, fortalecidos en tu amor, nos dispongamos a celebrar contigo el banquete eterno del cielo. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, concede propicio a tu Iglesia los dones de la paz y de la unidad, místicamente representados en los dones que hemos ofrecido. Por Jesucristo muestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION    Jn 6, 57.

El que come mi carne y beba mi sangre habita en mí y yo en él, dice el Señor.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Concédenos, Señor, saciarnos del gozo eterno de tu divinidad, anticipado en la recepción actual de tu precioso Cuerpo y Sangre. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 12: 2Co 1, 1-7; Sal 33; Mt 5, 1-12.

Martes 13: 2Co 1, 18-22; Sal 118; Mt 5, 13-16.

Miércoles 14: 2Co 3, 4-11; Sal 98; Mt 5, 17-19.

Jueves 15: 2Co 3, 15-4, 1.3-6; Sal 84; Mt 5, 20-26.

Viernes 16: Dt 7, 6-11; Sal 102; 1Jn 4, 7-16; Mt 11, 25-30.

Sábado 17: Is 61, 9-11; Sal: 1S 2, 1.4-5.6-7.8abcd; Lc 2, 41-51.

Domingo 19: Ex 19, 2-6a; Sal 99; Rm 5, 6-11; Mt 9, 36-10,8

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO

Jn 06, 51-59

También Evangelio del Domingo 20 del Ciclo B

 

1. ACI DIGITAL 2003

51. Hasta aquí Jesús se ha dado a conocer como el pan de vida. En este v. se llama el pan vivo, y en vez de que baja (v. 50) dice que bajó. Pirot anota a este respecto: "La idea general que sigue inmediatamente en la primera parte del v.: Si uno come de este pan vivirá para siempre - repetición en positivo de lo que se dice negativamente en el v. 50 - podría aún, en rigor, significar el resultado de la adhesión a Cristo por la fe. Pero el final del v.: y el pan que Yo daré es mi carne... para vida del mundo introduce manifiestamente una nueva idea. Hasta ahora el pan de vida era dado, en pasado, por el Padre. A partir de ahora, será dado, en el futuro, por el Hijo mismo. Además, el pan que hasta aquí podía ser tomado en un sentido metafórico espiritual, es identificado a la carne en Jesús (carne, como en 1, 14, más fuerte que cuerpo)... La única dificultad que aún provoca el v. es la de saber si el último miembro: para la vida del mundo se refiere al pan o a la carne. La dificultad ha sido resuelta en el primer sentido por algunos raros manuscritos intercalando la frase en cuestión inmediatamente después de daré: el pan que Yo daré para la vida del mundo es mi carne. Pero la masa de los manuscritos se pronuncia por el segundo sentido. No parece, pues, dudoso que Juan haya querido establecer la identidad existente entre el pan eucarístico y la carne de Cristo en su estado de Víctima inmolada por el mundo". El mismo autor cita luego como acertada la explicación del P. Calmes, según el cual en esa frase "se hallan confundidas la predicción de la Pasión y la promesa del pan eucarístico, y esto sin que haya equívoco, pues la Eucaristía es, al mismo tiempo que un sacramento, un verdadero sacrificio, un memorial de la muerte de N. S. J.". Cf. Ef. 2, 14; Hebr. 10, 20.

54. Por cuarta vez Jesús promete juntamente la vida del alma y la resurrección del cuerpo. Antes hizo esta promesa a los creyentes; ahora la confirma hablando de la comunión eucarística. Peligra, dice S. Jerónimo, quien se apresura a llegar a la mansión deseada sin el pan celestial. La Iglesia prescribe la comunión pascual y recomienda la comunión diaria. ¿Veríamos una carga en este don divino? "La Iglesia griega se ha sentido autorizada por esto para dar la Eucaristía a los niños de primera edad. La Iglesia latina exige la edad de discreción. Puede apoyarse en una razón muy fuerte. Jesús recuerda que el primer movimiento hacia El se hace por la fe (vv. 35, 45, 57)". Pirot. Cf. 4, 10 ss. El verbo comer que usa el griego desde aquí ya no es el de antes: estío, sino trogo, de un realismo aún más intenso, pues significa literalmente masticar, como dando la idea de una retención (cf. v. 27, Luc. 2, 19 y 51). En el v. 58 contrastan ambos verbos: uno en pretérito: éfagon y otro en presente: trogon.

