“MUJER, ¡QUE GRANDE ES TU FE!”.
COMENTARIO
La cananea es una madre. Detrás de cada
madre Jesús veía a María. No se muestra demasiado duro con la madre de Santiago
y Juan cuando ésta le pide para ellos las plazas de ministros (Mt 20, 20). Cura
con cariño a la suegra de Pedro. Se siente conmovido por la viuda de Naín que
acaba de perder a su hijo. Creo que esto hace comprender mejor lo que va a
ocurrir entre Jesús y aquella madre cananea. Es el judío ante la pagana; no
quiere tratos con ella. Esto resulta antipático, sobre todo para los jóvenes
que soportan mal estas historias de razas diferentes y religiones distintas:
¿Está Dios por todos, sí o no?
Este universalismo de hoy, profundamente
simpático corre sin embargo el peligro de quedarse en teorías. No es posible
ensamblar tan fácilmente las diferencias hay que arreglar las cosas poco a poco
y de forma progresiva. Jesús aceptó totalmente la condición humana, incluidos
sus límites y la búsqueda a veces difícil de la voluntad del Padre.
Nosotros estamos siempre dispuestos a
juzgar a Dios: ¿Por qué un pueblo elegido? ¿Por qué Jesús quería deshacerse de
la cananea? Porque Jesús, judío, entra en el plano de la salvación tal como lo
conoce por las Escrituras de su pueblo y ese plano comprende dos datos
perfectamente claros: 1). Dios quiere salvar a todos los hombres; 2). Pasando
por los judíos. En este momento, Jesús sólo se siente enviando a “las ovejas perdidas de Israel”. Pero
está aquella madre. Algunos se imaginan que Jesús se hacía el indiferente (“no le contestó palabra”) para hacer que
creciera la fe de la cananea (!). Eso es rechazar el misterio de la
encarnación. Jesús es un hombre y se siente sencillamente desconcertado ante
aquella situación como cualquier hombre. ¿Mantenerse a distancia? ¿Escucharla
para que lo deje en paz, como le sugiere los discípulos? Ellos se muestran más
bien molestos y despreciativos que preocupados por los planes de Dios.
Es una madre. Jesús empieza a ablandarse y
le da al menos lo que puede darle: la gentileza de un diálogo: “Deja primero
que los hijos se alimenten. No está bien quitar el pan a los hijos para
echárselo a los perritos, a los que no están preparados para recibir la salvación.
La cananea comprende perfectamente el matiz amistoso: en la casa todos quieren
a los perritos. Es lista, es madre y siente un impulso loco hacia aquel que
puede salvar a su hija: “Los perritos se comen las migajas”. Aquel grito de fe
desarma a Jesús. La cananea acaba de romper en él un límite. Con una fe tan
humilde y tan fina que no le ha dicho: “Desobedece”; ella ha comprendido y
entra con él en los designios del Padre: “Si, Señor, cuídate primero de los
hijos, pero no tardes en preocuparte de esos perritos que quizás creen más en
ti”.
Jesús realiza entonces el gesto que va a
marcar la preeminencia total de la fe. Lo que ocurre con la cananea nos revela
que en adelante todo va a depender de la fe. Los judíos tenían la precedencia,
la cananea era una madre desconcertante; pero sólo importó una cosa, la misma
que importará en adelante: “Mujer, ¡qué grande es tu fe!”.
R.P Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 83, 10-11
Fíjate, oh, Dios,
escudo nuestro; mira el rostro de tu Ungido, porque vale más un día en tus
atrios que mil en mi casa.
ORACION
COLECTA
Oh, Dios que has preparado bienes invisibles para los que te aman,
infunde la ternura de tu amor en nuestros corazones, para que, amándote en todo
y sobre todas las cosas, consigamos alcanzar tus promesas, que superan todo
deseo. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 56, 1.6-7.
Así dice el Señor: «Observen el derecho,
practiquen la justicia, que mi salvación está para llegar, y se va a revelar mi
victoria. A los extranjeros que se han unido al Señor, para servirlo, para amar
el nombre del Señor y ser sus servidores, que guardan el sábado sin profanarlo
y perseveran en mi alianza, los traeré a mi monte santo, los alegraré en mi
casa de oración, aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios; porque
mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos».
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 66)
Oh Dios, que te
alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
El Señor tenga piedad y
nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.
