NUESTRA VIDA DEPENDE DE MT. 25, 40
COMENTARIO
Otra lección a propósito de la mirada de Dios sobre nuestra vida. ¿Cómo nos juzgará? La respuesta se encuentra en este capítulo. Se trata del balance final de todas las vidas: el juicio final. ¿De qué forma reaccionará Dios ante ese enorme almacenamiento? ¿Analizará con una computadora nuestras epopeyas, muestras tragedias? No es eso lo que nos dice Jesús; corremos el peligro de vernos desconcertados por la decisión tan breve, por la rapidez de la sentencia y por la sencillez del juicio: Tuve hambre y me diste de comer: pasa adelante.
Situemos
bien la escena: es la última enseñanza de Jesús y su esfuerzo supremo por
situaciones ante lo esencial. ¡Cuántas veces habrá insistido en el peligro de
ser unos veleidosos!: saborear en la imaginación las cosas bonitas que hay que
hacer... y que no hacemos. Conoce nuestra tendencia a escapar de las exigencias
concretas del amor mediante largos debates e ilusiones: Basta con amar... Vivir
amando... Cómo encontrar a Dios en nuestros hermanos... Cómo ver a Cristo en el
más pobre... Bien, muy bien.
Pero
llegará el día en que desnudará nuestros actos. ¿Has actuado cuando una persona
o una colectividad tenían necesidad de ti? ¿Sí o no? Esa es la diferencia entre
los benditos y los malditos, ése es el peso real de la vida de un hombre y su
juicio para toda la eternidad. Tú aprovechaste bien las ocasiones de ayudar: entra
en el reino... Tú esquivaste el hombro: vete lejos de mí. Pero, Señor, yo tenía
muchas ganas de encontrarme contigo, de vivir contigo, de vivir de ti. ¿Qué
hiciste por mis hermanos? Te juro que si hubiera sabido que... ¿Qué hiciste?
Cada vez que soñamos con encontrar a Jesús, debería saltar el disparador Ante
nuestros ojos: el cartel luminoso de Mt 25, 40, donde se juega nuestra vida:
cada vez que hiciste el bien con un hermano mío de esos más humildes, lo
hiciste conmigo.
Lo
que hay de grandioso en esta evocación del juicio final debería darnos a
comprender el valor del gesto más modesto de amor. Al final, sólo importará una
cosa, lo que se haya hecho realmente por socorrer una necesidad. La lista
clásica recogida por Jesús no deja de prolongarse: Era analfabeto y me
enseñaste a leer...Era minusválido y tú, arquitecto, pensaste en viviendas
accesibles... Era refugiado y me acogiste.
Sólo
por estos caminos es por donde se encuentra a Cristo rey. Su reino es un mundo
de gentes que ayudar que ayudan. Cada vez que ayudamos a alguien, escogemos a
Jesús por rey.
R.P.
Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA SAL Ap 5, 12; 1, 6
Digno
es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la
fuerza y el honor. A Él la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
ORACION
COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste
recapitular todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, haz que la
creación entera, liberada de la esclavitud, sirva a tu majestad y te glorifique
sin fin. Él, que vive y reina contigo.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Ezequiel 34, 11-12.15-17
Así dice el Señor Dios: «Yo mismo en
persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor a su
rebaño, cuando las ovejas se
le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas
de todos los lugares por donde se dispersaron un día de oscuridad y nubarrones.
Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré reposar —dice el Señor Dios—.
Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las
heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las
apacentaré como es debido. Y a ustedes, mis ovejas —así dice el Señor—, voy a
juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío».
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 22)
El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor, nada me falta: en
verdes praderas me hace recostar. R.
Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara
mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. R.
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis
enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin
término. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san
Pablo a los Corintios 15, 20-26.28
Hermanos: Cristo resucitó de entre los
muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte por un hombre ha
venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a
la vida. Pero cada uno en su puesto: primero
Cristo, como primicia; después, cuando Él
vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo
devuelva a Dios Padre su Reino, una vez aniquilado todo principado, poder y
fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de
sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Y, cuando el universo
entero le sea sometido, entonces el
mismo Hijo de Dios se someterá también a
Aquel que le sometió todas las cosas, a fin de que Dios sea todo en todos.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mc 11, 9b-10a
Aleluya. Bendito el que viene en
el nombre del Señor. Bendito el Reino que llega, el de nuestro padre David. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 25, 31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del Hombre, y todos los ángeles con Él, se
sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante Él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor
separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras
a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Vengan ustedes,
benditos de mi Padre; hereden el Reino preparado para ustedes desde la creación
del mundo. Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me
dieron de beber, fui forastero y me dieron hospedaje, estuve desnudo y ustedes
me vistieron, enfermo y me visitaron, estuve en la cárcel y vinieron a verme”.
