viernes, 29 de noviembre de 2024

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO I DE ADVIENTO CICLO C - 1 DICIEMBRE 2024

 

LA VIDA DESPIERTA

COMENTARIO

 

Comenzamos hoy un nuevo año litúrgico y Jesús abre nuestro adviento con una serie de imperativos: ¡Pónganse en pie!, ¡Levanten la cabeza!, ¡Estén sobre aviso!, ¡Manténganse despiertos!, ¡Oren!

Casi diríamos que se trata de un despertar muscular; hay que desterrar la imagen de unos cristianos que caminan cansados o asustadizos por la vida. Van con la cabeza erguida, hacia la fantástica aventura de un mundo nuevo: “Verán al Hijo del hombre venir en la plenitud de su poder y de su gloria”.

Evidentemente, para los cristianos la vida es tan difícil como para los demás: la misma mezcla de esperanza y decepciones, de trabajos logrados y de fracasos. La enorme diferencia está en que nosotros sabemos que todo esto tiene un sentido global, aunque en detalle las cosas nos parezcan oscuras. Sabemos de dónde venimos y adónde vamos: nacidos del amor, vivimos bajo una mirada de amor y vamos hacia el amor. A veces nos dicen: ¿Qué cambios producen la fe en ustedes?”. ¡Lo cambia todo! Como el sol, vivimos las mismas cosas, pero en la luz. “El que me sigue, dice Jesús no camina en la noche” Caminamos bajo el sol de la primera venida de Cristo: navidad. Y avanzamos hacia el esplendor de su última venida.

Vivir tan luminosamente, mantenerse en el amor y en la esperanza, eso es el despertar cristiano. “¡Permanezcan despiertos!”. ¿Por qué no tomar esto como una invitación a nuestro propio despertar de cristianos? ¡Sentir ganas de vivir a fondo nuestra fe!

¿Es posible describir esta vida despierta? Cada mañana es un hallazgo de Jesucristo y de su evangelio. Volvemos a tomar, mediante una pequeña lectura, una oración rápida o una meditación más larga, la resolución de estar atentos a Dios, a nuestra tarea a las personas con las que hemos de tratar. Pero habrá que vigilar constantemente la “pesadez de nuestro corazón”. “Cuidado, nos dice crudamente Jesús no se les embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida”.

Y nos muestra además dónde podemos encontrar esta voluntad de despertar; “¡Oren!”. Los que descuidan este imperativo deberían dejarse penetrar hoy por la grave advertencia final: “Pidan fuerza en todo momento para escapar de todo lo que va a venir y poder así manteneros en pie delante de mí”.

R.P. Roland Vicente Castro Juárez

 

 ANTIFONA DE ENTRADA Sal 24, 1-3

A ti levanto mi alma, Dios mío, en ti confío; no quede yo defraudado, que no triunfen de mí mis enemigos, pues los que esperan en ti no quedan defraudados

 

 ORACION COLECTA

Concede a tus fieles, Dios todopoderoso, el deseo de salir acompañados de buenas obras al encuentro de Cristo que viene, para que, colocados a su derecha, merezcan poseer el Reino de los Cielos. Por nuestro Señor Jesucristo,

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Jeremías 33,14-16

Miren ustedes que llegan días oráculo del Señor- en q cumpliré la promesa que hice a los habitantes de Israel y de ludas En aquellos días y en aquella hora, haré brotar para David un legítimo descendiente que ejercerá la justicia y el derecho en la tierra. En aquellos días se salvará Judá, y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la llamarán así: «El Señor es nuestra justicia”.

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 24)

 

A ti, Señor, levanto mi alma

 

Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas; haz, que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.

 

El Señor es bueno y es recto9 y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes, enseña su camino a los humildes. R

 

Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su alianza y sus mandatos. El Señor confía en sus fieles y les da a conocer su alianza. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 12-4, 1-2

Hermanos: Que el Señor los colme y los haga crecer y progresar en el amor mutuo y en el amor a todos los demás, semejante al que nosotros tenemos por ustedes. Que Él fortalezca sus corazones para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, ustedes se presenten ante Dios, nuestro Padre, santos e irreprochables. Por lo demás, hermanos, les rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que vivan conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la manera de comportarse para agradar a Dios; procedan así y sigan adelante. Ya conocen las instrucciones que les hemos dado, en nombre del Señor Jesús.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Sal 84, 8

Aleluya. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. Aleluya.

 

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 25-28.34-36

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y del oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, pues los astros temblarán. Entonces verán al Hijo del Hombre venir en una nube, con gran poder y gloria Cuando empiece a suceder esto, levántense alcen la cabeza, porque se acerca su liberación. Tengan cuidado: que sus corazones no se entorpezcan por el exceso de comida, por las borracheras y las preocupaciones de la vida, porque entonces ese día, caerá de improviso sobre ustedes; ese día será como trampa en la que caerán atrapados todos los habitantes de la tierra. Estén siemp0re vigilantes y oren en todo tiempo, para escapar de todo lo que ha de ocurrir y puedan mantenerse en pie ante el Hijo del Hombre”.

