LA PAZ DE USTEDES DESCANSARÁ SOBRE ELLOS
COMENTARIO
“La cosecha es abundante”, dice Jesús. Cosecha
de hombres maduros para Dios y que espera a los obreros de Dios. Jesús también
va de pesca: “Les haré pescadores de hombres”. Antes decían evangelización,
misión, conquista. Hoy se habla de testimonio, de presencia. Pero, siempre se
tratará del mismo misionero, de ir a decir a los que no lo saben: Dios nos ama,
nos ha dado a su Hijo para que vivamos de su vida. El impulso misionero hace
pensar evidentemente en los “misioneros”. Aquellos a los que se admiraba y se
hacían colectas para su labor misionera. Y se pensaba más o menos
conscientemente que por un lado están los obreros de la cosecha y por otro los
simples cristianos que aplauden, como en el estadio. Periódicamente, los
responsables reaccionan y relanzan el tema: “Todo cristiano tiene que ser
misionero”. Pero lo cierto es que el pueblo de Dios está separado en dos: por
una parte, el obispo y los que trabajan en la cosecha; por otra, la mayoría de
gente inmensa de los que no se sienten realmente aludidos.
A primera vista el texto de
Lucas parece adoptar la idea de los especialistas de la evangelización: después
de los 12, los 72. Pero 72 es un número simbólico, una palabra para designar a
todas las naciones (Gn 10) y luego el encuadramiento del pueblo guiado por
Moisés (Nm 11, 24-29). Se trata siempre de cosas grandes. En el evangelio, él envió
de los 72 señala el comienzo de la gran fiebre que caracterizaría a la Iglesia
primitiva: ser toda ella misionera. Vivía así una dichosa tensión constitutiva,
congénita: a tender a los que están dentro y abrirse a los que todavía no lo
están.
Con el correr de los años, la atención a los
de dentro prevaleció sobre la preocupación por los no evangelizados. Muchas
veces sólo se piensa en el abandono de la fe de antiguos creyentes y se gime
dentro de un círculo cerrado por las cifras tan enormes que se constatan. Más
valdría levantarse y comprometerse. Sólo las personas dinámicas tienen ideas y
valentía para iniciar nuevas pastorales; sólo ellas pueden frenar las
defecciones e incluso darle la vuelta al movimiento actual. La vida busca vida,
no lamentos.
El relato de la misión de los 72 no debe
instalarnos en las gradas del estadio, sino hacernos bajar a la cancha para
jugar. La iglesia más llena, la actividad parroquial de mayor éxito, Lourdes y
hasta la plaza de San Pedro en Roma, no son más que islotes en un océano sin
Jesús.
Si nos muerde este pensamiento, nuestra
oración al Señor de la cosecha no será un “pidamos por las vocaciones”
tranquilizador y beatífico. Asimismo, en la medida en que una iglesia es poco
misionera, también sus vocaciones son escasas. Pedir al Padre que suscite
obreros no es serio más que cuando esto hace vibrar a todo el mundo. Cuando
todo el grupo se siente responsable, engendra personal permanente; pero en vez
de desentenderse del juego, se compromete más todavía en él.
R.P. Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 47, 10-11
Oh, Dios, meditamos tu misericordia en medio de
tu templo; como tu nombre, oh, Dios tu alabanza llega al confín de la tierra.
Tu diestra esta llena de justicia.
ORACION COLECTA
Oh, Dios, que
en la humillación de tu Hijo levantaste
a la humanidad caída, concede a tus fieles una santa alegría, para que
disfruten del gozo eterno los que liberaste de la esclavitud del pecado. Por
nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Isaías 66,10-14c
Festejen a Jerusalén, gocen con ella, todos
los que la amen, alégrense de su alegría, los que por ella llevaron luto.
Mamaran a sus pechos y se saciaran de sus consuelos, y apuraren las delicias de
sus ubres abundantes. Porque así dice el Señor: «Yo haré derivar hacia ella,
como un río, la paz, como un torrente en crecida, las riquezas de las naciones.
Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán; como a
un niño a quien su madre consuela, así los consolaré yo, y en Jerusalén serán
consolados. Al verlo, se alegrará su corazón, y sus huesos florecerán como un
prado; la mano del Señor se manifestará a sus siervos.».
SALMO
RESPONSORIAL ( 65 )
Aclamen al Señor, tierra entera
Aclamen al Señor, tierra entera; toquen en honor de su nombre; canten himnos a su gloria; digan a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!» R.
