LIBERATE
COMENTARIO
La gran cuestión de las riquezas
no consiste en saber a partir de qué fortuna o con que salario uno deja de ser
cristiano. Marcos no nos hace pensar en una calculadora, sino en Jesús que nos
mira (tres veces se habla de esta mirada) y nos dice: “Sígueme”. ¿No ha dicho
antes: “Liquídalo, dalo todo?”. Sí, pero esto significa exactamente: “Libérate
de todo para seguirme”. Por tanto, es una lección, no de tristeza, sino de gran
alegría. Si creemos que seguir a Jesús no es embarcarse en la felicidad, que
cierre el evangelio.
El joven rico se puso a los pies
de Jesús, buscaba la felicidad y se marchó triste. Lo tenía todo, según se
dice, para ser feliz, pero Jesús le trazó este diagnóstico: “Una cosa te
falta”. ¡Pobre de nosotros si nos falta eso! Esa cosa tan preciosa es la
posibilidad de seguir a Jesús. ¡Y esto supone una famosa liberación! “Vete,
libérate de lo que puede encadenar, véndelo todo para comprar la libertad de
seguirme”. Ese es entonces la cuestión. Volvemos al “¡Liquídalo todo!”. ¿Habrá
que seguir a Jesús totalmente desnudo”? Jesús no iba desnudo ni tampoco era un
andrajoso. El no conoció la miseria. Comía y bebía normalmente; admitió incluso
un gasto superfluo como el perfume que le ofrecía la mujer pecadora. Pero como
nada lo ataba, pudo llegar hasta el fin de todo lo que exigía el amor
fraternal. Cuando nos dice: “¡Ven!”, nos llama
por ese camino, no hacia las cimas del despojo, sino hacia las cimas del amor.
Hay que esforzarse por liberarse de todo lo que nos impide amar y servir.
No hay nada que despoje tanto como el querer ser libre. Chocamos muy pronto con
las cadenas del dinero: tener demasiado no tener bastante.
Una vez más, acaba de constatar
que la riqueza estropea a los mejores.
Aquel joven rico era un chico maravilloso, con grandes deseos de llegar
lejos. “Jesús se le quedó mirando y le tomó cariño”. Desgraciadamente lo vemos tan enredado en
todo lo que se posee que no habría sido capaz de avanzar por el camino. Más pronto o más tarde, el hombre choca con
la pared de una imposibilidad “Señor hasta allí no puedo seguirte”. Pero Jesús
les dice tanto a los ricos como a los pobres una palabra que puede transformar
nuestro desaliento en experiencia de confianza: “Todo es posible para
Dios”. No es una frase de un hombre,
sino una Palabra de Dios, vale la pena arriesgarlo todo para lanzarse a esta
confianza: “Contigo no hay nada imposible”.
El brazo de Dios es lo bastante fuerte para arrancarnos del egoísmo, así
como de la inquietud del amor fraterno. “Es como hacer pasar al camello por el
ojo de la aguja”.
Ante esta imagen pintoresca, pero
tremenda, los discípulos miden la dificultad de seguir a Jesús: “Entonces,
¿quién puede salvarse?”. Cuando Jesús nos dice: “Libérate”, se trata de una
invitación, pero también de un ofrecimiento.
R.P. Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 129, 3-4
Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién
podrá resistir?. Pero de ti procede el perdón, Dios de Israel.
ORACION COLECTA
Te pedimos, Señor, que tu gracia nos preceda y acompañe, y nos
sostenga continuamente en las buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7-11
Supliqué, y se me concedió la prudencia;
invoqué, y vino a mí el Espíritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos, y,
en comparación con ella, tuve en nada la riqueza. No le igualé la piedra más
preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un puñado de arena y, ante ella, la
plata es como el barro. La quise más que a la salud y a la belleza, y preferí
tenerla como luz, porque su resplandor no tiene ocaso. Con ella me vinieron
todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 89)
Sácianos, Señor, de tu misericordia.
Enséñanos a calcular nuestros años, para que
adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de
tus siervos. R.
Por la mañana sácianos de tu misericordia, y
toda nuestra vida será alegría y júbilo. Danos alegría, por los días en que nos
afligiste, por los años en que sufrimos desdichas. R.
Que tus siervos vean tu acción, y sus hijos
tu gloria. Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de
nuestras manos. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12-13
La Palabra de Dios es viva y eficaz,
más cortante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se
dividen alma y espíritu, articulaciones y médulas. Juzga los deseos e
intenciones del corazón. No hay criatura que escape a su mirada. Todo está
desnudo y descubierto a los ojos de Aquel a quien hemos de rendir cuentas.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 3
Aleluya. Dichosos los pobres en el
espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos 10, 17-30
En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino,
se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré
para heredar la vida eterna?». Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno?
Solo Dios es bueno. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás
adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu
padre y a tu madre». Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde
pequeño». Jesús lo miró con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende
lo que tienes, da el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y
luego sígueme». Pero él, abatido por estas palabras, se fue entristecido,
porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:
«¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!». Los
discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «¡Qué difícil es para
los que tienen riquezas entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello
pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios». Ellos se
espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús, mirándolos
fijamente, les dijo: «Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Dios lo
puede todo». Pedro entonces le dijo: «Mira, nosotros lo hemos dejado todo y te
hemos seguido». Jesús dijo: «Les aseguro que quien deje casa, o hermanos o
hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio,
recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más —casas y hermanos y hermanas y
madres e hijos y tierras, con persecuciones—, y en el mundo futuro, vida
eterna».
PLEGARIA
UNIVERSAL
El Señor nos
invita a seguirlo con fidelidad y confianza; por eso pidámosle con fe que nos
ayude a responderle y que bendiga al mundo. Digamos: R.
Escúchanos, Señor.
1.- Para que la Iglesia se
vea libre de cuanto le impide seguir a Jesús en pobreza, austeridad y abandono.
Oremos.
R.
2.- Para que la Palabra de
Dios suscite en los gobernantes el compromiso de buscar la justicia, promover
la libertad y garantizar la paz. Oremos. R.
3.- Para que, confiando en
el Señor, los ricos compartan sus bienes y se abandonen en su Providencia.
Oremos. R.
4.- Para que Jesús invite
a los jóvenes a seguirlo, y ellos no antepongan nada al Reino. Oremos.
R.
5.- Para que los
consagrados, que lo han dejado todo por el Evangelio den testimonio de la
libertad y el gozo que tienen los discípulos de Cristo. Oremos. R.
6.- Para que, al celebrar
la Eucaristía, nos sintamos atraídos por el Señor que nos llama a estar con Él.
Oremos.
R
Escucha nuestras
oraciones, atráenos a ti, Señor, y haz que tu Palabra nos vivifique y
transforme. Por Jesucristo nuestro Señor.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta las súplicas de
tus fieles, Señor, juntamente con estas ofrendas, para que lleguemos a la
gloria del cielo mediante esta piadosa celebración. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ANTIFONA DE
COMUNION 1 Jn 3, 2
Cuando
se manifieste el Señor, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es.
