MI CARNE
ES VERDADERA COMIDA Y MI SANGRE ES VERDADERA BEBIDA
COMENTARIO
Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre
de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía. Este día recordamos
la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la
Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre.
Es una fiesta muy importante porque la Eucaristía es el regalo más grande que
Dios nos ha hecho, movido por su querer quedarse con nosotros después de la
Ascensión.
El cuerpo de Cristo es la
carne y la sangre que él da "para la vida del mundo", es decir, toda
su existencia concreta: su cuerpo muerto para destruir la muerte y su cuerpo
resucitado para manifestar la resurrección. El cuerpo de Cristo significa el
"pan que partimos", el "pan de vida": "El que come de
este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo le daré es mi carne para la vida
del mundo" (Jn, 06-52).
Cuerpo de Cristo significa
la Iglesia, el pueblo que Dios reúne en Jesucristo, el descendiente de Abrahán
y el heredero de las promesas. Por nuestra incorporación a Cristo, significada
y realizada en la recepción de su cuerpo eucarístico, todos somos en él
herederos de las promesas y constituimos el verdadero Pueblo de Dios (Ga 3, 16,
28-29). Todos somos cuerpo de Cristo, pues todos comemos de un mismo pan que es
el cuerpo de Cristo muerto y resucitado; todos somos un mismo Pueblo de Dios,
Iglesia, peregrinos en Cristo hacia el Reino de Dios, alimentados por Cristo
con su propia carne: "Este es el pan que ha bajado del cielo; no como el
de sus padres, que lo comieron y murieron: el que come este pan vivirá para
siempre". Sólo en Cristo y por Cristo constituimos un pueblo, un cuerpo,
una Iglesia comprometida con Cristo en su muerte y resurrección para dar vida
al mundo.
Cuando la comunión se
entiende sólo como "mi comunión", asunto privado entre Jesús y mi
alma, el cuerpo de Cristo que es la Iglesia se desintegra: cada uno come su
propio pan, y éste ya no es el "pan que partimos". La comunión sólo
es auténtica cuando no se privatiza y se apropia, cuando comulgar con Cristo
significa también comulgar con los hermanos, más aún, con todos los hombres:
recibimos un cuerpo que se entrega por nosotros y por todos los hombres. El que
comulga se compromete con Cristo y con los que son de Cristo, como un solo
hombre, en el sacrificio de Cristo, en la salvación del mundo.
R.P. Roland Vicente Castro
Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 80
El Señor los
alimento con flor de harina y los sacio con miel silvestre.
ORACION
COLECTA
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de
tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios
de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el
fruto de tu redención. Tú, que vives y reinas con el Padre.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Deuteronomio 8, 2-3.14b-16ª.
Moisés hablo al pueblo, diciendo: “Recuerda
el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por
el desierto; para afligirte, para ponerte a prueba y conocer tus intenciones:
si guardas sus mandamientos o no. Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y
después te alimento con el maná, que tú no conocías ni conocieron tus padres,
para enseñarte que no solo vive el hombre de pan, sino de todo cuanto sale de
la boca de Dios. No te olvides del Señor, tu Dios, que te saco de Egipto, de la
esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con
serpientes venenosas y alacranes, que, en un lugar de sed, sin agua, hizo
brotar para ti agua de la roca más dura; que te alimento en el desierto con un
maná que no conocían tus padres”.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 147)
Glorifica al
Señor, Jerusalén.
Glorifica al Señor,
Jerusalén, alaba a tu Dios, Sion: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.
R.
Ha puesto paz en tus
fronteras, te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra y su
palabra corre veloz. R.
Anuncia su Palabra a
Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obro así, ni les
dio a conocer sus mandatos. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a
los Corintios 10, 16-17.
Hermanos: El cáliz de bendición que
bendecimos, ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que
partimos, nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos
comemos del mismo pan.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Jn 6, 51
Aleluya. Yo soy el pan vivo que ha bajado
del cielo – dice el Señor -, el que coma de este pan vivirá para siempre. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
Evangelio según san Juan 6, 51-58.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: “Yo
soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan y vivirá para
siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”. Los judíos
se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede este darnos a comer su carne?”.
Entonces Jesús les dijo: “Les aseguro que, si no comen la carne del Hijo del
hombre y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes. El que come mi carne y
bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitare en el último día. Mi carne
es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y
bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo
vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan
que ha bajado del cielo: no es como el maná que comieron sus padres y murieron;
el que come de este pan vivirá para siempre”.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Unidos en un mismo
Pan y en el mismo Vino, oremos a Jesús, que ha querido quedarse
sacramentalmente entre nosotros, y digámosle: R.- Te lo pedimos, Señor.
1.- Para que el Cuerpo y la Sangre de Cristo
sean alimento y bebida para todos los hombres y mujeres que tienen hambre y sed
de Dios. Oremos. R.
2.- Para que el Cuerpo del Señor, que hoy
recorre las calles de los pueblos y las ciudades, transforme a su paso los
corazones. Oremos. R.
