miércoles, 18 de octubre de 2023

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XXIX T.O. CICLO A - 22 OCTUBRE 2023

 

DEN AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR Y A DIOS LO QUE ES DE DIOS

 


 COMENTARIO

 

Si estas en contra del impuesto, estás contra los romanos; si estás a favor del impuesto, estás contra Dios. Para comprometer a Jesús, le tienden una trampa en la que no tiene más remedio que caer. El país vive bajo la ocupación romana y los judíos hacen de ello un asunto religioso. Sobre esto quiere reflexionar el evangelio: la religión y la política.

Los partidarios de Herodes y los saduceos son colaboracionistas y andan al acecho de cualquier palabra imprudente que les permita denunciar a Jesús como agitador. Pero los fariseos, y prácticamente todo el pueblo judío, detestan a los romanos como opresores y como paganos. Pagar el impuesto es reconocerse sometido a un emperador pagano. ¿Y no es eso obrar contra Dios? Tú, que te dices Mesías, no puedes aceptar esto: ¿no estás en contra del impuesto? Jesús deshace el equívoco: se sirven de la moneda del César, aceptan esta situación del país ocupado: entonces lo que es del César devuélvanselo al César.

Así, Jesús distingue la religión de la política. No hay como se hace a veces cortando la vida en dos: por un lado, el terreno del César, la política; y por otro, el terreno de Dios, la religión. No, la religión y la política son distintas, pero trabadas entre sí.

Hay ciertamente dos terrenos, o mejor dicho múltiples terrenos. Y, en primer lugar, el de Dios que lo engloba todo. Den a Dios lo que es de Dios, quiere decir: vean de qué manera todo en tu vida guarda relación con Dios en política lo mismo que en todo cuanto hacemos. Una luz muy clara sobre los problemas de fe y política y sobre muchos problemas.

Porque en el interior de la soberanía total de Dios hay muchos terrenos en donde tenemos que ejercer nuestra libertad: la vida personal, la familia, la empresa, la sociedad. No cuestión de cuestión de vivir todo a nuestro capricho, declarando por ejemplo que tal comportamiento político es el único cristiano. Hay la tentación de poner a Dios en los argumentos electorales o en las pasiones políticas. No, se trata del César, no de Dios. Dios está lo mismo a la derecha que a la izquierda. Pero la tentación contraria es igualmente mala: intentar evadirse junto a Dios, lejos de todo compromiso colectivo. Entonces huimos del amor a nuestros hermanos, porque es en gran parte mediante la acción política como es posible hacer que progrese la justicia social y la calidad de vida. Permanecer bien guarecido, decir muchas oraciones y dejar que en el país las cosas vayan de cualquier manera no es ser piadoso, sino egoísta. Se ha utilizado la respuesta de Jesús de muchas maneras. Creo que el principio que se deduce de ella permite rechazar la separación completa entre la fe y la política, aunque evitando cuidadosamente la amalgama: ninguna política puede ligar a Dios, pero todas las políticas tienen que rendirle cuentas.

R.P. Roland Vicente Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA Sal 16, 6.8.

Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras. Guárdame como a las niñas de tus ojos, a la sombra de tus alas escóndeme.

 

ORACION COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, haz que te presentemos una voluntad solícita y estable, y sirvamos a tu grandeza con sincero corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 45, 1.4-6.

Así dice el Señor a Ciro, su ungido, a quien lleva de la mano: «Para someter ante él a las naciones y desarmar a los reyes, abriré ante él las puertas, y las puertas no se le cerrarán. Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios. Te pongo la insignia, aunque no me conoces, para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro».

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 95)

 

Aclamen la gloria y el poder del Señor.

 

Canten al Señor un cántico nuevo, canta al Señor, toda la tierra. Cuenten a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R.

 

Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses. Pues los dioses de los paganos son apariencia, mientras que el Señor ha hecho el cielo. R.

 

Familias de los pueblos, aclamen al Señor, aclamen la gloria y el poder del Señor, aclamen la gloria del nombre del Señor, entren en sus atrios trayéndole ofrendas. R.

 

Póstrense ante el Señor en el atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda. Digan a los pueblos: «El Señor es rey, Él gobierna a los pueblos rectamente». R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 1-5b.

Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la Iglesia de Tesalónica, que está unida a Dios Padre y al Señor Jesucristo. Gracia y paz a ustedes. Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes y los tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de su fe, el esfuerzo de su amor y el aguante de su esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que Él los ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre ustedes, no hubo solo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y fruto abundante.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO     Flp 2, 15d.16a

Aleluya. Ustedes brillan como lumbreras en el mundo, mostrando una razón para vivir. Aleluya.                                            

 

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 15-21.