ORACION
DESPUES DE LA COMUNION
Señor, pedimos humildemente a tu majestad
que, así como nos fortaleces con el alimento del santísimo Cuerpo y Sangre de
tu Hijo, nos hagas participar de su naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 14: Ga 4, 22-24. 26-27. 31—5, 1; Sal 112; Lc 11,
29-32
Martes 15: Ga 5, 1-6; Sal 118; Lc 11, 37-41
Miércoles 16: Ga 5, 18-25; Sal 1; Lc 11, 42-46
Jueves 17: Ef 1, 1-10; Sal 97; Lc 11, 47-54
Viernes 18: 2Tm 4, 9-17ª; Sal 144; Lc 10, 1-9
Sábado 19: Ef 1, 15-23; Sal 8; Lc 12, 8-12
Domingo 20: Is 53, 10-11; Sal 32; Hb 4, 14-16; Mc 10,
35-45
COMENTARIOS AL
EVANGELIO
Mc 10, 17-30. Par.:
Mt 19, 16-30 Lc 18, 18-30
Texto. -El comienzo refleja una cierta
urgencia por parte de la persona que se aproxima a Jesús: lo hace corriendo.
Que fuera un joven, no se deduce en absoluto del texto de Marcos. La identidad
personal del interlocutor no es significativa para el autor; lo significativo
son las situaciones moral y social del interlocutor: una persona cumplidora del
decálogo y muy rica.
La pregunta formulada revela, además, una
persona con inquietudes religiosas: ¿Qué he de hacer para alcanzar la vida eterna?
El gesto de arrodillarse y la interpelación (Maestro bueno) que acompaña su
pregunta revelan veneración y reconocimiento hacia Jesús.
Las primeras palabras de Jesús revelan
magistralmente cómo era él, cual era su papel e, incluso, cómo se experimentaba
a sí mismo. Nadie es bueno sino solamente Dios. Jesús fue una señal apuntando
siempre en dirección a Dios. Jesús remitía siempre a Dios.
A continuación, Jesús recuerda a su
interlocutor cosas que, sin duda, conocía este por los libros del Éxodo y del
Deuteronomio. Seis mandatos, cinco de ellos en formulación negativa y uno en
formulación positiva. Los seis son de naturaleza social, en el sentido de que
velan por los demás, por los que no son uno mismo.
Por último, Jesús propone a su interlocutor
algo que a éste le falta, una única cosa: la renuncia a su dinero. La propuesta
es prioritariamente individual, le afecta a él y a su bolsillo.
Comentario. -La guerra es sólo la expresión última y más
llamativa de la falta de paz; antes ha habido infinidad de expresiones
intermedias más rutinarias de falta de paz. En el final están los políticos,
los economistas y los militares; en el largo y preparatorio camino estamos
nosotros, los de a pie, los de andar por casa, es decir, casi todos los
habitantes del planeta.
En el largo y preparatorio camino están las
pequeñas y grandes cosas que hacemos mal en nuestras relaciones con los demás.
Las seis apuntadas por Jesús abarcan bastante bien todo el campo de
posibilidades de mala relación con los demás. Cuando estalle la guerra (escribo
este comentario cuando los medios de comunicación hablan de ambiente
prebélico), pensemos que durante mucho tiempo antes cada uno de nosotros estuvo
preparando eso que sólo al final se llama guerra. No nos engañemos: el final,
es decir, la guerra es ciertamente cosa de altas esferas
político-económico-militares; pero la falta de paz es cosa de todos y cada uno
de nosotros. Tenemos el mal hábito de cargar a las altas esferas en
exclusividad la responsabilidad de la guerra, cuando la guerra es, en realidad,
la suma final de nuestras malas acciones contra los demás en el día a día de
nuestro vivir.
De nuestras malas acciones contra los demás y
de nuestro amor al dinero. Tampoco en este punto es conveniente engañarse. El
dinero puede, amordaza, rompe. Parece bastante cierto que el dinero es móvil
primordial de las guerras. Pero ¿acaso no lo es de nuestras vidas? ¿Con qué
derecho, pues, podemos pensar que no somos responsables de las guerras? Vende
todo lo que posees. La propuesta es dura y contundente. Como duro y contundente
es nuestro apego al dinero. ¿Propuesta inviable? Jesús no es maximalista ni
habla tampoco de un voto de pobreza. Sencillamente nos pone en guardia a todos
contra el dinero. El dinero, en efecto, puede, amordaza y mata. Donde el dinero
sea el móvil, nunca jamás podrá haber paz. Tomémoslo en serio. El dinero es hoy
demasiado dueño nuestro. Así nunca habrá paz.
2.- Desde el principio el joven plantea la
cuestión de la salvación, la única cuestión importante: ¿qué hay que hacer para
salvarse? (v. 17). Pero la plantea mal al dirigirse a un "maestro
bueno", a un rabí entre otros (v. 17). Busca solamente una opinión de
escuela, entre otras..., y como habrá otras y diferentes respuestas, se reserva
de antemano el derecho de escoger entre ellas, o incluso el de no escoger.
Jesús rechaza inmediatamente esta manera de actuar recordándole la existencia
de Dios, único que es bueno (v. 28). De esta forma deja entender que su
respuesta no será una opinión de escuela, sino una orden divina que obliga a
actuar en vez de perderse en discusiones sin fin. Jesús recuerda al joven lo
esencial de la ley (v. 19). Pero el joven plantea una nueva cuestión, no con
vistas a obedecer mejor, sino para prolongar la discusión y así retardar la
oportunidad de la obediencia (la misma actitud en Lc 10, 29).
Y he aquí que la buena conciencia legalista
del fariseo orgulloso de cumplir con todos sus deberes detiene una vez más al
joven: él obedece a toda la ley, cree (v. 20). ¿Qué más hace falta para
salvarse? Jesús deshace inmediatamente este legalismo, nuevo pretexto para no
creer, y formula un mandamiento preciso: "Sígueme" (v. 21). El joven
muestra entonces que sus cuestiones precedentes no eran más que evasiones:
situado ante la orden de creer, confiesa no tener fuerzas para ello y se retira
en el momento en que es invitado a superar la discusión ética y el legalismo
para encontrarse con la persona misma de Jesús y seguirle. Creer y salvarse es,
a fin de cuentas, unirse a la persona de Jesús.
c) Los retoques añadidos por la comunidad
primitiva añaden un nuevo obstáculo para la salvación: no solamente las
discusiones éticas, el legalismo del fariseo, sino también la riqueza, impiden
al hombre entrar en el Reino (vv. 22, 23 y la palabra rico en el v. 25). Los
primeros cristianos, sobre todo en Jerusalén, confundieron a veces el Reino con
la clase social de los pobres, mientras que la asamblea creada por Cristo no
tiene en cuenta ninguna pertenencia social, cultural o nacional. San Mateo
matizará esta exclusividad al hablar de los "pobres en espíritu" (Mt
5, 3) y al suprimir la maldición de los ricos conservada por Lc 6, 24.
LEGALISMO/POBREZA: También es hacer legalismo decir a
los ricos que han de hacerse materialmente pobres para participar en el Reino;
lo mismo que es una ilusión ridícula proclamar a la pobreza bienaventurada
dejando entender que los pobres entrarán un día en un reino de bienestar.
En realidad, la verdadera pobreza del rico no
es "no tener nada", sino comprometerse con los pobres y especialmente
con aquellos que no pueden organizarse, defenderse y liberarse. Un compromiso
semejante es exigido eminentemente a aquellos cristianos que abandonan
libremente todo bien material y hacen voto de pobreza. Comprometerse en el
camino de la pobreza supone hoy analizar las causas de la miseria, tomar en
serio la conciencia de clase, poner los medios que permitan, efectivamente,
mejorar la suerte de todos. Sólo con estas condiciones tiene la pobreza la
posibilidad de ser evangélica.