3.- Para que los niños que re4ciben hoy por
primera vez a Jesús sacramentado continúen alimentándose de el a lo largo de su
vida. Oremos. R.
4.- Para que el sacramento del amor
fortalezca la unidad de los discípulos de Crist6o. Oremos. R.
5.- Para que el Cuerpo y la sangre de Jesús
sean viático eficaz para los enfermos y les de su paz y su consuelo. Oremos. R.
6.- Para que el Señor que se nos da como
alimento, nos ayude a vivir en comunión de amor los unos a los otros. Oremos. R
Escucha, Señor,
nuestras oraciones, se tu nuestro único alimento, sacia nuestra hambre y sed de
ti, para que, fortalecidos en tu amor, nos dispongamos a celebrar contigo el
banquete eterno del cielo. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, concede propicio a tu Iglesia los dones de la paz y de la
unidad, místicamente representados en los dones que hemos ofrecido. Por
Jesucristo muestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Jn 6, 57.
El que come mi carne y
beba mi sangre habita en mí y yo en él, dice el Señor.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Concédenos, Señor, saciarnos del gozo eterno de tu divinidad,
anticipado en la recepción actual de tu precioso Cuerpo y Sangre. Tú, que vives
y reinas por los siglos de los siglos.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 12: 2Co 1, 1-7; Sal 33; Mt 5, 1-12.
Martes 13: 2Co 1, 18-22; Sal 118; Mt 5, 13-16.
Miércoles 14: 2Co 3, 4-11; Sal 98; Mt 5, 17-19.
Jueves 15: 2Co 3, 15-4, 1.3-6; Sal 84; Mt 5, 20-26.
Viernes 16: Dt 7, 6-11; Sal 102; 1Jn 4, 7-16; Mt 11,
25-30.
Sábado 17: Is 61, 9-11; Sal: 1S 2, 1.4-5.6-7.8abcd; Lc
2, 41-51.
Domingo 19: Ex 19, 2-6a; Sal 99; Rm 5, 6-11; Mt 9,
36-10,8
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Jn
06, 51-59
También
Evangelio del Domingo 20 del Ciclo B
1. ACI DIGITAL 2003
51. Hasta aquí Jesús se ha dado a conocer como el pan de vida. En este
v. se llama el pan vivo, y en vez de que baja (v. 50) dice que bajó. Pirot
anota a este respecto: "La idea general que sigue inmediatamente en la
primera parte del v.: Si uno come de este pan vivirá para siempre - repetición
en positivo de lo que se dice negativamente en el v. 50 - podría aún, en rigor,
significar el resultado de la adhesión a Cristo por la fe. Pero el final del
v.: y el pan que Yo daré es mi carne... para vida del mundo introduce
manifiestamente una nueva idea. Hasta ahora el pan de vida era dado, en pasado,
por el Padre. A partir de ahora, será dado, en el futuro, por el Hijo mismo.
Además, el pan que hasta aquí podía ser tomado en un sentido metafórico
espiritual, es identificado a la carne en Jesús (carne, como en 1, 14, más
fuerte que cuerpo)... La única dificultad que aún provoca el v. es la de saber
si el último miembro: para la vida del mundo se refiere al pan o a la carne. La
dificultad ha sido resuelta en el primer sentido por algunos raros manuscritos
intercalando la frase en cuestión inmediatamente después de daré: el pan que Yo
daré para la vida del mundo es mi carne. Pero la masa de los manuscritos se
pronuncia por el segundo sentido. No parece, pues, dudoso que Juan haya querido
establecer la identidad existente entre el pan eucarístico y la carne de Cristo
en su estado de Víctima inmolada por el mundo". El mismo autor cita luego
como acertada la explicación del P. Calmes, según el cual en esa frase "se
hallan confundidas la predicción de la Pasión y la promesa del pan eucarístico,
y esto sin que haya equívoco, pues la Eucaristía es, al mismo tiempo que un
sacramento, un verdadero sacrificio, un memorial de la muerte de N. S.
J.". Cf. Ef. 2, 14; Hebr. 10, 20.
54. Por cuarta vez Jesús promete juntamente la vida del alma y la
resurrección del cuerpo. Antes hizo esta promesa a los creyentes; ahora la
confirma hablando de la comunión eucarística. Peligra, dice S. Jerónimo, quien
se apresura a llegar a la mansión deseada sin el pan celestial. La Iglesia
prescribe la comunión pascual y recomienda la comunión diaria. ¿Veríamos una
carga en este don divino? "La Iglesia griega se ha sentido autorizada por
esto para dar la Eucaristía a los niños de primera edad. La Iglesia latina
exige la edad de discreción. Puede apoyarse en una razón muy fuerte. Jesús
recuerda que el primer movimiento hacia El se hace por la fe (vv. 35, 45,
57)". Pirot. Cf. 4, 10 ss. El verbo comer que usa el griego desde aquí ya
no es el de antes: estío, sino trogo, de un realismo aún más intenso, pues
significa literalmente masticar, como dando la idea de una retención (cf. v.