 

09.-PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos al Señor y pidámosle confiadamente que despierte su poder y venga a salvarnos:

 

1.- Para que los fieles despierten del sueño de sus indolencias y reciban con alegría la salvación que se acerca. Roguemos al Señor.

 

2.- Para que se afiance la paz en el mundo, y las riquezas de la creación se transformen en instrumento de progreso y bienestar para todos los hombres. Roguemos al Señor.

 

3.- Para que el Señor, con su venida, alivie los dolores de los enfermos, dé paz y alegría a los que sufren y libre al mundo de sus males. Roguemos al Señor.

 

4.- Para que vivamos siempre alerta sin que las preocupaciones de la vida nos impidan mantenernos en pie cuando llegue el Hijo del hombre. Roguemos al Señor.

 

Padre Santo, que a lo largo de los siglos cumples siempre con fidelidad tus promesas, abre los corazones de tus fieles a la esperanza, para que, cuando nuestro Salvador venga con todos sus santos, podamos mantenernos en pie en su presencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, los dones que te ofrecemos, escogidos de los bienes que hemos recibido de ti, y lo que nos concedes celebrar con devoción durante nuestra vida mortal sea para nosotros premio de tu redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION  Sal 84, 13

El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Fructifique en nosotros, Señor, la celebración de estos sacramentos, con los que tú nos enseñas, ya en este mundo que pasa, a descubrir el valor de los bienes del cielo y a poner en ellos nuestro corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 02: Is 2, 1-5 (o bien: Is 4, 2-6); Sal 121; Mt 8, 5-11

Martes 03: Is 11, 1-10; Sal 71; Lc 10, 21-24

Miércoles 04: Is 25, 6-10ª; Sal 22; Mt 15, 29-37

Jueves 05: Is 26, 1-6; Sal 117; Mt 7, 21.24-27

Viernes 06: Is 29, 17-24; Sal 26; Mt 9, 27-31

Sábado 07: Is 30, 19-21.23-26; Sal 146; Mt 9, 35—10, 12.6-8

Domingo 08: Gn 3, 9-15.20; Sal 97; Ef 1, 3-6.11-12; Lc 1, 26-38, 3-6.11-12; Lc 1, 26-38.

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO

Lc 21, 25-28. 34-36

 

1. Texto. El ciclo litúrgico que hoy comienza nos va a familiarizar con Lucas, autor de un evangelio diferente de los de Mateo, Marcos o Juan, a pesar de contar con bastante material común.

El texto de hoy se sitúa dentro del recinto del templo. A la observación hecha por algunos sobre la belleza de este templo, Jesús contrapone el futuro de destrucción que le amenaza. Esta destrucción, sin embargo, no debe confundirse con la implantación definitiva y feliz del Reino de Dios, la cual estará precedida por un tiempo de protagonismo religioso no judío. En este punto entronca el texto de hoy.

Los dos primeros versículos describen un gigantesco cataclismo cósmico y el consiguiente pavor de la humanidad. El cataclismo es calificado como temblor de las potencias celestiales. Sigue a continuación la descripción grandiosa, pero escueta, de la llegada del Hijo del Hombre, que pondrá fin a las dificultades y sufrimientos de los cristianos comprometidos. "Se acerca vuestra liberación". La descripción de la llegada del Hijo del Hombre está tomada también de un libro apocalíptico como es el libro de Daniel. Por último, el texto se hace interpelativo: tened cuidado, estad siempre despiertos. La traducción litúrgica añade inexactamente una tercera interpelación: manteneos en pie. El texto original dice más bien lo siguiente: "Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y poder así manteneros en pie ante el Hijo del Hombre".

Lo que está por venir no se refiere al cataclismo cósmico, sino al futuro de dificultad y de sufrimiento que le espera al cristiano comprometido. Las dos interpelaciones van dirigidas a estos cristianos y quieren ser una invitación a vivir con la atención puesta en el reino de Dios por llegar y a no desfallecer a causa de las dificultades.

Comentario. Es conveniente recordar lo dicho hace un par de domingos a propósito de Marcos. También el texto de Lucas recoge situaciones e imágenes tomadas de la literatura profética y apocalíptica. Se trata de un lenguaje gráfico y metafórico, cuya verdad, por tanto, no hay que buscarla en lo que se describe, sino en lo que se trasluce y sugiere. No estamos ante la crónica de un futuro anunciado, sino ante la magia de un futuro mejor. Evocación y sugerencia no de fin de mundo, sino de fin de un mundo como el que hacemos.

