“¡LLEGA EL ESPOSO, SALGAN A RECIBIRLO!”
Podemos imaginar a diez doncellas de honor
con sus vestidos alegres, sus sonrisas, el novio algo serio, la novia radiante,
pero, una palabra dura viene a deshacer los sueños: cinco de aquellas muchachas
eran “necias”. El proyector quedará fijo sobre ellas e irá detallando con
crueldad su falta de sentido común. Inútil hacer preguntas sobre las cinco
“sensatas” que se niegan brutalmente a compartir su aceite: no es ese el
problema. Una parábola traza su camino sin preocuparse de los elementos que no
casan.
Intentemos así ir directamente a la
elección de ese aceite que escasea, ¿Qué falta corre el peligro de hacer de
nosotros unos hombres necios?
El necio de la parábola es el cristiano que
había partido bien, pero que no se ha fijado en las distancias, que cae de
nuevo enseguida en su vida vulgar, poco evangélica. Las cinco necias
representan los alientos cortos, la gente desarmada ante las esperas y la
duración del tiempo. Corren el peligro de verse asustadas ante el gripo
repentino: “¡Qué llega el novio! Salgan a recibirlo. Uno piensa sin embargo en
ese encuentro final. Se sabe que para que tengan éxito hay que encontrar ya a
Jesús aquí abajo, en la oración, en la eucarística, en el evangelio, en los
sacramentos del hermano (Mt 25, 40). Pero todas esas cosas cuestan, y se dan
largas sin fin: “Mañana empezaré en serio”. ¡Se cree uno dueño del tiempo!
Incluso cuando durante un retiro, bajo el choc de un acontecimiento o de
un testimonio desconcertante, tenemos un fuerte encuentro con Jesucristo, no
escuchamos bastante su advertencia urgente y casi ansiosa, ya que nos conoce
muy bien: “¡Vigilen!” ¡Vigilen! Que no saben el día ni la hora”.
¿Hay que pensar entonces tan sólo en esa hora? No, estar dispuesto ante
el gran grito es vivir lo más intensamente posible lo que uno está viviendo. La
espiritualidad del presente”, o sea el bueno uso de la vida cotidiana, nos
convierte en los mejores candidatos para el encuentro. Sentido evangélico del
tiempo: el aceite para mañana se compra hoy. Hay que tener valentía para vivir
a pleno tiempo el evangelio, sea cual fuere la duración de ciertos períodos
difíciles.
Si no... Hay que llegar hasta el fondo de estas bodas tristes, aplastar
las narices contra el portón cerrado, escuchar las palabras más duras todavía
que aplastan toda esperanza: “No los conozco”. El último día, Jesús no podrá
reconocer más que a “los suyos” a los que hayan intentado ser una luz de
evangelio sin descanso, reponiendo constantemente su provisión de aceite.
Si este tremendo “no les conozco” no impresiona tal como Jesús quiere que
nos impresione, reflexionemos sobre los dos comportamientos, el de las sensatas
y el de las necias. ¿Dónde está nuestra lámpara?
R.P. Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA SAL 87,3
Llegue hasta ti mi
suplica, inclina tu oído a mi clamor, Señor.
ORACION
COLECTA
Dios de poder y misericordia, aparta, propicio, de nosotros toda
adversidad, para que, bien dispuestos cuerpo y espíritu, podamos aspirar
libremente a lo que te pertenece. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del Libro de Sabiduría 6, 12-16.
La sabiduría es radiante y no se marchita, la
ven fácilmente los que la aman, y la encuentran los que la buscan; ella misma
se da a conocer a los que la desean. Quien madruga por ella no se cansa; la
encuentra sentada a la puerta. Meditar en ella es prudencia consumada, el que
vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones; ella misma va de un lado
para otro buscando a los que la merecen; los aborda benigna por los caminos y
les sale al paso en cada pensamiento.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 62)
Mi alma esta
sedienta de ti, Señor, Dios mío.
Oh Dios, tú eres mi Dios,
por ti madrugo, mi alma esta sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como
tierra reseca, sedienta, sin agua. R.
¡Cómo te contempla en el
santuario viendo tu fuerza y tu gloria!. Tu gracia vale más que la vida, te
alabarán mis labios. R.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote. Me saciaré de manjares exquisitos, y mis labios
e alabaran jubilosos. R.
