viernes, 29 de septiembre de 2023

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XXVI T.O. CICLO A - 1 OCTUBRE 2023

 DECIR SI A DIOS ES CAMBIAR ENSEGUIDA

 

 

COMENTARIO

  

Mucha de nuestra gente no se explica cómo Jesús alabe a unas mujeres que llevan una mala vida y a la vez sean portadoras de muchas enfermedades. El evangelio no dice: “Les precederán”, sino que dice: “Les preceden”. Jesús no concedía una prioridad teórica a todas las prostitutas. Constaba un hecho: entre sus oyentes, las prostitutas eran las primeras que creían en él y se convertían. ¿Le agradaría más a Jesús si yo fuera un canalla y un sinvergüenza a una persona decente? Se ve a más de un cristiano chocar con esta dificultad, sobre todo después de un sermón en donde le habían vapuleado. Seguramente no se daban cuenta de que reaccionaban algo así como esos fariseos a los que Jesús dedica la parábola de los dos hijos.

Los dos muchachos reciben la misma invitación. Se trata de un detalle capital: sean cuales fueren nuestra situación y nuestra vida, Dios nos hace la misma llamada fundamental y el mismo ofrecimiento. Pueden parecer grandes las diferencias entre nosotros, pero siempre son superficiales respecto a nuestra opción más profunda decir sí o no a Jesucristo. Cuando los dos hijos oyen: “Ve hoy a trabajar en la viña”, uno dice que sí, pero no va. El otro dice que no, pero “recapacitó”, se arrepintió y fue. Observemos las dos palabras clave: “hoy” y “recapacitó”, y piensen en los que rodeaban a Jesús cuando les decía estas cosas. Él mismo es la invitación de Dios, la invitación más fuerte: “Hoy, escúchenme a mí escuchando a mi Hijo”.

Hasta entonces, algunos creían que le decían sí a Dios, cuando en realidad le decían no; no sabían verdaderamente cómo se dice sí a Dios. En este sentido, los fariseos eran exactamente como las prostitutas. Todos estaban ante la enorme oportunidad de poder finalmente decirle sí a Dios inmediatamente (hoy), les bastaba con escuchar a Jesús.

Las prostitutas se aprovechan enseguida de esta oportunidad mientras que los fariseos no dan ni un solo paso. ¿Cómo explicar una reacción tan diferente? Todo está en aquel “recapacitó”.  Para decirle sí a Dios hay que empezar por darse cuenta de que es posible decirle que no, que uno está a punto de decírselo. Y no es fácil confesar esto. Hay un peligro que acecha a los mejores, a los que se esfuerzan lo mismo que los fariseos creerse tan al lado de Dios que no se piensa ya en convertirse, en cambiar. Para las prostitutas su no a Dios era tan grande que no vacilaron al ver que podrían decirle si inmediatamente.

Nosotros, ¡el primer hijo! Vamos acumulando los amén... y no nos movemos. Entonces, ¿hay que hacerse publicanos o prostitutas? No, sino descubrir que somos pecadores, de una forma o de otra. Cuando uno toma conciencia de ello, tiene ciertas oportunidades de ser el segundo hijo, el del verdadero sí.

R.P. Roland Vicente Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA Dn 3, 31.29.30.43.42.

Cuanto has hecho con nosotros, Señor, es un castigo merecido, porque hemos pecado contra ti y no hemos obedecido tus mandamientos; pero da gloria a tu nombre y trátanos según tu gran misericordia.

 

ORACION COLECTA

Oh Dios, que manifiestas tu poder sobre todo con el perdón y la misericordia, aumenta en nosotros tu gracia, para que, aspirando a tus promesas, nos hagas participar de los bienes del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura de la profecía de Ezequiel 18, 25-28.

Así dice el Señor: “Ustedes comentan: “No es justo el proceder del Señor”. Escucha, pueblo de Israel: ¿es injusto mi proceder? ¿No es más bien el proceder de ustedes el que es injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió. Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, el mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos ciertamente vivirá y no morirá”.

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 24)

 

Recuerda, Señor, tu ternura

 

Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas; haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador y todo el día te estoy esperando. R.

 

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas, no te acuerdes de los pecados ni de las maldades de mi juventud, acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor. R.

 

El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores hace caminar a los humiles con rectitud, enseña su camino a los humildes. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 1-11

Hermanos: Si quieren ustedes, darme el consuelo de Cristo y aliviarme con su amor, si nos une el mismo Espíritu y tienen entrañas compasivas, denme esta gran alegría; manténganse unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir. No ven por rivalidad ni por ostentación, déjense guiar por la humildad y consideren siempre a los demás superiores a ustedes mismos. No se encierren en sus intereses, sino busquen todos los intereses de los demás.

Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jesús.  El, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomo la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levanto sobre todo y le concedió el “Nombre-sobre-todo-nombre”; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO  Jn 10, 27.                               

Aleluya. Mis ovejas escuchan mi voz – Dice el Señor -  y yo las conozco, y ellas me siguen. Aleluya.

 

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según San Mateo 21, 28-32.

En aquel tiempo, dio Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “¡Que les parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña”. Él le contesto: “No quiero”. Pero después recapacito y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contesto: “Voy, Señor”. Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?”. Contestaron: “El primero”. Entonces Jesús les dijo: “Les aseguro que los publicanos y las prostitutas entraran antes que ustedes en el Reino de Dios. Porque vino Jesús a ustedes enseñándoles el camino de la salvación, y no le creyeron; en cambio los publicanos y las prostitutas le creyeron. Y ustedes, a pesar de esto no se arrepintieron ni creyeron en él”.

 

PLEGARIA UNIVERSAL

Invoquemos a Dios, que por Cristo nos enseñó el camino que lleva a la vida, y digámosle: R.- Muéstranos tu misericordia

 

1.-  Para que no falten en la Iglesia quienes, con su coherencia de vida, instruyan en los caminos del Señor. Oremos al Señor. R.

 

2.- Para que obrando con rectitud promovamos el bien y la justicia. Oremos al Señor. R.

 

3.- Para que la unidad y el amor fundamenten la paz y la justicia en nuestra sociedad. Oremos al Señor. R.

 

4.- Para que la ternura y la misericordia del Señor se hagan presentes en los enfermos, en los que sufren, en los que están solos y en los que son explotados. Oremos al Señor. R.

 

5.- Para que el Señor destierre de los corazones las envidias, egoísmo y rivalidades. Oremos al Señor. R.

 

6.- Para que, teniendo los mismos sentimientos de Cristo, vivamos con humildad. Oremos al Señor. R.

 

Escucha, Señor, nuestras suplicas, mándanos a trabajar a tu vida y no permitas que nada demore nuestra respuesta a tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

 Concédenos, Dios de misericordia, aceptar esta ofrenda nuestra y que, por ella, se abra para nosotros la fuente de toda bendición. Por Jesucristo nuestro Señor    

 

ANTIFONA DE COMUNION 1Jn 3, 16

En esto hemos conocido el amor de Dios; en que El dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Señor, que el sacramento del cielo renueve nuestro cuerpo y espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de Aquel cuya muerte y hemos anunciado y compartido. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 02: Za 8, 1-8; Sal 101; Mt 18, 1-5.10

Martes 03: Za 8, 20-23; Sal 86; Lc 9, 51-56.

Miércoles 04: Ne 2, 1-8; Sal 136; Lc 9., 57-62.

Jueves 05: Ne 8, 1-4a.5-6.7b-12; Sal 18; Lc 10, 1-12

Viernes 06: Ba 1, 15-22; Sal 78; Lc 10, 13-16.

Sábado 07: Ba 4, 5-12.27-29; Sal 68; Lc 10, 17-24.

Domingo 08:  Is 5, 1-7; al 79; Flp 4, 6-9; Mt 21, 33-43.

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO

Mt 21, 28-32


1.- En el pasaje que comentamos, Cristo quiere convencer a todos los que se escandalizan de su predilección por los pecadores, de que éstos están más cerca de la salvación, si hacen penitencia, que aquellos otros de tan buena reputación que se creen justos (Mt 9. 10-13). Los pecadores, es cierto, se han opuesto a la voluntad de Dios, pero se han arrepentido, como el hijo pródigo, mientras que los que se consideran a sí mismos piadosos servidores de Dios se olvidan de su obligación de amar a los hombres.

