ES POSIBLE
CONVERTIRSE
COMENTARIO
Marcos cuenta de forma muy concreta la
tentación presentándonos cuatro personajes (el Espíritu, Jesús, Satanás, los
ángeles) y tres acciones: el Espíritu empuja a Jesús al desierto, Satanás lo
tienta, los ángeles le sirven en medio de los animales salvajes que han vuelto
a amansarse. Entre el Espíritu y los ángeles, Satanás, se ve casi acorralado:
el Espíritu no impulsa más que hacia una victoria que convierte a la tierra en
lo que era al comienzo: un paraíso en el que todo es armonía y bondad:
“Habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito, el
ovillo y el león pacerán juntos: un muchacho pequeño los pastorea”.
Pero la idea de la
tentación recobra su fuerza desde la primera predicación de Jesús:
“¡Conviértanse!”. La vida del hombre sobre la tierra será siempre un combate en
contra de la tentación, esfuerzo continuo por convertirse. Jesús ha venido
“para que vivamos” y esto supone luchas continuas contra el orgullo, contra las
preocupaciones paganas y contra la sexualidad anárquica. Estas luchas sólo se
acabarán cuando exhalemos el último suspiro. ¡No habría gustado tanto que las
cosas fueran diferentes!. Una hermosa conversión aplastante que hiciera de
nosotros seres maravillosamente transformados, avanzando desde entonces con la
cabeza bien alta por un camino de amor fraternal y de obediencia a Dios. Si
soñamos con eso, no nos convertiremos nunca. La conversión, en sentido
evangélico es más modesta más realista y continua. Tiene, ante todo el aspecto
de una franca transformación.
Algo nos toca en nuestra
vida y nos decidimos realmente a cambiar. La vida de algunos convertidos
simboliza por la enormidad del cambio, lo que nos ocurre a nosotros en un nivel
más pequeño: finalmente, se le dice sí a Dios. Pero lo que viene a continuación
es desalentador. En los verdaderos convertidos el camino sigue en pie, ellos
van subiendo cada vez más. Nosotros caemos una y otra vez en la mediocridad e
incluso en el mal. Nuestra conversión no era en el fondo más que una pequeña
fiebre de santidad. ¿Dónde está el fallo?, ¿Es que somos incurablemente gente
mediocre y cobarde?. Somos más bien personas que escuchan mal el evangelio,
sobre todo cuando el texto es corto, como el de hoy, y corre el peligro de
quedar mutilado. Jesús dice: “Conviértanse. Y crean en la buena nueva”. Tomar
solamente la mitad es estropearlo todo; seguiremos viviendo soñando con la
conversión y nada más. Quizás fuera necesario cambiar una palabra para marcar
con energía la relación necesaria entre las dos ideas: “Conviértanse creyendo
en la buena nueva”.
R.P. Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 90, 15-16
Me invocará y lo
escucharé: lo defenderé, lo glorificaré, lo saciaré de largos días.
ORACION
COLECTA
Dios todopoderoso, por medio de las prácticas anuales del sacramento
cuaresmal, concédenos progresar del misterio de Cristo, y conseguir sus frutos
con una conducta digna. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro
del Génesis 9,8-15
Dios dijo a Noé y a sus hijos: «Voy a
establecer mi alianza con ustedes y con sus descendientes, con todos los
animales que los acompañaron: aves, ganado, y fieras; con todos los que
salieron del arca y ahora viven en la tierra. Esta es mi alianza con ustedes:
el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la
tierra. Y Dios añadió: «Esta es la señal de la alianza que establezco con
ustedes para siempre y con todos los seres vivos que los han acompañado: pondré
mi arco en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra. Cuando traiga
nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco, y recordaré mi alianza
con ustedes y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir los
vivientes».
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 24)
Tus sendas, Señor, son misericordia y
lealtad.
Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en
tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y
Salvador. R.
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu
misericordia son eternas. Acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad,
Señor. R.
El Señor es bueno y es recto, y enseña el
camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su
camino a los humildes. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 3, 18-22
Queridos hermanos: Cristo murió por
los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para
conducirnos a Dios. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu,
fue devuelto a la vida. Con este Espíritu, fue a proclamar su mensaje a los
espíritus encarcelados que habían sido rebeldes en los tiempos de Noé, cuando
la paciencia de Dios aguardaba, mientras se construía el arca, en la que unos
pocos -ocho personas--se salvaron cruzando las aguas. Aquello fue un símbolo
del Bautismo que actualmente los salva a ustedes y que no consiste en limpiar
una sociedad corporal, sino en implorar de Dios una conciencia por la
resurrección de Cristo Jesús, Señor nuestro que llego al cielo, está sentado a
la derecha de Dios y se le sometieron ángeles, dominaciones y potestades.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 46
No solo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra
que sale de la boca de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos 1,12-15
En aquel tiempo, el Espíritu llevó a Jesús al
desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás;
vivía entre las fieras salvajes, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a
Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: «Se ha
cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: conviértanse y crean en el
Evangelios.
