TÚ SERÁS PESCADOR DE HOMBRES
COMENTARIO
Un
pequeño lago, una ensenada, un joven predicador, unos cuantos pescadores sin
especial instrucción: así comienza la aventura de la iglesia que Lucas se
encarga de relatar. Al describir estos comienzos, ve la primera pesca realizarse
en el mundo pagano, los comienzos de la iglesia fuera de Palestina. Y nosotros,
¿Cómo no pensar en la inmensa muchedumbre de creyentes?
Pero
pensamos también en los muchos que están esperando pescadores. Este evangelio
va dirigido a cada uno de nosotros, incluso ese famoso versículo que dice:
“desde ahora, lo que pescarás serán hombre”. Palabras que han impresionado a
muchos adolescentes que se han hecho sacerdotes y misioneros.
Al inaugurar la inmensa pesca apostólica, Jesús lanza una
advertencia que nunca deberíamos olvidar: sin mí, sus redes saldrán vacías.
Esta verdad fundamental no acaba de verse bien a los veinte años. Una vez
comprometidos en la misión de apóstol, se pasan días y noches sin trabajar
suficientemente con Jesús. Se deja la oración, se descuida la vida sacramental
se hacen cosas, se agita uno y un día se empieza a desfondar el espíritu: me
estoy reventando por nada. Él, el carpintero (¡), les da consejos a los
profesionales de la pesca, a unos hombres agotados por toda una noche de
esfuerzos inútiles. Los profesionales del apostolado se reconocerán en esta
escena. Vaciados por esfuerzos totalmente inútiles, sienten la tentación de
rechazar la idea de entregarse a Jesús es decir a la oración.
Y
creo que todo cristiano, en su apostolado más restringido y más informal,
siente igualmente ganas de bajar los brazos o de buscar otras técnicas más bien
que la de ponerse a rezar.
Sin
embargo, sólo la oración nos devolverá el impulso de Pedro. Carpintero o no,
Jesús lo había subyugado: “Ya que lo dices tú, echaré las redes”. Nosotros no
sacaremos las redes llenas ni arrastraremos barcas pesadas; no estamos ya en la
época en que Jesús recurría al milagro para robustecer una confianza que
acababa de nacer. Pero sabemos, por las grandes pescas misioneras, lo que los
hombres han podido hacer con Jesús.
Tenemos
los Hechos de los apóstoles, los relatos misioneros y todas las vidas de los
santos para reavivar nuestra confianza. Sólo ella puede hacer de nosotros
apóstoles que bregan, pero que le miran. Ya que lo dice tú, echaré las redes ¡Y
hasta el fondo!
R.P.
Roland Vicente Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 94, 6-7
Entren,
postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque Él es
nuestro Dios.
ORACION COLECTA
Protege, Señor, con amor continuo a tu familia, para que, al apoyarse
en la sola esperanza de tu gracia del cielo, se sienta siempre fortalecida con
tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 6, 1-2a.3-8
El año de la muerte del rey Ozías, vi al
Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el
templo. Junto a Él estaban los serafines, y se gritaban uno a otro diciendo:
Santo, santo, santo es el Señor del universo, llena está la tierra de su gloria!».
Temblaban las jambas y los umbrales al clamor de su voz, y el templo estaba
lleno de humo. Yo dije: «¡Ay de mi, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros,
que habito en medio de gente de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey,
Señor del universo». Uno de los seres de fuego voló hacia mí con un ascua en la
mano, que había tomado del altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me
dijo: «Al tocar esto tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu
pecado». Entonces escuché la voz del Señor, que decía: «¿A quién enviaré? ¿Y
quién irá por nosotros?». Contesté: «Aquí estoy, mándame».
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 137)
Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca; delante de los ángeles tañeré para
ti; me postraré hacia tu santuario. R.
Daré gracias a tu nombre: por tu misericordia
y tu lealtad, porque tu promesa supera tu fama. Cuando te invoqué, me
escuchaste, acreciste el valor en mi alma. R.
Que te den gracias, Señor, los reyes de la
tierra, al escuchar el oráculo de tu boca; canten los caminos del Señor, porque
la gloria del Señor es grande. R.
Tu derecha me salva. El Señor completará:
favores conmigo. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus
manos. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a
los Corintios 15, 1-11
Les recuerdo, hermanos, el Evangelio
que les anuncié y que ustedes aceptaron, en el que además están fundados, y que
los está salvando, si se mantienen en la palabra que les anunciamos; de lo
contrario, creyeron en vano. Porque yo les transmití en primer lugar, lo que
también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras;
y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que
se apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de
quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales vive todavía, otros han
muerto; después se apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles; por
último, como a un aborto, se me apareció también a mí. Porque yo soy el menor
de los apóstoles y no soy digno de ser llamado apóstol, porque he perseguido a
la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para
conmigo no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos.
Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto yo como
ellos predicamos así, y así lo creyeron ustedes.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 19
Aleluya. Vengan en pos de mí-dice el
Señor-, y los haré pescadores de hombres. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
Evangelio según San Lucas 5, 1-11
En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno
a Jesús para oír la Palabra de Dios. Estando Él de pie junto al lago de
Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían
desembarcado, estaban lavando las redes. Subiendo a una de las barcas, que era
la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca,
sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar
adentro, y echen sus redes para la pesca. Respondió Simón y dijo: «Maestro,
hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu
palabra, echaré las redes». Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan
grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas
a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles
una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se
hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: «Señor,
apártate de mí, que soy un hombre pecador». Y es que el estupor se había
apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían
recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran
compa-ñeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás
pescador de hombres». Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo,
lo siguieron.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Oremos al Padre
del Unigénito, al Hijo del dios eterno y al Espíritu, fuente de todo bien:
1.- Por la Iglesia inmaculada del Dios verdadero,
extendida por todo el mundo, pidamos la plena riqueza del amor de Dios. Roguemos
al Señor.
2.- Por los que gobiernan
los pueblos y tienen en sus manos el destino de los hombres, pidamos al
espíritu de justicia y el deseo de servir con dedicación. Roguemos al Señor.
3.- Por los débiles que se
ven oprimidos y para los justos que sufren persecución, pidamos el espíritu de
fortaleza, que los haga perseverar en la fidelidad al Señor. Roguemos
al Señor.
4.- Por nosotros mismos,
pidamos al Señor un temor filial, un amor ferviente, una vida feliz y una santa
muerte. Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que
has confiado a nuestros labios impuros y a nuestras fuerzas, débiles la misión
de proclamar el evangelio, sustentamos con tu Espíritu, para que tu palabra sea
aceptada por los hombres, un corazón generoso y de fruto abundante en todo el
mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro,
que has creado estos dones como reme-dio eficaz de nuestra debilidad,
concédenos que sean también para nosotros sacramento de vida eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION
Sal 106, 8-9
Den
gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los
hombres. Calmó el ansia de los sedientos y a los hambrientos los colmó de
bienes.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Oh, Dios, que has querido hacernos partícipes
de un mismo pan y de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal modo que, unidos
en Cristo, fructifiquemos con gozo para la salvación del mundo. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 10: Gn 1, 1-19; Sal 103, 1-2ª.5-6.10 y 12. 24 y
35c; Mc 6, 53-56.
Martes 11: Gn 1, 20—2, 2, 4ª; Sal 8, 4-5.6-7. 8-9; Mc
7, 1-13.
Miércoles 12: Gn 2, 4b-9.15-17; Sal 103, 1-2ª. 27-28.
29bc-30; Mc 7, 14-23.
Jueves 13: Gn 2, 18-25; Sal 127, 1-2.3. 4-5; Mc 7,
24-30.
Viernes 14: Gn 3, 1-8; Sal 31, 1-2. 5.6.7; Mc 7, 31-37.
Sábado 15: Gn 3, 9-24; Sal 89, 2, 3-4. 5-6. 12-13; Mc
8, 1-10.
Domingo 16: Jr 17, 5-8; Sal 1, 1-2. 3.4 y 6; 1Co 15,
12.16-20; Lc 6, 17. 20-26.
COMENTARIOS AL
EVANGELIO
Lc 05, 01-11
Texto. Entre el texto del domingo pasado y el
de hoy Lucas nos presenta a un Jesús buscado insistentemente por la gente. De
esta situación parte precisamente el texto. El marco no es ya la sinagoga, sino
el lago Genesaret. La gente escucha la Palabra de Dios.
La expresión es típica de Lucas y define la
propia enseñanza de Jesús, aunque no se especifica su contenido. El autor
espera probablemente que no perdamos de vista la enseñanza de los domingos
anteriores en la sinagoga de Nazaret.
En este contexto genérico resuena explícita
la Palabra de Dios a través de Jesús. Sacad la barca lago adentro y echad
vuestras redes para la pesca. Pedro replica constatando lo descabellado,
absurdo incluso, de la propuesta de Jesús. La pesca tiene sus horas propicias,
fuera de las cuales es inútil intentarlo. Pero, puesto que tú lo dices, echaré las
redes. Es decir, la Palabra de Jesús adquiere para Pedro rango de valor
superior a la lógica de la situación. Pedro acoge, hace suya esa Palabra. Se
fia más de ella que de la lógica de la situación. Los dos versículos
siguientes, 6-7, reflejan el resultado de la acogida de la Palabra de Jesús. Un
resultado imprevisible, impensable incluso, desde la lógica de la situación
previa. La escena recuerda la de María e Isabel y las palabras de ésta:
¡Dichosa tú, que has creído que se cumpliría lo que te había dicho el Señor!
(Lc. 1,45).
