sábado, 27 de abril de 2013

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO V PASCUA CICLO C - 28 ABRIL 2013


LES DOY UN MANDAMIENTO QUE SE AMEN UNOS A OTROS.


PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 14,21b-27

En aquellos días, Pablo y Bernabé volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios. En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Predicaron en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquía, de donde los habían enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.

SALMO RESPONSORIAL (144)

Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi Rey.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R.

Que todas tus criaturas te den gracias,
Señor, que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.

Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura del libro del Apocalipsis 21,1-5a

Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo. Y escuché una voz potente que decía desde el trono: «Ésta es la morada de Dios con los hombres: acamparé entre ellos. Ellos serán su pueblo, y Dios estará con ellos y será su Dios. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.». Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Todo lo hago nuevo.».

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan 13,31-33a.34-35

Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijos míos, me queda poco de estar con ustedes. Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros; como yo los he amado, ámense también entre ustedes La señal por la que conocerán todos que son discípulos míos será que se amen unos a otros.».

CREDO NICENOCONSTANTINOPOLITANO

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre. Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

COMENTARIO

"Ahora es glorificado el Hijo del Hombre...": La glorificación de Jesús en el evangelio de Juan está indisolublemente unida a la muerte. El "ahora" nos indica que esta glorificación ha empezado ya con el lavatorio de los pies antes de la cena, simbolizando la próxima muerte sacrificial de Jesús; y con la salida de Judas se ha puesto en marcha el mecanismo que conducirá a Jesús hacia la cruz.
"... también Dios lo glorificará en sí mismo": Pasa del presente al futuro para referirse a la glorificación en su aspecto de regreso al Padre. Fijémonos que aquí Juan utiliza la expresión "Hijo del Hombre"; es la única vez que la utiliza en esta parte del evangelio denominada el libro de la Gloria (cc. 13-21). Es un título que utilizan los evangelios sinópticos en los anuncios de los sufrimientos de la Pasión (p.e.: Mc 8, 31), y que al mismo tiempo nos recuerda la figura del juez glorioso del fin del mundo. Con todo, parece que en Juan el título de Hijo del hombre es idéntico al de Hijo de Dios.
-"Hijos míos...": La expresión nos sitúa en un ambiente familiar. Jesús comprende la pena de sus discípulos y se despide emocionadamente de ellos. Les habla como un padre que va a morir, y hace testamento. No desdice de la cena pascual (en el caso que lo fuera la cena de despedida de Jesús). Pero todavía encaja más en el contexto de discurso de despedida.
-"Les doy un mandamiento nuevo": Mientras que en los evangelios sinópticos -en la última cena- nos presentan claramente una nueva alianza, aquí debemos descubrirlo de forma indirecta. El dar un mandamiento que será signo de identidad para los discípulos, nos indica claramente que es una alianza. Una alianza nueva. Por tanto, la novedad del mandamiento no debemos buscarla en contraste con el mismo mandamiento en el Antiguo Testamento (Lv 19, 18), como si allá pidiese sólo un amor dentro de Israel, mientras que aquí nos indicara su alcance universal. La idea de un amor universal a todos los hombres no es joánica: el evangelista piensa en un amor entre los que creen en Jesús. El mandamiento es nuevo porque es la estipulación de una nueva alianza.
-"Que se amen unos a otros como yo los he amado": El mandamiento nuevo no es simplemente una exigencia legal del pueblo de la nueva alianza, sino que es un don que ha recibido. Jesús es la fuente del amor de la que deben vivir los discípulos. Y la presencia de este amor de los cristianos en medio del mundo es una presencia de Jesús. Una presencia ante la cual el mundo debe abrir los ojos a la luz, tal como lo ha tenido que hacer ante el mismo Jesús. El amor, pues, que Jesús nos deja en herencia ha de ser nuestro distintivo, la señal en la que debemos ser reconocidos como discípulos suyos. El bautismo y la confesión expresa de una misma fe no son una señal inequívoca. Lo que importa es la práctica de la fraternidad.
Pbro. Roland Vicente Castro Juárez

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 29: Hch 14, 5-18; Sal 113; Jn 14, 21-26.
Martes 30: Hch 14, 19-28; Sal 144; Jn 14, 27-31ª.
Miércoles 01: Hch 15, 1-6; Sal 121; Jn 15, 1-8.
Jueves 02: Hch 15, 7-21; Sal 95; Jn 15, 9-11.
Viernes 03: Ga 6, 14-18; Sal 117;  Jn 12, 31-36.
Sábado 04: 1Co 15, 1-8;Sal 18; Jn 14, 6-14.
Domingo 05: Hch 15, 1-2. 22-29;Sal 66; Ap 21, 10-14.22-23.