jueves, 30 de septiembre de 2021

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XXVII T.O. CICLO B - 3 OCTUBRE 2021

 

SE PUEDE REZAR A PROPÓSITO DE UNA CUESTION DE MORAL”

 


 

COMENTARIO

 

Jesús responde a una pregunta-trampa: “¿Le está permitido a un hombre repudiar a su mujer?”, intentando hacer reflexionar primero a sus adversarios y después a sus discípulos sobre el matrimonio tal como fue concebido por Dios. ¿Qué es lo que permite la ley? El matrimonio como creación de Dios: “Al principio”. Los hombres no dejarán de hacer a este propósito consideraciones y leyes, según la evolución de las costumbres, pero el evangelio nos remitirá siempre a lo que Dios quiso: una pareja fundada en la diferencia sexual y en la duración.

“Al principio del mundo, Dios los hizo varón y hembra. Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos un solo ser. Luego lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”. Algo muy sencillo y  muy fuerte. Hay que partir de aquí para intentar ver las cosas claras siempre que se habla de la homosexualidad, de la poligamia, del divorcio y de la infidelidad. Contra concepciones diferentes (incluso respetables, como cierta poligamia africana), contra las rebeldías y los endurecimientos, lo mejor es volver a esta roca: “Al principio”. Gracias al juego de las culturas, el matrimonio ha tomado rostros diversos, también es algo que hay que meditar.

Marcos, que escribe para cristianos de origen pagano, advierte que en el derecho romano también puede divorciarse la mujer. Sin embargo, en cualquier cultura, sean cuales fueren los derroteros de la facilidad (criticar la duración y la fidelidad) o de la generosidad (ser comprensivo con los fracasos), Jesús exige que se tienda hacia ese ideal: un hombre y una mujer que se aman en lo mejor y en lo peor, en el tiempo  y por toda la eternidad. Su primer amor frágil tiene que transformarse en segundo amor inquebrantable: una mezcla de cariño, de aliento, de tenacidad y de fe, que permitirá resistir en las tempestades o lo que es peor a veces, en los días grises.

Ayer estaba mal visto divorciarse y entre los mejores cristianos había muy poca misericordia en este punto. Hoy en nuestra sociedad se acepta cualquier divorcio como un simple incidente en la vida. Muchos pierden las ganas de luchar para salvar un amor, el suyo o el de otras parejas y no debemos olvidar que lo que no pueden nuestras fuerzas, lo puede hacer la oración.

Luchar es ante todo rezar. También aquí es posible ceder a las ironías y a los desánimos cuando se habla de rezar para salvar un hogar. Cuando  se dice: “He  rezado mucho, pero ha sido inútil”. ¿De verdad se ha rezado mucho? ¿Con cuánta fe? La oración que hacemos por cambiar el corazón del otro tiene que ser primero (y no suele serlo) oración por cambiar nuestro propio corazón, nuestras quejas, nuestras palabras, nuestro comportamiento. Aún en los casos extremos de divorcio, salvarse a sí mismo del odio y salvar del odio al otro y a los hijos es ya una victoria inmensa. Pero también ha visto cómo se salvaba el amor por una oración casi a la desesperada.

R.P. Roland Vicente Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA   Est 4, 17.

A tu poder, Señor, está sometido el mundo entero; nadie puede oponerse a ti. Tu creaste el cielo y la tierra y las maravillas todas que existen bajo el cielo. Tú eres Señor del universo.

 

ORACION COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que con amor generoso desbordas los méritos y deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia, para que libres nuestra conciencia de toda inquietud y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Génesis 2, 18‑24

El Señor Dios se dijo: «No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle al­guien como él que le ayude.».

Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo lleva­ría el nombre que el hombre le pusiera.

Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésti­cos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase. Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letar­go, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne.

Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre.

El hombre dijo: «Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne.»

Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.».

 

SALMO RESPONSORIAL (127 )

 

Que el Señor te bendiga desde Sión.

 

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.  Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R.

 

Tu mujer, como parra fecunda,  en medio de tu casa;  tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. R.

 

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.  Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén  todos los días de tu vida. R.

 

Que veas a los hijos de tus hijos.  ¡Paz a Israel! R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 2, 9‑11

Hermanos: Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pa­sión y muerte.

Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos.

Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación.

El santificador y los santificados proceden todos del mismo.

Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO 1Jn 4, 12

Aleluya. Si nos amamos unos a otro, Dios permanece en nosotros, y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. Aleluya.

 

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 2‑16.

En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le pregunta­ron a Jesús, para ponerlo a prueba:  ¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?».

Él les replicó: «¿Qué les ha mandado Moisés?»

Contestaron: «Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.».

Jesús les dijo: «Por su terquedad dejó escrito Moisés este precep­to. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se uni­rá a su mujer, y serán los dos una sola carne". De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.».

En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.

Él les dijo: «Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, co­mete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.».

Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban.

Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí: no se lo impidan; de los que son como ellos es el reino de Dios. Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entra­rá en él.» Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.

 

PLEGARIA UNIVERSAL

Jesús, nuestro Salvador, nos ha llamado hermanos y quiere que juntos, llámenos a Dios Abba, Padre. Por eso oremos juntos, diciendo: R.- Padre, Escúchanos.

 

1.- Por la Iglesia: que viviendo en la unidad sea fiel al amor de Cristo. Oremos al Señor. R.

 

2.- Por el Papa Francisco: que experimente la protección de Dios y sea testigo del Evangelio. Oremos al Señor. R.

 

3.-Por todos los pueblos del tercer milenio: que se respete la dignidad de la persona, se garanticen los derechos de las familias y se defienda la vida desde su concepción. Oremos al Señor. R.

 

4.- Por los matrimonios: que viviendo en fidelidad sean ejemplo para sus hijos y los eduquen en la verdad y el amor. Oremos al Señor. R.

 

5.- Por nuestras familias: que en medio de las dificultades actuales encontremos fortaleza y esperanza en Dios. Oremos al Señor. R.

 

6.- Por nosotros y por todos los cristianos: que al celebrar la Eucaristía se avive nuestro deseo de participar en las bodas eternas de Jesucristo. Oremos al Señor. R.