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?». Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tientan?. Enséñenme la moneda del impuesto». Le presentaron un denario. Él les preguntó: «¿De quién es esta cara y esta inscripción?». Le respondieron: «Del César». Entonces les dijo: «Pues denle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».

 

PLEGARIA UNIVERSAL

Hermanos, solo Dios es el Señor y solo Él tiene poder para socorrernos en nuestras necesidades. Por eso, digamos unidos a toda la Iglesia: R. Señor, escúchanos.

 

1.- Para que en constante acción de gracias la Iglesia dé testimonio del amor y la esperanza que nos trajo Cristo. Oremos. R.

 

2.- Para que el Espíritu Santo guíe a nuestros pastores. Oremos. R.

 

3.- Para que entre todos construyamos nuestro país con esfuerzo, trabajo y honestidad. Oremos. R.

 

4.- Para que los enfermos y los que sufren experimenten el consuelo y la fortaleza de Dios. Oremos. R.

 

5.- Para que quienes en su vida se entregaron al anuncio del Evangelio y pasaron haciendo el bien, sean recompensados ahora en el cielo. Oremos. R.

 

6.- Para que la Eucaristía nos ayude a ser buenos cristianos, ciudadanos honrados y hombres y mujeres de bien. Oremos. R.

 

Tú que nos ayudas a vivir en la verdad, escucha nuestras oraciones y haz que te demos gloria asumiendo nuestros deberes y obligaciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, estar al servicio de tus dones con un corazón libre, para que, con la purificación de tu gracia, nos sintamos limpios por los mismos misterios que celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION Sal 32, 18-19.

Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme, en los que esperan su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Señor, haz que nos sea provechosa la celebración de las realidades del cielo, para que nos auxilien los bienes temporales y seamos instruidos por los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 23: Rm 4, 20-25; Sal: Lc 1, 69-75; Lc 12, 13-21

Martes 24: Rm 5, 12.15b.17-19.20b-21; Sal 39; Lc 12, 35-38.

Miércoles 25: Rm 6, 12-18; al 123; Lc 12, 39-48.

Jueves 26: Rm 6, 19-23; Sal 1; Lc 12, 49-53.

Viernes 27: Rm 7, 18-25ª; Sal 118; Lc 12, 54-59.

Sábado 28: Nm 21, 4b-9; Sal 83; Flp 2, 5-12; Jn 3, 11-16.

Domingo 29:  Ex 22, 20-26; Sal 17; 1Ts 1, 5c-10; Mt 22, 34-40.

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO

Mt 22, 15-21

Par: Mc 12, 13-17   Lc 20, 20-26

 

1. D/ALGUIEN

Los fariseos presentan a Jesús un problema o, mejor, un dilema aparentemente insoluble. Jesús relativiza el insoluble problema introduciendo a Dios en el horizonte del problema. Pero lo sorprendente de Jesús es que cuando introduce a Dios no lo hace para hablar de Él o porque quiera discurrir sobre Él. Es curioso lo poco que habla de Dios Jesús sea cual sea el evangelio que tomemos. Es como si se hubiera adelantado al problema hermenéutico actual de las mediaciones del lenguaje. Jesús no hace discursos sobre Dios, ni siquiera lo erige en objeto de reflexión. Jesús, sencilla- mente, vive desde Dios, habla con Él, lo presiente y lo siente. Para Jesús, Dios es Alguien y no algo.

Alguien con el que cuenta en cualquiera de los momentos y de los enredos. Alguien con el que se convive.

Nacionalismo, colaboracionismo. ¿Se paga el impuesto al César o no se paga? Un enredo humano, tan real y cruel que causó muchas disensiones y se cobró muchas vidas. Pero, ¿qué pasaría si Dios fuera para nosotros Alguien tan entrañable como lo fue para Jesús? ¿Qué sería de nuestros enredos? Ya sé que en nombre de Dios se mata. Pero también sé que ese dios debe ir con la minúscula de nuestros dioses, hijos del integrismo y de la mentalidad cerrada. Desde el NT sólo sé que Dios va con mayúscula. Imaginemos no que existe Dios, sino que Él es Alguien junto a nosotros. A lo mejor resulta que nuestros enredos se relativizan de tal manera que se volatilizan. Y entonces nos topamos con lo que empieza a valer la pena.

A. BENITO - DABAR 1987/51


 

2.- D/ABSOLUTO. PORQUE CREEMOS EN UN SOLO DIOS, CREEMOS QUE NADA NI NADIE MÁS ES DIOS.

-Den al César lo que es del César.

