¿CÓMO
NOS SALVAMOS?
COMENTARIO
Nos dice Jesús: “El hijo del hombre no ha
venido para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por
todos”. Por amor a nosotros, el Padre envía a su Hijo dándole la misión de
liberar a los hombres de lo que les impide amar. La muerte de Jesús es una cosa
terrible, difícil de comprender. El Padre no quiso directamente la muerte de su
Hijo; le confió una misión difícil que resultaría mortal. Lo envió a un mundo
en donde, para enseñar la caridad fraterna y la verdad de Dios, había que
oponerse a todos los poderes orgullosos, egoístas y farisaicos. Jesús veía
adónde lo llevaba aquello, sintió angustia, pero no rechazó el cáliz: su muerte
es el final de una fidelidad total a su misión. Nunca hemos de separar de toda
su vida entregada por completo esa muerte que era el signo y la cima de su
entrega: “Habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo”. Ese es el
sentido de aquel terrible: “El Mesías tenía que sufrir” y en ese sentido puede
también decirse que “todo estaba escrito”. Lucas dirá: “Empezando por Moisés y
siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la
Escritura”. La vida y la muerte de Jesús son únicas debido a su valor
universal. Según la frase de san Pablo, el “nuevo Adán” nos quiere hacer pensar
en la unidad del género humano en Adán, que prefiguraba la unidad en Cristo.
Somos hechos para amar, pero Jesús miraba con
su lucidez de hombre: mucho egoísmo, mucho odio, una sexualidad desquiciada, la
esclavitud del dinero, miedos y temores de todo tipo como si no existiera el
Padre celestial. Jesús comienza su obra de salvación enseñando y actuando
totalmente en el amor y por primera vez el amor era verdaderamente libre y
podía recrear el mundo.
En la cruz, no se deja vencer por el odio.
Frente al Padre que deja que se hunda en el abandono absoluto frente sus
enemigos y sus verdugos, Jesús logra superar aquello en donde nosotros nos
habríamos quedado encerrados. Y detrás de él pasamos nosotros. Con él podemos
decirle al Padre en la más dura de las noches: “Padre, en tus manos encomiendo
mi espíritu”. Y a los imperdonables: “Padre, perdónales”. Sabemos que perdonar es
la cima más ardua del amor, la prueba de que somos libres para amar. Pero el
amor de Jesús en la cruz no nos libera sino porque Dios al resucitarlo ratifica
esa vida y esa muerte e inaugura el nuevo mundo donde, en Jesús podemos escoger
el amor como lógica. Jesús nos da el ejemplo de esa vida en el amor, y de las
fuerzas para seguir siendo libres para amar. Él no es solamente el que abrió el
mundo nuevo, en donde entramos por el bautismo y por la fe; es también él ese
mundo nuevo. Y en él es cómo podemos vivir salvados: “Vivo de la fe en el Hijo
de Dios, que me amó y se entregó por mí” (Gál 2, 20).
R.P. Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 16, 6.8
Yo te invoco
porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras. Guárdame
como a las niñas de tus ojos, a la sombra de tus alas escóndeme.
ORACION
COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, haz que te presentemos una voluntad
solícita y estable, y sirvamos a tu grandeza con sincero corazón. Por nuestro
Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 53, 10-11
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento:
si entrega su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años, y
por medio de Él triunfará el plan del Señor. Por los trabajos de su alma, verá
la luz, el justo se saciará de conocimientos. Mi siervo, el justo, traerá a
muchos la salvación cargando con las culpas de ellos.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 32 )
El Señor es compasivo y misericordioso.
La Palabra de Señor es sincera, y todas sus
acciones son leales; Él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena
la tierra. R.
Los ojos del Señor están puestos en sus
fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la
muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. R.
Nosotros aguardamos al Señor: Él es nuestro
auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo
esperamos de ti. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14-16
Hermanos: Puesto que tenemos un gran
sumo sacerdote, que ha penetrado en los cielos, Jesús, Hijo de Dios,
mantengámonos firmes en la fe que profesamos. Pues no tenemos un sumo sacerdote
incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en
todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con
seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia
que nos auxilie oportunamente.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mc 10, 45
Aleluya. El Hijo del Hombre ha
venido para servir y dar su vida en rescate por todos. Aleluya
EVANGELIO
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos 10, 35-45
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos
de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que nos con-
cedas lo que te vamos a pedir». Les preguntó:
«¿Qué quieren que haga por ustedes?». Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu
gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Jesús les contestó: «Ustedes no
saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que voy a beber yo, y recibir el
bautismo que yo voy a recibir?». Ellos contestaron: «Sí, podemos». Jesús les
dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberán, y recibirán el bautismo que yo
voy a recibir, pero el sentarse a mi derecha o mi izquierda no me toca a mí
concederlo; está ya reservado». Los otros diez, al oír aquello, se indignaron
contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Ustedes saben que los
que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos
y les hacen sentir
su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser
así: el que quiera ser grande, que se haga el servidor de todos; y el que
quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del Hombre no ha
venido para que lo sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por
todos».
PLEGARIA
UNIVERSAL
Hermanos, Jesús al
hacerse hombre experimentó nuestra condición débil y limitada, y por eso es
capaz de compadecerse de nosotros. Pidámosle por la humanidad entera y
digámosle con confianza: R. Te lo pedimos, Señor.
1.- Por los discípulos
de Cristo: que no nos acobardemos ante las dificultades y confiemos en la
fuerza que viene de Dios. Oremos. R.
2.- Por los que
presiden las comunidades cristianas: que sean los primeros en el servicio y los
últimos en los privilegios. Oremos. R.
3.- Por nuestro país y sus habitantes: que
gocemos de los bienes materiales y que se aumente nuestra capacidad de
solidaridad. Oremos. R.
4.- Por los que viven esclavos del alcohol, la
droga o la prostitución: que el Señor los libere y puedan reinsertarse en la
sociedad. Oremos. R.
5.- Por los emigrantes, los prisioneros y los
que son explotados: que se sientan miembros de la familia de Dios y hermanos de
Jesús salvador. Oremos. R.
6.- Por todos los cristianos: que sepamos
respetarnos y valorar lo que somos y tenemos.
Oremos. R.