 

Señor, que ha dado fuerza sacramental al matrimonio, escucha nuestras oraciones y permítenos vivir con fidelidad la alianza que Cristo sello con la humanidad. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, el sacrificio establecido por ti y, por estos santos misterios que celebramos en razón de nuestro  ministerio perfecciona en nosotros como conviene la obra santificadora de tu redención. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION  Lm 3, 25.

El Señor es bueno para quienes esperan en él, para quien lo busca.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Concédenos, Dios todopoderoso que nos alimentemos y saciemos en los sacramentos recibidos, hasta que nos transformemos en lo que hemos tomado. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

 

Lunes 04: Jon 1, 1-2, 1.11; Sal : Jon 2, 3-8; Lc 10, 25-37.

Martes 05: Jon 3, 1-10; Sal 129; Lc 10, 38-42.

Miércoles 06: Jon 4, 1-11; Sal 85; Lc 11, 1-4.

Jueves 07: Ml 3, 13-20ª; Sal 1; Lc 11, 5-13.

Viernes 08: Jl 1, 13-15; 2, 1-2; Sal 9; Lc 11, 15-26.

Sábado 09: Jl 4, 12-21; Sal 96; Lc 11, 27-28.

Domingo 10: Sb 7, 7-11; Sal 89; Hb 4, 12-13; Mc 10, 17-30.

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO

Mc 10, 2-16

Par: Mt/19/02-15  Lc/18/15-17

 

1.DIVORCIO/MA:

Según Mateo (19,3), se acercaron a Jesús unos fariseos exigiéndole que se definiera en una cuestión de escuela; esto es, en la polémica mantenida entre los rabinos Schammai (rigorista) e Hillel (laxista) sobre el motivo suficiente para repudiar a la mujer conforme a lo dispuesto por Moisés. Pero en este texto de Marcos, la cuestión planteada por los fariseos es la licitud o no del divorcio. Marcos escribe para los romanos, a quienes no les interesaba tanto la legislación mosaica sobre el libelo del repudio cuanto el problema más radical de la licitud del divorcio. De ahí la diversidad del planteamiento en uno y otro evangelio.

Jesús, sin esperar que le citen el Dt 24,1, les pregunta qué ordena Moisés al respecto.

Los fariseos responden correctamente, y así fija con claridad el estado de la cuestión. Y pasa a interpretar la ley de Moisés como una concesión necesaria por causa de la dureza de corazón de los judíos, incapaces de guardar un orden moral más elevado. En toda concesión, perfectamente legítima en determinadas circunstancias no hay que buscar nunca el ideal al que debe orientar tanto la legislación como la conducta humana. También esta concesión de Moisés implica una tolerancia y en cierto sentido una acusación. Jesús, que no condena a Moisés, denuncia la dureza de corazón de los judíos.

Y elevándose por encima de las leyes, siempre condicionadas por las situaciones históricas de un pueblo determinado, Jesús proclama lo que fue un principio y lo que debe ser el fin del matrimonio.

Lo mismo que en las famosas antítesis del Sermón de la Montaña (Mt 5, 21-48), Jesús no opone aquí propiamente una ley a otra, aunque, ciertamente, corrige y completa lo que era todavía imperfecto en la ética del A.T. Por lo tanto, la declaración de Jesús debe anunciarse como evangelio. Lo mismo que las bienaventuranzas. En ninguno de los dos casos el creyente debe desoir lo que se propone como expresión de la voluntad salvadora de Dios.

Lo que Jesús ha dicho originariamente, la palabra del Señor, se concreta luego en la comunidad de los discípulos ("en casa", una expresión que alude probablemente a la comunidad cristiana).

Pero Mateo, que presupone otro ambiente comunitario (el judeo-cristiano) recoge otra tradición en la que se concreta la misma palabra del Señor de una forma legal menos rigurosa (Mt 5, 32; 19,9). También la Iglesia, hasta nuestros días, se ha visto obligada a hacer concesiones sin renunciar nunca al ideal del matrimonio que proclama Jesús para todos los creyentes; por ejemplo, al admitir la separación conyugal sin nuevo matrimonio y, sobre todo, anulando el matrimonio rato y no consumado. Hay que notar que este matrimonio "rato" es verdadero matrimonio.

EUCARISTÍA 1982, 45)


 

2.- En este pasaje de Marcos se presenta a Jesús, sobre todo como el intérprete supremo del Antiguo Testamento. Al remitir a la Escritura, Jesús muestra una autoridad que le coloca, en cierto modo, en el mismo nivel de los textos sagrados, si es que no por encima de ellos.

Junta audazmente los dos versículos del Génesis relativos a la creación del hombre y de la mujer (Gn 1, 27 y 2, 24), añadiendo así a la tesis teórica, precisa pero fría, del primero, el calor vital del segundo. Después, relaciona el versículo del Génesis con el del Deuteronomio, citado por los fariseos, para hacerles juzgar al uno con el otro, o, más bien, para decidir que el uno juzga al otro y lo anula. Se considera al versículo del Deuteronomio como excesivamente "permisivo", influenciado por la estrechez de espíritu o la dureza de corazón de sus primeros destinatarios. Se otorga la diferencia al versículo del Génesis, más exigente. Así se refirió Jesús a las Escrituras, pero lo hizo con autoridad, decidiendo sobre el valor respectivo de los textos.

Para el evangelista, ahí está el punto esencial. Jesús es el intérprete autorizado del Antiguo Testamento. Los fariseos que le rodean no pueden dar más que una exégesis menguada y parcial.

Sólo Jesús expresa la auténtica verdad bíblica. Además, decide sobre la doctrina relativa al matrimonio. Recuerda la verdadera igualdad de los sexos, prevista por el Génesis, y de ella deduce consecuencias imprevistas. El autor del Génesis no había considerado la indisolubilidad del matrimonio; Jesús la lee en su texto, y la enseña. Con él, y a través del Antiguo Testamento adquieren sus plenas dimensiones, y se hacen definitivas; pues, como se sabe, "él tiene palabras de vida eterna".