Entonces los justos le contestarán: “Señor,
¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?;
¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo
te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.
Y el rey les dirá: “Les aseguro que cada vez
que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, conmigo lo hicieron”. Y
entonces
dirá a los de su izquierda: “Apártense de mí,
malditos, váyanse al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Porque tuve hambre y ustedes no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de
beber, fui forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y ustedes no me
vistieron, enfermo y en la cárcel y no me visitaron”.
Entonces estos también contestarán: “Señor,
¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la
cárcel, y no te asistimos?”. Y Él entonces les responderá: “Les aseguro que
cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo
hicieron conmigo”. Y estos irán al castigo eterno, y los justos a la vida
eterna».
PLEGARIA
UNIVERSAL
Jesucristo es el
Rey de la humanidad y del mundo entero: pidámosle que su reinado en nuestras
vidas nos haga servidores del bien y la justicia en medio del mundo. Digámosle:
R. Reina entre nosotros, Señor.
1.- Por la Iglesia: para que esté al servicio
de los más pobres. Oremos. R.
2.- Por un pueblo de Dios unido, fraterno y
evangélico. Oremos. R.
3.- Por los gobernantes: para que no sean
indiferentes ante el dolor humano y obren con justicia. Oremos. R.
4.- Por una sociedad donde reine Cristo y los
valores de su Reino. Oremos. R.
5.- Por cada uno de nosotros: para que
sepamos reconocer el rostro de Dios en nuestros hermanos que sufren. Oremos.
R.
Reina en los
corazones, restaura en ellos tu imagen y devuélvenos la alegría de vivir en
gracia, trabajando por ser todos unos solos rebaños, guiados por Jesucristo,
como único Pastor. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Al ofrecerte,
Señor, el sacrificio de la reconciliación humana, pedimos humildemente que tu
Hijo conceda a todos los pueblos los dones de la paz y de la unidad. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Sal 28, 10-11
El
Señor se sienta como Rey eterno, el Señor bendice a su pueblo con la paz.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Después de recibir el alimento de la inmortalidad, te pedimos, Señor,
que, quienes nos gloriamos de obedecer los mandatos de Cristo, Rey del
universo, podamos vivir eternamente con Él en el Reino del cielo. Él, que vive
y reina por los siglos de los siglos.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 27: Dn 1, 1-6.8-20; Sal: Dn 3, 52-56; Lc 21,
1-4.
Martes 28: Dn 2, 31-45; Sal: Dn 3, 57-61; Lc 21, 5-11
Miércoles 29: Dn 5, 1-6.13-14.16-17.23-28; Sal: Dn 3,
62-67; Lc 21, 12-19.
Jueves 30: Rm 10, 9-18; Sal 18; Mt 4, 18-22.
Viernes 01: Dn 7, 2-14; Sal: Dn 3, 75-81; Lc 21, 29-33.
Sábado 02: Dn 7, 15-17; Sal: Dn 3, 82-87; Lc 21, 34-36.
Domingo 03: Is 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7; Sal 79; 1Co 1,
3-9; Mc 13, 33-37.
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Mt 25, 31-46
1. RD/FRATERNIDAD:
EL HOMBRE HERMANO DE LOS HOMBRES REALIZA EL REINO MESIÁNICO, PUESTO QUE SU
OBRAR, SEA O NO CONSCIENTE, ES DE DIOS. JUICIO/2-MEDIDAS.
Mateo ha explicado cómo los miembros del
pueblo elegido debían practicar la vigilancia, si querían entrar a formar parte
del Reino escatológico (Mt 24.-25.). Ahora va a contestar a la pregunta en
torno a lo que será de los paganos en esa aventura.
El pensamiento judío era muy simplista a este
respecto, puesto que se imaginaba sencillamente que el juicio de Dios
confundiría a todos los paganos (Is 14. 1-2; 27. 12-13). La descripción que
hace Mateo de este juicio ofrece muchos matices.
Mateo es sin duda el redactor final de este
pasaje: los vv. 31, 34 y 41 son con toda seguridad obra de su mano, porque no
era Cristo quien se llamaría a Sí mismo rey ni quien se atribuiría a Sí mismo
las funciones de juez, que estaban reservadas al Padre. El resto de los
versículos se remonta ciertamente a Jesús, pero parece ser que su disposición
actual es obra del evangelista.