Señor, tú que
puedes compadecerte de cada uno de nosotros, escucha nuestras oraciones, y
danos aspirar no a los primeros puestos de este mundo, sino a la gloria del
cielo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos,
Señor, estar al servicio de tus dones con un corazón libre, para que, con la
purificación de tu gracia, nos sintamos limpios por los mismos misterios que
celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Mc 10, 45
El Hijo del Hombre ha venido para
dar su vida en rescate por muchos.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Señor, haz que nos sea provechosa la celebración de las realidades del
cielo, para que nos auxilien los bienes temporales y seamos instruidos por los
eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 21: Ef 2, 1-10; Sal 99; Lc 12, 13-21
Martes 22: Ef 2, 12-22; Sal 84; Lc 12, 35-38
Miércoles 23: Ef 3, 2-12; Sal: Is 12, 2-6; Lc 12, 39-48
Jueves 24: Ef 3, 14-21; Sal 32; Lc 12, 49-53
Viernes 25: Ef 4, 1-6; Sal 23; Lc 12, 54-59
Sábado 26: Ef 4, 7-16; Sal 121; Lc 13, 1-9
Domingo 27: Jr 31, 7-9; Sal 125; Hb 5, 1-6; Mc 10,
46-52
COMENTARIOS AL
EVANGELIO
Mc 10, 35-45
Par.: Mt, 20, 20-29 Lc 22, 24-27
1. J/PASION
Los versículos que encuadran los desarrollos
centrales, presentan al mismo Hijo del hombre frente a la muerte. En el
intermedio, se contraponen ciertas frases, que exponen las particularidades del
texto. En el v. 33, el Hijo del hombre es "objeto" de una acción
cuyos actores son algunos judíos y paganos.
Así, se Le entrega. se Le condena, se Le
vuelve a entregar, se Le hace objeto de burla, se Le escupe, se Le azota y,
finalmente, se Le mata. En el v. 45, al revés, todos estos actores han
desaparecido; solamente persiste un sujeto, que es el Hijo del hombre: El viene
y El da su vida. El cambio de actores es algo más que un detalle gramatical; se
trata de dos maneras de presentar la Pasión y de expresar su sentido. En el v.
33, el Hijo del hombre vive la experiencia histórica de un hombre víctima de la
maldad de los que le rodean, que actúan sobre él; pero este mismo Hijo del
hombre que aquí padece, más adelante es el único que actúa. Vive la dependencia
humana; pero la vive de modo tan magistral, que es él quien entrega lo que se
le arrebata y en el momento mismo en que se le arrebata. Es entregado; y quien
entrega su vida es él. ¡Asombroso personaje!.
LOUIS MONLOUBOU - LEER Y PREDICAR EL
EVANGELIO DE MARCOS -
EDIT. SAL TERRAE SANTANDER 1981.Pág. 140
2.- -Lo que Jesús acaba de decir a Santiago y
a Juan lo generaliza después dirigiéndose a los diez restantes y apoyándose
sobre el tema del servicio (vv. 41-45). Jesús descubre la conciencia que El
tiene de su misión: él es Mesías e Hijo del hombre, pero también el Siervo
paciente inmolado por la multitud (v. 45; cf. Is 53, 11-12). Consciente de su
misión de jefe y de la proximidad de su muerte, que le impedirá ejercer esta
misión, Jesús deposita en Dios su confianza y descubre que sólo será Jefe
después de haber servido como siervo de Yahvé.
Pero Jesús exige a sus apóstoles que sigan la
misma evolución psicológica. Lo mismo que El ha descubierto su vocación de
Siervo paciente, los apóstoles deben descubrir el sentido del servicio (vv.
43-44).
-El v. 45 es uno de los más importantes del
evangelio de Marcos, pues es prácticamente el único de los relatos sinópticos
que presenta a Jesús como rescate. La idea es probablemente primitiva y el
texto auténtico: no sería la primera vez que Jesús se inspira en la teología
del Siervo paciente y el valor soteriológico de la muerte (Is 53, 10 u 12; Sal
48/49, 7-9, 15; Dan 7, 14). El rescate designa lo que el hombre ofrece a
alguien como compensación de aquello a que tendría derecho. Ahora bien: hay una
cosa por la que el hombre no tiene ningún rescate que ofrecer: su propia vida,
de la que se adueña la muerte sin posible compensación (Mc 8, 36-37), a menos
que el mismo Dios proponga un rescate (Sal 48/49, 9 y 15; cf. Is 52, 3). Jesús
es portador de ese rescate ocupando voluntariamente el lugar de personas no
solo mortales, sino también culpables (Is 53, 10).
Como voluntaria que era ("dar su
vida"), esa sustitución es, por el hecho mismo, sacrificial; es, además,
universal ("por muchos"). Estas dos notas son específicas de Marcos y
no tienen antecedente alguno en la tradición bíblica. Se da, además, una
tercera nota: es ese "Hijo del hombre", ese Juez trascendente de Dan
7, quien, en lugar de juzgar y condenar, pagará el rescate que liberará a los
culpables; carga sobre Sí, en cierto modo, su suerte y su condena. Mientras que
en Dan 7, 14 el Hijo del hombre debía ser servido, en Mc 10, 45 está hecho para
servir a los acusados. De ahí que Cristo no deje de creer que está llamado a
una exaltación paralela a la del Hijo del hombre, pero sabe también cuál va a
ser el camino de esa exaltación: el servicio y el sacrificio.
Este Evangelio considera, por tanto, a la
pasión de Jesús y a su resurrección, en sus repercusiones sobre la vida
cristiana: "es necesario" beber el cáliz para sentarse en los tronos,
bautizarse en la prueba para juzgar a la tierra, servir para ser jefe. El
sufrimiento entra de pleno derecho en la vida del discípulo y no solamente este
sufrimiento accidental, moral y físico que forma parte de la condición humana,
sino también el sufrimiento característico de la oposición y del abandono que
llevó a Jesús a la cruz.
El aislamiento del cristiano actual en un
mundo secularizado y ateo es, quizá, una situación previa a esta oposición, y
también una manera de llevar la cruz con Jesús en la celebración de la
Eucaristía.
MAERTENS-FRISQUE
NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA VII - MAROVA MADRID 1969.Pág. 189
3.- Texto. Cuarto alto docente en el camino
hacia Jerusalén. La enseñanza arranca de una nueva mención explícita de los
acontecimientos de Jerusalén. Son los vs. 32-34, inmediatamente anteriores, con
los que empalma el texto de hoy. Los destinatarios son los doce. El
procedimiento es en parte similar al de los dos últimos domingos. la primera
parte sirve para introducir el tema, objeto de la enseñanza de Jesús en la
segunda.
