viernes, 26 de julio de 2013

LECTURAS Y COMENTARIO DEL DOMINGO XVII TO CICLO C - 28 DE JULIO 2013

ENSÉÑANOS A ORAR



PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Génesis 18,20-32

En aquellos días, el Señor dijo: «La acusación contra Sodoma y Gomorra es fuerte, y su pecado es grave; voy a bajar, a ver si realmente sus acciones responden a la acusación; y si no, lo sabré.».
Los hombres se volvieron y se dirigieron a Sodoma, mientras el Señor seguía en compañía de Abrahán. Entonces Abrahán se acercó y dijo a Dios: «¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable?. Si hay cincuenta inocentes en la ciudad, ¿los destruirás y no perdonarás al lugar por los cincuenta inocentes que hay en él?. ¡Lejos de ti hacer tal cosa!, matar al inocente con el culpable, de modo que la suerte del inocente sea como la del culpable; ¡lejos de ti! El juez de todo el mundo, ¿no hará justicia?».
El Señor contestó: «Si encuentro en la ciudad de Sodoma cincuenta inocentes, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos.».
Abrahán respondió: «Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza. Si faltan cinco para el número de cincuenta inocentes, ¿destruirás, por cinco, toda la ciudad?».
Respondió el Señor: «No la destruiré, si es que encuentro allí cuarenta y cinco.».
Abrahán insistió: «Quizá no se encuentren más que cuarenta.». Le respondió: «En atención a los cuarenta, no lo haré.». Abrahán siguió: «Que no se enfade mi Señor, si sigo hablando. ¿Y si se encuentran treinta?».  Él respondió: «No lo haré, si encuentro allí treinta.».
Insistió Abrahán: «Me he atrevido a hablar a mi Señor. ¿Y si se encuentran sólo veinte?».
Respondió el Señor: «En atención a los veinte, no la destruiré.». Abrahán continuó: «Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más. ¿Y si se encuentran diez?». Contestó el Señor: «En atención a los diez, no la destruiré.».

SALMO RESPONSORIAL (Sal 137)

Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario. R.

Daré gracias a tu nombre,
por tu misericordia y tu lealtad.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R.

El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros, me conservas la vida;
extiendes tu brazo contra la ira de mi enemigo. R.

Tu derecha me salva. 
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 2,12-14

Por el bautismo fueron sepultados con Cristo, y han resucitado con él, porque han creído en la fuerza de Dios que lo resucitó de entre los muertos. Estabais muertos por sus pecados, porque no estaban circuncidados; pero Dios les dio vida en él, perdónense todos los pecados. Borró el protocolo que nos condenaba con sus cláusulas y era contrario a nosotros; lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 11,1-13

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.».
Él les dijo: «Cuando oren digan: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación."». Y les dijo: «Si alguno de ustedes tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle." Y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos." Si el otro insiste llamando, yo les digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues así les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y hallaran, llamen y se les abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre ustedes, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, pues, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?».

PLEGARIA UNIVERSAL
Hermanos vaya hacia Dios nuestra oración especialmente por nuestra patria que celebra un nuevo adversario de su independencia:

1.- Por la Iglesia de Dios, que aparezca delante de todos los hombres como nuestra guía segura hacia la patria del cielo, que la obra redentora de Cristo nos ha preparado. Roguemos al Señor.

2.- Por los representantes del pueblo que ejercen los poderes públicos del Estado; que su competencia, acentuada por la sabiduría y prudencia que viene de Dios, los haga estar siempre al servicio  de la patria, para autentico bien de la comunidad. Roguemos al Señor.

3.-  Por las universidades, escuelas, fábricas, oficinas e instituciones de nuestro país, que en todos los ambientes se viva y se afirme el espíritu del evangelio. Roguemos al Señor.

4.- Por todos los ciudadanos de nuestra nación, que sepamos agradecer el territorio y la libertad que hemos recibido de Dios, gracia al empeño y al valor de los Padres de la Patria y de quienes han seguido sus ejemplos. Roguemos al Señor.

¡Dios y Padre nuestro del cielo!. Bendice a tu pueblo que pone su confianza en ti, y extiende tu mano protectora sobre nuestra patria, para que siempre podamos servirte en paz y fidelidad. Por Cristo nuestro Señor.

COMENTARIO

Aun los comentaristas más críticos están de acuerdo con la autenticidad de la petición del discípulo a Jesús: "Enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos". Lucas recoge un modelo de oración con una interpelación inicial y cinco peticiones. Es importante observar que en las dos primeras se pide para el propio Padre interpelado.
Tres veces al día rezaban los judíos. Sin duda, también Jesús así lo hacía, pero este tipo de concreciones debieron parecerle a Lucas tan poco significantes que prescindieron de ellas. Su interés no reside en el dónde ni en el cuándo de la oración, sino en el modo, en su aspecto. "Cuando oren, digan". Ya la primera palabra marca esa idea: "Padre". Al rezar nos movemos, pues, en el mundo de la familiaridad y del cariño, no en el desconocimiento y el del miedo. Empezamos pidiendo no para nosotros, sino para ese Padre a quien acudimos. Sólo poetas y místicos son capaces de hacer las cosas de esta manera. Indudablemente nos hallamos muy lejos de la intocable y prepotente imagen de la divinidad que a menudo nos forjamos. "Santificado sea tu nombre, venga tu reino". Estas dos peticiones formulan necesidades de Dios.
Son como peticiones a la recíproca, peticiones al que pide. El Padre nos pide que le reconozcamos, que aceptemos su presencia. ¿No es acaso maravilloso que el modelo de oración no comience hablando de nuestras necesidades, sino de las del Padre? Las siguientes peticiones formulan necesidades nuestras: pan, perdón y fortaleza en la dificultad.
Me atrevo a sugerir para la primera de ellas un matiz como de grito de urgencia: ¡Padre, que no nos falte el pan!, plantea la dificultad de hacer uso de un término inexistente en toda la literatura griega. ¿Se trata de pan del mañana o del pan suficiente?
Ambas alternativas son filológicamente posibles. Un grito que sigue temiendo la misma urgencia. Y tras el modelo de oración, la invitación a orar, basada en la certeza de ser oídos.
En realidad, es esta certeza la que Jesús quiere inculcar. Invita para ello a sus oyentes a imaginarse que son amigos de uno que viene a pedirles algo a una hora inoportuna. Más todavía: les invita a imaginar que un hijo suyo les pide algo. Y de esta segunda situación saca la conclusión.

"¿Cuánto más su Padre celestial dará espíritu santo a quienes le piden?" Hay que reconocer que la expresión "Espíritu Santo" es sorprendente. En todo caso, se corresponde a las cosas buenas que los padres dan a sus hijos. Debería representar el conjunto de peticiones formuladas en el modelo de oración. Y en todo caso tiene que ser una realidad nueva que surge en nosotros al contacto con el Padre.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 29: 1 Jn 4, 7-16;  Jn 11, 19-27.
Martes 30: Ex 33, 7-11; 34, 5b-9.28; Sal 102; Mt 13, 36-43.
Miércoles 31: Ex 34, 29-35; Sal 98, 5.6.7.9.
Jueves 01: Ex 40, 16-21.34-38; Sal 83; Mt 13, 47-53.
Viernes 02: Lv 23, 1.4-11.15-16.27.34b-37; Sal 80; Mt 13, 54-58.
Sábado 03:  Lev 25, 1.8-17; Sal 66; Mt 14, 1-12.
Domingo 04: Ecl 1, 2; 2, 21-23; Sal 89, 3-4.5-6. 12-13.14 y 17; Col 3, 1-5.9-11; Lc 12, 13-21.