En el lecho me acuerdo de
ti y velando medito en ti, porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas
canto con júbilo. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a
los Tesalonicenses 4, 13-17.
Hermanos, no queremos que ustedes
ignoren la suerte de los difuntos para que no se aflijan como los hombres sin
esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a
los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevara con El. Les decimos
esto basados en la Palabra del Señor: los que quedemos vivos hasta la venida
del Señor no tendremos ventaja sobre los que han muerto. Pues El mismo, el
Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta
divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer
lugar. Después nosotros, los que aun vivimos seremos arrebatados con ellos en
la nube, al encuentro del Señor5, en el aire. Y así estaremos siempre con el
Señor. Consuélense, pues, mutuamente con estas palabras,
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mt6 24,
42ª.44
Aleluya. Estén
vigilantes y preparados, porque a la hora que menos piensen viene el Hijo del
Hombre. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
evangelio según san Mateo 25, 1-13.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos
esta parábola: “Se parecerá el Reino de los Cielos a diez muchachas que tomaron
sus lámparas y salieron a esperar al novio. Cinco de ellas eran necias y cinco
prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en
cambio las prudentes llevaron consigo frascos de aceite con las lámparas. El
novio tardaba, les entro sueño a todas y se durmieron. A media noche se oyó una
voz; “¡Ya viene el novio, salgan a recibirlo!”.
Entonces se despertaron todas aquellas
muchachas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las
prudentes: “Dennos un poco de su aceite porque nuestras lámparas se están
apagando”. Pero las prudentes contestaron: “No, porque no va a alcanzar para
ustedes y para nosotras, mejor es que vayan a la tienda y lo compren”.,
mientras iban a comprarlo, lego el novio, y las que estaban preparadas entraron
con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también
las otras muchachas, diciendo: “Señor, Señor, ábrenos”. Pero el respondió: “Le
aseguro que no las conozco”. Por tanto, estén preparados, porque no saben ni el
día ni la hora”.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Oremos, hermanos,
al Señor y pidámosle que manifieste su poder en cuanto con fe le pedimos, en
nombre de toda la Iglesia. Digámosle juntos: R.- Te lo pedimos, Señor.
1.-
Concede a los cristianos buscar la sabiduría y descubrir tu amor hecho
Eucaristía y vida en todos los hombres. Oremos.
R.
2.- Mira con amor a tu Iglesia, purifícala de
sus faltas y haz que viva en fidelidad a Cristo, su Esposo. Oremos. R.
3.- Enciende en nuestros corazones deseos de
fr5atrnidad, dialogo y ayuda solidaria. Oremos.
R.
4.-
Ayuda a los que llamas, para que, velando y orando, descubran tu
voluntad. Oremos. R.
5.- Admite a los difuntos en el Reino donde
tu habitas. Oremos. R.
6.- Aviva el fuego del amor en nuestros
corazones para que vivamos atentos a las necesidades de nuestros hermanos. Oremos. R.
Señor y Dios
nuestro, que nos das a beber de la sabiduría de tu amor y nos invitas al
banquete de bodas de tu Hijo, escucha las oraciones de tus fieles y permítenos
asociarnos a la asamblea de los santos para cantar tus alabanzas. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con bondad, Señor, los sacrificios que te presentamos, para que
alcancemos con piadoso afecto lo que actualizamos sacramentalmente de la pasión
de tu Hijo. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTIFONA DE COMUNION Sal 22, 1-2.
El Señor es mi pastor,
nada me falta; en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes
tranquilas.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Alimentados con este don sagrado, te damos gracias, Señor, invocando
tu misericordia, para que, mediante la acción de tu Espíritu permanezca la
gracia de la verdad en quienes penetro la fuerza del cielo. Por Jesucristo
nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 13: Sb 1, 1-7; Sal 138; Lc 17, 1-6.
Martes 14: Sb 2,
23-3, 9; Sal 33; Lc 17, 7-10.
Miércoles 15: Sb 6, 1-11; al 81; Lc 17, 11-19.
Jueves 16: Sb 7, 22-8,1; Sal 118; Lc 17, 20-25.
Viernes 17: Sb 13, 1-9; Sal 18; Lc 17, 26-37.
Sábado 18: Sb 18, 14-16;19, 6-9; Sal 104; Lc 18, 1-8.
Domingo 19: Pr 31, 10-13.19-20.30-31; Sal 127; 1Ts 5,
1-6; Mt 25, 14-30.