EDIT. SAL TERRAE SANTANDER 1981.Pág. 133


 

3.- La versión de Marcos concerniente a la discusión entre Jesús y los fariseos sobre el divorcio es ligeramente diferente de la de /Mt/19/01-09. El segundo evangelista, teniendo en cuenta a un público poco familiarizado con el juridismo de la ley judía y la Palabra de Dios, insiste más que Mateo en la ley de la naturaleza. Dice también que "Dios les hizo hombre y mujer" (v. 6), mientras que Mateo se refiere a una "palabra" de Dios a Adán y Eva (Mt 19, 5). Y mientras que Mateo distingue la ley de Moisés y lo que éste ha tolerado en algunos casos, Marcos hace referencia directamente a la voluntad de Dios (v. 9). Por último, descartando el inciso de Mt 19, 9, Marcos evita una seria dificultad de interpretación del pensamiento de Jesús.

Para él, el hombre no puede destruir una unidad inscrita en su naturaleza.

a) La discusión sobre el divorcio se sitúa en tres niveles sucesivos. Al comentar el Dt 24, 1, los fariseos habían ampliado considerablemente los motivos de ruptura, pero no se habían puesto de acuerdo en torno a la lista de éstos (cf. Mt 19, 3). El evangelista no alude a estas discusiones; únicamente supone que los fariseos acaban de preguntar a Jesús si está permitido repudiar a su mujer, pregunta un tanto sorprendente por parte de aquellos, ya que tal posibilidad era admitida por el Dt 24, 1. Marcos no ofrece, en este aspecto, la versión original.

El evangelista considera que los fariseos se refieren a la propia ley (v. 4). Pero esta prescripción, les dice Jesús, debe ser abolida y la solución ha de buscarse a nivel de la voluntad de Dios, inscrita en la naturaleza (Gén 1, 27; 2, 24), según la cual el hombre y la mujer deben permanecer unidos. Ningún hombre, incluido Moisés, tiene derecho de deshacer esta unidad radical del matrimonio (vv. 11-12).

b) Para comprender bien el alcance de esta perícopa no debe olvidarse que el mensaje que contiene forma parte del anuncio del Reino que viene bajo el aspecto de un paraíso por segunda vez encontrado. Marcos ha hecho ver ya que el Reino era una victoria sobre el pecado original (Mc 2, 1-10?), una victoria sobre la enfermedad y la muerte (Mc 5, 21-43).

En este pasaje, Marcos precisa que el Reino es también una reanudación del proyecto inicial, concerniente a la unidad del matrimonio por el amor.

La aventura conyugal es, en definitiva, uno de los terrenos privilegiados en que toma cuerpo la venida del Reino, con tal de que sea vivida con la máxima fidelidad a la iniciativa original de Dios.

La doctrina de Marcos es, pues, muy clara: el matrimonio no es solamente un contrato facultativo entre dos personas, sino que está implícito en él la voluntad de Dios, inscrita en la complementariedad de los sexos. No basta la sola voluntad de los esposos para explicar el matrimonio y su unidad: la propia voluntad de Dios y su unidad son parte interesada en el matrimonio. Esta es la razón por la que el divorcio no es solamente una injusticia contra el consorte perjudicado; es también una injusticia contra el mismo Dios. Aún se puede preguntar si la armonía de las voluntades es hasta tal punto clara que lleva consigo realmente -con todas las posibles limitaciones de los compromisos humanos- una unión natural aceptable y, como consecuencia, la expresión de la voluntad divina.

MAERTENS-FRISQUE - MAROVA MADRID 1969.Pág. 140


 

4.- Otra dimensión esencial de la nueva comunidad mesiánica será la renuncia al orgullo. El relato de los niños es bastante claro a este respecto: los discípulos no reñían a los que llevaban niños porque pudieran molestar al maestro, sino precisamente porque los niños no representaban nada.

Según ellos, el reino de Dios era un asunto de adultos; y para alcanzarlo era necesario hacer opciones conscientes, tener determinados méritos, realizar las obras correspondientes. Jesús piensa todo lo contrario: el reino de Dios tiene que ser recibido, o sea es una iniciativa divina. Por lo tanto, la única postura apta para "recibir" es la de los niños: el reino de Dios se recibe primero, después se entra en él.

A lo largo de los siglos la ascética cristiana ha abusado no poco de este texto, queriendo presentar el infantilismo irresponsable como la auténtica actitud de un cristiano.

Ahora bien, según esta ascética equivocada, esta "irresponsabilidad" se ejerce frente a unos hombres determinados que imponen tiránicamente sus ideas: o mediante una seducción personal de tipo iluminista o mediante el chantaje de los intereses económicos, sociales y políticos.

Jesús habla de todo lo contrario, o sea del reino de Dios. Este es un subrayado constante del segundo evangelio: en aquellas primitivas comunidades ya apuntaba el peligro de presentarse como el "sucedáneo" de Jesús. Según este texto, la resurrección habría colocado a Jesús en una altura inaccesible, dejando su puesto vacío a disposición de unos responsables puramente humanos que tendrían que hacer lo mismo que Jesús. El segundo evangelista se rebela constantemente contra esta perspectiva: la resurrección de Jesús ha hecho que siga presente en la comunidad cristiana y que su puesto no pueda ser ocupado por nadie. Solamente él puede tener el "capricho" de llamar discípulos sin dar ninguna razón.

Los discípulos de Jesús serán niños, sí, pero solamente ante Dios; ante los demás deberán ser conscientes y responsables, e incluso no deberán permitir que se produzca esa intromisión de los dirigentes eclesiales cuando se hacen pasar por "sucedáneos" de Jesús, creando para ello una cristología evasiva y una consiguiente eclesiología triunfalista.

De aquí también se deduce que una inspiración cristiana de la pedagogía deberá buscar ansiosamente que este estado de infantilidad se mantenga solamente ante Dios, no ante ningún poder terreno. Esta es la pedagogía liberadora: el monopolio de Dios sobre la conciencia del hombre obliga a los creyentes a no tolerar que nadie ponga sus manos sobre la libertad del ser humano, incluso desde sus primeros balbuceos.

