viernes, 7 de marzo de 2014

LECTURAS Y COMENTARIO I DOMINGO CUARESMA CICLO A - 9 DE MARZO 2014

HOMBRE VERDADERO Y DIOS VERDADERO



PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Génesis 2,7-9;3,1-7

El Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz un aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo. El Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia oriente, y colocó en él al hombre que había modelado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos de ver y buenos de comer; además, el árbol de la vida, en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal. La serpiente era el más astuto de los animales del campo que el Señor Dios había hecho.
Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que les ha dicho Dios que no comáis de ningún árbol del jardín?».  La mujer respondió a la serpiente: «Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; solamente del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios: "No coman de él ni lo toquen, bajo pena de muerte."».
La serpiente replicó a la mujer: «No morirán. Bien sabe Dios que cuando coman de él se les abrirán los ojos y seran como Dios en el conocimiento del bien y el mal.»
La mujer vio que el árbol era apetitoso, atrayente y deseable, porque daba inteligencia; tomó del fruto, comió y ofreció a su marido, el cual comió. Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos; entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 50)

  Misericordia, Señor: hemos pecado

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa,
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R.

Devuélveme la alegría de tu salvación, 
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5,12-19

Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. Porque, aunque antes de la Ley había pecado en el mundo, el pecado no se imputaba porque no había Ley. A pesar de eso, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una transgresión como la de Adán, que era figura del que había de venir. Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por la transgresión de uno murieron todos, mucho más, la gracia otorgada por Dios, el don de la gracia que correspondía a un solo hombre, Jesucristo, sobró para la multitud. Y tampoco hay proporción entre la gracia que Dios concede y las consecuencias del pecado de uno: el proceso, a partir de un solo delito, acabó en sentencia condenatoria, mientras la gracia, a partir de una multitud de delitos, acaba en sentencia absolutoria. Por el delito de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte, por culpa de uno solo. Cuanto más ahora, por un solo hombre, Jesucristo, vivirán y reinarán todos los que han recibido un derroche de gracia y el don de la justificación. En resumen: si el delito de uno trajo la condena a todos, también la justicia de uno traerá la justificación y la vida. Si por la desobediencia de uno todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en justos.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 4,1-11

En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre.
El tentador se le acercó y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.». Pero él le contestó, diciendo: «Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."».
Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en el alero del templo y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras."».
Jesús le dijo: «También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios."». Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: «Todo esto te daré, si te postras y me adoras.».
Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto."». Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían.