Que canten de alegría las
naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y
gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh, Dios, que te alaben
los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le
teman hasta los confines del orbe. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Romanos 11, 13-15.29-32
Hermanos: Me dirijo ahora, a ustedes
que son de origen pagano. Precisamente porque soy apóstol de los paganos,
trataré de honrar este ministerio mío, a ver si provoco celos en los de mi raza
y logro salvar a alguno de ellos. Si su rechazo ha significado la
reconciliación del mundo, ¿qué será su readmisión sino un volver de la muerte a
la vida? Pues los dones y la llamada de Dios son para siempre. Ustedes, en otro
tiempo, eran rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, los judíos,
ustedes han obtenido misericordia.
Así también ellos ahora son
rebeldes, debido a la misericordia que Dios ha concedido a ustedes para que
también ellos alcancen misericordia. En efecto, Dios ha permitido que todos
cayéramos en la rebeldía, para manifestarnos a todos su misericordia.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 23
Aleluya. Jesús
proclamaba el Evangelio del Reino, curando las dolencias del pueblo. aleluya
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 15,
21-28
En aquel tiempo,
Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer
cananea, procedente de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de
mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo». Él no le
respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela,
que viene detrás gritando». Jesús les contestó: «Solo me han enviado a las
ovejas descarriadas de Israel». Ella los alcanzó y se postró ante Él, y le
pidió: «Señor, socórreme».
Él le contestó: «No
está bien echar a los perros el pan de los hijos». Pero ella replicó: «Tienes
razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa
de los amos».
Jesús le respondió:
«Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas». En aquel momento
quedó curada su hija.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Sabiendo que el
Señor siempre nos aguarda para bendecirnos, supliquémosle con confianza: R.
Te lo pedimos, Señor.
1.- Para que la justicia, la hospitalidad y
el amor se manifiesten en la vida de los cristianos. Oremos. R.
2.- Para que la oración de la Iglesia te sea
grata y nos comprometa a ser más solidarios y fraternos. Oremos. R.
3.- Para que los que están en el exilio, los
que son marginados o perseguidos sientan la misericordia de Dios que los
fortalece y sostiene. Oremos. R.
4.- Para que Jesús devuelva la salud a los
enfermos, la libertad a los cautivos, la esperanza a los que no encuentran
sentido a
su vida. Oremos. R.
5.- Para que el Señor libere a los que se ven
tentados, fortalezca a los débiles y a todos nos dé su paz. Oremos. R.
6.- Para que, a nosotros, que compartimos el
Pan de la Eucaristía, el Señor nos bendiga y renueve interiormente. Oremos. R.
Oh Dios, que amas a
todas las personas y quieres que todos se salven, escucha las oraciones que con
fe te hemos presentado y danos tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. R.
Amén.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, nuestras ofrendas en las que vas a Realizar un
admirable intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos
recibirte a ti mismo. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Jn 6, 51
Yo soy el pan vivo que ha
bajado del cielo, dice el Señor, el que coma de este pan vivirá para siempre.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Después de haber participado de Cristo por estos sacramentos
imploramos humildemente tu misericordia, Señor, para que, configurados en la
tierra a su imagen, merezcamos participar de su gloria en el cielo. El, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 21: Jc 2, 11-19; Sal 105; Mt 19, 16-22
Martes 22: Jc 6, 11-24a; Sal 84; Mt 19, 23-30.
Miércoles 23: Jc 9, 6-15; al 20; Mt 20, 1-16.
Jueves 24: Ap 21, 9b-14; Sal 144; Jn 45-51.
Viernes 25: Rt 1, 1.3-5.14b-16.22; Sal 145; Mt 22,
34-40.
Sábado 26: Rt 2, 1-3.8-11; 4, 13-17; Sal 127; Mt 23, 1-12.
Domingo 27: Is 22, 19-23; Sal 137; Rm 11, 33-36; Mt 16,
13-20.
COMENTARIOS AL
EVANGELIO
Mt 15. 21-28
Par: Mc 7, 24-30
3-1.
