SEGUIR A JESÚS PARA ANUNCIAR EL REINO DE
DIOS
COMENTARIO
En el
evangelio de hoy podemos distinguir claramente tres partes: a) la presentación
de Jesús que predica en Galilea; b) el mensaje que predica; y c) la elección de
los discípulos.
a) La
actividad de Jesús empieza cuando Juan fue "entregado" (más que
"arrestado"): su misión de precursor termina de modo semejante a la
del propio Jesús. Ante esta noticia Jesús se retira a la región de Galilea,
estableciendo en Cafarnaúm el centro de su actividad. La predicación de Jesús
se inicia en la "Galilea de los gentiles", es decir, en una región
donde la situación religiosa del pueblo era más precaria, debido a una gran cantidad
de población pagana. Los primeros destinatarios de la predicación de Jesús van
a ser, por tanto, los que están más necesitados de ella, y los que aún no
conocen la "luz" de la revelación porque viven en las
"sombras" del paganismo. Y, a través de estos paganos, la predicación
de Jesús se dirige a todas las naciones.
b) El
mensaje de Jesús es el mismo que Mateo pone en labios del Bautista:
"Conviértanse, porque está cerca el Reino de los cielos" (Mt 3,2).
Aunque las palabras sean las mismas, el evangelista Mateo nos irá mostrando que
el contenido no es idéntico. Subrayemos, en primer lugar, que Jesús no vincula
la conversión a un bautismo, ni se pone a predicar en el desierto, sino entre
la gente de su pueblo. Estas palabras de Jesús no son más que el inicio de su
ministerio de la palabra, que los siguientes capítulos que Mateo irá
desarrollando. El mensaje de Jesús se resume en esta frase: está cerca el Reino
de los cielos. El Reino de Dios (o de los cielos), expresión ya existente en el
pueblo de Israel, se contrapone a todos los demás reinos o poderes humanos que
pretenden un dominio total sobre el pueblo de Israel -también al poder que se
ofrecía a Jesús en sus tentaciones-, y expresa el deseo de que sea Yahvé quien
reine. Este reinado de Dios, dice Jesús, "está cerca"; de hecho,
comenzó ya con El: Dios reina ya en Jesús y quiere reinar en cada hombre. Esto
tiene una exigencia práctica muy concreta: conviértanse.
c)
Estrechamente unido a la proclamación del mensaje, vemos el seguimiento de los
discípulos (Mt y Mc nos lo presentan de forma muy esquemática, y no sabemos qué
tiempo transcurrió entre el inicio de la predicación y la elección de los
discípulos). De todos modos, lo que más nos interesa es el significado de la
expresión "seguir a Jesús": en primer lugar, se trata de una llamada
personal hecha por el propio Jesús que en el evangelio de hoy va seguida por
una respuesta inmediata; para los discípulos esto supondrá ser -como Jesús-
testigos del Reino de Dios. Habrá también mucha gente que, atraídos por la
autoridad de su palabra o por sus curaciones (cfr. 4,25) seguirá a Jesús; pero
el propio Jesús les hará caer en la cuenta de que ser discípulo significa
olvidarse de sí mismo, cargar la propia cruz y seguirle (cfr. 16,24).
R.P. Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 95, 1.6
Canten al Señor un
cantico nuevo, canten al Señor toda la tierra. Honor y majestad le preceden, fuerza
y esplendor están en su templo.
ORACION
COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, orienta nuestros
actos según tu voluntad, para que merezcamos abundar en buenas obras en nombre
de tu Hijo predilecto. El, que vive y reina contigo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del Profeta Isaías 8,
23b—9, 3
En otro tiempo el Señor humilló el país de Zabulón y el país de
Neftalí; pero en el futuro llenara de gloria el camino del mar, más allá del Jordán,
en la región de los paganos. El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran
luz; a los que habitaban tierra de sombras, una luz les brillo. Hiciste grande
la alegría, aumentaste el gozo; se gozan en tu presencia, como gozan al
cosechar, como se alegran al repartirse el botín. Porque, como hiciste el día
de Madián, has roto el yugo que pesaba sobre ellos, la vara que castigaba sus
espaldas, el látigo del opresor que los hería.
