EL VIENTO AMAINÓ
COMENTARIO
En la Iglesia y en toda existencia
cristiana las cosas se desarrollan siempre entre la confianza y el miedo. Es lo
que nos indica el evangelio de Jesús caminando sobre las aguas. El miedo. Una
barca lejos de la orilla y amenazada por el oleaje, el viento contrario, la
noche ¡Y un fantasma! Aquellos hombres, a pesar de estar bien curtidos, gritan
de espanto. La confianza. La noche pasa, se reconoce a Jesús. ¡Camina sobre el
mar! Les habla: “¡Soy yo! ¡No tengan miedo! Y a Pedro: “¡Ven!”. Juego de la
confianza y del miedo. Pedro empieza a caminar sobre las aguas. Pero tiene
miedo y se hunde: “¡Sálvame!”. Jesús lo coge: “¡Por qué has dudado!”.
Cuestión clave de nuestra reflexión de hoy.
La respuesta será el impulso de confianza total hacia la que se dirige todo el
texto: “¡Tú eres el Hijo de Dios!”.
Este milagro resulta molesto, parece inútil
(los otros milagros curan). Pero hay que ver en él una lección capital: es un
milagro-revelación. Simboliza nuestros miedos más hondos y las cimas de nuestra
confianza, cuando nuestra fe es vivida por nosotros como una experiencia:
“Realmente eres el Hijo de Dios”. ¿He hablado de símbolo para insinuar que el
milagro no tuvo lugar y que se trata tan solo de una enseñanza en imágenes
sobre la confianza? No, aquellos hombres vieron ciertamente a Jesús caminando
sobre las aguas y comprobaron cómo amainaba el viento. Jesús hizo aquello por
ellos, para robustecer su confianza: “¡Aquí estoy, no tengan miedo!”.
Ahora, releído por nosotros ese mismo
suceso nos hace pensar en nuestra confianza en Jesús. En la vida tranquila
creer en Jesús es un evangelio bonito: Nos gusta lo que él dice, sentimos ganas
de hacer lo que él exige, sobre todo cuando habla del amar. Llega la tempestad,
la noche del sufrimiento físico, la noche del fracaso, de la traición, de la
vejez. ¿Cómo creer que Jesús va a sacarnos de estas aguas? El milagro de ayer puede
hacerse milagro para nosotros. El mismo Jesús - ¡El mismo! - está allí y nos
habla: “No tengas miedo”. Y nos dice: “¡Ven!”. Escuchar a comprender ese ¡ven!
Es sentir en nosotros un calor de confianza, como si fuera calcio en nuestras
venas. Le pedimos poder acercarnos a él, hacia un poco de solidez y de calma y
él nos dice: “¡Ven!”. Si la batalla contra el miedo es ardua, sentimos sobre
nosotros su mirada de mansa severidad: “¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?”.
Nos lo dice a nosotros y se lo dice a la
Iglesia; el simbolismo de la barca es natural; la Iglesia está azotada por las
olas, pero él está allí. Cuando llegamos a escuchar esa voz que nos dice: “No
tengas miedo”, ¿Es que van a cambiar las cosas? No necesariamente, aunque a
veces sea así. Pero nosotros sí que cambiamos y llevamos lo que nos parecía
imposible de llevar. “Tú eres el Hijo de Dios; contigo caminaré sobre estas
aguas del miedo y del sufrimiento”. No puedo llegar más lejos; sólo aquel que
ha realizado esta experiencia de confianza sabe lo que quiere decir: “El viento
amainó”.
R.P. Roland Vicente Castro Juárez.
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 73
Piensa, Señor, en
tu alianza, no olvides sin remedio la vida de tus pobres. Levántate, oh, Dios,
defiende tu causa, no olvides las voces de los que acuden a ti.
ORACION
COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, a quien, instruidos por el Espíritu Santo,
nos atrevemos a llamar Padre, renueva en nuestros corazones el espíritu de la
adopción filial, para que merezcamos acceder a la herencia prometida. Por nuestro
Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 9ª.11-13ª.
En aquellos días, cuando Elías llego al
Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde paso la noche. El Señor le
dijo: “Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!”.
Vino un huracán tan violento que hacía temblar las montañas y hacia trizas las
peñas delante del Señor, pero el Señor no estaba en el viento. Después del
viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del
terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del
fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el
manto, salió afuera y se quedó de pie a la entrada de la cueva.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 84)
Muéstranos, Señor,
tu misericordia y danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que dice
el Señor: “Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos”. La salvación esta
ya cerca de sus fieles y la gloria habitara en nuestra tierra. R.
La misericordia y la fidelidad
se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra y
la justicia mira desde el cielo. R.
El Señor nos dará la
lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante El, la
salvación seguirá sus pasos. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Romanos 9, 1-5.