Puede distinguirse, en efecto, una corta
parábola del pastor que separa a las ovejas de los cabritos (vv. 32-33) y una
serie de palabras en las que Jesús se identifica con aquellos a quienes se ha
hecho bien (vv. 35-40, 42-45), palabras que pudieron ser en origen prolongación
de Mt 10. 42.
a) La separación entre ovejas y cabritos (vv.
32-33) es una imagen tomada de las prácticas pastorales palestinas, según las
cuales los pastores separan a los carneros de las cabras, ya que éstas, por ser
más frágiles, requieren una mayor protección del frío. Es probable que Cristo
quiera atribuirse tan solo, por medio de esta parábola, las funciones
judiciales del pastor de Ez 34. 17-22. En este caso, desearía recordar que el
"juicio" no será una separación entre judíos y no judíos, sino, tanto
dentro como fuera del rebaño, una separación entre buenos y malos. El juicio no
será ya ético, sino moral.
b) Mateo añade a esta parábola del pastor
unas palabras de Cristo que debieron de ser pronunciadas en otro contexto. Se
refieren ante todo a la acogida que hay que dar a los "pequeños" (vv.
40 y 45). En labios de Jesús, la palabra pequeños designa especialmente a los
discípulos (sobre todo en Mt 10. 42 y 18. 6, probablemente en Mt 18. 14 y 18.
10). Se trata de quienes se hacen pequeños con vistas al Reino, que lo han
abandonado todo para dedicarse a su misión. Esos pequeños se han hecho ahora
grandes y están asociados al Señor para juzgar a las naciones y reconocer a
quienes les han dado acogida (cf. Mt 10. 40).
c) ¿Cabe la posibilidad de dar al pasaje de
Mateo una interpretación más amplia y ver en los pequeños no sólo a los
discípulos de Cristo, sino a todo pobre amado por sí mismo, sin conocimiento
explícito de Dios? Parece que sí puede hacerse si se tiene en cuenta la
insistencia del pasaje en torno al hecho de que los beneficiarios del Reino
ignoran a Cristo, cosa apenas concebible por parte de personas que reciben a
los discípulos y su mensaje. Además, las obras de misericordia enumeradas en
los vv. 35-36 son precisamente las que la Escritura definía como signos de la
proximidad del reino mesiánico (Lc 4. 18-20; Mt 11. 4-5) y sin limitarlas al
beneficio exclusivo de los discípulos.
La caridad aparece como el instrumento
esencial de la instauración del Reino de Dios (1 Co 13. 13).
En cualquier caso, lo que sí es cierto es que
un cristiano del siglo XX no puede marginar esta cuestión, sea o no sea la de
Mateo. Cristo se presenta en ella, en efecto, no sólo como el Hijo del hombre
esperado por los judíos, sino también como el pastor de Ezequiel: no quiere que
el logro del Reino dependa de una pertenencia física al pueblo elegido, y trata
de definir las condiciones en las que un extraño al pueblo elegido puede ser
justificado. Ahora bien: está claro que Jesús no se detiene en el
reconocimiento que el pagano podría adquirir respecto a Dios y a su Mesías:
este conocimiento de Dios no es un criterio suficiente. Para él, el único
criterio válido es la red relacional en la que el hombre se sitúa respecto a
sus hermanos y especialmente a los más pobres de entre ellos, y este criterio
se basta a sí mismo, vaya o no acompañado de un conocimiento explícito de Dios.
Cristo propone, pues, un concepto profanizado del juicio de Dios; desacraliza
la teología judía en este punto: el hombre hermano de los hombres realiza el
reino mesiánico, puesto que su obrar, sea o no consciente, es de Dios.
En cierto sentido, hay dos pesos y dos
medidas en el juicio de Dios según que recaiga sobre la humanidad en general o
sobre los miembros del pueblo elegido. Los primeros darán cuenta de su esfuerzo
en pro de un ser humano mejor; los segundos darán cuenta de su vigilancia, que
consiste en ver la presencia de Dios en la red de las relaciones humanas. Sólo
la fe da esa posibilidad. Los cristianos están obligados no menos que los otros
hombres a amar a sus hermanos, pero la fe les obliga a significar la densidad
divina contenida en esa fraternidad y a ser así, de antemano, los testigos de
lo que se aclarará en el juicio, cuando Dios revele a todos los hombres su
presencia y su acción en la fraternidad y su solidaridad.