27, Luc. 2, 19 y 51). En el v. 58 contrastan ambos verbos: uno en pretérito:
éfagon y otro en presente: trogon.
57. El que me come: aquí y en el v. 58 vuelve a hablar de Él mismo como
en el v. 50. Vivirá por Mí: de tal manera que vivamos en Él y Él en nosotros,
como lo revela el v. anterior. Cf. 1, 16; Col. 2, 9; véase la
"secreta" del Domingo XVIII p. Pentecostés. S. Cirilo de Alejandría
compara esta unión con la fusión en una de dos velas de cera bajo la acción del
fuego: ya no formarán sino un solo cirio. Cf. I Cor. 10, 17. Nótese que Cristo
se complace amorosamente en vivir del Padre, como de limosna, no obstante haber
recibido desde la eternidad el tener la vida en Sí mismo (5, 26). Y esto nos lo
enseña para movernos a que aceptemos aquel ofrecimiento de vivir de El
totalmente, como Él vive del Padre, de modo que no reconozcamos en nosotros
otra vida que esta vida plenamente vivida que Él nos ofrece gratuitamente. Es
de notar que por el Padre y por Mí pueden también traducirse para el Padre y
para Mí. S. Agustín y Sto. Tomás admiten ambos sentidos y el último parece
apoyado por el verbo vivirá, en futuro (Lagrange). ¡Vivir para Aquel que
muriendo nos dio vida divina, como El vivió para el Padre que engendrándolo se
la da a Él! "El que así no vive ¿lo habrá acaso comido
espiritualmente?". Véase v. 63; II Cor. 5, 15; I Tes. 5, 10; Gál. 2, 20;
cf. Hech. 17, 28; Rom. 14, 8; II Cor. 4, 11; 6, 9; I Juan 4, 9.
2.- Texto. El versículo inicial articula las tres afirmaciones centrales
de todo el texto. Primera afirmación: Yo soy el pan vivo bajado del cielo.
Segunda: El que coma de este pan vivirá para siempre. Tercera: el pan que yo
voy a dar es mi carne.
1. Yo soy el pan vivo. En razón de los interlocutores esta afirmación
corrige un punto de vista que veía en la Ley el alimento bajado del cielo. Los
interlocutores son "los judíos", una expresión que en el cuarto
evangelio designa habitualmente a las autoridades religiosas judías. Jesús es
el pan vivo porque es el enviado del Padre, que es quien posee la vida y se la
ha conferido (v. 57). A la vida que procede de Dios se le denomina vida eterna.
La expresión atiende más al origen y cualidad de la vida que a la temporalidad.
2. El que coma de este pan vivirá para siempre. Jesús posee la vida de
Dios y la transmite a los humanos. El que me coma vivirá gracias a mí. Ahora sí
se resalta explícitamente la dimensión de la temporalidad-eternidad. Jesús
introduce esta dimensión-realidad, insospechada y desconocida con anterioridad:
No es como el pan de vuestros antepasados, que lo comieron y murieron.
3. El pan es mi carne. Se trata de otra formulación de la primera
afirmación. La carne y la sangre de Jesús son expresiones para designar a Jesús
como ser humano y concreto. La nueva formulación sirve para resaltar el
carácter de realidad que tiene la comida. A través de esta comida el ser humano
hace suya la vida divina y forma comunidad con Jesús.
Comentario. con el texto de hoy decimos adiós al cuarto evangelio por
este año litúrgico. Es un adiós que nos deja fascinados. Lo que hoy oímos es
absolutamente maravilloso. Jesús, un ser humano concreto, ha hecho posible que
los seres humanos concretos participemos de la vida misma de Dios. El realismo
del lenguaje quiere estar explícitamente al servicio de la realidad de lo que
se afirma. Por eso, comulgar no es un hecho piadoso: es lo más grande que jamás
nos pueda acontecer.
ALBERTO BENITO - DABAR 1990/33
3. EU/TRI
EL PAN ES EL VIÁTICO GRACIAS AL CUAL EL CRISTIANO ENTRA EN LA VIDA
TRINITARIA.-
Juan subraya la unión que Cristo establece entre ese pan (que al mismo
tiempo es su persona humana y la Eucaristía) y la vida trinitaria. Lo mismo que
el Hijo vive del Padre, que es el "Viviente", también el cristiano
vive del Hijo por intermedio de ese "pan" que le permite tener
directamente con el Hijo esos mismos lazos de dependencia y comunidad de vida
que unen al Hijo con el Padre. El pan es el viático gracias al cual el
cristiano entra en la vida trinitaria.
MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA IV - MAROVA
MADRID 1969.Pág. 315
4.- Los milagros de Jesús en el evangelio de Juan son
"signos", y normalmente preceden a la palabra que los interpreta.
Después de la multiplicación de los panes en el desierto y el intento de los
galileos de proclamar rey a Jesús, el evangelista sitúa en Cafanaún el sermón
sobre "el pan de vida". Ambos sucesos constituyen una unidad y
suponen un momento culminante y crítico en la predicación de Jesús en Galilea.