Hermanos: Les hablo con toda verdad
en Cristo, mi conciencia iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no
miento. Siento una gran pena y un dolor incesante en mi corazón, pues por el
bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un
excluido de la compañía de Cristo. Ellos
descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios,
la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, de
quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: dios
bendito por los siglos.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Sal 129, 5
Aleluya. Espero en
el Señor, espero en su Palabra. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
evangelio según san Mateo 14, 22-33.
En aquel tiempo, inmediatamente después de la
multiplicación de los panes, Jesús ordeno a sus discípulos que subieran a la
barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras El despedía a la gente. Y
después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la
noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra,
sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les
acerco Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el
agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les
dijo enseguida: “¡Animo soy yo, no tengan miedo!”. Pedro le contesto: “Señor,
si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua”. Él le dijo: “Ven”.
Pedro bajo de la barca y comenzó a caminar sobre el agua, acercándose a Jesús;
pero al sentir la fuerza del viento, le entro miedo, empezó a hundirse y grito:
“Señor, sálvame”. Enseguida Jesús extendió al mano, lo agarro y le dijo: “¡Hombre
de poca fe! ¿Por qué has dudado?”. En cuanto subieron a la barca, se calmó el
viento. Los de la barca se postraron ante El, diciendo: “Verdaderamente eres
Hijo de Dios”.
PLEGARIA
UNIVERSAL
A Dios que se
manifiesta en lo hondo de nuestro corazón, dirijamos nuestra oración con
sencillez y digámosle con fe: R.-
Padre, escúchanos.
1.- Para que el Espíritu conduzca a la
Iglesia por caminos de dialogo, tolerancia y respeto. Oremos al Señor. R.
2.- Para que los que han recibido la misión
de guiar a los cristianos sirvan al pueblo de Dios que tienen encomendado, con
humildad, entrega y fidelidad. Oremos
al Señor.
3.-
Para que el Señor aleje del mundo la guerra, el desamor y todo tipo de
discordia. Oremos al Señor. R.
4.- Para que el Espíritu de Jesús conforte a
los que tienen miedo, a los que están solos o tristes. Oremos al Señor. R.
5.- Para que todos los difuntos participen de
la gloria de Dios. Oremos al Señor. R.
6.- Para que en esta Eucaristía descubramos
un poco más la misericordia de Dios, que nos da su salvación. Oremos al Señor. R.
Oh Dios, que has
querido manifestarte en la suave brisa al profeta, escucha nuestros ruegos y
derrama tu ternura del Padre en cuanto con fe te hemos pedido. Por Jesucristo
nuestro Señor.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta complacido, Señor, los dones que en tu misericordia has dado a
tu Iglesia para que pueda ofrecértelos, y que ahora transformas con tu poder en
sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Jn 6, 51
El pan que yo daré es mi
carne por la vida del mundo, dice el Señor.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
La comunión en tus sacramentos nos salve, Señor, y nos afiance en la
luz de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 14: 1Cro 15, 3-4.15-16; 16, 1-2; Sal 131; 1Co
15, 54-57; Lc 11, 27-28.
Martes 15: Ap 11, 19a; 12, 1.3-6a.10ab; al 44; 1Co 15,
20-27a; Lc 1, 39-56.
Miércoles 16: Dt 34, 1-12; al 65; Mt 18, 15-20.
Jueves 17: Jos
3, 7-10a. 11.13-17; Sal 113a; Mt 18, 21-19, 1
Viernes 18: Jos 24, 1-13; al 135; Mt 19, 3-12.
Sábado 19: Jos
24, 14-29; Sal 15; Mt 19, 13-15.
Domingo 20: Is 56, 1.6-7; Sal 66; Rm 11, 13-15. 29-32;
Mt5 15, 21-28.
COMENTARIOS AL
EVANGELIO
Mt 14, 22-33
Par: Mc 6, 45-52 Jn 6, 16-21
1. J/PEDAGOGIA EN
LA FORMACIÓN DE LOS DISCÍPULOS.
-Formación de los discípulos. Jesús enseña
con las palabras. Pero sobre todo es un auténtico maestro en la escuela de la
vida. Hace que sus discípulos se embarquen en la aventura de su seguimiento y
aprendan de su vida con él. La pedagogía de la vida cuando se goza del
acompañamiento de Jesús es más eficaz que muchos discursos.
En el episodio anterior, multiplicación de
los panes, Jesús había tenido que animar a sus discípulos a implicarse con la
multitud (/Mt/14/13-21).
