SUBIÓ AL CIELO Y SE SENTÓ A LA DERECHA DE DIOS
COMENTARIO
Cuando intentamos hablar
de Jesús que se ha elevado por las nubes, opacamos el misterio de la ascensión:
hacemos de él una ausencia, siendo así que los evangelistas nos hablan del
misterio de la presencia multiplicada. Marcos nos hace percibir muy bien todo
esto yuxtaponiendo con toda claridad unas cosas contradictorias: “El Señor
Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a
pregonar el mensaje por todas las partes y el Señor cooperaba confirmándolo”.
Mateo habla solamente de presencia; es la última palabra de Jesús: “Yo estoy con
ustedes cada día, hasta el fin del mundo” Lucas acentúa más bien la ausencia
“Se separó de ellos y lo llevaron al cielo”. Lo subraya más aún en los Hechos:
“Lo vieron subir, hasta que una nuble lo ocultó a sus ojos” (Hechos 1, 9). Pero
en su evangelio hace esta observación sorprendente: “Los discípulos se
volvieron a Jerusalén llenos de alegría”. ¿Alegres porque se habían llevado a
Jesús? Esta ausencia se va a convertir en una presencia mayor”. Por eso, en los
Hechos, dos ángeles (hemos de entender a Dios) les dan una reprimenda a los
discípulos: “¡Que hacen ahí plantados mirando al cielo?” (Hch. 1, 11).
¿Ausencia, presencia? ¿Buscar a Jesús en el cielo, trabajar con él
en la tierra? El esfuerzo de fe que se nos pide consiste en que unifiquemos dos
relaciones con Jesús aparentemente muy distintas. Si, Jesús “está a la derecha
del Padre”. Esto quiere decir “en la gloria de Dios”. Jesús resucitado sigue
siendo un hombre, uno de nosotros; por consiguiente, ¡Un hombre ha entrado en
la gloria de Dios? Y nosotros con él, si creemos en la unidad de todos los
hombres en Jesucristo. ¿Cómo no va a quedar ya imantada nuestra propia vida por
esta vida de Jesús en el cielo, que nos atrae día tras día “fijando nuestro
deseo, como dice magníficamente san León Magno, en donde la mirada es incapaz
de llegar?”.
¡La
fe sí que llega! Durante su vida terrena, la gente vio, escuchó tocó a Jesús.
Pero ¿cómo? ¿Y con qué resultados? Fueron muy pocos los que sospecharon su
misterio y trabaron relación con él. Cuando parece que “se marcha” en la
ascensión se convierte por el contrario en aquel que será la presencia para
cualquier hombre que le abra su vida. Por eso precisamente Lucas podía decir:
“Se lo llevaron al cielo y los discípulos volvieron llenos de alegría”. Fueron
ellos los primeros en realizar la experiencia de la nueva presencia.
Lejos
de perderlo, ganaban la facultad de vivir en adelante con él en una intimidad
de pensamiento y de acción que palpamos tan bien como leemos los Hechos: “Yo
estoy con ustedes”. La dificultad (¡tan grande!) es que fue necesario pasar del
trato familiar, del rostro y de la voz, a la aproximación de la fe. Cito una
vez más a san León: “La fe estaba llamada a tocar, no con una mano carnal, sino
con una inteligencia sobrenatural, al Hijo único igual al que lo engendra”.
Nunca se le pide tanto a nuestra fe como en este misterio de la ascensión en
donde esa fe tiene que aprender a vivir con Jesús en el cielo y en la tierra.
R.P.
Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Hch 1, 11
Galileos, ¿qué hacen ahí mirando al cielo?
Volverá como lo han visto marcharse al cielo. Aleluya.
ORACION
COLECTA
Dios
todopoderoso, concédenos exultar santamente de gozo y alegrarnos con religiosa
acción de gracias, porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra
victoria, y adonde ya se ha adelantado gloriosamente nuestra Cabeza, esperamos
llegar también los miembros de su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del
libro de los Hechos de los Apóstoles 1, 1-11
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue
haciendo y enseñando desde el principio hasta que, después de dar instrucciones
por medio del Espíritu Santo a los apóstoles, ascendió al cielo. Después de su
pasión se les presentó, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y,
apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del Reino de Dios. Una vez
que comían juntos, les recomendó: «No se alejen de Jerusalén; aguarden que se
cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo les he hablado. Juan bautizó con
agua, dentro de pocos días ustedes serán bautizados con Espíritu Santo». Ellos
lo rodearon preguntándole: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de
Israel?». Jesús contestó: «No les toca a ustedes conocer los tiempos y las
fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo
descienda sobre ustedes, recibirán fuerza para ser mis testigos en Jerusalén,
en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo».
