sábado, 29 de noviembre de 2014

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO I ADVIENTO CICLO B - 30 DICIEMBRE 2014

QUE NO LOS ENCUENTREN DORMIDOS



PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 63,16b-17.19b;64,2b-7

Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es «Nuestro redentor». Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste y los montes se derritieron con tu presencia, jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado, y nosotros fracasamos; aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obras de tu mano.

SALMO RESPONSORIAL (Sal  79)

Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve

Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece.  
Despierta tu poder y ven a salvarnos. R.

Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo,
fíjate, ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa. R.

Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti;  danos vida,
para que invoquemos tu nombre. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,3-9

La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con ustedes. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él han sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en ustedes se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecen de ningún don, ustedes que aguardan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él los mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusarlos en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios les llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel!

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 13,33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Miren, vigilen: pues no saben cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velen entonces, pues no saben cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y los encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes lo digo a todos: ¡Velen!».

PLEGARIA UNIVERSAL.

Señor, sabemos que nada podemos si nos ocultas tu rostro, que somos arcilla y tienes que estar continuamente rehaciendo nuestro Señor. Repetimos: Señor, no abandones a obra de tus manos.

1.- Señor, te pedimos por tu Iglesia verdadera obra de tus manos, cuerpo de Cristo que es su cabeza, para que entre tantos avatares, permanezca fiel a ti y crezca el número de los que la integran. Roguemos al Señor.

2.- Por las personas del mundo entero, que hiciste a tu imagen y semejanza, para que volviendo su rostro a Aquel que viene de lo alto de un futuro mejor. Roguemos al Señor.

3.- Señor, te pedimos especialmente por aquellos que se han alejado de tu presencia, haz que en este tiempo de espera encuentren un nuevo amanecer, en su vida a la única luz que salva. Roguemos al Señor.

4.- Señor, te pedimos por los pobres, los enfermos, los necesitados, todos aquellos a los que viniste a atender de forma más especial, para que encuentren en ti fuerzas para continuar con su cruz y haz que pronto llegue para ellos el fin de estos malos momentos. Roguemos al Señor.

Padre, Eterno, sin ti el hombre no es más que paja para echar en el fuego, te pedimos que tu Espíritu nos vivifique en estos días de preparación al nacimiento de tu Hijo. Te lo pedimos por El que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.