Ellos querían dejarlos ir simplemente. Jesús
les provocó: "Dadles vosotros de comer". Y aprendieron que cinco
panes y dos peces bastaban cuando eran compartidos. La comida llegó a todos
("comieron todos") y esa comida produjo plenitud, bienestar
("hasta quedar satisfechos"). Jesús les había invitado a acercarse a
la muchedumbre hambrienta y a no inhibirse. Así los discípulos pudieron
comprender con sorpresa sus enormes posibilidades. Era un autodecubrimiento
gozoso en medio de la gente. Los problemas de los hombres no hay que echarlos
solamente sobre los hombros de Jesús, sino que pueden acercarse a ellos
solidariamente con él. ¡Los discípulos se sintieron colaboradores del Reino!
Pero esta vez la lección va a ser más dolorosa. Aunque al final resulte igualmente
gozosa, Jesús "apremia" a sus discípulos a que suban a la barca y se
separen de la gente, mientras él los despedía y oraba. También en esta ocasión
quiere aclararles su situación, ayudarles a autodescubrirse, empujarles a una
auténtica relación con él. La propia verdad puede ser dura, pero siempre
resulta liberadora. Cuando estaban con la multitud los discípulos aprendieron
que debían ser colaboradores de Jesús; cuando se alejan solos comprenderán que
llevan dentro la duda y el miedo, que necesitan reconocer la presencia amiga de
Jesús. Es ésta la grandeza y la miseria de los enviados de Dios. (...) En la
formación de los que siguen a Jesús esta experiencia es tan necesaria como la
de la multiplicación de los panes.
Tarde o temprano, una o muchas veces
tendremos que enfrentarnos a nuestros miedos y dudas, con nuestras
frustraciones y cansancios, con nuestra profunda angustia y ganas de abandonar.
¡Esa verdad es liberadora! Esos somos también nosotros. Si habíamos creído otra
cosa al ser capaces de alimentar a una muchedumbre, nos habíamos equivocado.
Pero la presencia de Jesús está asegurada todos los días hasta el fin del
mundo. Cuando nos invita a no tener miedo, cuando nos agarra de la mano, cuando
llega a la serenidad y la calma, recibimos como gracia comprender que nuestra
misión no se basa en nuestra grandeza sino en su fidelidad absoluta. El
discípulo conoce a la vez su propia verdad y la Verdad salvadora.
JOSÉ MARÍA ALEMANY - DABAR 1990/41
2. FE/DUDA: LA
DUDA PARECE SER UN INTEGRANTE CONTINUO Y SIEMPRE PRESENTE EN LOS QUE QUIEREN
VIVIR SU FE DÍA TRAS DÍA.
En este relato, lo mismo que en el que le
precede (la multiplicación de los panes), los discípulos ocupan un puesto
importante. No son pasajes directamente relacionados con la teología del discipulado,
pero sí que encierran una relación directa con la postura del que quiere
acercarse a Jesús. La fe en él pasará por la superación y asimilación de la
duda. La fuerza del viento y el peligro de la vida son temas para dibujar la
situación de dificultad que presupone el reino de Dios y el esfuerzo necesario
para superar la actitud de duda. Pero la idea dominante no es el peligro en el
que se encuentran los discípulos, ni su inquietud; Mt concentra su relato en la
persona de Cristo, cuyos discípulos van a descubrir nuevamente, en el esfuerzo
y la duda, su autoridad soberana y su voz apaciguadora. El progresivo
acercamiento a la realidad que es Jesús supone un continuo estar a la escucha
de la Palabra en una actitud fuerte de superación.
Este diálogo de Pedro con Jesús exclusivo de
Mt, parece presentar a Pedro como un prototipo de discípulo por su amor a Jesús
y por la insuficiencia de su fe. No es aquí un líder que haya captado mejor que
otros su relación con Jesús, sino que se hace portador de la situación en que
se encuentra "todo" discípulo. La duda parece ser un integrante
continuo y siempre presente en los que quieren vivir su fe día tras día.
Pedro es aquí la figura del que confunde el
entusiasmo un tanto presuntuoso con la fe, y no se da cuenta que debe su
salvación más a un gesto salvador de Jesús, como lo hace observar el mismo
Maestro (v. 31). Si la fe conlleva una gran carga de duda, también contiene la
promesa del apoyo de Jesús a todo el que cree. Dios no solamente rehabilita al
hombre por la muerte de Jesús, sino que también lo salva, es decir, lo acompaña
en su caminar diario (cf Rm 5.)
v 33: Aunque como expresión hay que situarla
en una elaboración tardía, la confesión de Pedro encierra la confianza
fundamental que el creyente y toda la Iglesia, pone en la persona de Jesús.
Esta es la revelación que diariamente hace
Jesús y acepta el creyente. Sin ella es imposible construir el camino de la fe.
Dios y hombre coinciden en la tarea.
EUCARISTÍA 1978/37
3. J/SEÑOR.PIDE
ADHESIÓN INQUEBRANTABLE DE FE EN MEDIO DE LAS CRISIS. EL DISCÍPULO DEBE FIARSE
TOTALMENTE DEL SEÑOR AUN EN MEDIO DE LAS CRISIS.
