viernes, 11 de agosto de 2023

LECTURA Y COMENTARIO DOMINGO XIX T.O. CICLO A - 13 DE AGOSTO 2023

 

EL VIENTO AMAINÓ


COMENTARIO

 

En la Iglesia y en toda existencia cristiana las cosas se desarrollan siempre entre la confianza y el miedo. Es lo que nos indica el evangelio de Jesús caminando sobre las aguas. El miedo. Una barca lejos de la orilla y amenazada por el oleaje, el viento contrario, la noche ¡Y un fantasma! Aquellos hombres, a pesar de estar bien curtidos, gritan de espanto. La confianza. La noche pasa, se reconoce a Jesús. ¡Camina sobre el mar! Les habla: “¡Soy yo! ¡No tengan miedo! Y a Pedro: “¡Ven!”. Juego de la confianza y del miedo. Pedro empieza a caminar sobre las aguas. Pero tiene miedo y se hunde: “¡Sálvame!”. Jesús lo coge: “¡Por qué has dudado!”.

Cuestión clave de nuestra reflexión de hoy. La respuesta será el impulso de confianza total hacia la que se dirige todo el texto: “¡Tú eres el Hijo de Dios!”.

Este milagro resulta molesto, parece inútil (los otros milagros curan). Pero hay que ver en él una lección capital: es un milagro-revelación. Simboliza nuestros miedos más hondos y las cimas de nuestra confianza, cuando nuestra fe es vivida por nosotros como una experiencia: “Realmente eres el Hijo de Dios”. ¿He hablado de símbolo para insinuar que el milagro no tuvo lugar y que se trata tan solo de una enseñanza en imágenes sobre la confianza? No, aquellos hombres vieron ciertamente a Jesús caminando sobre las aguas y comprobaron cómo amainaba el viento. Jesús hizo aquello por ellos, para robustecer su confianza: “¡Aquí estoy, no tengan miedo!”.

Ahora, releído por nosotros ese mismo suceso nos hace pensar en nuestra confianza en Jesús. En la vida tranquila creer en Jesús es un evangelio bonito: Nos gusta lo que él dice, sentimos ganas de hacer lo que él exige, sobre todo cuando habla del amar. Llega la tempestad, la noche del sufrimiento físico, la noche del fracaso, de la traición, de la vejez. ¿Cómo creer que Jesús va a sacarnos de estas aguas? El milagro de ayer puede hacerse milagro para nosotros. El mismo Jesús - ¡El mismo! - está allí y nos habla: “No tengas miedo”. Y nos dice: “¡Ven!”. Escuchar a comprender ese ¡ven! Es sentir en nosotros un calor de confianza, como si fuera calcio en nuestras venas. Le pedimos poder acercarnos a él, hacia un poco de solidez y de calma y él nos dice: “¡Ven!”. Si la batalla contra el miedo es ardua, sentimos sobre nosotros su mirada de mansa severidad: “¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?”.

Nos lo dice a nosotros y se lo dice a la Iglesia; el simbolismo de la barca es natural; la Iglesia está azotada por las olas, pero él está allí. Cuando llegamos a escuchar esa voz que nos dice: “No tengas miedo”, ¿Es que van a cambiar las cosas? No necesariamente, aunque a veces sea así. Pero nosotros sí que cambiamos y llevamos lo que nos parecía imposible de llevar. “Tú eres el Hijo de Dios; contigo caminaré sobre estas aguas del miedo y del sufrimiento”. No puedo llegar más lejos; sólo aquel que ha realizado esta experiencia de confianza sabe lo que quiere decir: “El viento amainó”.

R.P.  Roland Vicente Castro Juárez.

 

ANTIFONA DE ENTRADA Sal 73

Piensa, Señor, en tu alianza, no olvides sin remedio la vida de tus pobres. Levántate, oh, Dios, defiende tu causa, no olvides las voces de los que acuden a ti.

 

ORACION COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, a quien, instruidos por el Espíritu Santo, nos atrevemos a llamar Padre, renueva en nuestros corazones el espíritu de la adopción filial, para que merezcamos acceder a la herencia prometida. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del primer libro de los Reyes 19, 9ª.11-13ª.

En aquellos días, cuando Elías llego al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde paso la noche. El Señor le dijo: “Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!”. Vino un huracán tan violento que hacía temblar las montañas y hacia trizas las peñas delante del Señor, pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se quedó de pie a la entrada de la cueva.

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 84)

 

Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

 

Voy a escuchar lo que dice el Señor: “Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos”. La salvación esta ya cerca de sus fieles y la gloria habitara en nuestra tierra. R.

 

La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra y la justicia mira desde el cielo. R.