Que se postre ante ti la tierra
entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. Vengan a ver las obras de Dios, sus temibles
proezas en favor de los hombres. R.
Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegrémonos
con Dios, que con su poder gobierna eternamente. R.
Fieles de Dios, venid a escuchar, los contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi suplica,
ni me retiró su favor. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta de san Pablo a los Gálatas 6,14-18
Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor
Jesucristo, en la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo.
Pues lo que cuenta no es circuncisión o incircuncisión, sino una criatura
nueva. La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a
esta norma; también sobre el Israel de Dios. En adelante, que nadie me venga
con molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús. La gracia de
nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén.
ACLAMACION
ANTES DEL EVANGELIO Col 3, 15ª. 16a
Aleluya. Que la paz
de Cristo actué de arbitro en su
corazón la palabra de Cristo habite entre ustedes en toda su riqueza. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10,1-12.17-20
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por
delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les
decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la
mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino!. Miren que los mando como
corderos en medio de lobos. No lleven talega, ni alforja, ni sandalias; y no los
detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, digan
primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará
sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes. Quédense en la misma casa, coman
y beban de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No anden
cambiando de casa. Si entran en un pueblo y los reciben bien, coman lo que les
pongan, curen a los enfermos que haya, y digan: "Está cerca de ustedes el
reino de Dios." Cuando entren en un pueblo y no los reciban, salgan a la
plaza y digan: "Hasta el polvo de su pueblo, que se nos ha pegado a los
pies, nos lo sacudimos sobre ustedes. De todos modos, saben que está cerca el
reino de Dios." Les digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que
para ese pueblo.».
Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: «Señor, hasta
los demonios se nos someten en tu nombre.».
Él les contestó: «Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Miren:
les he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército
del enemigo. Y no les hará daño alguno. Sin embargo, no estén alegres porque se
les someten los espíritus; estén alegres porque ustedes nombres están inscritos
en el cielo.».
PLEGARIA UNIVERSAL
Hermanos, presentemos a Dios
nuestras oraciones y pidámosle con confianza por nosotros y por toda la
humanidad. Digamos: R.- Escúchanos, Señor.
1.- Por el Papa y por toda la
Iglesia: para que con alegría sigan anuncciando y construyendo el reino de
Dios. Oremos. R.
2.- Por nuestros gobernantes: para que generen políticas que promuevan la
justicia y la igualdad. Oremos. R.
3.- Por los pobres, los migrantes y
los excluidos: para que a través de nosotros experimenten la
misericordia de Dios. Oremos. R.
4.- Por los que viven solos, los enfermos y los agonizantes: para que sientan
la presencia ssalvdora de Dios. Oremos.
R.
5.- La cosecha es abundante y los obreros pocos. Roguemos al dueo de la
cosecha para que mande buenos obreros para el anuncio del evangelio. Oremos. R.
6.- Por todos los que han partido a la casa del Padre; para que el los
tenga gozando de su presencia eterna. Oremos.
R.
Escucha, Señor, nuestras
oraciones sostén nuestra confianza en ti y haz que se alegre nuestro corazón al
contemplar tus maravillas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Que
la oblación consagrada a tu nombre nos purifique, Señor y nos lleve, de dia en
dia, a participar en la vida del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Mt
11, 28.
Vengan a mi todos los que estan cansandos y agobiados
y yo los aliviare, dice el Señor.
ORACION
DESPUES DE LA COMUNION
Colmados de tan grandes bienes, concedenos, Señor, alcanzar los dones
de la salvación y no cesar nunca en tu alabanza. Por Jesucristo nuestro Señor.
PALABRA
DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA;
Lunes 04: Os 2, 16.17b-18.21-22; Sal 144, Mt 9, 18-26.
Martes 05:
Os 8, 4-7.11.13; Sal 113b, 3-4.5-6.7ab-8.9-10;
Mt 9, 32-38.
Miércoles 06:
Os 10, 1-3.7-8.12; Sal 104; Mt 10, 1-7.
Jueves 07:
Os 11, 1-4.8c-9; Sal 79; Mt 10, 7-15.
Viernes 08: Os 14, 2-10; Sal 50; Mt 10, 16-23.
Sábado 09: Is 6, 1-8; Sal 92; Mt 10, 24-33.
Domingo 10:
Deut 30, 10-14; Sal 68, 14.17.30-31.33-34.36ab.37; 1Col 1, 15-20; Lc 10, 25-37.
