OJOS PARA VER LOS MILAGROS
COMENTARIO
En ese conjunto de acciones y de palabras que constituyen el evangelio, todo tiene un valor de enseñanza todo tiene que suscitar en nosotros la pregunta de Marcos, la cuestión de las cuestiones sobre Jesús: ¿Quién eres? ¿Qué es lo que nos traes?”. El mismo Jesús quiso contestar a ella, cuando vacilaba Juan bautista: “¿Eres tú el que se esperaba?”. Y la respuesta fue una serie de milagros, repitiendo el texto de Isaías que comienza con una noticia alentadora pero imprecisa: “Dios mismo viene a salvarnos”. Pero Isaías se apresura a concretarla: “Los ciegos verán, los sordos oirán, los cojos saltarán, los mudos gritarán, el agua manará para los que se morían de sed”. Esto es a la vez muy concreto y simbólico: Mediante estos ejemplos. Isaías quiere describir toda la miseria humana y la bondad poderosa de Dios.
Nos
ofrece de este modo la clave para leer bien los milagros de Jesús. Cristo lleva
a cabo realmente curaciones y otras acciones milagrosas, pero como signos de
que Dios mismo viene a salvarnos por medio de él, de Jesús: todas las miserias
físicas y morales se acabarán. Cada milagro es una especie de cartel. Dios nos
salva, es capaz de hacerlo y lo hace por medio de su Hijo Jesús. Por
consiguiente, este acto espectacular no es un prodigio que discutir como
posible o imposible. ¿Quién puede dictar al creador los límites de lo posible?
Es un acto poderosamente real, pero sobre todo poderosamente signo, que hay que
meditar como signo.
Nadie
supo leer los milagros de Jesús cuando los realizaba. La prueba es que la misma
gente que los admiraba los empujaría hacia la cruz y que sus mismos discípulos
estuvieron hasta el fin “faltos de inteligencia”.
La curación del sordomudo forma parte
precisamente de una agrupación de textos sobre su inteligencia y este conjunto
termina con un buen jarro de agua fría:
“¿No acaban de entender ni de comprender? ¿Están ciegos? ¿Para qué tienen
ojos, si no ven, y oídos, si no
oyen?”. (Mc 8, 17-18). Cuando Jesús se enfada hasta ese punto, la cosa
es grave. Era después del milagro de la multiplicación que revelaba con tanta
claridad la bondad de Dios y su poder de salvación. Pero este paso de un milagro a una meditación
sobre el poder de Dios en acción sólo se dio después de la resurrección.
Entonces comprendieron hasta qué punto Jesús es ese poder de salvación. ¿Quién eres,
Señor? Lo que los milagros dicen de mí. ¿Lo comprendemos? ¿Sabemos leer los
milagros? En todas las partes del mundo
en donde actúa Jesús resucitado, los sordos oyen, los mudos hablan, la vida
resucita. Pero se necesitan ojos para ver.
R.P.
Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal
118, 137.124
Señor, tú eres justo, tus mandamientos son
rectos. Trata misericordia a tu siervo.
ORACION
COLECTA
Oh, Dios, por ti nos ha venido la redención y se nos ofrece la
adopción filial; mira con bondad a los hijos de tu amor, para que cuantos
creemos en Cristo alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna. Por
nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro
de Isaías 35, 4-7a
Esto dice el Señor: Digan a los cobardes de
corazón: «Sean fuertes, no teman. Miren a su Dios que trae la venganza y el
desquite, viene en persona a salvarlos». Se despegarán los ojos del ciego, los
oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo, el cojo a lengua del mudo
cantará. Porque han brotado aguas en el desierto, torrentes en la llanura; el
desierto se convertirá en un estanque; la tierra reseca, en manantial.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 145)
Alaba, alma mía, al Señor.
Que mantiene su fidelidad perpetuamente, que
hace justicia a los oprimidos, que da pan a los hambrientos. El Señor libera a
los cautivos. R
El Señor abre los ojos al ciego, el Señor
endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos, el Señor guarda a
los peregrinos. R.
Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna
el camino de los malva- dos. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sion, de edad
en edad. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol Santiago 2,1-5
Hermanos míos: Que la fe de ustedes
en nuestro glorioso Señor Jesucristo no vaya unida a favoritismos. Por ejemplo:
entran en su asamblea dos hombres, uno con un anillo de oro y un vestido
espléndido, y entra también un pobre con vestido andrajoso. Si ustedes se fijan
en el que va espléndidamente vestido y dicen: «Siéntate aquí, en el lugar de
honor», y al pobre le dicen: «Tú quédate ahí de pie o siéntate en el suelo a
mis pies»; si hacen eso, ¿no son inconsecuentes y juzgan con criterios malos?