PLEGARIA UNIVERSAL
Recordemos a Dios su alianza con su pueblo e invoquemos su misericordia
en este tiempo de conversión y penitencia. Digamos R. Te rogamos, óyenos
1.- Por la Iglesia: que sea siempre señal de
la presencia, cercanía y amor fiel de Dios a todas las personas. Oremos al Señor. R.
2.- Por el Papa Francisco, nuestro obispo N.
y cuantos sirven al Evangelio, que manifiesten la misericordia que triunfa
sobre el juicio, y hagan creíble el mensaje del amor de Dios en nuestra
sociedad. Oremos al Señor. R
3.- Por nuestros gobernantes: que el Espíritu
Santo les ayude a implantar la paz y la justicia, y a defender los derechos
fundamentales de todas las personas. Oremos
al Señor. R.
4.- Por los campesinos y obreros sometidos a
sistemas y salarios injustos: que Cristo los fortalezca y les ayude a defender
sus derechos y ablande los corazones de quienes detentan el poder económico y
político. Oremos al Señor. R.
5.- Por los jóvenes: que le Señor suscite en
ellos el deseo de seguirlo con radicalidad, sin egoísmo ni mediocridad. Oremos al Señor. R.
Oh, Dios, ya que
has mostrado tu poder y tu fidelidad liberando a Noé de las aguas, compadécete
de tu pueblo, y escucha las oraciones que con fe te ha dirigido. Por Jesucristo
nuestro Señor.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Haz. Señor que muestra
vida responda a estos dones que van a ser ofrecidos y en los que celebramos el
comienzo de un mismo sacramento admirable. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Mt 4,4
No solo de pan vive el
hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Después de recibir el pan del cielo que
alimenta la fe, consolida la esperanza y fortalece el amor, te rogamos, Señor,
que nos hagas sentir hambre de Cristo, pan vivo y verdadero, y nos enseñes a
vivir constantemente de toda palabra que sale de tu boca. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 19: Lv 19, 1-2.11-18; Sal 18; Mt 25,
31-46
Martes 20: Is 55, 10-11; Sal 33; Mt 6, 7-15
Miércoles 21: Jon 3, 1-10; Sal 50; Lc 11, 29-32.
Jueves 22: 1P 5, 1-4; Sal 22; Mt 16, 13-19
Viernes 23: Ez 18, 21-28; Sal 129; Mt 5, 20-26.
Sábado 24: Dt 26, 16-19; Sal n118; Mt 5, 43-48.
Domingo 25: Gen 22, 1-2.9-13.15-18; Sal 115; Rm 8,
31b-34; Mc 9, 2-10.
COMENTARIOS A LA
SEGUNDA LECTURA
1 P 3, 18-22
1. BAU/MU-RS.
Acaba de decir el autor que "es preferible padecer por obrar el
bien, si ésta es la voluntad de Dios, que por obrar el mal" (v. 17).
Verdad que ilustra seguidamente con el ejemplo de Jesús, que ha de inspirar
siempre la conducta de los fieles.
Porque JC, siendo inocente, murió por los pecadores. De paso dice
también que JC murió una sola vez y una vez para siempre; es decir, que su
muerte fue de tal manera suficiente para reconciliarnos con Dios que ya no tuvo
necesidad de morir otra vez (cf. Hb 7. 27; 9. 26-28). Si los hombres son
incapaces de realizar de una vez por todas una acción verdaderamente
significativa y de valor eterno, Jesús ofreció en muerte un sacrificio de
perenne actualidad y de valor infinito.
v. 18b: Jc era hombre y por eso lo mataron; pero en él habitaba la
plenitud del Espíritu que da la vida y por eso resucitó (Rm 1. 4).
vv.19-20: Este versículo es, sin duda uno de los más oscuros de todo el
NT; pero sea lo que fuere de su interpretación exacta, parece cierto que aquí
se afirma la eficacia salvadora universal de la muerte y la resurrección de
Xto; que éste es el verdadero sentido del "descenso a los infiernos"
(cf. Rm 10. 7; Ef 4. 8-10). Muriendo por los pecadores, Jesús desciende hasta
el corazón del mundo, hasta las raíces, y lo renueva todo desde los cimientos.
Así Xto se constituye como un nuevo principio universal que beneficia incluso a
los que ya fueron y a los que serán.
vv. 21-22: La mirada retrospectiva hasta los días de Noé para mostrarnos
de alguna manera la extensión universal de la gracia de Cristo, le sirve al
autor de pretexto para hablarnos del bautismo cristiano; pues de la misma
manera que Noé fue salvado de la muerte, emergiendo con su arca sobre las
aguas, así somos nosotros salvados por el bautismo, en el que nacemos a la
nueva vida. El bautismo es el símbolo eficaz que nos enrola en la muerte y
resurrección de Cristo. Por esta participación en la muerte de Xto somos
recreados, regenerados y adquirimos una conciencia pura. Lo cual no sucede sin
la fe, sin la interpelación a Dios.