MAERTENS-FRISQUE
NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA VII - MAROVA MADRID 1969.Pág. 166
3.- Texto. De camino hacia Jerusalén, Marcos
hace un tercer alto docente. El procedimiento es el mismo del domingo pasado.
La enseñanza a los discípulos tiene lugar en la segunda parte del texto, vs.
23-30. La primera parte sirve para introducir el tema de esa enseñanza.
-Primera parte (vs. 17-22).
Con grandes muestras de respeto, alguien, de
quien Marcos no específica nada, pregunta a Jesús por el camino de la
salvación. Maestra bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna? El
interlocutor hace un planteamiento de salvación. Jesús comienza cuestionando la
interpelación de que ha sido objeto, en un intento de resituar al interlocutor
en la perspectiva propia de la pregunta. Esta perspectiva no era otra que la de
Éxodo 20 y Deuteronomio 5. En estos textos están formulados el Credo (yo soy el
Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto) el camino de la salvación
(decálogo).
Más allá de un planteamiento de salvación,
Jesús formula después su propia propuesta al interlocutor: Ven y sígueme. Esta
es la propuesta que el interlocutor no acepta. Marcos añade la razón: era muy
rico, introduciendo así el tema sobre el que va a versar la enseñanza de Jesús
a sus discípulos.
-Segunda parte (vs. 23-30).
La enseñanza a los discípulos es muy breve.
Fundamentalmente se reduce a una negación rotunda: los ricos no pueden entrar
en el Reino de Dios. A diferencia del domingo pasado, Marcos reitera
insistentemente la falta de comprensión de los discípulos.
Esta falta de comprensión parece radicar en
que maestro y discípulos hablan lenguajes diferentes y tienen planteamientos
también diferentes. Jesús habla de Reino de Dios, mientras que los discípulos
hablan de salvación.
En vista de los cual Pedro pregunta a Jesús
por la situación de los que han aceptado seguirle. En la respuesta a esta
pregunta Jesús empalma en parte con las expectativas de sus discípulos. En ese
sentido les habla de salvación en el mundo del más allá. Termina, sin embargo,
con unas palabras que el texto litúrgico no ha recogido: Muchos primeros serán
últimos y muchos últimos, primeros. Con esta lacónica frase Jesús invita a sus
discípulos a no operar con esquemas reduccionistas en materia de salvación. No
deben caer en la pretensión de creer que sólo ellos, por ser seguidores suyos,
se salvarán. Otros muchos se salvarán también, aunque no sean seguidores de él.
Lo que sí deben tener muy presente sus seguidores es que el aquí y el ahora
será para ellos gratificante y maravilloso, pero también difícil y duro.
Comentario. Como en los domingos últimos,
todo hay que enfocarlo a la luz de los acontecimientos de Jerusalén. Marcos
sitúa el texto en el camino hacia la muerte y resurrección de Jesús. A este
camino concreto es a lo que Marcos llama el Reino de Dios y que por esta razón
había calificado en 4, 11 como misterio.
El Reino de Dios así concebido es la
alternativa que Jesús propone a sus seguidores. A todo el que quiera ser su
seguidor o discípulo. No es una cuestión de consejos evangélicos, como tantas
veces se ha dicho. Es una cuestión de exigencia para ser discípulo de Jesús.
Diferente de este camino a Jerusalén o Reino de Dios es el camino de la
salvación. El camino de la salvación tiene indudablemente sus exigencias, pero
éstas son de índole ética y, por consiguiente, afectan a todo ser humano, sea o
no seguidor de Jesús. Salvarse o condenarse obedece a un comportamiento ético y
forma parte del ámbito de preocupaciones y expectativas de la conciencia de
cada persona, en su doble dimensión individual y colectiva.
RD/ETICA: El camino de Jerusalén o Reino de Dios
presupone, por supuesto, la dimensión ética. Nadie malo podrá recorrerlo. Pero
la dimensión ética no es la característica específica del Reino de Dios. Por
eso, el ámbito de preocupaciones y de expectativas del que acepta ser seguidor
de Jesús no puede ser nunca el salvarse o el condenarse. Jesús libera a sus
discípulos de este tipo de ansiedad ante el futuro.
Tomar parte en el camino a Jerusalén o lo que
es lo mismo, entrar en el Reino de Dios, es dar cuerpo a las propuestas de
Jesús que estamos escuchando estos domingos. De ello resulta el talante de vida
o estilo cristiano.
La propuesta de hoy dice relación al dinero.
No es una propuesta desarrollada. Es sencillamente una llamada de atención
sobre la amenaza que el dinero encierra para el talante del seguidor de Jesús.
Insisto en que no se trata de salvación, sino de Reino de Dios, no es una
cuestión de vida eterna, sino de talante cristiano. La llamada de atención es
gráfica y llamativa: ¡Qué difícil es que los ricos puedan entrar en el Reino de
Dios! ¡Más fácil es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico
entrar en el Reino de Dios! Son de las frases que se gravan.
ALBERTO BENITO - DABAR 1988, 51
4.- Comentario. El cambio de escenario, como
ya se indicaba el domingo pasado, es indicio de una nueva temática. Siempre con
el telón de fondo de señalar causas que hacen de esta historia nuestra, una
historia de incomprensiones, enfrentamientos y matanzas. Hasta ahora
Marcos nos ha hablado del afán de grandeza,
de la autoridad intolerante, de la desunión de los esposos. Hoy señala una
nueva causa: la riqueza. Hay un concepto que conviene aclarar previamente: Vida
eterna. Es sinónimo de Reino de Dios. Ambos expresan el nuevo estado de cosas que
tendrá lugar aquí en la tierra por la intervención misma de Dios o de un
enviado suyo.
CR/QUÉ-ES: La escena comienza con la solemnidad de una
adoración a Jesús y la pregunta por los requisitos necesarios para poder tener
parte en el nuevo estado de cosas por llegar. A Marcos no le interesa la
identidad del demandante, sino su situación económica: era muy rico. El diálogo
tiene la viveza de lo real. "Maestro bueno. ¿Por qué me llamas bueno? No
hay nadie bueno más que Dios". Estas palabras causaron en seguida
problemas, como puede verse por los cambios introducidos en Mateo 19, 16-17.
Marcos ha conservado el tenor fresco, espontáneo, maravillosamente divino de
Jesús. Es realmente fascinante este Jesús de Marcos. Su mirada, su cariño, su
dureza. Una cosa te falta. O si preferimos: Te sobra tu riqueza. Después puedes
seguirme. Se impone devolver a esta escena el sentido lineal e indivisible que
Marcos le da, despojándola de divisiones y distinciones (mandamientos y
consejos; estado normal y estado de perfección). ¿Por qué no reconocemos
sencillamente que una de las causas por las que este mundo nuestro está tan
atormentado es la riqueza? Y después de reconocerlo, ¿por qué no decimos: ¡al
diablo la riqueza!? Marcos es bien claro: para seguir a Jesús no basta con ser
buenos por el cumplimiento de los mandamientos. ¡Hay que ser otra cosa! ¿No
habremos confundido cristianismo con moralidad? Ser cristiano empieza donde
termina ser bueno.
La segunda parte, como ya es habitual en
Marcos, es un diálogo entre Jesús y sus discípulos. El asombro, la extrañeza,
el espanto de los discípulos, son exactamente los nuestros al escuchar este
Evangelio. Es la mejor señal de que hemos entendido bien las palabras de Jesús.