-Primera parte (vs. 35-41).
Cuando Marcos desveló por primera vez el
camino de Jesús y de sus seguidores, recogía una frase de Jesús en la que se
hacía referencia a una llegada del Hijo del hombre envuelto en la gloria del
Padre (Mc 8, 38). Santiago y Juan, dos de los doce, solicitan ahora una
participación preeminente en esa situación. Esta solicitud viene a ser una
segunda edición de la conversación sobre rango y prioridades reseñada en Mc. 9,
33-34. La solicitud ocasiona la indignación de los otros diez. La situación
creada en el grupo determina la enseñanza de Jesús a los doce. Sin embargo,
antes de esa enseñanza Jesús explica a Santiago y a Juan que lo que en realidad
le están pidiendo es poder estar a su derecha y a su izquierda el día de
Viernes Santo. En la globalidad de la obra de Marcos, la frase "está ya
reservado" remite a 15, 27: "Estaban crucificados con él dos
malhechores, uno a su derecha y otro a su izquierda".
Jesús les dice a Santiago y a Juan que el
concederles esto no depende de él, sino de otros. Estas palabras no deben
leerse a la luz del paralelo de Mateo, quien habla de un estar reservado por el
Padre. En la versión de Marcos la referencia no es a Dios, sino a la instancia
humana que dictará la sentencia de muerte de los dos malhechores.
La enseñanza a los doce comienza con una
referencia realista a las situaciones de opresión propiciadas por el ejercicio
del poder. La referencia le sirve a Jesús de contramodelo para los doce:
Vosotros nada de eso.
En segundo lugar, Jesús les propone su propio
modelo, que no es sino una nueva versión del propuesto en 9, 35: El que quiera
ser grande, sea servidor; el que quiera ser primero, sea esclavo. Enunciado por
paradoja, en la que los segundos miembros niegan a los primeros: servidor niega
a grande; esclavo a primero.
Este modelo arranca y tiene su razón de ser
en el ejemplo del Hijo del Hombre, que no ha venido para que le sirvan, sino
para servir y dar su vida en rescate por todos. La primera lectura de hoy nos
ofrece el trasfondo de estas palabras (Is 53, 10-12).
Comentario. Los acontecimientos de Jerusalén
proyectan toda su luz sobre el texto de hoy, más aún, son ellos los que en
realidad configuran el texto. En primer plano el Calvario, con Jesús y los dos
malhechores flanqueando la cruz de Jesús. Esta cruz es la gloria de Jesús, la
irrupción poderosa del Reino de Dios, en una superposición de muerte y vida,
cruz y resurrección.
Desde este trono, desde este servicio único
de vida, arranca el modelo al que deben mirar los doce para negar con su
actuación las categorías de grande y primero.
De las cuatro sesiones de enseñanza
destinadas a los discípulos, Marcos ha dedicado dos al ejercicio de la
autoridad por parte de los doce. El tema lo consideró importante y, tal vez,
preocupante.
A. BENITO - DABAR 1988, 52
4.- Sentido del texto. Santiago y Juan
formulan su petición desde los modelos habituales del poder. Pero ¿a donde
conducen esos modelos? A matar. Así lo ve Marcos, puesto que nos remite a la
escena de la crucifixión. Allí, en efecto, aparecen a derecha e izquierda de
Jesús otros dos crucificados. El estar a la derecha o a la izquierda no es
efectivamente algo que dependa de Jesús; es el poder quien reserva estos
puestos. Por eso no saben lo que piden Santiago y Juan. ¡Qué critica tan fina
al poder! Crítica, por otro lado, explícita en el v. 42.
Como sucedía en Mc. 9, 33-48, también en esta
ocasión se dirige Jesús a los doce, es decir, a aquéllos que tienen la
responsabilidad de mando dentro de la comunidad cristiana.
Y una vez más les exhorta a no ejercer ese
mando según los modelos habituales del poder (vs. 43-44). Pero en esta ocasión
la exhortación adquiere toda la grandeza y fuerza dramáticas de la última
voluntad de una persona. En efecto, el v. 45 recoge las últimas palabras de la
enseñanza de Jesús a los suyos. Son un grito y un ofrecimiento. Esta puede ser
su paráfrasis: "Si no hacéis caso a mi vida, haced al menos caso a mi
muerte. El poder me va a asesinar. Que mi cuerpo muerto sea la señal de lo que
da de sí el poder. Que ese cuerpo os haga tomar conciencia de la necesidad de
salir de unos sistemas mortíferos. Que ese cuerpo os rescate de esos
sistemas". San Pablo lo ha entendido perfectamente cuando hace de la cruz
el emblema cristiano. Todo esto es mucho más que una simple máxima ascética.
DABAR 1982, 52
5.- Jesús se siente lleno de valor y seguro
de sí mismo, y camina delante de todos para ir a Jerusalén, donde le espera el
suplicio. Al mismo tiempo trata de convencer a sus seguidores de que no hay
esperanza alguna de conseguir un éxito político. ¿Quién seguirá hasta el final
a un jefe que solamente promete la resurrección? ¿Cómo debe ser un jefe? ¿Cómo
se portan los jefes, el jefe del equipo, el jefe de la familia? Los jefes de
estado pasan sonriendo a la muchedumbre y abrazan al niño que les rindió
homenaje, pero, ¿quién sirve y quién se hace servir? Jesús ha venido a servir,
y su servicio a la humanidad será su muerte voluntaria: "Se hizo
obediente, tomó la condición de esclavo y murió en una cruz" (Flp 2, 9).
Beber la copa y bautizarse son modos de decir
que expresan en forma figurada los sufrimientos y la muerte de Jesús (cf. Notas
a /Mt/20/20-28). A continuación, un breve poema de LAOTSE, sabio chino muy
antiguo, referente a este mismo tema:
"¿Qué han hecho el río y el mar
para ser reyes de los cien valles?
Se han puesto debajo de ellos
y por eso reinan en los cien valles.
Si el santo quiere estar encima del pueblo,
que sepa primero hablar con humildad.
Si quiere encabezar el pueblo,
que se ponga en el último lugar.
Así está el santo encima del pueblo
y no le parece pesado,
dirige al pueblo
y no le parece pesado,
dirige al pueblo
y no hace sufrir al pueblo.
Con gusto lo ponen a la cabeza y no se cansan de él.
