YO SOY UN TESTIGO
COMENTARIO
Juan Bautista es el testigo de Cristo. ¿Les impresiona esta
idea? Al final de su evangelio, Juan dirá que también él fue un testigo, y al
término del evangelio de Lucas, Jesús dice: Serán mis testigos. Habrá que creer
que se trata de algo importante. El testigo revela alguna cosa, sabe,
manifiesta la existencia y la importancia de alguien. Es lo que Juan Bautista
hizo a favor de Jesucristo. Sorprendió a las gentes, suscitó la fiebre de su
espera: ¿Eres tú el Mesías? ¡Dínoslo! Y entonces resonó su testimonio: No, no
soy yo: pero en medio de ustedes está ése que no conocen. El terreno estaba
preparado. Cuando al día siguiente mostró a un hombre diciendo: Este es el
Cordero de Dios, los primeros discípulos se pusieron a seguir a aquel hombre a
Jesús, y se convirtieron a su vez en testigos suyos: ¡Ha venido el Mesías!
Cristo ha venido, pero muchos no lo saben. Algunos lo esperan confusamente,
sienten que, en su venida, en el mundo, hay muchas cosas decepcionantes y
angustiosas. Esta sorda espera es la que la liturgia de adviento recoge y
acentúa; pero todo el año, día tras día, los hombres esperan la salvación, una
salvación, un salvador. ¡Dichosos si encuentran testigo! ¿Soy yo ese testigo?
Seguramente ha sentido esa llamada, al
menos una vez en mi vida: ser apóstol, ser testigo de Cristo. Si se ha dormido
ese impulso, el evangelio de hoy podría despertarlo. Tengo ante mí vista al
primer testigo, al modelo de testigos: Juan Bautista. Era un hombre
sorprendente. ¿Hay algo en mí que sorprende a los que me rodean? ¿Manifiesto yo
suficientemente mi fe para que se sientan movidos a interrogarme: ¿Tú quién
eres? ¿Qué es lo que tienes en tu vida? Eso demostraría que soy un buen cartel
de propaganda para Cristo. El anuncio de algo, el anuncio de alguien: Hay uno
en medio de ustedes. Está ahí, en sus luchas, en sus esperanzas, en la manera
de amar de ustedes. ¿Quién es? -Jesucristo. -Háblanos de él. Allí comienza el
momento difícil del testimonio directo: saber hablar de Jesucristo. ¡Qué pena
que nos falten palabras! Para ser testigos, hay que saber, y tenemos para ello
medio en abundancia: libros reuniones, catequesis audiovisual. Decir yo no sé,
sin poner ningún esfuerzo, es realmente querer ser un mal testigo. Hay personas
muy cultas y creyentes, pero ante las diversas cuestiones su ignorancia
religiosa se va manifestando cada vez más grande, de forma que se sienten
molestas. No me atrevo a afirmar que uno se convierta automáticamente en un
buen testigo a base de la cultura religiosa. Si sé mantener nuestra fe en el
nivel intelectual de nuestra cultura profana es absolutamente necesario, no es
sin embargo más que un aspecto de nuestro testigo. El testigo de Jesucristo es
sobre todo uno que vive de Jesucristo. ¡Y esto es algo que se ve! ¿Quieres
atestiguar que Jesucristo es la esperanza de los hombres? ¿Cómo vives tú esa
esperanza? ¿Quieres atestiguar que Jesucristo trae el amor? ¿Cómo es tu
fraternidad con los demás?
R.P.
Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Flp 4, 4-5.
Alégrense siempre el Señor se lo repito. El Señor
está cerca.
ORACION
COLECTA
Oh, Dios que contemplas como tu pueblo espera con fidelidad la fiesta
del nacimiento del Señor, concédenos llegar a la alegría de tan gran acontecimiento
de salvación y celebrarlo siempre con solemnidad y jubilo desbordante. Por
nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 61, 1-2b.10-11.
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque
el Señor me ha un enviado a dar la buena noticia a los que sufren, para vendar
los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los
prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de
gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido con traje de
salvación ha envuelto con manto de justicia, como novio que se pone la corona,
o novia que se adorna con sus joyas. Como la tierra y me echa sus brotes, como
un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y la
alabanza ante todos los pueblos.
SALMO RESPONSORIAL
(Lc 1)
Se alegra mi
espíritu en Dios, mi salvador.