La escena final tipifica la reacción de Pedro
en términos que recuerdan lo escuchado en la primera lectura de Isaías. Es la
reacción humana ante lo imprevisible-impensable desde la lógica de la situación
previa. Asombro, pasmo, temor, autocuestionamiento de la propia persona que se
experimenta a sí misma como indigna, poca cosa. Señor, apártate de mí, que soy
un pecador. Pero la Palabra de Jesús disipa temores e introduce al que se ha
fiado de ella en una novedad de vida. Una vez más la escena nos lleva a Isabel
y María en Lc. 1,26-56 y a las palabras, en este caso, de María: Desde ahora,
todos me llamarán feliz, pues ha hecho maravillas conmigo Aquél que es
todopoderoso (Lc. 1, 48-49).
Resumiendo: En su línea de profundizar en la instrucción
cristiana, Lucas ha elaborado un relato cuyo tema central es la Palabra de Dios
o, que para él es lo mismo, la Palabra de Jesús.
Una Palabra desconcertante, absurda incluso,
si se mide desde el pragmatismo y la lógica de las situaciones. Pero una
Palabra de maravillosas consecuencias inéditas, si se acoge y acepta con
confianza. A su vez, la vida del que se ha fiado de la Palabra de Jesús entra
en una dinámica nueva. Nos hallamos ante un relato gráfico de invitación a
aceptar la Palabra de Jesús.
Comentario. Lucas incide en una temática que
ya había desarrollado ampliamente en /Lc/01/26-56, y que comentábamos con
ocasión del cuarto domingo de adviento. Frente a la lógica de la situación, del
pragmatismo y del realismo, nos invita a hacer nuestra la Palabra de Jesús.
Fiarse de esa Palabra hace posible que
acontezca lo impensable o, lo que es lo mismo, la utopía, la cual jamás será
posible desde la lógica del pragmatismo. Fiarse de la Palabra de Jesús
introduce además a la persona que lo hace en una dinámica nueva para sí mismo y
para los demás. A sí mismo lo limpia de jactancias más o menos inconfesadas,
por lo general más bien inconfesadas o no conscientes. Para los demás es una
referencia de ilusión y de esperanza.
A. BENITO - DABAR 1989, 12
2.- Comentario. En su propósito de relatar
relacionado de acuerdo a un orden, Lucas da hoy un paso adelante muy importante
dentro del ordenamiento conceptual de su obra.
Comienza con la gente agolpándose alrededor
de Jesús. Es el telón de fondo del que hablábamos hace dos domingos. Pero el
domingo pasado veíamos que este telón de fondo está estropeado por la cerrazón
y el exclusivismo. Lo lógico es, pues, sustituirlo por otro que ofrezca vistas
y aires nuevos. Esta tarea de sustitución la emprende Lucas con el texto de
hoy. Lo hace sirviéndose de los pescadores de dos barcas atracadas a la orilla
del lago Genesaret. Pero antes, y aunque no sea más que de pasada, es obligado
dejar constancia del exquisito arte descriptivo de Lucas en los versículos
iniciales. ¡Cómo va enfocando la escena desde la retina de Jesús! ¡La figura
erguida de Jesús a orillas del lago, sobresaliendo sobre la anónima
muchedumbre! Son pinceladas, retazos, con una enorme capacidad de sugerencia y
de evocación.
¿Cómo no admirar la espontaneidad y sencillez
del abordaje de la barca de Pedro por Jesús? Pero volvamos a los pescadores.
Ellos son el nuevo material para sustituir al viejo, cerrado y exclusivista.
¿Cómo deberá ser este nuevo material? ¿Qué características deberá tener?
Sigamos leyendo el texto.
Jefe, nos hemos pasado la noche bregando y no
hemos cogido nada; pero, en base a tu palabra, echaré las redes. Reconstruyamos
la secuencia lógica subyacente: si en el tiempo propicio no hemos cogido nada,
menos cogeremos en el tiempo no propicio. Pero Pedro sustituye la lógica por la
palabra de Jesús, dándole a esta palabra el rango de valor supremo. Se fía de
ella, la acoge y la hace suya. Pedro se sitúa pues, por encima de la lógica de
lo posible-imposible, va más allá de ella. Esta lógica puede tener otros
nombres: realismo, cálculo, prudencia, pragmatismo. Pedro se sitúa más allá de
todos ellos, en la palabra de Jesús. Esta es la característica por antonomasia
que según Lucas debe tener el nuevo telón de fondo. El resto es ya lo
imprevisible, lo asombroso. Primero, la red reventando de peces. Segundo, el
miedo. Tercero, los nuevos hombres. ¿Recuerdas, lector, las palabras de Isabel
a María en Lc. 1,45? Dichosa tú por haber creído en el cumplimiento de lo que
Dios te ha dicho. Esto mismo es lo que Lucas desarrolla en este relato. Sólo me
resta formular un deseo como comentario final. ¡Ojalá nos fiemos, acojamos y
hagamos nuestra la palabra de Jesús! El resto será lo imprevisible, lo
asombroso. Pero, no temas. Serás un maravilloso ser nuevo.
