JESUCRISTO,
HIJO DE DIOS
COMENTARIO
¡Es curioso!
Asisten a un exorcismo muy especial y sin embargo, según Marcos, lo que
impresiona a la gente no es la acción de Jesús, sino su enseñanza. En este
caso, la curación sólo intenta reforzar la autoridad con que Jesús habla.
¡Nadie ha visto nunca nada semejante! El asombro les viene no por este
exorcismo que ha tenido éxito, sino que tiemblan antes un hombre que puede
hablar con una autoridad tan poderosa. Poderosa y hasta extraña, algo
totalmente nuevo. De este modo quedan ligadas fuertemente entre sí tres
palabras: enseñanza, autoridad y novedad: “¿Qué significa? Un nuevo modo de
enseñar, con autoridad”. No se nos dice nada de esta enseñanza porque lo
importante para Marcos es dirigir nuestra atención hacia aquel que enseña:
“Pero ¿Quién es este hombre?”. Marcos, nos invita a trabajar conocimiento con
Jesús sin decirnos demasiado pronto: “Es el Hijo de Dios”. Nos pide que
tengamos un poco de paciencia en nuestra aproximación a Jesús si queremos vivir
ese momento de luz en que nos veremos transformados, quemados, enloquecidos y
dichosos porque al fin las palabras gritarán su sentido: Jesús es realmente el
Hijo de Dios. Los escribas, interpretaban los mandamientos y exponían las
verdades de la Escritura, pero no arriesgaban sentencia u opinión personal si
no estaba avalada por los textos sagrados y las enseñanzas de los maestros más
acreditados. Pero, aquí vemos a, Jesús que habla como quien tiene autoridad,
pues es consciente de que en él y en su mensaje la Ley y los Profetas adquieren
plenitud de sentido. Él es el Hijo a quien el Padre le ha entregado todas las
cosas (Mt 11, 27). Por eso su palabra es poderosa para ordenar a los demonios y
someterlos a su voluntad (v. 27)
Marcos es un
sensibilizador, lento, prudente. Elimina las pistas falsas, hace callar a los
que podrían engañarnos. Sé quién eres, dice el demonio de Cafarnaúm ¡El Santo
de Dios! ¡Cállate!, le dice Jesús. Cállate, porque sabes más de lo que yo soy y
es demasiado pronto para decirlo.
La educación
familiar tiene éxito, los catecismos son buenos, las lecturas del evangelio son
fecundas cuando todo esto sensibiliza poco a poco para este descubrimiento un
hombre, Jesús es Dios. ¿Por qué esta insistencia en este necesario cuerpo a
cuerpo con estas seis palabras que lo dicen todo: “Jesús es el Hijo de Dios”?
Las palabras que vamos a escuchar, los gestos que vamos a contemplar son una
enseñanza absolutamente única sobre Dios y sobre nosotros porque Jesús es el
Hijo de Dios. Lo que enseña Jesús lleva entonces la marca de una novedad
absoluta que no añade nada, precisamente porque es “otra cosa”, otro mundo de
pensamiento y de conducta. Jesús hace nacer así un mundo nuevo, porque cuando
él habla es Dios el que habla y el que libera en nosotros un ser nuevo. “¡Sal
de ese hombre”!. Ordena Jesús con una autoridad asombrosa. ¡Que salgan de
nosotros esas maneras de pensar que nos paralizan! Por fin, hay alguien que
libra nuestro corazón y nuestra vida.
R.P.
Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 105, 47
Sálvanos, Señor,
Dios nuestro, reúnenos de entre los gentiles:
daremos gracias a tu santo nombre, y alabarte será nuestra gloria.
ORACION
COLECTA
Señor, Dios nuestro, concédenos adorarte con toda el alma y amar a
todos los hombres con afecto espiritual. Por nuestro Señor Jesucristo
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro
del Deuteronomio 18, 15-20
Moisés habló al pueblo, diciendo: «El Señor tu
Dios hará surgir un profeta como yo, de entre los tuyos, de entre tus hermanos.
A él lo escucharán. Es lo que pediste al Señor tu Dios en el Horeb, el día de
la asamblea: “No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero
ver más ese terrible incendio; no quiero morir”. El Señor me respondió: “Tienen
razón; haré surgir
un profeta de entre sus hermanos, como tú.