57. El que me come: aquí y en el v. 58 vuelve a hablar de Él mismo como en el v. 50. Vivirá por Mí: de tal manera que vivamos en Él y Él en nosotros, como lo revela el v. anterior. Cf. 1, 16; Col. 2, 9; véase la "secreta" del Domingo XVIII p. Pentecostés. S. Cirilo de Alejandría compara esta unión con la fusión en una de dos velas de cera bajo la acción del fuego: ya no formarán sino un solo cirio. Cf. I Cor. 10, 17. Nótese que Cristo se complace amorosamente en vivir del Padre, como de limosna, no obstante haber recibido desde la eternidad el tener la vida en Sí mismo (5, 26). Y esto nos lo enseña para movernos a que aceptemos aquel ofrecimiento de vivir de El totalmente, como Él vive del Padre, de modo que no reconozcamos en nosotros otra vida que esta vida plenamente vivida que Él nos ofrece gratuitamente. Es de notar que por el Padre y por Mí pueden también traducirse para el Padre y para Mí. S. Agustín y Sto. Tomás admiten ambos sentidos y el último parece apoyado por el verbo vivirá, en futuro (Lagrange). ¡Vivir para Aquel que muriendo nos dio vida divina, como El vivió para el Padre que engendrándolo se la da a Él! "El que así no vive ¿lo habrá acaso comido espiritualmente?". Véase v. 63; II Cor. 5, 15; I Tes. 5, 10; Gál. 2, 20; cf. Hech. 17, 28; Rom. 14, 8; II Cor. 4, 11; 6, 9; I Juan 4, 9.

 


 

2.- Texto. El versículo inicial articula las tres afirmaciones centrales de todo el texto. Primera afirmación: Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Segunda: El que coma de este pan vivirá para siempre. Tercera: el pan que yo voy a dar es mi carne.

1. Yo soy el pan vivo. En razón de los interlocutores esta afirmación corrige un punto de vista que veía en la Ley el alimento bajado del cielo. Los interlocutores son "los judíos", una expresión que en el cuarto evangelio designa habitualmente a las autoridades religiosas judías. Jesús es el pan vivo porque es el enviado del Padre, que es quien posee la vida y se la ha conferido (v. 57). A la vida que procede de Dios se le denomina vida eterna. La expresión atiende más al origen y cualidad de la vida que a la temporalidad.

2. El que coma de este pan vivirá para siempre. Jesús posee la vida de Dios y la transmite a los humanos. El que me coma vivirá gracias a mí. Ahora sí se resalta explícitamente la dimensión de la temporalidad-eternidad. Jesús introduce esta dimensión-realidad, insospechada y desconocida con anterioridad: No es como el pan de vuestros antepasados, que lo comieron y murieron.

3. El pan es mi carne. Se trata de otra formulación de la primera afirmación. La carne y la sangre de Jesús son expresiones para designar a Jesús como ser humano y concreto. La nueva formulación sirve para resaltar el carácter de realidad que tiene la comida. A través de esta comida el ser humano hace suya la vida divina y forma comunidad con Jesús.

Comentario. con el texto de hoy decimos adiós al cuarto evangelio por este año litúrgico. Es un adiós que nos deja fascinados. Lo que hoy oímos es absolutamente maravilloso. Jesús, un ser humano concreto, ha hecho posible que los seres humanos concretos participemos de la vida misma de Dios. El realismo del lenguaje quiere estar explícitamente al servicio de la realidad de lo que se afirma. Por eso, comulgar no es un hecho piadoso: es lo más grande que jamás nos pueda acontecer.

ALBERTO BENITO - DABAR 1990/33


 

3. EU/TRI  

EL PAN ES EL VIÁTICO GRACIAS AL CUAL EL CRISTIANO ENTRA EN LA VIDA TRINITARIA.-

Juan subraya la unión que Cristo establece entre ese pan (que al mismo tiempo es su persona humana y la Eucaristía) y la vida trinitaria. Lo mismo que el Hijo vive del Padre, que es el "Viviente", también el cristiano vive del Hijo por intermedio de ese "pan" que le permite tener directamente con el Hijo esos mismos lazos de dependencia y comunidad de vida que unen al Hijo con el Padre. El pan es el viático gracias al cual el cristiano entra en la vida trinitaria.

MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA IV - MAROVA MADRID 1969.Pág. 315


 

4.- Los milagros de Jesús en el evangelio de Juan son "signos", y normalmente preceden a la palabra que los interpreta. Después de la multiplicación de los panes en el desierto y el intento de los galileos de proclamar rey a Jesús, el evangelista sitúa en Cafanaún el sermón sobre "el pan de vida". Ambos sucesos constituyen una unidad y suponen un momento culminante y crítico en la predicación de Jesús en Galilea. Si la controversia de Jesús con los judíos, con los fariseos, se debe al legalismo de éstos, la ruptura de los galileos con Jesús es la consecuencia de los prejuicios nacionalistas y del mesianismo desviado de los galileos. Cuando estos esperaban un rey que les diera de comer, Jesús les dice que él mismo y no otra cosa es el verdadero "pan bajado del cielo para la vida del mundo", y los que creen en él viven.

La presente lectura comprende toda la segunda parte del sermón sobre el pan de vida, en la que el discurso se orienta hacia la institución de la eucaristía, más un versículo que sirve de enlace y de transición. El primer versículo hay quien lo traduce de esta manera: "... y el pan que yo daré es mi carne que daré para la vida del mundo". En este supuesto, el versículo pertenece todavía fundamentalmente a la primera parte del sermón. Jesús diría a sus oyentes que da vida a cuantos comen ese pan, es decir, a cuantos creen en él precisamente en cuanto él mismo se entrega a la muerte para que el mundo viva. Con estas palabras saldría al paso de un mesianismo triunfalista y nacionalista que no contaba con la muerte del Mesías en la cruz. Por otra parte, la "carne entregada" a la muerte, y en la muerte a todos los creyentes, es también el cuerpo de Cristo que se nos ofrece en la eucaristía.

Los "judíos" son en realidad galileos; Juan los llama así por su incredulidad (cfr. 2, 18 y 20; 5, 10 y 16; 6, 41). Aunque Jesús no ha dicho directamente que va a darles a comer su carne, los "judíos" lo entienden así y no comprenden nada. Algunos tratan de encontrar un sentido más profundo y misterioso a las palabras de Jesús y se enzarzan en una disputa. Jesús insiste en lo mismo y completa sus palabras añadiendo que es preciso también beber su sangre. El sentido eucarístico del texto es claro para los oyentes. Para los "judíos" resultaba especialmente irritante porque lo entendían crasamente.

Después de insistir otra vez y decir que se trata de una verdadera comida y de una verdadera bebida, Jesús explica cuál es el efecto de esa comida y de esa bebida. El que lo recibe entra en unión con él, en una unión semejante a la que se da entre Jesús y el Padre. "Carne y sangre" son palabras sustituidas aquí por el pronombre "mí", lo cual significa que el mismo Jesús se hace alimento para la vida eterna. Jesús no nos da a comer algo suyo, pues él mismo es el pan de vida.

El pan del que habla Jesús, él mismo, es verdadero pan "bajado del cielo", es decir, enviado a los hombres por el Padre y entregado como un regalo de Dios al mundo. El "maná", el pan del desierto, no es más que una figura profética del verdadero pan que da vida eterna.

EUCARISTÍA 1987/29


 

5. EU/VE

Hay que comer la carne del Hijo del Hombre, hay que entrar en relación profunda con él; abrirse y amar, de lo contrario no tendremos vida en nosotros.

Hay que aceptar la carne y la sangre del Otro, la vida del Otro, como una cosa buena para mí, como una comida que me edifica y fortalece, y entonces tengo vida eterna, me construyo según el plan de Dios, mi existencia tiene un sentido, no puedo desaparecer, "resucitaré el último día".


 

6.- Después del relato de la multiplicación de los panes, el evangelio de Juan continúa con el discurso del pan de vida, que al final se transforma en discurso de la Eucaristía, que es el que leemos hoy. Jesús se presenta como el pan vivo, bajado del cielo, que da vida por siempre. Así hace la transición del discurso del pan al discurso de la Eucaristía.

El término carne designa la realidad humana, con todas sus posibilidades y debilidades. Recordemos que en el prólogo de este evangelio se dice que la Palabra se hizo carne. Observemos que Juan no utiliza el término cuerpo, probablemente porque quiere subrayar la realidad de la encarnación.