Vale la pena fijarse en la capacidad de
admiración de Jesús ante la fe de los paganos. Parece como si lo desarmara. Y
no le duele confesar que "en Israel no he encontrado en nadie tanta
fe" (Mt 8. 10). Fe, aquí, es confianza, es apertura a su persona y a su
poder. Y esta fe -que se dirige a Jesús- tiene su motor y extrae su fuerza de
la propia necesidad: la situación de la hija "endemoniada", el criado
"que está en cama paralítico y sufre mucho" (Mt 8. 6). Quién sabe:
quizás nosotros diríamos que es una petición interesada, que el movimiento no
es tan puro como debería... Pero es desde nuestras situaciones vitales que
vamos a Jesús y confiamos en él. Quizá el punto de partida no sea lo bastante
puro; ¡pero si el movimiento nos lleva hacia él sinceramente...! Ya se cuidará
de purificarlo, si es necesario - "No está bien echar a los perros el pan
de los hijos" Aprendamos a admirarnos de la fe de los de fuera, de la
gente sencilla. Y aprendamos a confiar en los movimientos sinceros de nuestro
corazón.
J. TOTOSAUS - MISA DOMINICAL 1987/16
2.- La distribución de los panes sigue
normalmente: Jesús ha ofrecido pan a quien lo ha querido y no hay suficiente
gente para terminar con las provisiones (Mt 14. 13-21), hasta el punto de que
se llenaron doce canastos con las sobras.
Lo que sigue a la distribución responde a la
pregunta de por qué comieron tan pocos y dejaron tantas sobras. Esta respuesta
es doble: por una parte, los fariseos ponen bastantes obstáculos ante quienes
desean comer el pan merced a su reglamentación de las abluciones (Mt 15. 1-20);
por otra parte, a los paganos se les niega el acceso a esas sobras (v. 24). El
pasaje de hoy desarrolla esta última consideración.
MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA
CRISTIANA V -MAROVA MADRID 1969.Pág. 277
3. ORA/PERSEVERANCIA:
NECESIDAD DE "LUCHAR" CON DIOS EN EL TERRENO DE UNA ORACIÓN
PERSEVERANTE:/Mt/07/07.
Es una oración de petición que arranca de una
fe profunda en que Dios, en este caso Jesús, puede hacer lo que se le pide, y
de una confianza ilimitada en que lo hará. La fe es el distintivo esencial del
cristiano. Una fe que recibe lo que quiere, porque lo que quiere es la voluntad
de Dios. La "lucha" que esta mujer mantiene con Jesús, que la rechaza
una y otra vez, resulta paradigmática. Está en la línea de lo mandado por
Jesús: "pedid... buscad... llamad..." Esto es lo que define
sustantivamente al hombre. De ahí la necesidad de "luchar" con Dios
en el terreno de una oración perseverante. La cananea obtuvo lo que pedía
porque se mantuvo en esa actitud de esencial pobreza. Ante ella aparece la
palabra de Dios: "...recibiréis, ...hallaréis, ...se os abrirá" (7.
7). Tres aspectos que definen a Dios (como los tres anteriores habían definido
al hombre). Dios y el hombre puestos frente a frente y haciendo cada uno lo que
le es propio.
COMENTARIOS A LA BIBLIA LITURGICA NT - EDIC
MAROVA/MADRID 1976.Pág. 1030
4.- Texto. Mateo da en él un paso importante
hacia adelante, pues la escena no tiene lugar en Israel sino en el extranjero.
En términos de sociología religiosa judía esto significa que la escena se
desarrolla en el territorio pagano. Toma cuerpo así lo que Mateo había insinuado
cuando, al presentar la actividad de Jesús, citaba el texto de Isaías que habla
de Galilea de los paganos (MT. 4, 15). Los paganos están ahora aquí, de la mano
de una mujer que vivía en el actual y atormentado Líbano. Viene designada como
cananea, término especialmente evocador para un judío, por cuanto encarna todo
lo que de seductor y peligroso había tenido el paganismo para la fe yavista.
El texto está lleno de sorpresas. Una
extranjera da a Jesús el título típicamente judío de hijo de David. Con este título
ha introducido Mateo la ascendencia de Jesús (Mt. 1,1). El título resuena
cuando Mateo acaba de presentar a Jesús saliendo de territorio judío tras el
cuestionamiento de algo tan esencial y sagrado para los judíos como es el
comportamiento en consonancia con la tradición (ver Mt. 15, 1-20).