EUCARISTÍA 1985/09
2.- Por reconocer a Cristo como único Señor, el cristiano sufrirá
persecución (vs. 13-17). Pero ahí está el ejemplo de Cristo que ilumina nuestro
actuar: El sufrió la persecución del mundo, pero Dios le dio la corona del
triunfo (vs. 18-22).
Este texto es un esquemático símbolo de fe (cfr. I Cor. 15, 3ss): Cristo
sufre, recibe vida por el Espíritu, proclama la victoria, llega al cielo y está
sentado a la derecha de Dios. A este sucinto símbolo, Pedro añade,
probablemente basado en la apocalíptica judía tardía, un largo relato que no
debemos interpretar en su literalidad y que rellena el hueco de espacio
comprendido entre la muerte y la resurrección del Señor.
-En el símbolo se narra la exaltación de Cristo a través de la
humillación. Una de las afirmaciones más unánimes de todo el Nuevo Testamento
es que Cristo, siendo inocente, muere por los pecadores, y su muerte tiene un
valor soteriológico (1, 18 s; 2, 24 s.). El sufrimiento del inocente nos
acarrea la vida ya que nos ha abierto el camino hacia Dios (Rom. 5, 2; Ef 2, 18...).
La Iglesia testifica la exaltación de Jesús a la diestra del Padre (v. 24).
-En los vs. 19-20a, Cristo proclama la salvación a los espíritus
encarcelados. Afirmación de fe revestida de mucho elemento imaginativo. Estos
espíritus no son todos los justos del Antiguo Testamento que estaban en el
limbo, el texto sólo habla de los contemporáneos de Noé. No son justos
convertidos sino incrédulos encarcelados y la exégesis actual cree que el texto
hace alusión al castigo de los hijos de Dios de Gn. 6, 1-6, del que habla mucho
el libro de Enoc: no tomarán parte en el mundo futuro, y éste sólo debe
anunciarles sus desgracias.
J/INFIERNOS-DESCENSO La bajada de Cristo a los infiernos
requiere una explicación hermenéutica. Según la cultura de entonces, la muerte
del hombre se describe como una bajada al mundo subterráneo. Así se afirma su
muerte real. La actividad de Cristo en este mundo subterráneo es la afirmación
de que su poder redentor y soberano se extiende a todas las partes y a todos
los hombres de todos los tiempos. Y Cristo, por contraposición a Enoc, no
anuncia la desgracia sino la salvación a todos. El paso a través del agua del
diluvio es tipo de la salvación a través del agua del bautismo e implica el
compromiso de seguir a Jesús a pesar de la oposición del mundo. El bautismo es
prenda de nuestro triunfo, ya que nos hace participar en la resurrección de
Cristo (vs. 20b-21).
DABAR 1976/19
3.- Esta lectura está inspirada probablemente en un antiguo himno
bautismal que los primeros cristianos cantaban en el transcurso de la vigilia
pascual. Podría reconstruírselo de la siguiente manera:
(Cristo)
(conocido desde antes de la creación del mundo)
manifestado al final de los tiempos
(1 Pe. 3, 18),
llevado a la
muerte por la carne
(1 Pe. 3, 18),
vivificado por
el Espíritu
(1 Pe. 3, 18)
evangelizando a
los muertos
(1 Pe. 3, 19),
subido al cielo
(1 Pe. 3, 22),
sometiendo
potencias y dominaciones
(1 Pe. 3, 22).
Por lo demás, este himno sirve de fondo a otros muchos pasajes del Nuevo
Testamento: (Ef. 3, 7, 11; 2 Tim. 1, 9-11).
Se advertirá que estos versículos están agrupados de dos en dos. Los dos
primeros cantan la soberanía de Cristo sobre el tiempo: es el alfa y la omega.
Los dos siguientes cantan su vida sobre la tierra y su paso de la muerte a la
vida y su misterio de hombre de carne vivificada por el Espíritu. Los dos
últimos cantan su soberanía sobre el cosmos, puesto que se extiende desde la
morada de los muertos hasta el cielo.
El autor de la carta ha introducido en esta aclamación una breve
profesión de fe:
(creo en
Cristo)
que ha muerto (1 Pe. 3, 18a),
que ha resucitado (1 Pe. 3, 21 b),
que está a la diestra de Dios (1 Pe. 3, 22).
Después ha añadido una nota marginal sobre el sentido de la bajada a los
infiernos y del diluvio dentro de la perspectiva bautismal y pascual (1 Pe. 3,
20-31).
COSMOLOGIA/JUDIA: Desconocemos la verdadera finalidad de esa
bajada a los infiernos. Algunas tradiciones han querido ver en ello una
extensión del imperio del Señor al mundo inferior en el sentido de Ef. 1,
20-21; Col. 2, 15; 1 Pe. 3, 32, y sobre todo de Fil. 2, 10. La cosmología
hebrea distinguía tres planos en la creación: el cielo, la tierra, el infierno.