Pondré mis palabras en su boca, y les dirá lo que yo le mande. A quien no
escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Y el
profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya
mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá”».
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 94)
Escuchemos la voz del Señor.
Vengan, aclamemos al Señor, demos vítores a
la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con
cantos. R.
Entren, postrémonos por tierra, bendiciendo
al Señor, creador nuestro. Porque Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el
rebaño que Él guía. R.
Ojalá escuchen hoy su voz: «No endurezcan el
corazón como en Meribá, como el día de
Masá en el desierto; cuando sus padres
me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras». R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a
los Corintios 7, 32-35
Hermanos: Quiero que estén libres de
preocupaciones: el soltero se preocupa de los asuntos del Señor, buscando
contentar
al Señor; en cambio, el casado se
preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda
dividido. Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los
asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada
se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido. Les digo
todo esto para bien de ustedes, no para ponerles una trampa, sino para
inducirlos a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 16
Aleluya. El pueblo que habitaba en
tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en la tierra y sombras de
muerte, una luz les brilló. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos 1, 21-28
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos
entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a
enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los
escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que
tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús
Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él». El espíritu inmundo lo retorció y,
dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es
esto? Es una enseñanza nueva, con autoridad.
Hasta a los espíritus inmundos les manda y le
obedecen». Pronto se extendió su fama por todas partes, en toda la región de
Galilea.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Hermanos, oremos a
Dios que nos permite escuchar su Palabra en su Iglesia, y, sabiendo que ella es
nuestra fuerza, digamos: R. Escúchanos, Señor.
1.- Para que la Iglesia hable siempre en
nombre de Dios, y las personas no endurezcan sus corazones y puedan acoger la
Palabra de Dios. Oremos. R.
2.- Para que cuantos han consagrado su vida a
Dios y al anuncio de su Evangelio permanezcan fieles a las exigencias de su
vocación de testigos del amor. Oremos.
R.
3.- Para que la sociedad garantice a los
padres de familia un trabajo digno y sueldo justo que les permitan sostener sus
hogares y brindar buena educación a sus hijos. Oremos. R.
4.- Para que, a cuantos viven atormentados
por el peso del pecado, la droga, el alcohol o la falta de fe, Jesús se les
haga presente con su misericordia y amor salvador. Oremos. R.
5.- Para que Jesús, que vino a darnos la vida
abundante de Dios, otorgue la vida eterna a los que han muerto. Oremos. R.
Oh, Dios, tu
Palabra siempre es eficaz y salvadora, escucha nuestros ruegos y haz que ella
se grabe en nuestros corazones y transforme nuestras vidas a semejanza de la
tuya. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Presentamos, Señor,
estas ofrendas en tu altar como signo de nuestro reconocimiento; concédenos, al
aceptar con bondad, transformarlas en sacramento de nuestra redención. Por
Jesucristo. nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Sal 30, 17-18
Haz
brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. Señor, no quede
yo defraudado tras haber acudido a ti.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Alimentados por estos dones de nuestra
redención, te suplicamos, Señor, que, con este auxilio de salvación eterna,
crezca continuamente la fe verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 29: 2S 15, 13-14.30; 16, 5-13a; Sal 3;
Mc 5, 1-20.
Martes 30: 2S 18, 9-10.14b.24-25a.30-19,3; Sal 85; Mc
5, 21-43.
Miércoles 31: 2S 24, 2.9-17; Sal 31; Mc 6, 1-6.
Jueves 01: 1R 2, 1-4.10-12; Sal: 1Cro 29, 10-12; Mc 6,
7-13.
Viernes 02: Mal 3, 1-4; Sal 23; Hb 2, 14-18; Lc 2, 22-40
8º bien: Lc 2, 22-32).
Sábado 03: 1R 3, 4-13; Sal 118; Mc 6, 30-34.
Domingo 04: Job 8, 1-7. 9-13; Sal 131; Mc 6, 53-56.
COMENTARIOS AL
EVANGELIO
Mc 1, 21-28
Par.: Lc 4, 31-37
1. J/AUTORIDAD. EN ÉL Y EN SU MENSAJE LA
LEY Y LOS PROFETAS ADQUIEREN PLENITUD DE SENTIDO.