La reacción de los judíos, que seguramente manifiesta los equívocos que provoca en ciertos ambientes la Eucaristía, da pie para insistir tenazmente en el realismo eucarístico, que quiere salvaguardar la encarnación.

Carne y sangre expresan la totalidad de la vida. Comer la carne y beber la sangre del Hijo del hombre es participar de la vida divina. Efectivamente, Jesús, enviado del Padre, tiene la vida del Padre; los que comen la carne y beben la sangre de Jesús (su vida) tienen la vida de Jesús, que es la vida del Padre. Por eso la vida recibida es eterna.

Más aún, se afirma que sólo se puede tener vida si se participa de la vida de Jesús. La comparación con el maná ayuda a subrayar este sentido. El pan de la Eucaristía da la vida por siempre: es el pan salvífico.

También habría que tener en cuenta que, así como la carne nos recuerda la encarnación de Jesús, la sangre nos recuerda su muerte en la cruz. Así, participar de la vida de Jesús comporta asumir a fondo la propia humanidad, como hizo Jesús, y, como él, dar la vida por amor.

J. M. GRANE - MISA DOMINICAL 1993/08


 

7. ACI DIGITAL 2003

51. Hasta aquí Jesús se ha dado a conocer como el pan de vida. En este v. se llama el pan vivo, y en vez de que baja (v. 50) dice que bajó. Pirot anota a este respecto: "La idea general que sigue inmediatamente en la primera parte del v.: Si uno come de este pan vivirá para siempre - repetición en positivo de lo que se dice negativamente en el v. 50 - podría aún, en rigor, significar el resultado de la adhesión a Cristo por la fe. Pero el final del v.: y el pan que Yo daré es mi carne... para vida del mundo introduce manifiestamente una nueva idea. Hasta ahora el pan de vida era dado, en pasado, por el Padre. A partir de ahora, será dado, en el futuro, por el Hijo mismo. Además, el pan que hasta aquí podía ser tomado en un sentido metafórico espiritual, es identificado a la carne en Jesús (carne, como en 1, 14, más fuerte que cuerpo)... La única dificultad que aún provoca el v. es la de saber si el último miembro: para la vida del mundo se refiere al pan o a la carne. La dificultad ha sido resuelta en el primer sentido por algunos raros manuscritos intercalando la frase en cuestión inmediatamente después de daré: el pan que Yo daré para la vida del mundo es mi carne. Pero la masa de los manuscritos se pronuncia por el segundo sentido. No parece, pues, dudoso que Juan haya querido establecer la identidad existente entre el pan eucarístico y la carne de Cristo en su estado de Víctima inmolada por el mundo". El mismo autor cita luego como acertada la explicación del P. Calmes, según el cual en esa frase "se hallan confundidas la predicción de la Pasión y la promesa del pan eucarístico, y esto sin que haya equívoco, pues la Eucaristía es, al mismo tiempo que un sacramento, un verdadero sacrificio, un memorial de la muerte de N. S. J.". Cf. Ef. 2, 14; Hebr. 10, 20.

54. Por cuarta vez Jesús promete juntamente la vida del alma y la resurrección del cuerpo. Antes hizo esta promesa a los creyentes; ahora la confirma hablando de la comunión eucarística. Peligra, dice S. Jerónimo, quien se apresura a llegar a la mansión deseada sin el pan celestial. La Iglesia prescribe la comunión pascual y recomienda la comunión diaria. ¿Veríamos una carga en este don divino? "La Iglesia griega se ha sentido autorizada por esto para dar la Eucaristía a los niños de primera edad. La Iglesia latina exige la edad de discreción. Puede apoyarse en una razón muy fuerte. Jesús recuerda que el primer movimiento hacia El se hace por la fe (vv. 35, 45, 57)". Pirot. Cf. 4, 10 ss. El verbo comer que usa el griego desde aquí ya no es el de antes: estío, sino trogo, de un realismo aún más intenso, pues significa literalmente masticar, como dando la idea de una retención (cf. v. 27, Luc. 2, 19 y 51). En el v. 58 contrastan ambos verbos: uno en pretérito: éfagon y otro en presente: trogon.

