SOLEMNIDAD DE
JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO
T.O. CICLO B – 21
NOVIEMBRE 2021
TÚ LO DICES: SOY REY
COMENTARIO
La situación es bastante conocida: tras haber sido proclamada la culpabilidad de Jesús por las autoridades judías, una delegación oficial ha acudido con el reo al palacio de Herodes en Jerusalén, residencia ocasional del procurador romano Poncio Pilato, para solicitar de éste el comienzo de un proceso contra Jesús. El evangelio de hoy es el comienzo de la versión de Juan sobre este proceso. El interrogatorio del juez al acusado versa sobre si éste es o no el rey de los judíos. El acusado lo sostiene con matices. Indudablemente estos matices explican una noticia dada con anterioridad por el evangelista: "Dándose cuenta Jesús de que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez al monte, él solo" (Jn. 6,15). Es, pues, claro que Jesús no es rey en el sentido político habitual del término. De serlo en este sentido tendría las instituciones y cuerpos adecuados, los que no tiene. La realeza de Jesús no pertenece al orden de este mundo, pero esto no quiere decir que no sea para este mundo o no se dé en este mundo. Y es que la palabra mundo tiene en el cuarto evangelio dos sentidos. Unas veces expresa valoración. En estos casos suele ir acompañado del demostrativo este. Otras veces expresa espacio y designa el lugar de los humanos, es decir, la tierra. En la primera acepción, mundo tiene matiz negativo; en la segunda, no. En el texto de hoy se encuentran las dos acepciones.
La realeza de Jesús está en
relación a la verdad. ¡Tremenda palabra!. ¡Cuánta intransigencia y tensión
pueden encerrarse en ella! Fijémonos en un hecho curioso y significativo.
Cuando empleamos esta palabra en nuestras conversaciones y disputas solemos
utilizarla con los verbos tener o estar. Tengo la verdad, estoy en la verdad.
En el cuarto evangelio, en cambio, jamás se emplea con estos verbos. Se emplea
con los verbos ser, conocer, hacer.
El que hace la verdad se acerca a
la luz (Jn 3,21). La verdad no la concibe Juan como posesión o estado
adquirido, sino como quehacer o tarea. Por consiguiente, jamás puede esgrimirse
como algo que da derecho. La primera vez que aparece en el cuarto evangelio
forma pareja con gracia (cfr.Jn.1, 14) y se contrapone a ley. "La ley se
dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad se hicieron realidad por medio
de Jesús" (Jn.1, 17). Esta verdad agraciada dice relación al
descubrimiento de quién es Dios. A Dios nadie lo ha visto jamás; es el Hijo
único, que es Dios y está al lado del Padre, quien lo ha explicado (Jn.1, 18).
Por eso y en este sentido Jesús es rey. El saca a la luz a Dios, velado por la
religiosidad de la ley. La verdad es el alumbramiento de Dios hecho por Jesús.
Y este alumbramiento hace personas libres. La verdad los hará libres (Jn 8,32).
Pero debe quedar muy claro que el problema es intra-religioso o, como diríamos
hoy, intraeclesial.
R.P. Roland Vicente Castro Juarez
ANTIFONA DE ENTRADA Ap 5, 12, 12; 1, 6
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste
recapitular todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del Universo, haz que la
creación entera, liberada de la esclavitud, sirva tu majestad y te glorifique
sin fin. El, que vive y reina contigo.
ORACION COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste recapitular
todas las cosas en tu Hijo muy amado. Rey del Universo haz que la creación
entera, liberada de la esclavitud, sirva a tu majestad y te glorifique sin fin.
El, que vive y reina contigo.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Daniel 7, 13-14
Mientras miraba, en la visión nocturna vi
venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y
se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos,
naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no
tendrá fin.
SALMO
RESPONSORIAL (92)
El Señor
reina, vestido de majestad.
El Señor reina,
vestido de majestad, el Señor, vestido y ceñido de poder. R.
Así está firme
el orbe y no vacila. Tu trono está firme desde siempre, y tú eres eterno. R.