Una vez escuchada la lectura de la Escritura, todos tenían derecho a
tomar la palabra, no sólo los escribas. Jesús no es un escriba, un clérigo, un
hombre de estudios (cf. Jn 7, 15; Mc 6, 2). Los escribas, más juristas que
teólogos, interpretaban los mandamientos y exponían las verdades de la
Escritura, pero no arriesgaban sentencia u opinión personal si no estaba
avalada por los textos sagrados y las enseñanzas de los maestros más
acreditados. En cambio, Jesús habla como quien tiene autoridad, porque es
consciente de que en él y en su mensaje la Ley y los Profetas adquieren plenitud
de sentido. Él es el Hijo a quien el Padre le ha entregado todas las cosas (Mt
11, 27). Por eso su palabra es poderosa para ordenar a los demonios y
someterlos a su voluntad (v. 27), para perdonar los pecados que sólo Dios puede
perdonar (2, 10), para curar enfermos y resucitar a los muertos. Por eso habla
con autoridad y dispone de la Ley: "Habéis oído que se dijo... pero yo os
digo" (Mt 5, 21ss; cf. Mt 7, 29).
Jesús no rechaza el título de "Santo de Dios"; pero impone
silencio al espíritu inmundo porque no ha llegado el momento de manifestarse
públicamente como Mesías y, sobre todo, porque no admite sobre él ninguna
influencia. El nombre de Jesús, lo que él es, sólo deben pronunciarlo aquellos
que reconocen su autoridad y la confiesan en la obediencia de la fe. Según la
concepción religiosa popular, el conocimiento del nombre y su pronunciación
ejercía un dominio mágico sobre la persona que lo llevaba. Esta concepción
subyace en nuestro texto, en el que la autoridad de Jesús se opone abiertamente
al poder de los demonios y los vence.
EUCARISTÍA 1982/07
2.- La gente distinguía perfectamente a Jesús de los escribas. Estos no
hacían más que interpretar la doctrina de los profetas anteriores. Jesús, por
el contrario, se presenta como auténtico profeta, investido de un poder que le
viene de Dios.
J/SATANAS: Aquí también es donde nos encontramos por primera
vez frente al caso de un "endemoniado". ¿Qué postura adopta Jesús a
la creencia popular en los demonios? Las enfermedades mentales, sobre todo la
epilepsia, suscitan en el primitivo un horror más fuerte que cualquier otra
enfermedad: el comportamiento del enfermo mental y del epiléptico da a entender
que en él ha entrado otra persona, o sea que está "poseído". El autor
de esta "posesión" es considerado como un espíritu del mal.
Y así el horror aumenta, creando un comportamiento de defensa y de
hostilidad que lleva a ver en el enfermo un ser execrable que hay que
"alejar" con golpes y torturas de toda clase.
¿Es necesario admitir la existencia real de estos malignos espíritus?
Está claro que el núcleo fundamental del relato evangélico no es la existencia
o la inexistencia de los espíritus malignos, sino el comportamiento de Jesús
frente a ese hecho, tal como era visto e interpretado por sus contemporáneos.
El Dios único de las religiones monoteístas, en su absolutez y
trascendencia, no aparece de ninguna manera vinculado a los reales o posibles
seres suprahumanos sometidos a su suprema autoridad. Estos seres podrían no
existir sin que por ello la existencia de Dios único se ponga en cuestión. La
relatividad de estos seres y también su "contingencia" (podrán no
existir) es subrayada en el comportamiento de Jesús frente a los posesos: En
los evangelios sinópticos y en los Hechos de los Apóstoles los demonios son
arrojados con el poder de Dios y no con métodos mágicos, o sea con un exocismo
dirigido a un espíritu o con el recurso a medios materiales.