A. BENITO - DABAR 1986, 14
3.- PD/CONFIANZA:
Uno de los caminos más seguros para
descarriarse en exégesis es el de aislar un texto del contexto literario. Los
capítulos 3-6 tienen todos ellos un denominador común: son catequesis
programáticas. Dentro de este contexto, Lc. 5, 1-11 es una instrucción sobre
las características del discípulo. Hay que advertir que, en Lucas, discípulo es
sinónimo de cristiano. Más claro; discípulo no se identifica con obispo o
sacerdote. Lc. 5, 1-11 responde a la siguiente pregunta: ¿cómo tiene que ser el
discípulo? Evítese, pues, interpretar este texto como un relato de vocación,
sea ésta genérica (vocación cristiana) o específica (vocación sacerdotal).
Una primera respuesta a la anterior pregunta
es de carácter negativo. No se es discípulo por el solo hecho de acudir a
Jesús.
Lucas distingue entre gente que se agolpa
alrededor de Jesús y discípulo. De la gente que acude a Jesús ha hablado el
autor en la precedente catequesis (4, 14-44). En 5, 1-3 vuelve Lucas a
mencionarla, pero sólo como enmarcación literaria y como contrapunto a su
catequesis sobre el discípulo.
Primera característica del discípulo (vs.
4-5). Fiarse de Jesús aun cuando las evidencias empíricas estén en contra. Un
pescador profesional sabe que la petición de Jesús (que no es un profesional de
la pesca) es descabellada porque va contra la evidencia de la experiencia.
Lucas recalca intencionadamente esto para que resalte más el elemento central:
pero, por tu palabra.
Esta característica no es nueva en lo que va
de evangelio. Veíamos ya que la visita de María a su prima (Lc. 1, 39-45)
estaba redactada bajo esta óptica. Y lo mismo que entonces, fiarse de la
Palabra de Dios vale la pena (vs. 6-7; cfr. Lc. 1, 45: ¡Dichosa tú, que has
creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumple.
Segunda característica (vs. 9-10a). Fiarse de
Jesús es descubrir a alguien tan sensacional que el discípulo no se siente
merecedor de su compañía. El descubrimiento de Jesús lleva al discípulo a
someter a crítica su propia vida.
Tercera característica (vs. 10b-11). Fiarse
de Jesús genera una nueva situación, un nuevo presente (desde ahora). Una
situación libre de miedos y falsos temores, abierta a los demás. Ser discípulo
de Jesús implica una función de cara a los otros. ¿Cuál es el contenido de esta
función? Lucas no lo especifica aquí; lo aclarará más adelante cuando explique
cuál es el programa del Reino (Lc. 6, 20-49).
DABAR 1977, 15
4.- Lucas agrupa en este pasaje tres
acontecimienos distintos, sacrificando un orden cronológico en aras de un orden
pedagógico.
La predicación de Jesús, el milagro de la
pesca y la decisión de abandonarlo todo para seguir al Maestro, marcan tres
momentos psicológicos en el proceso de la vocación de los apóstoles. La
"señal" o el milagro refuerza las palabras de Jesús y aumenta su
credibilidad ante los que van a ser sus discípulos en adelante.
La invitación a internarse en alta mar
conlleva el riesgo a afrontar los temporales tan frecuentes como inesperados en
el lago de Tiberiades o de Genesaret. Toda la tradición exegética se ha
recreado glosando este pasaje, interpretando la barca de Pedro como figura de
la iglesia de Cristo. En este sentido resultan sugerentes las palabras de
Jesús: "Rema mar adentro y echa las redes para pescar". El riesgo de
la pesca de altura, en medio del temporal, viene compensado por la abundancia
de la pesca. Así le ocurre a la iglesia cuando anuncia el evangelio donde están
los conflictos, cuando lleva la palabra de Dios a los problemas concretos y no
se queda en vaguedades y en abstracciones que no significan nada y no
comprometen a nadie.
Pedro conocía bien su oficio, sabía que la
noche y no el mediodía era el tiempo propicio para la pesca. Con todo se fia
más de la palabra del Maestro que de su propia experiencia.
Dios se manifiesta en un prodigio inesperado.
Ante este milagro Pedro, lo mismo que Isaías ante la revelación de Dios, se
siente sobrecogido y descubre su propia indignidad. Lucas hace notar que los
compañeros de Pedro participan de los mismos sentimientos de temor y de asombro
ante el milagro. Pero las palabras de Jesús confortan a Pedro y le capacitan
para la misión que ha de recibir. Pedro y sus compañeros, seguros en el que los
envía, podrán aceptar responsablemente la vocación de ser en adelante
"pescadores de hombres". Esto no debe entenderse en un sentido
proselitista, de "echar el gancho" o de servirse de tretas para que
la gente "pique". Echar las redes tiene aquí el sentido de sembrar o
de anunciar generosamente la palabra de Dios, confiando en la virtud de esta
palabra y en Dios que es el que da el incremento y la cosecha.
