DICCIONARIO
DE TEOLOGÍA
A - B
Adoración
Es la obligación que toda la creación de Dios tiene, de darle a El todo honor, gloria, alabanza y honra porque El es el santo y divino Creador. La adoración es debida solamente a Dios (Exo. 20:3; Mat. 4:10; Apoc.22:9). Jesús, siendo Dios en la carne (Juan 1:1,14; Col. 2:9), recibió justamente adoración (Mat. 2:2,11; Juan 9:35-40; Heb. 1:6).
Es la obligación que toda la creación de Dios tiene, de darle a El todo honor, gloria, alabanza y honra porque El es el santo y divino Creador. La adoración es debida solamente a Dios (Exo. 20:3; Mat. 4:10; Apoc.22:9). Jesús, siendo Dios en la carne (Juan 1:1,14; Col. 2:9), recibió justamente adoración (Mat. 2:2,11; Juan 9:35-40; Heb. 1:6).
Agnosticismo
De a (privativo) y gnosis (conocimiento). La creencia de que no es posible saber si existe Dios.. (Compare con Ateísmo. Deismo, y Teísmo.)
De a (privativo) y gnosis (conocimiento). La creencia de que no es posible saber si existe Dios.. (Compare con Ateísmo. Deismo, y Teísmo.)
Amilenarismo
De a (privativo) y milenio. La enseñanza de que el período de mil años o milenio mencionado en Apocalipsis 20 no es literal, sino figurativo. Según el amilenarismo, el milenio es la presente era, y se extiende entre la primera y la segunda venidas del Señor Jesucristo. Este período concluirá con el retorno de Cristo (1 Tes 4:16-5:2), cuando ocurrirá la resurrección general y el juicio universal (vea Trono del Juicio en pág.) y los cielos y tierra serán destruidos y hechos de nuevo (2 Ped 3:10). El amilenarismo fue formulado clásicamente por Agustín de Hipona (354-430), pero es probablemente tan antiguo como el premilenarismo. Véase también Postmilenarismo.
De a (privativo) y milenio. La enseñanza de que el período de mil años o milenio mencionado en Apocalipsis 20 no es literal, sino figurativo. Según el amilenarismo, el milenio es la presente era, y se extiende entre la primera y la segunda venidas del Señor Jesucristo. Este período concluirá con el retorno de Cristo (1 Tes 4:16-5:2), cuando ocurrirá la resurrección general y el juicio universal (vea Trono del Juicio en pág.) y los cielos y tierra serán destruidos y hechos de nuevo (2 Ped 3:10). El amilenarismo fue formulado clásicamente por Agustín de Hipona (354-430), pero es probablemente tan antiguo como el premilenarismo. Véase también Postmilenarismo.
Ángel
Ángel (griego aggelos) significa mensajero. Los ángeles son seres creados (Salmo 148:2,5; Col. 1:16), espirituales, no humanos (Heb. 1:14). Son inmortales (Luc 20:36), innumerables (Heb. 12:22), invisibles (Núm. 22:22-31), no se casan, y tal vez sean asexuados (Mat. 22:30), y cumplen la voluntad de Dios (Salmo 103:20). Estos ángeles cumplen un ministerio para los creyentes: Ellos guían (Gén. 24:7, 40), protegen (Salmo 34:7), y reconfortan (Hechos 27:2,24).
Ángel (griego aggelos) significa mensajero. Los ángeles son seres creados (Salmo 148:2,5; Col. 1:16), espirituales, no humanos (Heb. 1:14). Son inmortales (Luc 20:36), innumerables (Heb. 12:22), invisibles (Núm. 22:22-31), no se casan, y tal vez sean asexuados (Mat. 22:30), y cumplen la voluntad de Dios (Salmo 103:20). Estos ángeles cumplen un ministerio para los creyentes: Ellos guían (Gén. 24:7, 40), protegen (Salmo 34:7), y reconfortan (Hechos 27:2,24).
Hay ángeles buenos (Gén. 28:12; Salmo 91:11; Eze. 9:2) y los hay malos (2 Ped.
2:4; Judas 6). Los ángeles fueron creados originalmente con el propósito de
servir y cumplir la voluntad de Dios. Los ángeles caídos son los que se
rebelaron contra Dios y se tornaron malvados. Satanás es el principal de estos
(Is. 14:12-16; Eze. 28:12-15).
Los únicos ángeles mencionados por su nombre en la Biblia son Gabriel (Dan. 8:16; 9:21), Miguel (Dan. 10:13,21; 12:1), y Lucifer (Luc. 10:18). Miguel siempre se menciona en un contexto de batalla (Dan. 10:13) y Gabriel como mensajero divino (Luc. 1:26). Desde luego, Lucifer o Satanás es el que se opone a Dios y es enemigo del hombre.
Anticristo
Una figura que se opone a Cristo, y por tanto a Dios. La palabra se emplea para describir un espíritu de rebelión contra Dios, "el espíritu del Anticristo" (1 Juan 4:3) y también una persona específica futura identificada como el hombre de iniquidad (2 Tes. 2:3). Este se opone activamente a Jesucristo (2 Tes. 2:4) y cuando él llegue, será capaz de realizar milagros (2 Tes. 2:9). Algunos creen que será una encarnación de Satanás y, como tal, será capaz de engañar a muchos. Su número, relacionado tal vez con su nombre, es 666 (Apoc. 13:18). Para mayor información sobre el significado del 666. Otra posible descripción del Anticristo puede hallarse en Zac 11:15-17.
Una figura que se opone a Cristo, y por tanto a Dios. La palabra se emplea para describir un espíritu de rebelión contra Dios, "el espíritu del Anticristo" (1 Juan 4:3) y también una persona específica futura identificada como el hombre de iniquidad (2 Tes. 2:3). Este se opone activamente a Jesucristo (2 Tes. 2:4) y cuando él llegue, será capaz de realizar milagros (2 Tes. 2:9). Algunos creen que será una encarnación de Satanás y, como tal, será capaz de engañar a muchos. Su número, relacionado tal vez con su nombre, es 666 (Apoc. 13:18). Para mayor información sobre el significado del 666. Otra posible descripción del Anticristo puede hallarse en Zac 11:15-17.
Antinomianismo
La palabra viene del griego anti, contra, y nomos, ley. Se refiere a la práctica no bíblica de vivir sin la debida consideración de la rectitud de Dios, emplear la gracia de Dios como si fuera una licencia para pecar y confiar en la gracia para ser limpio del pecado. En otras palabras, ya que la gracia es infinita y somos salvos por gracia, entonces para el antinomianismo podemos pecar cuanto queramos y aún ser salvos. Esta idea es errónea porque, aunque como cristianos no estemos bajo la Ley (Rom. 6:14), todavía somos llamados a cumplir la ley como la Ley del amor (Rom. 13:8,10; Gál. 5:14; 6:2). Debemos amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, fuerza y mente, y a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Luc 10:27) y, de este modo, evitar la ofensa del pecado que le costó a Dios Su unigénito Hijo. Pablo habla contra la noción del antinomianismo en Romanos 6:1-2: "Qué, pues, diremos? "Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? "De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, "cómo viviremos aún en él?" No hemos de usar la gracia de Dios como una excusa para pecar; en lugar de esto, hemos de ser controlados por el amor de Dios y de esta forma traer el fruto del Espíritu Santo (Gál. 5:22-25).
La palabra viene del griego anti, contra, y nomos, ley. Se refiere a la práctica no bíblica de vivir sin la debida consideración de la rectitud de Dios, emplear la gracia de Dios como si fuera una licencia para pecar y confiar en la gracia para ser limpio del pecado. En otras palabras, ya que la gracia es infinita y somos salvos por gracia, entonces para el antinomianismo podemos pecar cuanto queramos y aún ser salvos. Esta idea es errónea porque, aunque como cristianos no estemos bajo la Ley (Rom. 6:14), todavía somos llamados a cumplir la ley como la Ley del amor (Rom. 13:8,10; Gál. 5:14; 6:2). Debemos amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, fuerza y mente, y a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Luc 10:27) y, de este modo, evitar la ofensa del pecado que le costó a Dios Su unigénito Hijo. Pablo habla contra la noción del antinomianismo en Romanos 6:1-2: "Qué, pues, diremos? "Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? "De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, "cómo viviremos aún en él?" No hemos de usar la gracia de Dios como una excusa para pecar; en lugar de esto, hemos de ser controlados por el amor de Dios y de esta forma traer el fruto del Espíritu Santo (Gál. 5:22-25).
Apologética
El término "apologética" se deriva del vocablo griego apología, que significa "hablar a favor de algo", "defender con la palabra". En su uso actual se refiere a la defensa de la fe. La apologética cubre muchas áreas, como por ejemplo la persona de Jesús, la confiabilidad de la Biblia, la refutación de sectas y herejías, las evidencias bíblicas de la historia y la arqueología, y la respuesta a objeciones en contra del cristianismo. En resumen, es la disciplina que trata de las razones que justifican al cristianismo como la verdadera religión. Los cristianos somos llamados por Dios a defender nuestra fe toda vez que sea necesario: "Al contrario, santificad al Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa [apologían] con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros." (1 Ped. 3:15).
El término "apologética" se deriva del vocablo griego apología, que significa "hablar a favor de algo", "defender con la palabra". En su uso actual se refiere a la defensa de la fe. La apologética cubre muchas áreas, como por ejemplo la persona de Jesús, la confiabilidad de la Biblia, la refutación de sectas y herejías, las evidencias bíblicas de la historia y la arqueología, y la respuesta a objeciones en contra del cristianismo. En resumen, es la disciplina que trata de las razones que justifican al cristianismo como la verdadera religión. Los cristianos somos llamados por Dios a defender nuestra fe toda vez que sea necesario: "Al contrario, santificad al Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa [apologían] con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros." (1 Ped. 3:15).
La palabra deriva directamente del griego apostolos , y significa alguien enviado con un mensaje o comisión especial; puede referirse a un embajador o representante de otro. El término se aplica al Señor Jesús en un solo texto del N.T., Hebreos 3:1, que lo llama "apóstol y sumo sacerdote de nuestra fe" (Biblia de las Américas). En general, el uso en el N.T. tiene como trasfondo la figura hebrea del shaliaj, que era un representante o apoderado legal de otro, con plenas facultades. Tal la función de los Doce llamados y comisionados por Jesús: Simón Pedro, Andrés, Santiago hijo de Zebedeo, Juan, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el Zelote y Judas Iscariote. Tras la muerte de Judas Iscariote, los once designaron apóstol a Matías (Hech 1:26). Pablo fue llamado a ser Apóstol por el mismo Señor resucitado (2 Cor 1:1). También se les llama "apóstoles" a otros obreros cristianos, como Bernabé (Hech 14:14) , Andrónico y Junias (Rom. 16:7).
En sentido técnico, los apóstoles son testigos autorizados del Señor
resucitado. Ellos establecieron iglesias (Rom. 15:17-20), nombraron ancianos
(Hech 14:23), refutaron errores (Gál. 1:6-9), y defendieron la verdad del
Evangelio (Fil. 1:7,17). Algunos realizaron milagros (Mat. 10:1,8; Hech 3:1-10;
5: 12; 14:3 ) y debían predicar el Evangelio (Mat. 28:19-20, Hech 1: 8).
Arrianismo
Es un antiguo error teológico surgido hacia 320. Su nombre se deriva de Arrio (aprox. 250-336), presbítero muy popular en Alejandría y padre de la falsa doctrina. Sostenía que Jesús no era coeterno ni coigual con Dios, sino la primera y más importante de Sus criaturas, y que había recibido la dignidad de Hijo de Dios debido a su justicia. Por tanto, Dios no se había encarnado; Jesús no era eterno, ni era Dios por naturaleza. Existía sólo una persona en la Deidad, el Padre. El arrianismo fue condenado en el Concilio de Nicea (325). Sin embargo, sobrevivió con suerte variable fuera del cristianismo ortodoxo. Los Testigos de Jehová son defensores actuales de una doctrina sobre Cristo similar a la de Arrio.
Es un antiguo error teológico surgido hacia 320. Su nombre se deriva de Arrio (aprox. 250-336), presbítero muy popular en Alejandría y padre de la falsa doctrina. Sostenía que Jesús no era coeterno ni coigual con Dios, sino la primera y más importante de Sus criaturas, y que había recibido la dignidad de Hijo de Dios debido a su justicia. Por tanto, Dios no se había encarnado; Jesús no era eterno, ni era Dios por naturaleza. Existía sólo una persona en la Deidad, el Padre. El arrianismo fue condenado en el Concilio de Nicea (325). Sin embargo, sobrevivió con suerte variable fuera del cristianismo ortodoxo. Los Testigos de Jehová son defensores actuales de una doctrina sobre Cristo similar a la de Arrio.
Arminianismo
Es un sistema doctrinal concerniente a la salvación, cuyo nombre deriva del teólogo reformado holandés Jacobo Arminio (1560-1609). El sistema arminiano insiste en que la soberanía divina es compatible con un verdadero libre albedrío del hombre. El arminianismo tiene cinco proposiciones principales: 1) Dios elige o reprueba sobre la base de su conocimiento anticipado (presciencia) de fe o incredulidad en cada hombre; 2) Cristo murió por todos los hombres, y no sólo por los elegidos, aunque solamente estos últimos se salven; 3) el hombre es tan depravado que la gracia divina es imprescindible para la fe o cualquier obra buena; 4) esta gracia divina puede ser resistida por el hombre; y 5) hasta qué punto todos los que han sido verdaderamente regenerados perseverarán hasta el fin es un asunto que requiere más investigación. (Compare con el Calvinismo)
Es un sistema doctrinal concerniente a la salvación, cuyo nombre deriva del teólogo reformado holandés Jacobo Arminio (1560-1609). El sistema arminiano insiste en que la soberanía divina es compatible con un verdadero libre albedrío del hombre. El arminianismo tiene cinco proposiciones principales: 1) Dios elige o reprueba sobre la base de su conocimiento anticipado (presciencia) de fe o incredulidad en cada hombre; 2) Cristo murió por todos los hombres, y no sólo por los elegidos, aunque solamente estos últimos se salven; 3) el hombre es tan depravado que la gracia divina es imprescindible para la fe o cualquier obra buena; 4) esta gracia divina puede ser resistida por el hombre; y 5) hasta qué punto todos los que han sido verdaderamente regenerados perseverarán hasta el fin es un asunto que requiere más investigación. (Compare con el Calvinismo)
Arrepentimiento
El arrepentimiento (griego metanoia, literalmente "cambiar de mente") significa volverse, cambiar: en el N.T. se refiere a volverse del camino del pecado. Somos llamados por Dios para abandonar el pecado. De hecho, Dios manda a todos los hombres en todas partes que se arrepientan de sus pecados (Hech. 17:30). La paciencia de Dios nos lleva al arrepentimiento (2 Ped. 3:9) como también Su misericordia (Rom. 2:4).
El arrepentimiento (griego metanoia, literalmente "cambiar de mente") significa volverse, cambiar: en el N.T. se refiere a volverse del camino del pecado. Somos llamados por Dios para abandonar el pecado. De hecho, Dios manda a todos los hombres en todas partes que se arrepientan de sus pecados (Hech. 17:30). La paciencia de Dios nos lleva al arrepentimiento (2 Ped. 3:9) como también Su misericordia (Rom. 2:4).
Hay
arrepentimiento verdadero y falso, dependiendo de la motivación del corazón:
"La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, del
cual no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte"
(2 Cor. 7:10).
Ateísmo
Este término proviene del griego: el prefijo a (negación) y theos, Dios. El ateísmo enseña que no hay Dios de ninguna naturaleza, que nunca lo hubo ni lo habrá. Lógicamente, los ateos son materialistas ?el universo físico es todo cuanto existió, existe y existirá- y suelen ser evolucionistas (aunque la inversa no es verdad: no todo evolucionista es ateo).
Este término proviene del griego: el prefijo a (negación) y theos, Dios. El ateísmo enseña que no hay Dios de ninguna naturaleza, que nunca lo hubo ni lo habrá. Lógicamente, los ateos son materialistas ?el universo físico es todo cuanto existió, existe y existirá- y suelen ser evolucionistas (aunque la inversa no es verdad: no todo evolucionista es ateo).
La Biblia enseña que todos los hombres saben que hay un Dios (Rom. 2:14,15).
Por tanto, no tendrán excusa (Rom. 1:20) en el día del juicio. En lugar de
reconocer a Dios, los ateos deliberadamente suprimen el conocimiento de Dios
por la injusticia de ellos (Rom. 1:18,19).
Ayunar,
ayuno
Ayunar es privarse de alimentos por un período determinado con un propósito
específico, a menudo espiritual. Es una práctica bíblica que involucra el
"debilitamiento" del cuerpo con el propósito de
"fortalecer" el espíritu, destinado a producir una alerta espiritual.
Es interesante notar que el pecado entró en el mundo a través de Adán y Eva por
el acto de desobediencia que consistió en comer lo que no debían (Gén. 3:6). En
el N.T. se nos llama a ayunar (Mat. 6:16). Vea también 1 Rey. 21:27; Salmo
35:13; Hechos 13:3; 2 Cor. 6:5).
Bautismo
La palabra viene del griego baptizo, sumergir. Es una inmersión en agua o un rociamiento (aspersión) que simboliza la identificación con una creencia o causa. En el cristianismo, se trata de la identificación del creyente con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección (Rom. 6:4-5). Se hace en el nombre de Cristo y con Su autoridad (Hechos 4:7) con la fórmula bautismal de "Padre, Hijo y Espíritu Santo" (Mat. 28:19). El bautismo no nos salva por sí mismo (1 Ped. 3:21). No obstante, es nuestra obligación recibirlo, como creyentes en Cristo.
La palabra viene del griego baptizo, sumergir. Es una inmersión en agua o un rociamiento (aspersión) que simboliza la identificación con una creencia o causa. En el cristianismo, se trata de la identificación del creyente con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección (Rom. 6:4-5). Se hace en el nombre de Cristo y con Su autoridad (Hechos 4:7) con la fórmula bautismal de "Padre, Hijo y Espíritu Santo" (Mat. 28:19). El bautismo no nos salva por sí mismo (1 Ped. 3:21). No obstante, es nuestra obligación recibirlo, como creyentes en Cristo.
Hay quienes sostienen que el bautismo es necesario para la salvación; no lo es.
Si desea leer más sobre este tema, vea Es el bautismo necesario para la
salvación?
Blasfemia
La blasfemia es un pecado que consiste en hablar en contra de Dios o en negarle algún bien que debiéramos atribuirle. La blasfemia contra el Espíritu Santo es atribuir los milagros de Cristo al poder del diablo (Mat. 12:22-32) y es un pecado que no puede ser perdonado (Mar 3:28-30), por su propia naturaleza: quien persiste en negar la obra del Espíritu o atribuirla a Satanás no puede arrepentirse. La blasfemia surge del orgullo (Salmo 73:9,11), el odio (Salmo 74:18), la injusticia (Isa. 52:5) y cosas semejantes. Jesús fue erróneamente acusado de blasfemia (Juan 10:30-33).
La blasfemia es un pecado que consiste en hablar en contra de Dios o en negarle algún bien que debiéramos atribuirle. La blasfemia contra el Espíritu Santo es atribuir los milagros de Cristo al poder del diablo (Mat. 12:22-32) y es un pecado que no puede ser perdonado (Mar 3:28-30), por su propia naturaleza: quien persiste en negar la obra del Espíritu o atribuirla a Satanás no puede arrepentirse. La blasfemia surge del orgullo (Salmo 73:9,11), el odio (Salmo 74:18), la injusticia (Isa. 52:5) y cosas semejantes. Jesús fue erróneamente acusado de blasfemia (Juan 10:30-33).
C -
D
Caída,
La
En teología,
la caída es el acontecimiento ocurrido en el Jardín del Edén en el que Adán y
Eva desobedecieron el mandamiento de Dios, comiendo del Árbol del conocimiento
del bien y del mal (Gén 2-3). Ya que en Adán se hallaba potencialmente toda la
raza humana, cuando él pecó toda la humanidad cayó con él (Rom. 5:12).
Calvinismo
Es un sistema de interpretación cristiana concerniente a la salvación formulado por el teólogo protestante Juan Calvino (1509-1564). Subraya la predestinación y la salvación. Los cinco puntos característicos del calvinismo fueron desarrollados en respuesta a la doctrina de Arminio (véase Arminianismo en la pág. anterior). El calvinismo enseña: 1) La depravación total: el hombre está afectado por el pecado en todo su ser, cuerpo, alma, mente y emociones; 2) La elección incondicional: El favor de Dios hacia el hombre se debe por completo a la libre elección divina y nada tiene que ver con nada que el hombre haga. Es completamente inmerecido y no se basa en nada bueno que Dios vea en el hombre ; 3) La expiación limitada: Cristo no llevó los pecados de cada hombre que jamás haya vivido, sino sólo los de aquellos que fueron elegidos para salvación (Juan 10:11,15); 4) La gracia irresistible : El llamado que Dios hace a alguien para su salvación no puede ser resistido; 5) La perseverancia de los santos: No es posible que alguien salvado una vez pierda su salvación. Los cinco puntos pueden recordarse con más facilidad por el crónimo TILIP (depravación Total, elección Incondicional, expiación Limitada, gracia Irresistible, Perseverancia de los santos) .
Es un sistema de interpretación cristiana concerniente a la salvación formulado por el teólogo protestante Juan Calvino (1509-1564). Subraya la predestinación y la salvación. Los cinco puntos característicos del calvinismo fueron desarrollados en respuesta a la doctrina de Arminio (véase Arminianismo en la pág. anterior). El calvinismo enseña: 1) La depravación total: el hombre está afectado por el pecado en todo su ser, cuerpo, alma, mente y emociones; 2) La elección incondicional: El favor de Dios hacia el hombre se debe por completo a la libre elección divina y nada tiene que ver con nada que el hombre haga. Es completamente inmerecido y no se basa en nada bueno que Dios vea en el hombre ; 3) La expiación limitada: Cristo no llevó los pecados de cada hombre que jamás haya vivido, sino sólo los de aquellos que fueron elegidos para salvación (Juan 10:11,15); 4) La gracia irresistible : El llamado que Dios hace a alguien para su salvación no puede ser resistido; 5) La perseverancia de los santos: No es posible que alguien salvado una vez pierda su salvación. Los cinco puntos pueden recordarse con más facilidad por el crónimo TILIP (depravación Total, elección Incondicional, expiación Limitada, gracia Irresistible, Perseverancia de los santos) .
Canon
La palabra viene del griego kanon, que significa vara, caña y por extensión un instrumento de medida, una regla o norma. Se aplica el término a la lista de libros normativos: el canon bíblico es el conjunto de los libros que la Iglesia ha reconocido como inspirados por Dios y, en este sentido, es sinónimo de Sagradas Escrituras. El canon cristiano consiste en los 39 libros del Antiguo Testamento y los 27 libros del Nuevo Testamento, y se considera cerrado en el siglo I, lo cual significa que ya no puede haber más revelaciones que pasen a formar nuevas Escrituras sagradas.
La palabra viene del griego kanon, que significa vara, caña y por extensión un instrumento de medida, una regla o norma. Se aplica el término a la lista de libros normativos: el canon bíblico es el conjunto de los libros que la Iglesia ha reconocido como inspirados por Dios y, en este sentido, es sinónimo de Sagradas Escrituras. El canon cristiano consiste en los 39 libros del Antiguo Testamento y los 27 libros del Nuevo Testamento, y se considera cerrado en el siglo I, lo cual significa que ya no puede haber más revelaciones que pasen a formar nuevas Escrituras sagradas.
Cielo
El cielo (griego ouranos) es la morada de Dios y de quienes van allí, los salvos; es un lugar de eterna bienaventuranza. Las Escrituras implícitamente indican la existencia de tres cielos, ya que Pablo refiere haber sido tomado al "tercer cielo" (2 Cor. 12:2). Lógicamente, un tercer cielo no puede existir sin un primero y un segundo. Sin embargo, la Escritura no describe explícitamente los cielos primero y segundo. Es posible que el primero se refiera a la atmósfera, morada de las aves (Oseas 2:18) y nubes (Dan 7:13). El segundo cielo tal vez sea el de las luminarias celestes (Gén 1:14-18), y posiblemente la morada de seres espirituales, angélicos. El tercer cielo es la morada del Dios Trino. Su localización no ha sido revelada (Vea Mat. 23:34,37; Luc. 10:20 y Apoc. 21:2, 20-27).
Circuncisión
Una operación (note el derramamiento de sangre) que permitía la entrada en el Pacto en tiempos del A.T. Consistía en cortar el prepucio (piel que recubre el glande del pene). Fue instituida por Dios (Gén. 17:10-14) y se realizaba al octavo día del nacimiento (Luc. 1:59). Era una señal del Pacto que Dios hizo con Abraham (Gén. 17:12; Rom. 4:11). En el N.T. no se realiza como intervención quirúrgica física. En lugar de esto, se enseña la "circuncisión" de corazón del cristiano como símbolo de su actitud interior, en contraposición a una señal física (Rom. 2:29; Col. 2:11-12). Esta es la verdadera circuncisión (Rom. 2:29), de la cual la física era el tipo.
Una operación (note el derramamiento de sangre) que permitía la entrada en el Pacto en tiempos del A.T. Consistía en cortar el prepucio (piel que recubre el glande del pene). Fue instituida por Dios (Gén. 17:10-14) y se realizaba al octavo día del nacimiento (Luc. 1:59). Era una señal del Pacto que Dios hizo con Abraham (Gén. 17:12; Rom. 4:11). En el N.T. no se realiza como intervención quirúrgica física. En lugar de esto, se enseña la "circuncisión" de corazón del cristiano como símbolo de su actitud interior, en contraposición a una señal física (Rom. 2:29; Col. 2:11-12). Esta es la verdadera circuncisión (Rom. 2:29), de la cual la física era el tipo.
Comunión
No hay una definición específica del término en el N.T.. Sin embargo, somos llamados a la comunión unos con otros (1 Juan 1:3), con Jesús (1 Cor. 1:9), con el Padre (1 Juan 1:3), y con el Espíritu Santo (2 Cor. 13:14). La comunión implica compartir intereses, deseos, motivaciones, emociones y objetivos comunes. Requiere compartir tiempo en comunicarse, ocuparse uno de otro y realizar actividades conjuntas. La noción de comunión tiene una connotación de intimidad. Como cristianos, tenemos fraternidad ?calidad de hermanos- y por tanto comunión unos con otros debido a nuestra posición en Cristo, ya que todos somos redimidos y compartimos un conocimiento íntimo y personal de Jesús. Asimismo, compartimos una fe (Hechos 2:42), una esperanza (Heb. 11:39,40), y una necesidad (2 Cor. 8:1-15).
El término griego para comunión es (koinonia).