COMENTARIO

Comenzamos un  nuevo tiempo litúrgico y es el tiempo de Adviento. Jesús insiste mucho en la necesidad de estar en vela. ¡Que no los encuentre dormidos! ¿Qué es exactamente lo que nos pide? ¿Estar siempre en estado de alerta? ¿Ser porteros que no tienen nunca derecho a dormir?. El portero de esta parábola tiene que estar efectivamente en estado de alerta al anochecer, a medianoche, al canto del gallo y al amanecer. En tiempos de Jesús, esta enumeración de las cuatro vigilias romanas de la noches? De día podríamos vivir tranquilos, pero ¿Habrá que estar aguardando desde el atardecer hasta el amanecer?  ¿Aguardar que? ¿Nuestra muerte? ¿El final del mundo? ¿Su vuelta  final? (Jesús hablaba a sus discípulos de su venida). Realmente es todo esto lo que hay que aguardar, según el sentido del período litúrgico en que entramos: el adviento es la celebración de las venidas de Cristo, a nuestra vida y al mundo, desde su primera venida en navidad hasta la última, la parusía, su venida triunfal al final de los tiempos.
El adviento es una letanía de los tiempos: ha venido, va a venir, viene. Viene en este momento, donde estoy, en lo que hago, si mi corazón está dispuesto a acoger su manera de venir. El cristiano está al acecho de una visita personal de Jesús, pero atento también a los signos de los tiempos, al avance del mundo hacia el gran día; es un hombre en estado de alerta.
¿Incluso de noche? -Bien, volvamos a la noche. En la Biblia, la noche simbólica a este mundo en contraste con el mundo venidero que será un mundo de luz. Decir que hemos de velar de noche significa que toda nuestra existencia en la tierra se va desarrollando en una especie de noche.
Pero en navidad oiremos este bello texto de Isaías: El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz. Es verdad, Jesús es nuestra luz, ha venido para hacernos vivir en la luz. El que me sigue, afirmó, no camina en tinieblas. Esta frase es de las más hermosas y de las más fuertes del evangelio.
Jesús nos libera de la noche. ¡Pero si le seguimos! Y por eso precisamente es por lo que no hay que dormir. Dormidos, en sentido espiritual, cuando perdemos poco a poco nuestros reflejos de cristianos.
Vemos muy bien que tendríamos que comprometernos en eso, negarnos a que nos arrastran hasta allí, pero nos dejamos llevar, cedemos a las ideas superficiales, a los rumores, al que dirán. Decimos: Cada vez reza menos; yo tampoco rezo mucho. Pero no reaccionamos. Pensamos: Debería participar mucho más en la vida parroquial. O: me voy haciendo egoísta, huraño. Pero no tengo muchas ganas de cambiar.
Poco a poco se apaga la luz del evangelio y empezamos a vivir como todo el mundo, en la noche, como si no hubiera venido Cristo. ¡Como si él no viniera continuamente a amar, a luchar por la justicia, es él. Esta invitación a reavivar nuestra fe para vivirla mejor y transmitirla, es él.
Esta fuerza para soportar la enfermedad sólo la puede dar él. Sólo él puede hacer de nuestra ancianidad una vida ascendente. Todas sus venidas son ofrecimientos de vida. Por eso insiste tanto: velen. No se duerman. No tendrán dos vidas.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 01: Is 2,1-5; Sal 121; Mt 8, 5-11.
Martes 02: Is 11, 1-10; Sal 71; Lc 10, 21-24.
Miércoles 03: San Francisco Javier, presbítero (MO) Is 25, 6-10ª; Sal 22; Mt 15, 29-37.
Jueves 04:Is 26, 1-6; Sal 117; Mt 7, 21.24-27. Se puede celebrar la memoria de san Juan Damasceno, presbítero y doctor de la Iglesia (blanco)
Viernes 05: Is 29, 17-24; Sal 26; Mt 9, 27-31.
Sábado 06: Is 30, 19-21.23-26; Sal 146; Mt 9, 35—10, 1.6-8.
Domingo 07: Domingo II de Adviento Is 40, 1-5. 9-11; Sal 84; 2P 3, 8-14; Mc 1, 1-8.


LA CORONA DE ADVIENTO EN EL AÑO JUBILAR

LA CORONA DE ADVIENTO EN EL AÑO JUBILAR


CELEBRACIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO Y LA PRESENCIA DE JESUCRISTO Y SUS ENSEÑANZAS EN LA VIDA FAMILIAR EN NUESTRO AÑÓ JUBILAR.

 La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios Sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica.
La Corona de Adviento nos hace tomar conciencia de  que estamos en un año jubilar y que este es un ADVIENTO en el que anhelamos una nueva irrupción de gracias, una nueva irrupción de la Alianza de Amor que Dios nos regala.
                                  
EL SENTIDO DE LA CORONA DEL ADVIENTO EN NUESTRO AÑO JUBILAR  EN PIURA

Con este símbolo de la corona, sencillo y dinámico, se trata de ir creando una actitud de espera,  y de preparación a la venida de Cristo Jesús, Luz y Vida para todos. En medio de un mundo secularizado, que tiende a celebrar la Navidad en claves meramente comerciales, la corona puede ser un pequeño símbolo de los valores que los cristianos y nosotros los católicos vemos en estos días.

La corona de adviento tiene forma de círculo para recordarnos que Dios no tiene principio ni fin, reflejando su unidad y eternidad. Nos ayuda también a pensar en los miles de años de espera desde Adán hasta Cristo; nos hace tomar conciencia que venimos de Dios y a Él vamos a regresar.