Las sorpresas continúan con el silencio de
Jesús primero y su respuesta después a la demanda de los discípulos. Esta
respuesta, que se encuentra en el v. 24, es repetición del mandato de Jesús a
los doce de ir en busca de las ovejas perdidas de Israel. Leída después de la
escena anterior sobre la tradición, la respuesta es, cuanto menos,
sorprendente.
Una tercera sorpresa es la presentación de la
mujer en el v. 25 con el gesto típico judío de adoración a Dios, gesto
característico en el evangelio de Mateo para expresar la actitud creyente ante
Jesús.
La cuarta sorpresa es la respuesta de Jesús a
la mujer. "No está bien quitarle el pan a los hijos para echárselo a los
perros".
Jesús hace suyo el afrentoso y despreciativo
apelativo de perros, que los judíos aplicaban a los paganos. ¿Lo hace suyo
aceptándolo o ironizándolo? La frase la escuchamos fuera del territorio judío,
donde Jesús se encuentra tras su cuestionamiento de la tradición judía.
La quinta y última sorpresa es la reacción de
la mujer pagana, que no aspira a suplantar, sino sencillamente a participar.
Todo este conjunto de sorpresas,
especialmente elaboradas por Mateo, no parecen tener otra función que la de
preparar y resaltar la frase final de Jesús. "¡Qué grande es tu fe,
mujer!" Es la frase que el lector de Mateo presentía y esperaba. Ella
ratifica la caída del muro de separación entre judíos y paganos.
Un mundo religioso cerrado en sí mismo queda
aquí superado y derrumbado; surge otro de todos y para todos.
-Comentario. Es difícil encontrar en
cualquiera de los cuatro evangelios una imagen de Jesús tan judía como la que
nos ofrece Mateo en este texto. La lógica de la encarnación está aquí llevada
al máximo de identificación con la historia concreta de unas gentes.
Paralelamente es difícil encontrar otro texto como éste en el que la quiebra de
esa historia concreta sea tan clamorosa. Mateo lo ha conseguido con una imagen
de mujer sencillamente asombrosa.
Ella, que no es miembro del Pueblo de Dios,
encarna el ideal de lo que debe ser un miembro del Pueblo de Dios.
La consecuencia es lo arriesgado del manejo
de conceptos y términos tales como Pueblo de Dios e Iglesia, porque ni están
todos los que son ni son todos los que están. Pasaba ayer y pasa hoy.
Dos citas de Pablo pueden ayudarnos a
entender las líneas de este texto. "Toda diferencia entre judío y no judío
ha quedado superada, pues uno mismo es el Señor de todos, y su generosidad se
desborda con todos los que le invocan" (Rom. 10, 12). "Todos
vosotros, los que creéis en Cristo Jesús, sois hijos de Dios... Ya no hay
distinción entre judío y no judío, ni entre esclavo y libre, ni entre varón y
mujer. En Cristo Jesús, todos sois uno" (Gál. 26, 28).
A. BENITO - DABAR 1990/42
5.- Contexto. El domingo pasado asistíamos a
una dramatización de la difícil y arriesgada situación de los doce. La
mentalidad nacional-religiosa y cerrada de los pastores de la Ley de Dios ponen
en peligro la vida de Jesús. (Mt. 14, 1-12) y la de los doce (Mt. 14, 22-23).
Esa misma mentalidad determina continuos desplazamientos de la gente buscando a
los nuevos pastores (Mt. 14, 34-36). A continuación de estos dos últimos
versículos Mateo introduce otro de los presupuestos-clave de la mentalidad
cerrada: la defensa unilateral y monolítica de la Tradición (Mt. 15, 1-20). El
otro presupuesto es la Ley: tus discípulos hacen lo que no está permitido en
sábado (Mt. 12, 2). ¿Por qué se saltan tus discípulos la tradición de nuestros
mayores? (Mt. 15,2). Lee detenidamente Mt 15, 1-20.