Cristo, entronizado como Señor merced a su Pascua, extiende simultáneamente su
imperio a esos tres planos.
Otras tradiciones ven en ello el eco de la solidaridad de la humanidad
en la salvación de Dios, de la que participan incluso los antiguos, muertos
antes de Cristo (Mt. 27, 52-53; Heb. 11, 39-40). En este último caso, el
argumento del autor sería este: la antigua economía de la salvación era
completamente ineficaz, puesto que tan sólo ocho personas se pudieron salvar
(v. 20) cuando el diluvio y fue necesaria la venida de Cristo a la tierra para
reparar ese desastre descendiendo para salvar a los demás, liberándolos del
infierno. El bautismo, por el contrario, participa a la vez del poder salvífico
de Cristo resucitado y puede salvar a la multitud.
El tema de la bajada a los infiernos plantea inmediatamente el problema
de las formulaciones antiguas de la fe y de su interpretación moderna. Ahora
bien: para que el Credo cristiano mencione esta bajada a los infiernos, es
necesario que el acontecimiento tenga un sentido e ilustre la situación del
hombre delante de Dios según Jesucristo.
J/INFIERNOS/MU. Que Jesús haya estado en los infiernos
significa en primer lugar que ha muerto realmente, puesto que el infierno es la
morada de los muertos. Cristo ha experimentado la condición humana en su
integridad; y sin embargo, es el Vivo que "retorna" de esa morada de
los muertos.
Pero la fe profundizó aún más su investigación. Si el Señor de la vida
desciende a los infiernos, lo hace activamente y su estancia allí presenta la
forma de una victoria sobre los espíritus: proclama su fracaso definitivo, y
materializa esa proclamación liberando a los hombres cautivos de esos poderes.
La fe no se pliega a una localización cualquiera del infierno: se trata
más de un estado que de un lugar. Además, el Nuevo Testamento que habla de la
bajada a los infiernos habla al mismo tiempo de subida a los cielos
(/Lc/23/43). Estas expresiones dicen en vocabulario cosmológico lo que hoy se
trata de decir en lenguaje antropológico: Cristo vive una experiencia de
intimidad con el Padre en la que compromete a quien quiera seguirle.
"Bajando a los infiernos", Cristo pone de manifiesto que el estado de
absoluto abandono del sheol ha sido reemplazado ahora por el estado de
intimidad con Dios.
MAERTENS-FRISQUE- NUEVA GUIA DE
LA ASAMBLEA CRISTIANA III
MAROVA MADRID 1969.Pág. 20-22
4.- Incuestionablemente este texto es muy difícil, uno de los más
oscuros de la Escritura, según decía ya Belarmino. En el v. 19 se encuentra la
palabra griega «kérussein», que es generalmente traducida por «predicar»;
valdría mejor traducirla por «hacer una proclamación», ya que se trata de la
«proclamación que Cristo hace de su victoria en su bajada a los infiernos»
(·DANIELOU-J, Sacramentum futuri).
¿Cómo concebir en los infiernos esta predicación de Jesús a los
destinatarios de quienes habla San Pedro, a los contemporáneos de Noé en particular?
«Entre los justos a quienes Jesús fue a visitar en los infiernos, junto a los
patriarcas, los profetas y los israelitas fieles toda su vida a la ley recibida
de Moisés, se encontraban los hombres que habían sido grandes pecadores, los
que no habían querido convertirse a la hora de la muerte bajo el efecto
terrorífico de las catástrofes, como la del diluvio en tiempo de Noé. Después
de su muerte, ellos habían experimentado las purificaciones necesarias; ahora
también ellos estaban preparados para escuchar la «predicación» de la Buena
Nueva: su próxima entrada en el cielo» (P. ·CHALLON-P en el art.: «Descenso a
los Infiernos» de Catholicisme, III, col. 659. ). Y Belarmino, preguntándose
por qué Pedro no habla de todos los pecadores, responde: «Cristo en los
infiernos predicó a todos los espíritus bien dispuestos; si son citados
expresamente los que fueron incrédulos en tiempo de Noé, ello se debe a que,
con relación a ellos, la duda de su salvación era mucho más grande». En el v.
21 se dice literalmente que el bautismo es el «anticipo» del diluvio, es decir,
la realidad figurada por él. BAU/DILUVIO San
Pedro establece una relación directa entre la salvación operada por el diluvio
y la salvación realizada en el bautismo.
Cada uno de nosotros es introducido, mediante su bautismo, en el tiempo
del juicio y de la salvación inaugurados por Cristo.
