viernes, 29 de agosto de 2014

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XXII TIEMPO ORDINARIO CICLO A - 31 AGOSTO 2014

EL QUE QUISIERA VENIRSE CONMIGO, QUE SE NIEGUE A SÍ MISMO



PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Jeremías 20,7-9
Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste. Yo era el hazmerreír todo el día, todos se burlaban de mí. Siempre que hablo tengo que gritar: «Violencia», proclamando: «Destrucción.» La palabra del Señor se volvió para mí oprobio y desprecio todo el día. Me dije: «No me acordaré de él, no hablaré más en su nombre»; pero ella era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huesos; intentaba contenerlo, y no podía.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 62)
Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca,
agostada, sin agua. R.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!.
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R.

Porque fuiste mi auxilio, 
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 12,1-2
Les exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar sus cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es su culto razonable. Y no los ajusten a este mundo, sino transfórmense por la renovación de la mente, para que sepan discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 16,21-27
En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.».
Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mí vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas corno los hombres, no como Dios.».
Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.».

COMENTARIO

Jesús dice: Voy a sufrir  me van a matar. Y un poco más adelante utiliza para nosotros estas palabras tremendas: Renunciar a sí mismo, cargar con la cruz, perder la vida. No intentemos escapar de ello; eludir el evangelio es rechazar el evangelio. Esto no quiere decir aceptarlo ciegamente. De hecho hay muchos que lo aceptan ciegamente, pero en teoría. El que quiere de verdad seguirle no vacila en interrogar para ver bien adónde hay que ir y por qué. ¿Por qué la cruz de Jesús?
Es algo inconcebible, dice Pedro. Jesús reacciona con dureza, porque para él es duro pensar en lo que va a ocurrir. Luchando contra la angustia, quiere entrar plenamente en los planes de Dios y Pedro quiere apartarlo en los planes de los hombres. ¡Quítate de mi vista, Satanás!.
Las ideas de Dios no son las ideas de los hombres: esto quiere decir que tiene que rechazar una vez más la tentación de ser un mesías triunfador, un mesías que logre su objetivo sin calvario. No, hay que seguir caminando hacía aquellas hora en que será injuriado y matado por el odio.
Las ideas de Dios, no las ideas de los hombres. ¿Las de Dios? ¡Qué impenetrables nos parecen ahora! ¿Quiere Dios el sufrimiento? ¡Es una blasfemia! Vislumbramos solamente que él quiso entregar a su Hijo para salvarnos y que aquello desembocó en esa hora angustiosa. En un mundo de injusticia, de violencias y de religión formalista. Jesús tuvo que portarse de tal manera que la muerte se siguió inevitablemente. Es lo que él percibe en este momento. El Padre no lo entrega a la muerte. El misterio sigue en pie. Si me pregunto: ¿Por qué esos sufrimientos y esa muerte?. El misterio sigue en pie.
Si me pregunto: ¿Por qué esos sufrimientos y esa muerte?, no encontraré salida; no puedo meterme dentro de los designios de Dios. Pero puedo ver como Jesús penetra en esos designios: Empezó a manifestar a sus discípulos que tenía padecer.
Tengo derecho a encontrar todo esto extraño, desconcertante, con tal que acepte dejarme enseñar por el ejemplo de Jesús.
El no aceptó el sufrimiento ciegamente; vio ese camino, vio que tenía que sufrir. Detrás de él, y es la gran parábola cristiana, seguimos avanzando en medio de nuestras tinieblas, pero también en su luz. He aquí por qué, cuando queremos salvar la vida apartándonos de él (por miedo a sufrir), la perdemos. Ahora podemos comprender mejor su afirmación: El que pierda su vida por mí, la salvará.
Pero estas parábolas nos parecerán incomprensibles y desconcertadas mientras no las hayamos convertido en experiencias. Nadie que haya seguido a Jesús se arrepintió de ello.
Al contrario, los que no ensayan el evangelio en su vida seguirán forzosamente encerrados en los porqués.