Como no rivaliza con nadie,
nadie puede rivalizar con él"
Tomado de la BIBLIA Latinoaméricana - Ediciones
Paulinas. Verbo Divino
6.- Jesús acaba de anunciar claramente a sus
discípulos cómo ha de padecer y morir en Jerusalén para resucitar al tercer día
(vv. 32-34). Sin embargo, y aunque no es la primera vez que les habla sobre
este particular, sus discípulos siguen sin entender nada (cfr. 9, 32). Jesús
marcha resueltamente delante de ellos, preocupado y sabiendo adónde va, pero
los discípulos andan despistados y distraídos por cosas muy diferentes.
Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se adelantan del grupo y dan alcance al
Maestro. Van a pedirle nada menos que ocupar los dos primeros puestos en el
reino que, según pensaban, iba a inaugurarse de un día para otro.
Jesús no les echa en cara propiamente su
ambición, sino su ignorancia, pues no comprenden que el único camino que lleva
a la gloria pasa por la cruz. "Beber el cáliz" es aceptar la voluntad
de Dios, empaparse de la voluntad de Dios, aunque ésta sea un "mal
trago" para los hombres; "ser bautizado" es tanto como
sumergirse en la amargura de la muerte. Con estas palabras alude Jesús al
martirio que le espera en Jerusalén y pregunta a los dos hermanos si van a ser
capaces de seguirle hasta ese extremo. Porque esto es lo que debiera
preocuparles y no sentarse en los primeros puestos. La ambición de los hijos de
Zebedeo indigna a sus compañeros, y el grupo se divide.
Pero Jesús, dejando a un lado la cuestión de
rangos y precedencias en el reino futuro, los reúne de nuevo y les enseña cómo
deben comportarse ahora en el reino de la comunidad. En primer lugar, constata
el hecho de que los jefes y los grandes tiranizan y oprimen a los pueblos. El
abuso de poder es un hecho fácilmente comprobable en todos los pueblos, tanto
que Jesús lo da por sabido.
Por eso la aspiración de sus discípulos no ha
de ser el poder sobre los demás, sino el servicio a los demás. Ya que en esto
consiste la única grandeza, y el que oprime a los demás es un miserable. A la
"voluntad de poder" Jesús opone la "voluntad de servicio";
al imperio autoritario de los jefes y los grandes de este mundo, la
"diaconía" (=servicio) evángelica. Cuando la iglesia se aparta de una
estructura fraternal y, adaptándose a las formas de este mundo, se convierte en
un instrumento de poder con rangos y escalafones, se aparta de la voluntad de
Jesús.
Como ha de ser el servicio a los demás y
hasta qué extremo, lo dice Jesús con su propia vida y con su muerte; pues él no
ha venido al mundo para vivir como un señor, sino para morir como un esclavo.
Jesús ha querido ocupar el último lugar de todos, la cruz, para servir a todos
dando la vida por todos.
Estas palabras, en las que Jesús afirma el
valor redentor de su muerte, son una clara alusión al texto de Isaías (53, 11s,
de la primera lectura de hoy; cfr. Mc 14, 24). Jesús es el Siervo de Yavé, el
"uno" que muere por "muchos", es decir, por todos. Tanto en
el texto de Isaías como en otros lugares bíblicos (p. e. Rom 5, 12ss), la
palabra "muchos" (que se contrapone a "uno") equivale a
"todos". Por lo tanto, Jesús muere por todos los hombres y no sólo
por los hijos de Israel. Lo cual debió extrañar sin duda a los judíos por las
siguientes razones: a) Porque consideraban que sólo los hijos de Israel podían
esperar la salvación prometida. b) Porque la idea de un Mesías que salvara con
su muerte les era desconocida, a pesar de lo que había profetizado Isaías. c)
Porque no creían que todo el pueblo de Israel necesitara ser redimido del
pecado.
EUCARISTÍA 1982, 47
7.- Texto.
Incide en la misma temática con la que
Marcos, abría hace cuatro domingos, la enseñanza reservada a los discípulos
(cfr. Mc 9, 30-37). Y como entonces, los destinatarios son también los doce. La
ocasión es la pretensión de los hijos de Zebedeo y el malestar originado dentro
del grupo por una tal pretensión. El autor recoge un incidente interno
rigurosamente histórico y, a diferencia de Mateo, lo hace sin rodeos ni
paliativos.
Marcos refiere la respuesta de Jesús a los
dos hermanos con la mirada puesta en su posterior relato de la crucifixión. En
la pluma de Marcos ese relato adquiere la paradójica forma de una
entronización, en la que a derecha e izquierda de Jesús hay otros dos
crucificados. Por ese motivo puede decir Jesús a los dos hermanos que no saben
lo que están pidiendo y que de dicha entronización él no es responsable, sino
otros. La frase "está ya reservado" no hay que leerla, como hacen
algunos manuscritos, bajo el influjo del paralelo de Mateo. En Marcos Jesús no
está refiriéndose en ella a su Padre, sino a los responsables de su muerte.
Por el mismo motivo puede hablar Jesús a los
dos hermanos de un cáliz y de un bautismo a compartir con él. Esta es la gloria
de la que Jesús sí puede hablarles y la que les ofrece y promete (recuérdese el
"con persecuciones del último domingo). La enseñanza al resto del grupo de
los doce es un desarrollo de la frase recogida en Mc. 9, 35: El que quiera ser
el primero, que sea el último y el servidor. El desarrollo parte de un
diagnóstico sobre los gobernantes de la época. El diagnóstico está hecho con la
mirada puesta en la situación internacional. La expresión "los
pueblos" era el término judío para referirse a los no judíos. El
conocimiento de la historia demuestra lo certero y ajustado a la realidad de
este diagnóstico.
Pero entre vosotros no debe ser así. Esta
frase marca la necesidad de una línea divisoria. Entre vosotros no debe existir
más grandeza que la del servicio a los demás. Y ello a imitación de un Maestro
cuya vida es una oferta consciente de servicio para liberar a los hombres de la
lacra del dominio de unos sobre otros.
Comentario.
Resulta por sí mismo significativo que en un
evangelio sin apenas enseñanzas de Jesús se repita la misma temática para abrir
y cerrar las páginas reservadas a instruir a los discípulos. Las relaciones
interpersonales y el ejercicio de la autoridad preocupó indudablemente a
Marcos.