J/ENFERMEDAD: J/LIBERADOR:
Jesús posee el poder del reino de Dios: éste lleva consigo no solo el anuncio
de una liberación futura, sino que impulsa al evangelizador a realizar, desde
el principio, obras liberadoras a favor del hombre. El venía a liberar al
hombre del pecado; pero también el mal físico, la enfermedad, pertenece a la
esfera del pecado, o sea de las cosas no queridas por Dios. Dios quiere el
bienestar total del hombre. ¿Cómo podría, pues, un evangelizador contentarse
con el solo anuncio del reino de Dios, sin "realizar" obras de
liberación del hombre? En todo caso, el contenido "religioso" de todo
esto no es la existencia de los demonios, sino la necesidad de luchar, en
nombre del Evangelio, contra todo aquello que oprime, que "posee" al
hombre. Jesús, aun a pesar de su condición divina, no dejaba de ser un hombre
normal; y, como tal, no estaba en posesión de toda la ciencia humana. Y así no
habría que exigirle que superara la "interpretación cultural" que su
generación daba al hecho de que el hombre está "poseído" por algo que
le oprime. Lo que realmente formaba parte intrínseca del mensaje evangélico era
la urgencia de luchar contra todo tipo de "posesión" del hombre,
fuere cual fuere la interpretación cultural que de este hecho vaya dando cada
generación.
COMENTARIOS A LA BIBLIA LITURGICA NT -
EDIC MAROVA/MADRID 1976.Pág. 1117
3.- "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar
con nosotros?" (evangelio). Jesús ha venido a liberar al hombre de toda
esclavitud, a retornarlo a sí mismo. Porque es "el Santo de Dios" no
se desentiende de la humanidad cautiva. No sólo predica la Buena Nueva de Dios,
sino que es la Buena Nueva en acción: ha venido a destruir "toda
soberanía, autoridad o poder" (cf /1Co/15/25). Enfermedades físicas,
psíquicas, poderes militares, civiles y religiosos que agobian y dominan a los
hombres; en lugar de servirlos van contra el designio de Dios y acaban
vencidos. Hasta el último enemigo -la Muerte- será destruido. (El domingo
próximo volveremos sobre ello).
"¿Qué es eso?" (evangelio). La actuación de Jesús no deja
indiferente y la gente se interroga sobre su autoridad (exousia), la novedad de
su doctrina y el dominio sobre los espíritus inmundos y opresores.
Interroguémonos también nosotros:
a) el mensaje que anunciamos (la doctrina): ¿aparecemos como los
anunciadores de la Buena Nueva de Dios, testimonios de su benignidad y
humanidad, que siempre espera y abre rendijas de esperanza, incluso más allá de
toda esperanza, o bien como los representantes de una doctrina humana, como los
guardianes de una moral tradicional, que desconfía de la libertad de los
hombres, de su crecimiento y su expansión, que les constriñe y avasalla?;
b) la autoridad con que lo hacemos: nuestras palabras, ¿se imponen por
sí mismas, con la fuerza y la humanidad de Dios?; como él, ¿hablan al corazón
del hombre y hacen que resplandezca su verdad incluso cuando son duras y
exigentes?;
c) el sentido de toda nuestra acción y toda nuestra vida, ¿empujamos
hacia arriba, hacia el crecimiento de la libertad y la plenitud del hombre, o
damos la impresión de poseer una autoridad superior, dominadora, que se impone,
que quiere tener a los hombres y a los pueblos bajo tutela, y aspira a hacerse
un nombre?
J. TOTOSAUS - MISA DOMINICAL
1991/03
4.- /Mc/01/21-22.
-Una enseñanza nueva y llena de autoridad
Hemos leído los primeros hechos de Jesús. Se trata seguramente de un
material tradicional, de recuerdos que circulaban por la comunidad. Pero Marcos
no se limita a recoger y a unificar los actos dispersos; nos ofrece algunas
claves para interpretar su profundo sentido y responder al interrogante
central. Por eso conviene que repasemos el texto en busca de esas claves. El
primer elemento que hay que conservar es la reacción de la gente, de esa gente
que ante lo que está viendo se plantea la cuestión: ¿qué significa todo esto?
La gente se da cuenta de que Jesús enseña con autoridad (no como los escribas)
y de que su enseñanza es nueva.
NOVEDAD/NUEVO: "Nuevo" no significa aquí
simplemente algo que nunca se había dicho ni se había oído en otra parte. No se
trata simplemente de una novedad cronológica. ¡Resultan tan monótonas ciertas
novedades cronológicas! Se trata de la novedad escatológica, de la novedad de
Dios, de una novedad cualitativa: algo que te regenera, que te renueva y
rejuvenece. Quizás lo hayas oído ya alguna vez, pero ahora te hace descubrir
que eres viejo y te da nuevas energías y te purifica. Novedad indica
ciertamente "ruptura", discontinuidad con lo que precede, con lo que
dicen los demás, con lo que eres. Pero ruptura no significa algo extraño. La
llamada de Dios es nueva, sorprendente, inesperada; pero después de haberla
oído, la encuentras dentro de ti; era lo que estabas esperando, quizás sin
saberlo siquiera...