EUCARISTÍA 1986, 8
5.--"Rema mar adentro y echad las redes
para pescar": La escena de la pesca milagrosa seguida de la llamada a
Simón, tiene un gran parecido con la de Jn 21, 1-11, situada después de la
resurrección. Parece que se trata de dos narraciones de un mismo hecho que
habría que situar en el contexto postpascual: notemos cómo Pedro se dirige a
Jesús llamándolo "Señor" y cómo el reconocimiento de su pecado tiene
que ver con su negación durante la Pasión. Lucas ha situado el cuadro narrativo
al principio del ministerio público de Jesús, para ilustrar la llamada a Pedro,
el primer testigo del resucitado.
JOAN NASPLEDA - MISA DOMINICAL 1989, 3
6.- MAR/PESCA CR/PESCADOR
Se comprende mejor la importancia del
episodio de la pesca milagrosa si se tiene en cuenta que el judío considera el
agua, sobre todo el mar, como morada de Satanás y de las fuerzas contrarias a
Dios. Hasta la venida del Salvador, nada podía hacerse -salvo un milagro del
tipo del del mar Rojo- para salvar a quienes la mar enemiga engullía; pero
desde que Él está aquí, se pueden pescar hombres en abundancia y sustraerlos a
las garras del imperio del mal. Ese es, por otro lado, el sentido profundo de
la bajada a los infiernos (inferi=aguas inferiores) en /1P/03/19,
en donde Cristo desciende precisamente para salvar a quienes habían sucumbido
bajo las aguas del diluvio. Ser pescadores de hombres es, pues, participar en
esa empresa de salvamento de todos cuantos se han visto absorbidos por el mal;
ya Jr 16, 15-16a preveía esa función.
San Lucas considera, pues, a la Iglesia como
la institución encargada de salvar a la humanidad de la sumersión que la
amenaza. Para garantizar la realización de esa misión hay hombres encargados de
una misión apostólica particular dentro de esa Iglesia. Pero sólo a Cristo le
deben las fuerzas con que cuentan para llevar a buen término su
"pesca" y el ardor que ponen en conseguirlo.
El misionero será un pescador de hombres en
la medida en que salve seres humanos mediante la administración del bautismo.
El cristiano será pescador de hombres en la medida en que multiplique a su
alrededor las conversiones e introduzca en la Iglesia a muchas almas. Este
concepto individualista no corresponde quizá del todo con la manera de pensar
de Lucas y ni siquiera con la mentalidad moderna. Bajo apariencias místicas, el
relato de la pesca milagrosa parece tener otro alcance: la humanidad es presa
de potencias que la absorben y la anegan; Cristo se reserva a Sí y a sus
discípulos una misión liberadora que frene y contrarrestre ese deslizamiento
hacia la catástrofe.
El caso es que la humanidad actual se mueve
en la cuerda floja y bastaría muy poca cosa para que se hundiese a sí misma sin
necesidad de otras fuerzas demoníacas que su propio egoísmo y su afán de poder.
Ser pescador de hombres consiste, por tanto, hoy, en participar en todas las
empresas que quieren evitarle al hombre esa perdición y colaborar, mediante una
mayor igualdad, una paz más estable y una mayor posibilidad para los humildes
de promoverse a sí mismos, a sacar a la humanidad del océano que la sumerge.
Dejarla fuera de estos movimientos es condenar a la Iglesia a no revelar su
identidad y su misión entre los hombres.
MAERTENS-FRISQUE - NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA
CRISTIANA II -MAROVA MADRID 1969.Pág. 183-184
7.- El evangelio de hoy es la expresión
gráfica de lo que la solemnidad litúrgica obra. Estamos en torno al altar, lo
mismo que los discípulos se congregaban en torno a Cristo, fatigados por inútiles
trabajos: "Toda la noche hemos estado fatigándonos y nada hemos
cogido". Podemos decir también nosotros: "Hemos trabajado toda la
semana al servicio del Señor y ¿qué hemos conseguido? ¿Qué podemos presentar a
Cristo? Mas, ahora está El entre nosotros; le tenemos presente en la palabra
del Evangelio, en su cuerpo sacrificado, en la sangre de su sacrificio. El es
la víctima por nuestros pecados y "su debilidad -en la cruz- constituye
nuestra fortaleza" (1). Al verlo, nuestra fe se aviva y el amor vuelve a
tomar con alegría el peso de la vida. Sí; Cristo está aquí, está en nosotros
por el santo sacrificio y el banquete eucarístico. ¿A quién temeremos? Nos
eleva El del orden natural del ser, incapaz de redimirse a sí mismo, hasta el
orden sobrenatural, puro y libre, de la gracia.
"No temas, dice a su Iglesia, de hoy en
adelante serás pescador de hombres". No temas, por más que tus miembros
sean hombres mortales, débiles e inclinados al pecado. ¡No temas! Mientras te
parece que te esfuerzas en vano para santificar a tus hijos, Yo estoy contigo,
como Salvador de mi propio cuerpo. Sano a mis miembros, vengo constantemente y
me hago presente en ti por el misterio de la celebración del santo sacrificio.
"Guía mar adentro"; echa tu red en las profundidades de la fe y de
los misterios; reúne a tus hijos alrededor del altar. Cuando estén en mi
presencia, llenos de amor y de abandono, vendré y los santificaré; realizaré en
ellos lo que ellos no pueden verificar a pesar de sus redobles esfuerzos.