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Mt 25, 1-13
1.- Comenzamos a leer hoy el cap. 25 de Mt,
que terminaremos dentro de 15 días, en la solemnidad de Xto Rey. Para situar la
parábola de hoy en su ambiente, citamos estas palabras de J. Jeremías:
"Después de que el día se ha pasado en bailes y otras diversiones, tiene
lugar la cena de la boda después de la caída de la noche. A la luz de las
antorchas es conducida luego la novia a la casa del esposo. Finalmente un
mensajero anuncia la llegada del esposo, que hasta entonces ha tenido que
permanecer fuera de la casa; las mujeres dejan a la novia y van con antorchas
al encuentro del esposo... La demora está ocasionada por el regateo sobre los
regalos a los parientes más cercanos a la novia... El punto cumbre de las
fiestas de la boda es la entrada del novio en la casa" (Las parábolas de
Jesús, pag. 210-211). (...)
La mejor explicación de la actitud que se
expresa con el hecho de velar nos la dan las dos parábolas restantes de Mt 25.:
una vida de fidelidad al don recibido y de servicio a los demás, especialmente
a los pequeños (cf. evangelio del próximo domingo y de Xto Rey). Dentro del
ministerio de Jesús, la parábola debió tener una primera aplicación. Con él se
ha hecho presente el Reino de Dios, él es el Esposo que invita a la fiesta de
bodas y esto exige una respuesta personal antes de que se cierre la puerta. La
comunidad de Mt y la Iglesia de todos los tiempos se sirve también de ella para
reforzar su llamada -siempre urgente- a tomar una decisión ante Xto y a vivir
de tal manera que se esté a punto de recibirle en cualquier momento y a
recibirlo en cada hermano.
J. ROCA - MISA DOMINICAL 19/81/21
2.- OMISIÓN.NEUTRALIDAD.
EL TEÓRICO "NO HACER NADA MALO" ES TAMBIÉN UNA MANERA DE HACER EL MAL.ALGO
ASÍ COMO EL NEGAR AUXILIO EN CARRETERA.
Las cinco jóvenes poco previsoras reciben una
dura sentencia condenatoria sin haber hecho nada malo. Ni siquiera maltrataron
a los criados, como el mayordomo infiel. Tropezamos aquí con el tema clásico de
la omisión y la neutralidad. El teórico "no hacer nada malo" es
también una manera de hacer el mal. Algo así como el negar auxilio en
carretera. Es no dar de comer al hambriento, es no vestir al desnudo.
La neutralidad no existe. Todos estamos
siempre comprometidos. Lo importante es saber con qué o con quién.
EUCARISTÍA 1990/52
3. I/SANTA-PECADORA:
DIEZ VÍRGENES, NECIAS Y SENSATAS, IMAGEN DE LA IGLESIA ANTES DE LAS BODAS.
Los primeros cristianos han querido ver a la
Iglesia-esposa en las diez vírgenes, tanto las prudentes como las necias, pues
la Iglesia, antes que las bodas se celebren, está compuesta de buenos y
pecadores; en este sentido esta parábola tiene mucha semejanza con la red que
recoge toda clase de peces, buenos y menos buenos (Mt 13, 48), a la sala de
banquetes donde se reúnen justos y pecadores (Mt 22. 10), al campo, donde
crecen tanto la buena como la mala semilla (Mt 13. 24-30). La Iglesia es, pues,
semejante a un cortejo de hombres que caminan hacia el Señor; de ellos, unos
tienen encendidas las lámparas de su vigilancia, mientras que los restantes no
se preocupan de alimentar su fe. Los primeros procuran vivir sin dispersar su
atención en mil cosas fútiles, ya que han escogido a Cristo y ponen los medios
necesarios para permanecer fieles a Él; los otros se contentan con una
pertenencia al grupo de los creyentes puramente sociológica. La discriminación
sólo se hará al término del periplo de la Iglesia sobre la tierra, en el día de
las nupcias de Cristo con la humanidad que permanezca fiel.
MAERTENS-FRISQUE
NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA VII - MAROVA MADRID 1969.Pág. 251 s.
4.- La primera impresión que produce la
lectura de la parábola de las vírgenes prudentes y necias es un interrogante:
¿qué pasaría si las prudentes hubieran prestado el aceite y todas tuvieran las
lámparas encendidas?, ¿castigaría el Buen Dios a las que compartieron el
aceite? Si Jesús quisiera decir eso que pensamos a primera vista habría que
hablar de una contradicción y constatar inmediatamente que el mismo Jesús nos
manda multitud de veces repartir nuestro aceite.
