jueves, 26 de mayo de 2022

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO ASCENSION DEL SEÑOR CICLO C - 29 MAYO 2022

 

MIENTRAS LOS BENDECÍA, IBA SUBIENDO AL CIELO

 

COMENTARIO

 En el episodio de los discípulos de Emaús, la secuencia fue así: primero, la exposición y explicación de la palabra; después, la comprensión durante la "comida". Sin embargo, ahora, se cambia al orden: a la "comida" (versículos anteriores a los de nuestra precopa) siguen las palabras (la palabra) del resucitado. "Palabra" y "comida" son, desde la revelación, elementos necesarios para la fe plena: "Les abrió el sentido para la comprensión de la Escritura". Es preciso tener en la memoria el camino de Jesús, que comenzó con la promesa y que, con la resurrección, aún no ha llegado a su fin definitivo, pues los mismos discípulos han de proseguir ese camino y llegar a esa meta con la "fuerza de lo alto". Porque en Jerusalén, que parece el final, es decir, donde todo se acaba, es precisamente donde irrumpe lo nuevo que se presenta por delante: el camino de Jesús con los suyos a los pueblos, "en su nombre".

La ascensión, la subida del Señor al cielo es el punto cardinal -así quiere entenderlo el evangelista- del que parte el camino de Jesús y a la vez el camino de la Iglesia (cf. Hch 1,8s).

En este final de Lucas cobra un tono relevante el término "mientras" (51). "Mientras los bendecía...". Lo que Zacarías no pudo terminar al comienzo del evangelio (bendecir al pueblo luego de salir del templo, pues había quedado mudo y la liturgia del AT es incompleta), lo hace Jesús al final del evangelio de Lucas. Esa bendición es un centrarse del Señor en sus discípulos: todos sus caminos están marcados por ese gesto. La bendición de Jesús marca el día del mundo. De ahí la alabanza de los discípulos a la hora de la despedida. Ellos se quedan parados, con las manos extendidas y, de momento, inmóviles, pero expectantes ante la llegada de la fuerza de lo alto y del retorno de su Señor.

Desde entonces, las manos del resucitado están abiertas sobre todos los caminos de los hombres y sobre el mundo, bendiciendo. Quien comprende esto, participa de la visión del evangelista, el mensajero de la alegría.

R.P. Roland Vicente Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA   Hch 1, 11

Galileos, ¿qué hacen ahí mirando al cielo?. Volverá como lo han visto  marcharse al cielo. Aleluya.

 

ORACION COLECTA

Dios todopoderoso, concédenos exultar santamente de gozo y alegrarnos con religiosa acción de gracias, porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra victoria, y adonde ya se ha  adelantado gloriosamente nuestra Cabeza, esperamos llegar  también los miembros de su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 1, 1-11

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando desde el principio hasta que, después de dar instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles, ascendió al cielo. Después de su pasión se les presentó, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del Reino de Dios. Una vez que comían juntos, les recomendó: «No se alejen de Jerusalén; aguarden que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo les he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días ustedes serán bautizados con Espíritu Santo». Ellos lo rodearon preguntándole: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?». Jesús contestó: «No les toca a ustedes conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo».

Dicho esto, fue elevado, hasta que una nube lo ocultó de su vista. Mientras miraban fijamente al cielo, viendo cómo Jesús se alejaba, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacen ahí plantados mirando al cielo? Este Jesús que de entre ustedes ha sido llevado al cielo volverá de la

misma manera que lo han visto marcharse». Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL ( 46)

 

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.

 

Pueblos todos, batan palmas, aclamen a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra. R.

 

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas; toquen para Dios, toquen, toquen para nuestro Rey, toquen. R.