Un uso muy importante se refiere a compartir la Cena del Señor o eucaristía (1
Cor. 10:16).
Comunión Santa Cena
Es uno de los nombres de la Cena del Señor (Mat. 26:26-30; Mar 14:22-26; Luc.
22:14-20; 1 Cor. 1:23-26). Consiste en compartir el pan y la copa (Hechos
2:42,46; 1 Cor 10:16; 11:23-26) con acción de gracias (Luc. 22:17,19); de aquí
su nombre "eucaristía". Fue instituida originalmente por Jesús mismo
(Mat. 26:26-29) en la noche de la última cena de la Pascua. Dicha celebración
pascual era un acontecimiento anual que recordaba la ocasión en que el ángel de
la muerte que reclamó las vidas de los primogénitos de toda casa en Egipto,
"pasó por alto" las casas de los hebreos, marcadas con la sangre del
cordero cuyo sacrificio Dios ordenó (Exodo 12). La cena del Señor, comunión o
eucaristía reemplaza a la cena pascual con el "cuerpo y la sangre"
(Mar. 14:22-24) de Jesús, el Cordero de Dios. Ha de ser recibida solamente por
los creyentes (1 Cor. 11:23-28). (Para más detalles vea Juan 6:26-58 y 1 Cor.
11:27-34).
Condenación
Puede referirse tanto al acto de declarar culpable a un hacedor de maldad, como al consecuente castigo inflingido. Sin Jesús, todos quedamos condenados ante Dios no solamente por el pecado de Adán (Rom. 5:16-18) sino también por nuestro propio pecado (Mat. 12:37). Sin embargo, "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús ... porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte" (Rom. 8:1-2). Los cristianos han escapado a la condenación porque son perdonados en Cristo.
Puede referirse tanto al acto de declarar culpable a un hacedor de maldad, como al consecuente castigo inflingido. Sin Jesús, todos quedamos condenados ante Dios no solamente por el pecado de Adán (Rom. 5:16-18) sino también por nuestro propio pecado (Mat. 12:37). Sin embargo, "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús ... porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte" (Rom. 8:1-2). Los cristianos han escapado a la condenación porque son perdonados en Cristo.
Conversión
Indica la acción de volverse del mal hacia Dios. Dios convierte (Hechos 21:19) a los perdidos en salvos, a los no regenerados en regenerados. Esto se produce a través de la predicación del Evangelio (Rom. 10:14; 1 Cor. 15:1-4) y resulta en arrepentimiento (Hech. 26:20) y una nueva creación (2 Cor. 5:17). Hay una lista de los frutos de la conversión en Gál. 5:22-23.
Indica la acción de volverse del mal hacia Dios. Dios convierte (Hechos 21:19) a los perdidos en salvos, a los no regenerados en regenerados. Esto se produce a través de la predicación del Evangelio (Rom. 10:14; 1 Cor. 15:1-4) y resulta en arrepentimiento (Hech. 26:20) y una nueva creación (2 Cor. 5:17). Hay una lista de los frutos de la conversión en Gál. 5:22-23.
Convicción
Es la obra del Espíritu Santo, por la cual una persona es capaz de verse a sí misma como Dios la ve: culpable, mancillada, y totalmente incapaz de salvarse a sí misma (Juan 16:8). En un incrédulo, la convicción del Espíritu Santo revela la pecaminosidad y trae temor. En el creyente, la convicción del Espíritu Santo trae conciencia de pecado y resulta en su confesión y limpieza. Esta convicción el producida por el Espíritu Santo (Juan 16:8), el Evangelio (Hech. 2:37), la conciencia (Rom. 2:15), y la Ley (Santiago 2:9). La convicción de nuestros pecados nos lleva a la cruz. Nos muestra nuestra necesidad de perdón.
Es la obra del Espíritu Santo, por la cual una persona es capaz de verse a sí misma como Dios la ve: culpable, mancillada, y totalmente incapaz de salvarse a sí misma (Juan 16:8). En un incrédulo, la convicción del Espíritu Santo revela la pecaminosidad y trae temor. En el creyente, la convicción del Espíritu Santo trae conciencia de pecado y resulta en su confesión y limpieza. Esta convicción el producida por el Espíritu Santo (Juan 16:8), el Evangelio (Hech. 2:37), la conciencia (Rom. 2:15), y la Ley (Santiago 2:9). La convicción de nuestros pecados nos lleva a la cruz. Nos muestra nuestra necesidad de perdón.
Creación
La expresión "la creación" incluye todo cuanto existe, con excepción de Dios mismo. Esto comprende tanto cosas materiales como inmateriales, incluso el tiempo. Dios es el creador (Heb 11:3) y nosotros somos las criaturas. La distinción entre el Creador y las criaturas debe ser sostenida para permanecer humildemente en la relación adecuada con Dios. No somos Dios, no podemos crear en el sentido en que Dios creó (es decir, originando de la nada todo cuanto existe), y ni siquiera podemos salvarnos por nosotros mismos. Sólo Dios es Dios, sólo El puede crear, y sólo El puede salvar al hombre.
Cristiano
La palabra cristiano viene del griego jristianos , que a su vez proviene de jristos, "cristo" o "ungido". Por tanto, un cristiano es un seguidor de Cristo Jesús; la palabra se emplea como sinónimo de "discípulo". En la Biblia se emplea por primera vez el término "cristiano" en Hechos 11:26, donde dice: "A los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía". En esta ciudad de Siria (que no debe confundirse con Antioquía de Pisidia) había una iglesia muy dinámica, fundada por cristianos hebreos procedentes de Jerusalén y fortalecida por la predicación de Pablo y Bernabé, los cuales a su vez fueron luego comisionados como misioneros (Hech 11: 19-30; 13:1-3). La palabra "cristiano" se aplica a los discípulos de Jesús solamente en otros dos pasajes más del N.T.: Hechos 26:28 y 1 Pedro 4:16.
La palabra cristiano viene del griego jristianos , que a su vez proviene de jristos, "cristo" o "ungido". Por tanto, un cristiano es un seguidor de Cristo Jesús; la palabra se emplea como sinónimo de "discípulo". En la Biblia se emplea por primera vez el término "cristiano" en Hechos 11:26, donde dice: "A los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía". En esta ciudad de Siria (que no debe confundirse con Antioquía de Pisidia) había una iglesia muy dinámica, fundada por cristianos hebreos procedentes de Jerusalén y fortalecida por la predicación de Pablo y Bernabé, los cuales a su vez fueron luego comisionados como misioneros (Hech 11: 19-30; 13:1-3). La palabra "cristiano" se aplica a los discípulos de Jesús solamente en otros dos pasajes más del N.T.: Hechos 26:28 y 1 Pedro 4:16.
Cristo
La palabra "cristo" proviene del griego jristos y es un título, equivalente al término hebreo messiah , mesías, que significa "el ungido". Se aplica a Jesús como el ungido quien nos libra del pecado. En este sentido, solamente Jesús es propiamente el Cristo, tanto que el título se emplea hoy indistintamente como su nombre propio. Como Cristo, Mesías, o Ungido, Jesús tiene tres oficios: Profeta, Sacerdote y Rey. Como Profeta es el vocero de Dios (Mat. 5:27-28) y representante de Dios ante el hombre. Como Sacerdote, Jesús representa al hombre ante Dios, y restaura la comunión entre ambos por haberse ofrecido a Sí mismo como el sacrificio que quita el pecado de todos cuantos se salvan. Como Rey, El gobierna sobre Su pueblo, y se halla sobre toda criatura. En virtud de que Jesucristo creó todas las cosas (Juan 1:3; Col 1:16-17), y de su triunfo en la cruz, tiene el derecho de reinar.
Cristo vino a hacer la voluntad del Padre (Juan 6:38), a salvar a los pecadores
(Lucas 19:10), a cumplir el A.T. (Mat. 5:17), a destruir las obras de Satanás
(Heb. 2:14; 1 Juan 3:8), y a dar vida eterna (Juan 10:10,28). Cristo es santo
(Luc. 1:35), justo (Isa. 53:11), sin pecado (2 Cor. 5:21), humilde (Fil. 2:8),
y perdonador (Luc. 5:20: 7:40; 23:34).
Cristología
Es la rama de la teología que estudia la persona y la obra de Cristo Jesús, tal como éstas aparecen en la Biblia. Algunos de los temas específicos de estudio son: 1) Su divinidad, 2) Su encranación, 3) Sus oficios y títulos (vea Cristo), 4) Su sacrificio, 5) Su resurrección, 6) Su enseñanza, 7) Su relación con Dios y con el hombre y 8) Su retorno personal a la tierra.
Es la rama de la teología que estudia la persona y la obra de Cristo Jesús, tal como éstas aparecen en la Biblia. Algunos de los temas específicos de estudio son: 1) Su divinidad, 2) Su encranación, 3) Sus oficios y títulos (vea Cristo), 4) Su sacrificio, 5) Su resurrección, 6) Su enseñanza, 7) Su relación con Dios y con el hombre y 8) Su retorno personal a la tierra.
Deísmo
El deísmo es la creencia de que Dios existe pero no tiene ninguna actividad en sostener en el orden creado ni interviene en sus asuntos. Sostiene que Dios creó todas las cosas y puso al universo en movimiento según leyes naturales, que no requieren Su intervención activa y permanente. (Compare con Ateísmo, Agnosticismo, y Teísmo.
Demonio
Los demonios son ángeles (ver este término) caídos que ayudan a Satanás en la oposición a Dios. Los demonios son malignos (Luc 10:17,18), poderosos (Luc. 8:29), y se hallan bajo el poder de Satanás, su príncipe (Mat. 12:24-30). Ellos reconocieron a Cristo (Mar. 1:23,24) y pueden poseer a los no cristianos (Mat. 8:29). Al parecer, existe una jerarquía de fuerzas demoníacas (Efe. 6:12).
Depravación total
Los demonios son ángeles (ver este término) caídos que ayudan a Satanás en la oposición a Dios. Los demonios son malignos (Luc 10:17,18), poderosos (Luc. 8:29), y se hallan bajo el poder de Satanás, su príncipe (Mat. 12:24-30). Ellos reconocieron a Cristo (Mar. 1:23,24) y pueden poseer a los no cristianos (Mat. 8:29). Al parecer, existe una jerarquía de fuerzas demoníacas (Efe. 6:12).
Depravación total
La doctrina que describe la condición natural del hombre luego de la caída.
Debido a la trasgresión de Adán, toda su descendencia hereda una naturaleza
pecaminosa (depravada). El hombre está afectado por el pecado en todo su ser y
es por completo un pecador. Esto no significa que todo hombre sea tan malo como
podría ser, sino que está afectado por el pecado en todas las áreas de su vida:
cuerpo, mente, alma, emociones, inteligencia y voluntad. En este sentido, es
"totalmente depravado". Debido a que el hombre es depravado, nada
bueno puede provenir de él (Rom. 3:10-12) y para que se salve, Dios debe
imputarle la justicia de Cristo. Esta justicia sólo es alcanzable por la fe en
Cristo y Su obra en la cruz. La doctrina implica que, a causa de la
depravación, la voluntad del hombre no es completamente libre, sino que está
sujeta por sus tendencias pecaminosas. Esta doctrina es enfatizada por los
calvinistas y rechazada por los arminianos (vea Calvinismo y Arminianismo).
Dicotomía
La enseñanza de que un ser humano consta de dos partes: cuerpo y alma. El alma a veces se menciona asimismo como el espíritu (compare con tricotomía)
La enseñanza de que un ser humano consta de dos partes: cuerpo y alma. El alma a veces se menciona asimismo como el espíritu (compare con tricotomía)
Dios
El ser supremo, creador, sostenedor y soberano del universo. El es el creador de todas las cosas, (Isa. 44:24), el único Dios (Isa. 45:21,22; 46:9; 47:8). No ha habido dioses antes que El ni los habrá después de El (Isa. 43:10). Dios es Dios eternamente (Salmo 90:2). En Exodo 3:14 Dios reveló Su nombre a Su pueblo, tradicionalmente vertido al español como "Jehová". (vea Tetragrama) . El Dios verdadero subsiste eternamente en tres Personas, a saber, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (vea Trinidad). Dios conoce todas las cosas (1 Juan 3:20), está permanentemente en todas partes (omnipresencia: Salmo 139: 7-12) y puede hacerlo todo (Jer. 32:17,27), con excepción de aquellas que son contrarias a su naturaleza santa y perfecta: mentir, robar, engañar, dejar de cumplir sus promesas, y cosas semejantes.
Discípulo
La palabra proviene de la misma raíz que "disciplina" y se refiere a un alumno o seguidor de una religión, persona o movimiento. Como cristianos, debemos ser discípulos de Jesús (Luc. 14:26,27). En la Biblia, es la denominación más frecuente de los cristianos. Seguimos en la enseñanza que Jesucristo impartió y en el ejemplo que dio. Un discípulo es un convertido, pero no todos los convertidos son discípulos. Como discípulos, hemos de cargar nuestra cruz cada día (Mat. 16:24). Esto significa vivir por El y de ser necesario, morir por El (Mat. 16:25) y, desde luego, vivir vidas santas y sin mancha delante de El y de nuestro prójimo.
La palabra proviene de la misma raíz que "disciplina" y se refiere a un alumno o seguidor de una religión, persona o movimiento. Como cristianos, debemos ser discípulos de Jesús (Luc. 14:26,27). En la Biblia, es la denominación más frecuente de los cristianos. Seguimos en la enseñanza que Jesucristo impartió y en el ejemplo que dio. Un discípulo es un convertido, pero no todos los convertidos son discípulos. Como discípulos, hemos de cargar nuestra cruz cada día (Mat. 16:24). Esto significa vivir por El y de ser necesario, morir por El (Mat. 16:25) y, desde luego, vivir vidas santas y sin mancha delante de El y de nuestro prójimo.
Dispensación,
dispensacionismo
En la Biblia Anotada de Scofield se define una dispensación como "un
período de tiempo durante el cual el hombre es probado con respecto a alguna
revelación específica de la voluntad de Dios" (Ed. Española 1981, pág. 4,
nota a Gén. 1:27); en la Nueva Biblia Anotada de Scofield (NKJV Ed. 1989) se
precisa "es probado con respecto a
su obediencia a alguna revelación..." (cursivas mías). El
dispensacionismo es un sistema teológico que subraya que Dios ha empleado
diferentes medios de administración de Su voluntad y Su gracia en diferentes
períodos. Sin embargo, lo distintivo del dispensacionismo es que sostiene que
Israel como nación y la Iglesia como cuerpo de Cristo no forman un único pueblo
de Dios, sino dos pueblos con profecías, promesas y destinos diferentes. Según
Scofield hay siete dispensaciones: Inocencia, conciencia, gobierno civil,
promesa, ley, gracia y reino. Los dispensacionistas interpretan la Biblia sobre
la base de estas u otras supuestas dispensaciones. Debe notarse que en la
Biblia, la palabra "dispensación", que proviene del latín dispensare, distribuir,
traduce dos vocablos griegos, diakonia
o servicio (2 Cor 3:7-9) y oikonomia
o administración, comisión, encargo (1 Cor 9:17; Efesios 1:10; 3:9; Col. 1:25).
Nunca significa un "período de tiempo". Compare con Pacto.
Divinidad
La naturaleza o cualidad propia de Dios. Le pertenece solamente al Dios que los cristianos predican, es decir, a la santa Trinidad. Jesús es de naturaleza divina (Col. 2:9) como asimismo de naturaleza humana. (Vea Unión hipostática, Encarnación y Trinidad).
La naturaleza o cualidad propia de Dios. Le pertenece solamente al Dios que los cristianos predican, es decir, a la santa Trinidad. Jesús es de naturaleza divina (Col. 2:9) como asimismo de naturaleza humana. (Vea Unión hipostática, Encarnación y Trinidad).
Dones espirituales
Son
capacidades espirituales dadas por Dios con el propósito de edificar la
Iglesia. Todo cristiano tiene al menos un don espiritual (1 Cor. 7:7). En
diversas partes del N.T. se tratan y hay listas de dones: Rom. 12:6-8; 1 Cor.
12:4-11, 28-30; Efe. 4:7-12. A continuación hay una lista de dones dispuesta en
dos grupos. El primer grupo comprende dones que requieren una intervención
sobrenatural y son poseídos solamente por los cristianos. El segundo grupo
incluye dones que no requieren intervención sobrenatural, y pueden ser poseídos
tanto por cristianos como por no cristianos.
Un asunto
adicional y conflictivo es si los dones sobrenaturales están vigentes aún en la
actualidad. Nadie niega la persistencia de los dones de fe y salvación, ni de
los dones del segundo grupo. Sin embargo, algunos creen que ciertos dones
?hablar en lenguas e interpretarlas, hacer milagros, sanar sobrenaturalmente,
profetizar- cesaron con la muerte de los Apóstoles y el cierre del Canon del
N.T. (es decir, la conclusión de la Biblia), y que ya no se requieren para la
edificación de la Iglesia, el cuerpo de Cristo. (Efe. 4:12). Otros piensan que
estos dones están vigentes, aunque no necesariamente en el sentido en que lo
estuvieron en la era apostólica. Según esta opinión, los dones sobrenaturales
son dados al creyente como y cuando Dios decide que es beneficioso que se
manifiesten y empleen.
|
Romans 6:23
Rom. 12:6 Rom. 12:7 Rom. 12:7 Rom. 12:8 Rom. 12:8 Rom. 12:8 Rom. 12:8 |
1 Cor. 12:8 1 Cor. 12:8 1 Cor. 12:9 1 Cor. 12:9 1 Cor. 12:10 1 Cor. 12:10 1 Cor. 12:10 1 Cor. 12:10 1 Cor. 12:10 |
Deísmo
El deísmo es la creencia de que Dios existe pero no tiene ninguna actividad en sostener en el orden creado ni interviene en sus asuntos. Sostiene que Dios creó todas las cosas y puso al universo en movimiento según leyes naturales, que no requieren Su intervención activa y permanente. (Compare con Ateísmo, Agnosticismo, y Teísmo.
El deísmo es la creencia de que Dios existe pero no tiene ninguna actividad en sostener en el orden creado ni interviene en sus asuntos. Sostiene que Dios creó todas las cosas y puso al universo en movimiento según leyes naturales, que no requieren Su intervención activa y permanente. (Compare con Ateísmo, Agnosticismo, y Teísmo.
Demonio
Los demonios son ángeles (ver este término) caídos que ayudan a Satanás en la oposición a Dios. Los demonios son malignos (Luc 10:17,18), poderosos (Luc. 8:29), y se hallan bajo el poder de Satanás, su príncipe (Mat. 12:24-30). Ellos reconocieron a Cristo (Mar. 1:23,24) y pueden poseer a los no cristianos (Mat. 8:29). Al parecer, existe una jerarquía de fuerzas demoníacas (Efe. 6:12).
Los demonios son ángeles (ver este término) caídos que ayudan a Satanás en la oposición a Dios. Los demonios son malignos (Luc 10:17,18), poderosos (Luc. 8:29), y se hallan bajo el poder de Satanás, su príncipe (Mat. 12:24-30). Ellos reconocieron a Cristo (Mar. 1:23,24) y pueden poseer a los no cristianos (Mat. 8:29). Al parecer, existe una jerarquía de fuerzas demoníacas (Efe. 6:12).
Depravación total
La doctrina que describe la condición natural del hombre luego de la caída.
Debido a la trasgresión de Adán, toda su descendencia hereda una naturaleza
pecaminosa (depravada). El hombre está afectado por el pecado en todo su ser y
es por completo un pecador. Esto no significa que todo hombre sea tan malo como
podría ser, sino que está afectado por el pecado en todas las áreas de su vida:
cuerpo, mente, alma, emociones, inteligencia y voluntad. En este sentido, es
"totalmente depravado". Debido a que el hombre es depravado, nada
bueno puede provenir de él (Rom. 3:10-12) y para que se salve, Dios debe
imputarle la justicia de Cristo. Esta justicia sólo es alcanzable por la fe en
Cristo y Su obra en la cruz. La doctrina implica que, a causa de la
depravación, la voluntad del hombre no es completamente libre, sino que está
sujeta por sus tendencias pecaminosas. Esta doctrina es enfatizada por los
calvinistas y rechazada por los arminianos (vea Calvinismo y Arminianismo).
Dicotomía
La enseñanza de que un ser humano consta de dos partes: cuerpo y alma. El alma a veces se menciona asimismo como el espíritu (compare con tricotomía)
La enseñanza de que un ser humano consta de dos partes: cuerpo y alma. El alma a veces se menciona asimismo como el espíritu (compare con tricotomía)
Dios
El ser supremo, creador, sostenedor y soberano del universo. El es el creador de todas las cosas, (Isa. 44:24), el único Dios (Isa. 45:21,22; 46:9; 47:8). No ha habido dioses antes que El ni los habrá después de El (Isa. 43:10). Dios es Dios eternamente (Salmo 90:2). En Exodo 3:14 Dios reveló Su nombre a Su pueblo, tradicionalmente vertido al español como "Jehová". (vea Tetragrama) . El Dios verdadero subsiste eternamente en tres Personas, a saber, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (vea Trinidad). Dios conoce todas las cosas (1 Juan 3:20), está permanentemente en todas partes (omnipresencia: Salmo 139: 7-12) y puede hacerlo todo (Jer. 32:17,27), con excepción de aquellas que son contrarias a su naturaleza santa y perfecta: mentir, robar, engañar, dejar de cumplir sus promesas, y cosas semejantes.
Discípulo
La palabra proviene de la misma raíz que "disciplina" y se refiere a un alumno o seguidor de una religión, persona o movimiento. Como cristianos, debemos ser discípulos de Jesús (Luc. 14:26,27). En la Biblia, es la denominación más frecuente de los cristianos. Seguimos en la enseñanza que Jesucristo impartió y en el ejemplo que dio. Un discípulo es un convertido, pero no todos los convertidos son discípulos. Como discípulos, hemos de cargar nuestra cruz cada día (Mat. 16:24). Esto significa vivir por El y de ser necesario, morir por El (Mat. 16:25) y, desde luego, vivir vidas santas y sin mancha delante de El y de nuestro prójimo.
La palabra proviene de la misma raíz que "disciplina" y se refiere a un alumno o seguidor de una religión, persona o movimiento. Como cristianos, debemos ser discípulos de Jesús (Luc. 14:26,27). En la Biblia, es la denominación más frecuente de los cristianos. Seguimos en la enseñanza que Jesucristo impartió y en el ejemplo que dio. Un discípulo es un convertido, pero no todos los convertidos son discípulos. Como discípulos, hemos de cargar nuestra cruz cada día (Mat. 16:24). Esto significa vivir por El y de ser necesario, morir por El (Mat. 16:25) y, desde luego, vivir vidas santas y sin mancha delante de El y de nuestro prójimo.
Dispensación,
dispensacionismo
En la Biblia Anotada de Scofield se define una dispensación como "un
período de tiempo durante el cual el hombre es probado con respecto a alguna
revelación específica de la voluntad de Dios" (Ed. Española 1981, pág. 4,
nota a Gén. 1:27); en la Nueva Biblia Anotada de Scofield (NKJV Ed. 1989) se
precisa "es probado con respecto a
su obediencia a alguna revelación..." (cursivas mías). El
dispensacionismo es un sistema teológico que subraya que Dios ha empleado
diferentes medios de administración de Su voluntad y Su gracia en diferentes
períodos. Sin embargo, lo distintivo del dispensacionismo es que sostiene que
Israel como nación y la Iglesia como cuerpo de Cristo no forman un único pueblo
de Dios, sino dos pueblos con profecías, promesas y destinos diferentes. Según
Scofield hay siete dispensaciones: Inocencia, conciencia, gobierno civil,
promesa, ley, gracia y reino. Los dispensacionistas interpretan la Biblia sobre
la base de estas u otras supuestas dispensaciones. Debe notarse que en la
Biblia, la palabra "dispensación", que proviene del latín dispensare, distribuir,
traduce dos vocablos griegos, diakonia
o servicio (2 Cor 3:7-9) y oikonomia
o administración, comisión, encargo (1 Cor 9:17; Efesios 1:10; 3:9; Col. 1:25).
Nunca significa un "período de tiempo". Compare con Pacto.
Divinidad
La naturaleza o cualidad propia de Dios. Le pertenece solamente al Dios que los cristianos predican, es decir, a la santa Trinidad. Jesús es de naturaleza divina (Col. 2:9) como asimismo de naturaleza humana. (Vea Unión hipostática, Encarnación y Trinidad).
La naturaleza o cualidad propia de Dios. Le pertenece solamente al Dios que los cristianos predican, es decir, a la santa Trinidad. Jesús es de naturaleza divina (Col. 2:9) como asimismo de naturaleza humana. (Vea Unión hipostática, Encarnación y Trinidad).
Dones espirituales
Son capacidades espirituales dadas por Dios con el propósito de edificar la
Iglesia. Todo cristiano tiene al menos un don espiritual (1 Cor. 7:7). En
diversas partes del N.T. se tratan y hay listas de dones: Rom. 12:6-8; 1 Cor.
12:4-11, 28-30; Efe. 4:7-12. A continuación hay una lista de dones dispuesta en
dos grupos. El primer grupo comprende dones que requieren una intervención
sobrenatural y son poseídos solamente por los cristianos. El segundo grupo
incluye dones que no requieren intervención sobrenatural, y pueden ser poseídos
tanto por cristianos como por no cristianos.
Un asunto adicional y conflictivo es si los dones sobrenaturales están vigentes aún en la actualidad. Nadie niega la persistencia de los dones de fe y salvación, ni de los dones del segundo grupo. Sin embargo, algunos creen que ciertos dones ? hablar en lenguas e interpretarlas, hacer milagros, sanar sobrenaturalmente, profetizar- cesaron con la muerte de los Apóstoles y el cierre del Canon del N.T. (es decir, la conclusión de la Biblia), y que ya no se requieren para la edificación de la Iglesia, el cuerpo de Cristo. (Efe. 4:12). Otros piensan que estos dones están vigentes, aunque no necesariamente en el sentido en que lo estuvieron en la era apostólica. Según esta opinión, los dones sobrenaturales son dados al creyente como y cuando Dios decide que es beneficioso que se manifiesten y empleen.
Dones
espirituales
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||
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Romans 6:23
Rom. 12:6 Rom. 12:7 Rom. 12:7 Rom. 12:8 Rom. 12:8 Rom. 12:8 Rom. 12:8 |
E -
G
Edificar
Significa construir. En el contexto cristiano se refiere a fortalecer o ser fortalecido en la relación con Dios, en el andar cristiano y en santidad. Como cristianos, hemos de cuidar que "todo se haga para edificación" (1 Cor. 14:26, Biblia de las Américas). Somos edificados por la Palabra de Dios (Hechos 20:32) y por el amor (1 Cor. 8:1). (Vea también Rom. 14:19; Efe. 4:29 y 1 Cor. 3:1-4; Sant. 4:1-6).