57. El que me come: aquí y en el v. 58 vuelve a hablar de Él mismo como en el v. 50. Vivirá por Mí: de tal manera que vivamos en Él y Él en nosotros, como lo revela el v. anterior. Cf. 1, 16; Col. 2, 9; véase la "secreta" del Domingo XVIII p. Pentecostés. S. Cirilo de Alejandría compara esta unión con la fusión en una de dos velas de cera bajo la acción del fuego: ya no formarán sino un solo cirio. Cf. I Cor. 10, 17. Nótese que Cristo se complace amorosamente en vivir del Padre, como de limosna, no obstante haber recibido desde la eternidad el tener la vida en Sí mismo (5, 26). Y esto nos lo enseña para movernos a que aceptemos aquel ofrecimiento de vivir de El totalmente, como Él vive del Padre, de modo que no reconozcamos en nosotros otra vida que esta vida plenamente vivida que Él nos ofrece gratuitamente. Es de notar que por el Padre y por Mí pueden también traducirse para el Padre y para Mí. S. Agustín y Sto. Tomás admiten ambos sentidos y el último parece apoyado por el verbo vivirá, en futuro (Lagrange). ¡Vivir para Aquel que muriendo nos dio vida divina, como El vivió para el Padre que engendrándolo se la da a Él! "El que así no vive ¿lo habrá acaso comido espiritualmente?". Véase v. 63; II Cor. 5, 15; I Tes. 5, 10; Gál. 2, 20; cf. Hech. 17, 28; Rom. 14, 8; II Cor. 4, 11; 6, 9; I Juan 4, 9.

 

PROPUESTA DE CANTOS PARA CORPUS CHRISTI 2023

 

11 JUNIO 2023

 

01.- REUNIDOS EN EL NOMBRE DEL SEÑOR (Francisco Palazón)

REUNIDOS EN EL NOMBRE DEL SEÑOR,

QUE NOS HA CONGREGADO ANTE SU ALTAR,

CELEBREMOS EL MISTERIO DE LA FE,

BAJO EL SIGNO DEL AMOR Y LA UNIDAD (BIS).

 

Tú, Señor, das sentido a nuestra vida,

 tu presencia nos ayuda a caminar,

tu Palabra es fuente de agua viva,

que nosotros sedientos a tu mesa, venimos a buscar.

 

Purifica con tu gracia nuestras manos,

ilumina nuestra mente con tu luz,

que la fe se fortalezca en tu Palabra

y tu Cuerpo tomado en alimento, nos traiga la salud.

 

02.- ALREDEDOR DE TU MESA (Francisco Palazón)

ALREDEDOR DE TU MESA VENIMOS A RECORDAR,

ALREDEDOR DE TU MESA VENIMOS A RECORDAR,

QUE TU PALABRA ES CAMINO, TU CUERPO, FRATERNIDAD;

QUE TU PALABRA ES CAMINO, TU CUERPO, FRATERNIDAD.

 

Hemos venido a tu mesa

a celebrar el misterio de tu amor.

Con nuestras manos manchadas,

arrepentidos buscamos tu perdón.

 

Juntos y a veces sin vernos

celebramos tu presencia sin sentir

que se interrumpe el camino

si no vamos como hermanos hacia ti.

 

03.- EL SEÑOR NOS LLAMA Y NOS REÚNE (Alberto Taulé)

EL SEÑOR NOS LLAMA Y NOS REÚNE,

SOMOS SU PUEBLO, SIGNO DE UNIDAD.

ÉL ESTÁ, EN MEDIO DE NOSOTROS:

SIRVE A LA MESA, NOS REPARTE EL PAN.

 

Por todos los caminos, nos sales al encuentro,

por todos hemos visto, señales de tu amor.

Tu pueblo se reúne, Señor, a bendecirte,

a celebrar con gozo tu paso salvador.

 

Convocas a tus fieles, nacidos de las aguas,

a festejar unidos, la nueva creación.

La sala del banquete, se llena de invitados,

estamos reunidos y en medio está el Señor.

 

Revélanos al Padre, oh Cristo, nuestra fiesta,

aumenta la esperanza, de nuestro caminar.

Tu Espíritu divino, nos dé la fortaleza,

los bienes que esperamos, nos haga pregustar.