Pero no hagamos de estas palabras una bandera de la lucha de clases y del odio
a los ricos. En ese mismo momento habríamos dejado de entenderlas.
Sencillamente reconozcamos que es muy difícil
que el nuevo orden de cosas o Reino de Dios sea una realidad dada nuestra
"necesidad" de riqueza. Pero por muy chocante e imposible que nos
parezca, no olvidemos ni minimicemos en absoluto esta página del Evangelio de
Marcos. Tal vez para que no cayera en el olvido, Jesús se sirvió incluso de una
imagen estrambótica (camello pasando por el ojo de una aguja). Y por ello mismo
inolvidable. ¿Empresa imposible? Para los hombres, no para Dios. ¿Qué significa
que Dios lo puede todo? Imaginemos de qué seriamos capaces si realmente
fuéramos permeables a Dios. Pues esto es lo que significa la frase de Jesús. En
la medida en que estamos abiertos a Dios y tengamos confianza en El, en esa
misma medida veremos cómo lo imposible va dejando de serlo. Y todavía más
sorprendente: veremos que no nos falta de nada.
Tendremos hasta cien veces más. Tal vez,
pues, no sea cuestión de empezar por el desprendimiento, sino por descubrir a
Dios. Entonces relativizaremos valores que ahora nos parecen irreemplazables.
¡Y un mundo nuevo empezará a surgir desde nosotros a pesar de la persecución!
ALBERTO BENITO - DABAR 1985, 50
5.- Pre-texto. Para el judaísmo de los
fariseos, el más extendido, la riqueza es bendición de Dios, prueba del
beneplácito divino y recompensa a la piedad. Por eso mismo, las palabras de
Jesús en el v. 21 son un camino nuevo, el cual está en contradicción con las
creencias aprendidas por el interlocutor desde su niñez sobre la relación entre
piedad y felicidad. Para el interlocutor, renunciar a la riqueza que posee
equivaldría a ser un maldito de Dios.
Reino de Dios: alternativa que Jesús propone
para todo el que quiera ser cristiano. Se desarrolla en el presente y tendrá su
culminación en el futuro. Lenguaje hiperbólico a base de imágenes agresivas y
funcionales. Sentido del texto. No se trata de consejos evangélicos o del
estado de perfección. Este texto no es para quien quiera ser más perfecto.
Jesús habla para todo el que quiera ser cristiano.
No se es cristiano por cumplir los
mandamientos: esto es prerrogativa humana, se sea cristiano o ateo. Lo
específico del cristiano no se mueve en el campo de la ética, de los
mandamientos, de la conciencia: éste es el campo común a todo ser humano. Y por
eso mismo la salvación está al alcance de todo ser humano, con tal de que siga
las normas de su conciencia. El cristiano no es, pues, mejor que el que no lo
es ("mejor" es término ético).
Según este texto, ser cristiano es vivir un
modelo de vida distinto de los habituales. Ser cristiano no es ser mejor, sino
ser distinto. Entrar en el Reino de Dios, es decir, en la alternativa que Jesús
propone, es vivir un tipo de vida en el que el dinero no es un valor. Y esto
sólo es posible en la medida en que se descubre otro valor radical: Dios. Este
descubrimiento relativiza lo que habitualmente llamamos valores (éste es el
significado de las palabras de Jesús en el v. 27). El descubrimiento de Dios
lleva a un modelo de vida fraterno, realmente nuevo y desusado en nuestros
ambientes inexactamente llamados cristianos.
DABAR 1982, 51
6.- Pertenecer al Reino significa
fundamentalmente haber descubierto a Dios. Y a Dios se le descubre sólo como
Padre. Consecuentemente, los demás hombres son hermanos míos.
Consecuentemente, ante un hermano el dinero
carece de valor. Pero, por lo visto, el primer descubrimiento de la cadena no
acabamos de hacerlo. De ahí nuestra incapacidad a renunciar al dinero como
valor. Marcos ha expresado esta incapacidad en las reticencias de los
discípulos (vs. 24 y 26) y en las profundas afirmaciones de Jesús (vs. 23 y
24b-25).
Una última observación muy importante. No
pertenecer al Reino no significa ser malo o estar condenado. El rico que se
acercó a Jesús no era malo (cfr. v. 21a) ni fue odiado por El. Pero mientras la
alternativa de Jesús no sea una realidad, todo seguirá sin cambiar, incluso con
hombres buenos.
DABAR 1976, 55
7.- Mateo precisa que este hombre que saluda
a Jesús era un joven (Mt 19, 20), y nosotros podemos suponer que este joven era
un rico terrateniente. Su manera de saludar indica un gran respeto, pero no
implica el conocimiento de la dignidad mesiánica, y mucho menos, el
reconocimiento de la divinidad de Jesús. El arrodillarse no es en este caso de
adoración.
Y puesto que Jesús para este joven no era más
que un hombre, Jesús le advierte que el único verdaderamente bueno es Dios.
Y, acto seguido, responde a la pregunta
citando los mandamientos. Da por sabido que el joven ya los conoce, y, a título
de ejemplo, se limita a nombrar los que se refieren a los deberes con el
prójimo. "No estafará" tiene en Dt 24, 14 (cfr. Lv, 13) un
significado más preciso; quiere decir "no explotarás al jornalero".
Al parecer, esto es justamente lo que dice Jesús a este joven terrateniente,
pensando sin duda en su condición social.
No se puede dudar de la sinceridad y de la
honradez de este joven, que cumple efectivamente las normas generales de la Ley
y no se contenta con ello. Por eso Jesús le mira con complacencia y con amor.
LIMOSNA/RIQUEZA SGTO /QUÉ-ES:
Según la doctrina judía en uso, el que daba limosna adquiría un tesoro en el
cielo (cfr. Mt 6, 24 y 20). Por lo tanto, la riqueza era una oportunidad para
que un hombre piadoso y rico pudiese ganarse el cielo más fácilmente que los
pobres. Pero Jesús propone a este joven que, en lugar de pasarse la vida
haciendo pobres y limosnas, haga todas las limosnas a la vez y se haga a sí
mismo pobre. Porque las riquezas, para Jesús, lejos de ser una ayuda, son un
estorbo para los que quieren entrar en el reino de Dios. Ahora bien, Jesús
añade "... y luego sígueme". Más allá del cumplimiento de los
mandamientos, más allá de las obras de caridad o de limosnas, más allá,
incluso, de la pobreza voluntaria, hay un camino, comienza el camino de Jesús y
de los que le siguen. La pobreza es una condición necesaria para recorrer ese
camino, pero no basta para recorrerlo. El voto de pobreza no sitúa a los
religiosos en "estado de perfección" entre otras razones, porque la
perfección cristiana no es un estado, sino una meta y una vocación y, si se
quiere, un camino que han de seguir todos los discípulos de Jesús. Sólo el
cumplimiento de este camino, que es el seguimiento de Jesús, saca al hombre de
casa y de sí mismo para que se encuentre consigo en Jesucristo y, por
Jesucristo, con los hombres, sus hermanos, y con el Padre. Seguir a Jesús no es
propiamente "imitarle", haciendo exactamente lo que él hizo, sino
hacer lo que cada uno tiene que hacer, pero como lo hizo Jesús, esto es,
viviendo para los demás.