A nosotros los católicos de Piura y Tumbes nos hace tomar conciencia que estamos en  un año jubilar, al celebrar los 75 años de la creación de la Diócesis de Piura, hoy Arquidiócesis Metropolitana de Piura y  que este es un adviento en el que anhelamos una nueva irrupción de gracias, una nueva irrupción de la Alianza de Amor que Dios nos  regaló en nuestro
1
Santuario original. Es un adviento que prepara nuestros corazones para que en nuestra celebración jubilar Arquidiocesana  nos regale nuevamente a Cristo, a Jesús Niño y que nuestras Iglesias y casas sean un PEQUEÑO  BELÉN donde nazca y crezca el Niño Jesús, trayendo en sus manitos el gran regalo de la Alianza de Amor para todos aquellos que nos encaminemos a este gran misterio del Dios hecho Hombre.
Con esta Corona de Adviento: PREPARÉMONOS A VIVIR UN ADVIENTO JUBILAR Y UNA NAVIDAD JUBILAR.

Significado

El follaje verde perenne de la Corona de Adviento representan que Cristo está vivo entre nosotros; su color verde nos recuerda la vida de gracia que recibimos cada vez que nos acercamos a los Sacramentos, cada vez que renovamos nuestra Alianza de Amor, cada vez que visitamos a Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. Los sacramentos y la Alianza de Amor nos regalan cobijamiento en Dios, transformación y crecimiento espiritual, nos regalan el fuego y la fuerza para entregar a otros el gran don de la Alianza.

Las cuatro velas representan los cuatro domingos de Adviento. La luz de estas velas simboliza la luz de Cristo que desde pequeño buscamos y que nos permite ver, tanto el mundo de afuera como nuestro mundo interior.

Sugerencias para elaborar una Corona de Adviento

a) La Corona de Adviento se puede comprar en algún almacén o elaborar en familia, aprovechando este momento para motivar a los niños platicándoles acerca de esta costumbre y su significado.


b) Se deberá poner en un sitio especial en la casa, un lugar fijo donde se quedará todo el adviento y donde la puedan ver los niños para que constantemente recuerden la venida de Jesús y la importancia de prepararse para ese momento.

c) Es conveniente fijar con anticipación el horario en el que se prenderán las velas. Toda esta planeación hará que las cosas salgan mejor y que los niños vean y comprendan que es algo importante. Así como con anticipación preparamos la visita de un invitado importante, estamos haciendo esto con el invitado más importante que podemos tener en nuestra familia.


d) Es conveniente también distribuir las funciones entre los miembros de la familia de modo que todos participen y se sientan involucrados en la ceremonia:
·  un encargado de tener arreglado y limpio el lugar donde irá la corona antes de comenzar con esta tradición navideña.
·  un encargado de apagar las luces al inicio y encenderlas al final.
·  un encargado de dirigir el canto o de poner la grabadora con algún villancico.
·  un encargado de dirigir las oraciones para ponerse en presencia de Dios.
·  un encargado de leer las lecturas.
·  un encargado de encender las velas.

e) Esta tradición se puede llevar a cabo en familia o con otras familias y ofrecer una merienda sencilla después de encender las velas.

Ceremonia de Bendición de la Corona de Adviento:


En algunas parroquias o colegios se organiza la bendición de las coronas de Adviento. Si no se pudo asistir a estas celebraciones, la puede llevar a cabo el papá o la mamá con la siguiente oración:
Señor Dios, bendice con tu poder nuestra Corona de Adviento para que, al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.
La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre esta Corona y sobre todos los que con ella queremos preparar la venida de Jesús.

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO (EL AMOR FAMILIAR)

Indicaciones

La corona sin ninguna vela encendida. Crear un ambiente recogido, con poca luz. Es recomendable colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama para encender la primera vela de la corona.

Monitor:

En esta 1ª semana unidos espiritualmente y agradecemos por nuestra familia personal y le ofrecemos lo mejor de nosotros.

CANTO: UN PUEBLO QUE CAMINA

UN PUEBLO QUE CAMINA POR EL MUNDO
GRITANDO: “VEN, SEÑOR”.
UN PUEBLO QUE BUSCA EN ESTA VIDA
LA GRAN LIBERACIÓN

Los pobres siempre esperan el amanecer
de un día más justo y sin opresión.
Los pobres hemos puesto
la esperanza en Ti, Libertador.

Salvaste nuestra vida de la esclavitud,
esclavos de la ley,
sirviendo en el temor.
Nosotros hemos puesto
la esperanza en Ti, Dios del Amor.

El mundo por la guerra
sangra sin razón,
familias destrozadas buscan un hogar.
El mundo tiene puesta su esperanza
en Ti, Dios de la Paz.