Esta parábola va dirigida, por consiguiente, a los que se cierran a la Buena Nueva en nombre de la justicia. En ella se pone de manifiesto el amor de Dios a los que, siendo objeto del desprecio de todos, son capaces de hacer penitencia y de obedecer los mandatos de Dios con más ardor y entusiasmo que los orgullosos y los que se bastan a sí mismos. La parábola es, pues, una apología de la actitud de Cristo hacia los pecadores. (...).

Dios no ha decidido, en un momento determinado de la historia, rechazar a Israel y adoptar a los gentiles, ya que su plan de salvación es, en todo momento, universal. Ni siquiera los escribas y las autoridades judías son excluidas de la salvación, pero el comportamiento de éstos con respecto al Mesías les ha hecho perder la función que hasta entonces desempeñaban en el orden de la mediación. El modo de vivir su "sí" a la Ley les ha hecho decir "no" al Evangelio.

Esto mismo puede aplicarse también a los cristianos. Un "sí" pregonado a los cuatro vientos y que, en realidad, oculta alguna negativa, encierra con frecuencia a los "otros" en un "no", que ya no es lo mismo. Y los profesionales del "sí" dan la sensación a veces de estar tan aferrados a su sistema, que los que dijeron "no" no están dispuestos a cambiar de parecer. Sin embargo, el acceso al Reino sólo es posible en la medida en que los que comenzaron diciendo "no", con el tiempo llegan a descubrir que pueden decir "sí" sin necesidad de renegar del todo de sus anteriores opiniones.

MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA VII - MAROVA MADRID 1969.Pág. 113 s.


 

2.- Jesús se enfrenta en el evangelio con unas conductas que por religiosas son impenetrables al Evangelio, y ejemplariza otras que, aunque inmorales, sí son asequibles a la revelación del Reino: al Dios nuevo que es JC el Señor.

Jesús no está hablando de la salvación última ni de las colecciones de virtudes heroicas; Jesús habla de la entrada en su Reino aquí, y pone el ejemplo de Juan aceptado por las prostitutas y rechazado por los sacerdotes. Jesús habla de lo que le está pasando a él mismo: va a ser asesinado por los creyentes en su Padre: gentes muy religiosas, pero de muy malos sentimientos.

Nuestra situación es la misma, pero más grande en todo: el judaísmo se coló en la Iglesia, se vistió de Evangelio, pero sigue impenetrable a los sentimientos de Cristo. Pero también Xto y su Reino es más notable aquí, hay muchos hijos que dijeron "no voy" y están trabajando para el Reino; hay muchos señores que van abandonando su "rango" y consolidan muy pegados a sus cruces el Señorío de Cristo.

JAIME CEIDE - ABC/DIARIO - DOMINGO 30-9-1990/Pág. 74


 

3.- En el evangelio de hoy y en el de los dos próximos domingos vamos a leer tres parábolas de Jesús dirigidas todas ellas "a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo". Tienen en común el hecho de que Jesús se ve rechazado por los notables del pueblo, aquellos que deberían haberlo aceptado desde el principio. En estas notas al evangelio de hoy vamos a fijarnos en primer lugar en la parábola y luego en sus aplicaciones.

1. De entrada Jesús invita a sus interlocutores a juzgar lo que va a proponerles ("¿qué os parece?") y la interpelación se repite de nuevo al final ("¿Quién de los dos...?"). Los dos hijos tipifican los dos grandes grupos en que se dividía el pueblo de Israel: los "justos “y los "pecadores", pero ambos son considerados como hijos y son objeto del amor del Padre, al tiempo que tienen también necesidad de perdón. La parábola describe sus actitudes contrarias. En primer lugar la del que es considerado pecador: su respuesta cortante ("no quiero"), que muestra la desobediencia al deber más importante para con los padres, hace que los oyentes de Jesús lo caractericen como tal; pero éste es capaz de arrepentirse y hacer la voluntad de su padre. La segunda actitud -el segundo hijo caracteriza a aquellos que se creen "justos"- sería la de los que dicen y no hacen; los que en el momento decisivo no obedecen.

Toda la fuerza de la parábola está en el hacer o el dejar de hacer, que es lo que en definitiva cuenta ante Dios.

2. Las palabras de Jesús ("os aseguro...") se dirigen a los notables del pueblo diciéndoles que ellos son los que dicen y no hacen, que externamente son piadosos pero que en realidad no cumplen la voluntad de Dios. En cambio, "los publicanos y las prostitutas", considerados como personas cuya conversión era imposible a causa de su clase de vida, sustituyen a los primeros en el camino hacia el Reino.

A esta primera aplicación de la parábola se añade otra, aplicando el hecho de que los pecadores aceptan la predicación del Reino y los justos la rechacen a una situación histórica muy concreta e importante: la predicación de Juan Bautista. Los que creyeron en él y manifestaron con hechos concretos su conversión -como el primer hijo- se encuentran ahora dispuestos para aceptar a Jesús. Los que no se tomaron seriamente al Bautista van experimentando un endurecimiento que les impide convertirse incluso después "de ver esto", es decir, el cambio que con ocasión del Bautista y sobre todo de Jesús, experimentan los considerados pecadores.

A lo largo de todo el texto -tanto de la parábola como de las aplicaciones- se dan continuas referencias en tono polémico hacia aquellos que no quieren aceptar la predicación de Jesús y se escandalizan del Evangelio.

J. ROCA - MISA DOMINICAL 1981/18

 

PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XXVI CICLO A - (01 OCTUBRE 2023)

 

TEMA:  RECAPACITO Y FUE A LA VIÑA

 

01.-DIOS ES ALEGRE (Cesareo Garabain)

Si Dios es alegre y joven,

si es bueno y sabe sonreír,

¿por qué rezar tan tristes,

por qué vivir sin cantar ni reír?.

 

Todas las flores y las estrellas,

las cosas bellas las hizo Dios;

el temblor de una mirada

en una niña enamorada,

la ternura de una madre,

todo es sonrisa de Dios.

 

DIOS ES ALEGRE,

DIOS ES ALEGRE,

DIOS ES AMOR. (2)

 

Si Dios busca mi alegría,

si Dios me quiere hacer feliz,

¿por qué callar mi canto?,

si es oración mi canción juvenil.

 

Él dio al arroyo su melodía,

y al nuevo día un ruiseñor.

¡Dios alegre, Dios amigo!;

el Dios que siempre va conmigo,

compartiendo mi esperanza,

brindando vida y amor.

 

02.- PUEBLO SANTO Y ELEGIDO (J.P. Martins)

1. Caminamos hacia ti,

oh ciudad de nuestro Dios,

construyendo en este mundo

la verdad y el amor.

 

PUEBLO SANTO Y ELEGIDO

CONGREGADO EN EL AMOR,

VAS BUSCANDO, PEREGRINO,

LA CIUDAD DE NUESTRO DIOS.

 

2. Avanzamos, peregrinos,

con Jesús, nuestra esperanza.

Él nos salva, Él nos guía,

con la luz de su palabra.

 

3. Quien tiene hambre de justicia,

quien anhela la verdad,

en la mesa del Señor

su Palabra encontrará.

 

4. Reunidos en la Iglesia

proclamamos su verdad:

Jesucristo es el que salva

dando al mundo su amistad.

 

5. Los caminos de este mundo

son caminos sin final:

sólo Cristo es el sendero

que conduce a la verdad.

 

03.-SALMO 12 QUE ALEGRIA CUANDO ME DIJERON (Miguel Manzano)

QUÉ ALEGRÍA CUANDO ME DIJERON:

¡VAMOS A LA CASA DEL SEÑOR!

YA ESTÁN PISANDO NUESTROS PIES

TUS UMBRALES, JERUSALÉN.

 

Jerusalén está fundada

Como ciudad bien compacta.

Haya suben las tribus,

Las tribus del Señor. 

 

Según la costumbre de Israel,

Al celebrar el nombre del Señor

En ella están los tribunales de justicia,

En el palacio de David. 

 

Desead la paz a Jerusalén,

Vivan seguros los que te aman;

Allá paz dentro de tus muros

En tus palacios seguridad. 

 

Por mis hermanos y compañeros,

voy a decir:   la paz contigo.

Por la casa del Señor, nuestro Dios,

te deseo todo bien.

 

04.-ENTRE TUS MANOS

ENTRE TUS MANOS ESTÁ MI VIDA SEÑOR,

ENTRE TUS MANOS PONGO MI EXISTIR.

HAY QUE MORIR PARA VIVIR,

ENTRE TUS MANOS CONFÍO MI SER.

 

1. Si el grano de trigo no muere,

si no muere sólo quedará,

pero si muere en abundancia dará

un fruto eterno que no morirá.