El elemento central del texto es el pronombre personal plural "vosotros". Su referente son los discípulos, término que en Lucas es inequívocamente sinónimo de creyente o cristiano comprometido en la causa del Reino de Dios. Como le pasó a Jesús, también el creyente experimenta la incomprensión y la amenaza de los de dentro y de los de fuera. En una situación así es muy humana la tentación a desentenderse de todo, mandar todo a paseo y refugiarse en agentes inhibidores, llámense diversión, bebida o afán de dinero. El texto de hoy quiere ser una llamada de atención y una invitación al cristianismo comprometido. Una invitación a mirar en perspectiva de utopía. O quizá más exactamente: una palabra de ánimo y una confirmación de la esperanza que él ha depositado en el Hijo del Hombre.

DABAR 19


 

2.- Lc/LIBRO:

Comentario: Con el nuevo ciclo litúrgico estrenamos también autor. Ya tendremos tiempo de ir familiarizándonos con Lucas, de descubrir su tacto exquisito, su interés por lo cotidiano y el detalle personal, su atención a los insignificantes y marginados. El ciclo litúrgico quiere que comencemos la andadura con la mirada puesta en el horizonte, hay una coincidencia de fondo y forma entre la descripción de este horizonte por parte de Lucas y de la de Marcos de hace dos domingos. Ambos se sirven del lenguaje figurativo, común en los profetas. Grandes cataclismos y angustias. A propósito de estas imágenes conviene recordar que sobre el origen y el final del mundo la Biblia no hace ninguna descripción científica, sino que manifiesta lo que es importante para la salvación del hombre. Y lo que es importante para el hombre (éste es el fondo de las imágenes) es que la historia que éste construye no es buena, pero que no por ello es abocada a la fatalidad. Y no lo está gracias al empeño de Dios. ¿Qué mejor forma de expresar que caminamos hacia un mundo nuevo que hace saltar en añicos el mundo viejo? 

La Biblia es cualquier cosa menos un libro pesimista en lo referente al futuro del hombre. Lo que ocurre es que la salvación no espera del hombre, de ese hombre histórico con sus fracasos, mil veces puestos de manifiesto y siempre presentes, sino de Dios, o por lo menos del hombre que se apoya en Dios y le escucha. Expresión perfecta de este tipo de hombre es el Hijo del Hombre. El título mismo es evocador del alcance universal que Lucas le confiere al futuro. Cuando habla de las gentes se está refiriendo a la totalidad de la humanidad. Toda ella está llamada a la plena manifestación de su anhelo. Será la gran liberación. Anclado en lo humano y en lo divino el Hijo del hombre hace posible el ansia de liberación de la humanidad toda.

Cuando se camina es primordial saber que el camino conduce a alguna parte. Gracias al hijo del Hombre sabemos esa parte a la que el camino de la historia humana conduce. Pero así como la maleza del camino puede entorpecer o incluso ocultar la meta, así también las preocupaciones, agobios y crápulas (mejor traducción que vicios). Lucas, el evangelista del camino, dedica la segunda parte del texto de hoy a hacer una llamada a vivir conscientemente con la mirada puesta en la meta. No para tener miedo aquel día, sino para infundirnos ánimo y confianza en medio de las dificultades del camino. ¿No es acaso verdad que muchas veces vivimos como si la historia no tuviera rumbo ni sentido? Surge entonces la mentalidad del "carpe diem": aferrarse al presente porque no hay futuro o éste es problemático. ¡Manteneos en pie ante el Hijo del Hombre!, nos grita hoy Lucas. Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra gran liberación¡. Luchad por ella. ¡Qué gran necesidad de este grito tenemos en nuestros días!

ALBERTO BENITO - DABAR 1985, 1


 

3.- Contexto. Jesús está enseñando en el Templo de Jerusalén. En Lc.21, 5-24 su enseñanza ha versado sobre la relatividad de la historia judía. A partir del v. 25 la enseñanza versa sobre la relatividad de la historia no judía. Tengamos en cuenta que las expresiones gentiles, gente, designan a toda persona no judía.

Comentario. Se distinguen dos partes. La primera es expositiva.

Se presentan unos hechos (vs. 25-27). A la vista de estos hechos se invita a adoptar una actitud. Segunda parte exhortativa (vs. 28. 34-36). Los hechos expuestos son: conmoción cósmica, angustia humana, presencia majestuosa del Hijo del Hombre. No se habla de desaparición sino de cataclismos. Se pinta una situación caótica de la que cabe esperar lo peor. Y, sin embargo, lo que aparece es una figura majestuosa. Habitualmente se interpretan estos hechos como fin del mundo en el sentido más literal del término. Creo que una tal interpretación no hace justicia a un texto en el que lo verdaderamente importante es la presencia majestuosa del Hijo del Hombre cuando toda esperanza humana parece haber desaparecido. No hay ni una sola página en la Biblia que trate del cosmos, de su origen o su final. La Biblia no es un libro de ciencia. Y sí, en cambio, no hay una sola página en ella que no trate del hombre, de sus esperanzas y desesperanzas. Esta es una de ellas. Frente a la desesperanza, la presencia gloriosa del Hijo del Hombre que devuelve lo que parecía imposible: la ilusión, la certeza de nuestros mejores sueños, es decir, de los sueños utópicos. Alzad la mirada. Estad atentos. No os encerréis y empobrezcáis en las cuatro paredes de una vida sin horizontes.