PLEGARIA UNIVERSAL.
Oremos a Dios y pidámosle que nos ayude a superar las dificultades y ser anunciadores del reino que instauró Jesús con su venida al mundo.

1.- Para nuestro Santo Padre el Papa Francisco, los Obispos, por los sacerdotes y diáconos que sean promotores del diálogo y la comunión fraterna a ejemplo de Jesucristo. Roguemos al Señor.

2.- Para que los gobernantes promuevan la justicia y la amistad y la concordia entre todos los pueblos. Roguemos al Señor.

3.- Para quienes buscan la verdad,  hacen el bien  y predican el Evangelio obtengan el auxilio divino y la fuerza del Espíritu. Roguemos al Señor.

4.- Para que la celebración de esta Eucaristía nos anime e impulse a buscar caminos de comprensión. Roguemos al Señor.

5.- Por nuestros padres, hermanos, amigos y  conocidos que han muerto esperando la resurrección; para que el Señor les dé el descanso eterno y contemplen la luz del su rostro. Roguemos al Señor.

Muestra, Padre, tu bondad al pueblo que te suplica, para que reciba sin tardanza lo que te pide con humildad. Por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 01: 1Co 2, 15-; Sal 118; Lc 4, 16-30.
Martes 02: 1Co 2, 10b-16; Sal 144;  Lc  4, 31-37.
Miércoles 03: San Gregorio Magno, papa y Doctor de la Iglesia –(MO). 1Co 3, 1-9; Sal 32; Lc 4, 38-44.
Jueves 04: 1Co 3, 18-23; Sal 23; Lc 5, 1-11.
Viernes 95: 1Co 4, 1-5; Sal 36; Lc 5, 33-39.
Sábado 06: 1Co  4,  6b-15;  Sal  144;  Lc  6, 1-5.
Domingo 07: Domingo XXIII del T.O. Ez 33, 7-9; Sal 94; Rm 13, 8-10; Mt 18, 15-20.


viernes, 22 de agosto de 2014

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XXII TIEMPO ORDINARIO CICLO A - 24 AGOSTO 2014

TU ERES PEDRO Y TE DARÉ LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS


PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 22,19-23
Así dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio: «Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo. Aquel día, llamaré a mi siervo, a Eliacín, hijo de Elcías: le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda, le daré tus poderes; será padre para los habitantes de Jerusalén, para el pueblo de Judá. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá. Lo hincaré como un clavo en sitio firme, dará un trono glorioso a la casa paterna.».

SALMO RESPONSORIAL (Sal 137)
Tu misericordia es eterna, Señor,

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre. R.

Por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R.

El Señor es sublime, se fija en el humilde
y de lejos conoce al soberbio. 
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 11,33-36
¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios!. ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero?. ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 16,13-20
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.».
Él les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» .
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.».
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

