MIENTRAS
LOS BENDECÍA, IBA SUBIENDO AL CIELO
COMENTARIO
La ascensión, la
subida del Señor al cielo es el punto cardinal -así quiere entenderlo el
evangelista- del que parte el camino de Jesús y a la vez el camino de la
Iglesia (cf. Hch 1,8s).
En este final de
Lucas cobra un tono relevante el término "mientras" (51).
"Mientras los bendecía...". Lo que Zacarías no pudo terminar al
comienzo del evangelio (bendecir al pueblo luego de salir del templo, pues
había quedado mudo y la liturgia del AT es incompleta), lo hace Jesús al final
del evangelio de Lucas. Esa bendición es un centrarse del Señor en sus
discípulos: todos sus caminos están marcados por ese gesto. La bendición de
Jesús marca el día del mundo. De ahí la alabanza de los discípulos a la hora de
la despedida. Ellos se quedan parados, con las manos extendidas y, de momento,
inmóviles, pero expectantes ante la llegada de la fuerza de lo alto y del
retorno de su Señor.
Desde entonces,
las manos del resucitado están abiertas sobre todos los caminos de los hombres
y sobre el mundo, bendiciendo. Quien comprende esto, participa de la visión del
evangelista, el mensajero de la alegría.
R.P. Roland Vicente Castro
Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Hch 1,
11
Galileos, ¿qué hacen ahí mirando al cielo?.
Volverá como lo han visto marcharse al
cielo. Aleluya.
ORACION COLECTA
Dios
todopoderoso, concédenos exultar santamente de gozo y alegrarnos con religiosa
acción de gracias, porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra
victoria, y adonde ya se ha adelantado
gloriosamente nuestra Cabeza, esperamos llegar
también los miembros de su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los
Apóstoles 1, 1-11
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí
de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando desde el principio hasta que,
después de dar instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles, ascendió
al cielo. Después de su pasión se les presentó, dándoles numerosas pruebas de
que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del Reino
de Dios. Una vez que comían juntos, les recomendó: «No se alejen de Jerusalén;
aguarden que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo les he hablado.
Juan bautizó con agua, dentro de pocos días ustedes serán bautizados con Espíritu
Santo». Ellos lo rodearon preguntándole: «Señor, ¿es ahora cuando vas a
restaurar el reino de Israel?». Jesús contestó: «No les toca a ustedes conocer
los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el
Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán fuerza para ser mis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo».
Dicho esto, fue elevado, hasta que una nube
lo ocultó de su vista. Mientras miraban fijamente al cielo, viendo cómo Jesús se
alejaba, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
«Galileos, ¿qué hacen ahí plantados mirando al cielo? Este Jesús que de entre
ustedes ha sido llevado al cielo volverá de la
misma manera que lo han visto marcharse».
Palabra de Dios.
SALMO
RESPONSORIAL ( 46)
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de
trompetas.
Pueblos todos, batan palmas, aclamen a Dios con gritos de júbilo; porque
el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra. R.
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas; toquen
para Dios, toquen, toquen para nuestro Rey, toquen. R.
Porque Dios es el rey del mundo; toquen con maestría. Dios reina sobre
las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Efesios 1, 17-23
Hermanos: Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la
gloria, les conceda espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo
plenamente. Ilumine los ojos de su corazón, para que comprendan ustedes cuál es la esperanza a la que los
llama, la riqueza de gloria que da en
herencia a los santos, y la extraordinaria grandeza de su poder con que él obra en nosotros, los que
creemos, por la eficacia de su fuerza
poderosa que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha
en el cielo, por encima de todo
principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no solo en este mundo,
sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, constituyéndolo cabeza suprema
de la Iglesia. Ella es su cuerpo, plenitud de aquel que llena completamente
todas las cosas.