No es para menos, pues se trata de un
problema que tiene sus raíces en la tendencia prácticamente instintiva que
todos tenemos a dominar y que se manifiesta en cualquiera de los órdenes de la
vida. Nos gusta tener a los demás debajo. Estos demás podrán ser pocos o
muchos, pero en definitiva tenemos necesidad de sentirnos sobre alguien. ¡Y con
qué intransigencia y dureza nos empleamos cuando esta necesidad parece
escapársenos! El servicio a los demás es bastante más que una bella frase;
supone la negación de un instinto que nos corroe. Por eso resulta tan difícil
dar forma concreta a ese servicio. Sucede a veces que el servicio es la cara
oculta del dominio o del orgullo. La enseñanza de este texto cuenta en nosotros
con otro enemigo añadido: la impresión y, en ocasiones, el convencimiento de
que estar al servicio de los demás resulta imposible hoy. Si nos halláramos
ante una impresión y un convencimiento generalizados, existirían motivos más
que suficientes para compartir la preocupación que llevó a Marcos a insistir en
esto de la grandeza y del dominio y la necesidad de la línea divisoria seguiría
siendo una urgencia.
A. BENITO - DABAR 1991, 50
8.- Este es prácticamente el único pasaje de
los sinópticos que nos presenta a Jesucristo como "rescate" de los
hombres. El rescate, en el Antiguo Testamento es la compensación económica que
hay que pagar por un delito cometido (Nm 35, 30-31: el homicida culpable será
condenado a muerte, y no se le aceptará rescate por su vida), o la cantidad
pagada por la liberación de un cautivo o un esclavo (Lv 25, 51-52; cf. Is 45,
13). Pero el hombre camina inexorablemente hacia la muerte, y no tiene nada que
ofrecer para asegurarse una vida sin fin: "¿Qué hombre podrá redimirse y
pagar a Dios su rescate? La vida humana no tiene precio; no vale el dinero para
adquirirla, para comprar el derecha de vivir eternamente y escapar de la
muerte" (/Sal/049/8-10). Sólo Jesucristo, al "dar"
voluntariamente su vida como rescate por "todos", nos abre las puertas
de la vida eterna.
HILARI RAGUER - MISA DOMINICAL 1976, 18
9.- -"Concédenos sentarnos en tu gloria
uno a tu derecha y otro a tu izquierda": Vemos a los dos hijos de Zebedeo,
Santiago y Juan, pidiendo un privilegio personal, precisamente después que
Jesús haga un anuncio de la pasión que le espera en Jerusalén. Así el
evangelista subraya la interpretación equivocada que aún tienen los discípulos
del término del camino que los conduce a Jerusalén. Allá será el lugar de la
revelación: pero, ¿cuál? La petición de los dos discípulos no se refiere,
ciertamente, a un lugar de privilegio en un reino mesiánico de carácter
temporal. Esta perspectiva no es la del evangelista. Se trata de pedir la
participación en la gloria y en el juicio el día de la manifestación del Hijo
del Hombre en los últimos tiempos. ¿Por qué es criticable esto? Lo es en cuanto
pasan por alto que la revelación en Jerusalén será a través de la cruz.
-"¿Sois capaces de beber el cáliz que yo
he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a
bautizar?": El cumplimiento de la petición de los discípulos tiene una
exigencia expresada con una doble imagen: el cáliz y el bautismo. A la luz del
AT conviene entender la imagen del cáliz como referencia al destino que Dios da
a las personas o a todo el pueblo, sea este destino bueno o malo. También
designó el castigo sobre los impíos o más tarde el sufrimiento de los mártires.
Es, pues, una alusión de Jesús a su pasión y muerte, que a la vez es juicio de
salvación para los impíos. La imagen del bautismo también debe enmarcarse
dentro de esta referencia: la pasión y muerte como una corriente de agua que
arrastra y ahoga. Los discípulos deben participar a través de los sufrimientos
y la misma muerte, a causa de su seguimiento de Jesús; está será la medida de
los privilegiados. La afirmación de que los dos discípulos participarán de ella
parecería indicar el conocimiento por parte del evangelista de su martirio (el
de Santiago está en Hch 12, 2; el de Juan, es más difícil de precisar históricamente).
-"El que quiera ser grande, sea vuestro
servidor": Frente a la reacción adversa de los demás discípulos ante los
hijos de Zebedeo, está la enseñanza de Jesús: los gobernantes y los grandes
"parecen" como si dominaran el mundo. Un poco de ironía en las
palabras de Jesús: quien verdaderamente domina el mundo es el mismo Dios, los
demás sólo se lo piensan. Pero la finalidad de la enseñanza se dirige al seno
de la comunidad: el que quiere presidir debe actuar como servidor. Su
fundamento no es otro que el servicio y la muerte del Hijo del hombre por
todos. Trasfondo la 1. lectura: pero mientras allá se acentúa la realización
del plan de Dios, aquí se subraya la entrega voluntaria de Jesús a la muerte.
JOAN NASPLEDA - MISA DOMINICAL 1988, 30
10.- I/PODER
La pregunta de los hijos del Zebedeo es
interpretada por Jesús en dos tiempos. El primer tiempo se refiere a la
posibilidad de que los discípulos lo acompañen en su gloria. El segundo tiempo
alude al eventual privilegio de poder reservar los primeros puestos a favor de
dos determinados discípulos, como si fuera algo debido a ellos. Al primer
tiempo Jesús responde sencillamente: llegar a la gloria es posible, pero antes
hay que pasar por el "bautismo" de Jesús y beber su "copa".
Ambas imágenes se refieren claramente a la superación de dificultades, incluso
la muerte.
Sin embargo, la respuesta al segundo tiempo
es dura. El derecho a la reserva de los primeros puestos es una pretensión del
orgullo humano, que no va bien con la "teología de la gratuidad" tal
como es insistentemente presentada por nuestro evangelista.
A continuación, tras la indignación de los
"diez", Jesús les presenta las razones profundas de esta nueva
economía de la "comunidad-sin-poder". Jesús contrapone la comunidad
mesiánica a la sociedad civil, más concretamente al Estado.
En el Estado están "los que son
considerados jefes". Ellos "dominan con dureza" y "hacen
sentir el peso de su autoridad". Este subrayado del aspecto negativo y del
carácter prevaricador del poder es conservado por Mateo, pero profundamente
suavizado por Lucas. Mateo conserva los dos verbos de Marcos:
"katakyriéousin, katexousiádsousin" (Mt 20, 25); por el contrario,
Lucas suprime la preposición "kata", que da la idea del abuso y de la
prevaricación, y dice simplemente: "kyriéousin exousiádsontes" (Lc
22, 25); aún más, añade una especie de atenuante: el que ejerce el poder a
veces es llamado "bienhechor".