Proclama mi alma la
grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha
mirado la esclava. Desde ahora me felicitarán todas olas generaciones. R
Porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles
de generación. R.
A los hambrientos los
colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia. R
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a
los Tesalonicenses 5, 16-24.
Hermanos: Estén siempre alegres.
Oren constantemente. Den gracias en toda ocasión, pues esto es lo que Dios
quiere de ustedes Cristo Jesús. No apaguen el fuego del Espíritu, no desprecien
el don de profecía; sino examínenlo todo y quédense con lo bueno. Guárdense de
toda clase de maldad. Que el mismo Dios de la paz los santifique totalmente,
los conserve íntegro espíritu, alma y sus promesas. cuerpo, y sin reproche
hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo en el que los ha llamado, es fiel y
cumplirá sus promesas.
ACLAMACION
ANTES DEL EVANGELIO Lc 4, 18.
Aleluya. El Espíritu del Señor está sobre mí: me ha enviado
anunciar el Evangelio a los pobres. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
evangelio según san Juan 1, 6-8.19-28.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se
llamaba Juan este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para qué
por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. Y este
fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén
sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran «¿Tú quién eres?». Él confesó
sin reservas: «Yo no soy el Mesías.
Le preguntaron: «Entonces, ¿qué? ¿Eres tú
Elías?». Él dijo: «No lo soy», «¿Eres tú el Profeta?». Respondió: «No». Y le
dijeron: ¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos enviado,
¿qué dices de ti mismo?». Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto:
"Allanen el camino del Señor", como han dijo el profeta Isaías».
entre los enviados había fariseos y le
preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías,
ni el Profeta?». Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; pero en medio de
ustedes hay uno que no conocen, que viene detrás de mí, y al que no soy digno
de desatar la correa de su sandalia». Esto pasaba en Betania, en la otra orilla
del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Con
espíritu agradecido y con sencillez de corazón, oremos Dios que nos anuncia la
paz y nos da la esperanza. Digamos a toda la Iglesia. R.- Escucha, Señor,
nuestra oración
1.- Para que la voz de la
Iglesia y de sus pastores resuene en este tiempo con mayor fuerza proclamando
con gozosa esperanza el Evangelio de Jesucristo. Oremos al Señor. R.
2.- Para que los estados
protejan y fomenten el desarrollo de los pueblos más necesitados, renunciando a
los egoístas intereses particulares. Oremos
al Señor. R
3.- Para que la palabra de Dios
mueva a todos los cristianos a ser solidarios con los más necesitados. Oremos al Señor. R
4.- Para que, reconociendo las
maravillas que Dios obra en la historia, como María, vivamos en constante
acogida de su Palabra, en activo servicio a su proyecto, y en solícita y alegre
caridad con los que sufren o están tristes. Oremos al Señor. R
5.- Para que, en este tiempo de
gracia, los que se han consagrado al Señor vivan, a impulso de su Espíritu, en
una creciente fidelidad a sus insinuaciones y en una amorosa entrega a su
vocación. Oremos al Señor. R.
6.- Para que todos los hombres
reconozcamos en Jesús al Mesías que nos trae la paz, y allanemos sus caminos en
los corazones más endurecidos, con nuestra oración constante y con nuestra
entrega generosa. Oremos al Señor. R.
Escucha,
Señor, nuestras súplicas y nuestra acción de gracias; haz que amemos siempre tu
voluntad y que no ahoguemos nunca la llama de tu Espíritu que nos llama a ser
fieles a ti, que sellaste con nosotros una promesa de salvación. Por
Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Haz, Señor, que te ofrezcamos siempre este
sacrificio como expresión de nuestra propia entrega, para que se realice el
sacramento que tú instituiste y se lleve a cabo en nosotros eficaz. mente la
obra de tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION
Digan a los cobardes de corazón;
no tema, He aquí nuestro Dios que viene y nos salvara.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Imploremos tu misericordia, Señor, para que
este divino alimento que hemos recibido nos purifique del pecado y nos prepare
a las fiestas que se acercan. Por Jesucristo nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 18:
Jr. 23, 5-8: Sal 71; Mt 1, 18-24.
Martes 19:
Jc 13, 2-7.24-25ª: Sal 70: Lc 1, 5-25.
Miércoles 20: Is 7, 10-14: Sal 23: Lc 1,
26-38.
Jueves 21:
Ct 2, 8-14; (o bien : Sof 3, 14-18ª):
Sal 32: Lc 1, 39-45.