Una interpretación apresurada y sesgada del evangelio ha simplificado la cuestión, reduciéndola al ámbito de la Iglesia y del Estado, el poder temporal y el espiritual, como si el hombre tuviera que ser el botín de uno de esos dos poderes. Y no es así. La cuestión que los judíos plantean a Jesús es una cuestión política: ¿se puede y se debe pagar el tributo impuesto por los romanos? ¿se puede aceptar el dominio imperialista de Roma? ¿Hay que resignarse en una situación de colonialismo? Jesús no entra en la cuestión teórica, puesto que en la práctica los judíos ya han aceptado el hecho imperialista al aceptar la moneda romana. Por eso Jesús les pide que enseñen una moneda, para que reconozcan que la pregunta está respondida en la praxis.

Si viven sometidos, ese es su problema. Pero no hay ninguna razón para que el hombre se someta a ningún poder. Y así Jesús, respondiendo a lo que no habían preguntado, les ayuda a recobrar la conciencia de la dignidad humana. Si la organización humana necesita la existencia y concentración de poderes, todos los poderes están limitados y no pueden ser absolutos. Y así Jesús sentencia: dad al César lo que es del César. Pero sólo lo que sea del César, no todo lo que el poder pretende con todo su aparato coercitivo.

-Dad a Dios lo que es de Dios.

Esto significa, por de pronto, que no todo es del César, o sea, que el poder del Estado no es absoluto. En el lenguaje político los límites del poder radican en la soberanía popular, en el reconocimiento y declaración de los derechos humanos. En un lenguaje religioso se dice que los poderes del Estado y en general cualquier poder está limitado por la soberanía de Dios, que es quien ha creado al hombre a su imagen y semejanza. Así lo expresa el profeta Isaías en el texto que hemos escuchado: "Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí no hay dios". La existencia de Dios, el Absoluto, es la negación de cualquiera otro que pueda presentarse como absoluto. Sólo hay un Dios, todo lo demás no es Dios. Ni es Dios la idea que los hombres podamos fabricarnos de Dios, ni siquiera la idea que la Iglesia tiene de Dios. La existencia de Dios aparece, pues, como la condición de posibilidad de la libertad y autonomía de la persona frente a los poderosos y poderes de este mundo, políticos o religiosos. La fe en Dios es la legitimación de toda desobediencia civil y religiosa, de la objeción de conciencia frente a toda imposición. Porque creemos en un solo Dios, creemos que nada ni nadie más es dios.

EUCARISTÍA 1987/49.


 

3.- El impuesto al César recordaba a los judíos que eran un pueblo dominado por los extranjeros, por los paganos. Y esto era una afrenta al Pueblo de Dios. Frente a la cuestión del impuesto se adoptaron en Israel diversas actitudes: Mientras los saduceos (los colaboracionistas de aquellos tiempos) no tenían inconveniente en pagar y someterse a un poder que los privilegiaba, los fariseos lo hacían de mala gana y los zelotes se negaban en absoluto. Estos últimos, nacionalistas exaltados, habían hecho de ello una cuestión de conciencia. Creían que pagar al César era tanto como negar que Dios es el único Señor de Israel.

La pregunta era comprometedora en extremo y estaba formulada con la peor intención. Ponía a Jesús entre la espada y la pared, entre los saduceos y los zelotes, entre el César y el pueblo, entre la autoridad de Dios y el poder temporal.

Evidentemente no hay que suponer que Jesús no llevaba consigo ni siquiera un denario (una moneda de plata equivalente a unos diez duros), menos aún que no lo hubiera visto nunca. Si les pide que le enseñen un denario es sólo para poner en evidencia su hipocresía y su mala intención. Pues si llevan dinero del César, si lo utilizan corrientemente en la vida, es claro que reconocen de hecho su autoridad. Y si es así, ¿por qué han de negarse a pagar sus impuestos? Era un principio generalmente admitido por todos que el poder político se extendía tanto como el curso de la moneda. Según este principio, diríamos hoy que no es posible aceptar los dólares americanos sin reconocer de hecho su autoridad. Aunque Jesús no dice expresamente qué es del César y qué es de Dios, es claro que no todo es del César. Y en este sentido Jesús pone coto a cualquier absolutismo y recorta la autoridad del estado. Por otra parte, Jesús critica también cualquier concepción teocrática que identifique los intereses y los derechos de una nación con la misma voluntad de Dios. Pone también límites a cualquier clericalismo. Digamos que la respuesta de Jesús condena por igual la edificación del estado y la suplantación de Dios por los que dicen representarlo.

EUCA 1987/49.