SALMO RESPONSORIAL (26)
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a
quién temeré? El Señor es la defensa de
mi vida; ¿quién me hará temblar? R.
Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar
en la casa del Señor por todos los días de mi vida; gozar de la dulzura del
Señor contemplando su templo. R.
Espero gozar de la dicha del Señor en el
país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el
Señor. R.
SEGUNDA
LECTURA
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a
los Corintios 1,10-13.17.
Hermanos: Les ruego en nombre de nuestro Señor
Jesucristo: pónganse de acuerdo y no anden divididos. Esten bien unidos con un
mismo pensar y sentir. Hermanos, me he enterado por los de Cloe de que hay
discordias entre ustedes. Y por eso les hablo así, porque andan divididos
diciendo: «Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Pedro, yo soy de
Cristo.». ¿Está dividido Cristo? ¿Ha muerto Pablo en la cruz por ustedes? ¿Han
sido bautizados en nombre de Pablo? No me envió Cristo a bautizar, sino a
anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz
la cruz de Cristo.
ACLAMACION ANTES DEL
EVANGELIO Mt 4, 23.
Aleluya. Jesús proclamaba el Evangelio del Reino, curando las
dolencias del pueblo. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del
santo Evangelio según San Mateo 4,12-23.
Al enterarse
Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se
estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí.
Así se cumplió lo que había dicho el Profeta Isaías: «País de Zabulón y país de
Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El
pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en
tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.».
Entonces
comenzó Jesús a predicar diciendo: Conviértanse, porque está cerca el Reino de
los cielos. Paseando junto al lago de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, al
que llaman Pedro, y a Andrés, que estaban echando el copo en el lago, pues eran
pescadores.
Les dijo: Vengan
y síganme los haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo
siguieron. Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de
Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su
padre. Jesús los llamó también.
Inmediatamente
dejaron la barca y a su padre y lo siguieron. Recorría toda Galilea enseñando
en las sinagogas y proclamando el Evangelio del Reino, curando las enfermedades
y dolencias del pueblo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a
Jesús, que haciéndose hombre ha disipado nuestras tinieblas y nos invita la conversión
porque su Reino esta cerca. R- Escúchanos, Señor.
1.- Por la
Iglesia: para que ilumine con la luz de la verdad las conciencias, los caminos torcidos
y todo tiempo de oscuridad y duda que pueda atormentar a las personas. Oremos. R.
2.- Por los
cristianos: para que seamos signos de la claridad del evangelio en nuestros
ambientes, y para que nuestra vida suscite esperanza y paz. Oremos. R.
3.- Por todos
los que buscan sentido a sus vidas, por los jóvenes que se sienten llamados por
el Señor, por los misioneros: para que no les falte nunca la luz de Cristo. Oremos. R.
4.- Por todos
los que participamos de la Eucaristía: para que alabemos a Dios, que nos ha
librado de las sombras de muerte, y para que vivamos como hijos de la luz. Oremos. R.
Señor,
ya que has querido visitar nuestra tierra, derrama tu gracia sobre las intenciones
que tu Pueblo te ha presentado, y haz que un día gocemos de tu luz que no tiene
ocaso. Tu, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACION
SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, recibe con bondad nuestros dones y al santificarlos, haz que
sean para nosotros dones de salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Jn 8, 12
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor. El que me sigue
no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Concédenos, Dios todopoderoso, que cuantos hemos
recibido tu gracia vivificadora nos gloriemos siempre del don que nos haces. Por
Jesucristo nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA
DÍA
Lunes 23: Hb 9, 15.24-28; Sal 97; Mc 3, 22-30.
Martes 24: Hb 10, 1-10; Sal 39; Mc 3, 31-35.