 

Porque Dios es el rey del mundo; toquen con maestría. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17-23

Hermanos: Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les conceda espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo plenamente. Ilumine los ojos de su corazón, para que comprendan  ustedes cuál es la esperanza a la que los llama, la riqueza de gloria  que da en herencia a los santos, y la extraordinaria grandeza de su  poder con que él obra en nosotros, los que creemos, por la eficacia  de su fuerza poderosa que desplegó en Cristo, resucitándolo de  entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima  de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de  todo nombre conocido, no solo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, constituyéndolo cabeza suprema de la Iglesia. Ella es su cuerpo, plenitud de aquel que llena completamente todas las cosas.

 

ACLAMACION ANTES DEL  EVANGELIO Mt 28, 19-20

Aleluya. Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos —dice el Señor—; yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.  Aleluya.                                                                                                                                 

 

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 24, 46-53

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Ustedes son testigos de todo esto. Yo les enviaré lo que mi Padre ha prometido; permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de lo alto».

Después los llevó hacia Betania y, elevando sus manos, los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se postraron ante él y volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

 

PLEGARIA UNIVERSAL

Unidos a Jesús que está a la derecha del Padre para interceder por los hombres que él ha redimido, oremos con confianza por nosotros y por todo el mundo. Digamos:

R. Señor Jesús, intercede por nosotros.

 

1.- Por el papa y por la Iglesia: para que en esta solemnidad se renueve la alegría del seguimiento y el anuncio del evangelio. Oremos. R.

 

2.- Por los que gobiernan nuestro país: para que, abiertos a la acción del Espíritu, promuevan la justicia y la paz. Oremos. R.

 

3.- Hoy celebramos la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Oremos por todos los que trabajan en ellas y en las redes

sociales, para que acojan la invitación del papa a fortalecer el don de la escucha para consolar al pueblo que sufre. Oremos. R.

 

4.-  Por los que huyen de su patria a causa del hambre y de la guerra:  para que experimenten la compasión de Dios a través de sus hermanos. Oremos. R.

 

5.- Para que el Señor dé en abundancia su vida a los que han muerto repentinamente y cuya fe solo él conoció, y consuele a los que

lloran la muerte de sus seres queridos. Oremos. R.

 

6.-  Para que la celebración de la Eucaristía haga presente en nuestras vidas a Cristo resucitado, que vive para interceder por nosotros.  Oremos. R.

 

Señor Jesucristo, al celebrar hoy la solemnidad de tu Ascensión al cielo, te pedimos que escuches nuestras oraciones y nos des el Espíritu Santo prometido, para que él vivifique con sus dones nuestra fe y haga eficaz la tarea evangelizadora de tu Iglesia. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Te presentamos ahora, Señor, el sacrificio para celebrar la admirable ascensión de tu Hijo; concédenos, por este sagrado intercambio, elevarnos hasta las realidades del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION    Mt 28, 20

Sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final de los tiempos. Aleluya

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Dios todopoderoso y eterno, que, mientras vivimos aún en la tierra, nos concedes gustar los divinos misterios, te rogamos que el afecto de nuestra piedad cristiana se dirija allí donde nuestra condición humana está contigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA;

Lunes 30: Hch 19, 1-8; Sal 67; Jn 16, 29-33.

Martes 31: Sof 3, 14-18;  Is 12, 2-6; Lc 1, 39-56.

Miércoles 01: Hch 20, 28-38;  Sal 67; Jn 17, 11b-19.

Jueves 02:  Hch 22, 30; 23, 6-11; Sal 15; Jn 17, 20-26.

Viernes 03:  Hch 25, 13-21;  Sal 102; Jn 21, 15-19.

Sábado 04: Hch 28, 16-20.30-31; Sal 10; Jn 21, 20-25.

Domingo 05: Hch 2, 1-11; Sal 103; Cor 12, 3b-7.12-13;  Jn 20, 19-23.

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO

 

1. CIELO: SUBIR AL CIELO: /Ef. /04/09.

"Subiendo hacia el cielo". Hay un simbolismo casi idéntico, espacial también, pero de signo opuesto. Lo expresa el lenguaje bíblico diciendo que Cristo ha descendido a los infiernos. "El que sube es el que ha descendido", dice Pablo (Ef. 4. 9) y ha descendido al hondón último del misterio humano, de la miseria humana. Así podemos entender la bajada a los infiernos. Jesús ha descendido a la soledad, al sufrimiento, a la angustia límite del hombre, y ha descendido para iluminarla, redimirla, conquistarla.