Para comenzar:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se apagan las luces y se lee el texto de San Juan 3, 7-11:

Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios. Y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió a su Hijo único. A Dios nadie lo ha visto nunca, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros.
Palabra del Señor.
Gloria a Ti Señor Jesús

Oración:


Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos la familia para tu llegada el día de Navidad.

Vela:


Se enciende la primera y rezamos juntos:
Encendemos, Señor, esta luz en este primer domingo de Adviento, para mantenernos despiertos y en pie, a la espera de Cristo que ya viene. Señor, para que en nuestro entorno seamos testigos claros de tu luz y motivos creíbles de esperanza, ¡Ven, Señor, Jesús!

Para reflexionar:


Hacer la siguiente pregunta ¿Cómo hemos amado este año en nuestra familia? El que desee responder en alto, lo puede hacer.

Propósitos:


Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia dirá cuáles serán sus propósitos para mejorar y hará un compromiso para cumplirlos durante la semana.

Oración:


Dios Padre, gracias por darnos una familia. Te pedimos que, ahora que comienza el adviento, en nuestra familia podamos demostrarnos el amor que nos tenemos y vivamos cada día más unidos. Te pedimos llenar nuestro hogar de tu amor divino. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Para terminar:


Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre nuestro. Se encienden las luces y se canta una canción.

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO (LA SERVICIALIDAD EN LA FAMILIA)

Indicaciones

La corona al inciar la liturgia debe estar encendida la primera vela. Crear un ambiente recogido, con poca luz. Es recomendable colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama para encender la primera vela de la corona.

Monitor: En esta 2ª semana, queremos regalar a Dios el serio esfuerzo por santificar el día cotidiano, por vencer nuestros propios límites y dejar que la Madre de Jesús pueda pulir nuestro carácter y ofrecerle unidos a Ella, todos nuestros esfuerzos.

CANTO : VEN, SEÑOR NO TARDES


VEN, VEN SEÑOR, NO TARDES, VEN, VEN QUE TE ESPERAMOS, VEN, VEN, SEÑOR  NO TARDES VEN PRONTO, SEÑOR

Envuelto en sombría noche, el mundo sin paz, no ve; buscando va una esperanza, buscando Señor tu fe..

Al mundo le falta vida, al mundo le falta luz, al mundo le falta el cielo, al mundo le faltas tú

Para empezar:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vela:


Se enciende la vela del domingo anterior, se apagan las luces y se lee el Evangelio de san Marcos 10, 43.45:
No ha de ser así entre ustedes; antes, si alguno de ustedes quiere ser grande, sea su servidor; y el quiera ser el primero, sea siervo de todos, pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos.
Palabra del Señor.
Gloria a Ti Señor Jesús

Para reflexionar:


Guardar unos minutos en silencio y hacer la siguiente pregunta: En nuestro hogar ¿cómo nos ayudamos unos a otros diariamente? Cada miembro de la familia, si lo desea, puede responder en voz alta la respuesta.

Vela

Se enciende la segunda vela de Adviento y rezamos juntos:
Deseamos, Señor, que con esta segunda luz que encendemos, Seamos una pequeña Luz de tu presencia, para todos aquellos con quienes nos encontremos. Equilibra y allana nuestras vidas, Señor, para que seamos contigo luz atrayente y seductora, ¡Ven, Señor, Jesús!

Propósitos:


Después de la reflexión anterior, cada quien dirá cual será su propósito a cumplir en la semana.

Para orar:


Padre, que nos has dado una familia en la que todos nos ayudamos y somos felices, te pedimos bendecir nuestros trabajos y tareas de todos los días para que cumplamos con más ganas y alegría la tarea que nos toca hacer a cada uno de los miembros de esta familia en nuestro hogar. Amén.

Para terminar:


Todos los miembros de la familia se toman de las manos y rezan juntos un padrenuestro. Se encienden las luces y se canta una canción.

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO (SER MEJOR EN FAMILIA)

Indicaciones

La corona al iniciar la liturgia deben estar encendidas la primera y la segunda vela de la corona. Crear un ambiente recogido, con poca luz. Es recomendable colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama para encender la tercera vela de la corona.