Naturalmente la figura opuesta al que manda
es la del que sirve. Pues bien, en la comunidad cristiana los "jefes"
tendrán paradójicamente la tarea de "servir". Por lo tanto, una
iglesia que sea una imagen trastocada del Estado no corresponde realmente al
proyecto esencial de su fundador. Por eso, el gravísimo pecado de la Iglesia es
precisamente el organizarse a imagen y semejanza del Estado o de insertarse
como parte integrante de su estructura.
La razón última de este planteamiento en la
Iglesia está precisamente en el hecho de que "el hijo del hombre no ha
venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate de la
humanidad". Para entender este importantísimo versículo, tenemos que
partir de un hecho seguro; el gesto de servir y de darse en rescate constituye
la motivación de esta eclesiología paradójica. Efectivamente, el versículo 45
empieza con una casual ("kai gar", o sea "porque").
¿Qué quería decir Jesús con la alusión al
"rescate"? "Rescate" ("lytron") es el precio dado
para liberar a un prisionero de guerra o a un esclavo. Pero ¿de qué rescata
Jesús a la humanidad? Lógicamente, ateniéndonos al contexto inmediato, debemos
pensar que el rescate concierne a la situación de servidumbre y opresión, a la
que está sometida la humanidad a causa de los que ejercen sobre ella un poder
abusivo. Según la descripción del evangelista, nuestro mundo es un mundo de
esclavos; Jesús no viene a rescatar estos esclavos convirtiéndose él, con su
iglesia, en un nuevo "rey", ni siquiera un "rey
bienhechor", sino convirtiéndose paradójicamente en un esclavo. Diríamos
que la cura propuesta por Jesús no es alopática, sino homeopática (similia
similibus curantur): la esclavitud del hijo del hombre y de su iglesia actúa
como una especie de vacuna.
En este caso, el rescate se da, por así
decirlo, no a Dios sino al príncipe de este mundo (Jn 12,31; 16,11; 1 Jn 5,19),
al dios de este mundo (2 Cor 4,4 ), que en la tentación le dice expresamente a
Jesús, tras haberle hecho ver en un momento todos los reinos de la tierra:
"te daré todo este poder y la gloria de estos reinos, porque me ha sido
concedida y la concedo a quien quiero" (Lc 4, 6). El diablo es el gran
emperador del mundo, que nombra, como lugartenientes suyos, a los jefes de
Estado. Cono vemos, en el NT, especialmente en san Pablo, es constante la idea
de que el poder es un espacio de tentación.
El mundo, pues, es un mundo de esclavos,
manipulados por fuerzas autoritarias que, en el fondo, son demoníacas. Jesús no
viene a quitarles el poder a los que de hecho lo ejercen: en el plan misterioso
de Dios ellos continuarán ejercitando su poder, más o menos opresivo, hasta el
fin de la historia. Sin embargo, Jesús, ya desde ahora, inicia el rescate de la
humanidad, dándose a sí mismo como víctima del poder y convirtiéndose a sí
mismo en el siervo de todos. Es una liberación paradójica: su iglesia no deberá
ofrecerle al "poder demoníaco" la alternativa de un "poder
cristiano". Esta sería la mayor y más peligrosa tentación. Ella deberá
existir como comunidad, en cuyo seno no exista el cáncer del poder, ni
eclesiástico ni civil. Solamente una comunidad de "siervos", sin ambiciones
políticas, podrá ayudar eficazmente a la humanidad a liberarse de las fuerzas
que la oprimen.
COMENTARIOS A LA BIBLIA LITÚRGICA NT - EDIC
MAROVA/MADRID 1976.Pág. 1178 ss.
11.- ACI DIGITAL 2003
35. Estos "hijos del trueno" (3,
17) recordaban los doce tronos (Mat. 19, 28) y pensaban como los que oyeron la
parábola de las minas (Luc. 19, 11), como los del Domingo de Ramos (11, 10),
como todos los apóstoles después de la Resurrección (Hech. 1, 6), que el Reino
empezaría a llegar. Jesús no condena precisamente, como algunos han creído,
esta gestión que su primos hermanos intentan por medio de su madre la buena
Salomé (Mat. 20, 20) y que, si bien recuerda la ambición egoísta de Sancho por
su ínsula, muestra al menos una fe y esperanza sin doblez. Pero alude una vez
más a los muchos anuncios de su Pasión, que ellos, como Pedro (Mat. 16, 22),
querían olvidar, y les reitera la gran lección de la humildad, refiriéndose de
paso a arcanos del Reino que San Pablo habría de explayar más tarde en las
Epístolas de la cautividad.
39. Ese bautismo a que Jesús alude no parece ser sino el martirio. Véase Luc.
12, 50. Ambos apóstoles lo padecieron (Hech. 12 y nota), si bien Juan salió
ileso de su "bautismo" en aceite hirviendo. Cf. Juan 21, 22 y nota:
Jesús le respondió: "Si me place que él se quede hasta mi vuelta, ¿qué te
importa a ti? Tú sígueme". S. Agustín interpreta este privilegio de Jesús
para su íntimo amigo, diciendo: "Tú (Pedro) sígueme, sufriendo conmigo los
males temporales; él (Juan), en cambio, quédese como está, hasta que Yo venga a
darle los bienes eternos". La Iglesia celebra, además del 27 de diciembre,
como fiesta de este gran Santo y modelo de suma perfección cristiana, el 6 de
mayo como fecha del martirio en que S. Juan, sumergido en una caldera de aceite
hirviente, salvó milagrosamente su vida. Durante mucho tiempo se creyó que sólo
se había dormido en su sepulcro (Fillion).
42. Véase Luc. 22, 25 - 27: "Pero El les dijo: "Los reyes de las
naciones les hacen sentir su dominación, y los que ejercen sobre ellas el poder
son llamados bienhechores. No así vosotros; sino que el mayor entre vosotros
sea como el menor; y el que manda, como quien sirve. Pues ¿quién es mayor, el
que está sentado a la mesa, o el que sirve? ¿No es acaso el que está sentado a
la mesa? Sin embargo, Yo estoy entre vosotros como el sirviente".
45. Véase Luc. 22, 27 y nota: "Pues
¿quién es mayor, el que está sentado a la mesa, o el que sirve? ¿No es acaso el
que está sentado a la mesa? Sin embargo, Yo estoy entre vosotros como el sirviente".