 


 

2.- Lc toma como marco de su evangelio pascual el "día del Señor", la celebración litúrgica del domingo: en un mismo día, Jesús se hace presente allí donde los discípulos se han reunido, les explica el sentido de las Escrituras, parte el pan con ellos, se deja reconocer por ellos y se va, bendiciéndolos, después de haberlos enviado a dar testimonio de él, fortalecidos por el Espíritu Santo que habrán recibido. Esta jornada pascual se renovará cada domingo. También el gran sacerdote Simón bendecía solemnemente, mientras el pueblo se prosternaba en adoración (Eclo 50). Lc había empezado en el Templo, con el sacerdote Zacarías, y concluye en el Templo, donde la comunidad del nuevo Israel alaba a Dios (v. 53).

HILARI RAGUER - MISA DOMINICAL 1977, 11

 


 

3.- En el episodio de los discípulos de Emaús, la secuencia fue así: primero, la exposición y explicación de la palabra; después, la comprensión durante la "comida". Sin embargo, ahora, se cambia al orden: a la "comida" (versículos anteriores a los de nuestra perícopa) siguen las palabras (la palabra) del resucitado. "Palabra" y "comida" son, desde la revelación, elementos necesarios para la fe plena: "Les abrió el sentido para la comprensión de la Escritura". Es preciso tener en la memoria el camino de Jesús, que comenzó con la promesa y que, con la resurrección, aún no ha llegado a su fin definitivo, pues los mismos discípulos han de proseguir ese camino y llegar a esa meta con la "fuerza de lo alto". Porque en Jerusalén, que parece el final, es decir, donde todo se acaba, es precisamente donde irrumpe lo nuevo que se presenta por delante: el camino de Jesús con los suyos a los pueblos, "en su nombre".

La ascensión, la subida del Señor al cielo es el punto cardinal -así quiere entenderlo el evangelista- del que parte el camino de Jesús y a la vez el camino de la Iglesia (cf. Hch 1,8s).

En este final de Lc cobra un tono relevante el término "mientras" (51). "Mientras los bendecía...". Esa bendición es un centrarse del Señor en sus discípulos: todos sus caminos están marcados por ese gesto. La bendición de Jesús marca el día del mundo. De ahí la alabanza de los discípulos a la hora de la despedida. Ellos se quedan parados, con las manos extendidas y, de momento, inmóviles, pero expectantes ante la llegada de la fuerza de lo alto y del retorno de su Señor.

Desde entonces, las manos del resucitado están abiertas sobre todos los caminos de los hombres y sobre el mundo, bendiciendo. Quien comprende esto, participa de la visión del evangelista, el mensajero de la alegría.

EUCARISTÍA 1992, 26

 


 

4. ASC/CUANDO-FUE

De entrada, sorprende que aquí la Ascensión se produce el mismo día de la resurrección, mientras que allá se sitúa cuarenta días más tarde. Una vez más, hay que recordar los peligros de una lectura "fundamentalista" de los textos bíblicos: la preocupación por el "cómo" nos puede llevar a no hacer caso del mensaje y de la vida que quieren transmitirnos.

JOSEP M. GRANÉ - MISA DOMINICAL 1992, 08

 


 

5.  ASC/PROGRESO-HUMANO:

La sociedad no es un corro de amigos, sino una pirámide de esclavos. Desde que venimos a este mundo y hasta que salgamos de él, seremos enteramente maleducados en la obsesión de ascender.

Se nos presenta la vida como una escalada brutal hacia los primeros puestos. Y se nos quiere justificar tal interpretación de la vida, alegando la necesidad del estímulo como condición sine qua non del progreso.