Miércoles 25: Hch 22, 3-16 ( o bien Hch 9, 1-22); Sal 116; Mc 16, 15-18.
Jueves 26: Hb 10, 19-25; Sal 25; Mc 4, 21-25.
Viernes 27: Hb 10, 32-39; Sal 36; Mc 4, 26-34.
Sábado 28: Hb 11, 1-2.8-19; Sal: Lc 1, 69-95; Mc 4, 35-41.
Domingo 29: So 2. 3; 3, 12-13; Sal 145; 1Co 1, 26-31; Mt 5, 1-12a.
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Mt 4, 12-23
Par.: Mc 1, 16-20
1.- En la presencia de Jesús en Galilea, Mateo ve el cumplimiento de la
gran profecía mesiánica de Isaías. Jesús es la luz que brilla en las tinieblas.
A un país desilusionado y sin horizonte Jesús le devuelve la ilusión y la esperanza.
¿Cómo? Haciendo presente el Reino de Dios, la vieja alternativa de la que
Israel había sido portador en los remotos días de los Jueces, cuando Israel era
distinto de los demás pueblos y vivía la pura alegría de vivir, porque Yahvé
era el centro de gravedad de todo su quehacer histórico.
Ante esta alternativa que vuelve, Jesús pide un cambio radical de
categorías. Este cambio empieza tomando cuerpo con el seguimiento de Jesús.
Sígueme: así suena la invitación de cualquier líder de cualquier organización.
Esta es también la invitación que Jesús nos hace. ¿Qué pasaría si, al igual que
Pedro, Santiago y Juan, también nosotros la secundáramos? (Pedro y sus
compañeros son llamados aquí a ser cristianos, no a ser apóstoles). Hacerlo
equivaldría a tener una función social: "ser pescadores de hombres".
De momento no conocemos el alcance de esta función.
Empezaremos a conocerla el próximo domingo. Hoy nos basta con dar un
voto de confianza a un Jesús que sigue diciéndonos a todos y cada uno: Venid y
seguidme. La experiencia tiene que ser fascinante.
DABAR 1978/11
2.- La situación es una invitación a marchar con Jesús en el más
estricto sentido de la palabra marchar. Invitación a un proyecto y no a una
renuncia. Invitación a hacer algo, no a dejar algo, a la ilusión y no a la
tristeza, y que esta llamada se enmarca en los horizontes del mundo y no en las
estrecheces de un enclave.
A. BENITO - DABAR 1987/11
3. REINO/DEI
REINO/DE/LOS/CIELOS
"Reino de los cielos" es lo mismo que "reino de
Dios". Los judíos evitaban por respeto el nombre de Dios y en su lugar
hablaban de "los cielos". La palabra "reino" evoca más bien
una realidad estática, por eso sería preferible hablar de "Reinado de
Dios".
El advenimiento de este reinado libera a los hombres de la esclavitud del
pecado (1. 21). El reinado de Dios ha comenzado ya en JC, su Hijo, que ha
venido al mundo para cumplir toda la voluntad del Padre. Cuando Dios sea
"todo en todos" (/1Co/15/27ss), al fin de los tiempos, el Reinado de
Dios llegará a su plenitud y se cumplirán todas las promesas mesiánicas, habrá
paz y justicia y se manifestará que Dios ha querido reconciliar todas las cosas
en la sangre de su Hijo. Mientras tanto, la Iglesia es la señal de que ya ha
comenzado y está todavía en curso, el Reinado de Dios. Ella ha de proclamarlo y
ha de ser en el mundo el instrumento de su continua actualización. Pero la
Iglesia no es el mismo Reinado de Dios, antes al contrario, la gran tentación
de la Iglesia es querer presentarse ante los hombres como si lo fuera. De ahí arrancan
todos los triunfalismos que desconocen la eficacia de la cruz de Cristo.