COMENTARIO

Saliendo de Betsaida (Mc 8, 22) y remontando el valle del Jordán, Jesús se retira con los "doce" a la región de Cesárea de Felipe, al pie del monte Hermón. El Maestro quiere disponer de tiempo y de un lugar tranquilo para iniciar a sus discípulos en el misterio de su persona. Para introducir el tema, Jesús comienza preguntando qué han oído ellos sobre su persona y su misión, de la gente.
También quiere llamar la atención sobre su pertenencia a Cristo ("mi Iglesia") y sobre su perenne estabilidad. La Iglesia es una casa construida sobre roca, aunque se apoya en la fragilidad de los hombres. Por tanto, una estabilidad atormentada, inquieta. El destino de la Iglesia es como el de Cristo: un camino en la contradicción. Y no se trata solamente de enemigos externos; dentro de la Iglesia habrá siempre pecadores; por eso la Iglesia tiene necesidad de "atar y desatar"; continúa el pecado; por eso debe continuar el perdón. Dentro del motivo cristológico y del motivo eclesial es como se han de entender las palabras dirigidas por Jesús a Pedro. Son palabras afines a otros dos textos célebres: Lc 22. 31ss. y Jn 21. 15-17. Por lo demás, el evangelio entero de Mt. muestra interés por Pedro. No importa aquí saber si se trata o no de una inserción redaccional del evangelista. El hecho es que estos versos. Están aquí y que su presencia confiere un significado particular a este texto.
La función de Pedro se define con tres metáforas: la piedra, las llaves, atar y desatar. Para comprender la primera expresión podemos recurrir a otro texto de Mt (7, 24-27): Pedro es la roca que mantiene firme a la Iglesia. En otras palabras, es el punto alrededor del cual se constituye la unidad de la comunidad. La segunda metáfora es todavía más clara: dar las llaves significa confiar una autoridad verdadera y plena. Finalmente, la tercera metáfora (atar y desatar) tiene el sentido de permitir y prohibir, de separar y perdonar. En conclusión, el texto atribuye a Pedro títulos y prerrogativas que a lo largo de la Biblia se atribuyen al Mesías. Es como decir que la autoridad de Pedro es vicaria; él es imagen de otro, de Cristo, que es el verdadero Señor de la Iglesia. Más precisamente porque es imagen de Cristo, la autoridad de Pedro es plena e indiscutible. 
No obstante, hay todavía otro punto que hemos de observar con particular atención; no es ciertamente casual la presencia en el mismo fragmento de dos aspectos aparentemente en contraste: la fe de Pedro y su incomprensión del misterio de Jesús: la autoridad confiada a Pedro y el reproche que le hace Jesús. El tema es de fondo, hasta el punto de que recorre todo el fragmento bajo la forma de contraste entre debilidad y gracia. También los otros dos textos citados (Lc 22. y Jn 21.) evidencian el mismo contraste; por una parte, la debilidad de Pedro; por otra, su carácter de punto de referencia. Luego, los evangelistas subrayan intencionadamente este contraste para acentuar que por gracia, en virtud de una elección divina y no por dones naturales, es Pedro la roca sobre la cual funda Cristo la Iglesia.

CREDO NICENOCONSTANTINOPOLITANO

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de  María,  la  Virgen,  y  se  hizo  hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén

PLEGARIA UNIVERSAL.
Pidamos, queridos hermanos, a Dios todopoderoso y eterno, que nos conceda orar con tal confianza que merezcamos obtener lo que pedimos:

1.- Por la Santa Iglesia de Dios, extendida de oriente a occidente: para que el Señor la mantenga firme hasta el fin de los tiempos. Roguemos al Señor.

2.- Por cuantos tienen autoridad en el mundo: para que bajo su gobierno todos los pueblos progresen en paz, libertad y concordancia, glorificando a Cristo, nuestra esperanza. Roguemos al Señor.

3.- Por el buen tiempo y la abundancia de las cosechas: para que el Señor de a todos el pan de cada día. Roguemos al Señor.

4.- Por los enfermos, los emigrantes y los desterrados, por los que se sienten oprimidos en su trabajo o carecen de él: para que el Señor sea su ayuda y consuelo. Roguemos al Señor.

5.- Por cuantos estamos aquí reunidos, por nuestros hermanos ausentes y  por todas nuestras intenciones: para que el Señor nos guarde de todos en la fe y nos reúna en el reino de su Hijo. Roguemos al Señor.

 Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, que tanto amaste al mundo que le diste a tu Hijo Unigénito, escucha las oraciones que te hemos presentado y danos tu salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 25: 2Ts 1, 1-5.11b-12; Sal 95; Mt 23, 13-22.
Se puede celebrar la memoria de San Luis de Francia (blanco) o de san José Calasanz, presbiterio (blanco)
Martes 26: 2Ts 2, 1-3ª.14-17; Sal 95; Mt 23, 23-26.
Miércoles 27: Santa Mónica (MO) 2Ts 3, 6-10.16-18; Sal 127; Mt 23, 27-32.
Jueves 28: San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia (MO) 1Co 1, 1-9; Sal 144; Mt 24, 42-51.
Viernes 29: El Martirio de San Juan Bautista (MO) 1Co 1, 17-25; Sal 32; Mc 6, 17-29.
Sábado 30: Santa Rosa de Lima, Patrona de Lima, del Perú y de América (S) (Precepto) Eclo 3, 17-24; Sal 15; Flp 3, 8-14; Mt 13, 31-35.