 

El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante El, la salvación seguirá sus pasos. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 9, 1-5.

Hermanos: Les hablo con toda verdad en Cristo, mi conciencia iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un excluido de la compañía de Cristo.  Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: dios bendito por los siglos.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Sal 129, 5

Aleluya. Espero en el Señor, espero en su Palabra. Aleluya.

 

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 14, 22-33.

En aquel tiempo, inmediatamente después de la multiplicación de los panes, Jesús ordeno a sus discípulos que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras El despedía a la gente. Y después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acerco Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: “¡Animo soy yo, no tengan miedo!”. Pedro le contesto: “Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua”. Él le dijo: “Ven”. Pedro bajo de la barca y comenzó a caminar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entro miedo, empezó a hundirse y grito: “Señor, sálvame”. Enseguida Jesús extendió al mano, lo agarro y le dijo: “¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?”. En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Los de la barca se postraron ante El, diciendo: “Verdaderamente eres Hijo de Dios”.

 

PLEGARIA UNIVERSAL

A Dios que se manifiesta en lo hondo de nuestro corazón, dirijamos nuestra oración con sencillez y digámosle con fe: R.-  Padre, escúchanos.  

 

1.- Para que el Espíritu conduzca a la Iglesia por caminos de dialogo, tolerancia y respeto. Oremos al Señor. R.

 

2.- Para que los que han recibido la misión de guiar a los cristianos sirvan al pueblo de Dios que tienen encomendado, con humildad, entrega y fidelidad. Oremos al Señor.

 

3.-  Para que el Señor aleje del mundo la guerra, el desamor y todo tipo de discordia. Oremos al Señor. R.

 

4.- Para que el Espíritu de Jesús conforte a los que tienen miedo, a los que están solos o tristes. Oremos al Señor. R.

 

5.- Para que todos los difuntos participen de la gloria de Dios. Oremos al Señor. R.

 

6.- Para que en esta Eucaristía descubramos un poco más la misericordia de Dios, que nos da su salvación. Oremos al Señor. R.

 

Oh Dios, que has querido manifestarte en la suave brisa al profeta, escucha nuestros ruegos y derrama tu ternura del Padre en cuanto con fe te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta complacido, Señor, los dones que en tu misericordia has dado a tu Iglesia para que pueda ofrecértelos, y que ahora transformas con tu poder en sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION  Jn 6, 51

El pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo, dice el Señor.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

La comunión en tus sacramentos nos salve, Señor, y nos afiance en la luz de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 14: 1Cro 15, 3-4.15-16; 16, 1-2; Sal 131; 1Co 15, 54-57; Lc 11, 27-28.

Martes 15: Ap 11, 19a; 12, 1.3-6a.10ab; al 44; 1Co 15, 20-27a; Lc 1, 39-56.

Miércoles 16: Dt 34, 1-12; al 65; Mt 18, 15-20.

Jueves 17:  Jos 3, 7-10a. 11.13-17; Sal 113a; Mt 18, 21-19, 1

Viernes 18: Jos 24, 1-13; al 135; Mt 19, 3-12.

Sábado 19:  Jos 24, 14-29; Sal 15; Mt 19, 13-15.

Domingo 20: Is 56, 1.6-7; Sal 66; Rm 11, 13-15. 29-32; Mt5 15, 21-28.

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO

Mt 14, 22-33

Par: Mc 6, 45-52   Jn 6, 16-21

 

1. J/PEDAGOGIA EN LA FORMACIÓN DE LOS DISCÍPULOS.

-Formación de los discípulos. Jesús enseña con las palabras. Pero sobre todo es un auténtico maestro en la escuela de la vida. Hace que sus discípulos se embarquen en la aventura de su seguimiento y aprendan de su vida con él. La pedagogía de la vida cuando se goza del acompañamiento de Jesús es más eficaz que muchos discursos.

En el episodio anterior, multiplicación de los panes, Jesús había tenido que animar a sus discípulos a implicarse con la multitud (/Mt/14/13-21).

