“DIOS HARÁ JUSTICIA A LOS QUE LE INVOCAN”
COMENTARIO
La parábola encaja muy bien en la
situación de aquellos tiempos en los que la viuda realmente era el prototipo de
una existencia en soledad y desamparo, y en los que abundaba la siniestra
figura del juez venal. En Ex 22, 22-24 se dice que Dios escucha el clamor de
las viudas y sale en su defensa contra los que abusan de ellas; los profetas
denunciaron frecuentemente la corrupción de la justicia (Am 5,7.10-12). La
viuda de esta parábola no tiene en principio posibilidad alguna de ser
escuchada por el juez injusto, pero insiste hasta que el juez cede, aunque no
sea más que para desembarazarse de ella. Es importante hacer notar que lo que
pide esta viuda es justicia. También la oración de los elegidos de Dios es una
oración para pedir a gritos, día y noche, justicia.
Si un juez inicuo no puede resistir
la demanda insistente de una viuda desamparada, con mayor razón Dios, que es
bueno, escuchará a los elegidos que le piden justicia. Ahora bien, no se puede
pedir insistentemente justicia a Dios si no se lucha igualmente con insistencia
para establecer entre los hombres la justicia.
Una vida de oración sólo es posible cuando hay fe. Con su pregunta
abierta, Jesús nos amonesta para que mantengamos la fe hasta el último día.
Entonces, en el día del Señor, comprenderemos que Dios no es un sordomudo ante
los gritos de los justos que le piden justicia, comprenderemos que si ahora
calla es tan sólo porque nos escucha y espera darnos al fin la respuesta
definitiva. Discutir sobre nuestras oraciones no escuchadas es por otra parte
tan inútil como quedarse en teorías, pues se trata de algo vivido. Se puede y
se debe discutir, pero sobre experiencias de oración.
Mientras tanto, la lucha que los
hombres fieles mantienen sin descanso por una mayor justicia en el mundo es en
cierto sentido una respuesta de Dios.
R.P. Roland Vicente Castro
Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 16, 6.8
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;
inclina el oído y escucha mis palabras. Guárdame como a la niña de tus ojos, a
la sombra de tus alas escóndeme.
ORACION COLECTA
Dios
todopoderoso y eterno, haz que te presentemos una voluntad solicita y estable,
y sirvamos a tu grandeza con sincero corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Éxodo 17, 8-13
En aquellos días, Amalec vino y atacó a los
israelitas en Rafidín.
Moisés dijo a Josué: «Escoge unos cuantos
hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el
bastón maravilloso de Dios en la mano.».
Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a
Amalec; mientras Moisés, Aarón y Jur
subían a la cima del monte.
Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía
Israel; mientras la tenía baja, vencía
Amalec. Y, como le pesaban las manos, sus compañeros cogieron una piedra
y se la pusieron debajo, para que se
sentase; mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos,
uno a cada lado.
Así sostuvo en alto las manos hasta la puesta
del sol. Josué derrotó a Amalec y a su
tropa, a filo de espada.
SALMO
RESPONSORIAL (120)
El auxilio
me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Levanto mis ojos a
los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio?. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R.
No permitirá que
resbale tu pie, tu guardián no duerme; no duerme ni reposa el guardián de Israel. R.
El Señor te guarda
a su sombra, está a tu derecha; de día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. R.
El Señor te guarda
de todo mal, el guarda tu alma; el Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a
Timoteo 3, 14 - 4,2
Querido hermano: Permanece en lo que
has aprendido y se te ha confiado, sabiendo de quién lo aprendiste y que desde niño conoces la
sagrada Escritura; ella puede darte la
sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación.
Toda Escritura inspirada por Dios es
también útil para enseñar, para reprender,
para corregir, para educar en la virtud; así el hombre de Dios estará
perfectamente equipado para toda obra
buena.
Ante Dios y ante Cristo Jesús, que
ha de juzgar a vivos y muertos, te conjuro por su venida en majestad: proclama la palabra,
insiste a tiempo y a destiempo, reprende,
reprocha, exhorta, con toda paciencia y deseo de instruir.
ACLAMACION
ANTES DEL EVANGELIO Hb 4, 12
Aleluya. La palabra
de Dios es viva y eficaz; juzga los deseos e intenciones del corazón. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 18,
1-8
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que
orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a
Dios ni le importaban los hombres.
En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi
adversario.".
Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan
los hombres, como esta viuda me está
fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."».
Y el Señor añadió: «Fijense en
lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará
largas?. Les digo que les hará justicia sin
tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la
tierra?».