Queridos hermanos, escuchen: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo
para hacerlos ricos en la fe y herederos del Reino, que prometió a los que lo aman?
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 23
Aleluya. Jesús
proclamaba el evangelio del reino, curando las dolencias del pueblo. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos 7,31-37
En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de
Tiro, pasó por Sidón, y fue hacia el mar de Galilea, atravesando la Decápolis.
Y le presentaron a un sordo que, además, apenas podía hablar, y le piden que le
imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en
los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le
dijo: «Effetá», que quiere decir. «Ábrete». Y al momento se le abrieron los
oídos, se le soltó la atadura de su lengua y hablaba sin dificultad. Él les
mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más
insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: «Todo lo ha
hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos».
PLEGARIA UNIVERSAL
Dios no hace acepción de personas y nos escucha con afecto y ternura
cuando lo invocamos llamándolo Padre. Por eso, oremos por todo el mundo
diciendo: R. Padre, escúchanos.
1.- Para que la Iglesia sea la casa de todos, donde cada uno se sienta
acogido, respectado y amado como es. Oremos al Señor. R.
2.- Para que nuestros pastores y todos los cristianos no desoigan el
clamor de los más pobres. Oremos al Señor. R.
3.- Para que los que tienen en sus manos las decisiones políticas,
económicas y sociales, obren con justicia y rectitud. Oremos al Señor. R.
4.- Para que la vida eterna sea ya la posesión de todos los difuntos.
Oremos al Señor. R.
5.- Para que al sentirnos acogidos por el Señor sepamos ser
hospitalarios, comprensivos y sensibles con nuestros hermanos. Oremos
al Señor. R.
Escucha, Padre, nuestras oraciones, colma de tus bienes a los que te
buscan y a todos danos tu paz y tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Oh, Dios, autor de la
piedad sincera y de la paz, te pedimos que con esta ofrenda veneremos
dignamente tu grandeza y nuestra unión se haga más fuerte por la participación
en este sagrado misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION n 8, 12
Yo
soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá
la luz de la vida, dice el Señor.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Concede, Señor, a tus fieles, alimentados con
tu Palabra y vivificados con el sacramento del cielo, beneficiarse de los dones
de tu Hijo amado, de tal manera que merezcamos participar siempre de su vida.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PALABRA DE DIOS
Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 09: 1Co 5, 1-8; Sal
5; Lc 6, 6-11
Martes 10: 1Co 6, 1-11; Sal
149; Lc 6, 12-19
Miércoles 11: 1Co 7, 25-31; Sal
44; Lc 6, 20-26
Jueves 12: 1Co9 8,
1b-7.11-13; Sal 138; Lc 6, 27-38
Viernes 13: 1Co 9,
16-19.22b-27; Sal 83; Lc 6, 39-42
Sábado 14: 1Co 10, 14-22;
Sal 115; Lc 6, 43-49
Domingo 15: Is 50, 5-9ª; Sal
114; Stg 2, 14-18; Mc 8, 27-35
COMENTARIOS AL
EVANGELIO
Marcos 7, 31-37
1.- Marcos presenta el relato de la curación
del sordomudo ("mogilalos") de una manera bastante original.
Establece, por ejemplo, un paralelo estrecho entre el episodio del sordomudo y
el del ciego (Mc 8, 22-26), ya subrayado por estar ambos recogidos en el
conjunto llamado la "sección de los panes" (Mc 6, 30-8, 26). En ambos
casos encontramos sucesivamente un mismo "apartamiento" del enfermo
(7, 33; 8, 23), una misma insalivación (7, 33; 8, 23), la misma insistencia de
Cristo en recomendar silencio al beneficiario del milagro (7, 36ñ; 8, 26), una
misma imposición de las manos (7, 32ñ; 8, 22, 23), una misma reacción de los
amigos que "llevan" al enfermo (7, 32; 8, 22).
De ambos relatos se desprende, pues, una
misma lección: no oír y no ver son signos de castigo (Mc 4, 10-12; 8, 22): la
curación de la vista y la del oído son signos de salvación. Pero la salvación
otorgada por Dios supone una ruptura respecto al mundo: si Cristo
"lleva" al mudo y al ciego "fuera" para que vean y oigan,
es porque la multitud, en cuanto tal, es incapaz de ver y de oir.
a) El relato de la curación del mudo se nos
ofrece, en primer lugar, como una réplica de Is 35, 2-6. El profeta anunciaba
al pueblo, exiliado en Babilonia, un destino en el que no se atrevía a soñar:
sería investido con la "gloria del Líbano" y los mudos mismos
gritarían de alegría.