Ellos querían dejarlos ir simplemente. Jesús les provocó: "Dadles vosotros de comer". Y aprendieron que cinco panes y dos peces bastaban cuando eran compartidos. La comida llegó a todos ("comieron todos") y esa comida produjo plenitud, bienestar ("hasta quedar satisfechos"). Jesús les había invitado a acercarse a la muchedumbre hambrienta y a no inhibirse. Así los discípulos pudieron comprender con sorpresa sus enormes posibilidades. Era un autodecubrimiento gozoso en medio de la gente. Los problemas de los hombres no hay que echarlos solamente sobre los hombros de Jesús, sino que pueden acercarse a ellos solidariamente con él. ¡Los discípulos se sintieron colaboradores del Reino! Pero esta vez la lección va a ser más dolorosa. Aunque al final resulte igualmente gozosa, Jesús "apremia" a sus discípulos a que suban a la barca y se separen de la gente, mientras él los despedía y oraba. También en esta ocasión quiere aclararles su situación, ayudarles a autodescubrirse, empujarles a una auténtica relación con él. La propia verdad puede ser dura, pero siempre resulta liberadora. Cuando estaban con la multitud los discípulos aprendieron que debían ser colaboradores de Jesús; cuando se alejan solos comprenderán que llevan dentro la duda y el miedo, que necesitan reconocer la presencia amiga de Jesús. Es ésta la grandeza y la miseria de los enviados de Dios. (...) En la formación de los que siguen a Jesús esta experiencia es tan necesaria como la de la multiplicación de los panes.

Tarde o temprano, una o muchas veces tendremos que enfrentarnos a nuestros miedos y dudas, con nuestras frustraciones y cansancios, con nuestra profunda angustia y ganas de abandonar. ¡Esa verdad es liberadora! Esos somos también nosotros. Si habíamos creído otra cosa al ser capaces de alimentar a una muchedumbre, nos habíamos equivocado. Pero la presencia de Jesús está asegurada todos los días hasta el fin del mundo. Cuando nos invita a no tener miedo, cuando nos agarra de la mano, cuando llega a la serenidad y la calma, recibimos como gracia comprender que nuestra misión no se basa en nuestra grandeza sino en su fidelidad absoluta. El discípulo conoce a la vez su propia verdad y la Verdad salvadora.

JOSÉ MARÍA ALEMANY - DABAR 1990/41


 

2. FE/DUDA: LA DUDA PARECE SER UN INTEGRANTE CONTINUO Y SIEMPRE PRESENTE EN LOS QUE QUIEREN VIVIR SU FE DÍA TRAS DÍA.

En este relato, lo mismo que en el que le precede (la multiplicación de los panes), los discípulos ocupan un puesto importante. No son pasajes directamente relacionados con la teología del discipulado, pero sí que encierran una relación directa con la postura del que quiere acercarse a Jesús. La fe en él pasará por la superación y asimilación de la duda. La fuerza del viento y el peligro de la vida son temas para dibujar la situación de dificultad que presupone el reino de Dios y el esfuerzo necesario para superar la actitud de duda. Pero la idea dominante no es el peligro en el que se encuentran los discípulos, ni su inquietud; Mt concentra su relato en la persona de Cristo, cuyos discípulos van a descubrir nuevamente, en el esfuerzo y la duda, su autoridad soberana y su voz apaciguadora. El progresivo acercamiento a la realidad que es Jesús supone un continuo estar a la escucha de la Palabra en una actitud fuerte de superación.

Este diálogo de Pedro con Jesús exclusivo de Mt, parece presentar a Pedro como un prototipo de discípulo por su amor a Jesús y por la insuficiencia de su fe. No es aquí un líder que haya captado mejor que otros su relación con Jesús, sino que se hace portador de la situación en que se encuentra "todo" discípulo. La duda parece ser un integrante continuo y siempre presente en los que quieren vivir su fe día tras día.

Pedro es aquí la figura del que confunde el entusiasmo un tanto presuntuoso con la fe, y no se da cuenta que debe su salvación más a un gesto salvador de Jesús, como lo hace observar el mismo Maestro (v. 31). Si la fe conlleva una gran carga de duda, también contiene la promesa del apoyo de Jesús a todo el que cree. Dios no solamente rehabilita al hombre por la muerte de Jesús, sino que también lo salva, es decir, lo acompaña en su caminar diario (cf Rm 5.)

v 33: Aunque como expresión hay que situarla en una elaboración tardía, la confesión de Pedro encierra la confianza fundamental que el creyente y toda la Iglesia, pone en la persona de Jesús.

Esta es la revelación que diariamente hace Jesús y acepta el creyente. Sin ella es imposible construir el camino de la fe. Dios y hombre coinciden en la tarea.

EUCARISTÍA 1978/37


 

3. J/SEÑOR.PIDE ADHESIÓN INQUEBRANTABLE DE FE EN MEDIO DE LAS CRISIS. EL DISCÍPULO DEBE FIARSE TOTALMENTE DEL SEÑOR AUN EN MEDIO DE LAS CRISIS.

Jesús se revela a la comunidad de sus discípulos en medio de las dificultades y los confirma en la fe, liberándolos del temor y de la duda. El episodio paradigmático de Pedro, propio de Mt quiere destacar que el discípulo es invitado a fiarse totalmente del Señor, también en las situaciones que ponen en crisis la adhesión inquebrantable de fe.