 

4.- Los evangelios de hoy y del próximo domingo son dos escenas de controversia, en las que los fariseos buscan el modo de comprometer a Jesús en sus palabras, con el fin de hallar un motivo para acusarlo. El episodio de hoy gira en torno al tributo al César, el del próximo domingo sobre el mandamiento más importante de la Ley, y entre ambos se encuentra la pregunta de los saduceos sobre la resurrección de los muertos.

El censo de la población y el impuesto personal -que todos, excepto los niños y ancianos, estaban obligados a pagar- eran los signos más claros de la dominación romana sobre Palestina. Los partidarios de Herodes aceptaban esta situación. En el extremo contrario, los zelotas, por motivos religiosos, se negaban a pagar el impuesto y practicaban una resistencia activa: su único rey era Yahvé, y el dominio del emperador era para ellos intolerable. Los fariseos, por su parte, estaban especialmente preocupados por la observancia de la Ley y, mientras el poder romano no se enfrentase directamente con ella, solían aceptarlo.

La pregunta, por tanto, estaba puesta para que -tanto si respondía de modo afirmativo como negativo- Jesús quedase malparado ante las masas populares simpatizantes de los zelotas o ante el poder romano.

Las primeras palabras que se le dirigen serían un magnífico elogio de Jesús si hubiesen sido dichas con sinceridad. La mayor alabanza que podía hacerse de un maestro consistía en decir que era veraz y fiel en la interpretación de la Ley y que se comportaba libremente en su trato con las personas. Jesús se da cuenta inmediatamente de que, aparentando interés por una cuestión actual, lo que pretenden es hacerle caer en una trampa. Así, después de ponerlos en evidencia -"¡Hipócritas!, ¿por qué me tentáis?"-, hace que los mismos que han formulado la pregunta queden implicados en la respuesta.

Efectivamente, los que en la vida cotidiana admiten la moneda acuñada por el César, reconocen de este modo su soberanía sobre ellos y legitiman así los impuestos que pagan.

La respuesta de Jesús concentra su fuerza en la segunda parte: "a Dios lo que es de Dios", recordando en primer lugar que el centro de su misión es la predicación del Reino. Conceder a Dios lo que es de Dios supone darle la primacía y colocar al César en su justo lugar. Con esta respuesta, Jesús se distancia tanto de los zelotas, que querían una sociedad teocrática, como del emperador romano, que divinizaba su poder y su persona, excediéndose en sus atribuciones.

J. ROCA - MISA DOMINICAL 1981/19.


 

5.- JC no se mete en si el César tiene derecho a gobernar, sino que reconoce que, como demuestra la moneda, en realidad gobierna, y por tanto exige tributos. Pero añade a este reconocimiento la afirmación de que hay que pagar a Dios lo que es de Dios: y ningún israelita se atrevería nunca a afirmar (y a lo largo del evangelio la cosa queda clara) que haya algún dominio humano que quede fuera del poder de Dios. La respuesta, pues, no es ninguna teoría política, ni establece una división de competencias entre el César y Dios, ni responde lo que hay que hacer en caso de contraposición entre las exigencias del César y las de Dios. Si se mira el conjunto del evangelio, se ve como JC presta una atención muy limitada a dar respuestas a las concretas cuestiones de la realidad temporal, anunciando, siempre que se plantea una cuestión de este tipo, que lo que cuenta es la fidelidad a Dios, y que todo el interés debe estar centrado en el Reino de Dios que viene y que es superior a cualquier poder humano. En este sentido, aquí se podría recordar la afirmación -Mt 6. 24- de que nadie puede servir a dos señores (Cf. "Comentario Bíblico San Jerónimo, vol. III, pág. 259).

J. LLIGADAS - MISA DOMINICAL 1978/19.


 

6. - Algún historiador ha dicho de etapas recientes de nuestra Iglesia que estaba más interesada en conquistar el Estado que la sociedad. Imponerse desde poderes similares a los del César o usar su brazo secular no es el estilo de Jesús. Si los modos de los poderes de este mundo nos cautivan, esa seducción es peor que una persecución. No se puede convertir al Dios de Jesús en César de este mundo. Él se negó a ello.

No falta quienes deducen de este pasaje que es preciso que cada uno ocupe su sitio, que la Iglesia vuelva al puro campo religioso: al culto litúrgico. A Dios lo que es de Dios y al poder político todo lo demás. Pero la acción de Jesús no fue ésta. Además de no ser ni siquiera sacerdote judío, cambió el vocabulario dándoles a las palabras culto, sacrificio, templo, etc., un sentido nuevo. No se trata de la religión, se trata de Jesús.