 

04.- BENDITO SEAS SEÑOR (F. Palazón)

BENDITO SEAS SEÑOR

POR ESTE PAN Y ESTE VINO

QUE GENEROSO NOS DISTE PARA CAMINAR CONTIGO

Y SERÁN PARA NOSOTROS, ALIMENTO EN EL CAMINO.

 

Te ofrecemos, el trabajo las penas y alegrías

Pan que nos alimenta y el afán de cada día.

 

Te ofrecemos nuestro barro que oscurece nuestras vidas

Y el vino que no empleamos para curar las heridas.

 

05.- TE OFRECEMOS SEÑOR (Francisco Palazón)

TE OFRECEMOS, SEÑOR, ESTE PAN Y ESTE VINO,

QUE EN TU CUERPO Y EN TU SANGRE

QUEDARÁN CONVERTIDOS.

 

Con el vino y el pan

te ofrecemos el fruto de nuestro trabajo,

la ilusión de vivir,

el placer y el dolor, la alegría y el llanto.

 

Juntamente, Señor,

te ofrecemos la vida que Tú nos has dado,

la esperanza, la fe y el amor,

que nos hace sentirnos hermanos.

 

06.- ERES TU, JESUS

ERES TÚ, JESÚS, ERES TÚ. ERES TÚ

EN UN TROZO DE PAN

Y EN UN POCO DE VINO.

 

¡Qué alegría encontrarte, Jesús,

en tu vino y tu pan!

¡Oh, Señor, qué consuelo saber

que me amas!

Eres Tú la luz de Dios

la eterna Palabra de Dios

y has querido venir a morar

en mi pecho.

 

Eres Tú, Oh, Principio y Fin,

manantial de la vida.

Eres Tú, Luz de Luz,

Dios de Dios verdadero.

Eres Tú, ¡Oh, milagro de Amor!

¡Oh, eterno milagro de Amor!

Eres tú mi Señor y mi Dios,

mi Alimento.

 

 

07.- EUCARISTÍA, MISTERIO DE AMOR (Alfonso Luna)

Autor: Alfonso Luna

 

1.- Eucaristía, misterio de amor,

Eucaristía, comida del pan.

Hoy le comemos en esta mesa,

hoy nos unimos al comulgar.

 

Ven, sáciate, ven al altar.

Dios es comida que se nos da.

 

2.- Eucaristía, es su regalo,

Eucaristía es un gran don:

en esta Misa lo celebramos

todos unidos en comunión

 

3.- Tu vida, joven, tiene sentido,

cuando te acercas a comulgar;

en esta fiesta, Cristo te invita:

Dios es comida, comparte tu pan.

 

08.- ACERQUEMONOS TODOS AL ALTAR (F. Palazón- E. Pascual)

 

ACERQUÉMONOS TODOS AL ALTAR

QUE ES LA MESA FRATERNA DEL AMOR

PUES SIEMPRE QUE COMEMOS DE ESTE PAN

RECORDAMOS LA PASCUA DEL SEÑOR. (2V).

 

Los hebreos en medio del desierto

comieron el maná,

nosotros peregrinos de la vida

comemos este pan

 Los primeros cristianos ofrecieron

su cuerpo como trigo,

nosotros, acosados por la muerte,

bebemos este vino.

 

Como Cristo hecho pan de cada día

se ofrece en el altar,

nosotros, entregados al hermano,

comamos este pan.

 Como el Cuerpo de Cristo es uno solo

por todos ofrecido,

nosotros, olvidando divisiones,

bebemos este vino.

 

Como ciegos en busca de la aurora,

dolientes tras la paz,

buscando tierra nueva y cielos nuevos

comamos este pan.

 Acerquémonos todos los cansados

porque Él es nuestro alivio,

y siempre que el desierto nos agobie

bebamos este vino.

09.- BANQUETE SAGRADO

 

Invitados al Banquete del Señor,

compartimos nuestra vida y nuestro pan,

con su sangre y con su cuerpo inundados por su amor,

nuestras manos se entrelazan para dar.

 

OH BANQUETE SAGRADO,

PAN DE VIDA ETERNA,

PAN DEL POBRE Y HAMBRIENTO

QUE VA CAMINANDO SEDIENTO DE TI (BIS)

 

Tu entrega amorosa en comunión,

es prodigio que renueva nuestro ser,

asumidos por tu gracia, consumidos por tu luz,

fortaleces nuestros pasos al andar.