Jesús viene de su experiencia de oración en el monte; ello pone de relieve la importancia de ese encuentro misterioso con los discípulos: Jesús se les acerca como Señor. Jesús es el Señor que controla el peligro ("amainó el viento") y es el salvador ("extendió la mano, lo agarró") eficaz de la comunidad en medio de las pruebas.

J. FONTBONA - MISA DOMINICAL 1990/16


 

4.- Jesús marchaba sobre las aguas como Señor del mar. Así nuestra historia se halla en estrecha relación con la anterior. En la multiplicación de los panes, Jesús se había dado a conocer como el Mesías a la muchedumbre. Caminando sobre el mar, al estilo de una teofanía o cristofanía, Jesús se revela a los discípulos que le reconocen como el Hijo de Dios. Se da incluso el paso importante que va, desde el Mesías, a la confesión del Hijo de Dios. Un notable progreso en la fe. Al lector del evangelio de Mateo no debe sorprenderle esta confesión de fe de los discípulos. Nuestro evangelista ha afirmado la filiación divina de Jesús explícita o implícitamente en otras ocasiones: la voz que se dejó oír desde el cielo con ocasión de su bautismo, la historia de las tentaciones, la confesión de los espíritus malos e, implícitamente, cuando se habla de la filiación divina de los discípulos (5,9. 16. 45.48), que deriva de la de Jesús (6,9).

Pudiéramos tener la impresión de que este milagro tiene como finalidad única la demostración de la divinidad de Cristo. En otra ocasión (ver el comentario a 8, 1-4) dijimos que los milagros evangélicos no tienen esa finalidad. También en nuestro caso, el milagro es predicación y anuncio del evangelio, porque es provocado por la necesidad en que se ven los discípulos. Como consecuencia de haberla remediado Jesús de forma tan milagrosa surge el reconocimiento de Jesús como el Hijo de Dios.

Dijimos que nuestra historia tiene aspecto de teofanía. En el Antiguo Testamento, aunque sea en textos poéticos, se describe la soberanía de Yahvéh recurriendo también al dominio que tiene sobre las olas del mar "...por el mar fue tu camino, por las grandes olas tu sendero" (/Sal/077/20), "...camina sobre las alturas del mar" (/Jb/09/08). La marcha de Jesús sobre las aguas le coloca al mismo nivel en que era puesto Yahveh en el Antiguo Testamento. Habla por sí misma de la divinidad de Cristo. Pero nuestra historia pone de relieve al mismo tiempo una peculiaridad singular: este Hijo de Dios recurre con frecuencia a la oración; en la que pasa largas horas: "subió al monte para orar. Entrada ya la noche..."

Exactamente es lo que recoge la fe cristiana al confesarlo verdadero Dios y verdadero hombre. Con necesidad de recurrir con frecuencia a la oración, como todo mortal, y dando el ejemplo de su necesidad para el hombre.

FE/PERFECTA-IMPERFECTA: La segunda gran lección de nuestra perícopa gira en torno a la figura de Pedro. Quiere poner a prueba la palabra de Jesús, que ya se les ha presentado en su categoría divina con la frase "Yo soy", "...si eres tú..." La fe de Pedro busca su apoyo más en el milagro que en la palabra de Jesús. Fe, por tanto, muy imperfecta, porque la verdadera fe se halla determinada por una abertura total a Dios y una confianza absoluta en su palabra, aun en las necesidades más extremas de la vida. La fe imperfecta ("hombres de poca fe") es precisamente aquella que se acepta como consecuencia de algo extraordinario y milagroso. Ante las fuerzas de las olas Pedro dudó. Una duda que equivale a falta de fe, falta de confianza en la palabra de Dios o de Jesús, como en el caso presente (no debió dudar de la palabra de Jesús). Pedro comienza a caminar hacia Jesús (v. 29) y, sin embargo, la violencia del viento y de las olas le hace dudar y comienza a hundirse (v. 30). Dos rasgos que parecen excluirse: caminar hacia Jesús y hundirse. La paradoja se resuelve diciendo que, desde que comenzó la duda, dejó de caminar hacia Jesús.