Texto. Comienza con la misma fórmula de
desplazamiento de hace dos domingos (lee Mt 14, 13). Salió de allí (la
traducción litúrgica ha pasado por alto el adverbio). El punto de salida es más
que un espacio geográfico; es la situación de cerrazón reflejada en el texto
inmediatamente anterior. También es más que un espacio en el mapa el punto de
llegada: Tiro y Sidón no son Israel. Mateo quiere poner de manifiesto el
sentido de la afirmación hecha en la explicación de la parábola del grano y la
cizaña: El campo es el mundo (Mt 13, 38). El misterio escondido se desvela en
acción. El pueblo de Dios es universal, abarca más que Israel. Este aspecto
fundamental se resalta todavía más en la caracterización de la protagonista:
una mujer cananea. En la tradición judía Canaán es el símbolo de lo no judío,
de la irreligiosidad. CANAAN/SIMBOLO
Y, sin embargo, el desarrollo del relato es
paradójico. Los discípulos y Jesús actúan en la más estricta línea judía. Los
discípulos piden a Jesús que despida a la mujer (extrañamente la traducción
litúrgica ha convertido la petición de despido en lo contrario). Jesús recuerda
algo que ya les había dicho a los doce en Mt. 10,6: sólo a Israel. Sus frases
son de un realismo hiriente: No está bien echar a los perros el pan de los
hijos.
Los perros son los no judíos. Pero funciona
como insulto. Incluso la propia protagonista da por válido el presupuesto:
También los perros se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos. Todo
se desarrolla, pues, dentro de la más pura coordenada de la religiosidad
tradicional. Jesús y los doce se parecen a los pastores de la Ley de Dios. El
desenlace del relato rompe con la sorpresa del desarrollo anterior. Este
desenlace contrasta con el de la sinagoga de Nazaret (No pudo hacer allí muchos
milagros por su falta de fe, Mt 13, 58) y empalma con lo narrado a propósito de
un centurión romano en Mt 8, 5-13 (en ningún israelita he encontrado tanta fe
Mt. 8, 10). El campo, efectivamente, empieza a ser el mundo. El Pueblo de Dios
abarca, no excluye.
Comentario. El texto de hoy es un buen
ejemplo ilustrativo del quehacer literario de Mateo y de la necesidad de leer
siempre un texto dentro de su contexto (recuerda Mt. 15, 1-20) se imponen las
siguientes preguntas: ¿quiénes son los perros y quiénes los amos? Mejor aún: ¿tiene
sentido seguir hablando de perros y de amos? Nos hallamos ante un texto cuyo
recurso literario es la paradoja y la ironía. Un texto vigoroso por sus
contrastes y desarrollo imprevisto, por su lenguaje nada atenuado. Equiparando
a Jesús y a los doce con los pastores de la Ley, que inmediatamente antes les
habían acusado, el autor consigue poner el dedo en la llaga por el
procedimiento del absurdo. Detrás de la defensa apasionada de la Ley de Dios y
de la tradición por parte de los pastores se esconde, entre otras cosas, una
infravaloración de las personas.
Mujer, qué grande es tu fe. Esta frase rompe
los esquemas religiosos hasta ahora vigentes en el Pueblo de Dios. A partir de
aquí ya no tiene sentido hablar de Pueblo de Dios en un sentido limitado de raza
o nación; ya no hay perros ni amos, judíos ni griegos, siervos ni libres,
varones ni hembras (cfr. Romanos 10,12 y Gálatas 3, 28). Nacionalidad,
condición social y sexo quedan eliminados como factores determinantes de
pertenencia al Pueblo de Dios. Son los mismos tres factores que excluye el
autor del cuarto evangelio en una enigmática formulación de su prólogo. Lee Jn
1, 12-13. La elección misma de una mujer para protagonista del relato es un
hecho en sí mismo significativo. Si alguien no tenía voz en el interior del
Pueblo de Dios, eran precisamente las mujeres. Eligiendo a una mujer primero,
extranjera después, y cananea por último, Mateo acaba con todos los esquemas
hasta entonces vigentes.
A partir de ahora lo que determina la
pertenencia al Pueblo de Dios es la fe en Jesús, la adhesión a su persona. No
olvidamos nunca que, en el contexto de Mateo, esta fe significa la
relativización de la Ley y de la Tradición, importantes y necesarias, por
supuesto, pero nunca prioritarias ni con valor de absolutos. Olvidar esta
relativización tiene el riesgo, entre otros, de reducir la fe en Jesús a un
pietismo personal.
Ahora que estamos mayoritariamente de
vacaciones tenemos más tiempo para reflexionar sobre todas estas cosas.