¡Como el sirviente! No podemos pasar por alto esta palabra inefable del Hijo de
Dios, sin postrarnos con la frente pegada al polvo de la más profunda
humillación y suplicarle que nos libre de toda soberbia y de la abominable
presunción de ser superiores a nuestros hermanos, o de querer tiranizarlos,
abusando de la potestad que sobre ellos hemos recibido del divino Sirviente.
Cf. Mat. 23, 11; Filip. 2, 7 s. y nota; I Pedro 5, 3; II Cor. 10, 8; III Juan 9
s.
PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO B - (20
DE OCTUBRE 2024)
TEMA: “EL HIJO DEL HOMBRE HA VENIDO PARA DAR SU VIDA EN RESCATE PORE TODOS”
01.- INVOCO
AL DIOS ALTISIMO (Luis Elizalde)
Invoco
al Dios altísimo,
al
Dios que hace tanto por mí,
al
Dios que hace tanto por mí.
1.-
Su brazo poderoso
me
salva en el peligro;
su
mano me acaricia,
me
invita a descansar.
2.-
Sus pies marcan la senda
por
donde yo camino;
su
báculo sostiene
mis
pasos al andar.
3.-
Sus ojos iluminan
de
noche en el abismo;
su
boca alienta siempre
cuando
la luz se va.
4.-
Su Reino es paz y gozo,
en
Él somos racimo,
-Iglesia
peregrina
y
honesta libertad.
02.-DONDE HAY
CARIDAD (Joaquín Madurga)
DONDE HAY CARIDAD Y AMOR ALLÍ ESTÁ EL SEÑOR,
ALLÍ ESTÁ EL SEÑOR (2v).
Una sala y una mesa, una copa, vino y pan,
los hermanos compartiendo en amor y en unidad.
Nos reúne la presencia y el recuerdo del Señor,
celebramos su memoria y la entrega de su amor.
Invitados a la mesa del banquete
del Señor,
recordamos su mandato de vivir en el amor.
Comulgamos en el Cuerpo y en la Sangre que él nos da,
y también en el hermano, si lo amamos de verdad.
Este pan que da la vida y este cáliz de salud
nos reúne a los hermanos en el nombre de Jesús.
Anunciamos su memoria, celebramos su pasión,
el misterio de su muerte y de su resurrección.
03.- IGLESIA PEREGRINA
Todos unidos formando un solo cuerpo,
un pueblo que en la Pascua nació;
miembros de Cristo en sangre redimidos:
¡Iglesia peregrina de Dios!.
Vive en nosotros la fuerza del Espíritu
que el Hijo desde el Padre envió,
Él nos empuja, nos guía y alimenta:
¡Iglesia peregrina de Dios!.
SOMOS EN LA TIERRA
SEMILLA DE OTRO REINO,
SOMOS TESTIMONIO DE AMOR,
PAZ PARA LAS GUERRAS Y LUZ
ENTRE LAS SOMBRAS:
¡IGLESIA PEREGRINA DE DIOS! (2)
Rugen tormentas y a veces nuestra barca
parece que ha perdido el timón,
miras con miedo, no tienes confianza:
¡Iglesia peregrina de Dios!.
Una esperanza nos llena de alegría,
presencia que el Señor prometió;
vamos cantando, Él viene con nosotros:
¡Iglesia peregrina de Dios!.
SOMOS EN LA TIERRA
SEMILLA DE OTRO REINO,
SOMOS TESTIMONIO DE AMOR,
PAZ PARA LAS GUERRAS Y LUZ
ENTRE LAS SOMBRAS:
¡IGLESIA PEREGRINA DE DIOS! (2)
Todos nacidos en un solo bautismo,
unidos en la misma comunión,
todos viviendo en una misma casa:
¡Iglesia peregrina de Dios!.
Todos prendidos en una misma suerte,
ligados a la misma salvación;
somos un cuerpo y Cristo es la cabeza:
¡Iglesia peregrina de Dios!.
04.- ESTO QUE
TE DOY (Grupo Alabanza)
Esto que te doy
Es vino y Pan Señor
Esto que te doy es mi trabajo.
Es mi corazón, mi Alma
Es mi Cuerpo y mi razón
Es esfuerzo de mi caminar.
Esto que te doy,
mi vida es Señor,
es mi amor, también es mi dolor,
es la ilusión mis sueños,
es mi gozo y mi llorar,
es mi canto y mi oración.
TOMA MI VIDA PONLA EN TU CORAZÓN
DAME TU MANO Y LLÉVAME.
CAMBIA MI PAN EN TU CARNE Y MI VINO EN TU
SANGRE, Y A MI SEÑOR RENUÉVAME, LÍMPIAME
Y SÁLVAME.
Esto que te doy
no solo yo Señor,
esta voz también es de mi hermano.
Es la unión, la paz, un orden,
armonía y felicidad,
es un canto en comunidad
05.- LLEVEMOS AL SEÑOR (Carmelo Erdozain)
1.- Llevemos al Señor
el vino y el pan.
Llevemos al altar
la viña, el trigal.
EL SEÑOR NOS DARÁ
ÉL NOS DARÁ SU AMISTAD. [BIS]
2.- Llevemos al Señor
pureza y amor.
Llevemos al altar
justicia, hermandad.
3.- Llevemos al Señor
trabajo y dolor.
Llevemos al altar
ofrendas de paz.
06.- DIME
SEÑOR
Hoy
en oración
Quiero
preguntar Señor
Quiero
escuchar tu voz
Tus
palabras con amor.
Ser
como eres Tú
Servidor
de los demás
Dime
cómo, en qué lugar
Te
hago falta más.
DIME
SEÑOR EN QUE TE PUEDO SERVIR
DÉJAME
CONOCER TU VOLUNTAD
DIME
SEÑOR, EN TI YO QUIERO VIVIR
QUIERO
DE TI APRENDER SABER AMAR.
Hoy
quiero seguir tus caminos junto al mar
Tus
palabras, tu verdad, ser imagen de ti.
Ser
como eres Tú
Servidor
de los demás
Dime
cómo, en qué lugar
Te
hago falta más.
Dime
Señor en que te puedo servir
Déjame
conocer tu voluntad
Dime
Señor, en ti yo quiero vivir
Quiero
de ti aprender saber amar
Quiero
de ti aprender saber amar
07.- DIME SEÑOR
(Otra versión)
Hoy
en oración
Quiero
preguntar Señor
Quiero
escuchar tu voz
Tus
palabras con amor.