El paralelismo entre el diluvio y el bautismo es un tema predilecto de
los Padres de la Iglesia. También ellos conceden una especial significación a
la paloma que interviene al final del diluvio. También se encuentra,
efectivamente, una paloma en el momento del bautismo del Señor cuando el
Espíritu de Dios toma plena posesión del Mesías en el principio de su
ministerio. La paloma del diluvio lleva un ramo de olivo, símbolo de paz, de
esa paz que es obra del Espíritu; en cuanto al olivo, es de él de donde se
extrae el óleo, el óleo de las unciones. Muchos de los detalles del relato del
diluvio orientan también hacia las realidades de la vida cristiana. Así se
explica la abundante utilización que del diluvio hacen los Padres y la
explicación que dan de todos sus detalles.
NU/000008:San Pedro advierte que el diluvio acredita la
significación salvífica de la cifra ocho; es la misma significación que aparece
en la forma octogonal de todos los antiguos baptisterios, aquellos que fueron
construidos en los tiempos en que nuestros padres gustaban de plasmar la
doctrina en la arquitectura de sus iglesias (por ejemplo: Aix-en-Provence,
Florencia, Pisa, San Juan de Letrán...).
«La cifra ocho significa el octavo día, que es aquel en el que Cristo
resucitó, puesto que es el día siguiente al sábado, y del cual el domingo
cristiano era el sacramento perpetuo. Según esto, el cristiano entra en la
Iglesia precisamente por el bautismo administrado el domingo de Pascua, que es
el octavo día por excelencia. Así encontramos con mucha frecuencia el simbólico
bautismo-ogdoade (octavo. F. J. DOLGER ha demostrado que la forma octogonal de
los baptisterios estaba en relación con este simbolismo (Antike und
Christentum, IV, 3, pág. 82). Por todo ello la Carta de San Pedro toma la
imagen de la «octava» de Noé. DIA/OCTAVO «El
octavo día representa la resurrección de Cristo, que tuvo lugar el día
siguiente al sábado; representa al bautismo que es el comienzo de una época
nueva y el primer día de la nueva semana; él es, finalmente, la figura del
octavo día eterno, que sucederá al tiempo total del mundo. El día del Señor,
octavo y primero, inscribe en la liturgia cristiana de la semana este
simbolismo que aparece como uno de los más importantes de la Escritura, en
tanto que él se relaciona con las instituciones más santas... El está asociado
al tema «thelos-arché» (fin-principio) en un texto litúrgico del siglo III: «Tú
que hiciste venir sobre el mundo el gran diluvio por causa de la multitud de
los impíos, y que salvaste al gran Noé, con ocho personas en el arca, como fin
(«thelos») de las cosas pasadas y principio («arché») de las futuras
(BRIGHTMANN, Liturgies eastern western, I, p. 17).
·IRENEO-SAN (finales del siglo III) escribió de los agnósticos en su
Adversus haereses: «Ellos afirman que la economía del arca en el diluvio, en la
cual se salvaron ocho hombres, significa claramente la octava saludable» (I,
18; 645, B).
·AGUSTIN-SAN escribió hacia el año 400 en su Contra Faustum: «Si Noé
forma el número ocho con su familia es porque la esperanza de nuestra
resurrección se manifestó en Cristo, que resucitó de entre los muertos el
octavo día, es decir, el primer día después del séptimo que era el sábado; día
que era el tercero después de su pasión, pero que vino a ser, al mismo tiempo,
el octavo y el primero en el número de los días que forman la sucesión de los
tiempos» (cap. XV).
«El descanso del séptimo día se confunde con la Resurrección del octavo
día; este es el sublime y profundo misterio que se realiza en el sacramento de
nuestra regeneración, es decir, en el bautismo» (cap. XIX).
CIRCUNCISION/BAU:BAU/CIRCUNCISION:En el Antiguo Testamento,
la circuncisión tenía una eficacia mucho menor que la de los sacramentos; sin
embargo, bajo ciertos aspectos, ella representaba un papel comparable al del
bautismo: incorporación al pueblo de Dios, remisión de los pecados por razón de
la Alianza y de la fe, de las cuales ella es el signo, ruptura con el mal por
la vida. Es significativo que la circuncisión fuese administrada el octavo día.
·JUSTINO-SAN escribió hacia el 155 en su Diálogo con Trifón (41 4): «El
precepto de la circuncisión, que ordena circuncidar sin excepción a todos los
niños el octavo día, era el tipo de la circuncisión verdadera que nos
circuncida del error, de la maldad, por medio de Aquel que resucitó de entre
los muertos el primer día de la semana, Jesucristo nuestro Señor: porque el
primer día de la semana, siendo el primero de todos los días, contando de nuevo
después de él todos los días de la semana, es llamado el octavo sin dejar por
ello de ser el primero».
L. HEUSCHEN - LA BIBLIA CADA
SEMAN EDIC. MAROVA / MADRID 1965.Pág 180 ss.
Algunos santos del Antiguo Testamento, juntamente con Jonás,
experimentaron esta «bajada a la fosa»: José a la cisterna (Génesis XXXVII,
6-24); Daniel a la fosa de los leones (Dan. XIV. 28- 42); Jeremías a la
cisterna (Jr. XXXVIII). El descendimiento a la fosa representa, material y simbólicamente,
el descendimiento a la nada, al trasfondo de la pobreza humana.