COMENTARIOS AL
EVANGELIO
Lc 10, 1-12. 17-20
Ver Lc 10, 1-12
1.- Texto. Una fórmula de transición característica de
Lucas, no recogida en la traducción litúrgica, sirve de lazo de unión entre el
texto de hoy y el del domingo pasado. Los setenta y dos de los que hoy se habla
guardan relación con los mensajeros enviados el domingo pasado. En ambos casos
se trata de ir por delante de Jesús preparándole el camino, anunciando su
inminente llegada.
Los mensajeros, a los que Lucas no denomina discípulos, van por
parejas. Tal vez haya que explicar esta circunstancia por la noción de
testimonio. Según el derecho judío, en efecto, para la validez de un testimonio
se requería la declaración de al menos dos testigos. La embajada de Jesús la
forman, pues, treinta y seis parejas. Dada, sin embargo, la multiplicidad de
lugares por visitar, el número resulta insuficiente: la mies es abundante, los
obreros pocos.
La embajada no será fácil (os mando como corderos en medio de lobos) y
deberá ser llevada a cabo con prontitud, sin detenimientos superfluos o
innecesarios (no llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a
saludar a nadie por el camino). A propósito de estas sorprendentes
recomendaciones quiero aducir unas muy parecidas que se encuentran en la
tradición judía escrita. Hablando de los peregrinos que llegan a Jerusalén y de
la prohibición de alojarse en la explanada del templo, se dice lo siguiente:
"Que nadie entre en la explanada con bastón, ni calzado, ni con bolsa de
dinero". Es decir, la prohibición de entrar con bastón, bolsa y calzado
era un modo gráfico de decir a los peregrinos que no podían alojarse allí. A
este respecto me remito a lo dicho el domingo pasado sobre el lenguaje gráfico,
cuyas características nos resultan a nosotros tan extrañas y sorprendentes. Con
demasiada frecuencia se interpretan las recomendaciones de hoy en el sentido de
que la evangelización debe hacerse desde la economía de medios y desde la
pobreza. Y a lo mejor resulta que debe ser así. Pero nunca recurramos al texto
de hoy para apoyar esto. El texto invita simple- mente a las treinta y seis
parejas a que sean conscientes de que su misión no admite demoras ni
aplazamientos, porque el Jesús al que anuncian viene detrás, pisándole los
talones.
Siguen a continuación en los vs. 5-12 otra serie de recomendaciones
cuyo denominador común es la importancia del momento. Por dos veces resuena la
frase: Está cerca el Reino de Dios. Puede incluso que la traducción exacta sea:
Ha llegado el Reino de Dios. En la concepción de Lucas los enviados son en
realidad precursores, Juanes Bautistas, y el reino de Dios se identifica con Jesús.
Toda la carga de imágenes y de amenazas empleadas por el precursor Juan las
traspasa Lucas a las treinta y seis parejas de precursores. El papel de éstos
es especialmente importante: ellos anuncian al Jesús que llega, o mejor, al que
ha llegado ya. El momento es demasiado importante como para pasar de él. El
simbolismo y la amenaza son un buen recurso para realzarlo.
Sin solución de continuidad. Lucas presenta a las treinta y seis
parejas retornando a Jesús (vs. 17.20). El ambiente es festivo y feliz. Jesús
es el Señor. Las fuerzas del mal, personificadas en demonios, serpientes y
escorpiones, están desarmadas. El propio Satanás, el fiscal de la corte
celeste, ha caído en desgracia y es fulgurantemente depuesto de su función. En
esta misma corte celeste aparece el libro de registro de los pertenecientes al
pueblo santo de Dios. La situación tiene, pues, mucho de apoteósico y de
paradisíaco. Estamos ante una descripción del final de los tiempos, tal y como
este final era imaginado entonces, con toda su carga de símbolos fantásticos.
Comentario. En el
camino de la vida cristiana hay momentos especialmente felices. El texto de hoy
refleja uno de ellos, particularmente importante para los cristianos.
Subrayamos lo de cristianos porque, una vez más, este texto ha sido aplicado
unilateralmente a las vocaciones, casi diríamos que ha sido secuestrado.
El texto está escrito con unas coordenadas espaciales y culturales muy
concretas. Pero detrás de ellas se esconde un arquetipo, un modelo válido para
cualquier época. Este modelo es el de cristiano-precursor. La tarea del
cristiano es proclamar que Jesús ha llegado o, lo que es lo mismo, que el reino
de Dios ha llegado. Una tarea urgente y necesaria para que nuestro mundo sea
diferente de lo que es.