Si la controversia de Jesús con los judíos, con los fariseos, se debe al
legalismo de éstos, la ruptura de los galileos con Jesús es la consecuencia de
los prejuicios nacionalistas y del mesianismo desviado de los galileos. Cuando
estos esperaban un rey que les diera de comer, Jesús les dice que él mismo y no
otra cosa es el verdadero "pan bajado del cielo para la vida del
mundo", y los que creen en él viven.
La presente lectura comprende toda la segunda parte del sermón sobre el
pan de vida, en la que el discurso se orienta hacia la institución de la
eucaristía, más un versículo que sirve de enlace y de transición. El primer
versículo hay quien lo traduce de esta manera: "... y el pan que yo daré
es mi carne que daré para la vida del mundo". En este supuesto, el
versículo pertenece todavía fundamentalmente a la primera parte del sermón.
Jesús diría a sus oyentes que da vida a cuantos comen ese pan, es decir, a
cuantos creen en él precisamente en cuanto él mismo se entrega a la muerte para
que el mundo viva. Con estas palabras saldría al paso de un mesianismo
triunfalista y nacionalista que no contaba con la muerte del Mesías en la cruz.
Por otra parte, la "carne entregada" a la muerte, y en la muerte a
todos los creyentes, es también el cuerpo de Cristo que se nos ofrece en la
eucaristía.
Los "judíos" son en realidad galileos; Juan los llama así por
su incredulidad (cfr. 2, 18 y 20; 5, 10 y 16; 6, 41). Aunque Jesús no ha dicho
directamente que va a darles a comer su carne, los "judíos" lo
entienden así y no comprenden nada. Algunos tratan de encontrar un sentido más
profundo y misterioso a las palabras de Jesús y se enzarzan en una disputa.
Jesús insiste en lo mismo y completa sus palabras añadiendo que es preciso
también beber su sangre. El sentido eucarístico del texto es claro para los
oyentes. Para los "judíos" resultaba especialmente irritante porque
lo entendían crasamente.
Después de insistir otra vez y decir que se trata de una verdadera
comida y de una verdadera bebida, Jesús explica cuál es el efecto de esa comida
y de esa bebida. El que lo recibe entra en unión con él, en una unión semejante
a la que se da entre Jesús y el Padre. "Carne y sangre" son palabras
sustituidas aquí por el pronombre "mí", lo cual significa que el
mismo Jesús se hace alimento para la vida eterna. Jesús no nos da a comer algo
suyo, pues él mismo es el pan de vida.
El pan del que habla Jesús, él mismo, es verdadero pan "bajado del
cielo", es decir, enviado a los hombres por el Padre y entregado como un
regalo de Dios al mundo. El "maná", el pan del desierto, no es más
que una figura profética del verdadero pan que da vida eterna.
EUCARISTÍA 1987/29
5. EU/VE
Hay que comer la carne del Hijo del Hombre, hay que entrar en relación
profunda con él; abrirse y amar, de lo contrario no tendremos vida en nosotros.
Hay que aceptar la carne y la sangre del Otro, la vida del Otro, como una
cosa buena para mí, como una comida que me edifica y fortalece, y entonces
tengo vida eterna, me construyo según el plan de Dios, mi existencia tiene un
sentido, no puedo desaparecer, "resucitaré el último día".
6.- Después del relato de la multiplicación de los panes, el evangelio
de Juan continúa con el discurso del pan de vida, que al final se transforma en
discurso de la Eucaristía, que es el que leemos hoy. Jesús se presenta como el
pan vivo, bajado del cielo, que da vida por siempre. Así hace la transición del
discurso del pan al discurso de la Eucaristía.
El término carne designa la realidad humana, con todas sus posibilidades
y debilidades. Recordemos que en el prólogo de este evangelio se dice que la
Palabra se hizo carne. Observemos que Juan no utiliza el término cuerpo,
probablemente porque quiere subrayar la realidad de la encarnación.
La reacción de los judíos, que seguramente manifiesta los equívocos que
provoca en ciertos ambientes la Eucaristía, da pie para insistir tenazmente en
el realismo eucarístico, que quiere salvaguardar la encarnación.
Carne y sangre expresan la totalidad de la vida. Comer la carne y beber
la sangre del Hijo del hombre es participar de la vida divina. Efectivamente,
Jesús, enviado del Padre, tiene la vida del Padre; los que comen la carne y
beben la sangre de Jesús (su vida) tienen la vida de Jesús, que es la vida del
Padre. Por eso la vida recibida es eterna.
Más aún, se afirma que sólo se puede tener vida si se participa de la
vida de Jesús. La comparación con el maná ayuda a subrayar este sentido. El pan
de la Eucaristía da la vida por siempre: es el pan salvífico.
También habría que tener en cuenta que, así como la carne nos recuerda
la encarnación de Jesús, la sangre nos recuerda su muerte en la cruz. Así, participar
de la vida de Jesús comporta asumir a fondo la propia humanidad, como hizo
Jesús, y, como él, dar la vida por amor.