EUCA 1987/06
"Y al instante le siguieron" El episodio se ubica a las
orillas del lago, por donde Jesús caminaba y donde los hombres estaban entregados
a su trabajo. La llamada de Dios llega a los hombres en su entorno corriente,
en su puesto de trabajo. Ningún escenario "sagrado" para la llamada
de los primeros discípulos; simplemente el paisaje del lago y el fondo de las
duras tareas cotidianas. Nos encontramos con dos relatos paralelos; primero, la
llamada de Pedro y Andrés, y, luego ("yendo más adelante"), la
llamada de Santiago y de Juan. La repetición le permite al evangelista insistir
en lo que le interesa. (...). Pero los rasgos esenciales -y que definen
cabalmente la figura del discípulo (el resto del evangelio no hará otra cosa
que precisarla)- son cuatro.
Primero: carácter central de Jesús. La iniciativa es suya (vio, les
dijo, los llamó); no es el hombre el que se constituye a sí mismo discípulo,
sino Jesús quien transforma al hombre en discípulo. Además: el discípulo no es
llamado para asimilar una doctrina, ni siquiera ante todo para vivir un
proyecto de existencia, sino para solidarizarse con un persona
("seguidme").
En primer plano está la adhesión a la persona de Jesús. Tan es así, que
el discípulo evangélico no inicia un aprendizaje para convertirse a su vez en
maestro; permanece siempre discípulo, y el Maestro es uno solo.
Segundo: el seguimiento de Jesús exige un profundo desprendimiento. La
llamada de Pedro y Andrés y la llamada de Santiago y Juan están construidas
siguiendo la misma estructura y con un vocabulario sustancialmente idéntico.
Existe, sin embargo, una diferencia no despreciable; en el primer relato se
dice que dejaron "las redes"; en el segundo, que dejaron "la
barca y al padre". Tenemos, pues, un crescendo: desde el oficio a la
familia. El oficio representa la seguridad y la identidad social; el padre
representa las raíces de uno.
Tercero: el seguimiento es un camino. Partiendo de la llamada de Jesús,
se expresa en dos movimientos (dejar y seguir), que indican un desplazamiento
del centro de la vida. La llamada de Jesús no instala en un estado, sino en un
camino.
Cuarto: el seguimiento es misión. Dos son las coordenadas del
discipulado: la comunión con Cristo ("seguidme") y una carrera hacia
el mundo ("os haré pescadores de hombres"). La segunda nace de la
primera. Jesús no coloca a sus discípulos en un espacio separado y sectario;
los envía por los caminos de los hombres.
Más adelante se comprenderá que el camino del discípulo es la cruz, lo
cual significa que la ley que debe guiarle es la solidaridad universal.
BRUNO MAGGIONI - EL RELATO DE MATEO - EDIC. PAULINAS/MADRID 1982.Pág. 48
5. /Mt/04/12-17:
Estos versículos inauguran, en la versión de Mateo, el primer ministerio
de Cristo en Galilea. Cristo encuentra en este momento de su vida la voluntad
de su Padre en una serie de circunstancias. Entre ellas el mensaje y el
ministerio del Bautista. Jesús acaba de hacerse bautizar por él (Mt 3, 13-17)
porque advierte, sin duda, que está más próximo a la voluntad de Dios
haciéndose discípulo del Bautista. Pero sus opciones se precisan todavía más:
se hará rabí itinerante recogiendo la antorcha abandonada por Juan (v. 1; ya se
advertirá la diferencia de este versículo con Mc 1, 14) pero considerando debía
dejar Judea y el valle del Jordán, predilectos por Juan, para irse hacia las
ovejas perdidas: las gentes del Norte y de Galilea.
* * *
Así, en el despertar de la conciencia de su misión, Cristo se encuentra
en el papel de rabí predicando, fiel al mensaje de conversión del Bautista (cf.
v. 17, comparado con Mt 3, 2), pero decidido a llevar ese mensaje, si no a los
paganos propiamente dichos, al menos a unos judíos de tal forma implicados en
las tinieblas del paganismo, que ya no tienen de judío más que el nombre.