La conclusión es fácil: Jesús está hablando
de alguna exigencia que no se puede resolver con aceite prestado. Tanto en el
mundo de la fe como en el de la realidad humana hay multitud de valores que son
ardua adquisición o no se tienen.
ACEITE/SB: El aceite y la lámpara encendida significan
aquí algo personal e intransferible, que forma parte de la propia identidad,
que está o no está en toda la biografía personal. Sin eso que aquí se
significa, el hombre no es hombre, el hombre es irreconocible incluso para
Dios: "no os conozco".
¿Qué significa tener aceite y tener lámparas
encendidas? La liturgia sugiere una cierta identidad entre el aceite de la
parábola y la Sabiduría (Sb 6. 13-17), y entre las lámparas apagadas y la
aflicción desesperada ante la muerte (1 T 4. 13-17). Según esto, Dios no podría
hacer nada por un hombre sin luz y sin esperanza, y esto no porque a Dios le
falte misericordia, sino por la imposibilidad radical de poder llamar hombre a
una vida sin luz y sin sentido.
Sólo nos queda una salida: o afirmamos que no
hay hombres sin luz, aunque sea mínima, o aceptar que si nos faltara ese mínimo
estaríamos inevitablemente excluidos de la fiesta del Padre. De vigilar esa
seria posibilidad que pesa sobre cada uno de nosotros nos habla la liturgia de
estos domingos.
¿Se puede ser optimista? Parece que sí; no
por lo fácil que pueda parecer tener luz, sino porque Dios nos hizo heridos y
marcados por ella. Lo leemos hoy: "La sabiduría se anticipa a darse a
conocer a los que la desean...", "ella busca por todas partes a los
que son dignos de ella".
JAIME CEIDE - ABC/DIARIO - DOMINGO
11-11-90/Pág. 95
5.- PARUSIA/FUTURO:
El texto responde a una concepción de la
peripecia humana con final en sintonía divina. Se trata de una concepción
GLOBAL de la historia, de su sentido y dirección. Como tal concepción global no
se la puede reducir ni confundir con la muerte individual de las personas. El
desconocimiento del día y de la hora no se refiere al hecho de nuestra muerte,
de la que tampoco conocemos el momento. La venida del Hijo del hombre no tiene
nada que ver con el día de nuestra muerte. Resulta, pues, totalmente desfasado
interpretar la invitación a velar como una invitación a estar preparados para
la muerte.
El texto no encierra tremendismos ni
terrores, sino una concepción religiosa y positiva de la historia. El acontecer
humano tiene sentido y se nos invita a vivir sabiendo que lo tiene. Por aquí va
la invitación a velar.
El riesgo que hoy corremos, tal como lo
empezaban a correr los contemporáneos de Mateo, es el pensar que el futuro
divino se demora porque tal futuro no existe. Por aquí va uno de los problemas
del hombre contemporáneo. De ahí su convulsivo aferramiento al goce del
presente. El texto de hoy nos invita a salir de ese aferramiento limitante,
estéril y falto de horizonte. El asunto es grave y ciertamente muy complejo.
Pero el discípulo de Jesús debe caracterizarse, entre otras cosas, por vivir
sabedor del horizonte que arranca en Dios.
ALBERTO BENITO - DABAR/90/55
6.- La parábola es una llamada a nuestra
responsabilidad. Precisamente porque sabemos que el Padre nos invita a la gran
fiesta, no tenemos que dejarnos perder la "sabiduría radiante" que,
como dice la 1a. lectura es "inmarcesible; fácilmente la ven los que la
aman y la encuentran los que la buscan".
Esta celebración de hoy tiene que ensanchar
nuestro corazón y ahondar nuestro gozo de sabernos llamados al gran banquete de
bodas: ya estamos en la casa de la novia con las lámparas encendidas, pero aún
no ha llegado el novio. Entretanto la Eucaristía tiene que multiplicar y
renovar, cada domingo, el aceite de nuestras lámparas, la verdadera sabiduría,
que es JC. Y al mismo tiempo tiene que ser una intimación y una llamada -que
bien necesitamos- a la responsabilidad de nuestra vida cristiana.