Tus mandatos son
fieles y seguros; la santidad es el adorno de tu casa, Señor, por días sin
término. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura del libro del Apocalipsis 1, 5-8
Jesucristo es el testigo fiel, el
primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra. Aquel
que nos ama, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha
convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre.
A él la gloria y el poder por los
siglos de los siglos. Amén.
Mirad: El viene en las nubes. Todo
ojo lo verá; también los que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se
lamentarán por su causa. Sí. Amén. Dice el Señor Dios: «Yo soy el Alfa y la
Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.».
ACLAMACION
ANTES DEL EVANGELIO Mc 11, 9b-10a
Aleluya. Bendito el
que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que llega, el de nuestro padre
David. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura
del santo evangelio según san Juan 18, 33b-37
En aquel
tiempo, dijo Pilato a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?».
Jesús le
contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?».
Pilato
replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado
a mí; ¿qué has hecho?».
Jesús le
contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi
guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino
no es de aquí.». Pilato le dijo: «Conque, ¿tú eres rey?». Jesús le contestó:
«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo;
para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.».
PLEGARIA UNIVERSAL
El Reino que Jesús vino a instaurar no es de este mundo. Pidámosle que
su gracia y su paz estén en nuestros corazones para que podamos adelantar su reinado
en la tierra. Digamos con confianza: Reina, Señor, en nuestras vidas.
1.- Para que la Iglesia, a ejemplo de Cristo Rey,
sea portadora con su vida y con sus obras del reinado que trajo Jesús: de
justicia, misericordia y paz. Oremos. R.
2.- Por todos
los que gobiernan, para que los hagan teniendo presente las necesidades de su
gente, especialmente de los más excluidos y marginados. Oremos. R.
3.- Para que
el mensaje de la salvación llegue a todos los hombres y reine la verdad, el
amor y la paz de Cristo en los corazones y entre los pueblos. Oremos.
R.
4.- Para que
todos los que son perseguidos a causa de la fe sean profetas y testigos
insobornables del amor que salva, del evangelio que santifica y de la esperanza
que pone en camino y lo arriesga. Oremos. R.
5.- Para que
Cristo reine en el corazón de los que se sienten desanimados, solos,
desempleados, enfermos, tristes y traicionados. Oremos. R.
6.- Para que
los difuntos, especialmente los que han fallecido a causa de la pandemia, gocen
eternamente del reino que no tiene fin. Oremos. R.
Reina, Señor en nuestras historias, excluye de nuestra tierra la
codicia, la ambición y la arrogancia y danos aguardar con esperanza la venida
definitiva de tu Reino de justicia, amor y paz, tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Al ofrecerte, Señor, el sacrificio de la reconciliación humana, pedimos
humildemente que tu Hijo conceda a todos los pueblos los dones de la paz y de
la unidad. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Sal 28, 10-11
El Señor se sienta como Rey eterno, el Señor bendice a
su pueblo con la paz.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Después de recibir el alimento de la
inmortalidad, te pedimos, Señor, que quienes nos gloriamos de obedecer los
mandatos de Cristo, Rey del universo, podamos vivir eternamente con El en el
reino del cielo. El que vive y reina por los siglos de los siglos.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 22: Dn 1, 1-6.8-20; Sal:
Dn 3, 52-56; Lc 21, 1-4.
Martes 23: Dn 2, 31-45; Sal: Dn
3, 57-61; Lc 21, 5-11.
Miércoles 24: Dn 5,
1-6.13-14.16-17,23-28; Sal: Dn 3, 62-67; Lc 21, 12-19.
Jueves 25: Dn 6, 12-28; Sal : Dn 3, 68-74; Lc 21, 20-28.
Viernes 26: Dn 7, 2-14;
Sal: Dn 3, 75-81; Lc 21, 29-33.
Sábado 27: Dn 7, 15-27;
Sal: Dn 3, 82-87; Lc 21, 34-36.
Domingo 28: Jr 33, 14-16;
Sal 24, 4bc-5ab.8-9. 10 y 14; 1Ts 3, 12-4, 2; Lc 21, 25-28. 34-36.
