viernes, 18 de noviembre de 2022

LECTURAS Y COMENTARIO JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO CICLO A - 20 NOVIEMBRE 2022

 

¿PUEDE JESÙS SER NUESTRO REY?

 


COMENTARIO

Con esta celebración terminamos el ciclo litúrgico C y que mejor que celebrando a Jesucristo, Rey del universo. La realeza de Cristo es un dato del evangelio, pero no es fácil ver qué es lo que aporta a nuestras vidas de hoy. ¿En qué sentido puede Jesús ser nuestro Rey?

Partamos de la noción de realeza: se caracteriza por su relación con la realidad política, o sea con un poder en la ida colectiva. Un rey era la felicidad o la desdicha de sus súbditos por su buena o mala política. ¿Tiene una política Jesús rey?

Algunos creen que en el evangelio pueden encontrarse todos los elementos para ella. Aplicándolos, tendríamos a Jesús como rey. En la práctica las cosas no han ido muy bien. A lo largo de toda la historia de la Iglesia a Jesucristo se le ha vinculado con regímenes conservadores o ideologías de izquierda. Pero para la mayoría de los cristianos, el evangelio no tiene nada que ver con la política ¿Jesús es rey? ¡Perfectamente! No se trata más que de los “corazones”, de una relación muy especial y muy privada con Jesús. Dejemos para “los otros” la política sucia y villana. Si las estructuras colectivas hacen desgraciados a muchos hermanos nuestros, nosotros cantaremos cánticos y haremos magníficas plegarias por la paz y el bienestar del mundo.

Como vemos, esquematizando las cosas en su más alto grado, se trata de dos tentaciones opuestas: vincular a Jesús a una política o llevarlo muy lejos de toda política. ¿Es posible salir de este dilema? Creo que si, en la medida en que nos dejemos empapar de las bienaventuranzas, que son la carta magna de la “política” de Jesús: “Más vale ser pobre que egoístamente rico y explotador de los pobres”. Los políticos se reirán de eso. Lógico. Pero también nos reímos nosotros cuando los políticos nos dicen que es posible que muchos hombres vivan juntos de una forma justa y feliz (tal es la definición de la política) sin cambiar los corazones.

Así es como Jesús será realmente nuestro rey. No sólo reinando en los corazones, sino en unos corazones cambiados. Es preciso que los cristianos tomen más conciencia de la importancia de las realidades colectivas, y por tanto de la política, para la felicidad de muchos, sobre todo de los pobres, de los indefensos.

Entonces es cuando el evangelio revela su fuerza social. No ofrece un régimen político ideal, pero critica sin cansancio todos los regímenes concretos. Forma hombres capaces de concebir mejores regímenes y sobre todo capaces de comprometerse. Cuando los hombres superan sus problemas personales para intentar construir sobre las bienaventuranzas un mundo más fraternal, allí reina Jesucristo.

R.P. Roland Vicente Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA Ap 5, 12; 1, 6

Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. A él la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.

 

ORACION COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que quisiste recapitular todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, haz que la creación entera, liberada de la esclavitud, sirva a tu majestad y te glorifique sin fin. Él, que vive y reina contigo.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del segundo libro de Samuel 5, 1-3

En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a presentarse a David y le dijeron: «Nosotros somos de tu misma sangre; hace ya mucho tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú el que conducía a Israel. Además, el Señor te ha prometido: “Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel”».

Todos los ancianos de Israel se presentaron ante el rey en Hebrón, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL (121)

 

¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»!

 

¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R.

 

Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 12-20

Hermanos: Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho

capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Él es imagen del Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles, tronos, dominaciones, principados, potestades; todo fue creado por él y para él.

Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, restableciendo la paz por su sangre derramada en la cruz.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mc 11, 9b-10a

Aleluya. Bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David. Aleluya.

 

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 23, 35-43

Cuando Jesús estaba ya crucificado, el pueblo estaba allí mirando. Las autoridades le hacían muecas diciendo: «A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el elegido». Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo: «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo». Había encima de él una inscripción: «Este es el rey de los judíos». Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros». Pero el otro le increpaba: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena?. Nosotros la sufrimos justamente porque recibimos el pago de lo que hicimos, en cambio, él no ha hecho nada malo». Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino». Jesús le respondió: «Te lo aseguro: hoy estarás

conmigo en el paraíso».