EDIC MAROVA/MADRID 1976.Pág. 1175 s.


 

5.- Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre

Era muy viva entre los rabinos del tiempo de Cristo la discusión sobre la interpretación que había que dar a los pasajes del Pentateuco en los que se legisla sobre las posibilidades que tiene el hombre de repudiar a la mujer (cf. Dt 24,1), y los fariseos querían saber la opinión de un maestro cualificado como Jesús. Por eso, en el texto paralelo de Mt (19,3) se añade si el repudio puede ser "por cualquier motivo", que es la cuestión que realmente se planteaba en la polémica rabínica. Pero Mc, que escribe para un ambiente muy alejado de los problemas legales judíos, convierte el tema en una enseñanza general sobre el matrimonio y el divorcio. Por eso, añade también al final, paralelamente a la crítica contra el divorcio promovido por el hombre (única posibilidad entre los judíos), la crítica contra el promovido por la mujer (posible en las leyes de los países paganos).

Jesús responde al problema presentando el ideal de plenitud mesiánica, como había hecho en otros momentos (cf. el sermón de la montaña), ideal que consiste en la plena aplicación del plan de Dios sobre el hombre. Efectivamente, la ley de Moisés, que contenía la concesión de la posibilidad del repudio, estaba hecha para regular la vida de los hombres en un mundo sometido al pecado y en el que los corazones no estaban plenamente impregnados de la voluntad de Dios. Pero ahora, en la nueva época mesiánica, cuando como habían anunciado los profetas el amor de Dios será grabado en el corazón de cada hombre, el planteamiento de toda esta cuestión tendrá que ser otro: tendrá que ser la plena realización de lo que Dios había dicho al principio, cuando el pecado aún no había llegado al mundo y no había puesto el veneno capaz de destruir la unión de hombre y mujer: que esta unión hace que el hombre y la mujer sean una sola carne, algo inseparable. Y esto por este motivo, hecho realidad al menos como ideal: porque el pecado destructor ha sido superado, y los corazones de los hombres han sido transformados por Dios.

MISA DOMINICAL 1994, 13


 

6.- El capítulo de Marcos nos presenta a Jesús de camino. Se aleja lentamente de su Galilea natal, hasta llegar a Judea y a Jerusalén, meta de su peregrinación. La tensión sube gradualmente. La confrontación con los dirigentes judíos va en aumento y la incomprensión de los discípulos se hace más evidente. Todo. desembocará en la soledad del Gólgota.

Hoy, y en los tres próximos domingos, leeremos las cuatro perícopas de este capítulo de Marcos. No se ha de perder la visión de su conjunto, para entender mejor cada una de ellas: la "prueba" de los fariseos, el desengaño del joven rico, las pretensiones de los Zebedeos y la curación del ciego de Jericó.

La legislación judía ha admitido siempre el divorcio. La "prueba" de los fariseos consiste en obligar a Jesús a tomar partido en favor de una de las tendencias de la época: la rigorista, que tan sólo admitía el divorcio en casos graves; o la liberal, que la aceptaba por cualquier causa. Jesús opta por una huida hacia adelante. Basándose en la Escritura y mediante un método de argumentación típicamente rabínico, se coloca en el ideal del proyecto querido por Dios en Génesis 2.

Esta perícopa no constituye tanto una página de Derecho Canónico, como una una interpelación dirigida a todos, célibes y casados, para que revisemos y confrontemos nuestra vida de cada día con el proyecto de vocación al que Dios nos llama desde siempre.

MISA DOMINICAL 2000 12 43


 

7. ACI DIGITAL 2003

3. Véase Mat. 10, 16 y nota: "Mirad que Yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas". 
4. Ni saludéis: Los orientales son muy ceremoniosos y para ellos saludar equivale a detenerse y perder tiempo. Véase Mat. 10, 9 s. y nota. 

12. El rechazo de los predicadores del Evangelio es para Jesús el peor de los agravios (Juan 12, 47 s.). 
13. Él ¡ay! del Señor se ha cumplido de modo espantoso. Las ruinas de esas ciudades lo denuncian hasta hoy. Cf. 11, 21 - 23: "Cuando el hombre fuerte y bien armado guarda su casa, sus bienes están seguros. Pero si sobreviniendo uno más fuerte que él lo vence, le quita todas sus armas en que confiaba y reparte sus despojos. Quien no está conmigo, está contra Mí; y quien no acumula conmigo, desparrama". 
16. Véase Mat. 10, 40: "Quien a vosotros recibe, a Mí me recibe, y quien me recibe a Mi, recibe a Aquel que me envió"; Juan 13, 20: "En verdad, en verdad, os digo, quien recibe al que Yo enviare, a Mí me recibe; y quien me recibe a Mí, recibe al que me envió".

 

 

 

miércoles, 22 de septiembre de 2021

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XXVI T.O. CICLO B - 26 SETIEMBRE 2021

“NO ES DE LOS NUESTROS”

 


 

COMENTARIO

 

Para el apóstol Juan, solamente los doce tienen derecho a actuar en nombre de Jesús: “Hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y hemos intentado impedírselo porque no anda con nosotros”. Jesús rompe inmediatamente esta estrechez ampliando en todo lo posible el circulo de la acogida: “El que no está contra nosotros, está a favor nuestro”. En Mateo, sin embargo chocamos con algo distinto: “Es que no está conmigo, está contra mí”. ¿Reacción diferente?.  Sí, porque la situación es diferente. En Mt 12, 30, Jesús se enfrenta con quienes lo insultan. ¿Le acusan de estar en relación con el diablo!  Y reacciona vivamente: No quieren estar conmigo. Está claro: han hecho deliberadamente la opción más terrible que un hombre puede hacer: han visto a Jesús, han  escuchado a Jesús y están en contra de él.

En Marcos (y Lucas) es muy diferente: se trata de un hombre de buena voluntad: “Si hace milagros  en  mi nombre, no puede ser un adversario. No  está  contra  nosotros”. Sin embargo, ¿está de verdad a favor nuestro? Es algo que parece ya más optimista. Entonces nosotros nos dividimos más bien entre cristianos acogedores y cristianos desconfiados. Pero Juan está por el grupo cerrado: “Ese hombre no es de los nuestros”.