La asamblea eucarística reúne a los hombres
"vigilantes" para que sean conscientes de la función que han de
cumplir delante de Dios y de los hombres, dando testimonio de la presencia de
Dios en las relaciones humanas.
MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA
CRISTIANA VII - MAROVA MADRID 1969.Pág.
294
2.- D/OPRIMIDOS:
LA IDENTIFICACIÓN DE DIOS CON LOS OPRIMIDOS CONSTITUYE DESDE EL ÉXODO UNO DE
LOS RASGOS CARACTERÍSTICOS DEL DIOS BÍBLICO. RD/HUMANITARISMO:
LO QUE HACE DEL PAGANO UN MIEMBRO DEL PUEBLO DE DIOS ES SU HUMANITARISMO
COMPROMETIDO CON EL QUE LO PASA MAL.
La novedad de este acontecimiento son sus
participantes: "todas las naciones". Se trata de los
"goyim" o gentiles, es decir, de cuantos no forman parte del pueblo
santo de Dios, porque o no son judíos o no han aceptado el modo de vida judío.
Lo significativo del texto radica en esa presencia de los paganos en el
acontecimiento final, algo absolutamente impensable en la mentalidad de los
judíos contemporáneos de Jesús.
En sí mismo el texto es una parábola, a
través de la cual Jesús hace ver a sus discípulos que en el futuro Reino de
Dios pueden también tener cabida los no miembros del Pueblo de Dios. Culmina
así un planteamiento que Mateo ha ido desarrollando a lo largo de su obra. Por
tratarse de personas desconocedoras de Dios, la inclusión de las mismas en el
Reino de Dios no puede ir ligada al conocimiento de Dios o al cumplimiento de
su voluntad. Nada de eso, en efecto, menciona el rey en la parábola; sus
menciones son a situaciones y comportamientos sin connotación alguna religiosa.
Lo que hace del pagano un miembro del Reino de Dios es su humanitarismo
comprometido con el que lo pasa mal. Este humanitarismo determina la calidad de
su persona, haciéndola acreedora al título de "justo", un título
hasta ahora reservado exclusivamente a los miembros del Pueblo de Dios y ligado
al cumplimiento de la voluntad de Dios. Lo que, en cambio, no constituye
novedad dentro de la Biblia es la identificación del rey con los necesitados:
"cada vez que lo hicisteis con uno de mis humildes hermanos, conmigo lo
hicisteis". Esta identificación, en efecto, constituye desde el Éxodo uno
de los rasgos característicos del Dios bíblico.
Comentario.- La imagen de un juicio universal
final, sacada de este texto, está muy arraigada en la conciencia cristiana,
imagen consagrada además artísticamente por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina.
Si el precedente análisis del texto es atinado, dicha imagen resulta problemática,
no porque el texto no hable de un juicio (que sí lo hace), sino porque no es el
juicio su intención prioritaria ni en ese juicio toman parte los pertenecientes
al Pueblo de Dios.
Frente a la identificación de Pueblo de Dios
y de Reino de Dios que hacían los contemporáneos de Jesús, éste proclama la
mayor amplitud del Reino sobre el Pueblo, con la consiguiente consecuencia,
sorprendente sin duda, de que al Reino de Dios no se accede por la sola vía
religiosa. Frente a una concepción restrictiva del Reino de Dios, Jesús propone
una concepción universal del mismo. Esta es la intención prioritaria del texto
y que convierte al mismo en texto capital para la humanidad, por cuanto, al no
hacer de la religión condición esencial para encontrar a Dios, cualquier humano
puede llegar a Él, siempre que su vida tenga la calidad de la solidaridad. Es
precisamente ésta la calidad que caracteriza al Dios bíblico desde el Éxodo
hasta Jesús. A través de ella es como Jesús ha revelado a Dios y como se ha
convertido en Rey del Universo.
A. BENITO - DABAR 1990/57
3.- La imagen del pastor que separa las
ovejas de las cabras está tomada del texto de Ezequiel (primera lectura). Es
importante no olvidar este detalle, pues sólo así comprenderemos que se trata
evidentemente de un juicio entre los explotadores y explotados, entre los que
hacen la injusticia y los que la padecen. El Señor saldrá al fin en defensa de
los pobres, de los que sufren, de los perseguidos por su amor a la justicia...