 

2. Es mi anhelo, mi anhelo creciente

en el surco, contigo morir;

y fecunda será la simiente, Señor,

revestida de eterno vivir.

 

3. Y si vivimos, para él vivimos;

y si morimos, para él morimos.

Sea que vivamos o que muramos,

somos del Señor, somos del Señor.

 

05.- ACEPTA SEÑOR EL VINO Y EL PAN (Joaquín Madurga)

ACEPTA SEÑOR EL VINO Y EL PAN

CON ELLOS TRAEMOS TU OFRENDA A TU ALTAR.

 

1.- Sobre tu altar Señor va nuestra ofrenda

el abrazo sincero al hermano

perdonándonos nuestras ofensas.

 

2.- Sobre el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:

trabajar por un mundo más justo de igualdad

y concordia fraterna.

 

3.- Sobre el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:

convertir nuestra vida pasada

al mensaje de tu Buena Nueva.

 

06.-EUCARISTIA MISTERIO DE AMOR (Alfonso Luna)

1.- Eucaristía, misterio de amor,

Eucaristía, comida del pan.

Hoy le comemos en esta mesa,

hoy nos unimos al comulgar.

 

CRISTO ESTA AQUÍ, VINO AL ALTAR

DIOS ES COMIDA QUE SE NOS DA.

 

2.- Eucaristía, es su regalo,

Eucaristía es un gran don:

en esta Misa lo celebramos

todos unidos en comunión

 

3.- Tu vida, joven, tiene sentido,

cuando te acercas a comulgar;

en esta fiesta, Cristo te invita:

Dios es comida, comparte tu pan.

 

07.-DONDE HAY CARIDAD (Joaquín Madurga)

DONDE HAY CARIDAD Y AMOR,

ALLÍ, ESTÁ EL SEÑOR. (2)

 

Una sala y una mesa, una copa, vino y pan,

los hermanos compartiendo en amor y en unidad.

Nos reúne la presencia y el recuerdo del Señor,

celebramos su memoria y la entrega de su amor.

 

Invitados a la mesa del banquete del Señor,

recordamos su mandato de vivir en el amor.

Comulgamos en el Cuerpo y en la Sangre que Él nos da,

y también en el hermano, si lo amamos de verdad.

 

Este pan que da la vida y este cáliz de salud

nos reúne a los hermanos, en el nombre de Jesús.

Anunciamos su memoria, celebramos su pasión,

el misterio de su muerte y de su resurrección.

 

08.- ACABAMOS DE OIR TU PALABRA (Francisco Palazón)

Acabamos de oír tu Palabra,

repetida a través de los siglos

y quizás ni siquiera estrenarla.

Tu Palabra es susurro y oímos. (2v.)

 

Tu Palabra que es luz y alimento,

nos rebota el oscuro sorbido

y así estamos hambrientos y ciegos

Tu Palabra es susurro y oímos. (2v.)

 

Tu palabra salud y presencia,

nos encuentra sin vida y vacíos

por haberla enterrado en la Iglesia.

Tu Palabra es susurro y oímos. (2v.)

 

 Gritad fuerte Señor, gritad fuerte,

que tenemos cerrado el oído

y el silencio nos lleva a la muerte.

Tu Palabra es susurro y oímos. (2v.)

 

09.- LA LLAMADA (P. Zenziho)

Si escuchas la voz del viento

llamando sin cesar,

si escuchas la voz del tiempo

mandándote esperar;

 

la decisión es tuya,

la decisión es tuya.

 

Son muchos los invitados

Son muchos los invitados

pocos los decididos

pocos los decididos.

 

Si escuchas la voz de Dios

llamando sin cesar

si escuchas la voz del mundo

queriéndote engañar;

la decisión es tuya,

la decisión es tuya.

 

El trigo ya se perdió

creció, de nada sirvió

y el mundo pasando hambre

pasando hambre de Dios;

la decisión es tuya,

la decisión es tuya.

 

10.- CRISTO TE NECESITA (Cesareo Garabaín)

1. Cristo te necesita para amar, para amar,

Cristo te necesita para amar.

 

NO TE IMPORTEN LAS RAZAS NI EL COLOR DE LA PIEL,

AMA A TODOS COMO HERMANOS Y HAZ EL BIEN.

2. Al que sufre y al triste dale amor,

dale amor, al humilde y al pobre, dale amor.

 

3. Al que vive a tu lado dale amor, dale amor,

al que viene de lejos dale amor.

 

4. Al que habla otra lengua dale amor, dale amor,

al que piensa distinto dale amor.

 

5. Al amigo de siempre dale amor, dale amor,

al que no te saluda, dale amor.

 

11.- DIJO QUE SI MARIA (Cesáreo Garabaín)

Dijo que sí María, cuando al amanecer

pudo ofrecer su casa al Santo de Israel.

Era un jardín la Virgen, Dios quiso ser clavel;

nunca mi pobre tierra fuera tan buen vergel.  (2)

 

DIJO QUE SI MARÍA Y AL RECIBIRLE A ÉL

EN SU MORADA HUMILDE NOS ACOGIÓ TAMBIÉN.

MADRE DE DIOS Y NUESTRA, VIRGEN DE NAZARETH,

EN TU JARDÍN DE AMORES YO QUIERO FLORECER. (2)

 

Dijo que sí María, cuando al amanecer,

supo que Dios quería en su jardín nacer.

Por madre la quería ella le dio su ser;

nunca mi pobre tierra fuera tan buen vergel. (2)

 

Dijo que sí María, cuando al amanecer

Dios la envolvió en su sombra con todo su poder.

De sus entrañas puras el cielo va a nacer;

nunca mi pobre tierra fuera tan buen vergel.  (2)

 

miércoles, 20 de septiembre de 2023

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO XXV T.O. CICLO A - 24 SETIEMBRE 2023

 GRATUIDAD: VIVE ASOMBRADO DE LO QUE ES. AGRADECE SERLO




COMENTARIO

 

Para la comprensión de este texto es absolutamente indispensable tener en cuenta el contexto precedente. Al joven que quería saber lo que tendría que hacer para alcanzar la vida eterna, Jesús le ha propuesto repartir sus posesiones entre los pobres y seguirle. Oída la propuesta, es Pedro una vez más quien pregunta: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte; ¿qué recibiremos por ello?" Respuesta de Jesús: "Todos los que hayan dejado esposa... por causa mía, recibirán la herencia de la vida eterna. Ahora bien, muchos que son primeros, serán últimos y muchos que son últimos, serán primeros". La respuesta va dirigida exclusivamente a los discípulos y tiene una doble vertiente: promesas y llamada de atención. Por haber dejado todo, los discípulos son primeros, pero pueden ser últimos.

El texto de hoy empalma con esta respuesta de Jesús, explicando y dando razón a los discípulos de la llamada de atención que se les ha hecho. De ahí que, al final, se vuelva a repetir la inversión propuesta: "Así es como los últimos serán los primeros y los primeros los últimos" (v. 16). El sentido general del texto es, pues, el de hacer ver a los discípulos que ellos pueden ser los últimos.

Centrándonos ya en el texto, éste es una parábola. Por estar dirigida a los discípulos no se trata de una parábola pura. El versículo final, en efecto, ofrece la pauta para su interpretación.

Las horas de contratación manejadas en la parábola son las siguientes: 6 de la mañana (amanecer, hora primera, prima), 9 (media mañana, hora tercera, tercia), 12 (mediodía, hora sexta), 3 de la tarde (media tarde, hora novena, nona), 5 de la tarde (caer de la tarde, hora undécima). Los judíos computaban las horas diurnas de 6 de la mañana a 6 de la tarde. Por consiguiente, los primeros jornaleros contratados trabajan doce horas frente a una que trabajan los últimos. El contraste entre los primeros y últimos no puede ser más gráfico y cortante.

El pago comienza por los últimos y termina por los primeros. Comienzo de la inversión: los últimos pasan a primeros y los primeros a últimos. Al ser el mismo el pago para todos, la inversión disgusta a los últimos en cobrar: éstos comparan y exigen. Se consuma así la inversión. Los últimos en cobrar no tienen altura ni categoría. Son, efectivamente, últimos, no porque sean malos sino porque no dan la talla en el Reino de Dios.

Presumo que muchos pensamos como los jornaleros de las 6 de la mañana. Lo siento. Somos buenos y muy trabajadores, pero no somos discípulos de Jesús. ¿Va quedando ya claro que ser discípulo de Jesús no es ser mejor sino ser diferente? El discípulo de Jesús no pasa la cuenta ni la hoja de servicios prestados; no exige; no establece comparaciones.