 

PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos a Dios que, en Jesús, el Mesías, nos ofrece su salvación, y pidámosle que su reino se instaure en nuestro mundo. Digamos:  R. Acuérdate de nosotros en tu reino.

 

1.- Por la Iglesia: para que sirva a Jesús, rey del mundo, viviendo en apertura, diálogo y comprensión y acogiendo a todos los hombres de buena voluntad. Oremos. R.

 

2.- Por el papa, pastor del nuevo pueblo de Dios: para que, en comunión con los obispos, conduzca a la Iglesia por caminos de paz, tolerancia y misericordia. Oremos. R.

 

3.- Por los gobernantes y por todos los que ejercen cargos de responsabilidad en nuestra sociedad: para que trabajen siempre por el bien común, la paz y la justicia. Oremos. R.

 

4.- Por los cristianos que anuncian el evangelio en tierras de misión o en ambientes hostiles a la fe: para que en la cruz de Cristo encuentren la fortaleza que necesitan para no desanimarse.  Oremos. R.

 

5.- Por quienes se sienten alejados de Dios, por los que han abandonado su fe y por los que rechazan a Dios: para que

Jesucristo se les manifieste y un día entren a gozar de su reino.  Oremos. R.

 

6.- Por nosotros, que celebramos nuestra fe y deseamos que Jesús sea el Señor de nuestras vidas: para que demos gracias a Dios porque nos ha llamado a formar parte de su pueblo. Oremos. R.

 

Acuérdate de nosotros, Señor, escucha nuestras oraciones y permítenos ir un día a tu paraíso, junto a Jesucristo, nuestro redentor, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Al ofrecerte, Señor, el sacrificio de la reconciliación humana, pedimos humildemente que tu Hijo conceda a todos los pueblos los dones de la paz y de la unidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION   Sal 28, 10-11

El Señor se sienta como Rey eterno, el Señor bendice a su pueblo con la paz.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Después de recibir el alimento de la inmortalidad, te pedimos, Señor, que, quienes nos gloriamos de obedecer los mandatos de Cristo, Rey del universo, podamos vivir eternamente con él en el reino del cielo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 21: Ap 14, 1-3. 4b-5; Sal 23; Lc 21, 1-4.

Martes 22: Ap 14, 14-19; Sal 95; Lc 21, 5-11

Miércoles 23: Ap 15, 1-4; Sal 97; Lc 21, 12-19

Jueves 24: Ap 18, 1-2. 21-23; 19, 1-3. 9ª; Sal 99; Lc 21, 20-28

Viernes   25: Ap 20, 1-4. 11-21, 2; Sal 83; Lc 21, 29-33.

Sábado 26: Ap 22, 1-7; Sal 94; Lc 21, 34-36.

Domingo 27: Is 2, 1-5; Sal 121; Rm 13, 11-14ª; Mt 24, 37-44.

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO


Lc 23, 35-43

Par.: /Mt/27/39-43:  /Mc/15/29-32

 

1.- Texto. Presupone una escena: tres malhechores ajusticiados. La cruz del centro es la de Jesús. El texto lo ha trabajado Lucas como una observación de la escena por distintos grupos de personas. Es una secuencia de actitudes ante Jesús sacrificado. En primer lugar, está el pueblo (v. 35a). La traducción litúrgica ha unido erróneamente la actitud del pueblo a la de las autoridades. El texto original dice escuetamente: "El pueblo, en pie, presenciaba la escena". Siguen las autoridades religiosas (v. 35b). Su actitud es calificada de comentario con sorna. Cuestionan a Jesús como el Enviado de Dios. En tercer lugar, Lucas hace pasar a los soldados romanos encargados de la ejecución (vv. 36-37). Su actitud es descrita como actuación burlona. Cuestionan a Jesús como rey. Lucas aprovecha este momento para dar cuenta del delito por el que Jesús ha sido condenado a muerte: "Este es el rey de los judíos" (v.38). Por última y cerrando la serie de presencias, Lucas se fija en los propios malhechores que flanquean desde sus cruces a Jesús (vs. 39-43). Es la secuencia más larga. Inicialmente corre paralela a la de las autoridades y los soldados. La actitud del primero de los malhechores es calificada de insultante. Como las autoridades, también él cuestiona a Jesús como Mesías. Pero el signo de las actitudes se rompe con el segundo de los malhechores. Tras reconocer la justicia de su castigo y la injusticia del de Jesús, se dirige a éste solicitando un recuerdo cuando llegue a su reino. Las palabras de Jesús cierran el texto: Hoy estarás conmigo en el paraíso.