Mateo es particularmente sensible a esa intención universalista que
aparece ya en la primera opción de Jesús.
Siente la necesidad de justificarla a sus contemporáneos que creían que
el Reino sería tan sólo anunciado a los judíos que habían permanecido más
puros. He aquí la razón por la que el primer evangelista introduce los vv.
13-16 y la cita de Is 8, 23-9, 1. Por otro lado, modifica ligeramente esa cita
introduciendo en ella la palabra "sentados" en las tinieblas (v. 16),
como para reforzar más aún la impresión de que las regiones sirio-palestinenses
están realmente incrustadas en el paganismo.
Así, la fidelidad de Cristo al mensaje del Bautista se complementa con
una gran autonomía respecto a su maestro esenio.
No quiere reunir en torno a Sí sólo a los "puros" que se
reunían en torno al Bautista, ni a los discípulos perfectamente sumisos
agrupados alrededor de los doctores y de los sabios. Quiere que su mensaje
alcance a todo el mundo y en cualquier situación que cada cual se encuentre.
Por eso no duda en romper con Juan, no sobre el fondo del mensaje, sino sobre
la manera de predicarlo.
Deja Judea, no impone un rito bautismal y se hace ambulante para estar
seguro de encontrar a todos los hombres y todas las situaciones en que se
puedan encontrar. Evidentemente, Cristo toma conciencia del universalismo de su
mensaje y sabe adoptar los medios más adecuados para encontrarle el máximo de
posibilidades.
* * *
Dentro del marco de las circunstancias que se imponen a él y orientan su
elección, Cristo se decide, pues, en favor del plan universalista de Dios. Y no
se contenta con forjarse una formulación intelectual, sino que inmediatamente
que puede adopta las disposiciones requeridas para trasladar esa idea a
conducta, no dudando para ello en realizar las necesarias rupturas respecto a
las comunidades de "puros" y respecto a los "practicantes"
de Judea. Las exigencias misioneras actuales, ¿no deberían impulsar a nuestras
parroquias y a nuestras asambleas eucarísticas a despojarse un tanto para
abrirse a quienes no se sienten afectados por el mensaje cristiano?
MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA I - MAROVA MADRID
1969.Pág. 288
PROPUESTA DE CANTO
DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO 2023
01.-
VIENEN CON ALEGRIA (Entrada)
VIENEN CON ALEGRÍA,
SEÑOR
CANTANDO VIENEN CON
ALEGRÍA, SEÑOR
LOS QUE CAMINAN POR
LA VIDA, SEÑOR
SEMBRANDO TU PAZ Y
AMOR.
Vienen trayendo la
esperanza
A un mundo cargado de
ansiedad
A un mundo que busca
y que no alcanza
Caminos de amor y de
amistad.
Vienen trayendo entre
sus manos
Esfuerzos de hermanos
por la paz
Deseos de un mundo
más humano
Que nacen del bien y
la verdad.
Cuando el odio y la
violencia
Aniden en nuestro
corazón
El mundo sabrá que
por herencia
Le aguardan la
tristeza y el dolor.
02.-
EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACION (Entrada)
EL SEÑOR ES MI LUZ Y
MI SALVACIÓN.
EL SEÑOR ES LA
DEFENSA DE MI VIDA.
SI EL SEÑOR ES MI
LUZ, ¿A QUIÉN TEMERÉ?
¿QUIÉN ME HARÁ
TEMBLAR?
Una cosa pido al
Señor:
«habitar por siempre
en su casa;
gozar de la dulzura
del Señor,
contemplando su
templo santo».
No me escondas tu
rostro, Señor,
buscaré todo el día
tu rostro.
Si mi padre y mi
madre me abandonan,
el Señor me recogerá.
Oh, Señor, enséñame
el camino,
guíame por la senda
verdadera.