J. M. GRANE - MISA DOMINICAL 1993/08
7. ACI DIGITAL 2003
51. Hasta aquí Jesús se ha dado a conocer como el pan de vida. En este
v. se llama el pan vivo, y en vez de que baja (v. 50) dice que bajó. Pirot
anota a este respecto: "La idea general que sigue inmediatamente en la
primera parte del v.: Si uno come de este pan vivirá para siempre - repetición
en positivo de lo que se dice negativamente en el v. 50 - podría aún, en rigor,
significar el resultado de la adhesión a Cristo por la fe. Pero el final del
v.: y el pan que Yo daré es mi carne... para vida del mundo introduce
manifiestamente una nueva idea. Hasta ahora el pan de vida era dado, en pasado,
por el Padre. A partir de ahora, será dado, en el futuro, por el Hijo mismo.
Además, el pan que hasta aquí podía ser tomado en un sentido metafórico
espiritual, es identificado a la carne en Jesús (carne, como en 1, 14, más
fuerte que cuerpo)... La única dificultad que aún provoca el v. es la de saber
si el último miembro: para la vida del mundo se refiere al pan o a la carne. La
dificultad ha sido resuelta en el primer sentido por algunos raros manuscritos
intercalando la frase en cuestión inmediatamente después de daré: el pan que Yo
daré para la vida del mundo es mi carne. Pero la masa de los manuscritos se
pronuncia por el segundo sentido. No parece, pues, dudoso que Juan haya querido
establecer la identidad existente entre el pan eucarístico y la carne de Cristo
en su estado de Víctima inmolada por el mundo". El mismo autor cita luego
como acertada la explicación del P. Calmes, según el cual en esa frase "se
hallan confundidas la predicción de la Pasión y la promesa del pan eucarístico,
y esto sin que haya equívoco, pues la Eucaristía es, al mismo tiempo que un
sacramento, un verdadero sacrificio, un memorial de la muerte de N. S.
J.". Cf. Ef. 2, 14; Hebr. 10, 20.
54. Por cuarta vez Jesús promete juntamente la vida del alma y la
resurrección del cuerpo. Antes hizo esta promesa a los creyentes; ahora la
confirma hablando de la comunión eucarística. Peligra, dice S. Jerónimo, quien
se apresura a llegar a la mansión deseada sin el pan celestial. La Iglesia
prescribe la comunión pascual y recomienda la comunión diaria. ¿Veríamos una
carga en este don divino? "La Iglesia griega se ha sentido autorizada por
esto para dar la Eucaristía a los niños de primera edad. La Iglesia latina
exige la edad de discreción. Puede apoyarse en una razón muy fuerte. Jesús
recuerda que el primer movimiento hacia El se hace por la fe (vv. 35, 45,
57)". Pirot. Cf. 4, 10 ss. El verbo comer que usa el griego desde aquí ya
no es el de antes: estío, sino trogo, de un realismo aún más intenso, pues
significa literalmente masticar, como dando la idea de una retención (cf. v.
27, Luc. 2, 19 y 51). En el v. 58 contrastan ambos verbos: uno en pretérito:
éfagon y otro en presente: trogon.
57. El que me come: aquí y en el v. 58 vuelve a hablar de Él mismo como
en el v. 50. Vivirá por Mí: de tal manera que vivamos en Él y Él en nosotros,
como lo revela el v. anterior. Cf. 1, 16; Col. 2, 9; véase la
"secreta" del Domingo XVIII p. Pentecostés. S. Cirilo de Alejandría
compara esta unión con la fusión en una de dos velas de cera bajo la acción del
fuego: ya no formarán sino un solo cirio. Cf. I Cor. 10, 17. Nótese que Cristo
se complace amorosamente en vivir del Padre, como de limosna, no obstante haber
recibido desde la eternidad el tener la vida en Sí mismo (5, 26). Y esto nos lo
enseña para movernos a que aceptemos aquel ofrecimiento de vivir de El
totalmente, como Él vive del Padre, de modo que no reconozcamos en nosotros
otra vida que esta vida plenamente vivida que Él nos ofrece gratuitamente. Es
de notar que por el Padre y por Mí pueden también traducirse para el Padre y
para Mí. S. Agustín y Sto. Tomás admiten ambos sentidos y el último parece
apoyado por el verbo vivirá, en futuro (Lagrange). ¡Vivir para Aquel que
muriendo nos dio vida divina, como El vivió para el Padre que engendrándolo se
la da a Él! "El que así no vive ¿lo habrá acaso comido
espiritualmente?". Véase v. 63; II Cor. 5, 15; I Tes. 5, 10; Gál. 2, 20;
cf. Hech. 17, 28; Rom. 14, 8; II Cor. 4, 11; 6, 9; I Juan 4, 9.
PROPUESTA DE CANTOS PARA CORPUS CHRISTI 2023
11 JUNIO 2023
01.- REUNIDOS EN EL NOMBRE DEL SEÑOR (Francisco Palazón)
REUNIDOS EN EL NOMBRE DEL SEÑOR,
QUE NOS HA CONGREGADO ANTE SU ALTAR,
CELEBREMOS EL MISTERIO DE LA FE,
BAJO EL SIGNO DEL AMOR Y LA UNIDAD (BIS).