Jesús se revela a la comunidad de sus
discípulos en medio de las dificultades y los confirma en la fe, liberándolos
del temor y de la duda. El episodio paradigmático de Pedro, propio de Mt quiere
destacar que el discípulo es invitado a fiarse totalmente del Señor, también en
las situaciones que ponen en crisis la adhesión inquebrantable de fe.
Jesús viene de su experiencia de oración en
el monte; ello pone de relieve la importancia de ese encuentro misterioso con
los discípulos: Jesús se les acerca como Señor. Jesús es el Señor que controla
el peligro ("amainó el viento") y es el salvador ("extendió la
mano, lo agarró") eficaz de la comunidad en medio de las pruebas.
J. FONTBONA - MISA DOMINICAL 1990/16
4.- Jesús marchaba sobre las aguas como Señor
del mar. Así nuestra historia se halla en estrecha relación con la anterior. En
la multiplicación de los panes, Jesús se había dado a conocer como el Mesías a la
muchedumbre. Caminando sobre el mar, al estilo de una teofanía o cristofanía,
Jesús se revela a los discípulos que le reconocen como el Hijo de Dios. Se da
incluso el paso importante que va, desde el Mesías, a la confesión del Hijo de
Dios. Un notable progreso en la fe. Al lector del evangelio de Mateo no debe
sorprenderle esta confesión de fe de los discípulos. Nuestro evangelista ha
afirmado la filiación divina de Jesús explícita o implícitamente en otras
ocasiones: la voz que se dejó oír desde el cielo con ocasión de su bautismo, la
historia de las tentaciones, la confesión de los espíritus malos e,
implícitamente, cuando se habla de la filiación divina de los discípulos (5,9.
16. 45.48), que deriva de la de Jesús (6,9).
Pudiéramos tener la impresión de que este
milagro tiene como finalidad única la demostración de la divinidad de Cristo.
En otra ocasión (ver el comentario a 8, 1-4) dijimos que los milagros
evangélicos no tienen esa finalidad. También en nuestro caso, el milagro es
predicación y anuncio del evangelio, porque es provocado por la necesidad en
que se ven los discípulos. Como consecuencia de haberla remediado Jesús de
forma tan milagrosa surge el reconocimiento de Jesús como el Hijo de Dios.
Dijimos que nuestra historia tiene aspecto de
teofanía. En el Antiguo Testamento, aunque sea en textos poéticos, se describe
la soberanía de Yahvéh recurriendo también al dominio que tiene sobre las olas
del mar "...por el mar fue tu camino, por las grandes olas tu
sendero" (/Sal/077/20), "...camina sobre las alturas del mar"
(/Jb/09/08). La marcha de Jesús sobre las aguas le coloca al mismo nivel en que
era puesto Yahveh en el Antiguo Testamento. Habla por sí misma de la divinidad
de Cristo. Pero nuestra historia pone de relieve al mismo tiempo una peculiaridad
singular: este Hijo de Dios recurre con frecuencia a la oración; en la que pasa
largas horas: "subió al monte para orar. Entrada ya la noche..."
Exactamente es lo que recoge la fe cristiana
al confesarlo verdadero Dios y verdadero hombre. Con necesidad de recurrir con
frecuencia a la oración, como todo mortal, y dando el ejemplo de su necesidad
para el hombre.
FE/PERFECTA-IMPERFECTA: La segunda gran lección de nuestra perícopa
gira en torno a la figura de Pedro. Quiere poner a prueba la palabra de Jesús,
que ya se les ha presentado en su categoría divina con la frase "Yo
soy", "...si eres tú..." La fe de Pedro busca su apoyo más en el
milagro que en la palabra de Jesús. Fe, por tanto, muy imperfecta, porque la
verdadera fe se halla determinada por una abertura total a Dios y una confianza
absoluta en su palabra, aun en las necesidades más extremas de la vida. La fe
imperfecta ("hombres de poca fe") es precisamente aquella que se
acepta como consecuencia de algo extraordinario y milagroso. Ante las fuerzas
de las olas Pedro dudó. Una duda que equivale a falta de fe, falta de confianza
en la palabra de Dios o de Jesús, como en el caso presente (no debió dudar de
la palabra de Jesús). Pedro comienza a caminar hacia Jesús (v. 29) y, sin
embargo, la violencia del viento y de las olas le hace dudar y comienza a
hundirse (v. 30). Dos rasgos que parecen excluirse: caminar hacia Jesús y
hundirse. La paradoja se resuelve diciendo que, desde que comenzó la duda, dejó
de caminar hacia Jesús.