PLEGARIA UNIVERSAL
Sabiendo que Dios se complace en
los que con sencillez y humildad lo llaman Padre, oremos juntos diciendo: R.-
Padre, escúchanos.
1.- Por el Papa y la Iglesia; para que reaviven incesantemente la oración
de intercesión. Oremos. R.
2.- Para que el Señor fortalezca la fe de los que vacilan y reavive la
llama de los que se han alejado de Él. Oremos.
R.
3.- Para el Señor bendiga con su paz a los pueblos que hoy están en
guerra y convierta el corazón de los que fomentan la división. Oremos. R.
4.- Por todos los que viven en soledad y son excluidos, para que el Señor
fortalezca sus pies vacilantes y sus corazones heridos. Oremos. R.
5.- Por los jóvenes: para que,
escuchando la Palabra de Dios, se dejen educar por ella y encuentren razones
para creer y amar. Oremos. R.
6.- Para que oremos siempre sin desanimarnos, con la certeza de que el
Señor nos escucha y viene en nuestro auxilio. Oremos. R.
Padre, escucha, nuestros ruegos y
ayúdanos a permanecer con los brazos levantados hacia ti y con la mirada puesta
en la meta: Jesucristo. Quien vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor,
estar al servicio de tus dones con un corazón libre, para que, con la
purificación de tu gracia, nos sintamos limpios por los mismos misterios que
celebramos. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Mc
10, 45
El Hijo del Hombre ha venido para dar su vida en
rescate por muchos.
ORACION
DESPUES DE LA COMUNION
Señor, haz que nos sea provechosa la celebración de las realidades del
cielo, para que nos auxilien los bienes, temporales y seamos instruidos por los
eternos. Por Jesucristo nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 17: Ef 2,
1-10; Sal 99; Lc 12, 13-21.
Martes 18: 2Tm 4,
9-17a; Sal 144; Lc 10, 1-9
Miércoles 19: 2Tm 3, 2-12; Sal: Is 12, 2-6; Lc 12, 39-48.
Jueves 20: Ef 3, 14-21; Sal 32; Lc 12, 49-53.
Viernes 21: Ef 4,
1-6; Sal 23; Lc 12, 54-59.
Sábado 22: Ef 4, 7-16; Sal 121; Lc 13, 1-9.
Domingo 23: Eclo
35, 12-14. 16-18; Sal 33; 2Tm 4, 6-8.
16-18; Lc 18, 9-14.
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Lc 18, 01-08
1.- Continúa dentro de la óptica del camino.
Fiel a su técnica narrativa, Lucas omite todo dato sobre la ocasión y las
circunstancias. Desde el primer momento, en cambio, señala el centro de interés
del texto: necesidad de orar. En esta ocasión es, pues, el propio Lucas quien
marca la línea interpretativa de la parábola propuesta a continuación por
Jesús, cerrando así cualquier otra posibilidad de interpretación.
La machacona insistencia de una viuda consigue
que le haga justicia un juez poco dispuesto a hacerla. El comentario siguiente
de Jesús se basa en el procedimiento "a fortiori".
La insistencia en pedir justicia es el dato
central, tanto de la parábola como del comentario. Esa insistencia coincide con
y explica la necesidad de orar siempre, señalada de entrada.
"Hacer justicia" se repite en cuatro
ocasiones. La expresión presupone dos personas enfrentadas. Hazme justicia
frente a mi adversario, dice la viuda. La atención a este enfrentamiento es
importante para precisar el contenido de la oración, de cuya necesidad se
trata.
En la concepción judía de entonces los
enfrentamientos y las dificultades estaban estrechamente relacionadas con la
implantación del Reino de Dios. Por el contexto inmediato sabemos que para
Lucas el Reino de Dios es ya una realidad con la presencia de Jesús (cf. 17.
21). Es por eso que Lucas traslada al presente los enfrentamientos que la
concepción judía preveía para el futuro. La misma terminología, "los
elegidos", denota la impronta judía relativa a los últimos tiempos. Para
nuestra mentalidad, sin embargo, esta expresión puede resultar chocante y
peligrosa, por cuanto fácilmente la entendemos en el sentido de predestinación
o de acción gratuita de Dios. Evitaremos toda confusión si, en vez de elegidos,
hablamos de discípulos o de cristianos. Todos ellos son, efectivamente,
términos intercambiables.
El texto invita a los seguidores de Jesús a
tener plena y total confianza en Dios. El seguidor de Jesús debe saber y sentir
que Dios toma partido por él en cuanto oprimido y perseguido por causa del
Reino. El texto, sin embargo, termina con una pregunta realista y preocupada:
Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?
