“LLEGA EL ESPOSOS,
SALGAN A RECIBIRLO!.”
COMENTARIO
Podemos imaginar a diez doncellas de honor con sus vestidos
alegres, sus sonrisas, el novio algo serio, la novia radiante, pero, una
palabra dura viene a deshacer los sueños: cinco de aquellas muchachas eran
“necias”. El proyector quedará fijo sobre ellas e irá detallando con crueldad
su falta de sentido común. Inútil hacer preguntas sobre las cinco “sensatas”
que se niegan brutalmente a compartir su aceite: no es ese el problema. Una
parábola traza su camino sin preocuparse de los elementos que no enlazan.
Intentemos así ir directamente a la elección de ese aceite
que escasea, ¿Qué falta corre el peligro
de hacer de nosotros unos hombres necios?.
El necio de la parábola es el cristiano que había partido
bien, pero que no se ha fijado en las distancias, que cae de nuevo enseguida en
su vida vulgar, poco evangélica. Las cinco necias representan los alientos
cortos, la gente desarmada ante las esperas y la duración del tiempo. Corren el
peligro de verse asustadas ante el grito repentino: “¡Qué llega el novio!.
Salgan a recibirlo.
Uno piensa sin embargo en ese encuentro final. Se sabe que
para que tengan éxito hay que encontrar ya a Jesús aquí abajo, en la oración,
en la eucarística, en el evangelio, en los sacramentos del hermano (Mt 25, 40).
Pero todas esas cosas cuestan, y se dan largas sin fin: “Mañana empezaré en
serio”. ¡Se cree uno dueño del tiempo!.
Incluso cuando durante un retiro, bajo el choc de un
acontecimiento o de un testimonio desconcertante, tenemos un fuerte encuentro
con Jesucristo, no escuchamos bastante su advertencia urgente y casi ansiosa,
ya que nos conoce muy bien: “¡Vigilen!” ¡Vigilen!. Que no saben el día ni la
hora”.
¿Hay que pensar entonces tan sólo en esa hora? No,
estar dispuesto ante el gran grito es vivir lo más intensamente posible lo que
uno está viviendo. La espiritualidad del presente”, o sea el bueno uso de la
vida cotidiana, nos convierte en los mejores candidatos para el encuentro.
Sentido evangélico del tiempo: el aceite para mañana se compra hoy. Hay que
tener valentía para vivir a pleno tiempo el evangelio, sea cual fuere la
duración de ciertos períodos difíciles.
Si no.. Hay que llegar hasta el fondo de estas bodas
tristes, aplastar las narices contra el portón cerrado, escuchar las palabras
más duras todavía que aplastan toda esperanza: “No los conozco”. El último día,
Jesús no podrá reconocer más que a “los suyos” a los que hayan intentado ser
una luz de evangelio sin descanso, reponiendo constantemente su provisión de
aceite.
Si este tremendo “no les conozco” no impresiona tal
como Jesús quiere que nos impresione, reflexionemos sobre los dos
comportamientos, el de las sensatas y el de las necias. ¿Dónde está nuestra
lámpara?.
R.P. Roland Vicente Castro
Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA
Sal 87,3
Llegue hasta ti mi suplica, inclina
tu oído a mi clamor, Señor.
ORACION COLECTA
Dios
de poder y misericordia, aparta, propicio de nosotros toda adversidad, para
que, bien dispuestos cuerpo y espíritu, podamos aspirar libremente a lo que te
pertenece. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del Libro de la Sabiduría
6, 12-16
Radiante e inmarcesible es la
sabiduría; fácilmente la ven los que la aman y la encuentran los que la buscan.
Se anticipa a darse a conocer a los
que la desean.
Quien temprano la busca no se
fatigará, pues a su puerta la hallará sentada.
Pensar en ella es prudencia
consumada, y quien vela por ella, pronto se verá sin afanes. Ella misma busca
por todas partes a los que son dignos de ella; en los caminos se les muestra
benévola y les sale al encuentro en todos sus pensamientos.
SALMO
RESPONSORIAL (62)
Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.
Oh
Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne
tiene ansia de ti, como tierra reseca, agotada, sin agua. R.
¡Cómo
te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria!. Tu gracia vale
más que la vida, te alabarán mis labios. R.
Toda
mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré como de
enjundia y de manteca y mis labios te alabarán jubilosos. R.
En
el lecho me acuerdo de ti y velando medito en ti, porque fuiste mi auxilio, y a
la sombra de tus alas canto con júbilo. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del Apóstol
San Pablo a los Tesalonicenses 4,
13-17
Hermanos: No queremos
que ignoren la suerte de los difuntos para que no se aflijan como los hombres
sin esperanza.