COMENTARIOS
AL EVANGELIO
Jn 18, 33-37
1.-
Texto. Está tomado del evangelio de Juan, donde todo es diferente respecto a
los evangelios sinópticos. Pilato y Jesús están frente a frente. Pilato es el
Procurador romano, representa a un Señor del mundo; Jesús es el Hijo de Dios,
representa a otro Señor del mundo. Pilato lleva la iniciativa del
interrogatorio porque Jesús es el acusado. En la pluma de Juan, sin embargo,
esto es sólo el plano visible de la realidad. Pero Juan no se contenta sólo con
este plano, al que llama carne. Para él la realidad tiene un segundo plano, al
que denomina espíritu. Un plano igualmente real, aunque no tan visible como el
de la carne. En este segundo plano Jesús es acusador. He venido a este mundo
para dictar sentencia (Jn. 9,39).
MUNDO/SENTIDOS: El texto de hoy se
mueve en los dos planos. De ahí que el diálogo entre Pilato y Jesús produzca la
curiosa impresión de hallarnos simultáneamente ante dos acusadores y dos
acusados.
Una
segunda cosa a tener en cuenta en este texto es el empleo de la palabra mundo
en un doble sentido. Por un lado están las afirmaciones "mi reino no es de
este mundo, no es de aquí"; por otro, la afirmación "he venido al
mundo para dar testimonio de la verdad". En el primer caso mundo expresa
valoración, en el segundo espacio. En el primer caso mundo tiene matiz
negativo; en el segundo, no . "Mi reino no es de este mundo, no es de aquí"
significa que el reino de Jesús no pertenece a un orden de cosas viciado. Pero
esto no quiere decir que el reino de Jesús no pueda existir en este espacio
nuestro que llamamos planeta tierra. En realidad Jesús ha venido al mundo, a
este espacio nuestro, para hacer posible un nuevo orden de cosas.
VERDAD/EV-Jn: Una tercera cuestión a
tener en cuenta es la palabra verdad. Cuando en nuestras conversaciones
empleamos este término solemos hacerlo con los verbos tener o estar. Tener la
verdad, estar en la verdad. En el cuarto evangelio, en cambio, jamás se emplea
con estos verbos. Se emplea con los verbos ser, conocer, hacer.
La
verdad no la concibe Juan como posición o estado adquirido, sino como quehacer
o tarea. La verdad del cuarto evangelio jamás da derecho a nada ni sobre nadie.
Comentario.
El hecho de que Juan escriba a un doble plano de realidad, el visible y el
menos visible, hace que el texto no tenga aires triunfalistas. Pilato cuenta
con las instituciones y cuerpos legales, según los cuales Jesús es reo porque
subvierte el orden constitucional. Ser rey es atentar contra el orden
establecido. Por consiguiente Jesús tiene que ser condenado a muerte.
Pero
porque Juan escribe a un doble plano de realidad Jesús es acusador. Él desvela,
descubre quién es Dios. "A Dios nadie lo ha visto jamás; es el Hijo único,
que es Dios y está al lado del Padre, quien lo ha explicado" (Jn 1, 18).
Este desvelamiento, esta explicación, confieren a Jesús su papel y su función
de rey.
La
paradoja de su realeza es que Jesús es acusador y dicta sentencia desde su
propia muerte. La verdad de Jesús pasa por su muerte. Por eso resulta tan poco
triunfalista ser vasallos de una verdad cuya garantía es el sufrimiento e
incluso la muerte del vasallo.
Desde
un planteamiento así tienen muy poco sentido los habituales gritos de
"Viva Cristo Rey".
ALBERTO
BENITO- DABAR 1988, 58
2. PODER/NECESIDAD:
¿Cuál
es el valor social concreto al que Juan denomina este mundo en la lectura de
hoy? El poder del Estado, incluso legítimamente constituido. Esta es la clave
de lectura de toda la secuencia entre Pilato y Jesús. Según Juan, la muerte de
Jesús pone en tela de juicio un valor tan importante en la sociedad como es el
poder por legítimo que éste sea. Desde la perspectiva de Jesús el poder es innecesario.