La actitud de Pedro es verdaderamente
paradigmática. En ella se personifica y simboliza todo caminar hacia Jesús. Un
caminar que no está exento de dudas (28, 17; Rom 14, 1.23) porque, junto a la
certeza y seguridad absolutas que la palabra de Dios garantiza, está el riesgo
de salir de uno mismo hacia lo que no vemos. Sólo una fe perfecta, como la de
Abraham -salió de su tierra hacia lo desconocido, fiándose exclusivamente en la
palabra de Dios-, supera el riesgo humano en la seguridad divina. El riesgo de
la fe está precisamente en que a nuestros pies les falta la arena, como en las
grandes resacas... y entonces nos vemos suspendidos en el vacío. Entonces el
único grito apropiado es el lanzado por Pedro: "Señor, sálvame".
Acudir a Jesús convencidos de lo que significa y realiza su nombre:
"salvador" (1, 21).
COMENTARIOS A LA BIBLIA LITURGICA NT - EDIC
MAROVA/MADRID 1976
5. MAR/MAL.
a) La victoria de Dios sobre las aguas es un
tema muy importante de la cosmogonía judía. El pensamiento bíblico ha heredado,
en efecto, de las viejas tradiciones semíticas la idea de una creación del
mundo en forma de un combate entre Dios y las aguas, hasta que el poder creador
de Dios se impuso a las aguas y a los monstruos del mal que contenía (Sal
103/104, 5-9; 105/106, 9; 73/74,13-14; 88/89, 9-11; Hab 3, 8-15; Is 51, 9-10).
Incluso la historia de la salvación aparece como una victoria de Yahvé sobre
las aguas: tal es el significado de la victoria sobre el mar Rojo (Sal 105/106,
9) y de la victoria escatológica sobre el mar (Ap 20, 9-13).
Ahora bien: el poder de Cristo sobre las
aguas impresionó evidentemente a los primeros cristianos, que vieron en el
relato de la tempestad calmada (Mt/08/23-27) y en el caminar sobre las aguas
(nuestro Evangelio) la manifestación de quien vuelve a reanudar la obra de la
creación y la lleva a su plena realización triunfal. El Día de Yahvé debía ser
un día de victoria sobre las aguas (Hab 3, 8-15; Is 51, 9-10); Yahvé está,
pues, entre nosotros, para completar esa obra (cf. v. 33). El caminar sobre las
aguas es, por tanto, una especie de epifanía del poder divino que reside en
Cristo.
b) Pero la victoria de Cristo sobre las aguas
se sitúa en un momento decisivo de la vida de Cristo. Su vida de rabbí
itinerante, ídolo de las multitudes, no conduce a nada. Al confrontar los
pobres resultados de ese ministerio con la voluntad salvífica de su Padre (cf.
la oración del v. 23), Cristo cambia de política y se dedica a la formación
intensiva de un grupo de apóstoles -y de Pedro en particular- separado de la
multitud.
La formación de estos apóstoles persigue dos
objetivos: enseñarles a utilizar los poderes mesiánicos de Cristo tal como se
los transmitiría un día y enseñarles a tener confianza en El.
El episodio de la marcha sobre las aguas
responde a este doble objetivo: Cristo convence a Pedro de que posee realmente
los poderes que le permitirán vencer al mal (simbolizado por las aguas sobre
las que Pedro camina) (vv. 28-29). Cristo enseña igualmente a Pedro que esa
victoria no dimana de un poder mágico, sino que depende de la fe (vv. 30-31).
La victoria sobre las fuerzas del mal es
ofrecida, pues, al cuerpo apostólico, con la condición de que a ese poder
conferido sobre tales fuerzas correspondan una fe y una adhesión confiadas a la
persona de Cristo.
Lo mismo que en la primera lectura, la
victoria sobre las fuerzas del mal aparece, por tanto, como una posibilidad
ofrecida al hombre en Jesucristo.
Afirmar que Cristo ha vencido al imperio del
mal es, en realidad, reconocer a la obra de Cristo sus dimensiones cósmicas.
Hasta El existía una solidaridad en el pecado que afectaba a toda la creación.
En adelante queda abierta una brecha en el círculo de esa solidaridad. Con
Cristo se rompe ese lazo cósmico en beneficio de otra solidaridad: la del amor.
Injertado en ese dinamismo de amor, el
cristiano no es solo vencedor de sí mismo y de las zonas oscuras de su persona,
su victoria tiene realmente una repercusión cósmica: ha vencido realmente al
mundo, ha dominado realmente a los elementos lo mismo que Cristo y Pedro han
dominado al mar.
La misión del cristiano en el mundo consiste,
efectivamente, en destruir el influjo del imperio del mal en todos los terrenos
en que se sigue manifestando y hasta en la muerte que parece ser hasta ahora su
mejor sirvienta.
La Eucaristía alimenta al cristiano para el
combate efectivo de cada día, puesto que le hace copartícipe de la victoria
sobre Satanás y sobre la muerte.
MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA
CRISTIANA V – MAROVA MADRID 1969.Pág.
253
PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XIX CICLO A
TEMA: JUNTO A DIOS NO HAY TEMOR
01.- IGLESIA PEREGRINA (Cesareo Garabaín)
Todos unidos
formando un solo cuerpo,
un pueblo que en
la Pascua nació;
miembros de
Cristo en sangre redimidos:
¡Iglesia
peregrina de Dios!
Vive en nosotros
la fuerza del Espíritu
que el Hijo
desde el Padre envió,
Él nos empuja,
nos guía y alimenta:
¡Iglesia
peregrina de Dios!
SOMOS EN LA
TIERRA
SEMILLA DE OTRO
REINO,
SOMOS TESTIMONIO
DE AMOR,
PAZ PARA LAS
GUERRAS Y LUZ
ENTRE LAS
SOMBRAS:
¡IGLESIA
PEREGRINA DE DIOS! (2)
Rugen tormentas
y a veces nuestra barca
parece que ha
perdido el timón,
miras con miedo,
no tienes confianza:
¡Iglesia
peregrina de Dios!
Una esperanza
nos llena de alegría,
presencia que el
Señor prometió;
vamos cantando,
Él viene con nosotros:
¡Iglesia
peregrina de Dios!
Todos nacidos en
un solo bautismo,
unidos en la
misma comunión,
todos viviendo
en una misma casa:
¡Iglesia
peregrina de Dios!
Todos prendidos
en una misma suerte,
ligados a la
misma salvación;
somos un cuerpo
y Cristo es la cabeza:
¡Iglesia
peregrina de Dios!
02.-
JUNTOS CANTANDO LA ALEGRIA
JUNTOS CANTANDO
LA ALEGRÍA
DE VERNOS UNIDOS
EN LA FE Y EL AMOR;
JUNTOS SINTIENDO
EN NUESTRAS
VIDAS LA ALEGRE
PRESENCIA DEL SEÑOR.
1. Somos la
Iglesia peregrina que Él fundó,
somos un pueblo
que camina sin cesar.
Entre cansancios
y esperanzas hacia Dios;
nuestro amigo
Jesús nos llevará.
2. Hay una fe
que nos alumbra con su luz,
una esperanza
que empapó nuestro esperar.
Aunque la noche
nos envuelva en su inquietud,
nuestro amigo
Jesús nos guiará.
3. Es el Señor,
nos acompaña al caminar,
con su ternura a
nuestro lado siempre va.
Si los peligros
nos acechan por doquier,
nuestro amigo
Jesús nos salvará.
03.- CAMINABA SOBRE EL MAR (Javier
Iturralde)
EL POLVO DE LOS
CAMINOS ERA AMIGO DE SU ANDAR,
PERO TAMBIÉN
CAMINABA SOBRE LAS OLAS DEL MAR. (2)
1.-Aunque era
rico en milagros y en potestad,
Él fue amigo de
los pobres, de la humildad.
2.-Aunque tenía
remedio para la sed,
dijo ala
Samaritana: "quiero beber".
3. Aunque a
tristes y afligidos Él consoló,
por su patria y
por su gente también lloró.
04.- CON AMOR TE PRESENTO SEÑOR (Carmelo
Erdozaín)
1. Con amor te
presento, Señor,
lo mejor de mi
vida,
te presento,
Señor, mi amistad.
Con amor te
presento, Señor,
para ser mi
manjar.
La viña, el
racimo, el trigal,
el pan de mi
hogar
te presento con
amor.
2. Con mis manos
abiertas a Ti,
contemplando tu
lámpara,
te presento,
Señor, mi esperanza.
Hacia Ti se
dirige mi barca,
hacia el cielo
se va.
Es largo el
camino, el remar,
ruta pascual,
Dios me guía al
caminar.
3. Con mi ofrenda
también yo te doy
lo mejor de mis
lágrimas.
Te presento,
Señor, mi dolor.
Te presento,
Señor, mi oración,
ofertorio de
amor.
El grano
enterrado ya es flor,
la espiga
oblación,
la semilla
redención.
05.- TE OFRECEMOS, SEÑOR (F. Palazon)
TE OFRECEMOS,
SEÑOR,
ESTE PAN Y ESTE
VINO;
QUE EN TU CUERPO
Y TU SANGRE
QUEDARÁN
CONVERTIDOS (bis)
1. Con el vino y
el pan,
te ofrecemos el
fruto de nuestro trabajo;
la ilusión de
vivir,
el placer y el
dolor,
la alegría y el
llanto.
2. Juntamente,
Señor,
te ofrecemos la
vida que Tú nos has dado;
la esperanza, la
fe y el amor,
que nos hace
sentirnos hermanos.
06.- LLEVEMOS AL SEÑOR (Carmelo Erdozaín)
1. Llevemos al
Señor
el vino y el
pan.