ACLAMACION
ANTES DEL EVANGELIO Mt 28, 19-20
Aleluya. Vayan y
hagan discípulos de todos los pueblos —dice el Señor—; yo estoy con ustedes
todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 24, 46-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Así estaba escrito: el
Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre
se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos,
comenzando por Jerusalén. Ustedes son testigos de todo esto. Yo les enviaré lo
que mi Padre ha prometido; permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos
con la fuerza que viene de lo alto».
Después los llevó hacia Betania y, elevando sus manos, los bendijo. Y
mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se
postraron ante él y volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre
en el templo bendiciendo a Dios.
PLEGARIA UNIVERSAL
Unidos a Jesús que está a la derecha del Padre para interceder por los
hombres que él ha redimido, oremos con confianza por nosotros y por todo el
mundo. Digamos:
R. Señor Jesús, intercede por nosotros.
1.- Por el papa y por la Iglesia: para que en esta solemnidad se
renueve la alegría del seguimiento y el anuncio del evangelio. Oremos.
R.
2.- Por los que gobiernan nuestro país: para que, abiertos a la acción
del Espíritu, promuevan la justicia y la paz. Oremos. R.
3.- Hoy celebramos la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.
Oremos por todos los que trabajan en ellas y en las redes
sociales, para que acojan la invitación del papa a fortalecer el don de
la escucha para consolar al pueblo que sufre. Oremos. R.
4.- Por los que huyen de su
patria a causa del hambre y de la guerra:
para que experimenten la compasión de Dios a través de sus hermanos. Oremos.
R.
5.- Para que el Señor dé en abundancia su vida a los que han muerto
repentinamente y cuya fe solo él conoció, y consuele a los que
lloran la muerte de sus seres queridos. Oremos. R.
6.- Para que la celebración de
la Eucaristía haga presente en nuestras vidas a Cristo resucitado, que vive
para interceder por nosotros. Oremos.
R.
Señor Jesucristo, al celebrar hoy la solemnidad de tu Ascensión al
cielo, te pedimos que escuches nuestras oraciones y nos des el Espíritu Santo
prometido, para que él vivifique con sus dones nuestra fe y haga eficaz la
tarea evangelizadora de tu Iglesia. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Te
presentamos ahora, Señor, el sacrificio para celebrar la admirable ascensión de
tu Hijo; concédenos, por este sagrado intercambio, elevarnos hasta las
realidades del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Mt 28,
20
Sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta
el final de los tiempos. Aleluya
ORACION
DESPUES DE LA COMUNION
Dios
todopoderoso y eterno, que, mientras vivimos aún en la tierra, nos concedes
gustar los divinos misterios, te rogamos que el afecto de nuestra piedad
cristiana se dirija allí donde nuestra condición humana está contigo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA
DÍA;
Lunes 30:
Hch 19, 1-8; Sal 67; Jn 16, 29-33.
Martes 31:
Sof 3, 14-18; Is 12, 2-6; Lc 1, 39-56.
Miércoles 01: Hch 20, 28-38; Sal 67; Jn 17, 11b-19.
Jueves 02: Hch 22, 30; 23, 6-11; Sal 15; Jn 17, 20-26.
Viernes 03: Hch 25, 13-21; Sal 102; Jn 21, 15-19.
Sábado 04: Hch 28, 16-20.30-31;
Sal 10; Jn 21, 20-25.
Domingo 05: Hch 2, 1-11; Sal
103; Cor 12, 3b-7.12-13; Jn 20, 19-23.
COMENTARIOS AL EVANGELIO
1. CIELO: SUBIR AL CIELO: /Ef. /04/09.
"Subiendo hacia el cielo". Hay un simbolismo casi idéntico,
espacial también, pero de signo opuesto. Lo expresa el lenguaje bíblico
diciendo que Cristo ha descendido a los infiernos. "El que sube es el que ha
descendido", dice Pablo (Ef. 4. 9) y ha descendido al hondón último del
misterio humano, de la miseria humana. Así podemos entender la bajada a los
infiernos. Jesús ha descendido a la soledad, al sufrimiento, a la angustia
límite del hombre, y ha descendido para iluminarla, redimirla, conquistarla.