Ahora bien, cada vez que un pobre de Dios desciende a esta fosa es para
ser liberado: la fosa de la muerte viene a ser, de este modo la primera etapa
de la renovación de la vida y la condición esencial de la salvación de Dios.
Cristo desciende a los infiernos: esto equivale a afirmar que El repara a su
costa la miseria humana en lo que tiene de más profundo, pero he ahí también lo
que significa la vida nueva y la liberación que el Padre otorga a los suyos,
sumergidos en la fosa.
XTO-MU/REVOLUCION-COSMICA
La cosmogonía judía distinguía, en el conjunto de la creación tres mundos bien
distintos y sin ninguna relación entre sí: el cielo, o mundo de «arriba»; la
tierra, o mundo de los hombres; las «aguas inferiores», o mundo de los muertos.
Cada uno tenía sus límites infranqueables. Cristo, mediante su muerte y su
resurrección, trastorna por completo estos compartimientos de la creación. En
verdad, El aparece como el nuevo creador que une los cielos, la tierra y los
abismos en un solo mundo animado por El. El rompe, en efecto, las fronteras que
separaban tierras y abismos, e inmediatamente después de su retorno de los
infiernos, El reunió el cielo y la tierra mediante su ascensión. Los primeros
cristianos, en nombre de esta revolución cósmica, que solamente el Creador
podía realizar, y en el orgullo de la recobrada unidad del mundo, compusieron
el himno de la unidad en torno al nombre de Cristo, según nos relata San Pablo
(3) en la Carta a los Filipenses (II, 10-11).
L. HEUSCHEN - LA BIBLIA CADA
SEMANA
EDIC. MAROVA/MADRID 1965.Pág 191 s.
6.- EI descenso a los infiernos como término profundo del caminar del
Mesías y su rebote sobre este fondo hacia la altura de los cielos en la Gloria
constituyen las afirmaciones esenciales de la predicación apostólica (la
kerigmática).
Santo Tomás afirma que Cristo debía tomar sobre sí todos los estados del
castigo proveniente del pecado. «De la misma manera que El murió para librarnos
de la muerte, así también descendió a los infiernos para librarnos del
infierno» (III, q. 52, ad 1). «De la misma manera que el cuerpo de Cristo,
estando todo él localmente bajo la tierra, no conoció la corrupción que es el
destino común de todos los demás cuerpos, así también el alma de Cristo
descendió localmente a los infiernos no para soportar allí un castigo, sino más
bien para librar a los demás del castigo» (Compendium theologicum, 225).
«Cristo descendió a los infiernos. Su estado de «viviente» en cuanto al
Espíritu (I Pe. III, 18) no le permitió permanecer allí. El anuncia su victoria
de «viviente» sobre la muerte, y comunica su vida a los que son dignos de
recibirla. Como primicias de los que duermen (Col. I, 18), El resucita de entre
los muertos, sale el primero de la estancia tenebrosa que El vino a inundar de
luz, y arrastra en su seguimiento a los que conmovió. A algunos de éstos les
permite ascender a la ciudad santa (Mt. XXVII, 52-53: «Se abrieron los
monumentos y muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron y, saliendo
de los sepulcros, después de la resurrección de El, vinieron a la ciudad santa
y se aparecieron a muchos»), reforzando así con su testimonio el de Cristo que
se aparecía El mismo glorioso y resucitado».
L. HEUSCHEN - LA BIBLIA CADA
SEMANA
EDIC. MAROVA/MADRID 1965. pág 193
Una vez más, en 1 Pe encontramos un entrelazado de motivos dogmáticos y
de exhortaciones: la pasión y la glorificación de Cristo, aparte de dar sentido
a nuestro bautismo, son la luz que debe iluminar nuestro sufrimiento y nuestra
muerte. Por eso es necesario que vivamos atentos en espera del fin de todas las
cosas, que ya se acerca.
En el fragmento cristológico de hoy hay expresiones enigmáticas y
referencias oscuras: la predicación a «los espíritus encarcelados que
antiguamente fueron rebeldes» (19-20). Pero es claro lo que el autor quiere
subrayar: incluso la muerte ha quedado sometida al Cristo glorificado. En frase
de Melitón de Sardes, «yo he destruido la muerte y he triunfado del enemigo, he
pisoteado al hades, he atado al fuerte y he hecho al hombre llegar a lo alto
del cielo». El dominio de Cristo sobre la muerte es uno de los motivos
centrales y más importantes del NT. Ahora bien: nuestro autor enlaza
íntimamente la destrucción del poder de la muerte con el bautismo. Lo mismo
hace Pablo en /Rm/06/03-05: «¿Habéis olvidado que a todos nosotros, al
bautizarnos vinculándonos a Cristo Jesús, nos bautizaron vinculándonos a su
muerte? Luego aquella inmersión que nos vinculaba a su muerte nos sepultó con
él, para que, así como Cristo fue resucitado de la muerte por el poder del
Padre, también nosotros empezáramos una vida nueva. Además, si hemos quedado
incorporados a él por una muerte, semejante a la suya, también lo estaremos por
una resurrección semejante».