Comentario. - La oración de cuya necesidad
trata el texto es la plegaria, el grito, la súplica del perseguido por causa
del Reino de Dios.
D/NEUTRAL
Resuena aquí la vieja situación de /Ex/03/07-08:
He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los
opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Y he bajado a liberarlos.
El texto de Éxodo y el de Lucas son perfectamente
intercambiables. A través de ellos emerge un Dios diferente del que a veces
imaginamos. El Dios de la Biblia no es un dios ocioso o desinteresado por el
hombre; es un Dios asociado con la tarea creativa y renovadora del hombre. Y
como esta tarea tiene mucho de crudo y de difícil, el Dios de la Biblia es el
que toma partido por el que la lleva adelante.
En Lucas ser seguidor de Jesús significa
acción, marcha hacia adelante. Por eso el Dios que el texto de hoy transmite es
un Dios de la acción, del camino, de la lucha; un Dios cercano y entrañable
para el que vive en esas condiciones; un Dios que jamás defrauda al que está en
la brecha. Ser seguidor de Jesús significa, entre otras cosas, vivir desde la
experiencia de un Dios así.
ALBERTO BENITO - DABAR 1989/51
3. D/PACIENCIA.
Al juez impío, que actúa sólo por comodidad,
por quitarse de encima a la viuda molesta, se contrapone la actitud de Dios que
ama a los hombres, que escuchará sus súplicas con prontitud. Dios les hará
justicia. Cuando menos piensen. A su estilo. Por sus caminos, que pueden no
coincidir con los cálculos de los hombres, ni aun de los creyentes. Mientras la
justicia se hace, el creyente debe mantenerse firme en la fe, sin desfallecer.
COMENTARIOS BIBLICOS V/Pág.
564
4. D/VENGANZA.
El relato nos sitúa en un contexto que podemos
llamar de "situación apocalíptica". El mundo se encuentra dividido;
dominan los opresores y mientras tanto, los pobres perseguidos no tienen más
salida que clamar ante su Dios a grandes gritos. La situación es típica a lo
largo de la historia de los hombres.
Quizá en principio refleja el estado de los
judíos oprimidos del tiempo de Jesús (los fieles de Qumran, los miembros de las
sectas apocalípticas): durante siglos han estado sometidos al poder de pueblos
extranjeros, han padecido la injusticia de la guerra y la pobreza y han llegado
a suponer que no es posible resolver la angustia de los hombres sobre el mundo;
por eso ruegan a Dios y piden que llegue el gran libertador, el juez y
salvador, sobre la historia.
De manera más cercana, el contexto refleja la
actitud y situación de los cristianos de la iglesia antigua. Sabemos que
existía entre ellos la confianza en una próxima venida salvadora de Jesús. De
tal manera habían descubierto la maldad del mundo, de tal forma sentían muy
cercana la mano protectora de Dios que cada día elevaban su plegaria de llamada
y de esperanza: "Marana-tha" (¡Ven, Señor!). También entonces se
pensaba que el mundo era incapaz de ser cambiado; la solución consiste en que
se muestre Jesús como la fuerza salvadora de la historia.
Una actitud semejante sigue extendida todavía
entre los hombres. El pecado social es hoy día más fuerte que nunca. Son miles
y miles las voces que piden justicia. Muchos piensan que el camino que lleva a conseguirla
pasa a través de una revolución interhumana (marxistas); otros suponen que este
mundo ya no tiene solución y elevan la plegaria hacia la altura, suplicando la
respuesta de Dios o del destino. Pues bien, en este contexto ha situado Lucas
la parábola de la viuda. Evidentemente esta viuda no tiene la posibilidad de
tomarse la justicia por su mano; como mujer y como oprimida es incapaz de
ajustar las cuentas con su adversario. Por eso no le queda más remedio que
importunar al juez día tras día, hasta que logra cansarle, recibiendo su
justicia.
La parábola no es del todo lógica. El juez
podría haber tenido una reacción distinta: castigar a la mujer por su
importunidad o prohibirle volver al tribunal. De todos modos, la imagen de este
juez que hace justicia simplemente por cansancio nos ayuda a comprender la
situación de Dios, que día a día escucha los gemidos de los justos que
suplican. El evangelio tiene la certeza de que Dios hará justicia sobre toda la
historia de los hombres. Tomada en sí misma, la palabra que el texto castellano
traduce por justicia es más hiriente y significa "venganza". ¡Dios se
vengará de aquéllos que oprimen a los elegidos! Esta palabra y esta actitud
pudieran traducir un peligro de resentimiento. Sin embargo, situada en el conjunto
del evangelio, lo que podemos llamar "venganza de Dios" no es otra
cosa que su amor salvador reflejado en la cruz de J.C. Dios se venga de todas
las divisiones e injusticias de la historia, situando en el centro de la tierra
un principio de salvación universal, la cruz de J.C.