Viernes 22: 1S 1, 24-28: Sal: 1S 2, 1.4-8: Lc 1, 46-56.
Sábado 23:
Ml 3, 1-4.23-24: Sal 24: Lc 1, 57-66.
Domingo 24:
2S 7, 1-5.8b-12.14ª.16: Rm 16, 25-27: Lc 1, 26-38
COMENTARIOS AL
EVANGELIO
Jn 1, 6-8. 19-28
1. - Está tomado del cuarto evangelio y habla
sobre el mismo Juan Bautista sobre el que hablaba Marcos el domingo pasado.
Desde su presente, el autor mira hacia atrás y reflexiona sobre Juan.
"Venía para una testificación, para testificar
sobre la luz, para que por su mediación todos creyeran". La terminología
es forense. El autor no presenta a Juan Bta como precursor, sino como testigo
que depone en un juicio. Esta presentación no tiene nada que ver con la que hacía
Mc el domingo pasado. "No era él la luz, sino que venía a testificar sobre
la luz". El autor puntualiza, matiza el papel de Juan.
Dando un salto, el texto litúrgico continúa
después: "Esta es la testificación de Juan cuando los judíos enviaron
desde Jerusalén a sacerdotes y levitas a interrogar a Juan". La
testificación no es el interrogatorio que sigue, sino lo que antecede y que ha
quedado fuera de la selección litúrgica. La declaración del testigo la puedes
leer en los vv. 15-18. Es esta declaración la que determina la intervención del
ministerio fiscal. Este pasa a interrogar al testigo sobre su identidad (vv.
19-23) y sobre su actividad (vv. 25-27).
Comentario. El análisis del texto nos proporciona una visión
de Juan Bta muy distinta a la del domingo pasado. Hemos de acostumbrarnos a ver
estas diferencias y a transmitirlas si es que de verdad queremos dar vida al
hecho cristiano. Cada evangelista tiene sus propios filtros y su peculiar modo
de presentar los hechos. Este domingo no podemos hablar de Juan Bta como
precursor en calidad de portador de la buena noticia de Jesús. Hay que hablar
de él como testigo de descargo en favor de Jesús. Esto quiere decir que nos
hallamos en un proceso judicial. Este es, en efecto, el marco en que se mueve
el cuarto evangelio. A lo largo de él asistimos a una confrontación entre dos
partes en litigio: luz-tinieblas, día-noche, videntes-invidentes, etc. El
problema puede planteársenos a la hora de concretar y personalizar esas partes.
El texto de hoy menciona a una de ellas: los judíos de Jerusalén. Y
automáticamente apostillamos: ¡Qué malos eran los judíos de Jerusalén!
Pero pensemos un poco. ¿Qué hace cualquier
colectivo organizado según derecho con las individualidades que dentro de él no
parecen proceder según ese derecho? Los judíos de Jerusalén no hacen sino lo
que hace cualquier autoridad, civil o religiosa, en cualquier parte del mundo:
interrogar, indagar, investigar. Reconozcámoslo sin agresividad y con
sinceridad: en nuestra Iglesia sucede hoy lo mismo que en el Israel teocrático
del tiempo del Bta. ¿Tú quién eres? ¿Por qué haces tal cosas si no estás
autorizado? A la vista de la continuidad y universalidad del procedimiento
habrá que preguntarse si no se tratará de un procedimiento necesario e
inevitable en todo colectivo que busque perpetuarse. Cualquiera que sea la
respuesta que demos, lo que jamás podremos ya hacer es apostillar de mala a la
autoridad religiosa judía por el procedimiento empleado con Juan Bta. Lo más
que podremos decir es que se trata de un caso entre otros muchos. Cobra aquí
pleno sentido la esperanza que el rabino Mordejai Waxman manifestó al Papa en
su último viaje a Estados Unidos: "Esperamos que su dura condena del
antisemitismo tenga continuidad en la actividad escolar, en las parroquias y se
refleje en las actitudes y la conducta de los católicos en todo el
mundo".
ALBERTO BENITO - DABAR 1987/03
2. - La selección litúrgica ha oscurecido por
completo el montaje del texto hecho por el autor. La selección litúrgica supone
que el testimonio de Juan lo constituyen las palabras de éste a la delegación
enviada desde Jerusalén. Pues no. El testimonio de Juan lo constituyen los vv.