Monitor: En esta 3ª semana agradecemos la audacia en la fe y que podamos agradecer todo lo que nos ha regalado en nuestro camino y podamos conducir a otros a Jesús nuestro Salvador.

CANTO :  LLEGARÁ LA LIBERTAD

Caminamos hacia el sol esperando la verdad, la mentira, la opresión, cuando vengas, cesarán.

LLEGARÁ CON LA LUZ LA ESPERADA LIBERTAD (BIS).

Construimos hoy la paz en la lucha y el dolor; nuestro mundo surge ya en la espera del Señor.

Te esperamos, tú vendrás a liberarnos del temor; la alegría, la amistad son ya signos de tu amor..

Para empezar:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se encienden las dos velas de los domingos anteriores, se apagan las luces y se lee la lectura del Evangelio según San Mateo 5, 13-16:

Ustedes son la sal de la tierra; pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Para nada aprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad asentada  sobre un monte, ni se enciende una lámpara y se la pone bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos hay en la casaAlumbre así la luz de ustedes ante los hombres, para que, viendo nuestras buenas obras, glorifiquen al Padre, que está en los cielos.
Palabra del Señor.
Gloria a Ti Señor Jesús

Vela:


Se enciende la tercera vela de Adviento y rezamos juntos:
Encendemos, Señor, esta tercera luz muy  cercana ya a la Nochebuena. Queremos dar testimonio de tu Luz, Señor, como hizo Juan el Bautista, No somos nosotros la Luz, pero sí los testigos de la Luz verdadera venida a este mundo. Deseamos, Señor, con esta tercera luz que encendemos, que el fuego de tu Espíritu encienda nuestros corazones y los convierta en luminarias para los demás. Quema en tu hoguera, Señor, Toda la paja de nuestros deseos materiales Y danos un corazón que vea las necesidades de nuestro prójimo para compartir con él lo mejor que somos y tenemos. Para que te anunciemos como buena y gozosa Noticia para los hombres, te imploramos: ¡Ven, Señor, Jesús!

Para reflexionar:

Después de la lectura anterior, se guardan unos minutos en silencio y se hace la siguiente pregunta: ¿qué hago yo para que mi familia sea mejor? Cada miembro de la familia puede responder en voz alta si desea.

Propósitos:


Cada miembro de la familia puede decir cuál es su propósito durante la semana y se comprometerá a cumplirlo.

Para orar:


Padre, en nuestra familia crecemos y aprendemos a ser mejores, te pedimos hoy que nos ayudes a ser una familia cristiana y ser un buen ejemplo para los que nos rodean, Te pedimos fuerzas para mejorar o cambiar lo que sea necesario de nosotros para que nuestra familia sea mejor cada día. Amén.

Para terminar:


Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre nuestro. Se encienden las luces y se canta una canción.

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO (LA PRESENCIA DE DIOS EN NUESTRA FAMILIA)

Indicaciones

La corona al inciar la liturgia deben estar encendidas las anteriores velas de la corona. Crear un ambiente recogido, con poca luz. Es recomendable colocar una imagen de la Virgen al lado de la corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama para encender la tercera vela de la corona.

Monitor: En esta 4ª y última  semana, a las puertas ya de NAVIDAD, la Nochebuena en que nace Jesús, queremos honrar y agradecer de manera especial a quienes nos enseñan con su propia vida, ese amor sencillo y cálido a la Madre de Dios y a su Hijo Cristo Jesús.

CANTO: LA VIRGEN SUEÑA CAMINOS

La Virgen sueña caminos, está a la espera;
la Virgen sabe que el niño está muy cerca.
De Nazaret a Belén hay una senda;
por ella van los que creen en las promesas.

LOS QUE SOÑÁIS Y ESPERÁIS LA BUENA NUEVA,
ABRID LAS PUERTAS AL NIÑO QUE ESTÁ MUY CERCA,
EL SEÑOR CERCA ESTÁ EL VIENE CON LA PAZ.
EL SEÑOR CERCA ESTÁ, EL TRAE LA VERDAD.

En estos días del año, el pueblo espera
que venga pronto el Mesías a nuestra tierra.
En la ciudad de Belén llama a las puertas,
pregunta en las posadas, y… no hay respuesta.