Domingo 31: Domingo XXII del T.O. Jr 20, 7-9; Sal 62; Rm 12, 1-2; Mt 16, 21-27.

viernes, 15 de agosto de 2014

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XX TIEMPO ORDINARIO CICLO A - 17 AGOSTO 2014

“MUJER, ¡QUE GRANDE ES TU FE!”.



PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 56,1.6-7
Así dice el Señor: «Guarden el derecho, practiquen la justicia, que mi salvación está para llegar, y se va a revelar mi victoria. A los extranjeros que se han dado al Señor, para servirlo, para amar el nombre del Señor y ser sus servidores, que guardan el sábado sin profanarlo y perseveran en mi alianza, los traeré a mi monte santo, los alegraré en mi casa de oración, aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios; porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos.».

 SALMO RESPONSORIAL (Sal 66)
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.

Que canten de alegría las naciones, 
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 11,13-15.29-32

Les digo a ustedes, los gentiles: Mientras sea su apóstol, haré honor a mi ministerio, por ver si despierto emulación en los de mi raza y salvo a alguno de ellos. Si su reprobación es reconciliación del mundo, ¿qué será su reintegración sino un volver de la muerte a la vida?.
Pues los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Ustedes, en otro tiempo, eran rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, han obtenido misericordia. Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por ustedes, alcanzarán misericordia. Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos.

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 15,21-28
En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.».
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.».
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.».
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.».
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.».
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.».
En aquel momento quedó curada su hija.

COMENTARIO

La cananea es una madre. Detrás de cada madre Jesús veía a María. No se muestra demasiado duro con la madre de Santiago y Juan cuando ésta le pide para ellos las plazas de ministros (Mt 20, 20). Cura con cariño a la suegra de Pedro. Se siente conmovido por la viuda de Naín que acaba de perder a su hijo. Creo que esto  hace comprender mejor lo que va a ocurrir entre Jesús y aquella madre cananea.
Es el judío ante la pagana; no quiere tratos con ella. Esto resulta antipático, sobre todo para los jóvenes que soportan mal estas historias de razas diferentes y religiones distintas: ¿Está Dios por todos, sí o no?.
Este universalismo de hoy, profundamente simpático corre sin embargo el peligro de quedarse en teorías. No es posible ensamblar tan fácilmente las diferencias hay que arreglar las cosas poco a poco y de forma progresiva. Jesús aceptó totalmente la condición humana, incluidos sus límites y la búsqueda a veces  difícil de la voluntad del Padre.
Nosotros estamos siempre dispuestos a juzgar a Dios: ¿Por qué un pueblo elegido? ¿Por qué Jesús quería deshacerse de la cananea? Porque Jesús, judío, entra en el plano de la salvación tal como lo conoce por las Escrituras de su pueblo y ese plano comprende dos datos perfectamente claros: 1). Dios quiere salvar a todos los hombres; 2). Pasando por los judíos.
En este momento, Jesús sólo se siente enviando a “las ovejas perdidas de Israel”. Pero está aquella madre. Algunos se imaginan que Jesús se hacía el indiferente (“no le contestó  palabra”) para   hacer    que creciera la fe de la cananea (!). Eso es rechazar el misterio de la encarnación. Jesús es un hombre y se siente sencillamente desconcertado ante aquella situación como cualquier hombre. ¿Mantenerse a distancia? ¿Escucharla para que lo deje en paz, como le sugiere los discípulos? Ellos se muestran más bien molestos y despreciativos que preocupados por los planes de Dios.
Es una madre. Jesús empieza a ablandarse y le da al menos lo que puede darle: la gentileza de un diálogo: “Deja primero que los hijos se alimenten. No está bien quitar el pan a los hijos para echárselo a los perritos, a los que no están preparados para recibir la salvación.
La cananea comprende perfectamente el matiz amistoso: en la casa todos quieren a los perritos.
Es lista, es madre y siente un impulso loco hacia aquel que puede salvar a su hija: “Los perritos se comen las migajas”. Aquel grito de fe desarma a Jesús. La cananea acaba de romper en él un límite. Con una fe tan humilde y tan fina que no le ha dicho:”Desobedece”; ella ha comprendido y entra con él en los designios  del Padre: “Si, Señor, cuídate primero de los hijos, pero no tardes en preocuparte de esos perritos que quizás creen mas en ti”.
Jesús realiza entonces el gesto que va a marcar la preeminencia total de la fe. Lo que ocurre con la cananea nos revela que en adelante todo va a depender de la fe. Los judíos tenían la precedencia, la cananea era una madre desconcertante; pero sólo importó una cosa, la misma que importará en adelante: “Mujer, ¡qué grande es tu fe!”.