Ahora bien: Jesús se encuentra en las
fronteras del Líbano en un país pagano, y allí realiza un milagro en beneficio
de un mudo cuya palabra no podrá ya contenerse. El pueblo va a volver del
destierro, enriquecido con la fama de los países paganos y con una alegría
incomparable. El milagro anuncia así la era inminente de la salvación. Esta
salvación será también un juicio; los sordos oirán (cf. Is 29, 18-23), pero
otros se volverán sordos a la Palabra.
b) Es casi seguro que Marcos ha incorporado
este milagro dentro de un ritual de iniciación al bautismo ya existente. La
actitud de Cristo levantando la vista al cielo antes de curar al mudo (v. 34)
no aparece más que en el relato de la multiplicación de los panes (Mc 6, 41).
¿No es esto un indicio del carácter litúrgico de este episodio? Este pasaje
parece ser, efectivamente, un eco del primer ritual de iniciación cristiana.
Los más antiguos rituales bautismales preveían ya un rito para los sentidos
(ojos, en Act 9, 18; nariz y oídos, en la Tradición de Hipólito, núm. 20, etc).
Si se tiene en cuenta que, para la mentalidad judía, la saliva es una especie
de soplo solidificado, podría significar el don del Espíritu característico de
una nueva creación (Gén 2, 7; 7, 22; Sab 15, 15-16). Marcos conserva, sin duda,
la palabra aramea pronunciada por Cristo, Ephpheta (v. 34), porque así la había
conservado la tradición.
Los elementos de este ritual de iniciación
podrían ser, pues, un exorcismo (Mc 7, 29, inmediatamente antes de este
evangelio), un padrinazgo de "quienes les llevan", un rito de
imposición de las manos (v. 32), un "apartamiento" (v. 33, sin ser el
arcano, más tardío, refleja ya la toma de conciencia de la originalidad de la
fe), un rito sobre los sentidos (v. 34), tres días de ayuno preparatorio (Mc 8,
3; Act 9, 9), y después la participación en la Eucaristía.
Para terminar, Marcos vuelve a la tradición
sinóptica (vv. 36-37) cuando hace mención de las alabanzas de la multitud que
reconoce en este milagro la llegada de la era mesiánica (Mt 15, 30-31), puesto
que da cumplimiento a las profecías de Is 61, 1-2, ya interpretadas por Cristo
en este sentido (Mt 11, 5).
Volveremos aquí, a propósito del aspecto
particular de las curaciones de mudos en la Biblia, al tema de la fe, que es el
punto principal de esta perícopa. La mayoría de los relatos que tratan de la
vocación de profetas, es decir, de personajes que han de ser portadores de la
Palabra de Dios, refieren al mismo tiempo curaciones de mudos o tartamudos (Ex
4, 10-17; Is 6; Jer 1). Se trata de un procedimiento literario cuya finalidad
es dar a entender que el profeta es incapaz, apoyado tan solo en sus facultades
naturales, de comenzar siquiera a hablar, sino que recibe de Otro una palabra
que hay que transmitir. Por eso, la curación de un mudo, que proclama la
Palabra, es considerada como un signo evidente de lo que es la fe: una virtud
infusa que no depende de las cualidades humanas.
Hay otro elemento que interviene con
frecuencia en las curaciones de mudos. En periodos de castigo divino, los
profetas permanecían mudos: no se proclamaba la Palabra de Dios porque el
pueblo se tapaba los oídos para no oírla (1 Sam 3, 1; Is 28, 7-13: Lam 2, 9-10:
Ez 3, 22-27; Am 8, 11-12; Gén 11, 1-9). El mutismo está pues, ligado a la falta
de fe: el mudo es muchas veces sordo con anterioridad. Pero si los profetas
hablan, y hablan abundantemente, es señal de que han llegado los tiempos
mesiánicos y de que Dios está presente y la fe ampliamente extendida (cf. Lc 1,
65; 2, 27-29).
Hay un texto profético muy significativo a
este respecto: Jl 3, 1-2, que se verá precisamente cumplido con el milagro de
Pentecostés (Act 2, 1-3). El crecido número de curaciones de sordos y mudos
operadas por Cristo es signo de la inauguración de la era mesiánica (Lc 1,
64-67; 11, 14-28; Mt 9, 32-34; 12, 22-24; Mc 7, 31-37; 9, 16-28).
Al final de los Evangelios se presenta
también en forma de una vocación profética el envío de los apóstoles a
predicar, puesto que se les otorga una lengua nueva (Mt 10, 19-20; Rom 10,
14-18), como si también ellos tuvieran que salir del mutismo.
Este evangelio quiere darnos, pues, a
entender que debemos tomar conciencia de que la fe es un bien mesiánico. Mas,
al relatar esta curación, Marcos quiere hacer suyo el tema del Antiguo
Testamento que relaciona mutismo y falta de fe. El evangelista subraya repetidas
veces que la multitud tiene oídos y no oye, y tiene ojos y no ve (Mc 4, 10-12,
repetido en 8, 18). Por otra parte, toda la "sección de los panes"
(Mc 6, 30-8, 26) es la sección de la no inteligencia (Mc 6, 52; 7, 7, 18; 8,
17, 21).