Debes esperarlo todo de mí. Si has trabajado
en vano toda la noche, me presentaré ante ti a la madrugada y en un momento
haré cuanto necesitas y te conseguiré la salvación tan ansiada. Bueno es que
tengas conciencia de tu debilidad; así crece tu fe en mi poder. ¡No temas, Iglesia
mía! ¡Pide sin cesar mi presencia! ¡Llámame! No te hace falta nada más; de lo
demás me ocupo yo. Duc in altum, "guía mar adentro", penetra
profundamente en la fe y busca tu salvación en el divino abismo del misterio.
Incluso cuando creas trabajar sin ningún resultado durante todo el curso de tu
existencia terrena, aun cuando veas a los tuyos sumidos en la flaqueza del
pecado, por más que el mundo se levante contra ti y haga de ti mofa diciendo:
"¿Dónde está tu Dios?", aunque te veas impotente para atraer a ti los
que se han alejado... ¡no temas! ¡no temas en ningún caso! Me verás, es cosa
cierta, en la aurora de la eternidad y tu red entonces estará llena hasta
rebosar.
J/PEZ: Ya hoy, al finalizar la solemnidad
litúrgica puedes hechar una mirada a tu red. ¿Está, quizá, vacía? No; está
llena. Deo gratias!, respondemos nosotros. Nuestra red está llena, sí, pues
dentro de ella se encuentra un gran pez, el Ichthys, Jesucristo (2). Le hemos
recibido en el banquete eucarístico y se ha convertido en nuestro alimento.
Alimenta la paciencia de su Iglesia, a fin de que bajo el yugo, pero esperando,
pase por encima de los "dolores de este tiempo" al encuentro de la
"gloria venidera".
..........
(1) San Agustín, a Jn 4, 6 (Tratado 15, 8)
(2) Esta palabra griega significa
"Pez". Las letras que la componen son las iniciales, en griego
también, de la frase: Jesús Cristo, Hijo de Dios, Salvador. Por esto entre los
antiguos cristianos el pez era el símbolo de Cristo.
EMILIANA LÖHR - EL AÑO DEL SEÑOR EL MISTERIO
DE CRISTO EN EL AÑO LITURGICO - - II EDIC.GUADARRAMA MADRID 1962.Pág. 252 s.
PROPUESTA DE CANTOS V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)
(09 DE FEBRERO)
TEMA: “DEJANDOLO TODO, LO SIGUIERON”
01.- EL SEÑOR
NO LLAMA
EL
SEÑOR NOS LLAMA Y NOS REÚNE,
SOMOS
SU PUEBLO, SIGNO DE UNIDAD.
ÉL
ESTÁ EN MEDIO DE NOSOTROS,
SIRVE
A LA MESA, NOS REPARTE EL PAN.
1.-
Por todos los caminos nos sales al encuentro,
por
todos hemos visto señales de tu amor.
Tu
pueblo se reúne Señor a bendecirte,
a
celebrar con gozo tu paso salvador.
2.-
Convocas a tus fieles, nacidos de las aguas,
a
festejar unidos la nueva creación.
La
sala del banquete se llena de invitados;
estamos
reunidos y en medio está el Señor.
3.-
Revélanos al Padre oh Cristo, nuestra fiesta,
aumenta
la esperanza de nuestro caminar.
Tu
Espíritu divino nos dé la fortaleza,
los
bienes que esperamos nos haga pregustar.
02.- VENID,
ACLAMEMOS AL SEÑOR
VENID,
ACLAMEMOS AL SEÑOR,
ENTRAD
EN SU PRESENCIA DÁNDOLE GRACIAS,
ACLAMANDO
CON CANTOS,
CON
HIMNOS DE JÚBILO,
PORQUE
ÉL ES NUESTRO DIOS,
NOSOTROS
SU PUEBLO.
ACLAMEMOS
AL SEÑOR.
PORQUE
ÉL ES NUESTRO DIOS,
NOSOTROS
SU PUEBLO,
DEMOS
GRACIAS AL SEÑOR.
1.-
Él es nuestro Salvador.
Él
es nuestro Redentor
Nos
invita a su mesa,
Nos
recibe en su altar.
Él
nos alimenta
Con
el pan de la vida.
2.-
Nos invita a escuchar su palabra;
Nos
revela su mensaje de amor;
Escuchad
su voz,
abrid
vuestro corazón.
03.- DEJALO
TODO (J.A. Espinoza)
TODO,
DÉJALO TODO,
Y
ANDA, ENTRA EN EL MAR
TODO,
EL MAR LO ES TODO
ANDA,
ÉCHATE A ANDAR.
1.-
Deja la orilla, deja la arena,
la
maravilla está más allá.
Donde
Dios llama no existe la espuma
ni
existe la playa sino solo el mar.
2.-
Que hay un destino que a Dios nos lleva
pero
el camino está sobre el mar.