Comentario. Estas palabras cierran no sólo el texto de hoy, sino un ciclo litúrgico que ha tenido en Lucas al guía y al escritor. Lucas, en efecto, nos ha ido llevando y haciendo descubrir a lo largo del año valores y actitudes del Reino de Dios. Lo ha hecho en gran parte desde los marginados, los etiquetados, los desechados. Pastores, mujeres, hijos pródigos, publicanos, prostitutas, samaritanos. Ellos han sido artífices de los hechos que se han verificado entre nosotros (cfr. Lc. 1, 1). Un día cualquiera de su vida se encontraban con Jesús. Este no los enjuiciaba ni los sermoneaba. Sencillamente estaba al lado de ellos. Pero algo descubrían en él que los impulsaba al cambio. Y por propia iniciativa salían de su desafortunada vida para vivir la de Jesús, la de su reino.

Hoy volvemos a encontrar a uno de ellos, probablemente el caso más clamoroso de marginación por lo legal de la misma. ¡También en esta ocasión se encuentra Jesús al lado de él! El encuentro lo ha patrocinado y hecho posible la Ley del Estado, la misma para ambos malhechores. Pero el malhechor junto a Jesús grita lo injusto de esa ley en el caso de Jesús: "Este no ha hecho nada censurable". Pero es sólo el grito de un malhechor. ¿Qué había descubierto realmente en Jesús? Tampoco esta vez nos lo dice Lucas, pues, no es él un escritor de interioridades o de estudios psicológicos. Simplemente señala una situación que es una constante en su Evangelio: un desechado descubre a Jesús, algo en él que le impone, le impresiona, le cambia.

En la disparatada sucesión de presencias que Lucas ha descrito nadie se ha tomado en serio que Jesús sea rey. Sólo este marginado lo hace. Y Jesús, el increíble Jesús de Lucas, le sorprende con lo único que tiene: el paraíso, es decir, ese reino que la Ley del Estado, sus poderosos y fuertes con la pasividad del pueblo, no han permitido que fuera ya una realidad aquí. Pero tampoco a éstos le enjuicia Jesús (de nuevo el increíble Jesús de Lucas): "Padre, perdónalos, que no saben lo que se hacen".

Y así, entre poderosos y humildes (empleando los mismos términos de Lucas en el Magnificat, al comienzo de su obra), sigue esta historia nuestra de cristianos. Pero yo no sabría decir quién es poderoso y quién humilde, porque, en imagen de Papini, cada uno somos mitad ángel y mitad bestia. Si la fiesta de hoy confiere alas a este ángel nuestro, efectivamente es Cristo Rey.

ÁNGEL BENITO - DABAR 1986/57


 

2.- Texto. Pertenece a la meta del camino de Jesús. La escena se desarrolla en el lugar llamado la Calavera, donde Jesús y dos criminales han sido crucificados. En la descripción de la escena Lucas procede por acumulación de datos: el pueblo; a él se añaden las autoridades; a éstas, los soldados, y a éstos, por último, un letrero sobre la cabeza de Jesús. La traducción litúrgica no ha reflejado adecuadamente esta acumulación y gradación de datos. El conjunto resultante es un inmenso sarcasmo. ¡Valiente Mesías y Rey!. La segunda parte del texto se desarrolla arriba, en las cruces. Tampoco allí reina el silencio, aunque en esta ocasión las palabras no sean irónicas, pues los dos criminales gritan desde su situación de condenados. Los dos, sin embargo, la vivencian de diferente manera: con despecho y amargura uno, con reconocimiento y esperanza el otro. Y así, en medio del griterío abajo y arriba, surge el único diálogo del texto sobre un malhechor y un rey. Por enésima vez en el Evangelio de Lucas un marginado (nadie lo es más que un condenado) se convierte en vehículo de enseñanza para el caminante cristiano.

Comentario. Manejada por el autor, la ironía que recorre toda la primera parte del texto expresa la pura verdad. Jesús es, en efecto, el Mesías y el Rey. Pero lo es en cuanto que está en la cruz. Es sin duda una verdad inesperada y, por eso mismo, escandalosa. El camino y los títulos de Jesús tienen estas cosas, a la vez que rompen esquemas y expectativas. Nos lo ha ido mostrando Lucas en los sucesivos domingos del tiempo ordinario; nos lo confirma en este solemne domingo regio.