Pues si creemos que
Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo a los que han muerto en Jesús,
Dios los llevará con él.
[Esto es lo que os
decimos como Palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para su
venida, no aventajaremos a los difuntos.
Pues él mismo, el Señor,
a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y
los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar.
Después nosotros, los
que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del
Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor.
ACLAMACION
ANTES DEL EVANGELIO Mt 24, 42ª.44
Aleluya. Estén vigilantes y preparados, porque a la
hora que menos piensen viene el Hijo del Hombre. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 25, 1-13
En
aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos
se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al
esposo.
Cinco
de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas,
se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con
las lámparas.
El
esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A
medianoche se oyó una voz: «¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!».
Entonces
se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y
las necias dijeron a las sensatas: «Dennos un poco de su aceite, que se nos
apagan las lámparas.».
Pero
las sensatas contestaron: «Por si acaso no hay bastante para ustedes y
nosotras, mejor es que vayan a la tienda y se lo compren.».
Mientras
iban a comprarlo llegó el esposo y las que estaban preparadas entraron con él
al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las
otras doncellas, diciendo: «Señor, señor, ábrenos.».
Pero
él respondió: «Se lo aseguro: no los conozco.».
Por
tanto, velen, porque no saben el día ni la hora.
PLEGARIA UNIVERSAL
Dirijamos nuestras suplicas al Padre de la vida como hijos que se
abandonan a su ternura con filial confianza: R. Te lo pedimos, Padre, fuente
de la vida.
1.-
Por el Papa y los que animan nuestra fe: para que impulsados por el fuego del Espíritu,
nos sigan animando a mantener abierto y pronto el corazón para acoger al Señor,
que llegara sin avisarnos previamente. Roguemos al Señor. R.
2.-
Por las comunidades y cada uno de sus miembros: para que estén atentos para
acoger al Señor, que el momento oportuno nos ofrece consuelo y fortaleza para
superar las pruebas de la vida. Roguemos al Señor. R.
3.-
Por las familias más vulnerables y sufridas: para que en la solidaridad de
vecinos, amigos y conocidos, sientan que Dios nunca los abandona. Roguemos
al Señor. R.
4.- Por nuestros niños y jóvenes desorientados
y expuestos a la influencia del mal: para que encuentren comprensión y apoyo en
los mayores y sintiéndose sinceramente amados, se dejen ayudar. Roguemos
al Señor. R.
5.-
Por los que con heroísmo siguen cuidándola salud y la vida de todos: para que
tengan los espacios necesarios de recuperación y sientan el apoyo de sus
superiores, familiares y amigos. Roguemos al Señor. R.
6.-
Por todos nosotros: para que sostenidos por la fe, sintamos la cercanía del
Señor que sufre con nosotros y nos
sostiene enn esta larga prueba y de este modo podamos apoyar a quienes se
sienten desfallecer. Roguemos al Señor. R.
Padre bueno, lleno de compasión y de ternura, dejamos en tu
corazón y en tus manos providentes nuestros agobios y necesidades porque
estamos seguros de tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con bondad, Señor los sacrificios que te presentamos para que
alcancemos con piadoso afecto lo que actualizamos sacramentalmente de la pasión
de tu Hijo. El que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTIFONA DE COMUNION Sal 22, 1-2
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace
recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas.
ORACION
DESPUES DE LA COMUNION
Alimentados con este don sagrado,
te damos gracias, Señor, invocando tu misericordia, para que, mediante la
acción de tu Espíritu, permanezca la gracia de la verdad en quienes penetro la
fuerza del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.
PALABRA
DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 09: Ez 47,
1-2.8-9.12; Sal 45; Jn 2, 13-22.
Martes 10: Tit 2,
1-8.11-14, Sal 36, Lc 17, 7-10.
Miércoles 11: Tit 3,
1-7; Sal 22; Lc 17, 11-19.
Jueves 12. Flm 7-20; Sal
145; Lc 17, 20-25.
Viernes 13: Jn 4-9; Sal
118; Lc 17, 26-37.
Sábado 14: Jn 5-8; Sal
111, Lc 18, 1-8.
Domingo 15: Prov 31,
10-13. 19-20. 30-31; Sal 127; Te 5, 1-6.; Mt 25, 14-30.