PLEGARIA UNIVERSAL.
 Con todo el corazón y con toda el alma, pidamos, hermanos, al Señor, que nos escuches.

1.- Por la Iglesia inmaculada del Dios verdadero, extendida por todo el universo. Pidamos la plenitud del amor de Dios. Roguemos al Señor.

2.- Por los que rigen los destinos de los pueblos e influyen en la paz del mundo. Pidamos el espíritu de justicia. Roguemos al Señor.

3.- Por los que son víctimas de la debilidad humana, del odio y de la envidia, y de los innumerables errores del mundo. Roguemos al Redentor misericordioso. Roguemos al Señor.

4.- Por los ausentes y los encarcelados, por los débiles y oprimidos, y por los justos que sufren persecución. Roguemos a Jesús el Salvador. Roguemos al Señor.

5.- Por los aquí reunidos en la casa de Dios. Invoquemos al Señor de la Gloria. Roguemos al Señor.

6.- Por los que reclaman con fidelidad la Palabra de la salvación. Pidamos la sabiduría del Hijo de Dios. Roguemos al Señor.

Padre de bondad y Dios de todo consuelo, que tanto amaste al mundo que le diste a tu Hijo Unigénito, muéstranos tu misericordia y danos tu salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 18: Ez 24, 15-24; Sal: Dt 32; Mt 19, 16-22.
Martes 19: Ez 28, 1-10; Sal: Dt 32; Mt 19, 23-30.
Se puede  celebrar la memoria de San Juan Eudes, Presbítero (Blanco)
Miércoles 20: San Bernardo, abad y Doctor de la Iglesia (MO) Ez 34, 1-11; Sal 22; Mt 20,1-6.
Jueves 21: San Pio X, papa (MO) Ez 36, 23-28; Sal 50; Mt 22, 1-14.
Viernes 22:   Santa María Virgen, Reina (MO) Ez 37, 1-14; Sal 106; Mt 22, 34-40.
Sábado 23:  Ez 43, 1-7ª; Sal 84; Mt 23, 1-12.
Domingo 24: Domingo XXI del T.O. Is 22, 19-23; Sal 137; Rm 11, 33-36; Mt 16, 13-20.


sábado, 9 de agosto de 2014

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XIX TIEMPO ORDINARIO CICLO A - 10 AGOSTO 2014

EL VIENTO AMAINÓ



PRIMERA LECTURA

Lectura del primer libro de los Reyes 19,9a.11-13a

En aquellos días, cuando Elías llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo: «Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va pasar!»
Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hizo trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 84)

Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.».
La salvación está ya cerca de sus fieles, 
y la gloria habitará en nuestra tierra. R.

La misericordia y la fidelidad se encuentran, 
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.