El juicio será según las obras, no según lo
que decimos creer y confesar. Así que son las obras las que distinguen y juzgan
a los hombres al fin y al cabo, no las palabras ni los rezos. Cualquier otra
discriminación o distinción no vale nada y no permanecerá: ni la raza, ni el
dinero, ni la cultura, ni los honores..., colocan en verdad a los hombres a la
izquierda o a la derecha del Señor. Pero las obras que pueden salvarnos son
siempre obras de amor, porque la ley con la que vamos a ser juzgados se resume
en el amor.
El cumplimiento del mandamiento del amor o su
incumplimiento anticipa ya en el mundo el juicio final. El que ama a Cristo en
los pobres y se solidariza con su causa se introduce en el reino de Dios.
EUCARISTÍA 1990/54
4.- El juicio del que aquí se habla es
universal. La promesa y la amenaza que este juicio supone va dirigida sin
distinción alguna a cristianos y paganos, a los creyentes y a los ateos, a
todos los hombres y a los pueblos.
La imagen del pastor que separa las ovejas de
las cabras está tomada del texto de Ezequiel (primera lectura). Es importante
no olvidar ese detalle, pues sólo así comprendemos que se trata evidentemente
de un juicio entre los explotadores y explotados, entre los que hacen la
injusticia y los que la padecen. El Señor saldrá al fin en defensa de los
pobres, de los que sufren, de los perseguidos por su amor a la justicia...
El juicio será según las obras, no según lo
que decimos creer y confesar. Así que son las obras las que distinguen y juzgan
a los hombres, al fin y al cabo, no las palabras ni los rezos. Cualquier otra
discriminación o distinción no vale nada y no permanecerá: ni la raza, ni el
dinero, ni la cultura, ni los honores..., colocan en verdad a los hombres a la
izquierda o a la derecha del Señor. Pero las obras que pueden salvarnos son
siempre obras de amor, porque la Ley con la que vamos a ser juzgados se resume
en el amor.
Notable y digna de toda consideración es en
primer lugar la pregunta de los bienaventurados. Se ve que ellos no sabían lo
que les esperaba, que ignoraban su amor a Cristo cuando amaban a los pobres.
Pasaban por ateos, incluso se confesaban así en el mundo, y ahora resulta que
son cristianos. Recordemos que Jesús dirigió las bienaventuranzas a los pobres,
a los que luchan por la justicia y por la paz..., y sólo la última de ellas a
los discípulos que confiesan explícitamente su nombre en el mundo. En segundo
lugar fijémonos en la respuesta de Cristo, que se identifica con los pobres,
con los forasteros, con los encarcelados, con los enfermos. Y esto no sólo
porque tales son los que padecen la injusticia, sino también porque son los que
buscan la justicia y luchan por alcanzarla.
En la pregunta de estos condenados se ve, por
el contrario, la triste posibilidad de perder la vida y el reino de Dios que
tienen cuantos en este mundo pretenden amar a Dios y ser cristianos sin amar al
prójimo y reconocer a Cristo en los pobres y explotados. El cumplimiento del
mandamiento del amor o su incumplimiento anticipa ya en el mundo el juicio
final. El que ama a Cristo en los pobres y se solidariza con su causa se
introduce en el reino de Dios; pero el que no ama y explota a sus semejantes se
excluye del reino de Dios. El juicio universal será la manifestación y la
proclamación de la sentencia definitiva, que se va cumpliendo ya en nuestras
vidas según nuestras obras.
EUCARISTÍA 1987/54
5.- Estamos ante la última enseñanza de Jesús
según el evangelio de Mateo. Su lenguaje es sobre todo profético, aunque en
algún momento se acerca a la parábola y a la alegoría. Estas últimas palabras del
Maestro nos describen la venida del Hijo del Hombre en gloria y poder para el
juicio; cuando se ha sentado en el trono y se dispone a juzgar es llamado Rey:
los que son juzgados le llaman Señor y, al hablar de "mi Padre", se
nos muestra también como el Hijo: los títulos que la Iglesia primitiva da a
Cristo resucitado, como expresión de su fe, se han concentrado aquí en pocas
líneas.
El juicio se hace sobre todo el mundo
("todas las naciones"), como también a todos debe ser predicado el
Evangelio (cfr. 28,19). La descripción del juicio es sobria, y estructurada en
dos partes paralelas y antitéticas. La división derecha e izquierda o entre
ovejas y cabras -imagen que recuerda al pastor que al caer la tarde reúne a su
rebaño- es convencional y pedagógica.