Huid de una vida miope, rastrera. Se trata de todo un programa, de toda una actitud que debe caracterizar a quien se diga cristiano.

DABAR 1982, 1


 

4. - Lc. 21, 25-28 se mueve en el mismo ámbito de realidades que Mc.13, 24-27, comentado hace dos domingos. Vistos comparativamente ambos, el montaje de Lucas tiene un poder de sugestión y una fuerza dramática superiores al de Marcos. La angustia y miedo de unas gentes que corren enloquecidas, el estruendo ensordecedor del mar: nada de esto se encuentra en el relato visionario de Marcos.

El caos fantástico del final de la historia, nos remite al caos fantástico de los comienzos (Gen. 1,2), cuando la Palabra de Dios introdujo armonía, belleza y bondad. Al final de las historia volverá a resonar esa misma Palabra poderosa, pero entonces será la Palabra encarnada, Jesús de Nazaret. Y se producirá armonía y bondad; lo que Lucas llama liberación (v. 28). La humanidad dejará de caminar bajo el yugo de sus propias creaciones injustas, esclavizantes y angustiadoras. Será la nueva creación. Hablando con propiedad, no se tratará de un final, sino de la manifestación desvelada de la verdadera finalidad de toda la existencia humana.

Esta esperanza liberadora no es pasiva. Al contrario, está hecha de esperas activas, de vigilancia, de preparación. Este es el punto que desarrolla Lucas en los vs. 34-36 y que constituye la novedad del evangelio de hoy respecto al de hace dos domingos. La esperanza final debe nutrirse de esperas activas; de ahí la necesidad de evitar todo modo de existencia que impida la visibilidad del horizonte. Hay que vivir con la mirada alta y los brazos ágiles, y no encerrarse en el cuarto oscuro de la propia problemática sin perspectivas, un cuarto en el que cada uno va dando tumbos con ramplonería por falta de amplitud de miras.

DABAR 1976, 1


 

5.- En el anuncio original de Jesús, el acontecimiento del último día se concentró totalmente en el retorno del Señor. Ahora bien, en la primera comunidad, esta misma espera se fue clarificando en el sentido de que era precisamente su Señor glorificado el que había de retornar como administrador de la causa de Dios, para llevar a cabo un juicio de purificación y liberación de la creación, y, después, devolver a Dios el dominio sobre el mundo (cf. 1Co/15/25-28).

Así se resume, pues, la expectativa escatológica en la confiada figura del Señor. Los bautizados reconocerán al Hijo del Hombre, que vendrá sobre la nube (v. 27), revestido de la gloria del Señor, la cual -al contrario que las mismas nubes (v. 25s)- no producirá temor: ese temor natural que sobrecoja a las bautizados será vencido de inmediato por el amable (inspirador de confianza) acercamiento del Señor. Aquellos se pondrán en pie y levantarán su cabeza a la vista del poder salvador (v. 28).

Desde esa presentación hace el evangelio una llamada a la firmeza de la fe de los discípulos. Se exige, por tanto, que se atrevan a salir al encuentro de la gloria de Cristo y que, en unión a él, se mantengan firmes ante la magnificencia del suceso, es decir, ante la tremenda magnitud que cobra una confrontación con la poderosa actuación de Dios al descubierto (no oculta ya). El mantenerse firme y levantar la cabeza exige, a su vez, haber crecido y haberse fortalecido, lo cual se aprende precisamente en la "escuela del evangelio".

Adviento significa, por tanto, iluminar los "últimos acontecimientos" en la actual existencia de la iglesia y del individuo. Navidad no es más que un signo de promesa, una bondadosa predicción de lo que está por acontecer. Quien madure para comprender aquellas circunstancias, puede celebrar hasta infantilmente (con la sencillez que exige Jesús a sus discípulos) la fiesta de Belén. Por lo demás, oración y actitud de espera confiada (esperanza) preparan al discípulo para recibir "de pie" al Señor.

EUCA 1988, 56


 

6.- Este pasaje pertenece al "apocalipsis sinóptico" según la versión de Lucas. Para comprenderlo mejor, conviene recordar las características comunes a las tres versiones sinópticas.

De acuerdo con el género literario apocalíptico, utilizado ya frecuentemente en el A.T., se habla aquí de cataclismos en la tierra y en el cielo como señales que anteceden a la venida del "día del Señor" (cfr. Is 24, 17-23; 34,4) y a la manifestación sobre las nubes del "Hijo del Hombre". Las "potencias del cielo' son las estrellas, que los antiguos pensaban sólidamente clavadas en el firmamento.