Tú, Señor, das sentido a nuestra vida,
tu
presencia nos ayuda a caminar,
tu Palabra es fuente de agua viva,
que nosotros sedientos a tu mesa, venimos a
buscar.
Purifica con tu gracia nuestras manos,
ilumina nuestra mente con tu luz,
que la fe se fortalezca en tu Palabra
y tu Cuerpo tomado en alimento, nos traiga
la salud.
02.- ALREDEDOR DE TU MESA (Francisco Palazón)
ALREDEDOR DE TU MESA VENIMOS A RECORDAR,
ALREDEDOR DE TU MESA VENIMOS A RECORDAR,
QUE TU PALABRA ES CAMINO, TU CUERPO,
FRATERNIDAD;
QUE TU PALABRA ES CAMINO, TU CUERPO,
FRATERNIDAD.
Hemos venido a tu mesa
a celebrar el misterio de tu amor.
Con nuestras manos manchadas,
arrepentidos buscamos tu perdón.
Juntos y a veces sin vernos
celebramos tu presencia sin sentir
que se interrumpe el camino
si no vamos como hermanos hacia ti.
03.- EL SEÑOR NOS LLAMA Y NOS REÚNE (Alberto Taulé)
EL SEÑOR NOS LLAMA Y NOS REÚNE,
SOMOS SU PUEBLO, SIGNO DE UNIDAD.
ÉL ESTÁ, EN MEDIO DE NOSOTROS:
SIRVE A LA MESA, NOS REPARTE EL PAN.
Por todos los caminos, nos sales al
encuentro,
por todos hemos visto, señales de tu amor.
Tu pueblo se reúne, Señor, a bendecirte,
a celebrar con gozo tu paso salvador.
Convocas a tus fieles, nacidos de las
aguas,
a festejar unidos, la nueva creación.
La sala del banquete, se llena de
invitados,
estamos reunidos y en medio está el Señor.
Revélanos al Padre, oh Cristo, nuestra
fiesta,
aumenta la esperanza, de nuestro caminar.
Tu Espíritu divino, nos dé la fortaleza,
los bienes que esperamos, nos haga
pregustar.
04.- BENDITO SEAS SEÑOR (F. Palazón)
BENDITO SEAS SEÑOR
POR ESTE PAN Y ESTE VINO
QUE GENEROSO NOS DISTE PARA CAMINAR CONTIGO
Y SERÁN PARA NOSOTROS, ALIMENTO EN EL
CAMINO.
Te ofrecemos, el trabajo las penas y
alegrías
Pan que nos alimenta y el afán de cada día.
Te ofrecemos nuestro barro que oscurece
nuestras vidas
Y el vino que no empleamos para curar las
heridas.
05.- TE OFRECEMOS SEÑOR (Francisco Palazón)
TE OFRECEMOS, SEÑOR, ESTE PAN Y ESTE VINO,
QUE EN TU CUERPO Y EN TU SANGRE
QUEDARÁN CONVERTIDOS.
Con el vino y el pan
te ofrecemos el fruto de nuestro trabajo,
la ilusión de vivir,
el placer y el dolor, la alegría y el
llanto.
Juntamente, Señor,
te ofrecemos la vida que Tú nos has dado,
la esperanza, la fe y el amor,
que nos hace sentirnos hermanos.
06.- ERES TU, JESUS
ERES TÚ, JESÚS, ERES TÚ. ERES TÚ
EN UN TROZO DE PAN
Y EN UN POCO DE VINO.
¡Qué alegría encontrarte, Jesús,
en tu vino y tu pan!
¡Oh, Señor, qué consuelo saber
que me amas!
Eres Tú la luz de Dios
la eterna Palabra de Dios
y has querido venir a morar
en mi pecho.
Eres Tú, Oh, Principio y Fin,
manantial de la vida.
Eres Tú, Luz de Luz,
Dios de Dios verdadero.
Eres Tú, ¡Oh, milagro de Amor!
¡Oh, eterno milagro de Amor!
Eres tú mi Señor y mi Dios,
mi Alimento.
07.- EUCARISTÍA, MISTERIO DE AMOR (Alfonso Luna)
Autor: Alfonso Luna
1.- Eucaristía, misterio de amor,
Eucaristía, comida del pan.
Hoy le comemos en esta mesa,
hoy nos unimos al comulgar.
Ven, sáciate, ven al altar.
Dios es comida que se nos da.
2.- Eucaristía, es su regalo,
Eucaristía es un gran don:
en esta Misa lo celebramos
todos unidos en comunión
3.- Tu vida, joven, tiene sentido,
cuando te acercas a comulgar;
en esta fiesta, Cristo te invita:
Dios es comida, comparte tu pan.