Dicho esto, fue elevado, hasta que una nube lo ocultó de su vista.
Mientras miraban fijamente al cielo, viendo cómo Jesús se alejaba, se les
presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué
hacen ahí plantados mirando al cielo? Este Jesús que de entre ustedes ha sido
llevado al cielo volverá de la misma manera que lo han visto marcharse».
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 46)
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor,
al son de trompetas.
Pueblos todos, batan palmas, aclamen a Dios
con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda
la tierra. R.
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor,
al son de trompetas; toquen para Dios, toquen, toquen para nuestro Rey, toquen. R.
Porque Dios es el rey del mundo; toquen con
maestría. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado. R
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Efesios 1, 17-23
Hermanos: Que el Dios de nuestro
Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé espíritu de sabiduría y de
revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de su corazón, para que comprendan
cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuál es la riqueza gloriosa
que da en herencia al pueblo santo, y cuál la extraordinaria grandeza de su
poder para con nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza
poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y
sentándolo a su derecha en
el cielo, por encima de todo principado,
potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no solo en
este mundo, sino en el futuro. Todo lo puso bajo los pies de Cristo,
constituyéndolo Cabeza suprema de la Iglesia, que es su cuerpo y, por lo mismo,
plenitud del que llena totalmente el universo.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mt 28,
19-20
Aleluya. Vayan y hagan discípulos
en todos los pueblos —dice el Señor—; yo estoy con ustedes todos los días,
hasta el fin del mundo. Aleluya
EVANGELIO
Conclusión del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo:
«Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación. El que crea
y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que
crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán
lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal,
no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».
Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de
Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor
cooperaba confirmando la Palabra con las señales que los acompañaban.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Hermanos, oremos a Cristo que ha sido glorificado, para que desde el
seno de la Trinidad interceda por su Iglesia y por el mundo entero. Digamos
juntos: R. Te rogamos, óyenos.
1.- Por la Iglesia: para que viva y exprese su fe en Cristo resucitado
y glorificado. Oremos al Señor. R.
2.- Por los catecúmenos: que el Espíritu Santo los prepare para acoger
la gracia en plenitud. Oremos al Señor. R.
3.- Por los que viven en el egoísmo y el pecado: para que, abriéndose
al amor de Cristo, trabajen por un mundo mejor. Oremos al Señor. R.
4.- Por los que sufren en el alma o en el cuerpo: que Jesús les dé su
luz y su fortaleza. Oremos al Señor. R.
5.- Por nosotros y nuestra comunidad: para que, perseverando en oración
con María, la Madre de Jesús, aguardemos la manifestación del Espíritu. Oremos
al Señor. R.
Tú, que has sido glorificado por el Padre y ahora le ofreces las
primicias de nuestra naturaleza redimida, intercede por tu Iglesia y
enriquécela con el don de tu Espíritu consolador. Tú, que vives y reinas por
los siglos de los siglos. R. Amén.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos ahora,
Señor, el sacrificio para celebrar la admirable ascensión de tu Hijo;
concédenos, por este sagrado intercambio, elevarnos hasta las realidades del
cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor
ANTIFONA DE COMUNION Mt 28, 20
Sepan
que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final de los tiempos.
Aleluya.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Dios todopoderoso y eterno, que, mientras
vivimos aún en la tierra, nos concedes gustar los divinos misterios, te rogamos
que el afecto de nuestra piedad cristiana se dirija allí donde nuestra
condición humana está contigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 13: Hch 19, 1-8; Sal 67; Jn 16, 29-33
Marte 14: Hch 1, 15-17. 20-26; Sal 112; Jn 15, 9-17
Miércoles 15: Hch 20, 28-38; Sal 67; Jn 17, 11b-19
Jueves 16: Hch 22, 30; 23, 6-11; Sal 15; Jn 17, 20-26.
Viernes 17: Hch 25, 13-21; Sal 102; Jn 21, 15-19
Sábado 18: Hch 28, 16-20.30-31; Sal 10; Jn 21, 20-25
Domingo 19: Hch 2, 1-11; Sal 103; 1Co 12, 3b-7.12-13; Jn
20, 19-23.
