¿POR QUÉ LA GENTE NO SANA?
Un
médico intuitivo tuvo una perspectiva única sobre por qué las personas no se
curan. Él solía pensar que todo el mundo quería ser sanado. Y llegó a la
conclusión de que "La sanación es muy poco atractiva"
Los
impedimentos para la curación incluyen renunciar a vivir en el pasado, dejar de
ser víctima, y el miedo al cambio.
Dirigir
el pensamiento y la energía hacia el pasado desvía la fuerza vital de las
células y los órganos que necesitan esa energía para funcionar y sanar.
La
curación requiere vivir en el presente, recuperando la energía de los
traumas y heridas del pasado. Dice que la única razón para alimentar y mantener
vivo el pasado es a causa de la amargura de lo que pasó.
Negarse
a perdonar un evento o a una persona del pasado produce fugas energéticas del
cuerpo. El perdón sana estas filtraciones. El perdón no tiene nada que ver con
no responsabilizar a otros por las heridas que causaron.
Tiene
más que ver con "liberarnos de la percepción de víctima".
Cuando
podemos ver un acto doloroso como parte del proceso de la vida, como un mensaje
o un desafío en lugar de una traición personal, la energía vital fluye de
vuelta a los circuitos de energía del cuerpo físico.
Las
personas no se curan porque no se han liberado de la ilusión de ser víctima.
Con demasiada frecuencia, la gente obtiene poder con sus heridas porque han
encontrado que suscita el apoyo de otros.
Las
heridas se convierten en un medio de manipular y controlar a los demás.
Generalmente,
la recuperación requiere hacer cambios en el estilo de vida, medio ambiente, y
relaciones. El cambio puede ser aterrador.
Es
fácil mantenerse en un compás de espera, alegando que uno no sabe qué hacer,
pero rara vez es cierto. Cuando estamos en un compás de espera, es porque
sabemos exactamente lo que debemos hacer, pero estamos aterrorizados para
actuar en consecuencia...
El
cambio es alarmante, y la espera da sensación de seguridad, cuando la única
manera de adquirir ese sentimiento de seguridad es entrar en el torbellino de
los cambios y salir por otro lado, sentirse vivo otra vez.
La
sanación requiere acción.
Comer
adecuadamente, hacer ejercicio diario, tomar el medicamento adecuado a través
de las hierbas naturales, genera cambios saludables en el físico.
Soltar
el pasado, dejar puestos de trabajo estresantes o relaciones inadecuadas, son
acciones que sostienen la energía del cuerpo.
Lo
que apoya al uno apoya al otro, porque la energía física y energética están
inextricablemente unidas.
Incluso
el proceso de morir, al que todos nos enfrentamos, puede convertirse en un acto
de sanación de viejas heridas que son liberadas resolviendo asuntos pendientes
con los seres queridos.
En
definitiva: El cambio viene de aprender a amar toda situación en todo momento,
aprender a fluir, ser amor en acción.