Gozaré de la dulzura
del Señor
en la tierra de la
vida.
03.-
RECIBE OH DIOS (Dones)
1.- Recibe, ¡oh
Dios!, el pan que te ofrecemos, luego será el Cuerpo de Jesús, también acepta
nuestro sacrificio, nuestra oración y nuestro corazón.
2.- Recibe, ¡oh
Dios!, el vino que ofrecemos, luego será la Sangre de Jesús, también acepta
nuestro sacrificio, nuestra oración y nuestro corazón.
3.- Recíbelos,
Señor, por nuestras faltas, por los que están aquí, junto al altar, por los
cristianos, vivos y difuntos,
por todo el mundo,
por su salvación.
04.-
CIERTO GALILEO (Comunion)
1.- Una mañana
cerca del mar
apareció un joven
Galileo,
nadie podía
imaginar
que otro pudiese
amar así como Él amaba.
Era sencillo al
conversar,
llenaba el corazón
de quien lo escuchaba.
Y SU NOMBRE ERA JESÚS DE NAZARETH,
Y SU FAMA SE ESPARCIÓ TODOS
QUIERÍAN VER,
AL PROFETA QUE TENÍA TANTO AMOR Y AMABA AL PECADOR.
2.- En esas playas,
en ese mar,
en ese río, en casa
de Zaqueo,
en los caminos,
bajo aquel sol,
el pueblo iba a
buscar, la luz de su doctrina.
Sus expresiones, su
caridad henchían
el corazón de una
fuerza divina.
3.- En esos valles,
en ese hogar,
en ese pozo, en
casa de Simón,
en ese monte al
atardecer,
el mundo vio nacer,
las bienaventuranzas.
Y su paciencia al
perdonar,
del pueblo el
corazón, llenaba de esperanza.
4.- Un cierto día
al tribunal,
alguien llevó al
joven galileo,
nadie sabía cuál era
el mal,
qué crimen cometió,
cuál era su pecado.
Su claridad al
denunciar,
miró la posición de
los privilegiados.
Y MATARON A JESÚS DE NAZARETH,
Y EN MEDIO DE LADRONES
ÉL MURIÓ EN LA CRUZ;
PERO EL MUNDO AÚN NO CONOCE A JESÚS,
QUE AMA AL PECADOR.
05.-
BENDIGAMOS AL SEÑOR (Comunion)
1. Bendigamos al
Señor, Dios de toda la creación,
por habernos regalado
su amor.
Su bondad y su
perdón, y su gran fidelidad,
por los siglos de los
siglos durarán.
EL ESPÍRITU DE DIOS
HOY ESTÁ SOBRE MÍ.
ÉL ES QUIEN ME HA
UNGIDO A PROCLAMAR
LA BUENA NUEVA A LOS
MÁS POBRES,
LA GRACIA DE SU
SALVACIÓN. (BIS)
2. Enviado con poder,
y en el nombre de Jesús,
a sanar a los
enfermos del dolor,
a los ciegos dar visión,
a los pobres la verdad,
y a los presos y
oprimidos libertad.
3. Con la fuerza de
su amor, y de la resurrección,
anunciamos: llega ya
la salvación.
Que ni el miedo, ni
el temor,
ni la duda, o la
opresión,
borrarán la paz de
nuestro corazón.
06.-
ANUNCIAREMOS TU REINO SEÑOR (Salida)
ANUNCIAREMOS TU
REINO, SEÑOR
TU REINO, SEÑOR, TU
REINO
Reino de paz y
justicia
Reino de vida y
verdad
Tu reino, señor, tu
reino
Reino de amor y de
gracia
Reino que habita en
nosotros
Tu reino, señor, tu
reino
Reino que sufre
violencia
Reino que no es de
este mundo
Tu reino, señor, tu
reino
Reino que ya ha
comenzado
Reino que no tendrá
fin
Tu reino, señor, tu
reino.