Significa construir. En el contexto cristiano se refiere a fortalecer o ser fortalecido en la relación con Dios, en el andar cristiano y en santidad. Como cristianos, hemos de cuidar que "todo se haga para edificación" (1 Cor. 14:26, Biblia de las Américas). Somos edificados por la Palabra de Dios (Hechos 20:32) y por el amor (1 Cor. 8:1). (Vea también Rom. 14:19; Efe. 4:29 y 1 Cor. 3:1-4; Sant. 4:1-6).
Eficacia
Capacidad para producir un resultado. La expiación de Cristo fue eficaz, ya que produjo como resultado el perdón de los pecados de los elegidos (los que creen en Jesucristo. La expiación es la gracia eficaz en acción.
Capacidad para producir un resultado. La expiación de Cristo fue eficaz, ya que produjo como resultado el perdón de los pecados de los elegidos (los que creen en Jesucristo. La expiación es la gracia eficaz en acción.
Elección,
Elegidos
Los elegidos son aquellos llamados por Dios para salvación. Esta elección
ocurrió antes de la fundación del mundo (Efe. 1:4), y es conforme a la voluntad
de Dios, no a la del hombre (Rom. 8:29-30; 9:6-23) porque Dios es soberano
(Rom. 9:11-16). La doctrina de la elección es enfatizada por los calvinistas,
quienes asimismo sostienen la doctrina de la predestinación.
Encarnación
Puede definirse como la adición de una naturaleza humana a la naturaleza divina
de la segunda Persona de la Trinidad; es el acto por el cual Dios, sin dejar de
ser Dios, se hizo hombre (Juan 1:1,14; Fil. 2:5-8). Fue obrado por el Padre con
el poder del Espíritu Santo (Mat. 1:18; Luc. 1: 26-37). Fue una decisión
voluntaria y deliberada de Jesús, que se humilló a Sí mismo para poder morir
por nuestros pecados (1 Ped. 3:18). Por tanto, Jesús tiene dos naturalezas: la
divina y la humana. Esto se conoce técnicamente como Unión hipostática.
La doctrina es de vital importancia para el cristiano. En ella comprendemos la
verdadera naturaleza de Dios, la expiación, el perdón, la gracia, etc.
Solamente Dios podía pagar por nuestros pecados; por tanto, Dios se hizo hombre
(Juan 1:1,14) para morir por nuestros pecados (1 Ped. 2:24) , lo cual es la
obra de expiación. A través de Jesús obtenemos el perdón de nuestros pecados.
Ya que somos salvados por gracia a través de la fe (Efe. 2:8-9), es esencial
que el objeto de nuestra fe sea el correcto. La doctrina de la encarnación
asegura que esto sea posible, pues nos hace saber que Jesús, a la vez Dios y
hombre, murió en la cruz para expiar el pecado del mundo y el mismo Jesús está
ahora en el cielo como mediador entre Dios y nosotros (1 Tim. 2:5).
Jesús vino, se encarnó, para revelar al Padre (Mat. 11:27; Luc 10:22), para
hacer la voluntad del Padre (Heb. 10:5-9), para cumplir las profecías (Luc.
4:17-21), para reconciliar al mundo con Dios (2 Cor. 5:18-21), y para llegar a
ser nuestro Sumo sacerdote (Heb. 7:24-28).
Escatología
Del griego esjatos, último. Es la rama de la teología que estudia las enseñanzas bíblicas concernientes al final de los tiempos, en particular del período relacionado con la Parusía o segunda venida de Jesucristo y los acontecimientos relacionados. Entre los temas escatológicos están el milenio, la atadura de Satanás, la tribulación, los dos Testigos, el Anticristo, la batalla de Armagedón, la resurrección de los muertos, el rapto de la iglesia, el juicio final y los nuevos cielos y tierra. Entre los capítulos predominantemente escatológicos del N.T. están Mateo 24, Marcos 13, Lucas 17 y 21, 1 Corintios 15, 1 Tesalonicenses 4-5, 2 Tes 1-2 y 2 Pedro 3. En una u otra forma, la mayoría de los libros de la Biblia tratan con temas relacionados con el fin de los tiempos; pero algunos tienen mayor énfasis escatológico que otros, entre ellos Daniel, Ezequiel, Isaías, Joel, Zacarías, Mateo, Marcos, Lucas, 2 Tesalonicenses, y desde luego, Apocalipsis. (vea Amilenarismo y Premilenarismo).
Escatología
Del griego esjatos, último. Es la rama de la teología que estudia las enseñanzas bíblicas concernientes al final de los tiempos, en particular del período relacionado con la Parusía o segunda venida de Jesucristo y los acontecimientos relacionados. Entre los temas escatológicos están el milenio, la atadura de Satanás, la tribulación, los dos Testigos, el Anticristo, la batalla de Armagedón, la resurrección de los muertos, el rapto de la iglesia, el juicio final y los nuevos cielos y tierra. Entre los capítulos predominantemente escatológicos del N.T. están Mateo 24, Marcos 13, Lucas 17 y 21, 1 Corintios 15, 1 Tesalonicenses 4-5, 2 Tes 1-2 y 2 Pedro 3. En una u otra forma, la mayoría de los libros de la Biblia tratan con temas relacionados con el fin de los tiempos; pero algunos tienen mayor énfasis escatológico que otros, entre ellos Daniel, Ezequiel, Isaías, Joel, Zacarías, Mateo, Marcos, Lucas, 2 Tesalonicenses, y desde luego, Apocalipsis. (vea Amilenarismo y Premilenarismo).
Escrituras
El término es un sinónimo de la Biblia; por tanto, se refiere, en sentido cristiano, al conjunto de los 39 libros del A.T. y los 27 libros del N.T. Cada uno de ellos es inspirado, libre de error, y completamente exacto en los temas que trata. La Biblia completa, aunque escrita por muchos autores humanos a lo largo de centurias, es completamente coherente y armónica en todas sus enseñanzas; esto se debe a que toda la Biblia fue inspirada por Dios (2 Tim. 3:16).
Espíritu Santo
El
Espíritu Santo es la tercera Persona del Dios Trino. Es absolutamente Dios. Es
llamado Dios (Hech 5:3-4), tiene voluntad (1 Cor 12:11) y conoce todas las
cosas (Juan 14:17), aún los más profundos misterios de Dios, los cuales revela
a los creyentes (1 Cor 2:10-16). El Espíritu Santo no es una simple
"fuerza" o un "poder", como erróneamente enseñan los
Testigos de Jehová. Es vivo, plena , completamente divino. Se lo llama el
Espíritu de Dios (Gén. 1:2), el Espíritu Santo (Sal. 51:11), el Ayudador (Juan
14:16,26), y el Espíritu eterno (Heb. 9:14). Conoce todas las cosas (1 Cor.
2:10,11), es todopoderoso (Luc. 1:35), y está en todas partes (Sal. 139:7-13).
Vea Trinidad y Espíritu Santo.
Evangelio
El término es una transliteración del griego euaggelion , que significa "buena noticia". Es la buena noticia del perdón de los pecados y la reconciliación con Dios a través de Jesucristo. Pablo da la siguiente descripción en 1 Corintios 15:1-4: "Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual, asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras..."
El Evangelio proviene de Dios(Gál. 1:10-12), es el poder de Dios para salvación de todo el que cree (Rom. 1:16), es un misterio ahora revelado (Efe. 6:19), y es una fuente de esperanza (Col. 1:23), fe (Hech. 15:7), vida (1 Cor. 4:15), y paz (Efe. 6:15).
Eutiquianismo
La doctrina errónea de Eutiques ( 378-454) abad de un monasterio en Constantinopla. Es similar al monofisistismo. Sostiene que las naturalezas divina y humana de Jesucristo estaban de tal manera imbricadas ?en cierto sentido confundidas entre sí- hasta hacerse indistinguibles. Como resultado, Cristo no sería verdaderamente capaz de relacionarse e identificarse plenamente con nosotros; no sería verdadera y plenamente divino ni humano. Por tanto, sería incapaz de actuar como el perfecto mediador entre Dios y el hombre, o de expiar realmente por nuestros pecados. (vea también Unión hipostática, que es la doctrina correcta sobre las dos naturalezas de Jesús, y los errores sobre las dichas naturalezas del Nestorianismo y del Monofisismo).
Evolución
La palabra viene del latín evolvere, desarrollarse, y básicamente se refiere a cualquier proceso de cambio en el tiempo. En sentido biológico, se refiere a una teoría que propone un mecanismo para la diversificación de la vida, a partir de organismos unicelulares, mediante un proceso impulsado por una combinación de cambios genéticos al azar y la selección mediante procesos naturales de los cambios más favorables para la supervivencia y la reproducción de cada especie, a lo largo de miles de millones de años. En esta forma, a veces llamada "de la supervivencia de los más aptos" fue propuesta por Charles Darwin en su obra El origen de las especies (1859). Aunque Darwin no se ocupó seriamente del problema del origen de la vida (sino de sus transformaciones), sus defensores modernos generalmente sostienen que los primeros organismos vivos se originaron a partir de materiales inorgánicos por procesos desconocidos.
La palabra viene del latín evolvere, desarrollarse, y básicamente se refiere a cualquier proceso de cambio en el tiempo. En sentido biológico, se refiere a una teoría que propone un mecanismo para la diversificación de la vida, a partir de organismos unicelulares, mediante un proceso impulsado por una combinación de cambios genéticos al azar y la selección mediante procesos naturales de los cambios más favorables para la supervivencia y la reproducción de cada especie, a lo largo de miles de millones de años. En esta forma, a veces llamada "de la supervivencia de los más aptos" fue propuesta por Charles Darwin en su obra El origen de las especies (1859). Aunque Darwin no se ocupó seriamente del problema del origen de la vida (sino de sus transformaciones), sus defensores modernos generalmente sostienen que los primeros organismos vivos se originaron a partir de materiales inorgánicos por procesos desconocidos.
Las Escrituras no hablan del origen de la vida como un proceso evolutivo, sino
que parecen negar la teoría al afirmar que Dios creó todas las cosas (Gén. 1).
Para más información, vea Evolución
Expiación
Es la cancelación del pecado. La expiación y la propiciación son similares, pero la expiación carece de la connotación de tratar con la ira de Dios, de aplacarla a través de un sacrificio. En general, la propiciación es más amplia: cancela el pecado y aplaca la justa ira de Dios. La expiación es solamente la cancelación del pecado. Jesús fue nuestra propiciación (1 Juan 2:2; 4:10 - "propiciación" en Reina-Valera y Biblia de las Américas; "sacrificio por nuestros pecados" en la Nueva Versión Internacional) .
Es la cancelación del pecado. La expiación y la propiciación son similares, pero la expiación carece de la connotación de tratar con la ira de Dios, de aplacarla a través de un sacrificio. En general, la propiciación es más amplia: cancela el pecado y aplaca la justa ira de Dios. La expiación es solamente la cancelación del pecado. Jesús fue nuestra propiciación (1 Juan 2:2; 4:10 - "propiciación" en Reina-Valera y Biblia de las Américas; "sacrificio por nuestros pecados" en la Nueva Versión Internacional) .
Fe
La palabra fe (del latín fides, creer, confiar) se utiliza en la Biblia con dos sentidos principales. En el primero, es sinónimo de confianza firme: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Heb. 11:1). Como tal, es un don de Dios (Rom. 12:3) y viene por el oír la Palabra de Dios (Rom. 10:17). La fe es el medio por el cual la gracia de Dios es otorgada al creyente que confía en la obra de Jesús en la cruz (Efe. 2:8). Sin fe es imposible agradar a Dios (Heb. 11:6). Es por fe que vivimos nuestra vida de cristianos, "El justo vivirá por la fe" (Hab. 2:4; Rom. 1:17). En el segundo sentido, fe es sinónimo de doctrina, o conjunto de verdades históricas y conceptuales que configuran la fe cristiana: "me ha sido necesario escribiros para exhortaros a que contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los santos" (Jud. 3).
La palabra fe (del latín fides, creer, confiar) se utiliza en la Biblia con dos sentidos principales. En el primero, es sinónimo de confianza firme: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Heb. 11:1). Como tal, es un don de Dios (Rom. 12:3) y viene por el oír la Palabra de Dios (Rom. 10:17). La fe es el medio por el cual la gracia de Dios es otorgada al creyente que confía en la obra de Jesús en la cruz (Efe. 2:8). Sin fe es imposible agradar a Dios (Heb. 11:6). Es por fe que vivimos nuestra vida de cristianos, "El justo vivirá por la fe" (Hab. 2:4; Rom. 1:17). En el segundo sentido, fe es sinónimo de doctrina, o conjunto de verdades históricas y conceptuales que configuran la fe cristiana: "me ha sido necesario escribiros para exhortaros a que contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los santos" (Jud. 3).
Glorificación
Es un estado de suma exaltación y perfección. Jesús resucitó con un cuerpo glorioso. Los creyentes difuntos serán glorificados en la resurrección, y al mismo tiempo los creyentes que estén aún vivos cuando el Señor vuelva serán instantáneamente glorificados (1 Tes 4:13-17; 1 Cor 15: 35-54).. Los creyentes glorificados poseerán un cuerpo incorruptible, y ya no tendrán naturaleza pecaminosa, necesidad de comer o beber, ni estarán sujetos a la muerte (Rom. 8:30).
Gracia
La gracia puede definirse como el favor inmerecido, aquello que se otorga sin mérito por parte del que lo recibe. La gracia de Dios es Su libre acción para beneficio de toda la creación en general (gracia común o providencia) y de los creyentes para la salvación (gracia especial o salvífica). Se distingue de la Justicia y de la Misericordia. La justicia consiste en recibir lo que se merece; la misericordia, en no recibir lo que se merece. Por medio de la gracia salvífica recibimos la vida eterna, algo que obviamente no merecemos. Pero debido al amor y la ternura de Dios manifestadas en Jesús crucificado, recibimos la gran bendición de nuestra redención.
La gracia es el Gran Regalo Aportado por Cristo e Inmerecidamente
Apropiado por nosotros. La gracia salvífica no requiere, y de hecho
descarta, todo mérito humano. Es debida a Dios y dada por El, debido a quién es
El, y no a quienes somos nosotros. Es el medio de nuestra salvación (Efe.
2:8-9). Ya no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia de Dios (Rom. 6:14). Vea
también Hech. 15:11; Rom. 5:2,15-20; 2 Cor. 9:8; 12:9 .
Gracia común
Esta expresión se refiere a la gracia de Dios dada a la creación en su conjunto. Dios aún permite que el sol brille sobre todos, salvos y no salvos. El los alimenta, les permite trabajar y tener gozo. Es esta gracia común de Dios lo que "restringe" la ira de Dios por ahora. Se contrapone a la "gracia especial", por la cual Dios otorga a los creyentes la salvación.
E -
G
Edificar
Significa construir. En el contexto cristiano se refiere a fortalecer o ser fortalecido en la relación con Dios, en el andar cristiano y en santidad. Como cristianos, hemos de cuidar que "todo se haga para edificación" (1 Cor. 14:26, Biblia de las Américas). Somos edificados por la Palabra de Dios (Hechos 20:32) y por el amor (1 Cor. 8:1). (Vea también Rom. 14:19; Efe. 4:29 y 1 Cor. 3:1-4; Sant. 4:1-6).
Significa construir. En el contexto cristiano se refiere a fortalecer o ser fortalecido en la relación con Dios, en el andar cristiano y en santidad. Como cristianos, hemos de cuidar que "todo se haga para edificación" (1 Cor. 14:26, Biblia de las Américas). Somos edificados por la Palabra de Dios (Hechos 20:32) y por el amor (1 Cor. 8:1). (Vea también Rom. 14:19; Efe. 4:29 y 1 Cor. 3:1-4; Sant. 4:1-6).
Eficacia
Capacidad para producir un resultado. La expiación de Cristo fue eficaz, ya que produjo como resultado el perdón de los pecados de los elegidos (los que creen en Jesucristo. La expiación es la gracia eficaz en acción.
Capacidad para producir un resultado. La expiación de Cristo fue eficaz, ya que produjo como resultado el perdón de los pecados de los elegidos (los que creen en Jesucristo. La expiación es la gracia eficaz en acción.
Elección,
Elegidos
Los elegidos son aquellos llamados por Dios para salvación. Esta elección
ocurrió antes de la fundación del mundo (Efe. 1:4), y es conforme a la voluntad
de Dios, no a la del hombre (Rom. 8:29-30; 9:6-23) porque Dios es soberano
(Rom. 9:11-16). La doctrina de la elección es enfatizada por los calvinistas,
quienes asimismo sostienen la doctrina de la predestinación.
Encarnación
Puede definirse como la adición de una naturaleza humana a la naturaleza divina de la segunda Persona de la Trinidad; es el acto por el cual Dios, sin dejar de ser Dios, se hizo hombre (Juan 1:1,14; Fil. 2:5-8). Fue obrado por el Padre con el poder del Espíritu Santo (Mat. 1:18; Luc. 1: 26-37). Fue una decisión voluntaria y deliberada de Jesús, que se humilló a Sí mismo para poder morir por nuestros pecados (1 Ped. 3:18). Por tanto, Jesús tiene dos naturalezas: la divina y la humana. Esto se conoce técnicamente como Unión hipostática.
La doctrina es de vital importancia para el cristiano. En ella comprendemos la
verdadera naturaleza de Dios, la expiación, el perdón, la gracia, etc.
Solamente Dios podía pagar por nuestros pecados; por tanto, Dios se hizo hombre
(Juan 1:1,14) para morir por nuestros pecados (1 Ped. 2:24) , lo cual es la
obra de expiación. A través de Jesús obtenemos el perdón de nuestros pecados.
Ya que somos salvados por gracia a través de la fe (Efe. 2:8-9), es esencial
que el objeto de nuestra fe sea el correcto. La doctrina de la encarnación
asegura que esto sea posible, pues nos hace saber que Jesús, a la vez Dios y
hombre, murió en la cruz para expiar el pecado del mundo y el mismo Jesús está
ahora en el cielo como mediador entre Dios y nosotros (1 Tim. 2:5).
Jesús vino, se encarnó, para revelar al Padre (Mat. 11:27; Luc 10:22), para
hacer la voluntad del Padre (Heb. 10:5-9), para cumplir las profecías (Luc.
4:17-21), para reconciliar al mundo con Dios (2 Cor. 5:18-21), y para llegar a
ser nuestro Sumo sacerdote (Heb. 7:24-28).
Escatología
Del griego esjatos, último. Es la rama de la teología que estudia las enseñanzas bíblicas concernientes al final de los tiempos, en particular del período relacionado con la Parusía o segunda venida de Jesucristo y los acontecimientos relacionados. Entre los temas escatológicos están el milenio, la atadura de Satanás, la tribulación, los dos Testigos, el Anticristo, la batalla de Armagedón, la resurrección de los muertos, el rapto de la iglesia, el juicio final y los nuevos cielos y tierra. Entre los capítulos predominantemente escatológicos del N.T. están Mateo 24, Marcos 13, Lucas 17 y 21, 1 Corintios 15, 1 Tesalonicenses 4-5, 2 Tes 1-2 y 2 Pedro 3. En una u otra forma, la mayoría de los libros de la Biblia tratan con temas relacionados con el fin de los tiempos; pero algunos tienen mayor énfasis escatológico que otros, entre ellos Daniel, Ezequiel, Isaías, Joel, Zacarías, Mateo, Marcos, Lucas, 2 Tesalonicenses, y desde luego, Apocalipsis. (vea Amilenarismo y Premilenarismo).
Escatología
Del griego esjatos, último. Es la rama de la teología que estudia las enseñanzas bíblicas concernientes al final de los tiempos, en particular del período relacionado con la Parusía o segunda venida de Jesucristo y los acontecimientos relacionados. Entre los temas escatológicos están el milenio, la atadura de Satanás, la tribulación, los dos Testigos, el Anticristo, la batalla de Armagedón, la resurrección de los muertos, el rapto de la iglesia, el juicio final y los nuevos cielos y tierra. Entre los capítulos predominantemente escatológicos del N.T. están Mateo 24, Marcos 13, Lucas 17 y 21, 1 Corintios 15, 1 Tesalonicenses 4-5, 2 Tes 1-2 y 2 Pedro 3. En una u otra forma, la mayoría de los libros de la Biblia tratan con temas relacionados con el fin de los tiempos; pero algunos tienen mayor énfasis escatológico que otros, entre ellos Daniel, Ezequiel, Isaías, Joel, Zacarías, Mateo, Marcos, Lucas, 2 Tesalonicenses, y desde luego, Apocalipsis. (vea Amilenarismo y Premilenarismo).
Escrituras
El término es un sinónimo de la Biblia; por tanto, se refiere, en sentido cristiano, al conjunto de los 39 libros del A.T. y los 27 libros del N.T. Cada uno de ellos es inspirado, libre de error, y completamente exacto en los temas que trata. La Biblia completa, aunque escrita por muchos autores humanos a lo largo de centurias, es completamente coherente y armónica en todas sus enseñanzas; esto se debe a que toda la Biblia fue inspirada por Dios (2 Tim. 3:16).
Espíritu Santo
El Espíritu Santo es la tercera Persona del Dios Trino. Es absolutamente Dios.
Es llamado Dios (Hech 5:3-4), tiene voluntad (1 Cor 12:11) y conoce todas las
cosas (Juan 14:17), aún los más profundos misterios de Dios, los cuales revela
a los creyentes (1 Cor 2:10-16). El Espíritu Santo no es una simple
"fuerza" o un "poder", como erróneamente enseñan los
Testigos de Jehová. Es vivo, plena , completamente divino. Se lo llama el
Espíritu de Dios (Gén. 1:2), el Espíritu Santo (Sal. 51:11), el Ayudador (Juan
14:16,26), y el Espíritu eterno (Heb. 9:14). Conoce todas las cosas (1 Cor.
2:10,11), es todopoderoso (Luc. 1:35), y está en todas partes (Sal. 139:7-13).
Vea Trinidad y Espíritu Santo.
Evangelio
El término es una transliteración del griego euaggelion , que significa "buena noticia". Es la buena noticia del perdón de los pecados y la reconciliación con Dios a través de Jesucristo. Pablo da la siguiente descripción en 1 Corintios 15:1-4: "Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual, asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras..."
El Evangelio proviene de Dios(Gál. 1:10-12), es el poder de Dios para salvación de todo el que cree (Rom. 1:16), es un misterio ahora revelado (Efe. 6:19), y es una fuente de esperanza (Col. 1:23), fe (Hech. 15:7), vida (1 Cor. 4:15), y paz (Efe. 6:15).
Eutiquianismo
La doctrina errónea de Eutiques ( 378-454) abad de un monasterio en Constantinopla. Es similar al monofisistismo. Sostiene que las naturalezas divina y humana de Jesucristo estaban de tal manera imbricadas ?en cierto sentido confundidas entre sí- hasta hacerse indistinguibles. Como resultado, Cristo no sería verdaderamente capaz de relacionarse e identificarse plenamente con nosotros; no sería verdadera y plenamente divino ni humano. Por tanto, sería incapaz de actuar como el perfecto mediador entre Dios y el hombre, o de expiar realmente por nuestros pecados. (vea también Unión hipostática, que es la doctrina correcta sobre las dos naturalezas de Jesús, y los errores sobre las dichas naturalezas del Nestorianismo y del Monofisismo).
Evolución
La palabra viene del latín evolvere, desarrollarse, y básicamente se refiere a cualquier proceso de cambio en el tiempo. En sentido biológico, se refiere a una teoría que propone un mecanismo para la diversificación de la vida, a partir de organismos unicelulares, mediante un proceso impulsado por una combinación de cambios genéticos al azar y la selección mediante procesos naturales de los cambios más favorables para la supervivencia y la reproducción de cada especie, a lo largo de miles de millones de años. En esta forma, a veces llamada "de la supervivencia de los más aptos" fue propuesta por Charles Darwin en su obra El origen de las especies (1859). Aunque Darwin no se ocupó seriamente del problema del origen de la vida (sino de sus transformaciones), sus defensores modernos generalmente sostienen que los primeros organismos vivos se originaron a partir de materiales inorgánicos por procesos desconocidos.
La palabra viene del latín evolvere, desarrollarse, y básicamente se refiere a cualquier proceso de cambio en el tiempo. En sentido biológico, se refiere a una teoría que propone un mecanismo para la diversificación de la vida, a partir de organismos unicelulares, mediante un proceso impulsado por una combinación de cambios genéticos al azar y la selección mediante procesos naturales de los cambios más favorables para la supervivencia y la reproducción de cada especie, a lo largo de miles de millones de años. En esta forma, a veces llamada "de la supervivencia de los más aptos" fue propuesta por Charles Darwin en su obra El origen de las especies (1859). Aunque Darwin no se ocupó seriamente del problema del origen de la vida (sino de sus transformaciones), sus defensores modernos generalmente sostienen que los primeros organismos vivos se originaron a partir de materiales inorgánicos por procesos desconocidos.
Las Escrituras no hablan del origen de la vida como un proceso evolutivo, sino
que parecen negar la teoría al afirmar que Dios creó todas las cosas (Gén. 1).
Para más información, vea Evolución
Expiación
Es la cancelación del pecado. La expiación y la propiciación son similares, pero la expiación carece de la connotación de tratar con la ira de Dios, de aplacarla a través de un sacrificio. En general, la propiciación es más amplia: cancela el pecado y aplaca la justa ira de Dios. La expiación es solamente la cancelación del pecado. Jesús fue nuestra propiciación (1 Juan 2:2; 4:10 - "propiciación" en Reina-Valera y Biblia de las Américas; "sacrificio por nuestros pecados" en la Nueva Versión Internacional) .
Es la cancelación del pecado. La expiación y la propiciación son similares, pero la expiación carece de la connotación de tratar con la ira de Dios, de aplacarla a través de un sacrificio. En general, la propiciación es más amplia: cancela el pecado y aplaca la justa ira de Dios. La expiación es solamente la cancelación del pecado. Jesús fue nuestra propiciación (1 Juan 2:2; 4:10 - "propiciación" en Reina-Valera y Biblia de las Américas; "sacrificio por nuestros pecados" en la Nueva Versión Internacional) .
Fe
La palabra fe (del latín fides, creer, confiar) se utiliza en la Biblia con dos sentidos principales. En el primero, es sinónimo de confianza firme: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Heb. 11:1). Como tal, es un don de Dios (Rom. 12:3) y viene por el oír la Palabra de Dios (Rom. 10:17). La fe es el medio por el cual la gracia de Dios es otorgada al creyente que confía en la obra de Jesús en la cruz (Efe. 2:8). Sin fe es imposible agradar a Dios (Heb. 11:6). Es por fe que vivimos nuestra vida de cristianos, "El justo vivirá por la fe" (Hab. 2:4; Rom. 1:17). En el segundo sentido, fe es sinónimo de doctrina, o conjunto de verdades históricas y conceptuales que configuran la fe cristiana: "me ha sido necesario escribiros para exhortaros a que contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los santos" (Jud. 3).