Porque hay también una novedad que es extraña y ajena; pero entonces
¿para qué sirve? Marcos recogerá más tarde este tema de la novedad; tenemos que
fijarnos en él y no perderlo de vista. En el fondo se trata del mismo motivo
cristológico fundamental: Jesús está en continuidad-discontinuidad con la
historia de los hombres.
La enseñanza de los escribas (los teólogos, los biblistas y los juristas
de la época) sacaban su propia autoridad de las Escrituras y de la tradición de
los antiguos, o bien se hacía aceptar remitiendo a la autoridad de algún
maestro célebre; su autoridad no residía en la enseñanza misma.
Pero no era así la palabra de Jesús: era un anuncio que llevaba consigo
su propia fuerza, clara y transparente; un anuncio que te pone frente a tus
contradicciones, con una evidencia que te penetra y te desconcierta. No remite
a otra cosa.
Frente a ella no hay que pensar en pruebas o falta de pruebas. Si te
pones a buscar pruebas, es que no te rindes ante la luz. Si se te ofrece alguna
prueba, ¿de qué serviría? La pondrías en discusión.
Más aún, la enseñanza de Jesús es autoritaria, porque no es solamente
palabra, sino gesto. Es una palabra poderosa que libera y que cura.
BRUNO MAGGIONI - EL RELATO DE
MARCOS EDIC. PAULINA S/MADRID 1981. Pág.
43 ss.
5. /Mc/01/23-28.
El evangelio de Marcos no está agrupado por temas como el de Mateo; va
poniendo los episodios uno tras otro, sin ningún orden al parecer.
Pero el desorden en realidad es sólo aparente; un análisis atento hace
descubrir en muchas páginas una lógica muy hábil. Por ahora nos contentaremos
sólo con una observación: esta primera serie de episodios (que llega hasta 3,
6) tiene como motivo de organización una indicación geográfica: Cafarnaúm y su
lago.
De esta forma, la primera parte (1, 21-34) constituye una
"jornada" de Jesús, una verdadera y auténtica unidad de tiempo y de
lugar. Y se trata de un día de sábado, como se dice al principio y como se deja
comprender al final (la gente espera que se ponga el sol, o sea, el final del
descanso sabático, para llevar los enfermos a Jesús).
Tendremos por tanto que leer esta página de Marcos de un modo al mismo
tiempo analítico y sintético. El análisis es indispensable y cada una de las
unidades necesita su propio estudio, pero este análisis no tiene que hacernos
olvidar la perspectiva de fondo, el interrogante central.
Hemos de advertir además que la verdadera y única finalidad de Marcos es
la de iluminar la figura de Cristo. Nos presenta en esta página la misión de
Jesús en su doble aspecto de palabra y de acción, enseñanzas y obras de
salvación. No le interesa a Marcos todavía decirnos qué era lo que enseñaba
Jesús; le interesa decirnos que Jesús enseñaba y actuaba. Presentándose de esta
manera, Jesús se convierte en un problema para los presentes: ¿quién es éste?
He aquí el interrogante central. Pero dejemos por ahora en suspenso este
interrogante; conviene que antes leamos cada una de las perícopas. -En la
sinagoga de Cafarnaúm
Sabemos que en la Palestina de aquella época había sinagogas o
"Casas de oración" no sólo en los grandes centros, sino incluso en
los pueblos y en las aldeas. Los israelitas acudían allí para la oración y para
la lectura y la explicación de la ley. No sólo los escribas y los ancianos,
sino cualquiera de los participantes podían ser invitados por el presidente a
dirigir la palabra a los demás. Por otra parte, cualquier israelita podía pedir
la palabra para intervenir. Es precisamente en una sinagoga, en la de
Cafarnaúm, donde Jesús toma la palabra para enseñar. Y es también en la
sinagoga donde Jesús libera a un hombre poseído del espíritu inmundo (1,
21-28). No es fácil para nosotros reconstruir la realidad de lo que sucedió.