COMENTARIOS
AL EVANGELIO
1.- En un momento en que no fue bien comprendida la teología del evangelio de
Marcos y se consideró inapropiado el final que presentaba, parece ser que
añadieron los versículos últimos (9 al 20) en los que se inscribe la presente
perícopa. (Se trata del llamado "final canónico de Marcos"). Este
final, pues, es un conjunto de noticias extraídas de los relatos pascuales de
los otros evangelios.
Pero con la resurrección y ascensión de
Jesús, la "historia" del evangelio no ha llegado al final; al
contrario: ahora se amplía el horizonte ("a todo el mundo", "a
todos los hombres", "a toda la creación": Mc 13, 10; 14,9). Por
todas partes tienen los discípulos que anunciar la buena noticia.
La ascensión en sí misma no es descrita;
únicamente se afirma la "acogida" de Jesús en el cielo, interpretada
teológicamente en relación al salmo 110: entronización del mesías-rey, que
entra en su señorío. La ascensión significó primeramente lo mismo que
"muerte-resurrección-glorificación". En cualquier caso, su
significado teológico es lo más importante a resaltar, habida cuenta, como se
ha dicho, que en ningún lugar se describe la ascensión en sí misma.
Sí es importante, sin embargo, tener en cuenta
lo que se recalca: que terminada la misión de Jesús en el mundo, ha de comenzar
la misión de sus discípulos. Estos han de predicar y hacer lo mismo que su
Maestro.
Aparece aquí la fórmula "Señor
Jesús", que constituye el núcleo más originario del símbolo de la fe
cristiana. En esta fórmula se confiesa que Jesús, el hijo de María, que padeció
bajo Poncio Pilato, es el Señor resucitado. Ese Jesús es, pues, Dios, igual al
Padre, pero también de un modo diferente, porque todo lo recibe del que todo lo
tiene. Por eso, también está escrito que su nombre es el Hijo (Heb 1,4). Y
cuando los creyentes nos dirigimos al Padre en nombre de Jesús, esto es mucho
más que ampararnos en sus méritos (Heb 5,9) o valernos de su poderosa
intercesión (Heb 7,25): en el nombre de Jesús nos presentamos como hijos,
sabiendo que Dios nos abraza en el mismo amor paterno que tiene a su muy amado
(Ef 1,6).
EUCARISTÍA 1988, 24
2.- La presente lectura pertenece al resumen
de las apariciones de Jesús con el que concluye el texto canónico de Marcos.
Posiblemente se trata de un pasaje añadido al
relato original. Terminada la misión de Jesús en el mundo, va a comenzar la
misión de los Apóstoles. Y si Jesús comenzó haciendo y predicando en Galilea,
sus discípulos comenzarán predicando el Evangelio de Jesús y haciendo las
mismas obras que el Maestro.
La creación entera, es decir, todos los
hombres, han de ser confrontados con el evangelio. Viene así sobre los hombres
la hora del juicio, en la que cada uno elegirá la sentencia: los que crean se
salvarán y los que no crean se condenarán (cf. Jn 3,18). La predicación del
evangelio compromete, pues, nuestra existencia en su totalidad. Nadie puede
escuchar en vano el evangelio.
El poder de hacer milagros es una promesa
hecha a la comunidad y no a cada uno de los creyentes. El libro de los Hechos
nos habla abundantemente de la existencia de este don en la primitiva comunidad
de Jesús; pero lo que importa no es tanto echar demonios y hablar lenguas
extrañas cuanto exorcizar con la palabra y con los hechos la mentira y la
opresión que padecen los hombres. Evangelizar es un servicio de liberación, es
redimir a los cautivos y desatar los lazos que detienen la ascensión del
hombre. Y en esto sí que podemos y debemos ayudar todos los creyentes.
Esta fórmula "Jesús es Señor"
constituye el núcleo más originario del símbolo de la fe cristiana. En esta
fórmula se confiesa que Jesús, el hijo de María, que padeció bajo Poncio
Pilato, es el Señor resucitado. Se trata de una expresión muy frecuente en los
Hechos y en toda la literatura paulina, pero que sólo aparece aquí en los
textos evangélicos.
Todo el N.T. se interesa más por el
significado teológico de la ascensión del Señor que por su facticidad
histórica. Los textos más antiguos relacionan la ascensión con la muerte y
resurrección del Señor; en cambio, los más recientes (entre los que hay que
contar el presente) la relacionan con su entronización "a la diestra del
Padre". En cualquier caso, la ascensión del Señor significa la culminación
de la obra de Jesús y el triunfo sobre el pecado y la muerte. Jesús, libre de
toda necesidad, vive para siempre y es la garantía y la fuerza de nuestra
liberación.