Todos los ideales de este joven rico se
vienen abajo ante la dificultad de cumplir la condición necesaria. No tuvo
valor para dejar las riquezas. Y prefirió seguir el camino de los fariseos, que
veían en las riquezas una señal de la propia justicia -un premio de Dios a los
justos- y un medio para acrecentarla haciendo limosnas. Y es que este modo de
ganar el cielo con las limosnas permite, y hasta justifica, conservar y
aumentar las riquezas.
El caso de este joven ha sido un botón de
muestra. Jesús advierte ahora en general lo difícil que va a ser a los ricos
seguir su camino y entrar en el reino de Dios.
V. 25: Se trata de un refrán popular en el
que se contrapone el menor agujero al mayor animal de carga. Con él se expresa
la mayor dificultad. El "ojo de la aguja" es la distribución de las
riquezas. Los ricos pasan por todo menos por eso.
De ahí que sólo un milagro pueda salvar a los
ricos. Pero este milagro no consiste en que se salven siendo ricos, sino que
dejen de serlo para salvarse. ¿Y quién nos dice a nosotros que Dios no hace ese
milagro sirviéndose de todos los que luchan por la distribución de las riquezas
y contra, es decir, ¡en favor, de los que desean acapararlas...?
Jesús no predicó ningún sistema social
concreto. Pero su actitud crítica frente a la riqueza y frente a los ricos no
admite discusión, en esto fue claro hasta la saciedad. Por eso el evangelio
será siempre una llamada urgente a salir de cualquier sistema que, como el
capitalismo, se funde en la explotación de unos y el enriquecimiento de otros.
EUCARISTÍA 1982, 46
8.- La influencia de Jesús no se debía tanto
a la novedad de su enseñanza como al misterioso poder de atracción que
irradiaba de toda su persona. Muchos hombres rectos y religiosos descubrían de
repente al encontrarlo lo que significa ser perfecto. En esta ocasión viene a
Jesús (según Mt 19, 79) un joven; Lc lo llama un hombre importante (18, 18). A
este hombre le pregunta Jesús, no sin razón. "¿por qué me llamas bueno?",
es decir: ¿no ves que tienes sed de Dios y lo encontrarás al convivir conmigo?
El hombre pregunta a Jesús por el camino que lleva a la vida eterna; pero Jesús
no tiene ningún mandamiento nuevo que enseñar. En el AT ya se dijo todo lo que
hay que hacer para ganar la vida, observando los mandamientos de la justicia y
la misericordia. Entonces Jesús le propone hoy mismo que siga por otro camino,
que adopte otra manera de ser más libre, haciéndose seguidor e imitador suyo:
"¡Vende todo lo que tienes!". Porque la felicidad no consiste en
dejarlo todo, sino en hacerse libre de todo para entregarse a Cristo.
Jesús no dice que el rico no se salvará, sino
que "no entrará en el Reino de Dios", que consiste -¡es evidente!- en
compartir desde ahora las inquietudes, la alegría y la libertad de Cristo.
EUCARISTÍA 1988, 48
9.- La perícopa del joven rico se divide
fácilmente en tres partes: v. 17-22 describe el encuentro de Jesús con el
joven; v. 23-27 contiene una amarga reflexión de Jesús sobre la riqueza; v.
28-31 partiendo de una pregunta de Pedro, promete una gran riqueza en el campo
de la fraternidad a sus seguidores.
La riqueza y el bienestar son considerados en
la mentalidad bíblica como un sacramento de la bendición divina. Ser rico era
casi sinónimo de ser amigo de Dios. Sin embargo, con un sano realismo, el
Deuteronomio (8, 11-18) ve en la prosperidad material un gran peligro: lleva a
olvidarse de Dios, confiando sólo en el propio trabajo y rendimiento. La
riqueza lleva a la autosuficiencia. Por ello el ideal del "pobre de
Yavhé" saca al hombre de sí mismo y lo abre a Dios y a sus exigencias, al
comprender que depende no de sí, sino de otro. En la misma línea, sapiencial y
profética, Jesús condiciona su seguimiento a la desposesión. En una actitud de
desprendimiento de todo aquello que pueda dar seguridad humana.
Radicalismo absoluto: sólo Dios es el valor
absoluto de la vida. La primera lectura presenta al joven Salomón buscando la
Sabiduría, la voluntad de Dios, por encima de todo. La carta a los Hebreos nos
confronta con la capacidad de discernimiento que tiene la Palabra. El evangelio
nos presenta a otro joven (el anti-Salomón) que opta por la seguridad de lo que
ya tiene.
JORDI LATORRE - MISA DOMINICAL 1991, 14
10.- El joven plantea la cuestión de la
salvación, la única cuestión importante: ¿qué hay que hacer para salvarse?
Jesús recuerda al joven lo esencial de la Ley (v. 19). Pero el joven plantea
una nueva cuestión, no con vistas a obedecer mejor, sino para prolongar la
discusión y así retardar la oportunidad de la obediencia (la misma actitud en
Lc 10, 29: pero él queriendo justificarse preguntó ¿y quién es mi profundo?).
Y la buena conciencia legalista de cumplir
con todos su deberes, detiene una vez más al joven: él obedece a toda la ley
¿qué más falta hace para salvarse? Jesús deshace inmediatamente este legalismo,
nuevo pretexto para no creer y formula un mandamiento preciso:
"sígueme". El joven muestra entonces que sus cuestiones anteriores no
eran más que evasivas: se retira en el momento en que es invitado a superar la
discusión ética y el legalismo para encontrarse con la persona misma de Jesús y
seguirle.
No a todos les es indispensable deshacerse de
los propios bienes totalmente, como no todos se encuentran en la necesidad de
sacrificar la vida por causa de Jesús y del evangelio. Sin embargo, todos deben
escuchar la llamada a una total entrega, que Jesús dirige a cada uno, aunque de
modo distinto.
11.- Mientras que los fariseos habían querido
tender una trampa a Jesús (ver 10, 2), la actitud del joven rico está teñida de
religiosidad. Se arrodilla ante Jesús y le llama "Maestro bueno";
pero ¿quién es bueno, sino sólo Dios? Antes de preguntar a Jesús, el hombre se
hinca de rodillas ante el Dios único, el de la Alianza.
Jesús recuerda al joven los principales
artículos de la ley mosaica. El joven los ha cumplido desde pequeño, pero se
mantiene disponible para más, disponible para el Reino.
Por eso, Jesús le ama y le llama; él que
cumplió escrupulosamente los mandamientos es invitado a alcanzar la estatura de
los discípulos. Jesús le pide en concreto quitar el "escándalo" que
le impide pasar más adelante: sus riquezas.
¡Pero aquel hombre se marchó muy triste!
¿Cuál es exactamente su situación? Oyó el llamamiento de Jesús y, al mismo
tiempo, midió su incapacidad para seguirle. Sólo le falta una cosa:
concienciarse de que Dios puede realizar lo que él es incapaz de hacer ahora.
En efecto, acoger el Reino con la actitud propia de un niño es también
reconocer la propia impotencia y dejar actuar al Espíritu de Dios.
DIOS CADA DIA SIGUIENDO EL LECCIONARIO FERIAL
SEMANAS I-IX T.O. EVANG.DE MARCOS SAL TERRAE/SANTANDER 1990.Pág. 141
12.- Jesús marcha hacia Jerusalén, la ciudad
que mata a los profetas. Lo ha dejado todo para mantenerse fiel a la palabra
que le consagró. Su único tesoro es la pasión que Dios tiene por los hombres, y
lo ha vendido todo para adquirir la perla de gran valor. Se va el Hijo sin
volver la vista atrás, sin saber dónde reclinar la cabeza. El pobre de Dios
llegará hasta el despojo supremo y se dejará tender sobre el madero de la cruz.