COMENTARIOS
AL EVANGELIO
Mt 25, 1-13
1.- Comenzamos a leer hoy el cap. 25 de Mt, que terminaremos dentro de
15 días, en la solemnidad de Xto Rey. Para situar la parábola de hoy en su
ambiente, citamos estas palabras de J. Jeremías: "Después de que el día se
ha pasado en bailes y otras diversiones, tiene lugar la cena de la boda después
de la caída de la noche. A la luz de las antorchas es conducida luego la novia
a la casa del esposo. Finalmente un mensajero anuncia la llegada del esposo,
que hasta entonces ha tenido que permanecer fuera de la casa; las mujeres dejan
a la novia y van con antorchas al encuentro del esposo... La demora está
ocasionada por el regateo sobre los regalos a los parientes más cercanos a la
novia... El punto cumbre de las fiestas de la boda es la entrada del novio en
la casa" (Las parábolas de Jesús, pag. 210-211). (...)
La mejor explicación de la actitud que se expresa con el hecho de velar
nos la dan las dos parábolas restantes de Mt 25.: una vida de fidelidad al don
recibido y de servicio a los demás, especialmente a los pequeños (cf. evangelio
del próximo domingo y de Xto Rey). Dentro del ministerio de Jesús, la parábola
debió tener una primera aplicación. Con él se ha hecho presente el Reino de
Dios, él es el Esposo que invita a la fiesta de bodas y esto exige una
respuesta personal antes de que se cierre la puerta. La comunidad de Mt y la
Iglesia de todos los tiempos se sirve también de ella para reforzar su llamada
-siempre urgente- a tomar una decisión ante Xto y a vivir de tal manera que se
esté a punto de recibirle en cualquier momento y a recibirlo en cada hermano.
J. ROCA - MISA
DOMINICAL 19/81/21
2. OMISIÓN.NEUTRALIDAD. EL TEÓRICO
"NO HACER NADA MALO" ES TAMBIÉN UNA MANERA DE HACER EL MAL.ALGO ASÍ
COMO EL NEGAR AUXILIO EN CARRETERA.
Las cinco jóvenes poco previsoras reciben una dura sentencia
condenatoria sin haber hecho nada malo. Ni siquiera maltrataron a los criados,
como el mayordomo infiel. Tropezamos aquí con el tema clásico de la omisión y
la neutralidad. El teórico "no hacer nada malo" es también una manera
de hacer el mal. Algo así como el negar auxilio en carretera. Es no dar de
comer al hambriento, es no vestir al desnudo. La neutralidad no existe. Todos
estamos siempre comprometidos. Lo importante es saber con qué o con quién.
EUCARISTÍA 1990/52
3. I/SANTA-PECADORA: DIEZ VÍRGENES,
NECIAS Y SENSATAS, IMAGEN DE LA IGLESIA ANTES DE LAS BODAS.
Los primeros cristianos han querido ver a la Iglesia-esposa en las diez
vírgenes, tanto las prudentes como las necias, pues la Iglesia, antes que las
bodas se celebren, está compuesta de buenos y pecadores; en este sentido esta
parábola tiene mucha semejanza con la red que recoge toda clase de peces,
buenos y menos buenos (Mt 13, 48), a la sala de banquetes donde se reúnen
justos y pecadores (Mt 22. 10), al campo, donde crecen tanto la buena como la
mala semilla (Mt 13. 24-30). La Iglesia es, pues, semejante a un cortejo de
hombres que caminan hacia el Señor; de ellos, unos tienen encendidas las
lámparas de su vigilancia, mientras que los restantes no se preocupan de
alimentar su fe. Los primeros procuran vivir sin dispersar su atención en mil
cosas fútiles, ya que han escogido a Cristo y ponen los medios necesarios para
permanecer fieles a Él; los otros se contentan con una pertenencia al grupo de
los creyentes puramente sociológica. La discriminación sólo se hará al término
del periplo de la Iglesia sobre la tierra, en el día de las nupcias de Cristo
con la humanidad que permanezca fiel.
MAERTENS-FRISQUE
- NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA VII - MAROVA MADRID 1969.Pág. 251 s.
4.- La primera impresión que produce la lectura de la parábola de las
vírgenes prudentes y necias es un interrogante: ¿qué pasaría si las prudentes
hubieran prestado el aceite y todas tuvieran las lámparas encendidas?, ¿castigaría
el Buen Dios a las que compartieron el aceite? Si Jesús quisiera decir eso que
pensamos a primera vista habría que hablar de una contradicción y constatar
inmediatamente que el mismo Jesús nos manda multitud de veces repartir nuestro
aceite.
La conclusión es fácil: Jesús está hablando de alguna exigencia que no
se puede resolver con aceite prestado. Tanto en el mundo de la fe como en el de
la realidad humana hay multitud de valores que son ardua adquisición o no se
tienen.