El discípulo de Jesús es; está; todo lo experimenta como don; vive asombrado de lo que es; agradece ser discípulo el mayor tiempo posible, sin preocuparle "el peso del día y el bochorno"; no se entiende a sí mismo ni actúa desde lo que está mandado ni desde el raquitismo de la ley del mínimo esfuerzo. He aquí algunos de los rasgos que conforman la talla de persona del Reino de los Cielos.

R.P. Roland Vicente Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA

Yo soy la salvación del pueblo, dice el Señor. Cuando me invoquen en la tribulación, los escucharé y seré para siempre su Señor.

 

ORACION COLECTA

Oh, Dios que has puesto la plenitud de la ley divina en el amor a ti y al prójimo, concédenos cumplir tus mandamientos, para que merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 55, 6-9.

Busquen al Señor mientras se deja encontrar, invóquenlo mientras este cerca, que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y El tendrá piedad a nuestro Dios, que es rico en perdón.  “Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni mis caminos son los caminos de ustedes -  oráculo del Señor -. Como el cielo está por encima de la tierra, mis caminos están por encima de los de ustedes, mis pensamientos, de sus pensamientos”.

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 144)

 

Cerca está el Señor de los que lo invocan.

 

Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. Grande es el Señor, merece toda alabanza, es incalculable su grandeza. R.

 

El Señor es clemente y misericordiosos, lento a la cólera y rico en piedad: el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R.

 

El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones. Cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 1, 20c-24.27ª.

Hermanos: Cristo será glorificado abiertamente en mi cuerpo, tanto si vivo como si muero. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, o sé que escoger. Me encuentro en ese dilema: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, y eso es mucho mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para ustedes. Lo importante es que ustedes lleven una vida digna del Evangelio de Cristo.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Hch 16, 14b. 

Aleluya. Ábrenos el corazón, Señor, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. Aleluya.

 

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar trabajadores para su viña. Después de contratar a los trabajadores por un denario al día, los mando a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y le dijo: “Vayan también ustedes a mi viña, y les pagaré lo debido”. Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, sin trabajo y les dijo: “¿Por qué están aquí el día entro sin trabajar?”. Le respondieron: “Nadie nos ha contratado”. Él les dijo: “Vayan también ustedes a mi viña”. Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: “Llama a los trabajadores y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.

Cuando llegaron los primeros, penaban que recibían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: “Estos últimos han trabajado solo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”. El replico a uno de ellos: “Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No quedamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti.  ¡Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tu envidia porque yo soy bueno?”. Así los últimos serán los primeros y los primeros los últimos”.

 

PLEGARIA UNIVERSAL

Hermanos, cerca está el Señor de los que le invocan -  repetimos hoy en el salmo -; por eso presentémosle nuestras oraciones y pidámosle por nosotros y por el mundo entero. Invoquémosle diciendo: R.- Escucha y ten piedad.

 

1.- Para que la vida de Cristo, y su acogida incondicional al ser humano, se haga presente en la vida de su Iglesia. Oremos. R.

 

2.-  Para que la justicia y el amor de Dios muevan los corazones de nuestros gobernantes a la construcción de una sociedad más justa y más humana. Oremos. R.

 

3.- Para que los países que viven en situación de pobreza reciban la ayuda que les corresponde de las naciones más ricas y poderosas. Oremos al Señor. R.

 

4.-Para que los que obran el mal abandonen su camino y el Señor los colme de su misericordia. Oremos. R.

 

5.- Para que los que han dejado este mundo gocen con Cristo de la dicha plena de la gloria. Oremos. R.

 

6.- Para que, alimentados del Cuerpo de Cristo y de su Palabra, trabajemos con ilusión en su viña. Oremos. R.

 

Escucha, Padre, las oraciones de tus hijos, concédenos trabajar con entrega por el Reino, y haz que un día el cielo sea nuestra morada. Por Jesucristo nuestro Señor.


ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, en tu bondad las ofrendas de tu pueblo, para que cuanto creemos por la fe lo alcancemos por el sacramento celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION Sal 118, 4-5

Tú, Señor, promulgas tus decretos para que se observen exactamente; ojalá este firme mi camino por cumplir tus consignas.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Señor, apoya bondadoso con tu ayuda continua a los que alimentas con tus sacramentos, para que consigamos el fruto de la salvación en los sacramentos y en la vida diaria. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 25: Esd 1, 1-6; Sal 125; Lc 8, 16-18.

Martes 26: Esd 6, 7-8.12b.14-20; Sal 121; Lc 8, 19-21.

Miércoles 27: Esd 9, 5-9; Sal: Tb 13, 2-8; Lc 9, 1-6.

Jueves 28: Ag 1, 1-8; Sal 149; Lc 9, 7-9.

Viernes 29: Dn 7, 9-10. 13.14 (o bie4n: Ap 12, 7, 12ª); Sal 137; Jn 1, 47-51.

Sábado 30: Za 2, 5-9.14-15ª; Sal: Jr 31, 10-13; Lc 9, 43b-45.

Domingo 01: Ez 18, 25-28; Sal 24; Flp 2, 1-11; Mt 21, 28-32.

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO
Mt 20, 1-16

 

1. D/JUSTICIA. EL AGRAVIO FUNDAMENTAL QUE SE HACE A DIOS ES SU FALTA DE JUSTICIA /Ez/18/25-29/ Lc/15/29-30/Jon/04/02 
ALIANZA/GRATUIDAD: LA ALIANZA ES UNA GRACIA DEL AMOR GRATUITO DE DIOS. NO TIENE NADA QUE VER CON EL CONTRATO DO UT DES: Dt 7. 7-10; 4. 7.

La consecuencia que Jesús quiso se dedujera de esta parábola está expresada en el v. 15. El agravio fundamental que acaba de hacerse al dueño de la viña (Dios) es su falta de "justicia".

Esta misma queja fue formulada por el hijo mayor al padre del hijo pródigo (Lc 15. 29-30), agravio de los "buenos" judíos a la audición de la doctrina de la retribución (Ez 18. 25-29), reproche de Jonás ante el perdón otorgado por Dios a Nínive, la ciudad pagana (Jon 4. 2). En cada uno de estos casos, los textos oponen la justicia de Dios, tal como los hombres la conciben, y su comportamiento misericordioso, no esperado por los hombres (Lc 15. 1-2).

Cristo sale al paso de esta objeción con un argumento "ad hominem": el amo de la viña es "justo" (según el modo humano de concebir la justicia) con los primeros, ya que les da el sueldo convenido; de igual modo es justo con los últimos de una manera divina, ya que entre el dueño y éstos no se había establecido ninguna clase de convenio condicionante del trabajo y salario. Este argumento es, no obstante, de poco valor, pues la injusticia que en este caso se le reprocha a Dios no reside en el trato dispersado a cada uno de estos grupos de jornaleros tomados separadamente de los otros, sino en la comparación entre las dos maneras de actuar. Además, Cristo pasa de un punto a otro, afirmando la primacía de la bondad de Dios. No es que su forma de actuar se oponga a la justicia humana, sino que la trasciende totalmente en el amor. Según esto, el pacto establecido entre el amo de la viña y los jornaleros se nos muestra como una imagen de la alianza entre Dios y los suyos, alianza que, por otra parte, no tiene nada que ver con el contrato "do ut des" que los judíos trataban de encontrar en ella, sino que es un acto gratuito de Dios (Dt/07/07-10; 4. 7). La alianza es, según el texto antes citado, una gracia del amor gratuito del Padre, gracia que descansa totalmente en la libertad de Dios y que supone la nuestra (Ga 3. 16-22; 4. 21-31). Al aplicar una justicia a los primeros y otra distinta a los segundos, Dios trata de poner de manifiesto su amor a unos y a otros, teniendo siempre en cuenta las situaciones en que cada uno se encuentra.

En esta perícopa, Cristo pretende dar a entender a los oyentes de su Palabra el comportamiento misericordioso de Dios, al margen de los cauces excesivamente estrechos y de las concepciones en que le darían cabida la visión humana de la justicia y los contratos bilaterales que rigen exclusivamente las relaciones entre los hombres.

MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA VII - MAROVA MADRID 1969. Pág.91 s.