2.- Lc toma como marco de su evangelio pascual el "día del
Señor", la celebración litúrgica del domingo: en un mismo día, Jesús se
hace presente allí donde los discípulos se han reunido, les explica el sentido
de las Escrituras, parte el pan con ellos, se deja reconocer por ellos y se va,
bendiciéndolos, después de haberlos enviado a dar testimonio de él,
fortalecidos por el Espíritu Santo que habrán recibido. Esta jornada pascual se
renovará cada domingo. También el gran sacerdote Simón bendecía solemnemente,
mientras el pueblo se prosternaba en adoración (Eclo 50). Lc había empezado en
el Templo, con el sacerdote Zacarías, y concluye en el Templo, donde la
comunidad del nuevo Israel alaba a Dios (v. 53).
HILARI RAGUER - MISA DOMINICAL 1977, 11
3.- En el episodio de los discípulos de Emaús, la secuencia fue así:
primero, la exposición y explicación de la palabra; después, la comprensión
durante la "comida". Sin embargo, ahora, se cambia al orden: a la
"comida" (versículos anteriores a los de nuestra perícopa) siguen las
palabras (la palabra) del resucitado. "Palabra" y "comida"
son, desde la revelación, elementos necesarios para la fe plena: "Les
abrió el sentido para la comprensión de la Escritura". Es preciso tener en
la memoria el camino de Jesús, que comenzó con la promesa y que, con la
resurrección, aún no ha llegado a su fin definitivo, pues los mismos discípulos
han de proseguir ese camino y llegar a esa meta con la "fuerza de lo
alto". Porque en Jerusalén, que parece el final, es decir, donde todo se
acaba, es precisamente donde irrumpe lo nuevo que se presenta por delante: el
camino de Jesús con los suyos a los pueblos, "en su nombre".
La ascensión, la subida del Señor al cielo es el punto cardinal -así
quiere entenderlo el evangelista- del que parte el camino de Jesús y a la vez
el camino de la Iglesia (cf. Hch 1,8s).
En este final de Lc cobra un tono relevante el término
"mientras" (51). "Mientras los bendecía...". Esa bendición
es un centrarse del Señor en sus discípulos: todos sus caminos están marcados
por ese gesto. La bendición de Jesús marca el día del mundo. De ahí la alabanza
de los discípulos a la hora de la despedida. Ellos se quedan parados, con las
manos extendidas y, de momento, inmóviles, pero expectantes ante la llegada de
la fuerza de lo alto y del retorno de su Señor.
Desde entonces, las manos del resucitado están abiertas sobre todos los
caminos de los hombres y sobre el mundo, bendiciendo. Quien comprende esto,
participa de la visión del evangelista, el mensajero de la alegría.
EUCARISTÍA 1992, 26
4. ASC/CUANDO-FUE
De entrada, sorprende que aquí la Ascensión se produce el mismo día de
la resurrección, mientras que allá se sitúa cuarenta días más tarde. Una vez
más, hay que recordar los peligros de una lectura "fundamentalista"
de los textos bíblicos: la preocupación por el "cómo" nos puede
llevar a no hacer caso del mensaje y de la vida que quieren transmitirnos.
JOSEP M. GRANÉ - MISA DOMINICAL 1992, 08
5. ASC/PROGRESO-HUMANO:
La sociedad no es un corro de amigos, sino una pirámide de esclavos.
Desde que venimos a este mundo y hasta que salgamos de él, seremos enteramente
maleducados en la obsesión de ascender.
Se nos presenta la vida como una escalada brutal hacia los primeros
puestos. Y se nos quiere justificar tal interpretación de la vida, alegando la
necesidad del estímulo como condición sine qua non del progreso.
Dejando de lado la cuestionabilidad de un tal progreso que engaña a la
mayoría (pues la mayoría no puede ascender), el equívoco radica en confundir el
estímulo en el amor y en el servicio con la exacerbación del egoísmo y la
idolatría por el poder. Se identifica torpemente la promoción del hombre,
servidor de todos, con la dignificación de unos cuantos, que se servirán de
todos.