A. BENITO - DABAR 1987/42
6. J/JUDIO.
Sentido del relato. Este comienza con la
expatriación de Jesús. El lector no puede menos de recordar aquello de que
"sólo en su patria y en su casa desprecian a un profeta" (Mt. 13,
57). Pero lo curioso del caso es que en estas circunstancias Mateo nos presenta
a un Jesús perfectamente judío. Otro dato a tener en cuenta: la extranjera
interpela a Jesús en términos exquisitamente judíos.
A la vista de estos datos el lector se arma
un auténtico lío, pues, por un lado, Jesús, el judío, en su tierra cuestiona lo
judío, fuera de ella reproduce y se aferra a aquello que ha cuestionado. Y, por
otro, mientras los judíos se escandalizan de Jesús (cfr. 13, 57 y 15, 12), una
extranjera ve en él un judío.
De este lío no saldremos nunca o lo haremos
muy artificialmente si no vemos el relato como una maestra pieza irónica de
Mateo, quien precisamente quiere cuestionar y eliminar eso de judío-extranjero,
religioso-pagano. Porque esto significaba ser judío: ser religioso; y esto
significaba ser extranjero: ser pagano. En el engranaje de la obra el relato de
hoy funciona como pieza irónica. ¡Esta es su clave de lectura! Y como quien no
quiere la cosa, el autor, sirviéndose del recurso de introducir en el relato a
los discípulos, invita a éstos, invita al nuevo Pueblo a evitar funcionar con
fáciles esquematizaciones y encasillamientos de la gente.
DABAR 1981/45
PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XX CICLO A
TEMA: MUJER, QUE GRANDE ES TU FE
01.- CANTANDO DE ALEGRIA (Cesáreo
Garabaín)
DENTRO DE MI
ALMA CANTANDO DE ALEGRÍA,
SOL DE MIL
COLORES ESTALLA UN SURTIDOR.
QUIERO AMAR A
TODOS LO MISMO QUE MARÍA,
QUIERO SER DE
TODOS A MANDO UN MISMO AMOR.
Tú, Señor, me
dices que te siga,
sé muy bien a
donde debo ir.
Porque estás en
todos mis hermanos
y en su amor te
estoy amando a ti.
Tú, Señor, que
solo estás a veces,
tu dolor
profundo y sin hablar;
un temblor de
manos ya cansadas,
un buscar amigos
y soñar.
Tú, Señor,
hambriento de cariño,
hallarás refugio
en mi jardín.
Floreció de
rosas muy pequeñas,
más tendrás un
sol que compartir.
02.- EL SEÑOR NOS LLAMA (Alberto Taule)
EL SEÑOR NOS
LLAMA Y NOS REÚNE,
SOMOS SU PUEBLO,
SIGNO DE UNIDAD.
ÉL ESTÁ, EN
MEDIO DE NOSOTROS:
SIRVE A LA MESA,
NOS REPARTE EL PAN.
Por todos los
caminos, nos sales al encuentro,
por todos hemos
visto, señales de tu amor.
Tu pueblo se
reúne, Señor, a bendecirte,
a celebrar con
gozo tu paso salvador.
Convocas a tus
fieles, nacidos de las aguas,
a festejar
unidos, la nueva creación.
La sala del
banquete, se llena de invitados,
estamos reunidos
y en medio está el Señor.
Revélanos al
Padre, oh Cristo, nuestra fiesta,
aumenta la
esperanza, de nuestro caminar.
Tu Espíritu
divino, nos dé la fortaleza,
los bienes que
esperamos, nos haga pregustar.
03.- SI ALGUNO TIENE BIENES
SI ALGUNO TIENE BIENES DE ESTE
MUNDO
Y SE CIERRA ANTE EL DOLOR DE LOS
HERMANOS,
¿CÓMO PUEDE LA CARIDAD DE CRISTO
PERMANECER EN ÉL?. (2v)
Enséñanos, Señor a poner nuestra
vida
al servicio de los más necesitados.
El
pan y el vino que te presentamos,
sean
el signo de unión con nuestros hermanos.
Nuestra Misa sea un encuentro con
Cristo,
y por El con todos aquellos que
sufren.
04.- ESTE PAN (Alfonso Luna)
1. Este pan y
este vino
te ofrecemos hoy
este pan y este
cáliz
te ofrecemos
hoy.
Es el fruto de
nuestro trabajo, Señor
y es el fruto de
nuestra unión.