EUCARISTÍA 1982, 25
3.- El texto de hoy cierra algo más que una
obra literaria: cierra el tiempo de Jesús y abre el tiempo del Señor Jesús. Una
misma persona en condiciones diferentes. La condición humana y la condición
divina. De esta última habla el autor por medio de un título (Señor) y de dos
imágenes (subir al cielo, sentarse a la derecha de Dios). Las imágenes son
vehículos expositivos, modos de expresión, símbolos. Al servicio de lo único
que el autor quiere decir: Jesús es Dios. "Subir al cielo" es símbolo
espacial; "sentarse a la derecha de" es símbolo de igualdad.
Ambos son modos de decir algo de verdad
importante y real: Jesús es Dios. A diferencia de lo que pasaba en el tiempo de
Jesús, en el tiempo del Señor Jesús el espacio no es sólo Israel, ni los
destinatarios de la Buena Noticia son sólo los judíos. Ahora el espacio es el
mundo y los destinatarios somos todos.
DABAR 1988, 29
4.- El Evangelio de Marcos enumera unas
cuantas señales que acompañan esta misión. Son unas señales que no causan la
fe, sino que la siguen, y son unas señales que nos pueden sorprender. Tal vez
son el lenguaje de un tiempo determinado o la expresión de un modo de ser
cultural. Hay que entenderlas como manifestaciones del poder y soberanía de
Jesús y de la fe.
La fe en Jesús expulsará los demonios, es
decir, el mal del mundo. Hablará en lenguas nuevas, surgirá un nuevo lenguaje
con nuevos valores que fomentará la fraternidad y comunicación del hombre. El
creyente será capaz de expulsar de su vida el miedo a las cosas más repugnantes
y malignas, como son las serpientes, y males como el "Sida" y otros.
No habrá venenos capaces de dañarle, porque a los que aman a Dios todo les
sirve de bien. La Buena Noticia será especialmente alivio para los pobres y
enfermos. Jesús sube al cielo, pero a sus discípulos les encarga que miren al
mundo y al futuro.
MARTÍNEZ DE VADILLO - DABAR 1988, 29
5.- Por eso el relato del Evangelio termina
con dos frases que, al mismo tiempo que narran una historia, marcan un estilo,
una tarea:
- "El Señor Jesús, después de hablarles,
ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios". - «Ellos fueron y proclamaron
el Evangelio por todas partes».
Son dos mitades de una verdad. Quedarse en
una mitad sola, es una verdad a medias; o sea, una mentira. Y la Iglesia
-humana, en camino- siempre sentirá el lastre de esas dos tentaciones:
- La de quedarse "mirando al
cielo": vivir exclusivamente pendiente de la otra vida. Un reino de los
cielos desconectado de las luchas y de las miserias de este lado de acá. Un
cristianismo desencarnado, espiritualista, refugio y huida...
- La de mirar tanto a la tierra, que acabemos
perdiendo el punto de referencia que marca Cristo con su victoria. Un reino de
Dios de tejas abajo, sin dimensión alguna transcendente.
Una pura lucha por un mundo mejor, sin el
aliento de Alguien que nos ama, nos ayuda, nos orienta y nos espera; sin la
profundidad de un amor que nos haga ver a todos como hermanos, que nos ayude a
mantener el corazón a salvo de las embestidas del odio, que nos mueva a dar la
vida por quien haga falta...
Queda claro. Ni quedarse mirando al cielo, ni
olvidarse de mirar al cielo. Toda una tarea.
J. GUILLEN. Pág. 74 s.
6. ACI DIGITAL 2003
16. Sobre esta precedencia de la fe véase
Hech. 2, 41: "Aquellos, pues, que aceptaron sus palabras, fueron
bautizados y se agregaron en aquel día cerca de tres mil almas".
Aquellos que aceptaron sus palabras: Porque
sin tener fe no podían ser bautizados. Véase 8, 36 ss.; Marc. 16, 16; Col. 2,
12 y notas. "La primera función ministerial es la de la palabra, que
engendra la fe. A la profesión de fe sigue el Bautismo, en nombre de la Santísima
Trinidad, que es el rito de introducción al reino de Jesucristo" (Card.
Gomá).