El Señor nos dará la lluvia, 
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 9,1-5

Digo la verdad en Cristo; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante, en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un proscrito lejos de Cristo. Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 14,22-33

Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengan miedo!». Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.». Él le dijo: «Ven.».
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame.».
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.».

COMENTARIO

En la Iglesia y en toda existencia cristiana las cosas se desarrollan siempre entre la confianza y el miedo. Es lo que nos indica el evangelio de Jesús caminando sobre las aguas. El miedo. Una barca lejos de la orilla y amenazada por el oleaje, el viento contrario, la noche ¡Y un fantasma!. Aquellos hombres, a pesar de estar bien curtidos, gritan de espanto. La confianza. La noche pasa, se reconoce a Jesús. ¡Camina sobre el mar! Les habla: “¡Soy yo! ¡No tengan miedo! Y a Pedro: “¡Ven!”. Juego de la confianza y del miedo. Pedro empieza a caminar sobre las aguas. Pero tiene miedo y se hunde: “¡Sálvame!”. Jesús lo coge: “¡Por qué has dudado!”.
Cuestión clave de nuestra reflexión de hoy. La respuesta será el impulso de confianza total hacia la que se dirige todo el texto: “¡Tú eres el Hijo de Dios!”.
Este milagro parece inútil (los otros milagros curan). Pero hay que ver en él una lección capital: es un milagro-revelación. Simboliza nuestros miedos más hondos y las cimas de nuestra confianza, cuando nuestra fe es vivida por nosotros como una experiencia: “Realmente eres el Hijo de Dios”. ¿He hablado de símbolo para insinuar que el milagro no tuvo lugar y que se trata tan solo de una enseñanza en imágenes sobre la confianza? No, aquellos hombres vieron ciertamente a Jesús caminando sobre las aguas y comprobaron cómo amainaba el viento. Jesús hizo aquello  por ellos, para robustecer su confianza: “¡Aquí estoy. No tengan miedo!”.
Ahora, releído por nosotros ese mismo suceso nos hace pensar en nuestra confianza en Jesús. En la vida tranquila creer en Jesús es un evangelio bonito: Nos gusta lo que él dice, sentimos ganas de hacer lo que él exige, sobre todo cuando habla del amar. Llega la tempestad, la noche del sufrimiento físico, la noche del fracaso, de la traición, de la vejez. ¿Cómo creer que Jesús va a sacarnos de estas aguas?. El milagro de ayer puede hacerse milagro para nosotros. El mismo Jesús - ¡El mismo!- está allí y nos habla: “No tengas miedo”. Y nos dice: “¡Ven!”. Escuchar a comprender ese ¡Ven! Es sentir en nosotros un calor de confianza, como si fuera calcio en nuestras venas. Le pedimos poder acercarnos a él, hacia un poco de solidez y de calma y él nos dice: “¡Ven!”. Si la batalla contra el miedo es ardua, sentimos sobre nosotros su mirada de mansa severidad: “¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?”.
Nos lo dice a nosotros y se lo dice a la Iglesia; el simbolismo de la barca es natural; la Iglesia está azotada por las olas, pero él está allí. Cuando llegamos a escuchar esa voz que nos dice: “No tengas miedo”, ¿Es que van a cambiar las cosas?. No necesariamente aunque a veces sea así. Pero nosotros sí que cambiamos y llevamos lo que nos parecía imposible de llevar. “Tú eres el Hijo de Dios; contigo caminaré sobre estas  aguas del miedo y del sufrimiento”.
No puedo llegar más lejos; sólo aquel que ha realizado esta experiencia de confianza sabe lo que quiere decir: “El viento amainó”.

PLEGARIA UNIVERSAL.
Oremos, hermanos a Dios Padre todopoderoso que tanto amo al mundo que le dio a su Hijo Único:

1.- Por la santa Iglesia de Dios: para que la unidad, la caridad mutua y el fervor reine entre nosotros. Roguemos al Señor.