 

Todo tú mi creador vienes a mí

y te encierras en mi simple pequeñez,

Tú el verbo encarnado, Tú el todopoderoso,

te conviertes en mendigo de mi amor.

 

Me llamaste a compartir tu intimidad,

en la cena del perdón y la amistad,

tú en mí yo en ti, en perfecta unidad,

no hay dicha para mí fuera de ti.

 

CORO… SEDIENTO DE TI (BIS)

 

10.- TE CONOCIMOS AL PARTIR EL PAN

1. Andando por el camino,

te tropezamos, Señor,

te hiciste el encontradizo,

nos diste conversación;

tenían tus palabras

fuerza de vida y amor,

ponían esperanza

y fuego en el corazón.

 

TE CONOCIMOS, SEÑOR

AL PARTIR EL PAN,

TÚ NOS CONOCES, SEÑOR

AL PARTIR EL PAN.

 

2. Llegando a la encrucijada,

tú proseguías, Señor,

te dimos nuestra posada,

techo, comida y calor;

sentados como amigos

a compartir el cenar,

allí te conocimos

al repartirnos el pan.

 

3. Andando por los caminos,

te tropezamos, Señor,

en todos los peregrinos

que necesitan amor,

esclavos y oprimidos

que buscan la libertad,

hambrientos, desvalidos,

a quienes damos el pan.

 

11.- TÚ ERES, SEÑOR, EL PAN DE VIDA (Vicente Morales)

TÚ ERES, SEÑOR, EL PAN DE VIDA,

MI VIDA SIN TI NO SERÁ VIDA.

 

1. El pan que yo os daré

ha de ser mi propia carne.

Contigo viviré

cuando coma de tu pan.

 

2. Aquel que cree en ti

tiene ya la vida eterna.

Si como de tu pan,

de tu vida gozaré.

 

3. Mi Padre es quien os da

verdadero pan del cielo,

y a la tierra bajó

para el mundo alimentar.

 

4. Quien come de tu pan

no padecerá más hambre.

Quien bebe de tu sangre

ya no tendrá sed jamás.

 

12.- DIVINO MANJAR (J. Egúsquiza)

 

Son tu Cuerpo y tu Sangre, Señor,

maravilla y prodigio de amor.

- Alimento del alma, riqueza sin par,

divino majar (bis).

 

EUCARISTÍA, DIVINO ALIMENTO,

CELESTIAL SUSTENTO PARA CAMINAR.

EUCARISTÍA, DIVINO ALIMENTO,

DON DEL CIELO PARA EL MUNDO ENTERO.

SACRAMENTO, DIVINO MANJAR.

 

Anunciamos tu muerte, Señor,

proclamamos tu resurrección.

De tu altar recibimos la fuerza,

el valor para la Misión (bis)

 

Sacerdotes, ministros de luz,

consagrados por Cristo Jesús.

A sus manos desciendes al oír su voz,

Cordero de Dios (bis).

En tu seno Jesús se encarnó,

Oh, María, Sagrario de Dios.

Pura, Llena de Gracia, Madre Virginal,

Reina Celestial (bis).

 

13.- FIESTA DEL BANQUETE

 

FIESTA DEL BANQUETE, MESA DEL SEÑOR,

PAN DE EUCARISTÍA, SANGRE DE REDENCIÓN.

 

1. Este Pan que nos das por manjar

es el Pan de unidad y de fraternidad.

 

2. Hacia Ti vamos hoy, a tu altar

Tú nos das la ilusión en nuestro caminar.

 

3. Escuché su voz en mi caminar,

conocí al Señor en la fracción del Pan.

 

4. Pan de vida eterna, Cuerpo del Señor

Cáliz de la Alianza, fuente de Salvación.

 

14.- EUCARISTÍA, MILAGRO DE AMOR (Juan José López Sedano)

 

1. Pan transformado en el cuerpo de Cristo,

vino transformado en la sangre del Señor,

 

EUCARISTÍA, MILAGRO DE AMOR

EUCARISTÍA, PRESENCIA DEL SEÑOR.

 

2. Cristo nos dice tomen y coman

este es mi cuerpo que ha sido entregado.