Desde entonces, el poder de los injustos que
oprimen a los pequeños de la tierra está montado en el vacío; es un poder de
condena que acaba con la muerte. Por el contrario, el sufrimiento de los
pequeños que claman a su Dios se ha unido al propio sufrimiento de Jesús y se
revela como fuerza transformante de la tierra.
Desde aquí se puede valorar el sentido de
aquella expresión enigmática que afirma: "Cuando venga el Hijo del Hombre,
¿encontrará esta fe en la tierra?" (19.8). El problema fundamental no
reside en la división social de los hombres. El problema es la fe, la fe en
Jesús, que sabe asumir el sufrimiento y transformar la historia desde el mismo
centro. Por eso, la gran pregunta es saber si habrá fe sobre la tierra: fe para
que los hombres sigan el camino de Jesús, fe para que superen la división como
antagonismo de clases sociales, fe para que el sufrimiento se convierta en
transformante y el poder de los grandes venga a ser servicio en favor de los
pequeños, fe para mostrarse abiertos sin cesar ante la voz de amor del Padre. A
través de la fe, la historia entera se puede convertir, con Jesús, en llamada
que invoca la justicia salvadora de Dios y la va haciendo presente desde ahora
entre nosotros.
COMENTARIOS A LA BIBLIA LITURGICA NT - EDIC
MAROVA/MADRID 1976.Pág. 1382
A la relación del hombre con Dios se le llama
oración. Pero en esta relación una de las partes no es automáticamente evidente
para la otra. Dios no es evidente para el hombre. Por eso el hombre, cada uno
de nosotros, puede cansarse de una relación así y terminar por renunciar a
ella. Con la parábola, Jesús invita al hombre, a cada uno de nosotros, a no
dejarse dominar por la fatiga de una relación no evidente. Trata de inculcarnos
una certeza: la certeza de que Dios nos escucha.
Pero aún nos dice más la parábola y la lección
que Jesús saca. Nos introducen en el contenido de la oración: "¡Hazme
justicia!". El cristiano comprometido en la construcción del Reino se
siente a menudo desalentado y cansado. "Hazme justicia" es un grito
hecho oración. Es decir, "intervén en favor mío; dime que no soy yo quien
anda descaminado en la construcción de una tierra mejor".
El texto termina con una de las frases más
tristes y pesimistas pronunciadas por Jesús. ¿Habrá alguien que se crea de
verdad esto de la certeza de que Dios escucha? Se trata de creerlo de verdad.
DABAR 1980/53
6. - El texto de hoy no es continuación
del texto del domingo anterior. Entre ambos el autor ha introducido un tema que
entonces preocupaba mucho: la venida del reinado de Dios y la consiguiente
implantación de un maravilloso mundo nuevo. Pues bien, el evangelio de hoy
entronca con esta problemática, pero desde una óptica distinta de la habitual.
Sin renunciar a la utopía final, Jesús puso freno a todas las especulaciones
sobre el fin del mundo. En lugar de éstas, Jesús insistió en tomar más en serio
el mundo que tenemos, haciendo que en él sea realidad el reinado de Dios. El
tercer evangelista es especialmente sensible a este planteamiento. De ahí su
insistencia en el camino. Camino hacia una meta, por supuesto; pero camino.
Camino nuevo, diferente. Llevamos ya muchos domingos abriendo este camino. Pero
también camino arriesgado y lleno de peligros para la vida del que lo hace. De
ahí que surjan unas necesidades imperiosas. El texto de hoy sale al paso de una
de ellas: la necesidad de justicia. El caminante (=el discípulo) se siente a
veces perplejo y hundido, y se pregunta si no serán los demás quienes tengan
razón. Necesita, pues, saber quién tiene razón, si los demás o él. Este es el
concepto de justicia que el texto maneja. Quien tiene que resolver la cuestión
es Dios, pues trabaja para Él.