Dejando de lado la cuestionabilidad de un tal progreso que engaña a la mayoría (pues la mayoría no puede ascender), el equívoco radica en confundir el estímulo en el amor y en el servicio con la exacerbación del egoísmo y la idolatría por el poder. Se identifica torpemente la promoción del hombre, servidor de todos, con la dignificación de unos cuantos, que se servirán de todos.

PERSONAJE/PERSONA: Pero ocurre que, cuando la sociedad distribuye a los hombres en jerarquías de dignidad, generalmente la dignidad del hombre se queda en la base. Sube el personaje, el uniforme y el símbolo, suben los honorarios; pero el hombre, la persona, queda a ras de suelo. Peor aún, a veces la dignidad humana es sólo lastre del que conviene aligerarse para ascender más de prisa. Porque, como los que dispensan las dignidades son los de arriba, no los de abajo, se opta por halagar a los de arriba, en vez de servir todos al pueblo. Y así se subvierte el verdadero orden social: el pueblo no es servido, es sólo una rampa por la que subirán otros.

Y éstos, en la medida que se van desplazando hacia arriba, ensanchan el círculo de sus servidores. Si además, con un poco de suerte, no se salen del círculo de adulaciones, fácilmente se dejarán convencer de que todo el mundo les aprecia, cuando ese todo el mundo es sólo el pequeño círculo de sus incondicionales. Los que sirven a sus jefes, a costa del pueblo, viven como "señores", pero se arrastran como esclavos. El que sirve al pueblo, aunque sus jefes lo ejecuten en la cruz como a un esclavo, ascenderá como el Señor, que no vino a servirse de los hombres, sino a servir y dar su vida.

EUCARISTÍA 1975, 29

 


 

6. ASC/QUE-ES

Ascensión del Señor. ¿Ascensión al cielo? ¿Qué dirección es ésa? ¿Dónde está el cielo? O mejor, ¿qué es el cielo? El cielo de las estrellas y satélites y el cielo al que según nuestra fe ascendió Cristo no son idénticos. Cuando celebramos la fiesta de la Ascensión del Señor y cuando todos los domingos rezamos el Credo no estamos proclamando que Cristo, anticipándose a la ciencia moderna, emprendiera un viaje sideral. El cielo al que ascendió Jesús no es objeto de dirección espacial, ni de distancia, ni de traslación, ni de tiempo. La subida de Cristo al cielo no es como la de los cohetes. Estos se trasladan constantemente de un espacio a otro y se encuentran siempre dentro del tiempo y del espacio, sin poder nunca abandonar estas coordenadas, por más lejanos que viajen por los espacios infinitos. La ascensión de Cristo, más que una "subida" es un paso, pero del tiempo a la eternidad, de lo visible o lo invisible, de la inmanencia a la trascendencia, de la opacidad del mundo a la luz divina, de los hombres a Dios. La Ascensión de Cristo es "ascensión" sólo en ese sentido.

¿Es mentira, pues lo que nos cuenta Lucas en los Hechos de los Apóstoles? Hay que decir, para contestar la pregunta, que ni San Mateo, ni San Marcos, ni San Juan ni Pablo en sus cartas conocen la Ascensión de Cristo tal como Lucas la narra. Para ellos, la ascensión no es un acontecimiento visible, sino invisible y en conexión inmediata con la resurrección. Esta perspectiva que contemplaba conjuntamente resurrección y ascensión se mantuvo, a pesar del relato de Lucas, hasta el siglo IV atestiguan los escritos de Padres como Tertuliano, Hipólito, Eusebio, Atanasio, Ambrosio, Jerónimo y otros. Hasta el siglo V la liturgia celebraba conjuntamente la resurrección y la ascensión. Es decir, la desmembración entre resurrección y ascensión y el calendario aplicado (cuarenta días intermedios, y diez siguientes para pentecostés, durante bastantes siglos no ha sido tenido en la Iglesia como una verdad inapelable y como tal celebrada. Fue más bien considerada -quizá con una comprensión más cercana a la intención del mismo Lucas que la nuestra- como una manera de hablar y plastificar algo que por sí mismo rebasa toda plastificación.