PERSONAJE/PERSONA: Pero ocurre que, cuando la sociedad distribuye a los
hombres en jerarquías de dignidad, generalmente la dignidad del hombre se queda
en la base. Sube el personaje, el uniforme y el símbolo, suben los honorarios;
pero el hombre, la persona, queda a ras de suelo. Peor aún, a veces la dignidad
humana es sólo lastre del que conviene aligerarse para ascender más de prisa.
Porque, como los que dispensan las dignidades son los de arriba, no los de
abajo, se opta por halagar a los de arriba, en vez de servir todos al pueblo. Y
así se subvierte el verdadero orden social: el pueblo no es servido, es sólo
una rampa por la que subirán otros.
Y éstos, en la medida que se van desplazando hacia arriba, ensanchan el
círculo de sus servidores. Si además, con un poco de suerte, no se salen del
círculo de adulaciones, fácilmente se dejarán convencer de que todo el mundo
les aprecia, cuando ese todo el mundo es sólo el pequeño círculo de sus
incondicionales. Los que sirven a sus jefes, a costa del pueblo, viven como
"señores", pero se arrastran como esclavos. El que sirve al pueblo,
aunque sus jefes lo ejecuten en la cruz como a un esclavo, ascenderá como el
Señor, que no vino a servirse de los hombres, sino a servir y dar su vida.
EUCARISTÍA 1975, 29
6. ASC/QUE-ES
Ascensión del Señor. ¿Ascensión al cielo? ¿Qué dirección es ésa? ¿Dónde
está el cielo? O mejor, ¿qué es el cielo? El cielo de las estrellas y satélites
y el cielo al que según nuestra fe ascendió Cristo no son idénticos. Cuando celebramos
la fiesta de la Ascensión del Señor y cuando todos los domingos rezamos el
Credo no estamos proclamando que Cristo, anticipándose a la ciencia moderna,
emprendiera un viaje sideral. El cielo al que ascendió Jesús no es objeto de
dirección espacial, ni de distancia, ni de traslación, ni de tiempo. La subida
de Cristo al cielo no es como la de los cohetes. Estos se trasladan
constantemente de un espacio a otro y se encuentran siempre dentro del tiempo y
del espacio, sin poder nunca abandonar estas coordenadas, por más lejanos que
viajen por los espacios infinitos. La ascensión de Cristo, más que una
"subida" es un paso, pero del tiempo a la eternidad, de lo visible o
lo invisible, de la inmanencia a la trascendencia, de la opacidad del mundo a
la luz divina, de los hombres a Dios. La Ascensión de Cristo es
"ascensión" sólo en ese sentido.
¿Es mentira, pues lo que nos cuenta Lucas en los Hechos de los
Apóstoles? Hay que decir, para contestar la pregunta, que ni San Mateo, ni San
Marcos, ni San Juan ni Pablo en sus cartas conocen la Ascensión de Cristo tal
como Lucas la narra. Para ellos, la ascensión no es un acontecimiento visible,
sino invisible y en conexión inmediata con la resurrección. Esta perspectiva
que contemplaba conjuntamente resurrección y ascensión se mantuvo, a pesar del
relato de Lucas, hasta el siglo IV atestiguan los escritos de Padres como
Tertuliano, Hipólito, Eusebio, Atanasio, Ambrosio, Jerónimo y otros. Hasta el
siglo V la liturgia celebraba conjuntamente la resurrección y la ascensión. Es
decir, la desmembración entre resurrección y ascensión y el calendario aplicado
(cuarenta días intermedios, y diez siguientes para pentecostés, durante
bastantes siglos no ha sido tenido en la Iglesia como una verdad inapelable y
como tal celebrada. Fue más bien considerada -quizá con una comprensión más
cercana a la intención del mismo Lucas que la nuestra- como una manera de
hablar y plastificar algo que por sí mismo rebasa toda plastificación.
Evidentemente, los problemas aquí encerrados y las implicaciones de una
comprensión correcta desbordan las posibilidades de reflexión de estas líneas.