Llevemos al
altar
la viña, el
trigal.
EL SEÑOR NOS
DARÁ
ÉL NOS DARÁ SU
AMISTAD.
[BIS]
2. Llevemos al
Señor
pureza y amor.
Llevemos al
altar
justicia,
hermandad.
3. Llevemos al
Señor
trabajo y dolor.
Llevemos al
altar
ofrendas de paz.
07.- EL SEÑOR ES MI FUERZA (J.A.
Espinoza)
EL SEÑOR ES MI
FUERZA
MI ROCA Y
SALVACIÓN.
1. Tú me guías
por sendas de justicia
me enseñas la
verdad
Tú me das el
valor para la lucha
sin miedo
avanzaré.
2. Iluminas las
sombras de mi vida
al mundo das la
luz
aunque pase por
valles de tiniebla
yo nunca temeré.
3. Yo confío el
destino de mi vida
al Dios de mi
salud
a los pobres
enseñas el camino
su escudo eres
Tú.
4. El Señor es
la fuerza de su pueblo
su gran
libertador
Tú le haces
vivir en confianza
seguro en tu
poder.
08.- SI VIENES CONMIGO (Cesareo Garabaín)
SI VIENES
CONMIGO Y ALIENTAS MI FE,
SI ESTÁS A MI
LADO ¿A QUIÉN TEMERÉ?.
(BIS)
1. A nada tengo
miedo, a nadie he de temer,
Señor, si me
protegen tu amor y tu poder.
Me llevas de la
mano, me ofreces todo bien.
Señor, Tú me
levantas si vuelvo a caer.
2. ¡Qué largo mi
camino! ¡qué hondo mi dolor!
Ni un árbol me
da sombra ni escucho una canción.
¿Será que a
nadie puedo mirar ni sonreír?
Señor, Tú sólo
quedas, Tú sólo junto a mí.
3. En cosas que
se mueren yo puse el corazón.
Fue tierra mi
tesoro, fue vana mi ilusión.
En cosas que se
mueren me voy muriendo yo,
Tú sólo vives
siempre, Tú sólo, mi Señor.
09.- EN SU MESA HAY AMOR (Kairoi)
EL SEÑOR NOS HA
REUNIDO JUNTO A ÉL,
EL SEÑOR NOS HA
INVITADO A ESTAR CON ÉL,
EN SU MESA HAY
AMOR, LA PROMESA DEL PERDÓN,
Y EN EL VINO Y
PAN, SU CORAZÓN. (2)
Cuando Señor, tu
voz, llega en silencio a mí,
y mis hermanos
me hablan de Ti, sé que a mi lado estás,
te sientas junto
a mí, acoges mi vida y oración.
10.- NO TENGO MIEDO
Cristo, tu Cruz
es respuesta real
para este mundo,
para este tiempo
que huye en
temores.
Tú eres Camino,
eres Verdad, eres la Vida.
NO TENGO MIEDO
DE LA LIBERTAD,
NO TENGO MIEDO,
SEÑOR DE LA VIDA,
ME QUIERO
ENTREGAR.
TOMA MIS MANOS
MI VOZ Y MI ANDAR
Y YO ALZARÉ ALTO
LA CRUZ DERRAMADA DE AMOR,
PARA QUE SEA
BANDERA DE LA JUVENTUD,
TU TRIUNFO SANTO
QUE JUNTO A MI CANTO
SE HARÁN FUERTE
LUZ
PARA QUE VEAN TU
ROSTRO, JESÚS,
HOMBRES CON SED,
HOMBRES
VALIENTES QUE QUIERAN SEGUIR TU CAMINAR.
2. Al verte
herido reinando en la Cruz,
dices mi nombre,
Suenan tambores
al escucharte.
Oigo las voces
de aquellos hombres
que tienen
hambre.
3. Santa María,
me acojo a tu amor,
pido tu fuego
que arde de ruegos hoy por tus hijos.
Virgen María,
Rosa del cielo, oye mi canto.
11.- ME TOCASTE
Me tocaste Jesús
y cerré mi puerta
Y me hablaste
Jesús
Con el Pan y el
Vino y así
Con tu sombra
detrás que todo alumbró
Tu rostro
sereno.
Con un trozo de
ayer
Yo te esperé en
mi puerta
Con un montón de
papel
Que jamás se
pudo leer
Y casi sin mirar
me alejé, Jesús
Sentí tu
llamada.
Me sonrió dulce
y me miró fijo
Yo soy tu amigo
me dijo
Le sonreí luego
y lo sentí cerca
Tienes un nuevo
amigo.
Hoy he vuelto al
lugar
Donde hay amor
sincero
No me quiero
alejar
Por favor
escucha, Jesús
Donde hay vida
tu estarás
Quiero ser de ti
Tu hermano,
amigo.