Evidentemente, los problemas aquí encerrados y las implicaciones de una comprensión correcta desbordan las posibilidades de reflexión de estas líneas. Lo que en cualquier caso es preciso subrayar -creo- es la necesidad y la obligación que tenemos de estudiar el problema para no predicar ingenuamente sobre la ascensión. Si hoy ya sabemos todo esto y hemos desmitificado (en el sentido bultmanniano) tantas expresiones de fe, es hora de presentar la fe de una manera crítica y adulta, porque en la eucaristía les haríamos un flaco servicio si les presentáramos la ascensión como una hazaña espectacular o un milagro más a sumar a una apologética innecesaria. Es cuestión de pensarlo seriamente.

DABAR 1978, 29

 


 

7.- Las posibilidades de actualización eucarística de esta fiesta son múltiples. Habría que destacar, en primer lugar, el comentario de san León, precisamente en una homilía sobre la Ascensión: "Aquello que fue visible en nuestro Redentor, ha pasado ahora a los sacramentos". Y, centralmente, en la Eucaristía. Una vez más habrá que subrayar este elemento decisivo: la celebración eucarística no es la simple memoria histórica de unos acontecimientos, sino la actualización de comunión y presencia con el protagonista de los mismos, "que ha entrado en el cielo mismo para presentarse ahora en el acatamiento de Dios a favor nuestro" (/Hb/09/24). Por eso podemos decir "hoy", hablando de la ascensión, porque Jesucristo está "ante Dios" en el perenne "hoy" de su misterio.

EU/PRESENCIA-J:De aquí también se puede derivar una catequesis sobre la presencia real de Cristo en la Eucaristía, que tenga en cuenta al mismo tiempo el hecho de la ausencia del Señor según la forma natural de ser, en la que está presente a la derecha del Padre, y la presencia sacramental, igualmente real -aunque no natural- en la que está entre nosotros, bajo la apariencia del pan y del vino de la Eucaristía (véase el Concilio de Trento, sesión XIII, capítulo 1, DS 1636).

Este pan y este cáliz, en efecto, por la Palabra de Cristo y la fuerza del Espíritu creador, han pasado a ser el Señor glorificado, dado a su Iglesia, quedando los mismos en su visibilidad terrena. También en ellos se ha producido un misterio de ausencia y presencia: la ausencia de su realidad profunda -la substancia- que se ha convertido en el Cuerpo y la Sangre del Señor, y la presencia de su manifestación visible, en el mundo de la experiencia humana. He aquí el sentido más fuerte del "sacramento", como elemento de presencia y mediación de comunión entre el misterio de Cristo y la Iglesia del tiempo presente. En la Eucaristía ¡se nos da y ofrecemos al Señor de la gloria! Hoy se podría destacar precisamente el gesto final de la plegaria eucarística, presentándolo como una especie de ascensión ritual y explicando las palabras que lo acompañan: "Por El", el Cristo que es el gran sacerdote que tenemos en el cielo; "con El", que es el gran Presente entre nosotros; "en El", en la comunión de vida que nos ha hecho participar; nosotros proclamamos la gloria del Padre, que es el misterio de la Palabra de Jesús, llevados por el Espíritu Santo.

PERE TENA - MISA DOMINICAL 1986, 10

 


 

8. ASC/VICTORIA:

La ascensión de Jesús es ya nuestra victoria.- Así se declara en la Colecta. Esta afirmación, de profundas raíces teológicas, debe ser formulada claramente a los fieles. Por ser él el Mediador, todos nosotros, a través de él, hemos subido a los cielos y hemos pasado a la gloria del Padre. Aunque nuestra condición terrena e histórica nos obliga a poner los pies en tierra y tomar conciencia de que esa victoria es aún provisional, anticipada y vivida a nivel de misterio, y no compartida aún definitivamente.