El autor comparte la opinión extendida entre los primeros cristianos sobre la inminente venida del Señor. Con todo, distingue claramente entre la destrucción de Jerusalén y el fin del mundo. Todos estos fenómenos en la tierra y en el cielo son señales del fin del mundo; pero, hasta que llegue este fin y después de la destrucción de Jerusalén, hay un tiempo indefinido, que el autor llama "tiempo de los gentiles": "Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles' (v. 24). Lucas piensa, lo mismo que Pablo (Rom 11, 11-32), que los gentiles reemplazarán al pueblo de Israel hasta que éste se convierta masivamente. Y sólo entonces será el fin.

El fin del mundo no es para los cristianos motivo de espanto, sino de una gran esperanza, pues entonces serán liberados definitivamente. Mientras la destrucción de Jerusalén se anuncia como un suceso previsible que dará tiempo a la huida (vv. 29-32), "aquel día" (o "Día del Señor") vendrá de pronto sobre todos los hombres y nadie podrá escapar. De manera que sólo se salvarán los que estén preparados, pues para ellos será un día de liberación. Para destacar el carácter repentino de este magno acontecimiento, Lucas lo compara a un "lazo" o trampa de cazador; más exactamente, a la losa que cae sobre los pájaros cuando están comiendo tranquilamente el cebo. Otro símil utilizado por Mateo (24, 42-44) es el del ladrón que horada el muro de barro y entra en la casa cuando sus habitantes están dormidos. También Lucas, en otro lugar, nos dice que "el Hijo del Hombre vendrá cuando nadie lo espere", como un ladrón en la noche (Lc 12, 39s). Por esta razón Jesús exhorta a sus discípulos para que vigilen y estén preparados.

VICIA/QUÉ-ES: Que el objetivo del "apocalipsis sinóptico" no sea otro que llamar a la vigilancia y, consiguientemente, a la oración, está claro. De ahí que Mateo se extienda después con una serie de parábolas alusivas a la vigilancia (como aquella tan conocida de las vírgenes fatuas y las prudentes). Vigilar es estar atentos a lo verdaderamente importante y decisivo, cuando todos nos empuja al despiste y al aturdimiento, al sueño. Vigilar es tener los ojos muy abiertos en medio de la noche. El que vigila está en pie, siempre "de puntillas" por la esperanza, a la expectativa de lo sorprendente, de la sorprendente venida del Señor. Esto es también fijarse en las señales o signos de los tiempos, responder en cada momento y situación a las concretas exigencias del evangelio. La esperanza cristiana no es simplemente estar a la espera, no es aguardar, sino preparar los caminos para la pronta venida del Señor.  ESPERA/ESPERANZA

EUCARISTÍA 1982, 54


 

7.- Jesús se expresó en las imágenes de la apocalíptica judía. Lo mismo hizo la comunidad primitiva. En los sinópticos hay una evidente evolución en el contenido de las afirmaciones escatológicas.

En Marcos se siente el entusiasmo escatológico de la primera comunidad. En Mateo la época de la Iglesia es ya más larga y en Lucas el fin se traslada a una época lejana porque la etapa de la Iglesia apenas ha empezado. Los sinópticos no intentan descubrir el fin del mundo, sino exhortar a la perseverancia. Lucas insiste en la vigilancia para no dejarse absorber por las preocupaciones terrenas.

El discurso sobre la parusía, en Lucas, tiene un carácter mucho más parenético que en Marcos. En el centro del discurso hay una apremiante invitación a la constancia sobria y vigilante. Lucas no elimina la parusía, pero insiste en la disponibilidad. En este pasaje no se trata de apocalíptica sino de escatología. MUNDO/FIN:Las imágenes apocalípticas se usan para afirmaciones escatológicas. La escatología significa simplemente espera y estructuración del futuro sobre la base del pasado. Es inexacto hablar del fin del mundo, sino el inicio del mundo tal como lo quiso y lo programó Dios. En lenguaje bíblico lo que llamamos fin del mundo habría que llamarlo "el futuro del mundo". Es la transformación del mundo, no su aniquilación. El mundo es el lugar de la encarnación de Dios. Es evidente que la creación y la redención no actúan la una contra la otra, sino la una en la otra... Hay que tomarse este mundo en serio. Dios se lo ha tomado tan en serio que le dio a su propio Hijo (Jn 3,16).

PERE FRANQUESA - MISA DOMINICAL 1985, 23


 

8.- Este pasaje hay que situarlo, lo mismo que los dos evangelios anteriores (ciclos A y B), dentro de ese difícil contexto del anuncio de la ruina de Jerusalén. Sirviéndose de los términos habituales de la apocalíptica y de la escatología judías para describir esa caída, el Señor atribuía a ese acontecimiento la amplitud misma de cumplimiento de los últimos tiempos.