Porque Jesús es rey no es tiempo ya de triunfalismo ni de discursos. Nos sigue costando entender esto. No seamos hipócritas: nos sigue costando. La cruz no son los sacrificios que uno se impone a sí mismo. Si así fuera, la cruz podría convertirse en el momento más refinado de orgullo. La cruz no se autoimpone.

La realeza de Jesús es de difícil asimilación. Por su rudeza y crudeza, por un lado; por su sensibilidad para el otro y por su sencillez, por otro. De hecho, Lucas no parece hacerse muchas ilusiones sobre la asimilación de esta realeza, pues una vez más recurre a un marginado para darnos la gran lección. Hay últimos que son primeros, y primeros que son últimos. Son cosas de la realeza de Jesús.

ALBERTO BENITO - DABAR/89/57


 

3.- Texto. Observación textual: la traducción litúrgica ha unido a pueblo y autoridades en las burlas a Jesús, siguiendo a los manuscritos de la familia koiné en contra de manuscritos más autorizados. En base a estos últimos hay que separar a pueblo y autoridades. El texto quedaría así: El pueblo lo presenciaba. Las autoridades, por su parte, hacían muecas... Jesús en la cruz, visto desde el pueblo, las autoridades judías, los soldados romanos, el letrero de la cruz, los otros dos ajusticiados. Todos dan su opinión sobre el hecho: el pueblo, desde el silencio; autoridades, soldados y letrero, desde la ironía; un ajusticiado, desde la rabia; el otro ajusticiado, desde la comprensión. Las intervenciones responden a esta pregunta: ¿Es Jesús Mesías-Rey?.

Pre-texto. Salmo 21 (22) como modelo de inspiración literaria. En concreto, los vs. 7-8 del salmo para los vs. 35-36. A la luz de este salmo la presencia silenciosa del pueblo equivale a una valoración negativa sobre Jesús en la cruz.

Mesías de Dios y Elegido: títulos de la cultura judía. Su equivalente en la cultura romana es Rey. Los tres títulos designan la misma realidad.

Sentido del texto. Hay una pregunta de fondo a la que, sin aparecer formulada explícitamente, van respondiendo todos, cada uno según la cultura de que proviene: ¿Es Jesús Mesias-Rey? Seis intervenciones. Las cinco primeras: respuesta negativa. ¿Es que un ajusticiado puede ser el Mesías espectacular que añoraban los judíos o el Rey revolucionario que temían los romanos? Su final en la cruz muestra que Jesús había sido un pobre iluso. Cristo Rey, ¡que ironía! Sólo la última intervención se decanta por el sí. Uno de los ajusticiados hace justicia al ajusticiado Jesús y descubre quién es. Cinco contra uno. Desalentador balance para el único verdadero reino. ¡Lástima que la insensatez humana haya desplazado el "jardín delicioso" (esto es lo que significa "paraíso") más allá de la muerte!

DABAR 1980/59


4.- -"A otros ha salvado; que se salve a sí mismo...": Al pie de la cruz, la ironía sarcástica de las autoridades y de la gente cae sobre el sufrimiento de Jesús. Y en medio de estos reproches insultantes, el evangelista tiene el coraje de colocar las proclamaciones de su realeza: "el Mesías de Dios, el Elegido", gritan; también los soldados: "Si eres tú el rey de los judíos"; y finalmente, el mismo letrero de la cruz: "Este es el rey de los judíos". Pero son proclamaciones desde la burla y la increencia. También se sitúa en este contexto la intervención de uno de los malhechores crucificados.

-"Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino": En contraste con los gritos de burla, Lucas aporta la actitud de uno de los condenados a la cruz juntamente con Jesús, "el buen ladrón". Esta proclama la realeza de Jesús desde la fe. Y notemos que ya no lo hace desde los términos del A.T. con el grito de "rey de los judíos" o de "Mesías", sino viendo en Jesús al portador del Reino.

/Lc/23/43.-"Hoy estarás conmigo en el paraíso": El condenado ha confesado su culpa, ha aceptado el castigo y ha proclamado la fe. Recibe, ahora, el anuncio de su salvación. No es aquella salvación que esperaban las voces burlescas, una salvación terrenal, un milagro extravagante; se trata de una salvación muy distinta. Vale la pena recordar aquí el comentario de ·Bossuet: "Hoy, ¡qué rapidez; conmigo, ¡qué compañía!, en el paraíso, ¡qué descanso!". Es en Jesús en quien se realiza el hoy definitivo, el día de la salvación.