BENDITO SEAS POR
SIEMPRE SEÑOR
BENDITO SEAS POR
SIEMPRE SEÑOR
2. Estas manos y
estos dones
te ofrecemos hoy
nuestras vidas y
estas flores
te ofrecemos
hoy.
Es el fruto de
nuestro trabajo, Señor
y es el fruto de
nuestra unión.
BENDITO SEAS POR
SIEMPRE SEÑOR
BENDITO SEAS POR
SIEMPRE SEÑOR
POR SIEMPRE, POR
SIEMPRE.
05.- TE OFRECEMOS, SEÑOR (Francisco
Palazón)
TE OFRECEMOS,
SEÑOR,
ESTE PAN Y ESTE
VINO;
QUE, EN TU
CUERPO Y TU SANGRE,
QUEDARÁN
CONVERTIDOS.
1. Con el vino y
el pan,
te ofrecemos el
fruto de nuestro trabajo;
la ilusión de
vivir,
el placer y el
dolor, la alegría y el llanto.
2. Juntamente,
Señor,
te ofrecemos la
vida que Tú nos has dado;
la esperanza, la
fe y el amor,
que nos hace
sentirnos hermanos.
06.- DONDE HAY CARIDAD (Joaquín Madurga)
DONDE HAY
CARIDAD Y AMOR,
ALLÍ, ESTÁ EL
SEÑOR. (2)
Una sala y una
mesa, una copa, vino y pan,
los hermanos
compartiendo en amor y en unidad.
Nos reúne la
presencia y el recuerdo del Señor,
celebramos su
memoria y la entrega de su amor.
Invitados a la mesa
del banquete del Señor,
recordamos su
mandato de vivir en el amor.
Comulgamos en el
Cuerpo y en la Sangre que Él nos da,
y también en el
hermano, si lo amamos de verdad.
Este pan que da
la vida y este cáliz de salud
nos reúne a los
hermanos, en el nombre de Jesús.
Anunciamos su
memoria, celebramos su pasión,
el misterio de
su muerte y de su resurrección.
07.- SEÑOR NO SOY DIGNO (J.A. Espinoza)
SEÑOR NO SOY
DIGNO
DE QUE ENTRES EN
MI CASA
PERO UNA PALABRA
TUYA
BASTARÁ PARA
SANARME.
1. Eres el Pan
de Vida
a todos das la
paz;
quien come de tu
carne
por siempre
vivirá.
2. Somos el
nuevo pueblo
que Cristo
congregó,
vivamos siempre
unidos
testigos del
amor.
3. Vamos por
esta vida
buscando la
verdad
la paz y la
justicia
un mundo que
vendrá.
08.-
NADA TE TURBE (Taize).
NADA TE TURBE
NADA TE ESPANTE;
QUIEN A DIOS
TIENE NADA LE FALTA.
NADA TE TURBE,
NADA TE ESPANTE;
SÓLO DIOS BASTA.
Solo verses:
Todo se pasa,
Dios no se muda,
La paciencia
todo lo alcanza.
En Cristo mi
confianza,
y de Él solo mi
asimiento;
en sus
cansancios mi aliento,
y en su
imitación mi holganza.
Aquí estriba mi
firmeza,
aquí mi
seguridad,
la prueba de mi
verdad,
la muestra de mi
firmeza.
Ya no durmáis,
no durmáis,
pues que no hay
paz en la tierra.
No haya ningún
cobarde,
aventuremos la
vida.
No hay que
temer, no durmáis,
aventuremos la
vida.
09.- TEN DEN GRACIAS (E. Zayas).
TE DEN GRACIAS
TODOS LOS PUEBLOS,
QUE TODOS LOS
PUEBLOS TE DEN GRACIAS.
1. Señor, Señor,
Señor, gracias te damos,
por esta Misa
que hemos celebrado.
Tu Cuerpo y
Sangre ya hemos recibido,
volvemos a la
vida entusiasmados.
2. Señor, qué
bien se vive aquí en tu casa,
en Cristo
siempre unidos como hermanos.
Señor, que sea
esto un anticipo del cielo
que ya estamos
comenzando.