Lo que en cualquier caso es preciso subrayar -creo- es la necesidad y la
obligación que tenemos de estudiar el problema para no predicar ingenuamente
sobre la ascensión. Si hoy ya sabemos todo esto y hemos desmitificado (en el
sentido bultmanniano) tantas expresiones de fe, es hora de presentar la fe de
una manera crítica y adulta, porque en la eucaristía les haríamos un flaco
servicio si les presentáramos la ascensión como una hazaña espectacular o un
milagro más a sumar a una apologética innecesaria. Es cuestión de pensarlo
seriamente.
DABAR 1978, 29
7.- Las posibilidades de actualización eucarística de esta fiesta son
múltiples. Habría que destacar, en primer lugar, el comentario de san León,
precisamente en una homilía sobre la Ascensión: "Aquello que fue visible
en nuestro Redentor, ha pasado ahora a los sacramentos". Y, centralmente,
en la Eucaristía. Una vez más habrá que subrayar este elemento decisivo: la
celebración eucarística no es la simple memoria histórica de unos
acontecimientos, sino la actualización de comunión y presencia con el
protagonista de los mismos, "que ha entrado en el cielo mismo para
presentarse ahora en el acatamiento de Dios a favor nuestro" (/Hb/09/24).
Por eso podemos decir "hoy", hablando de la ascensión, porque
Jesucristo está "ante Dios" en el perenne "hoy" de su
misterio.
EU/PRESENCIA-J:De aquí también se puede derivar una catequesis sobre la
presencia real de Cristo en la Eucaristía, que tenga en cuenta al mismo tiempo
el hecho de la ausencia del Señor según la forma natural de ser, en la que está
presente a la derecha del Padre, y la presencia sacramental, igualmente real
-aunque no natural- en la que está entre nosotros, bajo la apariencia del pan y
del vino de la Eucaristía (véase el Concilio de Trento, sesión XIII, capítulo
1, DS 1636).
Este pan y este cáliz, en efecto, por la Palabra de Cristo y la fuerza
del Espíritu creador, han pasado a ser el Señor glorificado, dado a su Iglesia,
quedando los mismos en su visibilidad terrena. También en ellos se ha producido
un misterio de ausencia y presencia: la ausencia de su realidad profunda -la
substancia- que se ha convertido en el Cuerpo y la Sangre del Señor, y la
presencia de su manifestación visible, en el mundo de la experiencia humana. He
aquí el sentido más fuerte del "sacramento", como elemento de
presencia y mediación de comunión entre el misterio de Cristo y la Iglesia del
tiempo presente. En la Eucaristía ¡se nos da y ofrecemos al Señor de la gloria!
Hoy se podría destacar precisamente el gesto final de la plegaria eucarística,
presentándolo como una especie de ascensión ritual y explicando las palabras
que lo acompañan: "Por El", el Cristo que es el gran sacerdote que
tenemos en el cielo; "con El", que es el gran Presente entre
nosotros; "en El", en la comunión de vida que nos ha hecho
participar; nosotros proclamamos la gloria del Padre, que es el misterio de la
Palabra de Jesús, llevados por el Espíritu Santo.
PERE TENA - MISA DOMINICAL 1986, 10
8. ASC/VICTORIA:
La ascensión de Jesús es ya nuestra victoria.- Así se declara en la
Colecta. Esta afirmación, de profundas raíces teológicas, debe ser formulada
claramente a los fieles. Por ser él el Mediador, todos nosotros, a través de
él, hemos subido a los cielos y hemos pasado a la gloria del Padre. Aunque
nuestra condición terrena e histórica nos obliga a poner los pies en tierra y
tomar conciencia de que esa victoria es aún provisional, anticipada y vivida a
nivel de misterio, y no compartida aún definitivamente.
Esto nos obliga a vivir en una esperanza activa y gozosa, encaminando
nuestros pasos hacia la patria futura. Así se expresa el prefacio: "...
para que nosotros, miembros de su cuerpo, vivamos con la ardiente esperanza de
seguirlo en su Reino".