Las palabras con que se acoge o se rechaza la
entrada al Reino son un repaso de las llamadas obras de misericordia. Si toda
la Ley consiste en amar a Dios y al prójimo (cfr. evangelio del domingo 30), lo
que aquí aparece es el amor manifestado en hechos muy concretos. Por tanto,
cada uno es declarado justo o es condenado según haya servido a los demás o se
haya abstenido de hacerlo.
Ante este juicio aplicado por igual a
"todas las naciones", cada uno de los dos grupos contesta a coro
expresando la extrañeza cuando oyen que al ocuparse de un hermano o al dejar de
hacerlo se lo hacían o rechazaban hacerlo al mismo Cristo. Y esta pregunta
prepara las palabras del Juez sobre la razón de la sentencia: El Hijo del
Hombre, Jesús, se hace solidario de aquellos que tienen alguna necesidad de
ayuda. "Estos, los humildes" no son sólo los miembros de la Iglesia o
comunidad de Cristo, sino que su alcance es universal, como el juicio: esto
significa que la identificación de Cristo con ellos es independiente de su
situación subjetiva.
Pero ni siquiera los justos son plenamente
conscientes de esta solidaridad hasta el último momento, que será cuando
aparezca el sentido pleno de cada una de las obras. Por otro lado, estas
acciones de las que aquí se habla no son cosas excepcionales, sino hechos
presentes en la vida de todos los días. Si el amor conduce a Cristo a
solidarizarse con cada uno de los hombres, estos significan que el modo que
tiene el creyente de manifestar su amor a Cristo es la solidaridad con el
hermano, con todo hombre. Y que aquel que actúa con amor y misericordia, del
mismo modo es juzgado; mientras que quien no ejerce la misericordia, es juzgado
sin misericordia.
J. ROCA - MISA DOMINICAL 1981/22
6.- La separación entre buenos y malos que se
realizará a la hora del juicio escatológico de Dios, será consecuencia de lo
que cada uno habrá hecho en bien de los demás. Toda persona necesitada es un
sacramento de la presencia de Jesús en medio de nosotros.
MISA DOMINICAL 1990/05
7.- A-H/JUICIO
Dios santo, Señor y Dios nuestro,
tú que contemplas los cielos
en el infinito de tu gloria,
has tomado rostro de hombre
y has compartido la miseria
del más abandonado de entre los pobres.
Danos la fuerza de tu bendición.
Santifica nuestro corazón con el fuego de tu palabra
para que nuestros ojos reconozcan tu presencia
en la mano que se tiende
y en la mirada que mendiga nuestro amor.
Pues tú nos juzgarás sobre el amor
cuando llegue el día de tu juicio.
DIOS CADA DIA - SIGUIENDO EL LECCIONARIO
FERIAL - CUARESMA Y TIEMPO PASCUAL
SAL TERRAE/SANTANDER 1989.Pág. 27
PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XXXIII CICLO
A - (26 NOVIEMBRE 2023)
TEMA: “SE SENTARÁ EN EL TRONO DE SU
GLORIA Y SEPARARÁ A UNOS DE OTROS”
01.- REY Y SACERDOTE (A.J. Pedro Martins)
JESUCRISTO, HAZ DE NOSOTROS
UN PUEBLO SACERDOTAL
PARA DIOS, NUESTRO PADRE.
A ÉL LA GLORIA Y EL PODER
POR LOS SIGLOS.
1. Hoy te cantamos,
oh Hijo Predilecto del Padre.
Hoy te alabamos,
Ciencia eterna
y Verbo de Dios.
Hoy te cantamos hijo de María,
la Virgen.
Hoy te alabamos, Cristo nuestro hermano
y nuestro salvador.
A Él la gloria y el poder
por los siglos.
2. Hoy te cantamos,
Luz de esplendor eterno.
Hoy te alabamos,
Estrella de la mañana que anuncia el día.
Hoy te cantamos,
Mesías esperado por los pobres.
Hoy te alabamos,
oh Cristo, nuestro Rey y Príncipe de la Paz.
A Él la gloria y el poder
por los siglos.
3. Hoy te cantamos,
Cordero de la Pascua Eterna.
Hoy te alabamos,
víctima inmolada
por nuestros pecados.
Hoy te cantamos,
Cristo salvador inmortal.
Hoy te alabamos
por tu muerte y resurrección.
02.- SALMO 72 TU REINO ES VIDA (Miguel Manzano)
TU REINO ES VIDA, TU REINO ES VERDAD;
TU REINO ES JUSTICIA, TU REINO ES PAZ;
TU REINO ES GRACIA, TU REINO ES AMOR:
VENGA A
NOSOTROS TU REINO, SEÑOR. (2)
Dios mío, da tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud;
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
Que los montes traigan la paz,
que los collados traigan la justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
que socorra a los hijos del pobre;
que él defienda a los humildes del pueblo
y quebrante al explotador.
Que dure tanto como el sol,
como la luna, de edad en edad;
que baje como lluvia sobre el césped,
como rocío que empapa la tierra.
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna.
Librará al pobre que suplica,
al afligido que no tiene protector;
se apiadará del humilde e indigente,
y salvará la vida de los pobres;
salvará de la violencia sus vidas,
pues su sangre es preciosa ante sus ojos.
Que su nombre sea eterno,
que su fama dure como el sol;
que sea bendición para los pueblos;
que las naciones los proclamen dichoso.
Bendito eternamente su nombre,
que su gloria llene la tierra.
03.- BENDITO SEAS, SEÑOR (Francisco Palazón)
BENDITO SEAS, SEÑOR,
POR ESTE PAN Y ESTE VINO,
QUE GENEROSO NOS DISTE
PARA CAMINAR CONTIGO,
Y SERÁN PARA NOSOTROS
ALIMENTO EN EL CAMINO.
Te ofrecemos el trabajo,
las penas y la alegría;
el pan que nos alimenta
y el afán de cada día.
Te ofrecemos nuestro barro,
que oscurece nuestras vidas,
y el vino que no empleamos
para curar las heridas.
04.- CON AMOR TE PRESENTO SEÑOR (Carmelo Erdozain)
1. Con amor te presento, Señor,
lo mejor de mi vida,
te presento, Señor, mi amistad.
Con amor te presento, Señor,
para ser mi manjar.
La viña, el racimo, el trigal,
el pan de mi hogar
te presento con amor.
2. Con mis manos abiertas a Ti,
contemplando tu lámpara,
te presento, Señor, mi esperanza.
Hacia Ti se dirige mi barca,
hacia el cielo se va.
Es largo el camino, el remar,
ruta pascual,
Dios me guía al caminar.
3. Con mi ofrenda también yo te doy
lo mejor de mis lágrimas.
Te presento, Señor, mi dolor.
Te presento, Señor, mi oración,
ofertorio de amor.
El grano enterrado ya es flor,
la espiga oblación,
la semilla redención.
05.- ATARDECER DE LA VIDA (Cesáreo Garabaín)
AL ATARDECER DE LA VIDA,
ME EXAMINARÁN DEL AMOR;
AL ATARDECER DE LA VIDA,
ME EXAMINARÁN DEL AMOR.
1. Si ofrecí mi pan al hambriento,
si al sediento di de beber,
si mis manos fueron sus manos,
si en mi hogar le quise acoger.
2. Si ayudé a los necesitados,
si en el pobre he visto al Señor,
si los tristes y los enfermos,
me encontraron en su dolor.
3. Aunque hablara miles de lenguas,
si no tengo amor nada soy.
Aunque realizara milagros,
si no tengo amor nada soy.
06.- VIVE DIOS (Leonardo Caro)
Cuando sientas que se queman
tus entrañas por amor
y te entregas al llamado sin temor.
Cuando están en armonía
voluntad y corazón,
e iluminas y en tu cuerpo vive Dios.
Vive Dios, por siempre vive Dios,
en tu vida y en tu historia vive Dios.
Vive Dios, por siempre vive Dios.
Por tu muerte y por tu gloria vive Dios.
Cuando estás en la penumbra
aguardando lo peor
y desprecias la existencia y su valor.
Si no encuentras un sentido,
anda y busca en tu interior
y verás que aún en tu cuerpo vive Dios.
07.- EN LA HORA DE PARTIR (J.A. Espinoza)
EN
LA HORA DE PARTIR
EN
LA HORA DEL ADIÓS
NOS
VAMOS, PERO QUEDAMOS
UNIDOS
EN EL AMOR.
Unidos en el saber, que tu casa es
nuestra casa
Que tu mesa es nuestra mesa y que
es nuestra tu palabra (2v).
Unidos en nuestra fe unidos en la
alegría
unidos en nuestras luchas siempre
unidos en la vida (2v).
08.- TU REINARAS
Tú reinarás, este es el grito
que ardiente exhalan nuestra fe
Tú reinarás, oh Rey Bendito
pues tú dijiste ¡Reinaré!
REINE JESÚS POR SIEMPRE
REINE SU CORAZÓN
EN NUESTRA PATRIA,
EN NUESTRO SUELO,
QUE ES DE MARÍA LA NACIÓN.
Tú reinarás, dichosa Era
Dichoso pueblo con tal Rey
Será tu cruz, nuestra bandera
Y tu Evangelio, nuestra Ley
Tu reinarás, dulce esperanza,
que el alma llena de placer;
habrá por fin paz y bonanza,
felicidad habrá doquier
09.- TU REINARAS
Tú reinarás, este es el grito
que ardiente exhalan nuestra fe
Tú reinarás, oh Rey Bendito
pues tú dijiste ¡Reinaré!
Reine Jesús por siempre
Reine su corazón
en nuestra patria,
en nuestro suelo,
que es de María la nación.
Tu reinarás, dulce esperanza,
que el alma llena de placer;
habrá por fin paz y bonanza,
felicidad habrá doquier
10.- VENGA TU REINO (Kairoi)
YO QUIERO SER INSTRUMENTO DE VIDA.
QUIERO SEGUIR TU CAMINO Y TU VERDAD. (Bis)
1.-Lo que he vivido me enseñó
que eres un Dios de vida y paz,
que la justicia y el amor
es lo que quieres de verdad.
Quiero seguirte, mi Señor,
tus actitudes asumir,
y que la duda y el temor
no me hagan cómplice del mal.
2.-Te alabo a Ti, Señor Jesús,
Tú me has mostrado al Padre Dios.
Te asesinó el viejo poder
que usa tu nombre para odiar.
Ese poder que te acalló
aún hoy mata y dicta ley.
Dame la fuerza para hablar,
como profeta denunciar.
3.- Como inocente muerto en cruz
el Padre te resucitó.
Yo te he podido descubrir
de tus verdugos triunfador.
Protege a los que matarán
por el delito de pensar,
y abrir la boca y exigir
para vivir con dignidad.
11.- CRISTO TE NECESITA (Cesáreo Garabain)
1.- Cristo te necesita para amar, para amar,
Cristo te necesita para amar.
NO TE IMPORTEN LAS RAZAS NI EL COLOR DE LA PIEL,
AMA A TODOS COMO HERMANOS Y HAZ EL BIEN.
2. Al que sufre y al triste dale amor,
dale amor, al humilde y al pobre, dale amor.
3. Al que vive a tu lado dale amor, dale amor,
al que viene de lejos dale amor.
4. Al que habla otra lengua dale amor, dale amor,
al que piensa distinto dale amor.
5. Al amigo de siempre dale amor, dale amor,
al que no te saluda, dale amor.
12.- VIVA CRISTO REY
Un grito de guerra se escucha en la faz de la
tierra y
en todo lugar
los prestos guerreros empuñan su espada y se
enlistan
para pelear
para eso han sido entrenados defenderán la verdad y
no
les será arrebatado el fuego que en su sangre esta.
VIVA CRISTO REY, VIVA CRISTO REY
EL GRITO DE GUERRA QUE ENCIENDE LA TIERRA
VIVA CRISTO REY
NUESTRO SOBERANO SEÑOR
NUESTRO CAPITÁN Y CAMPEÓN
PELEAR POR ÉL
ES TODO UN HONOR.
Sabemos que esta batalla no es fácil y muchos se
acobardaran
y bajo los dardos de nuestro enemigo perecerán
yo tendré mi espada en alto como la usa mi Señor
a Él nada lo ha derrotado su fuerza es la de Dios.
VIVA CRISTO REY, VIVA CRISTO REY
EL GRITO DE GUERRA QUE ENCIENDE LA TIERRA
VIVA CRISTO REY
NUESTRO SOBERANO SEÑOR
NUESTRO CAPITÁN Y CAMPEÓN
PELEAR POR ÉL
ES TODO UN HONOR.
No conocemos mayor alegría no existe más honroso
afán
que con mis hermanos estar en la línea y juntos la
vida
entregar
a Él que merece la gloria y nos recluto por amor
ante Él las rodillas se doblan y se postra el
corazón.
VIVA CRISTO REY, VIVA CRISTO REY
EL GRITO DE GUERRA QUE ENCIENDE LA TIERRA
VIVA CRISTO REY
NUESTRO SOBERANO SEÑOR
NUESTRO CAPITÁN Y CAMPEÓN
PELEAR POR ÉL
ES TODO UN HONOR. (2)