jueves, 29 de diciembre de 2022

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO SANTA MARIA, MADRE DE DIOS SOLEMNIDAD CICLO A - 1 ENERO 2022

 MARIA, ENSEÑANOS A MEDITAR


 COMENTARIO

 

El evangelio traza aquí un retrato de María que la convierte en nuestra maestra espiritual: “Su madre conservaba todos estos sucesos en su memoria y los meditaba en su corazón”. Es la fe en una tarea de profundización. Nadie podría ahondar tan dentro como María, nadie tendrá que vivir unas cosas tan maravillosas. Ella era judía, educada al estilo judío. Convertirse en madre del Mesías fue algo que la deslumbró y la colmó: todas las jóvenes judías soñaban con ello. El primer acontecimiento desconcertante fue aquella concepción virginal tan extraña: ¡No conozco varón! Y a continuación se muestra deseosa de saber la verdad, no ya aplastada por la verdad, sino con ansias de preguntar: ¿Cómo voy a ser madre? El espíritu vendrá sobre ti.

Empezaba así a meditar. María emprendía un camino de cuestiones cada vez más acuciantes. Ella, la judía tendrá que ir aceptando poco a poco la idea de que el Dios único tiene un Hijo ¡Y que ese Hijo es Jesús! Tuvo que ir haciéndose a la idea de que el Mesías glorioso era aquel niño que vivía en una humilde aldea y en una familia de obreros. Como todos los niños. Después de cierta agitación en el nacimiento, la inmersión en el silencio de una vida vulgar. Vino luego el episodio de los doce años de Jesús. Su independencia tan poco habitual y su repuesta, insolente si no hubiera encerrado un gran misterio: ¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre? No, no lo sabían, se atreve a decir; “no lo comprendieron”. Se dice a veces de una persona que se ve desbordada por los acontecimientos. María se vio desbordada. Pero siguió siendo profundamente receptiva: “guardaba todo aquello en su corazón”. Medita, recoge los hechos, las palabras, las luces. El delante los hechos y las palabras de su hijo extraño -¡extranjero!- lejos de cerrarla ante lo inaccesible, la irán abriendo y levantando cada vez un poco más hacia el misterio; ¿Quién eres tú, tú que eres mi hijo?”.

Jesús ve esta triple tarea de apertura de meditación y de adaptación. Cuando una mujer superficialmente emocionada, le grita “¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron!”. Le respondió con una invitación a una profundidad mayor: “Mayor: “dichosos los que escuchan el mensaje de Dios y lo cumplen!” (Lc. 11, 27-28). ¿Por qué no acudimos a esta escuela de la fe? No sólo hacia un modelo de alma contemplativa, sino hacia una madre que se siente tan feliz de ayudarnos a que nos adaptemos también nosotros al misterio. La fe cristiana no es fácil; lo vemos al oír a quienes la abandonan y al palpar nuestra propia mediocridad. No basta con haber escuchado vagamente unas palabras, hay que recibir con avidez las palabras y los acontecimientos para progresar luego hacia todo el misterio de Jesús a fuerza de meditaciones. Como aquella que fue la primera en recorrer todo el camino. Y que puede guiarnos a nosotros.

R.P. Roland Vicente Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA

Salve, Madre santa, Virgen, Madre del Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.

 

ORACION COLECTA

Oh, Dios, que por la maternidad virginal de santa María entregaste a los hombres los bienes de la salvación eterna, concédenos experimentar la intercesión de aquella por quien hemos merecido recibir al autor de la vida, tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo. El que vive y reina contigo.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del Libro de los Números 6, 22-27

El Señor habló a Moisés: Di a Aarón y a sus hijos: Esta es la fórmula con que bendicen a los israelitas: El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor; el Señor se fije en ti y te conceda la paz. Así invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré.

 

SALMO RESPONSORIAL (66)

 

El Señor tenga piedad y nos bendiga.

 

El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros: conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. R.

 

Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud, y gobiernas las naciones de la tierra. R.

 

Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas 4, 4-7

Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.

Como son hijos, Dios envió a sus corazones al Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá! (Padre). Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Hb 1, 1-2                         

Aleluya. En distintas ocasiones hablo Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por su Hijo. Aleluya.

 

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2, 16-21

En aquel tiempo los pastores fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, les contaron lo que les habían dicho de aquel niño.

Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.

Al cumplirse los ocho días tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

 

PLEGARIA UNIVERSAL

Comenzamos un nuevo año y lo hacemos celebrando a María, la Madre de Dios y Madre nuestra. Pongamos en sus manos nuestros deseos de felicidad para todo el mundo, y pidámosle que interceda ante su hijo por nosotros. Digamos con fe: Mira a tu Madre y escúchanos

 

1.- Para que, con María, conservemos en nuestro corazón la Palabra de Dios, la meditemos y la hagamos vida. Oremos. R.

 

2.- Para que este año todas las personas seamos mas solidarias fraternas y justas. Oremos. R.

 

3.- Para que el Señor bendiga en este año que comienza a los matrimonios, a los niños a los que se van a consagrar a Él, y a los que vivirán acontecimientos importantes en sus vidas. Oremos. R.

 

4.- Para que el Señor sea la fortaleza de los trabajadores, la salud de los enfermos y el perdón de los pecados. Oremos. R.

 

5.- Para que la Eucaristía sea, a lo largo de este año que estrenamos, nuestra fuerza, nuestro alimento y nuestra fuente de comunión y vida. Oremos. R.

 

Mira a tu Madre y escucha oraciones, danos tu Espíritu para que podamos acoger tu Palabra y guardarla fielmente en nuestro corazón. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Oh, Dios que generosamente das principio y cumplimiento a todo bien, concede, a cuantos nos alegramos en la solemnidad de la santa Madre de Dios, que, así como nos gloriamos del comienzo de la salvación, nos alegremos de su plenitud. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION   Hb 13, 8

Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Hemos recibido con alegría los sacramentos del cielo; concédenos, Señor, que nos ayuden para la vida eterna a cuantos proclamamos a la bienaventurada siempre Virgen María, Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 02: 1Jn 2, 22-28; Sal 97; Jn 1, 19-28.

Martes 03:  1Jn 2, 29-3, 6; Sal 97; Jn 1, 29-34.

Miércoles 04: 1Jn 3, 7-10; Sal 97; Jn 1, 35-42.

Jueves 05:  1Jn 3, 11-21; Sal 99; Jn 1, 43-51.

Viernes 06:  1Jn 5, 5-13; Sal: 147; Mc 1, 6b-11.

Sábado 07:  1Jn 5, 14-21; Sal 149; Jn 2, 1.-12.

Domingo 08:  Is 60, 1-6; Sal 71; Ef 3, 2-3a; 5-6; Mt 2, 1-12.

  

COMENTARIOS AL EVANGELIO

Lc 2, 16-21

 

1.- ¿Quiénes son estos pastores a los que el ángel del Señor ha dirigido su mensaje? Siguiendo una tradición antigua se les identifica con los pobres de la tierra, los que viven alejados de los pueblos y no pueden cumplir reglamentos de la ley ceremonial de los judíos. Todas estas notas parecen ser auténticas. Sin embargo, no podemos olvidar que nos hallamos en Belén, ciudad del rey David, que fue pastor, llamado por Dios de entre el rebaño; tampoco olvidemos a Abraham y los patriarcas, que, siendo pastores, escucharon la llamada de Dios y recibieron su visita. En otros pueblos del oriente antiguo se han contado historias más o menos semejantes. Por todo eso pensamos que los pastores del relato no son simplemente los pobres y alejados, sino también aquéllos que están prontos a escuchar la voz de Dios y a fundar su nuevo pueblo entre los hombres.

Sea cual fuere su sentido definitivo, lo cierto es que los pastores aceptan la palabra del ángel, se dirigen a observar el signo y encuentran al niño acostado en el pesebre. Hasta aquí todo parece más o menos lógico. Lo verdaderamente extraño es que el signo les convenza, que hagan suyo el evangelio -creyendo que ha nacido el Salvador- y alaban a Dios por todo ello.

Nosotros, lo mismo que los pastores, nos movemos aquí en el plano de la paradoja fundamental del cristianismo: vemos por un lado a un niño, envuelto en los pañales, indefenso, sencillamente un hombre; o vemos si se quiere a un pretendido profeta del Señor que muere ajusticiado. Tal ha sido el signo, el de Belén o el del Calvario. Pues bien, sobre ese signo se descorre la palabra de la epifanía radical de Dios que anuncia: Os ha nacido (ahí lo tenéis) el salvador, el Mesías de la esperanza de Israel, el Señor de todo el cosmos. Ante esa paradoja, los pastores han respondido como creyentes; en ellos, que eran quizá los más pequeños de la tierra, ha comenzado a brillar como en Abraham, la nueva luz de la verdad de Dios para los hombres. Ante esa paradoja se nos pide también a nosotros el valor de una respuesta.

Como detalle debemos añadir que en realidad no existe adoración de los pastores (en contra de la adoración de los magos de Mt 2, 11). Su gesto se refleja en estos rasgos: a) encuentran al niño y le aceptan como signo de Dios ; b) confían en la palabra del ángel, creyendo en su evangelio (nacimiento de un salvador); c) glorifican a Dios. La historia ha comenzado en Dios, que les ha puesto en camino hacia el niño del pesebre; desde el niño, aceptando el evangelio, todo vuelve a conducirles hacia Dios, a quien alaban por su obra salvadora.

Ante el relato de los pastores, el texto de Lucas nos ofrece dos respuestas. Están a un lado los curiosos, que se admiran por lo extraño del suceso. Está en el otro la figura de María, que conserva todas estas cosas, las medita en su interior y reconoce (va reconociendo) la presencia de Dios en el enigma de su hijo envuelto entre pañales, recostado en un pesebre. También nosotros nos hemos situado ante el relato: ¿Como los pastores y María? ¿Simplemente como curiosos?

BIBLIA  LITÚRGICA NT. pág. 1239 s


 

2. CIRCUNCISIÓN.

Según el historiador Herodoto, la circuncisión se practicaba en Egipto, Etiopía, Fenicia y en otros muchos lugares. Recientes estudios han demostrado que se trata de una costumbre muy arraigada en los pueblos primitivos de África y de Australia. En Israel pasa a convertirse en signo de la Alianza. La Biblia destaca el valor de la "circuncisión del corazón" por encima de la circuncisión de la carne; expresa de esta manera que lo importante es la fidelidad de Israel al pacto con Dios.

EUCARISTÍA 1987, 1


 

3. M/CONTEMPLACION.

En medio de toda esta escena, Lucas reserva un versículo a la figura de María, la madre. La presenta con una actitud contemplativa, que contrasta con la exultación gozosa de los pastores. Pero este pequeño contrapunto es de gran importancia, porque por María comprendemos que, a pesar de la gran manifestación de Dios, el hombre está siempre delante del misterio, realidad que debe acoger con el respetuoso silencio de la fe.