a) El pasaje de este día sigue inmediatamente a la descripción del asedio de Jerusalén (vv. 20-24). Todo sucede como si se tratara de una catástrofe cósmica que trastorna incluso los astros y sume a los hombres en la mayor confusión (vv.25-26). Era un procedimiento clásico de los apocalipsis judíos describir la ruina de una ciudad como un "Día de Yahveh" que llevaba consigo catástrofes de orden cósmico (Is 24, 10-23; 13, 6-10; Jer 4, 23-26). Así, después de Babilonia, Samaria, Gomorra y otras muchas ciudades paganas, Jerusalén va a experimentar a su vez el "Día de Yahvé". Al comentar (más discretamente por lo demás, que el texto paralelo de Mateo) la descripción de la destrucción de Jerusalén mediante ciertas imágenes de orden cósmico, Lucas no pretende necesariamente anunciar el fin del mundo, no hace más que amoldarse al género literario de los apocalipsis para decir, tan sólo, que la caída de Jerusalén será una etapa decisiva en la implantación del reino de Yahvé en el mundo. La intervención de toda la naturaleza en el momento de la caída de Jerusalén sigue siendo un reflejo de una concepción bíblica que presenta el reino mesiánico como una nueva creación que pone en entredicho los fundamentos de la antigua (Jl 3, 1-5; Ag 2, 6; Is 65, 17). La caída de Jerusalén es, así, la aurora de una creación de nuevo cuño.

b) Después de haber subrayado la repercusión cósmica del hundimiento de Jerusalén, Lucas anuncia la "venida del Hijo del hombre entre nubes" (v. 27). Se trata, evidentemente, del misterioso personaje anunciado por Daniel (7, 13-14) y a quien se confiará el juicio de las naciones. Para Lucas, esta manifestación del Hijo del hombre-Señor de los pueblos coincide con la caída de Jerusalén. Se comprende mejor esta sustitución si se tiene presente que el templo era considerado precisamente como el punto de la gran concentración de las naciones bajo el imperio de Yahvé (Is 60) y que Cristo tuvo especial cuidado en atribuir esa prerrogativa a "aquel que viene" o a "aquel que viene sobre la nube" (Mt 21, 61-64; 23, 37-39). "Venir sobre la nube" designa un personaje aureolado por la gloria divina: los cristianos aplicarán, pues, sin dificultad, esta expresión a Cristo resucitado. Cristo "viene sobre la nube" desde el momento de su resurrección, y todo acontecimiento que sirve para establecer su soberanía sobre el mundo es una nueva "venida sobre la nube" de aquel que ha adquirido todo imperio sobre el mundo, para ser siempre y hasta el fin de los tiempos "El que viene" (Ap 1, 7; cf. Ap 14, 14). Se puede, pues, decir que el tiempo de la Iglesia, inaugurada con la resurrección, y, más concretamente, el día en que la Iglesia se liberó totalmente del judaísmo, constituye la "venida del Hijo del hombre".

c) Después de haber hecho de la caída de Sión el acontecimiento inaugural de la nueva creación y que constituye una etapa importante en la "venida del Señor", San Lucas pasa a las aplicaciones morales. Se dirige en particular a la "generación" de sus contemporáneos (vv. 31-32) para enseñarla a ver en la caída de Sión un "signo" de la "proximidad" del Reino (vv. 27-31). Por lo demás, esa proximidad no es esencialmente de orden temporal, como si el fin del mundo fuera a producirse de inmediato; se trata más bien de una proximidad ontológica: en cada acontecimiento de la historia de la salvación y de la historia de los hombres, el Reino futuro está presente y se trata de aprender a descubrirlo. La vigilancia es precisamente la virtud de aquel que está bastante preocupado por la extensión de la soberanía del Hijo del hombre para descubrirla en germen en cada uno y "en todo". La caída de Jerusalén ha sido un jalón en la venida del Señor sobre la nube porque ha obligado a la Iglesia a abrirse decididamente a las naciones y a establecer un culto espiritual, liberado del particularismo del templo. Pero cada etapa de la evangelización del mundo, vinculada, por lo demás, a cada etapa de humanización del planeta, es también un jalón de esa venida del Hijo del hombre. Cada conversión del corazón, mediante la que el hombre se abre más y más a la acción del Espíritu del Resucitado y cuenta un poco menos con la "carne", es una nueva manifestación de esa venida. Cada asamblea eucarística, reunida precisamente "hasta que El vuelva" y beneficiaria de esa gloria y de ese poder del Hijo del hombre sobre la nube, es, finalmente, el jalón por excelencia de ese acontecimiento.

MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA I - MAROVA MADRID 1969.Pág. 30


 

9.- Esta es una parte del Apocalipsis sinóptico. Parece que aquí también se inspiran algunos de los mensajes que ayer u hoy nos llegan del cielo. Pero si lo traducimos en anuncio profético o evangélico, veríamos que el acento no se pone en la angustia, sino en la liberación; no en las potencias del cielo, sino en el Hijo del hombre, que está en el cielo. No es un mensaje de terror, sino de vigilancia y esperanza. Nuestro problema ahora no es el miedo, sino el conformismo, la despreocupación, el aturdimiento: «mente embotada» por el consumo de cada día.

El mundo no es bueno; por eso no podemos dormir hasta que no venga el Hijo del hombre, o sea, hasta que no se construya un mundo nuevo, hasta que todos los hijos de los hombres no se traten como hermanos.