Jesús invita al caminante de la utopía a que
pida a Dios, sin desfallecer, la solución de esta cuestión. No se trata, pues,
de la oración en general sino de una oración muy concreta. La historieta del
juez y la viuda quiere ser una ejemplificación de lo que puede conseguir una
petición insistente, cansada habría que decir. Jesús insta al caminante a este
tipo de petición ofreciéndole la seguridad de que Dios le va a escuchar y le va
a dar la razón a él. Sin embargo, el texto termina con un interrogante
escéptico: ¿Se dará por mucho tiempo una actitud de fe así? A mí,
personalmente, ésta me parece la frase evangélica de más honda tristeza y
pesimismo.
DABAR 1983/52
7. D/JUEZ
El texto de hoy es muy sugerente y puede
ayudarnos a cambiar hábitos de pensar que arrastramos desde muy antiguo. Me
refiero en concreto al concepto de oración y al concepto de Dios como juez. Una
fórmula clásica define la oración como levantar el corazón a Dios y pedirle
mercedes. Lo problemático de esta definición es su segunda parte. Cuando Lc, el
evangelista de la oración, quiere hablarnos de ésta, lo hace de la siguiente
manera: Padre, santificado sea tu nombre... (Lc 11. 2-4). A todo este conjunto
de peticiones y a la actitud que la sustenta le da el nombre de "espíritu
santo" que el Padre dará a quienes acudan a Él (véase Lc 11. 13). El texto
de hoy no desentraña contenidos de oración. Únicamente habla de que Dios hará
justicia a sus elegidos que le gritan sin desmayo.
Hacer justicia presupone una situación de
acoso, de acusación, de persecución. ¿De dónde proviene esta situación? De una
actuación, de un compromiso en favor de los valores del Reino de los que hemos
oído hablar a lo largo de las lecturas del verano pasado. Esta actuación y este
compromiso suscitarán recelos, desencadenarán agresividades. Es el momento del
grito, de la llamada al Padre: ¡Hazme justicia! ¿Tiene algo que ver esta
concepción de la oración con la que subyace en la petición de mercedes de que
habla la definición que aprendimos en el catecismo? El texto es también
sugerente en lo que respecta a Dios como juez. Ojo que escudriña todo y cada
uno de nuestros movimientos para recordárnoslos al pasar la aduana de la
muerte. Es el concepto habitual.
Sin embargo, en el texto de hoy vemos que Dios
es juez en cuanto que toma partido por el que sufre el acoso y la agresión.
Dios no es juez por analizar y dictar sentencia, después de oír a las dos
partes, desde la asepsia de la imparcialidad (esquema tripartito, propio del
derecho romano).
Dios es juez por ser parte interesada en los
valores del Reino y porque toma partido con el que trabaja esos valores, que es
el acosado y agredido (esquema bipartito bíblico). "Pero, cuando venga el
Hijo del Hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?" Estas palabras van
dirigidas a los discípulos.
¿Encontrará el Hijo del Hombre esta fe entre
sus discípulos? El problema es doméstico, interno, a nivel de creyentes, de
Iglesia.
No vale, pues, escudarse tras la constatación
genérica de la falta de fe en el mundo. Preguntémonos más bien: ¿Tenemos
nosotros esta fe? Nosotros, los que estamos aquí reunidos. A la luz del texto
de hoy sabemos que fe quiere decir compromiso con la escala de valores del
Reino y absoluta certeza de que Dios atiende y defiende a quien vive esos
valores. Eso del silencio de Dios, ¿no será un expediente que sólo existe en la
ascética y en la metafísica, pero no en la mística?
A. BENITO - DABAR 1986/52
8.- Los evangelios de hoy y del próximo
domingo nos presentan cada uno una parábola relacionada con la plegaria: hoy la
del juez inicuo y la viuda y el próximo domingo la del fariseo y el publicano.
La finalidad principal de la parábola que hoy leemos es la enseñanza sobre cómo
debe ser la verdadera oración: perseverante y humilde; la misma introducción a
la parábola nos da ya esta orientación: "para explicar a los discípulos
cómo tenían que orar siempre sin desanimarse".
El protagonista de la parábola es una viuda
que acude a un juez para que le haga justicia, seguramente, en cuestiones
monetarias o de herencia, contra un adversario mucho más rico, poderoso e
influyente que ella, ante el cual no tiene otra arma más que su constancia y
tesonería. En el mundo bíblico la viuda equivale a la mujer casada que perdió
no sólo al esposo sino también y especialmente el soporte financiero de algún
miembro masculino de su familia y necesita, por tanto, protección legal. El
acento recae, por tanto, en lo que nosotros llamaríamos secuelas de la viudez.
Su condición era considerada incluso como un oprobio. La viuda era la imagen
más viva del dolor y de las lágrimas. El juez, finalmente, cede. Lo hace a
causa de las molestias que le provocan las continuas quejas de la mujer. Quiere
que le deje en paz de una vez.