Esta tarea, con toda su praxis transformadora de la realidad, debe ser
motivo de orgullo y de alegría. Pero no por lo que pueda significar de éxito
personal, sino por lo que significa de transformación, de realización efectiva
del Reino de Dios. El cristiano debe experimentar la alegría de saber que está
colaborando con Dios a hacer un mundo diferente.
ALBERTO BENITO - DABAR 1989, 36
Imágenes todas ellas evocadoras y al servicio de la urgencia de que el
Reino de Dios sea una realidad en el concierto internacional.
Versículos 17-20. El reverso de la moneda. No todo es fracaso: el Reino
de Dios es también una realidad tangible en nuestro mundo.
Esto es lo importante y lo que debe constituir motivo de alegría, mucho
más incluso que el hecho de la desaparición del mal. Esta desaparición sólo es
válida si en lugar del mal toma cuerpo la realidad positiva del Reino. (Evítese
absolutamente dar al versículo 20 una interpretación de salvación en el cielo).
DABAR 1980, 38
3.- La situación es contratante (abundancia de tarea-escasez de brazos)
y urgente (la mies o se siega o se echa a perder). Hay, pues, que solicitar
brazos y no perder tiempo. Esto segundo es lo que Jesús quiere decir cuando
prohíbe a los mensajeros saludar por el camino (el saludo oriental no es
nuestro simple "adiós", era algo mucho más parsimonioso y ceremonioso).
No olvidemos que, en una cultura de tipo oral, lo que se quiere decir no
siempre coincide con lo que materialmente se dice, sino con lo que le sugiere
aquello que se dice.
La tarea es arriesgada (de nuevo esto viene dicho por medio de una
imagen, v.3). En estas circunstancias, cuanto menos bagaje más agilidad para
huir del lobo. Sin duda, la verdadera dificultad del texto estriba en saber
cuál es la realidad simbolizada por la mies. Por exigencias de coherencia
dentro del texto y dentro de todo el evangelio esa realidad no es otra que el
Reino de Dios. Para Lucas, éste ha hecho su aparición en la persona y en la
obra de Jesús de Nazaret. No aceptar, pues, a Jesús equivale a no aceptar la
alternativa que Dios ofrece al hombre. Ahora bien, Jesús ya ha sido rechazado en
los comienzos absolutos de su actuación (Lc. 4, 16-30) y ha vuelto a ser
rechazado en su segundo comienzo (decisión de ir a Jerusalén, Lc. 9, 51-56).
Lucas sintetiza el significado de estos rechazos en el enunciado con que hoy se
abre el evangelio: la mies es abundante y los obreros pocos. La situación es,
pues, dramática y urgente. Ello explica el tenor de las imágenes y de las
palabras de los vs. 2-12. Sería por consiguiente una extrapolación lamentable
querer ver en ellas un modelo sociológico de evangelización. Sería asimismo una
reducción simplista hacer del enunciado del v. 2a una oración por las
vocaciones sacerdotales.
Segunda parte (vs. 17-20). -Al contrario de lo acaecido a los primeros
mensajeros (Lc. 9, 52-53), los segundos fueron aceptados. No todo es negrura.
El tema central de estos versículos es la alegría, derivada de la contemplación
de un mundo nuevo. El mundo viejo empieza a desaparecer. Este mundo viejo está
expresado con imágenes simbólico-mitológica, cuyo valor no está en lo que dicen,
sino en lo que sugieren. ¿Es la contemplación de un mundo nuevo sin más la sola
razón de la alegría? Para Jesús el mundo nuevo es impensable sin Dios. La razón
última de la alegría es que en este mundo nuevo Dios y el hombre se han por fin
reencontrado. Esto es lo que Jesús quiere decir en el v. 20, sirviéndose de una
imagen ampliamente extendida en el Antiguo Oriente y en el Antigua Testamento
(cfr. Ex. 32, 32-34; Is. 4,3; Sal. 69, 29; 87, 6; Dan. 12, 1).
DABAR 1977, 41
4.- Lucas relata una misión de los setenta y dos, después de la de los
doce (9,1). Los apóstoles eran doce conforme al número de las tribus de Israel.
Pero luego viene la misión de los setenta y dos (o de los setenta): estas
cifras simbolizan la multitud de las naciones paganas. Esta misión, pues,
prefigura la tarea que incumbe a la Iglesia hasta el fin del mundo: evangelizar
a las naciones (cf. Mt, 28, 19).