CARITAS UN DIOS PARA TU HERMANO - ADVIENTO Y NAVIDAD 1991.Págs. 24 s.


 

10.-  ACI DIGITAL 2003

34. Lo único que sabemos acerca de la fecha del "último día", es que vendrá de improviso. (Mat. 24, 39:"Y no conocieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la Parusía del Hijo del Hombre"; I Tes. 5, 2 y 4: "Vosotros mismos sabéis perfectamente que, como ladrón de noche, así viene el día del Señor. Mas vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón" y II Pedro 3,10: "Quien quiere amar la vida y ver días felices, aparte su lengua del mal y sus labios de palabras engañosas").

Por lo cual los cálculos de la ciencia acerca de la catástrofe universal valen tan poco con ciertas profecías particulares. Velad, pues, orando en todo tiempo (v. 36).

 

PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO I DE ADVIENTO (CICLO C - (01 DE DICIEMBRE 2024)

 

TEMA: “SE ACERCA SU LIBERACIÓN”

 

01.- CERCA ESTA EL SEÑOR

CERCA ESTÁ EL SEÑOR,

CERCA ESTÁ EL SEÑOR. 

CERCA DE MI PUEBLO,

CERCA DEL QUE LUCHA POR AMOR. 

CERCA ESTÁ EL SEÑOR,

CERCA ESTÁ EL SEÑOR,

ES EL PEREGRINO

QUE COMPARTE MI DOLOR.

 

1.- También está el Señor, le conoceréis,  

en el que lucha por la igualdad.

También está el Señor, le conoceréis,

en el que canta la libertad.

También está el Señor, no olvidéis su voz, 

sufre el gran dolor del oprimido.

 

2.- También está el Señor, le conoceréis, 

en el obrero en su taller.

También está el Señor, le conoceréis,

en el anciano en su vejez.

También está el Señor, no olvidéis su voz, 

en el hospital junto al enfermo.

 

3.- Jesús es el Señor, le conoceréis,

Él es la vida, es la verdad.

Jesús es el Señor, le conoceréis,

es el camino de libertad.

Jesús es el Señor, no olvidéis su voz,

es el Redentor de nuestro pueblo.

 

02.- A TI LEVANTO MI ALMA (Francisco Palazón)

A TI LEVANTO MI ALMA

DIOS MIO EN TI CONFIO

PUES LOS QUE ESPERAN EN TI

NO QUEDARÁN DEFRAUDADOS

 

PUES LOS QUE ESPERAN EN TI

NO QUEDARÁN DEFRAUDADOS.

 

1.- Enséñame tus caminos

instrúyeme en tus sendas.

Haz que camine con lealtad

porque Tú eres mi Dios y Salvador.

 

2.- Recuerda Señor que tu ternura

y tu misericordia son eternas.

Por tu inmensa bondad no te acuerdes

de mis pecados de juventud.

 

03.- LLEGARA LA LIBERTAD

1.- Caminamos hacia el sol

Esperando la verdad,

La mentira, la opresión

Cuando vengas, cesarán.

 

LLEGARÁ CON LA LUZ

LA ESPERADA LIBERTAD (2V.).

 

2.- Construimos hoy la paz,

en la lucha y el dolor;

nuestro mundo surge ya

en la espera del Señor.

 

3.- Te esperamos, tú vendrás,

a librarnos del temor;

la alegría, la amistad,

son ya signos de tu amor.

 

04.- SABER QUE VENDRAS

1.- En este mundo que Cristo nos da,

hacemos la ofrenda del pan,

el pan de nuestro trabajo sin fin,

y el vino de nuestro cantar.

Traigo ante ti nuestra justa inquietud,

amar la justicia y la paz.

 

SABER QUE VENDRÁS, SABER QUE ESTARÁS, 

PARTIENDO A LOS POBRES TU PAN. (2V.)

 

2.- La sed de todos los hombres sin luz,

la pena y el triste llorar,

el odio de los que mueren sin fe,

cansados de tanto luchar.

En la patena de nuestra oblación

acepta la vida Señor.

 

05.- AL ALTAR DONDE TU VIENES (Carmelo Erdozain)

01.- Al altar donde Tú vienes    

quisiera traerte, Señor,

ricos presentes.

Las praderas con sus mieses    

quisiera traerte, Señor,

te pertenecen.

 

ACÉPTALO, SEÑOR,   

ACÉPTALO, DINOS QUE VIENES,

CON EL PAN QUE FLORECE. (BIS)

 

2.- Caminando a tu lado

me alegro de estar junto a Ti,

ser tu invitado

y traerte con mis manos

el pan que podré compartir

con mis hermanos.

 

3.- Acéptalo, Señor,

con mis libros y juguetes.

Quisiera traerte, Señor,

siete pinceles

y pintarte un arcoíris

de paz, alegría y amor

para mis seres.

 

06.- LIBERTADOR DE NAZARETH (Carmelo Erdozain)

LIBERTADOR DE NAZARETH

VEN JUNTO A MI

VEN JUNTO A MI.