 

2. TEXTO. INTERPRETACIONES DIVERSAS.

Ya sabemos a estas alturas que Mt sigue fielmente el cap. 10 de Mc. Pero, después de la pregunta de Pedro y de la respuesta de Jesús ("Todo el que dejare casa o hermanos o hermanas o padre o madre o hijos o campos por mi nombre, recibirá el céntuplo y tendrá como herencia la vida eterna": 19. 29), interrumpe de improviso el hilo de Mc e introduce la parábola de los obreros llamados a trabajar a lo largo de todas las horas.

No es una interpretación al azar; efectivamente, la parábola, según veremos, le sugiere al discípulo preocupado de su recompensa ("Lo hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿qué obtendremos?: 19. 27) que no plantee la cuestión en términos fiscales: dar tanto y recibir tanto. El Reino de Dios se rige por otras leyes.

Se trata de una parábola difícil, que requiere mucha atención. El propietario de una viña ajusta a unos braceros para una jornada de trabajo. Recluta a algunos en la primera hora del día, siendo el salario ajustado por una jornada completa de un denario. Hasta aquí todo es normal; la escena era muy familiar para los aldeanos del tiempo de Jesús. Pero luego el amo llama también a otros obreros a lo largo de las horas del día, incluso hasta una hora antes del término de la jornada. Con los nuevos llamados, el señor no ajusta una paga precisa, sino que les dice simplemente: "Os daré lo que es justo". Hábilmente la parábola encamina al oyente a preguntarse: ¿Cómo se conducirá el amo con estos últimos? La respuesta es desconcertante y completamente inesperada: el amo da a toda la misma paga, incluso a los últimos. No es justo, dicen los obreros de la primera hora. Y, evidentemente, lo mismo piensan los otros oyentes: una sola hora de trabajo no merece la misma paga que una jornada entera.

-INTERPRETACIONES INSUFICIENTES. Se diría, pues, que el amo no respeta las normas más elementales de justicia. ¿Acaso quiere Jesús enseñarnos que lo que a nosotros nos parece injusto es justo para Dios, el cual está por encima de nuestros criterios y es sobradamente libre en su manera de obrar? ¿Quiere quizás Jesús mostrar a los fariseos que Dios supera la justicia del mérito (del tanto cuanto), y que salva por pura bondad y gracia? Muchos así lo piensan. Sin embargo, esta conclusión es demasiado apresurada y no puede menos de ser provisional. Conviene examinar otras interpretaciones propuestas por los estudiosos, antiguos y modernos.

Para algunos antiguos, el motivo central de la parábola lo constituye la "llamada". Dios llama a todas las horas, cuando y como le parece. El momento en que llegue, pronto o tarde, no tiene importancia. Lo importante es estar preparados para responder a la llamada cuando llegue y aferrar la ocasión única que se nos ofrece. El motivo de la llamada a cualquier hora -nunca es tarde y cada uno tiene su hora- es, indudablemente, evangélico. Sin embargo, no puede ser éste el punto central de la parábola. El acento no cae en la llamada, sino en el comportamiento del amo, que por la tarde da a todos los mismos salarios.

Otros, apoyándose en algunos códices del evangelio de Mt que añaden el versículo final ("Muchos son los llamados, pero pocos los elegidos"), ven en la parábola el tema del juicio. Existe siempre la posibilidad del rechazo, incluso para el que ha sido llamado a primera hora y ha trabajado toda la jornada. "Toma lo que te corresponde y vete", dice el amo. Luego se puede perder neciamente la salvación a causa de murmuraciones, de autosuficiencia, de rebeldía. Se puede perder el Reino incluso en la última hora después de haber trabajado todo el día.

El evangelista Mt da su propia interpretación de la parábola, según puede verse por la afirmación que abre (19. 30) y cierra (20. 16) la parábola misma: "Los primeros serán los últimos y los últimos los primeros". El Reino invierte las posiciones alterando las jerarquías de valores que el hombre ha construido. Dios tiene un módulo diverso; posee una justicia distinta; por ejemplo, prefiere los pobres a los ricos, los pecadores a los fariseos.

Exactamente como Jesús, que predica el Reino a multitudes innumerables, a los enfermos, a los pobres, a los publicanos, y no concede privilegios a los fariseos y a los escribas. Mas tampoco esta lectura de Mt (surgida quizás a la luz del conocido problema: ¿Por qué ha transferido Dios el Reino a los paganos?), aun sin ser enteramente extraña a la parábola, da en su punto central. Se apoya en un particular secundario: el amo comenzó por los últimos en lugar de los primeros. La verdadera razón de las quejas de los primeros obreros no es por haber sido pagados los últimos, sino porque han sido pagados "con el mismo salario que los últimos".

El sentido de la parábola, si olvidamos por un instante los vv. 19. 30 y 20. 16, estriba todo él en la paradoja de la injusticia del amo: ¿Por qué da a todos, incluidos los obreros de la última hora, el mismo salario que a los primeros? Este es el punto.

Volvemos a encontrarnos con una pregunta que ya hemos formulado: ¿Injusticia? Conocemos también la respuesta. Es la proclamación de la misericordia de Dios, la proclamación de la gracia. En esto consiste la novedad desconcertante del evangelio. Dios da su Reino a los pecadores, lo da a los paganos, lo da incluso a quienes, a nuestro entender, no lo merecerían (luego también a nosotros).

Pero si el discurso fuese solamente esto, habría que esperar que la parábola estuviera dirigida a los pecadores y a los pobres para consolarlos, para abrirles a la esperanza, para anunciarles la alegre nueva. En lugar de ello, la parábola va dirigida a los llamados justos, a los fariseos, que sienten envidia e irritación por la bondad de Dios con los otros, con lo que ellos condenaban.

Esto significa que el razonamiento de la parábola es distinto; significa, por lo menos, que hay un matiz importante que no se puede descuidar. 

-La envidia del justo

El centro de la parábola lo constituye el v. 10 ("Cuando llegaron los primeros creyeron que recibirían más, pero también ellos recibieron un denario cada uno"), y así lo aclaran las críticas que los obreros formulan contra el amo (vv. 11-12) y la respuesta de éste (vv. 13-15). Bien mirado, los obreros de la primera hora no se quejan de haber padecido una injusticia (ajustaron un denario y lo recibieron), sino más bien de la ventaja concedida a los otros. No pretenden recibir más, sino que se muestran envidiosos de que los otros hayan sido tratados como ellos.

Quieren defender una diferencia. Eso es lo que les irrita: la falta de distinción. La injusticia de que creen ser víctima no consiste en recibir una paga insuficiente, sino en ver que el amo es bueno con los otros. Es la envidia del justo frente a un Dios que perdona a los pecadores.

Así leída, la parábola no quiere enseñarnos en primer lugar cómo se conduce Dios, sino más bien cómo han de conducirse los justos ante la misericordia de Dios; concretamente ante la manera de obrar de Jesús y ante un Reino que se abre a los paganos. "El problema no es el de los derechos y los deberes de un amo, sino el de la solidaridad que debe unir a los obreros entre sí" (J. Dupont), a los afortunados con los desafortunados, a los justos con los pecadores. Los justos no deben sentir envidia, sino alegrarse ante un Padre que perdona a los hermanos pecadores.

De esta manera hemos llegado con toda probabilidad a la situación histórica concreta de la predicación de Jesús; en otras palabras, al ambiente en que nació la parábola. Con la parábola Jesús intenta justificar, frente a los fariseos celosos, su comportamiento, su familiaridad y su preferencia con los pecadores. Él no establece diferencias entre justos y pecadores, y por ello se sienten ofendidos los justos; él no parece reconocer su situación privilegiada delante de Dios. Y, además de la situación histórica, hemos llegado a la pretensión más profunda de Jesús: la de ser el revelador del Padre, la de señalar con su venida la llegada de una hora excepcional de gracia.

BRUNO MAGGIONI - EL RELATO DE MATEO - EDIC. PAULINAS/MADRID 1982. Pág.208 ss.

 


 

3. MERITO/FARISEO: EL PROBLEMA DE LOS "JUSTOS" ARRANCA PRECISAMENTE DE SU "JUSTICIA"/DE SU OBLIGACIÓN CUMPLIDA/COMO DERECHO ADQUIRIDO/EXIGENCIA /SUPERIORIDAD. FARISEÍSMO/JUSTOS.

¿Qué te parece? Los de las 5 de la tarde son primeros y los de las 6 de la mañana últimos. Insisto: ¿Qué te parece? Formulémoslo de otra manera, tomando como base a Mt 19. 29: los que no han dejado casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, son primeros, y los que han dejado todo esto por Jesús, son últimos. Y de nuevo te pregunto: ¿Qué te parece? Queda descartado que se trate de un problema de injusticia. "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete". Indudablemente la parábola dibuja un perfil que rompe esquemas basados en conceptos tales como justicia-injusticia, obligación-derecho, cumplimiento-exigencia.