La tarde ya lo sospecha, está alerta.
El sol le dice a la luna que no se duerma.
A la ciudad de Belén vendrá una estrella,
vendrá  con todo el que quiera cruzar fronteras.

Para empezar:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se encienden las tres velas de los domingos anteriores y se lee la lectura del Evangelio según San Mateo 7, 24-25:

Aquel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será el varón prudente, que edifica su casa sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y dieron sobre la casa; pero no cayó, porque estaba fundada sobre roca.

Palabra del Señor.

Gloria a Ti Señor Jesús

Vela:


Encender la última vela del Adviento y rezamos juntos:
Encendemos, Señor, esta cuarta luz, Porque Te necesitamos, Cristo, a Ti, luz viva y verdadera, para aclarar e iluminar los caminos que nos conducen a Ti. Enciende tú, Señor, nuestras lámparas que te esperan, cargadas del aceite de nuestras mejores obras.
Que te alumbremos, como María, Aurora del Sol naciente, en nuestras palabras y obras para luz del mundo y de los hermanos Para que así sea, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, ¡Ven, Señor, Jesús!
Navidad,  en un Año Jubilar es fiesta de Luz: “El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz”.  La Virgen María, nuestra querida Madre nos trae nuevamente a Cristo Luz del mundo. Por eso, unidos a Ella le decimos: ¡Ven, Señor, Jesús!

Para reflexionar:


Guardar unos minutos en silencio y hacer la siguiente pregunta: ¿De qué manera se ha manifestado la presencia de Dios en nuestra familia durante el año? ¿Lo hemos dejado actuar o le hemos estorbado? Cada uno podrá responder si desea.

Propósitos:


Después de la lectura anterior, cada uno de los miembros de la familia, dirá cuál es su propósito para la semana y se comprometerá a cumplirlo.

Para orar:


Padre, que nos has dado una familia en la cuál te hemos conocido y amado, ayúdanos a vivir teniéndote siempre presente en nuestras vidas. Te pedimos que en esta Navidad nos regales el quedarte con nosotros en nuestros corazones y sentir que vives en nuestro hogar, en nuestras familias. Amén.

Para terminar:


Todos los miembros de la familia se toman de las manos para rezar juntos un Padrenuestro. Se encienden las luces y se canta una canción.



jueves, 20 de noviembre de 2014

LECTURAS Y COMENTARIO XXXIV DOMINGO CRISTO REY DEL UNIVERSO - 23 NOVIEMBRE 2014

SE SENTARÁ EN EL TRONO DE SU GLORIA Y SEPARARA A UNOS DE OTROS.


PRIMERA LECTURA

Lectura de la profecía de Ezequiel 34,11-12.15-17

Así dice el Señor Dios: «Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear –oráculo del Señor Dios. Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido. Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrio.».

SALMO RESPONSORIAL (Sal 22)

El Señor es mi pastor, nada me falta

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar. R.

Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta de san Pablo a los Corintios 15,20-26.28

Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 25,31-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Vengan ustedes, benditos de mi Padre; hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me diste de beber, fui forastero y me hospedaste, estuve desnudo y me vestiste, enfermo y me visitaste, en la cárcel y viniste a verme.". Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Les aseguro que cada vez que lo hiciste con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hiciste." Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apártense de mí, malditos, vayan al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Porque tuve hambre y no me diste de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedaste, estuve desnudo y no me vestiste, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistirnos?". Y él replicará: "Les aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.».