Para mostrar también esto ha venido Jesús al mundo (cosmos, concepto espacial).
Quien viva la perspectiva de Jesús (=la verdad) sabe que Jesús tiene razón
(=escucha su voz).
Pero
vuelve la pregunta de siempre ¿quién vive la perspectiva de Jesús? A nivel de
colectividades, parece ser que casi nadie. Precisamente por esto el poder
legítimo tiene que seguir existiendo en la sociedad. Juan diría: es un mal
necesario. A lo que todos a coro replicamos escépticos e irónicos con Pilato:
¿qué es la verdad? ¿Es posible un mundo sin poder? Tal vez ahora captemos el
significado y el alcance de aquella súplica del Padrenuestro: Venga a nosotros
tu Reino.
3.-
"En el evangelio que hoy escuchamos sería un error comprender las palabras
de Jesús así: mi reino no es de este mundo y, por tanto, no me interesan los
problemas sociales y políticos de este mundo; me conformo con dar una salvación
espiritual, en forma individual, a las almas creyentes. Al decir Jesús que su
realeza no procede de este mundo, lo único que recalca es que su autoridad la
debe solamente al Padre que lo envió. En eso no se parece a las demás
autoridades que se han impuesto, sea por la fuerza, sea ganándose el sufragio
de sus compatriotas.
EUCARISTÍA
1988, 55
4. J/REY.
Los
judíos (estos es, los enemigos de Jesús en el lenguaje de Juan) han resuelto
acabar con el Nazareno; Pilato no puede menos de verse envuelto en la causa y
lo somete a interrogatorio. Su pregunta supone la acusación, expresamente
mencionada por Lucas (/Lc/23/02), de que este Jesús se hacía llamar
"Cristo Rey" (o Rey Mesías) y soliviantase al pueblo. Con la sola
excepción del pasaje de la adoración de los Magos (Mt 2, 2), el título de
"Rey de los judíos" aplicado a Jesús aparece únicamente en conexión
con su proceso.
Obsérvese
que "Rey de los judíos" es propiamente la versión política del título
mesiánico "Rey de Israel".
Sabiendo
los judíos que a Pilato sólo le interesaba lo político, tergiversan el sentido
de la realeza mesiánica tal y como la entendía Jesús y le obligan a intervenir.
Muchos acusaron ante Pilato a Jesús de lo que no era, un rey político, y muchos
lo hicieron por despecho, pues eso era lo que deseaban que fuera efectivamente
y Jesús se resistió, decepcionando al pueblo. Y fue necesario que Jesús muriera
por esa falsa acusación para que se mostrara al mundo su verdad: que es rey
pero no como los reyes de este mundo.
El
evangelista Juan es consciente de la ironía que envuelve todo el proceso de
Jesús, esto es, de la tremenda verdad que se manifiesta en la farsa. Para los
incrédulos y para los verdugos de Jesús todo acontece como una burla y según el
ceremonial de la entronización de los reyes de Israel (cfr. 1 Re 1, 32-48): la
coronación (Jn 19, 1-3), la aclamación del pueblo al que ha sido coronado (19,
5s), la entronización (19, 13-16). Pero este rey escarnecido por los romanos y
rechazado por los judíos es, para Juan y para los creyentes, el verdadero rey
que ha sido "exaltado" en la cruz y glorificado por el Padre. No sólo
es rey de Israel, sino también de todos los que escuchan la verdad, porque es
rey como testigo de la verdad. Los que buscan y hacen la verdad le siguen y
escuchan su voz.
Jesús
responde con otra pregunta a la de Pilato, aclarando la situación sicológica
del interrogatorio. Pues es evidente que Pilato no había tomado en serio la
acusación de los judíos y en sus palabras se adivinaba un tono burlesco. Pilato
acusa el golpe y, dejándose de bromas de mal gusto, pide que Jesús declare lo
que ha motivado la acusación. Sin embargo, Jesús recoge la primera pregunta de
Pilato y la contesta. Le habla de un extraño reino que no es de este mundo, de
un reino que no se apoya en la fuerza ni se defiende con las armas. El reino de
Jesús no se parece en nada al imperio romano ni a otros reinos políticos.