JOSÉ MANUEL BERNAL - MISA DOMINICAL 1985, 11
PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO ASCENSION
DEL SEÑOR CICLO C
01.- IGLESIA PEREGRINA (Entrada)
Todos unidos formando un solo cuerpo,
un pueblo que en la Pascua nació.
Miembros de Cristo, en sangre redimidos,
Iglesia peregrina de Dios.
Vive en nosotros la fuerza del Espíritu,
que el Hijo desde el Padre envió.
Él nos empuja, nos guía y alimenta,
Iglesia peregrina de Dios.
SOMOS EN LA TIERRA SEMILLA DE
OTRO REINO,
SOMOS TESTIMONIO DE AMOR.
PAZ PARA LAS GUERRAS Y LUZ ENTRE
LAS SOMBRAS,
IGLESIA PEREGRINA DE DIOS (2).
Rugen tormentas y a veces nuestra barca,
parece que ha perdido el timón.
Miras con miedo, no tienes confianza,
Iglesia Peregrina de Dios.
Una esperanza nos llena de alegría,
presencia que el Señor prometió.
Vamos cantando, él viene con nosotros,
Iglesia peregrina de Dios.
Todos
nacidos en un solo bautismo,
unidos
en la misma comunión.
Todos
viviendo en una misma casa,
Iglesia
peregrina de Dios.
Todos
prendidos en una misma suerte,
ligados
a la misma salvación
somos
un cuerpo y Cristo es la Cabeza
Iglesia
peregrina de Dios.
02.- YO NO DEJO LA TIERRA (Entrada)
NO. YO NO
DEJO LA TIERRA.
NO. YO NO
OLVIDO A LOS HOMBRES.
AQUÍ, YO
HE DEJADO LA GUERRA.
ARRIBA,
ESTÁN VUESTROS NOMBRES.
1. ¿Qué
hacéis mirando el cielo,
varones,
sin alegría?
Lo que ahora
parece un vuelo
ya es
vuelta y es cercanía.
2. El
gozo es mi testigo.
La paz,
mi presencia viva,
que al
irme se va conmigo
la
cautividad cautiva.
3. El
cielo ha comenzado.
Vosotros
sois mi cosecha.
El Padre
ya os ha sentado
conmigo,
a su derecha.
4. Partid
frente a la aurora,
salvad a
todo el que crea,
vosotros
marcáis mi hora,
comienza
vuestra tarea.
03.- EL SEÑOR VIVE. (V. Mateu) (Entrada)
NO
BUSQUÉIS ENTRE LOS MUERTOS A LA VIDA.
NO
LLORÉIS ENTRE LAS SOMBRAS A LA LUZ.
CANTAD
PORQUE LA MUERTE ESTÁ VENCIDA.
CANTAD
QUE DIOS ES EL SEÑOR JESÚS.
1. No
busquéis por las montañas ni los valles.
No
busquéis en las estrellas junto al sol.
Buscadle
por las plazas y las calles;
en cada
ser que vive está el Señor.
2. No
quedéis mirando al cielo o a las nubes,
esperando
un nuevo gran libertador.
Mirad la
luz que sale de las sombras,
es la
fuerza salvadora del Señor.
3. No te
canses recorriendo tu camino,
si la luz
de nuestra Pascua no es tu luz.
No sueñes
vanamente tu destino;
no hay
vida, si no está el Señor Jesús.
04.- A CASA DEL PADRE (J. Pedro Martins)
(Entrada)
A casa
del Padre
cantando
llegamos,
la mesa
está puesta,
su nombre
cantamos. (Bis)
La cena
de Cristo
nos da
nueva vida,
da fuerza
y amor,
da luz y
alegría. (Bis)
Jesús
nuestra pascua
por todos
murió
y como
alimento
su cuerpo
entregó. (Bis)
Triunfó
de la muerte
la vida
nos dio
las
puertas del cielo
abiertas
dejó. (Bis)
La mesa
está puesta
su nombre
alabamos.