La palabra fe (del latín fides, creer, confiar) se utiliza en la Biblia con dos sentidos principales. En el primero, es sinónimo de confianza firme: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Heb. 11:1). Como tal, es un don de Dios (Rom. 12:3) y viene por el oír la Palabra de Dios (Rom. 10:17). La fe es el medio por el cual la gracia de Dios es otorgada al creyente que confía en la obra de Jesús en la cruz (Efe. 2:8). Sin fe es imposible agradar a Dios (Heb. 11:6). Es por fe que vivimos nuestra vida de cristianos, "El justo vivirá por la fe" (Hab. 2:4; Rom. 1:17). En el segundo sentido, fe es sinónimo de doctrina, o conjunto de verdades históricas y conceptuales que configuran la fe cristiana: "me ha sido necesario escribiros para exhortaros a que contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los santos" (Jud. 3).
Glorificación
Es un estado de suma exaltación y perfección. Jesús resucitó con un cuerpo glorioso. Los creyentes difuntos serán glorificados en la resurrección, y al mismo tiempo los creyentes que estén aún vivos cuando el Señor vuelva serán instantáneamente glorificados (1 Tes 4:13-17; 1 Cor 15: 35-54).. Los creyentes glorificados poseerán un cuerpo incorruptible, y ya no tendrán naturaleza pecaminosa, necesidad de comer o beber, ni estarán sujetos a la muerte (Rom. 8:30).
Gracia
La gracia puede definirse como el favor inmerecido, aquello que se otorga sin mérito por parte del que lo recibe. La gracia de Dios es Su libre acción para beneficio de toda la creación en general (gracia común o providencia) y de los creyentes para la salvación (gracia especial o salvífica). Se distingue de la Justicia y de la Misericordia. La justicia consiste en recibir lo que se merece; la misericordia, en no recibir lo que se merece. Por medio de la gracia salvífica recibimos la vida eterna, algo que obviamente no merecemos. Pero debido al amor y la ternura de Dios manifestadas en Jesús crucificado, recibimos la gran bendición de nuestra redención.
La gracia es el Gran Regalo Aportado por Cristo e Inmerecidamente
Apropiado por nosotros. La gracia salvífica no requiere, y de hecho
descarta, todo mérito humano. Es debida a Dios y dada por El, debido a quién es
El, y no a quienes somos nosotros. Es el medio de nuestra salvación (Efe.
2:8-9). Ya no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia de Dios (Rom. 6:14). Vea
también Hech. 15:11; Rom. 5:2,15-20; 2 Cor. 9:8; 12:9 .
Gracia común
Esta expresión se refiere a la gracia de Dios dada a la creación en su
conjunto. Dios aún permite que el sol brille sobre todos, salvos y no salvos.
El los alimenta, les permite trabajar y tener gozo. Es esta gracia común de
Dios lo que "restringe" la ira de Dios por ahora. Se contrapone a la
"gracia especial", por la cual Dios otorga a los creyentes la
salvación.
H -
I
Herejía
Es una falsa enseñanza concerniente a la fe, una posición doctrinal que se aparta de la verdad revelada en la Biblia. El término proviene de una palabra griega que significa "elegir": El hereje "elige" qué partes de la Biblia va a creer y cuáles va a rechazar. Se nos advierte en contra de la herejía en Hech. 20:29-32 y Fil. 3:2, entre otros textos. Existen históricamente numerosas herejías; algunas de las más importantes son la de negar la divinidad de Jesucristo y la naturaleza personal del Espíritu Santo (por ejemplo, los Testigos de Jehová, los cristadelfos, el Camino Internacional); la de afirmar que los hombres pueden llegar a ser dioses y que existe más de un Dios (mormonismo), que Jesús perdió su divinidad en el infierno y terminó allí su obra de expiación (Movimiento de Fe), y que la salvación exige buenas obras (todas las sectas).
Es una falsa enseñanza concerniente a la fe, una posición doctrinal que se aparta de la verdad revelada en la Biblia. El término proviene de una palabra griega que significa "elegir": El hereje "elige" qué partes de la Biblia va a creer y cuáles va a rechazar. Se nos advierte en contra de la herejía en Hech. 20:29-32 y Fil. 3:2, entre otros textos. Existen históricamente numerosas herejías; algunas de las más importantes son la de negar la divinidad de Jesucristo y la naturaleza personal del Espíritu Santo (por ejemplo, los Testigos de Jehová, los cristadelfos, el Camino Internacional); la de afirmar que los hombres pueden llegar a ser dioses y que existe más de un Dios (mormonismo), que Jesús perdió su divinidad en el infierno y terminó allí su obra de expiación (Movimiento de Fe), y que la salvación exige buenas obras (todas las sectas).
Hijo de Dios
Es un título de Jesús. Implica su divinidad (Juan 5:18) porque el título lo
pone en pie de igualdad con Dios. En el A.T. se aplicaba figurativamente a
Israel (Exo. 4:22). En el N.T. se aplica plenamente a Jesucristo (Luc. 1:35).
Tiene muchas facetas; por ejemplo, muestra que Jesús debe ser honrado como se
honra al Padre (Juan 5:22-23), debe ser adorado (Mat. 2:2,11;14:33;28;9; Juan
9:35-38; Heb. 1:6); llamado "Dios" (Juan 20:28; Heb. 1:8) y se le
debe orar (Hech. 7:55-60; 1 Cor. 1:1-2).
Hombre
El hombre es una creación de Dios, hecha a Su imagen y semejanza; por lo tanto, el hombre refleja algo del carácter de Su creador. El primer hombre, Adán, y la primera mujer, Eva, fueron hechos a la imagen de Dios (Gén. 1:26-27), y puestos en el Jardín del Edén con el propósito de que gozasen de comunión con Dios y que cumplisen el plan de Dios para la creación. "Los bendijo Dios y les dijo: "Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos, y todas las bestias que se mueven sobre la tierra"." (Gén 1:28). Cuando Adán y Eva pecaron, toda la humanidad cayó con ellos (Rom. 5:12-21). Adán representaba federativamente a toda la humanidad: "...en Adán todos mueren..." (1 Cor. 15:22). Como resultado de la desobediencia de Adán, vino la condenación para todos los hombres (Rom. 5:18). Por tanto, somos por naturaleza "hijos de ira", es decir, estamos expuestos al justo juicio de Dios (Efe. 2:3). Naturalmente no buscamos a Dios (Rom. 3:11) ni podemos comprender las cosas espirituales de Dios (1 Cor. 2:14). Ya que esta es la condición del hombre en su estado natural, es imposible que alcancemos la salvación por nosotros mismos (Mat. 19:26). Es por esta causa que necesitamos imprescindiblemente el don gratuito de la salvación (Rom. 6:23) que Dios otorga a los creyentes a través de la fe en la persona de Jesús y Su sacrificio en la cruz.
Humildad
La actitud del cristiano que nos enseña a que cada uno "no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura..." (Rom. 12:3). La humildad nos enseña a preferir a otros antes que a nosotros mismos (Rom. 12:10). Implica conocer nuestra verdadera posición ante Dios. No es rebajarse abyectamente ni negar las propias capacidades. Santiago dice que "Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes" (Sant. 4:6; vea Prov. 3:34; 1 Ped 5:5). La humildad es imprescindible para ser un real discípulo de Jesús (Mat. 18:3-4). El mayor ejemplo de humildad es nuestro Señor Jesucristo (Juan 13:1-5). Por ello El es el supremo modelo de humildad, que debe ser imitado por los creyentes: "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: El, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Más aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz." (Fil. 2:5-8).
Idolo,
Idolatría
Un ídolo es una representación de algo en los cielos o en la tierra, hecha con
el propósito de rendirle culto. Los ídolos son una cosa abominable para Dios
(Exo. 20:4; 2 Rey. 21:11; 2 Cor. 6:16). La idolatría consiste en honrar a las
criaturas en lugar de al Creador, postrarse ante los ídolos en adoración,
plegaria o veneración. En sentido amplio, según la Biblia la idolatría no
requiere una imagen material ni un sistema religioso desarrollado. Puede ser
cualquier cosa que toma el lugar que le pertenece sólo a Dios; así, Pablo llama
"idolatría" a los malos deseos y a la codicia (Col. 3:5). Es
denunciada y prohibida por Dios en los Diez mandamientos, y considerada una
forma de adulterio o fornicación espiritual. Los idólatras serán condenados al
castigo eterno (Apoc. 21:8; 22:15). Cuando nos convertimos por la fe en
Jesucristo, pasamos de adorar ídolos a adorar a Dios (1 Tes. 1:9).
Iglesia
La palabra procede del griego ekklesia, que equivale al hebreo qahal, y significa asamblea, congregación de los que han sido llamados. El término se emplea en dos sentidos, a saber, la iglesia visible y la iglesia invisible. La primera está compuesta por todos cuantos dicen ser cristianos y se congregan. La iglesia invisible es el verdadero cuerpo de creyentes, aquellos que son verdaderamente salvos; ningún hombre puede ver en los corazones para distinguir entre unos y otros, por tanto la composición de la iglesia invisible sólo es conocida por Dios.
La verdadera Iglesia de Dios no es una organización terrenal con gente y
edificios, sino una entidad sobrenatural integrada por aquellos que han sido
salvados por Jesús. La Iglesia verdadera abarca todo el período de la
existencia del hombre sobre la tierra, y a toda la gente que ha sido llamada a
ella. Nos hacemos miembros de la iglesia, el cuerpo de Cristo, por la fe
(Hechos 2:41). Somos edificados por la Palabra de Dios (Efe. 4:15,16),
disciplinados por Dios (Mat. 18:15-17), unificados en Cristo (Gál. 3:28), y
santificados por el Espíritu (Efe. 5:26,27).
Imputar,
Imputación
Imputar es el acto de atribuirle a alguien la bendición, maldición, deuda o
pago de otro. El pecado de Adán, como cabeza de la raza humana, es imputado a
todo hombre (Rom. 5:12-21). Por esta razón, todos somos culpables ante Dios.
Por otra parte, nuestros pecados le fueron imputados a Jesús en la cruz, cuando
El "se hizo pecado" en nuestro favor (2 Cor. 5:21) y cargó con ellos
en Su muerte (Isa. 53:4-6). Esta es la base del perdón de nuestros pecados y de
nuestra salvación. Cristo es así la cabeza de la nueva humanidad redimida (Rom.
5: 12-21; 2 Cor 5:17-21). Entender el concepto de imputación es fundamental, ya
que se encuentra tanto en la base de nuestra condenación en Adán, como de
nuestra salvación en Cristo. Nuestros pecados le fueron "cargados" a
Jesús. Cuando El murió, en cierto sentido nuestros pecados, y nuestra deuda
pendiente con Dios, fueron cancelados, "murieron" con El. La justicia
que mostró a traves de Su perfecta obediencia al Padre, demostrada en su
perfecto cumplimiento de la Ley es ahora imputada, "cargada" en
nuestro favor (Rom. 10:4, 9-10). En resumen, nuestros pecados le fueron dados
(imputados) a Jesús, y Su justicia nos fue dada (imputada) a nosotros. De
ninguna otra forma hubiésemos podido ser salvos (Hech. 4:12).
Infierno
El infierno es el lugar del futuro castigo eterno de los condenados, incluyendo a Satanás y sus ángeles caídos. Hay varias palabras que suelen traducirse "infierno" en la Biblia: Hades, un término griego, es la morada de los muertos que comprende el estado intermedio, entre la muerte y la resurrección (vea Mat. 11:23; 16:18; Hechos 11:27; 1 Cor. 15:55; Apoc. 1:18, 6:8). Corresponde aproximadamente al hebreo Sheol , el lugar de los muertos (no la tumba, que corresponde al hebreo keber y al griego mnema). A esta morada intermedia van tanto justos (Salmo 16:10, 30:3; Isa 38:10) como impíos (Núm. 16:33; Job 24:19; Salmo 9:17). Gehenna , palabra griega que corresponde al hebreo ge-hinnom, "valle de Hinom" (Jos. 15:8). Era un lugar donde antaño se hacían sacrificios de niños y otras cosas abominables. Asimismo, también fue una fosa común donde los cuerpos eran arrojados y quemados (2 Rey. 23:13,14). Posteriormente se empleó para designar el lugar de eterno castigo; Jesús mismo la usó en este sentido (Mat. 5:22,29,30; Mar 9:43; Luc. 12:5). Normalmente se traduce "infierno", y en Mat 5:22 el Señor lo llama "infierno de fuego" (gehenna tou pyros). El infierno es un lugar de fuego eterno (Mat. 25:41; Apoc. 19:20). Fue originalmente preparado para el diablo y sus ángeles (Mat 25:41). Será, efectivamente, la morada eterna de los ángeles rebeldes (2 Ped. 2:4), pero también de todo hombre que rehúse arrepentirse y reconciliarse con Dios por medio de Cristo (Apoc. 20:15; 21:8). Esto ocurrirá en el juicio final, donde asimismo la muerte y el Hades serán abolidos (Apoc. 20:14). Algunos cristianos y muchos sectarios (por ejemplo, los Testigos de Jehová) rechazan la noción de un lugar de castigo eterno; hay que recordarles que, según la Biblia, quien más habló del tema de la condenación eterna fue nuestro Señor Jesucristo mismo; si no aceptamos creer lo que nos advierte sobre este asunto, ?cómo podemos tomar seriamente el resto de su enseñanza?
El infierno es el lugar del futuro castigo eterno de los condenados, incluyendo a Satanás y sus ángeles caídos. Hay varias palabras que suelen traducirse "infierno" en la Biblia: Hades, un término griego, es la morada de los muertos que comprende el estado intermedio, entre la muerte y la resurrección (vea Mat. 11:23; 16:18; Hechos 11:27; 1 Cor. 15:55; Apoc. 1:18, 6:8). Corresponde aproximadamente al hebreo Sheol , el lugar de los muertos (no la tumba, que corresponde al hebreo keber y al griego mnema). A esta morada intermedia van tanto justos (Salmo 16:10, 30:3; Isa 38:10) como impíos (Núm. 16:33; Job 24:19; Salmo 9:17). Gehenna , palabra griega que corresponde al hebreo ge-hinnom, "valle de Hinom" (Jos. 15:8). Era un lugar donde antaño se hacían sacrificios de niños y otras cosas abominables. Asimismo, también fue una fosa común donde los cuerpos eran arrojados y quemados (2 Rey. 23:13,14). Posteriormente se empleó para designar el lugar de eterno castigo; Jesús mismo la usó en este sentido (Mat. 5:22,29,30; Mar 9:43; Luc. 12:5). Normalmente se traduce "infierno", y en Mat 5:22 el Señor lo llama "infierno de fuego" (gehenna tou pyros). El infierno es un lugar de fuego eterno (Mat. 25:41; Apoc. 19:20). Fue originalmente preparado para el diablo y sus ángeles (Mat 25:41). Será, efectivamente, la morada eterna de los ángeles rebeldes (2 Ped. 2:4), pero también de todo hombre que rehúse arrepentirse y reconciliarse con Dios por medio de Cristo (Apoc. 20:15; 21:8). Esto ocurrirá en el juicio final, donde asimismo la muerte y el Hades serán abolidos (Apoc. 20:14). Algunos cristianos y muchos sectarios (por ejemplo, los Testigos de Jehová) rechazan la noción de un lugar de castigo eterno; hay que recordarles que, según la Biblia, quien más habló del tema de la condenación eterna fue nuestro Señor Jesucristo mismo; si no aceptamos creer lo que nos advierte sobre este asunto, ?cómo podemos tomar seriamente el resto de su enseñanza?
Inmutabilidad
Es el atributo de permanecer esencialmente igual en naturaleza, que es propio de Dios. El mismo dijo de Sí en Exodo 3:14, "Yo SOY el que SOY", dando a entender Su inmutabilidad y soberanía. El no cambia, ni puede cambiar Su carácter moral, Su amor, Su santidad, Su misericordia, Su justicia, Su omnipotencia, Su omnisciencia, Su omnipresencia ni ningún otro atributo esencial de Su ser (Sant. 1:17). El mismo atributo es compartido por la Trinidad, Padre (Sant. 1:17), Hijo (Heb. 13:8) y Espíritu Santo (Heb. 9:14).
Es el atributo de permanecer esencialmente igual en naturaleza, que es propio de Dios. El mismo dijo de Sí en Exodo 3:14, "Yo SOY el que SOY", dando a entender Su inmutabilidad y soberanía. El no cambia, ni puede cambiar Su carácter moral, Su amor, Su santidad, Su misericordia, Su justicia, Su omnipotencia, Su omnisciencia, Su omnipresencia ni ningún otro atributo esencial de Su ser (Sant. 1:17). El mismo atributo es compartido por la Trinidad, Padre (Sant. 1:17), Hijo (Heb. 13:8) y Espíritu Santo (Heb. 9:14).
La inmutabilidad no significa que Dios no pueda variar en otros sentidos. La
encarnación de Jesús es un ejemplo de cambio (Juan 1:14; Gál. 4:4) . Asimismo,
la actitud de Dios con respecto a una persona cambia cuando ésta llega a ser un
cristiano, ya que en Cristo es quitada la enemistad entre Dios y el hombre
(Rom. 5:10).
Nótese que el mormonismo niega la inmutabilidad de Dios, ya que afirma que Dios
no siempre fue lo que ahora es, sino que antes fue un humano de otro planeta
que, a través de un proceso evolutivo, llegó a ser Dios (vea, por ejemplo, vea Mormon
Doctrine, por Bruce McConkie, p. 321.).
Inspiración
Es la acción por la cual Dios guió a los autores humanos de la Biblia; la doctrina de la inspiración establece que la redacción de las Escrituras se realizó bajo la influencia directa de Dios. Esto no significa negar el estilo propio de cada autor humano y de cada libro de la Biblia. Dios no anuló la personalidad de Sus siervos, sino que más bien la empleó para Su propósito de revelarse a Sí mismo a través de la obra de ellos. En consecuencia, la Biblia está libre de errores y presenta con exactitud y autoridad la enseñanza de Dios (2 Tim 3:16). Como tal, es una revelación que proporciona, de la fuente suprema que es Dios mismo, un conocimiento adecuado de Dios, la creación, el hombre, la salvación y el futuro. Nos muestra el plan de salvación a través de Jesucristo, y el hecho de que no podemos salvarnos sino por El.
Es la acción por la cual Dios guió a los autores humanos de la Biblia; la doctrina de la inspiración establece que la redacción de las Escrituras se realizó bajo la influencia directa de Dios. Esto no significa negar el estilo propio de cada autor humano y de cada libro de la Biblia. Dios no anuló la personalidad de Sus siervos, sino que más bien la empleó para Su propósito de revelarse a Sí mismo a través de la obra de ellos. En consecuencia, la Biblia está libre de errores y presenta con exactitud y autoridad la enseñanza de Dios (2 Tim 3:16). Como tal, es una revelación que proporciona, de la fuente suprema que es Dios mismo, un conocimiento adecuado de Dios, la creación, el hombre, la salvación y el futuro. Nos muestra el plan de salvación a través de Jesucristo, y el hecho de que no podemos salvarnos sino por El.
El argumento más fuerte a favor de la inspiración divina de la Biblia proviene
del examen de las profecías del A.T. concernientes a Jesús y cumplidas en el
N.T. (Luc. 24:27-45). Debido a que la Biblia es inspirada, sus palabras son
inquebrantables y verdaderas (Juan 10: 34-36), eternas (Matt. 24:35; 1 Ped 1:
22-25), enteramente confiables (Salmo 119:160), vivas y capaces de penetrar el
corazón del hombre (Heb. 4:12). Por esta razón, la inspirada Palabra de Dios
realizará todo lo que El se ha propuesto (Isa. 55:11).
Ira
Biblicamente, es el juicio divino sobre el pecado y los pecadores. No significa meramente una actitud impulsiva de Dios ante la impiedad, sino que connota el odio, la repulsión, y la indignación de Dios ante el mal. Dios es amor por naturaleza (1 Juan 4:16); no obstante, en Su justicia debe castigar el pecado. La ejecución de este castigo es llamada la ira de Dios. Se manifestará en su temible plenitud en el final Día del Juicio, cuando aquellos que hayan rechazado la salvación serán enviados al lago de fuego para su eterno castigo (Mat. 25:31-46; Apoc. 20:11-15). Además, está presentemente manifestada en menor medida contra los inicuos (Rom. 1:18-32) en el endurecimiento de sus corazones.
Biblicamente, es el juicio divino sobre el pecado y los pecadores. No significa meramente una actitud impulsiva de Dios ante la impiedad, sino que connota el odio, la repulsión, y la indignación de Dios ante el mal. Dios es amor por naturaleza (1 Juan 4:16); no obstante, en Su justicia debe castigar el pecado. La ejecución de este castigo es llamada la ira de Dios. Se manifestará en su temible plenitud en el final Día del Juicio, cuando aquellos que hayan rechazado la salvación serán enviados al lago de fuego para su eterno castigo (Mat. 25:31-46; Apoc. 20:11-15). Además, está presentemente manifestada en menor medida contra los inicuos (Rom. 1:18-32) en el endurecimiento de sus corazones.
La ira se describe como la furia de Dios (Núm. 32:10-13), como siendo acumulada
(Rom. 2:5-8), y como muy grande (Zac. 7:12). La liberación del creyente de la
ira de Dios es a través de la expiación de Cristo (Rom. 5:8-10). "Dios no
nos ha dispuesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro
Señor Jesucristo" (1 Tes. 5:9).
J - L
Jesús
Jesús es la persona de mayor influencia en la historia humana. Mucho se ha escrito de El, pero la fuente de información primaria y más confiable es la sagrada Escritura. Según los datos de los Evangelios, nació en Belén de Judea. La fecha probable es entre el año 7 y el 4 a.C., ya que ocurrió antes de la muerte de Herodes el grande. Creció en Nazaret de Galilea. Cuando tenía alrededor de 30 años (Luc 3:1) fue bautizado por Juan el Bautista. Llamó a doce discípulos y durante algo más de tres años predicó la venida del Reino de Dios, realizando muchos milagros que demostraban que El era quien decía ser, el Mesías o Ungido de Dios. Traicionado por uno de sus discípulos, fue acusado falsamente de blasfemia y crucificado durante el tiempo que Poncio Pilatos era procurador de Judea. Resucitó al tercer día, y se presentó a Sus discipulos, instruyéndoles por 40 días sobre el reino de Dios y las Escrituras, y encomendándoles predicar el Evangelio por toda la tierra. Luego de esto, ascendió a los cielos, desde donde ha de volver para juzgar a vivos y a muertos (Mat 28:16-20; Hech 1:1-11).
Jesús es la persona de mayor influencia en la historia humana. Mucho se ha escrito de El, pero la fuente de información primaria y más confiable es la sagrada Escritura. Según los datos de los Evangelios, nació en Belén de Judea. La fecha probable es entre el año 7 y el 4 a.C., ya que ocurrió antes de la muerte de Herodes el grande. Creció en Nazaret de Galilea. Cuando tenía alrededor de 30 años (Luc 3:1) fue bautizado por Juan el Bautista. Llamó a doce discípulos y durante algo más de tres años predicó la venida del Reino de Dios, realizando muchos milagros que demostraban que El era quien decía ser, el Mesías o Ungido de Dios. Traicionado por uno de sus discípulos, fue acusado falsamente de blasfemia y crucificado durante el tiempo que Poncio Pilatos era procurador de Judea. Resucitó al tercer día, y se presentó a Sus discipulos, instruyéndoles por 40 días sobre el reino de Dios y las Escrituras, y encomendándoles predicar el Evangelio por toda la tierra. Luego de esto, ascendió a los cielos, desde donde ha de volver para juzgar a vivos y a muertos (Mat 28:16-20; Hech 1:1-11).
La Biblia trata de Jesús (Luc. 24:27,44; Juan 5:39; Heb. 10:7). Los profetas
profetizaron acerca de El (Hech. 10:43). Juan el Bautista dio testimonio de El
(Juan 1:26). El Padre dio testimonio de El (Juan 5:37, 8:18). El Espíritu Santo
dio testimonio de El (Juan 15:26). Las obras que Jesús realizó dieron
testimonio de El (Juan 5:36, 10:25). Las multitudes dieron testimonio de El
(Juan 12:17). Sus discípulos dieron testimonio de El (Hech. 5: 31; Apoc.
1:2).Y, finalmente, Jesús dio testimonio de Sí mismo (Juan 14:6, 18:6).
Jesús es Dios en la carne (Juan 1:1, 14). El es plenamente Dios y plenamente
hombre (Col. 2:9); por tanto, tiene dos naturalezas: la de Dios y la de hombre.
No es mitad Dios y mitad hombre. Jesús es 100 % Dios y 100 % hombre. Nunca
perdió Su divinidad. Existió siempre en forma de Dios y, cuando se hizo hombre,
añadió a Sí la naturaleza humana (Fil. 2:5-11)[1].
Por tanto, en Jesucristo se halla la "unión en una persona de una plena
naturaleza humana y una plena naturaleza divina"[2].
Ahora mismo en el cielo hay un hombre,
Jesús, que es el Mediador entre Dios el Padre y nosotros (1 Tim. 2:5). El es
nuestro Abogado ante el Padre (1 Juan 2:1). El es nuestro Salvador (Tito 2:13).
El es nuestro Señor (Rom. 10:9-10). Jesús no es, como enseñan ciertas sectas,
un ángel que se tornó humano (Testigos de Jehová), o el hermano bueno de
Satanás (Mormonismo). Es completamente Dios y completamente hombre, el Creador,
el Redentor. El es Jesús, el Cristo de Dios.
Juicio
La palabra juicio (griego krima) se refiere al acto de evaluar las acciones de alguien; por extensión se refiere asimismo al castigo o condena resultante de dicho acto. Existen varios juicios mencionados en el N.T.: El juicio de los pecados del creyente (Juan 5:24), el juicio de la persona del creyente (1 Cor. 11:31,32), el juicio de las obras del creyente (2 Cor. 5:10), el juicio de las naciones (Mat. 25:31-46), y el juicio universal (Apoc. 20:11-15). Probablemente estos dos últimos sean un mismo juicio.
La palabra juicio (griego krima) se refiere al acto de evaluar las acciones de alguien; por extensión se refiere asimismo al castigo o condena resultante de dicho acto. Existen varios juicios mencionados en el N.T.: El juicio de los pecados del creyente (Juan 5:24), el juicio de la persona del creyente (1 Cor. 11:31,32), el juicio de las obras del creyente (2 Cor. 5:10), el juicio de las naciones (Mat. 25:31-46), y el juicio universal (Apoc. 20:11-15). Probablemente estos dos últimos sean un mismo juicio.