Si la parábola está centrada sobre todo en la
actitud de la viuda, la aplicación que Jesús hace de ella se fija en el juez
("Fijaos en lo que dice el juez injusto"). Los oyentes de Jesús deben
dar un salto y trasladar la conclusión del juez a Dios: si este juez injusto,
movido puramente por un motivo egoísta, es capaz de escuchar, ¿habrá alguien
capaz de imaginar que Dios no escucha siempre a todos y especialmente a sus elegidos,
a los pobres y necesitados? De este modo pasamos de las cualidades que debe
tener la oración, tema de la parábola en sí misma, a la seguridad y confianza
de que esta oración siempre será escuchada, tema principal de la aplicación
puesta en labios de Jesús, en la que el juez es presentado como figura
contrastante con el modo de actuar de Dios.
El versículo 8b ("Pero cuando venga el
Hijo del Hombre...") parece que originariamente no pertenecía a la
parábola, sino que enlaza mucho mejor con las palabras de Jesús sobre la
segunda venida del Hijo del Hombre en 17, 20-37. Los discípulos de Jesús,
¿serán capaces de mantener la fidelidad a su Señor durante todo este tiempo en
que esperan su retorno, tiempo a veces de dudas y oscuridades? Esto debe
preocuparles mucho más que el querer saber si su oración es escuchada por Dios,
sobre lo cual no deben tener ninguna duda.
J. ROCA - MISA DOMINICAL
1983/19
9.- La parábola del juez inicuo y de la viuda
obstinada recuerda la necesidad de orar sin desaliento aun cuando el Señor
tarde y parezca sordo a todas las llamadas. Los dos personajes de la parábola
son, de una parte, un juez sin fe ni ley (v. 2), poco preocupado por hacer
justicia, sobre todo cuando se trata de un ser tan débil como una viuda; en una
palabra: un individuo bastante ancho de manga que termina por hacer justicia a
la viuda para quedarse tranquilo y evitarse posibles consecuencias
desagradables (v. 5). Tenemos, por otra parte, a una viuda débil, pero segura
de su derecho, por el que lucha encarnizadamente.
El argumento de Jesús es muy simple (vv. 6-8):
si un juez inicuo termina por hacer justicia a una viuda, cuánto más Dios hará
justicia a sus elegidos, actualmente a merced de sus enemigos.
La parábola da también a entender que Dios
hará justicia urgentemente (v. 8a), pero sólo después de haber estado mucho
tiempo contemporizando (v. 7). Por consiguiente, el cristiano debe incluir en
su oración la aceptación del plazo que Dios tenga determinado; orará "sin
descanso".
La oración cristiana no es ya un llamamiento a
la intervención inmediata y a la venganza (como sucede aún en Ap 6, 10).
Coincide con la paciencia de Dios con el fin de que los pecadores tengan tiempo
de convertirse (2 Pe 3, 9-15).
* * *
ORA/PETICION: La oración de petición no consiste en
esperar de Dios que haga por sí mismo lo que nosotros no somos capaces de
realizar: danos el pan, danos la paz, danos la curación. Dios no es un buzón.
En realidad, esta oración es, en primer lugar, una protesta: no se puede
tolerar que la guerra se imponga constante a la paz, que la riqueza de unos
cuantos aplaste a la masa de los pobres... En segundo lugar, hace comulgar con
el Dios de la paciencia, y una vez ya en comunión con Dios, los gritos de
protesta van dando paso progresivamente a los actos.
MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA
CRISTIANA VII - MAROVA MADRID 1969.Pág. 190.
PROPUESTA DE CANTOS
DOMINGO XXIX T.O. CICLO C – 16 OCTUBRE 2022
(Dios hará justicia
a sus elegidos que le gritan)
01.- CAMINANDO
BORRARÉ (Padre Diego)
Caminando borraré las distancias de los pueblos,
Las fronteras cruzaré, al caminar.
No hay camino, solo huellas; el camino es nuestro andar
Nuestros pasos que nos llevan, hacia el final.
SEÑOR AMIGO, ME HAS TOMADO DE LA MANO
ME LLEVAS CONTIGO, AL FINAL, DE MI CAMINO (2).
Son las huellas del Señor, que han quedado en el camino
Son estrellas que en la noche alumbrarán
Mi destino es caminar, mi añoranza es llegar
Mi alegría es sentir, tu amistad.
El camino a la verdad se hace duro con los años.
Con tu pan y mi esperanza podré llegar.
Sé que siempre tú estarás esperándome en tu mesa
Para compartir tu vida partiendo el pan.