Ahora bien: para curar al sordomudo, Cristo
le lleva fuera de la multitud (Mc 7, 33), como para subrayar que el mutismo es
característica de la multitud y que es necesario apartarse de su manera de
juzgar las cosas para abrirse a la fe.
La característica de los últimos tiempos es
la de situarnos en un clima de relaciones filiales con Dios, capacitarnos para
oír su palabra, corresponderle y hablar de El a los demás. El cristiano que
vive estos últimos tiempos se convierte así, en cierto modo, en profeta,
especialista de la Palabra, familiar de Dios. Para ello debe poder escuchar esa
Palabra y proclamarla: para hacerlo necesita los oídos y los labios de la fe.
MAERTENS-FRISQUE
NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA VII - MAROVA MADRID 1969.Pág. 43
2.- Suspiro de Jesús mientras mira al cielo.
Es difícil precisar el matiz de este suspiro, pero tratándose del evangelio de
Marcos no sería incorrecto interpretarlo como expresión de una
"queja-cansancio" de Jesús por la situación.
..............
Comentario. El relato de hoy tiene su continuación-culminación
en Mc. 8, 22-26. Ambos son relatos propios y exclusivos de Marcos, a través de
los cuales el autor pone de manifiesto de una manera gráfica lo inadecuado de
un acercamiento a Jesús superficial, interesado y falto de fe. El resultado de
este acercamiento sería un Jesús ritualizado, a disgusto y casi maniatado en su
poder curativo. Espero que se me interprete bien. Se trata de la crítica del
autor a un determinado tipo de acercamiento a Jesús, cuyo resultado no sería
otro que un Jesús distorsionado, ritualizado y mágico. Así sería Jesús, viene a
decirnos Marcos, si hubiera que hacer caso de lo que la gente busca en él.
ORA/RD: Marcos es un autor muy pesimista en lo
referente al seguimiento religioso. Detrás de este seguimiento, en efecto, se
esconde con demasiada frecuencia la búsqueda a una solución a los propios
problemas, sin atisbo alguno de planteamiento altruista y desinteresado. Para
convencernos de esto bastaría con formular entre nosotros la siguiente
pregunta: ¿Qué lugar ocupa en nuestra plegaria espontánea el Reino de Dios y
qué lugar ocupa, por ejemplo, la salud? El Padre nuestro lo rezamos todos, pero
¿es el Padre nuestro el contenido de nuestros rezos?
ALBERTO BENITO - DABAR 1991, 44
3.- Jesús vuelve del extranjero. ¿Por qué se
fue? Según Marcos, dos parecen haber sido los motivos: la creciente
conflictividad con la autoridad religiosa central y el seguimiento
"interesado" de la población judía. Ambos motivos han condicionado la
estrategia de Jesús: alejamiento, ocultamiento. Esta característica de la
actividad de Jesús vuelve a ser resaltada por Marcos: v. 33a y 36a. Pero una
vez más la estrategia falla: v. 36b. Es cierto que la gente interpreta la
actuación de Jesús como un cumplimiento de la profecía de Isaías (35, 5-6): v.
37; pero, según Marcos, esta interpretación se queda en lo anecdótico y
superficial, porque no les lleva a una reflexión seria y a la fe.
Este estado de cosas provoca en Jesús una
enorme tensión interna, que sólo esporádicamente la refleja Marcos, como en
esta ocasión: "mirando al cielo, suspiró" (v. 34).
En este momento del evangelio, Marcos es ya
decididamente pesimista acerca de las posibilidades reales de cambio por parte
de los judíos (de los hombres). Resaltando la profunda conmoción de Jesús, Marcos
no apunta tanto a su estado de ánimo cuanto a unas condiciones objetivas que lo
han provocado.
Por extraño que pueda resultarnos el relato
de la curación del sordomudo -narrado con la mentalidad propia de aquella
época-, el cuadro constituye una imagen adecuada del programa de Jesús: todo el
hombre queda sanado. Las dolencias que deforman la creación de Dios quedan
eliminadas y vuelve a brillar el esplendor original.
Es un signo de la creación nueva que Dios
realizará algún día. En la mañana de la creación todo lo hizo bien (Gn 1), en
el día de la consumación todo lo hará nuevo (Ap 21, 5).
Sólo que Marcos tiene serias dudas de que los
oyentes de Jesús estemos dispuestos a secundar este programa de transformación.