Usar a Dios como elemento integrador de una comunidad o como bandera de lucha parece tan viejo como la religión misma. La frase: "Dios está de nuestra parte" viene a significar: "nosotros tenemos la razón". También en nuestros días, a pesar de la secularización, se sigue repitiendo, ya sea con motivo de una guerra o de un partido de fútbol. Defender a Dios ha sido el eslogan de todas las inquisiciones y cruzadas de todos los tiempos. En realidad, eran y son muy otros los intereses defendidos. LA CAUSA DE JESÚS NO ES LA DE LA RELIGIÓN SINO LA DE LOS POBRES.

EUCARISTÍA 1990/48.


 

7.- Este pasaje pertenece al relato de las "tentaciones" a las que escribas, fariseos y saduceos someten a Cristo. Los partidarios de Herodes formulan el primer ataque con la esperanza de que Jesús pronunciará alguna palabra que pueda ser atentatoria contra el César.

a) A la pregunta de los herodianos: "¿está permitido pagar el impuesto al César?", que no posee ningún derecho divino a reinar sobre el pueblo porque no es de la raza de David, Cristo responde con un argumento "ad hominem": puesto que los fariseos y sus discípulos aceptan la autoridad y los beneficios del imperio romano, que soporten también las prescripciones y las exigencias.

Lejos de pronunciarse sobre la legitimidad del poder, Jesús se limita a precisar que ha sido aceptado y, por consiguiente, merece obediencia.

Como los inquisidores se encuentran de esta forma no sólo reducidos al silencio, sino confirmados además en su celo pro-romano, Cristo añade: "y dad a Dios lo que es de Dios". La obediencia cívica no constituye un obstáculo para los deberes para con Dios. La enseñanza es doble: la autoridad civil tiene derecho a la obediencia, sobre todo de parte de quienes se aprovechan de las ventajas que lleva consigo (Rm 13. 1-8; Tt 3. 1-3; 1 P 2. 13-14).

Pero esta obediencia no puede ser un obstáculo a la obediencia que se debe a Dios. b) Intercalando este episodio a continuación de la parábola del festín, Mateo introduce una interpretación suplementaria (Mt 22. 1-14). La parábola del festín subraya la negativa con que muchos responden al llamamiento de Dios; al relatar a continuación el triple enfrentamiento de los herodianos, de los saduceos y de los fariseos, el evangelista caracteriza las tres actitudes de rechazo que la Iglesia-asamblea puede encontrar. Algunos están de tal forma ligados a un "César" que les es imposible reconocer al Señor; otros no pueden admitir un más allá para la vida presente; otros, finalmente, se envuelven, al igual que los fariseos, en una intransigencia de tal calibre y en una pureza tal que no pueden significar a la Iglesia de "todo el que llega". Mateo prepara así el capítulo 23 de su evangelio, en el que Cristo maldice a esos oponentes, y el cap. 24, en el que Jesús anuncia la nueva asamblea y la "bendición" de los nuevos congregados (Mt 23. 34), opuesta a la "maldición" de quienes han rechazado la invitación (Mt 23.), y la nomenclatura de los congregados (Mt 25.).

No existe, pues, una verdadera oposición, basada en el Evangelio, entre lo que es del César y lo que es de Dios. En efecto, el Reino de Dios no se sitúa fuera de los reinos terrestres, puesto que éstos son asumidos por Dios en JC. Querer dar a Dios lo que le es debido implica, pues, que se dé al César lo que le pertenece. El Reino de Dios no es de este mundo en el sentido de que no es uno más de los reinos de acá abajo; pero sí está en el mundo en el sentido de que es extensible a todas las realezas terrestres. Por tanto, no se puede ser cristiano auténtico al margen de las realidades.

La Iglesia no tiene, pues, por qué disputar a las realezas terrestres un espacio que tiene reservado para ella: ocupa ya todo el espacio del mundo, puesto que significa de manera visible la humanidad reconciliada con Dios. Por otra parte, tampoco tiene por qué ejercer su dominio sobre el mundo profano y secularizado.

Y no será transformando a este último en cristiandad, sino enviándole sus miembros, como se hará extensible a él y significará para él su salvación final en JC.

MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA VII - MAROVA MADRID 1969. Pág.186 s.


 

8.- La respuesta de Jesús es del todo inesperada y coge de sorpresa a sus interlocutores. Es una respuesta que se sustrae a la lógica de tomar partido. No es una respuesta evasiva. Evita el dilema, mas no por miedo a comprometerse. Lleva el razonamiento a mayor profundidad, al centro inspirador, a saber, la justa concepción de la dependencia de Dios y, por tanto, la justa libertad frente al estado.

Evidentemente, con su respuesta Jesús no coloca a Dios y al César en el mismo plano. En las palabras "Dad al César lo que es del César, pero a Dios lo que es de Dios", el acento me parece que cae en la segunda parte. La preocupación de Cristo es ante todo salvaguardar en toda situación política los derechos de Dios.