Habrá que verlo. La acogida ciega no es mucho mejor que el repliegue sectario sobre nuestro pequeño universo. Pensando en algunos de los que invocarían su nombre (“Señor, Señor, hemos  profetizado en tu hombre y echado los demonios y obrado milagros”). Jesús había dicho duramente: “El día del juicio les diré: ¡No los conozco!”. ¿Por qué? Porque practicaban lo que más irrita a Jesús: la vida hipócrita. Sabían decir muy bien: “¡Señor, Señor!”. Eran expertos en las cosas sagradas, pero llevaban una vida poco honrada: “¡Lejos de mí los que practican  la maldad!”. (Mt 7, 22-23).  Este es el criterio que nos ayudará a discernir  si una persona es de los nuestros. No el “¡Señor, Señor”, sino el esfuerzo por no ser malo. ¿Criterio amplio?. Seguramente. Sobre todo porque hay que utilizarlo de una manera dinámica: ver si en este momento ese hombre hace esfuerzos por ser bueno. Entonces, sea cual fuere su pasado es de los nuestros.  No lo rechacemos porque se salga un poco de las normas, por no ser muy practicante, por no ser muy ortodoxo. Ni incluso porque esté lejos de Cristo con tal que se sienta atraído por él. Nos corresponde a nosotros ver si nuestro grupo cristiano es un núcleo de atracción o un grupo cerrado. Jesús ha venido a reunir a todos los hombres. Si cerramos las puertas para que nuestro grupo siga siendo muy bonito, estaremos, sólo con nosotros

R.P. Roland Vicente Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA  Dn 3, 31.29.30.43.42.

Cuando has hecho con nosotros, Señor, es un castigo merecido, porque henos pecado contra ti y no hemos obedecido tus mandamientos, pero da gloria a tu nombre y trátanos según tu gran misericordia.

 

ORACION COLECTA

Oh Dios que manifiestas tu poder con el perdón y la misericordia, aumenta nosotros tu gracia, para que, aspirando a tus promesas, nos hagas participar de los bienes del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Números 11, 25‑29

En aquellos días, el Señor bajó en la nube, habló con Moi­sés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar en seguida.

Habían quedado en el campamento dos del grupo, llama­dos Eldad y Medad. Aunque estaban en la lista, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre ellos, y se pusie­ron a profetizar en el campamento.

Un muchacho corrió a contárselo a Moisés: «Eldad y Medad están profetizando en el campamento.». Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, in­tervino: «Señor mío, Moisés, prohíbeselo.».

Moisés le respondió: «¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!».

 

SALMO RESPONSORIAL (18 )

 

Los mandatos del Señor alegran el corazón.

 

La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. R.

 

La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R.

 

Aunque tu siervo vigila para guardarlos con cuidado, ¿quién conoce sus faltas?  Absuélveme de lo que se me oculta. R.

 

Preserva a tu siervo de la arrogancia, para que no me domine: así quedaré libre e inocente del gran pecado. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 1‑6

Ahora, ustedes, los ricos, lloren y laméntense por las desgracias que les han tocado.

Su riqueza está corrompida y sus vestidos están apolillados. Su oro y su plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra ustedes y devorará su carne como el fuego.

¡Han amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final!.

El jornal defraudado a los obreros que han cosechado sus campos está clamando contra ustedes; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos.

Han vivido en este mundo con lujo y entregados al pla­cer. Los han cebado para el día de la matanza. Condenaron y mataron al justo; él no se resiste.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO  Jn 17, 17b.a              

Aleluya. Tu palabra, Señor, es verdad; conságranos en la verdad. Aleluya.

 

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos  9, 38‑43. 45. 47‑48.

En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.».

Jesús respondió: «No se lo impidan, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está con­tra nosotros está a favor nuestro.

Y, además, el que les dé a beber un vaso de agua, porque siguen al Mesías les aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al in­fierno, al fuego que no se apaga.

Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno.

Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infier­no, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.».

 

PLEGARIA UNIVERSAL

El Espíritu de Dios está en nosotros y por eso podemos orar con confianza. Digamos juntos: R.- Te lo pedimos, Señor.

 

1.- Para que la Iglesia tenga una presencia profética en este tiempo de tanto sufrimiento para la humanidad. Oremos. R.

 

2.- Para que el Espíritu del Señor este con los sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos que anuncian la Palabra de Dios. Oremos. R.

 

3.- Para que el Señor acoja el gemido de quienes padecen la opresión y la violación de sus derechos fundamentales. Oremos. R.

 

4.- Para que nuestras autoridades depongan sus intereses particulares y busquen siempre el bien común de toda la sociedad. Oremos. R.

 

5.-  Para que, en estos tiempos difíciles, el Señor visite con su gracia a los enfermos y les de fortaleza para sobrellevar la enfermedad. Oremos. R.

 

6.- Para que con corazón universal vivamos con comunión de amor y solidaridad con todos los hombres sin hacer acepción de personas. Oremos. R.

 

Te lo pedimos a ti, que nos invitas a optar por el Reino y a descubrir tu presencia en todo lo bueno que hay en el mundo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Dios de misericordia, aceptar esta ofrenda nuestra y que, por ella, se abra para nosotros la fuente de toda bendición. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION  1Jn 3, 16.

En esto hemos conocido el amor de Dios: en que el dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Señor, que el sacramento del cielo renueve nuestro cuerpo y espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de aquel cuya muerte hemos anunciado y compartido.  El, que vive y reina por los siglos de los siglos.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes  27: Za 8, 1-8; Sal 101; Lc 9, 46-50.

Martes 28: Za 8, 20-23; Sal 86; Lc 9, 51-56.

Miércoles 29: Dn 7, 9-10.13-14 (o bien: Ap 1, 7-12ª); Sal 137; Jn 1, 47-51.

Jueves 30: Ne 8, 1-4ª.5-6.7b-12; Sal 18; Lc 10, 1-12.