Mientras
no olvides que es firme la tierra
y
pienses que acaso lo firme es el mar.
TODO,
DÉJALO TODO,
Y
ANDA, ENTRA EN EL MAR
TODO,
EL MAR LO ES TODO
ANDA,
ÉCHATE A ANDAR.
TODO,
TODO ES POSIBLE
Y
ANDARÁS SOBRE EL MAR.
04.- PAN
SABROSO
Pan
sabroso del trigal,
vino
nuevo de amistad,
hoy
le llevamos, le presentamos,
ellos
serán sacramento y manjar.
Presentemos
al Señor
como
ofrenda, nuestro amor,
nuestro
trabajo, nuestro descanso:
ellos
serán, nuestra humilde oblación.
Le
llevamos al Señor
la
pobreza y el dolor,
nuestras
cosechas, nuestras ofrendas,
ellas
serán, nuestra liberación.
05.- EN TORNO
A TU MESA (Agustín Sánchez)
1.-
En torno a tu mesa, Señor, te ofrecemos,
toda
nuestra vida, el vino y el pan.
Son
para nosotros, tu cuerpo y tu sangre,
promesa
de vida, luz y libertad.
SEÑOR,
EL PAN QUE NOS DAS
BORRA
NUESTRAS MISERIAS.
SEÑOR,
TU COPA SERÁ
SANGRE
DE VIDA ETERNA.
SEÑOR,
SABEMOS QUE TÚ
TE
DAS SIN CONDICIONES.
DANOS
TU ESPÍRITU Y HAZ
DE
CARNE LOS CORAZONES... SEÑOR.
2.-
Tu Espíritu inflama de amor nuestras vidas,
nos
sigues llamando; Señor, ¿dónde estás?.
Más
tú nos respondes: “me encuentras amando”.
Queremos
sentirte nuestro Salvador.
06.- SEÑOR,
NO SOY DIGNO (J.A. Espinoza)
SEÑOR,
NO SOY DIGNO
DE
QUE ENTRES EN MI CASA
PERO
UNA PALABRA TUYA
BASTARÁ
PARA SANARME.
1.-
Eres el Pan de Vida,
a
todos das la paz;
quien
come de tu carne
por
siempre vivirá.
2.-
Somos el nuevo pueblo
que
Cristo congregó,
vivamos
siempre unidos,
testigos
del amor.
3.-
Vamos por esta vida
buscando
la verdad,
la
paz y la justicia,
un
mundo que vendrá.
07.- PESCADOR
1.-
Pescador, que al pasar por la orilla del lago
me
viste secando mis redes al sol,
tu
mirar se cruzó con mis ojos cansados
y
entraste en mi vida buscando mi amor.
PESCADOR,
EN MIS MANOS HAS PUESTO OTRAS REDES
QUE
PUEDAN GANARTE LA PESCA MEJOR,
Y
AL LLEVARME CONTIGO EN LA BARCA
ME
NOMBRASTE, SEÑOR, PESCADOR.
2.-
Pescador, entre tantos que había en la playa
tus
ojos me vieron, tu boca me habló.
y,
a pesar de sentirse mi cuerpo cansado,
mis
pies en la arena siguieron tu voz.
3.-
Pescador, manejando mis artes de pesca
en
otras riberas mi vida quedó,
al
querer que por todos los mares del mundo
trabajen
mis fuerzas por ti, pescador.
4.-
Pescador, mi trabajo de toda la noche,
mi
dura faena, hoy nada encontró.
Pero
tú, que conoces los mares profundos,
compensa,
si quieres, mi triste labor.
08.- PESCADOR
DE HOMBRES
1.-
Tú has venido a la orilla,
no
has buscado ni a sabios ni a ricos,
tan
solo quieres que yo te siga.
SEÑOR,
ME HAS MIRADO A LOS OJOS,
SONRIENDO
HAS DICHO MI NOMBRE.
EN
LA ARENA HE DEJADO MI BARCA,
JUNTO
A TI BUSCARÉ OTRO MAR.
2.-
Tú sabes bien lo que tengo,
en
mi barca no hay oro ni espadas,
tan
solo redes y mi trabajo.
3.-
Tú necesitas mis manos,
mi
cansancio que a otros descanse,
amor
que quiera seguir amando.
4.-
Tú, pescador de otros lagos,
ansia
eterna de almas que esperan,
amigo
bueno que así me llamas.
09.- HABLAME
Yo
siento Señor que tú me amas
yo
siento Señor que te puedo amar
háblame
Señor que tu siervo escucha
háblame
que quieres de mi.
Señor
tú has sido grande para mi
en
el desierto de mi vida háblame
YO
QUIERO ESTAR DISPUESTO A TODO
TOMA
MI SER MI CORAZÓN ES PARA TI
POR
ESO CANTO TUS MARAVILLAS
POR ESO CANTO TU AMOR (2VC.)
Te
alabo señor por tus grandezas
mil
gracias te doy por tu gran amor
heme
aquí Señor para acompañarte
heme
aquí que quieres de mí.