15-18. Los vv. 19-28 son la respuesta a la investigación abierta sobre Juan,
debido precisamente el testimonio prestado en vv. 15-18; testimonio que, entre
otras cosas, ha puesto en tela de juicio la figura de Moisés en favor de un
nuevo personaje: Jesús.
Sentido del texto. El autor del evangelio ha creado
un montaje de proceso judicial. En este proceso Juan va a desempeñar el papel
de testigo de descargo en favor de Jesús. Los judíos de Jerusalén son el
fiscal. Todo el lenguaje es un lenguaje técnico judicial: testigo, testimonio,
confesión. En el cuarto evangelio Juan no es concebido como Bautista sino como
testigo de descargo que depone en favor de Jesús, el cual es presentado como
acusado.
Los judíos de Jerusalén son el ministerio fiscal.
Es un fiscal religioso. Sus agentes son sacerdotes y levitas fariseos (a este
propósito hay que hacer notar la inexactitud de la traducción del v. 24:
"Entre los enviados había fariseos". El texto dice textualmente:
"Los enviados eran fariseos"). La función del fiscal va a ser la de
investigar la personalidad del testigo de descargo a la vista de sus graves afirmaciones
en los vv. 15-18, Careo del fiscal con el testigo del acusado.
En este caso hay algo que a nosotros se nos puede
escapar: la acción de desatar la sandalia de que se habla en el v. 27. La
sandalia era en Israel una metáfora jurídica. Era símbolo del derecho que una persona
tenía. Por ejemplo, en el campo matrimonial (ley del levirato, cf.
/Dt/25/05-10), en los tratos (derecho a unos terrenos, cf /Rt/04/01-09). El
incumplimiento de estos derechos se simbolizaba quitándole la sandalia al
incumplidor. Cuando, pues, el testigo de descargo dice que él no es digno de
desatar la sandalia de Jesús, está diciéndole al fiscal que el acusado en favor
del cual él está deponiendo es quien tiene el derecho. Indirectamente está
diciendo que se trata de una persona que no incumple el derecho que tiene. Y en
la perspectiva global del cuarto evangelio, está diciendo que es esa persona
quien tiene el derecho y no el fiscal que ahora le investiga a él como testigo.
De esta manera, el investigado pasa a investigador-acusador del fiscal, a quien
le echa en cara el no saber quién es Jesús. El autor del cuarto evangelio
concibe pues, su obra, ya desde el comienzo, como un conflicto radical entre
dos mundos religiosos: el central de Jerusalén con sus sacerdotes y el
periférico de Juan y Jesús, a quienes el autor sitúa al otro lado del Jordán,
ubicación indudablemente artificial, pero por ello mismo intencionada.
DABAR 1981/03
Para comprender mejor la misión de Juan Bta, pueden
tenerse en cuenta estas frases de un sermón de S. Agustín, que se leen en el
Oficio de Lectura del tercer domingo de Adviento:
"Juan era la voz, pero el Señor es la Palabra
que en el principio ya existía. Juan era una voz provisional; Xto, desde el
principio, es la Palabra eterna. Quita la palabra, ¿y qué es la voz? Si no hay
concepto, no hay más que ruido vacío. La voz sin la palabra llega al oído, pero
no edifica el corazón (...). Y precisamente porque resulta difícil distinguir
la palabra de la voz, tomaron a Juan por el Mesías. La voz fue confundida con
la palabra: pero la voz se reconoció a sí misma, para no ofender a la palabra.
Dijo: No soy el Mesías, ni Elías, ni el Profeta. Y cuando le preguntaron:
¿Quién eres?, respondió: Yo soy la voz que grita en el desierto: `Allanad el
camino del Señor'. La voz que grita en el desierto, la voz que rompe el
silencio; pero ésta no se dignará venir a donde yo trato de introducirla, si no
le allanáis el camino".
4.- CR/GRITO-LUZ:
-Testigo de la luz.
No era la luz sino su testigo enamorado. ¿Puede
haber vocación más bonita? Decir a las gentes que no siempre es de noche ni
todo es tinieblas. Llevar un rayo de esperanza a los corazones entristecidos.
Una sonrisa gratuita en una sociedad violenta.
Pronosticar que la verdad terminará imponiéndose.
Descubrir valores ocultos y carismas no apreciados. Apreciar el lado bueno de
las cosas y personas. Entender que no todo es relativo. Encontrar el sentido de
la vida. Testigo de todas las luces. Testigo del que es todo luz.
-Yo soy la voz que grita.