Viernes 01: Ba 1, 15-22; Sal 78; Lc 10, 13-16.

Sábado 02: Ba 4, 5-12.27-29; Sal 68; Mt 18, 1-5.10.

Domingo 03: Gn 2, 18-24; Sal 127; H 2, 9-11; Mc 10, 2-16.

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO

Marcos 9, 38-43.45.47-48

Par: Lc 9, 49-50  Lc 17, 1-2


1.- Detrás de la observación de Juan (hemos visto a un extraño echando demonios en tu  nombre y se lo hemos prohibido) se vislumbra fácilmente el egoísmo del grupo (tan  frecuente), ese temor mezquino de la competencia de los demás que tantas veces se  disfraza de fe (con la pretensión de tutelar el amor de Dios), pero que en realidad es una de  sus más profundas negaciones. El discípulo ruín y cicatero -pero también profundamente  inseguro- soporta con dificultad que el Espíritu sople por donde quiera. Se muestra  envidioso, se siente desmentido y traicionado: ¿no debería el Espíritu de Dios estar sólo en  nuestras manos, de forma que se viera claramente que somos nosotros, solamente  nosotros, sus portadores? Salta al recuerdo un episodio del Antiguo Testamento: Moisés  comunicó el Espíritu de Dios a setenta ancianos que habían salido del campamento y se  habían reunido junto al tabernáculo; pero un joven vio con sorpresa que el Espíritu de Dios  se había posado también sobre Eldad y Medad, dos ancianos que no se habían unido al  grupo y que no habían salido del campamento, pero que se pusieron también a profetizar. Y  Josué exclamó: "Moisés, señor mío, ¡prohíbeselo!" Pero Moisés le respondió: "¿Estás celoso  por mí? ¡Ojalá profetizase todo el pueblo de Dios y hubiera puesto el Señor su Espíritu  sobre cada uno de ellos!" (Núm 11, 16-30). Los auténticos amigos de Dios, como Moisés y  Jesús, gozan de la liberalidad del Espíritu. No se sienten desmentidos, porque aman a Dios y  no se aman a sí mismos.

Y esto es lo principal. Pero muchos escrupulosos defensores de los derechos de Dios  -podríamos decir que todos los escrupulosos defensores de los derechos de Dios- se están  defendiendo y sosteniendo en realidad a sí mismos, su propio recinto.  Pero también es verdad que no todos los gestos son de Cristo, que no todos los intentos  de liberación pertenecen a Cristo; sólo le pertenece lo que se hace en su nombre ("Hemos  visto a uno que no era de los nuestros y que expulsaba a los espíritus malos en tu nombre...  No es posible que alguien haga un milagro en mi nombre y luego hable mal de mí.") Lo que  pasa es que el "nombre" no indica el recinto, sino la lógica.

La sentencia con la que Jesús cierra todas estas enseñanzas es sorprendente: "El que no  está contra nosotros, está con nosotros." Es exactamente lo contrario de otra sentencia (Mt  12, 30; Lc 11, 23): "El que no está conmigo, está contra mí." Pero no hay ninguna  contradicción. Son las diferentes situaciones las que explican la diferencia de las  afirmaciones. La unidad está en el hombre que necesita de vez en cuando advertencias distintas. De  todas formas, "la tolerancia de Jesús prohíbe toda cerrazón ortodoxa". "Si alguno le quita la fe (escandaliza) a cualquiera de estos pequeños que creen..." (9,  42). En tiempos de Jesús eran los maestros de la Ley los que con el peso de su autoridad y  con la fascinación de su prestigio -y también con las amenazas de sus excomuniones (cf. Jn  9, 22; 12, 42)- desaconsejaban a la gente sencilla que siguiera a Jesús: perturban su fe y  eran para ellos piedra de escándalo. Más en general, el "pequeño" es el discípulo  continuamente perturbado en su fe, perturbado no sólo por el mundo, sino por su misma  comunidad, incluso por aquellos que pretenden ser sus maestros. Y como si esto no fuera  suficiente, está también el escándalo que viene de nosotros mismos. El hombre es  escándalo para sí mismo, lleno como está de vacilaciones, de compromisos y de excusas  demasiado fáciles. Con su lenguaje ("si tu pie es para ti ocasión de pecado -te escandaliza-,  córtatelo...; si tu ojo es para ti ocasión de pecado -te escandaliza-, sácatelo..."), Jesús afirma  la exigencia de una decisión sin reservas por el Reino, la absoluta necesidad de ponerlo en  el primer puesto.

BRUNO MAGGIONI - EDIC. PAULINAS/MADRID 1981.Pág. 139


 

2.- Texto. Pertenece a la misma sesión docente del domingo pasado. Es una pena que el  texto litúrgico no se haya ampliado dos versículos más. Nos encontraríamos con el final de la  sesión y podríamos comprobar cómo este final remite al comienzo de la misma, creando un  marco temático unitario para toda ella. La sesión se abría en 9, 33 con problemas de rango  y de prioridades entre los doce y se cierra en 9, 50 con una invitación a los doce a convivir  en paz.

Juan, uno de los doce presenta el siguiente caso: Maestro, hemos visto a uno que  expulsaba demonios invocando tu nombre y hemos intentado impedírselo porque no nos  seguía. Observemos el empleo del plural: hemos visto, hemos intentado, no nos seguía.  Marcos presenta a los doce actuando como grupo bien definido y compacto. La expresión  no nos seguía o no era de los nuestros significa que el exorcista no era cristiano.

Todo el resto del texto lo presenta Marcos como respuesta unitaria de Jesús a propósito  de la actuación exhibida por los doce en el caso del exorcista. Es cierto que para elaborar  esa respuesta Marcos se ha servido de frases de Jesús pertenecientes sin duda a  diferentes situaciones. A ello se debe la aparente dispersión de las frases. Pero esto no  debe ser razón para que nosotros las leamos aisladamente. Marcos las ha introducido en un  contexto y dentro de él es como hay que leerlas e interpretarlas. En este sentido hay que  decir que las divisiones que de este texto suelen hacer las biblias ni respetan la unidad  creada por Marcos ni favorecen su adecuada interpretación.