02.- QUE ALEGRIA
CUANDO ME DIJERON
¡QUE ALEGRIA CUANDO ME DIJERON
VAMOS A LA CASA DEL SEÑOR
YA QUE ESTAN PISANDO NUESTROS PIES
¡TUS UMBRALES JERUSALEN!
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta;
allá suben las tribus,
las tribus del señor.
Según la costumbre de Israel
a celebrar el nombre del señor,
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David
Desead la paz a Jerusalén
vivan seguros, los que te aman
haya paz dentro de tus muros
en tus palacios seguridad.
Por mis hermanos y compañeros
Voy a decir, la paz contigo
Por la casa del señor nuestro Dios
Te deseo todo bien.
03.- VAYAMOS
JUBILOSOS
(Autor: Eusebio Goicoechea Arrondo / Antonio María Danoz)
A Bm A E
Vayamos jubilosos,
F#m C#m A
al altar de Dios.
A A7 D
E
1. Al sagrado altar nos guíen,
A A7
D C#m F#m
su verdad y su justicia;
C#m Bm
D C#m F#m
a ofrecer el sacrificio,
G#m F#m
E7 A
que le da gloria infinita.
2. Al Dios santo celebremos,
que nos llena de alegría;
y subamos hasta el monte,
donde Dios se sacrifica.
3. Ofrezcamos todos juntos,
esta Víctima divina;
que se inmola por nosotros,
para darnos luz y vida.
4. Gloria sea al Padre eterno,
gloria a Cristo nuestro guía;
y al Espíritu divino,
alabanzas infinitas.
04.- RECIBE, SEÑOR,
NUESTRAS VIDAS
Alejandro Fernández
Te ofrecemos, Señor, este pan
es el signo de nuestra libertad.
Te ofrecemos, Señor, este vino
que la vid y el trabajo nos dan.
RECIBE, SEÑOR, NUESTRAS VIDAS.
RECIBE, SEÑOR, NUESTRO AMOR.
/ MANOS FUERTES DE UN MUNDO MEJOR. / (2)
Te ofrecemos, Señor, nuestras manos
y el deseo de amar y trabajar,
por un mundo más justo y humano,
donde habite la fraternidad.
TRAEMOS A TU ALTAR
Joaquín Madurga
TRAEMOS A TU ALTAR, CON EL VINO Y EL PAN
NUESTRAS OFRENDAS.
TRAEMOS A TU ALTAR, CON LOS HOMBRES
SU AFÁN Y SUS PROBLEMAS.
Con los hombres que trabajan el pan con sudor,
ofrecemos nuestro esfuerzo.
Por los hombres que no tienen trabajo, ni pan,
te pedimos el sustento.
Con los hombres cuyas vidas son fruto de bien,
ofrecemos nuestra entrega.
Por los hombres cuyas vidas son pena y dolor,
que sepamos estar cerca.
Con los hombres que construyen un mundo de paz,
ofrecemos nuestras manos.
Por los hombres que padecen la guerra y el mal,
que seamos solidarios.
CON AMOR TE
PRESENTO, SEÑOR
Carmelo Erdozain
1. Con amor te presento, Señor,
lo mejor de mi vida,
te presento, Señor, mi amistad.
Con amor te presento, Señor,
para ser mi manjar.
La viña, el racimo, el trigal,
el pan de mi hogar
te presento con amor.
2. Con mis manos abiertas a Ti,
contemplando tu lámpara,
te presento, Señor, mi esperanza.
Hacia Ti se dirige mi barca,
hacia el cielo se va.
Es largo el camino, el remar,
ruta pascual,
Dios me guía al caminar.
3. Con mi ofrenda también yo te doy
lo mejor de mis lágrimas.
Te presento, Señor, mi dolor.
Te presento, Señor, mi oración,
ofertorio de amor.
El grano enterrado ya es flor,
la espiga oblación,
la semilla redención.
07.- ESTE ES MI CUERPO ESTA ES MI SANGRE
Tomas Aragüés
08.- BANQUETE
SAGRADO
Invitados al Banquete del Señor,
compartimos nuestra vida y nuestro pan,
con su sangre y con su cuerpo inundados por su amor,
nuestras manos se entrelazan para dar.
OH BANQUETE SAGRADO,
PAN DE VIDA ETERNA,
PAN DEL POBRE Y HAMBRIENTO
QUE VA CAMINANDO SEDIENTO DE TI (BIS)
Tu entrega amorosa en comunión,
es prodigio que renueva nuestro ser,
asumidos por tu gracia, consumidos por tu luz,
fortaleces nuestros pasos al andar.