LIBERTADOR DE NAZARETH

QUE PUEDO HACER SIN TI. (BIS)

 

Yo sé que eres camino,

que eres la vida y la verdad

yo sé que el que te sigue

sabe a dónde va.

 

Quiero vivir tu vida

seguir tus huellas, tener tu luz,

quiero beber tu cáliz,

quiero llevar tu cruz.

 

Quiero encender mi fuego,

alumbrar mi vida y seguirte a ti

quiero escucharte siempre,

quiero luchar por ti.

Busco un mensaje nuevo,

te necesito libertador,

no puedo estar sin rumbo,

no puedo estar sin Dios.

 

07.-  EL SEÑOR VENDRA (J. Pedro Martins)

AL FIN DEL MUNDO

VENDRA EL SEÑOR,

TODOS SALDREMOS

A SU ENCUENTRO,

EL SEÑOR VENDRÁ,

EL SEÑOR VENDRÁ.

 

1.- Mirad hacia lo alto,

porque pronto llegará el salvador,

el salvador es nuestro Dios,

creador del cielo y de la tierra.

 

2.- Nuestro Dios nunca se duerme

y aparta nuestros pasos del mal.

El Señor protege nuestras vidas,

hasta el día en que el venga.

 

3.- Ese día nos juntaremos todos,

Para el regreso del gran rey

los cautivos serán liberados

y la alegría brillara en sus frentes.

 

4.- Ese día será el día de nuestra gloria,

el día para el que Dios nos creó,

cantaremos mientras tanto sus alabanzas,

por los siglos de los siglos.

 

08.- SE QUE VENDRAS (G. Fernández)

SÉ QUE VENDRAS AL FIN DE LOS TIEMPOS

PARA ARRANCAR LA FUERZA DEL MAL.

SÉ QUE VENDRAS A DAR A LOS HOMBRES

LA LIBERTAD.

 

1.- Celebramos tu venida Señor

en medio de nosotros.

Esperamos verte pronto

en nuestro caminar.

 

Que la noche se hace eterna

Señor si Tú no vienes.

Te pedimos el favor de tu luz.

 

2.- Peregrinos en la vida Señor

buscamos tu presencia.

Caminamos en silencio

para escuchar tu voz.

 

Porque oyendo tu Palabra

sentimos fortaleza.

Te pedimos un impulso de fe.

 

3.- Prisioneros de la muerte Señor

andamos oprimidos.

Deseando que tu gracia

nos dé la libertad.

 

Porque Tú eres para el hombre

Verdad Camino y Vida.

Te pedimos vengas pronto Señor.

 

09.- ANUNCIANDO TU VENIDA (Francisco Palazón)

ANUNCIANDO TU VENIDA Y EL RECUERDO DE TU AMOR,

TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR. (bis)

 

Porque no empleaste oro ni plata para comprarnos,

sino tu Sangre preciosa en un madero colgado

Por tu palabra de vida, por el buen samaritano,

por la inquietante pregunta: «Abel, ¿dónde está tu hermano?»

 

Porque eres fuente de gracia, porque amas a los humanos,

porque el Espíritu envías para que te conozcamos,

porque nunca te conformas con plegarias ni con cantos,

porque exiges testimonio de lo que aquí celebramos.

 

10.- SANTA MARIA DE LA ESPERANZA (J.A. Espinoza)

SANTA MARIA DE LA ESPERANZA

MANTEN EL RITMO DE NUESTRA ESPERA,

MANTEN EL RITMO DE NUESTRA ESPERA.

 

1.- Nos diste al esperado de los tiempos,

mil veces prometido en los profetas;

y nosotros de nuevo dese        amos

que vuelva a repetirnos sus promesas.

 

2.- Brillaste como aurora del gran día;

plantaba Dios su tienda en nuestro suelo.

Y nosotros soñamos con su vuelta,

queremos la llegada de su Reino.

 

3.- Viviste con la cruz de la esperanza,

tensando en el amor la larga espera;

y nosotros buscamos con los hombres

el nuevo amanecer de nuestra tierra.

 

4.- Esperaste, cuando todos vacilaban,

el triunfo de Jesús sobre la muerte;

y nosotros esperamos que su vida

anime nuestro mundo para siempre.

 

11.- VEN, VEN SEÑOR NO TARDES

VEN, VEN, SEÑOR, NO TARDES,

VEN, VEN QUE TE ESPERAMOS

VEN, VEN, SEÑOR, NO TARDES,

VEN PRONTO SEÑOR.

 

El mundo muere de frío,

El alma perdió el calor,

Los hombres no son hermanos,

Al mundo le falta amor.

 

Envuelto en sombría noche,

El mundo sin fe no ve

Buscando va una esperanza

Buscando, Señor, tu fe.

 

Al mundo le falta vida,

Al mundo le falta luz,

Al mundo le falta el cielo

Al mundo le faltas tú.