martes, 4 de agosto de 2015

COMENTARIO DOMINICAL DOMINGO XIX TIEMPO ORDINARIO CICLO B - 9 AGOSTO 2015

DIOS SE HACE NUESTRO PROFESOR

   
ORACION COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, a quien podemos llamar Padre, aumenta en nuestros corazones el espíritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura del primer libro de los Reyes 19,4-8

En aquellos días, Elías continuó por el desierto una jornada de camino, y, al final, se sentó bajo una retama y se deseó la muerte: « ¡Basta, Señor! ¡Quítame la vida, que yo no valgo más que mis padres!».
Se echó bajo la retama y se durmió. De pronto un ángel lo tocó y le dijo: « ¡Levántate, come!».
Miró Elías, y vio a su cabecera un pan cocido sobre piedras y un jarro de agua. Comió, bebió y se volvió a echar. Pero el ángel del Señor le volvió a tocar y le dijo: « ¡Levántate, come!, que el camino es superior a tus fuerzas.».
Elías se levantó, comió y bebió, y, con la fuerza de aquel alimento, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 33)

Gusten y vean qué bueno es el Señor

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.

Contémplenlo, y quedaran radiantes,
su rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustiasR.

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gusten y vean qué bueno, es el Señor,
dichoso el que se acoge a élR.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4,30–5,2

No pongan triste al Espíritu Santo de Dios con que él se ha marcado para el día de la liberación final. Destierren de ustedes la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad.
Sean buenos, comprensivos, perdonándose unos a otros como Dios los perdonó en Cristo. Sean imitadores de Dios, como hijos queridos, y   vivan   en  el  amor como Cristo los amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima   de  suave olor.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan 6,41-51

En aquel tiempo, los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo», y decían: « ¿No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre?. ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?».
Jesús tomó la palabra y les dijo: «No critiquen. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios.".
Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí.
No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. Se lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida.
Sus padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.».

COMENTARIO

Prosigue el discurso del pan de vida, con la particularidad de que ahora degenera en discusión. ¿Dónde queda el entusiasmo del pueblo que lo proclamaba profeta, que lo quería hacer rey y que lo seguía de una orilla a otra del lago? Todo, porque Jesús les ha pedido que crean en él como "pan bajado del cielo" (v. 41).
El fragmento que hoy nos propone la liturgia contiene dos subunidades del discurso del pan de vida: una de ellas centrada en el tema de la murmuración ("criticaban a Jesús"), la otra recupera el tema del pan que da la vida eterna.
La crítica de los oyentes acompañó también a Moisés a lo largo de su itinerario por el desierto (cf. Ex 15,24; 16,2.7.12; 17,3; Nm 11,1 etc.). Nace de la incomprensión de la acción de Dios y la consiguiente rebelión a su voluntad. La incomprensión de la revelación proviene del escándalo que hallan los oyentes al contrastar el origen humilde de Jesús (Mc 6,3 y paral.) y su pretensión de ser el único pan capaz de satisfacer el hambre de Dios que siente la persona humana. Jesús hace de ello interpretación teológica: la fe es, en el fondo, un don de Dios para el sujeto, en forma de enseñanza. Quien acoge esta enseñanza se abre a Dios. La cita de Jesús está tomada de Is.54,13 (cf. también Jr 31,31-34).
La referencia al maná nos conduce al inicio del discurso (v 31), con lo cual se nos indica que está acabando una unidad temática para iniciar otra nueva. La diferencia entre Moisés y Jesús es radical. Mientras el primero no podía facilitar la vida que sólo Dios en persona da, Jesús, por el contrario, sí que es capaz de darla. El maná no libra de la muerte; Jesús es el pan de vida.
El verbo "comer" marcará la estructura de la segunda parte del discurso. Hasta ahora todo se resume en la frase: "El que cree tiene vida eterna". A partir de ahora: "El que coma de este pan vivirá para siempre". Hemos pasado del acento existencial al acento sacramental-eucarístico.
"El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo": fórmula eucarística primitiva que Juan incorpora a su evangelio. "Carne" como sinónimo de "cuerpo". La preposición para (en griego hyper) que también aparece en los relatos de la última cena da un carácter sacrificial a la entrega-muerte de Jesús. "Para la vida del mundo", "para el perdón de los pecados", se convierten así en expresiones paralelas. Jesús, pan de vida, nos invita a abandonar nuestras críticas, todo aquello que nos impide creer a fondo y optar por su persona resucitada que nos llega en el cuerpo eucarístico.
Celebrar la Eucaristía significa para la Iglesia detentar los signos auténticos del amor y del conocimiento que unen al Hijo al Padre y que nos unen al Hijo. Y la Eucaristía es este signo decisivo porque es la respuesta perfecta del Hombre-Dios a su Padre y porque contiene la respuesta de la Iglesia a la misma exigencia de fidelidad y de amor.
Al movimiento de descenso del pan de vida en la encarnación y en la Eucaristía corresponde un movimiento de atracción de los discípulos hacia Cristo. Dios envía a Jesús a los suyos, pero le asegura al mismo tiempo la fe de estos últimos. El próximo domingo, el fragmento evangélico nos explicitará ese tema eucarístico.

PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos a nuestro Señor Jesucristo para que, acordándose de su promesa, escuche la oración de los que nos hemos reunido en su nombre:

1.- Por la Iglesia, reunida en asambleas locales, para que sepa valorar la eucaristía. Roguemos al Señor.

2.- Por los que tienen el poder económico, para que comprendan que los bienes de la tierra son para todos los hombres y procuren una distribución más justa. Roguemos al Señor.

3.- Para los enfermos de extrema gravedad; para que se no se vean privados del alimento     necesario   en   el   paso  de  este  mundo   al  Padre. Roguemos al Señor.

4.- Por nosotros, aquí reunidos, para que realicemos en nuestra vida lo que la eucaristía   significa.   Roguemos   al Señor.

Escucha, Señor, nuestras oraciones y guía a tu Iglesia peregrina en el mundo; sostenla con el alimento que da la vida eterna, para que, perseverando en la fe cristiana, llegue a contemplar el resplandor de tu rostro. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor los dones que le has dado a tu Iglesia para que pueda ofrecértelos y transformarlos en sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

La comunión en tus sacramentos nos salve, Señor, y nos afiance en la luz de tu verdad. Por Jesucristo nuestro Señor.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 10: San Lorenzo, diacono y mártir (F). 2Cor 9, 6-10; Sal 111, 1-2.6-7.8-9; Jn 12, 24-26.
Martes 11: Santa Clara, virgen (MO). Dt 31, 1-8; Sal de Dt 32, 3-12; Mt 18, 1-5.10.12-14.
Miércoles 12: Dt 34, 1-12; Sal 65, 1-3.5.8.16-17; Mt 18, 15-20.
Jueves 13: Jos 3, 7-10ª.11.13-17; Sal 113ª, 1-6; Mt 18, 21-19,1. Se puede celebrar las memorias de san Ponciano, papa y San Hipólito, presbítero y mártires (Rojo)
Viernes 14: San Maximiliano María Kolbe, presbítero y mártir (MO). Jos 24, 1-13; Sal 135, 1.3.16.18-21-22.24; Mt 19, 3-12. Misa Vespertina de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María. 1Cro 15, 3-4.15-16, 1-2; Sal 131; 1Co 15, 54-57; Lc 11, 27-28.
Sábado 15: La Asunción de la Santísima Virgen María (S). Ap 11, 19ª; 12, 1.3-6ª.10ab; Sal 44; 1Co 15, 20-27ª; Lc 1, 39-56.
Domingo 16: XX Del Tiempo Ordinario. Pro 9, 1-6; Sal 33, 2-3.10-15; Rf 5, 15-20; Jn 6, 51-58