Cuando la Iglesia lleva bastante tiempo en algún lugar, fácilmente se
piensa que todos han tenido oportunidad de recibir el evangelio, lo cual es una
falsa ilusión. Aun en los mejores casos, muchos, especialmente los más pobres,
han esperado durante años la visita de algún apóstol o misionero.
Cuando se va al encuentro de la gente, primero se debe dar la paz, o
sea, llegar como amigo, de parte de Cristo y su comunidad, y esto significa
emplear tiempo para escuchar y conocer las inquietudes de los que se busca.
Sólo entonces podrá darse una respuesta buena y decir: os ha llegado el reino
de Dios. O sea, aunque tengáis mil problemas, creed que Dios se acerca hoy para
una reconciliación. Este es el momento de la reconciliación con los hermanos y
vecinos, de deponer las amarguras y confiar en Dios que solucionará a su manera
lo que supera nuestras fuerzas.
La misión sirve tanto para formar misioneros como para despertar a los
que son visitados. Jesús formó a sus discípulos no sólo por la enseñanza, sino
enviándolos a hacer la misión. Fue así como envió a los setenta, al poco tiempo
de conocerlos. Asimismo, hoy, los que mejor sirven para el trabajo son, muchas
veces, los que más recientemente han conocido a Cristo.
EUCARISTÍA 1989, 31
5.- Siguiendo a Gn 10 (texto griego), en el que se habla de setenta y
dos naciones paganas que hay en el orbe, Lc prefigura la misión que comenzó
después de pentecostés (24, 47; Hech 1, 8) con el envío de los setenta y dos
discípulos. Además se les envía "de dos en dos" con una doble
finalidad: 1) para protegerse mejor de los bandidos que pululaban por los
caminos; 2) para cumplir Dt 17, 6 y 19, 15, donde se dice que dos testigos
hacen un testimonio válido. Implícitamente se viene a decir que el anuncio de
la llegada del reino es cierto. Aquí está programada la tarea de todo creyente
cristiano: decir con palabra y con la vida que el reino de Dios está formándose
ya.
Estas exigencias de la misión no hablan de un cierto ascetismo, sino
más bien de la disponibilidad necesaria para una predicación rápida y eficaz
del reino: hay que presentarse ante los hombres con el mismo desasimiento que
ante Dios. Incluso no hay que detenerse a "saludar" a nadie; fórmula
que parece indicar que los mensajeros no deben buscar el cobijo de las
caravanas de viajeros para sus viajes apostólicos. Deben rechazar también esta
forma de seguridad. El mensajero tiene que poner su confianza exclusivamente en
aquel que le envía.
Al entrar en una casa, el mensajero trae la paz: poder que abraza a
toda familia que le recibe. En el fondo, esta "paz" se convierte en
una expresión mesiánica: la paz del reino final. Es decir, Jesús mismo es la
paz que los discípulos van predicando (cf. Jn 14, 27). Esta paz es solamente
eficaz para el que la recibe (v.6). De aquí que "hacer la paz" (Mt
5,9) viene a convertirse en la tarea del creyente.
Jesús quiere sin duda que sus misioneros no anden de un lugar a otro en
busca de algo cada vez más confortable, sino que consagren todo su tiempo y
energías a la misión. Lit.: "se ha aproximado hasta vosotros el reino de
Dios". Es la primera vez que Lc habla del "aproximarse" del
reino (cf. Mt 3,2). Esta proclamación es algo muy importante y viene a decir:
el colmo de nuestras esperanzas está a punto de cumplirse. Esto es lo que hay
que decir, aun a costa de una negativa (vv. 11. 12). Para realizar una tarea de
tal calibre, es preciso haber conectado experimentalmente con aquel que envía.
Lo contrario es exponerse al fracaso.
EUCARISTÍA 1977, 32
6.- -"Designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó por
delante, de dos en dos...": Jesús, en su camino hacia Jerusalén, envía un
grupo de discípulos para prepararlo. Ya antes había enviado a los doce en el
contexto del ministerio en Galilea. El número de 72 discípulos no está claro si
es un dato que tiene un simbolismo parecido al de los 12. Algunos comentaristas
han apuntado hacia 72 pueblos nombrados en Gn 10, 2-31, según la versión
griega: se trataría de una referencia a la futura evangelización de los
gentiles. La misión de dos en dos refleja la práctica de la primera comunidad,
pero esto no significa negar que Jesús preparó a los discípulos para predicar
la irrupción del Reino.