Recordemos otra palabra de Jesús: "Que
así resplandezca vuestra luz ante los hombres para que vean vuestras buenas
obras y glorifiquen a vuestro Padre del cielo" (Mt 5. 16). Es así como
tenemos que esperar al Señor: encendidas las lámparas de nuestras buenas obras.
J. TOTOSAUS - MISA DOMINICAL 1978/20
7.- El hecho de que las sensatas no den parte
de su aceite significa que la actitud que ellas representan no puede adquirirse
sin preparación, sino que tiene su precio.
El hecho de que el Señor no les abra la
puerta significa que las necias no pueden en realidad entrar en la sala del
banquete; es algo parecido a lo que sucede con un profano en música, que no
puede "entrar" en una sinfonía, sino que siempre se quedará fuera de
ella, a pesar de lo que puedan desear los músicos (Mt 11, 17)
PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XXXII CICLO A
- (12 NOVIEMBRE 2023)
TEMA: “¡Ya viene el novio, salgan a
recibirlo!”
01.- CANTANDO LA ALEGRIA (Cesáreo Garabain)
DENTRO DE MI ALMA CANTANDO DE ALEGRÍA,
SOL DE MIL COLORES ESTALLA UN SURTIDOR.
QUIERO AMAR A TODOS LO MISMO QUE MARÍA,
QUIERO SER DE TODOS AMANDO UN MISMO AMOR.
Tú, Señor, me dices que te siga,
sé muy bien a donde debo ir.
Porque estás en todos mis hermanos
y en su amor te estoy amando a ti.
Tú, Señor, que solo estás a veces,
tu dolor profundo y sin hablar;
un temblor de manos ya cansadas,
un buscar amigos y soñar.
Tú, Señor, hambriento de cariño,
hallarás refugio en mi jardín.
Floreció de rosas muy pequeñas,
mas tendrás un sol que compartir.
02.- CANTA JERUSALÉN (KAIROI)
CANTA, JERUSALEN.
CANTA, JERUSALEN,
CANTA, JERUSALÉN.
Eres pueblo santo escogido
por la gracia del Señor.
Juntos caminamos en la fe
que nos conduce a nuestro Dios.
Eres tú la tierra que promete
a los hombres, el Señor.
Eres la promesa de los siglos
donde nace el Salvador.
Vives en confianza esperando
que algún día sea mejor.
Pero tu esperanza se sostiene
en el Cristo Redentor.
Vives la alegría de la vida
si contigo va el Señor.
Sufres en tu cuerpo,
y en tu alma está escrito el amor.
Canta tu alabanza con el canto
que te ofrezca el corazón.
Oh Jerusalén, Él es tu fuerza,
tu verdad y tu perdón.
03.- COMO EL CIEVO AL AGUA
VA (Alejandro Mejias)
Como el ciervo al agua va,
vamos hacia ti, Señor,
pues de Ti tenemos sed,
fuente del eterno amor.
Caminamos hacia Ti
con alegres cánticos:
hoy venimos a tu altar
para amarte más, Señor.
Quien escucha mi gemir dice:
«¿Dónde está tu Dios?»;
el Señor se encuentra aquí
en la voz de júbilo.
Ya mi llanto ha de cesar,
el Señor es Salvador;
cuando tenga que sufrir,
en Ti pensaré, Señor.
Gloria al Padre eterno,
gloria al Hijo Redentor,
gloria al Espíritu
que nos une en el amor.
Ven, Señor, ¡maranatha!
Amén, ¡aleluya!
Ven, Señor, ¡maranatha!
Amén, ¡aleluya!.
04.- PAN Y VINO DE AMOR (Brotes de olivo)
En la tierra la sembró el sembrador,
la semilla de tu pan, Señor.
Y después el viñador trabajó en buena lid,
y las tierras ven crecer las espigas y la vid.
El trigo se molió en el molino
rompiendo su cuerpo como tú.
La uva la pisó el hombre en el lagar,
igual que tú te dejaste pisar.
Y ahora, convertido en pan y vino,
tu pueblo lo ofrece en tu altar.
Conviértelos, oh, Dios, son frutos de tu amor,
en tu Cuerpo y Sangre, Señor.
05.- VEN, JESUS
Solista:
Ven Jesús ven a mi vida, danos tu fuerza para andar.
Caminar a lo largo de esta vida. Pero agarrados de
tu mano.