La actitud de Pedro es verdaderamente paradigmática. En ella se personifica y simboliza todo caminar hacia Jesús. Un caminar que no está exento de dudas (28, 17; Rom 14, 1.23) porque, junto a la certeza y seguridad absolutas que la palabra de Dios garantiza, está el riesgo de salir de uno mismo hacia lo que no vemos. Sólo una fe perfecta, como la de Abraham -salió de su tierra hacia lo desconocido, fiándose exclusivamente en la palabra de Dios-, supera el riesgo humano en la seguridad divina. El riesgo de la fe está precisamente en que a nuestros pies les falta la arena, como en las grandes resacas... y entonces nos vemos suspendidos en el vacío. Entonces el único grito apropiado es el lanzado por Pedro: "Señor, sálvame". Acudir a Jesús convencidos de lo que significa y realiza su nombre: "salvador" (1, 21).

COMENTARIOS A LA BIBLIA LITURGICA NT - EDIC MAROVA/MADRID 1976


 

5. MAR/MAL.

a) La victoria de Dios sobre las aguas es un tema muy importante de la cosmogonía judía. El pensamiento bíblico ha heredado, en efecto, de las viejas tradiciones semíticas la idea de una creación del mundo en forma de un combate entre Dios y las aguas, hasta que el poder creador de Dios se impuso a las aguas y a los monstruos del mal que contenía (Sal 103/104, 5-9; 105/106, 9; 73/74,13-14; 88/89, 9-11; Hab 3, 8-15; Is 51, 9-10). Incluso la historia de la salvación aparece como una victoria de Yahvé sobre las aguas: tal es el significado de la victoria sobre el mar Rojo (Sal 105/106, 9) y de la victoria escatológica sobre el mar (Ap 20, 9-13).

Ahora bien: el poder de Cristo sobre las aguas impresionó evidentemente a los primeros cristianos, que vieron en el relato de la tempestad calmada (Mt/08/23-27) y en el caminar sobre las aguas (nuestro Evangelio) la manifestación de quien vuelve a reanudar la obra de la creación y la lleva a su plena realización triunfal. El Día de Yahvé debía ser un día de victoria sobre las aguas (Hab 3, 8-15; Is 51, 9-10); Yahvé está, pues, entre nosotros, para completar esa obra (cf. v. 33). El caminar sobre las aguas es, por tanto, una especie de epifanía del poder divino que reside en Cristo.

b) Pero la victoria de Cristo sobre las aguas se sitúa en un momento decisivo de la vida de Cristo. Su vida de rabbí itinerante, ídolo de las multitudes, no conduce a nada. Al confrontar los pobres resultados de ese ministerio con la voluntad salvífica de su Padre (cf. la oración del v. 23), Cristo cambia de política y se dedica a la formación intensiva de un grupo de apóstoles -y de Pedro en particular- separado de la multitud.

La formación de estos apóstoles persigue dos objetivos: enseñarles a utilizar los poderes mesiánicos de Cristo tal como se los transmitiría un día y enseñarles a tener confianza en El.

El episodio de la marcha sobre las aguas responde a este doble objetivo: Cristo convence a Pedro de que posee realmente los poderes que le permitirán vencer al mal (simbolizado por las aguas sobre las que Pedro camina) (vv. 28-29). Cristo enseña igualmente a Pedro que esa victoria no dimana de un poder mágico, sino que depende de la fe (vv. 30-31).

La victoria sobre las fuerzas del mal es ofrecida, pues, al cuerpo apostólico, con la condición de que a ese poder conferido sobre tales fuerzas correspondan una fe y una adhesión confiadas a la persona de Cristo.

Lo mismo que en la primera lectura, la victoria sobre las fuerzas del mal aparece, por tanto, como una posibilidad ofrecida al hombre en Jesucristo.

Afirmar que Cristo ha vencido al imperio del mal es, en realidad, reconocer a la obra de Cristo sus dimensiones cósmicas. Hasta El existía una solidaridad en el pecado que afectaba a toda la creación. En adelante queda abierta una brecha en el círculo de esa solidaridad. Con Cristo se rompe ese lazo cósmico en beneficio de otra solidaridad: la del amor.

Injertado en ese dinamismo de amor, el cristiano no es solo vencedor de sí mismo y de las zonas oscuras de su persona, su victoria tiene realmente una repercusión cósmica: ha vencido realmente al mundo, ha dominado realmente a los elementos lo mismo que Cristo y Pedro han dominado al mar.

La misión del cristiano en el mundo consiste, efectivamente, en destruir el influjo del imperio del mal en todos los terrenos en que se sigue manifestando y hasta en la muerte que parece ser hasta ahora su mejor sirvienta.

La Eucaristía alimenta al cristiano para el combate efectivo de cada día, puesto que le hace copartícipe de la victoria sobre Satanás y sobre la muerte.

MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA V –  MAROVA MADRID 1969.Pág. 253

 

PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XIX CICLO A

TEMA: JUNTO A DIOS NO HAY TEMOR

 

01.- IGLESIA PEREGRINA (Cesareo Garabaín)

Todos unidos formando un solo cuerpo,

un pueblo que en la Pascua nació;

miembros de Cristo en sangre redimidos:

¡Iglesia peregrina de Dios!

 

Vive en nosotros la fuerza del Espíritu

que el Hijo desde el Padre envió,

Él nos empuja, nos guía y alimenta:

¡Iglesia peregrina de Dios!

 

SOMOS EN LA TIERRA

SEMILLA DE OTRO REINO,

SOMOS TESTIMONIO DE AMOR,

PAZ PARA LAS GUERRAS Y LUZ

ENTRE LAS SOMBRAS:

¡IGLESIA PEREGRINA DE DIOS! (2)

 

Rugen tormentas y a veces nuestra barca

parece que ha perdido el timón,

miras con miedo, no tienes confianza:

¡Iglesia peregrina de Dios!

 

Una esperanza nos llena de alegría,

presencia que el Señor prometió;

vamos cantando, Él viene con nosotros:

¡Iglesia peregrina de Dios!

 

Todos nacidos en un solo bautismo,

unidos en la misma comunión,

todos viviendo en una misma casa:

¡Iglesia peregrina de Dios!

 

Todos prendidos en una misma suerte,

ligados a la misma salvación;

somos un cuerpo y Cristo es la cabeza:

¡Iglesia peregrina de Dios!

 

02.-  JUNTOS CANTANDO LA ALEGRIA

 

JUNTOS CANTANDO LA ALEGRÍA

DE VERNOS UNIDOS EN LA FE Y EL AMOR;

JUNTOS SINTIENDO EN NUESTRAS

VIDAS LA ALEGRE PRESENCIA DEL SEÑOR.

 

1. Somos la Iglesia peregrina que Él fundó,

somos un pueblo que camina sin cesar.

Entre cansancios y esperanzas hacia Dios;

nuestro amigo Jesús nos llevará.

 

2. Hay una fe que nos alumbra con su luz,

una esperanza que empapó nuestro esperar.

Aunque la noche nos envuelva en su inquietud,

nuestro amigo Jesús nos guiará.

 

3. Es el Señor, nos acompaña al caminar,

con su ternura a nuestro lado siempre va.

Si los peligros nos acechan por doquier,

nuestro amigo Jesús nos salvará.

 

03.- CAMINABA SOBRE EL MAR (Javier Iturralde)

EL POLVO DE LOS CAMINOS ERA AMIGO DE SU ANDAR,

PERO TAMBIÉN CAMINABA SOBRE LAS OLAS DEL MAR. (2)

 

1.-Aunque era rico en milagros y en potestad,

Él fue amigo de los pobres, de la humildad.

 

2.-Aunque tenía remedio para la sed,

dijo ala Samaritana: "quiero beber".

 

3. Aunque a tristes y afligidos Él consoló,

por su patria y por su gente también lloró.

 

04.- CON AMOR TE PRESENTO SEÑOR (Carmelo Erdozaín)

1. Con amor te presento, Señor,

lo mejor de mi vida,

te presento, Señor, mi amistad.

 

Con amor te presento, Señor,

para ser mi manjar.

La viña, el racimo, el trigal,

el pan de mi hogar

te presento con amor.

 

2. Con mis manos abiertas a Ti,

contemplando tu lámpara,

te presento, Señor, mi esperanza.

 

Hacia Ti se dirige mi barca,

hacia el cielo se va.

Es largo el camino, el remar,

ruta pascual,

Dios me guía al caminar.

 

3. Con mi ofrenda también yo te doy

lo mejor de mis lágrimas.

Te presento, Señor, mi dolor.

 

Te presento, Señor, mi oración,

ofertorio de amor.

El grano enterrado ya es flor,

la espiga oblación,

la semilla redención.

 

05.- TE OFRECEMOS, SEÑOR  (F. Palazon)

TE OFRECEMOS, SEÑOR,

ESTE PAN Y ESTE VINO;

QUE EN TU CUERPO Y TU SANGRE

QUEDARÁN CONVERTIDOS (bis)

 

1. Con el vino y el pan,

te ofrecemos el fruto de nuestro trabajo;

la ilusión de vivir,

el placer y el dolor,

la alegría y el llanto.

 

2. Juntamente, Señor,

te ofrecemos la vida que Tú nos has dado;

la esperanza, la fe y el amor,

que nos hace sentirnos hermanos.

 

06.- LLEVEMOS AL SEÑOR (Carmelo Erdozaín)

1. Llevemos al Señor

el vino y el pan.

Llevemos al altar

la viña, el trigal.