¿Puede haber una vocaciòn más humilde y más grande?
No es Mesías, ni profeta, ni quiere ser personaje. Es una voz, un mensaje, una
llamada. Está hecho para gritar, para proclamar, para anunciar y para
denunciar. Si deja de hablar, se muere.
Si deja de gritar, deja de ser. Si deja de anunciar
su mensaje, se condena. Una voz, pero hija del viento, del Espíritu. Una voz
solamente, pero que no se puede acallar, y que empezará a renovar el mundo.
¡Cuánto vale su palabra! Cuando falten estas voces, el mundo habrá perdido su
conciencia.
-Tú, ¿quién eres? Una pregunta que todos tenemos
que hacernos. ¿Cuál es nuestra verdadera vocación? No el montaje que nos hemos
preparado, o la rutina a la que nos hemos acostumbrado, o la obligación a la
que nos sentimos forzados. ¿Quién eres?, sin caretas ni tapujos. No lo que
piensan, o dicen, o esperan de ti. Ni lo que tú mismo has llegado quizá a
creerte. ¿Quién eres, de verdad? ¿Podrías adivinar el nombre escrito en la
piedra blanca que al fin te darán? Ojalá puedan escribir también algo parecido
a "testigo de la luz" y "voz que grita".
CARITAS/84-2. Pág. 46 s.
5. - El texto es una mezcla de invitación y de
advertencia. "Allanad el camino". Dejémonos de rodeos y de engaños.
El grito de Juan sigue teniendo vigencia hoy dentro del Pueblo de Dios.
Somos y vivimos como todos: interesados, agobiados,
angustiados, materializados. Jugamos a la loto, la bonoloto, el cupón, la
lotería, y las quinielas, amén de otros inventos autonómicos.
Nos encantan los concursos y el enriquecimiento
rápido. ¡Hacienda es voraz y nosotros somos los devorados! Aquí y así no hay
camino para Jesús.
"En medio de vosotros hay uno que no
conocéis". Esta advertencia constituye la característica sobresaliente del
texto de hoy. El sentido de la advertencia es el siguiente: Jesús puede
resultar un desconocido dentro de los círculos religiosos.
También esta advertencia sigue teniendo vigencia
hoy dentro del Pueblo de Dios, porque también hoy puede que Jesús sea un
desconocido dentro de los que nos profesamos religiosos.
A. BENITO - DABAR 1990/03
6. - Impresiona la triple negación de Juan: no
quiere atraer la atención sobre sí; es sólo "la voz que grita en el
desierto".
Es clásico, a la par que sugerente, el comentario
de San Agustín: "Juan es la voz, pero el Señor es la Palabra. Juan es una
voz en el tiempo; Cristo es ya, en el principio, la Palabra eterna.
Si quitas la Palabra, ¿qué es la voz? Un sonido
ininteligible, un ruido inútil. Una voz sin palabra percute el oído, pero no
edifica el corazón". La voz es necesaria para comunicarnos: "Si
pienso lo que tengo que decir, mi corazón ya tiene la palabra (la palabra interior).
Y buscando cómo te llegará y cómo se establecerá mi palabra en tu corazón, tomo
la voz y, con ella, te hablo: el sonido de la voz lleva hasta ti la
inteligencia de la palabra. Retengamos la palabra, no la perdamos si es palabra
concebida en el fondo del corazón".
Vivimos en una época de mucho griterío y muchos
fuegos fatuos. Nos llegan cantidad de voces vacías de palabra. Distraen, y no
establecen una comunicación a fondo entre nosotros ni nos ayudan a encontrarnos
a nosotros mismos. Pero también es cierto que hay palabras vivas, aunque nos
cuesta descubrirlas, distraídos como estamos.
Jesús es el Verbo, es decir, la Palabra por
excelencia, aquella que ha sido concebida en el fondo del corazón (en el seno
mismo de Dios). Retengámosla, esta palabra, no la perdamos. Y para ello hagamos
caso de la recomendación de Juan: "Allanad el camino del Señor". San
Agustín nos lo explica así: "Es como si dijera: Yo grito para introducirlo
en vuestro corazón, pero el Señor no se dignará entrar si vosotros no le preparáis
los caminos".
El Adviento es eso. ¿Y no podría ser una manera de
prepararle el camino ponernos en sintonía con el Espíritu que reposa sobre Él y
que le envía "a anunciar la salvación a los pobres, la liberación a los
oprimidos y a los afligidos el consuelo?".