"Anda, vende lo que tienes... Y luego sígueme". Déjalo todo. Le
vienen a uno ganas de decir: "¡Pero eso es imposible! ¡No es
humano!". Jamás será Dios inhumano. Cuando pide todo al hombre, devuelve
al hombre a sí mismo. El dinero, la sabiduría y el poder son otros tantos
ídolos que pueden recluir al hombre entre los barrotes de su dictadura. Dios
revela que para él el hombre lo es todo. Nada exterior a nosotros necesitamos
para enriquecernos: el hombre lo es todo para el hombre. Vende lo que tienes,
que tú vales mucho más que un gorrión o que un lirio del campo.
"Déjalo todo". Jesús no ha venido a
desesperar al hombre exigiéndole lo que no puede cumplir. Si hay que liberarse,
es para caminar. libre de todas las trabas, por el camino que lleva a la vida.
Jesús ha venido a pedirnos que crezcamos en el amor.
"Déjalo todo": éste es el quehacer
que ha de ocupar toda una vida, pues la historia de una vida es crecer.
"Vende lo que tienes"... En el orden de la ley, puede uno imaginarse
que ha cumplido su deber. En el orden del amor, siempre se está en deuda con la
persona a la que se ama. El amor se vive en la fidelidad que se inventa cada
día y que siempre descubre horizontes nuevos.
"Déjalo todo" es un llamamiento a
no aceptar el estancamiento de los mediocres, la suficiencia de los
satisfechos, la falsa certidumbre de los que piensan que han llegado.
"Vende lo que tienes", es decir, libérate, no te dejes apresar por
las evidencias del mundo, en la facilidad de una religión muy codificada. Las
moscas se dejan atrapar en la miel... No te fíes de las apariencias engañosas.
Déjalo todo, libérate de la parte de ti mismo que desearía retenerte.
"Anda, vende lo que tienes".
Dios nos empuja a nuestros últimos reductos.
Para él, renunciar no es sinónimo de perder. Si vendemos lo que nuestras manos
quieren retener todavía, no es para encontrarnos con las manos vacías, sino
para verlas colmadas más de lo que esperábamos. Si se nos invita a descubrir de
nuevo la renuncia como el deseo del Espíritu de vivir en nosotros, es para que
nos neguemos a todo lo que nos impida vivir en plenitud.
Si vendemos lo que hemos adquirido
trabajosamente, no es para partir a la aventura, sino porque ante nosotros
tenemos una morada en la que se nos dará todo. Mientras dura la espera, debemos
caminar en libertad y sin impedimentos...
DIOS CADA DIA - SIGUIENDO EL LECCIONARIO
FERIAL - SEMANAS I-IX T.O. EVANG.DE MARCOS - SAL TERRAE/SANTANDER 1990.Pág. 141
s.
13.- Recibir 100 veces más los bienes que se
han dejado no quiere decir que se van a recibir esos mismos bienes en cantidad
multiplicada, sino recibir algo que sobrepasa cien veces a lo que se deja, es
decir, que vale infinitamente más.
El que sigue a Jesús encuentra en él todo lo
que ha dejado, no multiplicado cuantitativamente, sino cualitativamente. Quiere
decir que en el seguimiento de Jesús se gana una plenitud de vida.
14.- Continuamos en el contexto del camino
hacia Jerusalén y las predicciones de la pasión, cuando Jesucristo va mostrando
a través de los acontecimientos y las palabras cuáles son los ideales de
comportamiento para los que quieren seguirle. El texto de hoy tiene tres
partes:
1. La llamada al seguimiento.
En el texto paralelo de Mateo (19,16ss)
parece que Jesús presente los mandamientos de la Ley como el código de
comportamiento para la gente "normal", mientras que el abandonarlo
todo para seguirle fuese el ideal de perfección (recordemos la conocida frase:
"Si quieres ser perfecto..."). En cambio, en el texto de Marcos, que
da la impresión de ser más primitivo y más cercano al estilo radical de Jesús,
la perspectiva es muy distinta.
Para Marcos, efectivamente, todo el que
quiera "poseer la vida eterna" (= experimentar la vida plena del
reino de Dios) debe colocarlo todo en función de un único valor: el seguimiento
de Jesús. Y en este todo entra, claro está, el romper con el lastre de las
riquezas y darlas a quien las necesita. Los mandamientos de la Ley, según
nuestro texto, pues, son la base normal y necesaria que demuestra que uno tiene
espíritu de buena voluntad, y merecen, por tanto, la mirada afectuosa de Jesús;
pero en cambio no bastan para obtener la vida a quien los cumple: la vida sólo
se obtiene con la opción total y con todas las consecuencias por Jesucristo.
2. La cuestión de las riquezas.
La primera parte del texto de hoy se centra
en la absolutez del seguimiento de Jesucristo; ahora Jesús pasa a tratar
directamente la cuestión de las riquezas, que es un impedimento clave para este
seguimiento.
Vale la pena señalar sobre todo la
"sorpresa" de los discípulos, que el evangelista destaca, en primer
lugar como extrañeza y después como temor y desconcierto.
Efectivamente, era idea corriente entre los
judíos que precisamente la riqueza era signo de la bendición de Dios: aquí, en
cambio, autoritativamente, Jesús da un giro radical a esta concepción. Y todo
esto (la absolutez de la exigencia del seguimiento, y la crítica a las
riquezas) conduce a la angustiosa pregunta de los discípulos: "¿Quién
puede salvarse?". Y la respuesta de Jesús es una cita de Génesis 18,14, en
donde se recuerda la omnipotencia de Dios para cumplir sus promesas a Abrahán:
también ahora Dios es omnipotente para transformar a los hombres y hacerlos
capaces de seguir a Jesús y su Evangelio.
3. La recompensa a los seguidores.
La reivindicación -entre pícara e ingenua- de
Pedro da paso al fragmento final de hoy. originalmente, probablemente, el
fragmento era tan sólo una presentación del Reino de Dios como algo que
superaba "al ciento por uno" todo cuanto los discípulos pudiesen
dejar para seguir a Jesús. Más adelante, en el tiempo de la Iglesia, se añadió
esta distinción entre tiempo presente y mundo futuro, y la referencia a las
persecuciones.
JOSEP LLIGADAS - MISA DOMINICAL 1994, 13
PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO B -
(13 DE OCTUBRE 2024)
TEMA: “VENDE LO QUE TIENES Y SIGUEME”
01.- SUBE A LA MONTAÑA (Carmelo Erdozain)
SUBE
A LA MONTAÑA, SUBE A LA MONTAÑA, SUBE A LA MONTAÑA
Y
VERÁS AL SEÑOR (2V)
Oye
la llamada de su voz,
no
vuelvas la espalda al Redentor,
sube
y sigue al Señor.
Él
te invitará a ser pobre,
Él
te invitará a ser limpio,
a
vivir, a morir
por
un mundo de amor.
SUBE
A LA MONTAÑA, SUBE A LA MONTAÑA, SUBE A LA MONTAÑA
Y
VERÁS AL SEÑOR.