 

EL SEÑOR NOS DARÁ

ÉL NOS DARÁ SU AMISTAD.

[BIS]

 

2. Llevemos al Señor

pureza y amor.

Llevemos al altar

justicia, hermandad.

 

3. Llevemos al Señor

trabajo y dolor.

Llevemos al altar

ofrendas de paz.

 

07.- EL SEÑOR ES MI FUERZA (J.A. Espinoza)

EL SEÑOR ES MI FUERZA

MI ROCA Y SALVACIÓN.

 

1. Tú me guías por sendas de justicia

me enseñas la verdad

Tú me das el valor para la lucha

sin miedo avanzaré.

 

2. Iluminas las sombras de mi vida

al mundo das la luz

aunque pase por valles de tiniebla

yo nunca temeré.

 

3. Yo confío el destino de mi vida

al Dios de mi salud

a los pobres enseñas el camino

su escudo eres Tú.

 

4. El Señor es la fuerza de su pueblo

su gran libertador

Tú le haces vivir en confianza

seguro en tu poder.

 

08.- SI VIENES CONMIGO (Cesareo Garabaín)

SI VIENES CONMIGO Y ALIENTAS MI FE,

SI ESTÁS A MI LADO ¿A QUIÉN TEMERÉ?.

(BIS)

 

1. A nada tengo miedo, a nadie he de temer,

Señor, si me protegen tu amor y tu poder.

Me llevas de la mano, me ofreces todo bien.

Señor, Tú me levantas si vuelvo a caer.

 

2. ¡Qué largo mi camino! ¡qué hondo mi dolor!

Ni un árbol me da sombra ni escucho una canción.

¿Será que a nadie puedo mirar ni sonreír?

Señor, Tú sólo quedas, Tú sólo junto a mí.

 

3. En cosas que se mueren yo puse el corazón.

Fue tierra mi tesoro, fue vana mi ilusión.

En cosas que se mueren me voy muriendo yo,

Tú sólo vives siempre, Tú sólo, mi Señor.

 

09.- EN SU MESA HAY AMOR (Kairoi)

EL SEÑOR NOS HA REUNIDO JUNTO A ÉL,

EL SEÑOR NOS HA INVITADO A ESTAR CON ÉL,

EN SU MESA HAY AMOR, LA PROMESA DEL PERDÓN,

Y EN EL VINO Y PAN, SU CORAZÓN. (2)

 

Cuando Señor, tu voz, llega en silencio a mí,

y mis hermanos me hablan de Ti, sé que a mi lado estás,

te sientas junto a mí, acoges mi vida y oración.

 

10.- NO TENGO MIEDO

Cristo, tu Cruz es respuesta real

para este mundo, para este tiempo

que huye en temores.

Tú eres Camino, eres Verdad, eres la Vida.

 

NO TENGO MIEDO DE LA LIBERTAD,

NO TENGO MIEDO, SEÑOR DE LA VIDA,

ME QUIERO ENTREGAR.

TOMA MIS MANOS MI VOZ Y MI ANDAR

Y YO ALZARÉ ALTO LA CRUZ DERRAMADA DE AMOR,

PARA QUE SEA BANDERA DE LA JUVENTUD,

TU TRIUNFO SANTO QUE JUNTO A MI CANTO

SE HARÁN FUERTE LUZ

PARA QUE VEAN TU ROSTRO, JESÚS,

HOMBRES CON SED,

HOMBRES VALIENTES QUE QUIERAN SEGUIR TU CAMINAR.

 

2. Al verte herido reinando en la Cruz,

dices mi nombre,

Suenan tambores al escucharte.

Oigo las voces de aquellos hombres

que tienen hambre.

 

3. Santa María, me acojo a tu amor,

pido tu fuego que arde de ruegos hoy por tus hijos.

Virgen María, Rosa del cielo, oye mi canto.

 

11.- ME TOCASTE

Me tocaste Jesús y cerré mi puerta

Y me hablaste Jesús

Con el Pan y el Vino y así

Con tu sombra detrás que todo alumbró

Tu rostro sereno.

 

Con un trozo de ayer

Yo te esperé en mi puerta

Con un montón de papel

Que jamás se pudo leer

Y casi sin mirar me alejé, Jesús

Sentí tu llamada.

 

Me sonrió dulce y me miró fijo

Yo soy tu amigo me dijo

Le sonreí luego y lo sentí cerca

Tienes un nuevo amigo.

 

Hoy he vuelto al lugar

Donde hay amor sincero

No me quiero alejar

Por favor escucha, Jesús

Donde hay vida tu estarás

Quiero ser de ti

Tu hermano, amigo.