JOAN NASPLEDA - MISA DOMINICAL 1989/22

 

PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XXXIV T.O. CICLO C

 

01.- PUEBLO DE REYES. Autor: Lucien Deiss

Autor: Lucien Deiss

 

SOL                                                                     DO

Pueblo de reyes, asamblea santa,

       RE                              Mim       SOL                  Lam

pueblo sacerdotal, pueblo de Dios,

           RE                   SOL

bendice a tu Señor.

 

SOL                                       DO

Te cantamos, oh Hijo amado del Padre,

      RE                DO SOL Mim           DO RE    Mim

te alabamos, eterna Palabra, salida de Dios.

SOL                                       DO

Te cantamos, oh Hijo de la Virgen María.

     RE                DO SOL                         Mim        DO RE    Mim

Te alabamos, oh Cristo nuestro hermano, nuestro Salvador.

 

Te cantamos a Ti, esplendor de la gloria,

te alabamos, Estrella radiante que anuncias el día.

Te cantamos Jesús, Luz eterna de Dios,

te alabamos, Antorcha de la Nueva Jerusalén.

 

Te cantamos, Mesías que anunciaron los Profetas,

te alabamos, oh Hijo de Abraham e Hijo de David.

Te cantamos, Mesías esperado por los pobres,

te alabamos, oh Cristo, nuestro Rey de humilde corazón.

 

Te cantamos, Mediador entre Dios y los hombres,

te alabamos, oh ruta viviente camino del cielo.

Te cantamos, Sacerdote de la nueva alianza,

te alabamos, tú eres nuestra paz por la sangre de la cruz.

 

Te cantamos, Cordero de la Pascua eterna,

te alabamos, oh Víctima que borras nuestros pecados.

Te cantamos, oh Templo  de la nueva alianza,

te alabamos, oh Piedra angular y roca de Israel.

 

Te cantamos, Pastor que nos conduces al Reino,

te alabamos, reúne a tus ovejas en un redil.

Te cantamos, oh Cristo, manantial de la gracia,

te alabamos, oh Fuente de agua viva que apaga nuestra sed.

 

Te cantamos, oh Viña plantada por el Padre,

te alabamos, oh Viña fecunda, nosotros tus sarmientos.

Te cantamos, oh Cristo, Maná verdadero,

te alabamos, oh Pan de la vida que el Padre nos da.

 

Te cantamos, Imagen del Dios invisible,

te alabamos, oh Rey de justicia y Rey de paz.

Te cantamos, Primicia de aquellos que duermen,

 

te alabamos, a ti, el viviente, principio y fin.

 

02.- ALELUYA EL SEÑOR ES NUESTRO REY

ALELUYA, ALELUYA,

EL SEÑOR ES NUESTRO REY.

ALELUYA, ALELUYA,

EL SEÑOR ES NUESTRO REY. (2)

 

Cantad al Señor un cántico nuevo

porque ha hecho maravillas;

su diestra le ha dado la victoria,

su Santo Brazo.

 

03.- DONES: NOS PRESENTAMOS ANTE EL ALTAR

1.- Nos presentamos ante al altar, para ofrecer y compartir,

lo que tenemos lo que esperamos, pedazos del vivir.

A ti pedimos pueblos hermanos, que el egoísmo, desunión,

para encontrarnos en el esfuerzo, hacia la comunión.

 

A LOS GRANOS DEL PAN Y A LAS UVAS DEL VINO,

QUEREMOS ASOCIARNOS AL AZAR EL CAMINO,

PARA QUE NOS TRANSFORMES EN TI SEÑOR JESÚS

Y SEAMOS PARA EL MUNDO REFLEJOS DE TU LUZ.

 

2.- Te presentamos nuestras familias, las que nos dieron el amor

 y las que viven para ser signos de vida y comunión.

Te presentamos nuestras culturas, notas de un inmenso cantar,

que desde el fondo de sus riquezas luchan por la unidad.

 

3.- Te presentamos nuestros contritos, sed de justicia y libertad,

pueblos heridos de sus derechos en busca de la paz.

Te presentamos nuestras iglesias con sus carismas para amar,

con sus opciones y sus proyectos nueva a evangelizar.