No
juzgues y no te juzgarán;
no
devuelvas nunca mal por mal,
habla
y dí la verdad.
Todo
aquel que sube, llega,
todo
aquel que busca, encuentra,
la
verdad que Jesús
en
el monte enseñó.
SUBE
A LA MONTAÑA, SUBE A LA MONTAÑA, SUBE A LA MONTAÑA
Y
VERÁS AL SEÑOR (2)
02.- DICHOSO
EL QUE AMA (Cesareo Garabain)
ERES
MI RIQUEZA, ERES MI SEÑOR,
ERES
LA ALEGRÍA DE MI CORAZÓN.
No
son más dichosos los que tienen el poder,
los
atormentados por la sed de poseer.
No
son más felices los que más dinero tienen,
los
que siempre van buscando su interés.
No
son más dichosos los mendigos del placer,
los
que al agua turbia vienen a calmar su sed.
No
son más felices los esclavos de la envidia,
los
que olvidan sonreír y agradecer.
Los
que siembran odios en lugar de hacer el bien,
los
que ganan siempre y tienen miedo de perder.
No
son más felices los hinchados y engreídos
que
desprecian lo pequeño en su altivez.
Mucho
más dichosos los que aman la verdad,
los
que van brindando su alegría y su bondad.
Los
que nos ofrecen el amor de cada día,
y
reciben el amor de los demás.
03.- CON
ALEGRIA EN EL CORAZON
CON
ALEGRÍA EN EL CORAZÓN
QUEREMOS
CANTARTE SEÑOR;
CON
ESPERANZA, CON FE Y CON AMOR
QUEREMOS
LLEGAR A TU MESA SEÑOR.
1.- Con alegría de amistad compartida en una
comida
Con
esperanza de escuchar tu palabra que da la vida.
2.-
Con alegría de fiesta de hermanos en la Eucaristía;
Con
la fe y el amor que exige el juntarnos en tu comida.
3._
Con alegría los primeros cristianos su amor compartían;
Con
esperanza seguiremos sus huellas y ejemplo de vida.
04.- TE PRESENTAMOS EL VINO Y EL PAN (J.A.
Espinoza)
TE
PRESENTAMOS EL VINO Y EL PAN,
¡BENDITO
SEAS POR SIEMPRE, SEÑOR! (BIS)
Bendito
seas Señor, por este pan que nos diste,
fruto
de la tierra y del trabajo de los hombres.
Bendito
seas, Señor, el vino Tú nos lo diste,
fruto
de la tierra y del trabajo de los hombres.
05.- EN TORNO
AL PAN
EN
TORNO AL PAN LE CONOCEMOS
EN
TORNO AL PAN, EN TORNO A ÉL.
01.-
La entrega suprema de su amor
a
manos llenas se reparte
comamos
todos de este pan
a
manos llenas se reparte.
02.-
Comamos todos de este pan
en
esta mesa compartida
Jesús
invita con su cuerpo
Jesús
invita a su comida.
03.-
La mesa siempre está servida
caliente
siempre está su pan
comamos
todos de su cuerpo
comamos
todos de su pan.
04.-
Una vez más hoy le recibes
Jesús
te llena de su amor
felices
y contentos hoy comamos
vivamos
una Iglesia en comunión.
06.- EL JOVEN
RICO (Cesáreo Garabain)
1.-
Un joven se acercó
a
Jesús que sonreía,
un
joven que quería ser mejor.
Quiero
hacer tu voluntad
y
no sé qué hacer, Señor,
Tú
que eres la Verdad
dime
por favor.
SI
TÚ QUIERES SER MI AMIGO,
ANDA
Y VENDE LO QUE TIENES
Y
YA LIBRE VEN CONMIGO,
YO
TE OFREZCO MUCHO MÁS.
(BIS)
2.-
Jesús le contempló
y
era alegre su mirada
¡qué
urgente la llamada! Y le amó.
Pero
el joven se marchó
sin
decir apenas nada.
Como
el joven era rico
triste
se marchó.
3.-
Hay muchos que al Señor
hoy
le ofrecen alma y vida,
más
tristes y en seguida dicen no.
Como
yo que al ofrecer
lo
que fácil puedo dar,
no
le doy lo que Jesús
vino
a mendigar.
07.- EL JOVEN
RICO (Iturralde)
1.- Hombre a hombre pueblo a pueblo
pasaba hablando el
Señor
se le acercó un joven rico
y le pidió su opinión.
VENDE TODO LO QUE TIENES Y SI
QUIERE MÁS
DA TU DINERO A LOS POBRES
Y YO TE DOY MI AMISTAD (bis)
2.- Era joven y cumplía
Los mandamientos de Dios
Pero el amor al dinero
Movía su corazón.
3.- Que difícil es que un rico
Consiga la salvación
El joven se fue muy triste
A solas con su ambición.
08.- FELICES SON LOS POBRES
1.-
Felices son los pobres,
los
que todo lo han dejado,
porque
es de ellos
el
Reino de los cielos.
Felices
los que lloran
al
ver a sus hermanos,
porque
encontrarán
consuelo
a su tristeza.
FELICES
SEREMOS,
SI
VAMOS POR TUS SENDAS;
SIGUIENDO
TU SOMBRA AL CAMINAR,
FELICES
SEREMOS SEÑOR.
2.-
Felices los que firmes
superan
las desdichas,
porque
encontrarán
el
premio a su firmeza.
Felices
los que buscan
y
luchan por la paz,
porque
están forjando
la
tierra para todos.
3.-
Felices los que miran
con
limpio corazón,
porque
encontrarán
el
rostro del Dios vivo.
Felices
los que tienen
sed
y hambre de justicia,
porque
se verán
satisfechos
para siempre.
4.-
Felices los que viven
con
amplio corazón,
porque
alcanzarán
la
gran misericordia.
Felices
si os persiguen
al
luchar por la justicia,
porque
vais creando
un
mundo limpio y nuevo.
5.-
Felices si les odian
y
les llevan a la cárcel,
porque
así trataron
a
todos los profetas.
Felices
si os maldicen
y
os calumnian por mi causa,
porque
alcanzaréis
muy
grande recompensa.
09.- DIOS CON
NOSOTROS
Cuando
el pobre nada tiene y aún reparte,
Cuando
un hombre pasa sed y agua nos da,
Cuando
el débil a su hermano fortalece,
Va
Dios mismo en nuestro mismo caminar,
Va
Dios mismo en nuestro mismo caminar.
Cuando
un hombre sufre y logra su consuelo
Cuando
espera y no se cansa de esperar,
Cuando
amamos, aunque el odio nos rodee
Va
Dios mismo en nuestro mismo caminar,
Va
Dios mismo en nuestro mismo caminar.
Cuando
crece la alegría y nos inunda,
Cuando
dicen nuestros labios la verdad,
Cuando
amamos el sentir de los sencillos,
Va
Dios mismo en nuestro mismo caminar,
Va
Dios mismo en nuestro mismo caminar.
Cuando
abunda el bien y llena los hogares,
Cuando
un hombre donde hay guerra pone paz
Cuando
hermano le llamamos al extraño,
Va
Dios mismo en nuestro mismo caminar,
Va
Dios mismo en nuestro mismo caminar.
10.- BENDITO
SERAS (Cesareo Garabain)
1.-
Bendito si buscas siempre a Dios,
Bendito
serás.
Bendito
si amas la verdad,
Bendito
serás.
La
sed del dinero no rompió tu calma.