Y saber que no hay nada en este mundo que pueda
separarnos.
VEN JESÚS, VEN A MI VIDA.
DANOS TU FUERZA PARA ANDAR (BIS).
Recordar siendo niños es momento cuando supe abrir
mis labios.
Descubrir mis secretos en tus manos y decirte que
te quiero.
Compartir, una fiesta con amigos, recordando tus
palabras.
Y comer, y beber de tu alimento queda vida en
abundancia
(Repetir 3v).
06.- BANQUETE SAGRADO
Invitados al Banquete del Señor,
compartimos nuestra vida y nuestro pan,
con su sangre y con su cuerpo inundados por su
amor,
nuestras manos se entrelazan para dar.
OH BANQUETE SAGRADO,
PAN DE VIDA ETERNA,
PAN DEL POBRE Y HAMBRIENTO
QUE VA CAMINANDO SEDIENTO DE TI (BIS).
Tu entrega amorosa en comunión,
es prodigio que renueva nuestro ser,
asumidos por tu gracia, consumidos por tu luz,
fortaleces nuestros pasos al andar.
Todo tú mi creador vienes a mí
y te encierras en mi simple pequeñez,
Tú el verbo encarnado, Tú el todopoderoso,
te conviertes en mendigo de mi amor.
Me llamaste a compartir tu intimidad,
en la cena del perdón y la amistad,
tú en mí yo en ti, en perfecta unidad,
no hay dicha para mí fuera de ti.
CORO… SEDIENTO DE TI (BIS).
07.- MADRE DE NUESTRA ALEGRÍA (Cesáreo Garabain)
MARÍA, TÚ QUE VELAS JUNTO A MÍ,
Y VES EL FUEGO DE MI INQUIETUD.
MARÍA, MADRE, ENSÉÑAME A VIVIR
CON RITMO ALEGRE DE JUVENTUD (bis)
1. Ven, Señora a nuestra soledad,
ven, a nuestro corazón,
a tantas esperanzas que se han muerto,
a nuestro caminar sin ilusión.
Ven y danos la alegría
que nace de la fe y del amor,
el gozo de las almas que confían
en medio del esfuerzo y el dolor.
2. Ven y danos la esperanza
para sonreír en la aflicción
la mano que del suelo nos levanta,
la gracia de la paz en el perdón.
Ven y danos confianza,
sonrisa que en tu pena floreció,
sabiendo que en la duda y las tormentas
jamás nos abandona nuestro Dios.
08.- SANTA MARIA DE LA ESPERANZA (Juan Antonio Espinoza)
SANTA MARÍA DE LA ESPERANZA:
MANTÉN EL RITMO DE NUESTRA ESPERA,
MANTÉN EL RITMO DE NUESTRA ESPERA,
Nos diste al esperado de los tiempos
mil veces prometido en los profetas,
y nosotros de nuevo deseamos que vuelva
a repetirnos sus promesas.
Brillaste como aurora del gran día,
plantaba Dios tu tienda en nuestro suelo,
y nosotros soñamos con su vuelta
queremos la llegada de su Reino.
Viviste con la cruz de la esperanza
tensando en el amor la larga espera;
y nosotros buscamos con los hombres
el nuevo amanecer de nuestra tierra.
Esperaste cunado todos vacilaban,
el triunfo de Jesús sobre la muerte;
y nosotros esperamos que su vida
anime nuestro mundo para siempre.
09.- DONDE ESTÁ TU TESORO (Brotes de olivo)
No atesores en la tierra, donde la herrumbre
corroe,
donde los ladrones roban y la polilla carcome.
Atesora en las alturas, allí la herrumbre no
existe,
la polilla no devora y el ladrón de Dios se viste.
Confiaos en la vida, esperad siempre en Dios;
al crearte ya te amaba, y en tu vida Él confió.
No hay fortuna más grande que esperar siempre en
Dios,
y si en Dios tú confías, Él vive en tú corazón.
No te preocupe tu vida, el vestido o alimento,
es más, la vida que el pan, y que la ropa, el
cuerpo.
El ave nunca sembró, ni recogió en graneros.
El Dios Padre lo alimenta: sois vosotros más que
ellos.
Tu tesoro puede estar en el cielo o en arcón,
y donde está tu tesoro, allí está tu corazón.
No hay riqueza más grande que el tesoro de tu amor,
es tesoro que no muere porque es riqueza de Dios.