EUCARISTÍA 1988, 43
4.- Texto. Entre el texto del domingo pasado
y el de hoy Marcos intercala un episodio que se desarrolla en tierra no judía
(Mc 7, 24-30). Es un episodio en el que se desvela con la práctica una de las
dimensiones del misterio del Reino de Dios, es decir, que el Reino de Dios es
una realidad abierta a todos, sean o no miembros del pueblo oficial de Dios.
Desde este presupuesto Marcos retoma la
tierra judía. A decir verdad, el episodio de hoy carece de localización
concreta y todo él se desarrolla de acuerdo a unas coordenadas muy típicas de
Marcos: traída anónima del enfermo, curación evitando la presencia de la gente,
encargo de no divulgar el hecho, incumplimiento del encargo a causa del
asombro. Relato paradójico entre una primera parte de facilitación del habla y
una segunda de prohibición del habla. El resultado es el habla asombrada,
mezcla del todo era bueno del Génesis 1, 31 y de las imágenes esperanzadoras de
Isaías 35, 5-6 (primera lectura de hoy).
Comentario. La historia exegética del texto
demuestra que nos hallamos ante un texto simbólico: el sordomudo al que se
abren los oídos y la boca representa al hombre que recibe la fe. Beda el
Venerable, autor en el siglo VIII del primer comentario conocido de Marcos,
opera con la siguiente simbología, de gran influjo posterior: sordo es el que
no oye la Palabra de Dios; mudo, el que no divulga la fe.
Dentro de su verdad de fondo, hay que decir
una vez más que la debilidad de esta simbología radica en no tener su origen en
la globabilidad de la obra o macro-texto de Marcos. En el episodio anterior al
de hoy Marcos ha desvelado parte del misterio escondido desde el origen de las
edades y de las generaciones. Las palabras son de Pablo a los Colosenses 1, 26.
La parte del misterio revelada es que
"los paganos entran en la misma herencia (que los judíos), forman un mismo
cuerpo y tienen parte en la misma promesa". Las palabras son también de
Pablo, esta vez a los Efesios 3, 6.
Este es el mensaje que Marcos nos invita hoy
a escuchar. El sordo del relato simboliza al pueblo de Dios incapaz de escuchar
este mensaje. El sordo son los integrismos religiosos, tal vez también los
llamados cristianos de presencia: en mayor o menor grado todos ellos parecen no
percibir los gritos de dolor de la madre en parto que es la humanidad. La imagen
es también de Pablo, esta vez en Romanos 8, 22: "Sabemos bien que hasta el
presente la humanidad entera sigue lanzando un gemido universal con los dolores
de su parto".
Tal vez todos tenemos algo de integrismo
religioso y estamos necesitados de que Jesús abra nuestros oídos.
Hay otra parte del misterio todavía sin
desvelar. A ello se debe el sorprendente encargo de guardar silencio, típico de
Marcos en los relatos de curación. Marcos prefiere que se guarde silencio sobre
las curaciones hasta tanto no desvele la otra parte del misterio del Reino de
Dios. Un hablar ahora de la curación podría llevarnos a forjarnos una falsa
imagen de Jesús y del Reino de Dios, cuya llegada proclama Jesús. La curación
debe realizarse sin presencia de gente mientras tanto no se desvele la otra
parte del misterio. Sin embargo, hay algo que sí se puede ya decir: Jesús
recrea el espacio bueno que desde el principio Dios ha soñado y ha buscado para
el hombre. El vio Dios que era bueno de Gén. 1, 31 vuelve a resonar este
domingo. De la Eucaristía de hoy tenemos motivos para salir contentos y
esperanzados.
ALBERTO BENITO - DABAR 1988, 46
5.- Jesús marcha con sus discípulos hacia el
norte, hacia la ciudad de Sión, para descender después, por la parte oriental,
al valle del Jordán y llegar hasta la Decápolis, junto al lago de Galilea.
Evita intencionadamente pisar tierra de
Israel, y da un gran rodeo, huye de las multitudes y busca la ocasión de estar
a solas con sus discípulos. Este alejamiento de Jesús de Galilea y, estas
huidas de las multitudes señalan un cambio en su actividad, que se va a
concentrar en adelante en el pequeño grupo de sus seguidores. Sin embargo, al
llegar a la Decápolis, en donde ya era conocido después de la curación del
poseso de Gerasa (cfr 5, 20), los nativos notan su presencia y acuden a él para
pedirle otro milagro. La curación de un sordomudo.
La imposición de manos, conocida ya en el
Génesis (48, 14-19) como rito de bendición, es utilizada frecuentemente por
Jesús en sus curaciones (6, 5; 8, 23 y 25). Este gesto significaba también la
comunicación del Espíritu de Dios, y como tal ha pasado a la liturgia de la
iglesia. Recordemos que el Espíritu, que descendió abundantemente sobre Jesús
en el Jordán, es la fuerza vivificante y el "dedo de Dios" con el que
Jesús realiza todos los milagros.