05.- SABER QUE VENDRAS (Dones)
En
este mundo que Cristo nos da hacemos la ofrenda del pan,
el pan
de nuestro trabajo sin fin y el vino de nuestro cantar.
Traigo
ante ti nuestra justa inquietud amar la justicia y la paz.
SABER QUE VENDRAS, SABER
QUE ESTARAS,
PARTIENDO A LOS POBRES TU
PAN (BIS).
La sed de todos los hombres sin luz, la pena y el triste llorar,
el odio de los que mueren sin fe cansados de tanto luchar.
En la patena de nuestra oblación acepta la vida, Señor.
06.- ACEPTA, SEÑOR, EL VINO Y EL PAN. (Joaquín
Madurga)
(Dones)
ACEPTA
SEÑOR EL VINO Y EL PAN
CON ELLOS
TRAEMOS TU OFRENDA A TU ALTAR
1. Sobre
el altar Señor va nuestra ofrenda
el abrazo
sincero al hermano
perdonándonos
nuestras ofensas.
2.Sobre
el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:
trabajar
por un mundo más justo de igualdad
y
concordia fraterna.
3. Sobre
el Altar, Señor, va nuestra ofrenda:
convertir
nuestra vida pasada
al
mensaje de tu Buena Nueva.
07.- EN TORNO A TU MESA (Agustín Sánchez) (Dones)
1. En
torno a tu mesa, Señor, te ofrecemos,
toda
nuestra vida, el vino y el pan.
Son para
nosotros, tu cuerpo y tu sangre,
promesa
de vida, luz y libertad.
SEÑOR, EL
PAN QUE NOS DAS
BORRA
NUESTRAS MISERIAS.
SEÑOR, TU
COPA SERÁ
SANGRE DE
VIDA ETERNA.
SEÑOR,
SABEMOS QUE TÚ
TE DAS
SIN CONDICIONES.
DANOS TU
ESPÍRITU Y HAZ
DE CARNE
LOS CORAZONES... SEÑOR.
2. Tu
Espíritu inflama de amor nuestras vidas,
nos
sigues llamando; Señor, ¿dónde estás?
Mas tú
nos respondes: “me encuentras amando”.
Queremos
sentirte nuestro Salvador.
08.- CON NOSOTROS ESTÁ EL SEÑOR
(Comunion)
CON
NOSOTROS ESTÁ EL SEÑOR
CON
NOSOTROS
SU
PALABRA ES CAMINO Y VERDAD
Y EN LA
MESA DEL ALTAR
NUESTRA
VIDA, NUESTRA VIDA.
1. Por
nosotros está en el altar
por
nosotros su cuerpo es manjar
por
nosotros, camino,
por
nosotros, verdad
Él con
nosotros está.
2. Con
los hombres que buscan la paz
con los
hombres que piden su pan
con el
débil y enfermo,
con quien
no tiene hogar
Él pide
amor y hermandad.
3. Como
hermanos en un mismo hogar
como
hijos que comparten su pan
celebremos
la cena,
sacrificio
pascual
sacramento
de fraternidad.
09.- ID Y ENSEÑAD (Comunion)
Sois la semilla que ha de creer, sois la estrella que
ha de brillar.
Sois levadura, sois grano de sal, antorcha que debe
alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a nacer. Sois espiga que
empieza a granar.
Sois aguijón y caricia a la vez, testigos que voy a
enviar.
ID, AMIGOS POR EL MUNDO, ANUNCIANDO
EL AMOR,
MENSAJEROS DE LA VIDA, DE LA PAZ Y
EL PERDÓN.
SED AMIGOS, LOS TESTIGOS DE MI
RESURRECCIÓN,
ID LLEVANDO MI PRESENCIA, CON
VOSOTROS ESTOY.
Sois una llama que ha de encender resplandores de fe y
caridad.
Sois los pastores que han de guiar al mundo por sendas
de paz.
Sois los amigos que quise escoger, sois palabra que
intento gritar.