J. TOTOSAUS - MISA DOMINICAL 1990/23
7.- En el ciclo B, el evangelio de Marcos que
leemos habitualmente es completado de vez en cuando con fragmentos del de Juan.
Ambos evangelios coinciden en un punto clave: el interés muy centrado en la persona
de Jesucristo y lo que significa, interés al cual los dos evangelios responden
desde puntos de vista diferentes pero complementarios.
Hoy leemos la presentaci6n de Juan Bautista según
el evangelio de Juan. El primer fragmento (vv. 6-8) forma parte del prólogo del
evangelio: en el interior del himno que canta la Palabra hecha carne, está
contenido el primer testimonio de esta Palabra. Después, en otros momentos,
irán apareciendo más testimonios de Jesús. Pero aquí queda ya claro de entrada
cuál es el objetivo del evangelio, el objetivo al cual han de servir estos
testimonios: que "todos vinieran a la fe" en Jesús.
Después de este breve fragmento, la lectura nos
presenta la primera escena en la que interviene Juan, una escena que presupone
que el lector ya conoce lo que hacía el Bautista, puesto que ni siquiera se
explica. Y el comienzo incita ya a la polémica. El bautismo de Juan,
efectivamente, es una acción incontrolada, nueva: era normal bautizar a los
prosélitos, era también un rito normal en la comunidad esenia, pero aquí Juan
lo hace por su cuenta y riesgo, sin ningún tipo de vinculaci6n a ninguna
estructura organizada y encima tiene mucho éxito.
Ante la embajada judía, Juan da
"testimonio". Él no es el Mesías, eso queda bien patente, pero
tampoco quiere identificarse con Elías ni con el Profeta que según la tradición
habían de preparar la venida mesiánica. Juan seguramente no tenía muy claro
quién era aquel a quien él anunciaba. Lo único que tenía claro era el haberse
sentido llamado por Dios a "allanar el camino del Señor" para que
Dios pueda realizar su acción en el mundo. Cómo lo realizaría Dios, y cómo
sería el que había de venir, Juan no pretendía saberlo. Pero su predicación
vehemente se había ganado a muchos israelitas.
JOSEP LLIGADAS - MISA DOMINICAL 1993/16
8.- ACI
DIGITAL 2003
6. Apareció un hombre: Juan Bautista. Véase v. 15 y
19 ss.
19. Sacerdotes y levitas. Confrontado en Lucas 10,
31 s.
20. Muchos identificaban a Juan con el Mesías o
Cristo; por eso el fiel Precursor se anticipa a desvirtuar tal creencia.
Observa S. Crisóstomo que la pregunta del v. 19 era capciosa y tenía por objeto
inducir a Juan a declararse el Mesías, pues ya se proponían cerrarle el paso a
Jesús.
21. El Profeta: Falsa interpretación judaica de
Deut. 18, 15, pasaje que se refiere a Cristo. Cf. 6, 14 s.
26. Yo bautizo con agua: Juan es un profeta como
los anteriores del Antiguo Testamento, pero su vaticinio no es remoto como el
de aquellos, sino inmediato. Su bautizo era simplemente de contrición y
humildad para Israel, a fin de que reconociese, bajo las apariencias humildes,
al Mesías anunciado como Rey y Sacerdote, como no tardó en hacerlo Natanael.
Pero para eso había que ser como éste "un israelita sin doblez". En
cambio, a los "mayordomos", que usufructuaban la religión, no les
convenía que apareciese el verdadero Dueño, porque entonces ellos quedarían sin
papel. De ahí su oposición apasionada contra Jesús y su odio contra los que
creían en su venida.
Confrontado en San Juan 9, 22: "Los padres
hablaron así, porque temían a los judíos. Pues éstos se habían ya concertado
para que quien quiera lo reconociese como Cristo, fuese excluido de la
Sinagoga".
PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO III DE
ADVIENTO CICLO B - (17 DICIEMBRE 2023)
TEMA: “EN MEDIO DE NOSOTROS HAY UNO QUE
NO CONOCEMOS”
01.- CERCA ESTA EL SEÑOR (Carmelo Erdozaín)
CERCA ESTÁ EL SEÑOR, CERCA ESTÁ EL SEÑOR,
CERCA DE MI PUEBLO, CERCA DEL QUE LUCHA CON AMOR.
CERCA ESTÁ EL SEÑOR, CERCA ESTÁ EL SEÑOR,
ES EL PEREGRINO QUE COMPARTE MI DOLOR.