También están los derechos del estado; pero cuando el estado permanece en su sitio, estos derechos se truecan en deberes de conciencia. Sin embargo, hay que apresurarse a añadir que el estado no puede erigirse en valor absoluto; ningún poder político: romano o no, cristiano o no, puede arrogarse derechos que competen sólo a Dios, ni puede absorber el corazón entero del hombre, ni reemplazar su conciencia ("pero a Dios lo que es de Dios").

BRUNO MAGGIONI - EL RELATO DE MATEO - EDIC. PAULINAS/MADRID 1982.Pág. 231


 

9.- Censo o contribución por cabeza que, como súbditos del imperio romano, tenían que pagar todos los judíos una vez entrados en la adolescencia y hasta los sesenta o sesenta y cinco años. Para la conciencia nacional judía, fogueada por el movimiento zelota, este censo era absolutamente intolerable. De ahí el carácter de trampa en que se quiere atrapar a Jesús: o afirma en público el derecho del César y pierde el afecto de un pueblo resignado a los hechos, pero simpatizante con los zelotas, o lo niega, lo que en aquellas circunstancias significa una incitación a la resistencia, que era inmediatamente sofocada por constituir un delito de rebeldía contra Roma.

Partidarios de Herodes (herodianos): su táctica política habitual era el servilismo sin condiciones a las órdenes de Roma. Sin llegar a este servilismo, los fariseos no extremistas eran también partidarios del poder constituido, siempre que éste no se enfrentase con la Ley de Dios. Tanto unos como otros tienen ya hecha su propia opción y no pretenden cuestionarla: son partidarios del statu quo, impuestos al César incluidos.

DABAR 1978/56.

 

PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XXIX CICLO A - (22 OCTUBRE 2023)

TEMA: “DENLE AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR Y A DIOS LO QUE ES DE DIOS”

 

01.- IGLESIA PEREGRINA (Cesareo Garabaín)

Todos unidos formando un solo cuerpo,

un pueblo que en la Pascua nació;

miembros de Cristo en sangre redimidos:

¡Iglesia peregrina de Dios!

 

Vive en nosotros la fuerza del Espíritu

que el Hijo desde el Padre envió,

Él nos empuja, nos guía y alimenta:

¡Iglesia peregrina de Dios!

 

SOMOS EN LA TIERRA

SEMILLA DE OTRO REINO,

SOMOS TESTIMONIO DE AMOR,

PAZ PARA LAS GUERRAS Y LUZ

ENTRE LAS SOMBRAS:

¡IGLESIA PEREGRINA DE DIOS! (2)

 

Rugen tormentas y a veces nuestra barca

parece que ha perdido el timón,

miras con miedo, no tienes confianza:

¡Iglesia peregrina de Dios!

 

Una esperanza nos llena de alegría,

presencia que el Señor prometió;

vamos cantando, Él viene con nosotros:

¡Iglesia peregrina de Dios!

 

SOMOS EN LA TIERRA

SEMILLA DE OTRO REINO,

SOMOS TESTIMONIO DE AMOR,

PAZ PARA LAS GUERRAS Y LUZ

ENTRE LAS SOMBRAS:

¡IGLESIA PEREGRINA DE DIOS! (2)

 

Todos nacidos en un solo bautismo,

unidos en la misma comunión,

todos viviendo en una misma casa:

¡Iglesia peregrina de Dios!

 

Todos prendidos en una misma suerte,

ligados a la misma salvación;

somos un cuerpo y Cristo es la cabeza:

¡Iglesia peregrina de Dios!

 

02.- JUNTOS CANTANDO LA ALEGRIA (Cesareo Garabaín)

JUNTOS CANTANDO LA ALEGRÍA

DE VERNOS UNIDOS EN LA FE Y EL AMOR.

JUNTOS SINTIENDO EN NUESTRAS VIDAS

LA ALEGRE PRESENCIA DEL SEÑOR.

 

Somos la Iglesia peregrina que Él fundó,

somos un pueblo que camina sin cesar,

entre cansancios y esperanzas, hacia Dios,

nuestro amigo, Jesús, nos llevará.

 

Hay una fe que nos alumbra con su luz,

una esperanza que empapó nuestro esperar,

aunque la noche nos envuelva en su inquietud,

nuestro amigo, Jesús, nos guiará.

 

Es el Señor, nos acompaña al caminar,

con su ternura a nuestro lado siempre va,

si los peligros nos acechan por doquier,

nuestro amigo, Jesús, nos salvará.

 

03.- NUEVA CREACION (P. Mariano de Blas).