-"La mies es abundante y los obreros son pocos... Mirad que os
mando como corderos en medio de lobos": En las instrucciones de Jesús, se
detecta urgencia, prisa y la constatación de la hostilidad en el horizonte. El
anuncio del reino no admite dilaciones, estorbos ni entretenimientos, por eso
deben ir ligeros, deben evitar quedar atrapados por las formalidades sociales
("no os detengáis a saludar a nadie por el camino").
Tampoco debe perderse el tiempo buscando alojamiento confortable o
comidas bien preparadas. El anuncio del Reino no permite distracciones, es la
urgencia de una cosecha que está a punto y debe evitarse que se pudra. Las
acciones de los discípulos se concretan en predicar, curar a los enfermos y
rezar, ya que no todo depende de su esfuerzo (Dios es el amo de la mies).
-"Cuando entréis en un pueblo y no os reciban...": El anuncio
del reino no siempre hallará acogida, pero esto no debe provocar el silencio ni
el desánimo. El enviado ya sabe que hallará oposición, como el mismo Jesús. La amenaza
sobre aquellos que rechazan el ofrecimiento del Reino, se piensa concretamente
en la actitud de Nazaret y en la de la aldea de los samaritanos que no han
acogido el paso de Jesús.
-"Los setenta y dos volvieron muy contentos...": La segunda
parte de la lectura presenta el regreso de los discípulos después de su misión
llenos de euforia y el comentario de Jesús que consta de tres partes:
a) "Veía a Satanás caer del cielo como un rayo": No se trata
de ninguna visión extática, sino de una expresión simbólica que resume los
efectos de la acción que han llevado a cabo los discípulos: ha sido una
victoria sobre el poder de Satanás que atenazaba a los hombres. Frente a la
actuación de Jesús y de los discípulos, Satanás deja de ejercer su función
acusadora.
b) "Y no os hará daño alguno": El mal y sus manifestaciones
ha sido sometido a la autoridad que procede de Jesús.
c) Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el
cielo": Pero el gozo de los discípulos no sólo proviene de que han vencido
al mal, sino porque Dios los ha inscrito en el libro de los salvados (idea del
AT: libro de registro de los que pertenecen al pueblo santo de Dios). No todo
está en sus manos, es Dios quien tiene la última palabra de salvación.
J. NASPLEDA - MISA DOMINICAL 1989, 14
7.- Antes (Lucas 9, 1-6) Jesús había enviado a los Doce. Ahora envía a
setenta y dos. Algunos entienden que este número se refiere al conjunto de las
naciones paganas según la antigua versión griega de Génesis 10. Los envía de
dos en dos, probablemente porque sólo así era válido el testimonio.
Hay mucho trabajo a realizar: seguramente por eso no basta con los
Doce. Hay que pedir ayuda al dueño (Dios), para que haya nuevo personal para
realizar la labor, una labor que es obra de Dios.
Las diversas recomendaciones a los enviados muestran la urgencia y la
peligrosidad de la tarea a realizar: hay que hacerla sin medios, sin
entretenerse, aceptando buenamente lo que les sea ofrecido, y ofreciendo la paz
y anunciando que el Reino de Dios está cerca mediante la palabra y los gestos
que le deben acompañar: como hace Jesús.
El Reino debe anunciarse incluso en el caso que no sean recibidos.
Porque de la acogida de este Reino depende la salvación, la vida, o el desastre
total: no acoger el Reino comporta una suerte peor que la de Sodoma, el modelo
por excelencia de ciudad cerrada a la voz de Dios.
La misión da fruto. Los setenta y dos vuelven contentos: el mal es
vencido por el poder del nombre de Jesús. En el tiempo de Jesús, Satanás, que
aquí significa el príncipe del mal, es vencido. Pero esta alegría de los
discípulos puede nacer de una mala comprensión de su actuación. Por eso, la
advertencia final de Jesús recuerda qué es lo importante: tener el nombre
inscrito en el cielo, es decir, vivir en la esfera de Dios, participar de su
vida.
J. M. GRANÉ -MISA DOMINICAL 1992, 9
PROPUESTA DE CANTOS
DOMINGO XIV CICLO C
01.- CANTA JERUSALÉN (KAIROI) (Entrada)
CANTA, JERUSALÉN,
CANTA, JERUSALÉN,
CANTA, JERUSALÉN.
Eres pueblo santo
escogido
por la gracia del Señor.
Juntos caminamos en
la fe
que nos conduce a
nuestro Dios.
Eres tú la tierra que promete
a los hombres el Señor.