Un domingo más caemos en la cuenta, y son ya cinco, que Mt nos está introduciendo en un talante de vida que tiene poco que ver con esquemas y criterios habituales, incluso exquisitamente justos. Un talante de vida que tiene poco que ver con estos esquemas porque va más allá de ellos, los sobrepasa. A este talante se refiere ya Mt en 5. 20 con las siguientes palabras: "Si vuestra justicia no sobrepasa la de los letrados y fariseos, no entraréis en el Reino de los cielos". Varias veces, a lo largo de este ciclo, he escrito que el problema de los letrados y fariseos no es de maldad, de incumplimiento, de injusticia o de falta de prestación. Al contrario: ellos son primeros, de las 6 de la mañana, de los trabajadores que han aguantado el peso del día y el bochorno.

El problema de los primeros, de los de las 6 de la mañana, arranca precisamente de su justicia, de su obligación cumplida, de su prestación, de su cumplimiento. Todo esto lo vivencian como derecho adquirido, como exigencia, como superioridad. ¡Este es el problema! La novela de Bruce Marshall, "A cada uno un denario" podría ser un animado comentario al texto de hoy.

A. BENITO - DABAR 1987/47


 

4.- La parábola parte de la existencia de obreros parados que se presentaban en la plaza pública a la libre contratación de un propietario que necesitase de su trabajo. El tiempo de la jornada de trabajo está limitado por la luz del día: "desde la salida del sol hasta la aparición de las estrellas". El jornal diario normal era un denario. Exactamente lo convenido con los trabajadores de primera hora. Junto a ellos hay otros que han trabajado en la viña desde las nueve, las tres y las cinco de la tarde respectivamente. Esta diversidad en la duración del trabajo tiende a poner de relieve la enseñanza principal de la parábola.

Según las prescripciones del Antiguo Testamento el salario debía pagarse el mismo día en que había sido realizado el trabajo (Lev 19, 13; Deut 24, 15). El dueño de la viña manda a su mayordomo que pague a los obreros en orden inverso a como habían sido contratados. Y que todos reciban la misma cantidad. Estos dos detalles tienen también importancia para la enseñanza de la parábola. Las protestas de los obreros de primera hora no estarían justificadas en la parábola si no hubiesen visto que los de última hora recibían un denario. Es entonces cuando se acusa de injusticia al señor de la viña. Este, sin embargo, atribuye la protesta a que "tu ojo es malo", es decir, a la envidia y animosidad contra los favorecidos.

La parábola podía haberse titulado "recompensa igual para un trabajo desigual". La parábola pretende únicamente acentuar la diversidad en el trabajo. No hace referencia ni a los diversos períodos en la historia de la salvación o de la humanidad ni a la diferente edad en que el hombre atiende la invitación que se le hace para formar parte del reino. Precisamente por eso resulta ilegítimo concluir que los últimos recibieron la misma recompensa que los primeros por su mayor aplicación y rendimiento en el trabajo. Esta interpretación destruiría la intención primera de la enseñanza parabólica.

El centro de interés lo tenemos en el v. 15: "¿No puedo hacer lo que quiero de mis bienes? ¿O has de ver con mal ojo que yo sea bueno?", y también en la recompensa, que es igual para todos.

Como el dueño de la viña es Dios, la parábola pone todo su acento en la liberalidad soberana de su actuación independiente.

Actuación divina que, juzgada con criterio humano, resulta incomprensible, pero lógica. ¿Quién puede pedir cuentas a Dios por su conducta? El hombre es su siervo (Lc 17,7-10). No puede presentarse ante su Señor con pretendidos derechos. La recompensa que Dios otorga al hombre será siempre pura gracia. El hombre nunca tiene derecho a pasar la factura a Dios. Cierto que Pablo espera la recompensa que le es debida en justicia (2 Tim 4,7).

Pero este premio tiene su último fundamento en la gracia previamente concedida por el Señor.

La conclusión de la parábola es, pues, la siguiente: Dios obra como el dueño de la viña en cuestión, que, por su bondad, se compadeció de aquellos hombres e hizo que, sin merecerlo, también llegase a ellos un salario desproporcionado a su trabajo. Pura gracia del Señor. ¡Así es Dios, así de bueno con los hombres! La sentencia final de los últimos y los primeros se halla en la misma línea de la parábola: los primeros son, en este caso, los fariseos y, en general, el pueblo elegido, que se creía con peculiares privilegios ante Dios y con el derecho de pasarle la factura. Jesús, con la parábola en cuestión y la sentencia final, dio el golpe de gracia a este concepto de Dios y de su retribución. Porque el escándalo por el proceder de Dios no estaba justificado desde el terreno de la justicia. ¡Lo había provocado su bondad! Pero, ¿la bondad para con el prójimo justifica esta clase de escándalos?

COMENTARIOS A LA BIBLIA LITURGICA NT - EDIC MAROVA/MADRID 1976.Pág. 1058


 

5. EGOISMO/SERVICIO: QUEREMOS COMERCIAR CON DIOS Y QUE NOS PAGUE PUNTUALMENTE EL TIEMPO QUE LE DEDICAMOS. MERITO/GRACIA.

El Talmud de Jerusalén contiene un relato parecido en la forma a la parábola que hemos escuchado. Se trata del discurso funerario que pronuncia un rabino al sepultar a un joven maestro de 28 años. En él se cuenta cómo un rey contrató obreros para su viña y también pagó a todos lo mismo. Pero, ante las protestas, su contestación fue: éste ha trabajado en dos horas más que vosotros en todo el día. El joven rabino difunto había hecho más en 28 años que muchos doctores en cien. Se le premiaba la cantidad de trabajo que fue capaz de realizar en poco tiempo. La forma narrativa, como se ve, es bien similar, pero el fondo es muy distinto: mientras el discurso rabínico habla de mérito, la parábola de Jesús se refiere a la gracia. En el primer caso, la causa del premio está en el trabajo de quien lo recibe; en el segundo, en la bondad del que lo otorga. En alguna ocasión, la liturgia de la misa recoge en sus oraciones: no por nuestros méritos sino conforme a tu bondad.

Nos cuesta entender que los caminos del Señor son distintos a los nuestros. Dios se presenta como un amo generoso que no funciona por rentabilidad, sino por amor gratuito e inmerecido. Esta es la buena noticia del evangelio. Pero nosotros insistimos en atribuirle el metro siempre injusto de nuestra humana justicia.

En vez de parecernos a él intentamos que él se parezca a nosotros con salarios, tarifas, comisiones y porcentajes. Queremos comerciar con él y que nos pague puntualmente el tiempo que le dedicamos y que prácticamente se reduce al empleado en unos ritos sin compromiso y unas oraciones sin corazón.

Con una mentalidad utilitarista, muy propia de nuestro tiempo, preguntamos: ¿Para qué sirve ir a misa, si Dios nos va a querer igual? Así evidenciamos que no hemos tenido la experiencia de que Dios nos quiere y no reaccionamos en consecuencia amándole también más por encima de leyes y medidas. Dios es gratuito.

Nuestra tendencia farisea (para enfado de Pablo) surge exigiendo normas cuyo cumplimiento diferencie a los buenos de los malos.

Vemos absurdo y hasta injusto ser queridos todos por igual. ¡A cada uno lo suyo!, decimos como quien da un argumento incontestable con tono de protesta sindical ante Dios. Tardamos en comprender que la traducción no es: "Paz a los hombres de buena voluntad", sino: "Paz a los hombres que Dios ama". Tampoco hay conexión entre culpa y desgracia. Olvidamos que la gracia ha sustituido a la ley. Necesitamos que existan los malos para podernos calificar de buenos. De esta forma, el amor al hermano se torna imposible.

EUCARISTÍA 1990/24


6. ACEPTACION-DE-SI/VD: El hombre no puede pedirle cuentas a Dios. Pero esta verdad de que todo está comprendido dentro de la libre misericordia y de la incalculable disposición de Dios, es también una verdad que nos consuela y levanta, una verdad que nos libera de una opresión.