Ante la convicción del NT hemos de preguntarnos hasta qué punto forma
parte de nuestra experiencia cristiana la superación del misterio de la muerte,
hasta qué punto nos ha hecho nuestra fe pasar de la muerte a la vida y ha
quitado a la muerte su aguijón. El misterio salvífico no queda como una
experiencia paralizada al pie de la cruz. Ha de pasar por la resurrección y por
el Espíritu, que hace que todo empiece nuevamente a cada instante.
ORIOL TUÑI - LA BIBLIA DIA A DIA
- Comentario exegético a las lecturas de
la Liturgia de las Horas - Ediciones
CRISTIANDAD.MADRID-1981.Pág. 582 s.
PROPUESTA DE CANTOS I DOMINGO DE CUARESMA
- CICLO B - (18 DE FEBRERO 2024)
TEMA: “EL HIJO DEL HOMBRE TIENE POTESTAD
EN LA TIERRA PARA PERDONAR PECADOS”
01.- NOS HAS LLAMADO AL DESIERTO
(Antonio Alcalde)
NOS HAS LLAMADO
AL DESIERTO,
SEÑOR DE LA
LIBERTAD
Y ESTÁ EL
CORAZÓN ABIERTO
A LA LUZ DE TU
VERDAD.
SUBIMOS CON
ESPERANZA
LA ESCALADA
CUARESMAL
EL PUEBLO DE
DIOS AVANZA
HASTA LA CUMBRE
PASCUAL.
Tu pueblo,
Señor, camina
desde la aurora
al ocaso
a tu Pascua se
encamina
y te sigue, paso
a paso.
Señor, te
reconocemos
y tu Palabra
escuchamos,
tus caminos
seguiremos
y tu ley de amor
cantamos.
Se acerca,
Señor, tu día
en el que todo
florece
con su luz y su
alegría
ya el camino,
resplandece.
02.- EXODO Y LIBERACION
Peregrino, ¿a dónde vas? Si no sabes a
dónde ir.
Peregrino por un camino que va a
morir.
Si el desierto es un arenal, el desierto de
tu vivir.
¿Quién te guía y te acompaña en tu soledad?.
SÓLO ÉL MI DIOS, QUE ME DIO LA LIBERTAD.
SÓLO ÉL MI DIOS, ME GUIARÁ.
Peregrino que a veces vas sin un rumbo en
tu caminar,
peregrino que vas cansado de tanto andar.
Buscas fuentes para tu sed y un rincón para
descansar,
vuelve amigo que aquí en Egipto lo
encontrarás.
03.- ESTE ES EL MOMENTO
Este es el momento de alegrar la mesa
con el vino y con el pan,
que consagraremos
y que ofreceremos
y que hemos de comulgar.
Este es el momento de llegar confiados
a la mesa del altar,
porque tu palabra vivificadora
nos acaba de llamar.
PADRE DE JESÚS BENDICE
LO QUE PRESENTAMOS HOY,
Y QUE AL PREPARAR TÚ MESA
SE RENUEVE EL GOZO
DE SABER TU AMOR. (BIS).
Pan de nuestras vidas,
pan de nuestras manos,
pan de nuestra juventud.
pan que hoy entregamos
juntos como hermanos
en señal de gratitud.
Vino de la
tierra buena y generosa,
vino que
ofrecemos hoy,
lleva nuestras
luchas,
lleva nuestras
penas,
lleva nuestra
sed de amor.
04.- ACEPTA SEÑOR EL VINO Y EL PAN
(Joaquín Madurga)
ACEPTA, SEÑOR, EL VINO Y EL PAN,
CON ELLOS TRAEMOS LA OFRENDA A TU ALTAR.
Sobre el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:
el abrazo sincero al hermano
perdonándonos nuestras ofensas.
Sobre el Altar, Señor, va
nuestra ofrenda:
trabajar por un mundo más justo
de igualdad y concordia
fraterna.
05.- HAMBRE DE DIOS (J.A. Espinoza)
NO PODEMOS
CAMINAR CON HAMBRE BAJO EL SOL;
DANOS SIEMPRE EL
MISMO PAN,
TU CUERPO Y
SANGRE, SEÑOR.
Comamos todos de
este pan,
el pan de la
unidad;
En un cuerpo nos
unió el Señor,
por medio del
amor.
Señor, yo tengo
sed de Ti,
sediento estoy
de Dios,
Pero pronto
llegaré a ver
el rostro del
Señor.
Por el desierto
el pueblo va
Cantando su
dolor
En la noche
brillará tu luz
Nos guía la
verdad.