Sois Reino Nuevo que empieza a engendrar justicia,
amor y verdad.
Sois
fuego y savia que viene a traer, sois la ola que agita la mar.
La
levadura pequeña de ayer fermenta la masa del pan.
Una
ciudad no se puede esconder, ni los montes se han de ocultar.
En
vuestras obras que buscan el bien los hombres al Padre verán.
10.- NO QUEDEN TRISTES (J. Pedro Martins)
(Comunion)
NO QUEDEN
TRISTES, AUNQUE ME VOY,
AUNQUE ME
VOY YO VOLVERÉ (BIS).
1)Voy a
la casa de mi Padre
a
prepararles un lugar.
2)Vendrá
mi Espíritu a ustedes
para
enseñarles la verdad.
3)Serán
testigos de mi amor
por los
confines de la tierra.
4)Anunciarán
la buena nueva
a cada
pueblo de la tierra.
5)Cuando
los hombres los persigan
no tengan
miedo, confíen.
6)Yo
estaré siempre con ustedes
acompañando
hasta el final.
11.- SOMOS TESTIGOS (Grupo Kairoi)
(Salida)
1. El
Señor resucitó venciendo la muerte en la cruz,
nuestra esperanza
está en Él,
Él es
nuestro Salvador;
atrás
quedó el temor, la duda y la poca fe,
hagamos
ya realidad un Reino nuevo de amor.
SOMOS
TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN,
ÉL ESTÁ
AQUÍ, ESTÁ PRESENTE, ES VIDA Y ES VERDAD.
SOMOS
TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN,
ÉL ESTÁ
AQUÍ, SU ESPÍRITU NOS MUEVE PARA AMAR.
2. Tú nos
reúnes, Señor, en torno al cáliz y al pan
y nos
invitas a ser la Luz del mundo y la sal.
Donde
haya odio y dolor haremos presente tu paz,
en cada
gesto de amor, María Madre estará.
3. Somos
testigos de la resurrección,
Él está
aquí, está presente, es Vida y es Verdad.
Somos
testigos de la resurrección,
Él está
aquí, Su espíritu nos mueve para amar.
12.- TESTIGOS (Cesáreo Gabaráin) (Salida)
1. Nos
envías por el mundo
anunciar
la Buena Nueva, (2)
/mil
antorchas encendidas
y una
nueva primavera. (2)
2. Si la
sal se vuelve sosa,
quién
podrá salar el mundo. (2)
/Nuestra
vida es levadura,
nuestro
amor será fecundo. (2)
3. Siendo
siempre tus testigos,
cumpliremos
el destino, (2)
/sembraremos
de esperanza,
y alegría
los caminos. (2)
4. Cuanto
soy y cuanto tengo,
la
ilusión y el desaliento. (2)
/Yo te
ofrezco mi semilla
y tú
pones el fermento. (2)
13.- CUMBRE
Silencio en el valle,
retazos de azul
Tejiendo ilusiones de eternas caricias
y en la cumbre tu, esperando siempre
irradiando luz,
esperando siempre, irradiando luz.
TENGO SED DE INFINITO
SACIAME TU SEÑOR
QUIERO ALCANZAR LA CUMBRE
QUIERO GOZAR TU AMOR (2)
Cruzando hondonadas,
saltando arroyuelos
Sumisa al hombro en su pecho amor
mas así tu pueblo
lento con fatiga hasta ti Señor
lento con fatiga hasta ti Señor
TENGO SED DE INFINITO
SACIAME TU SEÑOR
QUIERO ALCANZAR LA CUMBRE
QUIERO GOZAR TU AMOR (2)
Sus sienes coronadas de mi gran pureza
Tus prados extienden su manto de amor
¿cómo podrá el hombre escalar tu cima sin mancha
Señor,
escalar tu cima sin mancha señor?
TENGO SED DE INFINITO
SACIAME TU SEÑOR
QUIERO ALCANZAR LA CUMBRE
QUIERO GOZAR TU AMOR (2)