Lo que Dios dispone, aquello sobre lo que no podemos entrar en cuentas ni pleitos con él, somos en último término nosotros mismos. Tal como somos: con nuestra vida, con nuestro temperamento, con nuestro destino, con nuestra circunstancia, con nuestras taras hereditarias, con nuestros parientes, con nuestra estirpe, con todo lo que concreta y claramente somos, sin que lo podamos cambiar. Y, si entramos a menudo en el coro y en el corro de los que murmuran, de los que apuntan con el dedo a otros, en que Dios lo ha hecho de otro modo, somos en el fondo de los que no quieren aceptarse a sí mismos de manos de Dios. Y ahora podría decir que la parábola nos dice que somos nosotros los que recibimos el denario, y los que, a la vez, somos el denario. Y es así que nos recibimos a nosotros mismos con nuestro destino, con nuestra libertad, desde luego, con lo que hacemos con esta libertad; pero, a la postre, lo que recibimos somos nosotros mismos. Y hemos de recibirlo, no sólo sin murmurar; no sólo sin protestar interiormente, sino con verdadero gusto, pues ello es lo que Dios nos da al mismo tiempo que nos dice: ¿Es que no puedo yo ser bueno? De ahí que la gran hazaña de nuestra vida sea aceptarnos como un regalo incomprendido, sólo lentamente descubierto, de la eterna bondad de Dios. Porque saber que todo lo que somos y tenemos, aún lo amargo e incomprendido, es don de la bondad de Dios; sobre la que no murmuramos, sino que la aceptamos, sabiendo que si lo hacemos -y aquí vamos, una vez más, más allá de la parábola- Dios mismo se nos da juntamente con su don, y que así se nos da todo lo que podemos recibir; he ahí la sabiduría y la gran hazaña de nuestra vida cristiana.

K. RAHNER - HOMILIARIO BIBLICO - BARCELONA 1967/Pág. 24-26


 

7. TIEMPO/PLAN-DE-D

Siguiendo a Ireneo y Orígenes, los Padres de la Iglesia mostraron su interés por la función que desempeña el tiempo en esta historieta. En los sucesivos envíos de obreros vieron las grandes etapas de la historia bíblica durante las cuales Dios llama a hombres que "cuiden -dice Orígenes- la viña del culto de Dios": una primera vez, con Adán, cuando la creación del mundo; una segunda, con Noé, cuando la conclusión de una alianza universal; una tercera, con Abrahán y los Patriarcas; una cuarta, con Moisés, a quien se comunica la Ley, y una quinta, que corresponde a la undécima hora, con JC. O vieron también los principales momentos de la vida humana: algunos son llamados a trabajar en los asuntos del Reino desde la infancia o la más temprana edad; otros, al salir de la adolescencia; otros, en la edad adulta; otros todavía a una "determinada edad"; y otros, por fin, y es lo equivalente a la hora undécima, acogiendo la palabra de Dios en el momento de la muerte...

LOUIS MONLOUBOU  - LEER Y PREDICAR EL EVANGELIO DE MATEO - EDIT. SAL TERRAE SANTANDER 1981. Pág.238


 

8.- Esta parábola de Jesús hace resaltar ya desde el comienzo la regia y soberana actitud del dueño de la viña. Dios es misericordioso porque puede serlo, porque todo le pertenece.

Reconocer esa soberanía generosa de Dios es el primer paso. Sin embargo, el autor presenta a los jornaleros contratados como con cierta exigencia, al menos de tipo laboral, para con el amo. El desarrollo ulterior de la parábola dejará en claro la imposibilidad de comprender a Dios cuando se le va con "exigencias" del tipo que sean. Solamente una actitud de contemplación es la que podría introducirnos en el núcleo del asunto.

Todo el acento de la parábola recae sobre estos obreros de la hora undécima, los que no tienen nada que exigir, los que llegan tarde y se acogen al amparo de cualquiera que les pueda echar una mano. Aquí tenemos la interpretación de la parábola. No se trata de la idea del llamamiento o de la vocación, no se trata del juicio o de la retribución después de la muerte, ni siquiera de la igualdad de los hombres ante Dios soberano; sino que lo que se pretende afirmar es la bondad soberana de Dios que acoge, por Jesucristo, a los que han llegado tarde al reino de Dios, es decir a todos nosotros.

Situada en el contexto religioso del tiempo de Jesús esta parábola presenta un fuerte carácter polémico. Para el judío, el pagano no tiene posibilidad de salvación. Está condenado por ser pagano. Jesús indica, por el contrario, que esos son precisamente los sujetos del reino. No es de extrañar que "murmuraran", que se opusieran a esta concepción de las relaciones del hombre con Dios. El que está seguro de sí mismo, el que tiene la certeza de poseer algo entre manos y abriga la solapada intención de "comprar" el cielo no ha entendido de qué se trata en el evangelio.

En el tiempo en que se escribe el evangelio de Mt afluían a la Iglesia numerosos paganos convertidos con gran escándalo de parte de la mentalidad judía. Esta situación solamente puede ser comprendida por un corazón que haya hecho él mismo la prueba de su propia experiencia de pecado. Quien se sabe pecador quiere que la gracia de la muerte de Cristo caiga bien profundamente sobre todos. Ante una situación así ¿quién puede hablar de grupos y privilegios?

EUCARISTÍA 1978/44


 

9.- Hemos dejado Galilea. Entramos en la parte que precede a la pasión y muerte de Jesús en Jerusalén, Mt 19, 1-25, 46, donde destacan Jesús e Israel: conflicto y juicio. De las siete parábolas que incluye, leemos seis. Hoy empezamos por la primera que, además, es la primera de las tres inspiradas en la imagen de la viña.

La parábola de hoy, la del dueño de la viña, se inicia con la fórmula fija, v. 1a. La acción transcurre en dos fases, alrededor de la iniciativa del dueño: 1) Contrato de los trabajadores, vv. 1b-7: cuatro salidas, trabajo con contrato; última salida, trabajo sin contrato, es cuando el dueño establece un breve diálogo con los que todavía están en la plaza esperando a ser contratados (6-7). 2) Pago a los trabajadores y discusión, vv. 8-15: orden de pago (8-11); protesta de los "primeros" (12); respuesta del dueño (13-15) y sentencia conclusiva-aplicación, v.16 (cf. Mt 19, 30).

En su contexto original, invita a los oyentes, primero, a identificarse con los que protestan y, después, a tomar partido.

Sorprende el orden del dueño que alimenta la ilusión de los "primeros". Sorprende, todavía más el sistema de pago: los trabajadores que han realizado toda la jornada son tratados igual que aquellos que sólo han hecho una hora y en el momento más favorable; eso, ciertamente, ¡no es justo! Este es el punto de vista de los primeros, pero no el de los últimos que tienen todo derecho a vivir aunque el dueño les haya contratado a última hora. Sorprende, pues, la libertad y la generosidad del dueño: v. 15.

En su contexto histórico, el de Jesús, expresa simbólicamente una situación conflictiva o polémica: las opciones de Jesús, a favor de los que no contaban para nada en el mundo socio-religioso de entonces, hacen explotar las críticas de los observantes y comprometidos (fariseos y escribas). Jesús, con esta parábola, se remite al estilo de Dios Padre. El actuar de Jesús revela y hace presente esta libertad del amor de Dios Padre, que ya tiene sus precedentes en la historia bíblica.

Mt, colocándola aquí, hace notar un aspecto del debate en el interior de la comunidad y del conflicto con el judaísmo: "Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos". Los paganos, los últimos, toman el lugar de Israel, llamado en primer lugar. Y aquellos que en la comunidad son considerados últimos, los más pequeños de entre los hermanos, en la perspectiva del Reino y del juicio de Dios serán primeros. Hay que decir que este texto ha sufrido diversas interpretaciones y que son legítimas en la medida en que no contradicen su sentido global originario, ligado al contexto histórico de Jesús.

JAUME FONTBONA - MISA DOMINICAL 1990/17


 

PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XXV CICLO A - (24 SETIEMBRE 2023)

 

TEMA:  ¿VAS A TENER TU ENVIDIA PORQUE SOY BUENO?

 

01..-HORA DE LA TARDE (Juan Antonio Espinoza)

HORA DE LA TARDE, FIN DE LAS LABORES.

AMO DE LAS VIÑAS, PAGA LOS TRABAJOS DE TUS VIÑADORES.

 

Al romper el día nos apalabraste.

Cuidamos tu viña del alba a la tarde.

Ahora que nos pagas, nos lo das de balde,

que a jornal de gloria no hay trabajo grande.        

 

HORA DE LA TARDE, FIN DE LAS LABORES.

AMO DE LAS VIÑAS, PAGA LOS TRABAJOS DE TUS VIÑADORES.

 

Das al vespertino lo que al mañanero.

Son tuyas las horas y tuyo el viñedo.