COMENTARIO

Antes de narrar la actividad y la enseñanza de Jesús, los evangelistas quieren darnos a comprender de qué personas se trata. Se va a hablar de alguien que es absolutamente único y de un acontecimiento que va a  transformar la historia hasta tal punto que en adelante se dirá: “Antes de Jesucristo” o “después de Jesucristo”. “¡Entonces apareció Jesús!”. ¡Este hombre de 30 años, este oscuro obrero de Nazareth es el Hijo de Dios!. Pero inmediatamente se hace oír otra voz satánica que resonará a lo largo de los siglos siempre que se hable de Jesús: “Si eres el Hijo de Dios…”. Sí. El rumor de las dudas.
Esta voz es también la nuestra.  Nos cuesta trabajo adaptarnos a Jesús, no vivimos de verdad con él tal como es. Ordinariamente vivimos distraídos de él, poco  seguros de él. Y de pronto nos ponemos a exigirle, a la manera de Satanás, que demuestre su poder: “Haz esto por mí, cambia esta situación, muéstrate un poco más, domina mejor el mundo. Si de verdad  eres Hijo de Dios”. Cuando de esta manera somos los demonios para Jesús somos también demonios para nosotros mismos, perdemos nuestras oportunidades de vivir algo juntamente con él. Un día tuvo que decirle a Pedro: “¡Aléjate de mí, Satanás!” (Mt 16, 23). Pedro no quería saber nada de un Jesús dispuesto a sufrir y a morir ¿Cuál es el Jesús que queremos nosotros?. ¿Qué es lo que ponemos en esas palabras, que puedan ser de adoración o de tentación diabólica: “¿Como eres el Hijo de Dios…?”. El texto tan célebre de las tres tentaciones es ante todo una luz sobre la persona de Jesús. No busquemos allí demasiado pronto nuestros propios combates. Es verdad que también ellos están allí, ya que Jesús es en todo un modelo para nosotros. Pero fijémonos sobre todo en su combate y aprenderemos muchas cosas sobre él. Antes de descubrirlo a través de sus comportamientos y de sus palabras, se nos ha dado penetrar en su corazón, en ese lugar en donde un hombre hace sus opciones decisivas.
Lo que Jesús es en el momento de las tentaciones lo será a lo largo de toda su vida pública, inquebrantablemente. Sí, Jesús es el Hijo de Dios, pero es verdaderamente hombre y nos cuesta trabajo admitirlo. “Como eres el Hijo de Dios, puedes hacerlo todo”. No, él no puede hacerlo todo, como tampoco nosotros; las respuestas a las tentaciones demuestran que es “de condición humana”. A pesar de esta debilidad, la debilidad real del hombre, triunfará porque tiene total confianza en su Padre. Contemplar a Jesús significa verse siempre levantado hacia el Padre y entrar en esperanza. Ante las desconcertantes horas de la pasión, el evangelio quiere darnos enseguida el tono a nuestra unión con Jesús: estamos tratando con un vencedor. En el momento más negro dirá: “¡Tengan confianza!”.
Este combate contra Satanás nos hace descubrir en Jesús su inteligencia de la palabra de Dios y lo absoluto de su confianza: el hombre vive de Dios, el hombre no pone a prueba el poder de Dios, el hombre no adora más que a Dios. Basado en estas tres convicciones, Jesús puede avanzar por los caminos más difíciles; su vida no estará protegida, pero resultará victoriosa. Esa mezcla de vida ardua y de vida triunfadora es la que iremos descubriendo a lo largo de los evangelios. Vamos a aprender como un hombre puede ser el Hijo de Dios: hombre verdadero y Dios verdadero.

CREDO NICENOCONSTANTINOPOLITANO

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de  María,  la  Virgen,  y  se  hizo  hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin.
Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén

PLEGARIA UNIVERSAL.

La cuaresma es por excelencia, un tiempo de escucha de la palabra de Dios, alimento y fuerza de los cristianos. Es tiempo de revisión, de conversión. Es tiempo de estar atentos ante los peligros de este mundo, por eso le pedimos al Padre:  No nos dejes caer en la tentación.

1.-  Por el Papa Francisco, nuestro obispo José Antonio y sacerdotes para que mediante su predicación durante eta cuaresma muchos hombres y mujeres retornen a la Casa del Padre. Roguemos al Señor.

2.-  Por todos los que sufren, los que viven en la desesperación, los enfermos para que en este tiempo sientan cerca la mano caritativa de la Iglesia, pendiente de todos sus hijos. Roguemos al Señor.

3.- Por todos los niños y jóvenes para que estos días de Cuaresma experimenten la cercanía de Cristo y el perdón Él nos trae,  y así continúen en esta vida siempre bajo la protección de Dios. Roguemos al Señor.

4.- Por todos nosotros para que estos días de Cuaresma, podamos convertirnos a Cristo mediante las practicas cuaresmales que la Iglesia nos proponen. Roguemos al Señor.

5.- Por todos los difuntos para que el Señor acoja sus buenas obras y perdone sus faltas. Roguemos al Señor.

Padre, en este comienzo de la Cuaresma presentamos pro medio de tu Hijo estas suplicas. Atiende con generosidad nuestras necesidades. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 10: Lv 19, 1-2.11-18; Sal 18; mt 25, 31-46
Martes 11: Is 55, 10-11; Sal 33; Mt 6, 7-15.
Miércoles 12: Jon 3, 1-10; Sal 50; Lc 11, 29-32.
Jueves 13: Est 14, 1. 3-5. 12-14; Sal 137; Mt 7, 7-12.
Viernes 14: Ez 18, 21-28; Sal 129; Mt 5, 20-26.
Sábado 15: Dt 26, 16-19; Sal  118;  Mt 5, 43-48.
Domingo 16: Gn 12, 1-4ª; Sal 32; Tim. 1, 8b-1p; Mt 17, 1-9