En tiempos de Jesús estaba extendida la opinión de que los demonios
estaban en el origen de cualquier enfermedad, especialmente de las diversas
enfermedades mentales, cuyas manifestaciones hacían pensar que el enfermo no
era ya dueño de sí mismo. No es extraño entonces que los evangelios hablen
según la mentalidad de su tiempo y que el mismo Jesús, en su parte, se haya
querido acomodar a ella. No debemos pretender de estas narraciones un
diagnóstico médico ni una declaración especulativa sobre la naturaleza de los
demonios. Reflejan más bien la lectura "teológica" que un hombre de
la época -ante ciertos casos especialmente preocupantes- hacía de los hechos,
llegando a la raíz de la situación, allí donde se descubre la huella del
enemigo de Dios y del destructor del hombre. Es una lectura teológica que nace
de un convencimiento que el evangelio parece imponer: el mal no viene solamente
del hombre; detrás de sus diversas manifestaciones está el enemigo por
excelencia, el destructor de la creación. El hombre bíblico es de la opinión
que las cuentas sobre el mundo y sobre la historia no salen bien si sumamos
solamente las fuerzas de la naturaleza, las del hombre y las de Dios; está
además la fuerza del maligno.
A la luz de estas observaciones preliminares tenemos que leer nuestro
episodio y otros similares. La narración no quiere presentar un caso curioso y
aislado, sino más bien -a través de un caso especialmente claro- nuestra
situación común de hombres caídos, sometidos a las fuerzas del mal e incapaces
de entrar en comunión con Dios.
Todo lo dicho resulta todavía demasiado general. Examinemos más de cerca
la narración de Marcos, señalando algunos detalles que parecen más
significativos. Primer detalle: se trata de un hombre que perturba el servicio
litúrgico; Jesús le manda callar secamente: "¡Cállate y sal de este
hombre!"; el espíritu se ve obligado a obedecer y el hombre, libre del
espíritu agitador, vuelve a su sano juicio. Los exorcismos estaban de moda y la
literatura rabínica habla de ellos con frecuencia. Pero eran exorcismos largos,
extraños y complicados, llenos de fórmulas y de gestos mágicos. Jesús, sin
embargo, no recurre a palabras mágicas ni a ritos misteriosos, sino que se
impone al espíritu impuro simplemente con una orden. De eso es de lo que se
admira la gente.
Segundo detalle: hay una clara diferencia entre el modo como Jesús
considera la enfermedad y cura a un enfermo y el modo como se porta Jesús con
un hombre poseído por el demonio. En nuestro relato (como en todos los
exorcismos del evangelio de Marcos) se respira la atmósfera de una lucha; el
mismo Jesús, más adelante (3, 27), usará la imagen del hombre fuerte atado y
saqueado. El endemoniado se dirige a Jesús en una actitud defensiva (se da
cuenta de que ha llegado el que lo va a derrotar) e intenta, si es posible,
pasar al ataque; pero luego tiene que ceder al más fuerte, aunque sea con la
última manifestación de rabia y de despecho ("hizo revolcarse al hombre en
el suelo, lanzando un grito tremendo, y luego salió"). Nuestro episodio (y
otros parecidos que vendrán luego) son la continuación de la lucha entre el
"fuerte" y el "más fuerte" que había comenzado ya en la
tentación.
Y el último detalle: el diálogo entre Satanás y Jesús es probablemente
un recurso de Marcos. El evangelista se aprovecha del espíritu maligno para
revelarnos quién es Jesús. "Los demonios contemplan lo invisible y revelan
a los lectores de Marcos la trascendencia de la personalidad de Jesús. A través
del Jesús terreno ellos ven la gloria del Resucitado. ¡Se convierten así en los
teólogos de Marcos!" (Cf. LEÓN ·DUFOUR-LEON, ESTUDIOS DE EVANGELIO, Edic.
CRISTIANDAD, Madrid 1982).
BRUNO MAGGIONI - EL RELATO DE
MARCOS EDIC. PAULINAS MADRID 1981.Pág.
39 ss.