12.- MADRE DE LOS CREYENTES ( F. Palazón)
MADRE DE LOS
CREYENTES
QUE SIEMPRE
FUISTE FIEL,
DANOS TU
CONFIANZA,
DANOS TU FE.
1. Pasaste por
el mundo
en medio de
tinieblas
sufriendo a cada
paso
la noche de la
fe
sintiendo cada
día
la espada del
silencio
a oscuras
padeciste
el riesgo de
creer.
2. La fe por el
desierto
a lomos de un
asnillo
la fe cuando en
las bodas
Jesús se hizo
esperar
la fe cuando
pensaron
que el Hijo
estaba loco
la fe sobre el
calvario
al borde de
acabar.
3. Guardaste
bajo llave
las dudas y
batallas
formándose el
misterio
al pie del
corazón
debajo de tu
pecho
de amor
inagotable
la historia se
escribía
de nuestra
redención.
13.- TU ERES EL SEÑOR (Kairoi)
1. Eres tan
sencilla
como luz de
amanecer
eres Tú, María,
fortaleza de mi
fe
Tú eres flor,
eres del Señor
te dejas
acariciar por su amor.
2. Eres tan
humilde
como el vuelo de
un gorrión
eres Tú, María,
el regazo del
amor
Tú eres flor,
eres del Señor
te dejas
acariciar por su amor.
YO QUIERO ESTAR,
EN LAS MANOS DEL
SEÑOR
COMO TÚ
PARA AMAR,
EN LAS MANOS DEL
SEÑOR
COMO TÚ
COMO TÚ, COMO
TÚ.
3. Eres tan
pequeña
como el canto de
mi voz
eres la grandeza
de Aquel que te
modeló
Tú eres flor,
eres del Señor
te dejas
acariciar por su amor.
4. Eres tan
hermosa
como el cielo,
como el mar
eres Tú, María,
como el gozo de
soñar
Tú eres flor,
eres del Señor
te dejas
acariciar por su amor.
14.- DEJALO TODO (J.A. Espinoza)
TODO, DÉJALO
TODO,
Y ANDA ENTRA EN
EL MAR
TODO, EL MAR LO
ES TODO
ANDA, ÉCHATE A
ANDAR.
1. Deja la
orilla, deja la arena,
la maravilla
está más allá
donde Dios llama
no existe la espuma
ni existe la
playa sino solo el mar.
2. Que hay un
destino que a Dios nos lleva
pero el camino
está sobre el mar
mientras no
olvides que es firme la tierra
y pienses que
acaso lo firme es el mar.
Todo, todo es
posible
y andarás sobre
el mar.
15.- SONRIE QUE JESUS TE AMA
SONRÍE QUE JESÚS
TE AMA, SONRÍE QUE JESÚS TE QUIERE,
SONRÍE QUE JESÚS
TE DA LA VIDA, SONRÍELE A JESÚS DE
NAZARET. (BIS)
Canta, canta
para él, porque el señor ya te salvo,
canta, canta
para él, porque el señor ya te libro.
SONRÍE QUE JESÚS
TE AMA, SONRÍE QUE JESÚS TE QUIERE,
SONRÍE QUE JESÚS
TE DA LA VIDA, SONRÍELE A JESÚS DE
NAZARET. (BIS)
Canta, canta
para él, porque el señor ya te salvo,
canta, canta
para él, porque el señor ya te libro.
SONRÍE QUE JESÚS
TE AMA, SONRÍE QUE JESÚS TE QUIERE,
SONRÍE QUE JESÚS
TE DA LA VIDA, SONRÍELE A JESÚS DE
NAZARET.
16.- NECESITA NUESTRAS MANOS
Jesús no tiene
manos, no tiene manos,
tiene sólo
nuestras manos para construir,
tiene sólo
nuestras manos,
tiene sólo
nuestras manos para combatir.
NECESITA
NUESTRAS MANOS (2)
PARA
BENDECIR. (2)
Jesús no tiene
pies, no tiene pies,
tiene sólo
nuestros pies para caminar,
tiene sólo
nuestros pies,
tiene sólo
nuestros pies para caminar.
NECESITA
NUESTROS PIES (2)
PARA
CAMINAR. (2)
Jesús no tiene
labios, no tiene labios,
tiene sólo
nuestros labios para proclamar,
tiene sólo
nuestros labios,
tiene sólo
nuestros labios para proclamar.
NECESITA
NUESTROS LABIOS (2)
PARA
PROCLAMAR. (2)
Jesús no tiene
medios, no tiene medios,
tiene sólo
nuestros medios para evangelizar,
tiene sólo
nuestros medios,
tiene sólo
nuestros medios para evangelizar.
NECESITA
NUESTROS MEDIOS (2)
PARA
EVANGELIZAR. (2)