CAMINA, PUEBLO DE DIOS,

CAMINA, PUEBLO DE DIOS,

NUEVA LEY, NUEVA ALIANZA

EN LA NUEVA CREACIÓN

CAMINA PUEBLO DE DIOS.

CAMINA PUEBLO DE DIOS.

 

Mira allá en el Calvario,

en la roca hay una cruz,

muerte que engendra la vida,

nuevos hombres, nueva luz.

 Cristo nos ha salvado

con su muerte y resurrección.

Todas las cosas renacen

en la Nueva Creación.

Cristo toma en su cuerpo,

el pecado, la esclavitud;

al destruirlos nos trae

una nueva plenitud.

Pone en paz a los hombres,

a las cosas y al Creador.

Todo renace a la vida

en la Nueva Creación.

 

Cielo y tierra se abrazan,

nuestra alma halla el perdón.

Vuelven a abrirse los cielos

para el hombre pecador.

¡Israel peregrino,

vive y canta tu redención.

Hay nuevos mundos abiertos

en la Nueva Creación!

 

04.-  ESTO QUE TE DOY (Grupo Alabanza)

Esto que te doy

Es vino y Pan Señor

Esto que te doy es mi trabajo.

Es mi corazón, mi Alma

Es mi Cuerpo y mi razón

Es esfuerzo de mi caminar.

 

Esto que te doy,

mi vida es Señor,

es mi amor, también es mi dolor,

es la ilusión mis sueños,

es mi gozo y mi llorar,

es mi canto y mi oración.

 

TOMA MI VIDA PONLA EN TU CORAZÓN

DAME TU MANO Y LLÉVAME.

CAMBIA MI PAN EN TU CARNE Y MI VINO EN TU

SANGRE, Y A MI SEÑOR RENUÉVAME, LÍMPIAME

Y SÁLVAME.

 

Esto que te doy

no solo yo Señor,

esta voz también es de mi hermano.

Es la unión, la paz, un orden,

armonía y felicidad,

es un canto en comunidad

05.- TE OFRECEMOS, SEÑOR (Francisco Palazón)

TE OFRECEMOS, SEÑOR,

ESTE PAN Y ESTE VINO;

QUE, EN TU CUERPO Y TU SANGRE,

QUEDARÁN CONVERTIDOS (bis).

 

1.- Con el vino y el pan,

te ofrecemos el fruto de nuestro trabajo;

la ilusión de vivir,

el placer y el dolor, la alegría y el llanto.

 

2.- Juntamente, Señor,

te ofrecemos la vida que Tú nos has dado;

la esperanza, la fe y el amor,

que nos hace sentirnos hermanos.

 

06.- CON AMOR TE PRESENTO SEÑOR (Carmelo Erdozaín)

1.- Con amor te presento, Señor,

lo mejor de mi vida,

te presento, Señor, mi amistad.

Con amor te presento, Señor,

para ser mi manjar.

La viña, el racimo, el trigal,

el pan de mi hogar

te presento con amor.

 

2.- Con mis manos abiertas a Ti,

contemplando tu lámpara,

te presento, Señor, mi esperanza.

Hacia Ti se dirige mi barca,

hacia el cielo se va.

Es largo el camino, el remar,

ruta pascual,

Dios me guía al caminar.

 

3.- Con mi ofrenda también yo te doy

lo mejor de mis lágrimas.

Te presento, Señor, mi dolor.

Te presento, Señor, mi oración,

ofertorio de amor.

El grano enterrado ya es flor,

la espiga oblación,

la semilla redención.

 

07.- VIVE DIOS (Leonardo Caro)

Cuando sientas que se queman

tus entrañas por amor

y te entregas al llamado sin temor.

Cuando están en armonía

voluntad y corazón,

he iluminas y en tu cuerpo vive Dios.

 

VIVE DIOS, POR SIEMPRE VIVE DIOS,

EN TU VIDA Y EN TU HISTORIA VIVE DIOS.

VIVE DIOS, POR SIEMPRE VIVE DIOS.

POR TU MUERTE Y POR TU GLORIA VIVE DIOS.

 

Cuando estás en la penumbra

aguardando lo peor

y desprecias la existencia y su valor.

Si no encuentras un sentido,

anda y busca en tu interior

y verás que aún en tu cuerpo vive Dios.

 

08.- EL SEÑOR ES MI FUERZA (Juan Antonio Espinoza)

EL SEÑOR ES MI FUERZA

MI ROCA Y SALVACIÓN.

 

1.- Tú me guías por sendas de justicia

me enseñas la verdad

Tú me das el valor para la lucha

sin miedo avanzaré.

 

2.- Iluminas las sombras de mi vida

al mundo das la luz

aunque pase por valles de tiniebla

yo nunca temeré.