Eres la promesa de los siglos
donde nace el Salvador.
Vives en confianza, esperando
que algún día sea mejor,
pero tu esperanza se sostiene
en el Cristo Redentor.
Vives la alegría de la vida
si contigo va el Señor.
Sufres en tu cuerpo y en tu alma,
está escrito, el amor.
02.- VIENEN CON ALEGRÍA (Entrada)
VIENEN CON ALEGRÍA,
SEÑOR
CANTANDO VIENEN CON
ALEGRÍA, SEÑOR
LOS QUE CAMINAN POR
LA VIDA, SEÑOR
SEMBRANDO TU PAZ Y
AMOR (2)
Vienen trayendo la
esperanza
A un mundo cargado de
ansiedad
A un mundo que busca
y que no alcanza
Caminos de amor y de
amistad
Vienen trayendo entre
sus manos
Esfuerzos de hermanos
por la paz
Deseos de un mundo
más humano
Que nacen del bien y
la verdad
Cuando el odio y la
violencia
Aniden en nuestro
corazón
El mundo sabrá que
por herencia
Le aguardan la
tristeza y el dolor
03.- TRAEMOS A TU ALTAR (Dones)
TRAEMOS A TU ALTAR,
CON EL VINO Y EL PAN
NUESTRAS OFRENDAS.
TRAEMOS A TU ALTAR,
CON LOS HOMBRES
SU AFÁN Y SUS
PROBLEMAS.
Con los hombres que
trabajan el pan con sudor,
ofrecemos nuestro
esfuerzo.
Por los hombres que
no tienen trabajo, ni pan,
te pedimos el
sustento.
Con los hombres cuyas
vidas son fruto de bien,
ofrecemos nuestra
entrega.
Por los hombres cuyas
vidas son pena y dolor,
que sepamos estar
cerca.
Con los hombres que
construyen un mundo de paz,
ofrecemos nuestras
manos.
Por los hombres que
padecen la guerra y el mal,
que seamos
solidarios.
04.- EN SU MESA HAY AMOR (Dones)
EL SEÑOR NOS HA
REUNIDO JUNTO A ÉL,
EL SEÑOR NOS HA
INVITADO A ESTAR CON ÉL,
/ EN SU MESA HAY
AMOR, LA PROMESA DEL PERDÓN,
Y EN EL VINO Y PAN,
SU CORAZÓN. / (2)
Cuando Señor, tu voz,
llega en silencio a mí,
y mis hermanos me
hablan de Ti, sé que a mi lado estás,
te sientas junto a
mí, acoges mi vida y oración.
05.- CANCIÓN DEL MISIONERO (Comunion)
Señor, toma mi vida
nueva
Antes de que la
espera
Desgaste años en mí
Estoy dispuesta a lo
que quieras
No importa lo que sea
Tú llámame a servir
LLÉVAME DONDE LOS
HOMBRES
NECESITEN TUS
PALABRAS
NECESITEN MIS GANAS
DE VIVIR
DONDE FALTE LA
ESPERANZA
DONDE FALTE LA
ALEGRÍA
SIMPLEMENTE POR NO
SABER DE TI
Te doy mi corazón
sincero
Para gritar sin miedo
Tu grandeza, Señor
Tendré mis manos sin
cansancio
Tu historia entre mis
labios
Y fuerza en la
oración
Y así en marcha iré
cantando
Por calles predicando
Lo bello que es tu
amor
Señor, tengo alma
misionera
Condúceme a la tierra
Que tenga sed de Dios
06.- CANCIÓN DEL TESTIGO (Comunión)
POR TI, MI DIOS,
CANTANDO VOY
LA ALEGRÍA DE SER TU
TESTIGO, SEÑOR
1. Me mandas que
cante con toda mi voz:
no sé cómo cantar tu
mensaje de amor.
Los hombres me
preguntan cuál es mi misión;
les digo: “Testigo
soy”.
2. Es fuego tu Palabra
que mi boca quemó,
mis labios ya son
llamas y cenizas mi voz.
Da miedo proclamarte,
pero tú me dices:
“No temas, contigo
estoy”.
3. Tu Palabra es una
carga que mi espalda dobló;
es brasa tu mensaje
que mi lengua secó.
“Déjate quemar, si
quieres alumbrar:
no temas, contigo
estoy”.