No hay juicio para el cristiano con respecto a su salvación (Rom. 8:1). Fuimos
juzgados en Cristo, en la cruz, hace casi 20000 años. Sin embargo, como
cristianos seremos juzgados según nuestras obras (1 Cor 3: 10-15; 2 Cor. 5:10),
muy posiblemente con grados variables de recompensa. Sin embargo, cabe reiterar
que este juicio de nuestras obras no afecta el hecho ya consumado de nuestra
salvación.
Justificar, Justificación
Ser
justificado es ser hecho o considerado justo. Desde el punto de vista
teológico, es un acto divino, por el cual Dios declara al pecador inocente de
sus pecados; no que lo sea ahora, sino que es "declarado" o
considerado como inocente. Esta justificación no es, sin embargo, arbitraria,
ya que se basa en el sacrificio de Jesús, en su sangre derramada: "...siendo
ahora justificados por Su sangre..." (Rom. 5:9). Cuando Dios ve al
cristiano, lo observa a través del sacrificio de Cristo y lo "ve"
como si no tuviese pecado. Esta declaración de inocencia no es gratuita, ya que
exige la satisfacción completa de la Ley de Dios: "...sin derramamiento de
sangre no hay remisión" (Heb. 9:22). Por el sacrificio de Jesús, "por
la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación que produce
vida" (Rom. 5:18). En la justificación la justicia de Dios cae sobre Sí
mismo, sobre Jesús, que de este modo ganó a la iglesia "por su propia
sangre" (Hech. 20:28). Así podemos recibir misericordia y no ser
condenados por nuestros propios pecados. También la gracia de Dios es derramada
sobre nosotros: recibimos vida eterna. Esta justificación es un don de la
gracia (Rom. 3:24), por fe (Rom. 3:28) debido a que Jesús cargó con nuestras
culpas (Isa. 53:12).
Justo, Justicia
Justo, Justicia
La
justicia consiste en hacer lo correcto, y en un contexto legal en dar las
debidas recompensas o castigos. Es justo, pues, que cada uno reciba lo que
merece. Dios es misericordioso, pero también es justo (Deut. 32:4, recto) y
debe castigar el pecado. Merced a la gracia de Dios, la justicia cayó sobre Su
Hijo, de modo que la misericordia nos beneficiase a nosotros, los que creemos
en Cristo; véase Imputación. Vea también Prov. 8:15; Gén. 18:19; Heb.
10:38).
Kenosis
La palabra kenosis corresponde a un término griego que significa "vaciamiento". Es una enseñanza concerniente a la encarnación de Jesús que intenta resolver algunas paradojas que se plantean por la existencia de las naturalezas divina y humana en Jesús. Por ejemplo, "cómo puede un Dios omnisciente tornarse un bebé? O "cómo puede Dios ser tentado a pecar? Según la enseñanza de la kenosis, cuando Dios se encarnó se privó voluntariamente a Sí mismo de algunos de Sus atributos divinos, se "vació" de ellos (de aquí el nombre). En cierto sentido, pretende resolver el problema enseñando que en la encarnación, tenemos a "Dios menos algo", privándose de algunos atributos para poder llegar a ser un hombre; por otra parte, la doctrina ortodoxa de la Unión hipostática enseña que allpí tenemos a "Dios más algo", es decir, añadiendo una naturaleza humana sin quitarse nada de la divina. La kenosis , pues, rebaja el hecho de la verdadera encarnación al arrojar dudas sobre la completa presencia de la plenitud de Dios habitando en la persona de Jesús, en medio de los hombres. Compare con Unión hipostática.
Ley
La Ley es el conjunto de instrucciones de Dios concernientes al correcto comportamiento moral, social y religioso de Su pueblo, que se encuentra en los primeros cinco libros de la Biblia (la "Ley de Moisés" o Pentateuco). La Ley es la reflexión misma de la naturaleza de Dios, porque en ella Dios habla de la abundancia de Su corazón. Por tanto, ya que Dios es puro, la Ley lo es; como Dios es santo, la Ley es santa. Consiste en los Diez mandamientos (Exo. 20), reglas para la vida social (por ejemplo, Exo- 21:1-23:33) y para la adoración a Dios (por ejemplo, Exo. 25:1- 31:8). Por medio de la entrega de la Ley, expresión de la voluntad de Dios, se sancionó un Pacto de obras entre Dios y el hombre. A pesar de su perfección, la Ley era ?y es- incapaz de salvar y otorgarnos eterna comunión con Dios por la incapacidad del hombre para cumplirla. La Ley es un amo difícil, pues requiere que mantengamos normas perfectas de conducta moral. ¿Cuándo fallamos? Lo cual es inevitable- la Ley produce condenación. Para ser reo de esta condena de muerte basta con que no cumplamos uno solo de sus preceptos: "porque cualquiera que guarde toda la Ley, pero ofenda en un punto, se hace culpable de todos" (Sant. 2:10).
La Ley es el conjunto de instrucciones de Dios concernientes al correcto comportamiento moral, social y religioso de Su pueblo, que se encuentra en los primeros cinco libros de la Biblia (la "Ley de Moisés" o Pentateuco). La Ley es la reflexión misma de la naturaleza de Dios, porque en ella Dios habla de la abundancia de Su corazón. Por tanto, ya que Dios es puro, la Ley lo es; como Dios es santo, la Ley es santa. Consiste en los Diez mandamientos (Exo. 20), reglas para la vida social (por ejemplo, Exo- 21:1-23:33) y para la adoración a Dios (por ejemplo, Exo. 25:1- 31:8). Por medio de la entrega de la Ley, expresión de la voluntad de Dios, se sancionó un Pacto de obras entre Dios y el hombre. A pesar de su perfección, la Ley era ?y es- incapaz de salvar y otorgarnos eterna comunión con Dios por la incapacidad del hombre para cumplirla. La Ley es un amo difícil, pues requiere que mantengamos normas perfectas de conducta moral. ¿Cuándo fallamos? Lo cual es inevitable- la Ley produce condenación. Para ser reo de esta condena de muerte basta con que no cumplamos uno solo de sus preceptos: "porque cualquiera que guarde toda la Ley, pero ofenda en un punto, se hace culpable de todos" (Sant. 2:10).
Por esta razón, la Ley no perfeccionó nada (Heb. 7:19). Ha sido sólo un guía
para mostrarnos nuestra necesidad de gracia, que hallamos en Jesús y el regalo
gratuito de la salvación que recibimos a través de El (Gál. 3:24). Vea también La
Ley y el Evangelio.
M - O
Mal
Puede definirse como la rebelión en contra de Dios. Es aquello contrario a la voluntad de Dios. Existen males naturales (diluvios, tormentas, hambrunas, etc.) y males morales (adulterio, homicidio, idolatría, etc.). Los males naturales son una consecuencia de los males morales. El pecado de Adán hizo que el pecado entrase en el mundo y permitiera diluvios, tormentas, hambrunas, etc. El mal se originó con la rebelión de Satanás (Isa. 14:12-14 Eze. 28:11-19) pero es continuado y perpetuado por el hombre (Mat. 15:18-19). (vea Teodicea).
Puede definirse como la rebelión en contra de Dios. Es aquello contrario a la voluntad de Dios. Existen males naturales (diluvios, tormentas, hambrunas, etc.) y males morales (adulterio, homicidio, idolatría, etc.). Los males naturales son una consecuencia de los males morales. El pecado de Adán hizo que el pecado entrase en el mundo y permitiera diluvios, tormentas, hambrunas, etc. El mal se originó con la rebelión de Satanás (Isa. 14:12-14 Eze. 28:11-19) pero es continuado y perpetuado por el hombre (Mat. 15:18-19). (vea Teodicea).
Mediación, Mediador
Un mediador es alguien que interviene entre dos partes, que las aproxima y
facilita su reconciliación. La palabra "mediador" no figura como tal
en el A.T., pero sí el concepto. Dios entregó la Ley a través de un mediador,
Moisés (Gál. 3:19), quien fue un tipo del mediador definitivo y verdadero, Jesús.
La palabra mediador (griego µ , mesites)
ocurre sólo unas pocas veces en el N.T.: 1 Tim. 2:5; Heb. 8:6; 9:15; 12:24. Es
en el N.T. que la verdadera naturaleza de la mediación es entendida en la
persona de Jesucristo. El es el mediador de un mejor pacto (Heb. 8:6). Jesús
fue capaz de tornarse nuestro mediador al hacerse hombre (Juan 1:1,14) y morir
como nuestro sustituto (1 Ped. 1:18,19; 2:24). Así, El nos reconcilió con Dios
(Efe. 2:16).
Mesías
Es la transliteración de la palabra hebrea que significa "ungido" . Es el equivalente del término neotestamentario "cristo", que significa lo mismo. Jesús, como el Mesías, fue ungido por Dios (Mat. 3:16) para llevar a cabo su triple ministerio de Profeta, Sacerdote y Rey. Como el Mesías, ha librado al creyente de las ataduras del pecado y le ha dado vida eterna. En tal sentido, el Mesías es un Libertador, ya que nos ha liberado. El Mesías fue prometido ya en el A.T. como proveniente de la descendencia de la mujer (Gén. 3:15).
Milenio
Literalmente significa un período de mil años. En Escatología, el estudio de las últimas cosas, se refiere al período mencionado en Apoc. 20:7-11 durante el cual Satanás es atado para que no engañe a las naciones y los creyentes reinan con Cristo, antes de la revuelta final de Satán (Apoc. 20: 7-10) y del juicio ante el gran trono blanco (Apoc. 20:11.15). La naturaleza de este reino milenario es discutida, y los intérpretes adoptan generalmente una de tres posiciones: Premilenarismo, Amilenarismo o Postmilenarismo. El premilenarismo dice que el milenio es todavía futuro y que comenzará luego de que el Señor Jesucristo retorne para establecer Su reino sobre la tierra. El amilenarismo enseña que el milenio es un período figurativo y extenso que comenzó con el triunfo de Cristo en su primera venida, mediante el cual El ya reina, y concluirá con la Parusía o segunda venida del Señor. El postmilenarismo afirma que a través de la predicación de la Palabra de Dios, se establecerá un gobierno cristiano del mundo, que será duradero (no necesariamente de mil años literales) y que será el preludio de la Parusía y el establecimiento del Reino eterno de Dios. Hay buenos argumentos a favor de cada posición, y asimismo objeciones contra cada una de ellas.
Milagro
Un milagro puede definirse como una intervención extraordinaria y directa de Dios en el mundo. Son ejemplos la separación de las aguas del mar Rojo, la caminata de Jesús sobre el agua, y las resurrecciones de muertos. Algunos sostienen que los milagros son violaciones del orden natural. Otros afirman que no hay tal violación por parte de Dios, sino que se trata de una manifestación natural de Su obra.
Un milagro puede definirse como una intervención extraordinaria y directa de Dios en el mundo. Son ejemplos la separación de las aguas del mar Rojo, la caminata de Jesús sobre el agua, y las resurrecciones de muertos. Algunos sostienen que los milagros son violaciones del orden natural. Otros afirman que no hay tal violación por parte de Dios, sino que se trata de una manifestación natural de Su obra.
Los milagros son también conocidos como señales poderosas (Mar. 9:39; Hech.
2:22, 19:11) y obras poderosas (Juan 10:25-38). Son una manifestación del poder
de Dios sobre la naturaleza (Jos. 10:12-14), los animales (Núm. 22:28), las
personas (Gén. 19:26), y la enfermedad (2 Rey. 5:10-14). Son producidas por el
poder de Dios (Hech. 15:12), el poder de Cristo (Mat. 10:1), y el poder del
Espíritu Santo (Mat. 12:28). La Biblia también nos habla de poderes satánicos
capaces de realizar "milagros mentirosos", los cuales se reconocen
porque en lugar de darle gloria a Dios extravían a la gente para que siga a
Satanás (2 Tes. 2:9-12; Apoc. 13:13-15).
Misericordia
La misericordia es la disposición a no ejecutar la justicia cuando ésta es punitiva, el acto de condonar un merecido castigo. Debido a nuestra pecaminosidad merecemos la muerte y eterna separación de Dios (Rom. 6:23; Isa. 59:2), pero el mismo Dios proveyó la expiación por nuestro pecado, y de esa manera nos mostró Su misericordia. Es decir que Dios no entrega al cristiano a la consecuencia natural del pecado de éste, la cual es la condenación. Es por la misericordia de Dios que Cristo "se hizo pecado" en nuestro favor (2 Cor. 5:21) y cargó sobre Sí el castigo que merecíamos (Isa. 53:4-5). De este modo, nos salvó de la condenación (Compare with Justicia y Gracia).
Dios nos salvó según Su misericordia (Tito 3:5) y se nos llama a practicar
nosotros mismos la misericordia, como un don de Dios (Rom. 12:8).
"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Heb. 4:16).
Monergismo
Palabra que proviene del griego monos, uno y ergon , obra, acción, logro. Teológicamente se refiere a la doctrina de que es Dios solo el que salva. En este sentido se opone al sinergismo (del griego syn, con y ergon) que enseña que Dios y el hombre deben obrar conjuntamente para la salvación. Las sectas son sinergistas; el cristianismo es monergista.
Palabra que proviene del griego monos, uno y ergon , obra, acción, logro. Teológicamente se refiere a la doctrina de que es Dios solo el que salva. En este sentido se opone al sinergismo (del griego syn, con y ergon) que enseña que Dios y el hombre deben obrar conjuntamente para la salvación. Las sectas son sinergistas; el cristianismo es monergista.
Monofisismo
El monofisismo (del griego monos, uno y physis, naturaleza) es un error concerniente a las dos naturalezas de Jesús (vea Unión hipostática). Según el monofisismo, en Jesús las dos naturalezas están combinadas en una sola; como consecuencia, surge el problema de que en Jesús ni Dios ni el hombre estarían plenamente representados, ya que El sería un ser con una naturaleza mixta, incompleta en cuanto a la divinidad y en cuanto a la humanidad (otros errores concernientes a las naturalezas de Jesucristo, son el Nestorianism y el Eutiquianismo)
El monofisismo (del griego monos, uno y physis, naturaleza) es un error concerniente a las dos naturalezas de Jesús (vea Unión hipostática). Según el monofisismo, en Jesús las dos naturalezas están combinadas en una sola; como consecuencia, surge el problema de que en Jesús ni Dios ni el hombre estarían plenamente representados, ya que El sería un ser con una naturaleza mixta, incompleta en cuanto a la divinidad y en cuanto a la humanidad (otros errores concernientes a las naturalezas de Jesucristo, son el Nestorianism y el Eutiquianismo)
Monolatría
Del griego monos, uno, y latreia, adoración; a veces se lo llama henoteísmo.. La creencia de que existe más de un Dios, pero que hay que servir y adorar solamente a uno. Por tanto, la monolatría es una variante del politeísmo, pues básicamente cree en muchos dioses. Como tal, es una falsa enseñanza que la Biblia rechaza de plano; vea Deut 6:4; Isa. 43:10; 44:6-8; 45:5-6.
Del griego monos, uno, y latreia, adoración; a veces se lo llama henoteísmo.. La creencia de que existe más de un Dios, pero que hay que servir y adorar solamente a uno. Por tanto, la monolatría es una variante del politeísmo, pues básicamente cree en muchos dioses. Como tal, es una falsa enseñanza que la Biblia rechaza de plano; vea Deut 6:4; Isa. 43:10; 44:6-8; 45:5-6.
El mormonismo es un ejemplo excelente de un grupo monolátrico contemporáneo.
Enseña la existencia de muchos Dioses en muchos mundos, mientras que adora sólo
al Dios de este planeta.
Monoteísmo
Del griego monos, uno y theos, Dios. La creencia de que existió, existe y existirá un único Dios en todo el universo. No hubo dios alguno antes que El, ni lo habrá después de El. La Biblia enseña claramente el monoteísmo: Deut. 6:4; Isa 43:10; 44: 6-8, 45:5,14,18, 21-22; 46:9; 47:8, etc.
Del griego monos, uno y theos, Dios. La creencia de que existió, existe y existirá un único Dios en todo el universo. No hubo dios alguno antes que El, ni lo habrá después de El. La Biblia enseña claramente el monoteísmo: Deut. 6:4; Isa 43:10; 44: 6-8, 45:5,14,18, 21-22; 46:9; 47:8, etc.
Movimiento "Solo Jesús"
Es un movimiento con cierta influencia en algunos ambientes cristianos
pentecostales. Involucra un error en la comprensión de la naturaleza de la
Trinidad. La Trinidad, tal como se presenta en la Biblia, consiste en la
existencia de un Dios verdadero subsistente simultánea y eternamente en tres
Personas. El movimiento "Sólo Jesús" sostiene que hay solamente una
persona en Dios: Jesús. Enseña que Dios era originalmente la persona del Padre,
que luego se tornó en la persona del Hijo y más tarde en la persona del
Espíritu Santo; por tanto, las tres Personas serían sucesivas y no simultáneas.
Esta es una interpretación básicamente incorrecta de la doctrina trinitaria
ortodoxa. Además, equivocadamente creen que el bautismo es necesario para la
salvación y que hablar en lenguas es la evidencia de una verdadera conversión.
Para una refutación de su teología, vea el Estudio sobre Pluralidad.
Muerte
La palabra "muerte" se emplea de dos maneras principales en la Biblia. Primero, se usa para describir la cesación de la vida física. Segundo, se emplea con referencia a los perdidos. En este sentido, significa su separación eterna de Dios como resultado del pecado (Isa 59:2), en un estado consciente de maldición sin esperanza de liberación (1 Tes. 4:13; Apoc. 20:10,14,15).
La muerte no es natural para el ser humano. Cuando Dios creó a Adán y Eva, la
muerte no era parte del orden creado. No fue sino hasta que ellos pecaron que
la muerte entró en escena (Rom. 5:12; 6:23). La muerte será destruida cuando
Cristo regrese y los creyentes reciban sus cuerpos resucitados.
Necio
En la Biblia, quien odia o desprecia a Dios; una persona moralmente débil, quien desoye los consejos de los sabios y utiliza lo que Dios le ha dado con fines egoístas. Es lujurioso (Prov. 7:22), haragán (Ecle. 10:15), no teme a Dios (Prov. 14:1), odia el conocimiento (Prov. 1:22), y es justo en su propia opinión (Prov. 12:15). Como cristianos, hemos de evitar la necedad (Efe. 5:4). Vea también Ecle. 7:25; Prov. 3:35, 10:8.
En la Biblia, quien odia o desprecia a Dios; una persona moralmente débil, quien desoye los consejos de los sabios y utiliza lo que Dios le ha dado con fines egoístas. Es lujurioso (Prov. 7:22), haragán (Ecle. 10:15), no teme a Dios (Prov. 14:1), odia el conocimiento (Prov. 1:22), y es justo en su propia opinión (Prov. 12:15). Como cristianos, hemos de evitar la necedad (Efe. 5:4). Vea también Ecle. 7:25; Prov. 3:35, 10:8.
Nestorianismo
Es una herejía que lleva el nombre de Nestóreo (hereje sirio, muerto en 451; fue patriarca de Constantinopla). Afirma que las dos naturalezas de Cristo, la divina y la humana, estaban tan separadas entre sí que no había contacto alguno entre ellas; en otras palabras, en Jesucristo coexistían dos personas, una divina y otra humana. Una consecuencia de este error es que sería inadecuado adorar a Jesús en tanto hombre. El nestorianismo fue condenado por el Concilio de Efeso, tercero ecuménico (431). Vea también Unión hipostática, Eutiquiansimo, y Monofisismo)
Es una herejía que lleva el nombre de Nestóreo (hereje sirio, muerto en 451; fue patriarca de Constantinopla). Afirma que las dos naturalezas de Cristo, la divina y la humana, estaban tan separadas entre sí que no había contacto alguno entre ellas; en otras palabras, en Jesucristo coexistían dos personas, una divina y otra humana. Una consecuencia de este error es que sería inadecuado adorar a Jesús en tanto hombre. El nestorianismo fue condenado por el Concilio de Efeso, tercero ecuménico (431). Vea también Unión hipostática, Eutiquiansimo, y Monofisismo)
Ocultismo
El ocultismo (de "oculto") pretende emplear para el provecho propio fuerzas que están escondidas del común de los hombres pero que pueden ser utilizadas si se sabe cómo. Involucra prácticas condenadas por Dios, como la astrología (Isa. 47:13), el hacer maleficios (Deut. 18:11), la consulta de espíritus (Deut. 18:11), la magia (Gén. 41:8), la hechicería (Exo. 22:8), la brujería (Deut. 18:10), y el espiritismo (Deut. 18:11).
El ocultismo (de "oculto") pretende emplear para el provecho propio fuerzas que están escondidas del común de los hombres pero que pueden ser utilizadas si se sabe cómo. Involucra prácticas condenadas por Dios, como la astrología (Isa. 47:13), el hacer maleficios (Deut. 18:11), la consulta de espíritus (Deut. 18:11), la magia (Gén. 41:8), la hechicería (Exo. 22:8), la brujería (Deut. 18:10), y el espiritismo (Deut. 18:11).
Las prácticas ocultas como el empleo de tablas "Ouija", la
adivinación por naipes de Tarot, los horóscopos, y las sesiones espiritistas
deben ser completamente evitadas por los cristianos, pues además de ser
peligrosas para la salud mental y espiritual, son una abominación ante Dios.
Por el contrario, el rechazo abierto de tales cosas es una manifestación de una
conversión sincera a la Palabra del Señor (Hech. 19:18-20).
Omnipotencia
La omnipotencia es un atributo exclusivo de Dios, que es llamado muchas veces "el Ominpotente" . Es la cualidad de tener todo poder (Salmo 115:3). Dios puede hacer todas las cosas: "para Dios todo es posible" (Mat. 19:26). Existen, sin embargo, limitaciones a esta definición. La primera es que la omnipotencia no significa que Dios pueda hacer algo contrario a Su naturaleza perfecta: no puede faltar a su palabra, no puede mentir, no puede ser injusto, no puede ser despiadado, etc. La segunda es que la omnipotencia tampoco significa que Dios pueda hacer cosas intrínseca o lógicamente imposibles, como en la vieja pregunta "?puede Dios hacer una roca tan grande que El mismo no pueda luego moverla?". En este sentido, Dios no puede hacer cuadrados de tres lados, solteros casados o cosas semejantes.
La omnipotencia es un atributo exclusivo de Dios, que es llamado muchas veces "el Ominpotente" . Es la cualidad de tener todo poder (Salmo 115:3). Dios puede hacer todas las cosas: "para Dios todo es posible" (Mat. 19:26). Existen, sin embargo, limitaciones a esta definición. La primera es que la omnipotencia no significa que Dios pueda hacer algo contrario a Su naturaleza perfecta: no puede faltar a su palabra, no puede mentir, no puede ser injusto, no puede ser despiadado, etc. La segunda es que la omnipotencia tampoco significa que Dios pueda hacer cosas intrínseca o lógicamente imposibles, como en la vieja pregunta "?puede Dios hacer una roca tan grande que El mismo no pueda luego moverla?". En este sentido, Dios no puede hacer cuadrados de tres lados, solteros casados o cosas semejantes.
Omnipresencia
La omnipresencia es un atributo exclusivo de Dios. Es la cualidad de estar presente en todas partes, todo el tiempo (Jer. 23:23,24). Dios no está limitado ni por el espacio ni por el tiempo, que son creaciones suyas. La omnipresencia no significa que la naturaleza sea una parte de Dios o sea Dios y por tanto digna de adoración. La Creación es una hechura de Dios y diferente de Su ser, pero no independiente de El.
La omnipresencia es un atributo exclusivo de Dios. Es la cualidad de estar presente en todas partes, todo el tiempo (Jer. 23:23,24). Dios no está limitado ni por el espacio ni por el tiempo, que son creaciones suyas. La omnipresencia no significa que la naturaleza sea una parte de Dios o sea Dios y por tanto digna de adoración. La Creación es una hechura de Dios y diferente de Su ser, pero no independiente de El.
Omnisciencia
La omnisciencia es otro atributo exclusivo de Dios. Es la cualidad de tener todo el conocimiento (Isa. 40:14). Dios sabe todo, lo que fue, lo que es y lo que será. Los atributos de omnisciencia, omnipotencia y omnipresencia representan al naturaleza de Dios con respecto a Su relación con el orden que El creó.
La omnisciencia es otro atributo exclusivo de Dios. Es la cualidad de tener todo el conocimiento (Isa. 40:14). Dios sabe todo, lo que fue, lo que es y lo que será. Los atributos de omnisciencia, omnipotencia y omnipresencia representan al naturaleza de Dios con respecto a Su relación con el orden que El creó.
Oración
La oración es tanto un privilegio como un deber cristiano, a través de la cual, mediante la intercesión del Espíritu Santo (Rom. 8:26) nos comunicamos con Dios. Es la forma en que presentamos nuestra confesión (1 Juan 1:9), pedidos (1 Tim. 2:1-3), intercesiones (Sant. 5:15), acciones de gracias (Fil. 4:6), etc., a nuestro santo Dios. Se nos manda orar (1 Tes. 5:17).
La oración es tanto un privilegio como un deber cristiano, a través de la cual, mediante la intercesión del Espíritu Santo (Rom. 8:26) nos comunicamos con Dios. Es la forma en que presentamos nuestra confesión (1 Juan 1:9), pedidos (1 Tim. 2:1-3), intercesiones (Sant. 5:15), acciones de gracias (Fil. 4:6), etc., a nuestro santo Dios. Se nos manda orar (1 Tes. 5:17).
Algunos requisitos personales para la oración son un corazón puro (Salmo
66:18), fe en Cristo (Juan 14:13), y orar conforme a la voluntad de Dios (1
Juan 5:14). Podemos orar de pie (Neh. 9:5), de rodillas (Esd. 9:5), sentados (1
Crón. 17:16-27), inclinados (Exo. 34:8), y con las manos (1 Tim. 2:8).
Oráculos
Los oráculos son las revelaciones divinas dadas al pueblo de Dios. El método de comunicación era variable, desde sueños y visiones (Núm. 12:6-8), pasando por sabiduría (Prov. 30:1) y hasta el Urim y Tumim (Núm 27:21; 1 Sam. 14:3-37)[3].(1)
Los oráculos son las revelaciones divinas dadas al pueblo de Dios. El método de comunicación era variable, desde sueños y visiones (Núm. 12:6-8), pasando por sabiduría (Prov. 30:1) y hasta el Urim y Tumim (Núm 27:21; 1 Sam. 14:3-37)[3].(1)
P - R
Pacto
Un pacto es acuerdo entre partes. El acuerdo, según las costumbres del Cercano Oriente antiguo, consta de cinco partes: 1) Identificación de las partes involucradas, 2) Un prólogo histórico en el cual se establece el valor de la parte dominante sobre la base de sus actos, 3) las condiciones del acuerdo, 4) las recompensas y castigos relacionados respectivamente con el cumplimiento o la violación del pacto y 5) formulación de los documentos en la cual cada parte recibe una copia del acuerdo (por ejemplo, las dos tablas de piedra de los Diez Mandamientos). En definitiva, los Pactos que Dios ha establecido con el hombre resultan en nuestro beneficio. Recibimos bendiciones eternas mediante el Pacto de gracia (para estudio adicional vea Gén. 2:16, 17; 9:1-17; 15:18; 26:3-5; Gál. 3:16-18; Luc. 1:68-79; Heb. 13:20).
Un pacto es acuerdo entre partes. El acuerdo, según las costumbres del Cercano Oriente antiguo, consta de cinco partes: 1) Identificación de las partes involucradas, 2) Un prólogo histórico en el cual se establece el valor de la parte dominante sobre la base de sus actos, 3) las condiciones del acuerdo, 4) las recompensas y castigos relacionados respectivamente con el cumplimiento o la violación del pacto y 5) formulación de los documentos en la cual cada parte recibe una copia del acuerdo (por ejemplo, las dos tablas de piedra de los Diez Mandamientos). En definitiva, los Pactos que Dios ha establecido con el hombre resultan en nuestro beneficio. Recibimos bendiciones eternas mediante el Pacto de gracia (para estudio adicional vea Gén. 2:16, 17; 9:1-17; 15:18; 26:3-5; Gál. 3:16-18; Luc. 1:68-79; Heb. 13:20).
Pecado
original
Es una expresión que se emplea para describir el efecto del pecado de Adán sobre toda su descendencia (Rom. 5:12-23). Específicamente, es nuestra naturaleza pecaminosa heredada de Adán. La naturaleza pecaminosa se originó con Adán y pasa de padres a hijos. A causa del pecado original, somos naturaleza "hijos de ira" , es decir, estamos bajo el merecido juicio de Dios (Efe. 3:2).
Es una expresión que se emplea para describir el efecto del pecado de Adán sobre toda su descendencia (Rom. 5:12-23). Específicamente, es nuestra naturaleza pecaminosa heredada de Adán. La naturaleza pecaminosa se originó con Adán y pasa de padres a hijos. A causa del pecado original, somos naturaleza "hijos de ira" , es decir, estamos bajo el merecido juicio de Dios (Efe. 3:2).
Pecado
El pecado es todo aquello contrario a la Ley de Dios, que expresa Su santa voluntad. Por ejemplo, si uno miente, comete pecado. ?Por qué? Porque Dios ha ordenado no mentir (Exo. 20:16). Al hacer lo que Dios ha prohibido, uno peca. Además, si uno deja de hacer lo que Dios ha mandado, también peca (Sant. 4:17). En ambos casos, el resultado es la separación eterna de Dios (Isa. 59:2). El pecado es iniquidad (1 Juan 1:3) e injusticia (1 Juan 5:17). El pecado lleva a la ceguera espiritual (Juan 9:41) y a la muerte (Rom. 6:23).
Pablo trata del pecado en la carta a los Romanos. Allí demuestra que todos,
judíos o no judíos, están bajo el dominio del pecado (Rom. 3:9). Pablo prueba
que el pecado no es simplemente algo malo que se ha hecho, sino, básicamente,
una condición del corazón humano (Rom. 3:3:10-12). En la carta a los Efesios,
Pablo afirma que "somos por naturaleza hijos de ira" (Efe. 2:3). Sin
embargo, "Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los
impíos" (Rom. 5:6).
Perdón
El perdón es el acto deliberado de pasar completamente por alto una ofensa, como si nunca hubiese existido. Es un concepto central de la fe cristiana, como lo muestra el hecho de que existen en la Biblia tres términos hebreos y cuatro griegos para expresar la idea de perdón. Ningún otro libro sagrado excepto la Biblia enseña que Dios perdona completamente los pecados. En las Escrituras se dice claramente que el perdón de Dios es tan pleno que el "olvida completamente" nuestros pecados cuando otorga su perdón (Heb 10:17). Dios es quien toma la iniciativa de perdonar (Col. 2:13).
El perdón es el acto deliberado de pasar completamente por alto una ofensa, como si nunca hubiese existido. Es un concepto central de la fe cristiana, como lo muestra el hecho de que existen en la Biblia tres términos hebreos y cuatro griegos para expresar la idea de perdón. Ningún otro libro sagrado excepto la Biblia enseña que Dios perdona completamente los pecados. En las Escrituras se dice claramente que el perdón de Dios es tan pleno que el "olvida completamente" nuestros pecados cuando otorga su perdón (Heb 10:17). Dios es quien toma la iniciativa de perdonar (Col. 2:13).
Según la Biblia, existe un solo pecado por el cual Jesús dijo que no había
perdón del Padre, a saber, la blasfemia contra el Espíritu Santo (Mar. 3:28;
Mat. 12:32). El contexto de esta declaración indica que este pecado consiste en
atribuir a los demonios o espíritus impuros lo que en realidad es obra del
Espíritu Santo.
Para que el hombre reciba el perdón se requiere arrepentimiento (Luc. 17:3-4).
Para que un Dios santo otorgue el perdón, se requiere derramamiento de sangre
(Heb. 9:22; Lev. 17:11). Nuestro perdón se basa sobre el sacrificio de Cristo
en la cruz (1 Juan 1:7; 2:12). Como cristianos, se nos llama a perdonar de
manera tan plena como nosotros mismos hemos recibido el perdón de Dios (Mat
6:12; Col. 3:13).
Postmilenarismo
Es una posición escatológica que sitúa el reino de mil años del que se habla en Apocalipsis 20 previamente a la segunda venida del Señor, pero a diferencia del Amilenarismo como algo diferente de la presente era. Es posible que el postmilenarismo date del siglo II (Justino Mártir, Diálogo con Trifón 80-81), aunque adquirió influencia en la Edad Media con Joaquín de Flora (siglo XIII) y, dentro del protestantismo, desde el siglo XVII con Thomas Brightman. Según el Postmilenarismo, a través de la predicación del Evangelio, el mundo entero será convertido al cristianismo antes de que el Señor vuelva, estableciéndose así un reino terrenal de mil años (no necesariamente literales). Al fin de este período habrá una rebelión encabezada por Satanás y entonces retornará el Señor para destruir las fuerzas del mal, juzgar a vivos y muertos y establecer el reino eterno. Vea también Amilenarismo, Milenio y Premilenarismo.
Es una posición escatológica que sitúa el reino de mil años del que se habla en Apocalipsis 20 previamente a la segunda venida del Señor, pero a diferencia del Amilenarismo como algo diferente de la presente era. Es posible que el postmilenarismo date del siglo II (Justino Mártir, Diálogo con Trifón 80-81), aunque adquirió influencia en la Edad Media con Joaquín de Flora (siglo XIII) y, dentro del protestantismo, desde el siglo XVII con Thomas Brightman. Según el Postmilenarismo, a través de la predicación del Evangelio, el mundo entero será convertido al cristianismo antes de que el Señor vuelva, estableciéndose así un reino terrenal de mil años (no necesariamente literales). Al fin de este período habrá una rebelión encabezada por Satanás y entonces retornará el Señor para destruir las fuerzas del mal, juzgar a vivos y muertos y establecer el reino eterno. Vea también Amilenarismo, Milenio y Premilenarismo.
Presciencia
Es el conocimiento anticipado de las cosas que ocurrirán; la presciencia es un atributo de Dios. El pasado, presente y futuro son todos en un sentido "presentes" en la mente de Dios. El habita en la eternidad (Isaías 57:15) y tiene conocimiento infinito (Isaías 41:22,23). Por tanto conoce todas las cosas de antemano. En el N.T. el término puede significar asimismo "causar que algo ocurra"; vea 1 Ped 1:2,20.
Es el conocimiento anticipado de las cosas que ocurrirán; la presciencia es un atributo de Dios. El pasado, presente y futuro son todos en un sentido "presentes" en la mente de Dios. El habita en la eternidad (Isaías 57:15) y tiene conocimiento infinito (Isaías 41:22,23). Por tanto conoce todas las cosas de antemano. En el N.T. el término puede significar asimismo "causar que algo ocurra"; vea 1 Ped 1:2,20.
Predestinar,
Predestinación
Se refiere a la doctrina según la cual Dios ha dispuesto todo lo que ha de
ocurrir, afirmando empero que El no es el autor del pecado. Dios emplea , no
obstante, cosas que en sí son pecaminosas para Su propia gloria y propósitos.
Por ejemplo, la crucifixión de Cristo fue causada por hombres pecadores que
injustamente llevaron a la muerte a Jesús (Hech. 4:27); sin embargo, a través
de esa muerte, somos reconciliados con Dios (Rom. 5:10).
Según la doctrina de la predestinación, es Dios el que decide quién ha de
salvarse (Rom. 9:16) y ello no depende de los deseos de cada persona (Juan
1:13). Dios es quien dispone al cristiano para perdón: "...y creyeron
todos los que estaban ordenados para vida eterna (Hech 13:48). Asimismo, dice
Pablo: "A los que antes conoció, también los predestinó para que fueran
hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre
muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que
llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también
glorificó." (Rom. 8:29-30). Otros pasajes a ser examinados son Efe. 1:4,11
y Rom. 9; vea también Elección y Soberanía.
Premilenarismo
Es una interpretación de la relación entre el reino de mil años anunciado en Apocalipsis 20 y la Parusía o segunda venida del Señor; por tanto, concierne al campo de la Escatología. Afirma que el Milenio será inaugurado tras la Parusía. Cuando Cristo retorne, encadenará a Satanás y reinará sobre la tierra por mil años, durante los cuales habrá prosperidad, paz y justicia en todo el mundo. Al fin de los mil años, Satanás será desatado, para ser finalmente destruido. A esto le sigue un juicio y el estado eterno, con nuevos cielos y tierra. Existen actualmente dos variedades principales de premilenarismo. La más antigua, el premilenarismo histórico, fue enseñado por algunos autores cristianos primitivos (Ireneo de Lyón, Lactancio, etc.) y considera que el reino milenario será esencialmente para la Iglesia de Cristo. La más reciente es el premilenarismo dispensacional, originado con John elson Darby (1800-1882), que enseña que el milenio será un reino básicamente judío, en el cual se cumplirán literalmente las promesas hechas a la nación de Israel en las profecías del A.T. Vea también Amilenarismo, Milenio y Postmilenarismo.
Es una interpretación de la relación entre el reino de mil años anunciado en Apocalipsis 20 y la Parusía o segunda venida del Señor; por tanto, concierne al campo de la Escatología. Afirma que el Milenio será inaugurado tras la Parusía. Cuando Cristo retorne, encadenará a Satanás y reinará sobre la tierra por mil años, durante los cuales habrá prosperidad, paz y justicia en todo el mundo. Al fin de los mil años, Satanás será desatado, para ser finalmente destruido. A esto le sigue un juicio y el estado eterno, con nuevos cielos y tierra. Existen actualmente dos variedades principales de premilenarismo. La más antigua, el premilenarismo histórico, fue enseñado por algunos autores cristianos primitivos (Ireneo de Lyón, Lactancio, etc.) y considera que el reino milenario será esencialmente para la Iglesia de Cristo. La más reciente es el premilenarismo dispensacional, originado con John elson Darby (1800-1882), que enseña que el milenio será un reino básicamente judío, en el cual se cumplirán literalmente las promesas hechas a la nación de Israel en las profecías del A.T. Vea también Amilenarismo, Milenio y Postmilenarismo.
Primogénito
El primer hijo nacido de una madre. Se emplea asimismo de manera figurativa en sentido de prioridad, superioridad, o excelencia. El varón primogénito de una familia debía sujetarse a ciertos ritos y gozaba de privilegios (Gén. 27:1-29; 48:13,14). Recibía una doble porción de la herencia paterna (Deut. 21:17). En el N.T., se aplica la expresión a Cristo como quien se halla a la cabeza de todo el orden creado (Col. 1:15,18; compare con Apoc. 3:14, "el principio de la creación de Dios"). El término no significa, ni implica, que haya sido el primer ser creado como erróneamente sostienen los Testigos de Jehová con referencia a Colosenses 1:15. De hecho, los ritos de primogenitura eran transferibles (compare Jer. 31:9 con Gén. 41:50-52). En Apocalipsis 1:5 Jesús es llamado el "primogénito de los muertos" ya que fue el primero en resucitar con un cuerpo glorioso; Pablo se refiere al mismo hecho llamándolo "las primicias" de la resurrección (1 Cor. 15:20,23).
El primer hijo nacido de una madre. Se emplea asimismo de manera figurativa en sentido de prioridad, superioridad, o excelencia. El varón primogénito de una familia debía sujetarse a ciertos ritos y gozaba de privilegios (Gén. 27:1-29; 48:13,14). Recibía una doble porción de la herencia paterna (Deut. 21:17). En el N.T., se aplica la expresión a Cristo como quien se halla a la cabeza de todo el orden creado (Col. 1:15,18; compare con Apoc. 3:14, "el principio de la creación de Dios"). El término no significa, ni implica, que haya sido el primer ser creado como erróneamente sostienen los Testigos de Jehová con referencia a Colosenses 1:15. De hecho, los ritos de primogenitura eran transferibles (compare Jer. 31:9 con Gén. 41:50-52). En Apocalipsis 1:5 Jesús es llamado el "primogénito de los muertos" ya que fue el primero en resucitar con un cuerpo glorioso; Pablo se refiere al mismo hecho llamándolo "las primicias" de la resurrección (1 Cor. 15:20,23).
Profeta
Un profeta es básicamente un vocero de Dios, un mediador entre Dios y los hombres que les comunica a estos la Palabra de Dios, que ha recibido directamente de El. Cuando un profeta habla en calidad de tal, es inspirado por el Espíritu Santo (2 Ped. 1:19-21) y por tanto libre de todo error. No obstante, el profeta no es una marioneta ni un simple repetidor de lo que ha recibido. Por el contrario, retiene su propia voluntad, inteligencia y pensamientos mientras comunica fielmente lo que Dios quiere decir. Dios pone palabras en boca de los profetas (Deut. 18:18; Jer. 1:9). Un profeta es un siervo de Dios (Zac. 1:6) y Su mensajero (2 Crón. 36:15). Las profecías pueden clasificarse en tres categorías: concernientes al destino de Israel y de las naciones paganas, a Cristo (mesiánicas) y al fin de los tiempos (escatológicas). Otra forma de verlas es en relación al tiempo. Algunas profecías se refieren a la interpretación divina de hechos pasados, otras a la situación entonces presente, y otras al futuro; sólo estas últimas son predicativas. El cumplimiento de las profecías del A.T. en Cristo es una de las evidencias más fuertes a favor de la autoridad e inspiración divinas de la Biblia. La expresión "La Ley y los profetas" se refiere a los escritos del A.T. divididos en dos categorías. La Ley es el Pentateuco, y los Profetas el resto de las Escrituras. Más frecuente, y vigente hasta hoy en la Biblia hebrea (el A.T.) es una división triple: La Ley de Moisés, los Profetas y los Salmos (Luc. 24:44). En tal caso, los "Profetas" incluyen los libros históricos y los libros proféticos, y los "Salmos" comprenden no sólo el libro de este nombre, sino también otros libros poéticos y sapienciales (Job, Proverbios, Eclesiastés y Cantares).
Un profeta es básicamente un vocero de Dios, un mediador entre Dios y los hombres que les comunica a estos la Palabra de Dios, que ha recibido directamente de El. Cuando un profeta habla en calidad de tal, es inspirado por el Espíritu Santo (2 Ped. 1:19-21) y por tanto libre de todo error. No obstante, el profeta no es una marioneta ni un simple repetidor de lo que ha recibido. Por el contrario, retiene su propia voluntad, inteligencia y pensamientos mientras comunica fielmente lo que Dios quiere decir. Dios pone palabras en boca de los profetas (Deut. 18:18; Jer. 1:9). Un profeta es un siervo de Dios (Zac. 1:6) y Su mensajero (2 Crón. 36:15). Las profecías pueden clasificarse en tres categorías: concernientes al destino de Israel y de las naciones paganas, a Cristo (mesiánicas) y al fin de los tiempos (escatológicas). Otra forma de verlas es en relación al tiempo. Algunas profecías se refieren a la interpretación divina de hechos pasados, otras a la situación entonces presente, y otras al futuro; sólo estas últimas son predicativas. El cumplimiento de las profecías del A.T. en Cristo es una de las evidencias más fuertes a favor de la autoridad e inspiración divinas de la Biblia. La expresión "La Ley y los profetas" se refiere a los escritos del A.T. divididos en dos categorías. La Ley es el Pentateuco, y los Profetas el resto de las Escrituras. Más frecuente, y vigente hasta hoy en la Biblia hebrea (el A.T.) es una división triple: La Ley de Moisés, los Profetas y los Salmos (Luc. 24:44). En tal caso, los "Profetas" incluyen los libros históricos y los libros proféticos, y los "Salmos" comprenden no sólo el libro de este nombre, sino también otros libros poéticos y sapienciales (Job, Proverbios, Eclesiastés y Cantares).
Propiciación
El acto de propiciar involucra quitar la ira por medio de una ofrenda. Su significado se superpone con el de expiar, pero el concepto de Expiación no tiene la connotación de apaciguar la justa ira de Dios contra el pecador. Para el cristiano, la sangre derramada por Cristo en la cruz fue tanto una expiación como una propiciación (Rom. 3:25). La obra de Cristo quitó la ira de Dios de modo que el pudo pasar "por alto, en su paciencia, los pecados pasados" (Rom. 3:25). El Padre envió al Hijo para ser la propiciación (1 Juan 4:10) por los pecados del mundo (1 Juan 2:2).
El acto de propiciar involucra quitar la ira por medio de una ofrenda. Su significado se superpone con el de expiar, pero el concepto de Expiación no tiene la connotación de apaciguar la justa ira de Dios contra el pecador. Para el cristiano, la sangre derramada por Cristo en la cruz fue tanto una expiación como una propiciación (Rom. 3:25). La obra de Cristo quitó la ira de Dios de modo que el pudo pasar "por alto, en su paciencia, los pecados pasados" (Rom. 3:25). El Padre envió al Hijo para ser la propiciación (1 Juan 4:10) por los pecados del mundo (1 Juan 2:2).
Purgatorio
Es una doctrina incorrecta de la Iglesia Católica Romana. Según esta enseñanza, existe una pena por los pecados cometidos que debe ser sufrida en el tiempo, aún cuando el castigo eterno haya sido quitado por la absolución sacerdotal. Luego de la muerte, aquellos que no están condenados al infierno, pero tampoco son impecables (o sea, la vasta mayoría de los creyentes) deben ser "purgados" de sus manchas en un lugar o situación que se denomina purgatorio. Luego de que esto ocurra, tras un período indeterminado de tiempo, el alma del difunto es libre para entrar al cielo. Aunque nadie sabe cuánto tiempo se prolonga la purga, según la Iglesia Católica "las ofrendas o servicios dados a la Iglesia, las oraciones de los sacerdotes, y las misas ofrecidas por familiares o amigos en beneficio de los difuntos pueden reducir, aliviar o eliminar la estancia del alma en el purgatorio."(1)
Es una doctrina incorrecta de la Iglesia Católica Romana. Según esta enseñanza, existe una pena por los pecados cometidos que debe ser sufrida en el tiempo, aún cuando el castigo eterno haya sido quitado por la absolución sacerdotal. Luego de la muerte, aquellos que no están condenados al infierno, pero tampoco son impecables (o sea, la vasta mayoría de los creyentes) deben ser "purgados" de sus manchas en un lugar o situación que se denomina purgatorio. Luego de que esto ocurra, tras un período indeterminado de tiempo, el alma del difunto es libre para entrar al cielo. Aunque nadie sabe cuánto tiempo se prolonga la purga, según la Iglesia Católica "las ofrendas o servicios dados a la Iglesia, las oraciones de los sacerdotes, y las misas ofrecidas por familiares o amigos en beneficio de los difuntos pueden reducir, aliviar o eliminar la estancia del alma en el purgatorio."(1)
Esta doctrina extrabíblica es rechazada por la Iglesia Protestante, pues
refleja una mala comprensión de la expiación de Cristo, y asimismo añade una
ofensa a la obra consumada en la cruz. El error básico consiste en la enseñanza
de que podemos perfeccionarnos a nosotros mismos y quitar nuestro pecado a
través del sufrimiento propio. Se le añade el error emparentado de que las
buenas obras de los vivos pueden ayudar a los muertos. Si tales cosas fuesen
posibles, "para qué sería necesario que muriese Cristo? En Gál. 2:21 Pablo
afirmó: "No desecho la gracia de Dios, pues si por la Ley viniera la justicia,
entonces en vano murió Cristo".
Por lo demás, en la cruz Cristo declaró ""Consumado es!" (Juan
19:30). En griego, esta expresión era un término contable que expresaba que una
deuda estaba completamente pagada, cancelada, de manera definitiva. Si la paga
por nuestros pecados fue saldada plenamente en la cruz, "cómo puede ser
real el purgatorio, especialmente cuando las Escrituras no lo menciona, y de
hecho contradicen explícitamente la idea? En efecto, dicen: "está
establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el
juicio" (Heb. 9:27).
Rapto
El rapto o arrebatamiento de la Iglesia es una doctrina de la Escatología (relacionada con el fin de los tiempos). Es un acontecimiento en el cual cuando Jesús regrese, los muertos en Cristo serán resucitados y los creyentes "que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tes 4:17). Esto ha de ocurrir en el momento de la resurrección, cuando suene la final trompeta (1 Cor 15: 50-53; 1 Tes 4: 16) y los creyentes reciban sus cuerpos gloriosos. Los primeros en recibirlos son los fieles difuntos, y de inmediato aquellos aún vivos cuando el Señor regrese.
El rapto o arrebatamiento de la Iglesia es una doctrina de la Escatología (relacionada con el fin de los tiempos). Es un acontecimiento en el cual cuando Jesús regrese, los muertos en Cristo serán resucitados y los creyentes "que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tes 4:17). Esto ha de ocurrir en el momento de la resurrección, cuando suene la final trompeta (1 Cor 15: 50-53; 1 Tes 4: 16) y los creyentes reciban sus cuerpos gloriosos. Los primeros en recibirlos son los fieles difuntos, y de inmediato aquellos aún vivos cuando el Señor regrese.
Hay mucho debate sobre el momento del Rapto co respecto a otros acontecimientos
del fin de los tiempos. En particular, se discute si ocurrirá antes, durante o
al final del período de persecución llamado la Tribulación; vea Tribulación,
Reconciliar,
Reconciliación
La reconciliación involucra un cambio para bien en la relación entre dos o más
personas, antes distanciadas o enemistadas. En teología, se refiere a un cambio
de esta clase en la relación entre Dios y el hombre. Somos por naturaleza
"hijos de ira" (Efe. 2:3) y enemigos de Dios (Efe. 2:11-15). Sin
embargo, "...fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su
Hijo..." (Rom. 5:10). A casa de la muerte de Jesucristo, la relación del
cristiano con Dios experimenta un cambio favorable. Nos tornamos ahora capaces
de tener comunión con El (1 Juan 1:3), lo que antes no nos era posible. Así,
somos reconciliados con El (Rom. 5:10-11). Una grave consecuencia del pecado es
que nos separa de Dios (Isa. 59:2), pero esto ha sido atacado y solucionado en
la cruz; fue logrado por Dios, en Cristo (2 Cor. 5:18).
Rectitud
La rectitud (griego dikaiosyne), generalmente vertido "justicia" en español, es un atributo de pureza moral que, en sentido pleno, le pertenece solamente a Dios (Juan 17:25). Solamente El es verdaderamente recto. Nadie en el mundo es recto a los ojos de Dios, excepto el cristiano. Pero éste es recto por Imputación. Somos considerados rectos ante Dios cuando recibimos a Cristo por la fe (Fil. 3:9). Nuestra rectitud se basa en lo que Jesucristo hizo en la cruz; la rectitud de Cristo nos es imputada a nuestro favor, y somos vistos como rectos ante Dios. Aunque realmente somos dignos de condenación, somos hechos rectos (Isa. 61:10) por el sacrificio de Jesús en la cruz. Cristo es nuestra rectitud ("justicia", Rom. 10:4). Como resultado, pasaremos la eternidad en la presencia de nuestro santo, puro, amante, tierno, misericordioso y recto Dios.
Redención
Redimir significa rescatar a alguien de la esclavitud. A menudo implica pagar un rescate, un precio que hace posible la redención. Los israelitas fueron redimidos de Egipto. Nosotros fuimos redimidos del poder del pecado y de la maldición de la Ley (Gál. 3:13) a través de Jesús (Rom. 3:24; Col. 1:14). Fuimos comprados por un precio, que fue el del sacrificio de Jesucristo (1 Cor. 6:20; 7:23).
Redimir significa rescatar a alguien de la esclavitud. A menudo implica pagar un rescate, un precio que hace posible la redención. Los israelitas fueron redimidos de Egipto. Nosotros fuimos redimidos del poder del pecado y de la maldición de la Ley (Gál. 3:13) a través de Jesús (Rom. 3:24; Col. 1:14). Fuimos comprados por un precio, que fue el del sacrificio de Jesucristo (1 Cor. 6:20; 7:23).
Regeneración bautismal
Es la creencia de que el bautismo es esencial para la salvación, es decir, que
es el medio por el cual el perdón de los pecados es hecho efectivo para el
pecador. Esta opinión es incorrecta. Pablo dijo que había venido a predicar el
Evangelio, no a bautizar (1 Cor. 1:14-17). Si el bautismo hubiese sido
indispensable para la salvación, entonces Pablo lo hubiese incluido en su
práctica normal y en la predicación del mensaje evangélico, cosa que no hizo
(ver también Col. 2:10-11.) Para mayor información sobre esto, vea Es el
bautismo necesario para la salvación?
Reino
de Dios
El concepto de Reino de Dios (o su sinónimo "Reino de los Cielos",
que es una forma de referirse a lo mismo, empleada mayormente por Mateo) es
central en el N.T., ya su venida fue el contenido central del mensaje de Jesús
(Mar. 1:14-15) y de Sus apóstoles. Un reino implica la existencia de un rey;
nuestro rey es Jesús. El dijo que Su reino no es de este mundo (Juan 18:36) ni
es como los reinos de este mundo. La autoridad de Jesús no proviene de la
autoridad humana, sino de la autoridad de Dios (Luc. 22:29).
La entrada en el reino de Dios se realiza a través del llamado divino (1 Tes
2:12), el arrepentimiento (Mat. 3:2) y el nuevo nacimiento (Juan 3:5). Se nos
exhorta a buscar ante todo el Reino de Dios (Mat 6:33) y a orar por su venida
(Mat. 6:10). Es un reino preeminentemente espiritual: "el reino de Dios no
es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo" (Rom.
14:17). En un sentido, el reino de los cielos se ha acercado y está presente
(Luc. 17:20-21) , y Jesús ya es rey (Hech. 2:36; 1 Cor 15: 25; Heb. 2:9). Sin
embargo, el reino sólo alcanzará la plenitud de su gloria con el reinado
universal y visible de Jesucristo cuando El retorne personalmente a la tierra.
Resurrección, cuerpos de resurrección
Resucitar significa volver a vivir, ser levantado vivo de entre los muertos
(Juan 5:28,29). La palabra se emplea en diferentes contextos en la Biblia. Por
ejemplo, Lázaro fue resucitado (Juan 11:43), pero, como otras resurrecciones
narradas en las Escrituras, esto significó que su cuerpo mortal fue vivificado
y restaurado a la misma condición corruptible que tenía antes de morir. Esta
resurrección es diferente e inferior a la resurrección de Jesucristo, y a la
que ocurrirá cuando recibamos nuestros cuerpos gloriosos en la Parusía (1 Tes
4:13-18), en el día postrero (Juan 6:39-44), cuando suene la última trompeta (1
Cor. 15:51-55). Lázaro vivió, pero luego (presumiblemente) murió. En cambio,
nuestra resurrección tiene como modelo la propia resurrección de Jesús, que es
una garantía de que, como El resucitó, nosotros también resucitaremos. Hasta
ahora, Jesucristo es el único en haber recibido un cuerpo resucitado glorioso e
incorruptible. Por esta razón es llamado "el Primogénito de los
muertos" (1 Cor. 15:20-23). Recibiremos nuestros cuerpos en el Rapto
cuando Cristo retorne personalmente a buscarnos.
El cuerpo resucitado no está sujeto a enfermedad, pecado o muerte. Sabemos muy
poco de él excepto por lo que el Señor Jesús mostró luego de Su resurrección,
esto es, que era un cuerpo físico (Luc. 24: 36-43) pero capaz de desplazarse a
Su antojo, incluso de salir y entrar de habitaciones cerradas. Más allá de
esto, el resto es conjetura (vea 1 Cor. 15).
Revelación
Revelar significa declarar algo que era desconocido. En teología, se refiere a lo que Dios declara de Sí mismo. La revelación se puede dividir en dos tipos: natural y especial. La revelación natural es aquello que podemos saber acerca de Dios a partir de la observación de Su creación (Rom. 1:20). A partir de la creación podemos saber que hay un Dios, que El la gobierna, que tiene un orden, y que El se ocupa de nuestro bienestar. Sin embargo, no podemos descubrir el plan de salvación a partir de la revelación natural. Esto requiere una revelación especial.
Revelar significa declarar algo que era desconocido. En teología, se refiere a lo que Dios declara de Sí mismo. La revelación se puede dividir en dos tipos: natural y especial. La revelación natural es aquello que podemos saber acerca de Dios a partir de la observación de Su creación (Rom. 1:20). A partir de la creación podemos saber que hay un Dios, que El la gobierna, que tiene un orden, y que El se ocupa de nuestro bienestar. Sin embargo, no podemos descubrir el plan de salvación a partir de la revelación natural. Esto requiere una revelación especial.
La revelación especial la ha dado Dios por medio de la Biblia, de muchas y
diversas maneras (Heb 1:1), desde Su manifestación directa (Exo. 3) hasta
visiones y sueños (Núm. 12:6-8). La revelación definitiva se halla en la
Encarnación de Jesús, ya que El vino para revelarnos al Padre (Mat. 11:27; Luc.
10:22; Juan 14: 6-11; Heb. 1:1-3) y a comunicarnos el Evangelio (1 Cor. 15:1-4)
por medio del cual alcanzamos la salvación. .
S
Sacramento
Un sacramento es una señal tangible, una manifestación visible, de una realidad invisible. El pan y el vino de la Eucaristía o Cena del Señor son manifestaciones visibles del Pacto prometido por nuestro Señor: "De igual manera, después de haber cenado, tomó la copa, diciendo: ?Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama?" (Luc. 22:20).
Un sacramento es una señal tangible, una manifestación visible, de una realidad invisible. El pan y el vino de la Eucaristía o Cena del Señor son manifestaciones visibles del Pacto prometido por nuestro Señor: "De igual manera, después de haber cenado, tomó la copa, diciendo: ?Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama?" (Luc. 22:20).
En el A.T.,
Dios empleó signos visibles juntamente con Su palabra hablada. Estos signos visibles
estaban destinados a los creyentes y tenían significación espiritual (1 Cor 10:
1-6). Entre los sacramentos del A.T. se hallan la circuncisión y la Pascua, que
a veces se presentan como la contrapartida o tipo del bautismo (Col. 2:22-12) y
de la Cena del Señor (1 Cor. 5:7).
Salvación
La salvación (griego soteria) es la liberación del pecado. Cuando alguien recurre a Dios y busca el perdón en Jesús, sus pecados le son quitados. Es limpiado; su relación con Dios es restaurada, y es hecho una nueva criatura (2 Cor. 5:17). Todo esto es obra de Dios, no del hombre (Efe. 2:8-9). La salvación es un don gratuito (Rom. 6:23).
La salvación (griego soteria) es la liberación del pecado. Cuando alguien recurre a Dios y busca el perdón en Jesús, sus pecados le son quitados. Es limpiado; su relación con Dios es restaurada, y es hecho una nueva criatura (2 Cor. 5:17). Todo esto es obra de Dios, no del hombre (Efe. 2:8-9). La salvación es un don gratuito (Rom. 6:23).
Somos salvados de una justa condenación. Cuando alguien peca, y todos lo hemos
hecho (Rom. 3:23; 6:23), merece la eterna separación de Dios (Isa. 59:2). No
obstante, debido a Su amor y misericordia, Dios se hizo hombre (Juan 1:1,14) y
cargó con los pecados del mundo en Su cuerpo en la cruz (1 Ped. 2:24; 1 Juan
2:2). Somos perdonados cuando recocemos que nada podemos hacer para merecer el
favor de Dios, y en cambio ponemos nuestra fe en lo que Cristo hizo por
nosotros en la cruz (Efe. 2:8-9; 1 Cor. 15:1-4). Solamente Dios salva; lo único
que podemos llevar a la cruz es nuestro pecado.
Tanto Dios el Padre (Isa. 14:21) como Jesús (Juan 4:42) son llamados
"Salvador", es decir, el que libera del pecado. Debe recordarse que
fue el Padre quien envió al Hijo para ser nuestro Salvador /1 Juan 4:10).
Santificar,
Santificación
Santificar significa separar, poner aparte para un uso sagrado. Dios santificó
a Israel como Su propia y especial nación (Eze. 37:28). La santificación puede
aplicarse a la gente (Exo. 19:10,14) a un monte (Exo. 19:23), al día del Sabat
(Gén. 2:3), al tabernáculo (Exo. 20:39), y de hecho toda cosa creada es
santificada a través de la Palabra de Dios y de la oración (1 Tim. 4:4).(1)
Dios nos ha separado a los cristianos para santificación, no para impureza (1
Tes. 4:7) y como santos somos llamados a realizar buenas obras (Efe. 2:10). Los
cristianos que conforman la Iglesia son llamados la "nación santa"
del nuevo pacto (1 Ped. 2:9). Los cristianos son llamados a santificar a Cristo
como Señor en sus corazones (1 Ped. 3:15).
En el cristiano, la santificación sigue a la Justificación. En la
justificación, nuestros pecados son completamente perdonados en Cristo, en un
acto punico y definitivo. A esto le sigue la santificación, que es un proceso
por el cual el Espíritu Santo nos guía para parecernos cada vez más a Cristo en
lo que pensamos, deseamos, decimos y hacemos. La verdadera santificación sería
imposible sin la obra expiatoria de Cristo en la cruz, pues es imprescindible
que nuestros pecados sean perdonados para que podamos andar en el camino de una
vida santa.
Santo, santidad
La santidad es la cualidad de perfección, impecabilidad e
incapacidad de pecar que, en sentido pleno, es poseída solamente por Dios.
Conlleva la noción de separación
de todo cuanto es pecaminoso o impuro. Como cristianos, somos llamados a ser
santos (1 Ped 1:16). Sin embargo, esto no implica un cambio en nuestra
naturaleza; no será sino hasta que alcancemos el estado eterno por medio de la
resurrección que alcanzaremos un estado de perfecta santidad. El llamado a la
santidad en esta vida es un mandamiento de Dios a poner en práctica con
respecto a nuestros pensamientos, costumbres y acciones. Hemos de ser santos en
obediencia a Dios, que es tres veces Santo (Isa 6:3) y Rey de los santos (Apoc.
15:3). Dios nos ha hecho santos a través de Su Hijo Jesucristo (Efe. 1:4; 1
Ped. 2:9). Nos ha separado para servirle y adorarle (Juan 17:17,19; 1 Tes 5:23;
2 Tes 2:13). Por esta razón, los creyentes son denominados con frecuencia
"los santos" (Dan 7:18-27; Rom. 1:7; 8:27; Jud 3).
Secta
Es un grupo religioso que sigue un sistema religioso o filosófico particular, caracterizado por una extraordinaria devoción a una persona, un objeto o un sistema de creencias que no es ortodoxo. En el contexto del cristianismo, se trata en general de un grupo que emplea la Biblia pero distorsiona la doctrina, en particular en lo referente a la salvación, hasta un punto que la hace inalcanzable. Unos pocos ejemplos de sectas son el mormonismo, los Testigos de Jehová, la Ciencia Cristiana, los cristadelfos, la Iglesia Unitaria, el Camino Internacional, y la Iglesia de Unificación (Moonies).
Es un grupo religioso que sigue un sistema religioso o filosófico particular, caracterizado por una extraordinaria devoción a una persona, un objeto o un sistema de creencias que no es ortodoxo. En el contexto del cristianismo, se trata en general de un grupo que emplea la Biblia pero distorsiona la doctrina, en particular en lo referente a la salvación, hasta un punto que la hace inalcanzable. Unos pocos ejemplos de sectas son el mormonismo, los Testigos de Jehová, la Ciencia Cristiana, los cristadelfos, la Iglesia Unitaria, el Camino Internacional, y la Iglesia de Unificación (Moonies).
Segunda Venida, La
Se le llama así a la Parusía o retorno de Jesucristo en
gloria y majestad, de manera, personal, corporal y visible. La expresión
contrasta con la primera venida, ocurrida en la encarnación, cuando Jesús se
hizo hombre. En la segunda venida de Jesucristo todo ojo le verá (Apoc. 1:7)
cuando El descienda del cielo sobre las nubes (Mat. 24:30; Mar. 14:62). Nadie
sabe el día ni la hora en la que esto ha de ocurrir (Mat 24:36), ya que vendrá
"como ladrón en la noche"; por eso se nos llama a velar (Mat
24:42-44; 1 Tes 5:4-11).
Seguridad
eterna
Es la doctrina según la cual la salvación, una vez
obtenida, no puede perderse. Ya que la salvación no se debe a nada que nosotros
hagamos, tampoco puede perderse por nada que hagamos. Esto no significa que
podamos pecar cuanto queramos (Rom. 6:1-2) porque hemos sido librados del
pecado y santificados, es decir, separados para uso santo (1 Tes. 4:7). Vea Antinomianismo.
Septuaginta
Se le llama Septuaginta o versión de los Setenta (abreviada LXX= 70 en números romanos) a una traducción del A.T. al griego. El A.T. fue escrito mayormente en hebreo, con porciones en arameo. Según una narración legendaria conocida como la Carta de Aristeas (escrita hacia 125 a.C.) el rey de Egipto, Ptolomeo Filadelfo (reinó entre 285 y 246 a.C.) envió embajadores a Jerusalén para solicitar una traducción de las Escrituras (el A.T.) al griego. Fueron enviados seis expertos por cada tribu de Israel, en total 72 (redondeado a 70, de allí el nombre de la versión), que en precisamente 72 días produjeron una traducción perfecta. En realidad, durante el reino de Ptolomeo se tradujo el Pentateuco, y posteriormente, en un proceso que duró bastante tiempo, el resto de las Escrituras. Se piensa que la versión fue completada hacia mediados del siglo II a.C. La LXX es importante porque fue la versión del A.T. que empleó la Iglesia primitiva; de hecho, las copias conservadas hasta hoy son de procedencia cristiana. Los judíos dejaron de emplearla cuando los cristianos comenzaron a utilizarla para demostrar el cumplimiento de las profecías en Jesús.
Se le llama Septuaginta o versión de los Setenta (abreviada LXX= 70 en números romanos) a una traducción del A.T. al griego. El A.T. fue escrito mayormente en hebreo, con porciones en arameo. Según una narración legendaria conocida como la Carta de Aristeas (escrita hacia 125 a.C.) el rey de Egipto, Ptolomeo Filadelfo (reinó entre 285 y 246 a.C.) envió embajadores a Jerusalén para solicitar una traducción de las Escrituras (el A.T.) al griego. Fueron enviados seis expertos por cada tribu de Israel, en total 72 (redondeado a 70, de allí el nombre de la versión), que en precisamente 72 días produjeron una traducción perfecta. En realidad, durante el reino de Ptolomeo se tradujo el Pentateuco, y posteriormente, en un proceso que duró bastante tiempo, el resto de las Escrituras. Se piensa que la versión fue completada hacia mediados del siglo II a.C. La LXX es importante porque fue la versión del A.T. que empleó la Iglesia primitiva; de hecho, las copias conservadas hasta hoy son de procedencia cristiana. Los judíos dejaron de emplearla cuando los cristianos comenzaron a utilizarla para demostrar el cumplimiento de las profecías en Jesús.
Sinagoga
La palabra sinagoga (griego synagoge) tiene en griego el mismo significado que ekklesia, iglesia. Refleja el término hebreo qahal, y puede traducirse como asamblea, congregación o reunión. Sin embargo, en una sola ocasión se emplea el término "sinagoga" en el N.T. para referirse a una reunión cristiana (Sant. 2:2, RV "congregación"). Los cristianos adoptaron rápidamente el vocablo "iglesia" para referirse a sus congregaciones. Por tanto, en su uso en el N.T. se refiere a una asamblea judía, o al edificio donde se realizan las reuniones de adoración, cánticos y lectura de las Escrituras. Como institución, la sinagoga surgió tras la destrucción del templo de Salomón, durante el exilio babilónico en el VI siglo a.C. , como un sucedáneo para el culto. En ellas no se realizan sacrificios. Las sinagogas continuaron existiendo y de hecho proliferaron a pesar de la reconstrucción del templo, como lugares para el culto y la instrucción judíos en todo el Imperio romano, incluso en Palestina. Las primeras sinagogas tenían un lugar en el centro del salón donde se guardaban los rollos de las Escrituras, y desde donde eran leídos. La liturgia de las sinagogas tuvo influencia en los modelos de culto de la Iglesia, en particular de la lectura y exposición de las Escrituras desde el púlpito.
Jesús concurría a las sinagogas (Mat 4:23; 9:35; Luc. 4:16-30; 13:10; Juan 6:59; 18:20). Los primeros misioneros cristianos comenzaron a difundir el Evangelio a partir de las sinagogas (Hech. 9:20; 13:5, 40-42; 17:1,10,17; 18:4,26). Posteriormente, la ruptura entre el judaísmo y el cristianismo hizo que se estableciesen congregaciones (iglesias) cristianas completamente separadas de la sinagoga. De hecho la oposición de algunos judíos al Evangelio hicieron que Juan se refiriese a ellas como "sinagogas de Satanás ( Apoc. 2:9; 3:9). Vea también Juan 9:22; 12:42; 16:2.
Sinergismo
La enseñanza de que cooperamos con Dios en orden a nuestra salvación. Esta doctrina falsa se opone al Monergismo, según el cual Dios es el único agente y obrador de la salvación. El cristianismo bíblico es definidamente monergista, mientras que las sectas son, en una u otra forma, sinergistas, ya que añaden a la gracia de Dios exigencias de esfuerzos humanos para obtener la salvación y el perdón de los pecados. Con frecuencia, estas obras añadidas consisten en obedecer sin cuestionar las enseñanzas de los líderes de la secta en cuestión.
Soberanía
Es el derecho inalienable de Dios de hacer Su voluntad (Salmo 50:1; Isa. 40:15; 1 Tim. 6:15) con Su creación y con cada una de sus criaturas. Esto implica que El no puede ser coaccionado por ninguna influencia ajena, y asimismo que tiene la capacidad de ejercer Su derecho según Su voluntad.
La enseñanza de que cooperamos con Dios en orden a nuestra salvación. Esta doctrina falsa se opone al Monergismo, según el cual Dios es el único agente y obrador de la salvación. El cristianismo bíblico es definidamente monergista, mientras que las sectas son, en una u otra forma, sinergistas, ya que añaden a la gracia de Dios exigencias de esfuerzos humanos para obtener la salvación y el perdón de los pecados. Con frecuencia, estas obras añadidas consisten en obedecer sin cuestionar las enseñanzas de los líderes de la secta en cuestión.
Soberanía
Es el derecho inalienable de Dios de hacer Su voluntad (Salmo 50:1; Isa. 40:15; 1 Tim. 6:15) con Su creación y con cada una de sus criaturas. Esto implica que El no puede ser coaccionado por ninguna influencia ajena, y asimismo que tiene la capacidad de ejercer Su derecho según Su voluntad.
Soteriología
La palabra viene del griego soteria,.salvación. Es la rama de la teología que se ocupa de estudiar la doctrina de la salvación. Algunos de los aspectos importantes de la soteriología son la expiación, la imputación y la regeneración.
Sueño del alma
Se le llama así a la enseñanza de que, cuando una persona
muere, su alma cesa de existir. Es resucitada en el día del juicio final, en
cuerpo y alma, y entonces juzgada. Esta posición no llega a ser una herejía,
sino un error de interpretación que toma demasiado literalmente la expresión
"dormir" aplicada a la condición de los muertos. La Biblia no es
particularmente explícita con respecto al estado intermedio, es decir, la
condición de la persona entre la muerte y la resurrección. Empero, hay
Escrituras que sugieren fuertemente que la persona continúa existiendo de
manera consciente después de la muerte; vea Luc. 16:19-31; 2 Cor. 5:1-10; Fil.
1:21-23).
T -
Z
Tabernáculo
El tabernáculo (hebreo ?ohel , tienda, u ?ohel mo?ed, tienda de reunión; griego skene) era la estructura que Dios mandó construir para morar en medio de Su pueblo en el tiempo del éxodo de Egipto (Exo. 25:8). Era una especie de templo que podía armarse y desarmarse para poder ser transportado. Fue construido según especificaciones muy precisas. Hay referencias a él en Exo. 25-27, 30-31, 35-40; Núm. 3:25ss.; 4:4 ss; 7:1ss. En las Escrituras se le dedica más espacio al tabernáculo que a otras cosas o instituciones.
El tabernáculo (hebreo ?ohel , tienda, u ?ohel mo?ed, tienda de reunión; griego skene) era la estructura que Dios mandó construir para morar en medio de Su pueblo en el tiempo del éxodo de Egipto (Exo. 25:8). Era una especie de templo que podía armarse y desarmarse para poder ser transportado. Fue construido según especificaciones muy precisas. Hay referencias a él en Exo. 25-27, 30-31, 35-40; Núm. 3:25ss.; 4:4 ss; 7:1ss. En las Escrituras se le dedica más espacio al tabernáculo que a otras cosas o instituciones.
El tabernáculo consistía en el patio externo y la tienda. Se entraba al patio
externo por un portal orientado hacia el este, en donde se hallaba el altar del
holocausto (Exo. 27:1-8) y el lavacro o fuente de bronce (Exo. 30:17-21). La
tienda o tabernáculo propiamente dicho se hallaba dentro del patio (Exo.
26:1ss.). Estaba dividido en dos sectores principales: el lugar santo y el
lugar santísimo, separados entre sí por un velo (Exo. 26:31ss.), como el que
hubo luego en el templo de Jerusalén y que se rajó de arriba abajo cuando Jesús
murió (Mat. 27:51). Como el velo había representado la barrera que separaba al
hombre pecador de un Dios santo (Heb. 9:8), su destrucción representó el libre
acceso que los pecadores tienen ahora ante Dios por medio de la sangre de
Jesucristo (Heb. 10:19ss.).
El tabernáculo era un lugar de sacrificio. El lugar santo tenía tres elementos:
Primero, una mesa en la cual se colocaba el pan de la proposición (Exo.
25:23-30); segundo, un candelabro de oro (Exo. 25:31-40) y tercero, un altar de
incienso (Exo. 30:1-7). En el lugar santísimo estaba el arca del pacto, o arca
del testimonio, que contenía las tablas con los Diez mandamientos (Ex. 25:16).
Solamente el Sumo sacerdote podía entrar al lugar santísimo, y una sola vez
cada año, para ofrecer un sacrificio por la nación de Israel.
Se han escrito muchos libros con respecto al significado espiritual del
tabernáculo, en particular cómo prefiguraba el Evangelio y representaba a
Cristo. En el N.T. la carta a los Hebreos es la exposición sistemática más
detallada del tema. También es significativo que en Juan 1:14 se diga
literalmente que Cristo "fijó su tabernáculo" (griego eskenosen, Reina-Valera
"habitó") entre nosotros. El tema del tabernáculo reaparece en el
Apocalipsis (Apoc 7: 15; 15:5; 21:3).
Teísmo
Es el nombre técnico de la posición teológica que afirma que Dios creó al mundo y continúa sosteniéndolo activamente (Mat. 6: 28-34; Col. 1:15-17; Heb 1:3), e interviene mediante milagros según Sus planes. No todo teísta es cristiano, pero el cristianismo bíblico es teísta. Compare esta concepción con la del Deísmo
Es el nombre técnico de la posición teológica que afirma que Dios creó al mundo y continúa sosteniéndolo activamente (Mat. 6: 28-34; Col. 1:15-17; Heb 1:3), e interviene mediante milagros según Sus planes. No todo teísta es cristiano, pero el cristianismo bíblico es teísta. Compare esta concepción con la del Deísmo
Tentación
La tentación es aquello que nos mueve a pecar. Dios no puede ser tentado (Sant.1:13). En cambio, nosotros podemos ser tentados por nuestra lujuria (Sant.1:13-15), codicia (1 Tim. 6:9), falta de examinarnos a nosotros mismos (Gál. 6:1), y el presuntuoso orgullo de la vida (1 Juan 2:16), entre otras causas. Dios no tienta a nadie (Sant. 1: 13), mientras que Satanás es el tentador por excelencia. Tuvo éxito con Eva, al hacerle primero dudar de lo que Dios había dicho, al insinuar que El había mentido, y al excitar el apetito de la mujer (Gén. 1-6): saciaría su hambre, le daba placer y le abriría la mente. Satanás ha seguido tentando a todos en sus deseos más primarios (comida, bebida, sexo), como en su codicia, orgullo y ambición, para que desobedezcamos a Dios. Mucho después del episodio del Edén, intentó el mismo procedimiento con Jesús, pero aquí fracasó ruidosamente (Mat. 4:1-11). Jesús nos enseñó a orar para ser librados de la tentación (Mat. 6:13) ya que el Señor es capaz de librarnos de ella (2 Ped. 2:9). Dios no ha de permitir que seamos tentados más de lo que El sabe que podemos resistir (1 Cor. 10:13). Por tanto, en Cristo realmente tenemos el poder de resistir a Satanás (1 Ped. 5:18). Ya no estamos inermes, y el diablo nada puede contra nosotros si nuestra voluntad, fortalecida por el Espíritu Santo, no cede a la tentación.
La tentación es aquello que nos mueve a pecar. Dios no puede ser tentado (Sant.1:13). En cambio, nosotros podemos ser tentados por nuestra lujuria (Sant.1:13-15), codicia (1 Tim. 6:9), falta de examinarnos a nosotros mismos (Gál. 6:1), y el presuntuoso orgullo de la vida (1 Juan 2:16), entre otras causas. Dios no tienta a nadie (Sant. 1: 13), mientras que Satanás es el tentador por excelencia. Tuvo éxito con Eva, al hacerle primero dudar de lo que Dios había dicho, al insinuar que El había mentido, y al excitar el apetito de la mujer (Gén. 1-6): saciaría su hambre, le daba placer y le abriría la mente. Satanás ha seguido tentando a todos en sus deseos más primarios (comida, bebida, sexo), como en su codicia, orgullo y ambición, para que desobedezcamos a Dios. Mucho después del episodio del Edén, intentó el mismo procedimiento con Jesús, pero aquí fracasó ruidosamente (Mat. 4:1-11). Jesús nos enseñó a orar para ser librados de la tentación (Mat. 6:13) ya que el Señor es capaz de librarnos de ella (2 Ped. 2:9). Dios no ha de permitir que seamos tentados más de lo que El sabe que podemos resistir (1 Cor. 10:13). Por tanto, en Cristo realmente tenemos el poder de resistir a Satanás (1 Ped. 5:18). Ya no estamos inermes, y el diablo nada puede contra nosotros si nuestra voluntad, fortalecida por el Espíritu Santo, no cede a la tentación.
Teodicea
Vocablo técnico referido al área de la teología que se ocupa del problema del origen y la persistencia del mal en el mundo, y de la relación de Dios con el mal. La cuestión básica se relaciona con la soberanía de Dios, Su omnipotencia y Su bondad. ?Cómo puede un Dios de amor y santidad, que tiene dominio sobre todo, permitir que exista el mal? De esto algunos concluyen que Dios no existe, o que no es suficientemente bueno, o que no es todopoderoso.
La solución a este problema se ha debatido por siglos, y no existe una
respuesta definitiva. Por otra parte, la Biblia no intenta justificar todo lo
que Dios hace, sino que afirma Su soberanía, sabiduría, santidad, justicia y
bondad.
Es claro que Dios es soberano (Isa. 45:9-10; Rom. 9:19-24), y que El ha
permitido la existencia del bien y del mal, y que todo es, en último análisis,
para Sus propósitos y gloria. Proverbios 16:4 dice "Todas las cosas las ha
hecho Jehová para sus propios fines, incluso al malvado, para el día
malo". En Isaías 45:7 leemos: "Yo formo la luz y creo las tinieblas,
hago la paz y creo la adversidad. Solo yo, Jehová, soy el que hago todo
esto". Una respuesta cristiana breve incluiría las siguientes
afirmaciones: 1) Dios creó todo cuanto existe, pero todo era originalmente
bueno (Gén. 1). 2) La existencia del mal se relaciona con la creación de
criaturas ?ángeles y hombres- capaces de elegir entre el bien y el mal. 3) De
este modo, el mal es concebido no como algo con entidad propia, sino como lo
contrario a la voluntad de Dios. 4) Sin embargo, si existe el mal es porque
Dios lo permite. 5) Si lo permite es porque, de una u otra forma, que
desconocemos, servirá en definitiva a Sus propósitos para el hombre y la
creación. 6) El hecho de que Dios permita el mal no quita la responsabilidad al
que efectivamente lo hace. 7) Dios ha prometido que en la eternidad , cuando Su
plan se haya cumplido, el mal no existirá más.