Jesús no quiere despertar un entusiasmo ciego
y fomentar el sensacionalismo en las multitudes. Jesús retira al enfermo de la
multitud curiosa. Aunque generalmente Jesús cura a los enfermos imponiendo las
manos y pronunciando su palabra eficaz, aquí realiza también una serie de
gestos simbólicos que dan a todo el proceso una solemnidad especial. Por otra
parte, son señales necesarias para comunicarse con el sordomudo. La liturgia
bautismal ha recogido estos gestos de Jesús, con lo que reconoce que todo
hombre debe ser abierto por Dios para que pueda escuchar el evangelio.
Elevar los ojos al cielo es la expresión de
una oración en silencio, de una súplica y con frecuencia también de acción de
gracias.
Marcos ha conservado en su original arameo la
palabra de Jesús al sordomudo "effetá". También
esta palabra ha pasado a la liturgia bautismal. Tanto Jesús como la iglesia
dirigen esta palabra al hombre, para que se abra a la comunicación y se
disponga a recibir el evangelio. Ni el milagro de Jesús ni el rito bautismal
son acciones mágicas que actúen en virtud de unos gestos determinados y gracias
al poder de una fórmula. Los gestos y las palabras tienen en ambos casos un
significado y son, por tanto, apelación de quien ve y escucha. El milagro de
Jesús se hace entender primero con gestos visibles por el sordomudo y así lo
dispone para la fe, después pronuncia la palabra eficaz. Pero la eficaz de esta
palabra no depende de ser precisamente tal, sino que sea la palabra de Jesús
escuchada por el sordomudo.
Hay una relación entre la sordera y la mudez.
No se puede hablar si no se puede escuchar. Y esto vale también respecto a la
audición y confesión del evangelio. Sólo el que cree, el que escucha, puede
después proclamar y confesar auténticamente el evangelio. Como dice Pablo:
"porque creemos, por eso hablamos".
Aunque Jesús ha realizado el milagro
apartándose del pueblo, pronto se conoce lo sucedido y todos se hacen lenguas
de lo que ha ocurrido. Este milagro es una de las señales anunciadas por Isaías
para los tiempos mesiánicos (cfr. primera lectura de hoy). Es posible que Jesús
imponga silencio a estas gentes precisamente por eso, temiendo que la falsa
concepción mesiánica que poseían comprometiera su actuación ante los poderes
públicos.
EUCARISTÍA 1982, 41
6.- Hace oír a los sordos y hablar a los
mudos
La curación del sordomudo es uno de los pocos
episodios exclusivos de Marcos. Jesús sale del círculo exclusivamente judío y
se dirige a tierras de "paganos", donde más tarde se desarrollará la
primitiva Iglesia: Tiro, Sidón, Decápolis. Así que llega le presentan al
enfermo para que lo cure, lo cual nos da a entender que la gran fama de
taumaturgo ya había llegado a aquellas tierras.
El comportamiento de Jesús nos resulta raro.
Por un lado, al contrario que los curanderos de la época que hacían sus actos
con gran ostentación, jesús se retira, en solitario, lejos de la gente. Busca
el contacto personal con el enfermo. Y por el otro lado, Jesús rompe con su
costumbre de curar de palabra y se vale del contacto físico, la saliva (cf. Mc
8,23 y Jn 9,6) y la oración (cf. Mc 6,41;1 Jn 11,41;17,1).
La plegaria de Jesús "Effetá"
(ábrete) es uno de los términos arameos que Marcos transcribe y traduce para
sus lectores (cf.14,36), lo cual india antigüedad del relato. Abrir es, en esta
ocasión, sinónimo de curar, ya que la mentalidad de la época creía que los
órganos paralizados permanecían "cerrados" para ser usados. La
palabra de Jesús posee una eficacia creadora, como la de Dios en el Antiguo
Testamento, lo que provoca un estupor religioso entre los presentes.
La expresión de la gente se inspira en el
texto de Isaías que hemos leído como primera lectura (cf. también Is 29,18-23 y
Salmo 38,14) y nos recuerda la respuesta de Jesús a los enviados del Bautista
(Mt 11,5-6 y Lc 7,22). Por otra parte, tiene resonancias de la primera palabra
creadora: "Y vio Dios que era bueno" (Gn 1,31).
Jesús se acerca, ofrece su contacto personal
y salutífero a un enfermo bloqueado en su relación comunicativa con los demás (sordo
y mudo). La palabra de Jesús crea una nueva situación, comparable a la del
pueblo venido del Exilio.