Esto nos obliga a vivir en una esperanza activa y gozosa, encaminando nuestros pasos hacia la patria futura. Así se expresa el prefacio: "... para que nosotros, miembros de su cuerpo, vivamos con la ardiente esperanza de seguirlo en su Reino".

JOSÉ MANUEL BERNAL - MISA DOMINICAL 1985, 11

 

PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO ASCENSION DEL SEÑOR CICLO C

 

01.- IGLESIA PEREGRINA (Entrada)

Todos unidos formando un solo cuerpo,

un pueblo que en la Pascua nació.

Miembros de Cristo, en sangre redimidos,

Iglesia peregrina de Dios.

Vive en nosotros la fuerza del Espíritu,

que el Hijo desde el Padre envió.

Él nos empuja, nos guía y alimenta,

Iglesia peregrina de Dios.

 

SOMOS EN LA TIERRA SEMILLA DE OTRO REINO,

SOMOS TESTIMONIO DE AMOR.

PAZ PARA LAS GUERRAS Y LUZ ENTRE LAS SOMBRAS,

IGLESIA PEREGRINA DE DIOS (2).

 

Rugen tormentas y a veces nuestra barca,

parece que ha perdido el timón.

Miras con miedo, no tienes confianza,

Iglesia Peregrina de Dios.

Una esperanza nos llena de alegría,

presencia que el Señor prometió.

Vamos cantando, él viene con nosotros,

Iglesia peregrina de Dios.

 

Todos nacidos en un solo bautismo,

unidos en la misma comunión.

Todos viviendo en una misma casa,

Iglesia peregrina de Dios.

Todos prendidos en una misma suerte,

ligados a la misma salvación

somos un cuerpo y Cristo es la Cabeza

Iglesia peregrina de Dios.

 

02.- YO NO DEJO LA TIERRA (Entrada)

NO. YO NO DEJO LA TIERRA.

NO. YO NO OLVIDO A LOS HOMBRES.

AQUÍ, YO HE DEJADO LA GUERRA.

ARRIBA, ESTÁN VUESTROS NOMBRES.

 

1. ¿Qué hacéis mirando el cielo,

varones, sin alegría?

Lo que ahora parece un vuelo

ya es vuelta y es cercanía.

 

2. El gozo es mi testigo.

La paz, mi presencia viva,

que al irme se va conmigo

la cautividad cautiva.

 

3. El cielo ha comenzado.

Vosotros sois mi cosecha.

El Padre ya os ha sentado

conmigo, a su derecha.

 

4. Partid frente a la aurora,

salvad a todo el que crea,

vosotros marcáis mi hora,

comienza vuestra tarea.

 

03.- EL SEÑOR VIVE. (V. Mateu) (Entrada)

NO BUSQUÉIS ENTRE LOS MUERTOS A LA VIDA.

NO LLORÉIS ENTRE LAS SOMBRAS A LA LUZ.

CANTAD PORQUE LA MUERTE ESTÁ VENCIDA.

CANTAD QUE DIOS ES EL SEÑOR JESÚS.

 

1. No busquéis por las montañas ni los valles.

No busquéis en las estrellas junto al sol.

Buscadle por las plazas y las calles;

en cada ser que vive está el Señor.

 

2. No quedéis mirando al cielo o a las nubes,

esperando un nuevo gran libertador.

Mirad la luz que sale de las sombras,

es la fuerza salvadora del Señor.

 

3. No te canses recorriendo tu camino,

si la luz de nuestra Pascua no es tu luz.

No sueñes vanamente tu destino;

no hay vida, si no está el Señor Jesús.

 

04.- A CASA DEL PADRE (J. Pedro Martins) (Entrada)

A casa del Padre

cantando llegamos,

la mesa está puesta,

su nombre cantamos. (Bis)

 

La cena de Cristo

nos da nueva vida,

da fuerza y amor,

da luz y alegría. (Bis)

 

Jesús nuestra pascua

por todos murió

y como alimento

su cuerpo entregó. (Bis)

 

Triunfó de la muerte

la vida nos dio

las puertas del cielo

abiertas dejó. (Bis)

 

La mesa está puesta

su nombre alabamos.

 

05.- SABER QUE VENDRAS (Dones)

En este mundo que Cristo nos da hacemos la ofrenda del pan,

el pan de nuestro trabajo sin fin y el vino de nuestro cantar.

Traigo ante ti nuestra justa inquietud amar la justicia y la paz.

 

SABER QUE VENDRAS, SABER QUE ESTARAS, 

PARTIENDO A LOS POBRES TU PAN (BIS).

 

La sed de todos los hombres sin luz, la pena y el triste llorar,

el odio de los que mueren sin fe cansados de  tanto luchar.

En la patena de nuestra oblación acepta la vida, Señor.

 

06.- ACEPTA, SEÑOR, EL VINO Y EL PAN. (Joaquín Madurga) (Dones)

ACEPTA SEÑOR EL VINO Y EL PAN

CON ELLOS TRAEMOS TU OFRENDA A TU ALTAR

 

1. Sobre el altar Señor va nuestra ofrenda

el abrazo sincero al hermano

perdonándonos nuestras ofensas.

 

2.Sobre el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:

trabajar por un mundo más justo de igualdad

y concordia fraterna.

 

3. Sobre el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:

convertir nuestra vida pasada

al mensaje de tu Buena Nueva.

 

07.- EN TORNO A TU MESA (Agustín Sánchez) (Dones)

1. En torno a tu mesa, Señor, te ofrecemos,

toda nuestra vida, el vino y el pan.

Son para nosotros, tu cuerpo y tu sangre,

promesa de vida, luz y libertad.

 

SEÑOR, EL PAN QUE NOS DAS

BORRA NUESTRAS MISERIAS.

SEÑOR, TU COPA SERÁ

SANGRE DE VIDA ETERNA.

SEÑOR, SABEMOS QUE TÚ

TE DAS SIN CONDICIONES.

DANOS TU ESPÍRITU Y HAZ

DE CARNE LOS CORAZONES... SEÑOR.

 

2. Tu Espíritu inflama de amor nuestras vidas,

nos sigues llamando; Señor, ¿dónde estás?

Mas tú nos respondes: “me encuentras amando”.

Queremos sentirte nuestro Salvador.

 

08.- CON NOSOTROS ESTÁ EL SEÑOR (Comunion)

CON NOSOTROS ESTÁ EL SEÑOR

CON NOSOTROS

SU PALABRA ES CAMINO Y VERDAD

Y EN LA MESA DEL ALTAR

NUESTRA VIDA, NUESTRA VIDA.

 

1. Por nosotros está en el altar

por nosotros su cuerpo es manjar

por nosotros, camino,

por nosotros, verdad

Él con nosotros está.

 

2. Con los hombres que buscan la paz

con los hombres que piden su pan

con el débil y enfermo,

con quien no tiene hogar

Él pide amor y hermandad.

 

3. Como hermanos en un mismo hogar

como hijos que comparten su pan

celebremos la cena,

sacrificio pascual

sacramento de fraternidad.

 

09.- ID Y ENSEÑAD (Comunion)

Sois la semilla que ha de creer, sois la estrella que ha de brillar.

Sois levadura, sois grano de sal, antorcha que debe alumbrar.

Sois la mañana que vuelve a nacer. Sois espiga que empieza a granar.

Sois aguijón y caricia a la vez, testigos que voy a enviar.

 

ID, AMIGOS POR EL MUNDO, ANUNCIANDO EL AMOR,

MENSAJEROS DE LA VIDA, DE LA PAZ Y EL PERDÓN.

SED AMIGOS, LOS TESTIGOS DE MI RESURRECCIÓN,

ID LLEVANDO MI PRESENCIA, CON VOSOTROS ESTOY.

 

Sois una llama que ha de encender resplandores de fe y caridad.

Sois los pastores que han de guiar al mundo por sendas de paz.

Sois los amigos que quise escoger, sois palabra que intento gritar.

Sois Reino Nuevo que empieza a engendrar justicia, amor y verdad.

 

Sois fuego y savia que viene a traer, sois la ola que agita la mar.

La levadura pequeña de ayer fermenta la masa del pan.

Una ciudad no se puede esconder, ni los montes se han de ocultar.

En vuestras obras que buscan el bien los hombres al Padre verán.

 

10.- NO QUEDEN TRISTES (J. Pedro Martins) (Comunion)

NO QUEDEN TRISTES, AUNQUE ME VOY,

AUNQUE ME VOY YO VOLVERÉ (BIS).

 

1)Voy a la casa de mi Padre

a prepararles un lugar.

 

2)Vendrá mi Espíritu a ustedes

para enseñarles la verdad.

 

3)Serán testigos de mi amor

por los confines de la tierra.

 

4)Anunciarán la buena nueva

a cada pueblo de la tierra.

 

5)Cuando los hombres los persigan

no tengan miedo, confíen.

 

6)Yo estaré siempre con ustedes

acompañando hasta el final.

 

11.- SOMOS TESTIGOS (Grupo Kairoi) (Salida)

1. El Señor resucitó venciendo la muerte en la cruz,

nuestra esperanza está en Él,

Él es nuestro Salvador;

atrás quedó el temor, la duda y la poca fe,

hagamos ya realidad un Reino nuevo de amor.

 

SOMOS TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN,

ÉL ESTÁ AQUÍ, ESTÁ PRESENTE, ES VIDA Y ES VERDAD.

SOMOS TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN,

ÉL ESTÁ AQUÍ, SU ESPÍRITU NOS MUEVE PARA AMAR.

 

2. Tú nos reúnes, Señor, en torno al cáliz y al pan

y nos invitas a ser la Luz del mundo y la sal.

Donde haya odio y dolor haremos presente tu paz,

en cada gesto de amor, María Madre estará.

 

3. Somos testigos de la resurrección,

Él está aquí, está presente, es Vida y es Verdad.

Somos testigos de la resurrección,

Él está aquí, Su espíritu nos mueve para amar.

 

12.- TESTIGOS (Cesáreo Gabaráin) (Salida)

1. Nos envías por el mundo

anunciar la Buena Nueva, (2)

/mil antorchas encendidas

y una nueva primavera. (2)

 

2. Si la sal se vuelve sosa,

quién podrá salar el mundo. (2)

/Nuestra vida es levadura,

nuestro amor será fecundo. (2)

 

3. Siendo siempre tus testigos,

cumpliremos el destino, (2)

/sembraremos de esperanza,

y alegría los caminos. (2)

 

4. Cuanto soy y cuanto tengo,

la ilusión y el desaliento. (2)

/Yo te ofrezco mi semilla

y tú pones el fermento. (2)

 

13.- CUMBRE

Silencio en el valle, retazos de azul

Tejiendo ilusiones de eternas caricias

y en la cumbre tu, esperando siempre irradiando luz,

esperando siempre, irradiando luz.

 

TENGO SED DE INFINITO

SACIAME TU SEÑOR

QUIERO ALCANZAR LA CUMBRE

QUIERO GOZAR TU AMOR (2)

 

Cruzando hondonadas,

saltando arroyuelos

Sumisa al hombro en su pecho amor

mas así tu pueblo

lento con fatiga hasta ti Señor

lento con fatiga hasta ti Señor

 

TENGO SED DE INFINITO

SACIAME TU SEÑOR

QUIERO ALCANZAR LA CUMBRE

QUIERO GOZAR TU AMOR (2)

 

Sus sienes coronadas de mi gran pureza

Tus prados extienden su manto de amor

¿cómo podrá el hombre escalar tu cima sin mancha Señor,

escalar tu cima sin mancha señor?

 

TENGO SED DE INFINITO

SACIAME TU SEÑOR

QUIERO ALCANZAR LA CUMBRE

QUIERO GOZAR TU AMOR (2)