ACEITE/SB: El
aceite y la lámpara encendida significan aquí algo personal e intransferible,
que forma parte de la propia identidad, que está o no está en toda la biografía
personal. Sin eso que aquí se significa, el hombre no es hombre, el hombre es
irreconocible incluso para Dios: "no os conozco".
¿Qué significa tener aceite y tener lámparas encendidas? La liturgia
sugiere una cierta identidad entre el aceite de la parábola y la Sabiduría (Sb
6. 13-17), y entre las lámparas apagadas y la aflicción desesperada ante la
muerte (1 T 4. 13-17). Según esto, Dios no podría hacer nada por un hombre sin
luz y sin esperanza, y esto no porque a Dios le falte misericordia, sino por la
imposibilidad radical de poder llamar hombre a una vida sin luz y sin sentido.
Sólo nos queda una salida: o afirmamos que no hay hombres sin luz,
aunque sea mínima, o aceptar que si nos faltara ese mínimo estaríamos
inevitablemente excluidos de la fiesta del Padre. De vigilar esa seria
posibilidad que pesa sobre cada uno de nosotros nos habla la liturgia de estos
domingos.
¿Se puede ser optimista? Parece que sí; no por lo fácil que pueda
parecer tener luz, sino porque Dios nos hizo heridos y marcados por ella. Lo
leemos hoy: "La sabiduría se anticipa a darse a conocer a los que la
desean...", "ella busca por todas partes a los que son dignos de
ella".
JAIME CEIDE -
ABC/DIARIO - DOMINGO 11-11-90/Pág. 95
5. PARUSIA/FUTURO:
El texto responde a una concepción de la peripecia humana con final en
sintonía divina. Se trata de una concepción GLOBAL de la historia, de su sentido
y dirección. Como tal concepción global no se la puede reducir ni confundir con
la muerte individual de las personas. El desconocimiento del día y de la hora
no se refiere al hecho de nuestra muerte, de la que tampoco conocemos el
momento. La venida del Hijo del hombre no tiene nada que ver con el día de
nuestra muerte. Resulta, pues, totalmente desfasado interpretar la invitación a
velar como una invitación a estar preparados para la muerte.
El texto no encierra tremendismos ni terrores, sino una concepción
religiosa y positiva de la historia. El acontecer humano tiene sentido y se nos
invita a vivir sabiendo que lo tiene. Por aquí va la invitación a velar.
El riesgo que hoy corremos, tal como lo empezaban a correr los
contemporáneos de Mateo, es el pensar que el futuro divino se demora porque tal
futuro no existe. Por aquí va uno de los problemas del hombre contemporáneo. De
ahí su convulsivo aferramiento al goce del presente. El texto de hoy nos invita
a salir de ese aferramiento limitante, estéril y falto de horizonte. El asunto
es grave y ciertamente muy complejo. Pero el discípulo de Jesús debe
caracterizarse, entre otras cosas, por vivir sabedor del horizonte que arranca
en Dios.
ALBERTO BENITO
- DABAR/90/55
6.- La parábola es una llamada a nuestra responsabilidad. Precisamente
porque sabemos que el Padre nos invita a la gran fiesta, no tenemos que
dejarnos perder la "sabiduría radiante" que, como dice la 1a.lectura
es "inmarcesible; fácilmente la ven los que la aman y la encuentran los
que la buscan".
Esta celebración de hoy tiene que ensanchar nuestro corazón y ahondar
nuestro gozo de sabernos llamados al gran banquete de bodas: ya estamos en la
casa de la novia con las lámparas encendidas, pero aún no ha llegado el novio.
Entretanto la Eucaristía tiene que multiplicar y renovar, cada domingo, el
aceite de nuestras lámparas, la verdadera sabiduría, que es JC. Y al mismo
tiempo tiene que ser una intimación y una llamada -que bien necesitamos- a la
responsabilidad de nuestra vida cristiana.
Recordemos otra palabra de Jesús: "Que así resplandezca vuestra luz
ante los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro
Padre del cielo" (Mt 5. 16). Es así como tenemos que esperar al Señor:
encendidas las lámparas de nuestras buenas obras.
J. TOTOSAUS -
MISA DOMINICAL 1978/20
7.- El hecho de que las sensatas no den parte de su aceite significa que
la actitud que ellas representan no puede adquirirse sin preparación, sino que
tiene su precio.
El hecho de que el Señor no les abra la puerta significa que las necias
no pueden en realidad entrar en la sala del banquete; es algo parecido a lo que
sucede con un profano en música, que no puede "entrar" en una
sinfonía, sino que siempre se quedará fuera de ella, a pesar de lo que puedan
desear los músicos (Mt 11, 17)