Pilato ya no entiende nada; no le cabe en la cabeza todo eso de un reino de
soldados. Por eso va directamente al grano y le dice que conteste a la pregunta
sin evasiones, que le diga si es o no rey.
La
respuesta no se hace esperar. Jesús es rey. Pilato no querrá saber más porque
no entiende más, porque no quiere entender más que esto. Pero Jesús añade algo
muy importante. El sentido de su reinado no es la voluntad de poder, sino
cumplir en el mundo la misión de atestiguar la verdad. Para esto no hacen falta
soldados; para esto hacen falta testigos capaces de dar la vida. Jesús es el
"Testigo fiel", el que sirve a la verdad como nadie.
Por
eso es rey. Jesús es incluso la Verdad misma. Por eso son de Jesús y siguen a
Jesús cuantos sirven a la Verdad. Pilato busca un pretexto para salir de aquel
embrollo; no busca la verdad, sino una causa para justificar su sentencia.
Pilato es un "realista" que no entiende más que de política. No le
interesa la verdad y no puede comprender que un hombre, por amor a la verdad,
se deje matar. Por eso pregunta seguidamente como un escéptico: "¿Qué es
la verdad?", y deja a Jesús sin esperar respuesta. Pilato renuncia a la
verdad y la entrega a cambio de su torpe interés, haciendo su política de
acuerdo a las circunstancias. Después se lava las manos y dice que es inocente
(/Mt/27/24).
EUCARISTÍA
1985, 54
5.-
La escena contiene una grandeza patética, y merece la pena contemplarla desde
esta perspectiva. Y, dentro de este tono se convierte en una proclamación del
sentido de la acción y la persona de JC, realizada en forma de discusión sobre
el significado de la palabra rey aplicada a él.
La
pregunta inicial de Pilato se refiere a la acusación con que se supone que los
notables judíos lo habían presentado ante el gobernador romano: la de ser uno
de los caudillos nacionalistas que, adoptando el título de "rey de los
judíos", luchaban por instaurar un nuevo orden político libre de la
opresión romana. Y la respuesta de JC, al afirmar que su realeza "no es de
este mundo", no sólo niega todo afán de gobierno nacionalista, sino que
niega también todo planteamiento de dominio espiritual a partir de la fe de
Israel: la realeza de JC "no es de aquí", pertenece radicalmente a
otro orden, diferente de todo lo que se podría deducir del puro análisis de la realidad
israelita y humana en general.
Y
esto se concreta en las últimas palabra de JC. Él es rey, y esto significa que
él es testigo de la verdad. Ser testigo de la verdad significa presentar
totalmente, con su palabra y su acción, lo que realmente es la verdad absoluta;
es decir, revelar con su presencia en el mundo, en qué consiste el plan de
Dios, la voluntad de Dios a propósito de la vida de los hombres; es decir, en
definitiva, para JC, significa simplemente presentarse a sí mismo, vivir
plenamente su fidelidad al Amor hasta la muerte. Y de este modo, ser rey es
convertirse para los hombre en la imagen que hay que seguir, ser "la voz
que hay que escuchar" por parte de "todos los que son de la
verdad".
Los
cual aunque tenga muy poco que ver con lo que creía Pilato, no es, sin embargo,
una cuestión estrictamente espiritual y privada. La afirmación de que la
realeza de JC no es de este mundo significa que no es deducible de la realidad
de este mundo; y no que no tenga nada que ver con ella: ¡cómo podría ser que no
tuviera nada que ver con la realidad de este mundo la muerte de aquél que se
presenta como testigo del amor de Dios sobre los hombres y el mundo!
J.- LLIGADAS - MISA DOMINICAL 1979, 21
6. J/PROCESO:
El
dossier sobre el proceso de Jesús y el motivo formal de su condena es muy
voluminoso, y no cesa de ampliarse con nuevos libros y artículos. Dejando de
lado escritos más retóricos que científicos, podemos considerar sólidas estas
dos conclusiones: 1) que Jesús fue condenado a muerte por la autoridad romana
como reo de un delito político: por haberse hecho rey de los judíos; 2) Que
tanto los acusadores como el juez de este proceso sabían perfectamente que esta
acusación era falsa, porque la realeza que Jesús proclamaba no se interfería
con la del César.