JORDI LATORRE - MISA DOMINICAL 2000, 11, 50
PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO B -
(08 DE SETIEMBRE 2024)
TEMA: “HACE OIR A LOS SORDOS Y HABLAR A LOS MUDOS”
01.- DIOS NOS
INVOCA (Carmelo Erdozain)
DIOS
NOS CONVOCA
VENID
Y ESCUCHEMOS SU VOZ.
LA
MESA HA PREPARADO,
SU
PAN ES SALVACIÓN.
GRACIAS
SEÑOR
POR
SER TUS INVITADOS. (bis)
1.-
Venid, celebrad la Palabra,
Venid,
acoged la verdad,
y
en hermandad cantad la Nueva Alianza.
2.-
Venid, celebrad la Esperanza,
venid
a la cena pascual
y
en hermandad, cantad la Nueva Alianza.
3.-
Venid, celebrad la Victoria,
Venid,
renovad la amistad
y
en hermandad cantad la Nueva Alianza.
02.- CANTANDO
LA ALEGRIA (Cesareo Garabain)
JUNTOS
CANTANDO LA ALEGRÍA
DE
VERNOS UNIDOS EN LA FÉ Y EL AMOR
JUNTOS
SINTIENDO EN NUESTRAS VIDAS
LA
ALEGRE PRESENCIA DEL SEÑOR.
Somos
la iglesia peregrina que Él fundó
Somos
un pueblo que camina sin cesar
Entre
cansancios y esperanzas hacia Dios
Nuestro
amigo Jesús nos llevará.
Hay
una fe que nos alumbra con su luz
Una
esperanza que empapó nuestro esperar
Aunque
la noche nos envuelva en su inquietud
Nuestro
amigo Jesús, nos guiará.
03.-
LIBERTADOR DE NAZARET (Carmelo Erdozain)
LIBERTADOR DE NAZARETH,
VEN JUNTO A MÍ, VEN JUNTO A MÍ.
LIBERTADOR DE NAZARETH.
¿QUÉ PUEDO
HACER SIN TI?. (2v).
1.-
Yo sé que eres camino,
que
eres la vida y la verdad,
yo
sé que el que te sigue,
sabe
a dónde va, quiero vivir tu vida,
seguir
tus huellas tener tu luz,
quiero
beber tu cáliz, quiero llevar tu cruz.
2.-
Quiero encender mi fuego,
alumbrar
mi vida y seguirte a ti,
quiero
escucharte siempre,
quiero
luchar por ti.
Busco
un mensaje nuevo,
te
necesito libertador,
no
puedo estar sin rumbo,
no
puedo estar sin Dios.
04.- ESTAMOS
DE FIESTA CON JESUS
Estamos
de fiesta con Jesús
Al
cielo queremos ir
estamos
reunidos en la mesa
y
es Cristo quien va a servir.
Poderoso
es nuestro Dios
poderoso
es nuestro Dios
Poderoso
es nuestro Dios.
Poderoso
es nuestro Dios.
ÉL
sana, Él salva
Poderoso
es nuestro Dios
Bautiza,
Él viene
Poderoso
es nuestro Dios.
Poderoso
es nuestro Dios (4v)
El
Padre, el Hijo:
Poderoso
es nuestro Dios.
Espíritu
Santo:
poderoso
es nuestro Dios.
Poderoso
es nuestro Dios (4v)
Estamos
de fiesta con Jesús
Al
cielo queremos ir
estamos
reunidos en la mesa
y
es Cristo quien va a servir.
Poderoso
es nuestro Dios (4v)
ÉL
sana, Él salva
Poderoso
es nuestro Dios
Bautiza,
Él viene
Poderoso
es nuestro Dios.
05.- RECIBE
SEÑOR
1.-
Te ofrecemos, Señor, este pan, es el signo de nuestra libertad.
Te
ofrecemos, Señor, este vino que la vid y el trabajo nos dan.
RECIBE,
SEÑOR, NUESTRAS VIDAS,
RECIBE,
SEÑOR, NUESTRO AMOR,
MANOS
FUERTES DE UN MUNDO MEJOR. (Bis)
2.-
Te ofrecemos, Señor, nuestras manos y el deseo de amar y trabajar
por
un mundo más justo y humano donde habite la fraternidad.
06.- ACEPTA
SEÑOR EL VINO Y EL PAN (Joaquín Madurga)
ACEPTA SEÑOR EL VINO Y EL PAN
CON ELLOS TRAEMOS TU OFRENDA A TU ALTAR
1.- Sobre tu altar Señor va nuestra ofrenda
el abrazo sincero al hermano
perdonándonos nuestras ofensas.
2.- Sobre el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:
trabajar por un mundo más justo de igualdad
y concordia fraterna.
3.- Sobre el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:
convertir nuestra vida pasada
al mensaje de tu Buena Nueva.