El
odio y la envidia no muerden tu alma.
Bendito
serás.
Si
siembras la paz Bendito serás.
2.-
Si al pobre y al rico das tu amor,
Bendito
serás.
Si
un pájaro canta en tu balcón,
Bendito
serás.
Bendito
el amigo que en seguida viene,
que
abre su puerta al que nada tiene,
Bendito
serás. Si ofreces tu pan,
Bendito
serás.
3.-
Si rezas humilde tu oración,
Bendito
serás.
Si
a Dios confiaste tu ansiedad,
Bendito
serás.
Si
buscas un mundo mucho más humano,
un
mundo en que todos vivan como hermanos,
Bendito
serás.
Si
sufres por Dios,
Bendito
serás.
4.
Bendito si es limpio tu mirar,
Bendito
serás.
Bendito
si sabes perdonar,
Bendito
serás.
Si
un sueño dormido vuelve a despertarte.
Si
estando caído sabes levantarte,
Bendito
serás.
Si
tienes a Dios,
Bendito
serás.
11.- EL JOVEN
RICO (Brotes de Olivo)
Un
joven fue y le dijo con muy sincera intención:
"Por
vivir la vida eterna, dime tu que he de hacer yo".
Dándole
al punto Jesús: "Uno solo es la Verdad,
si
quieres ganar su vida, sus mandatos guardaras".
"Desde
pequeño guarda lo que manda el Señor,
yo
creo que hay más, por favor, tu dímelo".
Manifestale
Jesús: "Si tu busca perfección,
ve
y vende lo que es tuyo y a los pobres dáselo.
En
el cielo guardaras un tesoro para ti.
Ven
a mí, si tú lo haces, estará aguardando aquí".
Inclinando
la cabeza el muchacho entristeció;
muchos
bienes el tenia, dejarlos no se atrevió.
Abrió
los labios Jesús y muy serio sentencio:
"No
es fácil que entre un rico en el Reino del Señor.
Por
el ojo de una aguja podrá un camello pasar,
antes
que un rico se salve".¿ Quien, pues, se podrá salvar?
Les
miro fijo Jesús, para después exclamar:
"Lo
que el hombre no consigue con Dios lo conseguirá".
12.- MADRE DE LOS HIJOS POBRES (Grupo Kairoi)
Virgen
sencilla y humilde que viviste en Nazareth. ¡Madre!
Casa
de los hijos pobres que abren sus manos a ti. ¡Madre!
Dios
te ensalzó, te hizo grande, en tu misma pequeñez,
haznos
niños a nosotros para dejarnos en Él. ¡Madre! ¡Madre!.
(Tú
nos miras desde el cielo, nos hablas al corazón;
con
un abrazo de madre, nos envuelves en tu amor) (Bis)
Lara,
la, la. …La, la, ra, lara la,
la, la.
Madre
de los hijos pobres, de los que buscan a Dios. ¡Madre!
Danos
tu fe y confianza, danos tu entrega y amor. ¡Madre!
En
tu silencio interior escuchaste su Palabra,
con
el corazón abierto viviste sólo por Él. ¡Madre! ¡Madre!.
13.- MADRE DE LOS POBRES (Cesareo Garabain)
MADRE
DE LOS POBRES,
LOS
HUMILDES Y SENCILLOS,
DE
LOS TRISTES Y LOS NIÑOS
QUE
CONFÍAN SIEMPRE EN DIOS.
1.-
Tú, la más pobre, porque nada ambicionaste;
Tú,
perseguida, vas huyendo de Belén.
Tú,
que un pesebre ofreciste al rey del cielo,
toda
tu riqueza fue tenerlo sólo a Él.
2.-
Tú, que en sus manos sin temor te abandonaste,
Tú,
que aceptaste ser la esclava del Señor,
vas
entonando un poema de alegría;
Canta
alma mía, porque Dios me engrandeció.
3.-
Tú, que has vivido el dolor y la pobreza,
Tú,
que has sufrido en las noches sin hogar,
Tú,
que eres la madre de los pobres y olvidados,
eres
el consuelo del que reza en su llorar.
14.- HIMNO AL
SEÑOR CAUTIVO DE AYABACA
Jesucristo
Cautivo Ayabaca
hoy
te aclama con gran devoción (bis)
Tú
eres Dios y tu amado del Padre
y
del hombre eres tú el salvador (bis)
Peregrinos
de un pueblo que marcha
a
la patria, hacia el cielo y hacia Dios (bis)
El amor es el lema que guie
Nuestro
anhelo de liberación (bis)
15.- HIMNO AL
SEÑOR CAUTIVO (Otra versión)
Jesucristo
Cautivo Ayabaca
hoy
te aclama con gran devoción (bis)
Tú
eres Dios y tu amado del Padre
y
del hombre eres tú el salvador (bis)
Peregrinos
de un pueblo que marcha
a
la patria, hacia el cielo y hacia Dios (bis)
El
amor es el lema que guie
Nuestro
anhelo de liberación (bis)
Una
tierra más justa queremos
con
trabajo, con paz, con amor (bis)
Para
hacer de un mundo más bello
donde
todos vivamos mejor (bis)
Nuestra
fe inquebrantable en María
su
pilar y modelo encontró (bis)
Para
estar al servicio como ella
Y
de esclava de Dios se llamó (bis)
16.- HIMNO AL SEÑOR DE LOS MILAGROS
SEÑOR
DE LOS MILAGROS, A TÍ VENIMOS EN PROCESIÓN
TUS
FIELES DEVOTOS, A IMPLORAR TU BENDICIÓN. (BIS)
Faro
que guía, da a nuestras almas
la
fe, esperanza, la caridad,
tu
amor divino nos ilumine,
nos
haga dignos de tu bondad.
SEÑOR
DE LOS MILAGROS, A TÍ VENIMOS EN PROCESIÓN
TUS
FIELES DEVOTOS, A IMPLORAR TU BENDICIÓN. (BIS)
Con
paso firme de buen cristiano
hagamos
grande nuestro Perú,
y
unidos todos como una fuerza
te
suplicamos nos des tu luz.
SEÑOR
DE LOS MILAGROS, A TÍ VENIMOS EN PROCESIÓN
TUS
FIELES DEVOTOS, A IMPLORAR TU BENDICIÓN. (BIS)
17.- AL SEÑOR
DE LOS MILAGROS
El
Señor de los Milagros es el mismo Jesús
que
Murió en la cruz por nuestra salvación
por
ti, por mí, por los demás también (bis)
El
Señor de los Milagros, patrón de Lima
es
patrón del Perú y del mundo también
por
ti, por mí, por los demás también (Bis)
Oh
Señor de los Milagros derrama tu bendición,
multiplica
tus milagros en todo el Perú
Oh
Señor de los Milagros derrama tu bendición,
multiplica
tus milagros en el mundo también.
Si
Señor de los Milagros
multiplica
tus milagros en todo el Perú
y
en el mundo también.
El
Señor de los Milagros es el mismo Jesús
que
Murió en la cruz por nuestra salvación
por
ti, por mí, por los demás también (bis)
El
Señor de los Milagros, patrón de Lima
es
patrón del Perú y del mundo también
por
ti, por mí, por los demás también (Bis)
Oh
Señor de los Milagros derrama tu bendición,
multiplica
tus milagros en todo el Perú
Oh
Señor de los Milagros derrama tu bendición,
multiplica
tus milagros en el mundo también.