COMENTARIO

Otra lección a propósito de la mirada de Dios sobre nuestra vida. ¿Cómo nos juzgará? La respuesta se encuentra en este capítulo. Se trata del balance final de todas las vidas: el juicio final. ¿De qué forma reaccionará Dios ante ese enorme almacenamiento?, ¿Analizará con una computadora (Ordenador)  nuestras epopeyas, muestras tragedias?
No es eso lo que nos dice Jesús; corremos el peligro de vernos desconcertados por la decisión tan breve, por la rapidez de la sentencia y por la sencillez del juicio: Tuve hambre y me diste de comer: pasa adelante.
Situemos bien la escena: es la última enseñanza de Jesús y su esfuerzo supremo por situaciones ante lo esencial. ¡Cuántas veces habrá insistido en el peligro de ser unos veleidosos: saborear en la imaginación las cosas bonitas que hay que hacer... y  que no hacemos. Conoce nuestra tendencia a escapar de las exigencias concretas del amor mediante largos debates e ilusiones: Basta con amar... Vivir amando...
Cómo encontrar a Dios en nuestros hermanos... Cómo ver a Cristo en el más pobre... Bien, muy bien.
Pero llegará el día en que desnudará nuestros actos. ¿Has actuado cuando una persona o una colectividad tenían necesidad de ti? ¿Si o no? Esa es la diferencia entre los benditos y los malditos, ése es el peso real de la vida de un hombre y su juicio para toda la eternidad. Tú aprovechaste bien las ocasiones de ayudar: entra en el reino... Tú esquivaste el hombro: vete lejos de mí. Pero, Señor, yo tenia muchas ganas de encontrarme contigo, de vivir contigo, de vivir de ti. ¿Qué hiciste por mis hermanos? Te juro que si hubiera sabido que...
¿Qué hiciste? Cada vez que soñamos con encontrar a Jesús, debería saltar el disparador Ante nuestros ojos: el cartel luminoso de Mateo 25, 40, donde se juega nuestra vida: “cada vez que hiciste el bien con un hermano mío de esos más humildes, lo hiciste conmigo”.
Lo que hay de grandioso en esta evocación del juicio final debería darnos a comprender el valor del gesto más modesto de amor. Al final, sólo importará una cosa, lo que se haya hecho realmente por socorrer una necesidad.
La lista clásica recogida por Jesús no deja de prolongarse: Era analfabeto y me enseñaste a leer...Era minusválido y tú, arquitecto, pensaste en viviendas accesibles... Era refugiado  y me acogiste.
Sólo por estos caminos es por donde se encuentra a Cristo rey. Su reino es un mundo de gentes que ayudar que ayudan. Cada vez que ayudamos a alguien, escogemos a Jesús por rey.

PLEGARIA UNIVERSAL.

Este día celebramos el día  que ya no tendrá noche, el día de Luz Eterna, con esa gozosa esperanza elevamos al Padre nuestra plegaria para que siempre sigamos los pasos del buen Pastor, Cristo Rey. Roguemos al Señor.

1.-  Por la Iglesia esposa del Rey para que sea siempre nuestro esfuerzo estar pendiente de sus necesidades y así nos llegue por ella la bendición del Cristo su esposo y cabeza. Roguemos al Señor.

2.- Por todos los  que viven alejados de la Iglesia, para que no pierdan la luz  de la Resurrección y vuelvan a seguir los pasos de Cristo y reaviven su fe en la Iglesia que acoge y perdona. Roguemos al Señor.

3.- Por los enfermos para Cristo les haga recostar y atienda sus heridas, para que puedan seguir su camino junto a Él. Roguemos al Señor.

4.- Por todos nosotros para la esperanza de tener a Cristo como Rey de nuestra vida, nos haga más dóciles a sus palabras y a la acción del Espíritu Santo. Roguemos al Señor.

Padre eterno, acoge ya tiende estas necesidades que tu Iglesia te presenta en esta solemnidad de Cristo Rey y haz que caminemos siempre hacia la morada eterna. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.


PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 23: Santos Andres Dung-Lac, Presbitero y Compañeros, mártires (MO) Ap 14, 1-3; 4b-5; Sal 23; Lc 21, 1-4.
Martes 24: Ap 14, 14-19; Sal 95; Lc 21, 5-11
Se puede celebrar la memoria de Santa Catalina de Alejandría virgen y mártir (rojo)
Miércoles 25: Ap 15, 1-4; Sal 97; Lc 21, 12-19.
Jueves 26:  Ap 18, 1-2. 21-23; 19, 1-3. 9ª; Sal 99; Lc 21, 20-28.
Viernes 27: Ap 20, 1-4. 11---21, 2; Sal 83; Lc 21, 29-33.
Sábado 28:   Ap 22, 1-7; Sal 94; Lc 21, 34-36.

Domingo 29:  Domingo I de Adviento Is 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7; Sal 79; 1Co 1, 3-9; Mc 13, 33-37.