Todo tú mi creador vienes a mí
y te encierras en mi simple pequeñez,
Tú el verbo encarnado, Tú el todopoderoso,
te conviertes en mendigo de mi amor.
Me llamaste a compartir tu intimidad,
en la cena del perdón y la amistad,
tú en mí yo en ti, en perfecta unidad,
no hay dicha para mí fuera de ti.
CORO… SEDIENTO DE TI (BIS)
09.- DIME SEÑOR
Hoy en oración, quiero preguntar Señor;
quiero escuchar tu voz, tus palabras con tu amor.
Ser como eres tú, servidor de los demás;
dime cómo en qué lugar, te hago falta más.
DIME SEÑOR EN QUE TE PUEDO SERVIR,
DÉJAME CONOCER TU VOLUNTAD.
DIME SEÑOR EN TI YO QUIERO VIVIR,
QUIERO DE TI APRENDER SABER AMAR. (2v).
Hoy quiero seguir, tu camino junto al mar;
tus palabras tú verdad, ser imagen de ti.
Ser como eres tú, servidor de los demás;
dime cómo en qué lugar, te hago falta más.
10.- HIMNO AL SEÑOR
DE LOS MILAGROS
SEÑOR DE LOS MILAGROS, A TÍ VENIMOS EN PROCESIÓN
TUS FIELES DEVOTOS, A IMPLORAR TU BENDICIÓN. (BIS)
Faro que guía, da a nuestras almas
la fe, esperanza, la caridad,
tu amor divino nos ilumine,
nos haga dignos de tu bondad.
Con paso firme de buen cristiano
hagamos grande nuestro Perú,
y unidos todos como una fuerza
te suplicamos nos des tu luz.
11.- ENVIADOS
Antonio Alcalde
RE SOL
RE
LO QUE HEMOS VISTO Y OÍDO,
SOL MIm
LA
LO VIVIDO ANTE EL ALTAR,
RE SOL
LA
A TODOS NUESTROS HERMANOS
MIm SOL
LA
LO TENEMOS QUE LLEVAR.
RE SOL
RE
LO QUE HEMOS VISTO Y OÍDO,
SOL RE LA
RE
LO VIVIDO ANTE EL ALTAR.
RE SOL RE
Es Cristo quien nos envía:
SOL LA
testigos de la verdad,
SOL MIm
RE
profetas y misioneros,
SOL MIm
LA
constructores de la paz.
RE SOL RE
Peregrinos sin fronteras
SOL LA
de una patria universal,
SOL MIm
RE
esperamos la venida
SOL MIm
LA
del Señor que volverá.
RE SOL RE
Caminamos por el mundo
SOL LA
con la fuerza que él nos da,
SOL MIm
RE
el señor glorificado,
SOL MIm
LA
la noche iluminará.
12.- PEQUEÑAS
ACLARACIONES.
José Antonio Olivar
- Miguel Manzano
1. Cuando el pobre nada tiene y aún reparte,
cuando un hombre pasa sed y agua nos da,
cuando el débil a su hermano fortalece, ...
VA DIOS MISMO EN NUESTRO MISMO CAMINAR,
VA DIOS MISMO EN NUESTRO MISMO CAMINAR.
2. Cuando un hombre sufre y logra su consuelo,
cuando espera y no se cansa de esperar,
cuando amamos, aunque el odio nos rodee, ...
3. Cuando crece la alegría y nos inunda,
cuando dicen nuestros labios la verdad,
cuando amamos el sentir de los sencillos, ...
4. Cuando abunda el bien y llena los hogares,
cuando un hombre donde hay guerra pone paz,
cuando hermano le llamamos al extraño, ...
13.- A TI LEVANTO
MIS OJOS
(Miguel Manzano)
A TI LEVENTO MIS OJOS
A TI QUE HABITAS EN EL CIELO
A TI LEVANTO MIS OJOS
PORQUE ESPERO TU MISERICORDIA
¿Cómo están los ojos de los esclavos?
Fijos en las manos de sus señores
Así están nuestros ojos en el Señor
Esperando su misericordia
¿Cómo están los ojos de la esclava?
Fijos en las manos de su señora
Así están nuestros ojos en el Señor
Esperando su misericordia
Misericordia Señor, misericordia
Que estamos saciados de burlas
Misericordia Señor, misericordia
Que estamos saciados de desprecios
Nuestra alma está saciada
Del sarcasmo de los satisfechos
Nuestra alma está saciada
Del desprecio de los orgullosos