1.- También está el Señor, lo conoceréis
en el que lucha por la igualdad;
también está el Señor, le conoceréis
en el que canta la libertad;
también está el Señor, no olviden su voz,
sufre el gran dolor del oprimido.
2.- También está el Señor, le conoceréis
en el obrero en su taller;
también está el Señor, le conoceréis
Ven el anciano en su vejez;
también está el Señor, no olviden su voz,
en el hospital, junto al enfermo.
3.- Jesús es el Señor, le conoceréis,
Él es la vida, es la verdad.
Jesús es el Señor, le conoceréis
es el camino de libertad.
Jesús es el Señor, no olviden su voz,
es el Redentor de nuestro pueblo.
02.- UN PUEBLO QUE CAMINA POR EL MUNDO
UN PUEBLO CAMINA POR EL MUNDO, GRITANDO: ¡VEN
SEÑOR!
UN PUEBLO QUE BUSCA EN ESTA VIDA LA GRAN
LIBERACIÓN.
Los pobres siempre esperan el amanecer,
de un día más justo y sin opresión;
los pobres hemos puesto la esperanza en ti,
Libertador.
Salvaste nuestra vida de la esclavitud,
esclavos de la ley sirviendo en el temor;
nosotros hemos puesto la esperanza en ti, Dios del
amor.
El mundo por la guerra sangra sin razón,
familias destrozadas, buscan un hogar;
el mundo tiene puesta la esperanza en ti, Dios de
la paz
03.- VEN, SALVADOR
VEN, SALVADOR, VEN SIN TARDAR:
DANOS TU GRACIA Y TU PAZ.
VEN, SALVADOR, VEN SIN TARDAR:
DANOS TU FUERZA Y VERDAD.
1.- Nos diste tu palabra,
es firme nuestra espera,
iremos tras tus huellas,
sabemos que vendrás.
VEN, VEN, SEÑOR JESÚS.
2.- Los hombres de mi pueblo
esperan que Tú vengas,
que se abran horizontes
por donde caminar.
VEN, VEN, SEÑOR JESÚS.
3.- Vendrás con los que luchan
por una tierra nueva,
vendrás con los que cantan
justicia y hermandad.
VEN, VEN, SEÑOR JESÚS.
04.-ENTRE TUS MANOS
Entre tus manos, está
mi vida Señor,
entre tus manos pongo
mi existir...
Hay que morir, para
vivir,
entre tus manos confío
mi ser.
Si el grano de trigo no
muere
si no muere solo
quedará
pero si muere, en
abundancia dará
un fruto eterno que no
morirá.
05.- RECIBE OH DIOS
Recibe, oh Dios, el pan que te ofrecemos,
luego será el cuerpo de Jesús.
También acepta nuestro sacrificio,
nuestra oración, y nuestro corazón.
Recibe, oh Dios, el vino que ofrecemos,
luego será la sangre de Jesús.
También acepta nuestro sacrificio,
nuestra oración y nuestro corazón.
Recíbelos, Señor, por nuestras faltas,
por los que están aquí junto al altar,
por los cristianos vivos y difuntos,
por todo el mundo, por su salvación.
06.- CONSOLAD A MI PUEBLO
Consolad a mi pueblo, dice el Señor:
"Hablad al corazón del hombre,
gritad que mi amor ha vencido.
Preparad el camino,
que viene tu Redentor."
YO, TE HE ELEGIDO PARA AMAR,
TE DOY MI FUERZA Y LUZ PARA GUIAR.
YO, SOY CONSUELO EN TU MIRAR,
¡GLORIA A DIOS! (2v)
Consolad a mi pueblo, dice el Señor:
"Sacad de la ceguera a mi pueblo.
Yo, he sellado contigo,
una Alianza perpetua.
Yo soy el único Dios."
Consolad a mi pueblo, dice el Señor:
"Mostradles el camino de libertad.
Yo, les daré fuertes alas,
transformaré sus pisadas,
en sendas de eternidad."
07.- ENTRE LOS NACIDOS
Cuando subo a la montaña y saber me recibe el alba
cuando subo a la montaña de madrugada
y saber que un niño canta, salmos nuevos de
esperanza
y saber que tu niño canta en tus entrañas.