Señor
tú has sido grande para mi
en
el desierto de mi vida háblame
YO
QUIERO ESTAR DISPUESTO A TODO
TOMA
MI SER MI CORAZÓN ES PARA TI
POR
ESO CANTO TUS MARAVILLAS
POR ESO CANTO TU AMOR (2.)
10.- JESUS
ESTOY AQUI
Jesús,
estoy aquí.
Jesús,
¨qué esperas de mí?
Mis
manos están vacías,
¨qué
puedo ofrecerte?
Sólo
sé que quiero ser diferente.
Jesús,
estoy aquí. Jesús,
¨qué
esperas de mí?
Mis
ojos temen al mirarte,
quisiera
poder enfrentarte.
AMAR
COMO TÚ AMAS,
SENTIR
COMO TÚ SIENTES,
MIRAR
A TRAVÉS DE TUS OJOS, JESÚS.
Contigo
mi camino es difícil.
Me
exiges abrir un nuevo horizonte
en
la soledad de mi noche, Jesús.
No,
no puedo abandonarte.
Jesús,
en mí penetraste.
Me
habitaste, triunfaste,
y
hoy vives en mí.
AMAR
COMO TÚ AMAS,
SENTIR
COMO TÚ SIENTES,
MIRAR
A TRAVÉS DE TUS OJOS, JESÚS.
11.- YA NO
TEMO SEÑOR (J.A. Espinoza)
CRISTO
ESTÁ CONMIGO,
JUNTO
A MÍ VA EL SEÑOR;
ME
ACOMPAÑA SIEMPRE
EN
MI VIDA, HASTA EL FIN.
1.-
Ya no temo, Señor, la tristeza,
ya
no temo, Señor, la soledad,
porque
eres, Señor, mi alegría,
tengo
siempre tu amistad.
2.-
Ya no temo, Señor, a la noche,
ya
no temo, Señor, la oscuridad,
porque
brilla tu luz en las sombras,
ya
no hay noche, Tú eres luz.
3.-
Ya no temo, Señor, los fracasos,
ya
no temo, Señor, la ingratitud,
porque
el triunfo, Señor, en la vida
Tú
lo tienes, Tú lo das.
4.-
Ya no temo, Señor, los abismos,
ya
no temo, Señor, la inmensidad,
porque
eres, Señor, el Camino,
y
la Vida y la Verdad.
5.-
Ya no temo, Señor, a la muerte,
ya
no temo, Señor, la eternidad,
porque
Tú estás allá esperando
que
yo llegue hasta Ti.
12.- DIME
SEÑOR
Hoy
en oración
Quiero
preguntar Señor,
Quiero
escuchar tu voz,
Tus
palabras con tu amor.
Ser
como eres Tú,
Servidor
de los demás
Dime
cómo y en qué lugar
Te
hago falta más.
DIME,
SEÑOR,
EN
QUE TE PUEDO SERVIR
DEJAME
CONOCER
TU
VOLUNTAD.
DIME,
SEÑOR,
EN
TI YO QUIERO VIVIR
QUIERO
DE TI APRENDER
SABER
AMAR.
Hoy
quiero seguir,
Tus
caminos junto mar,
Tu
palabra, tú verdad,
Ser
imagen de ti.
Ser
como eres Tú,
Servidor
de los demás
Dime
cómo y en qué lugar
Te
hago falta más.
DIME,
SEÑOR,
EN
QUE TE PUEDO SERVIR
DEJAME
CONOCER
TU
VOLUNTAD.
DIME,
SEÑOR,
EN
TI YO QUIERO VIVIR
QUIERO
DE TI APRENDER
SABER
AMAR.
13.- DIJISTE
QUE SI
Dijiste
Sí y la tierra estalló de alegría.
Dijiste
Sí y en tu vientre latía divina la Salvación.
Hágase
en mí, de corazón, la voluntad de mi Señor.
Que
se cumplan en mí cada día los sueños de Dios.
María,
las tinieblas se harán mediodía,
a
una sola palabra que digas,
en
tus labios alumbra ya el Sol.
María,
la doncella que Dios prometía,
un
volcán de ternura divina,
primavera
de un Dios Redentor.
Gabriel
tembló, conmovido con tanta belleza,
Madre
de Dios, cuélame en tu mirada de amor de la Anunciación.
Hágase
en mí de corazón, La voluntad de mi Señor.
Que
se cumplan en mi cada día los sueños de Dios.
María
las tinieblas se harán mediodía,
a
una sola palabra que digas,
en
tus labios alumbra ya el Sol.
María,
la doncella que Dios prometía,
un
volcán de ternura divina,
primavera de Dios Redentor,
Hágase
en mí de corazón, la voluntad de mi Señor.
Que
se cumplan en mi cada día los sueños de Dios.
María
las tinieblas se harán mediodía,
a
una sola palabra que digas,
en
tus labios alumbra ya el Sol.
María,
la doncella que Dios prometía,
un
volcán de ternura divina,
primavera de Dios Redentor.