Ser
como eres Tú
Servidor
de los demás
Dime
cómo, en qué lugar
Te
hago falta más.
DIME
SEÑOR EN QUE TE PUEDO SERVIR
DÉJAME
CONOCER TU VOLUNTAD
DIME
SEÑOR, EN TI YO QUIERO VIVIR
QUIERO
DE TI APRENDER SABER AMAR.
Hoy
quiero seguir tus caminos junto al mar
Tus
palabras, tu verdad, ser imagen de ti.
Ser
como eres Tú
Servidor
de los demás
Dime
cómo, en qué lugar
Te
hago falta más.
Dime
Señor en que te puedo servir
Déjame
conocer tu voluntad
Dime
Señor, en ti yo quiero vivir
Quiero
de ti aprender saber amar
Quiero
de ti aprender saber amar
08.- JESUS, ESTOY AQUÍ
Jesús, estoy aquí. Jesús, ¿qué esperas de mí?
Mis manos, están vacías; ¿Qué puedo ofrecerte?
Sólo sé / que quiero / ser diferente.
Jesús, estoy aquí. Jesús, ¿qué esperas de mí?
Mis ojos / temen al mirarte;
Quisiera / poder enfrentarte.
AMAR, COMO TÚ AMAS; SENTIR, COMO TÚ SIENTES
MIRAR A TRAVÉS DE TUS OJOS, JESÚ(UU)S
Contigo mi camino es difícil
me exiges abrir un nuevo horizonte
en la soledad de mi noche.
Jesús.
No, no puedo abandonarte,
Jesús en mí penetraste,
me habitaste, triunfaste,
y hoy vives en mí.
09.- AMAR ES
DARSE
Amar
es darse a todos los hermanos
uniendo
entre las manos el gozo y el dolor.
Y
al amarnos el mundo se renueva,
la
vida siempre es nueva, siempre es nuevo el amor.
Yo
sé, Señor, que, aunque hablara
las
lenguas del mundo,
aunque
todos me llamen profeta,
si
no puedo amar soy sólo un rumor.
Yo,
sé que sabiendo las ciencias extrañas
conociendo
secretos ocultos
seré
poca cosa si no tengo amor.
Yo
sé, Señor,
que,
aunque tenga una fe tan intensa
que
traslade montañas y rocas,
de
nada me sirve si no tengo amor.
Yo
sé que, aunque queme mi cuerpo en las llamas;
aunque
todo lo entregue a los pobres,
si
no puedo amar es todo ilusión
No
tengo amor.
10.-
SERVIDORES DE JESUS
Todos
como hermanos servidores de Jesús
donde
el corazón valiente
venceremos
en las pruebas
fieles
oyentes de la palabra del señor
descanse
en su pecho que sus promesas están cumplidas.
vengan
hermanos servidores de Jesús
con
el corazón abierto porque nos salvó en la cruz
es
el verdadero amor que su vida te entrego
Jesucristo
es el Señor el santo servidor
Nuestro
rey y salvador que nos ama y nunca falla
Jesucristo
es el señor el santo servidor (bis)
Vengan
inspirado en la gracia de María
Que
consuela las penas y contenta al señor
Cantemos
unidos en el espíritu santo
En
este quinto encuentro que nos de gozo y alegría
Vengan
hermanos servidores de Jesús
con
el corazón abierto porque nos salvó en la cruz
es
el verdadero amor que su vida te entrego
Jesucristo
es el Señor el santo servidor.
Nuestro
rey y salvador que nos ama y nunca falla
Jesucristo
es el señor el santo servidor (bis)
es
el verdadero amor que su vida te entrego
Jesucristo
es el Señor el santo servidor.
Nuestro
rey y salvador que nos ama y nunca falla
Jesucristo
es el señor el santo servidor (bis)
11.- ALMA MISIONERA
1.-
Señor toma mi vida nueva,
antes
de que la espera,
desgaste
años en mí,
estoy
dispuesto a lo que
quieras,
no importa lo que sea,
tú
llámame a servir.
LLÉVAME
DONDE LOS HOMBRES
NECESITEN
TUS PALABRAS,
NECESITEN
MIS GANAS DE VIVIR,
DONDE
FALTE LA ESPERANZA
DONDE
FALTE LA ALEGRÍA,
SIMPLEMENTE
POR NO SABER DE TI.
2.-
Te doy mi corazón sincero
para
gritar sin miedo
tu
grandeza, Señor,
tendré
mis manos sin cansancio
tu
historia entre mis labios
y
fuerza en la oración.
3.-
Y así, en marcha iré cantando
por
calles predicando,
lo
bello que es tu amor.
Señor,
tengo alma misionera
condúceme
a la tierra
que
tenga sed de Dios.
12.- MARIA TESTIGO (P. Alvarado)
DICHOSO
QUIEN EN SU VIDA
VIVE
COMO VIVIÓ MARÍA: (2v)
SIEMPRE
AMANDO A LOS DEMÁS,
SIEMPRE
SIRVIENDO A LOS DEMÁS. (2v)
1.-
Con tu entrega permitiste
que
nos acompañe Dios,
y
creciendo Él a tu lado
compartía
nuestra vida.
2.-
En tu canto de alabanza
retrataste
nuestro mundo,
donde
siempre los pequeños
del
Señor son preferidos.
3.-
Que sigamos la Palabra
de
Dios Padre que nos ama,
por
María todos sepan
que
su Amor a todos llega.
13.-
ANUNCIEMOS TU REINO SEÑOR (Cristobal Halffter)
Anunciaremos
tu Reino, Señor,
tu
Reino, Señor, tu Reino.
Reino
de paz y justicia,
Reino
de vida y verdad.
Tu
Reino, Señor, tu Reino.
Reino
de amor y de gracia,
Reino
que habita en nosotros.
Tu
Reino, Señor, tu Reino.
Reino
que sufre violencia,
Reino
que no es de este mundo.
Tu
Reino, Señor, tu Reino.
Reino
que ya ha comenzado,
Reino
que no tendrá fin.
Tu
Reino, Señor, tu Reino.
la mujer llena de Dios,
buena
Madre, por la fe
sabes
vivir la oscuridad.
Mira
a tus hijos caminar
buscando
la luz.
Mira
la angustia y el dolor,
danos
tu fe, acógenos.