10.- HIMNO A SANTA ROSA DE LIMA
GLORIA A TI ROSA
BENDITA
DEL PERU
RADIANTE ESTRELLA
FLOR DE LOS
CIELOS MAS BELLA
QUE LA FLOR DE
JERICO (bis)
Hollando con fe
profunda
los placeres de
este suelo,
desde joven en
el cielo
tu corazón se
fijó (bis)
Al suyo con lazo
fuerte
Juntole su dulce
esposo
y de su amor
generoso
suavemente le
inflamo (bis)
Virgen te
aclaman los cielos;
virgen pura, el
nuevo mundo;
ángel de Dios
sin segundo,
el Perú te crió
(bis)
En vano, límpido
espejo,
Satanás quiso
empañarte
nunca pudo
derribarte,
porque en Dios
tu alma se fió (bis)
11.-SI YO NO TENGO AMOR
SI YO NO TENGO
AMOR, YO NADA SOY, SEÑOR (2)
El amor es
comprensivo, el amor es servicial,
el amor no tiene
envidia, el amor no busca el mal.
El amor nunca se
irrita, el amor no es descortés,
el amor no es
egoísta, el amor nunca es doblez.
El amor disculpa
todo, el amor es caridad,
no se alegra de
lo injusto, sólo goza en la verdad.
El amor soporta
todo, el amor todo lo cree,
el amor todo lo
espera, el amor es siempre fiel.
Nuestra fe,
nuestra esperanza, junto a Dios terminarán;
el amor es algo
eterno, nunca, nunca pasará.
El amor es
comprensivo, el amor es servicial,
el amor no tiene
envidia, el amor no busca el mal.
12.- DIME SEÑOR
Hoy en oración
quiero preguntar
señor
quiero escuchar
tu voz
tus palabras con
amor.
ser como eres tu
servidor de los
demás
dime cómo y en
qué lugar
te hago falta
más.
DIME SEÑOR
EN QUE TE PUEDO
SERVIR
DÉJAME CONOCER
TU VOLUNTAD
DIME SEÑOR
EN TI YO QUIERO
VIVIR
QUIERO DE TI
APRENDER
SABER AMAR
Hoy quiero
seguir
tu camino junto
al mar
tus palabras tu
verdad
ser imagen de
ti.
Ser como eres tu
servidor de los
demás
dime cómo y en
qué lugar
te hago falta
más.
DIME SEÑOR
EN QUE TE PUEDO
SERVIR
DÉJAME CONOCER
TU VOLUNTAD.
DIME SEÑOR
EN TI YO QUIERO
VIVIR
QUIERO DE TI
APRENDER
SABER AMAR.
Ser como eres tu
servidor de los
demás
dime cómo y en
qué lugar
te hago falta
más.
DIME SEÑOR
EN QUE TE PUEDO
SERVIR
DÉJAME CONOCER
TU VOLUNTAD
DIME SEÑOR
EN TI YO QUIERO
VIVIR
QUIERO DE TI
APRENDER
SABER AMAR.
13.- GRANITO DE MOSTAZA
"Si
tuvieras fe, si tuvieras fe,
como un granito
de mostaza".
Eso dice el
Señor (2 veces).
Tú le dirías a
las montañas:
"¡Muévanse,
muévanse, muévanse!"
Tú le dirías a
las montañas:
"¡Muévanse,
muévanse, muévanse!"
Y las montañas
se moverán,
se moverán, se
moverán.
Y las montañas
se moverán,
se moverán, se
moverán.
"Si
tuvieras fe, si tuvieras fe,
como un granito
de mostaza".
Eso dice el
Señor (2 veces).
Tú le dirías a
los enfermos:
"¡Sánense,
sánense, sánense!"
Tú le dirías a
los enfermos:
"¡Sánense,
sánense, sánense!"
Y los enfermos
se sanarán,
se sanarán, se
sanarán.
Y los enfermos
se sanarán,
se sanarán, se
sanarán.
"Si
tuvieras fe, si tuvieras fe,
como un granito
de mostaza".
Eso dice el
Señor (2 veces).
Tú le dirías a
las familias:
"¡Ámense,
ámense, ámense!"
Tú le dirías a
las familias:
"¡Ámense,
ámense, ámense!"
Y las familias
se amarán,
se amarán, se
amarán.
Y las familias
se amarán,
se amarán, se
amarán.
"Si
tuvieras fe, si tuvieras fe,
como un granito
de mostaza".
Eso dice el
Señor (2 veces).