07.- ID Y ENSEÑAD (Comunión)
Sois la semilla que
ha de crecer
Sois la estrella que
ha de brillar
Sois levadura, sois
grano de sal
Antorcha que ha de
alumbrar
Sois la mañana que
vuelve a nacer
Sois espiga que
empieza a granar
Sois aguijón y
caricia a la vez
Testigos que voy a
enviar
ID, AMIGOS, POR EL
MUNDO, ANUNCIANDO EL AMOR
MENSAJEROS DE LA
VIDA, DE LA PAZ Y EL PERDÓN
SED, AMIGOS, LOS
TESTIGOS DE MI RESURRECCIÓN
ID LLEVANDO MI
PRESENCIA. ¡CON VOSOTROS ESTOY!
Sois una llama que ha
de encender
Resplandores de fe y
caridad
Sois los pastores que
han de guiar
Al mundo por sendas
de paz
Sois los amigos que
quise escoger
Sois palabra que
intento gritar
Sois reino nuevo que
empieza a engendrar
Justicia, amor y
verdad
Sois fuego y savia
que viene a traer
Sois la ola que agita
la mar
La levadura pequeña
de ayer
Fermenta la masa del
pan
Una ciudad no se
puede esconder
Ni los montes se han
de ocultar
En vuestras obras que
buscan el bien
Los hombres al padre
verán.
08.- ANUNCIAREMOS TU REINO (Salida)
ANUNCIAREMOS TU
REINO, SEÑOR
TU REINO, SEÑOR, TU
REINO
Reino de paz y
justicia
Reino de vida y
verdad
Tu reino, señor, tu
reino
Reino de amor y de
gracia
Reino que habita en
nosotros
Tu reino, señor, tu
reino
Reino que sufre
violencia
Reino que no es de
este mundo
Tu reino, señor, tu
reino
Reino que ya ha
comenzado
Reino que no tendrá
fin
Tu reino, señor, tu
reino
09.- MADRE DE LOS APÓSTOLES (Salida)
MARÍA, TÚ ERES MADRE
DE LOS QUE HEMOS
DEJADO PADRE Y MADRE
POR SEGUIR LA LLAMADA
DEL SEÑOR
AYÚDANOS OH MADRE,
A LLEVAR A LOS
HOMBRES EL MENSAJE
DE TU HIJO REDENTOR.
1. Madre de los
apóstoles, María,
aumenta nuestra
entrega y nuestro amor
nuestra fidelidad a
la palabra
nuestra fe en el
poder de la oración.
2. Madre de los
apóstoles, María,
incúlcanos el celo
abrasador
que tuvieron un día
Pedro y Pablo
respondiendo a la
llamada del Señor.
10.- MARÍA TESTIGO (Salida)
DICHOSO QUIEN EN SU
VIDA
VIVE COMO VIVIÓ
MARÍA: (2)
SIEMPRE AMANDO A LOS
DEMÁS,
SIEMPRE SIRVIENDO A
LOS DEMÁS. (2)
Con tu entrega
permitiste que nos acompañe Dios,
y creciendo Él a tu
lado compartía nuestra vida.
En tu canto de
alabanza retrataste nuestro mundo,
donde siempre los
pequeños del Señor son preferidos.
Que sigamos la
Palabra de Dios Padre que nos ama,
por María todos sepan
que su Amor a todos llega.
11.- AMAR ES DARSE (opcional)
AMAR ES DARSE
A TODOS LOS HERMANOS,
UNIENDO EN NUESTRAS
MANOS
EL GOZO Y EL DOLOR.
Y AL AMARNOS,
EL MUNDO SE RENUEVA,
LA VIDA SIEMPRE ES
NUEVA,
SIEMPRE ES NUEVO EL
AMOR.
Yo sé, Señor,
que aunque hablara
las lenguas del
mundo,
aunque todos me
llamen profeta,
si no puedo amar,
soy sólo un rumor.
Yo sé, que sabiendo
las ciencias
extrañas,
conociendo secretos
ocultos,
seré poca cosa si no
tengo amor.
Yo sé, Señor,
que aunque tenga
una fe tan intensa,
que traslade montañas
y rocas,
de nada me sirve si
no tengo amor.
Yo sé, que aunque
queme
mi cuerpo en las
llamas,
aunque todo lo
entregue a los pobres,
si no puedo amar es
sólo ilusión.
Yo sé, Señor,
que la vida
imperfecta del hombre,
las palabras y
ciencias transcurren
como un ave errante
que cruza veloz.
Yo sé, que, aunque el
tiempo
devore la tierra,
y el olvido sepulte
la historia,
en medio de todo
perdura el amor.