Jesús está en desacuerdo con la actuación seguida por los doce en el caso del exorcista  no cristiano. Las razones aducidas son de diversa índole. En primer lugar menciona Jesús  razones pragmáticas o de sentido común. Son los vs. 39-41. Es improbable que alguien que  apele a Jesús vaya acto seguido a hablar mal de él. En este sentido, afirma Jesús, todo  aquel que no se presente expresamente como enemigo debe ser tenido por simpatizante.  Para demostrar simpatía no son necesarias solemnes adhesiones doctrinales, bastan los  pequeños gestos de la vida ordinaria.

En segundo lugar menciona Jesús razones de escándalo. Son los vs. 42-48. Estos son los  versículos que más se han desenfocado, al haberse interpretado el escándalo en relación  con los niños y fundamentalmente en materia sexual. Tajantemente hay que afirmar que  Jesús no habla aquí ni de niños ni de concupiscencia, sea ésta sexual o de otro tipo. El  escándalo del que Jesús habla es del que los doce pueden ocasionar con una actitud como  la exhibida en el caso del exorcista cristiano. Las víctimas del escándalo son los pequeños  que creen en mí. Desde el domingo pasado sabemos que en esta sesión docente el niño es  una metáfora para designar a todos aquellos que dentro de la comunidad cristiana son poco  importantes o poco considerados. La actuación prepotente o altanera de los doce,  simbolizada por la mano, el pie y el ojo, es un escándalo para estos creyentes. El lenguaje  severo y amenazador de Jesús quiere ser un aviso y un freno a esta actuación.

Comentario. Propongo que la homilía de este domingo empiece con una afirmación clara  sobre el desenfoque que ha padecido este texto. Es urgente una labor de desmonte y de  enfoque en la línea expuesta en el análisis del texto. A la hora de enfocar el texto no podemos olvidar que la luz proviene de los  acontecimientos de Jerusalén: muerte y resurrección de Jesús. Según Marcos los problemas  cambian de perspectiva y de tratamiento si se ven a esta luz.

El problema de fondo abordado por el texto de hoy es el de la convivencia pacífica o  comunión eclesial.

Amenazas a esta convivencia: el comportamiento puntilloso y la actitud intolerante de los  doce y, por extensión, de cualquier creyente.

Aviso: un comportamiento y una actitud así son gravísimos.

Propuesta: No ver enemigos en todas partes. Apreciar los pequeños buenos gestos de los  demás en la vida ordinaria. Magnanimidad. A veces los ataques son respuestas inducidas  por la propia intolerancia del atacado. Pensar, pues, que hay ataques merecidos. Si el  domingo pasado no se trataba de una cuestión de humildad, hoy sí que puede serlo. Leer y  meditar bien la primera lectura de hoy. Números 11, 24-30 y Marcos 9, 38-50 son relatos  similares.

DABAR 1988, 49


 

3.- Estas palabras van dirigidas contra esa determinada concepción de la autoridad que  subyace detrás de la intervención de Juan, uno de los doce, en el v. 38: autoridad como  control, como monopolio exclusivo y excluyente. Desde el v. 39 hasta el final, Jesús replica a  esta concepción de la autoridad.

Contra la intolerancia que sólo permite el reconocimiento a aquellos que se inscriben  oficialmente en la Iglesia, Jesús afirma taxativamente el contenido de los v. 40 y 41. La  autoridad debe caracterizarse por una amplitud de espíritu, por un saber estar por encima  de las ideologías de grupo; debe estar abierta a todos los hombres que defienden una  causa justa, aunque no sean cristianos; excluye la cerrazón ortodoxa, el sectarismo, la  retirada al ghetto, la mirada introvertida...

Como en Mateo, también aquí se recoge una palabra en favor de los "pequeños" que  creen en Jesús. Poco estimados, más ignorantes o débiles en la fe, jamás hay que hacerles  tropezar (escandalizar). Estos pequeños pueden ser en la comunidad los que necesiten ser  ayudados con cariño y paciencia para poder evolucionar sin desconcertar su fe. Pero  también los que sufren la tentación de abandonar la Iglesia por la lentitud de ésta en  renovarse.

La instrucción termina con una exhortación a convivir en paz (v. 50). A su luz debe leerse  todo lo que precede. 

EUCARISTÍA 1988, 46


 

4.- Jesús había enviado a sus discípulos a predicar el evangelio del Reino de Dios por tierras  de Galilea (6, 7-13). Ahora, que ya han regresado, cuentan a su Maestro lo que les ha  sucedido en esta primera experiencia misionera. Juan quiere hacerle una pregunta sobre el  modo como se habían comportado con un exorcista, a quien le habían prohibido arrojar  demonios en nombre de Jesús porque no era del grupo. Aunque Jesús no reprueba  abiertamente esta conducta, pues sabe que no había en ello mala voluntad, aprovecha la  ocasión para enseñarles qué deben hacer en adelante en casos parecidos.

En la guerra de César contra Pompeyo, éste consideraba enemigos a cuantos no estaban  abiertamente con él; pero César, más generoso e inteligente, consideraba aliados suyos a  cuantos no luchaban en contra suya. Jesús adopta en su lucha una u otra actitud de  acuerdo a las circunstancias. Aquí dice a sus discípulos: "El que no está contra nosotros  está a favor nuestro", pero en el evangelio de San Mateo encontramos la otra sentencia: "el  que no está conmigo, está contra mí" (/Mt/12/30; cfr. /Lc/11/23).

Ahora bien, esta segunda sentencia está en un contexto en el que se habla de la batalla  decisiva contra Satanás. Y es claro que en este caso no cabe la neutralidad, pues se trata  de dos enemigos irreconciliables y de una guerra que a todos nos concierne personalmente. 

También el exorcista que echa los demonios en nombre de Jesús está con Jesús y contra  Satanás, aunque no sea oficialmente discípulo de Jesús. En este supuesto, Jesús pronuncia  su sentencia contra todo tipo de partidismo. También en nuestros días hay muchos hombres  que exorcizan el mal y la injusticia de nuestra sociedad y, con todo, no son expresamente  cristianos, éstos son de los nuestros aunque no sean "de los nuestros", pues es claro que  no están contra nosotros.

ESCANDALO/QUE-ES:Todo el que se hace discípulo de Jesús y aún no ha llegado a una  fe adulta es "pequeñuelo". Y el que aparta de su camino a uno de estos pequeñuelos es un  homicida, ya que les impide llegar a la verdadera vida. "Escándalo" es la piedra que nos  hace tropezar, el impedimento que se encuentra en el camino. En sentido figurado significa  tanto la dificultad que proviene de fuera, la dificultad objetiva (como en el presente texto),  como la que surge del interior del hombre o dificultad subjetiva. En este segundo sentido  habla Pablo de la cruz como "escándalo" para los judíos (1Co/01/23). Es claro que la cruz  sólo es un impedimento para los que no la aceptan debido a sus prejuicios triunfalistas o de  otro tipo.

La tentación nunca procede exclusivamente de fuera; de ahí que el hombre deba procurar  también no escandalizarse a sí mismo. Y esto no es posible si uno no lucha contra sus  propias inclinaciones y no toma medidas negándose a sí mismo.

Aquí se contrapone la "vida" al "abismo" o "gehenna". La gehenna era el nombre de un  valle situado al sur de Jerusalén, en donde en tiempos de los reyes Ajaz y Manasés se  sacrificaron niños al ídolo Molek (2 Re 23, 10; Jer 7, 31 s; Jer 32, 35). A partir del siglo II y a  raíz de esta abominable experiencia, la gehenna pasó a significar en la literatura  apocalíptica lo mismo que el infierno; esto es, el lugar de tormento de todos los  condenados.

Con estas palabras alusivas a Is 66, 24 se describen las torturas de los condenados. El  "gusano que no muere" significa para algunos la conciencia, los remordimientos; pero hay  quien piensa que se trata de una alusión a la imagen profética del montón de cadáveres que  quedan sin enterrar y son pasto de los gusanos.

EUCARISTÍA 1982, 44


 

5. GEHENNA.

-El castigo es visualizado a través de la imagen del valle de la Gehenna, en el que  antiguamente se habían sacrificado niños a Moloc y en el momento presente era lugar de  putrefacción ("donde el gusano no muere y el fuego no se apaga"): ahí situaba el judaísmo  apocalíptico del tiempo de Jesús el lugar del castigo en el día final.

MISA DOMINICAL 1988, 18


 

6.- El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Si tu mano te hace caer, córtatela

El fragmento evangélico que leemos en este domingo incluye dos temas muy  diferenciados: el monopolio dle nombre de Jesús, y el escándalo en el seno de la  comunidad.

La primera generación cristiana daba importancia especial al uso del nombre de Jesús en  las fórmulas sacramentales y los exorcismos (cf. Hc 3,6). Jesús no es monopolio de los  Doce. Es de admirar la amplitud de miras con que contesta Jesús, y a la vez nos interpela:  hoy, "el nombre de Jesús" ¿es monopolio de las instituciones eclesiales, o de los grupos  cristianos, o de la misma Iglesia?

El segundo tema es el del escándalo que podemos nosotros causar con nuestras ideas o  nuestro comportamiento. Escándalo no es sólo aquello que repugna moralmente, sino todo  aquello que pueda menoscabar la fe del prójimo. El esquema ternario de miembros del  cuerpo (mano, pie, ojo) no es exclusivo, sino abierto. El acento recae en la radical renuncia  que Jesús exige a los suyos para evitar el mal a los demás. Renunciar a las cosas, al  ejercicio de las convicciones... al propio cuerpo, por un valor mayor: la unidad de la  comunidad.

San Pablo afronta el mismo problema en 1 Co 8-9 y en Rm 14. "Tened presente al débil  en la fe, sin discutir opiniones", "me hice débil con los débiles, para ganar a los débiles",  "así, al pecar contra los hermanos hiriendo su conciencia tan débil, pecáis contra Cristo". La  unidad en la comunidad cristiana, expresión de amor fraterno y núcleo de la "verdad del  Evangelio" (cf. Gal 2,14) es un valor capital entre los discípulos de Jesús, hasta el punto que  impone renuncias radicales en la conducta de los cristianos con "ideas más claras", o con  una mayor responsabilidad eclesial.

MISA DOMINICAL 2000 12 38


 

7. ACI DIGITAL 2003

40. Nosotros: Así reza el texto griego según Merk. Algunos códices dicen vosotros, como en Luc. 9, 50. La variante parece acentuar más aún la diferencia que Jesús establece entre El - que es el fin (Mat. 12, 30) - y nosotros simples medios. Cf. Filip. 1, 15 ss.; Núm. 11, 24 - 30. 
43. Véase Mat. 5, 29 s.; 18, 8s. Cf. Prov. 5, 8; Ecli. 9, 4.
Gehenna: infierno, Cf. Mat. 5, 22 y nota: Mas Yo os digo: "Todo aquel que se encoleriza contra su hermano, merece la condenación; quien dice a su hermano "racá" merece el sanhedrín; quien le dice "necio" merece la gehenna del fuego. Se trata aquí de fórmulas abreviadas de maldición. Se pronunciaba una sola palabra, mas el oyente bien sabía lo que era de completar. Tomado por sí solo, racá significa estúpido y necio en las cosas que se refieren a la religión y al culto de Dios. Necio es más injurioso que "racá", porque equivale a impío, inmoral, ateo, en extremo perverso. El concilio, esto es, el Sanhedrín o supremo tribunal del pueblo judío, constaba de 71 jueces y era presidido por el Sumo Sacerdote. Representaba la suprema autoridad doctrinal, judicial y administrativa. Gehenna es nombre del infierno. Trae su origen del valle Ge Hinnom, al sur de Jerusalén, donde estaba la estatua de Moloc, lugar de idolatría y abominación (IV Rey. 23, 10). 


44. Los vv. 44 y 46 faltan en los mejores códices griegos. Son repeticiones del v. 48, introducidas por los copistas (véase Merk, Joüon, etc.).