08.- ACERQUEMONOS TODOS AL ALTAR (F. Palazón- E. Pascual)
ACERQUÉMONOS
TODOS AL ALTAR
QUE
ES LA MESA FRATERNA DEL AMOR
PUES
SIEMPRE QUE COMEMOS DE ESTE PAN
RECORDAMOS
LA PASCUA DEL SEÑOR. (2V).
Los
hebreos en medio del desierto
comieron
el maná,
nosotros
peregrinos de la vida
comemos
este pan
Los
primeros cristianos ofrecieron
su
cuerpo como trigo,
nosotros,
acosados por la muerte,
bebemos
este vino.
Como
Cristo hecho pan de cada día
se
ofrece en el altar,
nosotros,
entregados al hermano,
comamos
este pan.
Como
el Cuerpo de Cristo es uno solo
por
todos ofrecido,
nosotros,
olvidando divisiones,
bebemos
este vino.
Como
ciegos en busca de la aurora,
dolientes
tras la paz,
buscando
tierra nueva y cielos nuevos
comamos
este pan.
Acerquémonos
todos los cansados
porque
Él es nuestro alivio,
y
siempre que el desierto nos agobie
bebamos
este vino.
09.- BANQUETE SAGRADO
Invitados al Banquete del Señor,
compartimos nuestra vida y nuestro pan,
con su sangre y con su cuerpo inundados por
su amor,
nuestras manos se entrelazan para dar.
OH BANQUETE SAGRADO,
PAN DE VIDA ETERNA,
PAN DEL POBRE Y HAMBRIENTO
QUE VA CAMINANDO SEDIENTO DE TI (BIS)
Tu entrega amorosa en comunión,
es prodigio que renueva nuestro ser,
asumidos por tu gracia, consumidos por tu
luz,
fortaleces nuestros pasos al andar.
Todo tú mi creador vienes a mí
y te encierras en mi simple pequeñez,
Tú el verbo encarnado, Tú el todopoderoso,
te conviertes en mendigo de mi amor.
Me llamaste a compartir tu
intimidad,
en la cena del perdón y la
amistad,
tú en mí yo en ti, en
perfecta unidad,
no hay dicha para mí fuera
de ti.
CORO… SEDIENTO DE TI
(BIS)
10.- TE
CONOCIMOS AL PARTIR EL PAN
1.
Andando por el camino,
te
tropezamos, Señor,
te
hiciste el encontradizo,
nos
diste conversación;
tenían
tus palabras
fuerza
de vida y amor,
ponían
esperanza
y
fuego en el corazón.
TE
CONOCIMOS, SEÑOR
AL
PARTIR EL PAN,
TÚ
NOS CONOCES, SEÑOR
AL
PARTIR EL PAN.
2.
Llegando a la encrucijada,
tú
proseguías, Señor,
te
dimos nuestra posada,
techo,
comida y calor;
sentados
como amigos
a
compartir el cenar,
allí
te conocimos
al
repartirnos el pan.
3.
Andando por los caminos,
te
tropezamos, Señor,
en
todos los peregrinos
que
necesitan amor,
esclavos
y oprimidos
que
buscan la libertad,
hambrientos,
desvalidos,
a
quienes damos el pan.
11.- TÚ ERES,
SEÑOR, EL PAN DE VIDA (Vicente Morales)
TÚ
ERES, SEÑOR, EL PAN DE VIDA,
MI
VIDA SIN TI NO SERÁ VIDA.
1.
El pan que yo os daré
ha
de ser mi propia carne.
Contigo
viviré
cuando
coma de tu pan.
2.
Aquel que cree en ti
tiene
ya la vida eterna.
Si
como de tu pan,
de
tu vida gozaré.
3.
Mi Padre es quien os da
verdadero
pan del cielo,
y
a la tierra bajó
para
el mundo alimentar.
4.
Quien come de tu pan
no
padecerá más hambre.
Quien
bebe de tu sangre
ya
no tendrá sed jamás.
12.- DIVINO
MANJAR (J. Egúsquiza)
Son
tu Cuerpo y tu Sangre, Señor,
maravilla
y prodigio de amor.
-
Alimento del alma, riqueza sin par,
divino
majar (bis).
EUCARISTÍA,
DIVINO ALIMENTO,
CELESTIAL
SUSTENTO PARA CAMINAR.
EUCARISTÍA,
DIVINO ALIMENTO,
DON
DEL CIELO PARA EL MUNDO ENTERO.
SACRAMENTO,
DIVINO MANJAR.
Anunciamos
tu muerte, Señor,
proclamamos
tu resurrección.
De
tu altar recibimos la fuerza,
el
valor para la Misión (bis)
Sacerdotes,
ministros de luz,
consagrados
por Cristo Jesús.
A
sus manos desciendes al oír su voz,
Cordero
de Dios (bis).
En
tu seno Jesús se encarnó,
Oh,
María, Sagrario de Dios.
Pura,
Llena de Gracia, Madre Virginal,
Reina
Celestial (bis).
13.- FIESTA DEL BANQUETE
FIESTA DEL BANQUETE, MESA DEL SEÑOR,
PAN DE EUCARISTÍA, SANGRE DE REDENCIÓN.