 

04.- COMUNION: SALMO 72. TU REINO ES VIDA

TU REINO ES VIDA, TU REINO ES VERDAD

TU REINO ES  JUSTICIA TU REINO ES PAZ,

TU REINO ES GRACIA, TU REINO ES AMOR,

VENGA A NOSOTROS, TU REINO SEÑOR

VENGA A NOSOTROS TU REINO, SEÑOR

                 

Dios mío, da tu juicio al rey,

tu justicia al hijo de reyes,

para que rija a tu pueblo con justicia,

a tus humildes con rectitud. (2v).

 

que los montes traigan la paz,

que los collados traigan la justicia;

que el defienda a los humildes del pueblo

que socorra a los hijos del pobre;

que él defienda a los humildes del pueblo

y quebrante al explotador.

 

Que dure tanto como el sol,

como la luna de edad en edad;

Que baje como lluvia sobre el césped,

como rocío que empapa la tierra,

Que en sus días florezca la justicia,

y la paz hasta que falte la luna

 

Librará al pobre que suplica,

al afligido que no tiene protector;

se apiadará del humilde y del indigente,

y salvará la vida de los pobres

salvara de la violencia sus vidas,

pues su sangre es preciosa ante sus ojos

 

Que su nombre sea eterno,

que su fama dure como el sol;

que él sea bendición para los pueblos;

que las naciones lo proclamen dichoso.

Bendito eternamente su nombre,

que su gloria llene la tierra.

 

05.- VENGA TU REINO

YO QUIERO SER INSTRUMENTO DE VIDA.

 QUIERO SEGUIR TU CAMINO Y TU VERDAD. (Bis)

1. Lo que he vivido me enseñó que eres un Dios de vida y paz,

 que la justicia y el amor es lo que quieres de verdad.

 Quiero seguirte, mi Señor, tus actitudes asumir,

y que la duda y el temor no me hagan cómplice del mal.

2. Te alabo a Ti, Señor Jesús, Tú me has mostrado al Padre Dios.

Te asesinó el viejo poder que usa tu nombre para odiar.

Ese poder que te acalló aún hoy mata y dicta ley.

Dame la fuerza para hablar, como profeta denunciar.

3. Como inocente muerto en cruz el Padre te resucitó.

 Yo te he podido descubrir de tus verdugos triunfador.

 Protege a los que matarán por el delito de pensar,

 y abrir la boca y exigir para vivir con dignidad

 

06.- TU REINARAS

¡Tú reinarás! éste es el grito que ardiente exhala nuestra fe,

! Tú reinarás oh Rey Bendito, pues tú dijiste reinaré!

 

REINE JESÚS POR SIEMPRE, REINE SU CORAZÓN

EN NUESTRA PATRIA, EN NUESTRO SUELO

QUE ES DE MARÍA LA NACIÓN.

 

¡Tú reinarás, dulce esperanza! que al alma llena de placer

Habrá por fin paz y bonanza, felicidad habrá doquier.

 

¡Tú reinarás dichosa era! dichoso pueblo con tal Rey

será tu Cruz nuestra bandera, Tu Amor será ya nuestra ley

 

¡Tú reinarás! en este suelo te prometemos nuestro amor

! oh buen Jesús! danos consuelo en este valle de dolor

 

07.- MARIA MÚSICA DE DIOS

Me quede sin voz, con que cantar

y mi alma vacía dormida se quedaba

Y pensé para mi me pondré en sus manos,

manos de madre

Me dejare en su amor

 

Y tú María hazme música de Dios

Y tú María anima tú las cuerdas de mi alma

Aleluya… amen… (Bis)

 

María acompaña tu mi caminar

yo solo no puedo ayúdame andar

Y pensé para mi me pondré en sus manos,

manos de madre me dejare en su amor

 

Y tú María hazme música de Dios

Y tú María anima tú las cuerdas de mi alma

Aleluya… amen… (Bis)

 

08.- COLECTA: MANOS ABIERTAS

QUE SUERTE ES TENER UN CORAZÓN SIN PUERTAS.

QUE SUERTE ES TENER LAS MANOS SIEMPRE ABIERTAS.

 

Manos abiertas para estrechar las de un amigo, 

manos abiertas para ayudar en el camino.

 

Manos abiertas las de Jesús las del maestro,

Manos abiertas las del que supo amar primero

 

Manos abiertos llenos de amor las  de María,

Manos abiertas ellas son nuestra luz y guía