06.- DIOS ES FIEL (Alberto Taule)
Dios es fiel,
guarda siempre su Alianza.
Libra al pueblo
de toda esclavitud.
Su Palabra
resuena en los profetas
reclamando el
bien y la virtud.
Pueblo en marcha
por el desierto ardiente:
horizontes de
paz y libertad.
Asamblea de Dios
eterna fiesta;
tierra nueva
perenne heredad.
Si al mirar
hacia atrás somos tentados
de volver a
Egipto seductor
el Espíritu
empuja con su fuerza
a avanzar por la
vía del amor.
El maná es un
don que el cielo envía
pero el pan hoy
se cuece con sudor.
Leche y miel nos
dará la tierra nueva
si el trabajo es
fecundo y redentor.
Y Jesús nos dará
en el Calvario
su lección:
'Hágase tu voluntad'.
Y su sangre
vertida por nosotros
será el precio
de nuestra libertad.
07.- A DONDE IRE SEÑOR
1.- Maravilloso
Dios, maravilloso Dios,
que te haces
presente, cuando te llamo yo,
antes de que yo
te hable, tú Señor lo sabes todo,
maravilloso Dios
por siempre te amaré. (2v.)
¿A DÓNDE IRÉ
SEÑOR SI TÚ NO ESTÁS?,
¿A DONDE IRE
SEÑOR SI TU ME FALTAS?,
¿A DONDE IRE
SEÑOR SI TU NO ESTAS?,
¿A DONDE IRE
SEÑOR SI TU NO ESTAS?
2.- Maravilloso
Dios, maravilloso Dios,
tú conoces mi
vida, conoces mi corazón,
antes de que yo
te pida, tú Señor lo sabes todo,
Maravilloso Dios
por siempre te amaré. (2v.)
3.- Maravilloso
Dios Maravillosos Dios,
tú conduces mis
pasos hacia mi salvación,
antes de que yo
te hable tú Señor lo sabes
todo,
Maravilloso Dios por siempre te amaré. (2v.)
08.- MARIA, LA MADRE BUENA (Kairoi)
Tantas cosas en
la vida nos ofrecen plenitud,
y no son más que
mentiras que desgastan la inquietud
Tú has llenado
mi existencia al quererme de verdad
yo quisiera
Madre Buena amarte más.
En silencio
escuchabas la palabra de Jesús
y la hacías pan
de vida meditando en tu interior,
la semilla que
ha caído ya germina y está en flor
con el corazón
en fiesta cantaré.
AVE MARÍA, AVE
MARÍA
AVE MARÍA, AVE
MARÍA
Desde que yo era
muy niño has estado junto a mi
y guiado de tu
mano aprendí a decir si
Al calor de la
esperanza nunca se enfrió mi fe
en la noche más
oscura fuiste luz.
No me dejes
Madre mía, ven conmigo a caminar
y quiero
compartir mi vida y crear fraternidad
muchas cosas en
nosotros son el fruto de tu amor
la plegaría más
sencilla cantaré.
AVE MARÍA, AVE
MARÍA
AVE MARÍA, AVE
MARÍA
09.- NUEVA CREACION
CAMINA,
PUEBLO DE DIOS,
CAMINA,
PUEBLO DE DIOS,
NUEVA LEY,
NUEVA ALIANZA
EN LA
NUEVA CREACIÓN.
CAMINA
PUEBLO DE DIOS.
CAMINA
PUEBLO DE DIOS.
Mira allá
en el Calvario,
en la
roca hay una cruz,
muerte
que engendra la vida,
nuevos
hombres, nueva luz.
Cristo
nos ha salvado
con su
muerte y resurrección.
Todas las
cosas renacen
en la
Nueva Creación.
Cristo
toma en su cuerpo,
el
pecado, la esclavitud;
al
destruirlos nos trae
una nueva
plenitud.
Pone en
paz a la gente,
a las
cosas y al Creador.
Todo
renace a la vida
en la
Nueva Creación.
Cielo y
tierra se abrazan,
nuestra
alma halla el perdón.
Vuelven a
abrirse los cielos
para el
hombre pecador.
¡Israel
peregrino,
vive y
canta tu redención.
Hay
nuevos mundos abiertos
en la
Nueva Creación!
10.- HOMBRES NUEVOS (J.A. Espinoza)
¿DANOS
UN CORAZÓN GRANDE PARA AMAR
DANOS UN CORAZÓN FUERTE PARA LUCHAR
Hombres nuevos creadores de la historia
constructores de nueva humanidad.
Hombres nuevos que viven la existencia
como riesgo de un largo caminar.
Hombres
nuevos luchando en esperanza
caminantes sedientos de verdad.
Hombres nuevos sin frenos ni cadenas
hombres libres que exigen libertad.
Hombres
nuevos amando sin fronteras
por encima de razas y lugar.
Hombres nuevos al lado de los pobres
compartiendo con ellos techo y pan.