PROPUESTA DE CANTOS IV DOMINGO DEL TIEMPO
ORDINARIO - CICLO B - (28 DE ENERO 2024)
TEMA: ENSEÑABA CON AUTORIDAD
01.- ALEGRIA DE VIVIR (Manuel de
Terry)
CANTANDO LA
ALEGRÍA DE VIVIR,
LLEGUEMOS A LA
CASA DEL SEÑOR;
MARCHANDO TODOS
JUNTOS COMO HERMANOS,
DEMOS LOS
CAMINOS HACIA DIOS.
Venid entremos
todos dando gracias;
venid, cantemos
todos al Señor,
gritemos a la
Roca que nos salva,
cantemos la
alabanza a nuestro Dios.
La paz del Señor
sea con vosotros:
la paz que llena
sola el corazón,
la paz de estar
unidos como hermanos,
la paz que nos
promete nuestro Dios.
Entremos por las
puertas dando gracias,
podamos al Señor
también perdón,
perdón por
nuestra falta a los hermanos,
perdón por
nuestros pobre corazón.
Sabed que Dios
nos hizo y somos suyos;
sabed que el
Señor es nuestro Dios.
Nosotros somos
pueblo y las ovejas,
ovejas del
rebaño del Señor
02.- DIOS ES AMOR (Carmelo Erdozain)
DIOS ES AMOR,
JUSTICIA Y PAZ,
MI FUERZA Y
ESPERANZA.
DIOS ES AMOR, ES
MI LIBERACIÓN,
MI ALEGRÍA Y
SALVACIÓN.
[BIS TODO]
1. El amor es
comprensivo,
es servicial;
el amor no tiene
envidia,
ni se alegra del
mal;
el amor no pasa
nunca,
es el camino
mejor.
DIOS ES AMOR,
JUSTICIA Y PAZ,
MI FUERZA Y
ESPERANZA.
DIOS ES AMOR, ES
MI LIBERACIÓN,
MI ALEGRÍA Y
SALVACIÓN.
DIOS ES AMOR,
AMOR DE DIOS,
MI META Y MI
SENDERO.
DIOS ES AMOR,
AMOR DE DIOS,
SERÁ MI
HORIZONTE AL CAMINAR.
2. Podría mover
las montañas,
conocer los
secretos,
repartir lo que
tengo.
Si no tengo amor
nada vale,
nada sirve, no
soy nada,
¡yo no soy nada
sin amor!
DIOS ES AMOR,
JUSTICIA Y PAZ,
MI FUERZA Y
ESPERANZA.
DIOS ES AMOR, ES
MI LIBERACIÓN,
MI ALEGRÍA Y
SALVACIÓN.
DIOS ES AMOR,
AMOR DE DIOS,
MI META Y MI
SENDERO.
DIOS ES AMOR,
AMOR DE DIOS,
SERÁ MI
HORIZONTE AL CAMINAR.
03.- ACEPTA SEÑOR EL VINO Y EL PAN
(Joaquin Madurga)
ACEPTA SEÑOR EL
VINO Y EL PAN
CON ELLOS
TRAEMOS TU OFRENDA A TU ALTAR
1. Sobre tu
altar Señor va nuestra ofrenda
el abrazo
sincero al hermano
perdonándonos
nuestras ofensas.
2.Sobre el
Altar, Señor, va nuestra ofrenda:
trabajar por un
mundo más justo de igualdad
y concordia
fraterna.
3. Sobre el
Altar, Señor, va nuestra ofrenda:
convertir
nuestra vida pasada
al mensaje de tu
Buena Nueva.
04.- RECIBE SEÑOR NUESTRAS VIDAS
(Alejandro Fernández)
Te ofrecemos,
Señor, este pan
es el signo de
nuestra libertad.
Te ofrecemos,
Señor, este vino
que la vid y el
trabajo nos dan.
RECIBE, SEÑOR,
NUESTRAS VIDAS.
RECIBE, SEÑOR,
NUESTRO AMOR.
MANOS FUERTES DE
UN MUNDO MEJOR. (2)
Te ofrecemos,
Señor, nuestras manos
y el deseo de
amar y trabajar,
por un mundo más
justo y humano,
donde habite la
fraternidad.
05.- SEÑOR NO SOY DIGNO (Juan Antonio
Espinoza)
SEÑOR, NO SOY
DIGNO
DE QUE ENTRES EN
MI CASA
PERO UNA PALABRA
TUYA
BASTARÁ PARA
SANARME.