 

12.- MADRE DE LOS CREYENTES ( F. Palazón)

MADRE DE LOS CREYENTES

QUE SIEMPRE FUISTE FIEL,

DANOS TU CONFIANZA,

DANOS TU FE.

 

1. Pasaste por el mundo

en medio de tinieblas

sufriendo a cada paso

la noche de la fe

sintiendo cada día

la espada del silencio

a oscuras padeciste

el riesgo de creer.

 

2. La fe por el desierto

a lomos de un asnillo

la fe cuando en las bodas

Jesús se hizo esperar

la fe cuando pensaron

que el Hijo estaba loco

la fe sobre el calvario

al borde de acabar.

 

3. Guardaste bajo llave

las dudas y batallas

formándose el misterio

al pie del corazón

debajo de tu pecho

de amor inagotable

la historia se escribía

de nuestra redención.

 

13.- TU ERES EL SEÑOR (Kairoi)

1. Eres tan sencilla

como luz de amanecer

eres Tú, María,

fortaleza de mi fe

Tú eres flor, eres del Señor

te dejas acariciar por su amor.

 

2. Eres tan humilde

como el vuelo de un gorrión

eres Tú, María,

el regazo del amor

Tú eres flor, eres del Señor

te dejas acariciar por su amor.

 

YO QUIERO ESTAR,

EN LAS MANOS DEL SEÑOR

COMO TÚ

PARA AMAR,

EN LAS MANOS DEL SEÑOR

COMO TÚ

COMO TÚ, COMO TÚ.

 

3. Eres tan pequeña

como el canto de mi voz

eres la grandeza

de Aquel que te modeló

Tú eres flor, eres del Señor

te dejas acariciar por su amor.

 

4. Eres tan hermosa

como el cielo, como el mar

eres Tú, María,

como el gozo de soñar

Tú eres flor, eres del Señor

te dejas acariciar por su amor.

 

14.- DEJALO TODO (J.A. Espinoza)

TODO, DÉJALO TODO,

Y ANDA ENTRA EN EL MAR

TODO, EL MAR LO ES TODO

ANDA, ÉCHATE A ANDAR.

 

1. Deja la orilla, deja la arena,

la maravilla está más allá

donde Dios llama no existe la espuma

ni existe la playa sino solo el mar.

 

2. Que hay un destino que a Dios nos lleva

pero el camino está sobre el mar

mientras no olvides que es firme la tierra

y pienses que acaso lo firme es el mar.

 

Todo, todo es posible

y andarás sobre el mar.

 

15.- SONRIE QUE JESUS TE AMA

SONRÍE QUE JESÚS TE AMA, SONRÍE QUE JESÚS TE QUIERE,

SONRÍE QUE JESÚS TE DA LA VIDA, SONRÍELE A JESÚS DE

NAZARET. (BIS)

 

Canta, canta para él, porque el señor ya te salvo,

canta, canta para él, porque el señor ya te libro.

 

SONRÍE QUE JESÚS TE AMA, SONRÍE QUE JESÚS TE QUIERE,

SONRÍE QUE JESÚS TE DA LA VIDA, SONRÍELE A JESÚS DE

NAZARET. (BIS)

 

Canta, canta para él, porque el señor ya te salvo,

canta, canta para él, porque el señor ya te libro.

 

SONRÍE QUE JESÚS TE AMA, SONRÍE QUE JESÚS TE QUIERE,

SONRÍE QUE JESÚS TE DA LA VIDA, SONRÍELE A JESÚS DE

NAZARET.

 

16.- NECESITA NUESTRAS MANOS

Jesús no tiene manos, no tiene manos,

tiene sólo nuestras manos para construir,

tiene sólo nuestras manos,

tiene sólo nuestras manos para combatir.

 

NECESITA NUESTRAS MANOS (2)

PARA BENDECIR.  (2)

 

Jesús no tiene pies, no tiene pies,

tiene sólo nuestros pies para caminar,

tiene sólo nuestros pies,

tiene sólo nuestros pies para caminar.

 

NECESITA NUESTROS PIES (2)

PARA CAMINAR.  (2)

 

Jesús no tiene labios, no tiene labios,

tiene sólo nuestros labios para proclamar,

tiene sólo nuestros labios,

tiene sólo nuestros labios para proclamar.

 

NECESITA NUESTROS LABIOS (2)

PARA PROCLAMAR.  (2)

 

Jesús no tiene medios, no tiene medios,

tiene sólo nuestros medios para evangelizar,

tiene sólo nuestros medios,

tiene sólo nuestros medios para evangelizar.

 

NECESITA NUESTROS MEDIOS (2)

PARA EVANGELIZAR. (2)