 

3. Cristo en persona nos viene a liberar

de nuestro egoísmo y la división fatal.

 

4. ¡Oh gran invento de Cristo sabio y bueno

para alimentarnos con su Sangre y con su Cuerpo!

 

5. Con este Pan tenemos vida eterna

Cristo nos invita a la gran resurrección.

 

6. Este alimento renueva nuestras fuerzas

para caminar a la gran liberación.

 

7. Cuando comulgamos nos unimos al Señor,

formamos entre todos la familia del amor.

 

8. En la familia de todos los cristianos

Cristo quiere unirnos en la paz y en el amor.

 

15.- YA NO ERES PAN Y VINO

 

Ya no eres pan y vino,

ahora que eres cuerpo y sangre,

vives en mí de rodillas yo caigo

al contemplar tu bondad,

¿cómo no te voy a adorar?

 

Mientras te pierdes en mis labios,

tu gracia va inundando todo mi corazón

por esa paz que me llena de alegría mi ser

¿cómo no te voy a adorar?

 

SEÑOR JESÚS, MI SALVADOR,

AMOR ETERNO, AMOR DIVINO.

YA NO FALTA NADA, LO TENGO TODO,

TE TENGO A TI. (2)

 

Dueño y Rey del universo

¿cómo puede ser posible que busques mi amor?

Tú tan grande y yo pequeño y te fijas en mí

¿cómo no te voy a adorar?

 

De rodillas yo te pido

que el día cuando tú me llames sea como hoy

para mirarte a los ojos y poderte decir:

que ¿cómo no te voy a adorar?

 

16.- CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES

(M.J.  Busca de Sagastizabal)

 

Cantemos al Amor de los amores,

cantemos al Señor.

¡Dios está aquí! ¡Venid adoradores,

adoremos a Cristo Redentor!

 

GLORIA A CRISTO JESÚS, CIELOS Y TIERRA,

BENDECID AL SEÑOR.

HONOR Y GLORIA A TI, REY DE LA GLORIA,

AMOR POR SIEMPRE A TI, DIOS DE AMOR.

 

Por nuestro amor oculta en el Sagrario

su gloria y esplendor; para nuestro bien

se queda en el santuario esperando al justo y pecador.

 

17.- TÚ ERES DEL SEÑOR (Kairoi)

 

Eres tan sencilla como luz de amanecer,

eres tú, María, fortaleza de mi fe.

Tú eres flor, eres del Señor,

Te dejas acariciar por su amor.

 

Eres tan humilde como el vuelo de un gorrión,

eres tú, María, el regazo del amor.

Tú eres flor, eres del Señor,

te dejas acariciar por su amor.

 

YO QUIERO ESTAR,

EN LAS MANOS DEL SEÑOR, COMO TÚ,

PARA AMAR,

EN LAS MANOS DEL SEÑOR, COMO TÚ,

COMO TÚ, COMO TÚ.

 

Eres tan pequeña como el canto de mi voz,

eres la grandeza de Aquel que te modeló.

Tú eres flor, eres del Señor,

te dejas acariciar por su amor.

Eres tan hermosa, como el cielo, como el mar,

eres tú, María, como el gozo de soñar.

Tú eres flor, eres del Señor,

te dejas acariciar por su amor.

 

18.- MARÍA LA MADRE BUENA

 

Tantas cosas en la vida,

nos ofrecen plenitud;

y no son más que mentiras

que desgastan la inquietud.

Tú has llenado mi existencia

al quererme de verdad,

yo quisiera Madre buena

amarte más.

En silencio escuchabas

las palabras de Jesús,

y lo hacías pan de vida

meditando en tu interior.

La semilla que ha caído

ya germina y está en flor.

Con el corazón en fiesta cantaré:

 

AVE MARÍA. AVE MARÍA.

AVE MARÍA. AVE MARÍA

 

Desde que yo era muy niño

has estado junto a mí

y guiado de tu mano

aprendí a decir "sí".

Al calor de la esperanza,

nunca se enfrió mi fe,

y en la noche más oscura,

fuiste luz.

No me dejes Madre mía,

ven conmigo a caminar.

Quiero compartir mi vida

y crear fraternidad;

tantas cosas en nosotros

son el fruto de tu amor,

la plegaria más sencilla cantaré: