COMENTARIO
La figura más
significativa es la de este último administrador, el que recibe sólo un talento
de plata y se lo guarda hasta la vuelta del dueño. Temiendo complicarse la
vida, el administrador aquel debió pensar: "Si lo guardo y se lo devuelvo
al dueño en cuanto vuelva, no podrá decirme nada; por el contrario, si negocio
con él puede salirme mal".
Pero el dueño, al llegar,
le llama "negligente y holgazán", y lo despide de su trabajo, porque
lo que había que hacer no era guardar el dinero, sino arriesgarse y sacarle
fruto. ¡Y pensar que el administrador había obrado así por prudencia, creyendo
que aquello era lo más sensato que podía hacer para no perder el dinero! ¡Qué
imprudente había sido, en realidad! Todo esto es más o menos lo que hacemos
nosotros cuando decimos: "Yo estoy en paz con Dios porque no hago daño a
nadie, porque no me meto con nadie, y voy a misa y rezo". (...).
No es eso lo que quiere
Dios, no es eso lo que predica Jesucristo. Un cristiano no queda en paz con
Dios porque no haga daño a nadie: actuar así es hacer lo que el administrador
que se guarda su talento y no lo hace rendir. Un cristiano queda en paz con
Dios cuando se esfuerza porque los dones que tiene sirvan para que avance la
causa del Evangelio en el mundo, para que crezca un poco más en el mundo la
esperanza, el amor, la fe.
Y ello, aunque suponga
complicaciones, riesgos, errores. Porque si uno se queda encerrado sin
preocuparse de nada, sin duda no se encontrará con ningún riesgo ni problema,
pero al final Dios le llamará "negligente y holgazán", como al
administrador del talento. Por el contrario, si uno quiere ser fiel, sin duda
se encontrará con momentos poco claros, y se equivocará probablemente más de
una vez. Pero Dios podrá decirle al final que ha sido fiel a lo que él quería:
que los dones que él ofrece a los hombres den fruto.
R.P.
Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Jr 29, 11-12.14
Dice
el Señor: «Tengo designios de paz y no de aflicción, me invocarán y yo los
escucharé; los congregaré sacándolos de los países y comarcas por donde los
dispersé».
ORACION
COLECTA
Concédenos, Señor, Dios nuestro, alegrarnos
siempre en tu servicio, porque en dedicarnos a ti, autor de todos los bienes,
consiste la felicidad completa y verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de los Proverbios 31, 10-13.19-20.30-31
Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará?
Vale mucho más que las perlas. Su marido se fía de ella, y no le faltan
riquezas. Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida. Adquiere
lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos. Aplica su mano para
hilar, y con sus dedos elabora el tejido. Abre sus manos al necesitado y
extiende sus brazos al pobre. Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura; la que
teme al Señor merece alabanza. Cántenle por el éxito de su trabajo, que por sus
obras la alaben todos.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 127)
Dichoso el que teme al Señor.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus
caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R.
Tu mujer, como parra fecunda, en medio de
tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. R.
Esta es la bendición del hombre que teme al
Señor. Que el Señor te bendiga desde Sion, que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san
Pablo a los Tesalonicenses 5, 1-6
Hermanos: En lo referente al tiempo y a las
circunstancias, no necesitan que les escriba. Ustedes saben perfectamente que
el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando diga la gente:
«¡Qué paz, qué seguridad!», entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina,
como los dolores del parto a la que está encinta, y no podrán escapar. Pero a
ustedes, hermanos, como no viven a oscuras no los sorprenderá ese día como a un
ladrón, porque todos son hijos de la luz e hijos del día; no lo son de la noche
ni de las tinieblas. Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos
vigilantes y vivamos sobriamente.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Jn 15, 4a.5b
Aleluya.
Permanezcan en mí, y yo en ustedes —dice el Señor—; el que permanece en mí da
fruto abundante. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 25, 14-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta
parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó
encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a
otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco
talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió
dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno cavó un hoyo en
la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de
aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que
había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor,
cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”. Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado
fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa
al banquete de tu señor”.
Se acercó luego el que había recibido dos
talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”.
Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido
fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor”.
Finalmente, se acercó el que había recibido un
talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que cosechas donde no siembras
y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo
tierra. Aquí tienes lo tuyo”. El señor le respondió: “Eres un empleado
negligente y holgazán. ¿Conque sabías que cosecho donde no siembro y recojo
donde no esparzo?
Pues debías haber puesto mi dinero en el banco,
para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quítenle el talento
y dénselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero
al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil
échenlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes”».
PLEGARIA
UNIVERSAL
Oremos, hermanos,
al Señor, que no se deja ganar en generosidad, diciendo juntos: R. Te
rogamos, óyenos.
1.- Por el Papa y los pastores de la Iglesia:
para que, asistidos por el Espíritu Santo, nos ayuden a construir el Reino de
Dios. Oremos. R.
2.- Por los discípulos de Cristo: para que,
viviendo nuestra fe activamente, el Señor nos encuentre preparados cuando
venga. Oremos. R.
3.- Por los hogares cristianos: para que la
fidelidad de los esposos encamine a sus hijos en la senda del bien y del amor. Oremos.
R.
4.- Por las mujeres que no son respetadas:
para que construyamos sociedades donde puedan vivir con dignidad y honra. Oremos. R.
5.- Por cada habitante de nuestro país: para
que sabiéndose creado a imagen de Dios, reconozca los dones y talentos
recibidos y los desarrolle para enriquecer la sociedad y promover el bien
común. Oremos. R.
Que tu sabiduría,
Señor, nos haga gustar de los bienes de tu Reino y que permanezcamos vigilantes
mientras esperamos la llegada definitiva de tu Hijo, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor,
que estos dones, ofrecidos ante la mirada de tu majestad, nos consigan la
gracia de servirte y nos obtengan el fruto de una eternidad dichosa. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE
COMUNION Mc 11, 23.24
En verdad les digo: todo cuanto pidan en la oración, crean que se lo han
concedido y lo obtendrán, dice el Señor.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Señor, después de
recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos humildemente que nos haga
crecer en el amor lo que tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 20: 1M 1, 10-15. 41-43. 54-57.62-64; Sal 118; Lc
18, 35-43.
Martes 21: 2M 6, 18-31; Sal 3; Lc 19, 1-10
Miércoles 22: 2M 7, 1.20-31; Sal 16; Lc 19, 11-28.
Jueves 23: 1M 2, 15-29; Sal 49; Lc 19, 41-44
Viernes 24: 1M 4, 36-37.52-59; Sal: 1Cro 29, 10-12; Lc
19, 45-48
Sábado 25: 1M 6, 1-13; Sal 9; Lc 20, 27-40
Domingo 26: Ez 34, 11-12. 15-17; Sal 22; 1Co 15,
20-26.28; Mt 25, 31-46.
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Mt 25. 14-30
1.- En cuanto a la parábola que leemos hoy (y
siguiendo lo que dice C.H. Dodd en "Las parábolas del Reino", pág.
140-147), se puede intentar llegar a lo que esta parábola significaría en la
situación real de la vida de JC. De este modo vemos que la parábola encuentra
su centro de interés en el momento de rendir cuentas. Los dos primeros
empleados han aumentado el capital y son alabados, mientras que el tercero, que
creía que su cautela y honradez serían alabadas, se encuentra ante un duro
vituperio.
Pero esta respuesta a su conducta no la
recibe por ser demasiado miedoso y cobarde, sino por algo peor: el señor le
había confiado su dinero para que lo hiciera fructificar, y él no ha cumplido
con esta misión; es, por lo tanto, un empleado inútil e infiel, no sólo un
empleado miedoso.
En la situación en la que hablaba JC la
aplicación era fácil. Los judíos piadosos buscaban su seguridad personal en la
observancia de la Ley, con el fin de hacer méritos ante Dios, pero entre tanto,
por su exclusivismo egoísta, la religión de Israel se convertía en una magnitud
estéril: los pecadores, los gentiles, el pueblo sencillo, no se beneficiaban de
la observancia farisaica de la Ley, y Dios no percibía intereses de su capital.
Por ello, Israel será desposeído de lo que tiene, y se dará a un nuevo pueblo
que, aceptando el riesgo que implica toda inversión, sea capaz de hacer
fructificar los dones recibidos.
Esta aplicación inicial se transformó
posteriormente, pasando la parábola a tener finalidad parenética, ilustrando la
máxima "al que tiene se le dará": el que trabaja sus capacidades y su
fe las aumenta; al que no las trabaja, se le degradan y las pierde. Y aún hay,
finalmente, un tercer estadio de interpretación: la preocupación pasa entonces
a la segunda venida de JC, que se ve representado en el retorno del dueño, y la
parábola comprendida como imagen del juicio final: el empleado infiel será
echado "fuera a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de
dientes".
J. LLIGADAS - MISA DOMINICAL 1975/20.
2.- En aquel tiempo el que recibía una prenda
de otro, si la enterraba en el suelo, en un lugar seguro, quedaba libre de toda
responsabilidad. Nuestro hombre no lo pensó dos veces: fue y se dio prisa en
enterrar el dinero de su señor, que le quemaba las manos. Ahora ya puede
sentirse tranquilo: ha cumplido. Cuando el señor se presente, ya irá a
desenterrarlo y correrá a devolverlo: "Aquí tienes lo tuyo". Como
quien se quita un peso de encima, mientras piensa: y ahora dejadme en paz y no
me molestéis más.
J. TOTOSAUS - MISA DOMINICAL 1978/21.
3.- PARABOLA/ALEGORIA.
Las últimas palabras del domingo pasado eran
una invitación a vivir con la mirada puesta en el futuro: "Velad porque no
sabéis el día ni la hora". El texto de hoy enlaza con esta invitación por
medio de una partícula explicativa que, por razones obvias, ha quedado fuera de
la traducción litúrgica. Así pues, el texto quiere insistir y ahondar en la
invitación del domingo pasado. Lo hace por medio de una parábola. Es la
historia imaginada de un hombre que marcha al extranjero y confía sus bienes a
tres empleados. A su vuelta, pasado mucho tiempo, alaba la actividad llevada a
cabo por dos de los empleados y recrimina la inactividad del tercero.
* Comentario.- Cuando el texto es una
parábola, una tendencia bastante frecuente es interpretar ésta en sentido
alegórico, es decir, atribuyendo a cada personaje y situación de la misma un
significado concreto. Interpretación alegórica de la parábola de hoy sería la
siguiente: el hombre que se marcha es Jesús subiendo al cielo. Los talentos,
las capacidades que cada cristiano tiene.
La vuelta, la segunda venida de Jesús al
final de los tiempos. El tiempo entre la marcha y la vuelta de Jesús, la
historia humana.
El rendimiento de cuentas, el juicio final en
el que cada uno deberá responder de las capacidades recibidas. El premio y el
castigo, el cielo y el infierno.
La interpretación alegórica de las parábolas
tiene varios inconvenientes: ruptura con el contexto literario, desmenuzamiento
y falta de sentido unitario, pérdida de plasticidad y de evocación, ausencia de
criterios uniformes de trasposición, subjetivismo. Demasiados inconvenientes.
Vamos a evitar, pues, todos hablar de la parábola de hoy en términos
alegóricos. En su lugar fijémonos en la impresión de conjunto dentro del
contexto. Lo podemos sintetizar de la siguiente manera: el desconocimiento del
día y de la hora no debe inducirnos a pensar que ese día y esa hora no existen.
Algo ha cambiado en la actitud de los
cristianos del tiempo de Mateo respecto a la venida del Señor. Parecen quedar
ya lejos el interés y la excitación de ánimo reflejados en la segunda carta que
Pablo había escrito a los cristianos de la ciudad griega de Tesalónica. A estos
cristianos Pablo les pedía que no perdieran el juicio ni vivieran en continua
zozobra por lo que ellos consideraban inminente venida del Señor (cf. 2 T 2.
1-2). En tiempo de Mateo, la actitud parece haber pasado al extremo contrario:
de la zozobra al desinterés e indiferencia. ¿La venida del Señor? ¿Una historia
abierta al futuro de Dios y al encuentro con Él? A los cristianos del tiempo de
Mateo éstas les debían parecer ya preguntas carentes de sentido y tal vez
ridículas.
Pero si la zozobra que Pablo criticaba era
mala, también lo es el otro extremo del péndulo anímico, probablemente también
el nuestro en esta cuestión. Con la parábola de hoy Mateo quiere reavivar no la
zozobra (esto queda para frustrados, personas que han perdido el tren de la
vida, agoreros y fatalistas), sino la vigilancia, es decir, la actitud abierta
al futuro de Dios y de nosotros con Él. Una vez más, la plástica y la crudeza
de las imágenes (esto es una parábola) ayudan más que cien palabras a despertar
esta actitud abierta o de vigilancia y que en la parábola se expresa como
actividad económica. Jesús era un maravilloso maestro del lenguaje. No
estropeemos su lenguaje lleno de garra ni lo entenebrezcamos con nuestras
alegorías del miedo. Miremos sin más hacia fuera de nosotros y hacia adelante,
hacia la línea del horizonte en que el Hombre (cada uno de nosotros) y Dios se
funden en un abrazo. Es el día y la hora.
ALBERTO BENITO - DABAR 1987/55.
4.- Cada uno puede esconderlos de muchas
maneras. Por ejemplo: cuando nos desentendemos de ellos; incluso creyendo,
vivimos en realidad de espaldas a Dios, por nuestra cuenta y riesgo, procurando
sólo lo que nos conviene. O cuando nuestra vida cristiana es superficial;
realizamos el bien cuando nos es fácil, pero dejamos de lado lo que nos cuesta
un esfuerzo, como nuestras verdaderas responsabilidades o lo que nos pide la
caridad que debemos a los demás. Vivimos un cristianismo muy flojo.
O también cuando nuestra fe es demasiado
rutinaria y nos limitamos a ir tirando, sin aprovechar toda la riqueza y la
fuerza de los dones que Dios nos da para que -poco a poco y sencillamente-
vayamos creciendo como hijos y nos vayamos asemejando a la imagen de su Hijo,
Jesús. Cada uno de nosotros debe considerar con responsabilidad cómo trabaja
los dones de Dios, es decir, si está respondiendo a lo que Dios espera de él.
J. COLOMER - MISA DOMINICAL 1987/21.
5.- La parábola de los talentos, como la de
las diez doncellas, de hace una semana, tiene un fuerte matiz escatológico, con
insistencia en la tarea que cada uno recibe en este tiempo de espera de la
venida del Señor.
El que va al extranjero es una persona
importante que libremente, porque así lo quiere, confía sus bienes a los
criados, de acuerdo con la capacidad de cada uno de ellos, puesto que los
conoce en profundidad. Hasta la vuelta del Señor, los protagonistas son los
sirvientes, que usan de modos distintos los bienes que se les confiaron: dos de
ellos arriesgan lo que tienen y -sin que se diga cómo- consiguen duplicar los
bienes, mientras que el tercero -con miedo de perderlo todo- guarda
temerosamente lo que se le confió. El punto más importante de la parábola es la
reprobación del tercero de los empleados, que viene preparada por las palabras
del señor a los dos primeros: ambos reciben la misma alabanza, no por la
cantidad de capital que han conseguido, sino porque los dos pusieron en juego
los bienes confiados y los hicieron progresar, y el señor les dice que en esto
consiste la fidelidad. La invitación hecha por su señor tiene resonancias de
recompensa escatológica.
No ocurre así con el tercero de los
empleados. Esta excusa su falta de actividad en el respeto, el miedo y las
exigencias de su amo; ni siquiera se atrevió a colocar el dinero en un banco.
Se quedó con los brazos cruzados quizá porque creía que su señor regresaría
pronto y se ocuparía personalmente de lo que era suyo. No ha tenido interés
alguno en aumentar los bienes en que el señor le hizo participar gratuitamente.
¿A quién iba dirigida la parábola de Jesús?
En general, a todos aquellos que ponen en primer lugar la propia seguridad y
comodidad en lugar de buscar el crecimiento de los bienes del Señor.
Concretamente, quizás a los que se consideraban guardianes de la Ley, muy
preocupados para que ellos no faltasen en nada y por guardarla en toda su
auténtica pureza y muy poco, en cambio, por buscar auténticos intereses de
Aquel que se la confió. El tercer siervo es llamado "negligente y
holgazán", en contraposición con los otros dos, que son fieles y
cumplidores. De este modo nos vamos dando cuenta de que la espera debe ser en todo
momento activa y responsable. El que hace fructificar el don recibido, recibe
aún más, mientras que quien no da fruto alguno pierde incluso el primer don con
que el señor lo había asociado a sí mismo. Este último empleado, finalmente, es
sacado fuera y separado de la fiesta a la que han sido invitados los demás.
JOSÉ ROCA - MISA DOMINICAL 1993/14.
PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XXXIII CICLO
A - (19 NOVIEMBRE 2023)
TEMA: “HAS SIDO FIEL EN LO POCO, PASA EL
BANQUETE DE TU SEÑOR”.
01.- SEÑOR MIRAME (Brotes de Olivo)
DIOS ESPERA EN EL ALTAR,
VAMOS TODOS HASTA ÉL,
LLEVEMOS NUESTRAS SONRISAS,
LA INQUIETUD, NUESTRA HAMBRE Y NUESTRA SED.
Dios, sobre todo, es amor,
quiere nuestra salvación,
que juntos nos salvemos
para ir de la mano hasta Dios.
Al entrar en la casa de Dios,
libre de rencores he de entrar,
llevar el alma tranquila
y pensar que al salir más he de amar.
Ése es Cristo, ese es Dios;
ése es Cristo, nuestro Dios.
Vengo a tu altar porque tengo sed de ti,
porque tu mirar a mi alma da la fe.
Mírame, Señor, no dejes de mirar
y mi alma contigo irá, se salvará.
02.- JUNTOS CANTANDO LA ALEGRIA
JUNTOS CANTANDO LA ALEGRÍA
DE VERNOS UNIDOS EN LA FE Y EL AMOR.
JUNTOS SINTIENDO EN NUESTRAS VIDAS
LA ALEGRE PRESENCIA DEL SEÑOR.
Somos la Iglesia peregrina que Él fundó,
somos un pueblo que camina sin cesar,
entre cansancios y esperanzas, hacia Dios,
nuestro amigo, Jesús, nos llevará.
Hay una fe que nos alumbra con su luz,
una esperanza que empapó nuestro esperar,
aunque la noche nos envuelva en su inquietud,
nuestro amigo, Jesús, nos guiará.
Es el Señor, nos acompaña al caminar,
con su ternura a nuestro lado siempre va,
si los peligros nos acechan por doquier,
nuestro amigo, Jesús, nos salvará.
03.- ALREDEDOR DE TU MESA (Francisco Palazón)
ALREDEDOR DE TU MESA VENIMOS A RECORDAR,
ALREDEDOR DE TU MESA VENIMOS A RECORDAR,
QUE TU PALABRA ES CAMINO, TU CUERPO, FRATERNIDAD;
QUE TU PALABRA ES CAMINO, TU CUERPO, FRATERNIDAD.
Hemos venido a tu mesa
a celebrar el misterio de tu amor.
Con nuestras manos manchadas,
arrepentidos buscamos tu perdón.
Juntos y a veces sin vernos
celebramos tu presencia sin sentir
que se interrumpe el camino
si no vamos como hermanos hacia ti.
04.- TRAEMOS A TU ALTAR
TRAEMOS A TU ALTAR CON EL VINO Y EL PAN
NUESTRAS OFRENDAS.
TRAEMOS A TU
ALTAR CON LOS HOMBRES
SU AFÁN Y SUS
PROBLEMAS.
Con los hombres
que trabajan el pan con sudor
ofrecemos
nuestro esfuerzo;
por los hombres
que no tienen trabajo ni pan,
te pedimos el
sustento.
Con los hombres
cuyas vidas son fruto de bien
ofrecemos
nuestra entrega;
por los hombres
cuyas vidas son pena y dolor,
que sepamos
estar cerca.
Con los hombres
que construyen un mundo de paz,
ofrecemos
nuestras manos;
por los hombres
que padecen la guerra y el mal,
que seamos
solidarios.
05.-TE OFRECEMOS, SEÑOR (Francisco Palazón)
TE OFRECEMOS, SEÑOR,
ESTE PAN Y ESTE VINO;
QUE, EN TU CUERPO Y TU SANGRE,
QUEDARÁN CONVERTIDOS (bis).
1.- Con el vino y el pan,
te ofrecemos el fruto de nuestro trabajo;
la ilusión de vivir,
el placer y el dolor, la alegría y el llanto.
2.- Juntamente, Señor,
te ofrecemos el fruto de nuestro trabajo;
la esperanza, la fe y el amor,
que nos hace sentirnos hermanos.
06.- PAN DE VIDA (Brotes de Olivo)
Tú eres, Señor, el Pan de vida.
Mi vida sin Ti no será vida.
El pan que yo os daré
ha de ser mi propia carne.
Contigo viviré
cuando coma de tu pan.
Aquel que cree en Ti,
tiene ya la vida eterna.
Si como de tu pan,
de tu vida gozaré.
Mi Padre es quien os da
verdadero pan del cielo.
Y a la tierra bajó
para el mundo alimentar.
Quien come de tu pan
no padecerá más hambre.
Quien bebe de tu sangre
ya no tendrá sed jamás.
07.- DONDE HAY CARIDAD (Joaquín Madurga)
DONDE HAY CARIDAD Y AMOR ALLÍ ESTÁ EL SEÑOR,
ALLÍ ESTÁ EL SEÑOR (2v).
Una sala y una mesa, una copa, vino y pan,
los hermanos compartiendo en amor y en unidad.
Nos reúne la presencia y el recuerdo del Señor,
celebramos su memoria y la entrega de su amor.
Invitados a la mesa del banquete
del Señor,
recordamos su mandato de vivir en el amor.
Comulgamos en el Cuerpo y en la Sangre que él nos da,
y también en el hermano, si lo amamos de verdad.
Este pan que da la vida y este cáliz de salud
nos reúne a los hermanos en el nombre de Jesús.
Anunciamos su memoria, celebramos su pasión,
el misterio de su muerte y de su resurrección.
08.- ANUNCIEMOS TU REINO, SEÑOR (Cristóbal Halffter)
ANUNCIAREMOS TU REINO, SEÑOR
TU REINO, SEÑOR, TU REINO
Reino de paz y justicia
Reino de vida y verdad
Tu reino, señor, tu reino.
Reino de amor y de gracia
Reino que habita en nosotros
Tu reino, señor, tu reino.
Reino que sufre violencia
Reino que no es de este mundo
Tu reino, señor, tu reino.
Reino que ya ha comenzado
Reino que no tendrá fin
Tu reino, señor, tu reino.
09.- LA MISA NO TERMINA (Cesáreo Garabaín)
LA MISA NO TERMINA AQUÍ EN LA IGLESIA.
AHORA LA EMPEZAMOS A VIVIR.
1. Porque en la vida, cada día,
recordaremos lo que aquí
hemos vivido y aprendido a compartir.
2. Hemos de ser la levadura,
hemos de ser semilla y luz.
Junto a nosotros, caminando, viene Jesús.
10.- TU ERES DE NUESTRA HERENCIA (J.A. Espinoza)
TÚ ERES LA PARTE DE NUESTRA HERENCIA,
DE TI NOS VIENE LA LIBERTAD.
1. Refugio en los momentos de peligro,
buscamos en Ti nuestra alegría,
y en todos los que entregan por el pueblo
sus fuerzas, ilusiones y la vida.
2. Qué fácil adorar a dioses falsos
poniendo la ilusión en el dinero,
siguiendo sin pensar en los de arriba,
aceptando sus modas y su credo.
3. No envidio el esplendor de sus banquetes
ni el oro que ostentan en sus fiestas;
prefiero cantar con los sencillos
canciones de un pueblo que despierta.
4. Señor, eres la herencia de tu pueblo,
con tus manos defiendes nuestra suerte,
es bella la tierra que preparas
a los hombres que luchan y combaten.
5. Tú siempre vas delante de nosotros
sin dejar que la muerte nos oprima,
por eso al caminar vamos alegres,
nos muestras el sendero de la vida.