A lo que sembramos dale crecimiento.

Eres Tú la viña, cuida los sarmientos.

 

02.- VIENEN CON ALEGRIA (Cesáreo Garabaín)

VIENEN CON ALEGRÍA, SEÑOR,

CANTANDO VIENEN CON ALEGRIA, SEÑOR,

LOS QUE CAMINAN POR LA VIDA, SEÑOR,

SEMBRANDO TU PAZ Y AMOR.  (2)

 

Vienen trayendo la esperanza

a un mundo cargado de ansiedad,

un mundo que busca y que no alcanza

caminos de amor y de amistad.

 

Vienen trayendo entre sus manos

esfuerzos de hermanos por la paz,

deseos de un mundo más humano

que nacen del bien y la verdad.

 

Cuando el odio y la violencia

aniden en nuestro corazón,

el mundo sabrá que por herencia

le aguardan tristezas y dolor.

 

03 EL SEÑOR NOS LLAMA (Alberto Taule)

EL SEÑOR NOS LLAMA Y NOS REÚNE,

SOMOS SU PUEBLO, SIGNO DE UNIDAD.

ÉL ESTÁ EN MEDIO DE NOSOTROS,

SIRVE A LA MESA, NOS REPARTE EL PAN.

 

1.- Por todos los caminos nos sales al encuentro,

por todos hemos visto señales de tu amor.

Tu pueblo se reúne Señor a bendecirte,

a celebrar con gozo tu paso salvador.

 

2.- Convocas a tus fieles, nacidos de las aguas,

a festejar unidos la nueva creación.

La sala del banquete se llena de invitados;

estamos reunidos y en medio está el Señor.

 

3.- Revélanos al Padre oh Cristo, nuestra fiesta,

aumenta la esperanza de nuestro caminar.

Tu Espíritu divino nos dé la fortaleza,

los bienes que esperamos nos haga pregustar.

 

04.- TE PRESENTAMOS EL VINO Y EL PAN (Juan Antonio Espinoza)

TE PRESENTAMOS EL VINO Y EL PAN,

BENDITO SEAS POR SIEMPRE SEÑOR (bis).

 

Bendito seas, Señor,

por este pan que nos diste,

fruto de la tierra

y del trabajo de los hombres.

 

Bendito seas, Señor,

el vino Tú nos lo diste,

fruto de la tierra

y del trabajo de los hombres.

 

05.- PAN Y VINO DE AMOR (Brotes de Olivo)

En la tierra,

la sembró el sembrador,

la semilla de Tu pan, Señor.

Y después el viñador,

trabajó en buena lid,

y las tierras ven crecer,

las espigas y la vid.

(bis).

 

El trigo se molió en el molino,

rompiendo su cuerpo como Tú.

La uva la pisó el hombre en el lagar,

igual que Tú te dejaste pisar.

 

Y ahora convertido en Pan y Vino,

Tu pueblo lo ofrece en Tu altar.

Conviértelos, ¡oh Dios!

son frutos de Tu amor,

en Tu Cuerpo y Sangre, Señor.

(2 veces).

 

06.- BENDITO SEAS SEÑOR (Francisco Palazón)

BENDITO SEAS, SEÑOR,

POR ESTE PAN Y ESTE VINO

QUE GENEROSO NOS DISTE

PARA CAMINAR CONTIGO,

Y SERÁN PARA NOSOTROS

ALIMENTO EN EL CAMINO.

 

1. Te ofrecemos el trabajo,

las penas y la alegría,

el pan que nos alimenta

y el afán de cada día.

 

2. Te ofrecemos nuestro barro

que oscurece nuestras vidas

y el vino que no empleamos

para curar las heridas.

 

07.- EL PAN DE VIDA (Brotes de Olivo)

TÚ ERES, SEÑOR, EL PAN DE VIDA,

MI VIDA SIN TI NO SERÁ VIDA.

 

1. El pan que yo os daré

ha de ser mi propia carne.

Contigo viviré

cuando coma de tu pan.

 

2. Aquel que cree en ti

tiene ya la vida eterna.

Si como de tu pan,

de tu vida gozaré.

 

3. Mi Padre es quien os da

verdadero pan del cielo,

y a la tierra bajó

para el mundo alimentar.

 

4. Quien come de tu pan

no padecerá más hambre.

Quien bebe de tu sangre

ya no tendrá sed jamás

 

08.- HOMBRES NUEVOS (Juan Antonio Espinoza)

DANOS UN CORAZÓN, GRANDE PARA AMAR,

DANOS UN CORAZÓN, FUERTE PARA LUCHAR.

 

Hombres nuevos creadores de la historia,

constructores de nueva humanidad,

hombres nuevos que viven la existencia

como riesgo de un largo caminar.

 

Hombres nuevos luchando en esperanza,

caminantes sedientos de verdad,

hombres nuevos sin frenos ni cadenas,

hombres libres que exigen libertad.

 

Hombres nuevos amando sin fronteras,

por encima de razas y lugar,

hombres nuevos al lado de los pobres,

compartiendo con ellos techo y pan.

 

09.- PADRE BUENO, DIOS HERMANO (Cesáreo Garabaín)

1. Tú, Señor,

que enciendes las estrellas,

Tú que al sol

le das su resplandor,

Tú que cuidas

del pájaro perdido

que va buscando un nido

guiado por tu amor.

Tú que siembras

rosas y trigales,

Tú que al lirio

vistes de esplendor,

nos proteges,

Señor, con más cariño,

pues quieres más a un niño

que al pájaro y la flor.

 

PADRE BUENO, DIOS ALEGRE,

PRIMAVERA Y MANANTIAL,

DIOS HERMANO, DIOS AMIGO,

PADRE NUESTRO, CELESTIAL.

 

2. Tú, Señor,

que velas por el pobre,

y al humilde

das tu protección,

al que amas

le ofreces un tesoro

que vale más que el oro

le das tu corazón.

Tú, Señor,

que alumbras mi camino,

Tú que escuchas

siempre mi oración,

en tu amor

pongo yo mi confianza,

renace mi esperanza,

se acuna mi canción.

 

 

10.-  HIMNO VIRGEN DE LAS MERCEDES

MADRE DE LAS MERCEDES, BENDITA SIEMPRE BENDITA,

ENTRE TODAS LAS MUJERES, EN LOS DESIGNIOS DE DIOS (BIS)

 

Te contemplamos gozosos, vestida de blanco lino,

Engalanada en tu trono, llena de Luz en tu altar,

Admiramos humildes, tu rostro de Madre hermosa,

con la herida en tu cuello, con cetro de majestad. (2)

 

Estrella del Evangelio, por Juan Pablo proclamada,

Paita, Oh Madre Santa, siempre te alabará.

Madre De las Mercedes, como hijos peregrinos,

venimos desde muy lejos, a compartir tu bondad (2)

 

11.- EN EL TRABAJO (Cesáreo Garabaín)

EN EL TRABAJO DE CADA DÍA,

COMO VIVÍAS Y AMABAS TÚ.

QUEREMOS MADRE SERVIR AMANDO,

VIVIENDO SIEMPRE JUNTO A JESÚS.  (2)

 

En el silencio de aquella que era

la casa humilde de Nazareth,

se va empapando de tu ternura,

de tu trabajo, de amor y fe.

 

Tú te afanabas como mi madre,

en mil trabajos que da el hogar,

mujer humilde de hermosas manos

encallecidas de trabajar.

 

Dios quiso honrarte como a ninguna,

con mil encantos enriquecer.

Te hizo humilde de gracia llena,

trabajadora te quiso hacer.

 

10.- MADRE DE LOS POBRES (Cesáreo Garabaín)

MADRE DE LOS POBRES,

LOS HUMILDES Y SENCILLOS,

DE LOS TRISTES Y LOS NIÑOS

QUE CONFÍAN SIEMPRE EN DIOS.

 

1. Tú, la más pobre, porque nada ambicionaste;

Tú, perseguida, vas huyendo de Belén.

Tú, que un pesebre ofreciste al rey del cielo,

toda tu riqueza fue tenerlo sólo a Él.

 

2. Tú, que en sus manos sin temor te abandonaste,

Tú, que aceptaste ser la esclava del Señor,

vas entonando un poema de alegría;

Canta alma mía, porque Dios me engrandeció.

 

3. Tú, que has vivido el dolor y la pobreza,

Tú, que has sufrido en las noches sin hogar,

Tú, que eres la madre de los pobres y olvidados,

eres el consuelo del que reza en su llorar.