El
cuarto evangelio despacha rápidamente el proceso judío de Jesús (por cuanto el
proceso instruido por los dirigentes de Jerusalén ya ha empezado desde el
momento en que Jesús empezó a predicar y actuar públicamente, y toda su vida
pública ha sido un proceso); en cambio, se extiende en el proceso romano, y por
medio de largos diálogos pone en evidencia las motivaciones de cada uno de los
personajes del drama. En el diálogo entre Jesús y Pilato sobre la realeza del
primero -que es la acusación formulada- queda claro que si al fin y al cabo
Pilato, oportunista, lo condenará, no será por haberlo encontrado convicto ni
confeso del delito. No ha existido el deplorable "malentendido" de
que habla Bultmann, porque a la pregunta de Pilato sobre si Jesús era rey, éste
ha respondido preguntando previamente de donde venía la pregunta, porque la
realeza en el sentido judío bíblico era algo distinto de la realeza en sentido
romano político. Una realeza que no podrá ser defendida (¡ni podrá ser
destruida!) por legiones terrenas. Por el contrario: se debilitará siempre que
desenvaine la espada o reclute legiones.
Su
fuerza consistirá, como la del propio Jesús, en ser testigo de la verdad (v.37)
con su propia sangre; sus súbditos no serán legionarios, sino "los que son
de la verdad" y "escuchan su voz" (v.37).
La
principal diferencia entre Jesús y Barrabás no es que el primero fuese un
ciudadano honrado y el segundo un facineroso, sino que aquel proclamaba un
reino de paz y éste quería imponer el suyo por medio de la violencia. Barrabás
no es un delincuente común, sino un guerrillero (un zelote); por eso Pilato
habría preferido retenerlo, como políticamente peligroso, y liberar a Jesús,
inofensivo para el Imperio, y por eso el pueblo pide la amnistía de Barrabás y
la crucifixión de Jesús, porque prefiere el líder nacionalista al maestro
religioso.
Las
tres lecturas de esta fiesta coinciden en distinguir netamente el Reino de Dios
por respecto a todo proyecto político. El Reino de Dios afecta a los mismos
hombres y discurre en una misma historia, pero es de otro orden, y no se puede
confundir con ningún proyecto temporal. La fiesta de Cristo Rey no es día de la
Cristiandad.
H.- RAGUER - MISA DOMINICAL 1976, 21
7. VERDAD/MUNDO
"¿De
qué verdad se trata aquí? Sólo entenderemos esta frase -"he venido al
mundo para testimonio de la verdad"- si nos formamos idea clara de lo que
significa verdad en Juan.
Esta
verdad joánica no puede ponerse en plural, no es igual a la verdad como suma de
proposiciones. Esta verdad se entiende como oposición al mundo: para eso he
nacido y venido al mundo. ¿Qué es para Juan el mundo? No podemos imaginar que
sea el mundo que nos cobija y sostiene, que nos place y en que nos sentimos a
gusto. No, el mundo en Juan es algo distinto, emplea el término en otra
acepción: mundo quiere decir aquí tinieblas, oscuridad, lo que se cierra frente
a Dios y no quiere recibir la luz. Mundo quiere decir lo que se está muriendo y
pasando; significa pecado, miseria y juicio (o condenación). Por oposición a
ese mundo hemos de explicar la verdad joánica. Es lo uno, lo enteramente
cerrado, lo fiel y seguro, lo que viene de Dios, lo que él tiene que desvelar,
lo que sólo se da cuando Dios lo revela. Verdad es en San Juan uno de estos
conceptos, como vida y luz, que expresan el conjunto y abarcan todo lo que es
nuestra salud eterna, lo que está ahí, cuando él nos introduce en esta
realidad. Por eso dice Juan, en el capítulo 17, que el diablo no está en la
verdad. No tenemos nosotros la verdad, sino que estamos en ella. Por eso dice
aquí que el que está en la verdad oye la voz de Cristo.
De
esta verdad, de esta acción divina y realidad revelada se habla aquí... Mas
para entender esta palabra hemos de considerar que Jesús está persuadido de que
él es, personalmente, esta verdad venida a este mundo... Si no entendemos esta
verdad, este reino de Cristo, tal vez seamos sabios, científicos, pero no
estamos en la verdad que es luz y salud, vida y eternidad.
KARL
RAHNER
Homiliario
bíblico, 1967
8.-
En el evangelio de hoy leemos un momento central de la pasión según san Juan,
que muestra en qué consiste la realeza de Jesús, muy en la línea de lo que
hemos leído en la segunda lectura.
Con
el juego habitual de equívocos que tanto le gusta a Juan, Pilato interroga a
Jesús acerca de la acusación presentada por los judíos de considerarse rey. La
primera respuesta de Jesús ("¿Dices eso por tu cuenta...?") ofrece a
Pilato la oportunidad de implicarse en el tema y escuchar de Jesús mismo la
proclamación del mensaje. Pero Pilato no quiere implicarse y dice que eso son
cosas de los judíos. Jesús entonces aclara lo que él no es: rechaza cualquier
identificación con las esperanzas mesiánicas judías, que presuponían siempre
para su Mesías (aun en sus versiones más espiritualizadas) algún tipo de poder,
y se aleja de cualquier tipo de planteamiento nacionalista.
Ante
eso, Pilato pide una respuesta directa y clara. Y aquí viene la definición de
quién es Jesús. El, efectivamente, asume el titulo de rey: él se considera el
cumplimiento de las esperanzas mesiánicas de Israel. Pero lo es de una manera
que no tiene nada que ver con lo que estas esperanzas presuponían. Jesús es un
"testigo de la verdad". Y eso quiere decir que él, con toda su vida,
con la palabra y los hechos, y con la fidelidad total hasta la muerte que ahora
se le avecina, ha mostrado y realizado lo que Dios es y quiere: ha mostrado y
realizado el camino verdadero de vida, la auténtica realizaci6n humana. La
"verdad" es Dios; y la "verdad" es la auténtica realización
humana; y ambas cosas son lo mismo, y se hallan en lo que Jesús es, hace y
vive.
Y
el texto finaliza con una idea que Juan repite en su evangelio de diversas
maneras: "Todo el que es de la verdad escucha mi voz". A Jesús y su
proyecto el hombre se acerca y se siente atraído no por ninguna demostración ni
presión, sino porque el corazón le conduce a él: a Jesús se le acercan los que
"son de la verdad", los que en su corazón sintonizan con lo que Jesús
vive y propone.
JOSEP
LLIGADAS- MISA DOMINICAL 1994, 15
9.
ACI DIGITAL 2003
36.
Nunca definió Jesús con mayor claridad el carácter no político de su reino, que
no es mundano ni dispone de soldados y armas.
37.
De la verdad: esto es, de la fidelidad de las profecías que lo anunciaban como
tal (Luc. 1, 32; Ecli. 36, 18).
38.
¿Qué cosa es verdad? Pilato es el tipo de muchos racionalistas que formulan una
pregunta parecida y luego se van sin escuchar la respuesta de la Verdad misma,
que es Jesucristo. Acertadamente dice S. Agustín: "Si no se desean, con
toda la energía del alma, el conocimiento y la verdad, no pueden ser hallados.
Pero si se buscan dignamente, no se esconden a sus amantes". Cf. Sab. 6,
17 ss. San Pablo, en Rom. 15, 8, nos refiere la respuesta que Jesús habría dado
a esa pregunta.
PROPUESTA DE CANTOS PARA CRISTO REY
ENTRADA: ALELUYA EL SEÑOR ES NUESTRO REY
¡ALELUYA, ALELUYA! EL SEÑOR ES NUESTRO REY.
¡ALELUYA, ALELUYA! EL SEÑOR ES NUESTRO REY.
1. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho
maravillas:
su diestra le ha dado
la victoria, su santo brazo.