19. Se sentó a la diestra de Dios: Jesús,
terminada así su misión de Maestro y su epopeya de víctima redentora, inicia
aquí la plenitud de su misión (v. 11 y nota), esencialmente sacerdotal,
intercediendo sin cesar por nosotros ante el divino Padre, a quien presenta sus
llagadas manos, desbordantes de sus méritos infinitos (S. 109, 1 y 4; Hebr. 5,
6; 7, 25; Rom. 8, 34) hasta que llegue la hora en que el Padre le cumpla la promesa
de ponerle a sus enemigos por escabel de sus pies (I Cor. 15, 25; Hebr. 1, 13;
10, 13; Ecli. 24, 14).
20. El final de este Evangelio (vv. 20) falta
en muchos códices antiguos. Su inspiración fue definida en el Concilio
Tridentino. Críticamente consta de su autenticidad.
PROPUESTA DE CANTOS DE VII LA ASCENSION
DEL SEÑOR - CICLO B - (12 DE MAYO 2024)
01.- YO NO DEJO LA TIERRA (J.A. Espinoza)
NO. YO NO DEJO LA TIERRA.
NO. YO NO OLVIDO A LOS HOMBRES.
AQUÍ, YO HE DEJADO LA GUERRA.
ARRIBA, ESTÁN VUESTROS NOMBRES.
1.- ¿Qué hacéis mirando el cielo,
varones, sin alegría?
Lo que ahora parece un vuelo
ya es vuelta y es cercanía.
2.- El gozo es mi testigo.
La paz, mi presencia viva,
que al irme se va conmigo
la cautividad cautiva.
3.- El cielo ha comenzado.
Vosotros sois mi cosecha.
El Padre ya os ha sentado
conmigo, a su derecha.
4.- Partid frente a la aurora,
salvad a todo el que crea,
vosotros marcáis mi hora,
comienza vuestra tarea.
02.- A CASA DEL PADRE (J. Pedro Martins)
A casa del padre, cantando llegamos,
la mesa está puesta, su nombre alabamos.
A casa del padre, cantando llegamos,
la mesa está puesta, su nombre alabamos.
La cena de Cristo nos da nueva vida,
da fuerza y amor, da luz y alegría.
La cena de Cristo nos da nueva vida,
da fuerza y amor, da luz y alegría.
Jesús nuestra Pascua, por todos murió,
y como alimento su Cuerpo entregó.
Jesús nuestra Pascua, por todos murió,
y como alimento su Cuerpo entregó.
Triunfó de la muerte, la vida nos dio,
las puertas del cielo abiertas dejó.
Triunfó de la muerte, la vida nos dio,
las puertas del cielo abiertas dejó.
03.- CIUDADANOS DEL CIELO
(Lucien Deis)
CIUDADANOS DEL CIELO,
MORADORES DE LA CASA DE DIOS,
CAMINAMOS HACIA EL PADRE
EN EL SEÑOR, POR EL ESPÍRITU.
1.- Caminamos hacia el monte de Sión,
a la ciudad del Dios viviente,
a la Jerusalén celestial.
2.- Caminamos hacia las miríadas de ángeles,
a la fiesta universal,
a la asamblea de primogénitos
inscritos en el cielo.
3.- Caminamos hacia un Dios, juez universal,
hacia los espíritus de los justos,
hacia Jesús, mediador de la Nueva Alianza.
04.- SEÑOR TE OFRECEMOS (Agustín Sánchez)
1.- En torno a tu mesa, Señor, te ofrecemos,
toda nuestra vida, el vino y el pan.
Son para nosotros, tu cuerpo y tu sangre,
promesa de vida, luz y libertad.
SEÑOR, EL PAN QUE NOS DAS
BORRA NUESTRAS MISERIAS.
SEÑOR, TU COPA SERÁ
SANGRE DE VIDA ETERNA.
SEÑOR, SABEMOS QUE TÚ
TE DAS SIN CONDICIONES.
DANOS TU ESPÍRITU Y HAZ
DE CARNE LOS CORAZONES… SEÑOR.
2. Tu Espíritu inflama de amor nuestras vidas,
nos sigues llamando; Señor, ¿dónde estás?.
Más tú nos respondes: “me encuentras amando”.
Queremos sentirte nuestro Salvador.
05.- ANUNCIEMOS TU REINO SEÑOR (Cristóbal Halfter)
Rem
LA# LA7 Rem
Anunciaremos tu Reino, Señor,
FA Solm
LA# LA
tu Reino, Señor,
Solm,
LA7 Rem
tu Reino.
LA7
Rem LA# Rem
Reino de paz y justicia,
LA7
Rem LA# Rem
Reino de vida y verdad.