1. Eres el Pan
de Vida
a todos das la
paz;
quien come de tu
carne
por siempre
vivirá.
2. Somos el
nuevo pueblo
que Cristo
congregó,
vivamos siempre
unidos,
testigos del
amor.
3. Vamos por
esta vida
buscando la
verdad,
la paz y la
justicia,
un mundo que
vendrá.
06.- EUCARISTIA MISTERIO DE AMOR
(Alfonso Luna)
1. Eucaristía,
misterio de amor,
Eucaristía,
comida del Pan.
Hoy le comemos
en esta mesa,
hoy nos unimos
al comulgar.
CRISTO ESTA
AQUÍ, VINO A LA ALTAR
DIOS ES COMIDA
QUE SE NOS DÁ.
CRISTO ESTA
AQUÍ, VINO A LA ALTAR
DIOS ES COMIDA
QUE SE NOS DÁ.
2. Eucaristía,
es su regalo,
Eucaristía es un
gran don;
en esta Mesa lo
celebramos
todos unidos en
comunión.
3. Tu vida,
joven, tiene sentido,
cuando te
acercas a comulgar.
En esta fiesta,
Cristo te invita,
Dios es comida,
comparte tu pan
07.- CRISTO LIBERTADOR (Carmelo
Erdozain)
CRISTO NOS DA LA
LIBERTAD,
CRISTO NOS DA LA
SALVACIÓN,
CRISTO NOS DA LA
ESPERANZA,
CRISTO NOS DA EL
AMOR. (BIS)
Cuando luche por
la paz
y la verdad, la
encontraré;
cuando cargue
con la cruz
de los demás, me
salvaré.
Dame, Señor, tu
Palabra.
Oye, Señor, mi
oración.
Cuando sepa
perdonar de corazón,
tendré perdón;
cuando siga los
caminos del amor,
veré al Señor.
Dame, Señor, tu
Palabra.
Oye, Señor, mi
oración.
Cuando siembre
la alegría
y la amistad,
vendrá el Amor;
cuando viva en
comunión
con los demás,
seré de Dios.
Dame, Señor, tu
Palabra.
Oye, Señor, mi
oración.
08.-
GRACIAS MADRE (Grupo Kairoi)
GRACIAS MADRE,
POR TU PRESENCIA,
TÚ NOS LLEVAS A
JESÚS.
GRACIAS MADRE,
POR TU SILENCIO,
TÚ ESTIMULAS
NUESTRA FE.
Gracias porque
eres muy sencilla,
gracias porque
eres llena de gracia,
gracias, Madre.
Gracias.
Gracias por tu
vida tan callada,
gracias porque
vives la Palabra.
Gracias, Madre.
Gracias.
Gracias por tu
corazón abierto,
gracias por
vivir un sí constante.
Gracias, Madre.
Gracias.
Porque te
abandonas en sus manos,
porque siempre
vives la esperanza.
Gracias, Madre.
Gracias.
Gracias porque
Tú sigues amando,
gracias porque
Tú vas actuando.
Gracias, Madre.
Gracias.
Porque lo haces
todo entre nosotros,
porque Tú nos
quieres como a hijos.
Gracias, Madre.
Gracias.
09.- HOY HE VUELTO (Cesareo Garabain)
Cuántas veces
siendo niño te recé,
con mis besos te
decía que te amaba,
poco a poco con
el tiempo olvidándome de ti,
por caminos que
se alejan me perdí,
por caminos que
se alejan me perdí.
Hoy he vuelto
madre a recordar,
cuántas cosas
dije ante tu altar
y al rezarte
puedo comprender
que una madre no
se cansa de esperar
que una madre no
se cansa de esperar.
Al regreso me
encendías una luz,
sonriendo desde
lejos me esperabas,
en la mesa la
comida aún caliente y el mantel,
y tu abrazo en
mi alegría de volver,
y tu abrazo en mi
alegría de volver.
Aunque el hijo
se alejara del hogar,
una madre
siempre espera su regreso,
que el regalo
más hermoso que a los hijos da el Señor
es su madre y el
milagro de su amor,
es su madre y el
milagro de su amor.