07.- SANAME,
SEÑOR (Rafael Moreno)
Hoy
Señor Jesús,
Vengo
ante ti para alabarte.
Hoy
Señor Jesús,
Con
tu poder puedes cambiarme.
SÁNAME
SEÑOR,
HOY
QUIERO VIVIR.
DAME
TU AMOR
SIN
TI NO PUEDO SER FELIZ.
Sáname
Señor,
líbrame
del mal.
Toca
el corazón
para
alcanzar la santidad.
Hoy
Señor Jesús
vienes
a mí porque me amas.
Hoy
Señor Jesús
confío
en ti y en tu palabra.
08.- A DONDE
IRE SEÑOR
1.-
Maravilloso Dios, maravilloso Dios,
que
te haces presente, cuando te llamo yo,
antes
de que yo te hable, tú Señor lo sabes todo,
maravilloso
Dios por siempre te amaré. (2V.)
¿A
DÓNDE IRÉ SEÑOR SI TÚ NO ESTÁS?,
¿A
DONDE IRE SEÑOR SI TU ME FALTAS?,
¿A
DONDE IRE SEÑOR SI TU NO ESTAS?,
¿A
DONDE IRE SEÑOR SI TU NO ESTAS?
2.-
Maravilloso Dios, maravilloso Dios,
tú
conoces mi vida, conoces mi corazón,
antes
de que yo te pida, tú Señor lo sabes todo,
Maravilloso
Dios por siempre te amaré. (2V.)
3.-
Maravilloso Dios Maravillosos Dios,
tú
conduces mis pasos hacia mi salvación,
antes
de que yo te hable tú Señor lo sabes
todo,
Maravilloso Dios por siempre te amaré. (2V.)
09.- HOY HE VUELTO (Cesareo Garabain)
Cuantas veces, siendo niño, te recé,
con mis besos te decía que te amaba,
poco a poco, con el tiempo alejándome de ti,
por caminos que se alejan me perdí. (2).
HOY HE VUELTO MADRE A RECORDAR,
CUÁNTAS COSAS DIJE ANTE TU ALTAR
Y AL REZARTE PUEDO COMPRENDER
QUE UNA MADRE NO SE CANSA DE ESPERAR
QUE UNA MADRE NO SE CANSA DE ESPERAR.
Al regreso me encendías una luz,
sonriendo desde lejos me esperabas,
en la mesa la comida aún caliente y el mantel,
y tu abrazo en mi alegría de volver,
y tu abrazo en mi alegría de volver.
Aunque el hijo se alejara del hogar,
una madre siempre espera su regreso,
que el regalo más hermoso que a los hijos da el
Señor
es su madre y el milagro de su amor,
es su madre y el milagro de su amor.
10.-. HIMNO
OFICIAL A SANTA ROSA DE LIMA
GLORIA
A TI ROSA BENDITA
DEL
PERU RADIANTE ESTRELLA
FLOR
DE LOS CIELOS MAS BELLA
QUE
LA FLOR DE JERICO (bis)
Hollando
con fe profunda
los
placeres de este suelo,
desde
joven en el cielo
tu
corazón se fijó (bis)
Al
suyo con lazo fuerte
Juntole
su dulce esposo
y
de su amor generoso
suavemente
le inflamo (bis)
Virgen
te aclaman los cielos;
virgen
pura, el nuevo mundo;
ángel
de Dios sin segundo,
el
Perú te crio (bis)
En
vano, límpido espejo,
Satanás
quiso empañarte
nunca
pudo derribarte,
porque
en Dios tu alma se fió (bis)
11.- NO HAY
MAYOR AMOR
Y
ES QUE NO HAY MAYOR AMOR QUE DAR LA VIDA,
QUE
DAR LA VIDA POR AMOR
Y
ES QUE NO HAY MAYOR AMOR QUE DAR LA VIDA,
QUE
DARLE A CRISTO EL CORAZÓN.
Como
grano que al morir da fruto,
y
en espiga se transformará
Así
Cristo puesto en el sepulcro,
en
nosotros resucitará.
Dale
muerte a tu egoísmo,
a
tu orgullo y a tu vanidad,
déjalos
que caigan en la tierra,
pues
muriendo, tu florecerás.
Cual
pastor que ama a sus ovejas
y
por siempre las protegerá.
Nos
conduce Cristo a buenos pastos,
con
su muerte nos rescatará.
Con
tu vida harás como el pastor
entregándote
sin vacilar.
El
que hace de su vida entrega
siempre
vida en Cristo encontrará.
En
la Pascua un mandamiento nuevo
a
nosotros nos deja el Señor:
entregar
la vida a los hermanos
como
Cristo nos la entregara
Esta
es la señal de los cristianos
por
la que nos reconocerán:
el
amor con el que nos amamos,
y
en la propia entrega a los demás.