2. El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones
su justicia:
se acordó de su
misericordia
y su fidelidad en
favor de la casa de Israel.
COLECTA: DONDE ESTA TU TESORO
No atesores en la
tierra, donde la herrumbre corroe,
donde los ladrones
roban y la polilla carcome.
Atesora en las
alturas, allí la herrumbre no existe,
la polilla no devora
y el ladrón de Dios se viste.
Confiaos en la vida,
esperad siempre en Dios;
al crearte ya te
amaba, y en tu vida Él confió.
No hay fortuna más
grande que esperar siempre en Dios,
y si en Dios tú
confías, Él vive en tú corazón.
No te preocupe tu
vida, el vestido o alimento,
es más la vida que el
pan, y que la ropa, el cuerpo.
El ave nunca sembró,
ni recogió en graneros.
El Dios Padre lo
alimenta: sois vosotros más que ellos.
Tu tesoro puede estar
en el cielo o en arcón,
y donde está tu
tesoro, allí está tu corazón.
No hay riqueza más
grande que el tesoro de tu amor,
es tesoro que no
muere porque es riqueza de Dios
DONES: ESTO QUE TE DOY
Esto que te doy es vino
y pan Señor
Estoy que te doy es
mi trabajo
Es mi corazón mi
alma,
es mi cuerpo y mi
razón,
el esfuerzo de mi
caminar.
Esto que te doy que
te doy
mi vida es Señor
Es mi amor también es
mi dolor
es la ilusión, mi
sueños es mi gozo y mi llorar, es mi
canto y mi oración.
TOMA MI VIDA PONLA EN TU CORAZÓN
DAME TU MANO Y LLÉVAME
CAMBIA MI PAN EN TU CARNE
Y MI VINO EN TU SANGRE
Y A MI SEÑOR RENUÉVAME
LÍMPIAME Y SÁLVAME.
Esto
que te doy no solo yo Señor
Esta
voz también es de mi hermano
Es la
unión, la paz, y el orden
La
armonía y felicidad
Es un
canto en comunidad
COMUNION:
TU REINARAS
Tú reinarás, este es
el grito
que ardiente exhalan
nuestra fe
Tú reinarás, oh Rey
Bendito
pues tú dijiste
¡Reinaré!
REINE JESÚS POR SIEMPRE
REINE SU CORAZÓN
EN NUESTRA PATRIA,
EN NUESTRO SUELO
QUE ES DE MARÍA LA NACIÓN
Tu reinarás, dulce
esperanza,
que el alma llena de
placer;
habrá por fin paz y
bonanza,
felicidad habrá
doquier
Tu reinarás en este
suelo,
te prometemos nuestro
amor,
Oh buen Jesús, danos
consuelo
en este valle de
dolor
Tú reinarás, Reina y
ahora,
en esta casa y
población
ten compasión del que
implora
y acude a ti en la
aflicción.
SALIDA: VIVE CRISTO REY
Un grito de guerra se
escucha
en la faz de la
tierra y en todo lugar
Los prestos guerreros
empuñan su espada
y se enlistan para
pelear
Para eso han sido
entrenados
defenderán la verdad
y no les será
arrebatado
el fuego que en su
sangre esta
Viva Cristo Rey, Viva
Cristo Rey
el grito de guerra
que enciende la tierra
Viva Cristo Rey,
nuestro soberano Señor, Nuestro capitán y campeón,
pelear por Él, es
todo un honor
Sabemos que esta
batalla no es fácil
y muchos se
acobardaran
y bajo los dardos de
nuestro enemigo
Sin duda perecerán
Yo tendré mi espada
en alto
como la usa mi Señor
a Él nada lo ha
derrotado
su fuerza es la de
Dios
No conocemos mayor
alegría
no existe más honroso
afán
que con mis hermanos
estar en la línea,
y juntos la vida
entregar
A Él que merece la
gloria
y nos recluto por
amor
ante El la rodilla se
dobla
y se postra el
corazón
Sabemos que esta
batalla no es fácil
y muchos se
acobardaran
y bajo los dardos de
nuestro enemigo
sin duda perecerán