Y saber que tu niño sueña va soñando primaveras
Y saber que tu niño se marcha por las praderas
El Jordán baja con fuerza corren vientos de
protestas
Porque la paz ya no sirva como cosecha
Porque se llenan las capas
de nube negras
El Jordán es penitencia, el Jordán es nueva senda
donde los hombres no riñen por sus haciendas
donde los hombres comparten sus herramientas
Por decir la verdad entera porque supo ser profeta
Lo acallaron con cadenas lo encerraron en la celda
Y al final de un gran banquete le cortaron la
cabeza.
Entre los nacidos de mujer no hay nadie mayor,
no hay nadie mayor que Juan el Bautista (bis).
08.- NO PODEMOS CAMINAR (J.A. Espinoza)
NO PODEMOS CAMINAR
CON HAMBRE BAJO EL SOL,
DANOS SIEMPRE EL MISMO PAN:
TU CUERPO Y SANGRE, SEÑOR.
1.- Comamos todos de este Pan,
el Pan de la unidad.
En un cuerpo nos unió el Señor,
por medio del amor.
2.- Señor, yo tengo sed de TI,
sediento estoy de Dios;
pero pronto llegaré a ver
el rostro del Señor.
3.- Por el desierto el pueblo va
cantando su dolor;
en la noche brillará tu luz,
nos guía la verdad.
09.- SANTA MARIA DE LA ESPERANZA (J.A. Espinoza)
SANTA MARÍA DE LA ESPERANZA:
MANTÉN EL RITMO DE NUESTRA ESPERA. (2)
1.- Nos diste al esperado de los tiempos,
mil veces prometido en los profetas;
y nosotros de nuevo deseamos
que vuelva a repetirnos sus promesas.
2.- Brillaste como aurora del gran día;
plantaba Dios su tienda en nuestro suelo.
Y nosotros soñamos con su vuelta,
queremos la llegada de su Reino.
3.- Viviste con la cruz de la esperanza,
tensando en el amor la larga espera;
y nosotros buscamos con los hombres
el nuevo amanecer de nuestra tierra.
4.- Esperaste, cuando todos vacilaban,
el triunfo de Jesús sobre la muerte;
y nosotros esperamos que su vida
anime nuestro mundo para siempre.
10.- VIRGEN DEL ADVIENTO (Antonio Alcalde)
VIRGEN DEL ADVIENTO,
ESPERANZA NUESTRA;
DE JESÚS LA AURORA,
DEL CIELO LA PUERTA.
1.- Madre de los hombres,
de la mar estrella;
llévanos a Cristo,
danos sus promesas.
2.- Eres Virgen Madre,
la de gracia llena;
del Señor la esclava,
del mundo la Reina.
3.- Alza nuestros ojos,
hacia tu belleza;
guía nuestros pasos,
a la vida eterna.
11.- MADRE NUESTRA
MADRE NUESTRA QUE EN MEDIO DE LA NOCHE
DISTE AL MUNDO LA LUZ DEL REDENTOR,
DANOS HOY OTRA VEZ AL ESPERADO,
QUE ANDAMOS COMO OVEJAS SIN PASTOR.
Aquel a quien adoran el sol y las estrellas
el que viste las flores y amansa el fiero mal;
el Dios que a todos ama con toda su grandeza,
al seno de una Virgen bajo para habitar.
María se llamaba, mujer era del pueblo;
y cerrando los ojos un sí rotundo dio.
En esa hermana nuestra, el que hizo tierra y cielo,
el Dios omnipotente, un día se encarnó.
12.- TU ERES PARTE DE NUESTRA HERENCIA
TÚ ERES LA PARTE DE NUESTRA HERENCIA,
DE TI NOS VIENE LA LIBERTAD.
1.- Refugio en los momentos de peligro,
buscamos en Ti nuestra alegría,
y en todos los que entregan por el pueblo
sus fuerzas, ilusiones y la vida.
2.- Qué fácil adorar a dioses falsos
poniendo la ilusión en el dinero,
siguiendo sin pensar en los de arriba,
aceptando sus modas y su credo.
3.- No envidio el esplendor de sus banquetes
ni el oro que ostentan en sus fiestas;
prefiero cantar con los sencillos
canciones de un pueblo que despierta.
4.- Señor, eres la herencia de tu pueblo,
con tus manos defiendes nuestra suerte,
es bella la tierra que preparas
a los hombres que luchan y combaten.
5. Tú siempre vas delante de nosotros
sin dejar que la muerte nos oprima,
por eso al caminar vamos alegres,
nos muestras el sendero de la vida.