A. R. SASTRE - MISA DOMINICAL 1989, 1


 

4. M/PD

La acción de Dios, la Palabra de Dios, obliga a meditar para hacerse disponible a lo que Dios espera. No es tiempo perdido.

Nuestra realidad humana no puede intuir todo en un momento, por esto necesitamos reflexión, oración.

María tuvo necesidad de meditar la Palabra de Dios; y eso que ella era llena de gracia. María iba avanzando en la fe, una fe que era prototipo de la fe de la Iglesia, por medio de esas actitudes humanas auténticas, una de las cuales es la meditación de la Palabra de Dios.

Curioso. María aprende de los pastores. Del arcángel Gabriel no nos extraña. Pero de los pastores... Así es la Palabra de Dios.

Cualquier prójimo es portador de un mensaje de Dios y es instrumento imprescindible para la historia humana y para cada uno de los demás hombres.

Amar al prójimo no significa sólo ni principalmente ayudarle cuando necesita de nosotros...

El precepto del amor significa propiamente reconocer al prójimo, como lo que es: necesario para nosotros.

Entonces, cuando se encuentre necesitado, no le proporcionaremos solamente una "muestra" de generosidad, sino que le daremos nuestra persona como se la hemos de dar en toda ocasión.

María amó así; por esto los pastores y los "devotos" de María encuentran en ella el mejor aliciente para amar a Dios y al prójimo, es decir, para ser cristianos...


 

5. Signo Alianza

La circuncisión, que primitivamente no era más que una medida de higiene, una introducción en la madurez y un rito de iniciación al matrimonio, vendría a tener una auténtica significación religiosa y expresaría la Alianza con Dios. La sangre que se derrama con motivo de esta pequeña operación puede compararse con la sangre de la alianza: ratifica este pacto la sangre de una misma víctima derramada sobre el altar, que representa a Yahvé, y sobre el pueblo (Ex. XXIV, 8). La circuncisión es condición indispensable para participar en el banquete de la alianza, que es el banquete pascual: «Ningún incircunciso podrá tomar parte en él» (Ex. XII, 48).

«La circuncisión es uno de los ritos más significativos de la influencia que el plan de Dios puede tener sobre los gestos de origen natural, casi mágico, para ir espiritualizándoles progresivamente, hasta perfeccionarlos en la nueva alianza mediante una superación total. La circuncisión, antiguo rito mágico de fecundidad matrimonial, vino a ser el signo de la promesa de fecundidad o contenida en la alianza. Y, aunque era un rito practicado por la mayor parte de los pueblos semitas, la circuncisión se convirtió en el rito expresivo de la pertenencia al pueblo de Dios desde el momento en que se encontró mezclado con los pueblos incircuncisos. Como rito expresivo de la pertenencia a la alianza de Abraham, la circuncisión evolucionó como esta misma alianza hacia la moralización e interiorización consumadas en la circuncisión interior de Cristo sobre la Cruz» (1).

Cuando se trata de Jesús, «su circuncisión es para S. Pablo como una profecía de su Pasión. La muerte de Cristo, en efecto, fue una circuncisión inmensamente más total que la circuncisión judía, puesto que ella despojó a Cristo de toda su carne, y no solamente de un pingajo de piel, sellando la nueva alianza con toda su sangre y derramando sobre los cristianos beneficios inmensamente superiores a los de la circuncisión» (2).

«En El fuisteis circuncidados con una circuncisión no de mano de hombre ni por la amputación de la carne, sino con la circuncisión de Cristo» (Col. II, 11). «Ni la circuncisión es nada ni el prepucio, sino la nueva creatura» (Gál. VI, 15). También el Antiguo Testamento conocía la importancia de la «circuncisión del corazón». «Circuncidará Yahvé, tu Dios, tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que ames a Yahvé, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y vivas» (Dt. XXX, 6). «Circuncidaos para Yahvé, circuncidad vuestros corazones» Jr. IV, 4).

Hemos leído que, en el momento de la circuncisión de Abraham, su nombre fue cambiado de Abram en Abraham (v. 5). He ahí por qué el nombre se le impone al niño en el momento de la circuncisión. Cuando se trata de personajes importantes a quienes Dios destina para una misión particular, entonces es Dios mismo y no la familia quien impone el nombre. Así acontece con Juan Bautista: «Le pondrás por nombre Juan» (Lc. I, 13); y con Jesús: «Le pondrás por nombre Jesús» (en Mt. I, 21 esta orden le es dada a José; en Lc. I, 31 le es dada a María).

HEUSCHEN - LA BIBLIA CADA SEMANA - EDIC. MAROVA/MADRID 1965.Pág 76 s.


 

6. - Inmediatamente después de terminarse la celestial revelación, los pastores se hacen al camino hacia Belén, y allí se les confirma el mensaje anunciado por los ángeles. Una vez en Belén, cuentan lo que a ellos se les ha comunicado y cómo han sido conducidos de esta manera al recién nacido Mesías-Niño.

La indicación de que encontraron a Jesús en el portal es el signo por el que la fe de los pastores tiene que decidirse. Lo cual hace, a su vez, que ellos en el lugar del nacimiento se conviertan en mensajeros de alegría.

Sobre María se pone de relieve el hecho de que todas las palabras que salían de la boca de los pastores (es decir: "todas esas cosas", los datos narrados) las guardaba y conservaba en su corazón (cf. v. 51; Gn 37, 11; Dn 7, 28). El corazón, como un tesoro, se manifiesta en el caso de los pastores en que no cesan de alabar a Dios y proclamar su gloria. Después, aquella gente sencilla marcha de nuevo a su rebaño, pero ya, como se ha indicado, alabando a Dios por lo que han vivido y por lo que con fe se les ha permitido conocer.

El v. 21 es el fragmento que hace pareja con el contenido de 1,59s. Al igual que en el caso del Bautista, tampoco aquí el tono de la exposición hace hincapié en la circuncisión que había de realizarse en todo niño judío, sino en la imposición del nombre. Y, también como en el caso de Juan, el nombre de Jesús había sido determinado por el ángel, es decir, por Dios, antes de la concepción. Desde este momento, Lucas nombrará a Jesús con su propio nombre en el relato que continúa. Con ese nombre, Dios fija también la misión de Jesús: Dios es salvador. En Jesús trae Dios la salvación: "Pasó haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él" (Hch 10, 38).

EUCARISTÍA 1993, 1

  

PROPUESTA DE CANTOS PARA SANTA MARIA MADRE DE DIOS (1 ENERO)


01.- ENTRADA: BIENVENIDA NAVIDAD

1. La gente se quiere mucho

el día de Navidad;

¡qué lindo que todo el año

la gente se quiera igual!

 

2. Se perdonan las maldades,

todo se hace con bondad;

por eso seas bienvenida,

mi querida Navidad.

 

3. Estrellita de la noche

que sales para alumbrar,

ilumina al que está

solo la noche de Navidad.

 

4. Todos cantan en noche

del día de Navidad;

¡qué lindo que estas canciones

nos lleven a la amistad!

 

02.- EN BELEN

EN BELÉN NO HABÍA CAMPANAS.

EN BELÉN NO HABÍA ALEGRÍA.

EN BELÉN UN NIÑO LLORABA,

MIENTRAS SU MADRE SUFRÍA.

Y SIN EMBARGO EN BELÉN

ERA DIOS EL QUE NACÍA. (2v).

 

1. No hubo en Belén personas influyentes  

no hubo en Belén cumplidos ni agasajos,

en Belén hubo sencilla y llana gente,

hubo en Belén pobreza y desamparo.

 

2. No hubo en Belén banquetes ni festejos

no hubo en Belén despliegue de invitados en Belén

hubo ternura y sentimiento, hubo en Belén total anonimato.

 

3. No hubo en Belén revuelo y parabienes

no hubo en Belén folklore ni regalos,

en Belén hubo pastores en silencio,

hubo en Belén susurros y recato.

 

03.- LA VIRGEN LLEVA UNA ROSA

1.- La Virgen lleva una rosa, en su divina pechera,

que se la dio San José, el día de noche buena.

 

A BELÉN PASTORES, PASTORES CHIQUITOS

QUE HA NACIDO EL REY DE LOS ANGELITOS. (2V.).

 

2.- Todo Belén está en fiesta, todo es placer y alegría;

que ha nacido un triunfante, que es un sol de maravilla.

 

04.- MI CASA SERÁ BELÉN (Dones)

SEÑOR QUE CASA NO HALLASTE

CUANDO NACISTE EN BELÉN, 

HOY TE OFREZCO LA MÍA:

MI CASA SERÁ BELÉN. 

TÚ QUE ERES LUZ Y ERES VIDA,

VEN A MI VIDA A NACER.

Y TE CUIDARE COMO TE CUIDO MÁRÍA, 

COMO TE CUIDO JOSÉ

Y TE CUIDARE COMO TE CUIDO MÁRÍA, 

COMO TE CUIDO JOSÉ.

 

Mi casa será Belén si viene mi puerta abierta

y si mi mente está alerta al resplandor de la fe

la fe que tuvo María. La fe que tuvo José.

 

Mi casa será Belén si doy mi llave a los pobres

y si sé amar a los hombres con el amor de tu ley.

Igual que amaba María, igual que amaba José.

 

05.- COMO LO HIZO MARIA (Dones)

1.- No sólo el vino y el pan,

te venimos a ofrecer,

queremos darte algo más

te entregamos nuestro ser.

 

COMO LO HIZO MARÍA,

QUE TU PALABRA ESCUCHÓ,

Y DIJO UN SÍ GENEROSO,

PARA ACEPTAR TU MISIÓN.

 

2.- Hoy quedan sobre este altar,

nuestras vidas hoy Señor,

haz que sepamos luchar,

para conservar tu amor.

 

 BENDIGAMOS AL SEÑOR (Comunión)

Música del canto gregoriano “Concordi Laetitia”

 

RE                         LA7     Sim

Bendigamos al Señor

                    SOL         LA7     RE

que nos une en caridad

                Mim      Sim           Fa#m

y nos nutre con su amor

Mim         RE             LA7  Sim

en el Pan de unidad.

SOL       LA7            RE

¡Oh Padre nuestro!

 

Conservemos la unidad

que el Maestro nos mandó,

donde hay guerra que haya paz,

donde hay odio que haya amor.

¡Oh Padre nuestro!

 

El Señor nos ordenó

devolver el bien por mal,

ser testigo de su amor,

perdonando de verdad.

¡Oh Padre nuestro!

 

Al que vive en el dolor

y al que sufre soledad

entreguemos nuestro amor

y consuelo fraternal.

¡Oh Padre nuestro!

 

El Señor que nos llamó

a vivir en unidad,

nos congregue con su amor

en feliz eternidad.

¡Oh Padre nuestro!.

 

06.- A DIOS DEN GRACIAS LOS PUEBLOS Salmo 66 (J.A. Espinosa)

A DIOS DEN GRACIAS LOS PUEBLOS,

ALABEN LOS PUEBLOS A DIOS. (2V)

 

1. Que Dios tenga piedad y nos bendiga;

Que ilumine su rostro entre nosotros;

conozca la tierra sus caminos,

las naciones, su salvación.

 

2. Que canten de alegría las naciones

porque riges el mundo con justicia

con rectitud riges los pueblos

y gobiernas las naciones de la tierra.

 

3. La tierra ha dado su fruto,

nos bendice el Señor, nuestro Dios,

que Dios nos bendiga y que le teman

las naciones todas de la tierra.

 

07.- EN BELEN LAS CAMPANAS TOCAN.

 

No me despierten al niño (Shshsh.......)

quiero que duerma,

anoche estuvo jugando

con las estrellas.

 

EN BELÉN LAS CAMPANAS TOCAN SOLAS

TILÍN-TILINGO, TILÍN-TILONGA.

EN BELÉN LAS CAMPANAS SON LAS ROSAS,

TILÍN-TILINGO, TILÍN-TILONGA.

 

TILÍN-TILINGO, TIN TILÍN-TILONGA

LAS CAMPANAS DE BELÉN

TOCAN LA GLORIA.

 

No me despierten al niño

Él tiene sueno,

anoche estuvo jugando

con los luceros.

En Belén las campanas….

 

08.- HAZME, SEÑOR, INSTRUMENTO DE TU PAZ (C. Gabaráin)

       FA

1. Hazme, Tú Señor,

             DO7                  FA

instrumento de tu paz

de esa paz Señor

               DO7                     FA

que Tú solo puedes dar

quiero dar amor

              DO7                  FA

quiero dar fraternidad.

 

2. No quiero buscar

ser amado sino amar

quiero iluminar

sonreir y consolar

quiero confiar

comprender y perdonar.

 

09.- SANTA MARÍA DEL AMÉN (J.A. Espinosa) (Salida)

Rem                       Lam                     Rem

Madre de todos los hombres,

  Solm            FA           LA#

enséñanos a decir

DO  Rem

amén.

 

FA                       Rem                   Lam

Cuando la noche se acerca

     LA#    La#m               FA

y se oscurece la fe.

 

Cuando el dolor nos oprime

y la ilusión ya no brilla.

 

Cuando aparece la luz

y nos sentimos felices.

 

Cuando nos llegue la muerte

y Tú nos lleves al cielo.

 

10.- SANTA MARÍA DEL CAMINO (J.A. Espinosa)

DO                                 FA DO

Mientras recorres la vida,

SOL                         DO

tú nunca solo estás:

FA                          DO   

contigo por el camino

SOL7                   DO

Santa María va.

 

FA                                                 DO

Ven con nosotros al caminar,

SOL7                   DO

Santa María, ven.  (Bis)

 

Aunque te digan algunos,

que nada puede cambiar,

lucha por un mundo nuevo,

lucha por la verdad.

 

Si por el mundo los hombres

sin conocerse van,

no niegues nunca tu mano

al que contigo está.

 

 

sábado, 24 de diciembre de 2022

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO NAVIDAD CICLO A - 25 DICIEMBRE 2022

 

LA PALABRA SE HIZO CARNE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS


COMENTARIO

 

Al principio. A Juan le gusta esta palabra bíblica. Comienzo de su evangelio: “al principio”. Comienzo de su carta: “Lo que existía desde el principio”. Dios no tiene principio es principio que eternamente mana nueva vida. El nombre que le reveló a Moisés puede traducirse de este modo: “Yo soy el que seré”. (Ex. 3, 14). Es el Dios de los principios, el Dios de las cuatro mañanas del mundo; mañana de la creación mañana de la encarnación, mañana de la resurrección y mañana de la parusía (final de los tiempos), principio de vida eterna, mañana eternizada.

Antes de todos nuestros principios, “la palabra estaba junto a Dios”. Es la primera revelación de este prólogo en el que Juan nos hace escuchar los grandes temas de su evangelio, como si fuera la obertura de una gran opera. El único no es el solitario, el “célibe de los mundos” y acaba por “el Hijo único que es Dios y está al lado del Padre nos lo ha explicado”.  Hablándonos de su filiación divina, es como Jesús nos hará vislumbrar el misterio del Dios único: ese Dios es Trinidad.

La segunda revelación se refiere a nosotros: “A los que los recibieron, los hizo capaces de ser hijos de Dios”. ¿Qué son los hombres para que Dios piense en hacer de ellos sus hijos? Y para ello llegará a realizar algo increíble, imposible de imaginar. Nuestros hermanos monoteístas, los judíos y los musulmanes, rechazan con horror esta revelación, que por otra parte hace sonreír a nuestros hermanos no creyentes: “La palabra se hizo carne”. Dios se ha hecho hombre.

El verbo había estado siempre presente entre los hombres. “era su vida y su luz, estuvo en el mundo, pero el mundo no lo conoció”. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo decidieron otra presencia; el Hijo de Dios vino a vivir nuestra vida haciéndose hombre como nosotros. Jesús dirá: “Quién me ve, ve al Padre”. El que sabe mirar a Jesús, ve “la gloria que tiene de su Padre”.

El sol del prólogo resulta demasiado esplendoroso, hace daño fijar la mirada en sus tres revelaciones: Dios es Trinidad quiere hacer de nosotros hijos suyos y para divinizarnos, él mismo se hizo uno de nosotros. Necesitamos todo el evangelio y toda una serie de numerosas meditaciones para que pasen finalmente a nuestra sangre estas tres verdades de la fe cristiana. Es algo tan difícil que muchos rechazan la idea de que Jesús de Nazaret pudiera ser el Hijo de Dios, Dios encarnado, Dios que aceptó nuestra carne, nuestra lenta formación, nuestra alegría, nuestros sufrimientos, nuestra muerte. Ye en el prólogo las tinieblas luchan contra la luz: “la luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la han comprendido…, los suyos no la recibieron”.

Nosotros que hemos recibido la palabra, tenemos que ser reveladores de la misma a los ojos de los demás. No tanto mediante discusiones teológicas como por el testimonio de lo que vivimos con el Padre, el Hijo y el Espíritu. Creer en la divinidad de Jesucristo es tener en él una confianza tan grande y un deseo de amar tanto como él, que los que traten con nosotros acaben sintiéndose intrigados quizás atraídos: “Tú casi lograrás convertirme a tu Dios”.

De este modo, podríamos ser en parte un reflejo del “sol” aprovechando todo lo posible nuestras citas con el Cristo de Juan, permaneciendo a menudo durante ratos largos bajo el sol del prólogo, “Dios se ha hecho hombre, plantó su tienda entre nosotros y hemos visto su gloria”.

R.P. Roland Vicente Castro Juárez.

 

ANTIFONA DE ENTRADA

Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva a hombros el principado, y es su nombre Ángel del gran consejo.


ORACION COLECTA

Oh, Dios, que estableciste admirablemente la dignidad del hombre y la restauraste de modo aún más admirable, concédenos compartir la divinidad de aquel que se dignó participar de la

condición humana. Por nuestro Señor Jesucristo

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 52, 7-10

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria, que dice a Sion: «¡Tu Dios es rey!». Escucha: tus centinelas alzan la voz, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sion. Estallen en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén; el Señor manifiesta su poder a la vista de todas las naciones, y toda la tierra contemplará la victoria de nuestro Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL (97, 1-6)

 

R. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

 

Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R.

 

El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R.

 

Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R.

 

Toquen la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al son de trompetas, aclamen al Rey y Señor. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 1, 1-6

En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por medio de los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por medio de su Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual hizo el universo.

Él es resplandor de la gloria del Padre e imagen perfecta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de su majestad en las alturas; y ha venido a ser tanto mayor que los ángeles, cuanto más excelente es el título que ha heredado. Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado», pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios».


ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Lc 2, 10-11                     

Aleluya. Nos ha amanecido un día sagrado; vengan, naciones, adoren al Señor, porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra. Aleluya.

 

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Juan 1, 1-18

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de todo lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos creyeran. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo

no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él, y grita diciendo: «Este es de quien dije: “El que viene detrás de mí es superior a mí, porque existía antes que yo”».

Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés; la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

 

PLEGARIA UNIVERSAL

Presentemos al Padre las necesidades y deseos de todas las personas, y dejemos que Jesús, el niño de Belén, interceda por nosotros. Digamos: R. Te lo pedimos, Señor.

 

1. Para que la celebración gozosa de la Navidad aleje el temor, la duda y la inseguridad, y nos haga sabedores de la buena noticia de la salvación de Dios. Oremos. R.

 

2. Para que el papa, los obispos, los sacerdotes, los consagrados y los fieles laicos se comprometan con la humanidad promoviendo la justicia y la paz y proclamando que Jesús es el Salvador esperado. Oremos. R.

 

3. Para que nuestros familiares y conocidos y todos los que han partido a la casa del Padre puedan contemplar cara a cara a Jesús, el Dios hecho hombre, el Dios con nosotros. Oremos. R.

 

4. Para que, como María, la Virgen de la Navidad, engendremos en la fe a Jesús y lo demos en nuestra vida a los hermanos. Oremos. R.

 

5. Para que los anhelos de bondad que hoy han surgido en todos los rincones del universo se traduzcan, por la virtud de la Eucaristía, en bendición, confianza y entusiasmo para todos los hombres y mujeres del mundo. Oremos. R.

 

Padre bueno, mira a tu pueblo, que vuelve los ojos a Belén, y dale la paz que te suplica al adorar a tu Hijo; haz que en todos los corazones hoy se manifieste tu salvación, y atiende cuanto con fe te hemos suplicado. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, la ofrenda de este día solemne en el que se manifestó el sacrificio perfecto de nuestra reconciliación y comenzó para nosotros la plenitud del culto divino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ANTÍFONA DE COMUNIÓN SAL 97, 3

Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Dios misericordioso, hoy que nos ha nacido el Salvador del mundo para comunicarnos la vida divina, te pedimos que nos hagas igualmente partícipes del don de su inmortalidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 26: Hch 6, 8-10; 7, 54-60; Sal 30; Mt 10, 17-22.

Martes 27: 1Jn 1, 1-4; Sal 96; Jn 20, 2-8.

Miércoles 28: 1Jn 1, 5-2, 2; Sal 123; Mt 2, 13-18.

Jueves 29: 1Jn 2, 3-11; Sal 95; Lc 2, 22-35.

Viernes 30: Eclo 3, 2-6.12.14; Sal 127; Col 3, 12-21; Mt 2, 13-15. 19-23.

Sábado 31: 1Jn 2, 18-21; Sal 95; Jn 1, 1-18.

Domingo 01: Nm 6, 22-27; al 66; Ga 4, 4-7; Lc 2, 16-21.

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO

Jn 1. 1-18

 

1. Jn/PROLOGO

El prólogo del evangelio de Jn es un himno solemne -en siete estrofas de estructura semita- al Logos, al Verbo, revelación del Padre en Cristo. En este prólogo están ya presentes los grandes temas del evangelio: el Verbo, la vida, la luz, la gloria, la verdad. Y las fuertes contraposiciones: Luz-tinieblas; Dios-mundo; fe-incredulidad. Dos veces resuena la voz del testigo: Juan Bautista.

Las tesis que presenta son las mismas que las del evangelio. La idea de fondo es la plenitud de la revelación que nos ha traído el Verbo. Ha salido del Padre y se ha hecho hombre. También de la Sabiduría se dice que estaba en Dios (Pr 8. 30), pero la sabiduría era una personificación literaria. La Palabra en cambio, es una persona, es Dios, es la última palabra que Dios ha pronunciado (Hb 1. 3).

En la Palabra hay vida y la vida era luz. Luz que brilla en las tinieblas. La llegada de Jesús divide la historia en dos partes. Tinieblas antes de Jesús, luz después de él y nos coloca en una alternativa: ser hijos de la luz o hijos de las tinieblas.

Jesús es la luz verdadera no tanto en contraste con Juan sino con el A.T. Es la luz verdadera porque en él se cumplen las promesas. La Palabra se hizo carne. Así clarifica que la revelación definitiva de Dios no es una sombra, un sueño, una ilusión sino una realidad tangible. Juan lo reafirma en el prólogo de su primera carta. Ha venido para acampar entre nosotros. Este ha sido siempre el modo de la presencia de Dios en medio de su pueblo. Desde la revelación en el Sinaí, Dios ha estado en medio de su pueblo. La tienda primero, el templo después, fueron los modos de presencia. Ahora esta presencia se ha hecho real y viva con la vida del hombre. La encarnación es el primer momento de esta morada de Dios entre los hombres y tendrá su realización plena en la resurrección.

P. FRANQUESA - MISA DOMINICAL 1985, 24


 

2. M/VIRGEN.

De acuerdo con los mejores manuscritos, probablemente habría que leer y traducir el v.13 no en plural (referido a los que creen), sino en singular (referido a Aquel, o a aquella Palabra, en la que creen), y que no ha nacido de carne, ni de sangre ni de deseo de hombre, sino de Dios. Según esta lectura, el v.13 se refiere primariamente a la generación eterna de la Palabra, pero probablemente también (el cuarto evangelio está lleno de dobles sentidos), a la concepción virginal de Jesús, presentada aquí desde el punto de vista del Padre, del mismo modo que Mt la presenta desde el punto de vista de José y Lc desde el de María.

H. RAGUER - MISA DOMINICAL 1976, 23


 

3. - El prólogo del evangelio de s. Jn, que leemos en la liturgia de hoy, ha dado de sí para muchas horas de reflexión y muchas páginas escritas. También nosotros podemos tener la esperanza de conseguir obtener alguna enseñanza de él. Aprender de Dios, de ese Dios que se hace hombre, es aprender de nosotros y para nosotros, y no mera especulación. ¿Para qué vino Jesús? Dios viene junto a nosotros para enseñarnos cómo es Él (o cómo actúa con nosotros, que diría un teólogo escrupuloso), para que conozcamos de Él aquello que resulta decisivo para nuestra vida.

Jesús viene a decirnos que el Dios creador es "anterior" al Dios de la ley; que Dios es Dios de vida, no de ley. Por eso, a partir de este Dios-Vida de Jesús, el criterio por el que debemos distinguir lo bueno de lo malo no es el hecho de estar de acuerdo con la ley o en contra de ella, sino el hecho de estar en favor de la vida o en su contra.

El dios judío era un dios de ley, tan guardián y celoso de la misma que llega a ponerla incluso por encima del hombre. Ese dios, esa ley que él defiende, no da vida sino con reticencias y muy limitadamente; más bien es un dios y una ley que dan muerte a sus transgresores. El Dios de Jesús no tiene nada que ver con ese dios de la ley; el Dios de Jesús es creador y, en consecuencia, se nos revela como dador y mantenedor de la vida. Y la vida no es cualquier cosa. La vida, estar vivo, ser un "ser vivo" es la mayor grandeza del hombre; más aún, la vida es la verdad más auténtica y profunda del hombre. Esa vida que empieza por un corazón que late, por unos pulmones que respiran, por un estómago que digiere y asimila; pero que también está formada por una ilusión que alienta, por un amor que se comparte, por una esperanza que no ceja; vida personal, humana, vida en plenitud que viene a traernos la Palabra que se hace carne: "ella contenía la vida, y esa vida era la luz del hombre" (Jn 1.4).

Jesús no viene a revelarnos escondidos secretos, ocultos arcanos en los que estaría cifrado el sentido de la vida. Él viene para ser la vida, darnos la vida, llenarnos de esa vida que es capaz de acabar con la misma muerte (...). ¿Cuál va a ser nuestra respuesta a este derroche de amor y de vida que Dios ha tenido para con nosotros? ¿Apagaremos la Navidad con las luces de colores?, ¿la guardaremos en una caja, con los adornos hogareños de estos días, hasta el próximo año?

LUIS GRACIETA - DABAR 1988, 5


 

4.- v.14:"La Palabra se hizo carne". No se refiere al momento de la Encarnación. Es la existencia toda de Jesús la que queda abarcada. El proyecto divino realizado es una existencia humana, visible, accesible, palpable. La tienda del encuentro, morada de Dios entre los israelitas en el desierto, queda sustituida por Jesús. El lugar donde Dios habita en medio de los hombres es un hombre de carne y hueso. Una existencia humana es ahora el resplandor de Dios, su gloria. Ha desaparecido la distancia entre Dios y el hombre. Buscas al Infinito, ve tras el Finito. La plenitud personal de Dios es Jesús, una plenitud de amor incondicional, consistente.


 

5. PROLOGO/Jn

El prólogo del evangelio de Juan es un himno cristiano que proviene, probablemente, de los círculos joaneos y que ha sido adaptado para servir de presentación a la narración evangélica de los diversos pasos de la Palabra encarnada. Esta Palabra viene a identificarse no sólo con Jesús, sino con la acción de Jesús.

Esta personificación, con ribetes sapienciales, viene a mostrar la capacidad que tiene de dar vida y orientación a todo hombre que se acerca a ella (8, 12). De verdad que el misterio de la encarnación es, en el fondo, el misterio del hombre entero.

Los judíos no han comprendido la realidad de Jesús. O lo que es igual: la antigua economía es incapaz de comprender la realidad nueva que es Jesús. Por tanto, la conclusión se impone: es preciso abandonar toda estructura que imposibilita la comprensión de Jesús. Falló el intento de querer aprisionar la luz -que es Jesús- dentro del sistema religioso judío (7,34). La Palabra de Dios, sabiduría desde siempre, se mueve dentro de la máxima libertad. Solamente el que comprende esto es capaz de construir una fe libre. La realidad de la presencia de Dios ha comenzado a incidir históricamente en los hombres con el comienzo de la vida de Jesús: este suceso constituye el momento decisivo de la historia de la salvación; lo testimonian los cristianos. La palabra "carne" designa en Juan todo lo que constituye la debilidad humana, todo lo que conduce a la muerte como limitación del hombre. La encarnación no es ninguna apariencia: por la experiencia de nuestro ser de hombres es como hemos de acercarnos a Dios, a Jesús.

EUCARISTÍA 1989, 60


 

6.- En el prólogo de su evangelio, Juan nos presenta tanto conceptos como realidades elementales: palabra, vida, luz. Tres experiencias que hacen al hombre y sin las que el hombre es impensable. Tres experiencias que Juan proyecta a la inacabable e insondable eternidad divina a imitación de su viejo maestro, el autor de Génesis ("En el principio"). Dios se expresa en una palabra viva, que crea un interlocutor (el hombre concreto, tú y yo), con quien entabla un diálogo iluminador. Pero desgraciadamente el hombre (tú y yo) rechaza la Palabra y se hace tiniebla, angustia, ser para la muerte, absurdo radical. Hasta el v. 11 el juicio histórico del evangelista Juan es tremendamente pesimista. De hecho, todo su evangelio va a ser un conflicto continuado entre Jesús y un mundo incrédulo, que terminará en el proceso y condena de Jesús.

Pero en los vs. 12-13 el juicio histórico se completa haciéndose esperanzador: hay hombres que aceptan la Palabra y viven la asombrosa experiencia de ser hijos de Dios. "Y la Palabra se hizo carne" (v. 14). La Palabra de Dios no es un sueño fantástico del evangelista en un momento de ensueño nostálgico. No. Es una realidad sensible y tangible, cuyo nombre es Jesús de Nazaret. Con él ha convivido Juan y esta experiencia ha engendrado en él la certeza de la que da testimonio.

Un niño nos ha nacido. Así de indefensa es la omnipotente Palabra. En nuestros sueños divinos tal vez habíamos imaginado más fastuosidad y prepotencia. Esta sería la gloria humana, pero no la del Unigénito del Padre.

DABAR 1977, 6


 

7.- Dios se acerca a los hombres hasta el punto de hacerse uno de ellos: "carne". Esta fórmula de Juan, "la palabra se hizo carne", es una afirmación del misterio de la encarnación del Hijo; del paso de la existencia eterna de la palabra de Dios, al comienzo de su existencia histórica y de su aparición en el mundo.

Pero no es ésa la intención principal del evangelista. Juan intenta, sobre todo, destacar que Jesús de Nazaret, palabra de Dios hecha carne, no es una apariencia, una sombra o un fantasma.

La revelación definitiva de Dios tiene rostro humano. Es una realidad cercana a los hombres. Ha puesto su tienda entre nosotros.

Desde el momento de la venida del Hijo al mundo en la debilidad de la "carne", realiza la presencia de Dios entre los hombres. El cuerpo de Jesús se convierte, por su muerte y su resurrección, en el templo de la presencia de Dios.

Él es la verdad y la vida de Dios hecha carne. Ama, cura, perdona. Vive y sufre como un hombre entre los hombres. Todos pueden verlo y oírlo. Todos pueden creer en él, ver su luz, beber su agua, comer su pan, participar de su plenitud de gracia y de verdad. La comunidad cristiana lee solemnemente el prólogo del evangelio de Juan en la fiesta del nacimiento del Señor. Se trata de proclamar la misericordia y fidelidad de Dios, su gracia, que se han hecho realidad en Jesús. Que Dios no actúa mediante favores pasajeros y limitados, sino con el don permanente y total del Hijo hecho hombre que se llama Jesús, el Cristo.

EUCARISTÍA 1988, 61


 

8.- Texto: El día de navidad analizábamos hasta el v. 14. Recordemos: los trece primeros versículos constituyen el prólogo del evangelio. En él se habla de la dimensión divina de la Palabra y se presenta la historia universal humana como una historia de rechazo y aceptación de esa Palabra. Con la afirmación "y la Palabra se hizo carne" del v. 14 comienza la narración evangélica propiamente dicha. El mundo divino y la visión general de los hechos dejan paso a una historia concreta en la que la Palabra es una persona de carne y hueso, que interactúa con otras personas de carne y hueso, englobadas bajo el genérico "nosotros" y de quienes se da un perfil creyente. Por "nosotros" se entiende toda aquella persona contemporánea o no de la Palabra encarnada, que acierta a ver en la fragilidad de esa Palabra la entidad (gloria) de la Palabra preexistente, de la que se ha hablado en los tres primeros versículos del prólogo. A través del personaje "nosotros", entre los que se encuentra el propio autor del cuarto evangelio, se pone explícitamente de manifiesto el carácter de obra abierta que este evangelio posee.

De entre ese "nosotros" el autor destaca un nombre propio: Juan. De él se ha hablado ya en el prólogo como testigo de descargo. Pero entonces lo hacía en calidad de ser humano; ahora va a deponer en calidad de judío, en unas coordenadas espacio-temporales concretas y en defensa no de la Palabra, sino de la Palabra encarnada.

Una cuestión previa es determinar hasta dónde llega el testimonio del testigo. El entrecomillado de la traducción litúrgica lo limita al solo v. 15. Creo, sin embargo, que en este punto se debe retomar la opinión de muchos Padres de la Iglesia, que ven en la totalidad del v. 15-18 el testimonio aportado por Juan.

El testimonio de Juan se compone de una afirmación inicial (superioridad del que viene después de él) triplemente justificada y de una afirmación final sobre el papel único del que viene detrás de él. En la tercera de las justificaciones resuena por primera vez en el cuarto evangelio el nombre propio de la Palabra encarnada. En este nombre propio tiene ya la forma completa cristiana de Jesucristo. El autor del evangelio pone indudablemente en labios de Juan situaciones, reflexiones y formulaciones propias del tiempo en que él escribía. Se trata de un recurso habitual en la historiografía antigua, bíblica y extrabíblica. La afirmación de la superioridad de Jesús sale al paso de la pretensión de los propios discípulos de Juan que atribuían a su maestro un rango superior al de Jesús.

La primera razón de la superioridad de Jesús es su preexistencia. Juan pertenece al nosotros, a los creyentes que descubren en Jesús la Palabra preexistente. La segunda razón es la plenitud de riqueza divina de vida que Jesús posee y que transmite a los creyentes en él, designados de nuevo como nosotros, entre los que se cuenta el propio testigo Juan.

La tercera razón es la superación de un sistema de ley por otro de gracia y verdad. La afirmación final sobre el papel de Jesús como exegeta de Dios puede muy bien estar relacionada con esta tercera razón. El término "exegeta" aparece expresamente en el verbo griego empleado en el texto original y responde a la circunlocución "dar a conocer" empleada por la traducción litúrgica. El camino para saber quién es Dios no pasa por la Ley sino por Jesús.

En el "seno del Padre" es una expresión figurada que significa estar junto al Padre. El origen de la expresión hay que buscarlo en el modo como estaban entonces sentados a la mesa los comensales.

Comentario. El análisis del texto nos ha hecho caer en la cuenta del carácter explícitamente abierto que tiene el cuarto evangelio en lo que a la autoría del mismo se refiere. Se trata de una obra en continua búsqueda de autor, desde el momento en que el autor de la misma es un nosotros del que nadie queda excluido, Este evangelio se juega su ser o no ser en cada uno de los que se acercan a él. Su existencia efectiva depende de que decidamos creer en Jesús.

Ser creyente en Jesús significa ahondar en Jesús de forma tal que lleguemos a experimentar toda su riqueza de Palabra divina no sujeta a la precariedad y transitoriedad del tiempo. Significa sentirse inmersos en la corriente divina de gracia amorosa, hasta el punto de dar al traste con su sistema de vida basado en derechos y deberes. La vida del creyente en Jesús debe caracterizarse por ser una vida donde nada es ley porque todo es gracia.

Al margen de las circunstancias que hayan podido dar origen a las afirmaciones de Juan, lo importante es que esas afirmaciones, centradas todas ellas en Jesús, en cuya persona estamos invitados a ahondar sin reparos ni trabas. Según sea la hondura cristológica así será la imagen eclesiológica.

ALBERTO BENITO - DABAR 1992, 8


 

9.- -Dios no es un ser lejano. Es un Dios que habla, y su Palabra es entrañablemente cercana. Se ha hecho un niño y ha nacido en Belén. Antes, durante siglos, había hablado por medio de profetas y había enviado Ángeles como mensajeros. Pero ahora nos ha hablado de otra manera: nos ha enviado a su Hijo. Y el Hijo es superior a todos los profetas y a los Ángeles. (Es lo que nos dice el autor de la carta a los Hebreos). Y es también lo que llena de entusiasmo a S. Juan, en el prólogo de su evangelio, la solemne página que acabamos de escuchar: la Palabra estaba junto a Dios -la palabra era Dios, y la Palabra se hizo hombre y acampó entre nosotros. La Palabra, ya lo sabemos, se llama Cristo Jesús, el hijo de Dios, que desde la primera Navidad es también hijo de los hombres.

Dios nos ha dirigido su Palabra. Si entre nosotros puede tener tanta transcendencia el dirigirnos o no la palabra unos a otros, si nuestra palabra de amistad, de interés o de amor, puede significar tanto ¿qué sería esa Palabra de Dios, su propio Hijo que ha querido hacerse uno de nuestra raza y está para siempre entre nosotros? No, no es el nuestro un Dios mudo y lejano, es un Dios cercano y que nos habla y su Palabra se llama de una vez por todas Jesús. Y desde entonces siempre es Navidad porque siempre está esa Palabra de Dios dirigida vitalmente a nosotros, en señal de amistad y de alianza. Este es el misterio de la Navidad que hoy nos recuerda la liturgia y vuelve a llenarnos de alegría. Una palabra hecha persona, que es el Hijo mismo de Dios y por el cual Dios nos acepta también a nosotros como hijos. Acojamos a Cristo, el Hijo de Dios y Hermano nuestro; que no se pueda decir de nosotros lo que Juan ha dicho de los judíos: "al mudo vino y el mudo no le conoció; vino a su casa y los suyos no le recibieron". Por este Jesús, el Salvador, el mundo tiene esperanza. El futuro es siempre más prometedor que el presente. Porque él es para siempre, y sin retractación posible, Dios con nosotros.


 

10.- Los suyos no le recibieron. La pobreza de Dios se hace drama de Dios. Vino a los suyos y, al igual que todos, busca acogida y abrigo, comprensión y aliento. Dios viene a los suyos todos los días. Puerta cerrada a un Dios que no vive según nuestros reglamentos. Puerta cerrada a una Palabra que desconcierta nuestros pensamientos. ¡Navidad es también una fiesta de conversión! El Verbo se hace carne, y Dios sabe lo que le cuesta. Desde el pesebre hasta la cruz, el camino es uniforme.

Y no obstante... A los que creen en su nombre les da el poder de hacerse hijos de Dios. A los que creen en Jesús-Salvador, Dios de los pecadores, Dios de los perdidos, Dios de los humildes, Dios de ternura. Los que creen en su nombre... Los que perciban la luz en la obscuridad de la espesa noche, los que escuchan la Palabra en el silencio de una fe incesantemente zarandeada. ¡Pueblo de la Samaritana y del Ciego de nacimiento, grupo minúsculo de los pescadores de Galilea y de los últimos presentes al pie de la cruz! ¡Les dio el poder de hacerse hijos de Dios!

¡Nacieron de Dios! Venidos al mundo como vino Jesús, hijos e hijas de lo inesperado, de la pobreza, de la inseguridad. No tienen en este mundo otro apoyo que Dios, su amor y su Espíritu. Vienen al mundo en pleno viaje, y el tiempo les urge a proseguir el camino. Hijos frágiles, siempre llamados a renacer; hijos de un Dios al que nadie vio jamás. Pueblo de los sin nombre, de los apátridas, de los huérfanos según el mundo.

Hoy se va un año, según el mundo. Esta noche los hombres se desearán mutuamente un "feliz año" sin saber cómo será éste. Hijos de Dios, ¿seremos capaces de afrontar el futuro sin más equipaje que nuestra fe? En esto nos diferenciamos de todos los anticristos que querrían desviarnos hacia otros caminos que no son los de la Palabra cada día nueva. Sólo Cristo es el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Y no porque unos anticristos se llaman a sí mismos "hijos de Dios" vamos nosotros a seguirles por otro camino que no sea el de Dios-con-nosotros. Verbo hecho carne en la humildad de nuestra carne.

DIOS CADA DIA - SIGUIENDO EL LECCIONARIO FERIAL - ADVIENTO-NAVIDAD Y SANTORAL - SAL TERRAE/SANTANDER 1989.Pág. 94


 

11.- Esta página de san Juan está tan llena de plenitud que no se debería añadir nada. Estas sujeciones de abajo no quieren encuadrar ni reducir la meditación, que, más que nunca, no puede ser tan personal.

-Al principio...

La primera palabra del evangelio nos hace recordar el origen de todas las cosas. De un goIpe de ala vigoroso, el águila de san Juan sube, sube... tan alto que no existe el horizonte, y, con los ojos penetrantes, ve encima de todo límite, antes del comienzo de los tiempos.

-Era...

Este verbo sencillo, "ser", llena el poema... Es la palabra más sencilla y la más esencial: la existencia, la razón de todo lo demás. Y este verbo, al pretérito, invoca inmediatamente un "tiempo inmutable", indefinido. En mi rezo, podría emplear estas dos palabras: "al principio... era..." saboreando su densidad, dejándome ir a su infinita evocación.

-El verbo... El "logos"... La "palabra"... La "comunicación"... La "expresión"... La sabiduría... La acción. Juan, en seguida, llama a Cristo el "Logos", en griego. Es una palabra difícil de traducir. Por eso, hemos buscado otras palabras, cercanas, para comprender el sentido más allá de la palabra.

La palabra Logos era ya empleada en la reflexión filosófica griega (la Palabra es una de las maravillas del honre, la expresión propia de la persona, la posibilidad de relación, la manifestación de la inteligencia). Pero, san Juan probablemente ha usado esta expresión para incorporarse a la gran corriente de la literatura bíblica que veía en la Sapiencia o Sabiduría algo así como la expresión misma de Dios: Proverbios, 8, 23-36. "Yo, la Sabiduría, desde los orígenes fui establecida desde el principio, antes del origen de la Tierra. Cuando aún no existían los abismos, yo fui concebida... cuando trazó los fundamentos de la tierra, yo estaba a su lado como el arquitecto, él tenía en mí sus delicias, expansionándome en su presencia, sobre la superficie de la tierra y encontrando mis delicias entre los hijos de los hombres." (Cf. Eclesiástico, 24-1.22). En el principio era el Verbo. Hijo eterno venido del Padre, el Cristo es la "expresión" perfecta del Padre, "la imagen misma del Dios invisible" (Filipenses, 2, 6) el "resplandor" de la gloria del Padre" (Hebreos, 1, 3) Jesús es la "manifestación suprema de Dios a la humanidad" (I Epístola de san Juan, 1, 2). Verbo = expresión + acción... palabra activa...

-Y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios.

Dos veces solamente en el evangelio de san Juan, Jesús es designado explícitamente como "Dios": aquí, en la primera frase... y en boca de Tomás, en el último capítulo (Juan, 20, 28): "¡Señor mío y Dios mío!". Todo su evangelio está entre ambas frases.

-Por El, todo ha sido hecho. En Él estaba la "vida".

La creación universal es el primer "acto", el primer "gesto", la primera "expresión" de Dios. La maravillosa creación es lo que primero revela al Dios invisible. Todo. Todo. Soberanía universal... Y sin Él, nada se hizo. Influencia universal... Nada. Nada. Nada existe fuera de Cristo.

-En el mundo estaba... Vino a su propia casa... El Verbo se hizo carne... Dios entre los hombres, Dios en nuestros caminos. Dios en la esquina de la calle. Dios por todas partes.

-Luz verdadera, alumbra a todo hombre que viene a este mundo... Pero el mundo no le conoció... Los suyos no le recibieron... A todos los que le recibieron, les dio poder de llegar a ser hijos de Dios.

NOEL QUESSON - PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 1 -EVANG. DE ADVIENTO A PENTECOSTES - EDIT. CLARET/BARCELONA 1984.Pág. 70 s.


 

12.- La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros Un texto bello e intenso, que invita a la vez a la proclamación y a la meditación. Podemos destacar en él lo siguiente:

- Al hablar de la "Palabra" Juan recoge tradiciones helénicas del "logos" como emanación de Dios, pero sobre todo recoge las tradiciones judías de la Sabiduría (cf. por ejemplo Eclo 24) y de la misma "palabra eficaz" de Dios (cf. por ejemplo Is 55,10-11). Dios no es un Dios lejano: es el Dios que tiene en sí mismo la voluntad de comunicarse a los hombres y manifestarles el Sentido de todo y el Camino de la vida. Eso es lo que ha hecho con Israel, eso es lo que hará ahora plenamente.

- El texto empieza igual que el primer libro de la Biblia cuando narra la creación: "En el principio...". Y, ya al principio, antes que todo, está la Palabra, el proyecto de comunicación plena de Dios con los hombres. Juan señala por cuatro veces, con exagerada insistencia, la preexistencia y divinidad de esta Palabra. ¡Ha de quedar muy claro que es Dios mismo quien se hará hombre! Y para resaltarlo más, señala para la Palabra las cualidades básicas de vida y luz que no son cualidades estáticas de Dios, sino cualidades para ser dadas a los hombres.

- Juan continúa con una reflexión sobre la aceptación de la Luz por parte de los hombres. No se trata sólo de la aceptación de Jesús, sino de la aceptación de todos los signos de Luz que los hombres han tenido a mano y a menudo han rechazado. Pero hay quienes sí han estado dispuestos a aceptarlos: éstos son los que Dios hará hijos suyos.

- La afirmación clave: la Palabra se hizo carne. Es una afirmación muy sabida, pero es realmente escandalosa: aquella Palabra que Juan tanto ha insistido en que "era Dios", resulta que asume la total debilidad de la condición humana, y viene a vivir con los hombres, y en esta debilidad (¡hasta la cruz!) será donde contemplaremos su gloria divina. A Dios ahora se le puede ver y tocar. Y se le ve y se le toca en la "carne" débil de Jesús. - Una vez dicho esto, Juan resalta una y otra vez las cualidades y dones que recibimos de la Palabra hecha carne (que ahora ya no se llama "Palabra" sino "Hijo" y "Jesucristo", una persona concreta y palpable): gracia, verdad, abundancia de su plenitud... Todo para consolidar la afirmación básica: a Dios sólo se le encuentra en Jesucristo, en su carne, en su vida concreta.

JOSEP LLIGADAS - MISA DOMINICAL 1994, 16


 

13.- El comienzo del prólogo de Juan nos remonta a lo más alto y más sublime del misterio trinitario: "La Palabra, en el principio, estaba junto a Dios".

La expresión es, a la vez, sobrecogedora y humilde: nosotros sabemos bien qué es eso de estar unos junto a otros; somos conscientes de necesitar el cobijo y el calor que da la cercanía humana. De lo que es y significa "estar junto a Dios" sabemos menos; es decir, en realidad no sabemos apenas nada: es un nivel al que, si no fuera por Jesús, no tendríamos posibilidad de acceso. Nosotros pertenecemos a la noche, y por nosotros mismos no podemos alcanzar el ámbito de la Luz.

Pero, un día, ese Dios a quien nadie ha visto nunca decidió rasgar la tiniebla y plantar su tienda junto a nosotros. La palabra cambió la vecindad de Dios por la vecindad de los hombres, y el resplandor de la gloria acampó junto a la debilidad de nuestra carne. El verbo que elige Juan en su prólogo evoca un mundo de imágenes muy concretas: acampar es muy distinto de instalarse, de residir, de asentarse. El que acampa no se protege con puertas blindadas ni con alarmas; su única defensa consiste en confiar en que su misma debilidad y pobreza le defenderán de cualquier codicia.

Alguien ha venido a vivir así entre nosotros. No va a imponer nada, no va a ejercer la fueza de su señorío ni a tomar posesión de nuestra tierra con imperativos categóricos. Le oiremos decir: "Si quieres"..., "si alguno se quiere venir conmigo...", "estoy a la puerta y llamo; si alguien me abre..." Sabremos que es él, porque la caña cascada se enderezará entre sus manos. Porque su aliento conseguirá que, de la mecha que se apagaba, vuelva a brotar una llamita. No gritará ni se impondrá con violencia, pero las fuerzas del mal se someterán a su autoridad, y alguien reconocerá con asombro: "Tú tienes palabras de vida eterna".

·Aleixandre-Dolores

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3-14.

lectura: Juan 1,1-8. La palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros.

El Antiguo Testamento conocía ya los temas de la Palabra y de la Sabiduría de Dios quien, siendo preexistente al mundo, es el artífice de toda la creación. Los libros sapienciales afirman que Dios lo crea todo con Sabiduría. Ésta estaba presente cuando Dios fundamentaba la tierra y los mares (cf. Pr 8,22.31). Ella ha querido habitar entre los hombres y hacerse conocer, como portadora que es de la Ley del Altísimo (cf. Sir 24, especialmente los vv. 8 y 23). Esta palabra volverá a Dios después de haber cumplido su misión salvífica y reveladora (cf. Is 40,8; 55.10-11).

El evangelista Juan es heredero de esta rica tradición veterotestamentaria. Después de la experiencia fundamental de la Resurrección, Jesús aparece como el portador y el revelador de la presencia de Dios. Todos los temas reveladores del Antiguo Testamento son reinterpretados para expresar con ellos el misterio del Resucitado. Así este hombre, Jesús, es presentado como la Palabra preexistente de Dios, mediador de la obra creadora del Padre (cf.. Jn 8,24.58; 10,30), que se ha encarnado en nuestra historia y ha venido a compartir nuestra vida, para cumplir la misión recibida: revelar a Dios a los hombres y mujeres (cf. Jn 3,17-19; 5,36; 10,36). Después de cumplir su misión, ha de volver al Padre, de quien había salido (cf. Jn 13,3; 16,5; 17,11.13). La novedad del Nuevo Testamento está, por una parte, en comprender la Sabiduría-Palabra de Dios como una persona diferente de la de Dios-Padre; y por otra en darle un rostro concreto: la persona de Jesús de Nazaret, hijo de María y de José.

La Iglesia primitiva recurrió con frecuencia al lenguaje poético e hímnico para expresar los misterios de su fe en Cristo resucitado. Esta pieza es una de las más significativas. Nos expresa, con un lenguaje lleno de reminiscencias bíblicas, el misterio de Cristo y lo que supone abrirse a la fe: participar en la vida de Dios. Y esto es lo que celebramos en la fiesta de Navidad.

JORDI LATORRE - MISA DOMINICAL 1999, 16, 38

 


 

3-15. ACI DIGITAL 2003

1. Juan es llamado el águila entre los evangelistas, por la sublimidad de sus escritos, donde Dios nos revela los más altos misterios de lo sobrenatural. En los dos primeros versos el Aguila gira en torno a la eternidad del Hijo (Verbo) en Dios. En el principio: Antes de la creación, de toda eternidad, era ya el Verbo; y estaba con su Padre (14, 10 s.) siendo Dios como El. Es el Hijo Unigénito, igual al Padre, consubstancial al Padre, coeterno con El, omnipotente, omnisciente, infinitamente bueno, misericordioso, santo y justo como lo es el Padre, quien todo lo creó por medio de El (v. 3).


5. No la recibieron: Sentido que concuerda con los vv. 9 ss.

6. Apareció un hombre: Juan Bautista. Véase v. 15 y 19 ss.

9. Aquí comienza el evangelista a exponer el misterio de la Encarnación, y la trágica incredulidad de Israel, que no lo conoció cuando vino para ser la luz del mundo (1, 18; 3, 13). Venía: Así también Pirot. Literalmente: estaba viniendo (en erjómenon). Cf. 11, 27.


12. Hijos de Dios: "El misericordiosísimo Dios de tal modo amó al mundo, que dio a su Hijo Unigénito (3, 16); y el Verbo del Padre Eterno, con aquel mismo único amor divino, asumió de la descendencia de Adán la naturaleza humana, pero inocente y exenta de toda mancha, para que del nuevo y celestial Adán se derivase la gracia del Espíritu Santo a todos los hijos del primer padre". (Pío XII, Encíclica sobre el Cuerpo Místico).


13. Sino de Dios: Claramente se muestra que esta filiación ha de ser divina (cf. Ef. 1, 5 y nota), mediante un nuevo nacimiento (3, 3 ss.), para que no se creyesen tales por la sola descendencia carnal de Abrahán. Véase 8, 30 - 59.


14. Se hizo carne: El Verbo que nace eternamente del Padre se dignó nacer, como hombre, de la Virgen María, por voluntad del Padre y obra del Espíritu Santo (Luc. 1, 35). A su primera naturaleza, divina, se añadió la segunda, humana, en la unión hipostática. Pero su Persona siguió siendo una sola: la divina y eterna Persona del Verbo (v. 1). Así se explica el v. 15. Cf. v. 3 s. Vimos su gloria: Los apóstoles vieron la gloria de Dios manifestada en las obras todas de Cristo. Juan, con Pedro y Santiago, vio a Jesús resplandeciente de gloria en el monte de la Transfiguración.
Véase Mat. 16, 27 s.; 17, 1 ss.; II Pedr. 1, 16 ss.; Marc. 9, 1 ss.; Luc. 9, 20 ss.


16. Es decir que toda nuestra gracia procede de la Suya, y en El somos colmados, como enseña S. Pablo (Col. 2, 9 s.). Sin El no podemos recibir absolutamente nada de la vida del Padre (15, 1 ss.). Pero con El podemos llegar a una plenitud de vida divina que corresponde a la plenitud de la divinidad que El posee. Cf. II Pedro, 1, 4.


17. La gracia superior a la Ley de Moisés, se nos da gratis por los méritos de Cristo, para nuestra justificación. Tal es el asunto de la Epístola a los Gálatas.

18. Por aquí vemos que todo conocimiento de Dios o sabiduría de Dios (eso quiere decir teosofía) tiene que estar fundado en las palabras reveladas por El, a quien pertenece la iniciativa de darse a conocer, y no en la pura investigación o especulación intelectual del hombre. Cuidémonos de ser "teósofos", prescindiendo de estudiar a Dios en sus propias palabras y formándonos sobre Las ideas que sólo estén en nuestra imaginación. Véase el concepto de S. Agustín en la nota de 16, 24.

 

CANTOS DE NAVIDAD

 

 

01.- A BELÉN SE VA A BUSCAR

 

QUE LE LLEVARE AL NIÑO,

POCO LE PUEDO LLEVAR,

ES DIOS Y LO TIENE TODO

A BELÉN SE VA A BUSCAR.

 

Quien busca en belén en belén encuentra

quien pide en belén siempre le dará,

llamando en belén la puerta está abierta

Para los que buscan la luz  de paz.

 

Quien busca el amor, en belén encuentra,

al dios que creo la razón de amar,

quien busca la fe, en belén encuentra,

no te doy razones para poder confiar.

 

Quien busca la paz en belén encuentra,

al niño que es forjador de paz,

quien busca la luz, en belén encuentra

la estrella que el mundo nos vino a guiar.

 

02.- EN BELÉN

EN BELÉN NO HABÍA CAMPANAS.

EN BELÉN NO HABÍA ALEGRÍA.

EN BELÉN UN NIÑO LLORABA,

MIENTRAS SU MADRE SUFRÍA.

Y SIN EMBARGO EN BELÉN

ERA DIOS EL QUE NACÍA. (2v).

 

No hubo en Belén personas influyentes.

No hubo en Belén cumplidos ni agasajos.

En Belén hubo sencilla y llana gente.

Hubo en Belén pobreza y desamparo.

 

No hubo en Belén banquetes ni festejos.

No hubo en Belén despliegue de invitados.

En Belén hubo ternura y sentimiento.

Hubo en Belén total anonimato.

 

No hubo en Belén revuelto y parabienes.

No hubo en Belén folklore ni regalos.

En Belén hubo pastores en silencio.

Hubo en Belén susurros y recato.

 

03.- FELICIDADES

FELICIDADES SEÑOR POR NACER.

FELICIDADES SEÑOR POR BAJAR

HOY CADA PUEBLO DEL MUNDO ES BELEN

Y TODO EL TIEMPO SERA NAVIDAD.

 

Quiero felicitarte porque dejaste el cielo y bajaste a la tierra.

Quiero felicitarte por ser como nosotros,

por traernos a todos  esperanza y salvación.

Quiero felicitarte porque naciste pobre consagrando la pobreza.

Quiero felicitarte porque vienes al mundo

como puerta y camino de total liberación.

 

Quiero felicitarte por que eres un amigo

que se entrega en cuerpo y alma.

Quiero felicitarte porque sigues al lado

de cuantos hoy soportan la miseria y el dolor.

Quiero felicitarte porque sigues amando

al que te vuelve la espalda.

Quiero felicitarte porque tu voz denuncia

a todos los que implantan injusticia y opresión

 

04.- MI CASA SERÁ BELÉN (J. A. Olivar) – Carlos Manzano)

SEÑOR QUE CASA NO HALLASTE

CUANDO NACISTE EN BELÉN,

HOY TE OFREZCO LA MÍA: MI CASA SERÁ BELÉN.

TÚ QUE ERES LUZ Y ERES VIDA,

VEN A MI VIDA A NACER.

Y TE CUIDARE COMO TE CUIDO MÁRÍA,

COMO TE CUIDO JOSÉ, Y TE CUIDASE (2v).

 

Mi casa será Belén si viene mi puerta abierta

y si mi mente está alerta al resplandor de la fe

la fe que tuvo María. La fe que tuvo José.

 

Mi casa será Belén si doy mi llave a los pobres

y si sé amar a los hombres con el amor de tu ley.

Igual que amaba María, igual que amaba José

 

05.- TODA LA TIERRA ES BELÉN (J. A. Olivar) – Carlos Manzano)

TODA LA TIERRA ES BELÉN,

TODO EL MUNDO ES ALEGRÍA

PORQUE DIOS VIENE A NOSOTROS,

PORQUE NACE CADA DÍA. (BIS).

 

Dios nos nace cada día,

Dios nos nace cada tarde,

en cada nueva alegría

y en cada amor que renace

Dios nos nace cada día,

Dios nos nace cada tarde.

 

Dios nos nace en cada hombre,

Dios nos nace a cada instante

en cada rostro sin nombre

y en cada niño que nace

Dios nos nace en cada hombre,

Dios nos nace a cada instante.

 

Dios nos nace en cada puerta,

Dios nos nace en cada calle

en cada luz que despierta

y en cada lluvia que cae

Dios nos nace en cada puerta,

Dios nos nace en cada calle.

 

Dios nos nace en cada brisa,

Dios nos nace en un detalle,

Dios nos nace en la sonrisa

y en el amor de una madre,

Dios nos nace en cada brisa,

Dios nos nace en un detalle.

 

06.- TODOS LOS DÍAS NACE EL SEÑOR (Juan Antonio Espinoza)

Para esta tierra sin luz, Nace el Señor

para vencer las tinieblas, Nace el Señor

para cambiar nuestro mundo,

Todos los días nace el Señor (bis).

 

Para traer libertad, Nace el Señor

rompiendo nuestras cadenas, Nace el Señor

en cada hombre que es libre,

Todos los días nace el Señor (bis)

 

Para quitar la opresión, Nace el Señor

para borrar la injusticia, Nace el Señor

en cada pueblo que grita,

Todos los días nace el Señor (bis).

 

Para vencer la pobreza, Nace el Señor

para los pobres que sufren, Nace el Señor

por la igualdad de los hombres,

Todos los días nace el Señor (bis).

 

Para traernos la paz, Nace el Señor

para esta tierra que sangra, Nace el Señor

en cada hombre que lucha

Todos los días nace el Señor (bis)

 

Para traernos amor, Nace el Señor

para vencer egoísmos, Nace el Señor

al estrechar nuestras manos,

Todos los días nace el Señor (bis)

 

Para este mundo dormido nace el Señor

Para inquietar nuestras vidas

En cada hombre que espera

Todos los días nace el Señor (2v).

 

07.- 25 DE DICIEMBRE

Veinticinco de diciembre
fun, fun, fun (bis)

Un niñito muy bonito ha nacido en el portal
Con su carita de rosa, parece una flor hermosa
Fun, fun, fun (bis)

Venid venid pastorcillos

Fun, fun, fun (bis)


Ven  con la pandereta castañuelas al portal

Adorar al rey del cielo que amanecido  en el suelo

 

08.- AL SON DE MIS TAMBORES

Al son de mis tambores Manuelito ya nació (2v)

Con cantos y panderetas recibamos la navidad

 

Al sol en sus ojitos, dulzura en su mirar

Amor y gracia en su rostro su sonrisa angelical

 

DUERME MI NIÑO YO TE CANTARE

DUERME MI CIELO YO TE ARRULLARE (2V).

 

09.- CAMPANAS SOBRE CAMPANAS

Campana sobre campana,
y sobre campana una,
asómate a la ventana,
verás al Niño en la cuna.

 

Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?

 

Recogido tu rebaño
¿a dónde vas pastorcillo?
Voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino.

 

Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?

 

Campana sobre campana,
y sobre campana dos,
asómate a esa ventana,
porque está naciendo Dios.

 

Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?

 

Caminando a media noche
¿donde caminas pastor?
le llevo al niño que nace
como a Dios mi corazón

 

Campana sobre campana,
y sobre campana tres,
en una Cruz a esta hora,
el Niño va a padecer.

 

Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?

 

Si aún alumbran las estrellas,
pastor, ¿dónde quieres ir?
- Voy al Portal por si el Niño
con Él me deja morir.

 

10.- CARPINTERO FINO

Señor San José, el carpintero fino. (Bis)

Hazme una cunita para el niño lindo. (Bis)

 

AZUCENA CANCHÚ, LABERINDA CANCHÚ,

NIJICHAWA JAMPI, KURAIRECHIMA AIMPA. (BIS)

 

Corran, corran, corran, todos los pastores. (Bis)

A traer pañales para el niño lindo. (Bis) (2v.)

 

11.- DIME NIÑO ¿DE QUIEN ERES?

Dime Niño de quien eres

todo vestidito de blanco.

Soy de la Virgen María

y del Espíritu Santo.

Dime Niño de quien eres

y si te llamas Jesús.

Soy amor en el pesebre

y sufrimiento en la Cruz.

 

RESUENEN CON ALEGRÍA

LOS CÁNTICOS DE MI TIERRA

Y VIVA EL NIÑO DE DIOS

QUE NACIÓ EN LA NOCHEBUENA. (2v)

 

Soy amor en el pesebre

y sufrimiento en la Cruz.

 

La Nochebuena se viene, tururú

la Nochebuena se va.

Y nosotros nos iremos, tururú

y no volveremos más.

 

Dime Niño de quién eres

todo vestidito de blanco. (3v)

 

12.- EL PASTOR

En un pueblo lejos de aquí llamado Belén

en un establo olvidado el vino a nacer

junto a los pastores y su redil

un ángel descendió

y les dijo no temáis pues hoy os ha nacido un rey.

 

HOY DÍA QUIERO CONTARLES QUE JESÚS ES EL REY

Y ENTRE LOS PASTORES ESTABA YO Y AL ÁNGEL ESCUCHE

 

El único cedro que recibió fue aquella cruz

pero por eso aquí bajo y nació Jesús

como ovejas sin pastor acudimos por doquier

y en la vida que descendió y el sendero nos hiso ver

 

En un pueblo lejos de aquí llamado Belén

en un establo olvidado el vino a nacer

junto a los pastores y su redil

un ángel descendió

y les dijo no temáis pues hoy os ha nacido un rey.

 

13.- EL TAMBORILERO

El camino que lleva a Belén,

baja hasta el valle que la nieve cubrió.

Los pastorcillos quieren ver a su Rey.

Le traen regalos en su humilde zurrón,

ro po pom pom, ro po pom pom...

Ha nacido en un portal de Belén,

el Niño Dios.

 

Yo quisiera poner a tus pies

algún presente que te agrade, Señor.

Mas ya Tú sabes que soy pobre también;

y no poseo más que un viejo tambor,

ro po pom pom, ro po pom pom...

En tu honor frente al portal tocaré

con mi tambor.

 

El camino que lleva a Belén,

yo voy marcando con mi viejo tambor.

Nada es mejor que yo te pueda ofrecer...

Su ronco acento, que es un canto de amor...

ro po pom pom, ro po pom pom...

Cuando Dios me vio tocando ante Él,

me sonrió.

 

14.- EN BELEN LAS CAMPANAS TOCAN

No me despiertes al Niño 
quiero que duerma 

Anoche estuvo jugando 
son las estrellas.

 

EN BELEN LAS CAMPANAS TOCAN SOLAS
TILIN TILINGO TILIN TILONGA.
EN BELEN LAS CAMPANAS SON LAS ROSAS
TILIN TILINGO TILIN TILONGA.
TILIN TILINGO TIN TILIN TILONGA
LAS CAMPANAS DE BELEN TOCAN LA GLORIA.

No me despiertes al Niño 
hoy tienen sueño.
Anoche estuvo jugando 
con los luceros.

 

No me despiertes al Niño 
quiero que duerma 

Anoche estuvo jugando 
son las estrellas.

 

15.- LA VIRGEN LLEVA UNA ROSA

Virgen lleva una rosa en su divina pechera

que se la dio San José el día de noche buena.

 

A BELÉN PASTORES, PASTORES CHIQUITOS

QUE HA NACIDO EL REY DE LOS ANGELITOS (2V.)

 

Todo Belén está en fiesta todo es placer y alegría

que ha nacido un tierno infante que es un sol de maravilla.

 

16.- LOS PECES EN EL RIO

La Virgen se está peinando
entre cortina y cortina,
los cabellos son de oro,
y el peine de plata fina.

 

PERO MIRA COMO BEBEN
LOS PECES EN EL RÍO,
PERO MIRA COMO BEBEN
POR VER AL DIOS NACIDO.
BEBEN Y BEBEN Y VUELVEN A BEBER,
LOS PECES EN EL RÍO
POR VER A DIOS NACER.

La Virgen va caminando
va caminando solita

Y no lleva más compaña

Que el niño de su mamita

 

La Virgen lava pañales
y las tiende en el romero,
los pajaritos le cantan,
y el agua se va riendo.

17.- LOS REYES MAGOS (Mercedes Sosa)

LLEGARON YA LOS REYES Y ERAN TRES,

MELCHOR, GASPAR Y EL NEGRO BALTASAR 

ARROPA Y MIEL LE LLEVARÁN

Y UN PONCHO BLANCO DE ALPACA REAL.  (2v).

 

Changos y chinitas duérmanse

que ya Melchor, Gaspar y Baltasar

todos los regalos dejarán

para jugar mañana al despertar.

 

El Niño Dios muy bien lo agradeció

 comió la miel y el poncho lo abrigó

y fue después que sonrió

y a medianoche el sol relumbró.

 

18.- NOCHE DE PAZ (FR. Gruber)

Noche de paz

noche de amor

claro sol, brilla ya

y los ángeles cantando están

Gloria a Dios, gloria al rey celestial

duerme mi niño Jesús. (2v).

 

19.- TONADITA QUENA

Tonadita quena para ti señor

Tonadita quena señito de amor

Vengo de los cerros con gran devoción

Voy al pesebre está ahí el niño Dios

 

Mi Niño lindito

Un lucero ro ro

Yo quiero cantarte señito de amor

Para que no sufras del frio y el rigor

Niñito le llaman ven a darme amor.

 

Para que te duermas voy a tocar yo

Tonadita quena señito de amor

Tonadita quena para ti señor

Para niño santo quenita de amor.

 

20.- TOQUEN TROMPETAS

TOQUEN TROMPETAS SUENE EL TAMBOR

REPIQUEN LAS CAMPANAS EN LA TORRE

TOQUEN TROMPETAS SUENE EL TAMBOR

ANUNCIEN QUE NACIO EL SEÑOR (2V).

 

Durante cuatro mil años y luz anunciaba a los profetas

Durante cuatro mil años sin luz con la aurora vendrá Jesús

 

Que simpático, que gentil, su dulzura nos ha encantado

Que simpático, que gentil, ver al niño Jesús dormir.

 

Al Señor vamos a adorar en el cielo suenan campanas

Al Señor vamos adorar rígenos  a la  Eternidad.

 

22.- LOS REYES

NO SE SI ERAN REYES NO SE SI ERAN TRES

LO MÁS IMPORTANTES QUE FUERON  A BELÉN (2V).

 

Ellos vieron en la estrella un extraño resplandor

Y por ella descubrieron al rey de la creación

 

Y la estrella los condujo hasta Dios que hizo la luz

Y su ciencia encontró al punto sentido y senda en Jesús

 

Con la estrella y con los magos 

por la senda de la fe

para hallar Al Dios nacido

debemos ir a Belén

 

Cada hombre cada instante

Una estrella de seguir

Y seguimos nuestra estrella

a Dios tenemos que ir


 

CAMPANA SOBRE CAMPANA

Campana sobre campana, y sobre campana una,

asómate a la ventana, veras al niño en la cuna.

 

Belén, campanas de belén,

que los ángeles tocan ¿que nuevas me traéis?

 

Recogido tu rebaño ¿Adonde vas pastorcito?

Voy a llevar al portal requesón, manteca y vino.

 

Campana sobre campana, y sobre campana dos,

asómate a la ventana, porque esta naciendo Dios. (Coro).

 

Caminando a media noche ¿Dónde caminas Pastor?

Le llevo al Niño que nace como a Dios mi corazón. (Coro).

 

NOCHE DE PAZ

Noche de paz, noche de amor,

claro sol brilla ya, y los Ángeles cantando están:

“Gloria a Dios, gloria al Rey Celestial”.

Duerme el niño Jesús, duerme el niño Jesús.

 

Noche de Dios, noche de paz:

esplendor inmortal, Luz eterna en la noche brilló,

es la gloria del Hijo de Dios.

Duerme el niño Jesús, duerme el niño Jesús.

 

Noche de Dios, noche de paz: nueva luz celestial,

floreció la feliz Navidad: es palabra y mensaje de Paz.

 

Noche feliz de Navidad: viene Dios a salvar,

noche buena en que alumbra el Amor,

el misterio escondido de Dios.

 

ALEGRÍA

Sopa le dieron al niño, no se la quiso tomar,

y como estaba tan dulce, se las comió san José.

 

Vamos al portal con su resplandor,

que salga la luna llena, y el hermoso Sol,

el que nos alumbra con su resplandor.

 

Alegría, alegría, alegría

Alegría, alegría y placer

Esta noche nace el niño en el portal de Belén.

 

FELIZ NAVIDAD

Feliz navidad, feliz navidad,

feliz navidad, prospero año y felicidad.

 

Cantemos todos alegres, porque el amor ha nacido,

cantemos todos alegres, recibiendo al Salvador (Bis).

 

Que el año nuevo nos traiga, mucha unión y armonía,

que el año nuevo nos traiga, verdadera felicidad (Bis).

 

ESTA NOCHE JESÚS HA NACIDO

Esta noche Jesús ha nacido (2) Suenen los cánticos de la noche buena (2)

 

Alma de mi canción, sube al cielo del Perú, para bañar de luz, la santa noche de Dios.

 

Vibra pura, cholito tu quena (Bis) Entre las músicas de la noche buena (Bis).

 

En la sierra cantamos alegres (Bis) A Jesús Niño que está en el pesebre.

 

NAVIDAD

Mientras haya en la tierra un niño feliz, mientras haya una aldea para compartir, mientras haya unas manos que trabajen en paz, mientras brille una estrella habrá Navidad.

 

Navidad, Navidad, en la nieve en la arena. Navidad, Navidad en la tierra y el mar (Bis)

 

Mientras haya unos labios que hablen de amor, mientras haya unas manos cuidando una flor, mientras haya un futuro hacia donde mirar, mientras haya ternura habrá Navidad. (Coro)

 

Mientras haya un vecino dispuesto a olvidar, mientras haya un caído a quien levantar, en la calle en la guerra, debemos ayudar, mientras cure a un herido, habrá Navidad. (Coro)

 

EL TAMBORILERO

El camino que lleva a Belén, baja hasta el valle que la nieve cubrió; los pastorcillos quieren ver a su Rey., le traen regalos en su humilde zurrón. Ro po pon pon, ro po pon pon. Ha nacido en un portal de Belén, el niño Dios.

 

Yo quisiera poner a tus pies algún presente que te agrade, Señor; mas Tú ya sabes que soy pobre también y no poseo mas que un viejo tambor. Ro po pon pon, ro po pon pon. En tu honor frente al portal tocaré con mi tambor.

 

El camino que lleva a Belén, lo voy marcando con mi viejo tambor, nada mejor hay que te pueda ofrecer, su ronco acento es un canto de amor. Ro po pon pon, ro po pon pon. Cuando Dios me vio tocar ante Él, me sonrió.

 

 

 

VEN A CANTAR

Otro año que queda atrás, mil momentos que recordar, otro año mil sueños más, hechos realidad.

 

Los problemas vienen y van, y al final todo sigue igual, no hay montaña que pueda más, que la voluntad.

 

Coro:

Navidad feliz Navidad, vuelve a casa vuelve al hogar, navidad dulce Navidad, vuelve a tu hogar.

Ven a cantar, ven a cantar, que ya llegó la Navidad, Ven a cantar, ven a cantar, que ya esta aquí la Navidad.

 

Gira el mundo gira el reloj, gira el viento la mar y el sol, dale vuelta a tu corazón, y llénalo de amor, (CORO).

 

VEN A MI CASA

Tu que estas lejos de tus amigos, de tu tierra y de tu hogar, y tienes pena, pena en el alma, porque no dejas de pensar. Tú que esta noche no puedes de dejar de recordar, quiero que sepas que aquí en mi mesa, para ti tengo un lugar.

 

Por eso y muchas cosas más, ven a mi casa esta navidad. (Bis)

 

Tú que recuerdas, quizá a tu madre o a un hijo que no está, quiero que sepas que esta noche, él te acompañará. No vayas solo por esas calles, queriéndote aturdir, ven con nosotros, y a nuestro lado, intenta sonreír.

 

Tú que has vivido, siempre de espaldas, sin perdonar ningún error, ahora es momento de reencontrarnos; ven a mi casa por favor. ahora ya es tiempo de que charlemos pues nada se perdió, y en estos días todo se olvida y nada sucedió.