FA Solm LA#
LA7
Tu Reino, Señor,
Solm,
LA7 Rem
tu Reino.
Reino de amor y de gracia,
Reino que habita en nosotros.
Tu Reino, Señor,
tu Reino.
Reino que sufre violencia,
Reino que no es de este mundo.
Tu Reino, Señor,
tu Reino.
Reino que ya ha comenzado,
Reino que no tendrá fin.
Tu Reino, Señor,
tu Reino.
06.- ID Y ENSEÑAD (Cesáreo Garabain)
Sois la semilla que ha de crecer,
sois estrella que ha de brillar,
sois levadura sois grano de sal,
antorcha que debe alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a nacer,
sois espiga que empieza a granar,
sois aguijón y caricia a la vez
testigos que voy a enviar.
Id amigos por el mundo,
anunciando el amor,
mensajeros de la vida,
de la paz y el perdón.
Sed amigos, los testigos
de mi resurrección,
id llevando mi presencia,
con vosotros estoy.
Sois una llama que ha de encender
resplandores de fe y caridad.
Sois los pastores que han de guiar
al mundo por sendas de paz.
Sois los amigos que quise escoger,
sois palabra que intento gritar.
Sois reino nuevo que empieza a engendrar
justicia, amor y verdad.
07.- CUMBRE
Silencio en el valle, retazos de azul
tejiendo ilusiones de eternas caricias
y en la cumbre TU,
esperando siempre, irradiando luz (bis).
TENGO
SED DE INFINITO,
SACIAME
TU SEÑOR
QUIERO
ALCANZAR LA CUMBRE;
QUIERO
GOZAR TU AMOR (2V).
Cruzando hondonadas, saltando arroyuelos
su miseria al hombro, en su pecho amor.
Va hacia a Ti un pueblo,
lento con fatiga, hacia Ti, Señor (bis).
Sienes coronadas de nívea pureza,
tus prados extienden su manto de albor.
08.- LE CONOCEIS (M. Manzano -
J.A. Olivar)
(REm) SOLm7
DO7 FA7 SIb7
Con nosotros está y no le conocéis,
SIb6 SOLm6 REm
LA7
con nosotros está, su nombre es el Señor.
SOLm7 DO7 FA7
SIb7
Con nosotros está y no le conocéis,
SIb6 SOLm6 LA7 REm
con nosotros está, su nombre es el Señor.
REm LA7 REm
1.- Su nombre es «el Señor» y pasa hambre,
LA7 REm RE7
y clama por la boca del hambriento,
SOLm SOLm6 REm
y muchos que lo ven pasan de largo,
MI7 MIm7/6 LA
LA7
acaso por llegar temprano al templo.
REm LA7 REm
Su nombre es «el Señor» y sed soporta
LA7 REm
RE7
y está en quien de justicia va sediento
SOLm SOLm6 REm
y muchos que lo ven pasan de largo,
MI7 LA
LA7 REm
a veces ocupados en sus rezos.
2.-Su nombre es «el Señor» y está desnudo,
la ausencia del amor hiela sus huesos,
y muchos que lo ven pasan de largo,
seguros y al calor de su dinero.
Su nombre es «el Señor» y enfermo vive,
y su agonía es la del enfermo,
y muchos que lo saben no hacen caso,
tal vez no frecuentaba mucho el templo.
3.- Su nombre es «el Señor» y está en la cárcel,
está en la soledad de cada preso,
y nadie lo visita, y hasta dicen:
«Tal vez ése no era de los nuestros».
Su nombre es «el Señor», el que sed tiene,
quien pide por la boca del hambriento,
está preso, está enfermo, está desnudo,
pero Él nos va a juzgar por todo eso.
09.- EL TESTIGO
POR TI, MI DIOS, CANTANDO VOY
LA ALEGRÍA DE SER TU TESTIGO, SEÑOR
1.- Me mandas que cante con toda mi voz:
no sé cómo cantar tu mensaje de amor.
Los hombres me preguntan cuál es mi misión;
les digo: “Testigo soy”.
2.- Es fuego tu Palabra que mi boca quemó,
mis labios ya son llamas y cenizas mi voz.
Da miedo proclamarte, pero tú me dices:
“No temas, contigo estoy”.
3. -Tu Palabra es una carga que mi espalda dobló;
es brasa tu mensaje que mi lengua secó.
“Déjate quemar, si quieres alumbrar:
no temas, contigo estoy”.