2.- Por la humanidad para que cesen en el mundo las guerras, las divisiones, los odios, los recelos y las discordias y recuperemos las esperanzas en el amor. Roguemos al Señor.

3.- Por los que, no conociendo el amor, sufren los frutos del egoísmo; la soledad, la depresión, el desamparo: para que encuentren en su camino quienes les comprenda y ayuden. Roguemos al Señor.

4.- Por nosotros mismos para que, abandonando todos los ídolos: dinero, prestigio, consumismo, amemos a Dios con un corazón indiviso. Roguemos al Señor.

5.- Para que saliendo de nuestra mediocridad, sepamos llevar a plenitud la fe recibida en el bautismo, caminando así hacia la santidad que Dios exige de nosotros. Roguemos al Señor.

Padre, que imitemos a tu Hijo, que paso por la vida haciendo el bien, llevando así la plenitud la ley; para que amemos a ti sobre todas las cosas y a nuestros hermanos como a nosotros mismos. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 11: Santa Clara virgen (MO) Ez 1, 2-5. 24-28c; Sal 148; Mt 17, 22-27.
Martes 12: Ez 2, 8—3, 4; Sal 118; Mt 18, 1-5.10.12-14.
Miércoles 13: Ez 9, 1-7; 10, 18-22; Sal 112; Mt 18, 15-20.
Jueves 14: San Maximiliano María Kolbe, presbiterio y mártir (MO) Ez 12, 1-12; Sal 77; Mt 18, 21—19, 1.
Viernes 15: La Asunción de la Santísima Virgen María (S). Ap 11, 19ª; 12m 1.3-6ª.10ab; Sal 44; 1Co 15, 20-27ª; Lc 1, 39-56.
Sábado 16: Ez 18, 1-10. 13b.30-32; Sal 50; Mt 19, 13-15.
Domingo 17: Domingo XX del T.O. Is 56, 1.6-7; Sal 66; Rm 11, 13-15.29.32; Mt 15, 21-28.



sábado, 2 de agosto de 2014

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XVIII TIEMPO ORDINARIO CICLO A - 03 AGOSTO 2014

COMIERON TODOS HASTA QUEDAR SATISFECHOS



PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 55,1-3

Así dice el Señor: «Oigan, sedientos todos, acudan por agua, también los que no tienen dinero: vengan, compren trigo, coman sin pagar vino y leche de balde. ¿Por qué gastan dinero en lo que no alimenta, y el salario en lo que no da hartura?. Escúchenme atentos y comerán bien, saborearan platos sustanciosos. Inclinen el oído, vengan a mí: escúchenme, y vivirán. Sellaré con ustedes alianza perpetua, la promesa que aseguré a David.».

SALMO RESPONSORIAL (Sal 144)
Abres tú la mano, señor, y nos sacias de favores

El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos,  es cariñoso con todas sus criaturas. R.

Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo; abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente. R.

El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8,35.37-39

¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?. Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 14,13-21