 

3.- Yo confío el destino de mi vida

al Dios de mi salud

a los pobres enseñas el camino

su escudo eres Tú.

 

4.- El Señor es la fuerza de su pueblo

su gran libertador

Tú le haces vivir en confianza

seguro en tu poder.

 

09.- EL SEÑOR NOS HA REUNIDO

EL SEÑOR NOS HA REUNIDO JUNTO A ÉL,

EL SEÑOR NOS HA INVITADO A ESTAR CON ÉL,

EN SU MESA HAY AMOR, LA PROMESA DEL PERDÓN,

Y EN EL VINO Y PAN, SU CORAZÓN. (2)

 

Cuando Señor, tu voz, llega en silencio a mí,

y mis hermanos me hablan de Ti, sé que a mi lado estás,

te sientas junto a mí, acoges mi vida y oración.

 

10.- SIEMPRE ES NUEVO EL AMOR (Emilio Vicente Mateu)

AMAR ES DARSE A TODOS LOS HERMANOS

UNIENDO ENTRE LAS MANOS EL GOZO Y EL DOLOR.

Y AL AMARNOS EL MUNDO SE RENUEVA,

LA VIDA SIEMPRE ES NUEVA, SIEMPRE ES NUEVO EL AMOR.

 

Yo sé, Señor, que, aunque hablara

las lenguas del mundo,

aunque todos me llamen profeta,

si no puedo amar soy sólo un rumor.

 

Yo sé que sabiendo las ciencias extrañas

conociendo secretos ocultos

seré poca cosa si no tengo amor.

 

Yo sé, Señor,

que, aunque tenga una fe tan intensa

que traslade montañas y rocas,

de nada me sirve si no tengo amor.

 

Yo sé que, aunque queme mi cuerpo en las llamas;

aunque todo lo entregue a los pobres,

si no puedo amar es todo ilusión

No tengo amor.

 

11.- MI PENSAMIENTO ERES TU, SEÑOR

Mi pensamiento eres tú, Señor,

Mi pensamiento eres tú, Señor,

Mi pensamiento eres tú, Señor,

Mi pensamiento eres tú.

 

Porque Tú me has dado la vida,

Porque Tú me has dado existir,

Porque Tú me has dado cariño,

Me has dado amor (bis)

 

Mi alegría eres tú Señor

Mi alegría eres tú Señor

Mi alegría eres tú Señor

Mi alegría eres tú Señor

 

Porque Tú me has dado la vida,

Porque Tú me has dado existir,

Porque Tú me has dado cariño,

Me has dado amor (bis)

 

 

CANTOS PARA EL DOMUND

 

012.- CELEBREMOS EL DOMUND (Alfonso Luna)

 

          G

VENID, CELEBREMOS EL DOMUND,

             C                                        D

UN PAN COMPARTIDO PARA TODOS;

          G

VENID, CELEBREMOS EL DOMUND,

  C        G              D                G

UNA CASA ABIERTA AL MUNDO;

  C             G               D                G

UNA FAMILIA ABIERTA AL MUNDO.

 

               G

1.- Venid los de lejos,

          C                  G

venid los de cerca;

                    A                     D

Cristo invita a esta mesa,

         G

venid con los niños;

         C                G

venid los enfermos,

                   D7                    G

Cristo invita a esta fiesta.

 

 

2.- Venid misioneros,

venid desde lejos;

Cristo invita a esta mesa,

venid misioneros;

venid a esta fiesta,

Cristo invita a su mesa.

 

013.- AL ALZAR MIS MANOS (CARMELO ERDOZÁIN

 

       D                       Em7    A7             D

1.- Al alzar mis manos en oración

                     Em7   A7                       D

ante Ti Señor siento el corazón

      Em7                          A7

en paz, alegría y amor

 D                 Em7    A7                        D

ante Ti Señor siento el corazón

      Em7         A7            D

en paz, alegría y amor.

    G                 D                   C                        F#m7

Dios es amor, mi amor, mi salvación

    G                 D    Bm7       A7                             D

Dios es amor, mi amor y mi salvación.

 

2.- Al abrir mis manos en comunión

viene mi Señor, Él es mi manjar

mi pan, mi camino y mi hogar

viene mi Señor, Él es mi manjar

mi pan, mi camino y mi hogar.

Dios es mi pan, mi pan y mi manjar

Dios es mi pan, mi pan, Él es mi manjar.

 

3.- En la noche oscura, en soledad

siento que Él está, Él conmigo está

abriendo la ruta pascual

siento que Él está, Él conmigo está

abriendo la ruta pascual.

Dios es mi paz, mi paz, mi libertad

Dios es mi paz, mi paz y mi libertad.