Teofanía
Una teofanía es una manifestación visible y a veces física de Dios en la tierra. Las teofanías en general ocurren en las Escrituras del A.T. Dios ha aparecido en sueños (Gén. 20:3-7; 28:12-17), visiones (Gén. 15:1-21; Isa. 6:1-13), y como un ángel (Gén. 16:7-13; 18:1-33).
Existe una manifestación sobrenatural conocida como "el ángel del Señor" (Jue. 6:20-21) que parece tener atributos de Dios mismo (Gén. 16:7-9; 18:1-2; Exo. 3:2-6; Jos. 5:14; Jue.2:1-5; 6:11). Tales características, como tener el nombre de Dios, ser adorado y reconocido como Dios han llevado a muchos expertos a concluir que este "ángel del Señor" realmente es Jesús manifestado en el A.T. Esto no implica que Jesús es un ángel (un ser espiritual creado), ya que la palabra ángel significa estrictamente "mensajero". Yo creo que todas las apariciones físicas de Dios en el A.T. fueron en realidad de Cristo antes de Su encarnación, ya que según Juan 6:46 nadie jamás ha visto al Padre.
Una teofanía es una manifestación visible y a veces física de Dios en la tierra. Las teofanías en general ocurren en las Escrituras del A.T. Dios ha aparecido en sueños (Gén. 20:3-7; 28:12-17), visiones (Gén. 15:1-21; Isa. 6:1-13), y como un ángel (Gén. 16:7-13; 18:1-33).
Existe una manifestación sobrenatural conocida como "el ángel del Señor" (Jue. 6:20-21) que parece tener atributos de Dios mismo (Gén. 16:7-9; 18:1-2; Exo. 3:2-6; Jos. 5:14; Jue.2:1-5; 6:11). Tales características, como tener el nombre de Dios, ser adorado y reconocido como Dios han llevado a muchos expertos a concluir que este "ángel del Señor" realmente es Jesús manifestado en el A.T. Esto no implica que Jesús es un ángel (un ser espiritual creado), ya que la palabra ángel significa estrictamente "mensajero". Yo creo que todas las apariciones físicas de Dios en el A.T. fueron en realidad de Cristo antes de Su encarnación, ya que según Juan 6:46 nadie jamás ha visto al Padre.
Otras Escrituras que describen epifanías vívidas son Gén. 17:1; 18:1; Exo.
6:2-3; 24:9-11; Núm. 12:6-8. Para mayor información sobre teofanías, vea el
Estudio sobre pluralidad.
Teología del Pacto
Es un sistema teológico que considera los tratos de Dios con el hombre sobre la
base de los pactos en lugar de los diferentes períodos de tiempo o
"dispensaciones". La teología del pacto representa al conjunto de la
Escritura. En resumen, representa al conjunto de la Escritura como dos pactos
principales: El pacto de obras hecho entre Dios y Adán en el A.T. y el pacto de
gracia entre Dios y el hombre pecador, por el cual se otorga a este último la
salvación sobre la base del sacrificio de Jesucristo en la cruz.
Teología
En sentido estricto, es la disciplina que estudia la persona de Dios, su naturaleza, atributos, carácter, revelación y propósitos. En sentido amplio, involucra asimismo las relaciones de Dios con su creación, en especial con la raza humana, y el plan de salvación. Existe una teología natural, basada en lo que puede saberse de Dios a partir del orden creado (vea Revelación). Pero en orden a la salvación, es más importante la teología bíblica, ya que es en las Escrituras donde Dios se revela a Sí mismo y nos da a conocer el camino de la salvación.
Testamento
En español, testamento significa la última voluntad de una persona. En las traducciones de la Biblia, la palabra deriva del vocablo latino testamentum, que Jerónimo (347-420) utilizó en su famosa versión de la Biblia, la Vulgata latina, para traducir el término hebreo be?rith, pacto. El equivalente griego, que se emplea 33 veces en el N.T., es diatheke, que significa asimismo "pacto". El autor de la carta a los Hebreos, al establecer la necesidad de la muerte de Cristo como sello del Nuevo Pacto, emplea el vocablo en su doble acepción de "pacto" y "testamento" (Heb. 9). En el uso de la Iglesia, por una combinación de la enseñanza de la citada epístola a lo Hebreos y la influyente terminología de la Vulgata, la palabra se emplea para designar las dos principales divisiones de la Biblia: las Escrituras escritas en hebreo y arameo, antes de Cristo, el Antiguo Testamento, y las Escrituras escritas en griego, después de Cristo, o Nuevo Testamento. Aunque impuesta por el uso, sería más coorecto llamarles Antiguo Pacto y Nuevo Pacto. De todos modos, el uso recuerda cómo la Biblia en su conjunto es el documento del "testamento" o Pacto entre Dios y los hombres.
En español, testamento significa la última voluntad de una persona. En las traducciones de la Biblia, la palabra deriva del vocablo latino testamentum, que Jerónimo (347-420) utilizó en su famosa versión de la Biblia, la Vulgata latina, para traducir el término hebreo be?rith, pacto. El equivalente griego, que se emplea 33 veces en el N.T., es diatheke, que significa asimismo "pacto". El autor de la carta a los Hebreos, al establecer la necesidad de la muerte de Cristo como sello del Nuevo Pacto, emplea el vocablo en su doble acepción de "pacto" y "testamento" (Heb. 9). En el uso de la Iglesia, por una combinación de la enseñanza de la citada epístola a lo Hebreos y la influyente terminología de la Vulgata, la palabra se emplea para designar las dos principales divisiones de la Biblia: las Escrituras escritas en hebreo y arameo, antes de Cristo, el Antiguo Testamento, y las Escrituras escritas en griego, después de Cristo, o Nuevo Testamento. Aunque impuesta por el uso, sería más coorecto llamarles Antiguo Pacto y Nuevo Pacto. De todos modos, el uso recuerda cómo la Biblia en su conjunto es el documento del "testamento" o Pacto entre Dios y los hombres.
Tetragrama
Se denomina tetragrama, que en griego significa "cuatro letras", a la palabra formada por las cuatro consonantes hebreas hwhy (de derecha a izquierda, yod, he, waw, he) que forman el nombre de Dios (Exo. 6:3). Aparece completo cerca de 5300 veces en el A.T., y 1500 veces en forma abreviada. En español, el tetragrama equivale aproximadamente a YHWH. Saber cómo se pronunciaba este nombre es difícil porque el hebreo carece de letras vocales y los judíos hace tiempo dejaron de pronunciarlo por temor a "tomar en vano" el nombre divino (vea Exo. 20:7). Ya en la era cristiana empleaban circunloquios como "el cielo" o "el trono" o "el nombre" o "el santo", para referirse a Dios. Probablemente se decía "Yavé" ( Encyclopedia Judaica 7:680). La forma Jehová, común en nuestras versiones modernas, proviene de una confusión. Cuando los judíos leían la Biblia en voz alta, donde decía YHWH pronunciaban por respeto Adonai, nuestro Señor. En la Edad Media adoptaron un sistema de puntos que indicaban las vocales, y colocaron debajo del tetragrama las vocales de Adonai que, leídas como propias del tetragrama, suenan como "Jehová". Cuando se realizaron las primeras versiones de la Biblia a partir de manuscritos hebreos, los traductores cristianos introdujeron este extraño nombre híbrido en el uso de la Iglesia.
Se denomina tetragrama, que en griego significa "cuatro letras", a la palabra formada por las cuatro consonantes hebreas hwhy (de derecha a izquierda, yod, he, waw, he) que forman el nombre de Dios (Exo. 6:3). Aparece completo cerca de 5300 veces en el A.T., y 1500 veces en forma abreviada. En español, el tetragrama equivale aproximadamente a YHWH. Saber cómo se pronunciaba este nombre es difícil porque el hebreo carece de letras vocales y los judíos hace tiempo dejaron de pronunciarlo por temor a "tomar en vano" el nombre divino (vea Exo. 20:7). Ya en la era cristiana empleaban circunloquios como "el cielo" o "el trono" o "el nombre" o "el santo", para referirse a Dios. Probablemente se decía "Yavé" ( Encyclopedia Judaica 7:680). La forma Jehová, común en nuestras versiones modernas, proviene de una confusión. Cuando los judíos leían la Biblia en voz alta, donde decía YHWH pronunciaban por respeto Adonai, nuestro Señor. En la Edad Media adoptaron un sistema de puntos que indicaban las vocales, y colocaron debajo del tetragrama las vocales de Adonai que, leídas como propias del tetragrama, suenan como "Jehová". Cuando se realizaron las primeras versiones de la Biblia a partir de manuscritos hebreos, los traductores cristianos introdujeron este extraño nombre híbrido en el uso de la Iglesia.
Tipo, Tipología
En teología bíblica, la tipología es el estudio de los tipos, y se denomina así
a un objeto, animal, persona o institución, en general del A.T., que
representaba o prefiguraba otra, llamada "antitipo", cuyo
cumplimiento se produce o se anuncia en el N.T. Un tipo se diferencia de un
símbolo o una profecía, en que el tipo tiene
existencia histórica . Por ejemplo, Adán fue un tipo de Cristo
(Rom. 5:14; Agar y Sara fueron tipo del Pacto antiguo y nuevo (Gál. 4). El
cordero pascual fue un tipo de Cristo (1 Cor 5:7). El templo fue un tipo de la
Iglesia (1 Cor. 3: 16-17). El arca de Noé fue un tipo del bautismo y la
salvación en Cristo (1 Ped. 3:20-22). En la carta a los Hebreos encontramos una
rica tipología. Hay que ser cuidadoso, porque la tipología puede exagerarse más
allá de la sobriedad del N.T. y llevarse a extremos injustificados. En general,
sólo podemos afirmar con seguridad la existencia de una relación tipo-antitipo
cuando el N.T. lo declara explícitamente; en los demás casos, se trata de
nuestras conjeturas.
Como hay muchos tipos en la Biblia, nos limitaremos a dar un ejemplo. Isaac fue, según Hebreos 11:19, un tipo de Jesucristo.
ISAAC
|
JESUS
|
||
Hijo unigénito
|
Génesis 22:2
|
Juan 3:16
|
|
Ofrecido en un monte
|
22:2
|
Mat. 21:10
|
|
Llevó un burro al lugar del
sacrificio
|
22:3
|
Mat. 21:2-11
|
|
Dos hombres fueron con él.
|
22:3
|
Mar. 15:27; Luke 23:33
|
|
Viaje de 3 días; Jesús, 3 días en la
tumba
|
22:4
|
Luc. 24:13-21
|
|
El hijo llevó madera a la cima del
cerro
|
22:6
|
Juan 19:17
|
|
"Dios mismo proveerá el
cordero"
|
22:8
|
Juan 1:29
|
|
El hijo fue ofrecido sobre la madera
|
22:9
|
Luc. 23:33
|
|
Un carnero entre espinos
|
22:13
|
Juan 19:2
|
|
La descendencia sería multiplicada
|
22:17
|
Juan 1:12; Is. 53:10
|
|
Abraham bajo, no se menciona que
Isaac bajase
|
22:19
|
Luc. 23:46
|
|
Un siervo consigue una novia para el
hijo
|
24:1-4
|
Efe. 5:22-32; Apoc. 21:2,9; 22:17
|
|
La novia era una bella virgen
|
24:16
|
2 Cor. 11:2
|
|
El siervo ofreció diez dones a la
novia*
|
24:10
|
Rom. 6:23; Rom. 12; 1 Cor. 12
|
|
1. Salvación
|
Rom. 6:23
|
||
2. Palabra de sabiduría
|
1 Cor. 12:8
|
||
3. Palabra de
conocimiento
|
1 Cor. 12:8
|
||
4. Fe
|
1 Cor. 12:9
|
||
5. Sanidad
|
1 Cor. 12:9
|
||
6. Milagros
|
1 Cor. 12:10
|
||
7. Profecía
|
1 Cor. 12:10; Rom. 12:6
|
||
8. Discernimiento de
espíritus
|
1 Cor. 12:10
|
||
9. Lenguas
|
1 Cor. 12:10
|
||
10. Interpretación de lenguas
|
1 Cor. 12:10
|
||
|
Transcendencia
Es un término teológico que expresa un aspecto de la relación entre Dios y Su creación. Dios es "otro", "diferente" de Su creación. Es preexistente, distinto e independiente de Su creación y de Sus criaturas (Isa. 55:8-9). El trasciende su creación; si bien está presente en ella, está más allá de ella y no está limitado en ningún sentido por ella.
Es un término teológico que expresa un aspecto de la relación entre Dios y Su creación. Dios es "otro", "diferente" de Su creación. Es preexistente, distinto e independiente de Su creación y de Sus criaturas (Isa. 55:8-9). El trasciende su creación; si bien está presente en ella, está más allá de ella y no está limitado en ningún sentido por ella.
Transfiguración
La transfiguración (literalmente "cambio de forma", del verbo griego metamorphoo) es el misterioso cambio ocurrido en Jesús en ocasión de subir a un monte: "Seis días más tarde, Jesús tomó a Pedro, a Jacono y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto. Allí se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz." (Mat. 17:1-2). La transfiguración precedió al juicio y la crucifixión de Jesús y puede haber sido la provisión preparatoria del Padre para fortalecerlo mientras Jesús se preparaba para llevar los pecados del mundo, El hecho de que haya llevado consigo a Pedro, Juan y Jacobo sugiere además que quería mostrarles un resplandor de Su gloria a los discípulos, para fortalecer la fe de ellos. Muchos años más tarde, Juan pudo ver al Cristo glorificado con el rostro resplandeciente como el sol y vestiduras blanquísimas (Apoc. 1: 12-16).
La transfiguración (literalmente "cambio de forma", del verbo griego metamorphoo) es el misterioso cambio ocurrido en Jesús en ocasión de subir a un monte: "Seis días más tarde, Jesús tomó a Pedro, a Jacono y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto. Allí se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz." (Mat. 17:1-2). La transfiguración precedió al juicio y la crucifixión de Jesús y puede haber sido la provisión preparatoria del Padre para fortalecerlo mientras Jesús se preparaba para llevar los pecados del mundo, El hecho de que haya llevado consigo a Pedro, Juan y Jacobo sugiere además que quería mostrarles un resplandor de Su gloria a los discípulos, para fortalecer la fe de ellos. Muchos años más tarde, Juan pudo ver al Cristo glorificado con el rostro resplandeciente como el sol y vestiduras blanquísimas (Apoc. 1: 12-16).
Tribulación,
La
La palabra tribulación (griego thlipsis)
es un término ahora obsoleto en español, que en la Biblia se refiere a
sufrimiento, aflicción o angustia. Existen pasajes que sugieren que
inmediatamente antes de la Segunda Venida del Señor, habrá un tiempo de grande
tribulación. En la concepción del Premilenarismo dispensacionista (vea pág. 66), hay un período de
7 años que precede inmediatamente a la Parusía y la inauguración del reino
milenario. Durante estos siete años la tierra será gobernada por el Anticristo
. La primera mitad (3 ? años) será un tiempo de paz y prosperidad, mientras que
en la segunda mitad habrá gran persecución y sufrimiento. El acontecimiento que
marque la transición entre ambas partes será que el Anticristo exigirá ser
adorado como Dios. Muchos se avendrán a hacerlo, mientras que muchos otros no
lo harán y como consecuencia serán perseguidos y asesinados. A esta segunda
parte de los 7 años se le llama la Gran Tribulación. Implicará a todo el mundo,
y habrá catástrofes en toda la tierra (Apoc. 3:10; Mat 24; Mar. 13; Luc. 17,
21). En el punto de vista descrito, hay discrepancias con respecto a la
situación de la Iglesia en la Tribulación. El dispensacionismo clásico sostenía
que la Iglesia sería raptada antes de la tribulación (vea Rapto); pero hoy
algunos piensan que será raptada en medio de la tribulación o al final de ella.
Muchos intérpretes no dispensacionistas (por ejemplo, del Amilenarismo) piensan
que, antes de la venida del Señor se manifestará el Anticristo y perseguirá a
la Iglesia; por tanto, la Iglesia pasará por la tribulación, de la que será
finalmente rescatada por la segunda venida del Señor, en la que el Anticristo
será destruído (2 Tes 1-2).
Tricotomía
La enseñanza de que el ser humano consiste esencialmente de tres partes: cuerpo, alma y espíritu; compare con Dicotomía.
La enseñanza de que el ser humano consiste esencialmente de tres partes: cuerpo, alma y espíritu; compare con Dicotomía.
Trinidad
La palabra "trinidad" no se halla en la Biblia (la palabra "Biblia" tampoco). De todos modos, es un término útil para referirse a una enseñanza escritural importante con respecto a Dios, a saber, que nuestro Dios es una Trinidad. Esto significa que hay tres Personas en el punico Dios, no que haya tres dioses. Las personas son conocidas como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y han existido siempre como tres personas separadas. La persona del Padre no es la misma que la del Hijo; la del Hijo no es la misma que la del Espíritu Santo; la del Espíritu Santo no es la misma que la del Padre. Si una de las personas fuese quitada, no habría Dios. Dios ha sido siempre, por la eternidad, una Trinidad. "De eternidad a eternidad, Tú eres Dios" (Salmo 90:2).
Dios no es una persona que adoptó tres formas, es decir, no es que el Padre se
tornase el Hijo, y luego que el Hijo se tornase el Espíritu Santo. Esta
creencia es sostenida hoy por el Movimiento "Sólo Jesús" ; por ejemplo,
lo enseñan las Iglesias Apostólica Unida y Pentecostal Unida, y es una
enseñanza incorrecta.
Tampoco es Dios una única persona, como enseñan los Testigos de Jehová, el
Camino Internacional y los cristadelfos (sectas no cristianas). Para una
demostración de que existe más de una persona en Dios, vea el Estudio sobre
Pluralidad.
La Biblia dice que hay un solo Dios. No obstante, dice que Jesús es Dios (Juan
1:1,14), que el Padre es Dios (Fil. 1:2); y que el Espíritu Santo es Dios
(Hechos 5:3-4). Ya que el Hijo le habla al Padre, son personas separadas. Ya
que el Espíritu Santo asimismo habla (Hech. 13:2),
es también
una persona distinta. Por tanto, hay un Dios que existe en tres personas.
La siguiente tabla le ayudará a entender cómo se deduce la doctrina de la
Trinidad.
La Trinidad
|
|||
Padre
|
Hijo
|
Espíritu
Santo
|
|
Llamado
Dios
|
Fil 1:2
|
Juan 1:1,14; Col. 2:9
|
Hechos 5:3-4
|
Creador
|
Isa. 64:8; 44:24
|
Juan 1:3; Col. 1:15-17
|
Job 33:4,26:13
|
Hace
resucitar
|
1 Tes. 1:10
|
Juan 2:19, 10:17
|
Rom. 8:11
|
Mora
dentro
|
2 Cor. 6:16
|
Col. 1:27
|
Juan 14:17
|
Omnipresente
|
1 Rey 8:27
|
Mat 28:20
|
Salmo 139:7-10
|
Omnisciente
|
1 Juan 3:20
|
Juan 16:30; 21:17
|
1 Cor. 2:10-11
|
Santifica
|
1 Tes. 5:23
|
Heb. 2:11
|
1 Ped. 1:2
|
Da vida
|
Gen. 2:7: Juan 5;21
|
Juan 1:3; 5:21
|
2 Cor. 3:6,8
|
Confraterniza
|
1 Juan 1:3
|
1 Cor.
1:9
|
2 Cor. 13:14; Fil. 2:1
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Es eterno
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Salmo 90:2
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Miq. 5:1-2
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Rom. 8:11; Heb. 9:14
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Tiene
voluntad
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Luc 22:42
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Luc
22:42
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1 Cor. 12:11
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Habla
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Mat. 3:17; Luc 9:25
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Luc 5:20; 7:48
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Hech 8:29; 11:12; 13:2
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Ama
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Juan
3:16
|
Efe. 5:
25
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Rom. 15:30
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Ve el
corazón
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Jer. 17:10
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Apoc. 2:23
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1 Cor. 2:10
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Unión
hipostática
Es un término técnico que designa la unión de las dos naturalezas, divina y humana, en la persona de Jesús. Cristo es Dios en la carne (Juan 1:1,14; Col. 2:9; Juan 8:58; 10:30-34; Heb. 1:8). El es plenamente Dios y plenamente hombre (Col. 2:9); así, tiene dos naturalezas, la de Dios y la humana. Decididamente, no es "mitad Dios, mitad hombre". Nunca perdió su divinidad, ni hubiese podido hacerlo[4].(1)
Continuó existiendo como Dios cuando se encarnó y agregó la naturaleza humana a
Su eterna naturaleza divina (Fil. 2:5-11). Consecuentemente, en Jesucristo está
la "unión, en una sola persona, de una plena naturaleza humana y una plena
naturaleza divina"[5].
(2)
Ahora mismo, en el cielo hay un hombre, Jesús, quien es nuestro Mediador entre
el Padre y nosotros (1 Tim. 2:5) y nuestro Abogado ante el Padre (1 Juan 2:1).
Para información relacionada sobre Jesús y Sus dos naturalezas vea también
Encarnación; sobre los errores concernientes a sus dos naturalezas, vea
Eutiquianismo, Monofisismo, y Nestorianismo.
Jesús como
Dios
Es adorado
(Mat. 2:2,11; 14:33).
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Jesús como
hombre
Adoró al
Padre (Juan 17).
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Se le ora (Hech 7:59).
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Oró al Padre (Juan 17:1).
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No tuvo pecado (1 Ped. 2:22; Heb.
4:15).
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Fue tentado a pecar (Mat. 4:1).
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Es omnisciente (Juan 21:17).
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Creció en sabiduría (Luc. 2:52).
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Da vida eterna (Juan 10:28).
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Pudo morir (Rom. 5:8).
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En El habita la plenitud de la
Deidad (Col.2:9).
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Tiene un cuerpo de carne y hueso
(Luc 24:39).
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Verbo,
El
En el griego, la palabra "Verbo" es logos. También puede traducirse
"palabra". Se emplea en muchas partes y con diferentes sentidos, pero
interesa especialmente ver cómo se emplea acerca de Jesús. En Juan 1:1 "En
el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios".
El Verbo es divino, y éste "se hizo carne y habitó entre nosotros"
(Juan 1:14). En otros términos, Jesús es el Verbo de Dios quien representa a
Dios ante nosotros y a nosotros ante Dios (vea Mediador). El término logos también se emplea
con referencia a las Escrituras (Rom. 9:6; Heb. 4:12), la enseñanza de Cristo
(Luc. 5:1), y el mensaje del Evangelio (Hech. 4:31).
La Palabra de Dios
- Es inspirada: "Toda escritura es
inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia" (2 Tim. 3:16).
- Es verdad: "La suma de tu palabra
es verdad" (Psalms 119:160).
- Liberta: "...si permanecéis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad y la
verdad os hará libres" (Juan 8:32).
- Produce fe: "Así que la fe es por el
oír, y el oír por la palabra de Dios" (Rom. 10:17).
- Juzga: "La palabra de Dios es viva,
eficaz y más cortante que toda espada de dos filos: penetra hasta partir
el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón" (Heb. 4:12).
Vida
eterna
Se refiere a la vida perdurable en la presencia de Dios: "esta es la vida
eterna, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien
tú enviaste" (Juan 17:3).
Hay dos sentidos en el que se emplea en dos sentido. Primero, como cristianos
poseemos ya vida eterna (1 Juan 5:13), sin embargo, no estamos aún en el cielo
ni en la inmediata presencia de Dios. Aunque todavía nos hallemos en cuerpos
mortales y aún pequemos, por fe somos salvos (Rom. 4:5; Efe. 2:8-9) y poseemos
la vida eterna como un regalo de Dios (Rom. 6:23). En el segundo y más pleno
sentido, la vida eterna alcanzará su estado final en la resurrección de los
creyentes (vea Resurrección) cuando Cristo retorne a la tierra a buscar a Su
iglesia. Es entonces que la vida eterna comenzará en su manifestación más
completa, y no pecaremos más.
Fuente : Ministerio de Apologética e
investigación cristiana : http://www.maic.net/index.html.
[1] La añadidura de la
naturaleza humana a la divina, realizada por Jesús al tornarse uno de nosotros,
se conoce como Unión
hipostática. Algunos errores concernientes a las dos naturalezas de Jesús son: 1)
El monofisismo, que afirma que
ambas naturalezas se combinaron en Jesús de forma tal que se confundieron; en
tal caso, ni Dios ni el hombre hubiesen estado presentes plenamente en Cristo.
2) El Nestorianismo , que dice que las
dos naturalezas permanecen separadas de manera tal que "no están en
contacto@ entre sí. En tal caso, no sería lícita la adoración del hombre Jesús.
3) El Eutiquianismo , que es similar al
monofisismo, afirma una confusión tal entre las dos naturalezas, divina y
humana, de Jesucristo, que el resultado fue una tercera naturaleza nueva. El
problema es que entonces Jesús no es en realidad ni Dios ni hombre, y por tanto
sería incapaz de mediar perfectamente entre Dios y los hombres.
[2] B. Milne, Know the Truth
(Downers Grove: InterVarsity Press, 1982), p. 145.
[3] El Urim y
Tumim ("Luz" y "Perfección") eran colocados en el pectoral
del Sumo sacerdote (Exo. 28:30) y se usaban como medio de comunicación con
Dios. Lamentablemente, la Biblia no los describe. Algunos creen que eran las
doce piedras que formaban parte de las vestiduras sacerdotales. Tampoco se
explica el proceso de comunicación en sí. .
1. "Divinidad" significa la cualidad de
ser Dios. Jesús siempre fue Dios. Hay gente dentro de la Iglesia cristiana que
enseña que después que Jesús murió en la cruz, El perdió su divinidad y sufrió
en el infierno a manos de Satanás por tres días y noches antes de que el Padre
lo hiciera renacer (no resucitar).
Esto es totalmente erróneo. Como se demuestra contundentemente en, A Different Gospel por Daniel R. McConnell
(Peabody, Mass., Hendrickson Publishers, 1988) y en Cristianismo en Crisis, por Hank Hanegraaff,
(Miami-Oregon, Unilit-Harvest House Publishers, 1993).
[5] B. Milne, Know the Truth
(Downers Grove: InterVarsity Press, 1982, p. 145