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.».
Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, denle ustedes de comer.».
Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.».  Les dijo: «Tráiganlo».
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Las parábolas de Mt 13 que hemos escuchado en domingos anteriores, habían puesto de manifiesto las contrariedades y las oposiciones que el Reino debía encontrar. Ahora en Mt 14 ya hallamos una, la de Herodes. La muerte de Juan Bautista es un anuncio y una amenaza de muerte para Jesús. Jesús se marcha a un lugar desierto. "Al saberlo la gente, lo siguió... Al desembarcar vio Jesús el gentío...": Jesús amenazado por el poder, por Herodes, pero rodeado por el gentío. Con todo, al escuchar anteriormente las parábolas, el gentío no había demostrado una especial comprensión del Reino.
Aunque falte esta respuesta profunda de la fe, a Jesús "le dio lástima y curó a los enfermos". Jesús, perseguido e incomprendido, reúne con amor a los hombres, los cura y los alimenta.
"Estamos en un despoblado y es muy tarde...": En seguida hallamos una de las seis narraciones de la multiplicación de los panes y peces que hay en los evangelios. En un despoblado, como el pueblo de Israel en el desierto fue alimentado por el maná, ahora el nuevo pueblo de Dios, formado por gente dispersa y heterogénea, será alimentado por Jesús. Notamos en el texto las oposiciones entre la propuesta de los discípulos: "que vayan a las aldeas y se compren de comer" y la propuesta de Jesús: "denle ustedes de comer" y entre el hecho palpable del gentío y la escasez de lo que hay para dar: "no tenemos más que cinco panes y dos peces". Con todo, las siete piezas ya nos indican un número de plenitud.
"Alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente": Al igual que el cabeza de familia judía decía -al empezar la comida- la acción de gracias sobre el pan y lo repartía para cada miembro de la familia, igualmente lo hace Jesús, y a través de los discípulos da el alimento al pueblo congregado por él. No podemos desunir la lectura de este hecho, de la imagen de Jesús como Pan de vida que hallamos en el evangelio de Juan y de la referencia clara que hay, en el vocabulario, a la Eucaristía, signo del don total de Jesús a los hombres.
Ser alimentado por Jesús exige un vivo despertar de la fe; por eso en nuestras eucaristías, hay una preparación penitencial y un alimento de la fe. El creyente está preso entre dos realidades. La de la vida: el trabajo, las distracciones, las preocupaciones, el amor y las fatigas. Y la realidad de Dios. No son dos realidades yuxtapuestas o que se oponen entre sí, como a veces se siente la tentación de imaginarse. Sin Dios, la realidad de la vida es pobre, cerrada y pesada. Empapada por la realidad de Dios, es nuestra propia vida la que explota sin límites, danzante, transfigurada.

CREDO NICENOCONSTANTINOPOLITANO

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de  María,  la  Virgen,  y  se  hizo  hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén

PLEGARIA UNIVERSAL.

Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, en quien tenemos puesta nuestra esperanza.

1.- Por la Iglesia para que sea como lámpara encendida en medio de las tinieblas, que ilumine y abra nuevos horizontes de esperanza para el mundo. Roguemos al Señor.

2.- Por cuantos tienen autoridad en el mundo: para que frenen las ambiciones, ponga, fin a las guerras brote en todas partes  la paz, la justicia y el amor. Roguemos al Señor.

3.- Por los navegantes y los que emigran, por los enfermos y los encarcelados, y por todos los que sufren. Roguemos al Señor.

4.- Por todos los que hemos sido iluminados  con el don de la fe para que nos mantengamos vigilantes en la esperanza y ardientes en la caridad. Roguemos al Señor.

Te pedimos, Señor, que no abandones  a tus hijos en su debilidad sino que en su pobreza manifiestes la fuerza de tu poder. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 04: San Juan María Vianney Presbiterio (MO) Jr 28, 1-17; Sal 118; Mt 14, 13-21.
Martes 05: Jr 30, 1-2.12-15.18-22; Sal 101; Mt 14, 22-36.
Se puede celebrar la memoria de la Dedicación de la basílica de Santa María (Blanco).
Miércoles 06:  La Transfiguración del Señor (F) Dn 7, 9-10.13-14; Sal 96; (o bien 2P 1, 16-19); Mt 17, 1-9.
Jueves 07: Jr 31, 31-34; Sal 50; Mt 16, 13-23. Se puede celebrar las memorias de los santos Sixto II,  papa y compañeros mártires (rojo); o de san Cayetano, presbítero (blanco).
Viernes 08: Santo Domingo de Guzmán, presbiterios (MO) Na 2, 1.3,1-3.6-7; Sal: Dt 32; Mt 16, 24-28.
Sábado 09: Ha 1, 12-2,4; Sal 9; Mt 17, 14-20. Se puede celebrar la memoria de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, virgen y mártir (rojo).

Domingo 10:   Domingo XIX del TO. 1R 19, 9ª.11-13ª; Sal 84; Rm 9, 1-5; Mt 14, 22-33.