1. Este Pan que nos das por manjar
es el Pan de unidad y de fraternidad.
2. Hacia Ti vamos hoy, a tu altar
Tú nos das la ilusión en nuestro caminar.
3. Escuché su voz en mi caminar,
conocí al Señor en la fracción del Pan.
4. Pan de vida eterna, Cuerpo del Señor
Cáliz de la Alianza, fuente de Salvación.
14.- EUCARISTÍA, MILAGRO DE AMOR (Juan José López Sedano)
1. Pan transformado en el cuerpo de Cristo,
vino transformado en la sangre del Señor,
EUCARISTÍA, MILAGRO DE AMOR
EUCARISTÍA, PRESENCIA DEL SEÑOR.
2. Cristo nos dice tomen y coman
este es mi cuerpo que ha sido entregado.
3. Cristo en persona nos viene a liberar
de nuestro egoísmo y la división fatal.
4. ¡Oh gran invento de Cristo sabio y bueno
para alimentarnos con su Sangre y con su
Cuerpo!
5. Con este Pan tenemos vida eterna
Cristo nos invita a la gran resurrección.
6. Este alimento renueva nuestras fuerzas
para caminar a la gran liberación.
7. Cuando comulgamos nos unimos al Señor,
formamos entre todos la familia del amor.
8. En la familia de todos los cristianos
Cristo quiere unirnos en la paz y en el
amor.
15.- YA NO ERES PAN Y VINO
Ya no eres pan y vino,
ahora que eres cuerpo y sangre,
vives en mí de rodillas yo caigo
al contemplar tu bondad,
¿cómo no te voy a adorar?
Mientras te pierdes en mis labios,
tu gracia va inundando todo mi corazón
por esa paz que me llena de alegría mi ser
¿cómo no te voy a adorar?
SEÑOR JESÚS, MI SALVADOR,
AMOR ETERNO, AMOR DIVINO.
YA NO FALTA NADA, LO TENGO TODO,
TE TENGO A TI. (2)
Dueño y Rey del universo
¿cómo puede ser posible que busques mi
amor?
Tú tan grande y yo pequeño y te fijas en mí
¿cómo no te voy a adorar?
De rodillas yo te pido
que el día cuando tú me llames sea como hoy
para mirarte a los ojos y poderte decir:
que ¿cómo no te voy a adorar?
16.- CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES
(M.J. Busca de Sagastizabal)
Cantemos al Amor de los amores,
cantemos al Señor.
¡Dios está aquí! ¡Venid adoradores,
adoremos a Cristo Redentor!
GLORIA A CRISTO JESÚS, CIELOS Y TIERRA,
BENDECID AL SEÑOR.
HONOR Y GLORIA A TI, REY DE LA GLORIA,
AMOR POR SIEMPRE A TI, DIOS DE AMOR.
Por nuestro amor oculta en el Sagrario
su gloria y esplendor; para nuestro bien
se queda en el santuario esperando al justo y pecador.
17.- TÚ ERES DEL SEÑOR (Kairoi)
Eres tan sencilla como luz de amanecer,
eres tú, María, fortaleza de mi fe.
Tú eres flor, eres del Señor,
Te dejas acariciar por su amor.
Eres tan humilde como el vuelo de un
gorrión,
eres tú, María, el regazo del amor.
Tú eres flor, eres del Señor,
te dejas acariciar por su amor.
YO QUIERO ESTAR,
EN LAS MANOS DEL SEÑOR, COMO TÚ,
PARA AMAR,
EN LAS MANOS DEL SEÑOR, COMO TÚ,
COMO TÚ, COMO TÚ.
Eres tan pequeña como el canto de mi voz,
eres la grandeza de Aquel que te modeló.
Tú eres flor, eres del Señor,
te dejas acariciar por su amor.
Eres tan hermosa, como el cielo, como el mar,
eres tú, María, como el gozo de soñar.
Tú eres flor, eres del Señor,
te dejas acariciar por su amor.
18.- MARÍA LA
MADRE BUENA
Tantas
cosas en la vida,
nos
ofrecen plenitud;
y
no son más que mentiras
que
desgastan la inquietud.
Tú
has llenado mi existencia
al
quererme de verdad,
yo
quisiera Madre buena
amarte
más.
En
silencio escuchabas
las
palabras de Jesús,
y
lo hacías pan de vida
meditando
en tu interior.
La
semilla que ha caído
ya
germina y está en flor.
Con
el corazón en fiesta cantaré:
AVE
MARÍA. AVE MARÍA.
AVE
MARÍA. AVE MARÍA
Desde
que yo era muy niño
has
estado junto a mí
y
guiado de tu mano
aprendí
a decir "sí".
Al
calor de la esperanza,
nunca
se enfrió mi fe,
y
en la noche más oscura,
fuiste
luz.
No
me dejes Madre mía,
ven
conmigo a caminar.
Quiero
compartir mi vida
y
crear fraternidad;
tantas
cosas en nosotros
son
el fruto de tu amor,
la
plegaria más sencilla cantaré: