MARIA, ENSEÑANOS A MEDITAR
COMENTARIO
El evangelio traza aquí un retrato de María que la convierte en nuestra
maestra espiritual: “Su madre conservaba todos estos sucesos en su memoria y
los meditaba en su corazón”. Es la fe en una tarea de profundización. Nadie
podría ahondar tan dentro como María, nadie tendrá que vivir unas cosas tan
maravillosas. Ella era judía, educada al estilo judío. Convertirse en madre del
Mesías fue algo que la deslumbró y la colmó: todas las jóvenes judías soñaban
con ello. El primer acontecimiento desconcertante fue aquella concepción
virginal tan extraña: ¡No conozco varón! Y a continuación se muestra deseosa de
saber la verdad, no ya aplastada por la verdad, sino con ansias de preguntar:
¿Cómo voy a ser madre? El espíritu vendrá sobre ti.
Empezaba así a meditar. María emprendía un camino de cuestiones cada
vez más acuciantes. Ella, la judía tendrá que ir aceptando poco a poco la idea
de que el Dios único tiene un Hijo ¡Y que ese Hijo es Jesús! Tuvo que ir
haciéndose a la idea de que el Mesías glorioso era aquel niño que vivía en una
humilde aldea y en una familia de obreros. Como todos los niños. Después de
cierta agitación en el nacimiento, la inmersión en el silencio de una vida
vulgar. Vino luego el episodio de los doce años de Jesús. Su independencia tan
poco habitual y su repuesta, insolente si no hubiera encerrado un gran
misterio: ¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi
Padre? No, no lo sabían, se atreve a decir; “no lo comprendieron”. Se dice a
veces de una persona que se ve desbordada por los acontecimientos. María se vio
desbordada. Pero siguió siendo profundamente receptiva: “guardaba todo aquello
en su corazón”. Medita, recoge los hechos, las palabras, las luces. El delante
los hechos y las palabras de su hijo extraño -¡extranjero!- lejos de cerrarla
ante lo inaccesible, la irán abriendo y levantando cada vez un poco más hacia
el misterio; ¿Quién eres tú, tú que eres mi hijo?”.
Jesús ve esta triple tarea de apertura de meditación y de adaptación.
Cuando una mujer superficialmente emocionada, le grita “¡Dichoso el vientre que
te llevó y los pechos que te criaron!”. Le respondió con una invitación a una
profundidad mayor: “Mayor: “dichosos los que escuchan el mensaje de Dios y lo
cumplen!” (Lc. 11, 27-28). ¿Por qué no acudimos a esta escuela de la fe? No
sólo hacia un modelo de alma contemplativa, sino hacia una madre que se siente
tan feliz de ayudarnos a que nos adaptemos también nosotros al misterio. La fe
cristiana no es fácil; lo vemos al oír a quienes la abandonan y al palpar
nuestra propia mediocridad. No basta con haber escuchado vagamente unas
palabras, hay que recibir con avidez las palabras y los acontecimientos para progresar
luego hacia todo el misterio de Jesús a fuerza de meditaciones. Como aquella
que fue la primera en recorrer todo el camino. Y que puede guiarnos a nosotros.
R.P. Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA
Salve, Madre santa, Virgen, Madre del Rey que
gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
ORACION
COLECTA
Oh, Dios, que
por la maternidad virginal de santa María entregaste a los hombres los bienes
de la salvación eterna, concédenos experimentar la intercesión de aquella por
quien hemos merecido recibir al autor de la vida, tu Hijo, nuestro Señor
Jesucristo. El que vive y reina contigo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del Libro de los Números 6, 22-27
El Señor habló a Moisés: Di a Aarón y a sus
hijos: Esta es la fórmula con que bendicen a los israelitas: El Señor te
bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor; el
Señor se fije en ti y te conceda la paz. Así invocarán mi nombre sobre los
israelitas y yo los bendeciré.
SALMO RESPONSORIAL (66)
El Señor
tenga piedad y nos bendiga.
El Señor tenga
piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros: conozca la tierra tus
caminos, todos los pueblos tu salvación. R.
Que canten de
alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con
rectitud, y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te
alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que
le teman hasta los confines del orbe. R.
SEGUNDA
LECTURA
Lectura de la carta del Apóstol San
Pablo a los Gálatas 4, 4-7
Hermanos: Cuando
se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la
Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser
hijos por adopción.
Como son
hijos, Dios envió a sus corazones al Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá!
(Padre). Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también
heredero por voluntad de Dios.
ACLAMACION ANTES DEL
EVANGELIO Hb 1, 1-2
Aleluya. En distintas ocasiones hablo Dios antiguamente a
nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado
por su Hijo. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
Evangelio según San Lucas 2, 16-21
En aquel tiempo los
pastores fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño acostado en
el pesebre. Al verlo, les contaron lo que les habían dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se
admiraban de lo que decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas,
meditándolas en su corazón.
Los pastores se
volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo
como les habían dicho.
Al cumplirse los ocho
días tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había
llamado el ángel antes de su concepción.
PLEGARIA UNIVERSAL
1.- Para que, con María, conservemos en nuestro corazón la Palabra de
Dios, la meditemos y la hagamos vida. Oremos. R.
2.- Para que este año todas las personas seamos mas solidarias fraternas
y justas. Oremos. R.
3.- Para que el Señor bendiga en este año que comienza a los matrimonios,
a los niños a los que se van a consagrar a Él, y a los que vivirán acontecimientos
importantes en sus vidas. Oremos. R.
4.- Para que el Señor sea la fortaleza de los trabajadores, la salud de
los enfermos y el perdón de los pecados. Oremos. R.
5.- Para que la Eucaristía sea, a lo largo de este año que estrenamos,
nuestra fuerza, nuestro alimento y nuestra fuente de comunión y vida. Oremos. R.
Mira a tu Madre y escucha oraciones,
danos tu Espíritu para que podamos acoger tu Palabra y guardarla fielmente en nuestro
corazón. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACION
SOBRE LAS OFRENDAS
ANTIFONA
DE COMUNION Hb 13, 8
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
PALABRA DE
DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes
02: 1Jn 2, 22-28; Sal 97; Jn
1, 19-28.
Martes
03: 1Jn 2, 29-3, 6; Sal 97; Jn 1, 29-34.
Miércoles
04: 1Jn 3, 7-10; Sal 97; Jn 1,
35-42.
Jueves
05: 1Jn 3, 11-21; Sal 99; Jn 1, 43-51.
Viernes
06: 1Jn 5, 5-13; Sal: 147; Mc 1, 6b-11.
Sábado
07: 1Jn 5, 14-21; Sal 149; Jn 2, 1.-12.
Domingo
08: Is 60, 1-6; Sal 71; Ef 3, 2-3a; 5-6; Mt 2,
1-12.
COMENTARIOS
AL EVANGELIO
Lc 2,
16-21
1.- ¿Quiénes
son estos pastores a los que el ángel del Señor ha dirigido su mensaje?
Siguiendo una tradición antigua se les identifica con los pobres de la tierra,
los que viven alejados de los pueblos y no pueden cumplir reglamentos de la ley
ceremonial de los judíos. Todas estas notas parecen ser auténticas. Sin
embargo, no podemos olvidar que nos hallamos en Belén, ciudad del rey David,
que fue pastor, llamado por Dios de entre el rebaño; tampoco olvidemos a
Abraham y los patriarcas, que, siendo pastores, escucharon la llamada de Dios y
recibieron su visita. En otros pueblos del oriente antiguo se han contado
historias más o menos semejantes. Por todo eso pensamos que los pastores del
relato no son simplemente los pobres y alejados, sino también aquéllos que están
prontos a escuchar la voz de Dios y a fundar su nuevo pueblo entre los hombres.
Sea cual fuere
su sentido definitivo, lo cierto es que los pastores aceptan la palabra del
ángel, se dirigen a observar el signo y encuentran al niño acostado en el pesebre.
Hasta aquí todo parece más o menos lógico. Lo verdaderamente extraño es que el
signo les convenza, que hagan suyo el evangelio -creyendo que ha nacido el
Salvador- y alaban a Dios por todo ello.
Nosotros, lo
mismo que los pastores, nos movemos aquí en el plano de la paradoja fundamental
del cristianismo: vemos por un lado a un niño, envuelto en los pañales,
indefenso, sencillamente un hombre; o vemos si se quiere a un pretendido
profeta del Señor que muere ajusticiado. Tal ha sido el signo, el de Belén o el
del Calvario. Pues bien, sobre ese signo se descorre la palabra de la epifanía
radical de Dios que anuncia: Os ha nacido (ahí lo tenéis) el salvador, el
Mesías de la esperanza de Israel, el Señor de todo el cosmos. Ante esa
paradoja, los pastores han respondido como creyentes; en ellos, que eran quizá
los más pequeños de la tierra, ha comenzado a brillar como en Abraham, la nueva
luz de la verdad de Dios para los hombres. Ante esa paradoja se nos pide
también a nosotros el valor de una respuesta.
Como detalle debemos
añadir que en realidad no existe adoración de los pastores (en contra de la
adoración de los magos de Mt 2, 11). Su gesto se refleja en estos rasgos: a)
encuentran al niño y le aceptan como signo de Dios ; b) confían en la palabra
del ángel, creyendo en su evangelio (nacimiento de un salvador); c) glorifican
a Dios. La historia ha comenzado en Dios, que les ha puesto en camino hacia el
niño del pesebre; desde el niño, aceptando el evangelio, todo vuelve a
conducirles hacia Dios, a quien alaban por su obra salvadora.
Ante el relato
de los pastores, el texto de Lucas nos ofrece dos respuestas. Están a un lado
los curiosos, que se admiran por lo extraño del suceso. Está en el otro la
figura de María, que conserva todas estas cosas, las medita en su interior y reconoce
(va reconociendo) la presencia de Dios en el enigma de su hijo envuelto entre
pañales, recostado en un pesebre. También nosotros nos hemos situado ante el
relato: ¿Como los pastores y María? ¿Simplemente como curiosos?
BIBLIA
LITÚRGICA NT. pág. 1239 s
2. CIRCUNCISIÓN.
Según el
historiador Herodoto, la circuncisión se practicaba en Egipto, Etiopía, Fenicia
y en otros muchos lugares. Recientes estudios han demostrado que se trata de
una costumbre muy arraigada en los pueblos primitivos de África y de Australia.
En Israel pasa a convertirse en signo de la Alianza. La Biblia destaca el valor
de la "circuncisión del corazón" por encima de la circuncisión de la
carne; expresa de esta manera que lo importante es la fidelidad de Israel al
pacto con Dios.
EUCARISTÍA
1987, 1
3. M/CONTEMPLACION.
En medio de
toda esta escena, Lucas reserva un versículo a la figura de María, la madre. La
presenta con una actitud contemplativa, que contrasta con la exultación gozosa
de los pastores. Pero este pequeño contrapunto es de gran importancia, porque
por María comprendemos que, a pesar de la gran manifestación de Dios, el hombre
está siempre delante del misterio, realidad que debe acoger con el respetuoso
silencio de la fe.
A. R. SASTRE - MISA
DOMINICAL 1989, 1
4. M/PD
La acción de
Dios, la Palabra de Dios, obliga a meditar para hacerse disponible a lo que
Dios espera. No es tiempo perdido.
Nuestra
realidad humana no puede intuir todo en un momento, por esto necesitamos
reflexión, oración.
María tuvo
necesidad de meditar la Palabra de Dios; y eso que ella era llena de gracia.
María iba avanzando en la fe, una fe que era prototipo de la fe de la Iglesia,
por medio de esas actitudes humanas auténticas, una de las cuales es la
meditación de la Palabra de Dios.
Curioso. María
aprende de los pastores. Del arcángel Gabriel no nos extraña. Pero de los
pastores... Así es la Palabra de Dios.
Cualquier
prójimo es portador de un mensaje de Dios y es instrumento imprescindible para
la historia humana y para cada uno de los demás hombres.
Amar al prójimo
no significa sólo ni principalmente ayudarle cuando necesita de nosotros...
El precepto del
amor significa propiamente reconocer al prójimo, como lo que es: necesario para
nosotros.
Entonces,
cuando se encuentre necesitado, no le proporcionaremos solamente una
"muestra" de generosidad, sino que le daremos nuestra persona como se
la hemos de dar en toda ocasión.
María amó así;
por esto los pastores y los "devotos" de María encuentran en ella el
mejor aliciente para amar a Dios y al prójimo, es decir, para ser cristianos...
La
circuncisión, que primitivamente no era más que una medida de higiene, una
introducción en la madurez y un rito de iniciación al matrimonio, vendría a
tener una auténtica significación religiosa y expresaría la Alianza con Dios.
La sangre que se derrama con motivo de esta pequeña operación puede compararse
con la sangre de la alianza: ratifica este pacto la sangre de una misma víctima
derramada sobre el altar, que representa a Yahvé, y sobre el pueblo (Ex. XXIV,
8). La circuncisión es condición indispensable para participar en el banquete
de la alianza, que es el banquete pascual: «Ningún incircunciso podrá tomar
parte en él» (Ex. XII, 48).
«La
circuncisión es uno de los ritos más significativos de la influencia que el plan
de Dios puede tener sobre los gestos de origen natural, casi mágico, para ir
espiritualizándoles progresivamente, hasta perfeccionarlos en la nueva alianza
mediante una superación total. La circuncisión, antiguo rito mágico de
fecundidad matrimonial, vino a ser el signo de la promesa de fecundidad o
contenida en la alianza. Y, aunque era un rito practicado por la mayor parte de
los pueblos semitas, la circuncisión se convirtió en el rito expresivo de la
pertenencia al pueblo de Dios desde el momento en que se encontró mezclado con
los pueblos incircuncisos. Como rito expresivo de la pertenencia a la alianza
de Abraham, la circuncisión evolucionó como esta misma alianza hacia la
moralización e interiorización consumadas en la circuncisión interior de Cristo
sobre la Cruz» (1).
Cuando se trata
de Jesús, «su circuncisión es para S. Pablo como una profecía de su Pasión. La
muerte de Cristo, en efecto, fue una circuncisión inmensamente más total que la
circuncisión judía, puesto que ella despojó a Cristo de toda su carne, y no
solamente de un pingajo de piel, sellando la nueva alianza con toda su sangre y
derramando sobre los cristianos beneficios inmensamente superiores a los de la
circuncisión» (2).
«En El fuisteis
circuncidados con una circuncisión no de mano de hombre ni por la amputación de
la carne, sino con la circuncisión de Cristo» (Col. II, 11). «Ni la
circuncisión es nada ni el prepucio, sino la nueva creatura» (Gál. VI, 15).
También el Antiguo Testamento conocía la importancia de la «circuncisión del corazón».
«Circuncidará Yahvé, tu Dios, tu corazón y el corazón de tus descendientes,
para que ames a Yahvé, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y vivas»
(Dt. XXX, 6). «Circuncidaos para Yahvé, circuncidad vuestros corazones» Jr. IV,
4).
Hemos leído
que, en el momento de la circuncisión de Abraham, su nombre fue cambiado de
Abram en Abraham (v. 5). He ahí por qué el nombre se le impone al niño en el
momento de la circuncisión. Cuando se trata de personajes importantes a quienes
Dios destina para una misión particular, entonces es Dios mismo y no la familia
quien impone el nombre. Así acontece con Juan Bautista: «Le pondrás por nombre
Juan» (Lc. I, 13); y con Jesús: «Le pondrás por nombre Jesús» (en Mt. I, 21 esta
orden le es dada a José; en Lc. I, 31 le es dada a María).
HEUSCHEN - LA
BIBLIA CADA SEMANA - EDIC. MAROVA/MADRID 1965.Pág 76 s.
6. - Inmediatamente
después de terminarse la celestial revelación, los pastores se hacen al camino
hacia Belén, y allí se les confirma el mensaje anunciado por los ángeles. Una
vez en Belén, cuentan lo que a ellos se les ha comunicado y cómo han sido
conducidos de esta manera al recién nacido Mesías-Niño.
La indicación
de que encontraron a Jesús en el portal es el signo por el que la fe de los
pastores tiene que decidirse. Lo cual hace, a su vez, que ellos en el lugar del
nacimiento se conviertan en mensajeros de alegría.
Sobre María se
pone de relieve el hecho de que todas las palabras que salían de la boca de los
pastores (es decir: "todas esas cosas", los datos narrados) las
guardaba y conservaba en su corazón (cf. v. 51; Gn 37, 11; Dn 7, 28). El
corazón, como un tesoro, se manifiesta en el caso de los pastores en que no
cesan de alabar a Dios y proclamar su gloria. Después, aquella gente sencilla
marcha de nuevo a su rebaño, pero ya, como se ha indicado, alabando a Dios por
lo que han vivido y por lo que con fe se les ha permitido conocer.
El v. 21 es el
fragmento que hace pareja con el contenido de 1,59s. Al igual que en el caso del
Bautista, tampoco aquí el tono de la exposición hace hincapié en la
circuncisión que había de realizarse en todo niño judío, sino en la imposición
del nombre. Y, también como en el caso de Juan, el nombre de Jesús había sido
determinado por el ángel, es decir, por Dios, antes de la concepción. Desde
este momento, Lucas nombrará a Jesús con su propio nombre en el relato que
continúa. Con ese nombre, Dios fija también la misión de Jesús: Dios es
salvador. En Jesús trae Dios la salvación: "Pasó haciendo el bien y
sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él"
(Hch 10, 38).
EUCARISTÍA
1993, 1
PROPUESTA DE CANTOS
PARA SANTA MARIA MADRE DE DIOS (1 ENERO)
01.- ENTRADA: BIENVENIDA NAVIDAD
el día de Navidad;
¡qué lindo que todo el año
la gente se quiera igual!
2. Se perdonan las maldades,
todo se hace con bondad;
por eso seas bienvenida,
mi querida Navidad.
3. Estrellita de la noche
que sales para alumbrar,
ilumina al que está
solo la noche de Navidad.
4. Todos cantan en noche
del día de Navidad;
¡qué lindo que estas canciones
nos lleven a la amistad!
02.- EN BELEN
EN BELÉN NO HABÍA CAMPANAS.
EN BELÉN NO HABÍA ALEGRÍA.
EN BELÉN UN NIÑO LLORABA,
MIENTRAS SU MADRE SUFRÍA.
Y SIN
EMBARGO EN BELÉN
ERA
DIOS EL QUE NACÍA. (2v).
1. No hubo en Belén personas influyentes
no hubo en Belén cumplidos ni agasajos,
en Belén hubo sencilla y llana gente,
hubo en Belén pobreza y desamparo.
2. No hubo en Belén banquetes ni festejos
no hubo en Belén despliegue de invitados en Belén
hubo ternura y sentimiento, hubo en Belén total anonimato.
3. No hubo en Belén revuelo y parabienes
no hubo en Belén folklore ni regalos,
en Belén hubo pastores en silencio,
hubo en Belén susurros y recato.
03.- LA VIRGEN
LLEVA UNA ROSA
1.- La Virgen lleva
una rosa, en su divina pechera,
que se la dio San
José, el día de noche buena.
A BELÉN PASTORES, PASTORES CHIQUITOS
QUE HA NACIDO EL REY DE LOS ANGELITOS. (2V.).
2.- Todo Belén está
en fiesta, todo es placer y alegría;
que ha nacido un
triunfante, que es un sol de maravilla.
04.- MI CASA SERÁ BELÉN (Dones)
SEÑOR QUE CASA NO
HALLASTE
CUANDO NACISTE EN
BELÉN,
HOY TE OFREZCO LA
MÍA:
MI CASA SERÁ
BELÉN.
TÚ QUE ERES LUZ Y
ERES VIDA,
VEN A MI VIDA A
NACER.
Y TE CUIDARE COMO TE
CUIDO MÁRÍA,
COMO TE CUIDO JOSÉ
Y TE CUIDARE COMO TE
CUIDO MÁRÍA,
COMO TE CUIDO JOSÉ.
Mi casa será Belén si
viene mi puerta abierta
y si mi mente está
alerta al resplandor de la fe
la fe que tuvo María.
La fe que tuvo José.
Mi casa será Belén si
doy mi llave a los pobres
y si sé amar a los
hombres con el amor de tu ley.
Igual que amaba
María, igual que amaba José.
05.- COMO LO HIZO
MARIA (Dones)
te venimos a
ofrecer,
queremos darte algo
más
te entregamos
nuestro ser.
COMO LO HIZO MARÍA,
QUE TU PALABRA
ESCUCHÓ,
Y DIJO UN SÍ
GENEROSO,
PARA ACEPTAR TU
MISIÓN.
2.- Hoy quedan sobre
este altar,
nuestras vidas hoy
Señor,
haz que sepamos
luchar,
para conservar tu
amor.
BENDIGAMOS
AL SEÑOR (Comunión)
Música del canto gregoriano “Concordi
Laetitia”
RE
LA7 Sim
Bendigamos al Señor
SOL LA7
RE
que nos une en caridad
Mim Sim Fa#m
y nos nutre con su amor
Mim RE LA7 Sim
en el Pan de unidad.
SOL LA7 RE
¡Oh Padre nuestro!
Conservemos la unidad
que el Maestro nos mandó,
donde hay guerra que haya paz,
donde hay odio que haya amor.
¡Oh Padre nuestro!
El Señor nos ordenó
devolver el bien por mal,
ser testigo de su amor,
perdonando de verdad.
¡Oh Padre nuestro!
Al que vive en el dolor
y al que sufre soledad
entreguemos nuestro amor
y consuelo fraternal.
¡Oh Padre nuestro!
El Señor que nos llamó
a vivir en unidad,
nos congregue con su amor
en feliz eternidad.
¡Oh Padre nuestro!.
06.- A DIOS DEN GRACIAS LOS PUEBLOS Salmo
66 (J.A. Espinosa)
A DIOS DEN GRACIAS LOS PUEBLOS,
ALABEN LOS PUEBLOS A DIOS. (2V)
1. Que Dios tenga piedad y nos bendiga;
Que ilumine su rostro entre nosotros;
conozca la tierra sus caminos,
las naciones, su salvación.
2. Que canten de alegría las naciones
porque riges el mundo con justicia
con rectitud riges los pueblos
y gobiernas las naciones de la tierra.
3. La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios,
que Dios nos bendiga y que le teman
las naciones todas de la tierra.
07.- EN BELEN LAS CAMPANAS TOCAN.
No me despierten al niño (Shshsh.......)
quiero que duerma,
anoche estuvo jugando
con las estrellas.
EN BELÉN LAS CAMPANAS TOCAN
SOLAS
TILÍN-TILINGO,
TILÍN-TILONGA.
EN BELÉN LAS CAMPANAS SON
LAS ROSAS,
TILÍN-TILINGO,
TILÍN-TILONGA.
TILÍN-TILINGO, TIN
TILÍN-TILONGA
LAS CAMPANAS DE BELÉN
TOCAN LA GLORIA.
No me despierten al niño
Él tiene sueno,
anoche estuvo jugando
con los luceros.
En Belén las campanas….
08.- HAZME, SEÑOR, INSTRUMENTO DE TU PAZ
(C. Gabaráin)
FA
1. Hazme, Tú Señor,
DO7 FA
instrumento de tu paz
de esa paz Señor
DO7 FA
que Tú solo puedes dar
quiero dar amor
DO7 FA
quiero dar fraternidad.
2. No quiero buscar
ser amado sino amar
quiero iluminar
sonreir y consolar
quiero confiar
comprender y perdonar.
09.- SANTA MARÍA DEL AMÉN (J.A. Espinosa)
(Salida)
Rem
Lam Rem
Madre de todos los hombres,
Solm FA LA#
enséñanos a decir
DO Rem
amén.
FA Rem Lam
Cuando la noche se acerca
LA# La#m FA
y se oscurece la fe.
Cuando el dolor nos oprime
y la ilusión ya no brilla.
Cuando aparece la luz
y nos sentimos felices.
Cuando nos llegue la muerte
y Tú nos lleves al cielo.
10.- SANTA MARÍA DEL CAMINO (J.A.
Espinosa)
Mientras recorres la vida,
SOL DO
tú nunca solo estás:
FA DO
contigo por el camino
SOL7 DO
Santa María va.
FA DO
Ven con nosotros al caminar,
SOL7 DO
Santa María, ven. (Bis)
Aunque te digan algunos,
que nada puede cambiar,
lucha por un mundo nuevo,
lucha por la verdad.
Si por el mundo los hombres
sin conocerse van,
no niegues nunca tu mano
al que contigo está.